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IYE f,..\ POSESIÓN 25

za misma de la posesión. «nec .P@ssessio et proprietas misceri debeni», y


«nihil comune habet propriettls :cum possessume», Que se quiere expresar
'¡ en estos pasajes otra cosa más (¡ue fa vefdad tcivial de que no debe
confundirse la posesión: con la propiedad, fo demuestran estas pala-
bras del segundo pasaje dtado et'ideo' n:on dmtgatur ei interdictum uti
possídetis qui co;:pit J?,em vindicare Non enlm videtm pessessionl
renuntiase, qui rem vindkavit71•

ADICIÓN A LA SEXTA EDICIÓN

Después de la publicación de la quinta edición de nuestra obra,




- '1 muchos autores han tratadc la naturaleza general de la posesión, de
distinto modo 'C!ue.el qm~ nesetres hemos empikad(j) ai definirla. A
fin de poder expfü::aiin.Qs con más brevedad y lucidez acerca de estas.
opiniones diversas dé la nuestra, no estará de rnás·repetir aquí nues-
tra opinión con más pormenores, rectificando una modfficadó,n que
habíamos ensayado anteriormente.
La posesión se presenta desde luego cemó lilfll poder puramente
de hecho sobre una cosa, .sin tener ningún 1carácter Iegat. Pero en
este estado es protegida contra ciertas violaciones, }"a causa de esta
pretensión es precisamente po,I lo que existen reglas 0QnCerni.entes
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·. µ a la adquisición y a la pérdlda de la propiedad come si fuese un de-
recho. Tratase ahora de indicar el fundamento de esta protección y
de esta asimilación de la posesión a un derecha, y e~t© es lo. que va·
mos a hacer Este fundamento consiste en la unión de este estado
puramente de hecho con la persoea que posee y cuya invicifabHid'ad
sirve al mismo tiempo para protegerla contra toda.' especie de viola-
ciones que podrían también dirigi!rse contra 'la persona misma. La
persona en efecto debe estar siempre al abfigo de toda violencia, y
si ésta se comete, siempre es una injusticia cuyas conseeueaeías pue-
den sin embargo ser liiversas. Examinemos baje este eoncept@ en
primer lugar los dos ,casoa exaemos que son posibles p,rimet taso:
la violencia no ataca más que a la persona. Segundo caso. La víelen-

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@ 71 L 12, § 1, D de pass

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cía, ai mismo tiempo :que a ta persona, ataca un derecho competen-
te a esta última;, por ejemplo, a urra cosa qlile se halla en su propie-
dad. El primero no tendrá.en derecho dvil otro efecito.iqu~ ¡n:-odu"
cir la accién de:ínjuria:s {ptesdndim:©s aquí det. dertd10 cdmin.al).,
En el se.gundo caso la violencia no es necesaria para: proteger la pro-·
piedad violada, .que encuentra ya protección en sí misma y sm Vio-
lencia, pero la ;cémbina<:ión de este dob!e ataque puede sin embae·
go tener consecuenclas partlculares; a esto es-a to q\le peneneeen
la a<:dón vi borwrum rapwrum Entre estos dos casos extremos se en-
cuentra ·a.que'l en 1que la violenci2i tomelid.a cr.m.tr.a la persona altera.
o us\lrpa al misme tiempo una posesléo. En este easo n~ ha 'habido
les'ión de un dereclw 'independirente. ·además de'l de la .Per$~na, pero
se ha verificado un camlsio ea el estadQJCÍe la persona y en p~Jjuició
suyo; y· p·ara reparar en. todas.sus consecuencias fa iajustitia ,que hay
en la \iiolen.cht contra la persona, es abs(l)lutamente preciso q11e esta:
sea repl!esta o protegida en aquel estad.o ·de het:ho de que le sepaE"©
la fuerza, Tal es d verdadera fundamento de les interdictos
posesorios; on exatQen más exacto de fa naturaleza de este estado
har:i este punto todavía más: palpable. Se ha d'.kh0 que era semejan.-
te a un derecho po,rque estaba basado en la presunción de la prepíe-
dad y que pér este motivo ell:istfa. el derecho. de invocar acciones pro-
tec toras~2. Pero en realidad esta presunción no tíene ningún funda-
mento legal,. p<1rque cuando se trata de la ·$imple po~esióo., t:anto
puede presumirse que:. la pmpledad corresponde al poseedor como
que no le corresponde La 1C<Jmparación de la simple po-se3ión, Ia h.
J. posses.sW hani
esto todam más palpable En esta llltirna, ·en efecto,
la posesión es atribuid.a al poseedor .por una licción que no es otra

