Rao, H. (octubre, 2010).
Qué piratas del siglo XVII pueden enseñarnos sobre diseño del
puesto de trabajo. Harvard Business Review, 88 (10) (Trad. Universidad ESAN). (AR35855)
COLUMNA
Qué piratas del siglo XVII pueden enseñarnos
sobre diseño del puesto de trabajo
Por Hayagreeva Rao
Los fracasos costosos de una administración
talentosa – como la contratación de la gente equivocada
por razones equivocadas o la creación de incentivos
perjudiciales – frecuentemente pueden rastrearse hasta
el punto más temprano en el proceso de reclutamiento:
el diseño del puesto de trabajo. Es fácil equivocarse.
Con demasiada frecuencia los ejecutivos agrupan tareas
contradictorias sin considerar de qué manera la
descripción influenciará a quien postula o cómo el
empleado contratado distribuirá su tiempo.
Considere un capítulo relevante, aunque oscuro,
en la historia del liderazgo: el apogeo del siglo XVII del
Capitán Morgan y el Capitán Kidd. Si tuviera que diseñar
el puesto de trabajo del capitán de un barco pirata en
esa era, ¿cómo lo haría? Cuando pedí a estudiantes de
MBA y ejecutivos que diseñen el puesto de trabajo, ellos
Resulta que los invariablemente agrupan dos áreas de responsabilidad:
piratas hicieron un las tareas estrella – trabajo estratégico como la
identificación del objetivo, el mando durante la batalla y
mejor trabajo que la negociación de alianzas para formar flotas – y las
mis estudiantes en la tareas de guardián que son trabajos operacionales
como la distribución de armas, adjudicación del
asignación de las conflicto, castigo de indisciplinas, distribución del botín
tareas correctas a un y organización del cuidado para los enfermos y heridos.
(James N. Baron y David Kreps presentaron estas
líder. categorías en su libro de 1999 Strategic Human
Resources [Recursos Humanos Estratégicos].)
El puesto de trabajo diseñado por mis
estudiantes sería un error. Cuando las tareas estrella y
de guardianes se agrupan, se producen diversos
problemas. Por ejemplo, los candidatos que pueden
hacer ambas excepcionalmente bien son escasos porque
las tareas estrella requieren tomar riesgos y espíritu
empresarial, mientras que las tareas de guardián
requieren concientización y esfuerzo sistemático. La
necesidad de cumplir ambas clases de tareas podría
desalentar la postulación de las grandes estrellas o los
grandes guardianes. Un comandante brillante podría
tener poca paciencia para tratar con las minucias de la
distribución de recursos. Un administrador experto
podría tener temor a la idea de liderar a los hombres en
la batalla.
Los empleados contratados para un puesto de
trabajo que incorpora tareas conflictivas tenderán a
enfocarse en las más sencillas y más controlables que en
HARVARD BUSINESS REVIEW●OCTOBER 2010
las más críticas. Por lo tanto, un capitán pirata reacio a
los riesgos podría ser tentado a gastar su tiempo en
tareas de guardianes, pero si las tareas estrella fueran
más sencillas de cumplir, las tareas de guardianes se
podrían desestimar.
Resulta que los piratas hicieron un mejor trabajo
que mis estudiantes en la asignación de las tareas
correctas a un líder: Ellos hicieron que el capitán fuera
responsable de las tareas estrella y eligieron a un cabo
de mar general para realizar las tareas de guardián. Esta
solución también evitó una concentración de poder en
las manos del capitán. En aquellos días muchos
capitanes de barcos mercantes pasaban demasiado
tiempo realizando tareas de guardián y se volvían
tiranos, provocando motines e induciendo a sus
hombres a unirse a los piratas. (Para mayor información
sobre Recursos Humanos de piratas, véase “An-arrgh-
chy: The Law and Economics of Pirate Organization” de
Peter T. Leeson, Journal of Political Economy, 2007.)
En la cima de la empresa moderna, las tareas
estrella y de guardián están divididas entre el CEO
(Director Ejecutivo) y el COO (Director de Operaciones).
Esa separación nítida es menos común más abajo en la
organización, con consecuencias adversas a nivel del
equipo y de las unidades.
El Servicio de Administración de Minerales del
Departamento del Interior de los Estados Unidos, por
ejemplo, es responsable tanto de las tareas estrella
(distribución de contratos de arrendamiento de los
pozos petroleros a cambio de regalías) y tareas de
guardián (supervisión de la seguridad y sostenibilidad).
El servicio halló las primeras más fáciles y más
glamorosas que las últimas. Un diseño organizacional
deficiente llevó a un fracaso regulatorio que caracterizó
el derrame de petróleo catastrófico en el Golfo de
México. La reciente orden de secretaría para crear
oficinas separadas para la administración de ingresos,
seguridad y mantenimiento del orden, y el desarrollo de
energía sostenible es un paso tardío en la dirección
correcta.
La moraleja de esta historia de piratas: Agrupe
las tareas estrella y de guardián a su propio riesgo.
Hayagreeva Rao es Profesor de Atholl McBean de
Comportamiento Organizacional y Recursos Humanos en la
Escuela de Negocios para Graduados de la Universidad
Stanford.