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Existen numerosas heridas del alma que vamos curando, pero que
nunca terminan de cicatrizar, para recordarnos que alguien o algo nos
lastima de nuevo y sentimos ese malestar.
Algunas de estas heridas son:
1. La humillación
Somos humillados cuando alguien ataca nuestra
dignidad como persona de diversas maneras.
Normalmente, cuando nos traicionan es porque han tomado primero toda nuestra
confianza, hemos creído en su palabra hasta el final y creíamos que todas sus
acciones eran honestas y sinceras, pero descubrimos que es todo lo contrario.
¿La primera sensación? La incredulidad, luego puede venir la ira, el llanto, el sentimiento
de haber hecho el ridículo. Sin embargo, no debemos olvidar que la persona traicionada lo
sentirá en el momento y se acordará algunas veces de esta traición; pero la persona que la
comete llevará esa losa en su conciencia y su reputación se verá influenciada por ello.
4. La indiferencia
Muchas personas dicen que lo que más duele es la indiferencia, pero esta puede ser
peor aún cuando va dirigida a una persona que no se lo merece. Ignorar a alguien es no
validarlo, hacer como si no existiera y eso duele…
Puede existir una indiferencia planeada para causar daño a otra persona, una
indiferencia grupal hacia alguien o algo para causar daño intencionado o, simplemente
una actitud que no releva ni rechazo ni acercamiento, una actitud en la que una persona
hace caso omiso de todo lo que habla, siente o dice otra persona de su entorno.
Cuando sufrimos de la indiferencia por parte de gente cercana sin que nos den una
explicación nos sentimos como si no valiésemos nada, como si no fuéramos dignos de
una explicación, una disculpa o un aviso de su cambio de actitud debido a ciertas
circunstancias
Dibujo tu rostro en las nubes que veo pasar, viajando sin rumbo
fijo y, guiándome por la luna, le pregunto:¿Dónde estás?
Segunda parte
La Sanación Interior
(poder perdonar)
• Cuando se habla de sanación interior, se nos presentan varias
opciones:
• Los contenidos de autoayuda, que vienen en libros, vídeos,
audios, etc.
No se puede depositar
toda la confianza en las neuronas
PRINCIPIOS DE SANACIÓN INTERIOR
1° Enfrentar a la realidad
Las actitudes de huida, de negación, La negación del problema es nuestra
de represión y de escapismo son primera dificultad. Debemos ser
contrarias a la dinámica del realistas y aceptar nuestros
Evangelio, y cada vez que nosotros problemas.
escondemos el problema que La oración, el silencio y participar en
tenemos estamos obrando en un retiro espiritual nos ayuda a ver
dirección opuesta. nuestros errores, nuestra soberbia,
Necesitamos confrontar al pecado, nuestro orgullo, nuestra petulancia,
confrontar el dolor, confrontar la así podemos despertar a la realidad.
herida, confrontar al demonio.
Las actitudes de huida, de negación, de
represión y de escapismo son contrarias a la
dinámica del Evangelio
Aunque la persona peque con su cuerpo, el cuerpo humano sigue siendo bueno.
Si peca con la boca, el don de la palabra no es malo, si peca con el dinero, el
dinero en sí no será algo malo.
El dinero en sí no es malo
Lo malo puede ser
el uso que se haga de él
Lo mismo sucede con los sentimientos, tenemos que dejar de luchar con ellos.
Dios Acepta y ama nuestro ser, por eso es importante que nosotros también lo
hagamos.
Algunas mujeres, luego de una violación
comienzan a tener sentimiento de culpa
y piensan que su cuerpo es pecaminoso.
• La razón principal de la llegada de Cristo a la tierra, fue para instaurar y abrir las
puertas del reino de Dios a la humanidad, por lo tanto, la llegada de Cristo al
corazón busca hacer lo mismo.
• La mayor parte de los seres humanos han llegado a Cristo porque necesita un
parche en su vida, necesita resolver un problema, sin embargo Él no está ahí para
eso, Él busca vivir en nosotros.
Las razones de nuestra tragedia sólo se puede entender en Cristo; en él encontramos las
razones positivas. Eso le llamamos re-significación.
• Cristo nos muestra que el mal que hemos padecido es una oportunidad para probar
nuestros propios límites, y para fortalecernos.
• Las experiencias de desbordamiento, tienen como fin vencer la soberbia, así podemos
vencer la raíz de todos los pecados, pues la soberbia es la raíz de todos los pecados y
Dios nos libera de ella a través de esas experiencias abrumadoras de devastación.
Cristo nos muestra que el
mal que hemos padecido es
una oportunidad para probar
nuestros propios límites, y
para fortalecernos.
PRINCIPIOS DE SANACIÓN INTERIOR
• Las situaciones negativas nos ayudan a experimentar directamente la necesidad
humana, y nos abre a la compasión, pues las personas que surgen de las condiciones
más oscuras de la humanidad y de los fracasos, son los más indicados para ayudar a
personas que están pasando por las mismas tragedias, nos vuelven más compasivos y
abiertos a ayudar a otros.
• Dios permite que vivamos el mal, nos convierte en libro viviente, un narrador que sirva
de testimonio, una prueba de superación, así muestra su misericordia y la esperanza
para todos. Pero no es permanecer en el mal, sino superarlo y tener en la vida un
desenlace precioso.
• Así, las experiencias negativas nos llevarán allá, a través de la narrativa que está
construyendo en nosotros les mostrará el bien a otros.
A veces tenemos una idea demasiado Dios nos convierte en libro viviente, un
romántica de nuestros amigos, de nuestras narrador que sirva de testimonio, una prueba
carreras, de nuestros esposos, de nuestra de superación, así muestra su misericordia y
familia, y cuando nos decepcionamos nos la esperanza para todos.
damos cuenta de los errores de los demás.
PRINCIPIOS DE SANACIÓN INTERIOR
Dios a través de historias de gran dolor está preparando regalos maravillosos para
nosotros y para otras personas, una referencia clara de eso es la historia de José, hijo
de Jacob, la cual se refleja en el génesis, él fue vendido como esclavo por sus
hermanos, más tarde fue encarcelado y terminó por convertirse en la mano derecha
del Faraón, y gracias a eso logró salvar a su familia.
Los males que estamos padeciendo hoy, son la antesala de los bienes maravillosos del
mañana, no lo vemos claramente cuando estamos en esa situación, pero más
adelante se vuelve evidente.
A veces necesitamos los descontentos para avanzar, para no quedarnos en un lugar, que
entendamos que somos peregrinos, que estamos de paso.
Recibamos la gracia del señor, recibamos los males que nos da, pues siempre lo hace
para un bien mayor, aunque suframos, pequemos y nos decepcionemos, tenemos que
confiar en el Señor.
Recibamos la gracia del señor, recibamos los males que nos da, pues
siempre lo hace para un bien mayor, aunque suframos, pequemos y nos
decepcionemos, tenemos que confiar en el Señor.
Muchas gracias