Está en la página 1de 23

Sentencia definitiva

RIT: T-2108-2019
RUC: 19-4-0239258-7
__________________/
Santiago, tres de mayo de dos mil veintiuno.

VISTO:
Demanda. Compareció doña SILVANA VERA BUSTAMANTE, 11.228.504-
0, ingeniera comercial, con domicilio en Camino a Valparaíso N° 2792,
Condominio La Primavera, parcela 209, Padre Hurtado, quien interpuso denuncia
de tutela laboral por vulneración de derechos constitucionales durante la relación
laboral y con ocasión del despido y conjuntamente, demanda por nulidad del
despido y cobro de prestaciones, en contra de la SOCIEDAD COMERCIAL E
INVERSIONES SIERRA BELLA LTDA., rol único tributario N° 76.173.214-5,
sociedad dedicada al establecimiento de hospitales y clínicas privadas,
representada legalmente por don Aníbal Ismael Mandiola Parot, ambos
domiciliados en Av. Santa Rosa N° 1503, Santiago.
Solicita que, en definitiva, se declare la existencia de vulneración de
derechos constitucionales durante la relación laboral y con ocasión del despido, la
existencia de la relación laboral desde el 22 de octubre de 2018, la nulidad del
despido para efectos remuneracionales, y la procedencia de las prestaciones que
demanda, y condene a la demandada al pago de las indemnizaciones y demás
prestaciones que detalla en el cuerpo de su escrito, o las sumas que el Tribunal
determine, con reajustes, intereses legales y las costas del juicio:
1. Indemnización establecida en el artículo 489 inciso 3° del Código del
Trabajo, equivalente a once meses de la última remuneración mensual percibida:
$42.298.476.
2. Daño moral por la suma de $30.000.000.
3. Imposiciones devengadas durante los meses de octubre y noviembre de
2018.
4. Remuneraciones y demás prestaciones por todo el período comprendido
entre la separación de sus funciones y hasta la fecha en que se convalide el
despido, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 162 incisos 5°, 6° y 7° del
Código del Trabajo.
Expone que ingresó a prestar servicios para la demandada el 22 de octubre
de 2018, para desempeñarse como contralora del Grupo Sierra Bella, suscribiendo
contrato de trabajo recién el 1 de diciembre de 2018, y desde ese momento
comenzó a ejercer el cargo de gerenta de administración y finanzas.
Indica que percibía una remuneración ascendente a $3.845.316, suma que
servirá de base para el cálculo de las indemnizaciones y demás prestaciones que
demanda, en conformidad a lo dispuesto en el artículo 172 del Código del Trabajo.

1
El 9 de octubre de 2019 su empleadora puso término a su contrato de
trabajo, con vulneración de los derechos constitucionales, lesión que se produjo en
esa oportunidad, así como durante el desarrollo de la relación laboral. Con esa
misma fecha suscribió finiquito de trabajo haciendo expresa reserva del derecho.
Señala que fue seleccionada para su cargo por el Presidente del directorio
del grupo Sierra Bella, don José Miguel Arroyo, según supo posteriormente, sin el
acuerdo del gerente del grupo Sierra Bella don Aníbal Mandiola. Comenzó a
desempeñarse como contralora del Grupo Sierra Bella, y el 1 de diciembre de
2018, comenzó a ejercer el cargo de gerenta de administración y finanzas,
ejecutando sus labores en las instalaciones de la Clínica Sierra Bella, ubicada en
Sierra Bella 1181, Santiago, donde tenía una oficina asignada.
A mediados del mes de febrero de 2019, se ordenó mi (sic) a las
instalaciones de la Nueva Clínica Madre e Hijo, ubicada en Santa Rosa 1503,
Santiago, donde trabajaban las personas del área financiera y contable, las que
serían unificadas en una gerencia de administración y finanzas, y también tenía
allí su oficina, el gerente general don Aníbal Mandiola, quien desde que llegó, tuvo
un trato frío y distante con ella, incluso hostil, debido a que nunca estuvo de
acuerdo en su nombramiento como gerente de administración y finanzas, ya que
aparentemente pensaba que había sido puesta ahí por el directorio para saber lo
que pasaba al interior de la organización, debido a que él estaba relacionado con
la antigua administración que había generado pérdidas millonarias a la empresa.
El gerente general dispuso que se le habilitara como oficina, un reducido
espacio que le asignó para trabajar junto a todo el equipo de la gerencia de
administración y finanzas, el que estaba compuesto por ocho personas, debiendo
incluso compartir el escritorio con Gabriela Zúñiga, encargada de control de
gestión. Frente a sus reclamos por la insólita situación, don Aníbal Mandiola dijo
que sólo era una situación momentánea, ya que según dijo pronto se habilitaría
otro lugar, lo que no ocurría a pesar de las reiteradas ocasiones en que le
manifestó su molestia por las condiciones en que debía trabajar. Mandiola en
forma inexplicable, incluso se negó a disponer la instalación de simples paneles
para dividir un espacio contiguo para habilitarlo como oficina, lo que hubiese
permitido mejorar sus condiciones de trabajo. Tampoco le permitió usar un box de
atención de los tantos que tenía el centro médico que funcionaba a metros del
lugar en que funcionaba la gerencia de administración y finanzas.
Por otra parte, indica que el gerente general dificultaba en todo momento el
desarrollo de sus labores, con cuestiones básicas como el no otorgamiento de
poderes frente a los bancos, a pesar de los múltiples requerimientos en ese
sentido, lo que entorpecía su trabajo, ya que para ejercer la labor financiera de
aprobación de pagos bancarios debía utilizar el dispositivo “digipass” del jefe de
contabilidad don Sergio Barrales, a pesar de que ella era su superiora jerárquica.
Si bien las condiciones de trabajo ya eran incómodas, por todo lo relatado,
su situación se tornó insostenible a partir de la primera semana de mayo de 2019,

2
oportunidad en que don José Miguel Arroyo dejó la presidencia del directorio de la
empresa, lo que formalizó en la única reunión de directorio a la que asistió, ya que
Aníbal Mandiola nunca más le permitió asistir a dichas reuniones, ni siquiera a
aquellas en las que debía exponerse la situación financiera de la empresa, que era
de su exclusiva competencia, y a pesar de sus insistentes requerimientos en ese
sentido al gerente general. Efectivamente, después de la salida de quien la
contrató en la empresa, don Aníbal Mandiola prohibió que usara la sala de
reuniones que frecuentemente debía usar para reunirse con distintas personas,
dada la extrema incomodidad del espacio asignado para cumplir mis funciones. La
razón dada por el gerente para esta arbitrariedad, es que ella siempre la tenía
ocupada, y que esa era “su” sala de reuniones, a pesar de que en su propia oficina
tenía otra mesa de reuniones que podía utilizar. Debido a la prohibición del
gerente general, en adelante cuando debía reunirse con personas, debía hacerlo
en la sala de capacitaciones, siempre que esta se encontrara disponible.
Refiere que a mediados de mayo de 2019, don Aníbal Mandiola la citó a
una reunión junto a la encargada de control de gestión, doña Gabriela Zúñiga y a
la tesorera Carolina Pino, oportunidad en que les informó que en el futuro tendría
reuniones diarias con doña Carolina Pino. De inmediato le manifestó que al ser la
tesorera parte de su equipo de trabajo, y la demandante su jefa, lo lógico es que
también participara de dichas reuniones, y que no la excluyera. Esto enojó tanto a
su jefe, que en forma sorpresiva alzó la voz, y le dijo que él era el jefe de todos, y
que podía tener reuniones con quien quisiera. Le respondió que efectivamente era
el jefe, y por lo mismo no podía pasar a llevar en su cargo, y que era
impresentable lo que estaba haciendo. Don Aníbal dijo que era el gerente general
por lo que podía tomar las decisiones que quisiera, y que no tenía por qué pedirle
permiso a ella para dirigir la empresa. Al ver que este señor estaba fuera de sus
cabales, le señaló que no quería seguir discutiendo frente a su equipo de trabajo,
y enseguida se retiró del lugar.
El 28 de mayo de 2019, doña Carolina Pino, le envió un correo electrónico
informándole sobre el protesto de un cheque de don Luciano Rojas, accionista del
grupo Sierra Bella, y por ello supo que el giro de ese cheque era parte de una
operación financiera que estaba realizando este señor junto a don Aníbal
Mandiola, sin que alguien le hubiese informado de ello, en su calidad de gerente
de administración y finanzas. Esta operación consistía en un mutuo de dinero de
don Luciano Rojas al grupo Sierra Bella, por $15.000000 para la compra de
indumentaria para Clínica Sierra Bella, y de no haber sido protestado el cheque,
ella nunca se hubiese enterado de la transacción. Ante la grave situación, envió un
correo electrónico a don Aníbal Mandiola, solicitando el respaldo documental de la
operación, el que nunca fue respondido.
Durante la última semana de mayo de 2019, fue invitada por la jefa
administrativa de centros médicos doña Antonella Neira, una reunión con el equipo
de ventas y un equipo de traumatólogos y enfermeras para hablar acerca de un

