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fuera del presente estudio. Otra limitación co- ness Scale; Attitudes toward Saving Scale; and
rresponde al método de muestreo utilizado (bola Attitudes toward Purchase Scale, a scale that
de nieve) y tamaño muestral, lo que no permiti- evaluates the participants’ socioeconomic level
ría generalizar los resultados a la población. A and other sociodemographic information to
partir de los hallazgos y limitaciones, se realizan help describe the sample. Descriptive analyses
sugerencias para futuras investigaciones en al- were carried out, along with mean and median
fabetización económica. comparisons for gender, socioeconomic level
and faculty (t tests for independent samples
palabras clave: Actitudes; Ahorro; Consumo; and Mann-Whitney U tests). Finally, correla-
Compra; Endeudamiento; Titulados universita- tion tests with Pearson’s r test were carried out
rios. to test associations between the scales and
subscales.
Results showed a profile that is desirable in
Abstract university graduates in terms of attitudes to-
wards saving, indebtedness and purchase, that
Since the decade of 1970 onward in Chile, is: favourable attitudes toward saving, auste-
there has been a substantial change in terms of rity (a subscale of attitudes toward indebted-
economic behaviour, which stems mainly from ness) and rationality (a subscale of attitudes to-
the installation of a neoliberal socioeconomic ward purchase), as well as negative attitudes
model. The profound consequences of this toward hedonism (a subscale of attitudes to-
change for the Chilean society can be seen to this ward indebtedness), and compulsivity and im-
day, 40 years later, and these consequences in- pulsivity (subscales of attitudes toward pur-
chase). In terms of comparison, differences
clude: broader access to goods and services for
were found when comparing participants by
segments of the population that were previously gender in terms of attitudes toward compulsi-
excluded and/or that were a privilege of the eco- vity, and by their socioeconomic level by atti-
nomic elites; the assignation of new meanings to tudes toward austerity in the indebtedness.
the concepts of purchase; and saving and in- Both these differences, although significant,
debtedness. These are all key concepts for the were low when considering their effect size.
development and comprehension the neoliberal No differences were found when comparing
model. Complementary, the study of university the faculty to which participants belonged in
graduates’ behaviour is especially relevant in terms of attitudes toward saving, indebtedness
this area, considering that higher education is of- and purchase. Finally, results showed associa-
ten thought to play a substantial role in social tions between attitudes toward saving and aus-
mobility. In the Chilean context, the transfor- terity and with rationality, and between com-
mations of the educational system have favoured pulsivity and austerity (inversely) and with
the expansion of the admission numbers up to impulsivity. These results highlight the need to
the point that seven of ten Chileans that pursue strengthen the attitudinal aspect in higher edu-
a graduate degree are the first members of their cation environments where economic literacy
family to reach this educational level. is carried out, aiming to prepare students for
Considering the above, the present study their insertion into the workforce and their
aims to compare attitudes towards purchase, sa- role as active citizens.
ving and indebtedness in graduates from a uni- Limitations of this study include the sub-
versity in southern Chile, by gender, socioeco- jective self-report measurements used, which
nomic level and faculty. are susceptible to the effect of social desirabi-
The study follows a quantitative, cross-sec- lity. This limitation hinders the extrapolation of
tional, non-experimental, ex-post-facto design, the results in terms of attitudes into actual be-
with a descriptive-correlational scope. A ques- haviour in the real world. Another limitation
tionnaire was completed by 120 participants comes from the sampling method used (snow-
contacted via snowball method. The question- ball) and sample size, which does not allow to
naire included: the Attitudes toward Indebted- generalize the results to the population. Dra-
wing from both findings and limitations, sug- cesos de socialización y educación de los
gestions for future research in the subject of nuevos miembros de la sociedad. Esta era
economic literacy and related issues are outli- del consumo se caracteriza por la genera-
ned. ción y difusión de una cultura sustentada en
las necesidades e informaciones, modifi-
Keywords: Attitudes; Saving; Consumption; cando lo estable y cotidiano, permitiendo la
Purchase; Indebtedness; University graduates. expansión de valores hedonistas y relegando
conductas económicas predominantemente
austeras. Como cualquier cambio cultural,
Introducción esto implicaría cambios en el modo de re-
lacionarse con el entorno, con los otros y
En Chile existe un antes y un después en con uno mismo, aceptando el nuevo para-
el comportamiento económico y social a digma como parte inherente de la vida de
partir de la década del 70 (Carrillo, 2010). las personas.