72 HemQ$· Jdoptado, en Ias ediclonC$ 8 ·1, 4 'y 5 •esta, praunción, a la cua:t reaun-
ciamos h<!y Lo q_ue L<:.da ~na ap;menda de verdad,, es la ~st¡mcia de q1,1e·en ma-
teria de reivindicación 1Ja prueba lncumk al demandante, y que,au 1.ttl® es1 i;echazada
cuando ninguna de !;is part.ei logra fOrmar· prueba :Pe.ro el motivo de e.ato. no CS que. se
1

presume la propiedad en et demandad(),, sino que se encuentra ~n el principio de que


en general é.l juez debe ,únkament.e prestat"auxilio al q1,1.e, k ronvence·de la existencia
de. uo: dereclio, y ''J.ue en todos los dem&. !;3.SOS su acción de~ ser nUla 6n una acción
personal 'C1 demandante de'b_s lguafmente presemar prueba, y fa.cama de esto.~ es tam-
poco 1a:premncio;!!i de. la no existencia de la deu&

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cosa que uua presancién porque está destruida p.or el tlomin~ esceptio
Pero- aql.l.í el motivo de la ñccién o de la presunción se fünda úntica·
-'¡ mente en el título legal, que M existe ea ki: sÍDlp}e pdsesí.ón, éssa pue~
j se encuentra desprovísta de redo fundamento de una presunción le-
) gal de [a propíedad. Por otra parte, no puede ponerse en duda la
)
posibili<lad pe 'la p1iopiedad en favor det simple :poseedor •. y bajo el
-J~ concepto de esta p~sibilfdad la posesión le da ventajas muy impor-
tantes, tanto en ~J precedimiento como.de aeche, y que deben ser-
) le conservadas ~ 11estituidas si se trata ó~ desmrír cempleramente fas
:~ consecuencias de la ~olenda' µ primera de estas ventajas co~iste
-~),
en que en un llfi.gio sobre la propiedad, el poseedor se hall'a celoca-
do en la posición de un demandado, lo cual le dlspensa de toda prue·
~ ba (§ 31 mlm 4). Además puede como. poseedor, y para la censerva-
) ción de la cosa misma o para. apmvedrarse de .$us·frut~.,.celebnir der·
) tos convenios que ñingona aceiéa podrá oh.ligarte a restituir por p<tr·
te de su a(lyersario. Y aún prescindiendo de esta posib:ilidad-indubi-
)
table do la, prüpiedad, tiene sin contradiccidn la ventaja, puramente
} de hecho, de poder usar de la t(1sÚ;:omo si fuese su verdadero pro-
) pietario cuandn "éste no juzga a pr..opósito acdonar contra él. Estas
son las, ventajas. CU}'lli reunión wnstituye el interés de la violenti.a ejerci­
l
da y que hacen a fa. posesión misma capaz de producir efectos seme-
-~
jantes a los que nacen. de. un ~etecho,, aunque eQ .-eafü:lad no lo sea 13•
~~ Asíí la objedón de que en este caso d ·en~· debe ptodl!lcir un de·
) recho, no tiene fun"damentQ alguno; pues. aquf,la posesión no es por
» sí misma. un derecho, s~no únicamente et interés de la lesión de- otro.
derecho ya. existente. Con tmis razón podría presentarse esta otra
j
objeción, que ~·v;entajas de hecho pueden existir tambi'én en la de-
l
)
~3 Esta 1,úÚón de que i:oQo depende aquí, puede también $e!.' explicada pot la ana-
1 logía siguiente b d derecho antigµa, no s~ concedía el iflterdi'cto ·uruk '1i Jino .para lbs
:) ínmuebles, yjamás pa~ los.f>iene$muebl~ Pero cuando en la. de¡ec:ción de· wt inmue-·
ble eran n;ibad!s 'º destruidas cesas muebles, el interdicto Jb~aigua1m.ente esca pér-
1
,
dida como, interés de la tfeJecdón. Jet inmfµ(Jle (§ 40), ~q!lÍ los ·1nueblCJ •qu~ no sol!l por sí
un objeto de interdictQ, son comprendidos en él a causa de 'Ja, deyeecióm fuera del In-
D mueble Dd mismo mQdoJa.lesión de fa posesf6n, aunque ésta..nó·Jea un d.eredto, eons-
tituye no obstantela.base de 'UD'á. ii.ctlón, únieaméntc a .C3US3,,de la Jigaz9n de esta lesió.n
con la violet¡cia ·ilegal iaerciaa ea eU.a ~ontn ·p, pel'llOru\
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que por conslguiente, b:ajo este punto de vista,, los inter-