3
plan de mejoramiento comercial para el grupo. En esa reunión propuso dar un
salto hacia el marketing digital, idea que fue ampliamente acogida por los
participantes, por lo que con posterioridad se reunieron con cuatro empresas
dedicadas al marketing digital, con el fin de evaluar sus propuestas, sin embargo
el 18 de junio de 2019, Antonella Neira le informó mediante mensaje de whatsapp,
que no participaría en la última ronda de reuniones con las dos empresas finalistas
para la adjudicación del proyecto, ya que don Aníbal no la había considerado para
dicha reunión. Además de sorpresiva, esta situación resultó muy difícil no sólo
porque había sido ella quien tuvo la iniciativa de desarrollar ese proyecto y porque
había participado activamente en ello, sino además porque la arbitraria decisión
del gerente general la menoscabó arteramente frente a sus subalternos,
provocándole gran impotencia y desazón.
También el mes de mayo de 2019, en el marco de la junta de accionistas de
la empresa, debió elaborar una propuesta de disminución de gastos de
funcionamiento del grupo Sierra Bella, y luego de terminada esa junta, don Aníbal
le ordenó hacerse cargo de la reducción de los gastos de funcionamiento,
señalando que él se haría cargo de los gastos de remuneraciones. Conforme a
ello, junto a la encargada de abastecimiento doña Gladis Contreras, adoptaron
una serie de medidas tendientes a disminuir los gastos de alimentación, las que
fueron oportunamente comunicadas a don Aníbal Mandiola, sin obtener respuesta
de su parte. En el mismo marco del plan de disminución de gastos en el que
estaba trabajando con Gladis Contreras, diseñó medidas concretas dirigidas al
proveedor de ropa clínica, Albia S.A., para disminuir los gastos de vestuario, para
cuyo efecto redactó dos cartas dirigidas al proveedor, las que envió a don Aníbal,
quien nunca las revisó, sin embargo luego supo que Mandiola a sus espaldas le
ordenó a Gladis reunirse directamente con Albia S.A., para informarle acerca de
las medidas que habían tomado a su respecto. Muy molesta por la situación, se
dirigió a la oficina de don Aníbal y le pidió una explicación, sin embargo él sólo le
respondió que no tenía idea de nada y que había sido Gladis quien lo había
llevado a su oficina. Entonces le dijo a este señor que le parecía muy mal lo que
estaba ocurriendo, que su actuar era incorrecto, pero antes de que terminara de
hablar, don Aníbal golpeó la mesa y muy exaltado le gritó, “¡yo soy una persona
correcta y no voy a permitir que tú me estés cuestionando, soy el jefe máximo de
esta organización y estoy facultado para hacer lo que yo quiera!”. Angustiada e
impotente frente al trato dado por su jefe, se retiró de su oficina al borde del llanto.
La primera semana de junio de 2019, sostuvo una reunión con doña Gladis
Contreras, don Luis Pedreros, encargado de contratos de proveedores y doña
Gabriela Zúñiga, encargada de control de gestión, oportunidad en que Gladis le
dijo sentirse confundida ya que había recibido órdenes de don Aníbal, para sacarla
de todos los temas de reducción de gastos de alimentación en el que ambas
estaban trabajando, y le pidió decirle qué debía hacer ella, pues no estaba
acostumbrada a trabajar de esta forma tan “desleal”. Sorprendida una vez más por

4
la conducta de este señor, le dijo a Gladis que evitara los problemas en su trabajo,
y siguiera las instrucciones de don Aníbal.
Consideró que el gerente general ya había traspasado los límites, por lo
que decidió pedirle una reunión para enfrentar estas situaciones, lo que hizo
mediante correo electrónico con copia a don José Miguel Arroyo, informándole que
le había pedido al doctor Arroyo que estuviera presente en la reunión. Mandiola le
respondió preguntando cuál sería el tenor de la reunión e inmediatamente la llamó
por teléfono y le preguntó por qué quería que estuviera presente una persona “que
ya no corta ni pincha”. Le respondió que él la había contratado y lo quería de
testigo en la reunión, entonces Aníbal Mandiola le dijo que si quería una reunión
sería sólo entre los dos, a lo que ella accedió, informándole que igualmente le
contestaría por escrito, lo que efectivamente hizo. Se reunieron el mismo día
aproximadamente a 9:30 horas, oportunidad en que le manifestó su molestia por el
menoscabo y descalificación permanente a que la sometía en el ejercicio de su
cargo, al sacarla de las reuniones, al no considerarla en las decisiones, al
desautorizarla frente a sus subalternos con quienes se entendía directamente sin
siquiera informarle, y que por ello le pedía que le dijera cuál era su objetivo,
porque en recursos humanos había rumores sobre que él quería sacarla, y que si
no quería trabajar con ella le pedía que mejor se lo dijera. Su jefe directo le
respondió sonriendo sarcásticamente, diciendo que no sabía de dónde sacaba
todas esas cosas, que ella se estaba pasando películas y que todo lo que le
relataba le parecía una estupidez, para luego asegurar que no tenía nada en
contra de ella.
El 27 de junio de 2019, por un correo electrónico en que fue copiada, del
jefe de contabilidad don Mario Silva dirigido a don Aníbal, que este último había
encargado la tramitación de la patente comercial para la Nueva Clínica Madre e
Hijo, sin que se nadie se lo informara oportunamente, siendo que ella era la jefa
directa de don Mario y la gerente de administración. Posteriormente el 4 de julio de
2019, don Aníbal pidió a don Mario Silva antecedentes para ser presentados en el
Banco Santander, sin informarle acerca de esta petición. Esto motivó que
nuevamente se acercara a don Aníbal Mandiola a pedirle una explicación de lo
ocurrido, oportunidad que por toda respuesta le dijo que ella era una paranoica.
El día 5 de julio de 2019, don Aníbal la citó a su oficina y le comunicó que el
Grupo Sierra Bella había decidido despedirla por maltrato a los trabajadores,
sorprendida preguntó a qué maltrato se refería, sin embargo, eludió la respuesta y
cambió el motivo que justificaba su despido, señalando que éste se debía a la
necesidad de la empresa de disminuir gastos. Le dijo que le parecía raro el motivo
de su despido, por lo que le solicitó una reunión con el Directorio para aclarar el
asunto, a lo que este contestó, “para que vas a complejizar las cosas”, le
respondió que su intención no era complejizar nada y que su único propósito era
clarificar los hechos porque estaba siendo tratada de manera injusta, sobretodo
porque gracias a su gestión la situación financiera de la empresa había mejorado

