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El carácter fundamental del derecho a probar no solo implica que todo sujeto de derecho pueda
ejercerlo dentro de un proceso judicial de cualquier tipo, o dentro de un procedimiento, sino
que constituye un elemento esencial del ordenamiento jurídico.
Naturaleza Jurídica
Es un derecho subjetivo, perteneciente al grupo de los derechos fundamentales, que tiene todo
sujeto por el hecho de serlo, que le permite utilizar dentro de un proceso o procedimiento en el
que interviene y participa, conforme a los principios que lo delimitan y le dan contenido, todos
los medios probatorios que resulten necesarios para acreditar los hechos que sirven de
fundamento a su pretensión o defensa.
Derecho subjetivo: El poder que el ordenamiento jurídico reconoce a un sujeto de derecho para
hacer o dejar de hacer algo, dependiendo de su voluntad la posibilidad de su ejercicio o defensa.
Para ello, el sujeto debe estar legitimado para intervenir en la actividad probatoria.
Ejemplo: un testigo no está legitimado. Si el juez ordena que incorpore medios probatorios, es
un poder-deber (facultad inquisitiva del juez). Eso es porque el deber de los jueces en admitir
no deriva del derecho de probar, sino que deriva de los principios y valores que fundan el
ordenamiento jurídico e inspiran la Constitución y la Ley.
Los derechos fundamentales son la base del ordenamiento jurídico. Obliga y vincula a todos los
órganos del Estado, y derivan de tres valores superiores: la dignidad, la libertad y la igualdad de
la persona. Su forma escrita es un mero reconocimiento, son anteriores al ordenamiento (art
3).
Son inherentes, son reconocidos a la persona por el mismo hecho de serlo. Uno de estos es el
referido a la tutela jurisdiccional efectiva, íntimamente vinculada con el derecho a un debido
proceso.
Inherente porque se pasa al Estado la batuta para vigilar las relaciones entre personas, y estos
derechos son indispensables para la sobrevivencia pacífica de género humano, el respeto a su
dignidad y el mantenimiento de una sociedad políticamente organizada.
Su contenido esencial está delimitado por una serie de principios que inspiran el debido
proceso. Derecho a que se admitan, actúen y valoren debidamente los medios probatorios
ofrecidos por las partes legitimadas para ello, conforme a los principios que lo inspiran y
delimitan.
Que el juzgador admita los medios probatorios ofrecidos por los sujetos procesales legitimados,
siempre que resulten conformes con los principios procesales que lo delimitan. Los más
importantes son:
a. Principio de eventualidad.
Deben ser ofrecidos dentro del plazo señalado por la norma jurídica, generalmente en los actos
postulatorios, y después ya no al no haber sido ofrecidos en su oportunidad debida.
Impropio. – Ocurre antes del proceso pero solo pudo ser conocido por la parte que se beneficia
con él con posterioridad al inicio del proceso.
Tiene la carga de probar su ocurrencia (quien se beneficia) y la otra parte tiene la oportunidad
de probar con respecto de él. De todos modos, debe estarse a favor de su admisibilidad.
b. Principio de pertinencia.
Exige que los medios probatorios guarden una relación lógico-jurídica con los hechos que
sustentan la pretensión o la defensa. Los que resulten impertinentes deben ser rechazados in
limine por el Juzgador. Pero si no se sabe si su impertinencia lo es o no, se pueden admitir y
luego pronunciarse sobre ellos en su decisión definitiva, ya que la decisión inicial de la
pertinencia no vincula al Juzgador.
No van:
- Medios probatorios que prueban hechos que no fueron afirmados por las partes
- Medios probatorios con los que se pretende probar hechos que no encajan en el
supuesto fáctico de la norma cuya aplicación pide la parte.
Se exige que el sujeto procesal cuide que los medios probatorios con los que se pretende
acreditar los hechos que configuran su pretensión o su defensa sean aquellos que la ley permite
utilizar para acreditarlos.
Limitación: solo será válida en tanto resulte justificada por la necesidad de salvaguardar otro
derecho fundamental, un valor constitucional o un bien jurídico, como los principios de celeridad
y economía procesal.
Solo deben ser admitidos los medios probatorios que presten algún servicio en el proceso de
convicción del juzgador.
e. Principio de licitud.
Como la norma es fundamental, la otra norma, principio o valor violado debe ser también
fundamental. Debe evaluar y elegir el mal menor.
Sin embargo, la transgresión de una norma jurídica debe ser sancionado. Si es admitido o no,
no importa, el juez deberá imponer al transgresor la sanción civil, penal o administrativa que
corresponda.
Este principio no es exclusivo de la actuación probatoria, su eficacia recae sobre todo el proceso.
