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REGISTRO N°1018/12
//la ciudad de Buenos Aires, a los 21 días del mes de junio del año
dos mil doce, se reúne la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal
integrada por el doctor Mariano Hernán Borinsky como Presidente, los
doctores Juan Carlos Gemignani y Gustavo M. Hornos como Vocales,
asistidos por la Secretaria actuante, a los efectos de resolver el recurso de
casación de fs. 13/18, de la presente causa Nro. 15.202 del registro de esta
Sala, caratulada: “ORTIZ, Justo Alberto Ignacio s/ recurso de casación”;
de la que RESULTA:
I. Que el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata,
en el marco de la causa Nro. 2286/2 de su registro, con fecha 2 de marzo de
2011, resolvió: “NO HACER LUGAR A LA REVOCATORIA DE LA PRISIÓN
DOMICILIARIA OPORTUNAMENTE DISPUESTA A JUSTO ALBERTO
IGNACIO ORTIZ.” (cfr. fs. 5/12).
II. Que contra dicha resolución interpuso recurso de casación el
representante del Ministerio Público Fiscal (fs. 13/18), que fue declarado
inadmisible por el tribunal a quo (fs. 19/25), habiendo sido finalmente
concedido al haberse hecho lugar a la presentación directa del acusador
público ante esta instancia (fs. 34).
III. Al presentar sus agravios, el recurrente alegó que la
resolución impugnada resulta arbitraria. Ello, pues, a su juicio, los jueces han
efectuado una incorrecta valoración de las constancias de la causa y han
fundado su decisión en motivos incompatibles con la adecuada hermenéutica
de las normas legales que rigen el instituto de la prisión domiciliaria.
En este sentido, el Fiscal General de la instancia anterior agregó
que el 21 de diciembre de 2010, Justo Alberto Ignacio Ortiz fue condenado a
prisión perpetua por la comisión de delitos que fueron caracterizados como
lesa humanidad. Además, indicó que en la resolución recurrida no se evaluó el
riesgo de fuga que comporta dicha condena, sino que la cuestión fue decidida
a partir de la condición etaria que cumple el inculpado (art. 32 inc. “d” de la
ley 23.660).
Finalmente, el recurrente alegó que la circunstancia que el
imputado sea mayor de 70 años, no comporta la aplicación automática de la
prisión domiciliaria. Para ello, recordó que el instituto responde a
irrenunciables imperativos humanitarios que deben ser evaluados por los
magistrados, en el marco de sus facultades, atendiendo a la naturaleza de los
delitos objeto de imputación y los riesgos procesales que se registren. Citó
jurisprudencia.
Hizo reserva de caso federal.
IV. Que celebrada la audiencia prevista por el art.465 bis, en
función del art. 454 del C.P.P.N (texto según ley 26.374), de la que se dejó
constancia a fs. 45, se presentó el Fiscal General ante esta instancia, Dr. Raúl
Omar Pleé, quien solicitó fundadamente que se haga lugar al recurso de
casación. Asimismo, el Sr. Defensor Oficial que asiste técnicamente a Ortiz,
solicitó que se rechace el recurso de casación. En esta oportunidad, objetó que
el Fiscal General de Juicio haya adherido al requerimiento de la querella para
que se revoque la prisión domiciliaria de su defendido, toda vez que el
acusador particular no se encuentra legitimado para intervenir en este tipo de
cuestiones.
Efectuado el sorteo de ley para que los señores jueces emitan su
voto, resultó el siguiente orden sucesivo de votación: doctores Mariano H.
Borinsky, Gustavo M. Hornos y Juan Carlos Gemignani.
El señor Juez Mariano Hernán Borinsky dijo:
I. Que el recurso intentado resulta formalmente admisible, pues a
partir de los agravios invocados por el recurrente, el caso traído a revisión
constituye un supuesto de gravedad institucional que habilita la jurisdicción de
esta Cámara Federal de Casación Penal como órgano intermedio (Fallos:
328:1108), pues se encuentra comprometida la responsabilidad internacional
del Estado argentino de garantizar el efectivo cumplimiento de la pena -en el
caso, no firme- impuesta a una persona penalmente responsable por las graves
Causa N° 15202 –Sala
IV– C.F.C.P “ORTIZ,
Cámara Federal de Casación Penal Justo Alberto
recurso de casación”
s/
“Ortiz, Juan Alberto Ignacio s/recurso de queja” (registro nro. 14.129.4, rta. el
28/12/11 -cfr. fs. 34/34 vta-.).
II. Ahora bien, a efectos de realizar un adecuado análisis del
cuestionamiento efectuado, habré de repasar brevemente el trámite de las
presentes actuaciones.
