Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Es el arte uno de los personajes principales dentro de este documento, visto a través de los
ojos de la ciencia encargada de las relaciones entre el espacio y el ser humano, la
Geografía. Por lo que trato términos que pueden ser vistos desde contextos científicos,
hasta contextos artísticos; interviniendo propuestas y pensamientos subjetivos, objetivos,
cualitativos y cuantitativos; buscando un equilibrio entre diversos pesos y vectores, tal cual
como lo es la cultura en un ámbito social.
Estos elementos son tratados para converger en dos términos específicos, “Carrefour” de
los vectores a tratar; estos son quienes nos guían a través de la ciencia, el arte y el
desarrollo histórico; la Topofilia y la Topofobia (Tuan, 2007) , en conjunto con todo aquel
medio y resultado que converja de y en ellos. Estos términos son fundamentales, pues son
quienes nos permiten explicar algunas de las construcciones y deconstrucciones culturales
que llevaron a la estructuración de la Cumbia a partir de recuerdos, sentimientos,
sensaciones y todo tipo de expresiones humanas que interactuaron y relacionaron en la
costa caribe colombiana desde allí mismo, otras regiones del continente e incluso
extracontinentales. En este documento se busca contar y encontrar raíces de la Cumbia para
entenderle mejor como género musical y como construcción social.
Objetivos:
General
Son varios los intentos por construir investigaciones en torno a la Cumbia, queriendo
demostrar cómo la música refleja y representa simbólicamente, a la vez que conmueve a un
individuo, un colectivo o una sociedad de diferentes formas y/o por distintas razones. Así,
existen trabajos como el realizado por el profesor Zeitler, (s.f.) de la Universidad Nacional
del Nordeste, que pretenden hacer una reconstrucción antropológica e histórica de los
hechos y acontecimientos más relevantes que impregnaron grandes rasgos simbólicos y
representativos en manifestaciones socioculturales como la música y el baile. Los detalles
mencionados se tratan desde perspectivas deterministas, donde las acciones cometidas por
élites o los comportamientos ¿de? moda por parte de las minorías, generaron y
determinaron completamente el desarrollo y comportamiento para la creación de todo un
género musical; del mismo modo, Londoño (1983), explica cómo la interacción de esclavos
en eventos sociales de la élite hispana se transformaron en todo un género, simplemente por
la interacción continua de músicos esclavizados originarios del continente africano y
músicos esclavizados del continente americano en las poblaciones indígenas colonizadas;
ignorando completamente las relaciones políticas de la época, las diferenciaciones
económicas y raciales entre numerosos asentamientos coloniales y la diversidad cultural
entre los mismos individuos pertenecientes a una gran cantidad de lugares de África y
América.
De este modo, existen trabajos que toman parte en ese pensamiento y reconstruyen la
historia a partir de íconos distintos, como Baquero Montoya & De la Hoz (2010), que
resaltan en su texto la importancia de la palabra, la transferencia oral de relatos,
costumbres, creencias, historias y acontecimientos que se llevaron a cabo en otros
espacios, tiempos y contextos; de este modo se conservan particularidades culturales muy
importantes que derivaron en Topofilias y Topofobias, elementos transformadores del
espacio y materia prima de la representación artística.
Dentro del texto de Baquero Montoya & De la Hoz se da relevancia completa a la palabra
como ente encargado de la protección y recuperación de las creencias y relatos que se han
construído durante décadas y han sido salvaguardadas generación tras generación desde
épocas precoloniales hasta la actualidad. Esto último permite saber que la cultura afro ha
sabido transmitir sus más íntimos rasgos culturales guiados (mas no determinados) por
espacios africanos con fauna y flora autóctona, además del paisaje y la geomorfología allí
impresa; transformando a través del tiempo sus pensamientos, recuerdos, creencias e ideas
y representándolas o imprimiendolas en el nuevo espacio en donde se encontrasen. Del
mismo modo, las diversas poblaciones indígenas que fueron mezcladas, generalizadas y
tratadas como un solo pueblo, provenían de múltiples regiones dentro del continente
américano y eran transportadas a través de cientos de kilómetros para llegar a los
asentamientos y poblados colonos; estos pueblos también desarrollaban la transición oral
como medio de proteccion a su cultura, sumando que las Topofilias y Topofobias
inpregnadas por esta tienen un origen naturalista y equilibrado con el medio natural. Varini
(1994) señala:
Para los indígenas, […] el proceso de transformación está fuertemente subordinado a los
recursos naturales que de hecho definen su espacio vital en cuanto proporcionan ayudas y
sustentamiento perennes sin que se manifieste en ellos una forma de transformación que
entiende oponerse a la misma naturaleza (p. 25).
