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UNIDAD 1.
GENERALIDADES DE LOS PAVIMENTOS
“La historia de la humanidad es la historia de los caminos y siempre éstos han
cumplido análogas funciones en relación con el desarrollo y las tecnologías. Las
civilizaciones y la barbarie se sirven de los caminos, sin los cuales no se concibe su
expansión. Rastro del paso del hombre fueron los primeros caminos; rastro de la
historia son al fin y al cabo todos los caminos”, afirma el eminente filólogo e
historiador español Ramón Menéndez Pidal.
El ser humano muchas veces es definido como animal social, ya que necesita
relacionarse con sus semejantes y con su entorno para poder desempeñar
correctamente sus funciones. En este sentido, la existencia de rutas, sendas o
caminos proporciona y facilita la creación de vínculos sociales y comerciales entre
distintos grupos humanos, bien sean individuos, tribus, pueblos, ciudades o
naciones.
Cabe asimismo señalar la influencia que los caminos han tenido en la historia, así
como recíprocamente el efecto que la historia ha tenido en la concepción y
construcción de caminos. Algunos de los grandes imperios que han dominado el
mundo antiguo entre los que destaca el Imperio Romano basaban su proceso de
expansión, conquista y posterior control en el intrincado entramado de vías y
caminos.
Por todo ello, es necesario estudiar y comprender la evolución que éstos han tenido
a lo largo de los siglos, ya que como dijo Bertrand Russell, “Una ciencia sin
historia es como un hombre sin memoria”.
estados limítrofes, construyendo caminos que enlazaban las regiones ocupadas para
ayudar consolidar sus conquistas. Así pues, es lógico deducir que la construcción de una
sólida red de calzadas fue uno de los pilares de la colonización romana.
En un principio dicho sistema de vías fue diseñado con fines militares y políticos: mantener
un control efectivo de las zonas incorporadas al Imperio era el principal objetivo de su
construcción; posteriormente, las calzadas adquirieron una importancia económica
añadida, pues al unir distintas regiones facilitaban el comercio y las comunicaciones.
Las tribus bárbaras, que atacaron el Imperio Romano desde el siglo III, en adelante,
no eran partidarias del poder centralizado. Tampoco eran adeptos a la vida en las
ciudades y aunque seguían empleando los caminos romanos para abastecer las
ciudades del interior, el escaso mantenimiento a que fueron sometidos provocó que
fueron decayendo gradualmente. Pasaron siglos antes de que se realizara cualquier
intento por reconstruir el sistema de calzadas romano.
Como se ha visto, fue el Imperio Romano quien más desarrolló y perfeccionó la
construcción de carreteras en el mundo antiguo, extendiendo su red de calzadas
hasta los más alejados confines imperiales. Hoy en día se conservan vestigios
importantes en varios países de Europa que en su día dependieron de Roma,
estando incluso algunos tramos habilitados para su uso.
Tras la desaparición del Imperio Romano y durante la Edad Media desapareció la
construcción de carreteras y se abandonó la conservación de las existentes, por lo
que quedaron prácticamente intransitables.
1.1.3 EL PERIODO MEDIEVAL
Aunque desde el punto de vista actual las superficies de tránsito estaban por debajo
de las mínimas exigencias, los caminos estaban dotados a lo largo de su recorrido
de fondas y posadas. El tráfico rodado era poco usual ya que tanto mercaderías
como pasajeros se transportaban a lomos de caballos.
1.1.4 LOS ORÍGENES DE LA INGENIERÍA DE CARRETERAS
En el siglo XVII especialmente después de la Guerra de los Treinta Años y durante
el siglo XVIII, la prosperidad de algunos países, las necesidades comerciales y el
incremento constante del tráfico de viajeros dieron lugar a un nuevo auge en la
construcción de carreteras. A finales del siglo XVIII y principios del XIX, se amplió
la red extraordinariamente a causa de las necesidades militares de las campañas
napoleónicas.
Durante todo el siglo XIX se prosiguió su construcción, bajo el impulso del desarrollo
cada vez mayor del intercambio comercial entre ciudades de un mismo país y entre
distintas naciones.
