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ASAMBLEAS DE DIOS DE NICARGUA

DISTRITO MALPAISILLO
INSTITUTO BIBLICO BEREA

Plan de Clase

Año : II Fecha: 28.01.2023


Asignatura : Epístolas Carcelarias
Unidad : No. 1 Efesios y Colosenses Parte 1
Lección : No. 2
Tema : Introducción a las epístolas carcelarias
: Nuestras bendiciones espirituales en Cristo (Ef. 1:3-14) Parte I
Objetivos
1. Resumir el trasfondo, propósitos y bosquejo de cada epístola.
2. Adquirir conocimientos específicos de cada una de las epístolas carcelarias

INTRODUCCION:
La Epístolas Carcelarias, que por la propia evidencia interna fueron escritas por el Apóstol Pablo desde una prisión en
Roma, aunque Pablo estaba encadenado y custodiado, el gobierno de Roma le permitió vivir en una casa que él alquiló
por 2 años (Hech. 28:16, 30). Por el contrario durante su último encarcelamiento en Roma (66-67 d. C) Pablo permaneció
en una fría mazmorra (2Tim. 4:13; 1:16; 2:9); la última de sus cartas 2 Timoteo, las escribió desde esa prisión, sin
embargo esta agrupada en las cartas pastorales de Pablo.

La fecha de escritura de estas 4 cartas, datan de 60-61 d. C, aunque su estadía fue difícil, pero a la vez fue fructífera,
debido a que estaba encarcelado en la casa que él alquiló, esto le permitía escuchar informes de las congregaciones,
dando como resultado estas 4 cartas que tratan de animarlos, solucionar sus problemas, enseñar y guiar a los creyentes.

La Biblia contiene muchas narraciones sobre Éfeso.


 Pablo encomendó a Priscila y Aquila ministrar en Éfeso casi al final de su segundo viaje (Hch 18:18-19). Allí ellos
enseñaron a Apolos, el gran orador judío (Hch 18:24-26) .
 Posteriormente, Pablo regresó a Éfeso en su tercer viaje. Su mayor avivamiento ocurrió allí. Pablo ministró tres
años en Éfeso, más tiempo que en cualquier otra ciudad (Hch 20:31). Él predicó el evangelio en la sinagoga, en la
escuela de Tiranno, en hogares y en los mercados (Hch 19) .
 Doce discípulos fueron bautizados en el Espíritu Santo en Éfeso (Hch 19:1-7). Se expulsaron demonios de otras
personas. Los hijos del sacerdote Esceva huyeron por esa calle de mármol (vea la figura 1.2). Por el contrario, la
unción sobre Pablo era tan poderosa que los pañuelos que tocaban su cuerpo traían sanidad . Los convertidos
quemaron libros de magia valorados por una suma similar al salario de 1000 hombres por 50 días de trabajo.
¿Será que el humo de la fogata de estos libros habrá llenado la calle principal hasta entrar en el templo de
Artemisa?
 Timoteo se convirtió en el primer pastor o supervisor de Éfeso. Pablo lo dejó allí y posteriormente le escribió una
carta (1 Ti 1:3)

Propósitos de Efesios:
Pablo escribió la Carta a los Efesios con dos propósitos: Aclarar doctrina (Ef. 1-3) y Deber (Ef. 4-6)
En cuanto a “doctrina”, Pablo enfatiza que en Cristo, Dios nos ha bendecido con toda bendición espiritual, que las
bendiciones de Dios son tanto para judíos, como para gentiles que se convierten en un solo cuerpo en Cristo.
Y en cuanto al “deber” Pablo explica que judíos y gentiles deben reflejar a Cristo en el hogar, en el trabajo y en diario vivir.

Bosquejo de Efesios:

Bendiciones Espirituales:

A. Dios nos bendijo en los lugares celestiales con una gran riqueza, toda bendición espiritual en Cristo (Efesios 1:3).

Y en los capítulos 4–6, él habla sobre nuestro caminar en el Señor. Realmente, necesitamos comprender nuestra riqueza
en Cristo antes de hablar sobre nuestro caminar. Porque si intentamos vivir la vida cristiana sin apreciar primero quiénes
somos y qué tenemos en Cristo, no caminaríamos bien.
La estrategia del enemigo es privarnos de la comprensión de nuestra riqueza en Cristo para que vivamos pobremente en
lugar de en abundancia. Su estrategia es engañarnos en nuestro caminar de manera que no caminemos en rectitud con
Dios. Efesios nos dice cómo vivir en la riqueza de Dios y cómo caminar en los pasos del Señor. Efesios 1:3-14 revela que
Dios nos llama a ser una iglesia rica, no necesariamente rica en finanzas. Pero cuando somos ricos, tenemos algo que
compartir con otros. Pablo explica que debemos ser ricos en amor, ricos en la gracia de Dios, ricos en perdón, ricos en
sanidad, ricos en compasión, ricos en el servicio. Somos ricos en Dios: “que nos bendijo con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo” (Ef 1:3) . Vivamos entonces como ricos espirituales: siendo generosos con nuestros
hermanos y hermanas en Cristo y compartiendo nuestra fe con los que están fuera de la familia de Dios .
B. Dios nos escogió en Cristo para ser santos y sin mancha (Efesios 1:4).