5
muchísimo, lo que estaba reflejado en el balance de mayo de 2019, entregado el
día anterior. Este señor sólo se limitó a decir que esta no era una decisión de él
sino del directorio. Estaba tan mal emocionalmente por la angustiante situación
que había vivido durante el tiempo trabajado, que debió asistir al médico, quien le
diagnosticó estress laboral y le prescribió reposo absoluto, otorgándole licencia
médica, la que presentó a su empleador, y que fue oportunamente tramitada.
Posteriormente recibió una carta de despido fechada el 5 de julio de 2019,
invocando la causal del artículo 161 inciso 1° del Código del Trabajo, por lo que el
7 de agosto de 2019, interpuso reclamo administrativo en la Inspección del
Trabajo, celebrándose comparendo de conciliación el 9 de septiembre 2019,
oportunidad en que la reclamada declaró que atendidas las licencias médicas que
presentó, su despido había sido dejado sin efecto y que una vez que concluyeran
sus licencias médicas, debía presentarse a trabajar.
El 23 de septiembre de 2019, luego de terminar su licencia médica, se
presentó a trabajar, sin embargo no pudo ejecutar sus labores porque tenía
bloqueado el acceso al sistema informático de la empresa, permaneciendo
durante varios días sin hacer nada, y sin que nadie la tomara en cuenta, por lo que
el 30 de septiembre de 2019 interpuso una denuncia en la Inspección del Trabajo,
denunciando que no se le estaba otorgando trabajo, sin embargo la fiscalización
se llevó a efecto después que suscribió finiquito.
Atendido que la demandada la mantuvo sin otorgarle trabajo durante todo el
tiempo posterior a sus licencias médicas, se comunicó con la jefa de recursos
humanos doña Lilian Meléndez, a quien le pidió que le ayudara en la odisea que
estaba viviendo, sosteniendo diversas conversaciones que terminaron en el
otorgamiento del finiquito que suscribió el 9 de octubre de 2019, el que se estipuló
que la relación laboral terminó con fecha 9 de octubre de 2019 por la causal
contenida en el “Art. 161 N°1 del Código del Trabajo, esto, “necesidad de la
empresa”, sin que la demandada formalizara su despido en la forma establecida
en el artículo 162 del Código del Trabajo.
Hace presente que con posterioridad al despido que la demandada dejó sin
efecto, un grupo de trabajadores pertenecientes a su equipo de trabajo, redactó
una carta para ser entregada a la empresa, en la que le daban su apoyo por el
trabajo profesional que había realizado en la empresa e impecable trato que
siempre había tenido con las personas a su cargo, sin embargo doña Lilian
Meléndez habló con los firmantes y les dijo que la empresa no toleraría el envío de
dicha carta y que si lo hacían, todos serían amonestados.
Alega que de los hechos relatados se desprende con claridad que la
conducta de su jefe directo don Aníbal Mandiola, durante la vigencia de la relación
laboral, configura el acoso laboral contenido en el artículo 2° del Código del
Trabajo, siendo su despido el último acto vulneratorio.
En efecto, las conductas descritas, ocurridas desde el inicio de la relación
laboral en que debió trabajar en condiciones muy difíciles, sin que se le otorgaran

6
facultades para ejercer correctamente su cargo, sin que siquiera se le entregara
un lugar adecuado y digno para cumplir sus funciones, y principalmente a partir del
mes de mayo de 2019, después de la salida de don José Miguel Arroyo, ya que
desde ese momento su jefe directo intensificó su conducta de menoscabo y
permanente hacia ella, que se materializó impidiendo su acceso a las reuniones
en que tenía que participar con ocasión de su cargo, no considerándola en las
decisiones en que debía participar, desautorizándola frente a sus subalternos con
quienes se entendía directamente sin siquiera informarla, ignorándola
absolutamente, todas conductas que constituyen en su conjunto un acoso laboral
tal como lo describe la ley, al tratarse de agresiones y/o hostigamientos reiterados
que le provocaron menoscabo y amenazaron su situación laboral.
De esta manera, las vulneraciones de sus derechos se produjeron tanto
durante la vigencia de su relación laboral, por medio del grave acoso laboral del
que fue víctima, como con ocasión de su despido, el que pasó a constituirse en el
punto final de tal acoso o, desde otra perspectiva, la materialización del objetivo de
las conductas constitutivas del acoso durante la relación laboral.
Sostiene que el acoso laboral del que fue víctima por parte de su ex
empleadora, fue pluriofensivo en lo que se refiere a sus derechos constitucionales.
En efecto, la demandada vulneró a su respecto, tanto durante el desarrollo de su
relación laboral, así como al momento de despedirla, a lo menos, los siguientes
derechos constitucionales:
1. La demandada vulneró su derecho constitucional a su dignidad, desde el
momento en que su jefe directo faltó al más mínimo respeto que como ser humano
debió ser destinataria. Refiere que un ambiente en el cual se tolera el acoso
sistemático a una trabajadora, tornando en angustia la concurrencia diaria a
trabajar por temor a graves hostigamientos que van minando día a día el ánimo,
se opone a lo digno al alejarse del más básico respeto debido a un trabajador.
2. La demandada vulneró, además, su derecho constitucional a la integridad
psíquica: por cuanto el acoso laboral sufrido afectó su salud mental, al sentirse
menoscabada, humillada e impotente frente al maltrato del que fue víctima por
parte del gerente general don Aníbal Mandiola, provocándole una angustia
constante basada en la razonable previsibilidad de que siguiera ignorándola frente
a su equipo de trabajo o que siguiera tomando decisiones a sus espaldas, sin
siquiera comunicarle, o siguiera impidiéndole el acceso a las reuniones
relacionadas con las funciones de su cargo.
3. La demandada vulneró, además, al momento de despedirla, su derecho
constitucional a la libertad de trabajo, puesto que en el ejercicio de sus facultades,
pero sin fundamentos razonables y de un modo desproporcionado y por completo
arbitrario, la ha privado de ejercer su trabajo. Con ello, su libertad de trabajo fue
pasada a llevar en su máxima intensidad.
Expresa que la grave e inexcusable conducta de la demandada, afectó
gravemente su salud mental, provocándole daño moral.

7
Señala que los indicios suficientes de vulneración de los derechos ya
referidos son los siguientes: 1. Mantenerla trabajando en condiciones inadecuadas
e indignas para el ejercicio de las funciones de su cargo; 2. Malos tratos y gritos
en reuniones frente a personas de su equipo de trabajo; 3. No considerarla en la
toma de decisiones relacionadas con la gerencia que ella presidía, 4. No
informarla de cuestiones y decisiones relacionadas con la gerencia que ella
presidía, que el gerente general resolvía; 5. Impedirle el acceso a reuniones en las
que ella debía participar atendido el cargo que detentaba, 6. Desautorizarla frente
a su equipo de trabajo, con los que el gerente general se relacionaba
directamente, ignorándola, sin siquiera informarla; 7. Menoscabándola frente a los
trabajadores de otras áreas de la empresa, a quien el gerente general instruía no
considerarla.
Finalmente, acerca de la acción por nulidad del despido y cobro de
prestaciones, señala que la demandada le adeuda las cotizaciones previsionales,
de salud y del Fondo de Cesantía devengadas los meses de octubre y noviembre
de 2018, configurándose la situación descrita en el artículo 162 incisos 5º, 6º y 7º
del Código del Trabajo, por lo que sus remuneraciones seguirán devengándose
desde la fecha del despido hasta la convalidación del mismo, en la forma
establecida en la citada norma legal.
Contestación de la demanda. Compareció don Matías Undurraga Palma,
abogado, por la demandada Sociedad Comercial e Inversiones Sierra Bella
Limitada, sociedad anónima del giro de su denominación, solicitando tener por
contestadas las demandas de autos y, en definitiva rechazarlas en todas sus
partes, con expresa condenación en costas.
Niega la totalidad de los hechos en que se fundan las acciones deducidas,
causa por la cual corresponderá a la demandante acreditarlos en su integridad,
conforme a lo prevenido en el artículo 1698 del Código Civil.
Reconoce como efectivos: (a) las fechas de inicio y término de la relación
laboral; (b) que las funciones del actor eran las de administración y finanzas; (c),
que fue separada de su trabajo con fecha 9 de octubre de 2019, por la causal
señalada en el artículo 161 del Código del Trabajo.
Niega expresamente que: (a) que se hayan afectado sus derechos
constitucionales y se haya abusado laboralmente de ella, incluyendo todos los
hechos en que se basa tal afirmación; (b); que el despido por la causal de
necesidad de la empresa sea injustificado, indebido e improcedente, (c) que se le
adeuden las sumas que reclama por conceptos de nulidad de despido y (d) por
último, que pueda reclamar una indemnización moral que lo único que busca es un
enriquecimiento injustificado.
Alega la inexistencia de vulneración de derechos fundamentales. Expresa
que al revisar y estudiar la demanda interpuesta se han encontrado con muchas
sorpresas y hechos que se relatan que escapan totalmente de la realidad y que
únicamente pertenecen apreciaciones y dichos de la demandante. Lamenta