Gran Bretaña
El desarrollo de un gobierno centralizado no solía estar acompañado de una
responsabilidad –también centralizada- en lo referente al mantenimiento de la red
de caminos. En Inglaterra esta responsabilidad recayó en las parroquias, que cada
año elegían un encargado de carreteras, quien se encargaba de reclutar a los
hombres más fuertes y sanos de las mismas para realizar servicios a la comunidad,
durante un número específico de horas al año, en concepto de labores de
mantenimiento y reparación de caminos.
Posteriormente vino la era de los caminos de peaje: grupos de personas se
asociaban para obtener facultades parlamentarias bajo las cuales asumían la
gestión de un tramo de camino durante 21 años, o construían uno nuevo y
financiaban su mantenimiento mediante el cobro de peajes. La Ingeniería de
Carreteras era aún rudimentaria, y en muchas ocasiones no se supo conservar los
caminos existentes.
Durante las tres primeras décadas del siglo XIX dos ingenieros británicos, Thomas
Telford y John Loudon McAdam, así como un ingeniero de caminos francés, Pierre-
Marie-Jérôme Trésaguet, perfeccionaron los métodos y técnicas de construcción de
carreteras.
La nueva concepción constructiva de McAdam
El ingeniero escocés John Loudon McAdam se dedicó a estudiar métodos de mejora
de carreteras, consiguiendo construir caminos capaces de soportar tránsito rodado
relativamente rápido. McAdam concebía la calzada como un colchón de reparto de
las cargas de tráfico, y mantenía que un terreno bien drenado soportaría cualquier
carga. En su sistema de construcción de carreteras, la capa de piedra machacada
siglo XVIII se le concedió el crédito suficiente para que pudiera realizar una sólida y
asentada red nacional de carreteras. Así, en 1716 se creó el Departamento de
Puentes y Caminos (Corps du Ponts et Chaussees), que se encargó de redactar
normas para la construcción de diversos tipos de caminos.
La Ingeniería de Caminos se reconoció como profesión gracias, en su mayor parte,
a los logros de Pierre-Marie-Jérôme Trésaguet, Inspector General de Caminos, al
que se atribuye el haber codificado por primera vez y de forma detallada la
construcción de carreteras.
Impulsado por el deseo de reducir el espesor de las capas que conforman el firme,
su método de construcción se diferenciaba de los utilizados en Inglaterra por
McAdam y Telford en que, aunque también utilizaba capas de áridos cuya
granulometría iba aumentando con la profundidad, diseñó cada capa ligeramente
bombeada –de sección transversal con una ligera pendiente a dos aguas, siendo el
eje del camino el punto más alto- para así conseguir una mejor evacuación de las
aguas hacia los flancos del camino. Estas capas eran las siguientes:
- Un cimiento a base de piedras gruesas hincadas a mano.
- Una capa de regulación constituida por fragmentos de piedras ordenadas y
apisonadas a mano, que aseguraba la transmisión y el reparto de las cargas a la
base.
- Una capa de rodadura de unos 8 cm. de espesor, con áridos del tamaño de
una nuez, machacados con maceta y colocados mediante una paleta. Esta capa,
compuesta de piedras muy duras, aseguraba el bombeo del 3% en el origen.
Además, en los laterales del camino existían unos encintados de piedra, cuya misión
era la de impedir que las piedras pequeñas que conformaban la capa de rodadura
se perdieran fuera del propio camino. También hizo un mayor uso de las capas del
subsuelo para asentar correctamente el camino.
El Emperador Napoleón Bonaparte ordenó que los ingenieros franceses hicieran
sustanciosas mejoras en los caminos que recorrían gran parte de Europa Occidental
sin considerar el costo que suponía, ya fuera en dinero o vidas. Claros ejemplos
fueron los caminos construidos sobre el Paso Simplon y el Paso de Mont Cenis.