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dictos deberían competir lg)la\mente al administrador de los bienes


de otro Pere a esta o~eción se contesta, que el admínlstrador pue-
de estn en armonía o en @p©sidón c-011 d verdadera pose~dQr En
el primer caso; no tiene necesídad de los int~rdkto~, pues los que
competen al poieedor le garanfü~ suficientemente y en el segun·
do, si ,H qu~ría hacerlos valer contra la vlBlluntad 9,el. poseedor en
perjuicio (fe éste o de un tercero, no ·podría. invocarlos, por~ue en
ello atacaría la razón obligatoria a que depe su retención y que [e
basta pa:ra poner a q1bí~rto todos sus inter~ses,-Asr;. cuando se nos-
pregunte qu.é lugar debe desígna:rs~ a la pesesión en ei .s'istema ge-
neral de los derechos, debe1emos hacer esta dedaracién: la posesión
por sí misma, eeme derecho no ocupa rungúo lug¡i.r.; por.que no es
tal derecho, pero el que dla produce y por cuya causa toma el cará¡¡-
ter de un verdadero derecho y necesita d'e reglas particulares sobre
la adquisición y 1la perdida, es el de Ios interdictos poseserios, por
consiguiente un derecho oblig~u~rio
Esta cuestión ha sido embrollada varias. veces par muchas eón-·
fusiones. Además, .hay autores que se informan de la posídóri síste-
mática de la posesión del modo siguiente ¿_En qué lugar deberá u:a-
tarse de, la posesión en una obra sistemática 'que abrace itode ei de-
recho rlilmano:> Sólo una parte de esta cuestión ~uede resolverse des-
pués de la naturaleza de ia posesión, y Ia otra, qu~ es la de más con-
sideración, dependerá 4el plan enteramente particular de la obra,
pues fácilmente podrá hacerse ,que las díversas'partes de la posesifrn
sean tratadas en distintos lUgar es de ella, como fo han hecho la ma-
1

yor parte de los autores que 'han ep~vito, sobre sistemas, de de.remo.-
Además Ó€ que una averíguadón histórica puede llevar a demostrar
que la posesión, desde-su ,ori,gen ha tenido una sígnill.cación eatera-
mente distinta de la que le atrJ..huye el nuevo dereche (§ 12.,D'). Pere
. un examen histórico de esl'.a especie no puede, en der:echo .nuevo,
ejercer una influencia !inmediata sobre la :signífl.cadón de la mate-
ria de la pos~ión Porque si fa base sobre ,que reposa: ha sid~ ente-
ramente modffi<:ada, 1a quo· hallamos en et dereche nuevo debe ser
aplicada 1 tratada de un modo tan indepeq.diente como si ella fuese
la primera o b única; a,Sí es en efecto ,Ot)mo nosotros nemes miradQ

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DE LA POSESIÓN

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~ esta teoría, y esta es la causa porque no hemos empezado nuestra
exposición como en ollras materias, por ian examen histórico.
Pasemos ahora a exponer las oplniones que algunos autores
modernos han emitido sobre la cuestión qtue acabamos de ·díscufü;;
las daslfi.catemos según 1.~ 'pocas en qu·e han aparecidq.
Gans, Sistem. des Rt8míschen. Civilretchs im Grundrisse. Bedín, 1821,
p. 202-216.
Puchta, en el Rh.einisches Museu~, tít 3.°, P 289-308 (1829} so-
bre todo en la p. 30·5 y $iguientes,
Rudor!f, en la 'Utschriftfur geschichtl &chtswissen.schaftj tít 7. 0, p
") 90-114 (1830) .
·~) Thaden, ViJJer.den /Jer;riff des Rmnísc/1.en lnt.er~. HamburgQ,
1833
:J Hasse e] joven, en el Rkei.nisws Museum, tít. 6. p. 183' y sigui~n-
jj,

