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Material de estudio para Previas Historia 1er año

TEMA 1 NEOLÍTICO - Ganadería y Agricultura


Guía de estudio:

- Que es la Ganadería y que es la agricultura


- Qué beneficios va a tener la humanidad gracias a la ganadería y a la agricultura
- En qué territorios se desarrollan las primeras formas de ganadería y agricultura
- Pensar para qué pueden utilizar a los distintos animales
- Cómo aprendieron a domesticar las semillas y las plantas

La domesticación de los animales, comienzo de la ganadería

La domesticación de animales, que fue consecuencia directa de la caza, es junto con la agricultura,

la manifestación más temprana del proceso de neolitización. Como demuestran los restos

arqueológicos hallados, ambas actividades se desarrollaron por primera vez en la región conocida

como el Creciente Fértil hacia el 9000 a. C.

Para evitar la aniquilación de los rebaños, los cazadores mesolíticos comenzaron a seleccionar sus

capturas en función del sexo y la edad de los animales. A esta caza controlada, posteriormente se

uniría la costumbre de perseguir y guardar en recintos cerrados manadas enteras de bóvidos. Así se

consiguió disponer de carne durante largos períodos de tiempo sin depender de la caza.

El primer animal domesticado para la alimentación fue la cabra. Los restos encontrados en Irán e

Irak evidencian que las cabras que vivían en los poblados del Neolítico -procedentes de la especie

salvaje llamada ​bezoar​-, ya eran de menor tamaño y tenían cuernos más pequeños que sus parientes

salvajes.

La explicación que dan los zoo-arqueólogos a este fenómeno es que, desde los inicios de la

ganadería, los pastores prehistóricos optaron por seleccionar sólo a los individuos que eran más

pequeños y dóciles de manejar y que, por lo tanto, al apartar a las hembras domésticas de los

grandes machos que vivían en libertad, el ​Homo sapiens modificó de forma intuitiva la genética del

animal. Esta costumbre, que se repetiría con el resto de especies domesticadas -incluidas las
vegetales-, provocó que, con el tiempo, las cabras domésticas acabaran convirtiéndose en una

especie distinta de la original.

Los primeros animales domesticados

Cabra, el primer animal domesticado por su carne. Hacia el 8000 a. C. Proviene de la especie

salvaje ​Copra aegragus.​

Oveja, deriva de los cameros salvajes de los montes de Irán. Apreciada por su carne, leche y lana.

VIII milenio a. C.

Vaca, además de proporcionar carne, leche y cuero, fue utilizada como animal de tiro. VI milenio a.

C. Anatoüa.

Caballo, proviene de los caballos salvajes de Kazajstán y no fue utilizado como montura hasta el IV

milenio a. C.

Asno, sus ancestros fueron el onagro de Asia occidental y el kian del Tibet. Domesticado desde el V

milenio a. C.

Jabalí, proviene del jabalí. Fue criado en cautividad en el sudeste de Turquía desde el VIII milenio

a. C.

Cultivos primitivos, inicios de la agricultura

Si la ganadería surgió como una evolución de la caza, la aparición de la agricultura está vinculada a

la recolección de semillas, raíces, frutos y todo tipo de vegetales que los grupos humanos

practicaron desde sus orígenes. La misma carestía de recursos naturales que había obligado al

Homo sapiens a modificar sus estrategias predadoras, influyó también en la recolección y, por este

motivo, los hombres y mujeres del Mesolítico abandonaron la costumbre de consumir las plantas de

forma inmediata para desarrollar técnicas de molienda y almacenaje de los alimentos.


Estas prácticas, además de promover la creación de nuevos instrumentos y objetos -como los

morteros para moler el grano y los recipientes para guardarlo-, provocaron que las plantas

recolectadas acabaran colonizando los asentamientos humanos: al transportar las semillas y frutos

de un lado a otro, el ser humano se convirtió en un improvisado vehículo de propagación de

diferentes especies vegetales.

El estudio del ciclo reproductivo de las plantas, especialmente de aquellas que por sus propiedades

alimenticias eran consumidas en mayor cantidad, hizo que, tras miles de años de recolectar especies

salvajes, algunas comunidades aprendieran a domesticarlas y, así, en los albores del Neolítico,

empezó a desarrollarse la agricultura.

Como en el caso de la ganadería, los registros más antiguos de una economía agrícola se han

hallado en Palestina, en el norte de Mesopotamia y en Turquía, y datan también del IX milenio a. C.

Las primeras especies cultivadas fueron el trigo y la cebada, dos tipos de cereales abundantes en

estas regiones, muy nutritivos y que requieren pocos cuidados. Posteriormente, a la lista de especies

domesticadas se añadirían nuevos cereales, como la avena, el centeno y el mijo, así como diferentes

tipos de legumbres, como la lenteja y el guisante.

