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PRÁCTICA FORENSE DE DERECHO PENAL


(TEMARIO)
OBJETIVOS. ESTRUCTURARÁ EL PROCEDIMIENTO PENAL EN TODAS
SUS ETAPAS, ASÍ COMO LAS RESOLUCIONES DEL MINISTERIO
PÚBLICO Y DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL. DE IGUAL MANERA,
ELABORARÁ ESCRITOS DE DENUNCIA, COMPARECENCIAS,
OFRECIMIENTOS DE PRUEBAS, INCIDENTES, RECURSOS, ETC., EN
GENERAL TODO LO QUE SE RELACIONE AL PROCEDIMIENTO PENAL,
DESDE LA VISIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO, LA DEFENSA O EL
ÓRGANO JURISDICCIONAL.

UNIDAD 1
EL PROCEDIMIENTO PENAL
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO, EL
ALUMNO: DIFERENCIARÁ ENTRE LOS TÉRMINOS, PROCESO Y JUICIO,
ASÍ COMO LAS PARTES EN QUE SE DIVIDE EL PROCEDIMIENTO.

1.1 PROCEDIMIENTO. INICIO Y TERMINACIÓN.

Es el conjunto de actos procesales ligados entre sí como una relación


jurídica, por virtud del cual el Estado otorga su jurisdicción con objeto de
resolver los litigios.

Es una serie de actos concatenados que se desarrollan progresivamente


para llegar a su fin natural, que es la sentencia definitiva con calidad de cosa
juzgada y resolutoria del conflicto.

1.2 PROCESO. INCIO Y TERMINACIÓN.

Es el conjunto de actos procesales coordinados que sirven para la


obtención de un fin determinado dentro del proceso. El procedimiento equivale
en realidad a una parte del proceso.

Diferencias entre el proceso y el procedimiento

El proceso además de ser el todo, se diferencia del procedimiento por su fin,


que es el de llegar a la decisión del conflicto que adquiere autoridad de cosa
juzgada.

1.3 JUICIO. INICIO Y TERMINACIÓN.

Acto procesal del juez por el cual repasa los hechos de la causa,
vinculándolos con las pruebas desahogadas para sentenciar. Es una acción
meramente intelectual del juez en la que se reconstruyen los hechos aducidos
por las partes y valora las pruebas desahogadas.
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1.4 PARTES EN QUE SE DIVIDE EL PROCEDIMIENTO.

1.4.1 AVERIGUACIÓN PREVIA.

a) Concepto.

Guillermo Colín Sánchez Rodolfo Monarque Ureña


Es la etapa procedimental en la que el Estado Es la etapa del procedimiento penal donde se
por conducto del Procurador y de los agentes realizan las diligencias pertinentes en la
del Ministerio Público, en ejercicio del investigación de un delito ante y por el
Ministerio, en ejercicio de la facultad de Ministerio Público, para que éste pueda
Policía Judicial, practica las diligencias determinar si ejercita o no la acción penal ante
necesarias que le permitan estar en aptitud de el juez competente. Iniciará acción penal
ejercitar, en su caso, la acción penal, para cuando en la averiguación previa aparezca
cuyos fines, deben estar acreditados las probado el cuerpo del delito y la probable
elementos del tipo penal y la probable responsabilidad del indiciado; en caso
responsabilidad. contrario, decretará el no ejercicio de la acción
penal o archivo provisional, según proceda.
(Fuente de consulta: Guillermo Sánchez (Fuente de consulta: Rodolfo Monarque
Colín, Derecho Mexicano de Procedimientos Ureña, Derecho Procesal Penal Esquemático,
Penales, Editorial Porrúa, México, 2004, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004,
página 311). página 21).

b) Finalidad. La averiguación tiene como fin que el Ministerio Público


practique todas las diligencias necesarias para acreditar el cuerpo del delito y la
presunta responsabilidad del diligenciado, en definitiva se trata de una
preparación para el ejercicio de la acción penal.

La averiguación comporta, por consiguiente, todas las actuaciones


necesarias para el descubrimiento de la verdad material, de la verdad histórica.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigación Jurídica, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo I, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, página 470 y 471).

1.4.2 PREINSTRUCCIÓN O PREPROCESO.

1.4.3 PROCESO.

El primer sector de los procesos penales esta constituido por las etapas
de carácter previo o preparatorio, entre las cuales pueden comprenderse la
averiguación previa, la declaración de procedencia y el juicio político de los
funcionarios públicos, en virtud de que estos trámites son indispensables para
poder iniciar el proceso penal en sentido estricto, a través de la consignación
del Ministerio Público ante el juez o tribunal competente para conocerlo.

 La averiguación previa es la investigación que debe realizar el MP con el


auxilio de la policía judicial, con el fin de reunir los elementos necesarios
para demostrar la existencia del cuerpo del delito y la presunta
responsabilidad del inculpado de acuerdo con lo establecido por los
artículos 262-286 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito
Federal y 113-133 del Código Federal de Procedimientos Penales.
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La siguiente etapa, ya dentro del proceso penal en sentido propio y una


vez agotada la etapa previa de la averiguación administrativa, el procedimiento
de procedencia o el juicio político, se ha calificado de instrucción, y se inicia
con la consignación, es decir con la instancia a través de la cual el MP ejercita
la acción penal ante el juez que se considera competente.

El código federal divide esta etapa en dos periodos, el que califica de


preinstrucción, en el que se realizan las actuaciones para determinar los
hechos materia del proceso, la clasificación de éstos conforme al tipo penal
aplicable y la probable responsabilidad del inculpado, o bien, en su caso la
libertad de éste por falta de elementos para procesar, y la instrucción
propiamente dicha que abarca las diligencias practicadas ante y por los
tribunales con el fin de averiguar y probar la existencia del delito, las
circunstancias en que hubiese sido cometido y las peculiares del inculpado, así
como la responsabilidad o irresponsabilidad penal de este.

La instrucción es también denominada sumario judicial y según la


doctrina mexicana, en la misma se hace una investigación por el juzgador para
determinar la existencia de los delitos y la responsabilidad o irresponsabilidad
del acusado. En consecuencia, en dicha etapa tienen aplicación los derechos
del procesado establecidos por el artículo 20 constitucional, de manera que
debe rendir la declaración preparatoria y dentro de las setenta y dos horas
dictarse el auto de formal prisión o de sujeción a proceso, así como recibirse
las pruebas respectivas.

La fase final del proceso recibe el nombre de juicio penal, y se inicia en


cuanto el juez expide el auto por el cual se declara cerrada la instrucción, es
decir cuando considera que se han reunido todos los elementos necesarios que
constituyen el objeto del proceso. Esta fase final del juicio se divide a su vez en
dos sectores que no siempre se distinguen claramente en particular en el
llamado procesamiento sumario (en realidad plenario rápido). La primera se
califica como preparatoria pues en ella se formulan las conclusiones tanto del
MP como de la defensa y se cita para la audiencia de fondo, y es en esta
audiencia en la que concluye el procedimiento con las pruebas y alegatos de
las partes y el pronunciamiento de la sentencia.
En la calificada como etapa preparatoria del juicio penal deben distinguirse
dos formas de procedimiento, es decir la calificada como sumario (en cuanto a
la brevedad del mismo) y el que se conoce como juicio ordinario.

1.4.4 JUICIO.

Es la etapa final del proceso criminal, en la cual el juez declara cerrada


la instrucción y ordena poner los autos a la vista de las partes a fin de que se
celebre la audiencia de fondo en la cual se desahogan los elementos de
convicción que se consideran necesarios, se formulan alegatos y se dicta
sentencia de primer grado.

La doctrina mexicana considera que el juicio penal es la etapa siguiente


de la instrucción o sumario judicial en la cual se hace una investigación por el
juzgador para determinar la existencia de los delitos y la responsabilidad o
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irresponsabilidad del acusado. La fase final del juicio es dividida a su vez en


dos sectores que no siempre se distinguen claramente, en particular en el
llamado procesamiento sumario (en realidad plenario rápido). La primera se
califica de preparatoria pues en ella se formulan las conclusiones tanto del
Ministerio Público como de la defensa y se cita para la audiencia de fondo, y es
en esta audiencia en la que concluye el procedimiento con las pruebas y
alegatos de las partes y el pronunciamiento de la sentencia.

Etapa preparatoria del juicio penal. Tomando en cuenta como modelos


a los Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal y Código
Federal de Procedimientos Penales, debe distinguirse entre el procedimiento
ordinario y el denominado sumario (este último introducido en el código distrital
en las reformas de 1971 y en el federal, en las de 1984).

 Por lo que respecta al procedimiento ordinario, una vez cerrada la


instrucción, los actos preparatorios de la audiencia de fondo consisten en
la formulación de las conclusiones del MP y de la defensa, y cuanto
procede, es decir, si las conclusiones del propio MP son acusatorias, se
cita para la audiencia final.
 En cuanto al procedimiento sumario, en el Código de Procedimientos
Penales para el Distrito Federal se refiere a los casos en que no exceda
de cinco años de prisión la pena máxima aplicable al delito de que se
trate. En el Código Federal de Procedimientos Penales, se distinguen dos
hipótesis: la primera se refiere a los delitos cuya pena no exceda de seis
meses de prisión o, la aplicable, no sea corporal; y la segunda cuando se
configure alguna de las siguientes circunstancias: flagrante delito,
confesión rendida precisamente ante la autoridad judicial o se ratifique la
realizada legalmente con anterioridad; que no exceda de cinco años el
término medio aritmético de la pena aplicable, o ésta sea alternativa o no
privativa de libertad. En el citado procedimiento sumario la etapa
preparatoria de la audiencia de fondo se reduce de manera considerable,
en virtud de que, de acuerdo con el código distrital, en dicha audiencia, las
partes pueden formular verbalmente sus conclusiones, si son acusatorias
las del MP, en la misma audiencia el juez puede dictar sentencia o hacerlo
dentro de un plazo de cinco días. Si las partes se reservan su derecho de
formular conclusiones por escrito, disponen de tres días, y al concluir este
plazo, empieza a correr el de cinco días para pronunciar el fallo. Según el
Código Federal de Procedimientos Penales una vez agotada la
investigación, la que deberá efectuarse en un plazo de quince días
cuando se trata de la hipótesis del delito sancionado con pena que no
exceda de seis meses de prisión y de treinta días en los demás supuestos
que se cuentan a partir de haberse dictado el auto de formal prisión o de
sujeción a proceso; se citará para la audiencia de fondo que se iniciará
con la presentación de las conclusiones de las partes, y si son acusatorias
las del MP, se continuará la propia hasta dictar el fallo.

Fase conclusiva del juicio penal. Esta se desarrolla esencialmente en


la audiencia de fondo, en la que se repiten diligencias de prueba cuando fuese
necesario, se formulan alegatos y se pronuncia el fallo en la propia audiencia o
dentro de un breve plazo posterior.
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De acuerdo con lo dispuesto por el Código de Procedimientos Penales


para el Distrito Federal, las partes deberán estar presentes en la audiencia, por
lo que, en caso de que el MP o el defensor no concurran, se citará para una
nueva audiencia dentro de ocho días imponiéndose una corrección disciplinaria
al defensor y se informará al procurador o al jefe de la defensoría de oficio si
dicha ausencia fuese injustificada.

La audiencia que se hubiese convocado por segunda cita se efectuará


aun cuando no asista el MP, sin perjuicio de la responsabilidad en que incurra,
que también se exigirá al defensor faltista, pero en ese caso se designará uno
de oficio, suspendiéndose la vista para que conozca de la causa, y sin perjuicio
de que el inculpado nombre para que lo defienda a cualquiera de las personas
que se encuentren en la audiencia y que no estén impedidas para hacerlo.

En la propia audiencia deben recibirse las pruebas que legalmente


puedan presentarse, es decir las que no pudieron desahogarse en la
instrucción judicial o sea necesario reiterar; se da lectura a las constancias que
las partes señalen y se exponen los alegatos de las mismas con lo cual el juez
declara visto el proceso. La sentencia se pronunciará dentro de los quince días
siguientes a la vista. Si el expediente excediera de cincuenta fojas, por cada
veinte de exceso o fracción, se aumentará un día más.

Las disposiciones relativas del Código Federal de Procedimientos


Penales establecen que durante la audiencia de fondo tanto el juez como el MP
y la defensa podrán interrogar al acusado sobre los hechos materia del juicio:
se podrán repetir las diligencias que se hubiesen practicado durante la
instrucción siempre que fuese necesario y posible a juicio del tribunal y si
hubiesen sido solicitadas por las partes a más tardar el día siguiente a aquel en
que se notificó el auto de citación para la audiencia.

Se dará lectura a las constancias que las partes señalen y después de


oír los alegatos de las mismas, se declara visto el proceso, sin fijarse plazo
para dictar sentencia. Contra la resolución que niegue o admita la repetición de
diligencias de pruebas no procede recurso alguno.

UNIDAD 2
EL MINISTERIO PÚBLICO
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO, EL
ALUMNO: IDENTIFICARÁ EL FUNDAMENTO DEL MINISTERIO PÚBLICO,
LOS FUNCIONARIOS QUE COMPONEN LAS PROCURADURÍAS
GENERALES DE JUSTICIA DEL DISTRITO FEDERAL Y DE LA REPÚBLICA
Y SUS FACULTADES, ASIMISMO, SABRÁ ANTE QUÉ AUTORIDAD Y
COMO INICIAR UNA AVERIGUACIÓN PREVIA. DE IGUAL FORMA,
ESTRUCTURARÁ DEUNCIAS Y QUERELLAS POR DIVERSAS DELIOS, A
PARTIR DE EJEMPLOS PREVIAMENTE ANALIZADOS.

2.1 FUNDAMENTO DEL MINISTERIO PÚBLICO DEL FUERO COMÚN Y


FEDERAL.
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a) Ministerio Público Federal. Este encuentra su sustento normativo en


el contenido del artículo 102, inciso A de la Constitución Política Mexicana, así
como también en lo que respectivamente señala su ley orgánica respectiva.
Las principales atribuciones que se desprenden de estas leyes son: la
persecución de los delitos del fuero federal, el ejercicio de la acción penal ante
los Tribunales Federales (Juzgados de Distrito), la asesoría del Gobierno
Federal en materia jurídica, la representación de la Federación ante los
Tribunales y la investigación de los Juicios de Amparo (indirectos básicamente).

b) Ministerio Público del Fuero Común en el Distrito Federal. Tiene


su base en lo que al respecto dispone el precepto 122, fracción VIII
constitucional y en su ley orgánica. Dicho artículo suscribe todo lo relativo al
Distrito Federal. Las principales atribuciones que tiene este tipo de Ministerio
tiene son las siguientes: recibir las denuncias y querellas, investigar los delitos
de su competencia, ejercitar la acción penal, solicitar las órdenes de
comparecencia, aprehensión, arresto y reaprehensión, además de las de cateo
cuando se reúnan los requisitos establecidos por el artículo 16 constitucional;
recabar documentos y pruebas y aportar las mismas en el procedimiento penal;
promover lo necesario para la expedita y pronta administración de justicia,
cuidar la exacta y estricta aplicación de las leyes, auxiliar al Ministerio Público
Federal, intervenir en la protección de los incapaces y en los procedimeintos
del orden civil y familiar, así como en los demás asuntos que las leyes
determinen.

(Fuentes de consulta: Colegio de Profesores de Derecho Procesal de la


Facultad de Derecho de la UNAM, Diccionario de Derecho Procesal, 2ª edición,
Editorial Oxford, México, 2000, páginas 167 a 169; Guillermo Colín Sánchez,
Derecho Mexicano de Procedimientos Penales, 16ª edición, Editorial Porrúa,
México, 1997, páginas 120 a 124), y Rodolfo Monarque Ureña, Derecho
Procesal Penal Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, página
15).

2.2 LEY ORGÁNICA DEL MINISTERIO PÚBLICO DEL DISTRITO FEDERAL


Y DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.

Ministerio Pública del Distrito Federal Procuraduría General de la


República
Dicha normatividad especifica que el Es el organismo dependiente del
Ministerio Público es la institución unitaria y ejecutivo federal que tiene como
jerárquica dependiente del organismo
ejecutivo, que posee como funciones funciones esenciales las de Ministerio
esenciales las de persecución de los delitos y Público, la representación de la
el ejercicio de la acción penal; intervención en federación y la asesoría jurídica del
otros procedimientos judiciales para la gobierno federal.
defensa de intereses sociales, de ausentes,
menores e incapacitados, y finalmente, como
consultor y asesor de los jueces y tribunales. De acuerdo con el artículo 1o de la
Ley Orgánica la citada Procuraduría
Por lo que se refiere a su situación actual, en General de la República es la
las leyes orgánicas del Ministerio Público, dependencia del poder ejecutivo
tanto en la esfera federal como en la de las federal en la que se integran la
entidades federativas, se advierte la
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preocupación esencial de regular de manera institución del MP y sus órganos


predominante la función de investigación y auxiliares directos, para el despacho
persecución de los delitos y se deja en un
segundo término tanto la asesoría jurídica del de los asuntos que aquélla y a su
gobierno introducida en la Constitución titular, en su caso, atribuyen los
Política de 1917 como su intervención en artículos 21 y 102 de la Constitución
otras ramas procesales. Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Esta concentración de facultades
persecutorias se observa en los códigos de
procedimientos penales, si se toman como Las funciones que se confieren a la
modelos el federal de 1934 y el distrital de institución del Ministerio Público
1932 (seguidos en lo esencial por los Federal presidido por el Procurador
restantes de las entidades federativas), los General de la República, y a éste
que atribuyen de manera exclusiva al propio
MP la investigación de los delitos con el personalmente en los términos de
auxilio de la policía judicial, cuerpo dichos preceptos constitucionales, se
especializado que se encuentra a su servicio. hacen consistir en: a) vigilar la
Un aspecto esencial que observamos en la observancia de los principios de
orientación de los citados códigos constitucionalidad de las atribuciones
actualmente en vigor, es el otorgamiento al
MP del llamado ''monopolio del ejercicio de la que legalmente correspondan a otras
acción penal'', que deriva de una autoridades jurisdiccionales o
interpretación que consideramos discutible, administrativas; b) promover la pronta,
del artículo 21 de la Constitución, lo que expedita y debida procuración e
significa que son los agentes de la institución impartición de justicia, e intervenir en
los únicos legitimados para iniciar la
acusación a través del acto procesal los actos que sobre esta materia
calificado como ''consignación'', que inicia el prevenga la legislación acerca de la
proceso; que el ofendido y sus planeación del desarrollo; c)
causahabientes no son partes en sentido representar a la federación en todos
estricto en el mismo proceso, y sólo se les los negocios en que ésta sea parte, e
confiere una limitada intervención en los actos
relacionados con la reparación del daño o la intervenir en las controversias que se
responsabilidad civil proveniente del delito, susciten entre dos o mas Estados de
tomando en cuenta que la citada reparación la Unión, entre un Estado y la
es un aspecto de la pena pública. Federación o entre los poderes de un
mismo Estado (controversias
Por otra parte, en el sistema procesal penal
mexicano, el MP posee plena disposición constitucionales previstas por el
sobre los elementos de la acusación, en artículo 105 de la Constitución
virtud de que puede negarse a ejercitar la Política), y en los casos de los
acción penal, y una vez que la hace valer está diplomáticos y de los cónsules
facultado para formular conclusiones no generales; d) prestar consejo jurídico
acusatorias o desistirse de la propia acción en
el curso del proceso (si bien esta última al gobierno federal; e) perseguir los
institución, muy controvertida, ha sido delitos del orden federal; f)
sustituida en las reformas al Código Federal representar al propio gobierno federal,
de Procedimientos Penales publicadas en previo acuerdo con el presidente de la
diciembre de 1983, por la de promoción del República, en actos en que debe
sobreseimiento y de la libertad absoluta del
inculpado artículo 138 y 140), aun cuando intervenir la federación ante los
estas dos determinaciones son objeto de un estados de la República, cuando se
control interno, de manera que la decisión trate de asuntos relacionados con la
final corresponde a los procuradores procuración e impartición de justicia, y
respectivos, como jefes del MP. La situación g) dar cumplimiento a las leyes,
de mayor trascendencia se presenta respecto
de las conclusiones no acusatorias o el tratados y acuerdos de alcance
desistimiento de la acción penal (o promoción internacional en que se prevea la
de sobreseimiento), ya que obligan al juez de actuación del gobierno federal, en
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la causa a dictar sobreseimiento, el cual asuntos concernientes a las


equivale a una sentencia absolutoria de atribuciones de la institución y con la
carácter definitivo. Además, estas
determinaciones del MP no pueden ser intervención que, en su caso,
impugnadas por los afectados a través del corresponda a otras dependencias.
amparo, en virtud de que la jurisprudencia
habla establecido que, en ese supuesto, el La procuraduría está presidida por el
MP no actúa como autoridad sino como parte: Procurador General de la República y
argumento que consideramos poco
convincente. cuenta con un Subprocurador, ambos
nombrados y removidos libremente
Otros dos aspectos que debemos mencionar por el Presidente de la República
brevemente son los relativos a la intervención siempre que reúnan las calidades que
del MP tanto en el proceso civil como en el el artículo 95 de la Constitución
juicio de amparo, en los cuales la situación
del llamado ''representante social'' es todavía Política Federal señala para los
indefinida. Por lo que se refiere al ministros de la Suprema Corte de
enjuiciamiento civil (comprendiendo el Justicia. Además el personal directivo
mercantil y más recientemente el de las integra una Supervisión General de
controversias familiares), el MP puede Servicios Técnicos y Criminalísticos;
intervenir como parte principal cuando lo hace
en defensa de los intereses patrimoniales del la Contraloría Interna; las Direcciones
Estado, ya sea como actor o como General de Administración, General
demandado, e inclusive el artículo 102 de la Jurídica y Consultiva, y de
Constitución establece la intervención Procedimientos Penales; Dirección de
personal del procurador general de la Comunicación Social, así como
República en las controversias que se
suscitaren entre dos o más estados de la Delegaciones de Procedimiento y de
Unión, entre un estado y la federación o entre Circuito.
los poderes de un mismo estado, es decir, en
los supuestos previstos por el diverso artículo Son auxiliares directos del MPF, tanto
105 de la Constitución Política, que se han la policía judicial federal como los
planteado excepcionalmente.
servicios periciales de la misma
En otra dirección, el MP interviene en los Procuraduría. Es importante señalar
procesos civiles en representación de que la primera se encuentra bajo la
ausentes, menores o incapacitados; en la autoridad y mando directo del propio
quiebra y suspensión de pagos, así como en MP, de acuerdo con lo establecido por
los asuntos de familia y del estado civil de las
personas, y lo hace, ya sea como parte el artículo 21 de la Constitución
accesoria o subsidiaria o como simple asesor Política, en virtud de que, no obstante
de los tribunales, a través de una opinión su denominación que corresponde al
cuando existe interés público en el asunto sistema francés, en el cual dicha
correspondiente. Sin embargo, los códigos de policía depende del juez de
procedimientos civiles respectivos, y nos
referimos de manera esencial al Código de instrucción, el constituyente consideró
Procedimientos Civiles de 1932, que es al que las actividades de investigación
que siguen un buen número de códigos de las previa, debían desvincularse del juez
entidades federativas, así como al Código de la causa, contrariamente a lo
Federal de Procedimientos Civiles de 1942, al dispuesto por los ordenamientos
regular la situación del MP en el proceso civil
mexicano, determinan de manera deficiente expedidos bajo la vigencia de la
esta intervención procesal del ''representante Constitución de 1857, especialmente
social'', y en la práctica su actividad es el Código Federal de Procedimientos
todavía más restringida en cuanto Penales de 1908.
generalmente adoptan una actividad pasiva y
hasta indiferente, y por lo que se refiere a sus
atribuciones consultivas, significan, salvo Una disposición que debe destacarse
excepciones, un trámite al cual los juzgadores es la contenida en el artículo 17 de la
le conceden escasa importancia por su citada ley orgánica, de acuerdo con la
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superficialidad y, además, debido a que cual, para ingresar o permanecer al


carecen de carácter vinculante. servicio de la institución en
Por lo que se refiere al juicio de amparo, las cualesquiera categoría de agentes del
intervenciones del MP tienen carácter Ministerio Pública Federal, de la
peculiar, pues prescindiendo de la forma en policía judicial o de los servicios
que las regularon los ordenamientos auxiliares, los interesados, además de
anteriores, la Ley de Amparo vigente de 1935 acreditar los requisitos específicos
le otorga expresamente la calidad de parte en
su artículo 5, fracción IV, pero reducida a la señalados para cada cargo deben
elaboración de un dictamen calificado de aprobar los exámenes de ingreso y
''pedimento'', cuya importancia se redujo aún participar en los concursos de
más en la reforma de 1951 a dicho precepto, oposición o de méritos a los que se
puesto que se le facultó para abstenerse de convoquen, con la obligación de
intervenir en el caso de que a su juicio, no
exista interés público. Tratándose de un seguir los cursos que se establezcan
órgano asesor del juez del amparo, tanto la para su mejoramiento profesional, lo
doctrina como la jurisprudencia lo han que implica el establecimiento de una
calificado de ''parte reguladora'' o ''parte verdadera carrera profesional, que
equilibradora'', que no es tomada realmente apenas se inicia y como una
en serio por el juzgador, pues los dictámenes
respectivos, salvo excepciones, son de tal culminación de los exámenes de
manera superficiales debido al número tan admisión y sólo cursos de
elevado de asuntos en los cuales debe opinar capacitación impartidos por el Instituto
el MP, que se les considera como un mero Técnico, establecidos por los artículo
trámite que no influye en la decisión del 24, fracción IV (exámenes de
tribunal respectivo.
admisión sólo para agentes del MPF),
En la reforma de mayo de 1976 al citado «a.» y 56-58 (funciones del citado Instituto
5o., fracción IV, de la Ley de Amparo, se Técnico), de la Ley de la Procuraduría
pretendió rescatar la dignidad del MP federal de 27 de diciembre de 1974.
como parte del juicio de amparo, y se le
confirió la facultad de interponer los recursos
establecidos en la misma Ley de Amparo;
pero este intento carece de resultados
prácticos, en virtud de que la intervención
puramente formal de la institución no le
permite su participación real como parte en
sentido estricto, pues equivale a la figura del
propio MP obligado a interponer la ''casación
en interés de la ley'' regulada por otros
ordenamientos y que no ha funcionado en los
países en los cuales se ha establecido. Pero
en cambio ha pasado desapercibida tanto
para la doctrina como para la jurisprudencia la
intervención del MP como una verdadera
parte en el juicio de amparo y ello ocurre de
acuerdo con el artículo 180 de la Ley de
Amparo, que le otorga el carácter de ''tercero
perjudicado'' en el amparo de una sola
instancia que solicita el acusado contra la
sentencia condenatoria pronunciada por el
juez ordinario (en el supuesto de un
sobreseimiento o de una sentencia
absolutoria, el propio MP no esta facultado
para interponer el amparo), y en esa hipótesis
se entiende que se trata del agente del MP
(federal o local) que ha llevado la acusación
en el proceso en el cual se pronuncio el fallo
que se reclama.
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A través de una breve referencia a la


atribución que el artículo 102 de la C otorga al
procurador general de la República (y que las
leyes orgánicas del MP o de las
procuradurías, del Distrito Federal y de las
restantes entidades federativas confieren a
sus respectivos procuradores), como asesor
jurídico del gobierno federal, podemos
señalar que existe una controversia que se
planteo primeramente en el Congreso
Jurídico Mexicano de 1932 entre los
distinguidos juristas mexicanos Luis Cabrera
y Emilio Portes Gil, este último como
procurador general de la República en esa
época sobre la conservación de la estructura
actual, o bien como lo proponía el primero,
que se dejara a la Procuraduría su función de
asesoría jurídica y se estableciera un
organismo específico para el MP federal,
autónomo del ejecutivo federal.

