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Universidad de Cádiz. Grado en Criminologia y Seguridad.

Psiquiatría Forense T3- 1

TEMA 3. EL PERITAJE PSIQUIÁTRICO

“De todos los peritajes forenses, el más trascendental, complicado y difícil,


puesto que su objeto es el mundo interior del hombre, su misteriosa e
insondable en ocasiones entidad anímica, es el peritaje psiquiátrico”
Lopez Sainz y Codón. Psiquiatría Jurídica, Penal y Civil

La necesidad de un estudio pericial psiquiátrico se pone de manifiesto


cuando en un expediente o procedimiento judicial constan o se utilizan,
diagnósticos o datos clínicos sobre el estado mental de víctima o acusado.

El juicio oral supone dar la posibilidad de exponer sus razonamientos y


de defender sus derechos a las partes que intervienen en un litigio. Según la
Constitución Española, su finalidad es que el Tribunal disponga de todos los
elementos de juicio necesarios para dictar su sentencia.

PERITO: es la “persona que poseyendo especiales conocimientos teóricos o


prácticos, informa, bajo juramento, al juzgador, sobre puntos litigiosos en
cuanto a lo que se relaciona con su especial saber o experiencia” (R. A. E.)

El perito se configura como “una clase característica pero autónoma de los


medios de prueba” (Middendorff W.) que aporta al proceso conocimientos
especializados (1). Su testimonio no es el de un testigo -que no puede opinar ni
expresar creencias con respecto al caso- sino que el juez va a considerar que el
testimonio del perito está por encima del nivel de conocimiento medio,
precisando de su opinión de experto para el procedimiento. La opinión del
experto será admisible si está asentada sobre parámetros refutables,
evaluables y aceptados por científicos o investigadores iguales en categoría o
conocimientos profesionales. Su informe puede ser usado para recursos. El
informe pericial tiene naturaleza de diligencia de investigación sumarial.

La Ley de Enjuiciamiento Civil de 7/enero/2000 regula la actuación,


abstención y recusación de los peritos. La prueba pericial ha de ser propuesta
y practicada según normas procesales. El perito, propuesto por una de las
partes o elegido por insaculación, es requerido para aceptar el cargo y
comprometerse a realizar el estudio e informar en un plazo de tiempo. Puede
rehusar basándose en argumentos éticos o profesionales, pero será potestad
del juez admitir o no dichos argumentos.

El papel del perito es siempre auxiliar del juez, con independencia de que
actúe de parte o de oficio. Su aportación es un juicio valorativo desde su
condición de experto. Sus afirmaciones tendrán mayor validez si tienen
respaldo científico (si están basadas en las Neurociencias o en la psicología
experimental) que si son especulaciones o hipótesis más o menos subjetivas.
La información aportada no es vinculante, queda bajo el arbitrio del juez. El
juez como “peritus peritorum”, valorará la prueba “según reglas de la sana
crítica, sin estar obligado a sujetarse al dictamen de los peritos” (LECrim). La
jurisprudencia del TS aconseja al juzgador que, si se aparta de las
conclusiones de los peritos, justifique y razone la discrepancia. Ante
dictámenes contradictorios el juez tiene la facultad de llegar a una valoración
conjunta que permita estimar que la verdad no es la que aparece en los
1
“El psiquiatra: del ámbito médico al jurídico”. Documentos Córdoba 2006.
Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental. Edit Triacastela.
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informes sino la que ofrecen otros métodos probatorios.

Problemática inherente al papel del psiquiatra en el proceso

El médico-psiquiatra que interviene en un proceso judicial, sufre una


transformación, su actuación no tiene una finalidad terapéutica. Como perito
forense sirve a un tribunal, debe abandonar sus esquemas éticos de secreto
profesional para exponer lo que le ha sido confiado. Este tema de la
confidencialidad es el que hace que prestigiosos psiquiatras recomienden no
participar en procedimientos judiciales y que, de tener que hacerlo, se acojan
al secreto profesional y se aporte una información mínima ( 2)

La relación médico-paciente queda desvirtuada, condicionada por la


existencia de un proceso judicial y a veces también por las características del
hecho delictivo en sí. La relación terapéutica es una relación de
confidencialidad e incondicionalidad, por lo que el médico que asiste –o ha
asistido- a un enfermo no puede ser perito. No puede ser objetivo.