Según se cree, el cultivo itinerante predominó en las primeras fases del Neolítico: tras desforestar

una zona, se quemaba el terreno para que quedase limpio de malas hierbas y, cuando el suelo se

agotaba, se elegía una nueva ubicación para iniciar el proceso en tierras más fértiles. Con el tiempo,

no obstante, los campesinos neolíticos descubrieron y aplicaron mejoras en los sistemas de cultivo,

lo que permitió aumentar considerablemente la producción de alimentos y abandonar la agricultura

itinerante.

El espacio que el trigo y la cebada ocuparon en Oriente Próximo lo llenó el arroz en China

-comenzó a cultivarse durante el VIII milenio a. C.-. Desde allí se extendería a las regiones vecinas.
En América, por su parte, el principal vegetal cultivado sería el maíz -a partir del VII milenio a. C.-,

cuyo consumo se cree originario de Mesoamérica.

El desarrollo de la economía productora comportó una explosión demográfica, forzó la colonización

de nuevas regiones -lo que, por ejemplo, permitió la difusión del Neolítico a Europa- y provocó

cambios en la organización social. De esta manera, además de favorecer la sedentarización y la

consiguiente creación de poblados estables -un proceso que, de forma independiente, había

comenzado en el Mesolítico-, las nuevas actividades obligaron a adoptar formas de convivencia más

complejas y estructuradas -incluyendo una incipiente división del trabajo-.

TEMA 2 - EGIPTO - Organización Social


Guía de estudio:
Cómo se dividía la sociedad en Egipto, resumiendo brevemente a cada sector social de los
mencionados
Sectores de poder y sector dominados
Explicar la huelga de trabajadores a Ramses III

Organización social en el Antiguo Egipto

La sociedad egipcia se presenta como enormemente jerarquizada y con elevados grados de


dependencia, entre el extremo más alto, el del faraón, hasta el más bajo, los esclavos,
generalmente prisioneros provenientes de las guerras con otros países. Incluso se llega a
decir que la sociedad egipcia se dividió en dos clases: el faraón y el resto, ya que todo el
resto personas, bienes, tierras, le pertenecían, al ser el faraón la encarnación de los dioses
en la tierra y el señor de todo Egipto. Pero entre los dos extremos que hemos citado más
arriba, existían otras muchas consideraciones: desde los altos funcionarios, verdaderos
“faraones” del territorio sobre el que gobernaban, hasta artesanos y campesinos que
pagaban sus impuesto y gozaban de una cierta independencia e incluso de bonanza si la
economía atravesaba una de sus etapas de expansión.

EL FARAÓN: ​representante del dios Horus en la tierra y el enlace entre los dioses y los
hombres. Se observa una teoría dual de la monarquía, como gobernador del Alto y el Bajo
Egipto, por eso el monarca se representa con dos coronas: la blanca del sur y la roja del
norte.
SACERDOTES: ​se dedicaban a ofrendar a los dioses, a cambio recibían tierras e ingresos.
En templos como el de Karnak hubo una gran plantilla dedicada
exclusivamente a esta labor, y ejercían gran influencia sobre el faraón y las clases
dirigentes, pero probablemente no es hasta el Imperio Nuevo cuando la dedicación
exclusiva se generaliza. Normalmente era el faraón quien designaba quién estaba al frente
del templo, pero a finales del Imperio Nuevo los cargos se hicieron hereditarios en muchos
casos. Tenían escuelas para preparar a los jóvenes para el sacerdocio, generalmente
provenientes de familias nobles. Recibían los ingresos de las ofrendas de los templos y de
los trueques.

EJÉRCITO: ​el ejército regular no será una realidad hasta el Imperio Nuevo. Hasta
entonces, si el rey necesitaba tropas debía recurrir a la ayuda de los nomarcas, que
gobernaban en los nomos, la demarcación territorial egipcia. Las tropas regulares estaban
en Nubia. En tiempos de Horemheb ay documentación que habla de guarniciones situadas
en el Delta y en el Bajo Egipto. Ramsés II llegó a tener cuatro ejércitos bajo la protección
de los cuatro grandes dioses de Egipto. Los hicsos introdujeron la utilización del carro
como arma de guerra, que tiraban dos caballos y montaban un conductor y un guerrero. La
infantería se organizaba en compañías de entre 200 y 500 hombres, cada veinte compañías
era una división. Socialmente, los militares eran considerados privilegiados, estaban bien
situados económicamente porque participaban de los botines y de donaciones de terrenos.
Egipto también tenía marina, pero de este extremo hay menos documentación.

