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2-¿Qué es la Revolución neolítica?

La revolución neolítica fue un cambio crucial en los modos de vida de la


humanidad, en el que se pasa de un estilo de vida nómada a uno sedentario, lo
que acarrea, asimismo, una transformación económica, de
una economía recolectora se pasa a una economía productora.

Se extiende desde el período Paleolítico, en el que todavía se tallaban las piedras,


al Neolítico, cuando las piedras se pulían, todo ello con el propósito de realizar
herramientas y armas. Forma parte de lo que se ha caracterizado como “Edad de
Piedra”..

 Comprende desde el año 6.000 a.C. hasta el 3.000 a.C. 

El Neolítico se caracterizó por el uso de herramientas de piedra moldeada y


pulida. Además, se destacó por el desarrollo de la agricultura y la ganadería, la
alfarería, las artes, la domesticación de ciertos animales y la consolidación de la
vida sedentaria.

El Neolítico es el periodo más importante de la historia y uno de los más


desconocidos por el gran público. Con la adopción de la ganadería y la agricultura
se crearon las primeras ciudades, nació la aristocracia, la división de poderes, la
guerra, la propiedad, la escritura, el crecimiento de población… Surgieron, en
pocas palabras, los pilares del mundo en el que vivimos. Las sociedades actuales
son sus herederas directas: nunca ha tenido tanto sentido hablar de revolución
porque dio lugar a un mundo totalmente nuevo. Y tal vez fue también el momento
en el que empezaron los problemas de la humanidad, no las soluciones.

3-Agricultura

Cobró relevancia el cultivo de cereales, en especial el centeno, el trigo y

la cebada, característicos de la zona Creciente Fértil. Se cree, no

obstante, que no fueron las primeras especies vegetales en cultivarse.

Las legumbres datan un cultivo muy antiguo y también algunos árboles

frutales de Asia. Se registra, además, el uso de fermentos y levaduras,


responsables de la elaboración del pan y los lácteos y,

consecuentemente, de las bebidas alcohólicas.

. Por las pruebas halladas en excavaciones de Oriente


Próximo que datan de hace unos 19.000 años, se estima que
en esa región se recolectaban formas silvestres de cereales
(no cultivadas previamente), como cebada y trigo, además de
otras plantas y frutos. Por la riqueza de la fauna identificada,
se deduce la existencia de una forma de vida basada en la
recolección, la caza y la pesca. Los estudios arqueológicos
apuntan a que entre los 12.000 y 10.000 años estas prácticas
se intensificaron como una costumbre; en yacimientos del
Próximo Oriente se han encontrado granos de trigo cultivado
que ya pertenecen al sexto milenio a.C., indicativo de que la
costumbre terminó por convertirse en cultivos programados o
intencionados.

El trigo ya se cultivaba hace 12.000 años, según se desprende del


hallazgo de granos en yacimientos de Oriente Próximo

Los primeros granos cultivados fueron  el mijo y sorgo en el


norte de África; arroz en la India y China; y maíz en América;
en este último (México y otros países del continente
americano) se conoce la existencia hace unos 8.000 de la
producción de calabazas para la alimentación y construcción
de vasijas. En cuanto a Europa, se extendieron el trigo,
cebada y centeno, probablemente introducidas desde Asia.
Así, mediante datación del carbono 14 se sabe que en China,
hace unos 8.500 a 7.000 años, se cultivaba el mijo y la col.
En general el arroz, mijo, y variados cereales, ya se
cultivaban en el este y sur de Asia, extendiéndose el arroz a
Corea y Japón hace unos 4.000 años.

Otro cultivo de gran importancia en la cuenca mediterránea,


como es el olivo, es probable que ya se realizase hace unos
8.000 años.
¿Dónde surgieron la agricultura y la ganadería? En primer lugar, estas actividades productivas
comenzaron a desarrollarse en el Cercano Oriente, región del sudoeste de Asia. Más tarde, se
desarrollaron en el este de África (Egipto), en el este de Asia y, finalmente en Europa y algunas
regiones de América. En estas regiones coexistieron una serie de factores: una fuerte presión por
obtener nuevas fuentes de alimentos para muchas personas, la disponibilidad de tierras fértiles y
la existencia de especies vegetales y animales posibles de ser domesticadas. A medida que los
cultivos y rebaños de animales se extendían, los humanos que habían optado por esta nueva
forma de subsistencia fueron viendo como rápidamente su estilo de vida, la cantidad de bienes
que acumulaban y la forma que tenían de relacionarse entre ellos y con la naturaleza se
modificaban aceleradamente.

