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Mapas de riesgos y Atlas Nacional de Riesgos

Sesión 1 / Tema 1. Mapas de riesgos


Mapas de riesgos

Un mapa es una representación de la superficie de la Tierra en un plano (Inegi, 2014).


La utilidad de los mapas está dada por los propios elementos que se representan, ya
que en ellos se pueden ubicar rasgos geográficos, como ríos, lagos o temas específicos
(clima, vegetación, tipo de suelo, economía) o incluso información estadística de la
población. De esta manera, los mapas de riesgo representan de forma gráfica y simple
al fenómeno que impacta en un sitio geográfico y probabilidad de daño de su
infraestructura y son útiles en diferentes ámbitos: en la planeación urbana de las
ciudades, en la creación de escenarios para la atención de una emergencia, en la
gestión misma del riesgo, por mencionarte algunos ejemplos.

La elaboración de un mapa de riesgo es una tarea que implica varios pasos y procesos.
En primer lugar, para realizar un estudio de riesgo se debe contar con los elementos
que componen al riesgo, que son el peligro, la exposición y la vulnerabilidad.

Componentes del riesgo (peligro, exposición, vulnerabilidad)

El riesgo se define como la probabilidad de que ocurran pérdidas o algún otro efecto dañino sobre sistemas
constituidos por personas, comunidades y sus bienes, tales como edificaciones e infraestructura, en
consecuencia de la ocurrencia de fenómenos naturales o antropogénicos, los cuales llamaremos, de aquí en
adelante, fenómenos perturbadores.

El riesgo de desastre o daño está en función de tres factores que son el peligro, la exposición y la vulnerabilidad.
Estos elementos, en conjunto, conforman el riesgo. El riesgo se expresa en porcentaje de daño o un índice que
va de cero a uno, y estos valores a su vez se pueden traducir a cantidad de pesos o dólares.

A continuación te definimos cada uno de estos factores.

Peligro

El peligro se define como la probabilidad de que ocurra un fenómeno potencialmente dañino con determinada
intensidad. El peligro se mide por la intensidad y el periodo de retorno o de recurrencia. La intensidad es la
fuerza con la que se presenta el fenómeno y sus efectos; mientras que el periodo de retorno es el lapso de
tiempo promedio con que se repite un fenómeno con la misma intensidad. Por ejemplo, si un fenómeno tiene
un periodo de retorno de cinco años, de acuerdo con las estadísticas que se tienen del mismo, no significa que
el fenómeno se presente cada cinco años, pues también puede presentarse cada dos u ocho, sino que significa
que la probabilidad que tiene de presentarse cada año es de 1/5 o bien 0.20 %. Para la mayoría de los
fenómenos, no es posible representar el peligro en términos del periodo de retorno, esto es porque al momento
del estudio no se cuenta con la información suficiente para generar un análisis estadístico, el cual se requiere
para pronosticar el tiempo promedio en que se presentará un fenómeno determinado.

Por su parte, la intensidad de los fenómenos podemos ejemplificarla con la intensidad sísmica, que es la
aceleración de movimiento de un terreno originado por un sismo y que se mide por medio de la escala de
Mercalli que va de I a XIII (la percepción de la población).
Exposición

La exposición se refiere a la cantidad de personas, bienes y construcciones que se encuentran en el sitio donde
impacta el fenómeno perturbador y que pueden ser dañadas. Por lo general, la exposición se expresa en
unidades monetarias, aunque es importante mencionar que no siempre se puede traducir en cuestiones
económicas, sino también en kilómetros, número de viviendas y en el número de personas afectadas.

La exposición varía con el tiempo, ya que está estrechamente ligada con el crecimiento de la población y el
desarrollo de las comunidades; así como con la infraestructura (edificios, puentes, caminos, etcétera), existe
una tendencia de migración de las localidades rurales a las ciudades y éstas siguen creciendo. En la Ley General
de Protección Civil (artículo 83) se establece que es responsabilidad de las autoridades federales y estatales
promover acciones para la identificación de las zonas de riesgo en el país y establecerlas como zonas de
reserva para evitar el desarrollo habitacional:
Poblado situado en las inmediaciones del mar.

