SOBRE LA NADA, EL SER Y NO SER

—Buenas. Es un gusto presentarle mis servicios para diseño y

ambientación del texto. Saludos... como bien te lo mencionaba, la
idea es crear diferentes revistas o folletos de los procesos de
talento humano, quedo atento a tu respuesta... Muchas gracias.
—Hola, Estamos buscando un editor de videos con un fuerte
sentido de diseño y animación para producir videos tutoriales
cortos y atractivos para que ayuden a nuestros usuarios a
aprender a utilizar la plataforma educativa Runachay. El candidato
ideal debe tener una comprensión sólida de la edición de video, la
animación con After Effects...

—Señor Rivero, necesito ayuda con la configuración de Analytics

para mi página web, también ayuda con Google Adwords, asesoría
sobre SEM, campañas publicitarias en buscadores. Por favor
detallar servicios y tiempo de entrega.

—Buenos días. Necesito asesoría para un proyecto de tesis, se

centra en un sistema de agendamiento para un centro médico, con
autenticación de usuarios paramédicos para acceder a fichas
clínicas, y un usuario administrador para gestionar a los
paramédicos. Describe lo que necesitas: sistema de agendamiento.
Después de revisar los mensajes en el chat, tuve la sensación de
que mi tiempo acababa. Todos los días pasan frente a mis ojos
cientos de propuestas de trabajo para las que no tengo ninguna
opción. Treinta y cinco años perdidos en un estilo de vido que no
me dejó ningún provecho. Servir a los que nunca valoraron mis
aportes, querer a quienes no devolvieron ninguno de los afectos
que les di, ir y venir del canto a la faena y después al recogimiento
del hogar.

—Estás cansado. Has pasado demasiado tiempo en lo mismo. ¿Por

qué no descansas unos días? Al fin y al cabo quedamos solos en
esta casa —le dijo la señora Erika con voz afable.

Afuera en la calle bate la brisa, las hojas caídas forman un

remolino y el relincho del viento sobre las frondas de los robles
crea un ámbito como de fin de mundo. El cielo gris, el calor
sofocante a pesar de la brisa, el olor del mar que se confunde con
la pestilencia del muladar y el deseo de que todo acabe para no
tener que ver tanta gente pasando necesidad.

—Estamos frente a disyuntivas desproporcionadas. Trabajo hay de

sobra. Ahora con el auge del teletrabajo es mucho lo que se puede
ganar. Sin embargo, qué gana un pueblo que no se ha alfabetizado
con respecto al uso de la tecnología.

—Pero no todos tienen las habilidades que has desarrollado —le

respondía su compañera Érika. Eres un ser curioso, a todo le
buscas el modo de aprenderlo. ¡Ay, no! También tómate un
tiempo para ver en TikTok las cosas graciosas que publican las
personas común y corrientes.

—La noción de la esencia de la nada es un reducto filosófico y

metafísico enredado que ha sido objeto de debates y reflexiones
a lo largo de la historia. En términos generales, la nada se refiere
a la ausencia o falta de algo, la inexistencia o la carencia de
cualquier forma de ser.

—Ya empiezas con tu discurrir filosófico —le contestó Érika,

mientras veía en su celular el nuevo capítulo de Fatmagül.

—Sin embargo —puso voz de catedrático—, hablar de la esencia

de la nada llega a ser contradictorio, ya que la nada, por
definición, carece de cualquier tipo de esencia o cualidad.

—Bien dice el refrán, mi amor, no somos nada.

—No somos nada porque lo somos todo. Desde una perspectiva

filosófica, algunos argumentan que la nada es simplemente la
ausencia total de ser o existencia, y por lo tanto, no tiene una
esencia definida.

—Otros sostienen que la nada puede tener una esencia en el

sentido de que su concepto es necesario para comprender y
contrastar con el ser o la existencia —argumentó Érica, pero sin
mostrar entusiasmo por la conversación.

—La esencia de la nada es un tema complejo9 que depende de la

postura filosófica, metafísica o religiosa de cada persona.

En un instante se escuchó un murmullo de personas frente a la

casa. Las risas se dejaban entender entre la amalgama de ruidos
que el viento y los autos volcaban sobre la tarde a punto de llover.

—Bueeenas!, ¡buenas! Es aquí donde vive el maestro.

—Sal, Érika. Ve a ver quien llama.

—A buena hora desconectaste el timbre de la entrada.

—No era más que diversión para la chiquillería inquieta de este

vecindario de poca monta.
—Somos del periódico de la comunidad. Hemos venido a
conversar con el maestro para sacarle un reportaje.

—Diles que pasen —gritó el maestro desde la sala.