8
enormemente que la demandante haya sentido que sus derechos fueron
vulnerados, en especial, que ella sienta que fue acosada laboralmente. Muy por el
contrario, de cómo la demandante relata su relación laboral en la empresa, ésta
última consideraba que ella cumplía sus funciones como correspondían,
obviamente, como sucede en todos los trabajos con ciertas desavenencias y en
muchos casos con aciertos y buena cooperación.
Afirma que la demandante prácticamente en todo el texto de su demanda
formula un ataque directo en contra del Gerente General de la demandada señor
Ismael Aníbal Mandiola Parot. En casi todos los dichos de la demandante señala
que fue tratada injustamente y que no había sido incluida en decisiones propias de
su cargo, sin embargo, olvida señalar que cuando había que exponer sobre la
situación financiera de la empresa frente a las juntas de accionistas, era ella la que
efectuaba las exposiciones a éstos utilizando todos los medios que la empresa
tenía a su alcance para que pudiera desarrollar su trabajo en forma perfecta. En
efecto, en la junta ordinaria de accionistas del mes de abril de 2019 fue ella quien
expuso la situación completa de la empresa, dándole el pase para estos efectos el
propio Gerente General, señor Ismael Mandiola Parot; por lo tanto, mal puede
entenderse que ella haya sido no considerada para decisiones importantes y
serias en la empresa. Se acreditará en su etapa procesal respectiva la
participación activa de la demandante en su función de Gerente de Administración
y Finanzas. Es obvio que este cargo siempre tiene detractores, pero no por eso
puede ésta sentir que está siendo acosada laboralmente.
Del relato que señala la demandante, refiere que sólo se desprende que
ella en algunas ocasiones puntuales tuvo algunas diferencias con la Gerencia
General, específicamente con el señor Mandiola Parot, pero no por aquello fue
acosada laboralmente.
Expresa que la demandante siempre tuvo todos los medios a su alcance
para cumplir sus funciones como tal; fue bien y dignamente tratada. De hecho, ella
misma señala que comenzó a trabajar en las instalaciones de su representada
como contralora del Grupo Sierra Bella, para luego pasar a cumplir como Gerente
de Administración y Finanzas de Nueva Clínica Madre e Hijo. Se señala lo
anterior, porque su representada mantiene actualmente a través del nombre
Grupo Sierra Bella, dos clínicas y un centro médico; éstas son: a) Clínica Sierra
Bella en donde comenzó la demandante a trabajar; b) Clínica Madre e Hijo que es
la instalación más grande e importante del grupo y, c) Centro Médico Torre
Alameda.
Afirma que es la propia demandante quien señala que se inició en Clínica
Sierra Bella como contralora, para al poco tiempo después ser la Gerente de
Administración y Finanzas de Nueva Clínica Madre e Hijo. Esto va en directa
contradicción con el relato de la demandante. En efecto, si se la hubiera querido
realmente perjudicar no se le asigna la gerencia de administración y finanzas de la
Clínica más grande e importante del Grupo Sierra Bella. La demandante era

9
estimada por sus compañeros de trabajo y no entiende las imputaciones que
formula contra el Gerente General de la empresa, quien delegó en ella funciones
propias de este cargo. Si la demandante considera que fue pasada a llevar porque
no pudo involucrarse en los asuntos de marketing digital, de los alimentos de la
clínica, vestuario del personal, etc… como ella lo relata en su demanda, aquello
obedece únicamente a que la idea era que se dedicara única y exclusivamente a
la función de administración y finanzas y dejara para los departamentos
respectivos los asuntos indicados. Indica que sorprende enormemente que la
demandante considere que fue acosada laboralmente, porque no se le haya
permitido usar una sala de reuniones, involucrarse en el vestuario del personal, en
el alimento de la clínica, lo que por lo demás niega. A la demandante siempre se le
pidió su opinión, pero obviamente, en el ámbito de las finanzas, que por lo demás
no hubo quejas ni de ella ni de su representada.
Refiere que la demandante en el último periodo antes de suscribir finiquito y
aceptar el pago de éste, hizo normal y tranquilo uso de licencias médicas las que
fueron debidamente respetadas. Casualmente cuando se enteró que se
comenzaría a efectuar un proceso de reducción de personal, les notificaron la
primera de sus licencias médicas.
Indica que es sumamente extraña y confusa la actitud de la demandante en
el capítulo de los hechos de su demanda, donde pretende obtener la no
despreciable cantidad de $42.298.476 porque supuestamente por ciertas
desavenencias con el Gerente General de la empresa entiende que fue acosada
laboralmente. Más aún, pretende que el Tribunal crea que por estas
desavenencias, que por lo demás las niega completamente, debe ser indemnizada
moralmente por la cantidad no despreciable de $30.000.000. Es decir, la
demandante pretende con su demanda de tutela y de indemnización moral la
cantidad de $72.298.476. Bastará una simple lectura de los hechos relatados para
comprender que la demandante no está entendiendo que debe ser considerado
acoso o abuso laboral. No por haber tenido desavenencias con su superior, que
insiste las niega completamente, ella fue acosada o abusada laboralmente.
Asevera que en todos los trabajos existen desavenencias y opiniones distintas, no
sólo entre el personal, sino que también entre éstos y sus superiores e incluso con
los clientes, pero no puede entenderse esto como una vulneración a los derechos
fundamentales.
Hace presente que en todo el relato de la demanda no se vislumbra en
ningún caso una actitud que debe ser reprochada por constituir una vulneración a
los derechos fundamentales. La propia demandante sabe y tiene conocimiento
que nunca sucedió algo de este tipo. En las instalaciones de su representada el
ambiente de trabajo es tranquilo y ameno, por eso fue sorprendida por esta
demanda que relata hechos para justificar una indemnización que escapa
totalmente de la realidad y lo único que busca es un enriquecimiento injusto.

10
Por último, respecto de la acción de nulidad de despido y cobro de
prestaciones, alega que ella debe ser rechazada en todas sus partes ya que sus
cotizaciones previsionales de salud y del fondo de cesantía, devengadas por los
meses de octubre y noviembre de 2018, se encuentran todas pagadas y nada se
adeuda al respecto.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Audiencia preparatoria. Llamado a conciliación. Hechos
pacíficos. Hechos controvertidos. Que en la audiencia preparatoria se
verificaron los siguientes trámites procesales:
Llamado a conciliación: resultó frustrado.
Hechos pacíficos:
1) Fecha de inicio de la relación laboral.
2) Fecha de término de la relación laboral.
3) Funciones ejercidas por la trabajadora.
4) Causal de término de la relación laboral, causal contemplada en el
artículo 161 inciso 1° del Código del Trabajo, esto es, necesidades de la empresa.
5) Remuneración percibida y pactada.
Hechos controvertidos:
1) Estado de pago de cotizaciones previsionales. En caso de pago, época
del mismo y monto.
2) Efectividad que durante la relación laboral y/o con ocasión de despido, la
demandante ha vulnerada en su dignidad e integridad síquica y en su derecho a la
libertad de trabajo.
3) Existencia del daño moral que invoca la demandante como consecuencia
del actuar de la demandada en el contexto de la relación laboral y/o su despido.
Cuantía.
SEGUNDO. Medios de prueba de la demandante. Que para acreditar sus
pretensiones, la demandante incorporó los siguientes medios de prueba:
Documental
1) Contrato de trabajo de fecha 1 de diciembre de 2018.
2) Anexo de contrato de trabajo, de fecha 1 de enero de 2019.
3) Anexo de contrato de trabajo, de fecha 1 de febrero de 2019.
4) Activación de fiscalización de fecha 30 de septiembre de 2019, N°
4633/2019.
5) Carátula de informe de fiscalización N° 4633/2019, emitida por la
Dirección del Trabajo, de fecha 30 de septiembre de 2019.
6) Informe de fiscalización emitido por la Dirección del Trabajo, de fecha 15
de octubre de 2019, referida a la fiscalización N° 4633/2019.
7) Carta de aviso de término de contrato de trabajo, de fecha 5 de julio de
2019, acompañada de sobre conductor.
8) Comprobante de carta de aviso para terminación de contrato, de fecha 8
de julio de 2019.