La exposición varía con el tiempo ya que está estrechamente ligada con el crecimiento y el desarrollo de la
población; así como a la infraestructura (edificios, puentes, caminos, etc.) que se van construyendo en
determinados sitios a lo largo del tiempo. La exposición puede disminuir con el alertamiento, adecuadamente
anticipado, de la ocurrencia de un fenómeno perturbador. Algunas medidas que se puede tomar para la
disminución de la exposición es evitar los asentamientos irregulares en sitios que representen peligro para las
personas. En la Ley General de Protección Civil (Art. 83) se establece que es responsabilidad de las autoridades
federales y estatales promover acciones para la identificación de las zonas de riesgo en el país:

El Gobierno Federal, con la participación de las entidades federativas y el Gobierno del Distrito Federal,
promoverá la creación de las bases que permitan la identificación y registro en los Atlas Nacional, Estatales y
Municipales de Riesgos de las zonas en el país con riesgo para la población, el patrimonio público y privado, que
posibilite a las autoridades competentes regular la edificación de asentamientos.

Generalmente, los bienes y las construcciones suelen clasificarse por la función que tienen entre la población, por
ejemplo, el sistema de transporte (infraestructura de caminos, puentes, señales), el sistema de salud
(hospitales, clínicas), el sistema de educación (escuelas, edificios de oficinas del sector de educación). En el
ámbito de la gestión del riesgo cuando se hace referencia a estos sistemas, suelen llamarse sistema expuesto.

vulnerabilidad

La vulnerabilidad se refiere a la susceptibilidad de un sistema expuesto a sufrir daños por los efectos de un
fenómeno perturbador y se evalúa a partir del número de pérdidas humanas de la población expuesta y del
porcentaje de daño en los bienes. La vulnerabilidad puede ser de dos tipos: física y social.

La vulnerabilidad física es fácil de representar en términos físicos y se calcula mediante funciones de


vulnerabilidad que representan la resistencia y comportamiento del sistema expuesto. Por ejemplo, la
vulnerabilidad de una construcción se determinará a partir de su resistencia ante los fuertes vientos producidos
por un huracán y que gráficamente se puede representar de la siguiente manera.
Con las curvas de vulnerabilidad elaboradas para cada fenómeno perturbador y cada infraestructura, se
conforman los Reglamentos de Construcción, los cuales proveen de las especificaciones de construcción
necesarias para que la infraestructura a construir sea segura ante el impacto de los fenómenos perturbadores,
por eso es necesaria su elaboración y aplicación.

La vulnerabilidad social se refiere a los aspectos económicos, educativos y culturales con los que cuenta la
población que limita la capacidad de desarrollo de la sociedad, en conjunto con la capacidad de prevención y
respuesta de la misma frente a un fenómeno perturbador. Por ejemplo, una comunidad que conoce y está
consciente de los riesgos a la que está expuesta ante la inminente erupción de un volcán o la llegada de un
huracán y por ello se organiza elaborando sistemas de alerta y planes operativos de evacuación, se considera
que presenta menor vulnerabilidad con respecto a otra que no está enterada ni preparada de la misma manera.

La vulnerabilidad también puede disminuir con el alertamiento, adecuadamente anticipado, de la ocurrencia de


un fenómeno perturbador.

Para calcular el riesgo, los expertos utilizan la siguiente función:

R= £ (P . E . V)

Donde P es el peligro, E la exposición y V la vulnerabilidad, pues como recordarás, el riesgo está en función de
estos tres factores.

En la siguiente imagen se puede resumir los componentes del riesgo.


¿Se pueden controlar los factores del riesgo?