El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata, con
fecha 21 de diciembre de 2010 resolvió -entre otras cosas- condenar a Justo
Alberto Ignacio Ortiz a la pena de prisión perpetua y -en lo que aquí respecta-
disponer “…la extracción de copias certificadas del acta de debate
correspondiente a los alegatos, en lo concerniente al pedido formulado por
las partes acusadoras para que sean revocadas las prisiones domiciliarias de
Pertusio, Arrillaga y Ortiz de las respuestas que a tales pedidos formularon
las defensas, para su agregación a los incidentes respectivos a fin de proveer
lo que por derecho corresponda” (cfr. puntos IV y VII respectivamente de las
fotocopias obrantes a fs. 1/ 2vta.).
En este sentido, en el legajo respectivo, con fecha 2 de marzo de
2011 se ordenó no hacer lugar a la revocatoria de la prisión domiciliaria
oportunamente dispuesta respecto de Ortiz, contra lo cual interpuso el recurso
de casación bajo análisis el representante del Ministerio Público Fiscal en la
instancia (cfr. fs. 5/12 y 13/18 -fotocopias remitidas-).
Finalmente, con fecha 14 de mayo de 2012 esta Sala IV de la
C.F.C.P., resolvió en la causa Nro. 14.075 “Arrillaga, Alfredo Manuel y otros
s/recurso de casación” (registro nro. 743/12), rechazar -por mayoría- los
recursos de casación interpuestos, resolución que aún no se encuentra firme.
III. Que el recurrente encauzó su agravió por la vía prevista en el
inciso 2º del artículo 456 del digesto de rito.
Previo a desarrollar sus cuestionamientos, el representante de la
vindicta pública realizó algunas consideraciones en punto a la procedencia del
recurso, entre ellas, indicó que si bien la resolución recurrida fue dictada en el
marco del incidente de arresto domiciliario de Ortiz, lo dispuesto forma parte
material de la sentencia dictada por el tribunal el 21 de diciembre de 2010,
pues el planteo ahora analizado fue efectuado en oportunidad de realizarse los
alegatos en el marco de la causa Nro. 2286 del registro del a quo, y por ende
resulta recurrible en los términos del artículo 457 del C.P.P.N..
Luego indicó que, a efectos de adoptar la resolución cuestionada,
el tribunal reseñó la situación del imputado y refirió que la prisión domiciliaria
se dispuso exclusivamente sobre la base de la edad del imputado (artículo 10,
inciso d) del C.P. y artículo 32, inciso d) de la ley 24.660).
Que el a quo entendió que no se violaba el principio de igualdad
ante la ley al brindarles a las personas condenadas por estos delitos el mismo
trato que a otras condenadas por delitos comunes, argumento que -a su
entender- resulta incompatible con el principio de razonabilidad que indica
que a mayor disvaliosidad del hecho se corresponde mayor sanción penal,
pues la distinción no es un artificio sino un derecho penal positivizado en la
Argentina (artículo 75, inciso 22º de la C.N., ley 25.390 que ratifica el
Estatuto de Roma y la ley 26.200).
Asimismo sostuvo que se efectuó una incorrecta interpretación de
la ley 26.472 pues el texto legal establece que el juez “podrá” disponer el
cumplimiento de la pena impuesta en detención domiciliaría, lo que implica
que la circunstancia de ser “mayor de 70 años” no importa la aplicación
automática del beneficio, el que debe ser evaluado por el juez conforme a la
facultad que le otorga el ordenamiento legal.
Señaló que en estos procesos la regla es la cárcel efectiva más allá
de la edad de los autores y esto particularmente porque en esta clase de delitos
transcurre un lapso de tiempo considerable en la efectiva persecución y
punición de los imputados, por lo que resulta habitual que la edad de los
mismos sea elevada.
En definitiva, solicitó que se revoque el arresto domiciliario y se
ordene que la pena de prisión perpetua se cumpla en un establecimiento
penitenciario (artículos 1, 14,16, 28 y 75, inciso 22º de la C.N.; artículos 5 y
10, inciso d) del C.P.; y artículos 123, 398 y 404 del C.P.P.N.); e hizo reserva
Causa N° 15202 –Sala
IV– C.F.C.P “ORTIZ,
Cámara Federal de Casación Penal Justo Alberto
recurso de casación”
s/
de caso federal.
IV. Que en oportunidad de celebrarse la audiencia oral en autos,
el representante de la Unidad de Letrados Móviles ante la C.F.C.P., sostuvo
que el Ministerio Público Fiscal no debió haber intervenido en las presentes
actuaciones, pues quienes solicitaron la revocación de la prisión domiciliaria
al momento de efectuar los alegatos fueron los representantes de la querella,
pedido al cual el representante de la vindicta pública adhirió, por lo que no
encontrándose legitimados los primeros a efectos de intervenir en incidencia,
el segundo adhirió a un pedido que en su génesis resultó nulo.
V. Sentado ello, habré de invertir el orden de tratamiento de los
cuestionamientos efectuados por las partes pues de tener favorable acogida el
agravio introducido por la defensa en ocasión de celebrarse la audiencia oral
en autos no habré de ingresar al análisis de los restantes.