2.3 LEYES REGLAMENTARIAS DEL MINSITERIO PÚBLICO DEL DISTRITO


FEDERAL Y DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.

El Reglamento de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la


República tiene por objeto establecer la organización y funcionamiento de la
citada dependencia, para el despacho de los asuntos que la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, su Ley Orgánica y otros
ordenamientos le encomiendan a la Institución, al Procurador y al Ministerio
Público de la Federación.

Para el cumplimiento de los asuntos de la competencia de la


Dependencia referida, de su Titular y del Ministerio Público de la Federación,
contará con las unidades administrativas y órganos desconcentrados
siguientes:

 Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales.


 Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo.
 Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia
Organizada.
 Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales.
 Subprocuraduría de Derechos Humanos, Atención a Víctimas y Servicios
a la Comunidad.
 Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales.
 Oficialía Mayor.
 Visitaduría General.
 Agencia Federal de Investigación.
 Coordinación de Planeación, Desarrollo e Innovación Institucional.
 Coordinación de Asuntos Internacionales y Agregadurías.
 Coordinación General de Delegaciones
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El Procurador preside la Institución del Ministerio Público de la


Federación, en términos del artículo 102, apartado “A”, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Orgánica y demás
disposiciones aplicables.

El Procurador ejercerá en forma personal y no delegable, además de las


facultades contenidas en el artículo 6 de la Ley Orgánica, las siguientes:

 Aprobar el anteproyecto de presupuesto de egresos de la Procuraduría y


presentarlo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de conformidad
con las disposiciones aplicables.
 Nombrar a los coordinadores, titulares de las unidades especializadas,
jefes de unidad, directores generales, delegados, agregados y fiscales
especiales, a excepción del Fiscal Especializado para la Atención de
Delitos Electorales, quien será nombrado en términos de lo previsto en el
artículo 17 de la Ley Orgánica.
 Designar, en casos excepcionales, agentes del Ministerio Público de la
Federación, Especiales o Visitadores, agentes de la Policía o peritos, en
términos del artículo 35 de la Ley Orgánica y demás disposiciones
aplicables.
 Someter a consideración del Ejecutivo Federal el proyecto de Reglamento
del Servicio de Carrera y demás normas reglamentarias.
 Fijar las Condiciones Generales de Trabajo de la Procuraduría,
considerando la opinión del Sindicato.
 Resolver las discrepancias que se susciten en el ámbito administrativo
con motivo de la interpretación o aplicación de la Ley Orgánica, este
Reglamento y el Reglamento de Servicio de Carrera, así como en los
casos no previstos en los mismos.
 Determinar mediante Acuerdo, en los casos no previstos en este
Reglamento, la distribución de facultades entre las unidades
administrativas centrales y las Delegaciones en las entidades federativas,
así como las Agregadurías en el extranjero.
 Dictar las políticas institucionales en materia de procedimientos penales
federales en que estén involucradas personas que pertenezcan a algún
pueblo indígena, así como las acciones necesarias para impulsar que
tengan un efectivo acceso a la justicia, de conformidad con el artículo 2,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
 Emitir la normatividad en materia de recompensas, a que se refiere el
artículo 5 fracción VIII de la Ley Orgánica, y

2.4 RESOLUCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO EN LA AVERIGUACIÓN


PREVIA.

a) EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. Es la que ejercita el Ministerio


Público ante el juez competente para que se inicie el proceso penal y se
resuelva sobre la responsabilidad del inculpado, y en su caso se aplique la
pena o la medida de seguridad que corresponda.
12

La doctrina procesal mayoritaria ha establecido que la acción procesal


es única, ya que está consagrada por el artículo 17 constitucional para todas
las ramas de enjuiciamiento, por lo que, cuando se habla de acción penal en
realidad se pretende significar que dicha acción tiene como contenido
pretensiones de carácter punitivo.

Según la interpretación efectuada tanto por el legislador como por la


jurisprudencia en relación con el artículo 21 constitucional, el ejercicio de la
acción penal corresponde de manera exclusiva al Ministerio Público, tanto en la
esfera federal (regulado también por el artículo 102 de la Constitución), como
en las entidades federativas (y por ello se habla de 'monopolio'), pues debe
tomarse en cuenta que el ofendido no es parte en el proceso penal mexicano,
de acuerdo con lo establecido por los artículo 9 del Código de Procedimientos
Penales y 141 del Código Federal de Procedimientos Penales, ya que sólo
interviene en dicho proceso en los aspectos relativos a la reparación del daño y
a la responsabilidad civil proveniente del delito.

El citado ejercicio de la acción por el Ministerio Público se efectúa a


través de la instancia calificada como 'consignación', en la que el propio
Ministerio Público solicita del juez respectivo la iniciación del procedimiento
judicial; las órdenes de comparecencia y las de aprehensión que procedan; el
aseguramiento precautorio de bienes para los efectos de la reparación del
daño, y en su caso, las sanciones respectivas, pero al mismo tiempo debe
ofrecer las pruebas de la existencia de los delitos y de la responsabilidad de los
inculpados.

Se ha discutido si al ejercitar la acción penal, el Ministerio Público realiza


una actividad únicamente acusatoria, o si también puede solicitar, cuando
proceda, la libertad del inculpado, como expresamente lo señala el artículo 3
fracción VII del Código de Procedimientos Penales. Al respecto consideramos
acertada la afirmación del procesalista mexicano Sergio García Ramírez, en el
sentido de que la acción en el proceso penal tiene por objeto obtener el
pronunciamiento jurisdiccional sobre la pretensión deducida por el Ministerio
Público, a lo cual agrega, que dicha pretensión puede ser formulada en casos
excepcionales por el acusado cuando solicita, al producirse o descubrirse
nuevos hechos significativos, que se revise el proceso anterior por conducto del
que indebidamente se calificó tradicionalmente como 'indulto necesario’.
Afortunadamente esta expresión fue modificada por la reforma al citado artículo
560 Código Federal de Procedimientos Penales publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 24 de diciembre de 1984, y sustituida por la que
consideramos más adecuada de: 'reconocimiento de la inocencia del
sentenciado'.

Debido al citado monopolio de la acción penal por el Ministerio Público,


éste puede adoptar varias posiciones: en primer lugar está facultado para
negarse a ejercitar dicha acción penal, cuando los hechos de que conozca no
sean constitutivos de delito; o pudiendo serlo, resulte imposible la prueba de su
existencia, o bien cuando la propia acción sea extinguida legalmente.
13

En la reforma al citado precepto promulgada en diciembre de 1983, se


agregaron otros dos supuestos: cuando se acredite plenamente que el
inculpado no tuvo participación en la conducta o en los hechos punibles, y sólo
por lo que respecta a aquél; y cuando de las deligencias practicadas se
desprenda plenamente que el inculpado actuó en circunstancias que excluyen
la responsabilidad penal.

En una segunda posibilidad, el propio Ministerio Público puede promover


el sobreseimiento y la libertad absoluta del inculpado (anteriormente
desistimiento de la acción penal), cuando durante el proceso aparezca que la
conducta o los hechos no son constitutivos de delito, conforme a la descripción
típica contenida en la ley penal; que el inculpado no tuvo participación en el
delito que se persigue; que la pretensión punitiva está legalmente extinguida, o
que existe en favor del inculpado una causa excluyente de responsabilidad.

En tercer lugar, el Ministerio Público puede presentar conclusiones no


acusatorias al terminarse la instrucción del proceso, las que equivalen al
desistimiento de la acción en cuanto a sus efectos, ya que vinculan al juzgador,
quien debe decretar el sobreseimiento definitivo del proceso.

En estos tres supuestos, la determinación del agente del Ministerio


Público debe ser revisada, ya sea de oficio o a petición de los interesados, por
el Procurador General respectivo, en su calidad de jefe de la institución.

Finalmente, el Ministerio Público puede presentar conclusiones


acusatorias, y en ese supuesto, debe fijar los hechos punibles que atribuye al
acusado; los elementos constitutivos del delito, y las circunstancias que deben
tomarse en cuenta al solicitar la aplicación de las disposiciones legales y de las
sanciones correspondientes.

Aun cuando ha sido objeto de un apasionado debate la posibilidad de


que los afectados puedan interponer el juicio de amparo contra las decisiones
del Ministerio Público confirmadas por el Procurador respectivo, en las que se
niegue a ejercitar la acción penal, desista de la misma o formule conclusiones
no acusatorias; la jurisprudencia firme de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha considerado que es improcedente el propio amparo en esos
supuestos.

La doctrina ha señalado las diversas características de la acción penal


entre las cuales destacan las relativas a su unidad e indivisibilidad, ya que se
hace valer contra todos los participantes en la realización del delito, y además
se señala que la propia acción tiene por objeto una resolución de condena,
pero en esta segunda hipótesis, que se refiere más bien a la pretensión, no
siempre posee esa finalidad, pues como lo hemos señalado, el Ministerio
Público puede desistir o formular conclusiones no acusatorias, y en ese caso,
la resolución tiene carácter declaratorio, pues desemboca en la absolución del
inculpado.
14

(Fuente de consulta: Instituto de Investigación Jurídica, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo I, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, página 64 a 66).

b) CONSIGNACIÓN SIN DETENIDO CON PEDIMENTO DE ORDEN DE


APREHENSIÓN O DE COMPARECENCIA. Cuando el Ministerio Público ha
llegado a la conclusión, después de realizadas las averiguaciones respectivas,
de que existe un sujeto responsable de un delito que debe ser sancionado con
pena corporal, procederá consignando la averiguación previa ante el juez
competente.

Si el susodicho aún no ha sido detenido, el Ministerio Público se verá


obligado a solicitar a la autoridad jurisdiccional una orden de aprehensión.

En este punto, el artículo 136 del Código Federal de Procedimiento


Penales prevé:

“En ejercicio de la acción penal, corresponde al Ministerio Público:


I. Promover la incoación del proceso penal;
II. Solicitar las órdenes de comparecencia para preparatoria y las
de aprehensión, que sean procedentes;
III. Pedir el aseguramiento precautorio de bienes para los efectos
de la reparación del daño;
IV. Rendir las pruebas de la existencia de los delitos y de la
responsabilidad de los inculpados;
V. Pedir la aplicación de las sanciones respectivas; y
VI. En general, hacer todas las promociones que sean conducentes
a la tramitación regular de los procesos”.

Para realizar la consignación, el Ministerio Público deberá evaluar todo


lo que se recabe en la averiguación previa y, de acuerdo con lo dispuesto por el
artículo 16 constitucional, precisar si se han cumplido los presupuestos legales
de la acción penal.

(Fuentes de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, páginas 84 y 85).

c) CONSIGNACIÓN CON DETENIDO. Cuando aparezca de la


averiguación previa que exista denuncia o querella, que se han reunido los
requisitos previos que en su caso exijan la ley y que se ha acreditado la
existencia del cuerpo del delito y la probable responsabilidad del indiciado, el
Ministerio Público ejercitará la acción penal ante el órgano jurisdiccional que
corresponda y practicará, sin demora alguna,, todas las diligencias que resulten
procedentes.

Si la consignación es con detenido deberá inmediatamente ratificar la


detención, si está fuere constitucional; en caso contrario decretará la libertad
con las reservas de ley.

(Fuente de consulta: Artículo 286-Bis del Código de Procedimientos Penales


para el Distrito Federal).
15

2.5 REQUISTOS DE PROCEDIBILIDAD, DENUNCIA, QUERELLA, QUIÉN


PUEDE FORMULARLAS Y LA FORMA DE REALIZACIÓN DE LAS MISMAS.

a) Denuncia. Del verbo denunciar, que proviene del latín denuntiare, el


cual significa ''hacer saber'', ''remitir un mensaje''.

En el Derecho Procesal Penal, la denuncia de hechos probablemente


delictuosos puede ser formulada de manera verbal o por escrito, ante el
Ministerio Público o la policía judicial. Cuando la denuncia se presente
verbalmente, se hará constar en el acta que levantará el funcionario que la
reciba. En ambos casos, deberá contener la firma o la huella digital del
denunciante y su domicilio; y el funcionario que la reciba, deberá requerir a éste
para que se produzca bajo protesta de decir verdad.

La denuncia debe limitarse a describir los hechos supuestamente


delictivos, sin calificarlos jurídicamente. El funcionario que reciba la denuncia
debe prevenir al denunciante para que ajuste su denuncia a esta exigencia, e
informarle sobre la trascendencia jurídica del acto que realiza, las penas en que
incurren quienes se conducen con falsedad ante las autoridades y las
modalidades del procedimiento.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigación Jurídica, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo III, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 146 a 148).

b) Querella. Del latín querella, que significa toda acusación ante juez o
tribunal competente, con que se ejecutan en forma solemne y como parte en el
proceso la acción penal contra los responsables de un delito.

Para la iniciación del procedimiento penal, y consecuentemente para que


pueda darse válidamente el proceso, en el plano doctrinal y en el estrictamente
legal se ha señalado la necesidad ineludible de ciertos elementos que le den
vida; ello implicará la consideración investigativa de los presupuestos
procesales, de las condiciones objetivas de punibilidad, de las cuestiones
prejudiciales y de los requisitos de procedibilidad.

El trámite normal, ordinario, en relación a la mayoría de los delitos


contenidos en la parte especial del ordenamiento jurídico punitivo, sería el de la
denuncia, verbal o por escrito, ante el Ministerio Público o ante cualquier
funcionario o agente de la policía judicial, situación que obliga a proceder de
oficio a la investigación de los delitos denunciados, pero hay algunas
infracciones que requieren para su persecución el cumplimiento de algún
requisito de procedibilidad, o que quede superado algún obstáculo procesal
que impida la iniciación del procedimiento o la prosecución del mismo.

Guillermo Colín Sánchez afirma que, algunas veces, al referirse a la


querella se la ubica dentro de las condiciones objetivas de punibilidad, en otras
ocasiones se le confiere el carácter de verdadero instituto procesal. Persiste,
por tanto, la doble vertiente de significancia lingüística. Y -en el derecho
16

mexicano- los requisitos de procedibilidad son: la querella, la excitativa y la


autorización.

Existen supuestos, en que -para iniciar el procedimiento- es necesario


que se den los requisitos mencionados, y aunque pudiera ocurrir que el
Ministerio Público, prescindiendo de ellos, llevara a cabo la averiguación previa
y la consignación de los hechos, no se conseguiría el completo desarrollo del
proceso.

La querella, entre los requisitos de procedibilidad, es uno de los más


interesantes, especialmente por su sugerente problemática. En una
conceptuación generalizadora, más que nada descriptiva, la querella es una
facultad, del ofendido por el delito para hacerlo llegar al conocimiento de las
autoridades y dar su consentimiento para que sea perseguido.

En los delitos perseguidos exclusivamente a instancia de parte, no


solamente el agraviado, sino también su representante legítimo, cuando lo
consideren pertinente harán conocer al Ministerio Público la ejecución del
evento delictivo, con la finalidad de que éste sea perseguido, aunque siempre
será necesaria la expresión de voluntad del titular del derecho.

Sabido es que, en nuestro país, por imperativo del artículo 21


constitucional el Ministerio Público tiene la titularidad, concluyente y exclusiva,
del ejercicio de la acción penal: ''La persecución de los delitos incumbe al
Ministerio Público y a la Policía Judicial, la cual estará bajo la autoridad y
mando inmediato de aquél'' (artículo reformado en 1983).

En el proceso penal mexicano, sólo el Ministerio Público, ya sea federal


o local, según su respectiva esfera jurídica, puede iniciar el juicio criminal
propiamente dicho, a través de la consignación, que equivale a la demanda en
las restantes ramas del enjuiciamiento.

En efecto, de acuerdo con una interpretación (sumamente discutida en el


campo doctrinal) del artículo 21 constitucional, los códigos procesales
mexicanos han consagrado el principio del monopolio del ejercicio de la acción
penal por parte del propio Ministerio Público.

Este principio esencial tiene varias consecuencias dentro del


enjuiciamiento penal, ya que por una parte, el ofendido por el delito carece de
la calidad de parte, ni siquiera de forma subsidiaria; así lo establece
expresamente el artículo 141 del Código Federal de Procedimientos Penales,
que sólo concede al ofendido la facultad de proporcionar elementos que
conduzcan a comprobar la existencia del delito y la responsabilidad del
inculpado.

Sólo se admite la participación del ofendido o de sus causahabientes


tratándose de la reparación del daño y de la responsabilidad del propio
inculpado exclusivamente en cuanto otorga el perdón tratándose de los delitos
perseguibles a instancia de parte o de querella necesaria.
17

El señalado principio del monopolio del ejercicio de la acción penal por


parte del Ministerio Público, se ha llevado a extremos (que un considerable
sector doctrinal ha estimado inconveniente), tanto por la legislación como por la
jurisprudencia, en cuanto el propio Ministerio Público puede negarse a ejercitar
la acción penal, o bien, cuando ya se ha iniciado el juicio, formular conclusiones
no acusatorias o desistirse de la acción penal, con efectos vinculatorios para el
juez de la causa, a través de un simple control interno del mismo Ministerio
Público, determinado el sobreseimiento definitivo y la libertad del inculpado con
idénticos efectos a los de una sentencia absolutoria.

Si el Ministerio Público no realiza la consignación, desiste de la acción


penal, o formula conclusiones no acusatorias, el ofendido carece de
legitimación para acudir al juicio de amparo solicitando el examen judicial de
estas decisiones del propio Ministerio Público, de conformidad con la
jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia.

La situación es de considerable grave dad como resultado de lo


dimanante tanto de la normación legal como de la tesis jurisprudencia indicada,
a lo que se une que la policía judicial, a pesar de su denominación, depende de
las órdenes del Ministerio Público.

A todo lo expuesto, aplicando la conexión normativa de sentido, hay que


añadir que el Ministerio Público (tanto federal como local), está jerárquicamente
organizado y encabezado por el pertinente procurador general, designado y
libremente removido, ya sea por el presidente de la República, en lo referente a
los procuradores de la República y del Distrito Federal, y por los gobernadores
de los atados en los demás casos.

Tras esta contextualización, ubicatoria de la especificidad del régimen


mexicano, se impone el terminar de perfilar todo lo restante en relación a la
querella.

La querella, como ha quedado oportunamente indicado, tiene una doble


proyección: sustantiva (bajo el aspecto de condición objetiva de punibilidad), y
estrictamente procesal (donde toma la configuración de requisito de
procedibilidad).

En el plano sustantivo, puede ser estimada como una manifestación de


voluntad del sujeto pasivo del delito dirigida a solicitar el castigo del mismo;
bajo esta conceptuación queda en estrecha conexión con el perdón, en cuanto
derecho.

El fundamento de la institución jurídica de la querella reside en una doble


exigencia:

 En ciertos eventos típicos, por su escasa relevancia social y comunitaria,


la ley permite al sujeto pasivo del delito (es decir, al titular del bien o
bienes jurídicamente tutelados), una determinación volitiva en orden a la
misma ilicitud del factum, o de la oportunidad o no de poner en
movimiento a la maquinaria judicial.
18

 En otros delitos, éstos si de mayor trascendencia socio-comunitaria, la ley


remite a la volición del sujeto pasivo del delito la elección o no de la vía
judicial.

Por último, el derecho de querella se extingue: a) por muerte del


agraviado; b) por perdón: c) por consentimiento; d) por muerte del responsable,
y e) por prescripción.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigación Jurídica, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo VI, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, página 6 a 10).

2.6 OBSTÁCULOS PROCESALES: EXCITATIVA, AUTORIZACIÓN,


DECLATARORIA DE PERJUICIO Y DECLARACIÓN DE PROCEDENCIA.

Excitativa Autorización
Es una solicitud es una solicitud hecha por el Es el consentimiento que otorga la autoridad
representante de un país extranjero, con el fin que defina la ley para que pueda iniciarse un
de que se persiga a algún sujeto que ha proceso penal en contra de algún servidor
cometido un hecho indebido en contra del público por la comisión de ilícitos de orden
país o de sus representantes diplomáticos. En común.
síntesis, puede considerarse a la excitativa
una especie de querella, con la característica
peculiar de que el ofendido es el
representante o agente diplomático de un país
extranjero.

(Fuentes de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, páginas 80 y 81).

Declaratoria de perjuicio. Esta declaratoria surte efectos en los delitos


fiscales, derivados del Código Fiscal de la Federación, como contrabando o
lavado de dinero. Se establece que para iniciar el proceso –además de la
querella- la autoridad hacendaria debe emitir una declaración, en el sentido de
que el fisco federal ha sufrido algún perjuicio, motivado por la conducta del
infractor. De no hacerlo, el Ministerio Público deberá suspender la averiguación
previa hasta que la respectiva declaración se presente. No hay criterio
unificado en lo concerniente a considerar a la declinatoria de perjuicio como un
requisito de procedibilidad o como un obstáculo procesal.

(Fuentes de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 83).

Declaración de procedencia. Se encarga de únicamente de determinar


si procede o no retirar la inmunidad y privilegios procesales a alguno de los
servidores públicos detallados en el artículo 111 constitucional; y de hacerlo, si
se le pone a disposición de la autoridad competente. El juicio de procedencia
no establecerá bajo ningún concepto si el alto servidor público es inocente o
culpable de la imputación, pues esto, como lo señala la ley, deberá ser juzgado
en su momento por el órgano judicial. Esta función queda a cargo del Poder
Legislativo, integrado por la Cámara de Diputados como órgano acusatorio y
por el Senado como un gran jurado.
19

(Fuentes de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 83).

2.7 ACTUACIONES O DILIGENCIA QUE DEBE PRACTICAR EL MINISTERIO


PÚBLICO DURANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA.

La más conocida de las funciones del Ministerio Público en el periodo de


la averiguación previa es la actividad investigadora. Aunque la investigación o
averiguación del dato histórico resulta de vital importancia en el proceso
mismo, no podemos decir que la averiguación, con todas sus complicaciones,
sea parte u objeto único de estudio del Derecho Procesal Penal. La
averiguación e investigación de los delitos ha encontrado desde hace mucho
tiempo su autonomía, de manera que también es objeto de la criminalística.

Los criminalistas han esclarecido que para que un caso criminológico


quede bien esclarecido se necesita responder claramente a los que los
especialistas han llamado los siete puntos de oro de la investigación
criminológica, que son:

 ¿Qué sucedió?
 ¿Quiénes son las víctimas?
 ¿Quién es el victimario?
 ¿Cuándo sucedieron los hechos?
 ¿Dónde sucedieron?
 ¿Cómo sucedieron?
 ¿Por qué sucedió?

Aunque la investigación no es siempre actividad ajena al proceso


jurisdiccional, en esta fase el Ministerio Público realiza una investigación
anticipada previa, preliminar o preparatoria a la que habrá de sucederse en la
instrucción judicial, donde se tenderá a la confirmación o rechazo de los datos
que originalmente arrojó la averiguación previa.

(Fuente de consulta: Jorge Alberto Silva Silva, Derecho Procesal Penal,


Editorial Harla, México, 1990, página 254).

2.8 EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL CON DETENIDO, FLAGRANCIA,


URGENCIA Y ARRAIGO.

Flagrancia Cuasiflagrancia Flagrancia por equiparación


 Se considera que el delito Aquí, la persona podrá ser Al respecto, el artículo 267 del
es flagrante cuando es detenida después de Código de Procedimientos
descubierto en el consumado el hecho ilícito, Penales para el Distrito
momento de su siempre que no se le haya Federal, segundo párrafo,
ejecución, o en aquel en perdido de vista y haya sido señala que se equiparará la
que el autor es perseguida desde la existencia de delito flagrante
sorprendido cuando lo realización del delito. cuando la persona es
acaba de cometer. señalada como responsable
 Tiene su fundamento en por la víctima, algún testigo
el párrafo IV del artículo presencial de los hechos o
20

16 constitucional, que a la quien hubiera participado con


letra señala: “En los ella en la comisión del delito;
delitos de delito flagrante, o se encuentre en su poder el
cualquier persona puede objeto, instrumento o
detener al indiciado producto del delito; o bien
poniéndolo sin demora a aparezcan huellas o indicios
disposición de la que hagan presumir
autoridad inmediata y fundadamente su
ésta, con la misma participación en el delito;
prontitud, a la del siempre y cuando se trate de
Ministerio Público”. un delito grave así calificado
por la ley, no haya
transcurrido un plazo de 72
horas desde el momento de la
comisión de los hechos
delictivos , se hubiera iniciado
la averiguación previa
respectiva y no se hubiese
interrumpido la persecución
del delito.
(Fuente de consulta: Rafael (Fuente de consulta: Eduardo (Artículo 267 del Código de
de Pina y Rafael de Pina López Betancourt, Derecho Procedimientos Penales para
Vara, Diccionario de Derecho, Procesal Penal, Iure Editores, el Distrito Federal).
30ª edición, Editorial Porrúa, México, 2003, página 86).
México, 2001, página 292).

CASOS DE URGENCIA. Estos, atento a lo dispuesto en el párrafo


quinto del artículo 16 constitucional se actualiza cuando se trate de delito
grave, haya riesgo fundado de sustracción de la justicia, y no pudiéndose
acudir a la autoridad judicial por motivo de la hora, lugar o circunstancia, el
agente del Ministerio Público podrá ordenar la detención del indiciado,
fundando y motivando su proceder.

(Fuente de consulta: Guillermo Colín Sánchez, Derecho Mexicano de


Procedimientos Penales, 16ª edición, Editorial Porrúa, México, 1997, página
235).

EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. Es la que ejercita el Ministerio


Público ante el juez competente para que se inicie el proceso penal y se
resuelva sobre la responsabilidad del inculpado, y en su caso se aplique la
pena o la medida de seguridad que corresponda.