Si se modifica cualquiera de las tres variables de la función de riesgo (peligro, exposición y vulnerabilidad), el
riesgo cambiará; sin embargo, el peligro por fenómenos naturales no se puede controlar porque no se puede
tener control sobre la naturaleza, al menos que sea un fenómeno de origen antropogénico.

La exposición es difícil de controlar, pues es difícil mantener un control ante el crecimiento de la población y la
urbanización; lo que significa también el crecimiento de infraestructura y demanda de más servicios. Para
controlar el sistema expuesto, se pueden adoptar medidas, como el no permitir los asentamientos humanos en
zonas de peligro y la reubicación de las poblaciones que se encuentran en esas zonas; sin embargo, estas
soluciones son complejas y costosas, aunque con la generación del artículo 84 de la Ley General de Protección
Civil esto debe asumirse (aplicarse) en la planeación urbana.

La vulnerabilidad también se reduce cuando las capacidades de respuesta de una comunidad y el conocimiento
de sus riesgos se incrementan, la organización de una comunidad con más equidad y participación social en la
toma de decisiones ayudan a que el impacto de un fenómeno sea menor y provoque menos daños y pérdidas.

La vulnerabilidad es el único elemento que se puede manipular por medio de la implementación de diferentes
estrategias que disminuyen la susceptibilidad de los fenómenos naturales o antropogénicos en la población y en
sus bienes, por medio de reglamentos de construcción y la cultura de la gestión integral del riesgo. Estas
acciones permiten la disminución de la vulnerabilidad de un sistema expuesto y, por lo tanto, del riesgo. Por
ejemplo, si una vivienda es vulnerable ante una inundación, se pueden utilizar obras de ingeniería para
fortalecer la infraestructura hidráulica de la localidad y la vivienda y de esa manera reducir su vulnerabilidad.
Ante un sismo, se pueden emitir recomendaciones para reforzar las estructuras de las construcciones y de esa
manera reducir la vulnerabilidad física de éstas.

Una vez que se ha identificado y cuantificado el peligro, la vulnerabilidad y la exposición para los diferentes
fenómenos perturbadores, es necesario completar el análisis a través de escenarios de riesgo, que se refieren a
las representaciones geográficas de las intensidades o efectos causados por fenómenos perturbadores que
puedan impactar. Esto resulta de gran utilidad para el establecimiento y priorización de las acciones de
mitigación y prevención de desastres.

Construcción de los mapas de riesgos

Como identificaste anteriormente, el riesgo se compone de tres factores (peligro, exposición y vulnerabilidad).
Por ello, cuando se elabora un mapa de riesgo habrá que pensar en un mapa en donde estén representados
esos tres factores. A continuación te describiremos cómo se compone un mapa de riesgo.

Mapa de peligro + Mapa de exposición + Mapa de vulnerabilidad física= Mapa de riesgo


Mapas de peligro

Los mapas de peligro son aquellos que representan la distribución de los fenómenos perturbadores basados en
datos probabilísticos y estadísticos que determina el nivel de intensidad del fenómeno en un lugar específico.
Los estudios pueden realizarse a distintas escalas y se basan principalmente en información obtenida del
monitoreo, trabajo de campo, experimentación y su posterior análisis y modelación. Los centros de
investigación y diversas instituciones han elaborado mapas de peligro a nivel regional y a escalas menores.

Un ejemplo de mapa de peligro, asociado a un fenómeno geológico, es el que te mostramos a continuación, en


donde los colores representan los diferentes valores de aceleraciones máximas del terreno para un periodo de
retorno específico de 100 años.

En un mapa de peligro se asocia la representación espacial (ubicación territorial y extensión) con la probabilidad
de ocurrencia en un tiempo determinado (periodo de retorno) del fenómeno. Estos mapas representan la
intensidad del fenómeno mediante una clasificación que está asociada a una escala de colores (esta simbología
puede variar, ya que no está estandarizada en México) y a una base cartográfica, la división estatal o municipal
de la zona o elementos de infraestructura, como vías de comunicación o presas.