Encajar los datos clínicos en los criterios legales no es fácil: “El


diagnostico médico apenas dice nada sobre las cuestiones de imputabilidad”
(Kolle). El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la
Psiquiatría Americana (DSM-5), el más usado internacionalmente, advierte
sobre los riesgos y limitaciones que plantea su utilización en cuestiones
forenses (3). Explícita que, en la mayoría de los casos, el diagnostico clínico de
un trastorno mental no implica que un sujeto con dicha afección cumpla
criterios legales respecto a la existencia de un trastorno mental, ni los de la
norma legal concreta (competencia, responsabilidad criminal o discapacidad).
Para cuestiones legales se necesita más información que la que contiene el
Manual (4). Se precisa una exploración pericial objetiva para concretar esos
extremos.

TESTIGO-PERITO: El art. 370-4 de la Ley 1/2000 de Enjuiciamiento


Civil, explicita la figura del testigo-perito como testigo que posee conocimientos
técnicos, científicos, artísticos o prácticos sobre la materia a la que se refieran
los hechos. Ahí entran los médicos que han tratado a alguna de las partes,
que son citados a juicio como “testigos-peritos”.

Esta figura legal vino a “resolver” las controversias sobre utilizar como perito al
psiquiatra que había tratado al sujeto o a un psiquiatra que no hubiera sido
su terapeuta. El médico que ha asistido y tratado al procesado sabe más
cosas, pero las ha conocido en el marco del secreto profesional, no puede
divulgarlas. Tampoco es objetivo ni imparcial, siempre tenderá a no perjudicar
o a favorecer a su paciente. El perito nombrado al efecto tiene que peritar, no
tratar, su obligación es ser objetivo e imparcial. Puede y debe manejar toda la
información, tanto la clínica (diagnostico y tratamiento de procesado o
victimas) como la contenida en el sumario o aportada por terceras personas.
El actual Código de Ética y Deontología de la Organización Médica Colegial
recoge explícitamente que no es compatible la actuación como perito con la
2
Thomas Szasz afirmaba que el psiquiatra no debía prestar su servicio en el
medio judicial dudando de la existencia de la “responsabilidad penal” dado que “no es
un objeto en sí ni un fenómeno natural” y por lo tanto no es mensurable
3
El DSM-5 ha sido calificado como insensible al posible mal uso en el ámbito
forense (Allen Frances)
4
DSM-5 pag 25. Editorial Médica Panamericana.
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asistencia al mismo paciente (5). El médico del procesado no puede ser a su vez
su perito, su informe siempre será clínico y no pericial.

La pericia practicada en la vista tiene naturaleza de prueba, cuyo resultado


podrá servir para fundamentar el fallo de la sentencia.

Características del psiquiatra forense

El psiquiatra forense fue definido por Pollack como “táctico, lógico y clínico”

- Táctico: en cuanto a que va a entrar en un sistema donde está en juego una


verdad. Las partes implicadas en el proceso pueden tener intención de
ocultar, matizar o descubrir esa verdad, según sus diferentes intereses.
- Lógico: en cuanto a que se le piden explicaciones asequibles a profanos en
temas psiquiátricos y sobre todo porque se le cuestiona sobre una relación:
enfermedad mental-delito. (En los procedimientos de jurado serán sus
miembros los que valoren las causas de modificación de la responsabilidad
criminal, tienen que entender esa relación)
- Clínico: en cuanto a que se le requiere como conocedor de la enfermedad,
cuanto más sepa de la enfermedad y más se aproxime al caso en su calidad de
médico más datos obtendrá.
A estas tres características habría que añadir la condición fundamental
de ser ÉTICO, dado que es relativamente frecuente que el perito reciba
presiones o se le intente “comprar” un informe favorable. La Asociación
Americana de Psiquiatría alertaba ( 6) sobre la presión que recibían los peritos y
el riesgo de la pérdida de inmunidad y credibilidad. Intentos de manipulación
–y soborno- por parte del paciente, de la familia, del letrado defensor, de las
compañías de seguros, etc...

Técnica del Peritaje

La técnica del peritaje queda definida por tres elementos:

I. La investigación sobre el caso y la exploración clínica


II. La elaboración de un informe que recoja las conclusiones derivadas
de ese estudio.
III. Defensa de esas conclusiones en el juicio oral.