La agricultura itinerante

Como ya se ha dicho, durante el neolítico se fueron


estableciendo sociedades sedentarias, que se alejaban
progresivamente de las actividades típicas de los pueblos
nómadas cazadores- recolectores, para dedicarse a la
agricultura. No obstante, muchos asentamientos con intención
de permanentes tenían que ser abandonados periódicamente,
ya que los campos perdían su fertilidad por sobreexplotación,
obligando a esos pueblos a realizar una agricultura itinerante.

En determinadas regiones de Europa, allí donde no existían


tierras de labor para colonizar, se aclaraban los bosques
talando e incendiando a continuación, dejando así un campo
fértil para la producción agrícola el cual, tras sucesivas
cosechas, iba perdiendo esa capacidad quedando exhausto a
los pocos años, obligando a los agricultores a levantar de
nuevo los asentamientos y buscar nuevas tierras o bosques
para aclarar, al desconocerse otros sistemas de conseguir
abonos. Otros asentamientos, como los que se concentraban
a lo largo del Nilo, mantenían la producción de las tierras
durante mucho más tiempo, gracias a los limos que el río iba
depositando en sus márgenes, y que servían de abono para
los campos próximos en cada temporada

4-Aparición de las primeras aldeas


. La construcción de obras de riego, de silos y graneros para almacenar los recursos para todo el
año, y de viviendas con materiales difíciles de transportar –como la piedra- promovieron la vida
sedentaria. Aparecieron las aldeas, es decir, asentamientos basados en agrupamientos de casas y
otros edificios permanentes. Generalmente, estos poblados neolíticos se establecieron cerca de
fuentes de agua (como ríos), ya que eran fundamentales para el éxito de la agricultura y la
ganadería. La población de la aldea era reducida y era común que sus habitantes estuvieran
emparentados entre si y formaran clanes, como los del paleolítico superior. Las tierras alrededor
de la aldea eran de propiedad comunal (pertenecían a todos los habitantes de la aldea) y se
trabajaban en común. Además, la producción se repartía en forma equitativa entre las familias
porque en la aldea no existían prácticamente diferencias sociales. Aunque entre los aldeanos
había algunas personas con mayores responsabilidades y por lo tanto ejercían cierto liderazgo, las
relaciones eran igualitarias. Los miembros producían la mayor parte de lo que necesitaban para su
subsistencia y recurrían al intercambio (a través del trueque) con otras aldeas para obtener los
productos que les faltaban. Poco a poco, la población de las aldeas neolíticas creció. Esto se
produjo tanto por la reproducción de los propios habitantes como por la unión de varias aldeas
para facilitar la defensa de los recursos o para trabajar la tierra y conseguir así más alimentos. Una
población numerosa podía realizar trabajos colectivos, como construir diques, empalizadas o
muros. De esta forma, los poblados comenzaron a desarrollar una infraestructura fundamental
para aumentar su producción como la construcción de acequias y canales de riego. A su vez, este
aumento de la producción intensificó los intercambios de materias primas (cereales, obsidianas,
etc.) y productos elaborados (tejidos, piezas de metal, etc.) con otras aldeas. En estas aldeas de
mayor tamaño, la unión de diferentes clanes dio origen a las tribus. Los habitantes ya no se ligaban
por parentesco sino por el trabajo que realizaban, lo que dio lugar a relaciones de dependencia a
medida que crecían las diferencias sociales
El primer tipo de comercio durante la revolución neolítica fue el trueque.

En el neolítico hubo un aumento demográfico con respecto al paleolítico,


así la sociedad se dividía entre aquellos que araban la tierra, los que
cosechaban, los que pulían las piedras, los recolectores, los que
trabajan las cerámica y usaban los telares -mayormente mujeres-, los
que construían las viviendas y los que cuidaban el ganado. Es necesario
mencionar la entrada en escena del excedente. Desde de su aparición,
es posible intercambiar bienes. Este primer tipo de comercio se
denomina trueque.