Mapas de exposición

En los mapas de exposición se representa la localización de la población, de sus bienes y de las construcciones.
La información que en ellos se plasma es realizada generalmente por personas e instituciones que cuentan con
la información actualizada y de primera mano. Por ejemplo, el INEGI cuenta con la información sobre los
censos de población y vivienda que se realizan a lo largo del todo el territorio nacional; mientras que el IMSS e
ISSSTE poseen información sobre el número de hospitales.

Es deseable que en los mapas de exposición no solamente contengan información sobre la ubicación espacial de
la construcción, sino además datos asociados que pudieran ayudar en algún momento a construir un escenario
de riesgo o para atender una emergencia en el edificio. Por ejemplo, para un hospital, además de contar con su
ubicación geográfica, es necesario que se cuente con información sobre el tipo de servicios que en él se ofrece,
un aproximado del número de personas que laboran y acuden, el número de pisos, tipo de construcción, entre
otros datos.

En la siguiente figura puedes ver un ejemplo de un mapa de exposición. En él se muestra información sobre las
áreas de construcción, el tipo de material utilizado (mampostería confinada), así como el número de niveles (3
y 4) que posee.

Mapas de vulnerabilidad

La vulnerabilidad no siempre se representa por medio de un mapa, sino también por una expresión matemática o
una serie de datos en una tabla que se pueden graficar posteriormente. Cualquiera que sea el caso, este factor
debe tomarse en cuenta para determinar el riesgo.

Como viste anteriormente, la vulnerabilidad está estrechamente ligada a un fenómeno perturbador, ya que de
ello dependen los efectos que se puedan presentar, por lo tanto, cuando se te presente un mapa de
vulnerabilidad es importante conocer el fenómeno perturbador y el sistema expuesto que representa.

Un ejemplo para la representación de vulnerabilidad es la siguiente gráfica que se obtuvo a partir de los datos de
la tabla.

El rango de valores de la vulnerabilidad, si observas, va de 0 a 1, que es igual a cero daños o el 100% de daños,
respectivamente, estos valores se construyen mediante pruebas destructivas de materiales o datos estadísticos
del comportamiento de un sistema expuesto.

Un ejemplo para la representación de vulnerabilidad es la siguiente gráfica que se obtuvo a partir de los datos de
la tabla.
Mapas de riesgo

En los mapas de riesgo se puede representar la probabilidad de que ocurra un fenómeno, su periodo de retorno
e intensidad, así como el impacto en los sistemas afectables o expuestos. Por ejemplo, puedes generar una
serie de mapas de riesgo para una inundación manteniendo constante el peligro y variar la vulnerabilidad de la
vivienda. Para que generes estos mapas de riesgo se requiere de algunos elementos, como los siguientes:

Sistemas de información y herramientas informáticas

Los sistemas de información y herramientas informáticas permiten crear y editar mapas de una manera adecuada
y sencilla.

Información base e información temática

La información base e información temática permite tomar las decisiones adecuadas durante la planeación. Se
recomienda que esta información sea con el mayor nivel de detalle posible, sin que se inviertan todos los
recursos económicos en este rubro.

Especialistas

Es recomendable la participación de especialistas para cada fenómeno (natural o antropogénico) que se quiera
analizar para que realicen la modelación del comportamiento en la zona de interés del fenómeno, apoyados en
las herramientas tecnológicas e informáticas como los sistemas de información geográfica (SIG), los cuales,
como revisaste en la asignatura de Herramientas cartográficas e informáticas, sirven para realizar los análisis
correspondientes del sistema expuesto a través de la integración y ordenación de la información.

Infraestructura

La infraestructura se requiere para almacenar la información de forma ordenada, esta infraestructura son los
servidores con las capacidades de almacenamiento y procesamiento según la cantidad de información.