Implica que el juez ha presenciado la actuación de los medios probatorios, que ha oído a las
partes, y ha apreciado su conducta en el proceso, sea el mismo que dicte la sentencia.
Tiene una importancia trascendental en la actuación de los medios probatorios porque no hay
inmediación si la ley permite que un juez presencia la actuación de los medios probatorios y
otro dice sentencia.
Contradicción: Su eficacia está en todo el proceso, pero en materia probatoria significa que el
sujeto procesal contra quien se opone la prueba debe tener la oportunidad procesal para
conocerla y discutirla, incluyendo en esto el ejercicio de su derecho a probar contra los hechos
probatorios afirmados y ofrecidos.
Comunidad: Las pruebas pertenecen al proceso y no a quien los aporta, no solo éste puede
beneficiarse.
Es el derecho de todo sujeto procesal a que los medios probatorios actuados sean debidamente
valorados por el juzgador. ¿Cuándo un medio probatorio ha sido debidamente valorado?
Los medios probatorios forman una unidad y deben ser valorados y examinados por el juzgador
en forma conjunta. Se puntualiza su concordancia o discordancia, para finalmente concluir sobre
el convencimiento que a partir de ellas se forme.
Tarifa legal: la operación intelectual del juez era dejada de lado para asegurar imparcialidad. Se
declaraba como verdad una simple apariencia formal.
Sana crítica: El juzgador está en libertad de valorar los medios probatorios pero de manera
razonada, crítica, basa en las reglas de la lógica, la sicología, la técnica, la ciencia, el derecho y
las reglas de experiencia que según el juzgador sean aplicables al caso. Debe ser explicado
debidamente en la motivación de su resolución.
PICO JUNOY
El derecho a la prueba es aquel que poseen las partes, las cuales pueden utilizar los medios
probatorios necesarios para formar una convicción en el Juez. La no práctica de un medio
probatorio inicialmente admitido es o puede ser una denegación tácita del derecho a la prueba.
Tiene límites y deben ser respetados. Sin embargo, su constitucionalización exige una
interpretación flexible y amplia de la legalidad en orden de favorecer su máxima vigencia (debe
estar sobre los principios de economía, celeridad y eficacia). Esto también conlleva a la
necesidad de razonar o motivar la decisión judicial que inadmita un medio probatorio o no
admita su práctica, y debemos destacar que esta constitucionalización conduce a que sea de
aplicación el test de proporcionalidad.
Ámbito de aplicación
Titularidad
Límites
a. Pertinencia.
Siempre que la prueba tenga relación con el objeto del proceso, y expresa además la capacidad
para influir en la convicción del órgano decisor. Su valoración (de pertinencia o impertinencia)
corresponde al ad quo, sin perjuicio de su control o revisión en las instancias superiores e
incluso el amparo.
b. Licitud
Una prueba lícita es aquella que ha sido obtenida o practicada sin infracción de los derechos
fundamentales.
Caso contrario, se infringiría el derecho a un proceso con todas las garantías, a la igualdad de
armas procesales y incluso el derecho a la presunción de inocencia (si fue condenado con
pruebas ilícitas).
Teoría de la conexión de antijuricidad: Esta ineficacia arrastra también a las pruebas logradas a
partir de ella. No existe esta conexión:
Se pueden incorporar pruebas legales que traten de justificar los mismos hechos.
No hay ilicitud:
MUÑOZ SABATÉ
¿Qué es la probática?
La prueba es la verificación de afirmaciones formuladas por las partes (hechos y a veces normas
jurídicas), que se realizan utilizando fuentes, las cuales se llevan al proceso a través de diferentes
medios.
La probática se funda en dos conocimientos constantes (la lógica y la psicología), a los cuales
podríamos denominar conocimientos de primer orden, pero también puede fundamentarse en
otros conocimientos inconstantes o de segundo orden derivan de otros saberes. Para que las
alegaciones sean buenas, se debe hallar la coincidencia o similitud de la afirmación de hecho
con el hecho histórico realmente sucedido.
1. Eposición fáctica del caso por el cliente. Interrogatorio del abogado al cliente.
2. Centraje del tema a probar (tema probandi) consistente en desarrollar un acercamiento
a los hechos controvertidos.
3. Reflexión crítica sobre el material recogido (punto 1), con el fin de gestionar la
investigación de las fuentes y la elaboración estratégica de la fórmula probática.
4. Argumentación retórica y demostración empírica de los hechos con vistas a producir
evidencia.
No enseña a probar, sino que lo reglamenta. Cuantas menos trabas formales opongamos a la
prueba, más fácilmente nos acercaremos a la verdad de los hechos, el peor enemigo de la
probática es el derecho probatorio. Pero eso no quita que la necesite.
(ver página 7)
La heurística o investigación