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Numerosos educadores y psicólogos, entre ellos Huey (1908-1968; Smith, 1965), han hecho
hincapié en la importancia de la comprensión lectora desde principios de siglo. Sin embargo,
para poder entender un texto, independientemente del tema. Debemos tener en claro la
definición de este.
Las características de los distintos mensajes o textos vienen determinadas por los elementos de
la comunicación (emisor, receptor, canal, código y referente) propios de cada acto comunicativo
individual. Como resultado, existe una amplia gama de escritos que podemos categorizar
basándonos en puntos de vista muy dispares, pero frecuentemente entrelazados. Así, tenemos
escritos explicativos, descriptivos, narrativos y argumentativos. Cada una de estas bases
textuales privilegia procesos cognitivos particulares, como señala Werlich (1975).
Por este motivo, el presente trabajo se basa en la tipología textual. Comprender las minúsculas
distinciones entre los textos es el objetivo clave. De esta forma se aprovecha mejor el tiempo y
la energía, además de que se evita leer cosas sin sentido que no aporten nada.
Como estudiantes de medicina, se torna imprescindible que los estudiantes de esta carrera se
formen en la comprensión lectora de la bibliografía médica y se familiaricen con la terminología
que habitualmente se emplea en el ámbito profesional y eventualmente en la investigación.
2. Tipología textual
Según Loureda (2009), “[…] La clasificación estable de los textos sirve para poder hacer
predicciones sobre la organización y el contenido de los textos a partir de sus
estructuras” (p. 54); es decir, el desarrollo de esta habilidad nos permite identificar
cierta regularidad en el comportamiento de los textos que podemos usar a nuestro
favor; por ejemplo, para poder identificar mejor un mensaje en un texto que
necesitamos comprender, cuando estudiamos un tema, podemos extraer mejor las
ideas principales y ser capaces de transmitir con mayor claridad nuestros propios
mensajes. Aunque existen muchas maneras de clasificar los textos, se puede partir de
diferentes puntos para determinar sus semejanzas; mencionamos, a continuación, los
elementos que se deben tener en cuenta para determinar la pertenencia de un texto a
cierta clasificación:
Tanto Ciaspucio (1994), Loureda (2003) como Calsamiglia y Tusón (1999) reconocen en
Aristóteles al primero en aventurarse en una propuesta de clasificación textual -no
conceptual- compuesta por tres géneros: demostrativo (epidíctico o de ocasión), judicial
(legal o forense) y deliberativo (políticos).Sin embargo, La tipología textual más eficiente
fue iniciada por Werlich, que toma en cuenta el segundo punto de vista, para relacionar
la forma del texto con los procesos de categorización de la realidad por medio del
pensamiento (Loureda, 2009).
Werlich (1975)[5] propone una tipología basada en las estructuras cognitivas. A partir
de la combinación de la dimensión cognitiva (“modos de abordar la realidad”) con la
dimensión lingüística (“modos de representar la realidad”) reconoce la existencia de
cinco tipos textuales básicos que pone en relación con las operaciones cognitivas y que
denomina bases textuales:
• Base descriptiva: relacionada con la percepción del espacio.
• Base narrativa: relacionada con la percepción del tiempo.
• Base expositiva: explica representaciones conceptuales (sintéticas o analíticas).
• Base argumentativa: expresa una toma de posición o un juicio de valor.
• Base instructiva: indica acciones para el comportamiento del hablante.
En un texto narrativo se describen los hechos que les ocurren a numerosas personas,
reales o inventadas, que se desarrollan en un determinado escenario y a lo largo de un
tiempo concreto. El objetivo del autor es que el oyente (o lector) sea capaz de
reproducir en su mente la narración a partir de esos hechos, las personas que los
llevan a cabo y el escenario, en cualquier caso.Es el estilo literario que utilizamos más
comúnmente en nuestras interacciones orales (por ejemplo, cuando vamos al cine,
cuando hablamos con un amigo sobre nuestras actividades del fin de semana, etc.).
a) El narrador: Todo texto narrativo debe contar con un personaje que cuente en
los acontecimientos a medida que suceden y organice la narración.
Dependiendo de los conocimientos con los que cuente la narración y del punto
de vista que tenga, hay varios tipos de narradores. La historia puede ser contada
en primera persona o por un personaje de dentro de la narración, incluso por el
propio protagonista.
b) El tiempo: Los numerosos actos cometidos por los personajes tienen lugar a lo
largo del tiempo y no todos a la vez. Pueden tener lugar en el pasado, en el
presente o en el futuro. Aunque todas las novelas siguen una línea cronológica,
el autor puede decidir empezar por la mitad, al final o con un flashback.
c) Espacio: Los acontecimientos siempre se sitúan en algún lugar. Los personajes
pueden deambular y visitar varios lugares durante la historia.
d) Personajes: que intervienen en los acontecimientos de la historia, destacando
el protagonista (o los protagonistas). Pueden ser protagonistas o secundarios.
Las descripciones físicas y psicológicas, los actos que realiza un personaje y las
interacciones que tiene con otros personajes nos ayudan a entender quiénes
son y cómo piensan y sienten.
e) Trama: es la recopilación de hechos narrados (las acciones, palabras,
pensamientos y emociones de los personajes).
Este tipo de escritura busca ofrecer al lector una imagen precisa de la situación que
describimos, similar a una "fotografía verbal". Por ello, son textos clásicos. Esto implica
que cuando describimos algo, no se mueve en el tiempo en ese preciso instante. En
cambio, lo detenemos durante un breve periodo de tiempo para hablar de ello como
una unidad estática.
• Hay una idea principal y detalles de apoyo que producen un marco organizado
(presentación, desarrollo y conclusión).
• El objetivo de este tipo de material es explicar o exponer objetivamente un tema para
que el lector pueda comprenderlo.
• El emisor puede ser una sola persona o un gran grupo.
• No debe haber lugar para la ambigüedad, y la claridad de ideas es crucial.
En todos los tiempos, en todas las culturas ha sido constante el anhelo del ser
Introducción humano por alcanzar la felicidad. Todos aspiramos a la felicidad y la buscamos de
mil maneras. ¿Lograremos encontrarla?
El texto explicativo debe ser inteligible, como acabamos de ver. Para ello, el emisor
debe emplear juiciosamente diversos recursos lingüísticos:
Las tipologías textuales comentadas, son como una guía tanto al autor como al lector a la hora
de crear y comprender textos o, dicho de otro modo, un molde que los condiciona, delimita y
defin
BIBLIOGRAFÍA
1. Xunta.gal. [citado el 13 de mayo de 2023]. Disponible en:
https://www.edu.xunta.gal/centros/iesnumero1ribeira/?q=system/files/Tipos%20de%20texto
%201%C2%BA%20Bac.pdf