() tes (1835): ..
<·) Rauh, (fes"chtchte des- Lehre vom Besitz.,. 1834.
:J Huschkc:, Veber die Stelle da Vtmo tton den Licinicra Hcll-delbevg,
1835, p· 7S>y siguientes, sabre todo-en las 99·110; . · · ·
:)
Gans rcoloca la pc;>sesión a la cabeza de los jii.rá .ín .re La acción
1) de tener una cosa, mirada como vóluntad particular., dice, constitu-
ye la posesión, pero cons'iderad.a corno volUJlitad general, forma la
propiedad La 110'luntad partícalar puede ser enteramente injusta, 1a
voluntad general, por et contrari:G, no es otra. <:~saque la acción que
da derecho a la posesión La votun:tad particular, aunque injusta. es·
una garanúa, parque t0nstiwye ·p@r sí misma cierta cosa de.sustan-
cial que debe ser protegida La p(JSCSión es una propiedad que prin-
cipia, ~ste principio es prQtegida por los ínterdictos. pues 11ue encie-
rra la poslbfüdadi de la causa ~ la prQpiedad por la vía: de · la
usucapfón.-Pero la voluntad partkular que puede ser injusta, no es
en realidad otra; cosa que el simple hecho, y la vGluo.tad gen~rai cons-
tituye el derecho;así; la relacién de la posesión (:()n la pt~piedad es
absolutamente la misma que la del hecha een el derecho;; pero esta
explicación está muy lejos-dé resolVer la cuestión de saber cómo este
hecho (tal! vez del todo il'lljustQ) llega a: ser protegido por la te.y El
autor sienta bien el principio de que la voluntad en ;sí misma (aún
la voluntad injusta) debe ser protegida, pero no lo prueba, porgue,

- .
30 TllATAlHl

despuésede b naturaleza general de la materia de la contestación no


es predso proteger másque la voluntadconforme al derecho, y com-
batir lo qne le sea contrario. La ver:dadera expficació'f,l, pues¡ debe
únicamente fundac:se en la propiedad que empieza, y esta explica·
cién será satisfactoria, si los: intereses esuwiesen desttin.ados a garan-
tir ~a posesión. que ,c~n1duce a la usucapión, y a la eua:1 únicamente:
puede dársele el nombre de propiedad naciente Pero sé. sabe que
este es el destino de4a acción publicíana y qu:e los íncerdtctcs ·g<m.tn~
rizan ~gualmente la posesión sin titulé, aún la injusta, y que no es un
verdadera prindpio. de propiedad En último análisis, ningún resul-
' 1 tada se deduce de esta explicación:. Puchta: (p 294) y Rudorlt {p 95)
hacen ,observaciones más. cleraMadas sobre este nuevo ensayo. ·
Puehea pretende ,q.t1e nuestra teoría no ensefia más que los efec-
tos de la posesión, y guarda silencio acerca de lo que es ésta Pero la
posesión, dice ét, es un derecho, no a la cosa sino a la misma peDScr
1 na, a la mísma v®luntad. De suerte que fa proteedén de que~ la pe>-
~ sesíén goza, es una protección concedida a-Ia, personalidad, aplica~ /

da especialmente a la suniis~ón natura! (no· legal} d~ la cosa Este


1 príncípic está 'ligado a todo el sistema de derecha porque todo de-
reche puede referirse a cinco Qbjet©s. las cosas, las acciones, las de-
más personas, las personas que se reasumen en n0sotrOS''f la pfopla
persona -La e:tplicación
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que se da aquí de la garantía de la pos~-
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sión no difiere esencialmente de la nuestra: plll!es también nosotros
explkamoS, esta pmtecc:ipn per la inviolabilidad de la persona y por
la iig~ón que ,se.forma en.tré 11na persona y ta cosa que naturalmente
se le somete. Lo que es nuevo·y propio aquI, es b. formación de una
clase pattiCwaf de.derechos ti]Ue: se fu~~an en la inviolabilidad de la
persena, Pero esto pertenece a la disposídón del sistema general. de ·)
derefüo y no á1 fundru:nento ,espeda1 de la posesión -R.udoff y Hasse 1 )
(p 184) entran ea mayores de.talles sobre este escrito de Pachta,
)
Rudorlf ,no uifiere de nuestra opimión sino en que él toma p@r
base del derecho de posesión el que cada uno, se abmga para defen- )
derse por sí mismo Según él, les interdictos "J)Qsesotios pertenecen
a los ,primeros principios de la prohibición de hacersejustícta por sí ( ')
mismo, que, ~ tarde, fueron com.pleta:d:os y comi.rmados por las -
legtSc Julia y 1{<1$ constituciones, de los emperadores. Su catrsa, pues, '.J
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estribaría en el rompimiento de la paz, en la turbación del orden