A principios del siglo XIX Francia avanza en la investigación de carreteras
empleando pavimentos de mástic asfáltico en la construcción de las mismas. A
mediados del siglo pasado tanto franceses como ingleses utilizaban asfalto
procedente de rocas comprimidas en la pavimentación calles urbanas. El rápido
crecimiento del tráfico rodado en la tercera década del siglo XX acrecentó el uso del
firme asfáltico al tener una superficie que no generaba polvo, aunque llegaba a ser
resbaladizo y causante de accidentes sobre todo cuando se hallaba mojado. En
1929 se comenzó a añadir grava revestida de productos bituminosos que facilitaban
una mejor mezcla- al asfalto aún caliente y en estado líquido, lo que proporcionaba
1.1.5 EL SIGLO XX
Durante el presente siglo, el afianzamiento y preponderancia creciente del automóvil
como medio de transporte ha requerido una gran expansión de las redes de
carreteras en todos los países, que culmina con la construcción de vías reservadas
únicamente a dicha clase de vehículos, sin cruces a nivel de ninguna clase y
permitiendo la circulación sin peligro y a grandes velocidades: las autopistas.
Desarrollo de autopistas en Europa
Las bases para el desarrollo de carreteras especiales se pusieron en Gran Bretaña
durante el transcurso de los años veinte. Debido a que éstas eran construidas por
empresas privadas que amortizaban su inversión cobrando peajes, no llegaron a
popularizarse. Los primeros adelantos en este campo vinieron paradójicamente de
la venta de obligaciones más un préstamo estatal directo, generó el suficiente mano
de las dictaduras italiana y alemana, debido principalmente a motivos de índole
militar. Las autopistas –autostradas- nacieron en Italia fomentadas por Mussolini, y
se deben al ingeniero italiano Pucelli, que concibió y construyó la autopista de Milán
a los lagos Como, Varese y Sesto Calende, íntegramente financiada por fondos
privados y abierta al tráfico en 1924. Aunque desde el punto de vista actual las
autopistas prebélicas sean cualitativamente pobres, ya incorporaban aspectos
esenciales como el acceso limitado y la ausencia de cruces a nivel.
La idea, recogida con fines militares por la Alemania de Hitler para facilitar el
transporte de tropas de frontera a frontera, se materializó en la magnífica red de
autopistas del Tercer Reich que en 1938 alcanzaba ya una extensión de más de
2.000 km. Adolf Hitler era conocedor del gran valor militar y estratégico que
proporcionaba una red de carreteras adecuada, por lo que en 1933 nombró a Fritz
Todd Inspector General de Carreteras, quien tenía órdenes de construir 4.023 km.
de autobahnen (autopistas).
En 1936 la Asociación Internacional de Clubes de Automóvil (I.A.A.C.) propuso la
creación de una red internacional de carreteras europea, pero la II Guerra Mundial
detuvo cualquier intento de llevar a cabo esta idea. Desde la II Guerra Mundial han
sido los propios países quienes individualmente han realizado grandes logros en el
desarrollo de sistemas de transporte más adecuados. Holanda era el único otro país
que tenía un programa de construcción de carreteras antes de 1939.
Gran Bretaña comenzó a construir caminos especiales (motorways) en 1956. El
primero de ellos, que unía las ciudades de Londres y Birmingham, fue abierto al
tráfico en 1959. Este trabajo tuvo continuidad en la creación de una red de
autopistas, así como también en la redacción de proyectos para mejorar las
carreteras existentes y los enlaces con núcleos urbanos.
En Europa y desde 1947, el Comité de Transportes Internacionales de la C.E.E.
Comisión Económica Europea por aquel entonces- define las grandes rutas
europeas, a la par que establece reglas para uniformar la circulación y señalización.
La posterior creación del Mercado Común en 1957 aceleró la construcción de la
Red Internacional Europea, establecida por la Declaración de Ginebra de 1950. Los
con 6.242 km. Sin embargo, en proporción al área del país considerado, Bélgica con
127.800 km. y Holanda con 113.600, se sitúan a la cabeza la lista.
Por otra parte, los países disponen de una serie de organismos e institutos
dedicados a la investigación y perfeccionamiento de las técnicas y materiales
empleados en el proyecto y construcción de carreteras. Entre ellos, destacaremos
el Transportation Research Board (TRB) y el American Association of State
Highways and Transportation Officials (AASHTO) estadounidenses, el Transport
and Road Research Laboratory (TRRL) británico, el SETRA y el CETUR franceses,
el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (CEDEX) español, el
OCDE europeo o el AIPCR internacional.
