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El documento describe el desarrollo de las bolsas faríngeas y las estructuras que se derivan de ellas, incluyendo el oído medio, amígdalas, timo, glándulas paratiroides y tiroides. También describe el desarrollo de las fosas nasales, senos paranasales y hendiduras faríngeas. Finalmente, discute algunas correlaciones clínicas como quistes tirogloso y tejido tiroideo aberrante.
El documento describe el desarrollo de las bolsas faríngeas y las estructuras que se derivan de ellas, incluyendo el oído medio, amígdalas, timo, glándulas paratiroides y tiroides. También describe el desarrollo de las fosas nasales, senos paranasales y hendiduras faríngeas. Finalmente, discute algunas correlaciones clínicas como quistes tirogloso y tejido tiroideo aberrante.
El documento describe el desarrollo de las bolsas faríngeas y las estructuras que se derivan de ellas, incluyendo el oído medio, amígdalas, timo, glándulas paratiroides y tiroides. También describe el desarrollo de las fosas nasales, senos paranasales y hendiduras faríngeas. Finalmente, discute algunas correlaciones clínicas como quistes tirogloso y tejido tiroideo aberrante.
El embrión humano consta de cuatro pares de bolsas faríngeas: la quinta es rudimentaria.
Como el revestimiento endodérmico epitelial de las bolsas produce varios órganos importantes, se explica por separado el destino de cada una. Primera bolsa faríngea: La primera bolsa forma un divertículo parecido a un tallo, receso tubo timpánico que entra en contacto con el revestimiento epitelial de la primera hendidura faríngea: conducto auditivo externo. La porción distal del divertículo se ensancha penetrando en una estructura en forma de saco, la cavidad del oído medio o timpánica primitiva y la porción proximal permanece estrecha dando origen a la tuba auditiva (de Eustaquio). El revestimiento de la cavidad timpánica más tarde contribuye a la formación de la membrana timpánica o tímpano. Segunda bolsa faríngea: El revestimiento epitelial de esta bolsa faríngea prolifera produciendo yemas que penetran en la mesénquima circundante. Las yemas son invadidas después por tejido mesodérmico, formando así el primordio de las amígdalas palatinas. Durante el tercero y quinto mes son infiltradas por el tejido linfático. Una parte de la bolsa persiste y en el adulto aparece como la fosa amigdalina. Tercera bolsa faríngea: Las bolsas tercera y cuarta se caracterizan en su extremo distal por un ala dorsal y otra ventral. En la quinta semana el epitelio de la región dorsal de la tercera bolsa se diferencia en la glándula paratiroidea inferior, mientras que la región ventral forma el timo. Ambos primordios glandulares pierden su conexión con la pared faríngea; entonces el timo emigra en dirección caudal y medial, arrastrando consigo la glándula paratiroidea inferior. La porción principal del timo se desplaza con rapidez a su posición definitiva en la parte anterior del tórax donde se fusiona con su homólogo del lado opuesto. Pero a veces la posición de su cola persiste, ya sea incrustada en la glándula tiroidea, ya sea formando nidos tímicos aislados. El crecimiento y desarrollo del timo prosigue hasta la pubertad. En el niño pequeño ocupa mucho espacio del tórax; se localiza detrás del esternón en posición anterior con el pericardio y los grandes vasos. En personas mayores no es fácil reconocerlo porque está atrofiado y reemplazado por tejido adiposo. Cuarta bolsa faríngea: El epitelio de la región dorsal de la cuarta bolsa faríngea produce la glándula paratiroidea superior. Cuando ésta pierde contacto con la pared de la faringe, se une a la superficie dorsal de la tiroides que migra caudalmente como glándula paratiroidea superior. La región ventral de la cuarta bolsa da origen al cuerpo ultimo branquial, que más tarde se incorporará a la glándula tiroides. En las células del cuerpo ultimo branquial se desarrollan las células parafoliculares o C de la tiroides. Éstas secretan calcitonina, hormona que participa en la regulación de la concentración de calcio en la sangre. GLÁNDULA TIROIDEA: La glándula tiroidea aparece como una proliferación epitelial en el piso de la faringe entre el tubérculo impar y la cópula, en un punto que más adelante indicará el agujero ciego. Después, la glándula tiroidea desciende delante del intestino faríngeo como un divertículo bilobulado. Durante la migración, permanece conectada a la lengua a través de un conducto estrecho, el conducto tirogloso que desaparece más tarde. Al proseguir el desarrollo, la glándula tiroidea desciende delante del hueso hioides y de los cartílagos laríngeos. Durante la séptima semana ocupa su posición definitiva enfrente de la tráquea. La glándula tiroidea empieza a funcionar aproximadamente al final del tercer mes, momento en que se distinguen los primeros folículos que contienen coloide. Las células foliculares producen el coloide, fuente de tiroxina y de triyodotironina. Las células parafoliculares, o C, que se originan en el cuerpo ultimo branquial. FOSAS NASALES Durante la sexta semana aumenta considerablemente la profundidad de las fosas nasales, en parte por el crecimiento de las prominencias nasales circundantes y en parte por su penetración en la mesénquima subyacente. Al inicio la membrana oronasal separa las fosas de la cavidad oral primitiva mediante los forámenes recién formados. Estas coanas están situadas a ambos lados de la línea media e inmediatamente detrás del paladar primario. Más tarde, al formarse el paladar secundario y proseguir el desarrollo de las fosas nasales primitivas, las coanas definitivas se localizan en la unión de la fosa nasal con la faringe. Los senos respiratorios paranasales aparecen como divertículos de la pared nasal lateral, extendiéndose hacia los huesos maxilar superior, etmoides, frontal y esfenoides. Alcanzan el tamaño máximo durante la pubertad y contribuyen a la forma definitiva de la cara. HENDIDURAS FARÍNGEAS
El embrión de 5 semanas se caracteriza por la presencia de cuatro hendiduras faríngeas, la
parte dorsal de la primera hendidura penetra en el mesénquima subyacente y crea el conducto auditivo. El revestimiento en el fondo del conducto participa en la formación del tímpano. La proliferación activa del tejido mesenquimatoso en el segundo arco hace que se superponga al tercer y cuarto arcos. Finalmente se fusiona con el borde epicárdico en la parte inferior del cuello la segunda, tercera y cuarta hendiduras pierden contacto con el exterior. Las hendiduras forman una cavidad recubierta con epitelio ectodérmico, el seno cervical, pero desaparece al proseguir el desarrollo. CORRELACIONES CLÍNICAS Conducto tirogloso y anomalías tiroideas Un quiste tirogloso puede localizarse en cualquier punto de la ruta migratoria de la glándula tiroidea, pero siempre cerca de la línea media del cuello. Como lo indica su nombre, es un resto quístico del conducto tirogloso. Aunque cerca de 50% de estos quistes está cerca o justo por debajo del cuerpo del hueso hioideo, también pueden aparecer en la base de la lengua o cerca del cartílago tiroideo. En ocasiones un quiste tirogloso se conecta al exterior mediante un conducto fistuloso: fístula del tirogloso. Ésta suele producirse a consecuencia de la rotura de un quiste, aunque puede presentarse en el momento del nacimiento. El tejido tiroideo aberrante se localiza en cualquier punto de la ruta de descenso de la glándula tiroidea. Por lo regular se encuentra en la base de la lengua, justo detrás del agujero ciego y está expuesta a las mismas enfermedades que la glándula tiroidea.