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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANÍA NACIONAL”

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍA Y ARQUITECTURA


INGENIERÍA CIVIL

NOMBRE Y APELLIDO: AMBAR ISABEL TUESTA GRATELLI

CURSO: SEGURIDAD Y SALUD EN LA OCUPACIONAL EN CONSTRUCCIÓN

TEMA: RIESGO DE INCENDIO

DOCENTE: ING. JORGE TAPIA CASTRO

CICLO: VIII

CODIDO DE ALUMNO: 2018116301

SEDE: PUCALLPA

FECHA: 19/05/2022

2022
RIESGO DE INCENDIO

Un incendio es un fuego incontrolado que se manifiesta por un gran destello de luz y calor.
Sus efectos producen lesiones personales por humo, gases tóxicos y altas temperaturas, y
daños materiales en las instalaciones, las mercancías y el propio edificio.

El fuego se origina a través de una reacción que se produce cuando intervienen


simultáneamente tres elementos:

1. Una materia combustible capaz de arder (papel, cartón, madera, gasolina, plástico,
etc.)
2. Un comburente, normalmente, el oxígeno del aire
3. Una fuente de calor que proporciona la energía necesaria para activar la reacción.

Cuando el calor generado por el propio fuego vuelve a crear nuevas reacciones químicas,
el fuego es incontrolable mientras no se elimine uno de los tres elementos.

Según la velocidad de reacción y propagación de las llamas, al fuego se le denomina:

1. Combustión (la velocidad es inferior a 1 m/seg).


2. Deflagración (la velocidad es superior a 1 m/seg).
3. Detonación (la velocidad es mayor que la del sonido).

TIPOS DE FUEGO.

El comportamiento del fuego depende del combustible afectado en el incendio y según la


norma UNE 23-010 se clasifican por letras en cuatro tipos:

1. Clase “A”: el fuego se origina por la combustión de materiales sólidos, como madera,
carbón, papel, tela, corcho, gomas.
2. Clase “B”: el combustible son materias sólidas grasas o líquidos combustibles, por
ejemplo, cera, parafina, grasas, alcohol, gasolina, plástico, disolvente, pintura,
aceite.
3. Clase “C”: el origen del fuego son los gases inflamables, como acetileno, metano,
propano, butano, gas natural.
4. Clase “D”: son los fuegos producidos por metales especiales, como aluminio polvo,
potasio, sodio, magnesio, plutonio, uranio.
También es frecuente que algunos incendios se produzcan por la presencia de corriente
eléctrica, siendo su causa inicial electrodomésticos, transformadores o cables en mal
estado. En estos casos, al peligro que representa el fuego en sí, hay que añadir el riesgo
de electrocución y para apagarlo debemos adoptar ciertas precauciones, como desconectar
la electricidad y utilizar extintores adecuados.

El riesgo de incendio presenta, de forma clara, un potencial importante de pérdidas. Las


estadísticas indican que cada año aumentan los daños materiales y las víctimas,
procedentes del efecto directo del fuego, el calor y las llamas, así como por el efecto
indirecto de gases calientes, corrosivos y tóxicos. Sin embargo, no siempre se adoptan las
medidas necesarias para prevenir el fuego o protegerse contra el mismo, pues cada vez es
más abundante el uso de materias combustibles de todo tipo. Esto hace que se produzcan
fuegos no deseados que causan lesiones personales, muertes, daños materiales y
degradación del medio ambiente.

PREVENCIÓN DE INCENDIOS.

La prevención de incendios consiste en mantener una actitud activa y continua ante las
posibles causas que lo originan, adoptando medidas para eliminar dichas causas y evitar
así la aparición del incendio. Un incendio se produce cuando hay combustible a temperatura
suficiente para combinarse con el oxígeno del aire y lo podemos PREVENIR si impedimos
que haya materiales combustibles en condiciones de peligro, focos de calor y aire en
contacto con materiales oxidables.

Las medidas de prevención actúan sobre uno o varios de los tres elementos que componen
el fuego con el objeto de aislarlos o eliminarlos, para así evitar el inicio del fuego. Pues si
falla uno de los tres componentes el fuego no se producirá.

Las medidas de prevención de incendios más importantes son:

1. Eliminación del combustible. Se pueden sustituir los materiales combustibles por


otras sustancias menos inflamables; recubrir el combustible con materiales
ignífugos (protectores contra el fuego); limitar la cantidad almacenada (el material
necesario para una jornada o tumo) y colocarla en compartimentos resistentes al
fuego.
2. Control de los focos de ignición. Extremar el orden y la limpieza, para evitar la
acumulación de embalajes, residuos, etc.; de fácil combustión y rápidos
propagadores del fuego. Prohibición, en las áreas que lo requieran, de fumar y
utilizar cerillas, mecheros y otros medios que generen calor.
3. Control exhaustivo de los trabajos que se realizan utilizando llamas abiertas y
equipos eléctricos de soldadura o corte. Para el uso correcto de estos equipos es
fundamental instruir a los empleados y extender un permiso de trabajo en el que se
indiquen las medidas de protección y prevención que se deben adoptar.
4. Revisiones periódicas de las instalaciones eléctricas, sustituyendo los materiales
deteriorados o averiados, y controlar la existencia de fuentes de electricidad estática
conectadas a tierra.