11
9) Carta de despido, de fecha 25 de septiembre de 2019, acompañada de
sobre conductor.
10) Constancia interpuesta por la actora en la oficina virtual ante la
Inspección del Trabajo N° 7596, de fecha 9 de julio de 2019.
11) Cadena de correos de fecha 27 de mayo de 2019, entre la actora, don
Ismael Mandiola, don Luciano Rojas y doña Carolina Pino, acompañado de copia
de cheque N° 1169881, perteneciente a la cuenta N° 016146000, de don Luciano
Rojas y comprobante de depósito en cuenta bancaria de la demandada.
12) Imagen de conversación vía whatsapp, de fecha 12 de junio de 2019,
acompañada de memorándum de fecha 13 de junio de 2019 y documento
denominado Nómina de deudores morosos.
13) Serie de planillas denominadas “datos del equipo”, acompañado de
copia de correo electrónico entre la actora, don Carlos Marín, don Ismael Mandiola
y doña Antonella Neira, e Imagen de conversación vía whatsapp, de fecha 18 de
junio de 2019.
14) Cadena de correo electrónico entre la actora, don Mario Silva y don
Ismael Mandiola, de fecha 27 de junio de 2019.
15) Cadena de correo electrónico entre la actora, don Mario Silva y don
Ismael Mandiola, de fecha 10 de junio de 2019.
16) Cadena de correo electrónico entre la actora, don Mario Silva y don
Ismael Mandiola, de fecha 29 de mayo de 2019.
17) Copia de correo electrónico entre la actora, don Mario Silva y don
Ismael Mandiola, de fecha 4 de julio de 2019.
18) Cadena de correo electrónico entre la actora, don Mario Silva y don
Ismael Mandiola, de fecha 8 de mayo de 2019.
19) Copia de correo electrónico entre la actora, y don Ismael Mandiola, de
fecha 14 de junio de 2019.
20) Documento denominado Transferencias autorizadas con rut, clave y
digipass de jefe de contabilidad desvinculado el mes de diciembre de 2018, Sr.
Sergio Barrales Castro, del Centro Médico Torre Alameda.
21) Imagen de correo entre la actora y don Mario Silva, acompañado de
cadena de conversación vía Whatsapp de fecha 6, 8, 10, 14 de julio de 2019.
22) Documento denominado “Entrega Digipass” de fecha 9 de julio,
acompañado de imagen de conversación vía Whatsapp.
23) Finiquito de fecha 9 de octubre de 2019, con expresa reserva de
derechos manuscrita por la actora.
24) Presentación del reclamo ante la Inspección del Trabajo, de fecha 7 de
agosto de 2019.
25) Acta de Comparendo de Conciliación celebrado en la Inspección del
Trabajo de fecha 9 de septiembre de 2019.
Confesional

12
Declaró don Aníbal Ismael Mandiola Parot, cédula de identidad N°
7.030.193-8, representante legal de la demandada.
Testimonial
Prestaron declaración, previo juramento o promesa de decir verdad, los
siguientes testigos:
1) Gabriela Enriqueta Zúñiga Serrano, cédula de identidad N° 12.907.342-K.
2) Oscar Arancibia Cisternas, cédula de identidad N° 7.196.667-4.
Pericial
Prestó declaración, previa incorporación del informe pericial y juramento,
doña Francesca Salomé Abarca González, cédula de identidad N° 14.125.490-1.
TERCERO. Medios de prueba de la demandada. Que la demandada
incorporó los siguientes medios de prueba:
Documental
1) Contrato de trabajo de 1 de diciembre de 2018 y sus respectivos anexos
de 1 de abril de 2019, 1 de febrero de 2019 y 1 de marzo de 2019 y 1 de enero de
2019.
2) Liquidaciones de remuneraciones de diciembre de 2018 a octubre de
2019.
3) Comprobante de pago de cotizaciones previsionales y depósito de ahorro
voluntario fondo de pensiones, seguro de cesantía y APV por todo el periodo
trabajado por la demandante de fecha 12 de febrero de 2019.
4) Carta de aviso de término de contrato de trabajo con sus
correspondientes envíos por correo certificado de 5 de julio de 2019 y el
correspondiente comprobante de constancia laboral en la Inspección del Trabajo.
5) Copia de licencias médicas presentadas por la demandante,
debidamente tramitadas N° 59795410, 59795471, 59805079, 59805071.
6) Copia de 3 resoluciones de licencias médicas debidamente firmadas por
el médico contralor René Montes de la Cuadra.
7) Carta de 25 de septiembre de 2019 donde se comunica a la demandante
que la demandada no recibió licencias médicas, acompañada de copia de envío
por Correos de Chile y constancia de aquella en la Inspección del Trabajo.
8) Copia de acta de comparendo de conciliación de 7 de agosto de 2019
ante la Inspección del Trabajo.
9) Copia de finiquito suscrito por la demandante de 9 de octubre de 2019
ante la Inspección del Trabajo, acompañándose los correspondientes egresos y el
certificado de pago de cotizaciones previsionales de la fecha en que se firmó el
finiquito.
Confesional
Declaró doña Silvana Vera Bustamante, cédula de identidad N° 11.228.504-
0.
Testimonial

13
Prestó declaración, previo juramento de decir verdad, don Hernán
Villablanca González, cédula de identidad N° 12.720.335-0.
Oficios
Se incorporó la respuesta de la Dirección del Trabajo, en lo referido al
escrito conductor e Informe de Exposición. No incorpora la Activación de
Fiscalización.
Exhibición de documentos
La demandante no exhibe a la demandada los siguientes documentos
solicitados en la audiencia preparatoria: Todo reclamo o comunicación que haya
formulado con anterioridad a la fecha que señala de término de la relación laboral
en las instalaciones de la demandada, donde conste alguna vulneración a los
derechos fundamentales o al incumplimiento de sus derechos laborales. La
demandante no lo exhibe argumentando que no existen esos documentos. La
demandada no formula peticiones al Tribunal.
CUARTO: Antecedentes del vínculo laboral. Que de acuerdo al mérito
del proceso y de la prueba incorporada, quedan acreditados los siguientes
antecedentes y pormenores del vínculo laboral entre las partes:
a) La existencia de vínculo laboral a contar del 22 de octubre de 2018,
siendo esta fecha no controvertida en la contestación, motivo por el cual se estimó
como un hecho pacífico según resolución dictada en la audiencia preparatoria. Tal
circunstancia se corrobora con el propio tenor de la contestación, al señalar
respecto de las cotizaciones previsionales de los meses de octubre y noviembre
de 2018, que se encuentran todas pagadas y nada se adeuda al respecto.
b) La escrituración del contrato de trabajo ocurrió el 1 de diciembre de
2018, según instrumento incorporado por ambas partes y en el que consta que el
cargo desempeñado por la demandante era el de “Contralor”, cuya misión principal
consistía en “Desarrollar tareas dirigidas a la gestión de la empresa proponiendo
mecanismos de control para su mejora, optimizar procesos internos, supervisar la
implementación y evaluación de protocolos y políticas internas, y toda aquella
acción que facilite a la Dirección desarrollar la estrategia corporativa”, según se
expresa en la cláusula primera del contrato.
c) A partir del 1 de enero de 2019 la demandante pasó a ejercer el cargo de
“gerente de administración y finanzas”, el que mantuvo hasta el término de sus
servicios. Tal hecho consta del anexo suscrito con esa fecha.
d) Conforme al anexo al contrato de trabajo suscrito el 1 de abril de 2019, el
vínculo laboral adquirió el carácter indefinido.
e) El término de los servicios ocurrió por despido el 9 de octubre de 2019,
por la causal del artículo 161 inciso 1° del Código del Trabajo, esto es,
necesidades de la empresa. Se trata de un hecho pacífico y que se corresponde
con lo expresado en el finiquito suscrito ante la Dirección del Trabajo con esa
misma fecha.

14
f) La remuneración de la actora correspondía a $3.845.316, circunstancia
que es pacífica entre las partes y que así se expresa en el finiquito referido, en el
que consta dicha suma como pagada por concepto de “mes de aviso”.
QUINTO: Acoso laboral y vulneración de derechos. Que la demandante
solicita que, en definitiva, se declare la existencia de vulneración de derechos
constitucionales durante la relación laboral y con ocasión del despido. Afirma que
la demandada ha vulnerado su dignidad y la integridad psíquica, a causa del
acoso laboral que dice haber sufrido por la conducta de su jefe directo don Aníbal
Mandiola, durante la vigencia de la relación laboral. Añade que se vulneró,
además, al momento de despedirla, su derecho constitucional a la libertad de
trabajo, puesto que en el ejercicio de sus facultades, pero sin fundamentos
razonables, de un modo desproporcionado y por completo arbitrario, la ha privado
de ejercer su trabajo. La demandada, negó expresamente que se hayan afectado
sus derechos constitucionales y se haya abusado laboralmente de la demandante,
incluyendo todos los hechos en que se basa tal afirmación.
El artículo 2° del Código del Trabajo en su inciso 2°, declara contrario a la
dignidad de la persona el acoso laboral, definiéndolo como “toda conducta que
constituya agresión u hostigamiento reiterados, ejercida por el empleador o por
uno o más trabajadores, en contra de otro u otros trabajadores, por cualquier
medio, y que tenga como resultado para el o los afectados su menoscabo,
maltrato o humillación, o bien que amenace o perjudique su situación laboral o sus
oportunidades en el empleo”. Analizando este concepto legal, la doctrina ha
manifestado que por agresión hay que entender comportamientos humanos que
tienen el poder dañar, esto es, de causar detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o
molestia en otro. Por su parte, hostigamiento se refiere a molestar a alguien o
burlarse de él insistentemente. Respecto al medio de comisión, el Código expresa
que la agresión u hostigamiento pueden ejercerse por cualquier medio, por lo que
el acoso laboral puede comprender acciones tanto de carácter verbal como
escrito, gestual o de contacto físico, actitudes y también omisiones. También se
destaca una forma todavía más refinada de agresión muy utilizada y a la vez
efectiva para destruir anímicamente a la víctima, consistente en romper sus redes
de relaciones comunicativas en la empresa, con el consiguiente aislamiento
profesional y social en el seno del grupo.
La ley establece como elemento de la definición de acoso la reiteración de
la agresión u hostigamiento: conducta que tiene cierto grado de continuidad en el
tiempo y, en cuanto tal, está integrada por una pluralidad de actos. El efecto de la
acción ha de consistir en que “tenga como resultado para el o los afectados su
menoscabo, maltrato o humillación o bien que amenace o perjudique su situación
laboral o sus oportunidades de empleo” (Palavecino Cáceres, Claudio en: El
Nuevo Ilícito de Acoso Laboral en el Derecho del Trabajo Chileno, 2012).
Establecido que el Código declara contrario a la dignidad de la persona el
acoso laboral, su comisión importa también la lesión de derechos fundamentales

