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DALÚ ALITZE TÉLLEZ MARMOLEJO

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TODOS DEBERÍAMOS SER FEMINISTAS.
“Sí, hay un problema con la situación de género hoy en día y
tenemos que solucionarlo, tenemos que mejorar las cosas. Y
tenemos que mejorarlas entre todos, hombres y mujeres.”

No existe duda alguna de que existe una problemática social


muy grande con respecto a la discriminación de genero
alrededor del mundo. Que ha existido siempre y que es hora de
cambiar las cosas. Todos deberíamos ser feministas en un
texto exquisito. Es la segunda vez que lo leo y no me puede
gustar más. Chimamanda tiene una forma tan peculiar de
expresarse. Directa y atrevida y sobre todo eficiente. Es
momento de evolucionar, y para ello es necesario comprender
la problemática y no ignorarla simplemente porque no esta
pasándote a ti. El mensaje del libro es claro: primero que
nada, tenemos que dejar de demonizar la palabra feminista.
El feminismo no es un movimiento que incita al odio, no es un
concepto de mujeres anti-hombres. El feminismo es un concepto
mucho más amplio y desarrollado. El feminismo nos habla de
tomar consciencia sobre la despreciable situación de genero
que vivimos día a día, de le severa inequidad que seguimos
experimentando entre hombres y mujeres aun en el siglo XXI.
Si queremos que el mundo y ser humano evolucionen para crear
una sociedad que respeta los derechos humanos y se vive en
armonía, necesitamos el feminismo más que nunca. Y para
integrar el feminismo en nuestra sociedad, es necesario
prestar atención y tomar responsabilidad sobre nuestras
actitudes y comportamientos. Tenemos que activamente
cuestionar los patrones sociales sobre los cuales las mujeres
debemos que seguir una tradición de reglas masculinas para
una validación personal. Chimamanda nos muestra varios
ejemplos y experiencias personales en las que te quitas la
venda de los ojos y tomas la valentía de cuestionar lo
establecido por un estatus quo insensato. Tenemos que
activamente hablar del tema, tenemos que hacer que la
sociedad se percate de la problemática que se vive día a día
y así lograr que las personas que viven en aquella burbuja de
privilegios sean capaces de reconocer la discriminación de
genero. es la única forma en la que se podrá educar a la
sociedad sobre un concepto correcto y así dar paso a una
nueva era. Sin estereotipos, sin una construcción social
basada en el genero. ¿Cómo vamos a cambiar las reglas? Fácil.
Cuestiona las normas establecidas. La próxima vez que
escuchemos a una persona criticando a una mujer preguntémonos
si estarían haciendo el mismo comentario si esa persona fuera
un hombre.
DALÚ ALITZE TÉLLEZ MARMOLEJO
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NO SOY UN HOMBRE FÁCIL.


Desde la primera vez que vi No Soy un Hombre Fácil, me
sorprendí con la autenticidad de la trama. Lo que parece una
historia de comedia romántica, tiene muchísimo valor más que
un simple filme. Un mundo paralelo, donde los roles son
invertidos suena divertido e interesante. Y lo es. La
película tiene una forma muy peculiar de (a través de la
comedia) de mostrar las problemáticas sociales que pueden
parecer pequeñas y absurdas, pero en realidad son enormes.
Desde la forma en como el personaje principal, Damien, se da
cuenta como el cuerpo masculino es sexualizado, la
publicidad, el acoso callejero, la opresión de su sexualidad
masculina, los estereotipos de la sociedad a los que se
enfrentan como hombres día a día. Cosas tan absurdas como la
repulsión al vello corporal en el cuerpo de un hombre y como
las mujeres tienen una especie de soberanía sobre el cuerpo
de ellos. Incluso vemos hostigamiento y acoso sexual de
mujeres a hombres. Creo que sin duda alguna la forma en que
la película aborda el tema de la sexualidad y lo roles de
genero es impresionante. En escenas como las que mencione
arriba, es normal reírse, es normal encontrar gracioso una
situación como aquellas, por que son situaciones y escenarios
realmente absurdos. ¿Pero únicamente cuando es de mujer a
hombre? La película trata de mostrar lo que es vivir siendo
mujer dentro de un sistema patriarcal. Por más cómica que
pueda a ser la película, su mensaje funciona. Deja en
evidencia la estupidez de los patrones, costumbres,
estereotipos y concepciones sociales que en los que se vive
siendo mujer. Si somos capaces de entender el mensaje de la
película debajo de las risas y la comedia, puede llegar a
provocar la incomoda, pero necesaria obligación de
reflexionar, concientizar y cuestionar activamente el sistema
patriarcal en el que vivimos.

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