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Programa Nacional de Fortalecimiento

de la Educación Especial y de la Integración Educativa

Familia
Este documento fue elaborado en la Dirección General de Desarrollo de la Gestión e
Innovación Educativa de la Subsecretaría de Educación Básica, por la Dirección de Innovación
Educativa como parte del Programa Nacional de Fortalecimiento de la Educación Especial
y de la Integración Educativa.

Reyes Tamez Guerra Coordinación general


Secretaría de Educación Pública Ernesto Castellano Pérez

Lorenzo Gómez-Morin Fuentes Coordinación de la serie


Subsecretaría de Educación Básica María del Carmen Escandón Minutti

Autoras
Ernesto Castellano Pérez Alicia Angélica López Campos
Dirección General de Desarrollo de la Gestión María Elizabeth Montes Aguilar
e Innovación Educativa
Coordinación editorial
María del Carmen Escandón Minutti Cecilia Eugenia Espinosa Bonilla
Dirección de Innovación Educativa
Cuidado de la edición
Rosa Iliana Puga Vázquez Jorge Humberto Miranda Vázquez
Programa Nacional de Fortalecimiento de la Patricia Vera Fuentes
Educación Especial y de la Integración Educativa Valeria Yolanda Hernández Luna

Correción de estilo
Claudia Nancy García García

Correción de pruebas
Rafael Isaac Cervantes Aguilar

Diseño de portada, interiores y formación


Moianes. Servicios Editoriales

D.R. © Secretaría de Educación Pública, 2006


Argentina 28
Col. Centro Histórico
C.P. 06020, México, D.F.

ISBN: 970-57-0030-3

Impreso en México
Distribución gratuita / Prohibida su venta
Agradecemos la colaboración de los
representantes de las distintas instancias de
gobierno y de organizaciones de la sociedad
civil que participaron en la mesa de
trabajo sobre familia de la Subcomisión de
Educación del Consejo Nacional Consultivo
para la Integración de las Personas con
Discapacidad: Consejo Nacional de
Fomento Educativo; Centro Nacional de
Rehabilitación; Centro de Rehabilitación
Gaby Brimmer del Sistema Nacional de
Desarrollo Integral de la Familia; Colegio de
Pedagogía de la UNAM; Instituto Mexicano
del Seguro Social, guardería Felices hacia
el Futuro; Dirección de Educación Especial
del Distrito Federal; Adelante Niños Down,
A. C.; Centro de Adiestramiento Personal
y Social, A. C.; Centro de Habilitación
e Integración para Invidentes, I.A.P.;
Excelencia Educativa, A.C.; Integración
Down, I.A.P.; señora Margarita Alexander,
y licenciado Francisco Javier Teutli Guillén.
Índice
Presentación general 9

Introducción 13

I. ¿Quiénes somos? 21
1. El niño y la niña con discapacidad 25
2. La familia con un integrante con discapacidad 34
3. La maestra de un alumno con discapacidad 43

II. ¿Podemos trabajar de manera colaborativa familia


y maestros? 51
1. Trabajo colaborativo 53
2. La importancia de la comunicación
en el trabajo conjunto 60

III. ¿Cómo y en qué participamos? 71


1. La evaluación psicopedagógica 73
2. La propuesta curricular adaptada 82

IV. ¿Qué apoyos tenemos? 89


1. Apoyos legales 92
2. Apoyos educativos 93
3. Apoyos sociales 96

Bibliografía 105

7
Presentación
general
Presentación
general
En nuestro país se han realizado esfuerzos importantes
por ampliar la cobertura de los servicios educativos y por
alcanzar la justicia y la equidad educativas, que son funda-
mentales para conseguir el desarrollo y la integración plena
de todos los alumnos y las alumnas y así ir avanzando en
la construcción de una sociedad basada en el respeto y la
valoración de las diferencias.

Lo anterior ha implicado poner en marcha un conjunto


de acciones encaminadas a revertir la desigualdad y favo-
recer, mediante mayores y mejores recursos, a la población
que se encuentra en situación de vulnerabilidad, como es
el caso de las niñas, los niños y los jóvenes que presentan
necesidades educativas especiales, particularmente aquellos
con alguna discapacidad.

En los últimos años, a través del Programa Nacional de


Fortalecimiento de la Educación Especial y de la Integración Edu-
cativa, se ha promovido el apoyo a los servicios de educa-
ción especial con la finalidad de que éstos cuenten con los
recursos humanos y materiales necesarios que les permitan
orientar, asesorar y apoyar al personal directivo y docente
de las escuelas de educación inicial y básica, de las distintas
modalidades, que integran alumnos y alumnas que presen-
tan necesidades educativas especiales, así como atender di-
rectamente a las familias y a las niñas, niños y jóvenes que
lo requieren.

Igualmente se ha promovido la generación de condicio-


nes que permitan la integración de los alumnos y las alum-
nas que presentan necesidades educativas especiales en las
escuelas de educación inicial y básica de las diferentes mo-

11
dalidades, tales como: sensibilización, información y actua-
lización permanente a la comunidad educativa; dotación de
los apoyos técnicos y materiales para atender satisfactoria-
mente a los alumnos con necesidades educativas especiales;
realización de la evaluación psicopedagógica y la propuesta
curricular adaptada a cada uno de los alumnos que lo re-
quieren, y contar con el acompañamiento de algún servicio
de educación especial.

Cada vez son más las escuelas de educación inicial y bá-


sica involucradas en procesos de integración educativa, lo
que implica no sólo abrir sus puertas a los alumnos con ne-
cesidades educativas especiales sino un cambio en la escuela
en su conjunto, que sin duda ha beneficiado al resto de los
alumnos y a la comunidad educativa en general.

Los títulos de la Serie Todos en la Misma Escuela están di-


rigidos principalmente a las autoridades educativas, al per-
sonal de las supervisiones escolares y al personal directivo y
docente de las escuelas de educación inicial y básica de las
distintas modalidades. Su propósito es contribuir al forta-
lecimiento del proceso de integración educativa en nues-
tro país y a la creación de las condiciones que permitan
que los alumnos y las alumnas que presentan necesidades
educativas especiales, principalmente aquellos con alguna
discapacidad, puedan tener acceso a la educación básica,
recibiendo los apoyos indispensables que les permitan de-
sarrollar sus capacidades al máximo e integrarse educativa,
social y laboralmente.

12
Introducción
Introducción

En la actualidad las escuelas de México requieren cam-


bios sustanciales para brindar atención pertinente y opor-
tuna a la diversidad de alumnos y alumnas que día a día se
incorporan a sus aulas.

Los centros escolares albergan alumnos y alumnas que


hablan distintas lenguas, tienen diferentes ideologías, per-
tenecen a niveles socioeconómicos distintos, e incluso a
diversas nacionalidades, y en este marco de heterogenei-
dad son cada vez más los alumnos y alumnas con discapa-
cidad que ingresan a las escuelas regulares, tanto públicas
como privadas.

Ante esta realidad, resulta más necesario e importante


que la escuela y la familia trabajen de manera colaborativa
con el fin de dar atención a aquellos alumnos y alumnas
que necesitan apoyos específicos y que, en ocasiones, la es-
cuela o la familia no los pueden proporcionar de forma
independiente.

Este documento busca ofrecer algunas estrategias y he-


rramientas que apoyen tanto a maestros y maestras como a
los integrantes de las familias para que de manera conjunta
y vinculada puedan dar respuesta a las necesidades educati-
vas especiales de alumnos y alumnas.

En primer lugar se presentan actividades para generar


la reflexión; en seguida se ofrecen lecturas breves que pre-
tenden informar acerca del tema tratado en cada apartado,
y por último se hacen sugerencias de actividades que pue-
den realizar de manera conjunta padres, madres, maestras y
maestros, cotidianamente.

15
Familia

El objetivo es ofrecer un material que destaque la im-


portancia del trabajo colaborativo dentro de las escuelas y
permita brindar un mayor apoyo a los alumnos y alumnas
que lo requieran.

La elaboración de este trabajo contó con el apoyo de la


Subcomisión de Educación del Consejo Nacional Consul-
tivo para la Integración de las Personas con Discapacidad,
coordinada por el Programa Nacional de Fortalecimiento de la
Educación Especial y de la Integración Educativa de la Secretaría
de Educación Pública.

Este trabajo está dirigido tanto a los miembros de la fa-


milia, padres, madres, tíos, hermanos u otros familiares o
personas que de alguna manera participan en la educación
de los niños o niñas con discapacidad o sin ella,1 como a los
maestros y maestras de educación inicial, preescolar, prima-
ria, secundaria y educación especial que estén interesados
en favorecer el trabajo colaborativo y mejorar la calidad de
la atención educativa.

Esperamos que este material promueva una manera dis-


tinta de relación entre la comunidad educativa, facilite la
integración a las escuelas de niños y niñas con discapacidad
o necesidades educativas especiales y contribuya al éxito.

1
En lo subsiguiente la redacción hará referencia a padres y madres; sin embar-
go, se está considerando a todas las personas de la familia involucradas en el
desarrollo de los niños y niñas.

16
Introducción

Simbología

Las instrucciones, lecturas y actividades se representan con las


siguientes imágenes:

Instrucciones

Para reflexionar

Para leer

Actividades para padres y madres

Actividades para maestros y maestras

Actividades para todos

Actividades para la familia

Nota: Las frases que aparacen en el desarrollo del documento son aportaciones
de padres y madres de familia, maestros y maestras acerca del proceso de
integración de niños y niñas con necesidades educativas especiales con y sin
discapacidad en escuelas de educación regular.

17
“Hemos aprendido de manera conjunta,
padres y profesionales, que el trabajo de todos los que estamos
involucrados en este proceso tiene que ser equitativo”
A. López

Para: Los maestros y las maestras


De: Los padres y las madres

Queridas Maestras y queridos Maestros:

Presentamos a ustedes una propuesta para contribuir al trabajo


que realizamos cotidianamente en favor de los niños y niñas
con discapacidad en las escuelas regulares.

Las familias y las escuelas, al ser los principales agentes


de formación de las personas, tenemos el gran compromiso de
ofrecer alternativas para el fomento de valores como el res-
peto, la tolerancia, la equidad y la justicia.

Estamos convencidos de que, uniendo esfuerzos, podremos


contribuir a la construcción de una sociedad que respete y
valore la diferencia y ofrezca oportunidades en igualdad de
circunstancias.

19
“Las maestras y especialistas ¡son excelentes!,
pues pregunto por Gabriel y me saben decir todo,
cómo se comporta, cuál ha sido su avance, o qué
fue lo que aprendió y cómo puedo colaborar…”
J. Sandoval

Para: Los padres y las madres


De: Los maestros y las maestras

Estimados padres y madres de familia:

A lo largo de nuestra labor como docentes, hemos visto


la importancia de trabajar junto con la familia, la cual, sin
duda alguna, nos ha dotado de herramientas para cono-
cer de manera más cercana las necesidades y capacidades
de cada uno de los alumnos, lo que ha permitido elaborar
programas para facilitar el desarrollo máximo de sus poten-
cialidades.

Tenemos la convicción de que una estrategia para evitar la


discriminación es incluir a todos, y que la mejor manera de hacer-
lo es emprendiendo acciones conjuntas con toda la comunidad
educativa, es decir, familia, alumnos, alumnas, maestros, maestras,
equipos de apoyo, personal administrativo y de intendencia.

20
I.
¿Quiénes
somos?
En el mundo a veces hay palabras,
gestos, ruidos y gritos que no son
escuchados por los adultos...

21
I.
¿Quiénes
somos?

I. ¿QUIÉNES SOMOS?

Las familias, los maestros y las maestras deben estar alertas


para entender a todos los niños y niñas, en especial a quie-
nes presentan discapacidad.

Tienen que aprender a escucharlos, aun cuando su comu-


nicación sea mediante gestos, entender qué quieren, a través
de sus conductas y movimientos; estar dispuestos a escuchar
sus voces, que en ocasiones son poco claras pero que mani-
fiestan sus necesidades y sentimientos. Deben estar compro-
metidos a conocerlos y entenderlos para poder apoyarlos.

En este capítulo se aborda, de manera general, lo que


acontece ante la presencia de un niño o niña con disca-
pacidad en la familia o en la escuela. El objetivo es dar a
conocer el proceso de adaptación por el que atraviesan los
padres y docentes y entender el papel que juegan en el tra-
bajo que se realiza cotidianamente en la escuela.

Para lo cual se abarcan tres temas:

1. El niño y la niña con discapacidad.

2. La familia con un integrante con discapacidad.

3. La maestra de un alumno con discapacidad.

23
Familia

Por favor ¡Escúchame!

Los niños y las niñas con discapacidad, al igual que los


demás, nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alre-
dedor, de lo que las personas piensan o dicen de nosotros.
Nos gustaría que no creyeran que somos “tan distintos” y
nos dieran la oportunidad de demostrarlo. ¿Sabes? ¡Tenemos
los mismos derechos!

Esto es algo que nosotros pensamos en ocasiones. Te


invito a que lo leas y reflexiones un poco.