La investigación tiene que tener en cuenta el máximo de información y


documentación posible. El informe debe recoger todo: la presentación del
perito, las cuestiones que se le plantean, la exposición de los hechos, pasando
por la historia clínica completa con antecedentes y psicobiografía. Las
exploraciones y pruebas complementarias darán mayor respaldo científico a
algunas afirmaciones. Otros datos, como los basados en las observaciones o la
experiencia del perito, serán datos más débiles (7).
Interesa recabar la información contenida en el sumario y la aportada
por otras personas, haciendo constar estas fuentes en el informe.
El informe se completaría por la discusión médico-legal y de todo ello se
derivarían las conclusiones, pocas, concisas y concretas. En las conclusiones
están centradas las habituales dificultades de comprensión entre tribunales y
5
Artículo 62. 8.‐ El médico no debería prestarse a actuar como testigo‐perito.
6
Binder RL; Liability for the psychiatrist expert witness. Americam Journal of
Psychiatry. 2002 nov;159 (11):1819-1825
7
CALCEDO A. “El Peritaje Psiquiátrico”. 1982
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peritos. Mientras que para los médicos es aceptable hablar de probabilidades


y posibilidades, los tribunales exigen datos concretos y firmes que no siempre
pueden darse.

El que fuera primer presidente de la Asociación Americana de Psiquiatría y


Ley, Rappeport, proponía que las consideraciones se sustentaran en datos y
que fuesen distinguibles los actos científicos de las opiniones clínicas.
Desaconsejándose formalmente la utilización de ideas nuevas o inusuales o de
teorías personales para explicar las conductas.

Dos aspectos de enorme importancia a la hora de emitir el perito su


testimonio son la credibilidad y la imparcialidad. Se dice que la imparcialidad
del experto es una falacia, o al menos es difícil de conseguir. La solución a
estas cuestiones vendría dada por la preparación técnica del perito, el trabajo
sobre el caso y el sumario, el reunir el mayor número de datos y de
información sobre el hecho y sus protagonistas. El tiempo dedicado al estudio
y la cercanía de éste a los hechos son también factores que influyen en la
mayor exactitud de las apreciaciones y en la credibilidad, así como el requisito
de que sean dos los peritos que realicen y firmen el estudio.

La práctica de la peritación tiene un último momento: la ratificación del


informe en el juicio oral y el cuestionamiento que de esa información puedan
hacer jueces, fiscales, abogados y el jurado en su caso. Dentro de ese
cuestionamiento entran los CONTRAPERITAJES. Se denominan así a los
informes realizados por otros expertos que critican o analizan los informes
periciales presentados por alguna de las partes (tanto sobre el acusado -o
víctima, se entiende-). Práctica habitual en EE.UU que en nuestro país se está
solicitando cada vez más.

Actualmente los peritajes psiquiátricos los realizan los médicos forenses


del Instituto de Medicina Legal con la ayuda de los psicólogos del mismo. Los
IML no disponen de psiquiatras, a no ser que alguno de los forenses lo sean.
En casos muy graves se puede decretar el internamiento del procesado en
Hospital Psiquiátrico Penitenciario para elaboración del informe por
especialistas.

Cualquier psiquiatra no tiene porque ser buen perito. La formación forense es


escasa, además de ser éste un terreno en el que numerosos profesionales de la
salud mental no se encuentran cómodos. Los equipos asistenciales de Salud
Mental no suelen realizar informes periciales sino clínicos. Informes, en
ocasiones, poco comprometidos por falta de tiempo o de preparación, o para
evitar que sean utilizados para fines no clínicos (o simplemente por no tener
que perder un día en un juzgado).

La realidad es que quien precisa un informe pericial psiquiátrico tiene que


contratar un perito y pagar sus honorarios. Ese perito “de parte” será visto, en
ocasiones, como un mercenario; se le presume deshonesto porque ha cobrado
por su trabajo. A muchos jueces, fiscales y abogados, les siguen pareciendo
los peritos de parte poco creíbles y sin embargo toman como “imparciales”
informes de algunos “peritos oficiales” asumiendo diagnósticos psiquiátricos
realizados por profesionales de poca experiencia o cualificación, admitiéndose
como válidos errores clínicos. Informes de escasa argumentación técnica y
científica que sirven de prueba para enviar a unas personas a prisión, o para
eludirla, o para retirar derechos, custodias de hijos… Informes que afirman
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hechos delictivos no presenciados, que sacan conclusiones de pruebas de


dudosa fiabilidad clínica, aceptándose como verdad absoluta, irrefutable –o no
refutada por otro perito- errores de valoración y diagnósticos ratificados en
sentencias que, entre otras graves consecuencias, internan enfermos mentales
en prisión. (8)

Un perito con formación tiene claro que - le pague quien le pague- es siempre
perito del juez, y que las conclusiones no se establecen a priori, tienen que
derivarse de un trabajo de investigación previo. No es una tarea fácil.

