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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

MÁS DE 500 AÑOS DE HISTOTRIA COMPARTIDA


MESOAMÉRICA FRENTE A ESPAÑA1
Fue la primera experiencia entre culturas: Luis Barjau

Ante académicos reunidos en el primer Congreso Nacional de Lectura e Interculturalidad, Luis


Barjau ofreció la videoconferencia “Mesoamérica frente a España”, relación a la que consideró la
primera experiencia entre culturas diferentes, que propició dos vertientes de desarrollo futuro: el
surgimiento de un nuevo modo de producción y los antecedentes de lo que siglos después se
conocería como el fenómeno de la globalización.

“La interculturalidad tiene su base en el siglo XVI, cuando los españoles se encuentran con los
grupos indígenas, quienes no habían visto seres de otros continentes, y se crea la otredad, el
principio del otro, que fue muy fuerte para los indígenas, no así para los españoles”, aseguró el
antropólogo e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Barjau reflexionó en torno a que somos el resultado mezclado de esa interculturalidad, de un


proceso que nació cuando Francisco Hernández de Córdova llegó al norte de la península de
Yucatán, en 1517; aunque hay un antecedente de los náufragos españoles en tierras mayas desde
1511. A partir de ese momento existe una larga experiencia de 500 años de relación intercultural
con los españoles.

El también narrador, ensayista y poeta refirió que el estudio del primer trauma histórico
mexicano ha sido interpretado y conocido más a fondo por la Antropología, la Historia y la
Filosofía a lo largo de 500 años y se ha tratado de comprender la naturaleza del enlace de dos
civilizaciones: la occidental y la mesoamericana, que eran por completo diferentes y que dieron
pie a la interculturalidad, pero también al trauma.

“Las figuras hegemónicas del suceso fueron Moctezuma y Cortés, por dos razones: una, porque el
rey tlatoani concentró el poder máximo de la economía, de la política y la cultura y eso le permitió
decidir el modo de relacionarse con los extraños, y dos, Hernán Cortés fue el primer español que
arribó a Mesoamérica con propósitos de conquista”, consideró.

Para el académico, ambos han sido esenciales para entender el inicio de las relaciones entre
Europa y América, así como el comienzo de la interculturalidad y los lejanos factores primigenios
de la globalización. “Las decisiones de uno y otro crearon un arquetipo de interrelación
cultural entre dos civilizaciones que eran por completo distintas entre sí”.

Reconoció que, aunque mucho se ha discutido sobre si lo que pasó fue un encuentro,
descubrimiento o conquista, lo cierto es que detrás de cada calificativo hay una intención
ideológica.

“Este encuentro del que hablo alude a la casualidad, a la pérdida, a la amistad. También evoca
otros significados inexistentes en el caso, como la bonhomía en la unión de dos seres, ninguna de
estas condiciones existió, por lo tanto, con el término se quiso maquillar una realidad que ocurrió
de manera diferente”, dijo el antropólogo.

1
VILLEGAS GONZÁLEZ, HILDA en GACETA CCH https://gaceta.cch.unam.mx/es/mas-de-500-anos-de-historia-compartida#:~:text=
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“Año de la unidad, la paz y el desarrollo”

“Por otro lado, descubrimiento es una alusión en extremo ambigua porque no puede
especificar quién descubre a quién y también solapa la idea de que alguien estaba escondido,
atrasado o encubierto. En tanto Conquista, aplicada al evento real de contacto de España con
México resulta no presencial, porque España no conquistó a México, sino que Cortés, sin anuencia
de la Corona, sometió a México Tenochtitlán”.

La actuación de España fue posterior y consistió en un desarrollo expansionista que, a través


del Virreinato, fue ocupando el extenso territorio mesoamericano para después alcanzar una
dimensión continental. Amén de que una conquista entre naciones supone un conocimiento
mutuo y previo, una rivalidad comercial, una disputa territorial, una venganza; nada de esto
existía en el contacto de 1519.

En este sentido, el investigador resaltó que hay un acuerdo tácito de que las fuentes escritas
sobre Mesoamérica y la Conquista contienen graves imprecisiones y mentiras, básicamente
porque los conquistadores, testigos y misioneros al principio carecieron del propósito de
estudiar la cultura indígena o las peripecias conquistadoras; los misioneros tuvieron como
propósito central de descubrir las herejías para enmendarlas. Y los conquistadores se enfocaban
principalmente a sus actividades militares.

También porque la historia indígena y la Conquista está escrita por sus enemigos; porque el
desconocimiento de las lenguas vernáculas supuso una dificultad inicial de comprensión; los
textos de las crónicas son escritos en lenguas romances que tradujeron de la escritura
pictográfica indígena y de las narraciones orales, recomponiéndolas a conveniencia y porque el
núcleo de la idiosincrasia indígena era su religiosidad, que los españoles negaban
considerándola patrañas, finalizó. 

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