A veces, cuando trato de pensar en lo que quiero decir,


mmh… las palabras se… mmh… se mezclan en mi
cabeza… cuando la maestra me pregunta algo en clase
no puedo pensar en la respuesta lo suficientemente
rápido, por lo que, mejor digo… mmh… que no sé…

Jared, nueve años.

Cuando estoy en clase parece que el maestro hablara


en un idioma raro que todos entienden menos yo, él
mueve la boca pero no entiendo lo que dice, me da
pena preguntar, pero sólo entiendo soniditos.

Daniel, nueve años.

Cuando oigo que la gente dice que el cielo está abo-


rregado o que un color es muy hermoso, me pregunto
cómo se verá un cielo con borregos o qué hace un
color para ser hermoso.

Karina, seis años.

24
I.
¿Quiénes
somos?

Cuando estoy jugando básquet con mis amigos casi se


me olvida cuánto me gustaría brincar con mi hermana
la cuerda; también parece muy divertido.

Ángel, 10 años.

1. El niño y la niña con discapacidad

¿Qué es ser niño o niña?

Los niños y las niñas, ante todo, somos seres humanos con
derechos y no importa el color que tengamos, la raza a la que
pertenezcamos; tampoco importa el sexo, religión, posición
económica o social de nuestra familia ni si tenemos algu-
na discapacidad o no; debemos disfrutar de nuestros dere-
chos sin discriminación alguna.

¿Qué es ser niño o niña con discapacidad?

Las niñas y niños con discapacidad somos, ante todo, per-


sonas con deseos, intereses, necesidades y sueños; niñas y
niños que disfrutamos jugar, ir al parque, ver cine; nos gusta
también asistir a la misma escuela que nuestros hermanos y
amiguitos, como cualquier otra niña o niño.

Somos niñas y niños que necesitamos, sobre todo, ser


amados y respetados por las personas que nos rodean; nos
damos cuenta de todo lo que acontece a nuestro alrededor,
aunque algunas veces no lo podemos expresar.

Sentimos la aceptación y respeto de nuestras familias,


maestras, maestros o de las personas que nos encontramos
en la calle, pero también sentimos cuando nos rechazan.

Las niñas y los niños con discapacidad no queremos ser


discriminados.

25
Familia

• Como niñas y niños tenemos derecho a ser incluidos


en todos los espacios de la sociedad y a hacer uso de
sus servicios.

• Como hijas e hijos tenemos derecho a pertenecer a


una familia, a ser alimentados adecuadamente y a ser
atendidos cuando presentemos algún problema de
salud o de otra índole.

• Como alumnas y alumnos tenemos derecho a asistir


a la escuela más cercana a nuestra casa y recibir los
apoyos educativos que necesitemos.

• En fin... tenemos derecho a “recibir el tratamiento,


la educación y el cuidado especiales” que necesite-
mos, adecuados a nuestras características individuales
(CNDH).

El principal derecho que tenemos las niñas


y los niños con discapacidad es a recibir
un buen trato de todas las personas y, sobre
todo, tenemos derecho a que nos brinden
los apoyos necesarios para desarrollarnos
plenamente.

26
I.
¿Quiénes
somos?

¿Qué es la discapacidad?

La discapacidad2 se presenta cuando hay ausencia o limita-


ciones de ciertas capacidades necesarias para realizar alguna
actividad que el resto de los niños y niñas de nuestra misma
edad pueden realizar sin dificultad, por ejemplo:

Desde que nací no oigo, por lo cual me cuesta traba-


jo comunicarme con las personas. Por eso dicen que
tengo problemas auditivos que se traducen en discapa-
cidad auditiva.

Existen también otros tipos de discapacidad, como la vi-


sual, la intelectual y la motora.

Es importante saber que la discapacidad se puede acen-


tuar si no tenemos los apoyos necesarios para funcionar
adecuadamente en la sociedad; ejemplos:

• Si tenemos discapacidad intelectual, nuestro aprendi-


zaje escolar va a ser más lento y va a depender de los
apoyos que nos brinden dentro y fuera de la escuela,
nuestra familia, maestros, maestras, compañeros, com-
pañeras y, en general, toda la comunidad educativa,
para que el ritmo de ese aprendizaje se mejore.

• Si tenemos discapacidad motora podremos asistir a


cualquier lugar, siempre y cuando no existan barreras
físicas, esto es, cruzaremos las calles si existen rampas y
las personas no las bloquean al estacionar sus autos.

2
I. García Cedillo, I. Escalante Herrera, M. C. Escandón Minutti, et. al,
La integración educativa en el aula regular. Principios, finalidades y estrategias,
México, SEP/Fondo Mixto de Cooperación Técnica y Científica México-
España, 2000, p. 47.

27
Familia

• Si tenemos discapacidad visual podremos viajar en


transporte público si hay los señalamientos adecuados
en sistema Braille.3

Esto quiere decir que, independientemente de nuestras


discapacidades y características físicas, sensoriales o inte-
lectuales, podemos realizar nuestras actividades, siempre y
cuando contemos con los apoyos necesarios que nos per-
mitan desarrollarnos en todos los ambientes (escolar, fami-
liar y social).

Niñas y niños somos todos diferentes y tenemos necesi-


dades individuales distintas de cualquier miembro de nues-
tra comunidad, sin importar a qué familia pertenezcamos o
qué religión profesemos.

En la actualidad existen leyes que nos protegen y pro-


mueven, por ejemplo, que asistamos a la misma escuela
donde estudia el resto de los niños y niñas.

También tenemos derecho a que la escuela realice las


adecuaciones curriculares y de acceso para desarrollar nues-
tras potencialidades y alcanzar un aprendizaje significativo.

3
Sistema Braille es un código de lecto-escritura para personas ciegas que se
basa en un signo generador formado por seis puntos que están en relieve y
representan una letra, número o signo de la escritura. Consta de 64 combi-
naciones y fue inventado por Luis Braille en el siglo XIX.

28
I.
¿Quiénes
somos?

¿Qué son las necesidades educativas especiales?

Algunos niños y niñas tenemos un ritmo y un estilo muy


diferente para aprender; por eso en ocasiones nos llaman
flojos, apáticos o rebeldes; hoy se sabe que no somos flo-
jos, apáticos, ni rebeldes, sino que aprendemos de manera
diferente al resto de nuestros compañeros y compañeras
del mismo grado, por ello la escuela necesita ofrecernos re-
cursos diferentes que apoyen nuestro aprendizaje, es decir,
tenemos necesidades educativas especiales.

Pero no todos los niños y niñas con discapacidad reque-


rimos que se realicen adecuaciones curriculares para, por
ejemplo, aprender a leer, escribir, sumar o multiplicar.

Las necesidades educativas especiales se evidencian


cuando nuestro entorno no nos ofrece los apoyos o ayudas
que requerimos.

En ocasiones necesito…

…que me den las instrucciones una por una, de mane-


ra más concreta, si tengo síndrome de Down.

…que existan rampas, baños adaptados, puertas un


poco más anchas o bien que coloquen una tabla sobre
mi silla de ruedas y así poder escribir.

…que el examen esté en sistema Braille para que yo


pueda leer, o bien que me evalúen de manera oral.

…que mi maestra o maestro utilice otras estrategias


de enseñanza congruentes con mi estilo y ritmo de
aprendizaje.

29
Familia

Para que los niños y niñas con


discapacidad o necesidades educativas
especiales podamos desarrollar al máximo
nuestras potencialidades es muy importante
que nuestras familias, maestros y maestras
unan esfuerzos y aprendan a trabajar
colaborativamente.

ACTIVIDAD 1

Para todos

¿Qué tanto aprendí?

Después de realizar la lectura anterior, con-


testa las siguientes preguntas:

¿Quién es un(a) niño(a)?

¿Cambió tu forma de ver a las personas con discapaci-


dad? ¿Por qué?

¿Qué significa para ti la discapacidad?

30
I.
¿Quiénes
somos?

Escribe por qué la discapacidad es un fenómeno social.

Argumenta por qué la discapacidad no es una enfer-


medad.

¿Qué son las necesidades educativas especiales?

¿Qué diferencia existe entre un niño o niña con ne-


cesidades educativas especiales y un niño o niña con
discapacidad?

ACTIVIDAD 2

Para todos

“Ponte en mi lugar”

No es fácil entender cómo vive alguien con discapa-


cidad, debido a las diferentes formas de ser de las personas,
la inconsciencia e indiferencia sobre la discapacidad,
condiciones que impiden entender y valorar el esfuer-
zo cotidiano que las personas en estas circunstancias
realizamos para desarrollar las actividades que los demás
hacen de manera automática día tras día.

31
Familia

Si tu interés es comprender un poco


más acerca de la discapacidad, te suge-
rimos realizar los siguientes ejercicios y
reflexionar en torno a las indicaciones
que se plantean.

Discapacidad motora

Haz el ejercicio de sentarte en una silla de ruedas y


trata de desplazarte.
También puedes intentar cortar un pedazo de carne
con una mano atrás.

Discapacidad auditiva

En tu casa, frente al televisor viendo un noticiero, baja el


volumen por completo y trata de entender lo que dicen.

Discapacidad intelectual

Sin papel ni lápiz, trata de resolver la siguiente ope-


ración: 9 873 474 más 97 345 094.857 menos 4 894
entre 45.65 por 453

Discapacidad visual

Con los ojos vendados, trata de desplazarte por tu casa.

Después de realizar los ejercicios ante-


riores te invitamos a que contestes las
siguientes preguntas:

32
I.
¿Quiénes
somos?

¿Cuáles fueron los sentimientos que experimentaste al


realizar cada ejercicio?

¿Por qué crees que tuviste esos sentimientos?

¿Cuál actividad te resultó más complicada? ¿Cuál más


fácil?

¿Por qué crees que fue así?

Los maestros, maestras y familia


tenemos que conocer los apoyos y
ayudas que necesitan los niños y niñas
con discapacidad y brindárselos para que
puedan seguir aprendiendo.

33
Familia

2. La familia con un integrante con discapacidad

Podemos decir que en la actualidad las familias no sólo


están formadas por padre, madre, hijos e hijas, sino por las
personas que se consideren parte de ella ya sea por vivir en
la misma casa, independientemente de los vínculos bioló-
gicos, civiles o religiosos que tengan. Lo importante es que
sus integrantes se cuiden y apoyen unos a otros.

Aunque las familias no están preparadas para recibir a un


miembro con discapacidad, cuando esto sucede emplean
todos sus recursos para enfrentar la situación.

Algunas familias, que por su historia de vida han estado


en contacto con la discapacidad, cuentan con elementos
que les permiten salir adelante sin mayores apoyos. Otras,
principalmente las que han estado alejadas de la discapaci-
dad, frecuentemente la asumen como algo negativo, por lo
tanto les resulta más difícil aceptarla.

En este apartado se narra la situación que suele pasar


una familia cuando se entera de la llegada de un nuevo
integrante el cual tiene discapacidad, el impacto que sufre
al recibir esta información y el proceso de aceptación que
requiere como familia a lo largo de su vida.

La historia de una familia….

Cuando mi esposo y yo supimos de la


llegada de nuestro primer bebé sen-
timos una enorme emoción. En ese
momento nuestros sueños estaban
centrados en torno a su llegada. Era nuestra primera ex-
periencia como padres y nos parecía que todo era dicha
y felicidad; nos imaginábamos al mejor bebé del mundo,
soñábamos en los rasgos que tendría de uno y de otro.

34
I.
¿Quiénes
somos?

¡Cuánta ilusión experimentábamos! ¡Con cuánto amor


lo esperábamos! Por fin llegó el tan ansiado momento.
Nació una hermosa niña. Al nacer fue pequeñita en talla y
peso; sin embargo, el reporte pediátrico nos auguraba que
sería tal y como lo habíamos soñado, una bebé sin ningún
problema.

Al paso del tiempo, creció, como todas las niñas de su


edad; se sentó a tiempo, comía perfectamente, siempre son-
riente. Empezó a decir sus primeras palabras. ¡Cuánta emo-
ción nos causaba! En verdad gozábamos muchísimo vién-
dola crecer y avanzar cada día en todo lo que hacía.

Después de dos años nuestra familia se llenó nuevamente


de luz. Nació nuestra segunda hija y nosotros, como pareja,
estábamos felices al verlas crecer, gozando con ellas todos
los momentos de su existencia. Sin embargo empezamos a
ver que la primera nena presentaba un retroceso en el de-
sarrollo de su lenguaje y que además en ciertas conductas
se mostraba insegura.

La primera reacción que tuvimos fue pensar que eran


celos por la presencia de su hermanita, y consideramos que
era el momento para que ingresara a una guardería y em-
pezara a socializar con otros niños y así lo hicimos, entró a
la escuela.

Al día siguiente de su ingreso al colegio nos mandó lla-


mar el médico escolar para decirnos, de manera tajante e
indiferente, que nuestra hija era una niña con deficiencia
mental.

El golpe fue muy duro y consideramos que el médico


tuvo muy poco tacto al enfrentarnos de una manera tan
fría y poco humana (así lo consideramos en ese momento)
a una realidad que nos negábamos a aceptar, sin embargo,
debo confesarles que nos sentimos muy descontrolados y
que por supuesto nosotros no queríamos aceptar el diag-

35
Familia

nóstico, ya que no había ningún antecedente que nos indi-


cara que podía ser cierto.