público; y como esta nrrbacién no dehe alcanzar su objeto, sino ser
aniquilada reo: sus ceusecuencias, se sigue necesariamente 'que la pcr
sesión debe ser éoJuervaaa o ¡-;esfüuida -Es ineontesta\>le que todo
o,-\
acto de violencia puede .se¡¡ juzgado en derecho 'bajo un doble pun-
!) to de vistal porque turba al mismo ne.mpo el orden publico 'Y el de
,') una persona. En uno de estos eesceptos puede des(gnár:sele como
de derecho público.1 y en d otro comei de derecho privad®, en ca:"da
J uno de ellos puede predecir instituciones legales particulares; pero
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cualquier cosa que para uno de estos dos •objetos suceda, el otro avan-
!")
v • zará $iempre a la par poco más o menos 74 • .Aho.r:a bien, ¿--cuál de los·
\~j dos dominá. en la base dé los tnterdíctos po.st:sorios·? Rudalfi preten-
·:) de que el de dérecbo públicQ, y cree prebarlo prindpálmente por
la unión que estableeen les principios .del derecho entre iCl acto de
ü hacersejussicia por sí mismo, y b. posesión. Pero esta eirsünstancia
·i> se expHca ·snfiden:temente por esa especie de pareneesce que existe,
•.'.) como ya hemos notado, entre ambas instituciones Por nuestra par·
((} te creemos.que ia base del dere<:ho de posesién sólo puede consíde-
rarse como de dereeho privado;· y nos· ap.oyamos en las. razones si~
o guíentes, Desde luego la comparacién de v4 dam.i pt-ecarir>, parece
o pertenecer al origen de la materia de los intetdktos .Est?S tres divi-
{1 siones pueden: bien compararse ~n cuanto a la víoladon que encie-
o mm COntF!L. fa persona, peto la paz pública sót(i se 'halla ÍiQtetesada
en [a primera, y de. niirgúPJ mo(l\01 en: las otras dos En segundo lu-
·)
"'~ gar, el acto de hacerse justicia poF si mismo. supone Ja existencia de
S) ' una: pre.tensión legal, pero perseguida de una mane~ licita, en los
:] interdictos ;osesotlos1. al contrarfo, nunca. puede ocurrir este caso,
,.')- la simple. tu.ibación de la.pesesíén, a la que hace referencia el iuter-
'~ dicto retinenó:e possessilmis; no se concibe siquiera como causa para un
é') protedimierito legal En tercer· lugari si .no deben p.er eensíderados
() los interdictos ·sino CQIDQ el principio de la prohibición de hacerse
o ,, justicia cada cual, ¿por qué se han perfecdenado wn tal indepen-
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32 TR,\TADO

dencia de las é~:0cas en ql'le se introdujeron oeras instituciones, en


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todo diferentes, contra d acto de hacerse cada uno justicia por
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su mano? El ·efecto que han producido sobre el derecho de posesión


Las leyes· dadas- en esta materia, se expiica sufü:ientemente por esta
afinidad de que ya hemos heeho mencíéa. Hasse (p 187) da más
detalles sobre el tratado de Rudorff
Thaden procura prebar que la posesión es realmente un dere-
cho, e intenta definir su aaruralesa La posesión es. un derecho, dice
(p. 14 y s~g.:) 1 f.OFq:ue sólo· puede csmeterse un robe contra el que
realmente. tiene de11ecfü} a la cosa robada, Luege existe un Jurtum
possessiods, y como éste puede cometerse con respecto al acreedor
pignoraticio que posee verdaéerameaee; queda. bien probado que
esta misma pooesión, y por consígaíenee la propia de-lÓ$-interdictos,
es el derecho que hra, sido bollado por el toho. Si examinamos des-
pués la naturaleza. de éste derecho, será preciso responder que es un
derecho en la cosa, introducido ton el objeto de defend'er un esta-
do comprendído en la :adquisición de la propiedad. En efecto, la 1 /