LOS ESCRIBAS: ​se dedicaban a la escritura de documentos de todo tipo: literario,


religioso, histórico, administrativo, judicial... Había escuelas de escribas que permitían el
acceso a todo aquel que los solicitaba, a pesar de la jerarquización. En una gran fosa de la
aldea de trabajadores de Deir el Medina, se han encontrado grandes cantidades de ostraca,
un material que se utilizaba para hacer pruebas, y que han proporcionado valiosa
información sobre la procedencia plural de quienes sabían escribir, sobre sus modos de
vida, y sobre sucesos como la primera huelga de la historia, que se comenta más adelante.

LOS ARTESANOS: ​trabajaban para el faraón o para los grandes templos, en amplios
talleres bajo la supervisión de un superintendente, un cargo que generalmente era
hereditario. La artesanía debió ser muy importante, tanto para objetos suntuarios como de
primera necesidad: había carpinteros, escultores, vidrieros, tejedores, pintores, albañiles...
que debían trabajar unas ocho o diez horas al día, y ocho días de cada diez, según la
semana egipcia.
LOS TRABAJADORES DEL FARAÓN: ​la política de obras públicas de los faraones
obligaba a mantener a un gran número de trabajadores. Uno de los ejemplos más
llamativos será la concentración de estos trabajadores en el poblado de Deir el-Medina, del
que hablaremos más adelante. El régimen alimenticio de los trabajadores solía estar
compuesto de pan, carne de buey, ternera, gacela aves y todo tipo de verduras, además de
vino, leche y cerveza. Trabajaban ocho días de cada diez, y los vigilaban escribas,
funcionarios y el clero. Muchos de los obreros eran dueños
de sus propias casas, y podían ausentarse del trabajo por enfermedad, celebración de la
fiesta de la madre o discusión con la esposa. Tenían incluso un tribunal de obreros que
dirimía los asuntos que los enfrentaban. Los salarios se pagaban en víveres y
puntualmente, y cuando no sucedía se producían huelgas. Parece que los trabajadores del
faraón tenían unas condiciones privilegiadas de vida frente al resto de obreros.

LOS CAMPESINOS: ​entre julio y octubre se producía la inundación del Nilo, que
permitía el desarrollo de la agricultura en Egipto. Cuando terminaba, se preparaban las
tierras y se marcaban las lindes para evitar pleitos. El arado de las tierras se hacía a través
de vacas u hombre. Después la siembra de espelta, lino y cebada. Se adecuaban los canales
de agua para las tierras más alejadas del Nilo. La cosecha solía ser vigilada por los
inspectores de impuestos, y los escribas tomaban nota de cuanto se producía y el grano que
quedaba almacenado en los silos. También fueron muy frecuentes los productos de
regadío.

LA PRIMERA HUELGA DE LA HISTORIA: ​se produjo en tiempos de Ramsés III, de


la XX Dinastía, nieto de Ramsés II, el Grande. Se conoce su existencia por el Papiro de la
Huelga de Turín. Los obreros del Valle de los Reyes eran empleados del faraón y
trabajaban ocho días de cada diez de la semana egipcia. Cobraban un salario generalmente
en especie, y vivían en la aldea de Deir el Medina, junto a artesanos y escribas. Durante los
días de trabajo, no podían abandonar la tumba, excepto en festividades o por orden del
patrón, y como medida de control se pasaban largas listas cada día. Los salarios se pagaban
por adelantado, a principios de mes. Aunque en esta época del Imperio Nuevo fueron
frecuentes los retrasos. Se han encontrado ostracas que narran cómo las raciones
comenzaban a llegar tarde, e incluso manipuladas. Y el hambre les hizo tomar la decisión:
los trabajadores se amotinaron, abandonaron su trabajo y se encaminaron hacia los templos
para entrar a la fuerza y reclamar su pago. Y lo consiguieron, pero al poco tiempo el
retraso se repitió, y con él, las huelgas. Coincidió la segunda huelga con la visita del visir
Ta. Consiguieron entonces raciones completas, pero se les advirtió que si volvían a los
paros serían castigados. La situación de las siguientes generaciones, bajo el mando de los
sucesores de Ramsés III, no mejoró, y tuvieron que volver a movilizarse. A veces los paros
duraban solo días, otras semanas e incluso meses. Casi siempre eran por motivos
económicos y no por las condiciones de trabajo. Las últimas noticias de estas
movilizaciones son del reinado de Ramsés.

Como complemento, te dejamos también este video para conocer más aspectos generales
de la sociedad y la cultura egipcia! ​https://www.youtube.com/watch?v=3hx746Tg4lk

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