Y entonces, empezó nuestro peregrinar en la tan lla-


mada “compra de médicos”. Visitamos a dos o tres, con
la ilusión de oír que había un error en lo que nos habían
dicho, ya que nada indicaba hasta ese momento que había
algo fuera de lo normal en el desarrollo de nuestra hijita.

En efecto peregrinamos, íbamos de un diagnóstico a


otro. A veces nos sentíamos con muchas fuerzas y en otras
ocasiones desanimados y temerosos por el futuro incierto
que se nos presentaba. El diagnóstico a veces era minimiza-
do por algunos médicos y en otros momentos se exageraba,
lo que nos hacía sentir confundidos. Encontramos de todo.
Médicos fríos y alejados de nuestro sentir como padres, y
otros más comprometidos, que nos explicaban paciente-
mente las posibilidades de nuestra niña para desarrollarse
de la mejor manera, siempre y cuando le proporcionáramos
los apoyos necesarios para ello.

El proceso de aceptación fue paulatino. Su entrada al


colegio a un programa en donde se visualizaba desde siem-
pre la integración y el trabajo colaborativo entre padres y
profesionales ha permitido prepararnos para brindarle los
apoyos necesarios para su desarrollo como persona, en lo
físico, mental, escolar y social, y a nosotros, crecer como
padres, pero sobre todo como seres humanos.

Nos hemos equivocado algunas veces; otras hemos sido


asertivos, pero siempre hemos querido estar cerca de los
profesionales que nos han brindado ayuda a todos. Hemos
aprendido en este proyecto, de manera conjunta, que el tra-
bajo de todos los que estamos involucrados: padres, madres,
profesionales y nuestros mismos hijos con discapacidad,
tiene que ser equitativo.

Familia Ramos
36
I.
¿Quiénes
somos?

“Del desconcierto a la adaptación”

Cuando los padres y las madres conocen la noticia de que


su hija o hijo tiene algún signo de discapacidad (intelectual,
sensorial, motriz…) sufren una gran desilusión, se enfrentan
a un desafío incomparable, reaccionan de diferentes mane-
ras, de acuerdo con el impacto emocional que les provoca
la noticia.

Los especialistas en la materia señalan que viven un estado


de choque, puesto que esta situación inesperada rompe con
las expectativas forjadas acerca del hijo o la hija que desean.

Durante los nueve meses de embarazo construyen la


imagen de ese hijo o hija. Imaginan sus características fí-
sicas; piensan en que será el más inteligente, bonito, listo,
etcétera; alimentan cada momento su fantasía, esperando
ansiosamente su nacimiento.

Pero a la llegada de una hija o un hijo con discapacidad


pierden las expectativas de todo aquello que imaginaron y
el futuro de su familia se ve amenazado.

La noticia de un miembro de la familia con discapacidad


impacta de diferente manera a sus integrantes: hermanos, tíos,
abuelos, etcétera; en esos momentos de confusión se mezclan
sentimientos de rechazo, aceptación y culpabilidad.

A los padres y madres les provoca miedo; llegan a sentir


un gran enojo, experimentan un dolor que en ocasiones es
comparado con la muerte de un ser querido, a veces se nie-
gan a admitir esta situación. Por el dolor que experimentan,
con frecuencia suponen que no quieren a sus hijos o hijas
con discapacidad; sin darse cuenta que en realidad rechazan
la discapacidad misma.

37
Familia

Los padres y madres se preguntan sobre su futuro y el


de sus familias. Al carecer de respuestas inmediatas sobre
lo que puede suceder recurren a sus vivencias relacionadas
con las personas con discapacidad y el miedo que experi-
mentan puede tornarse inexplicable.

Muchos padres y madres no recurren a la ayuda profe-


sional para enfrentar el impacto de la noticia.4 En algunas
parejas, el tener un hijo o hija con discapacidad es motivo
suficiente para desintegrar su hogar o derrumbarse; en otras,
por el contrario, las fortalece el reto que implica apoyar a
sus hijos e hijas con discapacidad para salir adelante, bus-
cando los apoyos necesarios para superar las etapas e iniciar
un camino de integración dentro de la familia, la sociedad
en general y, especialmente, en el ámbito educativo, como
se pudo constatar en el testimonio anterior.

Cuando los niños o niñas con discapacidad llegan a la


etapa escolar, la participación de la familia es fundamental
para el logro de los objetivos educativos. Es importante que
el padre y la madre conozcan cuáles son sus fortalezas y
necesidades respecto a la atención a sus hijos, y los maestros
y maestras deben saber cuáles son los procesos que vive la
familia y, con base en ello, crear de manera conjunta estra-
tegias que faciliten la vinculación con el trabajo escolar.

4
Javier Villarreal. Versión resumida de la ponencia “Aspectos psicológicos de
la persona con discapacidad motora y su familia, Segundo Congreso In-
ternacional La discapacidad en el Año 2000”, en Revista Araru número 18,
2000, pp. 24-25.

38
I.
¿Quiénes
somos?

ACTIVIDAD 3

Para padres y madres

A continuación sugerimos que contestes el


siguiente formato que te permitirá detectar
las fortalezas y necesidades de tu familia.5

Puntos de reflexión
Sí No

¿Requieres orientación para saber más acerca


de las necesidades especiales de tu hijo(a) con
discapacidad?
¿Consideras que la información que tienes sobre
la discapacidad de tu hijo(a) es real y objetiva?
¿Consideras que es suficiente el conocimien-
to que tienes de las características de tu hijo(a)
con discapacidad para apoyarlo en su proceso
educativo?
¿Tienes disposición para aprender a educar
mejor a tu hijo(a) con discapacidad?
¿Favoreces el desarrollo de actitudes, hábitos y
habilidades de tu hijo(a) con discapacidad?
¿Aprovechas las actividades diarias y los intere-
ses de tu hijo (a) con discapacidad para propiciar
y promover nuevos aprendizajes?

5
Elvia Rodríguez, et. al., Hacia una escuela integradora, Secretaría de Educación
Pública, Monterrey, México, 1997, pp. 110-111.

39
Familia

Puntos de reflexión
Sí No

¿Auxilias a tu hijo(a) con discapacidad en la rea-


lización de sus actividades escolares?

¿Consideras que puedes aportar experiencias que


enriquezcan el trabajo educativo de la escuela?
¿Tienes habilidades para diseñar y elaborar ma-
terial didáctico que apoye la educación de tu
hijo(a)?
¿Tienes la facilidad de aprovechar los recursos
de la comunidad?
¿Te interesa participar en la organización de
grupos de padres y madres que permitan hacer
propuestas de cambios en la escuela de tu hijo(a)
con discapacidad?
¿Conoces los objetivos que persigue la escuela a
la que asiste tu hijo(a)?
¿Te interesa participar en la escuela para la toma
de decisiones acerca de los aspectos concer-
nientes a tu hijo(a) con discapacidad?
¿Crees que eres escuchado?
¿Necesitas estrategias para enfrentarte junto con
tu hijo(a) con discapacidad a los problemas co-
tidianos?
¿Necesitas información acerca de la política de
la escuela a la que asiste tu hijo(a) con disca-
pacidad?
¿Necesitas orientación para optimizar los recur-
sos de tu familia?

Las respuestas afirmativas te indican las fortalezas


con las que cuentas, y las negativas te permitirán ubicar
tus necesidades y, por lo tanto, te darán la pauta sobre
los aspectos que debes trabajar.

40
I.
¿Quiénes
somos?

ACTIVIDAD 4

Para maestras y maestros

Para establecer relaciones de colaboración


y confianza en un marco de respeto es
importante que los maestros y las maes-
tras conozcan que también las familias tienen diversas
necesidades y fortalezas, para ello los invitamos a que
reflexionen acerca de los siguientes puntos:6
Puntos de reflexión
Sí No

¿Analizas las características de las familias, reco-


nociendo sus fortalezas y necesidades?
¿Valoras a las familias dentro de su realidad y no
bajo un solo modelo de familia?
¿Cuentas con elementos comunicativos que te
permitan establecer y mantener el diálogo con
las familias a fin de llegar a conclusiones?
¿Consideras a los padres y madres como parte de tu
equipo, además del resto de la comunidad escolar?
¿Concibes el trabajo como tarea compartida?
¿Tienes claros los límites de participación y
funciones de cada uno de los integrantes de tu
comunidad educativa?
¿Tienes y generas actitudes de respeto?
¿Promueves la toma de decisiones de padres, madres
y familias en un marco de objetividad y equidad?
¿Has identificado los beneficios de la participa-
ción y colaboración de los padres y las madres
en la escuela?

Las respuestas afirmativas te indican las fortalezas con las


que cuentas, y las negativas te permitirán ubicar tus necesi-
dades, que te darán la pauta sobre los aspectos a trabajar.

6
Elvia Rodríguez, op. cit., p.112.

41
Familia

ACTIVIDAD 5

Para todos

¿Qué actitudes deben prevalecer en las familias y los maes-


tros(as) para lograr trabajar de manera colaborativa?

Tener claras las necesidades


y fortalezas de todos permitirá
establecer objetivos específicos para
planear conjuntamente acciones
que lleven al éxito.

42
I.
¿Quiénes
somos?

3. La maestra de un alumno con discapacidad

“ La participación en experiencias de este tipo


exige el asumir la conciencia y responsabilidad que
requiere nuestra vocación docente y, que así como me
paso a mí, reflexionar sobre los cambios que fuera
necesario realizar y la forma en que estos elevaran la
calidad de nuestro desempeño y quehacer educativo con
todos los alumnos”.
María Guadalupe Martínez Soto

Los maestros y las maestras que se han formando reciente-


mente tienen la oportunidad de transformar las creencias de
antaño acerca de la atención educativa que se debía proporcio-
nar a los alumnos y alumnas con algún signo de discapacidad.

Actualmente las experiencias muestran que hay menos


temor de brindar atención a la diversidad de alumnos y alum-
nas, debido a que ahora se valoran sus habilidades y ne-
cesidades, así como los ambientes donde se desenvuelven,
factores que influyen en sus aprendizajes.

En este apartado presentamos la experiencia que viven


los y las docentes cuando deciden afrontar el reto de educar
a un alumno o alumna con discapacidad, el proceso que
atraviesan ante la nueva situación y los apoyos que pueden
necesitar para ofrecer a este alumno o alumna una atención
educativa de calidad.

La historia de una maestra...7

Un buen día llegó a nuestra escuela Julio, un niño con


discapacidad auditiva, de seis años de edad, vecino de la
escuela. Un niño alegre, risueño, algo tímido al principio,

7
Basada en “Julio: una experiencia de gran capacidad”, texto ganador del 2°
lugar del 1er Concurso Nacional de Experiencias Exitosas de Integración
Educativa, convocado por el CONAPRED y la SEB en julio de 2005.

43
Familia

pero sólo al principio. Un niño muy pulcro y educado. Fue


recibido en el primer grado “A”.

¿Qué hacemos con él ahora que lo tenemos?

Qué haríamos con Julio para responder a sus necesidades


educativas fue lo que nos preocupó y angustió, pero a la vez
nos motivó a prepararnos y buscar cualquier cosa que nos
pudiera ayudar en esta emocionante experiencia docente.

Cabe señalar que desde un principio estuve consciente de


la responsabilidad que adquiría, ya que eran demasiados los
retos a vencer y mucho el temor de no llegar a lograrlos.

Tener a un niño especial implicaba, tal vez, muchos cam-


bios en la forma de trabajo, pero, sobre todo, la idea de que
requeriría muchísimo tiempo de atención personal y el pen-
sar que debía tener una preparación muy especializada para
atenderle fue, quizá, lo que me congeló en un principio.

Es verdad que nunca estamos completamente prepara-


dos para enfrentarnos a situaciones nuevas, sabemos que
sólo aprendemos cuando ya nos vemos involucrados y en-
frentamos la situación. Ahora la situación estaba aquí, espe-
rando lo mejor de mí como maestra y como persona.

Afortunadamente la escuela cuenta con un equipo


de apoyo proporcionado por la Unidad de Servicios de
Apoyo a la Educación Regular (USAER),8 que nos ayudó

8
De acuerdo con las Normas de inscripción, reinscripción, acreditación y
certificación para las escuelas de educación preescolar, primaria y secundaria
oficiales y particulares incorporadas al Sistema Educativo Nacional emitidas
por la SEP para el periodo escolar 2006-2007, las Unidades de Servicios de
Apoyo a la Educación Regular (USAER), son el servicio de educación espe-
cial encargado de apoyar el proceso de integración educativa de los alumnos
con necesidades educativas especiales en las escuelas de educación preescolar,
primaria y secundaria. Las unidades tienen las funciones de asesorar a pro-
fesores de grupo con estrategias específicas que faciliten la participación y
el aprendizaje de estos alumnos, orientar a los padres de familia, así como
brindar atención directa a los alumnos que lo requieran.
44
I.
¿Quiénes
somos?

en el proceso y orientó nuestros primeros pasos a seguir.