5-Relaciones Sociales

Comienza la estratificación social En los primeros tiempos del Neolítico las pequeñas
comunidades de agricultores y pastores mantuvieron una organización muy similar a la de los
grupos nómades, entre los que no había diferencias de riqueza o poder. Seguían siendo
comunidades igualitarias y las tareas complejas –como preparar las parcelas, drenar el agua o
defender los poblados- se repartían entre todos los integrantes. Sin embargo, la Revolución
Neolítica implicó un cambio radical en las capacidades productivas. Por primera vez en la
historia, el ser humano producía más de lo que necesitaba para vivir, lo que provocó
importantes cambios en la organización social. A medida que aumentó la capacidad
productiva, comenzaron a surgir individuos o grupos de

A medida que surgían diferencias entre sus miembros, las sociedades neolíticas comenzaron a
dividirse en dos grupos. Por un lado, estaba el grupo dirigente – o dominante- integrado por los
jefes, los funcionarios, los sacerdotes y los líderes guerreros. Estos eran los encargados de dirigir la
sociedad. Por ejemplo, determinaban qué, cuándo y dónde producir, resolvían conflictos,
protegían el poblado y realizaban ritos tendientes a comunicar al hombre con los dioses. Los
miembros de este grupo disfrutaban de una situación de privilegio y tenían poder y riquezas. El
resto de la sociedad integraba el grupo de los subordinados o dominados, formado por los
artesanos, labradores y pastores. Estos eran los encargados de producir los bienes que la sociedad
consumía. Debían trabajar la tierra, cuidar los animales y realizar todo tipo de trabajo manual. A
pesar de ser los productores de la riqueza, no disfrutaban de ella, ya que estaban obligados a
pagar un tributo a los sectores que detentaban el poder. El tributo podía pagarse con trabajo
(colaborando en la construcción de un templo, por ejemplo) o con parte de la producción (trigo o
cebada, por ejemplo). De esta manera, la Revolución Neolítica provocó en la organización social
una nueva forma de dividir el trabajo, que ya no se basaba en el sexo o en la edad sino en el sector
social al que cada individuo pertenecía por nacimiento. Cada sector cumplía funciones específicas
y especializadas que implicaban diferentes grados de riqueza, poder y prestigio. Esta división social
del trabajo permitió un gran desarrollo, pero generó una situación paradójica: la humanidad era
mucho más rica que antes, pero unos pocos privilegiados disfrutaban de esas riquezas. Por
primera vez hubo ricos y pobres, poderosos y débiles.

6- Las primeras herramientas

Las primeras herramientas utilizadas en las tareas agrícolas del Neolítico


eran básicamente las mismas que utilizaban en el Paleolítico para
recolectar raíces, las cuales estaban construidas de madera y piedra.

Herramientas agrícolas con 6.000 años de antigüedad

Posteriormente, mediante piedras afiladas, sílex, hueso, y maderas más


o menos torneadas se armaron azadas para cavar la tierra, hoces para
recoger el grano, e incluso arados rudimentarios a base de ramas de
árboles convenientemente modificadas para levantar y voltear la tierra a
mano, con objeto de prepararla para la siembra. Posteriormente, se
adaptó el arado para ser tirado por animales.

7-Las creencias de las personas cambiaron cuando cambió su forma de vida. Se


consolidaron creencias relacionadas con la fertilidad de la tierra,los animales y la recogida
de las cosechas. El cultivo de las tierras y domesticación de los animales establecieron una
nueva forma de relación con la naturaleza. Las comunidades podían producir su
propio alimento. Los habitantes del Neolítico se preocupaban de que las cosechas fuesen
buenas y el ganado estuviese sano.Tenían un idea central: la fecundidad de la tierra, de los
animales y de los seres humanos

Fueron desapareciendo los rituales relacionados con la caza, porque ya no les hacía falta
cazar, porque, con lo que recolectaban y lo que producían los animales, les daba para
sobrevivir.

En el Neolítico aparecieron los primeros calendarios. Los primeros calendarios estaban


basados en las fases del sol y la luna y tambien en las tareas agrícolas (siembra,
recolección..). Los calendarios regían la vida de los seres humanos. Muchos ritos
religiosos estaban relacionados con las actividades más importantes para ellos: hacían
ceremonias para que lloviera, que saliera el sol o para que las plagas no afectaran a las
cosechas.
  