SISTEMA DE POTECCIÓN:

1. PROTECCIÓN PASIVA:
 Protección Estructural: Destinada a evitar la propagación horizontal y vertical
del fuego. Mediante la construcción de estructuras que dificulten el paso del
mismo como divisorios, forjados o juntas de expansión en las paredes.
 Resistencia al Fuego de los materiales: Según el tiempo durante el que se
mantienen las condiciones de estanqueidad y aislamiento térmico. Por
ejemplo, se usa hormigón y yeso que conducen peor el calor que otros
materiales.

Vienen determinadas en las Normas Básicas de Edificación, a aplicar según la


legislación vigente cuando se construyó el edificio o cuando se realice alguna mejora
del mismo.

2. SEÑALIZACIÓN:
 De forma que resulten claramente visibles, siendo la simbología empleada
uniforme y de fácil interpretación.
 Debe proporcionar, en todo momento, información que proporcione datos
sobre comportamientos, y prohíban o prevengan acciones peligrosas.

3. ALUMBRADO DE EMERGENCIA:
 Tiene por objeto garantizar un nivel mínimo de iluminación.
 Deben dotarse de iluminación de emergencia:
o Todas las vías de evacuación.
o Todas las salidas del sector y del edificio.
o Todos los locales de riesgo especial y los aseos generales de planta
en edificios de acceso público.
o Los locales que alberguen equipos generales de las instalaciones de
protección.
 Todo sistema de alumbrado:
o Alimentado eléctricamente con dos fuentes de suministro.
o Con autonomía de funcionamiento a plena carga, de una hora como
mínimo.
o Puesta en funcionamiento automática con el fallo del suministro de la
red.
o Proporcionará una iluminancia de 3 lux en los recorridos de
evacuación y de 5 lux donde se precise maniobrar instalaciones.

4. DETECCIÓN Y ALARMA:
Detección humana:
 Por el accionamiento de los pulsadores de alarma.
 Servicio de vigilancia, principalmente por las noches.

Detección automática:

Aumenta la rapidez de la detección, pudiendo vigilarse zonas inaccesibles a la


detección humana.

La recepción de las señales puede estar supervisada por un vigilante en un puesto


de control o programarse para actuar automáticamente.

Los detectores automáticos son aparatos de instalación fija que registran, comparan
y miden automáticamente fenómenos y/o variaciones ambientales que dan lugar a
un incendio.

Alarma:

 Automática.
 Manual.

5. SISTEMAS DE EXTINCIÓN:
Un fuego se puede extinguir al eliminar uno de los elementos del tetraedro del fuego:
 Enfriamiento; al bajar la temperatura de activación del fuego.
 Sofocación; al eliminar el comburente, oxígeno principalmente, que facilita la
oxidación.
 Eliminación del combustible; o materia susceptible a arder.
 Inhibición de la reacción.

Los principales sistemas de extinción son:

 Agua: al pasar de líquido a vapor enfría el ambiente y reduce la


concentración de oxígeno.
 CO2 y Espumas: actúan disminuyendo la concentración de oxígeno hasta
un límite inferior al mínimo necesario para la combustión.
 Agentes extintores halogenados: actúan reduciendo la concentración de
oxígeno en la llama y atacando la reacción en cadena de ésta.
 Polvo Químico: se basa en la interrupción de la reacción en cadena de la
llama, por efecto de la absorción de energía y la eliminación de los radicales
OH.

6. MEDIOS DE EXTINCIÓN:
Instalación fija: Es aquella que consta de un sistema dotado de diferentes salidas
para la distribución y lanzamiento del agente extintor.
 Boca de incendio equipada (BIE´s): compuesta por una fuente de
abastecimiento de agua, una red de tuberías para alimentar de agua el
sistema y un puesto de manguera o BIE propiamente dicha.

 Hidrantes: Son fuentes de agua, normalmente derivadas de las redes


públicas, para el uso de los servicios públicos de extinción o para
utilización por los servicios propios de una industria. Se situarán en el
exterior del edificio, preferentemente junto a sus accesos, en número tal
que protejan sus fachadas.
 Columna Seca: Es una instalación sin agua, incorporada al edificio como
medio de apoyo a las brigadas de extinción. Los bomberos pueden
suministrar agua de sus equipos a estas conducciones.

 Sistemas fijos automáticos de extinción: Son instalaciones que tienen como


misión la extinción en un área determinada de un incendio, mediante la
descarga automática de un agente extintor. Estas instalaciones se
dispondrán en zonas de alto riesgo de incendio o cuyo contenido sea de
alto valor. El agente extintor será adecuado al tipo de fuego que pueda
producirse y al contenido o funciones que se desarrollen en el área a
proteger.
Los sistemas son básicamente de tres tipos:
o De rociadores automáticos de agua. (Fig. 1)
o De extinción por polvo o espuma. (Fig. 2)
o De extinción por agentes gaseosos. (Fig. 3)

 Instalación móvil: Es aquella que podemos desplazar hasta el lugar del


incendio. Se trata de los extintores (pueden ser de: agua, espuma, polvo
químico seco, CO2, hidrocarburos halogenados).
CONCLUCIONES

El conocer sobre los riesgos de incendio y cómo actuar ante ella, en una actividad es el
único parámetro válido para determinar las medidas correctoras de protección prevención
que aseguren su control.

Toda actividad, ya sea industrial como de cualquier otra índole, debe llevar aparejada la
utilización de un método científico que valore la exposición a un riesgo como el del incendio,
y que tenga que ser utilizada, de forma cotidiana, para el perfecto conocimiento objetivo de
la amenaza derivada del riesgo de incendio.

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