15
en cuanto estos son inmediatas proyecciones de la dignidad de la persona
humana, por lo que en caso de verificarse la lesión el legislador ha dispuesto
como mecanismo el procedimiento de Tutela Laboral, destinado a garantizar su
respeto y eficacia, en el entendido que los derechos que resulten conculcados
correspondan a los mencionados en el artículo 485 del Código.
SEXTO: Carga probatoria. Que el Código del Trabajo ha establecido
exigencias al denunciante en orden a satisfacer tanto una carga argumentativa
como una de carácter probatoria. Así, en cuanto al contenido de la denuncia, esta
deberá contener, además de los requisitos generales que establece el artículo
446, la enunciación clara y precisa de los hechos constitutivos de la vulneración
alegada y respecto de la carga de la prueba el artículo 493 establece que “Cuando
de los antecedentes aportados por la parte denunciante resulten indicios
suficientes de que se ha producido la vulneración de derechos fundamentales,
corresponderá al denunciado explicar los fundamentos de las medidas adoptadas
y de su proporcionalidad”. En cuanto a la carga de la prueba de haber padecido el
acoso, esta consiste en generar “indicios suficientes”, es decir, acreditar hechos
que constituyan la base de una presunción judicial, exigiéndose, por tanto, que
revistan precisión, concordancia y gravedad, que permitan al menos inferir de ellos
el acaecimiento de las conductas constitutivas del acoso.
SEPTIMO: Hechos que sustentan la denuncia. Que la denunciante hace
consistir su denuncia en una serie de hechos, alegando una situación continua de
vulneración de derechos, detallando indicios al respecto. De acuerdo al mérito del
proceso y de la prueba incorporada quedan establecidos los siguientes hechos:
a) Es un hecho pacífico que la demandante desempeñaba el cargo de
gerente de administración y finanzas, el que mantuvo hasta el término de sus
servicios.
b) Mientras la demandante prestó sus servicios, la gerencia administración
y finanzas estaba conformada por la tesorera Carolina Pino, el contador general
Mario Silva, más dos contadores ayudante, dos subtesoreros y un asistente de
control de gestión, Gabriela Zúñiga. Todas estas personas eran subalternos de la
demandante, pues le reportaban a esta. Así se desprenden de las declaraciones
confesionales de don Aníbal Ismael Mandiola Parot, gerente general.
c) A la demandante no se le asignó una oficina para que ella ejerciera la
gerencia de administración y finanzas.
Con motivo del traslado de las oficinas hacia el establecimiento ubicado en
Avenida Santa Rosa N° 1503, la demandada contaba con espacio e
infraestructura insuficiente, pues el equipo de la gerencia administración y finanzas
se desempeñaba en una sala en la cual estaban todos juntos, específicamente en
una sala de reuniones y ahí se ubicó todo el personal, según lo declaró don Aníbal
Ismael Mandiola Parot. Lo anterior, se corrobora con los dichos del testigo de la
demandada, don Hernán Villablanca González, Jefe de mantención en servicios
generales e informática en la Clínica, quien, a propósito del traslado a las oficinas

16
a Santa Rosa, manifestó que ese fue un tema que vio en conjunto con la
demandante, indicando que luego se empezó a contratar más gente y se vio más
chico el espacio, entonces tuvieron que ver cómo solucionar ese problema. Añadió
que en el lugar había 6 escritorios, al principio eran 6 personas y luego llegaron a
8, explicando que el proyecto consistía en más escritorios, más espacio, aire
acondicionado. Faltaban dos escritorios. Sobre el particular, expuso que por falta
de recursos eso no se concretó sino que recién en la actualidad lo van a empezar
a hacer.
d) En las condiciones anteriores, la demandante tenía que compartir
escritorio con doña Gabriela Zúñiga Serrano. Así lo expuso esta última al declarar
como testigo, indicando que era un espacio tan reducido que no cabía más
escritorios y que la demandante no tenía su computador, ocupaba su computador
personal, no tenía herramientas de trabajo, no tenía celular, cada vez que tenía
que imprimir algún documento se lo enviaba al correo de la testigo y esta lo
imprimía. Añadió que era súper incómodo estar ahí, unos encima de otros.
e) La demandante no contaba con claves de acceso a las cuentas
bancarias de la demandada. Para tales efectos, utilizaba el asignado a don Sergio
Barrales, contador general, quien sí tenía clave y digipass para acceder a la
cuenta corriente a la empresa.
f) La empresa estaba pasando por serios problemas financieros, debido a
una defraudación. Tal hecho fue reconocido tanto por el gerente general como por
la demandante en sus respectivas confesionales.
g) A propósito de esas circunstancias, el gerente general de la compañía,
mantenía reuniones diarias doña Carolina Pino, subalterna de la demandante. Así
lo declaró en confesional, refiriendo que el manejo financiero de caja diario es
esencial y había que construir un flujo de caja con la señorita Carolina Pino y por
eso era la necesidad de tener reuniones diarias con ella, para manejar el tema de
ingresos y egresos de la compañía dada la situación grave que tenía. Indicó que
Carolina Pino estaba inmediatamente cerca de la demandante y cuando enviaba
los correos electrónicos con el flujo de caja le copiaba a ella. Preguntado acerca
de si el tema del flujo de caja era un tema relevante para el efecto de las funciones
que debe cumplir el gerente de administración y finanzas, respondió que el flujo de
caja es relevante para la administración de la empresa, no es para la gerencia de
administración y finanzas sino que para la empresa como un todo, en una
organización de este tamaño las funciones hay que repartirlas y dedicarse en ese
minuto al día a día, a sobrevivir. Sin embargo, de manera contradictoria, añadió
que es un asunto relevante para la administración y finanzas y de la empresa, el
tema del flujo de caja es como sangre que corre en una persona, por tanto no
puede ser asignado en esas circunstancias que vivía la empresa, solo a la
administración y finanzas.
h) Hubo un episodio en que el gerente general se expresó en términos
inadecuados hacia la demandante. Así queda acreditado por los dichos de la