De acuerdo con Tironi (1999), este cambio En este contexto, resulta relevante ex-
se debería, en gran medida, a la instalación plorar las actitudes que personas inmersas
del modelo económico neoliberal que pro- en este modelo económico sostienen en
dujo profundos cambios en la sociedad chi- cuanto a ahorro, compra, consumo y en-
lena, como la ampliación en el acceso a deudamiento, conceptos clave para la co-
bienes y servicios a gran parte de la pobla- rrecta administración de recursos personales
ción que hasta ese momento estaban veda- y la disminución del riesgo en operaciones
dos o eran privilegio de las elites económi- financieras.
cas. En palabras de Ortiz (2002), este nuevo
modelo trajo consigo una oportunidad de Consumo, ahorro y endeudamiento
consumo nunca antes observada, tanto por
los civiles como por las autoridades de la Existen tres conceptos clave para la ins-
época. tauración y comprensión del modelo neoli-
Un análisis más profundo de la instala- beral: ahorro, compra o consumo y endeu-
ción del modelo económico neoliberal en damiento. Dichos conceptos son clave pues
Chile permite esclarecer los cambios socia- se refieren a la administración de los recur-
les asociados a dicho fenómeno cuyas con- sos que permiten a los sujetos acceder a
secuencias, incluso 40 años después de ini- bienes y servicios. El consumo y/o compra
ciado dicho proceso, se viven en el día a día. estaría referido a la adquisición y uso de
De acuerdo con Denegri y Martínez (2004), bienes y/o servicios a cambio de recursos;
una de las consecuencias de la instalación complementariamente, el ahorro permite la
de este nuevo modelo económico es la am- acumulación de recursos, ya sea con fines
pliación del significado de las prácticas de específicos o para eventualidades, haciendo
consumo, ahorro y endeudamiento, desde referencia a una preparación para el futuro
una forma de satisfacer necesidades básicas (cierto o incierto), mientras que el endeu-
a su instauración como articuladores de sig- damiento hace referencia al uso de recursos
nificaciones culturales y sociales, regula- en nombre de otra persona o institución,
dores de emociones y formas de construir usualmente con el fin de adquirir bienes o
estatus en un entorno crecientemente cam- servicios. El estudio de estos conceptos re-
biante. sulta relevante por cuanto permite describir
De manera similar, Lipovetsky (2002) el comportamiento de los sujetos en este
afirma que de la mano del modelo econó- ecosistema neoliberal.
mico neoliberal, se ha instaurado una nueva Catalán (2010) señala que el consumo
era del consumo que involucra transforma- coordina y posee un rol trascendental en la
ciones en la sociedad actual, en cuanto a la reproducción sistémica, en la integración,
vida personal y familiar como en los pro- estratificación social, formación y cons-
podrían tener en la comprensión del mundo de modo que jóvenes con ingresos propios
económico que rodea y del que son parte las de sectores más pobres muestran magnitu-
personas. des de deuda en algunos puntos compara-
bles con los de grupos más ricos, siendo
Profesionales universitarios y consumo que éstos disponen de mayores recursos
para cubrir esas deudas. Es importante se-
El estudio de la población universitaria ñalar, dentro de esta misma línea argumen-
resulta especialmente relevante teniendo en tativa, que jóvenes titulados universitarios
cuenta que la educación superior es consi- se encuentran endeudados no solo por sus
derada un factor sustancial en la genera- necesidades diarias, sino también por el
ción de movilidad social (Espinoza & Gon- gasto en su educación. Estadísticamente, el
zález, 2010). En el caso de Chile, las trans- número de deudores y el monto aumentan
formaciones del sistema de educación su- considerablemente cada año; mientras que
perior han favorecido su expansión a tal en el 2009 había 292.000 deudores con una
punto que siete de cada diez jóvenes que es- suma de 901 millones de pesos, al 2013 el
tudian una carrera universitaria provienen número de deudores ascendió a 481.000 y la
de familias en las cuales ninguno de sus deuda alcanzó los 1.820 millones de pesos
miembros tuvo esa oportunidad (Armanet, (Toro, 2014).