En este orden de ideas, conforme surge del acta de debate obrante
a fs. 10.333/10.368 vta. de la causa Nro. 14.075 del registro de esta Sala -ya
citada-, luego de un cuarto intermedio, se le otorgó la palabra al Ministerio
Público Fiscal en los términos del artículo 393 del C.P.P.N. (cfr. fs. 10.354),
quien al finalizar su alegato, expresamente solicitó “…4) Se revoque el arresto
domiciliario que vienen gozando los precedentemente nombrados y se
disponga el cumplimiento de la prisión preventiva en un establecimiento
carcelario federal…” (cfr. fs. 10.368 vta.), por lo que el presente
cuestionamiento no habrá de tener favorable acogida.
VI. Ahora bien, corresponde recordar el marco normativo que
regula la detención domiciliaria y su revocación, a fin de analizar si ha sido
erróneamente aplicado, como afirma el recurrente, y por ende si lo resuelto
deviene arbitrario.
En este orden de ideas, debo señalar que el artículo 10 del Código
Penal y el artículo 32 de la ley 24.660 -texto conforme ley 26.472- configuran
una excepción al principio general de que la prisión debe cumplirse en
establecimientos penitenciarios, y como tal debe ser interpretada de manera
restrictiva sin que pueda derivarse per se una interpretación extensiva.
Por su parte, el artículo 34 de la ley de Ejecución de la Pena
Privativa de la Libertad establece los supuestos en los cuales procederá la
revocación del arresto domiciliario.
El artículo establece que: “El juez de ejecución o juez competente
revocará la detención domiciliaria cuando el condenado quebrantare
injustificadamente la obligación de permanecer en el domicilio fijado o
cuando los resultados de la supervisión efectuada así lo aconsejaren”.
Así, dos serían los supuestos por los cuales procedería la
revocación. En el primer caso, se trata de determinar si el detenido salió sin
autorización del domicilio respectivo y si lo hizo injustificadamente, lo que
importa, por un lado, que no hayan mediado razones de fuerza mayor que le
hayan impuesto obrar de ese modo y, por el otro, que le hayan impedido
obtener previamente el correspondiente permiso de la autoridad judicial; y en
el segundo supuesto, procedería cuando los resultados de la supervisión
efectuada así lo aconsejaren.
A ese marco ceñido, habré de recordar brevemente los
fundamentos del tribunal con el objeto de rechazar la revocatoria solicitada.
Para así decidir, el a quo tuvo presente en primer término que
Ortiz se encontraba condenado por sentencia no firme a la pena de prisión
perpetua así como también que -a la fecha de la resolución- contaba con 78
años de edad y que la medida cautelar que se le dictó es cumplida en la
modalidad de prisión domiciliaria.
Sostuvo que la misma se dispuso exclusivamente sobre la edad y
que si bien, con anterioridad a la reforma, debía confeccionarse un informe
médico, psicológico y social que justificara ese temperamento; ese requisito,
en la actualidad, resulta relevante sólo para los casos previstos en los incisos
a), b) y c) pero no para el d) que contempla la situación de las personas
mayores a setenta años.
Indicó que desde esa perspectiva Ortiz reúne las exigencias
legales y añadió que “de los informes realizados por el organismo que
Causa N° 15202 –Sala
IV– C.F.C.P “ORTIZ,
Cámara Federal de Casación Penal Justo Alberto
recurso de casación”
s/
internacional del Estado de hacer cumplir las sanciones que impusiera por
hechos de estas características.
Todo ello, da sustento a que el condenado cumpla la pena que le
fuera impuesta en un establecimiento penitenciario, sin que lo expuesto resulte
en el caso violatorio de sus garantías constitucionales, atento la inexistencia de
razones relativas a un grave estado de salud o de cualquier otra índole que
impliquen desatender las razones humanitarias inherentes a la detención
domiciliaria.
Por todo lo expuesto, entiendo que la solución acordada al caso
encuentra adecuado y suficiente sustento en todo cuanto se desarrollara en el
voto que comparto.
Por ello, en mérito al acuerdo que antecede y, por mayoría, el
Tribunal
RESUELVE:
I. HACER LUGAR al recurso de casación interpuesto por el
Ministerio Público Fiscal y, en consecuencia, ANULAR la resolución
impugnada que decidió no hacer lugar a la revocatoria de la prisión
domiciliaria oportunamente dispuesta de Justo Alberto Ignacio Ortiz, y remitir
al tribunal de origen para que dicte un nuevo pronunciamiento; sin costas (art.
471, 530 y 531 del C.P.P.N). Tener presente la reserva de caso federal.
Regístrese, notifíquese y remítase al tribunal de origen a sus
efectos, sirviendo la presente de atenta nota de envío.
MARIANO H. BORINSKY
Ante Mí:
JESICA Y. SIRCOVICH
PROSECRETARIA DE CÁMARA