posesión q,1.!-e conduc:e a la usucapión está :garantida por la. accién ''l y

pubfi(1'.iana: pero a :máS de la usucapión hay aún varias adquisiciones ¡ j


que se hacen ptiÍ medio de la posesién, f a las que esta aceión IlQ se ')
aplica., 'Más cómo estas adquisiciones estarían desprovistas de toda
protecclée, se han. encontrado p?ra ellas los interdictos posesorios, .J
He aqruí ahora las adquiskicne.s que encierran la verdadera causa
dedara:tiva del deFecho de posesión.
l.i! La langi temporis p,mscript'io~ en especial la de los bienes-
1nm¡u:eb1es provinciales. por donde nos e:K1plicam.0s eatre ºtra.$ cesas,
la razón porque los Interdictos se aplícaban ton preferencia a los )

inmuebles. )
2. ª La prascdptio ~gissimi ttmpQ!is acquisítiva )
3 • La prescripción inmemorial.
: )
4.ª La prescripción langissimi temporfr ext~rn:tív<l..
Esta es la causa de· que Ja posesión propia de ros interdictos se. )
asemeje tanto a Ja poseslén que eenduce a la usu<;apión, y s.ólo se. )
diferencie de ella en la cantidad. Creemos haber reasumido en. es·
tas palabras toda Ia obra de Thaden,
o
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)
¡ )

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DE LA POSESIÓN

La opinión de este amor tieiilie cierta apariencia de fundamento


sistemático que nos obliga .a examinar detenidamente los elementos
de que se compone. Pero desde l11egtl podemasasegurar que la ra-
zón sacada del fa:rtun. possessionis es comple~mente Insostenible: por-
que si e! obJéto jurídic-0 del robo fuera. fa posesióq, el ladrón, roba-
do a su vez, ráe~etfa tener tambi~n derecho a intentar la .aoci6np.rt¡
puesto que no
cabe duda en que liene la posesión. Además, está fuera
de coda dudá que la accién furti no <le compete de modo alguno 75"
j Por otra parte e~ igualmente inciJntestahle que tienen esta acción 1!1S·
·~
personas de· que liamos a hablar, <iumque ninguna de ellas goce de
la posesión· el usufrucnraria y el usuan(), de .tos cuales ni tl uno ni
9 el otro tienen más ,que una simple retención i6 así como d acreedor
:~ ~ quien se empeña una cosa por simple conveaio, aunque no tenga
1

