En conclusión, el análisis molecular en la extracción de ADN a partir de restos óseos desempeña un

papel fundamental en la investigación forense. Los avances tecnológicos y los métodos de

extracción mejorados han aumentado la sensibilidad y la fiabilidad de la detección de ADN, lo que
ha facilitado la identificación de víctimas y ha contribuido a la resolución de casos. Todas estas
técnicas mencionadas anteriormente son cruciales para el análisis de restos óseos en la
investigación forense, proporcionando pruebas sólidas y confiables, además que tienen un
impacto significativo en la búsqueda de la verdad y la justicia.

En conclusión, la extracción de ADN amplificable es de gran importancia en la investigación

forense, especialmente cuando se trabaja con muestras deterioradas, como los restos óseos. Los
avances tecnológicos han mejorado la eficiencia y precisión de los métodos de extracción de ADN,
lo que ha permitido obtener información valiosa incluso de muestras altamente degradadas o con
bajo contenido celular.

La extracción de ADN se basa en diferentes protocolos, como el Protocolo Fenol-cloroformo y el

Protocolo sílice. Estos métodos permiten obtener ADN en cantidades adecuadas y con mayor
pureza, lo cual es fundamental para su posterior amplificación y análisis.

Los restos óseos y dentales son recursos importantes para la identificación de víctimas, ya que el
ADN tiende a conservarse mejor en la matriz calcificada. Para obtener buenos resultados de
perfilado, se utilizan protocolos de desmineralización que disuelven la matriz ósea y liberan el
ADN.

En la actualidad, se utilizan columnas comerciales y dispositivos de ultrafiltración para simplificar y

estandarizar los métodos de extracción de ADN. Estos avances han facilitado su aplicación en
diversos escenarios forenses y han contribuido a maximizar el potencial del análisis molecular en
la resolución de crímenes y la búsqueda de la verdad en el sistema de justicia.