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Wles 10-22-2013 03 57
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179/2006 de 16 marzoAC\2006\1662
Jurisdicción: Civil
Recurso de Apelación núm. 442/2005
Ponente: Ilmo. Sr. D. fernando utrillas carbonell
Vistos
: en grado de apelación, ante la Sección Trece de esta Audiencia Provincial, los presentes autos de
Juicio de Procedimiento Ordinario núm. 106/2004, seguidos por el Juzgado de Primera Instancia núm. 3
de Santa Coloma de Gramanet, a instancia de Dª Elvira, contra Dª Virginia, D. Constantino, Dª Gabriela Y
Dª María Milagros; los cuales penden ante esta Superioridad en virtud del recurso de apelación
interpuesto por la parte actora, contra la Sentencia dictada en los mismos el día 1 de marzo de 2005, por
el Juez del expresado Juzgado.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO
SEGUNDO
Contra la anterior Sentencia interpuso recurso de apelación la parte actora, mediante su escrito
motivado, dándose traslado a la contraria que se opuso mediante su escrito; elevándose las actuaciones
a esta Audiencia Provincial.
TERCERO
CUARTO
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO
Apela la demandante Dña. Elvira la sentencia de primera instancia que desestimó su pretensión
declarativa de la adquisición del dominio por usucapión del inmueble sito en Santa Coloma de Gramenet,
C/ DIRECCION000 núm. NUM000, finca núm. NUM001 del Registro de la Propiedad núm. 1 de Santa
Coloma de Gramenet, por no cumplir los requisitos del artículo 342 de la Compilación de Derecho Civil de
Cataluña, Texto Refundido aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1984, de 19 de julio ( LCAT 1984,
1888) , que permite la usucapión del dominio sobre cosas inmuebles por la posesión en concepto de
dueño por el tiempo de treinta años, sin necesidad de título no de buena fe.
En este caso, de las alegaciones parcialmente conformes de las partes, la prueba documental, y la
ausencia de prueba en contrario, resulta probado que los cónyuges D. Constantino y Dña. Pilar, suegros
de la demandante, adquirieron el solar de C/ DIRECCION000 núm. NUM000 por medio de la escritura
pública de fecha 6 de septiembre de 1940 (doc. 44 de la demanda), construyendo en el solar una casa
que constituyó su domicilio, habiendo tenido dos hijos, D. Silvio, y la codemandada Dña. Virginia; que D.
Constantino falleció el 23 de diciembre de 1946 continuando su viuda residiendo en el domicilio conyugal,
habiendo sido declarados sus herederos abintestato, en el Acta notarial de 18 de febrero de 2003 (doc. 6
de la contestación), sus hijos D. Silvio y Dña. Virginia; que en el año 1952 Dña. Pilar promovió en su
vivienda unas obras de reforma y ampliación (doc. 45 de la demanda), que concluyeron en el año 1967
(docs. 46 a 50 de la demanda); que el hijo de los propietarios, D. Silvio, contrajo matrimonio con la
demandante con fecha 17 de septiembre de 1955, estableciendo el domicilio conyugal en la vivienda de
C/ DIRECCION000 núm. NUM000, en la que convivieron con su copropietaria Dña. Pilar hasta su
fallecimiento el 4 de noviembre de 1976, habiendo fallecido previamente el cónyuge de la demandante D.
Silvio el 28 de enero de 1976; y que la demandante continuó residiendo en la vivienda de C/
DIRECCION000 núm. NUM000, junto con los hijos de su matrimonio, los codemandados allanados D.
Constantino, Dña. Gabriela, y Dña. María Milagros, en la actualidad mayores de edad, y quienes en su
momento se trasladaron a residir a otros domicilios.
Habiendo conformidad entre las partes en cuanto al hecho de que la demandante viene residiendo en
la vivienda desde su matrimonio en el año 1955 con el hijo de los propietarios y titulares registrales, la
discrepancia se centra en el concepto en que la demandante ha venido ocupando la vivienda cuyo
dominio reclama haber adquirido por usucapión.
Centrada así la cuestión discutida, es doctrina reiterada ( entencia del Tribunal Supremo de 17 de
mayo de 2002 [ RJ 2002, 5343] , y Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña de 19 de
mayo de 2003 [ RJ 2003, 6361] ) que sólo la posesión que se disfruta en concepto de dueño puede servir
de título para la usucapión del dominio, y que el requisito no es un concepto meramente subjetivo o
intencional ( Sentencias del Tribunal Supremo de 20 de noviembre de 1964 [ RJ 1964, 5395] , 6 de
octubre de 1975 [ RJ 1975, 3504] , 16 de mayo de 1983 [ RJ 1983, 2825] , 19 de junio de 1984, 10 de
abril y 17 de julio de 1990, 14 de marzo de 1991, 28 de junio de 1993, 6 y 18 de octubre de 1994, 25 de
octubre de 1995 [ RJ 1995, 7848] , 7 y 10 de febrero de 1997 [ RJ 1997, 938] , y 16 de noviembre de
1999), por lo que no basta la pura motivación volitiva (Sentencias del Tribunal Supremo de 6 de octubre
de 1975 y 25 de octubre de 1995 ), representada por el ánimo de tener la cosa para sí, sino que es
preciso, además, el elemento objetivo o causal (Sentencias del Tribunal Supremo de 20 de noviembre de
1964 y 18 de octubre de 1994 [ RJ 1994, 7721] ), consistente en la existencia de actos inequívocos, con
clara manifestación externa en el tráfico (Sentencias del Tribunal Supremo de 3 de octubre de 1962, 16
de mayo de 1983, 29 de febrero de 1992, 3 de julio de 1993, 18 de octubre [ RJ 1994, 7721] y 30 de
diciembre de 1994 [ RJ 1994, 10240] , y 7 de febrero de 1997 [ RJ 1997, 685] ), la realización de actos
que sólo el propietario puede por sí realizar ( Sentencia del Tribunal Supremo de 3 de junio de 1993 [ RJ
1993, 4385] ), es decir, el actuar y presentarse en el mundo exterior como efectivo dueño y propietario de
la cosa sobre la que se proyectan los actos posesorios.