Después, con el transcurrir de los meses, fuimos asumiendo
una responsabilidad compartida que nos involucró en la
búsqueda de estrategias, actividades y materiales, realizando
juntos un trabajo de equipo.

Bueno, la primera situación a resolver fue establecer co-


municación con Julio y su familia, porque él presenta hi-
poacusia desde de nacimiento y por lo tanto carecía de un
lenguaje oral, utilizaba algunas señas naturales y otras pocas
en lenguaje manual para comunicarse.

La integración de Julio a la comunidad educativa re-


presentaba una necesidad práctica de comunicación. Cons-
cientes de esto, fuimos sensibilizando e involucrando de
manera paulatina a toda la escuela, no sólo maestros y maes-
tras, sino secretaria, intendente, personas de la cooperativa
escolar y hasta el personal de la tiendita del rumbo; por su-
puesto también a sus compañeros, ya que requeríamos que
Julio ampliara su campo de interacción y de alguna forma u
otra pudiera y pudiéramos comunicarnos.

Y… ya en el salón… día a día… ¿cómo le íbamos


a enseñar?

Llegó el primer día de clases con mi nuevo grupo, que in-


cluía a Julio. En las caritas de cada niño, por sus expresiones
de alegría, se notaba un poco de asombro al verse en un
nuevo salón y con nueva maestra; las expectativas de cada
niño y niña, y las mías como maestra, eran diferentes para
cada uno de ellos.

Iniciaba un nuevo ciclo de convivencia, aprendizaje y


situaciones enriquecedoras para todos. La primera actividad
de integración fue motivar a los niños y niñas para que
aprendieran otra forma de comunicarse a través del lenguaje

45
Familia

de señas, ahora haciéndoles ver que era una lengua9 que


nos permitiría establecer comunicación con más personas,
convivir con ellas, ayudarles a aprender y aprender de ellas
tantas cosas…

El trabajo en el aula fue diferente de lo realizado con los


grupos de ciclos anteriores, tengo varios años trabajando, y
fue hasta ahora, al enfrentarme a este tipo de situaciones, que
recapacité y mejoré algunas de mis metodologías y estrategias;
recurrimos más a las imágenes, a la mímica y dramatización;
trabajamos mucho más con materiales concretos y situacio-
nes de aprendizaje que daban continuidad al proceso que
se había iniciado, todo esto me llevó a enriquecer mi labor
como docente y las experiencias de todos los niños y niñas,
que aprendieron, además, a reconocer y respetar las diferen-
cias entre las personas y se fueron formando en un ambiente
de amistad, de apoyo mutuo y de respeto, que estoy segura
será parte de su esquema de valores para la vida.

Definitivamente esta época para mí fue un tiempo lleno


de experiencias, retos y satisfacciones porque aprendí de
mis alumnos, de los padres de Julio y del mismo Julio.
Aprendimos todos, todas las personas involucradas en esta
aventura educativa que aún no termina…

La maestra no sólo ha recibido la


responsabilidad de trabajar con un niño
con discapacidad, sino la oportunidad de
aportar su granito de arena en una ardua
labor que espera ser no sólo sostenida sino
incrementada por todas esas situaciones
que a la vez representarán la satisfacción de
un trabajo realizado profesionalmente.

9
De acuerdo con el Investigador Alejandro Oviedo, se llama “Lengua al siste-
ma de signos que es utilizado por una comunidad concreta para resolver sus
situaciones comunicativas”.

46
I.
¿Quiénes
somos?

“Del desconcierto a la adaptación”

Al igual que los padres y madres de familia, los maestros


y las maestras pocas veces están preparados para educar a
niños y niñas con discapacidad.

La primera reacción puede provocar desconcierto, ya


que el personal docente no sabe cómo tratar a sus alum-
nos por el desconocimiento acerca de la discapacidad que
presentan y por el miedo a cómo enfrentar esta situación,
sintiendo que no cuentan con los elementos específicos su-
ficientes para brindar una atención educativa de calidad.

Este miedo es producto muchas veces de la concepción


que tienen acerca de la discapacidad debido a la cercanía o
lejanía con ella. Pero al igual que las familias, los maestros y
maestras atraviesan por un proceso de adaptación que inicia
con la negación de sus potencialidades para hacer frente a
esta situación; después descubren sus habilidades y recu-
peran los conocimientos adquiridos a lo largo de su vida
profesional que pueden transferir a esta nueva experiencia,
y por último enriqueciendo y aprovechando las oportuni-
dades de actualización que este reto les demanda.

Recordemos que en generaciones pasadas, cuando no


existían los servicios de educación especial en México, las
maestras y maestros, con gran profesionalismo y entrega,
hacían gala de su creatividad y vocación para brindar la
atención educativa que requería la diversidad de alumnas y
alumnos que se daban cita en sus aulas.

47
Familia

ACTIVIDAD 6

Para maestros y maestras

A continuación sugerimos que contestes las


siguientes preguntas que te brindarán infor-
mación sobre tus sentimientos ante la disca-
pacidad de tus alumnos o alumnas:
Sí No
¿Tienes o has tenido alumnos o alumnas con
discapacidad o necesidades educativas especiales
en tu grupo?

En caso de ser afirmativa: ¿Qué sentimientos experi-


mentaste en esta situación? (Miedo, angustia, impoten-
cia, enojo, etcétera.)

¿Con quién compartiste estos sentimientos? (Familia-


res, compañeros de trabajo, amigos u otros.)

¿Quién te brindó apoyo para afrontar esta experiencia?

Nota: Si te es posible, comparte tus respuestas con los padres y madres de


tus alumnos o alumnas con discapacidad.

48
I.
¿Quiénes
somos

¿En esa experiencia, qué fortalezas descubriste en ti?

¿Estarías dispuesta(o) a compartir tus experiencias con


otros maestros o compañeros de trabajo? ¿Por qué?

ACTIVIDAD 7

Para padres y madres

Ahora que conoces los sentimientos de los maestros y


maestras al enfrentarse al desafío de edu-
car a alumnos y alumnas con discapacidad,
contesta las siguientes preguntas:

¿Qué diferencias o similitudes encuentras entre el pro-


ceso de adaptación de los maestros y maestras respecto
a lo que tú viviste?

¿Qué apoyos requieren los maestros y maestras para


adaptarse a la experiencia de tener alumnos y alumnas
con discapacidad en sus aulas?

49
Familia

¿Cómo podrías apoyar al maestro o maestra en su


transición del impacto por recibir a tu hijo o hija con
discapacidad, a la adaptación y descubrimiento de sus
potencialidades, para que le brinde una atención edu-
cativa de calidad?

Nota: Es importante que los maestros y


maestras busquen los espacios para que pue-
dan compartir experiencias, sentimientos y
conocimientos con sus pares, estableciendo
REDES DE MAESTROS Y MAESTRAS
APOYANDO A MAESTROS Y MAES-
TRAS, en sus comunidades educativas.

50
II.
¿Podemos
trabajar
de manera
colaborativa
familia
y maestros?
Los niños aprenden mejor
en las escuelas donde
existen buenas relaciones
entre padres y profesionales

51
II.
¿Podemos
trabajar...

II. ¿PODEMOSTRABAJAR DE MANERA


COLABORATIVA FAMILIA Y MAESTROS?

El trabajo colaborativo entre familia, maestros y maestras


de niños y niñas con discapacidad es muy importante. La
comunicación que exista entre ambas partes tiene como
finalidad ayudar a los alumnos y alumnas a lograr las metas
planteadas, así como optimizar su proceso educativo. El
apoyo que se les brinde en la casa y en la escuela será la
base para alcanzar el éxito.

En este capítulo se presenta, de manera general, lo que es


el trabajo colaborativo entre familia, maestros y maestras y la
importancia de la comunicación en el proceso educativo.

Los objetivos a lograr son:

• Analizar y describir las acciones a realizar para el tra-


bajo conjunto entre familia, maestros y maestras
• Destacar la importancia de la comunicación entre las
personas implicadas en el proceso educativo.

Los temas a desarrollar son los siguientes:

1. El trabajo colaborativo.
2. La importancia de la comunicación en el trabajo
conjunto.

1. Trabajo colaborativo

Trabajar en colaboración no quiere decir solamente que


uno o varios integrantes de la familia asistan juntos, apoyen
en el mantenimiento del plantel, firmen la libreta de reca-
dos o la boleta de calificaciones, participen en actividades
sociales y recreativas, asistan a convivencias, entre otras;
tampoco es sólo cumplir con lo solicitado para la realiza-

53
Familia

ción de una actividad o evento (como una monografía,


material de desecho, llevar al niño disfrazado, atender un
puesto en una kermés para recabar fondos, o algo así); ni
únicamente que los maestros y las maestras asignen tareas
para que los padres y las madres las realicen en casa con los
hijos, o que informen acerca de las calificaciones de nues-
tros alumnos y alumnas.

Para trabajar de manera colaborativa es importante to-


mar en cuenta los siguientes aspectos:

• Detectar las necesidades y fortalezas de las familias de


la comunidad educativa.

• Establecer un plan de trabajo, con base en esas nece-


sidades y fortalezas, que contemple la sensibilización
hacia las bondades del trabajo colaborativo.

• Si se detectan alumnos con algún signo de discapacidad


o necesidades educativas especiales, elaborar estrategias
que permitan a la familia atender los requerimientos
para contribuir al logro de los propósitos educativos.

• Identificar lo que el niño o la niña puede y no puede


realizar (fortalezas y debilidades) con base en el cono-
cimiento, la experiencia y la observación cotidiana en
los ámbitos familiar y escolar.

• Diseñar las adaptaciones curriculares, de acuerdo con


las características personales del alumno.

• Plantear estrategias para que los niños y niñas con discapa-


cidad consigan realizar las actividades de la mejor manera.

• Fomentar la participación activa y constante de la fa-


milia para conformar un equipo de trabajo cuyo ob-
jetivo sea la integración educativa del niño o niña con
discapacidad en la escuela.
54
II.
¿Podemos
trabajar...

Las familias tienen el derecho y la obligación de


participar activamente con los maestros y las maes-
tras de grupo y de educación especial para contri-
buir al logro educativo del alumno o alumna con
necesidades educativas especiales. La comunicación
efectiva y veraz entre todos proporciona una rela-
ción estrecha, de confianza y de cooperación.

ACTIVIDAD 8

Para la familia

Presentamos a continuación algunos indica-


dores que permiten conocer cuál es el tipo de
relación que existe entre familia y escuela.

Te invitamos a contestar con veracidad, ya que esto te


permitirá emprender acciones para mejorar tu relación
con los maestros y las maestras.

Sí No ¿Por qué?
¿Reconoces que los maestros son tus mejores
aliados en la educación de tu hijo o hija?
¿Te acercas a los maestros(as) de tu hijo(a) para
pedirles ayuda, sugerencias y apoyo?
¿Planteas tus expectativas, metas y sugerencias
respecto a la educación de tu hijo(a) para esta-
blecer logros que se puedan alcanzar?
¿Participas en las actividades que proponen los
maestros y maestras para integrar a tu hijo(a) en
la escuela?

55
Familia

Sí No ¿Por qué?
¿Realizas las actividades que los maestros(as)
proponen para apoyar a tu hijo(a) en casa y su-
gieres otras actividades?
¿Compartes con los(as) maestros(as) la relación
que tiene tu hijo(a) con sus hermanos, primos,
vecinos y otros familiares?
¿Preguntas a los maestros(as) cómo trabajan con
tu hijo(a) en la escuela?
¿Solicitas al maestro(a) observar a tu hijo(a) en
las actividades que cotidianamente realiza en la
escuela?
¿Aportas sugerencias al maestro(a) que puedan
ser útiles en el desarrollo de las actividades de tu
hijo(a) en la escuela?
¿Tienes disposición para aprender más acerca
de los apoyos que le puedes brindar a tu hijo(a),
para favorecer su aprendizaje?
¿Tomas en cuenta las inquietudes e intereses de
tu hijo(a) y las comentas con el maestro o la
maestra?
¿Escuchas al maestro(a) y le das la oportunidad
de que exprese sus inquietudes respecto a tu
hijo(a)?

Las respuestas afirmativas te indican las fortalezas


con las que cuentas, y las negativas te permitirán ubicar
tus necesidades y, por lo tanto, te darán la pauta sobre
los aspectos que tienes que trabajar para mejorar tus
relaciones con los maestros y maestras permitiendo es-
tablecer un trabajo colaborativo.

56
II.
¿Podemos
trabajar...

ACTIVIDAD 9

Para maestros y maestras

Algunos indicadores que permiten conocer cuál es el


tipo de relación que existe entre familia y escuela son
los que a continuación presentamos.

Al igual que a la familia, te invitamos a


contestar con veracidad, ya que esto te per-
mitirá emprender acciones para mejorar tu
relación con las familias.