17
testigo doña Gabriela Zúñiga Serrano, quien expuso de manera circunstanciada
en términos que el tribunal estima veraces, que en una oportunidad fueron citadas
Silvana, la tesorera Carolina Pino y la testigo, a una reunión con don Ismael donde
este les explicó que él iba a empezar a llamar diariamente a Carolina, quien
estaba bajo la dependencia de la demandante, entonces esta le dijo Ismael,
Carolina está bajo mi supervisión, está viendo el tema de dinero de la empresa por
lo tanto yo creo que también debo participar en estas reuniones para llegar un
alineamiento, entonces en ese momento don Ismael alzó la voz, dio un golpe la
mesa y le dijo “Bueno yo soy el gerente yo puedo reunirme con quien quiera y no
eres tú la que tiene que darme las directrices porque el jefe soy yo”. Indicó la
testigo que la demandante se sintió mal, pidió las disculpas pertinentes, se levantó
y se retiró de la oficina poco complicada con este altercado.
i) Bajo las mismas circunstancias económicas descritas, el gerente general
no le informó a la demandante que un accionista le había hecho un préstamo en
empresa. La información la canalizó a través de Carolina Pino. Así lo declaró en
prueba confesional, agregando que esa operación corresponde a procedimientos
internos, se hace una orden de compra y la información fluye normalmente hacia
contabilidad, pero que no es un tema que le tenga que estar informando
especialmente. No se acuerda si eso se le informó a la demandante o no, pero sí
que se le informó al área de administración y finanzas. Preguntado por el motivo
por el que no le respondió un correo a la demandante, cuando esta le pidió un
respaldo de pagaré para acreditar la deuda, contesta que ese préstamo había que
resolverlo con el Directorio, eso se demoró, y que en ese momento seguramente
no le respondió el correo porque no había una solución momentánea, pero se
resolvió. No recuerda si se emitió el pagaré. Añade que no le respondió, no se
acuerda, eran tantos los problemas que se le hubiera pasado un correo puede ser.
j) Se trataron temas financieros en el Directorio de la empresa y la
demandante no participó de las reuniones, porque no se estimó necesario, según
expresiones del gerente general. Siempre en las mismas circunstancias, hubo un
proceso de reducción de costos en la compañía, entre ellos, de gastos de
vestuario para la empresa, ropa clínica con la empresa ALBIA S.A., en el que
intervino la demandante, sin embargo el gerente general decidió reunirse
directamente con esta empresa junto a doña Gladys Contreras, encargada de
abastecimiento. Preguntado por qué no le informó a la demandante que se iba a
reunir directamente con la empresa Alvia, respondió que ello depende del área de
abastecimiento, expresando que por qué le tenía que estar informando a ella si
ahora era llegar a un acuerdo con la empresa, entonces que sea ella la gerente
general.
k) La misma circunstancia de restar a la demandante de una reunión,
aconteció a propósito de la cotización de grupos para marketing digital para la
empresa. En efecto, la demandante intervino en las tratativas preliminares, sin
embargo, la decisión de la empresa que tomó el marketing digital fue adoptada por

18
el directorio, a propuesta del gerente general con Antonella Neira y la demandante
no participó en ello. Lo anterior se comprueba por los propios dichos del gerente
genera en confesional, por la documental correspondiente a la Serie de planillas
denominadas “datos del equipo”, acompañado de copia de correo electrónico
entre la actora, don Carlos Marín, don Ismael Mandiola y doña Antonella Neira, e
Imagen de conversación vía whatsapp, de fecha 18 de junio de 2019; y por los
dichos de la testigo doña Gabriela Zúñiga Serrano, quien expuso que Antonella
Neira era la coordinadora del Centro Médico Torre Alameda, que en ese entonces
estaba cargo de toda la parte de Marketing. Refirió que la demandante había
empezado a hacer reuniones para potenciar el marketing digital, habían hecho
varias reuniones y cuando fueron a hacer una capacitación, ella estuvo presente
cuando Antonella dijo sabes qué Silvana, Ismael me dijo que no te integrara en las
reuniones no me dio ninguna explicación sino que dijo que tú ya no podía seguir
participando de estas reuniones y que añadió Me da lata porque estábamos
siendo un excelente equipo íbamos súper bien pero lamentablemente Don Ismael
me ordenó que no podía seguir interviniendo en esta reuniones.
l) La demandante solicitó reunirse con el gerente general, según consta en
la copia de correo electrónico entre la actora y don Ismael Mandiola, de fecha 14
de junio de 2019, justificando esa reunión en la necesidad de tener feedback
respecto a mi desempeño laboral y exponer algunas situaciones que he estado
viviendo en mi calidad de trabajador de la compañía. En la confesional, el gerente
general manifestó que no recuerda lo que ella le dijo al respecto… no obstante,
señalo que era sentir que en algunas decisiones no fue considerada, esas son
apreciaciones personales. Luego, preguntado por las medidas que adoptó
respecto del planteamiento de la demandante, respondió que siempre tuve una
relación de conversación con ella. Cuando se trató la junta de accionistas gran
parte de la presentación la hizo ella, pudiendo haberla hecho yo, decidimos que la
hiciera ella, porque justamente en más de alguna vez me había mencionado que
de repente se sentía postergada. Bueno, ella hizo la presentación en el ente más
importante que era la junta de accionistas. Precisó que la junta de accionistas fue
el 30 de abril de 2019.
m) Con fecha 5 de julio de 2019 la demandada intentó poner término al
contrato de trabajo mediante despido por la causal del artículo 161 inciso 1° del
Código, decisión que no tuvo efectos jurídicos atendido que la demandante se
encontraba con licencia médica desde el 8 de julio de 2019, según se acredita a
través de las respectivas licencias incorporadas por la demandada, las que
también acreditan que la demandante estuvo con licencia médica, todas por
enfermedad común, hasta el 22 de septiembre de 2019.
n) El 23 de septiembre de 2019 la demandante se reintegra a sus labores,
sin embargo no desempeña ninguna función hasta el 30 de septiembre de 2019,
fecha en que se le vuelve a otorgar licencia médica por 5 días, por enfermedad
común. Sobre esta situación, al gerente general Aníbal Ismael Mandiola Parot, en

19
prueba confesional, se le preguntó por qué no despidió a la demandante el primer
día que volvió de su licencia médica o al día siguiente y respondió no me acuerdo,
estas cosas no son tan fáciles, probablemente se ven con un poco más de calma.
La decisión ya estaba tomada, había que perfeccionarla nada más. Se le consulta
si supo que ella había vuelto el 23 de septiembre a trabajar, contesta yo creo que
sí, era obvio. Preguntado si él vio a la demandante, responde seguramente me lo
informaron. Finalmente, se le pregunta cuántos días después de que ella volvió se
despidió a la trabajadora y contesta no me acuerdo.
ñ) El 30 de septiembre de 2019 la demandante ingresa una denuncia ante
la Inspección del Trabajo, expresando que “desde que volvió de su licencia médica
el día 23-09-2019, su empleador no le otorga su trabajo convenido, ya que está
bloqueado el acceso a sus sistemas computacionales, para que pueda realizar sus
trabajo, se rige bajo el art. 22 del Código Trabajo, pero en su trabajo no la toman
en cuenta para nada solo debe estar ahí, otra colega se encuentra en la misma
situación laboral, solicitan fiscalización”. El Servicio, en definitiva, no constató
infracción toda vez que la demandante se encontraba desvinculada de la empresa
a partir del 9 de octubre de 2019, por necesidades de la empresa, según finiquito
firmado y ratificado ante notario.
OCTAVO: Conclusión. Que los hechos establecidos en el considerando
anterior, se conforman con los indicios propuestos en la demanda. En efecto, es
posible concluir que la demandada mantuvo a la actora trabajando en condiciones
inadecuadas e indignas para el ejercicio de las funciones de su cargo, toda vez
que no se le asignó una oficina para sus cometidos, la demandante tenía que
compartir escritorio con doña Gabriela Zúñiga Serrano y no contaba con claves de
acceso a las cuentas bancarias de la demandada. A ello se agrega que en una
ocasión el gerente general se expresó en términos inadecuados hacia la
demandante, fuera de no considerarla en la toma de decisiones relacionadas con
la gerencia que ella ejercía y no informarla de cuestiones y decisiones
relacionadas con la gerencia que ella presidía, que el gerente general resolvía,
como el hecho de restarla de reuniones que tenían directa relación con el cargo y
funciones desempeñadas por la demandante. En esa misma línea, se constata un
menoscabo de la actora frente a los trabajadores de otras áreas de la empresa, a
quien el gerente general instruía no considerarla. Los hechos acreditados permiten
concluir que el causante de tales acciones fue el gerente general, pues el conflicto
laboral lo sitúa a él como el agente que intervino en todas las circunstancias que
se han tenido por acreditadas durante la relación laboral y también con ocasión del
despido, hecho ocurrido el 9 de octubre de 2019. Sobre esta última circunstancia,
resulta revelador el hecho al regreso de su licencia médica, el 23 de septiembre de
2019, no se le haya asignado ninguna función a la demandante hasta su despido,
sabiendo el gerente general que ella estaba de regreso. Sus dichos en la prueba
confesional, retratan que en esa circunstancia se comportó con absoluta
indiferencia hacia la demandante, argumentando que la decisión del despido ya