Los tratamientos superficiales dobles o triples pueden ser utilizados como capas de
revestimiento en carreteras de tráfico leve a medio. Se construyen mediante la
aplicación de capas de ligante bituminoso sobre las cuales se conforman capas de
materiales pétreos compactados, cuya granulometría debe ser rigurosamente
controlada para satisfacer las exigencias de las especificaciones técnicas
adoptadas en el proyecto. El deterioro del
revestimiento se produce principalmente
por la fisuración debida a la fatiga y/o al
desgaste. Los tratamientos superficiales
simples que deben ser utilizados apenas
para accesos donde el tráfico de proyecto
es del orden del 1% del tráfico de proyecto
de las fajas de rodadura, o para la
protección provisoria de bases granulares
hasta que el revestimiento definitivo sea
construido.
Son aquellos que tienen un revestimiento asfáltico sobre una capa base granular.
La distribución de tensiones y deformaciones generadas en la estructura por las
cargas de rueda del tráfico, se da de tal forma que las capas de revestimiento y
base absorben las tensiones verticales de compresión del suelo de fundación por
medio de la absorción de tensiones cizallantes. En este proceso ocurren tensiones
de deformación y tracción en la fibra inferior del revestimiento asfáltico, que
provocará su fisuración por fatiga
por la repetición de las cargas de
tráfico. Al mismo tiempo la
repetición de las tensiones y
deformaciones verticales de
compresión que actúan en todas
las capas del pavimento
producirán la formación de
hundimientos en la trilla de rueda,
cuando el tráfico tiende a ser
canalizado, y la ondulación
longitudinal de la superficie
cuando la heterogeneidad del
pavimento fuera significativa.
Los pavimentos realizados con piedra han supuesto hasta los años 70 el suelo de
las calles, plazas, eras, callejones, corrales, portales y bodegas de infinidad de
pueblos. Son muy pocos los restos de este tipo de suelos que se han respetado. Se
emplearon desde la antigüedad y todavía hoy
se utilizan en obras puntuales por presentar
ciertas ventajas sobre otros pavimentos más
modernos. Los suelos empedrados son
funcionales y, además, decorativos. Soportan
el paso de animales, vehículos o personas en
tiempos de lluvias, evacúan y drenan el
terreno con rapidez y dan lustre y originalidad
a los espacios que hacen destacar su
pavimento más visible en calles y plazas.
Los diferentes métodos de diseño, como AASHTO 93, 98 y PCA 84, consideran al
menos las siguientes capas para el diseño estructural de los pavimentos de
concreto:
Subrasante
Es el suelo de cimentación del pavimento, pudiendo ser suelo natural, debidamente
perfilado y compactado; o material de préstamo, cuando el suelo natural es
deficiente o por requerimiento del diseño geométrico de la vía a proyectar.
Los materiales que pueden ser empleados como subrasante serán de preferencia
materiales de tipo granular.
Subbase
Es la capa que está apoyada sobre la subrasante, compuesta por materiales
granulares de buena gradación. Deberá ser perfilada y compactada entre el 95% y
100% de su máxima densidad seca mediante el ensayo proctor estándar. El empleo
de una subbase implica mejorar la capacidad de soporte de suelo que se traduce
en una reducción del espesor de carpeta de rodadura. Sin embargo, el impacto no
es significativo.
Base
Para el pavimento de concreto no es común, pero podría darse el caso en
situaciones extremas. En ese caso la base constituye la capa intermedia entre la
Después de conocer las diferencias entre cada uno, podemos ver que el pavimento
flexible tiene un menor costo inicial en comparación con el pavimento rígido que
posee un mayor costo inicial, el cual se puede compensar en que tiene un menor
costo de mantenimiento frente al otro.
Aunque una característica importante que posee el pavimento flexible, es que existe
una mayor fricción en la superficie de rodadura, dándole una mayor seguridad a los
vehículos que circularían por este sistema de pavimento.