Sí No ¿Por qué?
¿Reconoces que en la educación de tu
alumno(a) su familia es tu mejor aliada?
¿Te acercas a la familia de tu alumno(a) para
pedirle ayuda, sugerencias y apoyo?
¿Planteas a la familia de tu alumno(a) tus expec-
tativas, metas y sugerencias respecto a los resul-
tados educativos que se puedan alcanzar?
¿Permites la participación de la familia como
parte del equipo de trabajo en las activida-
des que propone la escuela para integrar a los
alumnos(as)?
¿Tomas en cuenta las actividades que propo-
ne la familia para apoyar a tu alumno(a) en la
escuela?
¿Compartes información con la familia acerca de
la relación que tiene tu alumno(a), con el resto
de la comunidad educativa (compañeros, otros
maestros, personal de intendencia, etcétera)?
¿Preguntas a la familia cómo apoyan a su hijo(a)
en casa para realizar las tareas escolares?

57
Familia

Sí No ¿Por qué?
¿Promueves espacios en la escuela para que la
familia observe a su hijo(a) realizar sus activida-
des cotidianas de aprendizaje?
¿Aportas sugerencias a la familia que puedan ser
útiles en el desarrollo de las actividades de su
hijo(a) en casa?
¿Tienes disposición para brindar sugerencias a la
familia acerca de los apoyos que pueden dar a su
hijo(a) para favorecer su aprendizaje?
¿Tomas en cuenta las preferencias de tu
alumno(a) y las comentas con su familia?
¿Escuchas a la familia y le das la oportunidad
de que exprese sus inquietudes respecto a su
hijo(a)?

Las respuestas afirmativas te indican las fortalezas


con las que cuentas, y las negativas te permitirán ubicar
tus necesidades y, por lo tanto, te darán la pauta sobre
los aspectos que tienes que trabajar para mejorar tus re-
laciones con la familia y, con ello, permitir un trabajo
colaborativo.

58
II.
¿Podemos
trabajar...

Alternativas para mejorar las relaciones de trabajo entre


familia, maestros y maestras:

• Establecer alianzas.

Considera que la mejor alianza que se puede estable-


cer en las comunidades educativas es entre padres,
madres y maestros(as).

• Pedir ayuda.

Acepta que tanto padres y madres como maestros y


maestras requerimos apoyarnos mutuamente para lo-
grar los propósitos educativos.

• Hablar claro.

Sé consciente que la comunicación permanente y efec-


tiva entre todos los integrantes del proceso educativo
es la base para alcanzar las metas de manera exitosa. Por
tanto plantea expectativas y metas alcanzables y aporta
las sugerencias que consideres necesarias.

• Participar y permitir que otros participen.

Propicia la participación en las diversas actividades de


la comunidad educativa porque fortalece la integra-
ción de los alumnos y alumnas.

• Solicitar y compartir información.

Brinda y pide información sobre las relaciones que


establece el(la) alumno(a) respecto a su forma de tra-
bajo o las actividades que cotidianamente realiza tanto
en la comunidad educativa como en su casa, ya que
permite crear mejores estrategias para su integración
en la comunidad.

59
Familia

• Tener buena disposición.

Mantente alerta y dispuesto a dar y recibir informa-


ción, aportar sugerencias, apoyos, entre otros, para
favorecer el aprendizaje de los alumnos y alumnas.

• Reconocer que todos somos importantes.

Escucha y toma en cuenta las necesidades, preferen-


cias e inquietudes que expresan los alumnos, alumnas,
padres, madres, maestros y maestras, ya que confirma
la importancia del trabajo en equipo.

2. La importancia de la comunicación
en el trabajo conjunto

Comúnmente la familia considera que los maestros y las


maestras tienen mayores conocimientos sobre lo que requie-
ren sus hijos e hijas, y deja a los docentes tomar las decisio-
nes acerca de las estrategias educativas que han de llevarse
a cabo en las escuelas; esto de alguna manera es cómodo,
pues ante un posible fracaso puede culpar únicamente a los
maestros(as) y, de esa forma, evadir la responsabilidad.

Por el contrario, frecuentemente los maestros y maestras


piensan que el trabajo que realizan es digno de ser recono-
cido por la familia, y cuando no rinde los frutos deseados,
aseguran que es porque la familia no colabora de manera
adecuada, ya sea por no asistir a la junta que fueron convo-
cados o bien por no apoyar en la elaboración de las tareas
en casa, entre otras muchas cuestiones.

Por lo anterior, es importante propiciar un cambio de


actitud en ambas partes con la finalidad de trabajar juntos
en un marco de respeto, cooperación, compromiso e in-
terés. La meta compartida y por alcanzar es que los niños
y niñas logren los objetivos propuestos, que fortalezcan sus
60
II.
¿Podemos
trabajar...

potencialidades. Es evidente que al obtener los resultados


planteados la familia y los profesionales experimentarán
una gran satisfacción que repercutirá en su autoestima y
fortalecerá el entusiasmo para seguir adelante.

La comunicación efectiva permite el entendimiento


entre las personas a través del diálogo. Para tener una co-
municación efectiva se debe saber claramente qué se quiere
lograr. Todos nos comunicamos con la intención de que
a nuestro interlocutor le sirva la información que estamos
compartiendo, y viceversa.

Es importante reconocer que cada quien tenemos creen-


cias, valores y experiencias cotidianas que se manifiestan a
la hora de interactuar con los demás.

Si queremos lograr una verdadera comunicación, nues-


tras palabras deben ser congruentes con nuestro lenguaje y
con nuestras acciones.

La comunicación entre todas las personas involucradas


en la educación propiciará un conocimiento más profundo
e integral acerca de las necesidades y fortalezas de los niños
y niñas con discapacidad, lo que redundará en la calidad de
la atención que reciban en la escuela y en el hogar, además
de incrementar su rendimiento en estos ambientes, e inclu-
so en los demás.

La comunicación efectiva entre familia, profe-


sionales, alumnos y alumnas acerca de las metas
que deseamos alcanzar y las estrategias a seguir
para lograrlas es lo que permitirá desarrollar
trabajos exitosos.

61
Familia

El caso de Alejandra…

Alejandra es una niña de siete años, alegre, vivaracha y muy


sociable, con discapacidad intelectual, como consecuencia
de mala oxigenación al nacer.

Sus padres siempre han buscado las mejores alternativas


para contribuir al desarrollo de sus potencialidades. Ac-
tualmente cursa el primer año de primaria en una escuela
regular. Como su mamá es maestra de baile folklórico, la
integró a un grupo de niñas para que ella también aprenda
a bailar.

Desde que Alejandra llegó a la escuela fue recibida con


gran entusiasmo por su maestra y compañeritos(as) de clase;
todos querían compartir su desayuno con ella y apoyarla en
lo que se le ofreciera, como ir a comprar a la cooperativa,
enseñarle dónde está el baño y hasta cargarle la mochila.

Su maestra inmediatamente solicitó los servicios de los


profesionales de la USAER, quienes acudieron al llamado,
aplicaron entrevistas a su familia y le ofrecieron diversas es-
trategias para implementarlas en el aula, mientras elabora-
ban la evaluación psicopedagógica y la propuesta curricular
adaptada para Alejandra.

Es importante señalar que en todas las acciones ha par-


ticipado la familia y ha recibido orientaciones para apro-
vechar las oportunidades de aprendizaje que se presentan
cotidianamente. Juntos han aprendido que la comunica-
ción entre las personas implicadas es fundamental.

El maestro de educación física y la maestra de música


han participado de manera comprometida en este proyec-
to, y voluntariamente solicitaron ser parte del equipo en
beneficio no sólo de Alejandra sino de todos sus alumnos
y alumnas.

62
II.
¿Podemos
trabajar...

Gracias a este trabajo en equipo los avances de Alejan-


dra han sido notables, aunque no va al mismo ritmo que
los demás compañeros(as) su familia se siente muy contenta
porque está aprendiendo a leer y a contar, pero sobre todo
porque está integrada, al igual que las demás niñas y niños,
a la dinámica de la escuela.

El miedo inicial que tienen los padres


y madres de incorporar a su hija o hijo con
discapacidad a la escuela regular se disipa al
sentir el apoyo y orientación para realizar, de
manera conjunta con los maestros(as) y la
comunidad educativa en general, el programa
educativo del alumno o alumna.

63
Familia

ACTIVIDAD 10

Para todos

1. De acuerdo con las lecturas sobre el


trabajo colaborativo, la comunicación y
el caso de Alejandra completa la tabla que
aparece a continuación.

Te proponemos que justifiques tu respuesta, ya que


ello te dará la pauta para sugerir acciones concretas para
tus alumnos(as) o hijos(as).

Respuestas Respuestas
Reflexiones de maestros de
y maestras la familia
¿Crees que realizaron una detección de
fortalezas y necesidades de Alejandra?
¿Consideras que la familia participó
de manera conjunta con los maestros y
maestras en la evaluación psicopedagó-
gica y en la realización de la propuesta
curricular adaptada de Alejandra?
¿Las estrategias propuestas han sido reali-
zadas con la participación de la comuni-
dad educativa?
¿Consideras que los principales avances
de Alejandra se deben solamente a las fa-
cilidades otorgadas por la escuela?
¿Crees que el éxito de este caso se debe
exclusivamente a que la familia asistía de
manera constante a la escuela?
¿A qué atribuyes el que se haya dado una
comunicación efectiva entre la familia,
maestras y maestros?

64
II.
¿Podemos
trabajar...

2. Te proponemos que ahora realices el


ejercicio anterior, teniendo en cuenta
el caso de tu hijo(a) o alumno(a).

Respuestas Respuestas
Reflexiones de maestros de
y maestras la familia
¿Crees que realizaron una detección de
fortalezas y necesidades del niño o niña?
¿Consideras que la familia, los maestros y
maestras participaron de manera conjun-
ta en la evaluación psicopedagógica y en
la realización del programa educativo del
niño o niña?
¿Las estrategias propuestas han sido reali-
zadas con la participación de la comuni-
dad educativa?
¿Consideras que los principales avances
del niño o niña se deben solamente a la
aceptación de la escuela?
¿Crees que el éxito de este caso se debe
exclusivamente a que la familia asistía de
manera constante a la escuela?
¿A qué atribuyes el que se haya dado
una comunicación efectiva entre familia,
maestras y maestros?

3. De acuerdo con la información que se


obtuvo de la tabla anterior, ¿qué sugeren-
cias harías para el trabajo que se realiza res-
pecto a tu hijo(a) o alumno(a)?

65
Familia

Nombre del alumno:

Sugerencias de la fa-
Sugerencias de la maestra(o)
milia

4. Familia, maestras y maestros pueden


integrar las ideas, estrategias y sugerencias
obtenidas en los ejercicios anteriores para
complementar su propuesta curricular adap-
tada (ver capítulo III, actividad 12).

Alternativas de trabajo entre padres, madres, maestros


y maestras:

Algunas de las estrategias que se pueden utilizar para


favorecer el trabajo colaborativo son:

• Conocer a los(as) alumnos(as).

Realizar la evaluación psicopedagógica permite co-


nocer las fortalezas y necesidades de los alumnos(as) y
el contexto donde se desenvuelven para establecer su
programa educativo.

• Establecer una propuesta curricular adaptada.

Desarrollar un programa con apoyos específicos basa-


do en las características personales de cada alumno(a)
permite atenderles con calidad y equidad.
66
II.
¿Podemos
trabajar...

• Ponerse en acción.

Participar con entusiasmo, apertura, interés y buena


voluntad facilita el trabajo colaborativo.

• Ponerse en sintonía.

Perseguir el mismo objetivo con estrategias definidas


por todos y una actitud positiva permite alcanzarlo
más fácilmente.

Estrategias de trabajo entre familia,


maestros y maestras

Como hemos señalado, familia, maestras y maestros deben


tener conocimiento del trabajo que se realiza con los alum-
nos o alumnas, tanto en la casa como en la escuela; también
deben conocerse entre sí para poder diseñar un progra-
ma de trabajo que dé respuesta al proyecto escolar de ma-
nera positiva.10

Algunas estrategias a implementar en este programa


podrían ser:

Planear reuniones de trabajo:

• Para identificar las necesidades y las fortalezas de las


familias, los maestros, las maestras, los alumnos y
las alumnas.

• Para elaborar la evaluación psicopedagógica y las


adecuaciones curriculares.

10
Iván García Escalante, La integración educativa en el aula regular. Principios, fina-
lidades y estrategias, SEP, México, 2000, p. 35.

67
Familia

• Para revisar el progreso de los alumnos y las alum-


nas, con base en la propuesta curricular adaptada.

• Para estudiar casos específicos.

• Para establecer círculos de estudio. (Manejo de


comportamiento, características de las diferentes
discapacidades y necesidades educativas especiales,
etapas de desarrollo, apoyos académicos y socio-
adaptativos, etcétera.)

• De padres y madres apoyando a padres y madres.

• De capacitación y actualización tanto de familias


como de profesionales.

• De orientación en el hogar y en la escuela para


desarrollar programas de comportamiento de los
alumnos y las alumnas.

• De orientación para el seguimiento curricular en el


hogar.

Establecer vínculos casa-escuela:

• Emplear de manera formal contactos escritos o bien


telefónicos.

• Realizar visitas al hogar, por parte de maestros y


maestras, trabajadores sociales y otros interesados.

• Crear una estrategia de seguimiento y evaluación


del programa educativo personalizado en casa.

Comunicación escrita:

• Conservar los registros de las evaluaciones en el


hogar y en la escuela.
68
II.
¿Podemos
trabajar...