Esto nos permite entender el mundo de las culturas coloniales de una manera más profunda
e incluyente en cuanto a lo fenomenológico se refiere, pues hacen una brecha en lo que se
explica popularmente sobre dichas culturas y se entiende mejor lo percibido en esas épocas.
Es así como se logran vislumbrar Topofilias y Topofobias que van más allá de lo hispánico
y denotan espacios y tiempos previos a la interacción/choque pluricultural que significó la
conquista en continente americano.
Los términos de Topofilia y Topofobia se han desarrollado paulatinamente durante el
siglo XXI desde construcciones de la geografía cultural y otras geografías
posmodernas; sin embargo, la unión de estos términos se ha hecho vaga al relacionarse
con el arte, más específicamente con la música. Bolderman (2018) hizo un estudio
presentando la relevancia de la topofilia musical en el turismo musical, haciendo énfasis en
la muestra y exposición de géneros musicales como medio de recepción turístico y un
atractivo socio-cultural. Él explica la topofilia musical como el amor al espacio a través
de la misma música, conectando personas y culturas mediante sus gustos musicales,
pues la música la entiende como un elemento que contribuye a la popularidad de
identidades de y hacia un espacio específico; por otro lado, aclara que es a través de la
visita a estos lugares lo que nos permite experimentar la proximidad a la naturaleza
más abstracta de la música, además de responder a una necesidad del ser humano
como describe Reijnders (2011) citado por Bolderman (2018) “the need for places that act
as physical reference points for phenomena which essence is non-physical” [la necesidad de
lugares que actúen como puntos de referencia físicos para fenómenos cuya esencia no es
física] (p. 10). Es así como Bolderman construye dentro de su texto una manera de ver la
música desde un ámbito topofílico y socio-económico a la vez, moldeando los estudios
entre el arte y la topofilia cobijados por el dinamismo de lo cultural.
“Nos confiaremos, pues, al poder de atracción de todas las regiones de intimidad. Ninguna
intimidad auténtica rechaza. Todos los espacios de intimidad se designan por una
atracción. Repitamos una vez más que su estar es bienestar. En dichas condiciones, el
topoanálisis tiene la marca de una topofilia. Y debemos estudiar los albergues y las
habitaciones en el sentido de esta evaluación.” (p. 34)
El término de Topofilia, si bien ya había sido tratado en textos previos, tuvo su mayor
abordaje por parte del geógrafo Yi-Fu Tuan en su texto de 1974 titulado “Topophilia. A
study of environmental perception, attitudes and values” que generaría un contraste
completo dentro del término de Topofilia, ya que además de crear un énfasis en su
relación con el paisaje, la memoria y los sentidos humanos, desarrollaría lo que Tuan
define como Topofobia, siendo esta una contraparte importantísima del desarrollo de
su tesis durante el texto (Tuan, 2007). De esta forma, se completaría perfectamente la
percepción benéfica y maléfica de un espacio por parte de un individuo en su desarrollo
cotidiano dentro del medio circundante, haciendo que los estudios en torno a la relación
humano-espacio tuviesen una herramienta más para su análisis. La creación de este nuevo
término genera un hito dentro de mi investigación, ya que permite entender las
percepciones de la población esclavizada en la región caribe, no sólo desde un ámbito
feliz, agradable y acogedor por parte del espacio, sino que permite a su vez el
entendimiento de formas y pensamientos negativos presentes en la configuración
espacial y la realidad territorial que vivió dicha población. Es por esto que el aporte por
parte de Tuan es sumamente importante en el desarrollo, entendimiento y contexto del
presente texto para la configuración de los términos involucrados, por ejemplo: El arte,
término que es sumamente complejo tratar dada su maleabilidad y flexibilidad, posee
múltiples definiciones por parte de artistas y todo tipo de académicos en las ciencias
sociales; aun así, la definición base para este trabajo es descrita por la Real Academia
Española (2019) y señala que es una “Manifestación de la actividad humana mediante la
cual se interpreta lo real o se plasma lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o
sonoros”. Esta definición permite relacionar el arte con los términos de topofilia y
topofobia, pues Tuan (2007) dice que la “Topofilia es el lazo afectivo entre las personas y
el lugar o el ambiente circundante. Difuso como concepto, vívido y concreto en cuanto
experiencia personal” (p. 13). a la que opone el término de Topofobia, como el miedo hacia
un determinado lugar, como una contraparte sensorial y sentimental de la Topofilia, pues
hace peso en que dentro de lo humano siempre se necesita de una contraparte para ser
completo lo que se percibe, tal como menciona:
La mente humana parece predispuesta a ordenar los fenómenos no sólo en segmentos, sino
también en pares opuestos. [...] Esta tendencia puede reflejar la estructura de la mente
humana, pero la fuerza emocional de algunas antinomias sugiere que es la totalidad del
ser humano la que está comprometida en ello, en todos los niveles de experiencia. Uno
puede especular sobre algunas de las oposiciones fundamentales en la experiencia
humana: vida-muerte, masculino-femenino, nosotros-ellos (o yo-ellos), para mencionar las
más importantes. Pero pareciera que estas antinomias propias de la experiencia biológica
y social, hubieran sido después transferidas a la realidad física que nos rodea
(Tuan. 2007, p.31).