2005) y el 80% de los estudiantes de edu- Otro aspecto importante a considerar son
cación superior ha logrado superar el nivel los antecedentes expuestos por López y
educacional conseguido por sus padres (Me- Schneider (2007) sobre los niveles de en-
neses, Rolando, Valenzuela & Vega, 2010). deudamiento en estudiantes de la Universi-
En la investigación del ahorro, consumo dad de la Frontera, evidenciando que un
y endeudamiento en población universitaria, 52.2% de los participantes utilizaban me-
estudios previos en estudiantes universita- dios de pago distintos al efectivo, como tar-
rios chilenos evidencian una compleja rela- jetas de crédito de casas comerciales
ción entre la comprensión de la economía a (79.5%) y que 4 de cada 10 jóvenes de la
nivel conceptual y la instalación de compe- muestra estaba endeudado, de los cuales las
tencias para un comportamiento económico mujeres se encontraban levemente más en-
eficiente (Ayllón, Vallejos & Yánez, 1999; deudadas (50.3%). Los resultados generales
Baeza, Durán & Vargas, 1999; Medina, indicaron un 47.5% de endeudamiento, lo
Méndez, Pérez & Quezada, 1999). Ello in- que constituye una cifra superior a la infor-
dica que la educación económica conceptual mada por el estudio del INJUV para el
resulta insuficiente por sí misma para mo- mismo año.
delar hábitos y actitudes hacia el consumo Siempre en el estudio de jóvenes estu-
(Denegri, Gempp, Del Valle, Etchebarne & diantes y titulados universitarios, la variable
González, 2006). género debe ser tomada en consideración,
En este mismo sentido, datos de la VI pues antecedentes teóricos la vinculan a va-
Encuesta Nacional de la Juventud (INJUV, lores asociados al consumo (Borrás, 2007).
2009) revelan que los jóvenes chilenos pre- Esta asociación apunta al imaginario social
sentan un importante nivel de endeuda- que la racionalidad a la hora de comprar es
miento, presentando los mayores índices patrimonio casi exclusivo de los hombres.
jóvenes pertenecientes a niveles socioeco- Asímismo, López y Schneider (2007) en un
nómicos medios. Un ejemplo claro es que estudio realizado en la Universidad de La
en los jóvenes que declaran ingresos pro- Frontera, señalan que las mujeres poseen un
pios, en los niveles de endeudamiento al- endeudamiento levemente mayor por sobre
canzan niveles preocupantes, debido a los el de los hombres.
elevados montos promedio de lo adeudado. Otra variable a considerar en el estudio
Asimismo, su participación en el mercado de actitudes hacia el ahorro, compra y en-
se ha construido en base al endeudamiento, deudamiento en jóvenes estudiantes y titu-
ramétricos, con pruebas t para muestras in- .183; p < .001). Al comparar por nivel so-
dependientes y U de Mann-Whitney, res- cioeconómico, se encontraron diferencias
pectivamente. Como paso previo, se evaluó significativas (U= 1353,5; p < .01), donde
la distribución normal de dichas variables a los participantes de nivel socioeconómico
través de la prueba Kolmogorov-Smirnov (p ≤ alto obtuvieron puntuaciones más altas
.05). (Me= 5.57; de= .58) que los participantes
En cuanto a las comparaciones según ni- de nivel socioeconómico medio (Me= 5.29;
vel socioeconómico, es preciso mencionar de= .84), aunque el tamaño del efecto para
que la escala utilizada para medirlo utiliza dicha diferencia fue pequeño (η2= .01). No
para su cálculo el nivel educacional y el se encontraron diferencias estadísticamente
tipo de trabajo de quien aporta el principal significativas según género (U= 1718; p=
ingreso económico en el hogar. Conside- n.s.) ni facultad de procedencia (U= 1622;
rando que esta investigación consideró solo p= n.s.).
