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¿Quién es?: Es una Creatura espiritual, superior al hombre, condenado eternamente. Los
Demonios no fueron creados malos, sino que, al ser creados, Dios les mostró que tenían
que hacer un acto de amor, que se iba a hacer hombre y que ellos tendrían que adorar a
una naturaleza inferior, a lo cual ellos contestaron Non serviant.
¿QUIÉN ES EL DEMONIO?
Creatura espiritual,
Superior al hombre,
Ángel caído,
Padre de la mentira,
Condenado eternamente.
¡NON SERVIANT!
San Pedro: compara al Demonio a un león enfurecido que anda dando vueltas en torno
nuestro, deseando devorarnos. 1Ped. 5,8 “Cada uno es tentado por sus propias
concupiscencias” “Vestíos la armadura de Dios, para poder sosteneros contra los
ataques engañosos del diablo. Porque para nosotros la lucha no es contra sangre y
carne, sino contra los principados, contra las potestades, contra los poderes mundanos
de estas tinieblas, contra los espíritus de la maldad en lo celestial”. Ef. 6,11-12
“El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a distancia de él, no será mordido.”
- San Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA
La tentación
La obsesión
La posesión
OTRAS FORMAS
La vejación
La infestación
TENTACIÓN
“Por tanto, el que cree estar en pie, cuide de no caer. No nos ha sobrevenido
tentación que no sea humana; y Dios es fiel y no permitirá que seáis tentados sobre
vuestras fuerzas, sino que aun junto a la tentación preparará la salida, para que
podáis sobrellevarla”
1 Cor. 10,12-13
Humilla a satanás
Hace resplandecer la gloria de Dios
Purifica nuestras almas
Humildad, arrepentimiento y confianza en Dios
Nos obliga a estar vigilantes y alertas
A desconfiar de nosotros y esperar todo de Dios
Mortificar nuestros gustos y caprichos
Excita a la oración
Aumenta experiencia, y nos hace más circunspectos en la lucha contra nuestros
enemigos
“El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a distancia de él, no será mordido.”
- San Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA
PSICOLOGÍA DE LA TENTACIÓN
Ataque del enemigo que se esfuerza por entrar en una plaza de la que aún no es
dueño
Pensamientos concurrentes desproporcionados de temática contra Dios o contra
la vida
Se distingue de la posesión por su violencia y duración
Imágenes, deseos y sentimientos
Puede afectar los sentidos externos: ver sombras, sentir olores, oír ruidos
“El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a distancia de él, no será mordido.”
- San Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA
Toma el cuerpo, habla y actúa como quiere sin que la persona se pueda oponer,
también lo hemos visto en algunos santos. El maligno enemigo en determinados
momentos puede hablar y moverse a través de ella sin que ésta pueda evitarlo.
CAUSAS DE LA POSESIÓN
“El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a distancia de él, no será mordido.”
- San Pío de Pietrelcina
FUNDAMENTACIÓN TEOLÓGICA
Como sabe que contra Dios no puede nada, ataca a los amados de Dios que
somos nosotros.
Imagen y semejanza de Dios.
“Si Satanás tuviera las manos libres dadas por Dios ninguno de nosotros
permanecería con vida, no pudiendo asesinarnos busca que nos opongamos a
Dios.” San Agustin
“El demonio es como perro encadenado; si uno se mantiene a distancia de él, no será mordido.”
- San Pío de Pietrelcina
SOBRE SAN PIO
Las tentaciones de Satanás
El enemigo hace todos sus esfuerzos para inducirme a consentir sus deseos
impíos; y en modo especial este espíritu maligno trata, con toda clase de
fantasmas, de introducir en mi corazón pensamientos de inmundicia y
desesperación…
"Barba Azul" no quiere dar el brazo a torcer, ha tomado todas las formas
posibles. Desde hace algunos días me visita junto a sus secuaces armados con
bastones y armas de hierro y, lo que es peor, bajo las mismas formas. Quién
sabe cuántas veces me habrá sacado de la cama y arrastrado por la
habitación…
Las tentaciones que se refieren a mi vida en el siglo son las que más me llegan
al corazón, me ofuscan la mente, me producen un sudor frío y –me atrevo a
decirlo– me hacen temblar de pies a cabeza. En esos momentos los ojos no
me sirven más que para llorar; y, para consolarme y animarme, debo pensar
en lo que usted me va indicando en sus cartas. También al subir al altar, ¡Dios
mío!, sufro los mismos asaltos del demonio; pero tengo conmigo a Jesús y,
¿qué podré temer? (19 de marzo de 1911, al P. Benedetto da San Marco in
Lamis, Ep. I, 215).
PROPÓSITO:
A partir de hoy, ante cualquier tentación o duda, yo diré la
siguiente jaculatoria Jesús, José y María, os doy el corazón
y el alma mía. Cada día, antes de dormir, haré el Santo
Rosario.