Dicho género siempre se relaciona en los textos como una construcción dada en múltiples
lugares de la región Caribe; sin embargo, me es preciso describir primero esta región para
lograr caracterizar mejor dichos espacios: La Región Caribe se compone principalmente
por una llanura continental denominada Costa Caribe o Atlántica, está ubicada al norte de
los Andes colombianos y culmina en la Sierra Nevada de Santa Marta para dar paso a la
península de la Guajira, extensión árida y desértica que compone el departamento más al
norte del territorio colombiano. La región caribe se define en su gran mayoría por el río
Magdalena ya que es quien atraviesa gran
parte del territorio colombiano y desemboca
en una de sus costas, llevando consigo el
poder de la vía fluvial más importante de
país desde épocas precoloniales hasta la
actualidad, aunque también se debe recalcar
la importancia de los ríos Cauca, Sinú, San
Jorge, Atrato, Cesar y Ranchería; también
posee un litoral no muy accidentado desde el
golfo de Urabá en dirección suroccidente -
nororiente hasta el golfo de Maracaibo en
Venezuela. En cuanto a formaciones
montañosas, no es una región muy
pronunciada; sin embargo, en ella se
Ilustración 2: Recuperado de
encuentran las mayores alturas del territorio
https://colombiapatrimoniocultural.wordpress.com/region colombiano y las mayores alturas litorales
-caribe/
del mundo, en la Sierra Nevada de Santa Marta con los picos Colón y Bolívar. Su variedad
climática le permite tener biomas de bosque seco tropical y desértico tropical en La
Guajira, orobioma nival en la Sierra Nevada, la gran mayoría de halohelobiomas del
territorio, que consisten en los manglares y marismas característicos de la región, selva
húmeda en el golfo de Urabá y pequeños grupos montañosos de carácter tropical en los
montes de María. La región cuenta con cinco parques nacionales naturales: Islas Corales
del Rosario y San Bernardo, Paramillo, Tayrona, Sierra Nevada de Santa Marta y Macuira,
además de contar con una inmensa cantidad de cuerpos de agua como la Ciénaga Grande en
Santa Marta, El Corchal y múltiples ciénagas que cubren gran parte de la llanura caribeña.
La mayor parte de su población se ubica en las principales ciudades: Barranquilla,
Cartagena, Soledad, Santa Marta, Montería, Valledupar, Sincelejo, Magangué y Riohacha,
ya que el resto de los terrenos suelen ser utilizados para la ganadería extensiva, el cultivo en
latifundios de palma africana, banano, café, arroz y algunos en minifundios de algodón que
en épocas anteriores fueron latifundios de gran relevancia para el país. La región es
conformada por siete departamentos: Atlántico, Bolívar, Cesar, Córdoba, La Guajira,
Magdalena y Sucre; además de poseer el Urabá antioqueño que hace parte del
departamento de Antioquia. Así, la Región Caribe limita al Norte con el mar Caribe, al Sur
con la región Andina, al Oriente con la República Bolivariana de Venezuela y en su
extremo suroccidental limita con la región Pacífica. A pesar de sus límites políticos y
geográficos, la cultura es bastante homogénea en comparación con otras regiones del país,
la identidad “costeña” es común y se denota como una fuerte característica de su población,
siendo así también la región con mayor afluencia turística en el país con base en su
atractivo histórico, ecológico, geográfico y cultural. El dialecto hablado en la región difiere
del presente en otras regiones de Colombia, este tiene su origen en el dialecto andaluz de
España en conjunto con acentos africanos e indígenas, por esto presenta similitudes con el
acento venezolano, país al que lo une su costa caribeña. Además del castellano, se habla
una de las lenguas indígenas más importantes de Colombia, el wayuunaiki, idioma
practicado por los indígenas wayuu en el departamento de La Guajira.