Aparecieron los primeros sacerdotes, que transmitían sus conocimientos a la comunidad,
los primeros santuarios, lugares donde se realizaban ritos relacionados con las creencias de
las personas y los ritos funerarios.
Con la invención de la cerámica,   en las tumbas empezaron  a aparecer  vasos y vasijas y
también objetos de metal. Hacían esto para que el difunto se integrara bien en el mundo de
los muertos. Colocaban a los muertos en diferentes posturas porque creían que al morir
nacían en otra vida

.
8- Una estructura megalítica es un monumento prehistórico hecho de piedras
grandes. La palabra Megalítica, proviene del Griego; "mega" que significa,
grande, y "litos" que significa, piedra. Las estructuras megalíticas pueden
encontrarse a lo largo de toda Europa, Rusia, las Américas, África y Asia.
Los megalitos han sido utilizados para una amplia variedad de propósitos, que
irían desde servir como marcadores de los límites de un territorio o
conmemoraciones de acontecimientos pasados, hasta formar parte de la religión
de las sociedades.3 Algunos de los motivos grabados en ellos, como el cayado o
las hachas, parecen símbolos de poder político, al igual que el cayado  heka fue un
símbolo de los faraones egipcios. Entre los pueblos
indígenas de India, Malasia, Polinesia, África y América la adoración de estas
rocas o su uso para simbolizar un espíritu o una deidad, es una posibilidad a tener
en cuenta.3, incluso en áreas tan limitadas con las Islas Británicas o la Península
ibérica.

CLASES:

 El menhir es un bloque grande de piedra en bruto, por lo general


alargado, con su base enterrada para mantener el monumento vertical
en pie. Se pueden encontrar menhires aislados o en grupos formando
alineamientos o círculos.

El menhir es el tipo de monumento megalítico más simple.

 El crómlech es el tipo de monumento megalítico contruido con varios


menhires formando un círculo siendo el más famoso el Stonehenge de
Inglaterra. También se denomina: círculo lítico o círculo de piedras.
 El dolmen es tipo de monumento megalítico más abundante. En su
versión más sencilla el dolmen está formado por dos o más ortostatos,
losas de piedra de gran tamaño parcialmente enterradas en posición
vertical, sobre las que se apoya horizontalmente una losa de cubierta.
Habitualmente servían como sepulcros y eran cubiertos con túmulos
de tierra o piedras.

El dolmen de corredor es aquel cuya cámara está conectada con una


especie de pasillo cubierto.

El dolmen de galería es similar al de corredor, pero sin distinguirse la


división entre el corredor y la cámara.

9- durante milenios el hombre llevó una existencia itinerante, dedicándose


a la caza o la recolección y viviendo en pequeños grupos, repartidos sobre
amplios territorios. En el neolítico, con el desarrollo de la agricultura
empezaron a constituirse aldeas más estables y también más pobladas,
aunque sin pasar todo lo más de algunos centenares de habitantes. Fue
únicamente en torno al año 3000 a.C. cuando aparecieron los primeros
núcleos de población a los que podemos dar el nombre de ciudad. Desde
entonces la «revolución urbana» no dejó de extenderse, cambiando por
entero el curso de la historia de la humanidad.
Esta gran transformación se inició en un espacio geográfico preciso: la
cuenca del Tigris y el Éufrates, en el actual Iraq. Gracias a las condiciones
naturales de la región, desde hacía tiempo había florecido allí la actividad
agrícola y manufacturera, aprovechando a la vez una serie de innovaciones
técnicas fundamentales, como el arado de sembradera, el torno de alfarero,
la rueda o la vela. La construcción de una red de canales favoreció
asimismo la agricultura y el comercio, mientras que la invención de la
escritura permitió una mejor contabilidad de las transacciones económicas.
Dentro de cada grupo humano se acentuó la división del trabajo, para
atender a las nuevas demandas de una economía en expansión.
Fue esta suma de transformaciones la que cuajó en la aparición de las
primeras ciudades. Los historiadores siguen discutiendo sobre el papel que
tuvieron en ello los sumerios, y sobre si éstos fueron un pueblo invasor o
bien naturales de la misma región. La arqueología, por su parte, ha
permitido descubrir la fisonomía de muchos de los núcleos mesopotámicos,
como Ur, Uruk, Eridu o Lagash. Rodeadas por murallas de dimensiones a
veces imponentes, estas ciudades estaban dominadas por los edificios
religiosos, como los zigurats. Pero también se han descubierto barrios de
artesanos y mercaderes. En total, su población podía oscilar entre los 5.000
y los 20.000 habitantes.

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