La doctrina procesal mayoritaria ha establecido que la acción procesal


es única, ya que está consagrada por el artículo 17 constitucional para todas
las ramas de enjuiciamiento, por lo que, cuando se habla de acción penal en
realidad se pretende significar que dicha acción tiene como contenido
pretensiones de carácter punitivo.

Según la interpretación efectuada tanto por el legislador como por la


jurisprudencia en relación con el artículo 21 constitucional, el ejercicio de la
acción penal corresponde de manera exclusiva al Ministerio Público, tanto en la
esfera federal (regulado también por el artículo 102 de la Constitución), como
en las entidades federativas (y por ello se habla de 'monopolio'), pues debe
tomarse en cuenta que el ofendido no es parte en el proceso penal mexicano,
21

de acuerdo con lo establecido por los artículo 9 del Código de Procedimientos


Penales y 141 del Código Federal de Procedimientos Penales, ya que sólo
interviene en dicho proceso en los aspectos relativos a la reparación del daño y
a la responsabilidad civil proveniente del delito.

El citado ejercicio de la acción por el Ministerio Público se efectúa a


través de la instancia calificada como 'consignación', en la que el propio
Ministerio Público solicita del juez respectivo la iniciación del procedimiento
judicial; las órdenes de comparecencia y las de aprehensión que procedan; el
aseguramiento precautorio de bienes para los efectos de la reparación del
daño, y en su caso, las sanciones respectivas, pero al mismo tiempo debe
ofrecer las pruebas de la existencia de los delitos y de la responsabilidad de los
inculpados.

Se ha discutido si al ejercitar la acción penal, el Ministerio Público realiza


una actividad únicamente acusatoria, o si también puede solicitar, cuando
proceda, la libertad del inculpado, como expresamente lo señala el artículo 3
fracción VII del Código de Procedimientos Penales. Al respecto consideramos
acertada la afirmación del procesalista mexicano Sergio García Ramírez, en el
sentido de que la acción en el proceso penal tiene por objeto obtener el
pronunciamiento jurisdiccional sobre la pretensión deducida por el Ministerio
Público, a lo cual agrega, que dicha pretensión puede ser formulada en casos
excepcionales por el acusado cuando solicita, al producirse o descubrirse
nuevos hechos significativos, que se revise el proceso anterior por conducto del
que indebidamente se calificó tradicionalmente como 'indulto necesario’.
Afortunadamente esta expresión fue modificada por la reforma al citado artículo
560 Código Federal de Procedimientos Penales publicada en el Diario Oficial
de la Federación el 24 de diciembre de 1984, y sustituida por la que
consideramos más adecuada de: 'reconocimiento de la inocencia del
sentenciado'.

Debido al citado monopolio de la acción penal por el Ministerio Público,


éste puede adoptar varias posiciones: en primer lugar está facultado para
negarse a ejercitar dicha acción penal, cuando los hechos de que conozca no
sean constitutivos de delito; o pudiendo serlo, resulte imposible la prueba de su
existencia, o bien cuando la propia acción sea extinguida legalmente.

En la reforma al citado precepto promulgada en diciembre de 1983, se


agregaron otros dos supuestos: cuando se acredite plenamente que el
inculpado no tuvo participación en la conducta o en los hechos punibles, y sólo
por lo que respecta a aquél; y cuando de las deligencias practicadas se
desprenda plenamente que el inculpado actuó en circunstancias que excluyen
la responsabilidad penal.

En una segunda posibilidad, el propio Ministerio Público puede promover


el sobreseimiento y la libertad absoluta del inculpado (anteriormente
desistimiento de la acción penal), cuando durante el proceso aparezca que la
conducta o los hechos no son constitutivos de delito, conforme a la descripción
típica contenida en la ley penal; que el inculpado no tuvo participación en el
22

delito que se persigue; que la pretensión punitiva está legalmente extinguida, o


que existe en favor del inculpado una causa excluyente de responsabilidad.

En tercer lugar, el Ministerio Público puede presentar conclusiones no


acusatorias al terminarse la instrucción del proceso, las que equivalen al
desistimiento de la acción en cuanto a sus efectos, ya que vinculan al juzgador,
quien debe decretar el sobreseimiento definitivo del proceso.

En estos tres supuestos, la determinación del agente del Ministerio


Público debe ser revisada, ya sea de oficio o a petición de los interesados, por
el Procurador General respectivo, en su calidad de jefe de la institución.

Finalmente, el Ministerio Público puede presentar conclusiones


acusatorias, y en ese supuesto, debe fijar los hechos punibles que atribuye al
acusado; los elementos constitutivos del delito, y las circunstancias que deben
tomarse en cuenta al solicitar la aplicación de las disposiciones legales y de las
sanciones correspondientes.

Aun cuando ha sido objeto de un apasionado debate la posibilidad de


que los afectados puedan interponer el juicio de amparo contra las decisiones
del Ministerio Público confirmadas por el Procurador respectivo, en las que se
niegue a ejercitar la acción penal, desista de la misma o formule conclusiones
no acusatorias; la jurisprudencia firme de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha considerado que es improcedente el propio amparo en esos
supuestos.

La doctrina ha señalado las diversas características de la acción penal


entre las cuales destacan las relativas a su unidad e indivisibilidad, ya que se
hace valer contra todos los participantes en la realización del delito, y además
se señala que la propia acción tiene por objeto una resolución de condena,
pero en esta segunda hipótesis, que se refiere más bien a la pretensión, no
siempre posee esa finalidad, pues como lo hemos señalado, el Ministerio
Público puede desistir o formular conclusiones no acusatorias, y en ese caso,
la resolución tiene carácter declaratorio, pues desemboca en la absolución del
inculpado.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigación Jurídica, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo I, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, página 64 a 66).

2.9 EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL SIN DETENIDO.

Si se ejercitó la acción penal sin detenido, por imperativo de los artículos


142 del Código Federal de Procedimientos Penales, y 286 bis del
correspondiente al Distrito Federal, el juez ordenará o negará la aprehensión,
reaprehensión, comparecencia o cateo solicitados por el Ministerio Público,
dentro de los diez días contados a partir de la fecha de radicación. Sin
embargo, si se consignó por delito grave, así calificado por la ley, resolverá
sobre la aprehensión y cateo solicitados por el Ministerio Público, dentro de las
veinticuatro horas contadas también a partir de la radicación (artículos 142 del
23

Código Federal de Procedimientos Penales, y 286 bis in fine del


correspondiente al Distrito Federal).

2.10 EL DEFENSOR EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA.

Es la persona que se encarga de la defensa, se constituye en un sujeto


imprescindible dentro de la relación procesal penal; se considera que la
defensa es de orden público primario, pues una exigencia de la sociedad es
que en la comisión de ilícitos se castigue a los verdaderos culpables.
Etimológicamente, defensor proviene del latín defensoris, que significa el que
defiende o protege; asimismo, defender denota amparar, proteger, abogar.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 66).

La defensa es indispensable para determinar la relación de causalidad y


la imputabilidad del reo, porque de otra manera no podría mantenerse un justo
equilibrio de las partes en el proceso.

La posibilidad técnica de ser defensor no sólo está abierta a cualquiera,


sino que, dado que el proceso penal es un sistema normativo y de alto nivel de
especialización técnica, sus mecanismos de comprensión y aplicación se
encuentran estrictamente reservados a un grupo profesional que lo interpreta,
realiza y actúa.

Además, el defensor junto con el presunto responsable, constituyen la


institución de la defensa. En este sentido, se ha afirmado que el defensor actúa
como representante del procesado, como auxiliar de la justicia y como órgano
imparcial de ella; empero, en este renglón ocurre también una seria
controversia respecto a la naturaleza del defensor.

Por tanto, autores como Eduardo López Betancourt consideran que el


defensor es algo mucho más importante que un simple representante o
asistente del acusado, en cuanto está llamado a integrar la personalidad
procesal y a colaborar con el juez en la conducción del proceso.

Se considera también que el defensor no se desempeña tampoco como


órgano auxiliar de la administración de justicia, porque ello le impondría la
obligación de quebrantar el secreto profesional y tener que informar al órgano
jurisdiccional de los detalles e información que reciba del indiciado, el cual, de
no mantenerse en la discreción, podría ocasionar un fracaso de la defensa.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, páginas 65 a 67).

Nuestra Constitución Política federal, eleva al rango de garantía


individual, el derecho del inculpado a una defensa adecuada. El artículo 20,
apartado A), fracción IX constitucional, expresa textualmente que: “En todo
proceso de orden penal, tendrá el inculpado… las siguientes garantías: …IX.
Desde el inicio de su proceso será informado de los derechos que en su favor
24

consigna esta Constitución y tendrá derecho a una defensa adecuada, por sí,
por abogado, o por una persona de su confianza. Si no quiere o no puede
nombrar defensor, después de haber sido requerido para hacerlo, el juez le
designará un defensor de oficio. También tendrá derecho a que su defensor
comparezca en todos los actos del proceso y éste tendrá obligación de hacerlo
cuantas veces lo requiera…”.

Conforme a esta norma, cuatro son las especies en que puede asumir
su defensa: por sí; por persona de su confianza; por abogado particular; y, por
un defensor de oficio.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 83 y 84).

UNIDAD 3
TÉRMINO CONSTITUCIONAL
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO, EL
ALUMNO: A PARTIR DEL ANÁLISIS DEL AUTO DE FORMAL PRISIÓN
ELABORARÁ UN AUTO DE FORMAL PRISIÓN, DE SUJECIÓN A PROCESO
Y DE LIBERTAD POR FALTA DE ELMENTOS PARA PROCESAR (CON
EJEMPLOS DADOS POR EL PROFESOR).

3.1 AUTOS DE RADICACIÓN CON O SIN DETENIDO.

CON DETENIDO SIN DETENIDO


En la consignación con detenido, el juez Si se ejercitó la acción penal sin detenido, por
tendrá que dictar de inmediato auto de imperativo de los artículos 142 del Código
radicación y el inculpado quedará a su Federal de Procedimientos Penales, y 286-bis
disposición, para todos los efectos del correlativo del Distrito Federal, el juez
constitucionales y legales, desde el momento ordenará o negará la aprehensión,
mismo en que el Ministerio Público lo interne reaprehensión, comparecencia o cateo
en el reclusorio o centro de salud que solicitados por el Ministerio Público, dentro de
corresponda, dejando constancia de que los diez contados a partir de la fecha de auto
quedó el detenido a disposición de la radicación.
autoridad judicial, y entregará copia de ella al
encargado del reclusorio o centro de salud, Sin embargo, si se consignó por delito, así
quien asentará el día y hora de recepción. calificado por la ley resolverá sobre la
aprehensión y cateo solicitados por el
Ministerio Público, dentro de las 24 horas
contadas también a partir de la radicación.

3.2 ACTO QUE DETERMINA LA LEGALIDAD DE LA DETENCIÓN DEL


INCULPADO.

Como tal debe entenderse la medida precautoria establecida en


beneficio de la sociedad, por virtud de la cual se priva de la libertad al acusado
en un proceso penal cuando se le imputa la comisión de un delito grave, y por
ello existe la presunción de que intentara eludir la acción de la justicia o
entorpecer los fines del proceso punitivo.
25

Debido a los abusos que se realizaron durante la vigencia de la


Constitución anterior, no obstante sus disposiciones protectoras de la libertad
personal, la Constitución vigente de 5 de febrero de 1917, consagró con mayor
precisión los requisitos de la restricción provisional de la propia libertad con
motivo del proceso penal y por ello la segunda parte del artículo 16 exige que,
salvo los casos de flagrante delito o de la ausencia de autoridad judicial en el
lugar de la detención, la privación de la libertad procede con motivo del
cumplimiento de una orden judicial de aprehensión y siempre que previamente
se hubiese formulado denuncia acusación o querella de un determinado delito
que la ley castigue con pena corporal, las que se encuentren apoyadas por
declaración bajo protesta de persona digna de fe o por otros datos que hagan
probable la responsabilidad del inculpado; en el artículo 18 se dispone que sólo
por delito que merezca pena corporal podrá ordenarse la prisión preventiva, la
que se cumplirá en un sitio distinto del que se destinare a la extinción de las
penas; la parte relativa del artículo 19 establece que ninguna detención podrá
exceder del término de tres días sin que se justifique con un auto de formal
prisión; y el artículo 20, en sus fracciones I y X, las cuales regulan los requisitos
de la libertad caucional, la que sólo procede cuando el delito que se impute al
acusado se sancione con pena que tenga un término medio aritmético que no
exceda los cinco años de prisión; y se prohibe la prolongación de la detención o
de la prisión preventiva, por falta de pago de honorarios de defensores o por
cualquier otra prestación en dinero, por causa de responsabilidad civil o algún
motivo análogo, o se prolongue por mayor tiempo del que como máximo fije la
ley al delito que motivare el proceso.

Si examinamos brevemente la regulación de la detención preventiva,


que es la realizada por el Ministerio Público en los ordenamientos modelo, es
decir los Código de Procedimientos Penales del Distrito Federal y Código
Federal de Procedimientos Penales, dicha medida puede dividirse en dos
etapas: primero la detención y posteriormente la prisión preventiva propiamente
dicha. La primera se inicia al ejecutarse la orden de aprehensión y sólo puede
durar setenta y dos horas, y la segunda se determina con el auto de formal
prisión, pudiendo prolongarse durante todo el proceso, a no ser que se decrete
la medida cautelar opuesta, en beneficio del inculpado, es decir, la libertad
provisional, que asume dos modalidades: bajo protesta y caucional.

No haremos referencia a las disposiciones legales relativas a la orden de


aprehensión, al auto de formal prisión o a la libertad provisional, ya que son
objeto de análisis específicos, por lo que nos limitamos a señalar los aspectos
peculiares de la detención preventiva en el ordenamiento mexicano.

La detención preventiva sólo puede efectuarse por orden judicial, cuando


se impute al acusado delitos que se sancionen con pena corporal, a no ser que
el acusado se resista a comparecer ante el Ministerio Público o ante el juez de
la causa. Por otra parte, el artículo 271 del Código de Procedimientos Penales
faculta al propio Ministerio Público para decidir sobre la libertad del inculpado
durante la averiguación previa, es decir, para determinar si solicita o no una
orden de aprehensión, tratándose de delitos de imprudencia motivados por el
tránsito de vehículos, siempre que no se abandone a quien hubiese resultado
lesionado y si el presunto responsable garantiza suficientemente que no se
26

sustraerá a la acción de la justicia, y en su caso, que cubrirá la reparación del


daño. El artículo 135 del Código Federal de Procedimientos Penales contiene
una regla similar, pero sólo cuando el término medio aritmético de la pena no
exceda de cinco años de prisión que es el límite de la libertad caucional, según
la fracción I del artículo 20 de la Constitución Política federal.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo III, Q-Z, 2ª edición, Editorial Porrúa-Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2004, páginas 513 a 516).

3.3. OBSEQUIO O NEGATIVO DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL PARA


LIBRAR ORDEN DE APREHENSIÓN O DE COMPARECENCIA.

En nuestro Derecho, la expresión aparece ya en el texto constitucional


(artículos 16, 19, 20, fracción IX, 38, fracción V) y en más de una oportunidad
es utilizada como sinónimo de detención (por ejemplo: artículos 16, 19, 20,
fracción X, todos de la Constitución Política federal). En la legislación
secundaria ocurre algo similar (verbigracia: artículos 267, 268, 269, 271, 272,
132 y siguientes 285, 287, etc. del Código de Procedimientos Penales del
Distrito Federal, y en el correspondiente federal artículos 193 y siguientes,
entre otros).

La aprehensión o detención, consiste en la privación de la libertad de un


individuo, situación que no puede prolongarse ante la autoridad administrativa
mas allá del tiempo necesario para poner al sujeto detenido a disposición de la
autoridad judicial, y frente a esta última por más de 72 horas, sin que se
justifique con un auto de formal prisión.

Toda detención o aprehensión debe ser realizada con orden judicial,


salvo casos de urgencia o de flagrante delito. En la primera de las hipótesis,
sólo la autoridad administrativa, bajo su más estrecha responsabilidad, está
autorizada para proceder a la aprehensión, mientras que en la segunda
cualquier persona está facultada para ello. La 'orden de aprehensión o
detención' debe ser librada por autoridad competente en forma fundada y
motivada.

Debe estar precedida por 'denuncia', acusación o querella de un hecho


determinado que la ley castigue con pena corporal, apoyándose aquéllas, 'por
declaración bajo protesta, de persona digna de fe o por otros datos que hagan
probable la responsabilidad del inculpado...' (artículo 16 constitucional). Es
discutible la afirmación de un sector de la doctrina, acerca de la necesidad de
comprobar el cuerpo del delito en forma plena, como requisito de la orden de
aprehensión. Se pretende con ello equiparar las condiciones que la
Constitución y la ley imponen al juez para dictar un auto de formal prisión, con
las de la orden de aprehensión. Pero con ello se pasa por alto que en el caso
del primero, el imputado tiene una oportunidad de contestar los cargos en su
contra (declaración preparatoria), mientras en frente a la segunda tal
oportunidad no es condición sino consecuencia.
27

Por su parte, el maestro Eduardo López Betancourt establece que dentro


de los principales requisitos que la orden aprehensión debe contener se
encuentran los siguientes:

 Que se haya tomado declaración preparatoria del inculpado, en la forma y


con los requisitos establecidos, o que conste en el expediente que el
indiciado se rehúso a declarar.
 Que esté comprobado el cuerpo del delito que tenga señalada sanción
privativa de libertad.
 Que esté demostrada la probable responsabilidad del inculpado.
 Que no esté demostrada la probable responsabilidad del inculpado.
 Que no esté plenamente comprobada a favor del inculpado alguna
circunstancia eximente de responsabilidad o que extinga la acción penal.
 Deben incluirse los nombres y firmas del juez que dicte la resolución y del
secretario que autorice.

A su vez, el autor Manuel Rivera Silva manifiesta que la autoridad judicial


sólo debe dictar orden de aprehensión cuando se reúnen los siguientes
requisitos:

 Que exista una denuncia o una querella.


 Que la denuncia o querella se refieran a un delito, sancionado con pena
privativa de la libertad.
 Que la denuncia o querella esté apoyada por datos que hagan probable la
responsabilidad del inculpado.
 Que lo pida el Ministerio Público.

(Fuentes de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo I, A-B, 2ª edición, Editorial Porrúa-Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2004, páginas 431 a 433; Eduardo
López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure Editores, México, 2003,
página 124 y Manuel Rivera Silva, El Procedimiento Penal, 25ª edición,
Editorial Porrúa, México, 1997, página 138).

ORDEN DE COMPARECENCIA. REQUISITOS CONSTITUCIONALES.


Cuando la conducta o hecho se prevea que: “…tenga una o más sanciones no
privativas de la libertad, cuando sea la única aplicable, o sanciones privativas
hasta de dos años…”, etc., el agente del Ministerio Público ejercita la acción
penal, sin detenido, pero con la solicitud de que éste sea citado para que se le
tome su declaración preparatoria.

En el Código Federal de Procedimientos Penales se establece:

“En los casos a que se refiere el segundo párrafo del artículo 135, y
en todos aquellos en que el delito no dé lugar a detención, a
pedimento del Ministerio Público se librará orden de comparencia en
contra del inculpado para que rinda su declaración preparatoria
siempre que existan elementos que acrediten los elementos del tipo y
la probable responsabilidad del inculpado” (artículo 157).
28

Esta forma de proceder se justifica en razón de que en la Constitución


Política de los Estados Unidos Mexicanos, se prohíbe que, en ese momento
procedimental, se restrinja la libertad personal en los casos señalados.

Si los requisitos legales del pedimento formulado, por el agente del


Ministerio Público, están satisfechos, el juez ordenará se lleve a cabo la
citación mencionada.

NEGATIVA DE ORDEN DE APREHENSIÓN O DE COMPARECENCIA

Orden de aprehensión Orden de comparencia


El auto que niega la orden puede obedecer a Cuando el llamamiento a comparecer no sea
que no estén acreditados los elementos del obedecido, se hará otro, y finalmente, si
tipo y no existan elementos suficientes para tampoco es acatado, se dictará orden de
establecer la probable responsabilidad del presentación para que elementos de la Policía
sujeto. Judicial presenten al omiso ante el juez que lo
requiere.
Consecuencia de lo indicado es que el agente
del Ministerio Público aporte elementos o
solicite que se practiquen diligencia para
satisfacer las deficiencias en que se basó el
juez para la negativa, y bajo esas bases
insista en su pedimento.

(Fuente de consulta: Guillermo Colín Sánchez, Derecho Mexicano de


Procedimientos Penales, 16ª edición, Editorial Porrúa, México, 1997, páginas
367 y 368).

3.4 DECLARACIÓN PREPARATORIA Y NOMBRAMIENTO DE DEFENSOR.

a) DECLARACIÓN PREPARATORIA.

CONCEPTO. Es la que se efectúa por el acusado ante el juez de la


causa en su primera comparecencia durante el periodo de instrucción del
proceso penal, para establecer su versión de los hechos y conocer los cargos
que se le hacen, a fin de que pueda preparar su defensa.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo III, D-E, 2ª edición, Editorial Porrúa-Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2004, página 34).

REGULACIÓN CONSTITUCIONAL. La declaración preparatoria se


encuentra regulada en nuestro derecho vigente por el artículo 20, fracción III de
la Constitución Política federal, así como por los artículos 287 al 296 del Código
de Procedimientos Penales; 153 al 160 del Código Federal de Procedimientos
y 491 al 504 del Código de Justicia Militar, que pueden tornarse como modelo
para los restantes ordenamientos procesales penales de las entidades
federativas.

El citado precepto constitucional ordena que la declaración preparatoria


debe rendirse por el acusado dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a
su consignación ante el juez respectivo, precepto que reproduce el artículo 287
29

Código de Procedimientos Penales, en tanto que el artículo 491 del Código de


Justicia Militar lo reduce a veinticuatro horas, de acuerdo con la tradición
española.

Cuando el procesado no se encuentra detenido en virtud de que el delito


por el cual se le acusa no merezca pena corporal, a pedimento del Ministerio
Público se librara orden de comparecencia para que rinda la citada declaración
preparatoria, o bien cuando se hubiese interpuesto el juicio de amparo y
otorgado la suspensión definitiva contra una orden de aprehensión no
ejecutada o respecto de la presentación ante el juez de la causa, dicho
juzgador solicitará dentro de tres días, para que rinda la referida declaración.

Tanto el artículo 20, fracción II constitucional como las disposiciones


legales respectivas, establecen que el acusado no puede ser obligado a
declarar en su contra prohibiéndose toda incomunicación o cualquier otro
medio que pueda desvirtuar este derecho, de manera que puede manifestar su
deseo de no declarar; pero si quisiere hacerlo la diligencia debe practicarse en
un lugar público, aun cuando no pueden estar presentes los testigos que deben
ser examinados en relación con los hechos que se investigan.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo III, D-E, 2ª edición, Editorial Porrúa-Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2004, página 34).

FORMA DE RENDIRSE. La diligencia mencionada asume dos aspectos,


el primero de los cuales se refiere a la información que debe proporcionar el
juez del proceso al inculpado, a quien debe comunicarse el notable del
acusador, si lo hubiere; el de los testigos que declaren en su contra; la
naturaleza y causa de la acusación; el derecho que tiene, en su caso, de
obtener libertad caucional, y el procedimiento para obtenerla; y finalmente; el
derecho de nombrar persona de su confianza para que lo defienda,
advirtiéndose que de no hacerlo, el juez le designará un defensor de oficio.

La segunda parte de la propia diligencia se refiere a la declaración


preparatoria propiamente dicha, cuando el acusado quisiere formularla, y que
debe referirse, además de sus datos personales, a los hechos que se le
imputen, adoptando el juez la forma, términos y demás circunstancias que
estime convenientes, a fin de esclarecer el delito. Con motivo de esta
declaración, tanto el agente del Ministerio Público que lleva la acusación como
el defensor tienen derecho de interrogar al acusado; pero el juez debe
desechar aquellas preguntas que considere capciosas o inconducentes, e
inclusive, cuando el mismo juzgador lo estime conveniente, los interrogatorios
deben hacerse por su conducto.

Por su parte, el Código de Justicia Militar establece disposiciones


minuciosas para evitar que el citado interrogatorio pueda tener efectos
desfavorables para el inculpado, al ordenar que las preguntas deben ser
siempre directas, sin que de ninguna manera puedan hacerse de manera
capciosa o sugestiva, y además, prohibe el empleo de amenazas o promesas
para conseguir que el inculpado declare en determinado sentido, por lo que
30

nunca se le obligará a contestar precipitadamente, de manera que las


preguntas se le repetirán cuantas veces sea necesario para que las comprenda
bien, especialmente cuando la respuesta no conteste la pregunta.

El acusado puede redactar sus contestaciones, y si no lo hiciere, las


elaborará el juez, procurando interpretarlas con la mayor exactitud posible, sin
omitir detalle alguno que pueda servir de cargo o de descargo, pero este último
con mayor apego a la realidad judicial, encomienda la redacción al funcionario
que practique la diligencia, que con mucha frecuencia es el secretario y no el
juzgador.

Una disposición que nos parece apropiada es la que contiene el artículo


503 del Código de Justicia Militar, según la cual, el procesado podrá declarar
ante el juez cuantas veces quisiere y éste deberá recibirle inmediatamente sus
declaraciones, pero a su vez, el juzgador podrá ampliar al acusado su
declaración preparatoria las veces que lo estime oportuno y con relación a los
hechos que creyere conveniente esclarecer.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo III, D-E, 2ª edición, Editorial Porrúa-Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2004, páginas 34 a 36).

VALOR PROBATORIO. Muchos autores consideran que, a pesar de la


importancia que se le da a la declaración preparatoria, por lo general el juez
otorga más valor probatorio a la declaración indagatoria, que se rinda ante el
Ministerio Público durante la averiguación previa. La fuerza de prueba que
pudiera representar tan ritual diligencia queda cabalmente desplazada, merced
al pretendido principio de inmediatez procesal, conforme al cual las primeras
declaraciones producidas por el inculpado, por estar más próximas a los
hechos y por suponerse carentes de aleccionamiento defensivitas, revisten
mayor valor demostrativo que las ulteriores.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 115).

b) DEFENSOR. Es la persona que se encarga de la defensa, se


constituye en un sujeto imprescindible dentro de la relación procesal penal; se
considera que la defensa es de orden público primario, pues una exigencia de
la sociedad es que en la comisión de ilícitos se castigue a los verdaderos
culpables. Etimológicamente, defensor proviene del latín defensoris, que
significa el que defiende o protege; asimismo, defender denota amparar,
proteger, abogar.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 66).