Se colocó las pantuflas, arregló un poco su apariencia y salió al

recinto donde esperaban dos jóvenes muy bonitas y tres
jovencitos vestidos impecablemente. Salió a su encuentro con la
alegría de quien esperaba alguna buena compañía para charlar y
sacar a relucir sus disquisiciones filosóficas. Hacía mucho tiempo
que la soledad lo devoraba. Vivía con su esposa Érica en un
modesto inmueble a las afueras de la ciudad, cada uno por su lado
en una casa de apenas 74 metros cuadrados, pero que se hacía
inmensa con la lentitud de los pasos anquilosados por el tiempo.
Desde que los hijos se marcharon hasta los muebles notaban la
ausencia. Un cómodo sillón pasó a ser propiedad del gato Felipe
que pasaba horas y horas ronroneando en espera de quien sabe
cual día para irse también.

—Monta a hacer un poco de café para esta gente —dijo a su mujer

con tono amable—. Bienvenidas a esta humilde morada. ¿En qué
les puedo servir?

—Maestro, hemos decidido hacerle una entrevista porque se

comenta que usted es una personalidad que ha dado su vida por
la investigación de temas trascendentales.

—Nada es tan trascendental como la existencia de una hoja, del

viento y el canto de un ave.

—¿Es usted también poeta?

—Lo has dicho a tu modo, pero no me vanaglorio de ello —

respondió el maestro con dulce petulancia.
—Amor, mira —dijo Érika mientras les servía café—. Acaban de
publicar en Workana un proyecto interesante. Perdonen que los
interrumpa, pero me ha causado inquietud porque creo que
puedes hacerlo. Mira, la persona dice que quiero diseñar una app
para bajar de peso. Esta app debe tener un sistema que permita
avanzar en el curso, es decir al igual que una universidad o curso,
si no realiza las tareas enviadas en hoja de control no podrá pasar
al siguiente nivel.

—¿Se dan cuenta? La gente está ensimismada con la Inteligencia

Artificial, los celulares, el TikTok. Nada de eso tuvieron los griegos
y todavía se habla de la fama de Sócrates, Aristóteles, Zenón, y
paren de contar.

—Maestro, ¿Cuál es su mayor inquietud en estos tiempo? —

Preguntó Marjorie, una linda periodista recién graduada en la
universidad.

—Me inquietan muchas cosas. Pero hace unos días he venido

reflexionando sobre lo que es y no es a la vez. Eso, sin dudas, va a
dar de qué hablar, aunque parezca un simple juego de palabras.

—A ver, maestro, ¿tienen sentido dos conceptos tan excluyentes?

—preguntó uno de los jovencitos.

—Excluyentes, dialecticos y concomitantes a la vez —dijo otro de

los jóvenes.

—Dependiendo del contexto y la interpretación, es pregunta

puede tener múltiples respuestas. Es una pregunta filosófica, de
un valor incalculable dentro del campo de la ontología. En
términos generales algo no puede ser y no ser al mismo tiempo y
en el mismo sentido. Esto es lo que fundamenta el principio de
identidad, el cual establece que una cosa es lo que es y no puede
ser lo que no es.
—¡Oh! Interesantísimo —dijo Lorenza, la más joven, con la risa a
flor de labios.

Mientras el maestro hablaba y sacaba mil formas de adornar su

discurso, sus interlocutores se debatían entre la duda, la risa y la
incertidumbre de saber si estaban con un loco de profesión o de
un profesional loco. A pesar del despropósito de aquella visita, la
charla se tornaba amena.

—Sin embargo, en algunos contextos filosóficos o metafísicos más

abstractos, se pueden plantear situaciones en las que algo es y no
es al mismo tiempo en diferentes sentidos o perspectivas. —
prosiguió el maestro.

—¿Cómo es eso?, explíquese, maestro —dijo de nuevo el primer

joven.

—Esto se conoce como la lógica de los paraconsistentes o la lógica

dialéctica, donde se acepta que puede haber contradicciones o
paradojas aparentes. En resumen, en el sentido estricto del
principio de identidad, algo no puede ser y no ser al mismo tiempo
en el mismo sentido. Sin embargo, en contextos más abstractos o
filosóficos, se pueden plantear situaciones en las que algo es y no
es al mismo tiempo en diferentes sentidos o perspectivas. En esto
tenía razón nuestro gran Simón Rodríguez cuando planteaba que
lo único constante es la variación.

—Maestro, ¿ha pensado sobre la utilidad de sus palabras? —

preguntó la licenciada Lorenza Varela.

—En la utilidad de esas palabras reflexiona a cada instante, pero

serán ustedes quienes les darán el verdadero uso cuando escriban
su reportaje. No importa lo qué pueda decirles sobre mi biografía.
Lo evidente ante los ojos está. Cuenten en sus páginas que aquí
mora a duras penas y con fuertes inspiraciones un hombre que
nació para no dejarse acorralar por la locura.

—Gracias, maestro. Nos ha dejado anonadados —dijo con voz

melosa uno de los jovencitos.