20
estaba tomada, sin embargo en ese lapso la relación laboral se mantenía vigente
por lo que la decisión empresarial de mantener a la trabajadora desocupada,
ignorándola, resulta manifiestamente ajena a un trato compatible con la dignidad
de la persona, según mandato del artículo 2° del Código del Trabajo.
Por tales consideraciones, estima el Tribunal que se configuran los
supuestos normativos del artículo 2° inciso 2° del Código del Trabajo y, en
consecuencia, se concluye que la demandada por intermedio de su gerente
general incurrió en acoso laboral en perjuicio de la demandante, ilícito laboral
contrario a la dignidad de la persona, pues hubo un hostigamiento reiterado que
tuvo como resultado el menoscabo de la actora, perjudicando su situación laboral,
lo que se manifestó también con ocasión de su despido, en este último caso no
por vía indiciaria sino que por prueba directa. En cuanto a los derechos
fundamentales que alega vulnerados la demandante, debe señalarse que la
prueba incorporada no permite tener por establecida la vulneración a la integridad
psíquica, pues no hay antecedentes médicos que demuestren que por el acoso
laboral sufrido se haya afectado su salud mental. Respecto de la libertad de
trabajo, la demandante alegó que la vulneración se produjo por la demandada
atendido que en el ejercicio de sus facultades, pero sin fundamentos razonables y
de un modo desproporcionado y por completo arbitrario, la ha privado de ejercer
su trabajo, lo cual resulta efectivo desde que la demandada mantuvo a la actora
desocupada desde el 23 de septiembre de 2019 en adelante al no proporcionarle
el trabajo convenido, decisión empresarial que no estaba amparada por ninguna
norma legal, de lo cual solo cabe predicar su arbitrariedad.
Conforme a lo expuesto, se acogerá la denuncia teniendo presente que el
artículo 489 del Código del Trabajo ordena el pago de una indemnización
adicional, cuya cuantía queda entregada a la facultad del Tribunal, la que no podrá
ser inferior a seis meses ni superior a once meses de la última remuneración
mensual, y que en estos autos se determina fijándola en el equivalente a 6
remuneraciones, atendiendo a la cuantía mensual establecida precedentemente.
NOVENO: Indemnización por daño moral. Que la demandante solicita
que se condene a la demandada al pago de “Daño moral por la suma de
$30.000.000” (sic), petición que fundamenta expresando que la grave e
inexcusable conducta de la demandada, afectó gravemente su salud mental,
provocándole daño moral. Esa es la cuestión de hecho que describe sin que
señale más al respecto, pues luego de esa afirmación procede a efectuar
consideraciones de índole doctrinaria acerca del concepto y clasificación del daño
moral. Tal circunstancia es determinante para rechazar su pretensión desde que
no satisface uno de los requisitos previstos en el artículo 446 N° 4 del Código del
Trabajo, que imperativamente exige que la demanda deberá contener exposición
clara y circunstanciada de los hechos en que se fundamenta, y nada de ello
acontece en su libelo pues no describe en modo alguno en qué consiste el daño
moral cuya indemnización pretende, lo que obsta a considerar los medios de

21
prueba pertinentes al efecto, incorporados por su parte, toda vez que la actividad
probatoria tiene por objeto la acreditación de las afirmaciones expuestas en la
demanda, lo que resulta estéril en autos por el carácter escueto de los
fundamentos expuestos en esta parte. Por ello, ningún valor probatorio cabe
atribuirle a la prueba pericial, sin perjuicio que no incorporó ningún antecedente
médico que acredite la afectación a su salud mental, conforme alegó como
consecuencia del acoso laboral.
DECIMO: Nulidad del despido. Que la demandante pretende el pago de
las cotizaciones previsionales devengadas durante los meses de octubre y
noviembre de 2018, así como las remuneraciones y demás prestaciones por todo
el período comprendido entre la separación de sus funciones y hasta la fecha en
que se convalide el despido, de conformidad a lo dispuesto en el artículo 162
incisos 5°, 6° y 7° del Código del Trabajo. Por su parte, la demandada negó que a
la demandante se le adeuden las sumas que reclama por conceptos de nulidad de
despido, afirmando que la petición debe ser rechazada en todas sus partes ya que
sus cotizaciones previsionales, de salud y del fondo de cesantía, devengadas por
los meses de octubre y noviembre de 2018, se encuentran todas pagadas y nada
se adeuda al respecto. Para acreditar el cumplimiento de su obligación legal, la
demandada incorporó el Comprobante de pago de cotizaciones previsionales y
depósito de ahorro voluntario fondo de pensiones, seguro de cesantía y APV por
todo el periodo trabajado por la demandante, de fecha 12 de febrero de 2019, el
que en realidad es de fecha 12 de febrero de 2020, el que demuestra que la
demandante se encuentra afiliada a AFP Cuprum, Isapre Cruz Blanca y AFC
Chile, y que las respectivas cotizaciones previsionales correspondientes a los
meses de octubre y noviembre de 2018 no se encuentran pagadas, lo que sí
acontece por el periodo entre diciembre de 2018 y octubre de 2019.
Demostrada la deuda en los meses indicados, se configura la hipótesis
prevista en los incisos 5 y 7 del artículo 162 del Código del Trabajo, de modo que
el despido no ha producido el efecto de poner término al contrato de trabajo para
efectos remuneracionales, declarándose así en lo resolutivo.
UNDECIMO: Valoración de los medios de prueba. Que la prueba se
apreció de conformidad a las reglas de la sana crítica y se desestimarán como
elementos de convicción los restantes medios de prueba también reseñados en
los motivos segundo y tercero anteriores, pero no mencionados expresamente en
los siguientes considerandos del fallo, toda vez que su alcance probatorio no
altera el establecimiento de los hechos y lo que se resolverá en definitiva.
DUODECIMO: Costas. Que cada parte pagará sus costas.
Por estas consideraciones y de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 19 N° 1
y N° 16 de la Constitución Política, artículos 1, 2, 5, 7 a 12, 161-1°, 162, 163, 168,
172, 415, 420, 423, 425 a 432, 434 a 438, 440 a 462 y 485 a 495 del Código del
Trabajo; se resuelve:

22
I) Que se acoge parcialmente la denuncia de tutela laboral por vulneración
de derechos fundamentales, interpuesta por doña SILVANA VERA
BUSTAMANTE, en contra de la SOCIEDAD COMERCIAL E INVERSIONES
SIERRA BELLA LTDA., rol único tributario N° 76.173.214-5, representada
legalmente por don Aníbal Ismael Mandiola Parot, y se declara:
A) Que la sociedad demandada incurrió en acoso laboral en perjuicio de la
demandante, vulnerando la libertad de trabajo contemplada en el artículo 19 N° 16
de la Constitución Política de la República, en relación con el artículo 485 del
Código del Trabajo.
B) Que se condena a la denunciada a pagar a la demandante la suma de
$23.071.896, equivalente a 6 remuneraciones, de acuerdo al artículo 489 del
Código del Trabajo.
C) Que se rechaza la demanda en cuanto a la indemnización de perjuicios
por daño moral.
D) Que para efectos de las remuneraciones, se declara nulo el despido,
debiendo la demandada dar cumplimiento a las siguientes prestaciones, sobre la
base de una remuneración mensual de $3.845.316:
d.1) Al pago de las cotizaciones previsionales en AFP Cuprum, Isapre Cruz
Blanca y AFC Chile, por los meses de octubre y noviembre de 2018.
d.2) Al pago de las remuneraciones de la demandante desde el despido, de
fecha 9 de octubre de 2019, y hasta la fecha de su convalidación mediante el pago
efectivo de las cotizaciones previsionales señaladas precedentemente.
II) Que las sumas que se ordena pagar se reajustarán y devengarán el
interés que corresponda, según los artículos 63 y 173 del Código del Trabajo.
III) Que cada parte pagará sus costas.
IV) Ejecutoriada que se encuentre esta sentencia, cúmplase lo dispuesto en
ella dentro de 5° día hábil, de lo contrario y previa certificación pasen los
antecedentes para su cumplimiento compulsivo.
En su oportunidad, remítase copia de esta sentencia a la Dirección del
Trabajo conforme lo exige el artículo 495 inciso final del Código del Trabajo.
Regístrese, comuníquese y archívese en su oportunidad.

RUC: 19-4-0239258-7
RIT: T-2108-2019

Pronunciada por don Jorge Luis Escudero Navarro, Juez suplente del
Segundo Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago.

En Santiago, a tres de mayo de dos mil veintiuno, se notificó por el estado


diario la resolución precedente.

23

También podría gustarte