A continuación te mostramos un ejemplo de mapa de riesgos de un índice de riesgo por incendios forestales,
elaborado a partir de la simplificación de datos sobre peligro, vulnerabilidad y sistema expuesto. Puedes notar
que estos mapas son resultado de un análisis específico, ya que las variables y condiciones que se emplearon
para elaborarlos durante su elaboración no son las mismas que pueden existir actualmente.
De esta manera, si tenemos un mapa de peligro asociado a un fenómeno para diversos periodos de retorno e
intensidades, un mapa de vulnerabilidad asociado a un sistema expuesto específico, podemos construir un
mapa de riesgo específicamente asociado a las características antes mencionadas. Esta es una manera para
integrar un mapa de riesgo con los tres componentes (exposición, vulnerabilidad y peligro) en mapas por
separado, aunque no es la única forma, ya que incluso pueden existir mapas de riesgo construidos previamente
que muestren los tres componentes en un sólo mapa. La forma de poder manipular estos mapas es con la
ayuda de las herramientas cartográficas, como revisaste en la asignatura Herramientas Cartográficas e
Informáticas para Identificación de Riesgos.

Para poder realizar los mapas de riesgo, de vulnerabilidad, exposición y peligro es necesario identificar las
amenazas que pueden afectar la zona de interés por medio de un diagnóstico especializado. Éste será el tema
de la próxima sesión.

A continuación te invitamos a realizar un ejercicio de reforzamiento.

Sesión 2 / Tema 2. Identificación de amenazas y diagnóstico de riesgos


Uno de los requisitos esenciales para la puesta en práctica de las acciones en el ámbito de la protección civil es
contar con diagnósticos de riesgos, es decir, conocer las características de los eventos que pueden tener
consecuencias desastrosas (tanto de los fenómenos naturales como antropogénicos) para determinar la forma
en que éstos afectarán a la población e infraestructura. La base fundamental para llevar a cabo estos
diagnósticos es el conocimiento científico de los fenómenos a través de los estudios de peligro y riesgo.

Los estudios de peligro son más sencillos y se basan en el comportamiento del fenómeno y sus peligros
asociados, su intensidad, su ubicación y periodo de retorno; mientras que los estudios de riesgo son mucho
más complejos, porque reflejan la interacción entre los fenómenos naturales, el entorno y la población
expuesta. El nivel de detalle de los estudios de peligro y los estudios de riesgo también varía pues los estudios
de peligro abarcan amplias regiones del país donde la incidencia de los fenómenos sea similar; por el contrario,
los estudios de riesgo son locales porque dependen de las condiciones específicas de cada sitio.

Una peculiaridad de los estudios de riesgo es que varía el sistema expuesto con el tiempo de acuerdo al
fenómeno, tanto en número como en sus características. Particularmente importantes son los efectos del
crecimiento demográfico y de la industrialización que modifican e incrementan el riesgo, por lo que los
diagnósticos y los mapas resultantes se vuelven rápidamente obsoletos y es necesario actualizarlos
periódicamente.

A lo largo del tiempo han ocurrido grandes desastres producidos por fenómenos perturbadores, algunos de los
cuales han sido transmitidos a través de mitos y leyendas; y otros ha sido posible verificarlos por medio de
evidencias físicas descubiertas en estudios arqueológicos recientes.

Es importante que se cuente con estadísticas amplias y confiables de los desastres ocurridos en una zona o
región, pues esto permite estimar la frecuencia con la que ocurren los distintos fenómenos y de esa manera
realizar un diagnóstico de peligro. Recientemente se han hecho intentos por sistematizar y realizar estadísticas
completas para evaluar las consecuencias de los eventos importantes. Las grandes compañías de seguros son
las que más atención han prestado a estas tareas.

En los países más avanzados es tarea difícil reunir información confiable sobre las pérdidas humanas y materiales
producidas por los desastres, y lo es más aún en los países en desarrollo, donde no existe la práctica de realizar
una cuantificación de estos aspectos. Por esta razón, las estadísticas disponibles de los países en desarrollo
tienen elevados márgenes de error, sobre todo en lo que se refiere a las pérdidas económicas y humanas.