NATURALEZA JURÍDICA DEL DEFENSOR. La defensa es


indispensable para determinar la relación de causalidad y la imputabilidad del
reo, porque de otra manera no podría mantenerse un justo equilibrio de las
partes en el proceso.
31

La posibilidad técnica de ser defensor no sólo está abierta a cualquiera,


sino que, dado que el proceso penal es un sistema normativo y de alto nivel de
especialización técnica, sus mecanismos de comprensión y aplicación se
encuentran estrictamente reservados a un grupo profesional que lo interpreta,
realiza y actúa.

Además, el defensor junto con el presunto responsable, constituyen la


institución de la defensa. En este sentido, se ha afirmado que el defensor actúa
como representante del procesado, como auxiliar de la justicia y como órgano
imparcial de ella; empero, en este renglón ocurre también una seria
controversia respecto a la naturaleza del defensor.

Por tanto, autores como Eduardo López Betancourt consideran que el


defensor es algo mucho más importante que un simple representante o
asistente del acusado, en cuanto está llamado a integrar la personalidad
procesal y a colaborar con el juez en la conducción del proceso.

Se considera también que el defensor no se desempeña tampoco como


órgano auxiliar de la administración de justicia, porque ello le impondría la
obligación de quebrantar el secreto profesional y tener que informar al órgano
jurisdiccional de los detalles e información que reciba del indiciado, el cual, de
no mantenerse en la discreción, podría ocasionar un fracaso de la defensa.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, páginas 65 a 67).

ESPECIES DE DEFENSOR. Nuestra Constitución Política federal, eleva


al rango de garantía individual, el derecho del inculpado a una defensa
adecuada. El artículo 20, apartado A), fracción IX constitucional, expresa
textualmente que: “En todo proceso de orden penal, tendrá el inculpado… las
siguientes garantías: …IX. Desde el inicio de su proceso será informado de los
derechos que en su favor consigna esta Constitución y tendrá derecho a una
defensa adecuada, por sí, por abogado, o por una persona de su confianza. Si
no quiere o no puede nombrar defensor, después de haber sido requerido para
hacerlo, el juez le designará un defensor de oficio. También tendrá derecho a
que su defensor comparezca en todos los actos del proceso y éste tendrá
obligación de hacerlo cuantas veces lo requiera…”.

Conforme a esta norma, cuatro son las especies en que puede asumir
su defensa: por sí; por persona de su confianza; por abogado particular; y, por
un defensor de oficio.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 83 y 84).

3.5 AUTOS DE TÉRMINO CONSTITUCIONAL.

3.5.1 AUTO DE TÉRMINO CONSTITUCIONAL.


32

Una vez que el juzgador toma conocimiento de la consignación, éste


dicta su primera resolución, misma que se conoce como auto de inicio, de
incoación o de radicación, y que en esencia contiene el señalamiento de que el
juzgado ha recibido el expediente, indicándose en dicha determinación, el día y
hora en que se recibió, lo que reviste vital importancia en el proceso toda vez
que desde ese momento el juzgador tiene 48 horas para tomar su declaración
preparatoria al iniciado, y cuenta con 24 más para resolver la situación de la
persona o personas puestas a su disposición, siendo la suma de las mismas
las ya famosas 72 horas a que hace referencia el artículo 19 que estatuye en
su parte medular que: “Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder
de setenta y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición
sin que se justifique con un auto de formal prisión”.

Lo anterior significa que desde el momento mismo en que la persona


acusada (el indiciado) queda a disposición del juez, debe resolver su situación
dentro de las 72 horas, no importando que sea en las primeras o agotado el
tiempo; lo que en realidad es relevante es que no se excede de las mismas.

Este auto como su nombre lo indica, tiene su fundamento en el artículo


19 constitucional, mismo que establece que toda detención no podrá exceder
del término de 72 horas sin que se justifique con un auto de formal prisión, lo
que significa que también puede resolverse en sentido contrario a la privación
de la libertad. Existen tres posibles resoluciones dentro del mencionado auto, a
saber:

 Sujeción a proceso sin restricción de la libertad provisional.


 Libertad por falta de méritos, con las reservas de ley.
 Formal prisión.

3.5.2 AUTO DE FORMAL PRISIÓN.

Esta resolución va a tener elementos constitucionales fundamentales y


elementos procedimentales. Elementos que marca el artículo 19 constitucional
y resultan básicos pues señala un término al establecer que ninguna detención
podrá exceder del término de 72 horas, sin que se justifique con un auto de
formal prisión, es el que deben encontrarse comprobados los elementos del
tipo penal, o cuerpo del delito, que se impute al detenido y también deberán
aparecer pruebas o datos para presumir fundadamente la posible
responsabilidad del imputado.

Los elementos formales procedimentales los encontramos en los


artículos 297 del Código de Procedimientos Penales y 161 del Código Federal
de Procedimientos Penales, los cuales establecen entre otras cosas:

 Todo auto de formal prisión se dictará dentro de las 72 horas, contadas a


partir de que el sujeto queda a disposición del órgano jurisdiccional.
 Que se haya tomado declaración preparatoria al imputado o conste de
que se negó a declarar.
33

 Que de lo actuado en el expediente de averiguación previa, aparezcan


comprobados los elementos de un tipo penal por el cual deba seguirse el
proceso.
 Que también de las constancias aparezcan datos suficientes para
presumir la posible responsabilidad penal del imputado.
 Que el tipo penal o cuerpo del delito comprobado tenga pena privativa de
libertad, como pena principal.
 Que no esté acreditada en actuación alguna causa de licitud o que
excluya la responsabilidad penal a favor del inculpado.
 Los nombres y firmas del juez que dicta la resolución del secretario que la
autoriza.

(Fuente de consulta: José Hernández Acero, Apuntes de Derecho Procesal


Penal, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, página 59).

3.5.3 AUTO DE LIBERTAD POR FALTA DE ELEMENTOS PARA PROCESAR.

Esta resolución la va a dictar el juez, debido a que de las constancias de


averiguación previa no quedo demostrado los elementos de tipo penal alguno o
bien, estando comprobado el cuerpo del delito, o sea, los elementos de un tipo
penal determinado, el juez no encuentra un solo dato o indicio que demuestre
la posible responsabilidad penal del imputado y vulgarmente se dice que este
auto se dicta con las reservas de ley, debido a que en ambos códigos de
procedimientos penales se establece que al dictarse este acto, el Ministerio
Público conserva el derecho de aportar nuevas pruebas con las que se integres
el tipo penal o la responsabilidad presumible, y que por lo tanto no impedirá
que posteriormente se vuelva a proceder en contra del imputado.

Relacionado con esto, el artículo 30 del Código de Procedimientos


Penales para el Distrito Federal reformado, establece que cuando se haya
negado la orden de aprehensión o de comparecencia y así también cuando se
haya dictado auto de libertad por falta de elementos para procesar, se
conceden 60 días para que el Ministerio Público y el ofendido aporten pruebas
y si esas pruebas aportadas no satisfacen los elementos del tipo penal o de la
responsabilidad presumible, para librar la orden de aprehensión en contra del
imputado, se sobreseerá la causa.

(Fuente de consulta: José Hernández Acero, Apuntes de Derecho Procesal


Penal, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, página 60).

Efectos. El auto de libertad por falta de elementos para procesar,


también denominado auto de libertad por falta de méritos. Conforme dispone el
artículo 19 constitucional, la detención ante autoridad judicial no puede
prolongarse más allá de 72 horas, sin un auto de formal prisión que la
justifique, más este auto debe dictarse solamente cuando de lo actuado
aparezcan datos suficientes que acrediten los elementos del cuerpo del delito
que se impute al detenido y existan también datos que hagan probable la
responsabilidad de éste. Por eso, ante la indemostración de cualquiera de
estos datos, lo que procede es que el juez ponga en libertad por falta de
elementos al inculpado, sin perjuicio de que por pruebas posteriores se actúe
34

nuevamente en su contra; en estos casos, no procederá el sobreseimiento


hasta que prescriba la acción penal. De igual manera, procederá la libertad, en
materia federal, si se demuestra la existencia de una causa de licitud o de
inculpabilidad, y en el orden común, cuando esté demostrado alguna de las
causas excluyentes del delito, relacionadas en el artículo 15 del Código Penal
Federal (legítima defensa o estado de necesidad, por ejemplo) o bien cuando
haya prueba de la existencia de alguna circunstancia extintiva de la acción
penal: prescripción (caducidad), perdón del ofendido en su caso, etc. En estos
casos la libertad que se otorgue al inculpado, tendrá efectos de sentencia
absolutoria.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 173 y 174).

3.5.4 INTEGRACIÓN Y COMPROBACIÓN DEL CUERPO DEL DELITO Y DE


LA PRESUNTA RESPONSABILIDAD.

a) Comprobación del cuerpo del delito. Al igual que ocurre en


tratándose de la orden de aprehensión, al resolver sobre la formal prisión el
juez puede utilizar todo tipo de pruebas para la demostración de los elementos
integrantes del cuerpo del delito, a condición de que no sean contrarias a
derecho.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 178).

b) Acreditamiento de la probable responsabilidad. Al respecto, el


autor Julio Antonio Hernández Pliego señala que responsable es aquel que
siendo imputable, que teniendo capacidad para responder ante el poder social,
debe responder ante él, así es que la responsabilidad es el deber jurídico en
que se encuentra el individuo imputable de dar cuenta a la sociedad de un
hecho ejecutado, de modo que cuando existen hechos o circunstancias
accesorias al delito que permitan suponer fundadamente que la persona de que
se trata ha tomado participación en él, en cualquiera de las formas establecidas
por al ley penal, podrá hablarse de su probable responsabilidad en su comisión.
Igual que respecto a la evidenciación de los elementos integrantes del cuerpo
del delito, en lo que concierne a la probable responsabilidad disfruta el juez de
una irrestricta potestad probatoria para su demostración en el concepto de que
deberá constatar que no existe acreditada alguna causa de de licitud o alguna
causa de inculpabilidad como quiere el artículo 168 del Código Federal de
Procedimientos Penales, o bien una excluyente del delito, y que esté justificada
su participación dolosa o culposa en el delito.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 178 y 179).

3.5.5 REQUISITOS DE FONDO QUE DEBEN CUMPLIR LAS


RESOLUCIONES JUDICIALES EN MATERIA PENAL.
35

Son todas las declaraciones de voluntad producidas por el órgano


jurisdiccional (el juez o el colegio judicial como en el caso de la resolución
dictada por una Sala). Son los pronunciamientos de los jueces y tribunales a
través de los cuales acuerdan delimitaciones de trámite o deben cuestiones
planteadas por las partes, incluyendo la resolución del fondo del conflicto.

No existe un criterio claramente establecido para delimitar las diversas


resoluciones que pueden dictarse en el curso le un procedimiento judicial y esta
situación la advertimos claramente en los ordenamientos procesales mexicanos
en los cuales se encuentran diversos enfoques para clasificar dichas
resoluciones.

Podemos señalar como ejemplos los representados por la clasificación


compleja del artículo 79 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal y la más simple del artículo 94 del Código Federal de Procedimientos
Penales; que adopta una separación de sólo dos categorías, En efecto, el
primer precepto divide las resoluciones judiciales en seis sectores decretos,
con lo simples determinaciones de trámite; Datos provisionales, cuando se
ejecutan de manera provisional autos definitivos que impiden o paralizan
definitivamente la prosecución del juicio; autos preparatorios, los que preparan
el conocimiento y decisión del negocio ordenado, admitiendo o desechando
pruebas; sentencias interlocutorias, cuando resuelven un incidente promovido
antes o después de distada la sentencia; y sentencias definitivas, que
resuelven el fondo de la controversia.

A su vez, el citado artículo 94 del Código Federal de Procedimientos


Penales separa las referidas resoluciones judiciales en sentencias, si terminan
la instancia resolviendo el asunto en lo principal, y autos, en cualquier otro
caso.

Entre estos dos extremos un sector importante de los códigos


procesales mexicanos se aparta de los anteriores y adoptan una clasificación
tripartita que nos parece la más acertada, o sea:

a) Decretos, como simples determinaciones de tramite;


b) Autos, cuando deciden cualquier punto dentro del proceso, y
c) Sentencias, si resuelven el fondo del negocio.

Esta clasificación es consagrada por los artículos 220 del Código


Federal de Procedimientos Civiles, 71 del Código de Procedimientos Penales, y
837 de la Ley Federal del Trabajo, aun cuando esta última sigue una
terminología diferente en cuanto denomina a éstas tres categorías como
acuerdos autos incidentales o resoluciones interlocutorias,' y laudos.

En relación con las diversas categorías de resoluciones judiciales; es


preciso destacar que la doctrina y la jurisprudencia apoyándose en los artículos
79, fracción V, del Código de Procedimientos Civiles, anteriormente citado y el
1323 del Código de Comercio utilizan con frecuencia la denominación de
sentencias interlocutorias para designar a las resoluciones judiciales que ponen
fin a una cuestión incidental o deciden sobre un presupuesto de la validez del
36

proceso que impide la continuación del mismo, consideramos que esta


terminología provoca, confusión sobre la naturaleza y función de las diversas
resoluciones judiciales especialmente respecto a las sentencias en sentido
estricto, y por este motivo, de acuerdo con la concepción moderna del proceso,
es preferible utilizar la denominación de autos para todas las determinación que
resuelven cuestiones, planteadas dentro del proceso dejando las sentencias
para calificar a las resoluciones que ponen fin al proceso resolviendo el fondo
del mismo.

Las resoluciones judiciales más importantes son precisamente las


sentencias entendiendo como tales de manera exclusiva, como se señaló en el
párrafo anterior, a las que deciden el fondo del asunto, y si bien en materia
laboral tanto ordinaria como la relativa a la de los trabajadores al servicio de los
poderes federales y del Distrito Federal, se utiliza la denominación de laudo,
este nombre se deriva de la idea original sobre la función de las juntas de
conciliación y arbitraje como organismos diversos de los jurisdiccionales.

Pero en la actualidad dichas juntas son verdaderos tribunales e inclusive


el organismo que decide las controversias en los cuales intervienen los
servidores públicos recibe el nombre de Tribunal federal de Conciliación y
Arbitraje, por lo que las citadas resoluciones deben considerarse como propias
y verdaderas sentencias definitivas, tal como las considera expresamente;la
Ley de Amparo en varios preceptos, en virtud de que contra de las mismas
procede el juicio de amparo de una sola instancia ante la Suprema Corte de
Justicia de la Nación o los tribunales colegiados de circuito.

Por otra parte, las sentencias judiciales pueden dividirse en dos grandes
sectores: a) las sentencias definitivas, que deciden la controversia en cuanto al
fondo, pero que admiten medios de impugnación ante organismos judiciales de
mayor jerarquía, y b) sentencias firmes, aquellas que no pueden combatirse a
través de ningún medio de impugnación, por lo que han causado estado y
adquiera autoridad de cosa juzgada.

(Fuentes de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo VI, Q-Z, 2ª edición, Editorial Porrúa-Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2004, páginas 276 a 278, y Santiago A.
Kelley Hernández, Teoría del Derecho Procesal, 5ª edición, Editorial Porrúa,
México, 2006, página 157).

3.5.6. CONTENIDO Y FORMA DE LAS RESOLUCIONES JUDICIALES:


DECRETOS, AUTOS Y SENTENCIAS (DEFINITIVAS E INTERLOCUTORIAS
O INCIDENTALES), ASÍ COMO EL PLAZO EN QUE DEBEN DICTARSE.

AUTOS. Son las resoluciones que tienden a la continuación o desarrollo


del proceso, por ejemplo la resolución que admite una demanda o una
contestación de ella, la resolución que ordena abrir el juicio a prueba, la que
cita para sentencia, etc.

(Fuente de consulta: Santiago A. Kelley Hernández, Teoría del Derecho


Procesal, 5ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 157).
37

SENTENCIA. Una sentencia es la resolución que pronuncia el juez o


tribunal para resolver el fondo del litigio, conflicto o controversia, lo que significa
la terminación normal del proceso.

Si bien el concepto estricto de sentencia es el de resolución que pone fin


al proceso decidiendo el fondo del litigio, se han calificado como tales otras
resoluciones que no tienen estas características, y a la inversa, lo que ha
provocado confusión especialmente en la legislación y en la jurisprudencia. Así,
se ha utilizado en el ordenamiento mexicano con apoyo en los artículos 79,
fracción V, del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal y 1393
del Código de Comercio la denominación de sentencias interlocutorias para
designar las resoluciones judiciales que ponen fin a una cuestión incidental o
que deciden sobre un presupuesto de la validez del proceso que impide la
continuación del mismo, y en materia de amparo se ha aplicado esta
terminología a la decisión que se pronuncia en el incidente de suspensión
concediendo o negando dicha medida precautoria (artículo 131 de la Ley de
Amparo). Desde nuestro punto de vista esta denominación no corresponde a
una concepción moderna de las resoluciones judiciales y por ello consideramos
preferible designar estas providencias como autos, que es su sentido propio.

También se ha empleado indebidamente por el legislador de amparo el


nombre de sentencia para calificar la decisión de sobreseimiento pronunciada
en la audiencia de fondo, para distinguirla de la providencia que el juicio fuera
de audiencia (artículo 77, fracción II de la Ley de Amparo), pero según criterio
riguroso dicho pronunciamiento ya sea que se dice antes o en la audiencia de
fondo, debe considerarse como un simple auto, puesto que contiene la
declaración de que no puede resolverse el juicio de amparo a través de una
verdadera sentencia (artículo 83, fracción III, de la Ley de Amparo).

Por el contrario, la Ley Federal del Trabajo califica de laudos a las


resoluciones que dictan las juntas de conciliación y arbitraje para decidir los
conflictos laborales en cuanto al fondo, no obstante que son sentencias en
sentido estricto como se reconoció expresamente en la «LA» vigente de 1936,
al establecer el amparo de una sola instancia contra las citadas resoluciones.
La persistencia de la denominación se debe al nombre de los tribunales del
trabajo, no obstante que no realizan una función de arbitraje, que requiere la
voluntad de las parles y carece de imperio, características que no tienen las
decisiones de las citadas juntas como se desprende claramente de los artículos
885 a 891 de la citada legislación laboral para la resolución de los conflictos
llamados jurídicos sean individuales o colectivos y los artículos 916 a 919) para
la decisión de los conflictos calificados como económicos.

La sentencia en el sentido estricto puede apreciarse desde dos puntos


de vista, en primer término como el acto más importante del juez en virtud de
que pone fin al proceso, al menos en su fase de conocimiento, y en segundo
lugar, como un documento en el cual se consiga dicha resolución judicial.
A) Según el primer aspecto, las sentencias pueden distinguirse en varias
categorías de acuerdo con diversos criterios, entre los cuales destacamos los
relativos a sus efectos y autoridad.
38

a) En primer término se puede mencionar en nuestro sistema procesal la


configuración de tres sectores señalados por la doctrina científica del proceso,
los que no son contemplados expresamente por los códigos respectivos, pero
se pueden deducir implícitamente de sus disposiciones, es decir, las llamadas
sentencias puramente declarativas, de condena y constitutivas, entendiendo
por las primeras aquellas que clarifican el derecho o la situación jurídica
controvertida; las segundas señalan la conducta que debe seguir el
demandado (o el acusado en el proceso penal) con motivo del fallo, y
finalmente las terceras, que predominan en las cuestiones familiares y del
estado civil, fijan nuevas situaciones jurídicas respecto del estado anterior, y en
esta misma dirección podemos incluir a los llamados laudos pronunciados en
los conflictos colectivos laborales calificados como económicos y que
corresponden al concepto sentencia colectiva en materia de trabajo (artículo
919 de la Ley Federal del Trabajo).

b) Por lo que respecta a la autoridad de los fallos, en el derecho procesal


mexicano es posible distinguir dos categorías, la llamada sentencia definitiva,
que es aquella que decide la controversia en cuanto al fondo, pero admite
todavía medios de impugnación a través de los cuales las partes inconformes
pueden lograr su modificación, revocación o anulación, y en este sentido
podemos citar lo dispuesto por el artículo 46 de la Ley de Amparo, que entiende
por sentencia definitiva la que decida el juicio en lo principal y respecto con la
cual las disposiciones procesales respectivas no concedan ningún recurso
ordinario a través del cual pueda ser modificada o revocada.

Por el contrario, no encontramos definido con precisión el concepto de la


sentencia firme, es decir aquella que no admite ningún medio de impugnación y
que por lo mismo ha adquirido la autoridad de cosa juzgada, puesto que la
terminología de los diversos códigos procesales es imprecisa, al utilizar
expresiones equívocas, como la declaración de ejecutoriedad de la sentencia o
la denominación de ''sentencias ejecutoriadas o ejecutorias'' no obstante que
esta calificación se puede prestar a errores, en virtud de que no todos los fallos
firmes pueden ser objeto de ejecución material, que únicamente corresponde a
los que establecen una condena.

B) En cuanto a la sentencia como un documento judicial, las


disposiciones procesales respectivas señalan varios requisitos tanto de forma
como de fondo.

a) Por lo que respecta a las características formales la mayor parte de


los códigos procesales mexicanos, no obstante que disponen que las
sentencias y los llamados laudos en materia de trabajo no se sujetarán a
formalidades especiales, sin embargo señalan el contenido formal de las
mismas, que separan en tres partes, es decir, la relación de los hechos de la
controversia; las consideraciones y fundamentos legales, y finalmente, los
puntos resolutivos, que corresponden a los tres aspectos tradicionales de
resultados, considerandos y puntos resolutivos.
39

b) Los requisitos de fondo no están tan claramente precisados en los


ordenamientos procesales mencionados con anterioridad, por lo que de
acuerdo con la doctrina y la jurisprudencia podemos señalar como tales las
exigencias de congruencia, motivación, fundamentación y exhaustividad.

De acuerdo con el primero, debe haber una relación de concordancia


entre lo solicitado por las partes y lo resuelto por el juzgador, sin perjuicio de
que éste pueda aclarar y precisar las pretensiones de las propias partes a
través de la institución de la suplencia de la queja como claramente ocurre con
lo dispuesto por los artículos 685 de la Ley Federal del Trabajo y 225 de la Ley
de Amparo, en cuanto el primero faculta a las juntas de conciliación y arbitraje,
al momento de examinar la demanda presentada por el trabajador para
subsanar los defectos de la misma cuando no comprenda todas las
prestaciones que deriven de dicha ley de acuerdo con las pretensiones deudas;
y el segundo precepto establece que el juez del amparo debe conceder la
protección respecto de los hechos que se hubiesen probado aun cuando sean
distintos de los invocados en la demanda presentada por los campesinos
sujetos a la reforma agraria (ejidatarios, comuneros o los respectivos núcleos
de población)

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo VI, Q-Z, 2ª edición, Editorial Porrúa-Universidad
Nacional Autónoma de México, México, 2004, páginas 393 a 396).

DECRETOS. Se llaman así a las resoluciones de mero trámite, como


pudiera ser aquella en que se tenga por señalado un domicilio para recibir
notificaciones, o en donde se autorice la expedición de una copias certificadas.

(Fuente de consulta: Santiago A. Kelley Hernández, Teoría del Derecho


Procesal, 5ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 157 y 158).

UNIDAD 4
INSTRUCCIÓN
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO, EL
ALUMNO; ESTRUCTURARÁ ESCRITOS DE OFRECIMIENTO DE PRUEBAS
POR PARTE DEL DEFENSOR, ASÍ COMO UN DICTAMEN SOBRE ALGUNA
PRUEBA PERICIAL (CON EJEMPLOS DADOS EN CLASE POR EL
MAESTRO).

4.1 PROCESOS ORDINARIO Y SUMARIO CONFORME AL CÓDIGO DE


PROCEDIMIENTOS PENALES DEL DISTRITO FEDERAL.

Sumario Ordinario
En los artículos 305 al 312 del Código de Se seguirá por arzón lógica el procedimiento
Procedimientos Penales del Distrito Federal de este tipo en los casos en que se esté en
se encuentran contenidas las disposiciones presencia de un delito de los calificados como
que rigen el procedimiento sumario, que se graves.
seguirá cuado se trate de delitos flagrantes,
que exista confesión rendida ante el Ministerio Una vez que se ha dictado el auto de formal
Público o la autoridad judicial, o bien que se prisión, se pone a la vista de las partes por un
40

trate de delitos no graves. término común de 15 días para que ofrezcan


las pruebas que consideren necesarias, las
Reunidos los requisitos que marca el artículo que deberán ser desahogadas en los 15 días
305, el juez de oficio deberá declarar abierto posteriores, plazo en el cual también se
el procedimiento sumario, al dictar la formal desahogarán todas aquellas que el juez
prisión o el auto de sujeción a proceso, el que estime convenientes y necesarias para el
deberá notificar a las partes, a partir de ese esclarecimiento de la verdad y en su caso
momento se pone el proceso a la vista para para la imposición de las penas. Si en el
que las mismas puedan ofrecer pruebas desahogo de las probanzas aparecen
dentro de los tres días contados a partir del derivadas de las mismas nuevos elementos
día siguiente al de la notificación del auto de probatorios, el juez está facultado por la ley y
formal prisión o de sujeción a proceso. de conformidad con el artículo 314 para
señalar otro plazo de tres días para que las
La audiencia deberá realizarse dentro de los partes aporten pruebas, las que se
cinco días siguientes al auto que resuelve la desahogarán dentro de los 5 días siguientes.
admisión de las pruebas ofrecidas por las
partes. Establece el numeral 314 que el juez o
tribunal que estime agotada la instrucción
Una vez que se hayan desahogado las deberá notificar personalmente a las partes de
pruebas ofrecidas por las partes y habiéndose ella. Si aprecia el juzgador alguna situación
practicado los careos de ley, deberán formular por las que requiera desahogar pruebas, de
en forma verbal sus conclusiones, cuyos oficio podrá ordenarlas para mejor proveer.
aspectos o puntos esenciales se harán
constar en el acta relativa. El juez podrá dictar Transcurridos o renunciados los plazos, o si
sentencia en la misma audiencia o disponer bien no se hubiere promovido prueba, el juez
de un término de tres días. podrá declara cerrada la instrucción y
mandará poner a la vista del Ministerio
Público y de la defensa, por cinco días para
cada uno, para que formulen sus
conclusiones. Cundo el expediente excediere
de 200 fojas por cada cien de exceso o
fracción, se aumentará un día del plazo
señalado, sin que en ningún caso sea mayor
de 30 días hábiles.

Las conclusiones que deberán presentarse


por escrito, en cumplimiento al artículo 317,
deben ser en proporciones concretas relativas
a los hechos punibles que se le atribuyen al
acusado, solicitando la aplicación de las
sanciones correspondientes, incluyendo la
reparación del daño o perjuicio, citando las
leyes y jurisprudencia aplicable al caso. Por
cuanto se refiere a las conclusiones de la
defensa, éstas no están sujetas a regla alguna
y, si no fueran presentadas, se tendrán por
formuladas de inculpabilidad, imponiéndole a
los defensores una multa hasta de cien veces
el salario mínimo o un arresto hasta por tres
días.