titulados universitarios, el nivel socioeco- Respecto a la escala de actitudes hacia la
nómico tendió a los grupos alto, medio-alto compra, la subescala de racionalidad en la
y medio, los que debieron ser recodificados compra no se ajusta a una distribución nor-
en dos grupos (alto y medio) para poder mal (d(120)= .082; p < .05). No se encon-
hacer estas comparaciones con grupos equi- traron diferencias estadísticamente signifi-
valentes en tamaño, pues no se contaban cativas según género (U= 1502; p= n.s.),
con suficientes sujetos en todos los subgru- nivel socioeconómico (U= 1776; p= n.s.), ni
pos para hacer los análisis. De manera si- facultad de procedencia (U= 1585.5; p=
milar, para facilitar las comparaciones se- n.s.). En cuanto a la subescala de impulsi-
gún la facultad de origen de los partici- vidad en la compra, las puntuaciones se
pantes, se recodificó en dos grupos: titula- ajustan a una distribución normal (d(120)=
dos en la Facultad de Educación, Ciencias .072; p= n.s.), sin encontrarse diferencias
Sociales y Humanidades y titulados en otras significativas por género (t(118)= -1.07; p=
facultades (Ingeniería, Ciencias y Adminis- n.s.), nivel socioeconómico (t(118)= .58; p=
tración, Medicina y Ciencias Agropecua- n.s.), ni facultad de procedencia (t(119)= -
rias y Forestales). Esta recodificación se re- 1.183; p= n.s.). Finalmente, en la escala de
alizó a fin de contar con grupos de compulsividad en la compra, las puntua-
comparación más equilibrados en cuanto a ciones no se ajustan a una distribución nor-
su tamaño. mal (d(120)= .194; p < .001), encontrando
La escala de actitudes hacia el ahorro se diferencias estadísticamente significativas
ajusta a una distribución normal (d(120)= al comparar por género de los participantes
.073; p= n.s.), sin encontrarse diferencias (U= 1380; p < .05), donde las mujeres ob-
estadísticamente significativas según gé- tuvieron puntuaciones significativamente
nero (t(118)= -.61; p= n.s.), ni según nivel más altas que los hombres (Me= 1.79, de=
socioeconómico (t(118)= -.72; p= n.s.), ni se- 1.01; Me= 1.29, de= 1.04, respectiva-
gún facultad de procedencia (t(119)= -.52, mente), aunque el tamaño del efecto para di-
p= n.s.). cha diferencia fue pequeño (η2= .04). No se
La escala de actitudes hacia el endeuda- hallaron diferencias estadísticamente sig-
miento, subescala de hedonismo, no se nificativas según nivel socioeconómico (U=
ajusta a una distribución normal (d(120)= 1537; p= n.s.) ni facultad de procedencia
.082; p < .05) sin encontrarse diferencias es- (U= 1605; p= n.s.).
tadísticamente significativas según género Para responder al objetivo específico que
(U= 1690; p= n.s.), nivel socioeconómico busca caracterizar las relaciones entre acti-
(U= 16190,5; p= n.s.), ni facultad de pro- tudes hacia el consumo, ahorro y endeuda-
cedencia (U= 1561; p= n.s.). En forma si- miento de los participantes, se realizó la
milar, la subescala de austeridad tampoco se prueba r de Pearson (ver Tabla 1), que re-
ajusta a una distribución normal (d(120)= sultó significativa en las siguientes correla-
ciones: actitudes hacia el ahorro y austeri- cia actitudinal/conductual y/o al efecto que
dad en la compra (r= .19; p < .05), y acti- la deseabilidad social pudiera haber tenido
tudes hacia el ahorro y racionalidad en la en las respuestas de los sujetos en la pre-
compra (r= .21; p < .05) -en ambos casos sente investigación, cuya no consideración
con correlaciones débiles-, entre compulsi- constituye una de sus limitaciones.
vidad en la compra y austeridad con una co- Respondiendo al segundo objetivo espe-
rrelación moderada (r= -.32; p < .001), y en- cífico, es posible concluir que no existen di-
tre compulsividad en la compra e impul- ferencias de género en las actitudes hacia el
sividad en la compra con una correlación ahorro, actitudes hacia el endeudamiento
fuerte (r= .66; p < .001). (austeridad y hedonismo) y la compra (ra-
cionalidad e impulsividad en la compra).