) retención, sino sólo una flctio itt mn 9ue tienda a obtener la pose-
sión 77 Es, pues,, evidente que el verdadero fündamemo del furtum
J pos~e.ssion~ no es una posesión violada, sino más bien un jus in re que
_) contiene la precensi6n a una posesión cualquiera (pQcQ importa. que
) sea verdadera posesiém o una simple detentación que sea presente
"'v o fuaira), y que el r:o~o.,prlva d'.e esta ventaja En cuanto a los otros
') motivos no son más.fundados que los que acabamos de refutar. La
prescripción inmemorial no ha sido intreduclda €n 'el dereeho ro--
·~J man o más qUce por mal entendidos. cálculos. La prescrípdón
-. .
..,'..¡· treintanuaria de las acciones no se ha eonecído hasta poco hace, de
suerte. que es imposihleJque sirva para la expfü:aci@n de los inteiidic·
J tos, cuya existencia se remonta a muchos siglos. De este modo s6lo
·..
~~~ resta la longi temfx>rispa!crijJtiQ,, .só:bre todo la de los bienes inxnoébles
·) provindales En .cuanto a ella, pretende e] autor que no ha estado
1•

oó'.)
•,· gara.nrtidai por la ~cción: pu.hlidana, porque esta no hada más qne
') acompañar upa fisucapión que realmente se' está efectuando Pero
ésta es precisamente una aserción del todo faísa Esta acdón se apli-
,)
co, bien pronto por ei contrarie a cases t;n ~ne una verdadera
o
@
@ 75 L 76, § defartis (XLVII, 2) -Gpr: L. 12~ § I, L 71, § i.eo<J
76 L 15,§l;L 20,U~L 40,§,;.b 4t~ÓCLV0,:t}
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"" ' 17 L 66, pr D de farlis (XLVC!, 2)
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34

~sucapión no era posible en este. ·(aSO· se; hallaban el usufi:u<::t(), las


servidumbres reales., et ager veclig.alis,, la s.uperfü:ie y particularmente
los inmuebles pfQvinci~tes"18' Mí pues, en tQdos estos. ~.PSOS y esp~-
cialmente en el óltimo, la.accién pubíiciana era en un t()do suficien-
v
te, p.or este mo:tivono había necesidad alguna de inventar los in-
terdietos- el auto.r ne ha pr·obado nada de lo que pr9ouró tXiplicar.
Hasse pretende que la posesión eli un derecho en la· ~osa, per9
un derecho reiatiw·~ esui es, un dere4.".ho que no pl:l~de ttacerse eíec-
tivo contra todos, sino sólo· contra el que quien~ atacar la pose$ión
por medie de la violencia, etc. Después di(~ ·que la pºosesión COJlS- no
tltuye por si misma este derecho, sino que en su cualidad de estade
puramenu de hecho, siempre se billa acompañada de un derecho
anónimo que. fa. garanüzs. !Los romanos, continúa, no hán establed':.
do claramente esta distíndón.1 y he aquí 1a causa de que designen
comúnmente 'tanto el Urro como la ~.tra por la palabra pos~essio. Tam-
bién a veces se ve marcada especialmente en la L 2. § 2,, S., D~: de
interdíctis, en la cual se deben entender con. la diferencia ya dfoha las
expresiones causa prioprietati:s et posses$i{¡,nis (p. 199 y:200) Et dereche
0

sobre fa cosa que- s!)tG puede hacerse efectivo contra personas que
1

ejercen actos de víoleneía, sólo con mucha dilicultai! se distingue de


una obligación, de estas persenas, en la.:su.posiclól!ll de la posesión de
hecho Nosouos no podemips creer que· la afuma:tiva canfürrne a la
cual la posesión da derecha a la protección pufda díferendarse sino
sólo en las palabras de :ta que SO$tl~m: que no. proviene tal.derecho
de la posesión y sí de un derecho innominado que ac&mpaña ~ ésta
La interpretación de la L ~t ])_ de interdicfü PQS parece comple·tamen~
te falsa, y que en esto consiste un errot real, ·
Bauh sólo hace la historia de la posesión para combatir la deduc-
ción histórica que hemos procurada establecer, y sienta en lugar .suyo

78 L 11, § 1, D J¿.publici'aM (Yl. ~) -L [2,,§ 2~·1, D ctoiJ •In vectigalibus ift i1H1liis

fmBdiU quod 11Srw4ii' nan.posw.nt pubtitiana competit íi fortt bona fide :mihi tradib. sunt-
Est.OS SÓlll :pr.ei;:isament~ los.ínmuebl~prQvinda]esque la; ley \fesigna por alía prmáia epr.
Cujas, o~ vu. S.; 7 con respecro.a Paulo AdEdidum, lib m Tambíén •paJCCéci'~fule
'
\_)
.
que este pasaje se .halla inteq:i<fllado ¡¡quf de modo que Páulo.se iiabrm expresado, a.sí: oclnc
Ved.lgal.ibus stipenffiañis et tributañís ptt:dñs•

)'

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'35

una oonsecoenda que saca de la 'necesidad legal y gen_craLSegún ét


la posesión sería tan .sólo un acto :por el cual contrarrestamos.al q1,1e
se hace jus,cii;:ia por sí m.ísmo (p. 4o) y en esto se aproxima bastante
a la opinión de ltud<Jrff: En seguida de esta dedafación a:d0pta la
explicación que-ha dado. Tbfüaut en último lugar de fa civilis pos.sessio
(p .. 56}. Pero mezcla con sµ epinién errores tan crasos, que la explí-
cacién que da no es capaz de justificar CQ.Sa. alguna. Por esto admite
que e,i): materia df¿jtttilmis es pred!io ap\icar desde !uego el interdie:·