Tiempo después, el juez fijará hora y fecha


para la audiencia de vista, una vez exhibidas
las conclusiones de la defensa y del Ministerio
Público, los que deberán estar presentes en la
misma, y si uno de ellos o ambos no
concurren a la audiencia, se citará para una
nueva audiencia, la que tendrá verificativo
dentro de los tres días siguientes, además de
imponer la corrección disciplinaria al defensor
41

particular, informado al procurador o al Jefe de


la Defensoría de Oficio, en su caso, para que
imponga la corrección que proceda a sus
respectivos subalternos.

Establece el artículo 328 que después de


recibir las pruebas que legalmente puedan
ofrecerse, de la lectura de las constancias
procesales que las partes hayan señalado, y
de oír alegatos de las mismas, el juez
declarara cerrado el proceso, dando por
terminada la diligencia y dentro de un plazo de
10 días siguientes a la vista, dictara sentencia
cuando el expediente no exceda de 200 fojas,
en caso de exceder de ese número, por cada
cien de exceso o fracción se aumentará un
día, sin que pueda ser mayor a 30 días.

La sentencia que se dicte en el proceso puede


ser apelable en ambos efectos.

(Fuente de consulta: Carlos Oronoz Santana, Manual de Derecho Procesal


Penal, Editorial Limusa, 2006, páginas 126 a 128).

4.2 PROCESOS ORDINARIO Y SUMARIO CONFORME AL CÓDIGO


FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES.

Sumario Ordinario
Al respecto, el artículo 152 del Código Federal Obedece a que existen asuntos más graves y
de Procedimientos Penales establece que el complicados, lo que implica lógicamente,
proceso se tramitará en forma sumaria en los mayor tiempo para la averiguación del delito y
siguientes casos: la defensa del inculpado.
a) En los casos de delitos cuya pena no
exceda de dos años de prisión, sea o no En el procedimiento ordinario, la instrucción
alternativa, o la aplicable no sea privativa de deberá terminarse en 10 meses, cuando el
libertad, al dictar el auto de formal prisión o de delito por el que se dicta auto de formal
sujeción a proceso, de oficio resolverá la prisión tiene señalad pena máxima que
apertura del procedimiento sumario, en el cual excede de dos años; si ésta es de dos años
se procurará cerrar la instrucción dentro de de prisión o menor, o se hubiere dictado auto
quince días. Una vez que el tribunal la declare de sujeción a proceso, la instrucción deberá
cerrada citará a la audiencia correspondiente. terminarse dentro de tres meses.

b) Cuando la pena exceda de dos años de Dentro del mes anterior a que se concluya
prisión, sea o no alternativa, al dictar el auto cualquiera de los plazos señalados, el juez
de formal prisión o de sujeción a proceso, el hará una relación de las diligencias, pruebas y
juez de oficio resolverá la apertura del recursos que estén pendientes de desahogo.
procedimiento sumario en el cual se procurará En el auto en que se acuerde lo anterior, el
cerrar la instrucción dentro del plazo de treinta juez girará al Tribunal Unitario a fin de que se
días, cuando se esté en cualquiera de los resuelve los recursos pendientes antes de que
siguientes casos: se cierre la instrucción, y dará vista a las
 Que se trate de delito flagrante. partes para que, dentro de los diez días
 Que exista confesión rendida siguientes, manifiesten lo conducente,
precisamente ante la autoridad judicial o indicándoles que, de no hacerlo, resolverá a
ratificación ante ésta de la rendida ante el conforme lo señala el artículo 150 del Código
Ministerio Público. Federal de Procedimientos Penales.
 Que no exceda de cinco años el término
medio aritmético de la pena de prisión Transcurridos los plazos señalados, o cuando
aplicable, o que excediendo sea el tribunal considere agotada la instrucción, lo
determinará así mediante resolución que se
42

alternativa. notificará personalmente a las partes, y


mandará poner el proceso a la vista de éstas
c) En cualquier caso que no se haya dictado por 10 días comunes, para que promuevan las
auto de formal prisión o de sujeción a proceso pruebas que estimen pertinentes y que
y las partes manifiesten al notificarse de ese puedan practicarse dentro de los 15 días
auto o dentro de los tres días siguientes a la siguientes al en que se notifique el auto que
notificación, que se conforman con él y que no recaiga a la solicitud de la prueba.
tienen más pruebas que ofrecer salvo las
conducentes sólo a la individualización de la Posteriormente, el tribunal, de oficio y previa
pena o medida de seguridad y el juez no certificación que haga el secretario, dictará
estime necesario practicar otras diligencias, auto en el que se determinen los cómputos de
citará a la audiencia conducente. dichos plazos.

Se declarará cerrada la instrucción cuando,


habiéndose resuelto que tal procedimiento
quedó agotado, conforme a lo previsto en el
párrafo anterior, hubiesen transcurrido los
plazos o las partes hubieran renunciado a
ellos.

(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque Ureña, Derecho Procesal Penal


Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, página 69 a 71).

4.3 OFRECIMIENTO DE PRUEBAS.

Precisamente en la instrucción, las partes ofrecerán las pruebas, se


admitirán por el órgano jurisdiccional y se procederá a su desahogo en el
proceso, pudiendo realizarse esa actividad en un tiempo breve o en uno mayor,
según se tramite el juicio de manera sumaria u ordinaria.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 182).

4.4 AUTO QUE ADMITE O DESECHA LAS PRUEBAS.

a) Admisión de pruebas. Es la aceptación de las probanzas que


corresponde a un acto jurisdiccional. Por regla general, son admisibles en el
proceso todo tipo de pruebas, aun cuando no estén reguladas expresamente
en la ley procesal penal, con el único límite de que no sean contrarias a
derecho.

Quiere decir lo anterior que el juez no debe rechazar los medios


probatorios que aporten las partes, ni siquiera bajo el pretexto de que son
inconducentes o que no tienen relación con el negocio, pues la fracción V del
artículo 20 constitucional, es clara en cuanto no señala condiciones para la
admisión de las pruebas, ello con independencia de que en el momento
procesal correspondiente, puede hacer la valoración legal para determinar la
fuerza convictita que posean.

b) El acuerdo que desecha pruebas debe ser reclamado como violación


procesal en amparo directo cuando exista sentencia definitiva en términos del
artículo 159, fracciones III y XI, de la Ley de Amparo en materia civil,
administrativa o laboral y del artículo 160, fracciones VI y XVII, de la propia ley
43

en materia penal, por lo que si en su contra se interpone amparo indirecto ante


Juez de Distrito, éste resulta improcedente y debe sobreseerse en términos de
los preceptos citados y de los artículos 73, fracción XVIII, y 74, fracción III, de la
ley de la materia.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 182).

4.5 DICTÁMENES PERICIALES.

Es el informe que rinde un perito o experto en cualquier arte, profesión o


actividad, en el que da a conocer sus puntos de vista o resultados respecto del
examen o análisis que haya hecho de una cuestión sometida a sus
conocimientos, sobre una materia específica.

El dictamen pericial en materia jurídica puede ser libre o estar sujeto a


determinadas reglas o condiciones impuestas por la autoridad judicial que lo
solicita o difiere. En el primer caso, el perito examina las cuestiones respecto
de las cuales ha de emitir opinión fundada y que son sometidas a su criterio,
experiencia o conocimientos, sin sujetarse a orientaciones u órdenes precisas,
realiza por su parte las investigaciones que estima procedentes, acude a las
actuaciones de un proceso si ello resulta indispensable, solicita informes,
realiza inspecciones, estudia documentos y puede inclusive pedir alguna
instrucción o la realización de una diligencia específica; todo ello con la
finalidad de obtener los elementos que le sean útiles para llegar a una
conclusión, que según su leal saber y entender, considere a la correcta. En el
segundo caso, es la autoridad judicial quien le indica sobre cuáles temas en
particular o cuestiones profesionales o técnicas de una controversia, es en los
que requiere auxilio, para estar en condiciones de pronunciar una sentencia
justa y correcta.

Ejemplos de lo anterior los tenemos en los siguientes dictámenes


periciales: en problemas grafoscópicos, en los que precisa identificar
plenamente una grafía o una firma: o en cuestiones de índole medica, en las
que el examen de una persona a necesario para determinar su estado de salud
o un padecimiento cualquiera, por exigencias del conflicto de intereses que se
dirima, el perito actúa en función de sus conocimientos exclusivamente. En
materia civil o penal el dictamen pericial procede cuando son necesarios los
conocimientos especiales en alguna ciencia, arte o industria o cuando lo
ordena la ley; pero sólo puede ofrecerse cuando se expresen los puntos sobre
los hechos que versará, sin cuyo requisito no debe admitirse. En materia
laboral, tratándose del procedimiento que se sigue en conflictos colectivos de
naturaleza económica, el dictamen debe contener: a) los hechos y causas que
dieron origen al conflicto; b) la relación entre el costo de la vida por familia y los
salarios que perciben los trabajadores; c) los salarios medios que se paguen en
una empresa o establecimiento; d) las condiciones económicas de la empresa
o establecimiento; e) la condición general de la industria de que forma parte la
empresa o establecimiento; f) las condiciones generales de los mercados, y g)
los índices estadísticos que tiendan a precisar la economía nacional. Como
puede apreciarse en estos últimos casos el perito no puede salirse de unas
44

instrucciones rígidas sobre cuyas especificaciones debe producir el dictamen.


En el procedimiento ordinario se siguen reglas generales aunque se presenta
una situación particular: la Junta de Conciliación y Arbitraje puede nombrar los
peritos que correspondan al trabajador.

Por otra parte, cuando el dictamen judicial deba ajustarse a las


disposiciones legales para que tenga eficacia probatoria y permita a la
autoridad judicial apoyarse en él al adoptar una determinación respecto de las
cuestiones técnicas, científicas o jurídicas que hayan sido planteadas por las
partes, su contenido se ajustará a los siguientes capítulos.

 Planteamiento de la cuestión sobre la que ha de pronunciarse un criterio


profesional, técnico o científico. Al ofrecerse la prueba pericial se indicara
su objeto y la naturaleza del ofrecimiento, esto es la finalidad que se
persigue con ella. Si de lo que se trata es de ilustrar al juez respecto de
hechos o circunstancias del juicio o la autoridad judicial es la que decide
se le asesore en determinados aspectos de una controversia, será ésta la
que indique la forma en que tal asesoría le es útil o necesaria.
 Alcance de la controversia. En el dictamen pericial se fijaran con precisión
los puntos en que se oponen las partes a efecto de distinguir las distintas
posiciones en que se hayan ubicado. En todo caso deben reproducirse
textualmente los términos de ofrecimiento de la prueba para partir de ellos
en el examen de los aspectos controvertidos tal como lo haya dispuesto la
autoridad y sólo respecto de aquéllos habrá de pronunciarse juicio.
 Examen de cada punto sobre los cuales se exige estudio. En el dictamen
no sólo se formularán las aclaraciones conducentes sino que se incluirán
los documentos o instructivos que complementen la opinión que se
sustente y que sirvan para mejor ilustrar las cuestiones sometidas a
examen pericial. Éstas se estudiaran, además, por separado.
 Conclusiones. El dictamen debe terminar proponiendo soluciones, las
cuales deben estar fundamentadas en el análisis que se haga de los
puntos controvertidos, con expresión de las causas o motivos, si los
hubiere, que hayan permitido llegar a determinadas propuestas. Las
conclusiones serán precisas y sin lugar a dudas.

El dictamen pericial es, en suma, un auxiliar eficaz para el juzgador, que


no puede alcanzar todos los campos del conocimiento técnico o científico y
quien debe resolver conflictos que presentan aspectos complejos que exigen
una preparación especializada, de la cual carece. Puede o no vincularse a la
resolución que se pronuncie, pero en cualquiera de los extremos que se
adopten, la valoración que se haga constituye un apoyo para una más
completa aplicación de la justicia.

Para el doctor Alcalá-Zamora el dictamen pericial presenta varias


deficiencias tanto desde el punto de vista de su contenido como en la
apreciación del juzgador; lo primero porque a pesar del desarrollo de la ciencia
y de la técnica en nuestros días, el perito no deja de ser humano y por lo
mismo susceptible de que priven sus sentimientos sobre sus conocimientos
esto es, debe atender no sólo al interés de quien cubre sus honorarios, sino al
objetivo que se persigue con la prueba, pues raro es el caso del perito que
45

ajusta su análisis al criterio imparcial que debiera imperar en el examen de


hechos positivos. Lo segundo porque el juzgador, a sabiendas de que está
impedido de alcanzar todos los ámbitos del saber científico y técnico, se inhibe
de otorgar al dictamen pericial el valor probatorio que en muchas situaciones
comprende, por lo que no otorga eficacia jurídica a su contenido.

Sin embargo, reconoce por otra parte que algunos conflictos han de
resolverse si no con apoyo total en un dictamen pericial, sí al menos con la
aportación probatoria que del mismo se desprenda, por resultar imposible que
el juez tenía capacidad para la comprensión de la totalidad de las materias que
se someten a su examen y decisión, a menos que sólo pretenda resolver en
conciencia, como hoy se pretende en algunos procedimientos en los que las
pruebas son elementos de inducción y escasamente de deducción. Cree que a
pesar de todo esto la prueba pericial se va imponiendo y logrará con el tiempo
un cambio en su naturaleza jurídica, no obstante su actual carácter subjetivo en
cuanto a su valoración, pues tendrá que alcanzar necesariamente, si se desea
que el dictamen pericial no carezca de eficacia, un mayor nivel de objetividad.

Para evitar las deficiencias encontradas en el ofrecimiento de la prueba


pericial y más aún en los dictámenes producidos, en el proceso moderno se
acostumbra que si cada parte propone un perito, cada uno estudiara las
cuestiones sobre las que habrá de versar su dictamen; pero ambos concurrirán
a una diligencia en la que formularán ante el juez y las partes ese dictamen, al
cual podrán hacérseles las observaciones que se deseen. De ahí el cambio de
disposiciones legales recientes en el sentido de obligar a los peritos a concurrir
a una diligencia que fijara el juez siendo sancionados con multa de quince a
treinta días del importe del salarlo mínimo vigente en el lugar de celebración del
juicio, de no concurrir a la misma.

Cuando los dictámenes periciales de las partes no concuerden y resulte


indispensable un tercer dictamen, el juez nombrará un perito en discordia como
se le llama en el lenguaje procesal, quien deberá concurrir asimismo a la
diligencia, ya sea sólo o asociado con los otros dos conforme lo determine el
juez, a efecto de que después de una deliberación que se abra entre ellos,
produzcan un solo dictamen de ser posible, o uno por mayoría al menos, que
cubra los objetivos del ofrecimiento de la prueba respectiva. La autoridad
judicial podrá otorgar o negar valor probatorio a dicho dictamen pericial, pero
no podrá dejar de examinarlo y deberá apreciarlo en relación con las demás
pruebas y constancias que obren en los autos.

4.6 ACTAS DE DILIGENCIAS DE DESAHOGO DE PRUEBAS.

El periodo de desahogo de pruebas prosigue al ofrecimiento de pruebas


y se extiende hasta que el juez declara cerrada la instrucción, poniendo la
causa a la vista de las partes. En esta fase, que durará 15 días, se practicará
las diligencias probatorias que hayan sido presentadas por las partes y
aprobadas por el Juzgado, así como aquellas que el juez estime necesarias
para el esclarecimiento de la verdad y, en su caso, para la imposición de la
pena.
46

Si al desahogar las pruebas aparecen nuevos elementos probatorios, el


juez podrá señalar otro plazo de tres días para aportar pruebas, las cuales se
desahogarán dentro de los cinco días siguientes para el esclarecimiento de la
verdad. En caso de ser necesario, el juez podrá usas los medios de apremio y
las medidas que considere oportunas, contando para ello con el auxilio de la
fuerza pública.

Entre los actos que comúnmente realiza el juzgado están la declaración


de testigos, la reconstrucción de los hechos, etc. El resultado de desahogar los
medios que hayan propuesto las partes se incorpora de inmediato al proceso,
es decir, las partes no pueden desistirse de los medios probatorios que les
ocasionen resultados desfavorables, aunque hayan sido propuestos por ellos.

El contacto directo que se lleva a cabo entre el tribunal y el sujeto o la


fuente de prueba es de fundamental importancia. El desahogo resultará
diferente si el juicio es de carácter sumario u ordinario; la principal diferencia
estriba en la premura con que se realizan las actuaciones.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2006, página 136).

4.7 CAREOS.

a) Concepto.

Enciclopedia Jurídica Eduardo López Betancourt Guillermo Colín Sánchez


Mexicana
Es la confrontación del Carear se refiere a colocar a Es un acto procesal, cuyo
acusado con los testigos de las partes antagónicas en el objeto es aclarar los aspectos
cargo, así como entre las proceso cara a cara. Su contradictorios de las
personas que formulan intención principal es declaraciones: del procesado
declaraciones contradictorias comprobar si quien ha o procesados, ofendido y los
en un proceso penal, con el expresado algún testimonio a testigos, o de éstos entre sí,
objeto de establecer la espaldas de cierta persona para con ello, estar en
veracidad de los testimonios. (ofendido o acusado) puede posibilidad de valorar esos
sostenerlo teniéndola frente a medios de prueba y llegar al
De acuerdo con la doctrina, el frente. conocimiento de la verdad.
careo posee en el
ordenamiento mexicano una
doble connotación: por una
parte debe considerarse
como un derecho
constitucional de la defensa
del inculpado en el proceso
penal, para conocer con
precisión y de manera directa
lo sostenido por los testigos
que declaran en su contra, y
por la otra, el cotejo de los
testimonios que incurran en
discrepancias, para efectos
probatorios.
(Fuente de consulta: Instituto (Fuente de consulta: Eduardo (Fuente de consulta:
de Investigaciones Jurídicas, López Betancourt, Derecho Guillermo Colín Sánchez,
Enciclopedia Jurídica Procesal Penal, Iure Editores, Derecho Mexicano de
47

Mexicana, Tomo II, México, 2003, página 159). Procedimientos Penales, 16ª
Universidad Nacional edición, Editorial Porrúa,
Autónoma de México-Editorial México, 1997, página 475).
Porrúa, México, 2004,
páginas 79 y 80).

b) Clases de careo.

Constitucionales Procesales Supletorios


Se denominan Éstos se practican cuando Cuando por cualquier motivo,
constitucionales los careos, existen contradicciones en las no pudiere obtenerse la
porque su regulación se declaraciones de dos comparecencia de alguno de
encuentra contemplada en la personas (testigo-testigo, los que deben de ser
fracción IV del Apartado A del testigo-agente aprehensor, careados, se practicará careo
artículo 20 constitucional. Al ofendido-testigo, etc.) supletorio, en el que se leerla
hablar de las garantías del pudiendo desahogarse, en presente la declaración del
inculpado en el proceso, el materia federal, de oficio o a otro y se le harán notar las
referido numeral establece: petición de cualquier parte, y contradicciones que hubiese
“Cuando así lo solicite, será en materia local, sólo a entre esa declaración y la
careado, en presencia del petición del órgano de la suya, a fin de que explique
juez, con quien deponga en defensa. sus causas.
su contra, salvo lo dispuesto
en la fracción V del apartado
B de este artículo”. No
estarán obligados a carearse
con el inculpado cuando se
trate de delitos de violación o
de secuestro.

En estos casos, se llevarán a


cabo declaraciones en las
condiciones que establezca la
ley.

(Fuente de consulta: Rodolfo Manarque Ureña, Derecho Procesal Penal


Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 86 a 88).

c) Dinámica del careo. Esta se contiene en los artículos 226 a 228 del
Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, y en los numerales
266 y 267 del correlativo en el ámbito federal. El careo se realiza, ubicando en
el recinto del Juzgado, frente a frente, a dos de los sujetos, cuyas
declaraciones son contradictorias, para que discutan y pueda conocerse la
verdad, ya sea, porque sostengan lo que antes afirmaron o modifiquen sus
declaraciones.

Para esos fines, se procede a dar lectura a los atestados: “…llamando la


atención de los cateados sobre los puntos de contradicción, a fin de que entre
sí se reconvengan”. De lo hasta aquí expuesto se colige que solamente pueden
ser careados dos personas, razón por la cual se practicarán tantos careos
como sea necesario, tomando en cuenta para ello los presupuestos a que está
sujeta esa diligencia; de lo contrario, no se lograría la finalidad buscada; es
decir, que de a discusión entablada entre los careados el juez pueda normar su
criterio respecto a quien se conduce con la verdad y quien con falsedad.
48

(Fuente de consulta: Guillermo Colín Sánchez, Derecho Mexicano de


Procedimientos Penales, 16ª edición, Editorial Porrúa, México, 1997, página
477).

d) Valor probatorio. La doctrina ha destacado el valor del careo, tanto


por lo que respecta a la defensa del inculpado al enfrentarse a los testigos de
cargo y conocer directamente, si se encuentran en el lugar del juicio, o de
manera supletoria en caso contrario, las declaraciones de sus contradictores,
como también la confrontación de los testimonios discrepantes, con el objeto
de verificar la veracidad de los mismos. Sin embargo, para la eficaz utilización
de este instrumento se requieren dos condiciones importantes: en primer
término la inmediación del juez con los participantes del careo, y en segundo
lugar, la preparación del propio juzgador en los conocimientos de la psicología
del testimonio y del interrogatorio, sin los cuales resulta difícil valorizar con
precisión las declaraciones divergentes.

Desafortunadamente en nuestra realidad jurídica no siempre pueden


cumplirse estas condiciones, si se toma en consideración que en numerosas
ocasiones, debido al recargo de las labores, la diligencia se practica ante el
secretario, el cual se limita a anotar las declaraciones de los careados, sin
intentar, salvo excepciones, un verdadero interrogatorio, que tampoco es
frecuente por parte del defensor y del Ministerio Público.

(Fuente de consulta: Instituto de Investigaciones Jurídicas, Enciclopedia


Jurídica Mexicana, Tomo II, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 79 y 80)

4.8 INSPECCIÓN JUDICIAL.

a) Conceptos.

Julio Antonio Hernández Carlos Oronoz Santana Eduardo López Betancourt


Pliego
Es la percepción, examen y Es el examen que hace el Es el examen y la descripción
descripción, directamente por juzgador para conocer que hace el juez
parte de la autoridad, de estado, situación y personalmente de cualquier
personas, cosas, lugares, características de personas, cosa física relacionada con el
huellas y otros efectos cosas y lugares. ilícito.
materiales del delito,
considerando que la ley
procesal autoriza
inspeccionar todo aquello que
pueda ser apreciado por la
autoridad que conozca del
caso.
(Fuente de consulta: Julio (Fuente de consulta: Carlos (Fuente de consulta: Eduardo
Antonio Hernández Pliego, Oronoz Santana, Manual de López Betancourt, Derecho
Programa de Derecho Derecho Procesal Penal, 4ª Procesal Penal, Iure Editores,
Procesal Penal, 13ª edición, edición, Editorial Limusa, México, 2003, página 170).
Editorial Porrúa, México, México, 2005, página 156).
2006, página 238).

b) Clasificación de la inspección judicial.


49

Judicial Extrajudicial
Es la que lleva a cabo el juez, una vez También llamada ministerial, es la realizada
iniciado formalmente el proceso, durante la por el Ministerio Público durante la
instrucción. averiguación previa.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 171).

c) Valor probatoria de la inspección judicial. La legislación ha


otorgado el valor probatorio de prueba plena a la inspección, siempre que
cumpla con los requisitos legales correspondientes, entre los que encontramos
la obligación de que al realizar la inspección, el Ministerio Público asista al juez
o viceversa, según sea la averiguación previa o el proceso.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 172).

4.9 PRUEBA DE RECONOCIMIENTO O DE RUEDA DE PRESOS.

Rodolfo Monarque Ureña Carlos Oronoz Santana Julio Antonio Hernández


Pliego
Es un medio de convicción Es el reconocimiento que Es una prueba auxiliar que
que permite la identificación hace el deponente del permite la identificación, no
de personas. procesado, y se encuentra sólo por su nombre, sino
regulada en los artículos del físicamente de los
217 al 224 del Código de participantes en el proceso
Procedimientos Penales del penal, para descubrir si
Distrito Federal. realmente se les conoce o no.
Al igual que el careo,
constituye una probanza a la
que se puede acudir en
auxilio del testimonio.
(Fuente de consulta: Rodolfo (Fuente de consulta: Carlos (Fuente de consulta: Julio
Manarque Ureña, Derecho Oronoz Santana, Manual de Antonio Hernández Pliego,
Procesal Penal Esquemático, Derecho Procesal Penal, 4ª Programa de Derecho
2ª edición, Editorial Porrúa, edición, Editorial Limusa, Procesal Penal, 13ª edición,
México, 2004, página 90). México, 2005, página 158). Editorial Porrúa, México,
2006, página 226).

La práctica de la confrontación requiere que al persona procesada se


coloque en fila, escogiendo para ello el lugar que desee, junto con otros
individuos vestidos con ropas semejantes y, si fuera posible, con las mismas
señas del confrontado, tratando de de que las personas que lo acompañan
sean de clase análoga, atendiendo esto a sus modales, educación y
circunstancias especiales, evitando además que el confrontado se disfrace, o
bien se desfigure, o borre las huellas o señales que pueden servir para su
reconocimiento, en la inteligencia de que si alguna de las partes solicitase
mayores precauciones, el juez a su criterio podrá admitirlas o no si las
considera correctas y de acuerdo al tipo mismo de diligencia, evitando con ello
que perjudiquen la verdad, o que pudiesen parecer maliciosas o inútiles.

A la persona que se solicitó para que reconozca al procesado se le


deberá tomar su protesta de decir verdad, debiendo interrogársele
50

primeramente si persiste en su declaración; además, en el sentido de que si


conocía con anterioridad los hechos, al procesado o procesados, o bien si los
conoció al momento mismo de la ejecución del hecho delictivo, terminando con
la pregunta relativa a si los ha vuelto a ver, señalando en qué lugar, por qué
causas y con que motivos; una vez contestado lo anterior y manifestando en el
sentido de que sigue persistiendo en su declaración, se le deberá conducir ante
la fila en donde se encuentra el procesado efecto de que diga si lo reconoce,
debiendo tocar con la mano a la persona que considere que es el procesado,
toda vez que, como ya se indicó, al procesado se le ha colocado de tal manera,
similar a sus acompañantes, que sólo el reconocimiento cierto de su persona
podrá distinguirlo en el momento mismo de la confrontación. Una vez
señalando a una de las personas deberá destacar las diferencias o
semejanzas, advirtiendo las que guarda a la fecha y las que tenía en el
momento de la ejecución del delito, lo que se asentará en el acta respectiva,
misma que deberá agregarse al expediente, firmada por las personas que en
ella intervinieron.