• Emplear una libreta para la comunicación diaria o se-


manal entre el hogar y la escuela.

• Ofrecer folletos informativos para sensibilizar a la co-


munidad y orientar a familia, maestros y maestras.

• Sensibilizar, comunicar e informar a la comunidad


educativa a través de pizarrones informativos, boleti-
nes escolares, periódicos murales u otros impresos.

Es importante que familia, maestros y maestras


establezcan vías de colaboración y ayuda que
les permitan cumplir con las tareas en un clima
de respeto. Además que se acompañen en la
toma de decisiones respecto a las estrategias que
faciliten el desarrollo educativo de las alumnas
y los alumnos.

69
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

III. ¿CÓMO Y EN QUÉ PARTICIPAMOS?

El proceso por el cual podremos recabar información re-


levante de los niños y niñas con discapacidad es conocido
como evaluación psicopedagógica; representa un punto de en-
cuentro en donde familia, maestros y maestras conjuntan la
información que cada uno tiene acerca de los alumnos y las
alumnas, permitiendo orientar las acciones y dar respuesta
a sus necesidades educativas especiales.

Una vez que se tiene información del alumno y del


contexto en el que se desenvuelve, es necesario especificar
los apoyos que se le ofrecerán; en este sentido la propuesta
curricular adaptada es el documento que plasma, con base
en las necesidades del alumno o alumna, una estrategia de
apoyo para el logro educativo.

El objetivo de este capítulo es destacar la importancia que


tiene la colaboración entre los involucrados en el proceso
educativo de los alumnos y alumnas con discapacidad.

Para lo cual se abordan dos temas:

1. La evaluación psicopedagógica.

2. La propuesta curricular adaptada.

1. La evaluación psicopedagógica

La historia de Serafín…

Serafín es un chico de 14 años, unos amigos de su papá


que vivían en el extranjero y que visitaban por primera vez
Campeche le trajeron de regalo un lujoso abrigo. Aunque
Serafín agradeció el regalo por cortesía, la verdad es que

73
Familia

nunca lo usó, no lo necesitaba, él hubiera preferido que le


regalaran una playera de su grupo de rock favorito.

• ¿Consideras que los amigos extranjeros conocían a


Serafín lo suficiente para regalarle un abrigo?

• ¿Tomaron en cuenta que el contexto donde vive Se-


rafín es cálido y húmedo?

• ¿Serafín necesitaba el abrigo?

• ¿Por qué no resultó apropiado el abrigo para Serafín,


aunque había sido regalado con muy buena voluntad?

¡Se necesita conocer a la persona y a su


contexto para poder determinar cuáles son
sus necesidades!

Así como es necesario e importante saber los gustos,


preferencias y características de las personas para hacerles
un regalo, también en la escuela resulta indispensable co-
nocer las características de los alumnos y las alumnas que
presentan necesidades educativas especiales para enseñarles
de manera adecuada y propiciar su aprendizaje.

Por ello, en el caso de los alumnos y alumnas que pre-


sentan un ritmo para aprender marcadamente diferente al
resto de sus compañeros y compañeras es imprescindible
conocer muy bien sus características y las de su contexto
para poder determinar sus necesidades específicas y ofrecer
los apoyos que requerirán para continuar aprendiendo.

Esta información se concentra en la evaluación psico-


pedagógica y es necesario que participen en su elaboración

74
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

tanto los familiares de los alumnos y alumnas como sus


maestros y maestras.

¡Conociendo al alumno o alumna podemos saber


qué necesita!

Un caso…

En la escuela primaria Emiliano Zapata el maestro Car-


los, que atiende el 4° grado, decidió hacer una evaluación
psicopedagógica a Esther porque a pesar de que puso en
práctica nuevas estrategias de enseñanza y elaboró algunos
materiales didácticos y organizó a sus alumnos y alumnas
para trabajar en equipo no logró que Esther aumentara su
periodo de atención; continuó saliéndose del salón y agre-
diendo a algunos de sus compañeros y compañeras.

El profesor Carlos ya tenía registradas algunas observa-


ciones que hizo las últimas semanas (estilo de aprendizaje,
motivación para aprender, momentos del día en que tiene
mayor atención, formas en que mejor trabaja, entre otras).
Además platicó con la maestra Martha, de 2° grado, quien
en el ciclo escolar pasado había tenido un niño con con-
ductas muy similares a las de Esther.

Para poder recabar información y organizarla, el maestro


Carlos necesitó tiempo y la participación de otras personas,
así que se acercó al director, le comentó la situación de
Esther, de la pertinencia de realizar la evaluación psicope-
dagógica y le solicitó lo siguiente:

• Disponer de una hora y media a la semana, esto sólo


sería posible solicitando al maestro de educación física
que adelantara su clase una hora, para juntarla con
el recreo.

75
Familia

• Pedir que el o la practicante se quedara atendiendo


a los alumnos y alumnas de la maestra Martha para
que ella participara en la reunión de la evaluación
psicopedagógica.

• Solicitar por escrito la presencia del padre y la madre


de Esther.

La reunión se llevó a cabo, el director se interesó y estu-


vo presente; como él también había sido maestro de grupo
pudo aportar algunas ideas. La participación del padre y la
madre fue muy importante, porque lograron proporcio-
nar información del comportamiento de Esther en casa y
conocer qué hace su hija en la escuela. Finalmente deter-
minaron algunos apoyos que se le brindarían tanto en la
escuela como en casa.

Manos a la obra…

Antes de iniciar el trabajo colaborativo es importante que


familia, maestros y maestras se conozcan.

Seguramente se cuestionará: “¿conocernos?, pero si nos


vemos a diario...”

Algunos de los integrantes de la familia “ven” casi todos


los días al maestro o a la maestra cuando llevan o recogen
al niño o niña en la escuela.

El maestro o maestra “conoce” a la mayoría de los pa-


dres, las madres y hasta las abuelitas y abuelitos de sus alum-
nos y alumnas, pues por lo general los convoca a una junta
al inicio del ciclo escolar, o bien platica con algunos de
ellos a la hora de la salida de la escuela antes de ir a casa.

76
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

Es importante reflexionar si estos encuentros esporádicos


y fugaces aportan suficientes elementos para trabajar cola-
borativamente en favor de los propósitos educativos.

Seguramente no, así que deberemos buscar momentos


formales donde de manera conjunta se intercambie infor-
mación acerca de los alumnos y las alumnas para apoyar sus
aprendizajes.

Cuando la maestra o el maestro requiere conocer espe-


cíficamente a un alumno o alumna y su contexto y decide
realizar la evaluación psicopedagógica se hace necesario
planear una serie de reuniones con el padre y la madre para
que proporcionen información sobre las características del
hijo o hija.

Es decir, resulta necesario efectuar diferentes tipos de


observación al alumno o alumna en los contextos donde se
desenvuelve (en el salón de clases, educación física, música
y demás clases que reciba, así como en los diversos espacios
durante el recreo o la salida); además es importante analizar
los cuadernos, libros y diferentes trabajos que elabora el
alumno o alumna. Todo ello con el fin de conocer su estilo
de aprendizaje, su nivel de competencia curricular, los mo-
mentos del día en que está más motivado(a) para aprender,
las actividades que más se le facilita realizar. También será
necesario percatarse de cómo se relaciona con sus compa-
ñeros y compañeras; de la actitud que tienen el resto de los
alumnos y alumnas con él; y, por supuesto, de los apoyos
que sus maestros o maestras le proporcionan y las estrate-
gias de enseñanza que utilizan, entre otras.

En el siguiente cuadro se muestra la información que


tanto la familia como los maestros y maestras pueden pro-
porcionar en el proceso de evaluación psicopedagógica.

77
Familia

Información que proporcionan Información que proporcionan


las familias los maestros y las maestras
2. Motivo de la evaluación. El maestro o
1. Datos personales, como nombre del alum-
maestra destaca la razón por la cual se
no o alumna, fecha de nacimiento, do-
determinó evaluar al alumno o alumna
micilio; nombre del padre y de la madre,
y las acciones que se han realizado para
edad, escolaridad, ocupación; personas
apoyarlo en el logro de los aprendiza-
con las que vive el alumno o alumna.
jes escolares.
3. Apariencia física. Dar a conocer los rasgos físicos de alumnos y alumnas, como estatu-
ra, peso y postura. También algunas señas particulares como el tipo de alimentación,
cuidado de su persona y atención que recibe de sus familiares.
4. Información sobre la actitud, compor-
tamiento, interés y cooperación que
muestra el alumno o alumna, así como
el compromiso que manifiestan los pa-
dres y madres, asistencia y puntualidad
a cada sesión que se programe para la
evaluación.
5. Situación actual. Familia, maestros y maestras deberán brindar información sobre:

a) Aspectos generales del alumno o alumna, como el desarrollo en el área intelectual,


motora, comunicación, adaptación e integración social y emocional.
b) Nivel de competencia curricular. El
maestro o maestra determina lo que el
alumno o alumna es capaz de hacer res-
pecto a los propósitos y contenidos de
las diferentes áreas del currículo escolar:

• Qué sabe, qué conoce y qué sabe


hacer en relación con sus compa-
ñeros y compañeras del grupo al
que pertenece.

c) Estilo de aprendizaje y motivación para aprender. Aspectos a explorar:

• Condiciones físico-ambientales donde el alumno o alumna trabaja con mayor


comodidad tanto en la escuela como en casa: nivel de ruido, luz, ubicación del
alumno o alumna en el aula y en la casa.
• En la escuela, cómo trabaja en agrupamientos: pareja, con el grupo o solo.
• En casa: cómo y con quién realiza mejor las tareas escolares.
• El alumno o alumna debe brindar información de estos aspectos para conocer sus
gustos, preferencias e interés por el trabajo grupal.

78
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

• Los intereses del alumno o alumna en relación con los contenidos y actividades en
las que se siente seguro y cómodo tanto en la escuela como en casa.
• El nivel de atención del alumno o alumna en cuanto a los momentos del día en que
se puede concentrar en una actividad y cómo se puede captar mejor su atención.
• Las estrategias que utiliza para solucionar las tareas, si es reflexivo(a), impulsivo(a),
si tiene errores frecuentes, así como los recursos que utiliza.
• La forma en que valora su propio esfuerzo y la satisfacción que muestra ante el
trabajo que realiza además de los estímulos que son positivos.

e) Los factores que favorecen u obstacu-


d) Aspectos relevantes del entorno sociofami- lizan el proceso de aprendizaje del
liar que pueden favorecer o dificultar su alumno o alumna en el aula, en cuanto
proceso de aprendizaje. a la planificación educativa y el estilo
de enseñanza del maestro o maestra.

Después de recabar la información acerca del alumno o


alumna, y de los contextos en donde participa, es indispen-
sable que tanto la familia como los maestros y maestras se
reúnan nuevamente para analizar y sistematizar la informa-
ción en un informe.

En el informe de la evaluación psicopedagógica se precisan las


necesidades educativas especiales que requieren los alumnos
o alumnas y se definen los recursos y apoyos profesionales,
arquitectónicos y curriculares que se necesitan para que el
alumno o alumna logre los propósitos educativos.11

11
SEP Normas de inscripción, reinscripción, acreditación y certificación para
las escuelas de educación preescolar, primaria y secundaria oficiales y parti-
culares incorporadas al Sistema Educativo Nacional 2006-2007, Dirección
General de Acreditación, Incorporación y Revalidación, México, 2006.

79
Familia

Familia, alumnos, alumnas, maestros,


maestras y especialistas contribuyen en el
diseño conjunto de la propuesta educati-
va para dar respuesta a las necesidades del
alumno o alumna.

Cuando la escuela no cuenta con el apoyo de educación


especial, el maestro o maestra de grupo puede solicitar la
ayuda de otros docentes y del director o directora para que
de manera colegiada determinen las estrategias de apoyo. Si
el caso lo amerita y se requiere realizar alguna evaluación
específica, como auditiva, de la visión, pruebas psicológi-
cas, entre otras, se puede buscar apoyo en las organizacio-
nes de la sociedad civil o bien en instituciones del sector
salud (DIF, IMSS, entre otras).

¡Es indispensable la información que


puede proporcionar la familia en la eva-
luación psicopedagógica!

80
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

ACTIVIDAD 11

Para todos

Conociendo al alumno o alumna y a


su contexto

En la siguiente actividad, te sugerimos que realices


un ejercicio sobre la evaluación psicopedagógica de tu
hijo, hija, alumno o alumna.

Completa el siguiente esquema que enlista la in-


formación que se requiere para conocer al alumno o
alumna y a su contexto.

¿Quién proporciona la información? ¿Cómo obtener


Características
la información?
Maestro Familia Especialista Otro
1. Datos personales

2. Apariencia física
3. Conducta
4. Antecedentes del desarrollo
(embarazo, antecedentes,
herencia familiar, desarrollo
motor, desarrollo del lengua-
je, historia médica y escolar)
5. Situación escolar actual
(aspectos generales sobre
las áreas intelectual, motriz,
comunicativo-lingüística, de
adaptación e inserción social
y emocional; nivel de com-
petencia curricular, estilo de
aprendizaje y motivación
para aprender; información
relacionada con su contexto
escolar y sociofamiliar).