En algunos casos se detecta la búsqueda de informes a medida entre


profesionales de salud mental (9) y la ocultación de informes que no convienen

La designación de oficio tiene dificultades en Andalucía. La Junta tiene un


convenio con la Asoc. Andaluza de Peritos Tasadores, no pudiendo nombrarse
peritos que no estén en esa asociación -que no tiene psiquiatras-

Calidad del peritaje

Condiciones básicas que tiene que reunir un peritaje para resistir críticas y
ataques por parte de otros expertos o por las partes en el proceso, dado que el
informe pericial es un documento legal disponible a impugnación y recurso.
Estas condiciones son:

1º.-La calidad, preparación y cualificación del perito: no se valorará igual el


informe hecho por un psiquiatra asistencial, que el de un médico forense, que
el de un psiquiatra experto en Psiquiatría Legal.
2º.-La comprensibilidad y profundidad del examen: Los conceptos técnicos
deben ir explicados. A la exploración y recogida de datos hay que dedicarle
muchas horas (es frecuente que se pregunte al perito sobre el tiempo que ha
dedicado a la exploración, si no ha quedado reflejado en el informe)
3º.-La calidad del argumento científico. Es necesario utilizar los criterios
diagnósticos internacionalmente admitidos (10).
4º.-La opinión médico-legal: en cuanto a quedar bien argumentada la relación
existente - o no- de la psicopatología del sujeto con el acto delictivo que se está
juzgando.

Esquema de informe pericial: Distintos textos y autores sobre esta materia


proponen esquemas básicos para redactar un informe pericial ( 11).

INFORME PERICIAL-PSIQUIÁTRICO

I- INTRODUCCIÓN:
8
. Cano Valero J. La relevancia de la presión social en la tipificación de los
delitos violentos. Perspectiva psiquiátrica. En VIOLENCIA, PSIQUIATRÍA Y LEY. Edit
Triacastela. 2009
9

https://www.elmundo.es/espana/2020/10/09/5f7e11f9fdddffa3a28b4684.html
10
- Los de la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización
Mundial de la Salud (CÍE 10) o los de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5)
11
- Modelo propuesto por Cabrera y Fuertes, modificado con las orientaciones de
Arrechederra Aranzadi y con las de la Sociedad Española de Psiquiatría Legal.
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FILIACIÓN DEL PERITO (Títulos académicos y profesionales)


FILIACIÓN DEL PERITADO (nombre, edad, profesión, lugar de
nacimiento y de residencia) y a instancia de quien se realiza el peritaje (de
oficio o de parte)
MOTIVO del informe, preguntas que se hacen al perito.
FUENTES de información utilizadas.
LUGAR donde se realiza el informe y TIEMPO dedicado a la exploración

II- PARTE EXPOSITIVA: consta básicamente de los siguientes apartados:


ANTECEDENTES CLÍNICOS PERSONALES
ANTECEDENTES CLÍNICOS FAMILIARES
HÁBITOS TÓXICOS
PSICOBIOGRAFÍA
ENFERMEDAD ACTUAL
EXPLORACIONES REALIZADAS: Psicopatológica, analíticas, pruebas
complementarias, test psicodiagnósticos, pruebas electrofisiológicas y otras.
ENTREVISTAS CON FAMILIA, PAREJA, ETC.

III- PARTE REFLEXIVA


CONSIDERACIONES CLÍNICAS Y DIAGNÓSTICAS
CONSIDERACIONES PSIQUIÁTRICO-LEGALES

IV- CONCLUSIONES
FECHA Y FIRMA

V- ANEXOS (documentos de relevancia en los que se apoya el informe)

Al emitir el dictamen, todo perito deberá manifestar bajo juramento o promesa


de decir verdad, que ha actuado, y en su caso actuará con la mayor
objetividad posible, tomando en consideración tanto lo que pueda favorecer
como lo que sea susceptible de causar perjuicio a cualquiera de las partes, y
que conoce las sanciones penales en las que podría incurrir si incumpliese su
deber como perito. (Ley 1/2000, LEC, Art.335.2)

De la actuación del perito el Tribunal puede deducir testimonio y abrir


expediente por falsedad en documento público.

El informe pericial criminológico queda explicado con claridad en el texto: La


Expresión de la Criminologia Clínica a través de la pericial criminológica.
De Elena Oliva y Evelin Robles (12)

12
- IC Editorial Enero de 2017

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