En caso de que sean varias las personas que deban ser confrontadas,
se repetirá la diligencia cuantas veces se requiera que las confrontaciones
deban practicarse.

(Fuente de consulta: Carlos Oronoz Santana, Manual de Derecho Procesal


Penal, 4ª edición, Editorial Limusa, México, 2005, páginas 159 y 160)

4.10 RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS.

a) Conceptos:

Rodolfo Monarque Ureña Carlos Oronoz Santana


Consiste en la recreación de los hechos que Se dice que la reconstrucción de hechos es la
dieron motivo al procedimiento penal, con el reproducción de actos por las personas que
fin de que la autoridad, en forma directa, se intervinieron en los mismos, siempre que ello
ilustre sobre lo que se supone aconteció. fuese posible, conforme a la descripción que
existe en el expediente, sirviendo de base
para que el juzgador compruebe en cierta
medida las versiones dadas por las personas
que hayan depuesto en el expediente
concreto.
(Fuente de consulta: Rodolfo Manarque (Fuente de consulta: Carlos Oronoz Santana,
Ureña, Derecho Procesal Penal Esquemático, Manual de Derecho Procesal Penal, 4ª
2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, edición, Editorial Limusa, México, 2005,
páginas 95 y 96) página 157).

b) Clasificación de la reconstrucción de hechos. Más que una


clasificación, la doctrina generalmente hace referencia a los elementos que
conforman a la reconstrucción de hechos, así encontramos la siguiente división
al respecto:

Reproducción de hechos Observación asentada en un acta


Aquí se manifiesta una repetición de la Se integra mediante los sentidos, al darse la
secuencia de los hechos que dieron origen al repetición de éstos, asentándose todos los
proceso, llevada paso a paso a fin de que el elementos relacionados con el mismo fin de la
51

juzgador tenga una mayor comprensión de los diligencia.


mismos.

(Fuente de consulta: Carlos Oronoz Santana, Manual de Derecho Procesal


Penal, 4ª edición, Editorial Limusa, México, 2005, página 156).

c) Dinámica de esta prueba. Trasladadas al lugar de los hechos las


personas, señaladas, se deberá tomar a quienes van a intervenir la protesta de
conducirse con verdad, designándose a las personas que representarán a los
actores de los hechos, dando fe de las circunstancias y pormenores que tengan
relación con éstos, procediéndose a dar lectura de la declaración del procesado
y pidiéndole que explique en forma detallada el lugar, tiempo y forma del
desarrollo de los mismos; lo anterior se hará con cada una de las personas que
vayan a intervenir.

Los peritos emitirán su opinión con base en las declaraciones rendidas y


las huellas o los indicios existentes, esto es con atención a las indicaciones y
preguntas que realice el juzgador.

Se ha considerado que el Código de Procedimientos Penales del Distrito


Federal otorga independencia a la confrontación y con ello destaca su
importancia, será objeto de forma independiente del testimonio, sin que ello
signifique ignorar la vinculación entre ambos.

(Fuente de consulta: Carlos Oronoz Santana, Manual de Derecho Procesal


Penal, 4ª edición, Editorial Limusa, México, 2005, página 158).

4.11 AMPLIACIÓN DE DECLARACIONES.

La autoridad sentenciadora procede legalmente al no otorgar eficacia


probatoria a las ampliaciones de los testigos, porque merecen mayor
convicción las declaraciones iniciales producidas a raíz de los acontecimientos,
en virtud de que se presupone que relatan los hechos con veracidad por no
haber tenido ocasión de ponerse de acuerdo con el acusado u otros
presenciales o los defensores de aquél, y más si los declarantes no explican
las causas por las cuales habían omitido algunos hechos en sus primitivas
deposiciones.

(Fuente de consulta: Amparo penal directo 5374/53. Por acuerdo de la Primera


Sala, de fecha 8 de junio de 1953, no se menciona el nombre del promovente.
4 de octubre de 1954. Unanimidad de cinco votos. Relator: Luis G. Corona).

4.12 AUTO QUE DECLARA AGOTADA LA INSTRUCCIÓN.

Antes de que se declare cerrada la instrucción, el juez declarará agotada


la averiguación, mediante resolución que se notificará personalmente a las
partes, y mandará poner el proceso a la vista de éstas por 10 días comunes,
para que promuevan las pruebas que estimen pertinentes y para que puedan
practicarse dentro de los 15 días siguientes a aquel en que se notifique el auto
que recaiga a la solicitud de la prueba.
52

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 172).

4.13 AUTO QUE DECLARA CERRADA LA INSTRUCCIÓN.

Antes de que se declare cerrada la instrucción, el juez declarará agotada


la averiguación, mediante resolución que se notificará personalmente a las
partes, y mandará poner el proceso a la vista de éstas por 10 días comunes,
para que promuevan las pruebas de estimen pertinentes y para que puedan
practicarse dentro de los 15 días siguientes a aquel en que se notifique el auto
que recaiga a la solicitud de la prueba.

Lo anterior es, de cierta manera, una alerta para que las diligencias aún
no desahogadas se realicen, incluso de parte del juez, quien podrá ordenar de
oficio el desahogo de las pruebas que a su juicio considere necesarias para
mejor proveer o podrá ampliar el plazo de desahogo de pruebas hasta por 10
días más. Al día siguiente de haber transcurrido los plazos establecidos por el
Código Federal de Procedimientos Penales y el del Distrito Federal, el tribunal,
de oficio y previa certificación que haga el secretario, dictará auto en el que se
determinen los cómputos de dicho plazo.

Cuando hayan transcurrido dichos términos o las partes hubieran


renunciado a ellos se declarará cerrada la instrucción. Con este acto termina el
procedimiento penal de la instrucción y comienza el procedimiento de primera
instancia o juicio, en el cual el Ministerio Público precisará su pretensión y el
procesado su defensa ante el tribunal, el cual valorará las pruebas y
pronunciará sentencia definitiva.

(Fuentes de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, páginas 136 y 137).

UNIDAD 5
JUICIO
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO, EL
ALUMNO: ESTRUCTURARÁ UN ESCRITO SOBRE LAS CONCLUSIONES
QUE REALIZA EL MINISTERIO PÚBLICO Y LA DEFENSA. IGUALMENTE
ELABORARÁ UNA SENTENCIA DEFINITIVA, DONDE SE ACREDITE
CUERPO DEL DELITO O TIPO PENAL DEL DELITO, RESPONSABILIDAD E
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA.

5.1 CONCLUSIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO.

Son las que formula una vez terminada la instrucción en el proceso


penal, para establecer su posición definitiva respecto a la existencia y
clasificación del delito, así como en relación con la responsabilidad del
inculpado; las que deben servir de base a la resolución del juzgador.
53

Así entonces, en las conclusiones, el Ministerio Público establece sus


pretensiones, y el procesado su defensa. Aquí es donde inicia el debate; es
pues, donde se cierra la litis.

El Ministerio Público puede adoptar dos posiciones diversas, es decir,


puede presentar conclusiones acusatorias, o no acusatorias, pero en las dos
hipótesis debe hacer una exposición sucinta y metódica de los hechos
conducentes e invocar las disposiciones legales y doctrinales aplicables
(artículo 316 del Código de Procedimientos Penales y 242 del Código Federal
de Procedimientos Penales).

En el supuesto de que las conclusiones sean de no acusación, o


tratándose de aquellas que en opinión del tribunal sean contrarias a las
constancias de autos, el mismo juzgador debe dar vista al procurador general
respectivo, a fin de que, en su calidad de jefe del Ministerio Público y oyendo el
parecer de sus agentes, determine si se confirman o modifican las
conclusiones presentadas por aquel que intervino en el proceso respectivo
(artículos 320 y 321 del Código de Procedimientos Penales y 294 y 295 del
Código Federal de Procedimientos Penales).

Si el citado procurador confirma las conclusiones no acusatorias, las que


equivalen a un desistimiento, el juez debe sobreseer el proceso y ordenar la
libertad definitiva del inculpado, ya que dicha resolución tiene los efectos de
una sentencia absolutoria firme.

Si las conclusiones son acusatorias, el Ministerio Público debe


determinar las proposiciones concretas relativas a los hechos punibles que
atribuye al inculpado, señalando los elementos constitutivos del delito y las
circunstancias que deben tomarse en cuenta para la imposición de las
sanciones correspondientes, incluyendo la reparación del daño, cuando
proceda. De manera expresa fue modificado el artículo 293 del Código Federal
de Procedimientos Penales en la reforma promulgada en diciembre de 1983
para establecer la obligación del Ministerio Público de indicar en sus
conclusiones acusatorias los elementos necesarios para la individualización de
la pena.

En las propias conclusiones, el Ministerio Público fija de manera


definitiva los términos de la acusación, con la facultad de reclasificar la
tipificación de los hechos delictuosos de acuerdo con los resultados de la
instrucción, siempre que no altere los mismos hechos, por lo que el juez debe
circunscribirse a los límites de acusación y no puede rebasarla agraviando o
variando la petición del acusador.

Al respecto, el artículo 319 del Código de Procedimientos Penales


establece que las conclusiones definitivas del Ministerio Público solo pueden
modificarse por causa superveniente y siempre en beneficio del acusado.

(Fuentes de consulta: Instituto de Investigación Jurídica, Enciclopedia Jurídica


Mexicana, Tomo II, 2ª edición, Universidad Nacional Autónoma de México-
Editorial Porrúa, México, 2004, página 365 y Rodolfo Monarque Ureña,
54

Derecho Procesal Penal Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México,


2004, página 108).

5.2 CASOS EN QUE LAS CONCLUSIONES DEBEN SER RATIFICADAS,


REVOCADAS O MODIFICADAS POR EL PROCURADOR GENERAL DEL
RAMO.

 Las conclusiones provisionales serán turnadas a la Procuraduría General


de la República (en materia federal), donde el procurador o el
subprocurador correspondiente deberán confirmar o modificar las
conclusiones en un plazo de 10 días; de lo contrario, se sobreentenderá
su confirmación.
 En el caso de que se esté en presencia de conclusiones provisionales, el
juez enviará al Procurador, y éste, o el Subprocurador que corresponda,
oyendo al parecer de los funcionarios que deben emitirlo, dentro del plazo
de 10 días (que podrá ser hasta de 20 días en el orden común según sea
el volumen del expediente) expresarán si las confirman o modifican. Si
transcurrido el plazo no responden, se entenderá que la confirman.

(Fuentes de consulta: Julio Antonio Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal Penal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 258 y
Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Editorial Iure, México,
2006, página 189).

5.3 CONCLUSIONES DE LA DEFENSA Y SUS EFECTOS.

Una vez que se han formulado las conclusiones acusatorias definitivas,


éstas deberán hacerse del conocimiento del acusado y de su defensor, a
quienes se dará vista de todo el proceso, a fin de que, contando con los
mismos términos que el Ministerio Público, contesten el escrito de acusación y
formulen sus conclusiones. Las conclusiones de la defensa no están reguladas
por norma alguna, si transcurre el término sin que hayan sido presentadas, se
tendrán por exhibidas las de inculpabilidad del procesado. Asimismo, la
defensa cuenta con el derecho de modificar sus conclusiones a voluntad, lo
cual puede presentarse hasta antes de la vista de sentencia.

Si transcurren los plazos determinados por la legislación para que el


Ministerio Público presente sus conclusiones sin que lo haga, el juez deberá
notificar personalmente al Procurador General de la República (o al Procurador
General de Justicia del Distrito Federal en materia común) acerca de esta
omisión.

Dicha autoridad deberá ordenar la formulación de las conclusiones,


contando para ello con un plazo de 10 día hábiles a partir de la fecha en que
haya sido notificado de la omisión. De nuevo se plantea que si el expediente
excede de 200 fojas, por cada 100 de exceso o fracción se aumentará un día
en el plazo señalado, sin que nunca sea mayor de 30 días hábito.

Si nuevamente transcurre ese plazo sin que la Procuraduría haya


formulado las conclusiones, el juez tendrá por formuladas conclusiones de no
55

acusación, otorgando al procesado la libertad de inmediato y se sobreseerá


definitivamente el proceso.

Respecto a las conclusiones de la defensa, si transcurren los plazos


especificados para su presentación y éstas no se hubieran formulado, el juez
tendrá por formuladas las de inculpabilidad.

En ambos casos, se aplicarán las sanciones convenientes, en el de la


defensa, podrá imponerse al defensor o defensores una multa hasta de cien
veces el salario mínimo vigente en el Distrito Federal o un arresto hasta de tres
días.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, páginas 190 a 192).

5.4 AUDIENCIA DE VISTA.

El artículo 305 del Código Federal de Procedimientos Penales establece


que el mismo día en que el inculpado o su defensor presenten sus
conclusiones se citará a la audiencia de vista, que deberá realizarse dentro de
los 5 días siguientes. La citación para esa audiencia produce los efectos de
citación para sentencia.

 En la audiencia deberán participar el juez, el Ministerio Público, el


acusado, la defensa y, si fuere necesario, el traductor o intérprete.
 En la audiencia el juez, el Ministerio Público y la defensa podrán interrogar
al acusado sobre los hechos materia del juicio; además, podrán repetirse
las diligencias de prueba que se hubieren practicado durante la
instrucción, si el juez lo considera adecuado y así lo hayan solicitado las
partes, a más tardar al día siguiente en que se notificó el auto que cita
para comparecer en la audiencia.
 Se dará lectura a las constancias que las partes señalen, se recibirán las
pruebas legalmente admisible, se escucharán los alegatos de cada una de
las partes y se declarará visto el proceso, con lo cual terminará la
diligencia –con excepción de que el juez considere conveniente citar a una
nueva y única audiencia.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, páginas 192 y 193).

5.5 SENTENCIA DEFINITIVA.

Guillermo Colín Sánchez Julio Antonio Hernández Rodolfo Monarque Ureña


Pliego
Es la resolución del Estado Es un documento en el que Es la consecuencia inmediata
por conducto del juez, se plasma la resolución del juicio valorativo que hace
fundada en los elementos del judicial que finaliza la el juez respecto del proceso,
injusto punible y en las instancia, decidiendo el fondo la cual se traduce en un
circunstancias objetivas, de las cuestiones planteadas pronunciamiento definitivo
subjetivas y normativas en el litigio. sobre el fondo del asunto, y
condicionantes del delito del que pone fin a la instancia
56

delito y en la cual se define la correspondiente.


pretensión punitiva estatal,
individualizando el derecho y
poniendo con ello fin a la
instancia.
(Fuente de consulta: (Fuente de consulta: Julio (Fuente de consulta: Rodolfo
Guillermo Colín Sánchez, Antonio Hernández Pliego, Monarque Ureña, Derecho
Derecho Mexicano de Programa de Derecho Procesal Penal Esquemático,
Procedimientos Penales, 16ª Procesal Penal, 13ª edición, 2ª edición, Editorial Porrúa,
edición, Editorial Porrúa, Editorial Porrúa, México, México, 2004, página 115).
México, 1997, página 574). 2006, página 271).

b) Clasificación.

Condenatorias Declarativas Absolutorias Definitivas Firmes


Son aquellas Son las que Proceden Son las que Son las que
que imponen emiten los jurados cuando existe definen el tienen el
una pena o populares, ya que ausencia de asunto en lo carácter de cosa
medida de únicamente alguno de los principal, juzgada; son
seguridad al declaran la elementos poniendo fin a la aquellas que de
procesad, por inocencia o delictivo, o instancia. manera
haberse culpabilidad del porque la acción ordinaria no
acreditado en procesado, penal se pueden ser
juicio los correspondiéndole encuentra recurridas, ya
elementos al juez la extinguida. sea porque la
delictivos. aplicación de las ley no lo permita
sanciones que o porque han
correspondan, en sido consentidas
el caso de una por las de
sentencia de manera tácita o
culpabilidad. expresa.

(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque Ureña, Derecho Procesal Penal


Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, página 115).

c) Formalidades exigidas por la ley. Los códigos adjetivos señalan que


las sentencias contendrán:

 El lugar en que se pronuncien.


 La designación del tribunal que las dicte.
 Los nombres y apellidos del acusado, su sobrenombre, si lo tuviere, el
lugar de su nacimiento, nacionalidad, edad, estado civil, en su caso el
grupo étnico indígena al que pertenece, idioma, residencia o domicilio, y
ocupación, oficio o profesión.
 Un extracto breve de los hechos exclusivamente conducentes a los puntos
resolutivos del auto o de la sentencia en su caso, evitando la reproducción
innecesaria de constancias.
 Las consideraciones, fundamentaciones y motivaciones legales de la
sentencia.
 La condenación o absolución que proceda, y los demás puntos resolutivos
correspondientes.

La ley no señala la estructura o estilo que debe llevar la sentencia,


únicamente obliga al juzgador a que en ella se contengan los puntos
57

señalados; sin embargo, ah sido costumbre de los tribunales mexicanos


elaborar las sentencias con base en el siguiente esquema:

Preámbulo Resultandos Considerandos Puntos resolutivos


Se fijarán, entre En este punto se hará En este punto, a Son las conclusiones
otros, los datos que una relación sucinta partir de la litis que de las sentencias. Se
identifiquen el asunto: de las constancias plantearon las partes, establecen en ellos,
lugar y fecha de la procesales. el juez analiza las por ejemplo, si el
resolución, número pruebas y, de manera procesado resultó
de expediente, fundada y motivada, inocente o culpable; e
tribunal que dicta la realiza las este último caso debe
sentencia, generales consideraciones indicarse el delito
del inculpado, delito o pertinentes respecto actualizado y la
delitos por el que se al delito, la penalidad impuesta,
siguió el proceso. responsabilidad incluyendo la
penal, la reparación reparación del daño,
del daño, la en su caso; debe
individualización de precisarse si aplica
las penas y las algún sustitutivo de
medidas de prisión; el destino de
seguridad. los instrumentos del
delito; las
amonestaciones del
sentenciado, etc.

(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque Ureña, Derecho Procesal Penal


Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 117 y 118).

d) Contenido de fondo. Acerca del contenido de fondo de la sentencia,


está integrado fundamentalmente por estas cuestiones: la demostración de la
existencia de los elementos integrantes del cuerpo del delito correspondiente, o
su incomprobación, lo que será factor determinante del sentido condenatorio o
absolutorio. El otro dato de fondo de la sentencia, lo constituye, sin duda, la
demostración de la responsabilidad penal del sentenciado o bien su
inculpabilidad conforme al caso.

(Fuente de consulta: Julio Antonio Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal Penal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 275).

UNIDAD 6
MEDIOS DE IMPUGNACIÓN
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO, EL
ALUMNO: REDACTARÁ ESCRITOS DE REVOCACIÓN, DE APELACIÓN Y
DE DENEGADA APELACIÓN, ASÍ COMO UNA DEMANDA DE AMPARO
INDIRECTO Y OTRA DE AMPARO DIRECTO (CON EJEMPLOS PUESTOS
POR EL MAESTRO).

6.1 RECURSO DE REVOCACIÓN. SU TRAMITACIÓN.

a) Concepto.

Rodolfo Monarque Ureña Julio Antonio Hernández Pliego


58

Es un recurso ordinario no devolutivo que Es un recurso ordinario que otorga la ley


considera la ley, y procede contra autos que contra autos que no admitan expresamente la
no admitan expresamente el recurso de apelación, cuya resolución corresponde al
apelación. propio tribunal que los haya dictado. No podrá
interponerse contra sentencia.
(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque (Fuente de consulta: Julio A. Hernández
Ureña, Derecho Procesal Penal Pliego, Programa de Derecho Procesal, 13ª
Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página
México, 2004, página 126). 292).

b) Resoluciones revocables. El artículo 361 del Código Federal de


Procedimientos Penales expresa que admiten este recurso los autos de
primera instancia contra los cuales no se conceda el recurso de apelación y las
resoluciones que se dictan en segunda instancia antes de sentencia. A su vez,
el código procedimental del Distrito Federal, en su precepto 412 señala que la
revocación procede siempre que no se conceda en la ley el recurso de
apelación.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 292)

c) Sujetos que pueden interponer este recurso. El Ministerio Público,


el acusado, su defensor y el ofendido, este último en caso de tratarse de
proveídos que tengan que ver con la procedencia, cuantificación y medidas
asegurativas de la reparación del daño.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 292).

d) Interposición y admisión del recurso. El plazo para interponer el


recurso será de 5 días, contados a partir de que surta efectos la notificación de
la resolución que se impugna. En el orden común, deberá interponerse en el
acto de la notificación o al día siguiente hábil (artículo 362 del Código Federal
de Procedimientos Penales).

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 293).

e) Tramitación.

Ámbito federal Ámbito del Distrito Federal


Se conceden 5 días contados a partir de que Si el tribunal no desecha de plano el recurso y
surta efectos la notificación del auto estima necesario oír a las partes, las citará a
impugnado, para ofrecer pruebas, las que se una audiencia verbal que se verificará dentro
desahogarán en la audiencia que se fije para de los dos días hábiles siguientes a su
resolver acerca de la admisión de la interposición y dictará en ella su resolución.
revocación; en la misma, se oirá a las partes y
se dictará la resolución que proceda.

De no ser posible concluir el desahogo de


pruebas en esta audiencia, el juez podrá
revocar a otra, por una sola vez.
(Artículos 361 y 362 del Código Federal de (Artículo 413 del Código de Procedimientos
Procedimientos Penales). Penales para el Distrito Federal).
59

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 293).

f) Resolución y sus defectos. Tanto en el Código Federal, como en el


distrital, se ordena al juez dictar la resolución en la audiencia del recurso, si
bien en este último ordenamiento, puede resolverse de plano, al interponerse la
revocación, si se estima innecesario oír a las partes. Obviamente, conforme
sea el sentido de la resolución dejará o no sin efectos la providencia
impugnada. En el primer caso, al revocarse el auto recurrido, será substituido
por la resolución que finalice la revocación, pero como quiera que ello sea, lo
cierto es que contra la resolución que ponga fin a la revocación, no admite
recurso alguno.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 293).

6.2 RECURSO DE APELACIÓN. SU TRAMITACIÓN Y PROCEDIMIENTO.

a) Conceptos.

Julio Antonio Hernández Pliego Rodolfo Monarque Ureña


Es un recurso ordinario que otorga la ley Es un recurso ordinario que otorga la ley,
contra resoluciones que expresamente devolutivo en cuanto a que conoce el tribunal
establece, tramitado y resuelta por el superior de alzada, con efectos suspensivos o
jerárquico de la autoridad que emitió la ejecutivos, según sea el caso, y que tiene por
resolución recurrida, y cuyo objeto es objeto examinar si en la resolución recurrida
examinar si en dicha resolución, no se aplicó se aplicó inexactamente la ley, si se violaron
la ley correspondiente o se ésta los principios reguladores de la valorización
inexactamente; si se violaron los principios de la prueba y del arbitrio judicial; si se
reguladores de la valoración de la prueba; si alteraron los hechos o no fundó y motivó
se alteraron los hechos; o no se fundó o correctamente.
motivó correctamente.
(Fuente de consulta: Julio A. Hernández (Fuente de consulta: Rodolfo Monarque
Pliego, Programa de Derecho Procesal, 13ª Ureña, Derecho Procesal Penal Esquemático,
edición, Editorial Porrúa, México, 2006, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004,
página 294). página 127).

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 127).

b) Resoluciones apelables. Según establece el artículo 366 del Código


Federal de Procedimientos penales, son apelables en ambos efectos,
solamente las sentencias definitivas en que se imponga alguna sanción. En el
efecto devolutivo, en cambio, dice el artículo 367, son apelables estas
resoluciones.

Son apelables también, los autos de formal prisión; los de ejecución a


proceso; los de libertad por falta de elementos para procesar; los que resuelvan
situaciones concernientes a la prueba; los que concedan o niegan la libertad
provisional bajo caución, la libertad por desvanecimiento de datos o los autos
que resuelvan algún incidente no especificado.
60

Finalmente, los autos que nieguen la orden de aprehensión o la citación


para preparatorios (éstos son apelables sólo por el Ministerio Público); los que
nieguen el cateo, las medidas precautorias de carácter patrimonial o el arraigo
del indiciado o prohibición de abandonar una demarcación geográfica; los autos
en un tribunal se niegue a declarar su incompetencia por declinatoria, o a librar
el oficio inhibitorio a que se refiere el artículo 436 y las demás resoluciones
señaladas en la ley.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 295).

c) ¿Quiénes pueden apelar? Los artículos 365 del Código Federal de


Procedimientos Penales y 417 del Código de Procedimientos Penales para el
Distrito Federal conceden derecho a apelar al Ministerio Público, al acusado y
su defensor y al ofendido o sus legítimos representantes, cuando hayan sido
reconocidos por el juez de primera instancia como coadyuvantes del Ministerio
Público, para efectos de la reparación de daños y perjuicios y sólo en lo relativo
a ésta. El Código Federal, agrega también como apelables en este caso a las
medidas precautorias conducentes a asegurar la reparación del daño.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 295 y 296).

d) Instrucción y preparación del recurso. La apelación podrá


interponerse en el acto de la notificación o por escrito o comparecencia dentro
de los cinco días siguientes si se tratare de sentencia, o de tres días si se
interpusiere contra un auto. Hay que advertir que al notificarse al acusado la
sentencia definitiva de primera instancia, se le hará saber el término legal para
interponer la apelación, lo que se hará constar en el proceso. La omisión de
este requisito surte el efecto de duplicar el término para interponer el recurso
con independencia de la sanción a que se haga acreedor el secretario o
actuario que haya incurrido en ella. Interpuesto el recurso dentro del término
legal, el tribunal que dictó la resolución apelada lo admitirá de plano si
procediere. El auto admisorio de la apelación no es recurrible. Si el apelante
fuere el procesado, al admitirse el recurso se le prevendrá para que nombre
defensor que lo patrocine en la segunda instancia

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 296 y 297).

e) Substanciación. Interpuesto el recurso de apelación, dentro de los 3


días de la notificación, si se trata de auto o de sentencia interlocutoria y de 5 si
se trata de sentencia definitiva, el juez podrá desechar el recurso en cuyo caso
procede el recurso de denegada apelación. Si el juez admite el recurso de
apelación, remitirá al Tribunal Superior las constancias correspondientes, si se
trata de auto y el expediente original si se tratare de sentencia definitiva. Esta
se hará dentro del plazo de 5 días contados desde la fecha en que se admitió
el recurso.
61

Recibidas las constancias o el expediente del proceso o expediente del


proceso original, se dictará un auto de radicación y se fijará fecha para que
tenga lugar la audiencia de segunda instancia; si fuere el sentenciado o
procesado quien apeló se le prevendrá para que nombre defensor en esa
segunda instancia, de lo que se desprende que el Instituto de la Defensoría es
oficioso, pudiendo designar nuevamente al defensor que tuvo en la primera
instancia, o bien a otro, y si no lo hiciere, se le nombrará a un defensor de
oficio. En el fuero común también se indicará en ese auto de radicación, el
nombre o los nombres de los magistrados que integran la Sala, señalando al
que va a fungir como magistrado ponente.