81
Familia

¿Quién proporciona la información? ¿Cómo obtener


Características
la información?
Maestro Familia Especialista Otro
6. Análisis de resultados
7. Conclusiones y recomenda-
ciones

Lo más relevante de esta evaluación es que brinda


información precisa sobre el estilo y ritmo de aprendi-
zaje del alumno o alumna, sus competencias curricula-
res, su interacción con el grupo y los aspectos específi-
cos de la discapacidad que impactan en los procesos de
enseñanza y aprendizaje, entre otros, así como del con-
texto en donde el alumno o alumna se desenvuelve.

2. La propuesta curricular adaptada

El ideal es que todos los niños y las niñas compartan los


mismos espacios escolares y la misma educación. Lo que
puede y debe variar son los apoyos que se ofrezcan a los
alumnos y las alumnas con necesidades educativas espe-
ciales, ya que el éxito de su integración depende funda-
mentalmente de las estrategias y recursos que les brinden
tanto la escuela como su entorno. Por ello, la elaboración y
seguimiento de la propuesta curricular adaptada del alum-
no o alumna es un medio indispensable para especificar y
evaluar los apoyos que requieren.

En este apartado conoceremos la importancia de realizar


una planeación educativa basada en las fortalezas y necesi-
dades de los alumnos y alumnas con necesidades educativas
especiales, además de la relevancia que tiene la participa-

82
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

ción de padres, docentes y profesionales de educación es-


pecial, en su elaboración.

El objetivo es definir la propuesta curricular adaptada,


así como caracterizar los elementos que la conforman.

¿Qué es la propuesta curricular adaptada?

La propuesta curricular adaptada es una herramienta que


permite especificar qué apoyos necesita el alumno o alum-
na y determinar quién y cómo se le darán. Si estos apoyos
se plasman por escrito en un documento, como lo es la
propuesta curricular adaptada, resultará fácil evaluar si fa-
vorecen o no el aprendizaje del alumno o alumna.

La elaboración de la propuesta recupera la información


obtenida en la evaluación psicopedagógica y la planeación
que el maestro o la maestra realiza para todo el grupo; ade-
más debe incluir:

• Información sobre fortalezas y debilidades del alumno


o alumna en las distintas áreas.

• Las principales necesidades detectadas.

• Los propósitos educativos (sobre todo aquellos que


serán distintos al resto de los compañeros y compañe-
ras del salón).

• Las adecuaciones de acceso (en caso de ser necesarias).

• Las modificaciones que será necesario realizar en la


metodología, en la evaluación y/o en los contenidos.

• Los tipos de ayudas personales o técnicas que requeri-


rá el alumno o alumna en su proceso educativo.

83
Familia

• El apoyo que demanda el alumno o alumna del per-


sonal de educación especial (en caso que lo haya).

• Los compromisos que asumirán los distintos involu-


crados (familia, maestros y maestras).12

En la elaboración y seguimiento de esta propuesta cu-


rricular adaptada deben participar los maestros y maestras
de grupo, la familia y el personal de educación especial en
caso de que lo haya.

Es importante reconocer que la propuesta curricular


adaptada es útil para:

1) Formalizar las decisiones tomadas respecto a la res-


puesta educativa que se ofrecerá al alumno o alumna.

2) Llevar un seguimiento puntual de los avances del


alumno o alumna.

3) Dotar tanto al personal de educación regular y espe-


cial como a los padres y madres de familia del registro
de la planeación específica para el alumno o alumna y de
los resultados obtenidos.

4) Documentar los avances en los compromisos asumi-


dos por los distintos servicios y personal involucrados,
así como las relaciones establecidas.

5) Reorientar el proceso de atención en caso de ser


necesario.

6) Determinar prioridades constantemente.

12
SEP Programa Nacional de Fortalecimiento de la Educación Especial y la Integración
Educativa, Dirección General de Investigación Educativa, Subsecretaría de
Educación Básica y Normal, México, 2002.

84
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

La propuesta curricular adaptada debe elaborarse para


los alumnos y alumnas que requieran adecuaciones signi-
ficativas, es decir, quienes necesiten ajustes importantes a
lo que el maestro o maestra realizará con el resto de los
compañeros y compañeras, por ejemplo modificaciones en
los contenidos o propósitos.

Dicha propuesta será el parámetro para evaluar al


alumno o alumna y tomar las decisiones relacionadas con
la promoción.

¡Con apoyos es más fácil!

A continuación te presentamos un ejemplo de adecuacio-


nes curriculares realizadas por una maestra de escuela pri-
maria regular.

Adecuaciones curriculares

Ximena cursa el tercer grado de primaria, tiene nueve años,


es una niña muy querida por sus compañeros y compañeras
de grupo y de toda la escuela en general.

Ximena presenta discapacidad intelectual y por ello al-


gunos movimientos incoordinados; se comunica solamente
a través de palabras-frase;13 reconoce fácilmente su nombre
y los de algunos compañeros y compañeras; cuando hace
un trabajo escribe su nombre, sin embargo, aún no lee ni
escribe como el resto del grupo.

La semana pasada la maestra Elena, que tiene a su cargo


a Ximena, hizo la siguiente planeación de actividades en la
asignatura de español:

13
Palabras-Frase. Es cuando los alumnos utilizan sólo una palabra para expre-
sarse. Ejemplo: dicen pan, para expresar que es la hora de la comida.

85
Familia

Propósitos

• Que el alumno redacte e intercambie mensajes.

• Que reconozca y use sinónimos y adjetivos calificativos.

Actividades y adecuaciones

Organizaré al grupo en cinco equipos, a Ximena la sentaré


en el equipo de Joaquín y Karla (con Joaquín se lleva muy
bien y Karla es muy buena en español).

A cada equipo le pediré que elija un cuento de la bi-


Blioteca de Aula y hagan una lectura compartida, Ximena
puede seguir con su dedo el avance de la lectura que hagan
en voz alta sus compañeros de equipo.

Después cada alumno escribirá un mensaje relacionado


con la historia dirigido a uno de los personajes del cuento
que el equipo eligió.

Invitaré a Ximena que piense en algo que quisiera de-


cirle a alguno de los personajes, luego ella podrá compartir
su mensaje con su equipo, uno de sus compañeros lo escri-
birá en una tarjeta y ella lo copiará en otra.

Solicitaré a los alumnos que intercambien sus frases y


después que las lean, escriban la misma idea pero con otras
palabras. A partir de la frase que le tocó a Ximena le leeré
una palabra y le ofreceré de manera oral algunos sinónimos
para que ella elija cual quiere cambiar.

A manera de cierre se rescatarán los adjetivos calificati-


vos de los personajes principales de los cuentos, se actua-
rá cada adjetivo para asegurarme que los alumnos los han
comprendido y posteriormente se trabajará en una tabla
para clasificarlos y buscar sinónimos:

86
III.
¿Cómo
y en qué
participamos?

Adjetivo calificativo
Personaje Sinónimo Dibujo
Físico Personalidad
Princesa bella alegre hermosa

Duende chaparro travieso inquieto


Dragón
Bruja

Ximena puede ubicar los dibujos a la derecha de la tabla


para hacer la correspondencia de los personajes trabajando
así su lectura global.

Elena le ofreció estos apoyos a Ximena porque en su pro-


puesta curricular adaptada se había planteado lo siguiente:

Buscar formas de agrupación diferente, con el apoyo de


sus compañeros y compañeras.

Ofrecer construcciones sencillas a partir de las habilida-


des de escritura que Ximena tiene.

ACTIVIDAD 12

Para todos

Tomando como ejemplo la adaptación cu-


rricular de la maestra Elena para Ximena,
proponemos a padres, madres, maestras y
maestros que elaboren las adecuaciones cu-
rriculares de acuerdo con las necesidades educativas que
requiere su hijo(a) o alumno(a). Tengan en conside-
ración los elementos proporcionados por los ejercicios
para familia, maestras y maestros realizados en la activi-
dad 10 del capítulo II.

87
Familia

Propuesta para el seguimiento y la evaluación

Es importante diseñar un plan de acción para determi-


nar lo que queremos hacer, las personas responsables
de cada acción, los tiempos de realización y formas de
evaluación, que te permitan ir acompañando el desa-
rrollo de tu hijo(a) o alumno(a), para lograr un trabajo
de integración exitoso, equitativo y de calidad.

¡Con los apoyos adecuados es posible


favorecer aprendizajes!

88
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?

IV. ¿QUÉ APOYOS TENEMOS?

Como hemos visto en los capítulos anteriores, para lograr


la integración de los niños y las niñas con discapacidad den-
tro de las aulas y escuelas de educación regular no bastan
las acciones que se gestan al interior de la comunidad edu-
cativa: es indispensable tomar en cuenta la visión que la
sociedad tiene acerca de la participación de las personas
con discapacidad en los distintos ámbitos, y las actitudes y
acciones que se han generado a partir de ello.

En este aspecto es de suma importancia conocer los ser-


vicios que brindan las redes de apoyo comunitario confor-
madas por el sector salud, legislativo, cultural y social.

Los objetivos de este capítulo son:

• Explicar la importancia de los apoyos educativos, co-


munitarios y legales en la integración de los alumnos y
las alumnas con discapacidad y necesidades educativas
especiales.

• Identificar, analizar y comparar los elementos legales,


sociales y educativos que han favorecido la integra-
ción de algunos alumnos y alumnas con discapacidad
a las escuelas de educación regular.

• Realizar un ejercicio de identificación, análisis y pro-


puesta para un caso concreto y real de su comunidad
educativa.

Para alcanzar estos objetivos, abordaremos los siguientes


temas:

1. Apoyos legales.

91
Familia

2. Apoyos educativos.

3. Apoyos sociales.

1. Apoyos legales

Es importante que padres, madres, maestros y maestras


conozcan que la legislación mexicana ampara a todos los
alumnos y alumnas, sin importar sus diferencias:

El artículo 3º constitucional, señala que:

“Todo individuo tiene derecho a recibir educación.


El Estado, federación, estados, Distrito Federal y mu-
nicipios impartirán educación preescolar, primaria y
secundaria. La educación preescolar, primaria y la se-
cundaria conforman la educación básica obligatoria”.

Además señala que ésta deberá ser “gratuita”.

La Ley General de Educación, respecto a la atención de


niños y niñas con discapacidad, señala en su artículo 41 lo
siguiente:

“La educación especial está destinada a individuos


con discapacidades transitorias o definitivas, así como
aquellos con aptitudes sobresalientes. Atenderá a los
educandos de manera adecuada a sus propias condicio-
nes, con equidad social.

“Tratándose de menores con discapacidades, esta edu-


cación propiciará su integración a los planteles de
educación regular mediante la aplicación de métodos,
técnicas y materiales específicos. Para quienes no lo-
gren esa integración, esta educación procurará la satis-
facción de las necesidades básicas de aprendizaje para
la autónoma convivencia social y productiva, para lo

92
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?

cual se elaborarán programas y materiales de apoyo


específicos.

“Esta educación incluye orientación a los padres o tu-


tores, así como a los maestros y personal de escuelas de
educación básica regular que integren alumnos con ne-
cesidades especiales de educación”.

Ley General para las Personas con Discapacidad, publicada


el 10 de junio de 2005 en el Diario Oficial de la Federa-
ción, constituye un avance fundamental en el reconoci-
miento de los derechos de las personas con discapacidad.
Contiene 36 artículos y plantea como objetivo establecer
las bases que permitan la plena inclusión de las personas
con discapacidad en un marco de igualdad y equiparación
de oportunidades.

Capítulo III De la Educación, artículo 10, señala que: “La


educación que imparta y regule el Estado deberá contribuir
a su desarrollo integral, para potenciar y ejercer plenamen-
te sus capacidades, habilidades y aptitudes”.

Normas de inscripción, reinscripción, acreditación y certificación


para escuelas de educación preescolar, primaria y secundaria ofi-
ciales y particulares incorporadas al Sistema Educativo Nacional
(SEP), establecen la obligación que tienen las escuelas de
educación regular de inscribir a los alumnos con necesida-
des educativas especiales, realizar su evaluación psicopeda-
gógica y diseñar su propuesta curricular adaptada y ofrecer
los apoyos que requieren.

2. Apoyos educativos

Para brindar atención a niños, niñas y jóvenes con necesi-


dades educativas especiales y con discapacidad, en México
existen servicios escolarizados, de apoyo y de orientación
dependientes de la Secretaría de Educación Pública.

93
Familia

Dichos servicios se encuentran estrechamente vincu-


lados entre sí, implementan diversas acciones que buscan
satisfacer las necesidades de docentes, padres y madres de
familia, alumnos y alumnas mediante diferentes estrategias
y tipos de atención.

Servicios escolarizados: tienen la responsabilidad de es-


colarizar a aquellos alumnos y alumnas que presentan ne-
cesidades educativas especiales asociadas con discapacidad
múltiple, trastornos generalizados del desarrollo o que por
la discapacidad que presentan requieren adecuaciones cu-
rriculares altamente significativas y de apoyos generalizados
y/o permanentes, a quienes las escuelas de educación regu-
lar no han podido integrar por existir barreras significativas
para proporcionarles una atención educativa pertinente y
los apoyos específicos para participar plenamente y conti-
nuar con su proceso de aprendizaje.