Igualmente es doctrina reiterada que la doctrina sobre la relevancia de acreditar los actos inequívocos
con clara manifestación externa en el tráfico es también aplicable al caso de que se pretenda haberse
producido un cambio en el concepto posesorio, de precario en concepto de dueño, por lo dispuesto en el
artículo 436 del Código Civil ( LEG 1889, 27) , que establece la presunción de la que posesión se sigue
disfrutando en el mismo concepto en que se adquirió, mientras no se pruebe lo contrario, y así lo viene
entendiendo la jurisprudencia, que declara que la inversión o interversión del concepto o título posesorio
no pueden operar por el mero «animus» o unilateral voluntad del tenedor sin aquella conducta externa (
Audiencia Provincial de Barcelona (Sección 13ª).Sentencia núm.
179/2006 de 16 marzoAC\2006\1662
Sentencias del Tribunal Supremo de 6 de octubre de 1975 [ RJ 1975, 3504] , 13 de diciembre de 1982 [
RJ 1982, 9033] , 16 de mayo de 1983 [ RJ 1983, 2825] , 22 de septiembre de 1984 [ RJ 1984, 4302] , 29
de febrero [ RJ 1992, 1407] y 10 de julio de 1992 [ RJ 1992, 6274] , y 25 de octubre de 1995), lo que por
lo demás no supone más que aplicar una antigua regla del Derecho Romano recogida en textos del
Corpus Iuris (D.41.2.3.19 y C.7.32.5), aceptada por los ordenamientos jurídicos modernos, y de la que se
hicieron eco diversas Sentencias del Tribunal Supremo, de 6 de octubre de 1975, 16 de mayo de 1983,
13 de diciembre de 1988 , y 25 de octubre de 1995 ( RJ 1995, 7848) , con arreglo a la que «nadie puede
por sí mismo cambiar la causa de su posesión» («neminem sibi ipsum causam possessionis mutare
posse», en el texto del Digesto; y «nemo causam sibi possesionis mutare possit» en el texto del Codex; y
en los cuales también parace existir base – «sibi ipsum», D.; «nulla extrinsecus accedente causa»,
C.-para entender que la prohibición se refiere sólo a la mera voluntad.
Por el contrario resulta de lo actuado que, al menos hasta 1976, la ocupación por la demandante de la
vivienda de la C/ DIRECCION000 núm. NUM000 lo fue por la mera tolerancia de su copropietaria y
poseedora inmediata Dña. Pilar, y de los herederos de D. Rafael.
Y en este sentido, es doctrina comúnmente admitida que, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
444 del Código Civil ( LEG 1889, 27) , los actos meramente tolerados no afectan a la posesión
(Sentencias del Tribunal Supremo de 7 de junio de 1941 , 14 de abril de 1950 , 25 de octubre de 1955 ,
24 de marzo de 1983 [ RJ 1983, 1613] , y 30 de diciembre de 1994 [ RJ 1994, 10592] ), por lo que no
pueden servir de base para usucapir (Sentencias del Tribunal Supremo de 2 de febrero de 1928, 3 de
octubre de 1962 [ RJ 1962, 3530] , 21 de abril de 1965 [ RJ 1965, 2278] , 7 de febrero de 1966 [ RJ 1966,
338] , y 24 de marzo de 1983).
SEGUNDO
De acuerdo con el artículo 398, 1, en relación con el artículo 394, 1 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (
RCL 2000, 34, 962 y RCL 2001, 1892) , siendo la resolución desestimatoria del recurso de apelación,
procede imponer las costas del recurso a la parte apelante.
FALLAMOS
Que
desestimando
el recurso de apelación formulado por la demandante Dña. Elvira, se
confirma
la Sentencia de 1 de marzo de 2005 dictada en los autos núm. 106/04 del Juzgado de Primera
Instancia núm. 3 de Santa Coloma de Gramenet, con imposición de las costas del recurso a la parte
apelante.
Y firme que sea esta resolución, devuélvanse los autos originales al Juzgado de su procedencia, con
testimonio de la misma para su cumplimiento.
Así por esta nuestra sentencia, de la que se unirá certificación al rollo, lo pronunciamos, mandamos y
firmamos.
PUBLICACIÓN. –En este día, y una vez firmada por todos los Magistrados que la han dictado, se da a
la anterior sentencia la publicidad ordenada por la Constitución y las Leyes. Doy Fe.