Los agravios se expresarán por el apelante en el momento de ser


notificado la resolución que impugna o bien los expresará por escrito y
entregará el día de la audiencia. Deberá abrirse a petición de parte legítima,
para resolver los agravios que deberá expresar el apelante, y si se trata del
procesado o sentenciado, los magistrados deberán suplir la deficiencia de los
agravios y así también cuando se den cuenta de que el defensor por falta de
conocimiento o por torpeza no hizo valer las violaciones en que incurrió la
resolución apelada.

El día de la audiencia, en el fuero común, ésta deberá llevarse a cabo


aún con la presencia de dos magistrados y estando presente el Ministerio
Público ; el Secretario de la Sala dará lectura, o hará una relación de las
constancias y a continuación se le otorga la palabra al apelante, si es el
procesado o sentenciado lo hará el defensor y con ello se tendrá por el hecho
el alegato oral, en el entendido de que si el procesado o sentenciado quiere
hacerlo, se le dará el uso de la palabra, con lo que se declara vista la segunda
instancia y los magistrados o tribunal dictarán su sentencia dentro de 10 días a
más tardar; salvo que el magistrado ponente quiera practicar alguna diligencia,
para mejor proveer, la que se desahogará dentro de 10 días. La Sala al
pronunciar su sentencia tendrá las mismas facultades que el juez de la
instancia, pero si sólo hubieses apelado el sentenciado o su defensor, no podrá
aumentarse la pena de prisión fijada por el juez de la instancia.

(Fuente de consulta: José Hernández Acero, Apuntes de Derecho Procesal


Penal, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 89 a 91).

f) Admisión y calificación de grado de grado. Interpuesto el recurso


dentro del término legal, el tribunal que dictó la resolución apelada lo admitirá
de plano si procediere. El auto admisorio de la apelación no es recurrible.

Si el apelante fuere el procesado, al admitirse el recurso se le prevendrá


para que nombre defensor que lo patrocine en la segunda instancia.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, páginas 296 y 297)

6.3 SENTENCIA DICTADA EN EL RECURSO DE APELACIÓN.


62

Transcurrida la audiencia y declarado visto el asunto, quedará cerrado el


debate. En este caso, el Tribunal de apelación deberá pronunciar su fallo, a
más tardar, dentro de 8 días en el ámbito federal y dentro de 10 en el ámbito
común.

En la sentencia se determinará si la resolución apelada se confirma,


revoca o modifica. Si en la segunda instancia se decide imponer una sanción –
en caso de que se revoque una sentencia absolutoria-, se tramitará la
reaprehensión del indiciado e iniciará el término de la prescripción.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 229).

6.4 VOTO PARTICULAR.

De una interpretación armónica de los artículos 186, segundo párrafo, de


la Ley de Amparo y 43, primer párrafo, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de
la Federación, se desprende que aun cuando en el primero de los preceptos
señalados no se hace alusión expresa a los magistrados de Circuito, debe
entenderse por analogía que también dichos funcionarios judiciales pueden, en
su caso, emitir voto particular, expresando las razones y fundamentos del por
qué no están conformes con el sentido de la resolución mayoritaria.

Si bien es cierto que el voto particular emitido por alguno de los


integrantes de un cuerpo colegiado de decisión se constituye como la
justificación razonada de los motivos que tuvo en cuenta un juzgador para
apartarse de la mayoría y, por tanto, no es el sustento de la parte considerativa
que rige el fallo combatido, igualmente cierto lo es que nada obsta para que
dichos razonamientos, siempre y cuando se relacionen con la litis integrada,
sean compartidos por la parte agraviada y, por ello, sean vertidos como esencia
de sus conceptos de violación en el juicio de garantías. Situación muy distinta a
la anterior se constituye el hecho de que se esgriman, en vía de inconformidad,
distintos conceptos de violación en contra del voto particular formulado en una
sentencia pues, como se indicó, las razones expresadas en él por el
magistrado disidente no son la parte considerativa del fallo impugnado y, por
tanto, carecen de toda eficacia jurídica ya que no han de producir consecuencia
legal alguna como tales. En síntesis, si en una demanda de garantías se
formulan conceptos de violación que se dirigen a combatir el voto particular
expresado por el magistrado disidente de la mayoría de un Tribunal, es obvio
que estos argumentos serán inoperantes puesto que no atacan los
fundamentos del acto reclamado ni, en la especie, el referido voto en contra
tiene eficacia jurídica alguna respecto de la controversia que se ha decidido;
por el contrario, si el quejoso en el juicio de amparo hace valer, en vía de
defensa, los mismos argumentos que el magistrado disidente esgrimió para
informar su voto particular, nada se opone para que dichas manifestaciones se
constituyan como legítimos conceptos de violación para impugnar los
fundamentos del acto combatido. De no admitirse lo anterior se privaría a la
parte agraviada de hacer uso de defensas procedentes en el ejercicio de la
acción constitucional de amparo, por el sólo hecho de que con ellas se haya
63

apoyado el voto particular, formulado por el magistrado disidente de la mayoría


que resolvió la causa litigiosa.

Cuando un magistrado en un voto particular en contra de una sentencia


dictada en un juicio de amparo diverso, exteriorizó un criterio sobre la
procedencia de la acción intentada en el juicio natural, en el que intervinieron
las mismas partes que en el juicio de amparo en que se formula el
impedimento, subsistiendo como materia de este último juicio la cuestión
relativa a la procedencia o improcedencia de dicha acción, pero por diferentes
razones a aquella que dio lugar al voto particular y que se encuentra firme, no
pudiendo, por tanto ser analizada en el juicio de garantías, debe considerarse
que el magistrado no se encuentra impedido para conocer del asunto, pues la
cuestión que abordó en su voto se encuentra fuera de la litis del juicio de
amparo, pendiente de resolverse, por lo que no se encuentra en la situación a
la que expresamente se refiere la fracción IV del artículo 66 de la Ley de
Amparo, a saber: haber tenido con anterioridad el carácter de autoridad
responsable en el juicio de amparo, aconsejado como asesor la resolución
reclamada o haber emitido ésta en otra instancia.

(Fuente de consulta: Diversas jurisprudencias, tales como las enunciadas a


continuación: Octava Época, Instancia: Tercera Sala, Fuente: Semanario
Judicial de la Federación, Tomo: VII, Junio de 1991, Tesis: 3a. CII/91, página:
101, VOTO PARTICULAR EN UNA SENTENCIA DE AMPARO. ES UN
DERECHO QUE TAMBIEN PUEDEN EJERCER LOS MAGISTRADOS DE
CIRCUITO, Recurso de reclamación en el amparo directo en revisión 533/91.
Inmobiliaria Nacional del Valle de México, S.A. de C.V. y otros. 13 de mayo de
1991. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Sergio Hugo Chapital Gutiérrez.
Secretario: Francisco Javier Cárdenas Ramírez, y Octava Época, Instancia:
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, Fuente:
Semanario Judicial de la Federación, Tomo: III, Segunda Parte-2, Enero a Junio
de 1989, página: 884, Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito, Amparo directo 893/89. Transportes Especializados Figuermex,
S. de R. L. de C.V. 27 de junio de 1989. Unanimidad de votos. Ponente:
Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Alberto Pérez Dayán).

6.5 DENEGADA APELACIÓN.

a) Concepto.

Julio Antonio Hernández Rodolfo Monarque Ureña Eduardo López Betancourt


Pliego
Recurso que procede contra Es un recurso ordinario, que Es un recurso de
la resolución que desecha o tiene por objeto impugnar las inconformidad de carácter
se niega a admitir la resoluciones de los jueces ordinario, que se concede
apelación o cuando se admita que nieguen la admisión de la cuando se ha negado la
sólo en el efecto devolutivo, apelación. apelación, aunque es
siendo procedente en ambos, procedente también cuando la
aun cuando el motivo de la apelación se admite
denegación sea que no se únicamente en el efecto
considera como parte del devolutivo. Asimismo, debe
apelante. promoverse ante el mismo
tribunal que negó la
64

apelación.
(Fuente de consulta: Julio A. (Fuente de consulta: Rodolfo (Fuente de consulta: Eduardo
Hernández Pliego, Programa Monarque Ureña, Derecho López Betancourt, Derecho
de Derecho Procesal, 13ª Procesal Penal Esquemático, Procesal Penal, Iure Editores,
edición, Editorial Porrúa, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2003, página 236).
México, 2006, página 304). México, 2004, página 134).

b) Procedencia. Al respecto, el artículo 392 del Código Federal de


Procedimientos Penales señala que el recurso de denegada apelación proceda
cuando ésta se ha negado o cuando se conceda sólo en el efecto devolutivo si
es procedente en ambos, aunque el motivo de la denegada apelación sea que
no se considera parte al que intente el recurso.

Este medio impugnativo está concedido para su procedencia a estos


supuestos:

 Que la resolución contra la que se enderezó el recurso de apelación


efectivamente sea apelable.
 Que la apelación se haya interpuesto dentro del término que concede la
ley.
 Que el apelante se encuentre legitimado para interponer el recurso.
 Que la ley providencia apelada deba admitirse en ambos efectos
conforme a la ley.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 236).

c) Tramitación. El recurso se interpondrá verbalmente o por escrito, en


un plazo de 3 días en el ámbito federal y 2 en el local, después de la
notificación de la resolución que niegue. Interpuesto el recurso, el juez de
primera instancia mandará expedir en un plazo de 3 días un certificado en el
que se expongan de manera breve el estado y la naturaleza de las
actuaciones, el punto sobre el cual recaiga el auto apelado. Insertándose éste a
la letra y el que lo haya declarado inapelable, así como las actuaciones que
creyere convenientes.

Este certificado deberá presentarlo el promovente ante el Tribunal de


apelación, dentro del término de tres días contados desde luego que se le
entregue, si el tribunal reside en el mismo lugar. Si reside en otro; el de primera
instancia señalará, además de los 3 días, el término que sea necesario,
atendidas las distancias y los medios de comunicación, sin que el término total
pueda exceder de treinta. Recibido en el tribunal el certificado, sin más trámites
se citará para sentencia y se pronunciará ésta dentro de los 5 días siguientes a
la notificación.

En el ámbito local, el proceso se pondrá a la vista de las partes por 48


horas para que se manifiesten si faltan o no actuaciones sobre las que tengan
que alegar. Se citará entonces para sentencia y ésta se pronunciará a lo
máximo en tres días de hecha la última notificación.
65

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 237).

d) Resolución y efectos. La resolución de dicho recurso determinará si


el tribunal de primera instancia a quo, actuó o no adecuadamente al admitir o
rechazar el recurso de apelación, según lo establecido en la ley, es decir, si la
apelación procede o no.

(Fuente de consulta: Eduardo López Betancourt, Derecho Procesal Penal, Iure


Editores, México, 2003, página 237).

6.6 QUEJA.

a) Concepto.

Rodolfo Monarque Ureña Carlos Oronoz Santana


Constituye la reclamación de conductas Es aquel que procede contra las conductas
omisivas de ciertos funcionarios de la omisivas de los jueces de Distrito, en tanto
administración de justicia para que cumplan éstos no emitan las resoluciones o no señalen
con las obligaciones que les impone la ley. la práctica de las diligencias dentro de los
plazos y términos que señale la ley, además
de que se admitirá cuando no cumplan con las
formalidades o no despachen los asuntos de
acuerdo con lo establecido por el propio
Código.
(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque (Fuente de consulta: Carlos Oronoz Santana,
Ureña, Derecho Procesal Penal Manual de Derecho Procesal Penal, Editorial
Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, Limusa, 2006, página 198).
México, 2004, página 135).

b) Procedencia. Procede la queja contra las conductas omisivas de los


jueces que no emitan las resoluciones o que nos señalen la práctica de
diligencias dentro de los plazos y términos que señale la ley, o bien que no
cumplan las formalidades o no despachen los asuntos de acuerdo a los
lineamientos que establezca del código procesal que corresponda. De manera
ejemplificativa señala algunos casos de procedencia de la queja establecidos
en la legislación procesal penal federal y distrital. Por la omisión en diligenciar
un exhorto; en dictar el auto de radicación; en resolver acerca de la
aprehensión o comparecencia; en dictar el auto previo al agotamiento de la
averiguación; en resolver sobre la competencia en el incidente respectivo, etc.

Hay algunos casos específicamente establecidos por la ley, en que la


queja sólo podrá ser interpuesta por el Ministerio Público. En el orden federal,
por las omisiones de los actores referidos en el artículo 142 del Código Federal
de Procedimientos Penales, y en materia del orden común, por las del artículo
286 bis del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 306).

c) Tramitación. Deberá interponerse por escrito en cualquier momento,


a partir de que se produjo la situación que la motiva, ante el Tribunal Unitario o
66

la Sala del Tribunal Superior de justicia del Distrito Federal, según proceda. El
superior jerárquico de la autoridad que se denuncia, dará entrada al recurso
dentro de las 48 que sigan a su interposición y requerirá al juez cuya conducta
haya dado lugar a la queja, para que informe dentro de los tres siguientes días
siguientes.

Transcurrido el plazo, con informe o sin él, se dictará la resolución que


corresponda. La falta de informe hace surgir la presunción de ser cierta la
omisión atribuida y hará acceder al juez, a una multa de diez a cien veces el
salario mínimo vigente en el momento y lugar en que hubiese ocurrido la
omisión.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 307).

d) Resolución y efectos. Si la resolución estima fundada la queja, se


requerirá al juez inferior, para que cumpla con las obligaciones determinadas
en la ley, fijándole un plazo para ello (dos días en la ley distrital), sin perjuicio
de las responsabilidades que pudieran resultarle.

(Fuente de consulta: Julio A. Hernández Pliego, Programa de Derecho


Procesal, 13ª edición, Editorial Porrúa, México, 2006, página 307).

6.7 AMPARO PENAL.

El amparo penal es el juicio de garantías que se promueve para proteger


la vida, la liberta personal, la integridad física y/o la integridad moral del
quejoso, ya sea que el acto reclamado se atribuya a una autoridad
administrativa o a una judicial. Al respecto, las Leyes de Amparo y Orgánica del
Poder Judicial de la Federación sostienen que esta clase de amparo procede
contra actos que importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad
personal, deportación, destierro o la aplicación de una pena prohibida por el
artículo 22 constitucional

Se está frente a un juicio amparo en materia penal cuando se reclaman


las resoluciones judiciales dictadas en los incidentes de reparación del daño
exigible a personas distintas de los inculpados, o en los de responsabilidad
civil, por los mismos tribunales que conozcan de los procesos respectivos, o
por lo tribunales diversos, en los juicios de responsabilidad civil cuando la
acción se funde en la comisión de un delito. Así también, se está frente a un
amparo en materia penal cuando se impugna de inconstitucional una ley en
esta materia.

Como en la generalidad de las materias, el amparo penal puede ser


indirecto o directo. Dentro de este juicio, rigen las siguientes particularidades:

 Del amparo conocen los siguientes órganos jurisdiccionales que integran


el Poder Judicial de la Federación: la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, los Tribunales Colegiados de Circuito, los Tribunales Unitarios de
Circuito, los jueces de Distrito del amparo en primera instancia y el
67

Tribunal Superior de Justicia de cada una de las entidades federativas en


competencia concurrente.
 La demanda puede ser promovida por cualesquiera de las siguientes
personas: el agraviado por el acto de autoridad, por sí mismo; el
apoderado del agraviado; cuando se reclamen actos que importe peligro
de privación de la vida, ataques a la libertad persona fuera del
procedimiento judicial, deportación, destierro o la aplicación de una pena
prohibida por el precepto 22 constitucional, la demanda de amparo puede
ser promovida por cualquier persona, independientemente de que sea
pariente o amigo del agraviado o extraño al mismo y sin importar la edad
de la persona que interponga la demanda de amparo a favor del
agraviado.
 En amparo penal, el principio de definitividad no rige en los siguientes
casos:
a) Cuando el acto reclamado importe peligro de privación de la vida,
deportación, destierro o la aplicación de una pena prohibida por el
artículo 22 constitucional.
b) Tratándose de la impugnación de cualquier resolución que emane de
un proceso pena.
c) En caso de que se haya impugnado el auto de forma prisión a través
del recurso de apelación, el reo puede desistir de dicho recurso para
dar pauta a la demanda de amparo.
 El principio de definitividad en amparo penal, opera en el caso de que la
sentencia definitiva sea impugnable vía recurso ordinario.
 El trámite del amparo en cualquier materia, en términos generales, es el
mismo, iniciando con una demanda, la cual se admite y en ella se requiere
un informe con justificación y se fijen fecha y hora para que tenga
verificativo la audiencia constitucional, en la que se dicta la sentencia
definitiva. Sin embargo, en materia penal existen las siguientes
particularidades:
a) En el caso del amparo contra que importen peligro de privación de la
vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimientos judicial,
deportación, destierro, la imposición de una pena prohibida por el
artículo 22 constitucional, la demanda puede formularse conforme al
artículo 116 o en términos del artículo 117, expresándose tan sólo el
nombre del quejoso, el acto reclamado, la autoridad ordenadora, el
lugar donde se encuentra el quejoso y la autoridad ejecutora.
b) Tratándose de actos que importen peligro de privación de la vida,
ataques a la libertad personal fuera de procedimientos judicial,
deportación, destierro, la imposición de una pena prohibida por el
artículo 22 constitucional o la incorporación forzosa al ejército o
armada nacionales, la demanda puede interponerse en cualquier
tiempo
c) Cuando se impugnan actos de autoridad judicial penal, el término
para rendir el informe justificado se reduce a tres días
improrrogables.
d) Si se reclaman actos de autoridad judicial, el término para celebrarse
la audiencia constitucional se reduce a 30 días.
68

e) Dentro de la etapa de alegatos de la audiencia constitucional, el


quejoso puede alegar verbalmente, solicitando que se anoten en el
acta de la audiencia extractos de esos alegatos.
f)En caso de que el quejoso no exhiba todas las copias de la demanda de
amparo directo en materia penal, el Tribunal Colegiado de Circuito
obtendrá de oficio las faltantes, sin tener por no interpuesta la
demanda como en las demás materias.
 En esta materia no rige el principio de estricto derecho, sino que impera la
suplencia de la deficiencia de la queja, cuando la demanda la promueva el
reo, bajo las siguientes bases:
a) Opera en relación al capítulo de conceptos de violación de la demanda
y a los agravios de los escritos de los recursos que haga valer el reo,
procediendo la mencionada suplencia aun ante la ausencia de
conceptos de violación y de agravios.
b) También tiene vigencia se impugna en la demanda una ley penal que
haya sido declarada, inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia
de la Nación.
c) Asimismo, rige la suplencia de la deficiencia del error, tanto por lo que
hace a la cita de artículos, como en tratándose de equivocaciones
humanas en la captura de la demanda.
 En esta materia no se sobresee el juicio ni se decreta la caducidad de la
instancia por inactividad procesal.
 En materia de recursos, en amparo penal, rigen las siguientes
particularidades:
a) Cuando se impugne el exceso o defecto en el cumplimiento de la
sentencia concesoria del amparo en que el acto reclamado importe peligro
de privación de la vida, ataques a la libertad personal, deportación,
destierro o la aplicación de una tortura, la queja puede promoverse en
cualquier tiempo y no dentro del año siguiente al en que se requirió el
cumplimiento de la sentencia a la responsable.
 Por lo que hace a la ejecución de la sentencia de amparo, se presentan
los siguientes aspectos:
a) Cuando se trate de poner la libertad al quejoso con motivo del dictado
de la ejecutoria de amparo, pero la responsable no proceda en esos
términos dentro de las 24 siguientes a la del requerimiento del
cumplimiento, el juez comisionará al actuario o al secretario del
juzgado, para que procedan a cumplimentar la sentencia o, en su
caso, lo hará el propio juez.
b) Si se ha exigido su cumplimiento a la responsable y por virtud de esa
ejecutoria deba dictarse nueva resolución merced a la cual sea
menester poner en libertad al quejoso y la autoridad responsable no
dicte el acuerdo correspondiente dentro de los tres días, el juez
comisionará al actuario o al secretario del Juzgado para que pongan
en libertad al quejoso o, en su caso, acudirá personalmente a
materializar la sentencia concesoria del amparo y, posteriormente, la
responsable dictará la nueva resolución de la sentencia de amparo.

(Fuente de consulta: Alberto del Castillo del Valle, Segundo Curso de Amparo,
Edal Editores, México, 1998, páginas 226 a 234)
69

UNIDAD 7
INCIDENTES
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO. EL
ALUMNO: ESTRUCTURARÁ UN ESCRITO DONDE SE PROMUEVAN DOS
INCIDENTES: LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS Y DE
LIBERTAD BAJO CAUCIÓN (CON EJEMPLOS PUESTOS POR EL
MAESTRO).

7.1 INCIDENTE DE LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN.

Es la medida precautoria establecida en beneficio del inculpado de


concederle la libertad provisional durante el proceso penal, cuando se le impute
un delito cuya penalidad no exceda de determinado límite y siempre que el
propio acusado o un tercero otorgue una garantía económica con el propósito
de evitar que el primero se sustraiga de la acción de la justicia.

Así como la detención o prisión preventivas constituyen una medida


cautelar que se decreta en el proceso penal en favor de la seguridad social, la
providencia opuesta, es decir, la que beneficia al acusado sometido a dicha
detención, es la denominada libertad provisional, que en el ordenamiento
mexicano puede asumir dos modalidades, la calificada como caucional tanto
judicial como administrativa y la que se concede bajo protesta.

La medida precautoria de la libertad bajo caución quedo consagrada en


el artículo 20, fracción I constitucional de 5 de febrero de 1917, la que recogió
el criterio objetivo derivado de los códigos de procedimientos penales
anteriores, pero suprimiendo cualquier posibilidad de arbitrio judicial. En efecto,
en el texto primitivo del citado precepto constitucional se fijó como límite para
otorgar el beneficio, que la pena por el delito que se imputara al acusado no
excediera de cinco años de prisión, y se señaló como máximo al monto de la
caución la cantidad, entonces respetable, de diez mil pesos. Por reforma a este
precepto constitucional publicada el 2 de diciembre de 1948, se modificó el
límite para la concesión de la medida tomando en consideración, al parecer
siguiendo el criterio de la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, el término medio aritmético de cinco años de prisión; elevó la cuantía
máxima de la caución a doscientos cincuenta mil pesos, y estableció reglas
especiales en cuanto a los delitos de carácter patrimonial.

La última reforma al citado precepto constitucional fue publicada el 14 de


enero de 1985, y estableció varias modificaciones importantes. En primer lugar
otorgó mayores facultades al juzgador para establecer el monto de la garantía,
ahora debe tomar en cuenta no sólo las circunstancias personales y la
gravedad del delito que se le impute, sino también sus modalidades, para
establecer la pena cuyo término medio aritmético no sea mayor de cinco años
de prisión. En este sentido, aun cuando existe un debate doctrinal sobre el
alcance de este concepto, consideramos acertada la afirmación que por dichas
modalidades le entienden los aspectos concretos que pueden constituir
atenuantes o agravantes en la ejecución de la conducta que se atribuye al
inculpado.
70

Es decir, que no obstante mantenerse el citado límite de procedencia del


término medio aritmético de cinco años, el juez o tribunal debe tomar en cuenta
los aspectos concretos de la conducta delictiva y no sólo su configuración
abstracta.

Además, la citada reforma, constitucional confiere al juzgador


atribuciones sobre el monto de la referida caución, que puede elevar hasta el
doble del máximo permitido, mediante resolución motivada y en virtud de la
especial gravedad del delito, así como de las particulares circunstancias
personales del imputado o de la víctima.

Otro aspecto de la reforma al artículo 20, fracción I constitucional


publicada en enero de 1985, consiste en la adecuación del monto de la
garantía, que debido a la pérdida de valor de la moneda, que se ha acelerado
en los últimos años, había quedado totalmente fuera de la realidad económica,
no obstante la elevación que sufrió en 1948. En la actualidad el límite de la
caución no excederá de la cantidad equivalente a la percepción durante dos
años del salario mínimo general vigente en el lugar en el que se cometió el
delito. Se conserva, pero con mayor precisión la disposición anterior en el
sentido de que si el delito es intencional y representa para su autor un beneficio
económico o causa a la víctima daño y perjuicio patrimonial, la garantía será
cuando menos tres veces mayor al beneficio obtenido o a los daños y perjuicios
patrimoniales.

También se efectúa la distinción necesaria entre el delito intencional, y


los preterintencional o imprudencial, pues en relación con los últimos, el
precepto constitucional dispone que basta que se garantice la reparación de los
daños y perjuicios patrimoniales, para que proceda (el beneficio de la libertad
caucional.

Por último, es preciso señalar que en el precepto actualmente en vigor


se ha substituido la anterior expresión de libertad bajo ''fianza'', por la de
libertad ''caucional'', que otorga mayor flexibilidad en los medios para constituir
la garantía respectiva.

Como se trata de una institución muy compleja, trataremos de


sistematizarla brevemente al señalar la procedencia de la medida; el
procedimiento para obtenerla; naturaleza y monto de la garantía, y finalmente,
los efectos de la providencia y su revocación.

A) Procedencia. Según lo establecido por el artículo 20, fracción I de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, citado anteriormente, la
medida procede en beneficio del inculpado cuando la pena que corresponde al
delito que se le atribuya, incluyendo sus modalidades, no exceda del promedio
aritmético de cinco años de prisión, disposición que se reproduce en los
artículos 556 del Código de Procedimientos Penales y 399 del Código Federal
de Procedimientos Penales. El primero señala que el juez debe atender a las
modalidades y calificativos del delito cometido, y el precepto federal agrega que
las modalidades pueden ser atenuantes o agravantes de la conducta delictiva,
71

acreditadas cuando se resuelva sobre la propia libertad. De manera diversa el


artículo 799 del Código de Justicia Militar todavía señala el límite de cinco años
de prisión establecido por el texto primitivo de la citada disposición
fundamental.

Por otra parte, también procede la providencia cautelar a través de la


suspensión de los actos reclamados en el juicio de amparo, ya que con apoyo
en los artículos 130 y 136 de la Ley de Amparo, el juez de distrito que conoce
de la propia suspensión, tanto provisional cómo definitiva puede otorgar la
libertad caucional ai quejoso conforme a las leyes federales o locales aplicables
cuando el propio reclamante se encuentre sometido a detención preventiva y
reclame una orden de aprehensión o el auto) de formal prisión.