La *elección* y la *predestinación* son temas importantes de la Escritura. Para comprender estas dos doctrinas,
imagínese un gran barco que viaja hacia el cielo. El barco representa a la iglesia. Dios ha escogido (elegido) el barco. Y Él
lo compró para que fuera de su propiedad . Cristo es el Capitán. Nadie puede pagar por viajar en el barco, sino que todos
son recibidos en forma gratuita. La única condición para subir al barco es ser amigo del Capitán. A medida que las
personas desarrollan una relación personal con el Capitán, son escogidas (elegidas) para ir en el barco. Mientras las
personas estén en el barco, en una buena relación con el Capitán, se encuentran entre los elegidos; los escogidos. Pero,
si ellos deciden abandonar el barco y a su Capitán, dejan de ser parte de los elegidos. La elección siempre está
relacionada con el Capitán y su barco . La predestinación nos habla acerca del destino del barco y sobre lo que Dios ha
preparado para aquellos que permanecen en este . Dios ha predestinado a todos los que reciben a Cristo a ser hechos
conformes a la imagen del Capitán (Ro 8:29). De igual manera, Dios predestinó a todos los que permanecen en el barco a
llegar al cielo y recibir la herencia que Él planeó (Ef 1:14) . Dios invita a todos a subir al barco, por medio de la fe y el
sometimiento al Capitán.

Lea las parábolas de la moneda perdida, la oveja perdida y el hijo perdido en Lucas 15. Estas tres parábolas ilustran un
solo tema: Hay regocijo en los cielos cuando un pecador se arrepiente (Lc 15:7, 10, 32). Todo el cielo se regocija cuando
un pecador, de cualquiera edad y cualquier nación, se arrepiente y se acoge a lo que Dios ha planeado para toda la
humanidad .

¿Por qué Dios nos escogió para permanecer en Cristo? Pablo enfatiza que Dios nos escogió “para que fuésemos santos
y sin mancha” en Cristo (Ef 1:4). A todo lo largo de sus escritos Pablo explica que somos santos y sin mancha de tres
maneras: 1. en nuestra posición, 2. en nuestras acciones y 3. en nuestra condición. Así que, las Escrituras se refieren a
nosotros como santos, basada en la palabra griega hagios, que significa “los que procuran vivir en santidad” (Ef 1:1; Fil
1:1; Col 1:2) . (Pronuncie hagios: ja-gi-os) .
C. Dios nos predestinó para ser adoptados como sus hijos por medio de Jesucristo (Efesios 1:5-6)
Observemos que el V. 5 inicia: … “en amor” que conecta con el V. 4. Nuestro Dios ha abierto sus brazos ampliamente,
invitando a todos a convertirse en miembros de su familia.
La bendición que Dios planeó desde antes de la creación del mundo es adoptar a todos sus hijos. La *adopción en el
mundo antiguo era usada en un sentido muy amplio. Una adopción incluía aceptar legalmente como suyo a un niño,
aunque no fuera suyo.
¿Cómo llega la bendición de la adopción? Pablo dice que la adopción llega en el amor del Padre a través de Jesucristo,
sin reservas, por el beneplácito y la voluntad de Dios .
¿Qué propósito de la adopción menciona Pablo en Efesios 1:6? Que todos alaben a Dios por la gloria de su gracia (Ef 1:6)
Por medio de la adopción, aquellos que una vez eran conocidos como hijos de ira y desobediencia ¡se convierten en hijos
de Dios! (Ef 2:1-3; 5:6; Col 3:6) .

D. Jesús nos redimió por medio de su sangre, proveyendo perdón (Efesios 1:7-8).
Otra bendición que tenemos en Cristo es la redención. Redimir significa “adquirir de nuevo”. Antes de que encontráramos
la libertad en Cristo, éramos esclavos del ego, del pecado y de Satanás . ¡Esta redención fue costosa, le costó la vida a
Jesús! (1 P 1:18-19)

La mayoría de nosotros no tiene la mínima idea de cómo sería ser esclavo, con cadenas, sin derechos, sin esperanza y
sin recibir ninguna compasión. Sin embargo, el pecado y Satanás esclavizan a millones con los mismos tristes resultados.
Jesús nos redime, nos libera y nos perdona. ¡Qué bendición, qué noticia tan maravillosa!

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