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No tengan miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden quitar la vida; teman
más bien al que puede destruir al hombre entero en el fuego que no se apaga.
(Mateo 10, 28)
de la Perfección Cristiana)
Fr Antonio Royo Marin, (Teología
2. Horror al sufrimiento
En tus infidelidades diarias, humíllate, humíllate, humíllate siempre. Cuando el Señor te vea humillado
hasta el suelo, te tenderá su mano. Él mismo pensará en atraerte hacia Él. - San Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA
3. Combatir la ociosidad
La semilla de la sensualidad encuentra terreno abonado en un alma desocupada y
ociosa. La ociosidad es ¡la madre de todos los vicios: «multam enim malitiam.docuit
otiositas» (Ecli 33,29),
En tus infidelidades diarias, humíllate, humíllate, humíllate siempre. Cuando el Señor te vea humillado
hasta el suelo, te tenderá su mano. Él mismo pensará en atraerte hacia Él. - San Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA
HORROR AL SUFRIMIENTO
HORROR AL SUFRIMIENTO
1. No omitir ninguno de nuestros deberes a causa del dolor que nos produce
2. Aceptar con resignación las cruces que Dios permite: “Padre pase de mí este cáliz,
pero no se haga mi voluntad sino la tuya”.
3. Practicar la mortificación voluntaria
4. Preferir el dolor al placer
5. Ofrecerse a Dios como víctima de expiación.
En tus infidelidades diarias, humíllate, humíllate, humíllate siempre. Cuando el Señor te vea humillado
hasta el suelo, te tenderá su mano. Él mismo pensará en atraerte hacia Él. - San Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA
«Así, pues, hermanos, no somos deudores a la carne de vivir según la carne; que, si
vivís según la carne, moriréis; mas, si con el espíritu mortificar las obras del cuerpo,
viviréis (Rom 8,12-13). Los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus
pasiones y concupiscencias. Si vivimos del espíritu, andemos también según el
espíritu» (Gal 5,24-25).
En tus infidelidades diarias, humíllate, humíllate, humíllate siempre. Cuando el Señor te vea humillado
hasta el suelo, te tenderá su mano. Él mismo pensará en atraerte hacia Él. - San Pío de Pietrelcina
SOBRE SAN PIO
Junto a la batalla que podríamos llamar «cósmica»
entre Cristo y el Diablo, entre la Luz y las tinieblas,
que tendrá su Armageddon en el juicio final,
paralelamente a esa «guerra santa», todo creyente
libra otro combate en su interior, en el centro de su
propia alma.
Éste es uno de los más importantes mensajes del Padre Pío al mundo de
hoy: sí, el Diablo existe. Frente a la creencia cada vez más extendida
entre los creyentes que considera al Diablo como un mito, la tradición
de la Iglesia afirma tajantemente que el Maligno existe, y que no es un
dogma teórico, sino una realidad que puede comprobarse
experimentalmente, porque el cristianismo siempre ha tenido pruebas
irrefutables de su existencia. Sí, el Diablo existe, aunque algunos –cada
vez más– no crean en él, pero, como decía el Padre Pío, «ya creerán más
tarde, pues algún día morirán y se encontrarán con la terrible realidad
de haber malgastado su vida, viviendo sólo para el placer, y haber sido
engañados miserablemente por el Demonio».
Las insidias del Maligno suelen ser mucho más discretas, más oscuras y
misteriosas, más subrepticias, ya que operan a niveles generalmente
subconscientes, en forma de insinuaciones y sugestiones a la voluntad para
tentarnos a actuar de una manera determinada: o ejecutando acciones
negativas y contrarias a nuestro progreso espiritual, o abrumándonos con
sentimientos y emociones perniciosas que nos disuadan de emprender
acciones positivas para nosotros y para el mundo.
Satanás pocas veces aparece de modo formal, sino que prefiere actuar
sibilinamente, socavando poco a poco la fe de los creyentes, sugiriendo al
oído acciones, deseos, omisiones de actos buenos, egoísmo, pereza, dejadez,
falta de oración... quitando importancia a los pecados, convirtiéndolos en
conquista de la libertad y la razón. Su intención no es otra que apartarnos del
camino que conduce a la salvación, apartar a las almas de la vista de Dios.
Desde luego, los santos son las víctimas favoritas de estos ataques, que tienen
como objetivo disuadirles de acometer empresas de importancia para el
futuro de la Iglesia, pero también son bien conocidos por muchos creyentes,
que frecuentemente se ven obstaculizados por sugestiones negativas cuando
se deciden a emprender cualquier proyecto de importancia para su vida
espiritual.
PROPÓSITO:
Hoy en cada momento del día que sufra alguna tentación,
invocaré el nombre de Jesús para que acuda en mi auxilio.
SOBRE SAN PIO
PROPÓSITO:
Hoy en cada momento del día que sufra alguna tentación,
invocaré el nombre de Jesús para que acuda en mi auxilio.