El servicio escolarizado ofrece también formación para


el trabajo a personas con discapacidad y/o trastornos ge-
neralizados del desarrollo que por diversas razones no lo-
gran integrarse al sistema educativo regular que ofrece esta
capacitación.

Su objetivo es satisfacer las necesidades básicas de apren-


dizaje de los alumnos para promover su autónoma convi-
vencia social y productiva y mejorar su calidad de vida.

El servicio escolarizado busca permanentemente la in-


tegración educativa de los alumnos; además ofrece servi-
cio de apoyo complementario para fortalecer el proceso
de integración educativa de los alumnos con discapacidad
en la escuelas de educación inicial y básica, asesorando a
profesores de grupo y/o del servicio de apoyo, orientando
a las familias y atendiendo directamente a los alumnos que
así lo requieran.

94
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?

El principal servicio escolarizado es el Centro de Atención


Múltiple; aunque también existen organizaciones de la socie-
dad civil que desarrollan actividades similares a las descritas.

Servicios de apoyo: encargados de apoyar el proceso


de integración educativa de alumnas y alumnos que pre-
sentan necesidades educativas especiales, prioritariamente
aquellas asociadas con discapacidad y/o aptitudes sobresa-
lientes, en las escuelas de educación inicial y básica regu-
lar de las diferentes modalidades educativas. Estos servicios
promueven, en vinculación con la escuela que apoyan, la
eliminación de las barreras que obstaculizan la participación
y el aprendizaje de los alumnos, a partir de un trabajo de
gestión y de organización flexible, de un trabajo conjunto
y de orientación a los maestros, la familia y la comunidad
educativa en general.

Los principales servicios de apoyo son las Unidades de


Servicio de Apoyo a la Educación Regular (USAER)14 y
los Centros de Atención Psicopedagógica de Educación
Preescolar (CAPEP);15 sin embargo, también los Centros
de Atención Múltiple (CAM) ofrecen apoyos específicos a
alumnos que presentan necesidades educativas especiales
asociadas con alguna discapacidad, en su proceso de inte-
gración educativa. Finalmente, existen organizaciones de
la sociedad civil que ofrecen servicios de apoyo a escuelas
públicas y privadas que integran alumnos que presentan
necesidades educativas especiales.

14
En algunas entidades las Unidades de Servicio de Apoyo a la Educación Re-
gular reciben otro nombre, sin embargo, se utiliza USAER para generalizar
este servicio.
15
Los CAPEP, aunque dependen del nivel de educación preescolar, atienden
a la población que presenta necesidades educativas especiales, por tanto son
considerados como servicios de apoyo. En Coahuila, Guanajuato, Guerre-
ro, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tlaxcala,
Veracruz y Zacatecas este servicio se reorientó a USAER-preescolar y ya
depende directamente de la instancia de educación especial.

95
Familia

Las ayudas que ofrece el servicio de apoyo deben en-


caminarse a lograr que la escuela adquiera los elementos
técnico-pedagógicos suficientes para dar respuesta de ma-
nera autónoma a las necesidades educativas especiales de los
alumnos; en este sentido, el servicio de apoyo debe conce-
birse como una ayuda temporal a las escuelas de educación
inicial y básica. Cuando la escuela cuenta con más elementos
para la atención de los alumnos que presentan necesidades educa-
tivas especiales, puede apoyarse en los servicios de orientación de
educación especial.

Servicios de orientación: ofrecen información, asesoría y


capacitación al personal del Sistema Educativo Nacional, a
las familias y a la comunidad sobre las opciones educativas y
estrategias de atención para las personas que presentan ne-
cesidades educativas especiales, prioritariamente asociadas
con discapacidad y/o aptitudes sobresalientes; asimismo,
estos servicios ofrecen orientación sobre el uso de diversos
materiales específicos para dar respuesta a las necesidades
educativas de estas personas y desarrollan estudios indaga-
torios con el fin de eliminar las barreras para el aprendizaje
y la participación de las escuelas.

Los principales servicios de orientación son los Centros


de Recursos e Información para la Integración Educativa
(CRIE) y las Unidades de Orientación al Público (UOP);
algunas organizaciones de la sociedad civil también funcio-
nan como servicios de orientación

3. Apoyos sociales

Son todos aquellos servicios que brinda la comunidad a


los diversos usuarios a través de los centros de salud, cen-
tros deportivos, centros culturales y recreativos y centros
de rehabilitación, entre otros.

Hemos visto a lo largo de este documento la importan-


cia de determinar los apoyos que los alumnos y alumnas
96
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?

necesitan para desarrollar al máximo sus potencialidades.


Sabemos que no es sólo en la escuela donde se puede brin-
dar esta ayuda, sino que la comunidad también ofrece una
serie de alternativas que debemos aprovechar; por ejem-
plo, si un chico tiene una discapacidad motora, además de
brindarle una terapia física, podremos buscar una clase de
danza, una clase de karate o de natación en los centros cul-
turales y deportivos.

Si una de sus necesidades es trabajar en el área de len-


guaje, los centros de rehabilitación ofrecen terapias, ade-
más es posible reforzar el lenguaje con otras actividades,
por ejemplo, las literarias como el acercamiento a la lectura
que las bibliotecas públicas ofrecen.

Algunos centros de salud proporcionan servicios psi-


copedagógicos y médicos que permiten conocer aspectos
relacionados con la discapacidad, indispensables para la rea-
lización de los programas educativos individuales.

La familia, maestros, maestras y profesionales tienen que


diseñar un plan de acción que contemple los apoyos que se
requieran para el desarrollo armónico de las personas con
discapacidad. Por ello es necesario que conozcan los servi-
cios con los que cuenta su comunidad y hacer uso de ellos.
En caso de que no existan, será la pauta para formar redes
de colaboración comunitaria que gestionen estos servicios.

97
Familia

ACTIVIDAD 13

Para padres y madres

“Conociendo los apoyos que brinda


mi comunidad”

A continuación presentamos una tabla que podrás


llenar de acuerdo con los servicios con que cuentas en
la comunidad a la que perteneces.

Esto te servirá para planear los apoyos de acuerdo


con las necesidades

Apoyos legales Apoyos educativos Apoyos sociales

98
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?

ACTIVIDAD 14

Para todos

Te invitamos a que analices el siguiente


caso con tu equipo de trabajo:

El caso de Andrés

Andrés es un niño de siete años que tiene síndrome de


Down; actualmente cursa el segundo año de primaria
en una escuela pública del Distrito Federal. Vive con
sus padres y dos hermanos: uno de ocho y otro de 12
años de edad. Andrés, en la etapa preescolar, estuvo
integrado en un jardín de niños y recibió apoyo del
Centro de Atención Psicopedagógica de Educación
Preescolar (CAPEP).

Desde que detectaron que Andrés tenía síndrome


de Down los padres asisten a una asociación que brinda
apoyo emocional, información y orientación, a través
del programa de “Padres y madres apoyando a padres
y madres”.16

A través de las experiencias de otros padres y madres


se dieron cuenta que la mejor alternativa de educación
para que Andrés desarrollara sus potencialidades cog-
nitivas y sociales era integrarlo en una escuela de edu-
cación regular. Mientras cursó preescolar no tuvieron

16
Programa de apoyo para padres Adelante Niño Down, A.C.

99
Familia

mayores dificultades, ya que su desarrollo iba casi a la


par que sus compañeros y compañeras, salvo en el área
de lenguaje.

Para iniciar la primaria sus padres eligieron una es-


cuela en el turno vespertino, ya que la directora está
de acuerdo con la integración y conoce las habilidades
de Andrés.

Andrés fue recibido con cordialidad y buena dispo-


sición por la maestra de grupo y demás personal de la
escuela. La maestra trabajó un proyecto de sensibiliza-
ción con las niñas y los niños de su grupo.

La mamá de Andrés ha tenido gran disposición para


participar en todas las actividades que le solicitan en la
escuela, a pesar de ello los avances de Andrés se dieron
más en el área social que en la del conocimiento, lo
cual causa preocupación a sus padres ya que no recibe
apoyo en el área del lenguaje ni otros para que desarro-
lle las demás habilidades.

Actualmente cursa el segundo año y por lo tanto


tiene otra maestra que lo ha recibido en su grupo pero
sin establecer un programa específico acorde a sus ne-
cesidades y tampoco cuenta con la atención de la Uni-
dad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular
(USAER).

A la madre de Andrés le han sugerido que participe


en las actividades de la escuela y de buen agrado lo
hace. Ahora es la tesorera de la Asociación de Padres
de Familia, apoya en eventos cívicos y festivales. Sin
embargo ella detecta que su participación en la escuela
en nada favorece al aprovechamiento académico de su
hijo y está buscando la manera de hacerles saber a la

100
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?

maestra y a la directora sus inquietudes y su disposi-


ción para apoyar a Andrés en las tareas en casa para que
aproveche al máximo la oportunidad de estar en una
escuela regular que lo puede integrar verdaderamente,
pero también tiene temor de acercarse a las autoridades
porque piensa que pueden sentirse incapaces para brin-
dar la atención educativa que necesita su hijo y familia
y responderle que busque otra escuela con los recursos
que requieren y que el centro escolar no tiene.

¿Qué tipo de apoyos crees que recibieron


como familia?

Apoyos legales Apoyos educativos Apoyos sociales

De acuerdo con lo que hemos revisado a lo largo


de estos cuatro capítulos, que propondrían para que
Andrés reciba una educación que le permita desarrollar
al máximo sus capacidades.

¿Qué tendrá que hacer la familia?

101
Familia

¿Qué tendrá que hacer la comunidad educativa?

¿Qué acciones comunitarias tendrían que emprenderse?

ACTIVIDAD 15

Para todos

Te proponemos realizar un análisis de la


situación de tu hijo(a) o alumno(a), detec-
tando los tipos de apoyo que ha recibido,
los que faltan y aquellos que propondrías
de acuerdo con los servicios que existen en tu comu-
nidad.

Apoyos legales

Los que han recibido Los que faltaría implementar

102
IV.
¿Qué
apoyos
tenemos?

Apoyos educativos

Los que han recibido Los que faltaría implementar

Apoyos sociales

Los que han recibido Los que faltaría implementar

La participación en redes de apoyo17 es una de las


estrategias que pretenden que padres, madres, maestros
y maestras se vinculen en trabajos colaborativos.

17
Se consideran redes de apoyo a todos aquellos servicios vinculados entre sí
que plantean objetivos específicos y brindan algún tipo de atención a grupos
sociales, entre los que se encuentran las personas con discapacidad y sus
familias. Pueden estar conformadas por organizaciones de la sociedad civil y
organizaciones gubernamentales, desarrollando un trabajo colaborativo con
metas, valores y fines comunes.

103
Familia

Esperamos que los elementos presentados y analizados a lo


largo de este documento sirvan como herramientas para
conocer las fortalezas y necesidades de nuestras niñas y
niños que faciliten a las familias, maestras y maestros traba-
jar de manera corresponsable y colaborativa en el seno de
las comunidades educativas y puedan alcanzar el sueño que
todos compartimos:

Lograr que nuestros alumnos y alumnas, hijos e hijas desarrollen


al máximo sus potencialidades, recibiendo a una educación
de calidad y con equidad “Una Educación para Todos”.

104
Bibliografía

Bibliografía

Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Los derechos de los niños


y las niñas con discapacidad, México.

García Cedillo, I. Escalante Herrera, M. C. Escandón Minutti, et. al., La


integración educativa en el aula regular. Principios, finalidades y estrategias,
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Garza, L. Norma Gpe., et. al., Julio: una experiencia de gran capacidad,
(Concurso Nacional de experiencias exitosas de integración educati-
va). CONAPRED/SEB/SEP, Nuevo León, México, 2005.

Programa de apoyo, Padres apoyando a padres Asociación Adelante Niño


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Secretaría de Educación Pública. Curso-Taller Orientaciones para padres de


hijos con discapacidad, con o sin necesidades educativas especiales en educación
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Educación Especial y la Integración Educativa, Dirección General de In-
vestigación Educativa, Subsecretaría de Educación Básica y Normal,
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Oviedo, Alejandro. ¿“Lengua de señas”, “Lenguaje de signos”, “Len-


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Rodríguez, T. Elvia, et. al., Hacia una escuela integradora, Secretaría de


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Villarreal, Javier. Versión resumida de la ponencia “Aspectos psicoló-


gicos de la persona con discapacidad motora y su familia”, Segundo
Congreso Internacional “La discapacidad en el Año 2000” en Revis-
ta Araru No. 18 pp. 24-25. México, D. F.

105
Familia

Ley General para Personas con Discapacidad, México, 2005.

Secretaría de Educación Pública, Normas de inscripción,


reinscripción, acreditación y certificación para las escuelas de
educación preescolar, primaria y secundaria oficiales y parti-
culares incorporadas al Sistema Educativo Nacional 2006-
2007, Dirección General de Acreditación, Incorpora-
ción y Revalidación, México, 2006.

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