to de vi: después el de uti possidetis, lo que es indiferente para el ac-
¡' . .
1
tual poseedor (p 3,6)·. También pretende que los interdictos deben .
ser i'n rem scripta!, del mismo modo que ta acción r¡wd metus eausa (p. '
50, 52), :que el dejectus debe quedar todavía poseedor jurídico por
~ espado de. un año, hasta que la prescripción le haya hecho perder
:~ el interdicto de vi (p. 49) En este punte Heya el autor el error a su
p colmo, mezclando con e1 derecho romano la práctica del francés
Por fin Huschke trae la posesión de los elementos constltu.tj;vos
~ mas antigtios de la nación romana. Los romanos o famnos, dice, re-
) presentan. el cuerpo- :por esto enc.;on:u:a.m:as entre ellos el hecho, la.
) posesión y su garantís por orden de fa autoridad finterdkto,); Los
) quirites º' rícíes representan el .espíritu de aquí' entre elfos el dere-
cho, la propiedad y su prantía por medfo de la a:cdó.n y deljuido
1. Con el tiempo fa posesión l'leg;ó a semejarse a 'fa p:uqpiedad, pero sin
·~
conftmd.irsejamás ~Qn ella. después los patriciosreemplasaron a Jo~
) ramnos, los plebcyo:s tomaro11 el puesto de los ticíes, y la antigua
) antítesis continúa e:listitndo en 6Stós"dl1>s essados -Haciende,a)bstraQ~
ción de lo que hay de redundante· en tal modo de ser, ''l dando por
{¡ concedidc;;> que todo ello está tan fundado y rdatQ como lejos se ha-
~ lla .de semejante estade, sin ernbarge, nada quedaría probado én
) cuanto a la euestién que ne}$ ocupa, sino que, .ésta seña una aplica-
} ción de la: idea que en la más remota antigüedad se tuvo de meneie-
nar una posesión 'al lado de una prspíedad, Pero la encontramos For-
) mada del modo más- completo en los tiem!<>5 de les jurisconsultas
~ clásicos y· en. la legislación de jusdníane esw es lo que una necesl-
·~
dad practica, un interés actual, debe explicar. F.$,ot:ierto que no se
habrían mantenido los interdictos poseseríosea Cionm.emoraci'l>n de

los antiguos ramnas, $Í el der.ech.o, c;le propiedad hubiera b~tado para
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36 TRATADO
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satisfacer el objeto-que dictó la práctica del derecho, porque en aque-
lla época nadie se acordaba de los ramnos ni de las ticios; aiúo los
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patricios los-plebeyos, sólo po!' casualidad eran mencionados, en. r
muy raras inslito:ciones -O.el cierecho antiguo: Por esta razén no nos:
hubiéramos ocupado aq_uí de la obra de Husddte. s~ et no le hubie-
ra dado pQr o'hjetQ «acfarar en derto modo fa o~nfusiÓin en q1ue ha.
caído la Ju:nsprodenda,, especialmente en lacuestíón de saber si la
posesión es o no un derecho que pueda servir de fundamente a los
interdictos, é~c-~ (p. 109) Así es que la fah:a que cometemos hau1an:-·
·. ¡
1

do de este Ubrn en un lugar que ne corresponde, y exigiendo de él


1 la prueba de un punto que na n~s ,p. uede suministras, aun supenier»
.

do que contiene cosa~ exeeleutes, sélo debe recaer sofo;e su autor

§7
POSESIÓN ClVU.. V NAift!JRAL,

Hasta aquí hemos deducido la definídón jurídica de la posesión,


tomándola del sístema rlet derecho romano en gel]er<il.. ahora nos
ocuparemos en
p rofonruzar la termin.oie.gía empleada-por iosjuris-
1

: )
consultos romanos La parte más dificil e· importante de '5ta investi-
gación concierne a la, palabra posesión en general, y sus términos
possessio ci.vílis et possessio 1mturalisi empezaremos por fijar su sentido 79.•

'19 Se ha dicho no hace mucho 1que el problema~ deñnlr exactamente lo que debe
entenderse por posesión bajo sus diferentes 8$pCCtos; era imp<>sfüJe qe :resolver. porque
estas nodenes y sus diverses s~ificados que ha:líi.an. nacido en la vida, común y iJO ha-
bían sid<:.i tO'bjeto de I~ ín11estíg¡lclone1 de Icsjuriséonsultos hasta después de su forma· :J
ción de beche, habnan penetrado en la legislacl6n con toda la am'.bígiieda.d que neoesa- <)
riamente da: semejante origen, y que sucedería Có!'l esto lo que eon los ténninos· culpa
l<ita d teuis, etc Zacaiíi!s, Besi~, uñd Vrjachrung; p 6, 7, 8'7-'Es¡:a observadén ~e,c;:e·
de ~odo fundamento· Las expresiones ailpa .fata. it kvis designan en 1;11 of\gen ideas ·p:u-
fatnente. mQrales, y cu~ prunera conc~p~ón por cQnsiguíent.ese.verific6 en ·otro dQmi-
nío que el 1ik la ciencia del derecbo Ni;i asi con respecte a las ~alab~ possessio civifu.
1

,et.natu~; su ,5ignific:acl6n •es-juñih'Ca en su oñgen,-sin que exista jdea ninguna no juri'·


dica en su noci'ón: estos ténninos 1101 pueden, pues, traer su origen ~'e ia :vida ordinaria
1 ;)

ni haber recibido ,de: ella un sen.tldo indet.ernUn.ado u

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