En la reforma a la propia Ley de Amparo promulgada en diciembre de


1983 se suprimió la parte final del artículo 172 del citado ordenamiento que
autorizaba a la autoridad que dicto el fallo condenatorio impugnado en amparo
de una sola instancia, para conceder la libertad caucional al procesado al
suspender de oficio la ejecución de dicho fallo. La razón de ésta modificación
de debió a que en esa situación no puede hablarse de libertad provisional,
puesto que ya se pronunció la sentencia definitiva, de manera que según el
mismo artículo cuando dicha sentencia impugnada imponga la pena de
privación de la libertad, la medida cautelar de la suspensión de la ejecución de
dicho fallo produce sólo el efecto de que el reclamante quede a la disposición
de la Suprema Corte de Justicia de la Nación o del Tribunal Colegiado de
Circuito correspondiente.

En caso de acumulación los artículos 566 del Código de Procedimientos


Penales y 799 del Código de Justicia Militar disponen que debe atenderse al
delito más grave, y con apoyo en estas disposiciones los tribunales han
seguido el criterio de que, cuando existe un concurso material o formal de
delitos debe tomarse en cuenta, para la procedencia de la libertad caucional el
término medio aritmético del delito de mayor penalidad que se atribuye al
inculpado.

B) Procedimiento. Para evitar las dilaciones provocadas por la


tramitación incidental establecida por los códigos procesales anteriores, los
ordenamientos vigentes disponen que el procedimiento necesario para otorgar
la medida caucional debe efectuarse con toda celeridad en el mismo
expediente principal. Por otra parte, el beneficio puede solicitarse por el
inculpado o su defensor en cualquier tiempo en tanto no se dicte sentencia
firme, y por otra parte, de acuerdo con la regla general de las providencias
cautelares, si se niega la medida, puede pedirse de nuevo y concederse por
causas supervenientes.

C) Naturaleza y monto de la garantía. De acuerdo con el invocado


texto constitucional y los códigos procesales respectivos, la naturaleza de la
caución queda a elección del inculpado, quien al solicitar el beneficio señalará
la forma que elige, es decir, que puede optar entre depósito en efectivo; fianza
personal, de un tercero o de empresa autorizada, o hipoteca. Los citados
códigos procesales regulan de manera minuciosa los requisitos que debe
72

cumplir cada una de las garantías mencionadas, pero en la realidad casi todas
estas disposiciones carecen de aplicación, en virtud de que la garantía que ha
predominado casi de manera exclusiva es la fianza otorgada por institución
autorizada, quedando prácticamente en desuso de las demás, debido a las
complicadas exigencias para otorgarlas, y por ello dicha medida se conoce
generalmente como ''libertad bajo fianza''. Por otra parte, si el acusado no
señala la clase de garantía que ofrece, el juez o tribunal fijará las cantidades
que procedan respecto de cada tipo de caución.

Los criterios para establecer el monto de la caución deben atender: a) a


los antecedentes del inculpado; b) la gravedad y circunstancias del delito o de
los delitos imputados; c) el mayor o menor interés que pueda tener el acusado
en sustraerse a la acción de la justicia; d) las condiciones económicas del
procesado, y e) la naturaleza de la garantía que se ofrezca. Como ya se había
expresado, la fracción I del artículo 20 de la Constitución Política federal, en su
reforma de 1985, fijó un límite de dos años del salario mínimo general vigente
en el lugar en que se cometió el delito cantidad que puede incrementarse por él
juez o tribunal que conozca del proceso hasta la cantidad equivalente a cuatro
años del propio salario mínimo, mediante resolución motivada, en virtud de la
especial gravedad del delito y de las circunstancias personales del imputado o
de la víctima.

Debe tomarse en cuenta que de acuerdo con dicho precepto


constitucional, cuando se trate de delito intencional y represente para su autor
un beneficio económico o cause a la víctima daño y perjuicio patrimonial, la
garantía será cuando menos tres veces mayor al beneficio obtenido o a los
daños y perjuicios patrimoniales causados. Esta disposición, que se introdujo
en la reforma de 1948 y se conservo en el texto actualmente en vigor, ha sido
objeto de críticas doctrinales en virtud de que autoriza una garantía económica
que puede ser inaccesible para el inculpado, no obstante que en principio sea
procedente la libertad provisional.

Además, el mismo precepto fundamental dispone en relación con la


fijación del monto de la ecuación, que cuándo se trate de delito
preterintencional o imprudencial bastará que se garantice la reparación de los
daños y perjuicios patrimoniales. Al respecto, el segundo párrafo del artículo
399 en su texto vigente, dispone que, por lo que respecta al monto de la
garantiza, el juzgador debe hacer el señalamiento específico sobre los daños y
perjuicios, en la medida en que de las actuaciones se desprendan datos para
fijar unos y otros, y apreciara lo actuado, para determinar si se trata de un delito
intencional, preterintencional o imprudencial con el objeto de precisar las
consecuencias de esta clasificación para los efectos de la caución respectiva.

D) Efectos y revocación. Al notificarse al procesado que se le ha


otorgado la libertad caucional, se le hará saber que contrae las siguientes
obligaciones: a) presentarse ante el juez o tribunal que conozca del proceso los
días fijos que se estime conveniente señalar, así como cuantas veces sea
citado o requerido para ello, y b) comunicar al tribunal los cambios de domicilio
que tuviere. Además, el código federal agrega a los anteriores el deber del
procesado de no ausentarse del lugar del juicio sin permiso del juez o tribunal
73

de la causa, el que no podrá otorgarse por un tiempo mayor de un mes. Por


otra parte, los mismos preceptos disponen que debe hacerse constar en la
comunicación al inculpado que se le hicieron saber dichas obligaciones, pero la
omisión de este requisito no libera al procesado del cumplimiento de las
mismas.

Por lo que se refiere a la revocación de la libertad, los citados


ordenamientos procesales señalan como motivos para decretarla:

 Cuando el inculpado desobedeciera, sin causa justa y comprobada, las


órdenes legítimas del juez o tribunal que conozca de la causa.
 Cuando antes de que el expediente en que se concedió la libertad esté
concluido por sentencia firme, el procesado cometiere un nuevo delito que
merezca pena corporal.
 Cuando el procesado amenazare al ofendido o algún testigo de los que
hubieren declarado o tengan que declarar en su contra o tratare de
cohechar o sobornar a alguno de estos últimos o algún funcionario del
tribunal o al agente del Ministerio Público.
 Cuando lo solicite el mismo acusado y se presentare ante el tribunal.
 Cuando con posterioridad aparezca que le corresponde una pena que no
permite otorgar la libertad.
 Cuando quede firme la sentencia de primera o segunda instancia.
 Cuando el inculpado no cumpla con las obligaciones que le señale el juez
o tribunal. Si la garantía la otorga a un tercero también puede revocarse la
libertad caucional cuando el mismo tercero pida que se le releve de la
obligación, o si se demuestra con posterioridad la insolvencia del fiador.

La revocación del beneficio implica la orden de reaprehensión del


inculpado, haciéndose efectiva la caución a través de las autoridades fiscales
correspondientes si bien existen algunos supuestos en que puede devolverse
el monto de la garantía a quien la constituyó.

7.2 INCIDENTE DE LIBERTAD BAJO PROTESTA.

Es la medida cautelar que tiene por objeto la libertad provisional del


inculpado en un proceso penal, cuando se le imputa un delito de baja
penalidad, tiene buenos antecedentes y no ha sido condenado en un juicio
penal anterior, con el compromiso formal de estar a disposición del juez de la
causa.

Esta institución constituye uno de los aspectos de la medida precautoria


genérica denominada libertad provisional y que se divide en dos sectores:
libertad caucional y bajo protesta, en virtud de que ambas providencias tienen
como finalidad común la libertad provisional del inculpado sometido a detención
preventiva con motivo de un proceso penal, en el primer supuesto con la
constitución de una garantía económica y en el segundo a través de una
promesa formal de estar a disposición del juez o tribunal que tramita el citado
proceso.
74

Sin embargo, la diferencia consiste en que la libertad caucional se otorga


a los presuntos responsables de delitos de penalidad de tipo medio y con un
criterio estrictamente objetivo, en tanto que, concedida bajo protesta, beneficia
al inculpado al que se le imputa un delito de baja penalidad y además satisface
requisitos de carácter personal, como son los buenos antecedentes y que no
exista reincidencia, es decir que no hubiese sido condenado previamente en
otro juicio de carácter penal.

Por otra parte, es preciso tomar también en consideración que el citado


beneficio de la libertad bajo protesta está relacionado, así sea en forma
indirecta, con la llamada condena condicional, y que implica la suspensión de la
sanción corporal al sentenciado cuando se cumplen condiciones similares a las
exigidas para otorgar la primera institución, es decir, que la citada sanción no
exceda de dos años de prisión, que esa la primera ocasión que incurra en
delito intencional, que tenga buenos antecedentes, de manera que aquel que
obtiene la libertad bajo protesta tiene también la posibilidad de que, en caso de
ser sentenciado, logre que se suspenda la ejecución de la sanción corporal
respectiva.

Si bien la citada libertad bajo protesta no se encuentra prevista en el


artículo 20, fracción I de la Constitución Política Federal, que regula de manera
exclusiva la de carácter caucional, la doctrina considera que no se opone a las
normas de carácter fundamental por tratarse de un beneficio que se refiere a
una situación que se encuentra dentro de los límites y los propósitos del citado
precepto de nuestra ley suprema.
-
De acuerdo con lo establecido por los Código de Procedimientos
Penales, Código Federal de Procedimientos Penales y el Código de Justicia
Militar actualmente en vigor, los motivos de procedencia de la libertad bajo
protesta se hacen consistir en:

 Que el acusado tenía domicilio fijo y conocido en el lugar en que se siga el


proceso.
 Que su residencia en ese lugar sea de un año cuando menos.
 Que a juicio del juez de la causa no exista temor de que se sustraiga a la
acción de la justicia.
 Que proteste presentarse ante el tribunal que conozca de su causa
siempre que se le ordene; e) que no hubiere sido condenado en otro juicio
criminal
 Que se trate de delitos cuya pena máxima no exceda de dos años de
prisión. El código federal agrega, como exigencia adicional qué el
inculpado tenga profesión, oficio, ocupación o medio honesto de vivir.

Sin embargo, los requerimientos anteriores no son exigibles cuando el


inculpado hubiese cumplido la pena impuesta en primera instancia estando
pendiente la apelación. El propio ordenamiento federal establece que, en ese
supuesto, la medida debe otorgarse de oficio por los tribunales respectivos.

Además, el ordenamiento distrital considera como motivo del


otorgamiento de la libertad bajo protesta sin los requisitos normales, el caso
75

previsto por el inciso segundo de la fracción X del artículo 20 de la Constitución


Política Federal, es decir, cuando la prisión preventiva se prolongue hasta el
tiempo máximo que fija la ley al delito que motivare el proceso. En este ultimo
supuesto no procede en realidad la medida precautoria provisional, sino la
libertad definitiva del acusado, pues en casó contrario se violarla lo dispuesto
por el citado precepto constitucional, como lo ha puesto de relieve la doctrina.

El Código Federal de Procedimientos Penales agrega otro supuesto en


el cual se puede conceder la libertad bajo protesta sin las exigencias
establecidas para las situaciones normales, o sea cuando el Ministerio Público
federal, previa autorización del procurador general de la República, promueva
dicho beneficio en cualquier estado que guarde el proceso, cuando se trate de
los delitos de sedición, motín, rebelión o conspiración para cometerlos. Como
se trata de los llamados delitos políticos, la institución se ha utilizado para
poner en libertad provisional a algunos detenidos sin suspender el proceso
respectivo, especialmente cuando se tiene el propósito de dictar una ley de
amnistía o el indulto por gracia.

La tramitación de la medida cautelar de referencia tiene carácter


incidental, pero dentro del mismo proceso principal, de manera similar al
procedimiento para decretar la libertad caucional, y así lo dispone
expresamente el Código Federal de Procedimientos Penales, precepto que
además agrega que son aplicables las disposiciones contenidas en el diverso
artículo 411, que se refiere a la notificación al que obtuvo la libertad bajo
caución de las obligaciones que adquiere con dicho beneficio. Por su parte, el
artículo 796 del Código de Justicia Militar establece que el incidente se
promoverá y tramitará ante el juez de la causa, oyéndose en audiencia al
Ministerio Público.

Por lo que se refiere a la revocación de la citada libertad bajo protesta, la


misma puede ordenarse en dos supuestos generales: a) cuando se viole
alguna de las disposiciones legales relativas a su otorgamiento, y b) cuando
recaiga sentencia condenatoria contra el inculpado ya sea en primera o
segunda instancia. La doctrina ha señalado que no es feliz la redacción de la
segunda causa de revocación, pues no basta que se pronuncie una sentencia
condenatoria cuando la misma hubiese adquirido firmeza, como lo exige
claramente el Código Federal de Procedimientos Penales.

Al respecto el artículo 421 del citado Código Federal de Procedimientos


Penales establece una reglamentación de la revocación de la libertad bajo
protesta a través de condiciones que son muy similares a las que este mismo
ordenamiento establece en su artículo 412 para la libertad caucional es decir:

 Cuando el inculpado desobedeciere, sin causa justa y probada, la orden


de presentarse al tribunal que conozca del proceso.
 Cuando cometiera un nuevo delito antes de que el proceso en el cual se le
concedió la libertad esté concluido con sentencia firme.
 Cuando amenazare al ofendido o a algún testigo de los que hubiesen
declarado o tengan que declarar en su proceso o tratare de cohechar o
76

sobornar a alguno de estos últimos o a algún funcionario del tribunal o al


agente del Ministerio Público que intervenga en el proceso.
 Cuando en el curso del proceso apareciere que el delito merece una pena
mayor que la señalada como límite para obtener el beneficio.
 Cuando dejaren de concurrir algunas de las condiciones necesarias para
otorgar la medida.
 Cuando recaiga sentencia condenatoria contra el inculpado y ésta quede
firme.

7.3 INCIDENTE DE LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS.

Es la que se otorga al inculpado cuando se desvirtúan plenamente los


elementos probatorios que sirvieron de apoyo al autor de formal prisión de
sujeción a proceso. La resolución respectiva puede determinar la libertad
provisional o la definitiva del procesado.

Dicha institución se confundió con la libertad bajo protesta en los


ordenamientos expedidos durante la vigencia de la C de 1857, en virtud de que
según los artículos 430 del Código de Procedimientos Penales, de 6 de julio de
1894, y 349 del Código Federal de Procedimientos Penales, de 16 de
diciembre de 1908, procedía la libertad provisional bajo protesta cuando
apareciera, en cualquier estado del proceso, que se desvanecieron los
fundamentos que sirvieron para decretar la detención o prisión preventiva, y
más adelante regulaban la institución que se conoce actualmente con el
nombre de libertad bajo protesta, es decir, la que se concedía de manera
provisional a los procesados por delitos de baja penalidad, con buenos
antecedentes y que no hubiesen sido condenados anteriormente por un delito
diverso.

En el Derecho vigente las dos instituciones se encuentran claramente


separadas por lo que el citado beneficio de la libertad por desvanecimiento de
datos se regula de manera independiente a la libertad provisional bajo protesta,
ya que poseen finalidades diferentes.

De acuerdo con los códigos modelo, es decir, Código de Procedimientos


Penales, Código Federal de Procedimientos Penales y también el Código de
Justicia Militar que sigue muy de cerca al primero, esta medida procede
cuando aparezca con posterioridad al auto de formal prisión o de sujeción a
proceso, que se han desvanecido plenamente los datos que sirvieron para
comprobar ya sea la existencia del cuerpo del delito o bien la presunta
responsabilidad del inculpado, que son los elementos esenciales que sirven de
fundamento a las citadas resoluciones, según los artículos 19 de la
Constitución Política Federal, 297 a 301 del Código de Procedimientos
Penales, 161 a 166 del Código Federal de Procedimientos Penales y 515 al
518 del Código de Justicia Militar.

Existe incertidumbre sobre la etapa procesal en la cual se puede solicitar


este beneficio, pues en tanto que los artículos 546 del Código de
Procedimientos Penales y 791 del Código de Justicia Militar disponen que
puede pedirse en cualquier estado del proceso, el artículo 422 del Código
77

Federal de Procedimientos Penales establece que la petición puede formularse


durante la instrucción después de dictado el auto de formal prisión.

La doctrina considera que la solución correcta es la que ha dado el


código federal puesto que una vez cerrada la instrucción e iniciado el periodo
del juicio penal propiamente dicho, si las pruebas aportadas desvirtúan la
existencia del cuerpo del delito o la presunta responsabilidad del acusado,
deben servir de fundamento a una sentencia absolutoria, en virtud de que se
han reunido todos los elementos necesarios para pronunciarse sobre el fondo
del asunto.

La medida puede ser solicitada tanto por el inculpado como por el


Ministerio Público, y se tramita en forma incidental pues una vez presentada la
petición, el tribunal debe citar a una audiencia dentro del plazo de cinco días y
dictar la resolución respectiva en el término de setenta y dos horas. El código
federal dispone que es obligatoria la asistencia del Ministerio Público a esta
audiencia.

Si la instancia es presentada por el MP, el artículo 424 del Código


Federal de Procedimientos Penales dispone que no implica el desistimiento de
la acción penal, por lo que esta petición no vincula al juzgador, quien puede
negar la libertad si considera que no es fundada la solicitud del citado
funcionario.

Por otra parte, los artículos 550 del Código de Procedimientos Penales y
793 del Código de Justicia Militar exigen que cuando el MP opine que debe
concederse la libertad al procesado por desvanecimiento de datos, debe
solicitar previamente la autorización del procurador respectivo quien resolverá
en un plazo de cinco días según el ordenamiento distrital o de diez de acuerdo
con el castrense. El propio código del Distrito Federal agrega que si el
procurador no decide en el citado plazo, el agente del MP puede manifestar
libremente su petición.

Por lo que se refiere a los efectos de la resolución que otorga el


beneficio por desvanecimiento de datos, existe imprecisión en los
ordenamientos procesales mencionados, particularmente en el distrital, por lo
que resulta necesario, como lo ha puesto de relieve la doctrina, distinguir dos
situaciones distintas. En primer lugar, si las pruebas que se han presentado
desvirtúan los fundamentos del auto de formal prisión en cuanto a la presunta
responsabilidad del procesado, los efectos de la resolución que otorga el
beneficio son similares a los de la libertad por falta de elementos para proceder
(y que también se conoce incorrectamente como libertad por falta de méritos),
es decir que tiene carácter provisional, ya que quedan expeditas las
atribuciones del MP para pedir nuevamente la aprehensión del liberado y la
facultad del tribunal para dictar otro auto de formal prisión o de sujeción al
proceso, si aparecieren posteriormente datos que les sirvan de fundamento. El
código federal agrega que dichos nuevos elementos no deben variar los
hechos delictivos motivo del procedimiento.
78

Por el contrario, si los elementos de convicción desvanecen la


comprobación del cuerpo del delito, tomado este como el conjunto de
elementos materiales o formales de los hechos considerados como ilícitos, la
concesión de la libertad debe ser definitiva, pues entonces lo que se demuestra
es la inexistencia de los propios elementos.

Esta situación no parece muy clara en el Código Federal de


Procedimientos Penales, el cual no hace la mencionada distinción, pero en
cambio resulta más precisa en el Código de Procedimientos Penales, en virtud
de que su 551 dispone que los efectos de la libertad provisional sólo pueden
producirse tratándose de la presunta responsabilidad del inculpado, y esto
resulta todavía más claro que el Código de Justicia Militar, el cual establece
que el acusado y su defensor pueden solicitar la libertad absoluta cuando se
hubieren desvanecido con prueba plena los datos que sirvieron de base para
tener comprobado el cuerpo del delito y además, que cuando se concede la
libertad por desvanecimiento de datos por el mismo motivo, la resolución tendrá
efectos de cosa juzgada y se archivará el expediente.

En esta hipótesis relativa al cuerpo del delito tiene sentido la disposición


antes mencionada de los códigos distrital y militar sobre la consulta previa al
procurador cuando la petición es presentada por el MP, ya que la libertad
otorgada puede tener efectos definitivos, como lo hemos mencionado.

Por lo que se refiere al carácter de la prueba que debe desvirtuar los


fundamentos del auto de formal prisión o de sujeción al proceso, debe ser
plena según los códigos federal y castrense, y plena e indubitable de acuerdo
con el ordenamiento distrital, lo que ha sido interpretado por la jurisprudencia
en el sentido de que, por desvanecimiento de datos no debe entenderse que se
recaben pruebas que favorezcan más o menos al inculpado, sino que aquellas
que sirvieron para decretar la detención o prisión preventiva están anuladas por
otras posteriores, y si éstas no destruyen de modo directo las que sirvieron de
base para decretar la formal prisión, aun cuando favorezcan al inculpado,
deben ser materia de estudio en la sentencia definitiva, y no pueden servir para
considerar desvanecidos los fundamentos de hecho de la prisión motivada.

Finalmente, el Código Federal de Procedimientos Penales agrega que si


el inculpado ha sido declarado sujeto a proceso, se podrá promover el incidente
de desvanecimiento de datos para que quede sin efecto esa declaración
(artículo 425), y el Código de Procedimientos Penales, establece que la
resolución que se dicte en el incidente respectivo, es apelable en ambos
efectos, es decir, posee carácter suspensivo.

7.4 ACUMULACIÓN Y SEPARACIÓN DE PROCESOS.

Acumulación de autos Separación de procesos


La acumulación tendrá lugar:  En materia federal, el juez que conozca de
un proceso seguido contra varios sujetos,
 En los procesos que se sigan contra ordenará la separación de procesos,
una misma persona tratándose de únicamente cuando alguno de aquéllos
concurso de delitos. solicite el cierre de la instrucción, en tanto
 En los que se sigan en investigación de que otro se oponga a ello.
79

delitos conexos.  El incidente sobre separación de autos se


 En los que se sigan contra los sustanciará por separado, en la misma
copartícipes de un mismo delito. forma que el de acumulación, sin
 En los que se sigan en investigación de suspender el procedimiento.
un mismo delito contra diversas
personas.

La acumulación tiene entre otras las


siguientes características:
 No podrá decretarse en los procesos
después de cerrada la instrucción.
 Si los procesos se siguen en el mismo
tribunal, la acumulación podrá
decretarse de oficio sin sustanciación
alguna.
 Debe promoverse ante el tribunal que
sea competente; y el incidente a que dé
lugar se sustanciará en la forma
establecida para las competencias por
inhibitoria.
 Los incidentes de acumulación se
sustanciarán por separado sin
suspender el procedimiento.

(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque Ureña, Derecho Procesal Penal


Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, páginas 158 a 160)

7.5 REPARACIÓN DEL DAÑO EXIGIBLE A TERCEROS.

La acción para exigir la reparación del daño a personas distintas del


inculpado, de acuerdo con el artículo 32 del Código Penal Federal, debe
ejercitarse por quien tenga derecho a ella, ante el juez que conozca del
proceso; pero deberá intentarse y seguirse ante los juzgados del orden civil, en
el juicio que corresponda, cuando haya recaído sentencia irrevocable en el
proceso, sin comprender la reparación del daño. Esto se observará también
cuando, concluida la instrucción, no hubiere lugar al juicio penal por falta de
acusación del Ministerio Público o por cualquier otro motivo.

(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque Ureña, Derecho Procesal Penal


Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, página 160)

7.6 NO ESPECIFICADOS,

Todas las circunstancias distintas a la principal, que surjan en el proceso,


y que no se encuentren expresamente reguladas en el capítulo de incidentes
en los códigos adjetivos, o bien, en los casos que la ley lo determine
expresamente se resolverán y tramitarán como incidentes no especificados.

Los códigos señala que los incidentes cuya tramitación no se detalle en


éstos casos y que, a juicio del tribunal, no puedan resolverse de plano y sean
de aquellos que no deban suspender el curso del procedimiento se
sustanciarán por separado y del modo siguiente: se dará vista de la promoción
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del incidente a las partes, para que contesten en el acto de notificación o a más
tardar dentro de los tres días siguientes. Si el tribunal lo creyere necesario o
alguna de las partes lo pidiere, se abrirá un término de prueba que no exceda
de cinco días de los cuales se citará para una audiencia que se verificará
dentro de los tres días. Concurran o no las partes, el tribunal fallará desde
luego el incidente.

(Fuente de consulta: Rodolfo Monarque Ureña, Derecho Procesal Penal


Esquemático, 2ª edición, Editorial Porrúa, México, 2004, página 161)

UNIDAD 8
ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES DE LOS ALUMNOS
OBJETIVO PARTICULAR. AL CONCLUIR ESTA PARTE DEL CURSO, EL
ALUMNO: IDENTIFICARÁ LAS SEDES Y FUNCIONAMIENTO MATERIAL DE
LOS ÓRGANOS JUDICIALES EN MATERIA PENAL, TANTO EN JUZGADOS
PENALES, SALAS PENALES DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA,
ENTRE OTROS.

8.1 DURANTE EL CURSO VISITAR JUZGADOS DE PAZ PENALES,


JUZGADOS PENALES, SALAS PENALES DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE
JUSTICIA DEL DISTRITO FEDERAL, JUZGADOS DE DISTRITO PENALES,
TRIBUNALES COLEGIADOS, DELEGACIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO,
A CRITERIO DEL MAESTRO

8.2 SE RECOMIENDA ESPECIALMENTE LLEVAR A LOS ALUMNOS A UN


TURNO DE UN JUZGADO PENAL A EFECTO DE PRESENCIAR LA
RENDICIÓN DE UNA O VARIAS DECLARACIONES PREPARATORIAS Y
CONOCER EL RESULTADO DEL TÉRMINO CONSTITUCIONAL QUE SE
DICTE A LOS INDICIADOS.

8.3 REALIZAR, CON UN EJEMPLO DEL MAESTRO, UNA DENUNCIA O


QUERELLA, ASÍ COMO TODAS LAS DILIGENCIAS DE AVERIGUACIÓN
PREVIA, EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL, PREINSTRUCCIÓN,
INSTRUCCIÓN, INCIDENTES HASTA LLEGAR A LA SENTENCIA
DEFINITIVA. AQUÍ ES IMPORTANTE QUE SE REALICEN. POR EQUIPOS
FORMADOS POR MÁS DE DOS ALUMNOS Y MENOS DE CINCO, DONDE
UN GRUPO SEA, EL DENUNCIANTE O QUERELLANT, OTRO EL
INDICIADO, Y UN ÚLTIMO GRUPO HAGA LAS FUNCIONES DEL
MINISTERIO PÚBLICO Y ÓRGANO JURISDICCIONAL.

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