Existen bastantes hipótesis, leyendas e incluso relatos en modo de rumor que hablan del
sitio de origen de la cumbia, se dice que pudo tener su origen en Cartagena debido a su
cercanía con los puertos y descargaderos en donde almacenaban grupos de esclavos de
todas partes del mundo, aunque en El Banco, El Plato, Mompós y Ciénaga también existen
relatos aludiendo dicha creación ya que en estos sitios los pueblos afro e indígenas
Ilustración : Recuperado de http://pro-
regionales.blogspot.com/2015/08/la-
region.html
esclavizados tuvieron una mayor “libertad” para desarrollar sus actividades, a su vez que
fueron sitios de donde escaparon grandes cantidades de esclavos hacia acentamientos
escodidos llamados palenques.
Cabe aclarar que esta metodología será moldeada por el contexto social y temporal
que se vive en la actualidad mientras se desarrolla este trabajo, ya que el coronavirus
tipo 2 del síndrome respiratorio agudo grave o SARS-CoV-2, ha afectado la manera en
que los seres humanos podemos interactuar entre nosotros físicamente; es por esto que la
metodología será llevada a cabo de manera virtual, haciendo uso de herramientas
digitales como Google Meet, Zoom, Skype, Google Forms, WhatsApp y asistencia por
parte de familiares que habitan en la región Caribe y facilitan el acceso a distancia con la
población que intereza a esta investigación: personas mayores de edad que hayan convivido
con la cumbia desde la música, el baile o la enseñanza, músicos intérpretes que tengan una
larga trayectoria en música del caribe tradicional bien sea por aprendizaje autónomo,
académico o generacional. Estas herramientas permitirán suplir la ausencia del trabajo en
campo, todo esto suponiendo que la actual situación continúe igual durante los próximos
meses, ya que al no ser así se pretende hacer visita a campo a través de múltiples
municipios y asentamientos en los departamentos anteriormente mencionados, para así
generar una cobertura a lo largo y ancho de la región.
Bachelard, G. (2000). La Poética del Espacio. (E. De Champourcin, Trad.) Buenos Aires: Fondo de
Cultura Económica de Argentina S.A.
Baquero Montoya, Á., & De la Hoz, A. (2010). Cultura y tradición oral en el Caribe Colombiano.
Barranquilla: Ediciones UniNorte.
Barrera Lobatón, S., & Monroy Hernández, J. (2014). Perspectivas sobre el paisaje. Bogotá:
Facultad de Ciencias Humanas & Jardín Botánico José Celestino Mutis.
Betjeman, J. (1947). Slick But Not Streamlined: Poems & Short Pieces. Doubleday.
Bonilla Burgos, R. M., & Gómez Rojas, J. C. (2011). Música y topofilia en Tamazunchale, San Luis
Potosí. México D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México.
Capel, H., & Urteaga, L. (1984). Las Nuevas Geografías. Barcelona: Salvat Editores S.A.S.
Delgado, O. (2007). Ideas geográficas sobre la relación tiempo, clima y sociedad: El determinismo
geográfico como ideología. Bogotá: Departamento de Geografía, Universidad Nacional de
Colombia.
Ley General de Cultura, Ley 397 (El Congreso de Colombia 7 de Agosto de 1997).
Ministerio de Cultura & Embajada de Suiza en Colombia. (2007). Al son de la tierra: Músicas
tradicionales de Colombia. Ministerio de Cultura de Colombia. Plan Nacional de música
para la convivencia.
Navarrete, M. C. (Diciembre de 2001). Cimarrones y palenques en las provincias al norte del Nuevo
Reino de Granada siglo XVII. Fronteras de la Historia, VI(6), 97-122.
Ochoa, J. S. (2016). La Cumbia en Colombia: Invención de una tradición. (C. Guerra Rojas, Ed.)
Revista Musical Chilena, LXX(226), 31-52.
Real Academia Española. (2019). Arte. Obtenido de Diccionario de la lengua española, 23.ª ed.,
[versión 23.3 en línea]: https://dle.rae.es/arte?m=form
Tuan, Y.-F. (2007). Topofilia: Un estudio de las percepciones, actitudes y valores sobre el entorno
(Primera ed.). (F. Durán de Zapata, Trad.) España: Melusina.
Varini, C. (1994). Una ruta de acercamiento al espacio y a la arquitectura de los indígenas embera
y waunana. En J. B. Villegas, Terrenos de la gran expedición Humana (Vol. 4, págs. 24-29).
Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.
Vélez, I., Rátiva, S., & Varela, D. (2012). Cartografía social como metodología participativa y
colaborativa de investigación en el territorio afrodescendiente de la cuenca alta del río
Cauca. (J. W. Montoya, Ed.) Cuadernos de Geografía, 21(2), 59-73.
Zeitler, T. E. (s.f.). La colonización de América y sus consecuencias. Chaco: Universidad Nacional del
Nordeste.