Sí se encontraron diferencias significativas
Discusión en cuanto al género para la subescala de
compulsividad en la compra, similar a lo re-
El objetivo general del presente estudio portado por López y Schneider (2007). Este
fue comparar las actitudes hacia el ahorro, resultado apunta a que las mujeres tendrían
consumo y endeudamiento en titulados de actitudes más positivas hacia el consumo
una universidad pública del sur de Chile, a compulsivo, aunque, considerando el ta-
partir de su género, nivel socioeconómico y maño del efecto, dicha diferencia es leve.
facultad de procedencia. Para la consecu- Con respecto a las comparaciones según
ción de dicho objetivo general se plantearon nivel socioeconómico, se encontraron dife-
tres objetivos específicos cuyos resultados rencias en la subescala de austeridad, lo
se discutirán a continuación. que indicaría que el nivel socioeconómico
Respondiendo al primer objetivo especí- alto presenta una mayor tendencia al uso
fico, es posible destacar los niveles favora- cauto del dinero, orientado hacia el ahorro
bles de actitudes hacia el ahorro, hacia la su- y evitación del crédito, versus el nivel so-
bescala de austeridad (actitudes hacia el cioeconómico medio. Estos resultados co-
endeudamiento) y hacia la racionalidad en rroboran lo reportado por la 6ta Encuesta
la compra (actitudes hacia el consumo), y Nacional de la Juventud (INJUV, 2009)
desfavorables hacia el hedonismo (actitudes donde se reportan diferencias en el endeu-
hacia el endeudamiento), compulsividad e damiento entre quienes poseen ingresos pro-
impulsividad en la compra (actitudes hacia pios en el nivel socioeconómico medio y
la compra). Estos resultados permiten ca- alto, en la misma dirección que la presente
racterizar a esta muestra como individuos investigación. Una posible explicación para
que, en general, tienden a ahorrar su di- estos resultados se refiere a la capacidad
nero, invertirlo racionalmente en bienes o de los niveles socioeconómicos altos para
servicios y endeudarse solo en caso que re- pagar sin necesidad de endeudarse, lo que
sulte necesario. terminaría internalizándose como una acti-
Los resultados para este primer objetivo tud más favorable hacia la austeridad. En
específico se contraponen con los indica- contraste, el nivel socioeconómico medio,
que también aspira a similares objetos y be-
dores que entrega el INJUV (2003, 2007, neficios que el nivel alto, se vería en la ne-
2009), que señalan que los jóvenes son uno cesidad de gastar más allá de sus recursos
de los sectores etarios más endeudados del monetarios (Denegri et al., 2012), lo que ge-
país. Esta diferencia podría apuntar a una neraría la internalización de actitudes menos
diferencia entre las actitudes reportadas ha- positivas hacia la austeridad como justifi-
cia el ahorro, compra y endeudamiento cación a su propio comportamiento.
(como fueron evaluadas en el presente es- Por otro lado, no hubo diferencias esta-
tudio), versus lo reportado por los sujetos en dísticamente significativas entre las escalas
medidas más directas y/u objetivas (como de actitudes respecto de la facultad de egre-
fue el caso de los estudios del INJUV). Esta so de los titulados. Esto coincide con lo re-
discrepancia puede deberse a una disonan- portado por Medina et al. (1999), quienes
Tabla 1
confiabilidad y correlaciones
Tironi, E. (1999). la irrupción de las masas y Vidal, D. (1997) La compra de símbolos socia-
el malestar de las elites: chile en el cambio les frente al consumo de objetos. revista de
de siglo. Santiago, Chile: Grijalbo. sociología, 51, 35-57. http://dx.doi.org/10.
Toro, M. (2014, Mayo 12). Créditos bancarios 5565/rev/papers.1856
para costear educación superior crecen en
19% al año, superando alza de préstamos hi-
potecarios y de consumo. el Mercurio, p. 6.
Recibido: 9 de marzo de 2017
Aceptado: 3 de septiembre de 2018