Identificación de los fenómenos naturales y antropogénicos que pueden afectar una zona en estudio

El riesgo depende de las condiciones específicas de un sitio en estudio según su ubicación geográfica, de los
fenómenos perturbadores que pueden coincidir con ésta y afectar negativamente, de igual manera que las
condiciones de vulnerabilidad de los sistemas expuestos.

En México, el Sistema Nacional de Protección Civil reconoce de acuerdo con su origen los siguientes agentes
perturbadores:

• Fenómenos geológicos

• Fenómenos hidrometeorológicos

• Fenómenos químicos

• Fenómenos sanitario-ambientales

• Fenómenos socio-organizativos
Para identificar los fenómenos que afectan una zona en estudio, se debe recurrir a diferentes fuentes de
información, tales como fuentes bibliográficas, hemerográficas y comunicación verbal. La información histórica
puede ser representada en mapas temáticos que pueden aprovechar las autoridades de protección civil para
tener conocimiento de los sitios que son susceptibles de ser afectados por un fenómeno determinado;
asimismo, es la base para estimar la frecuencia con que un fenómeno afecta una zona.

A continuación te describiremos cómo identificar las amenazas por los diferentes fenómenos naturales y
antropogénicos, así como las características importantes que debes tomar en cuenta al realizar mapas de
riesgo.

Mapas de fenómenos químicos- tecnológicos

Los fenómenos químico-tecnológicos, como identificaste en la asignatura Fenómenos Antrópicos II, son aquéllos
generados por la acción violenta de diferentes sustancias derivadas de su interacción molecular o nuclear, y en
donde se incluyen los incendios, explosiones, fugas tóxicas, radiaciones y derrames de sustancias químicas
peligrosas.

La elaboración de mapas de peligros en el manejo, almacenamiento y transporte de sustancias peligrosas


permite localizar, ubicar y hacer mediciones sobre las consecuencias de un incidente debido a la liberación de
este tipo de materiales peligrosos.

Persona señalando en un mapa alguna ubicación.

(CENAPRED) (2014). Ubicación de los fenómenos químico-tecnológicos en un mapa [imagen]. Tomada de la


Convención Nacional de Protección Civil

Para la construcción de mapas de riesgo de fenómenos químico-tecnológicos es necesario identificar la ubicación


de las instalaciones industriales en donde se maneja y almacena sustancias peligrosas en grandes volúmenes,
el tipo de accidentes que se puede ocasionar y las posibles consecuencias a la población, las vías carreteras y
férreas; así como los ductos por donde se transportan sustancias o materiales peligrosos.

Para lograr obtener los mapas de riesgo de fenómenos químico-tecnológicos es importante la identificación de
peligros a partir de la siguiente información.

1. Localizar las instalaciones industriales que manejan sustancias peligrosas


2. Identificar las instalaciones de servicios que usan o almacenan materiales peligrosos.
3. Identificar el tipo y la cantidad de sustancias peligrosas que se manejan.
4. Identificar las propiedades físicas y químicas de las sustancias peligrosas.
5. Identificar las condiciones de almacenamiento y los sistemas de seguridad.
6. Identificar la trayectoria, longitud y diámetro de las tuberías que transportan sustancias peligrosas.
7. Identificar las rutas de transporte y distribución de sustancias y materiales peligrosos.
8. Identificar y evaluar la naturaleza de los peligros asociados.
9. Conocer la naturaleza de los efectos más probables ante una liberación de material peligroso: incendio,
explosión, nube tóxica, etcétera
El análisis de peligros de este tipo de fenómenos es una tarea laboriosa, especialmente si la población
considerada es grande y si existen múltiples fuentes de peligro. Debido a que un análisis completo de los
peligros existentes puede requerir de una gran cantidad de recursos, comúnmente se establece un
proceso de selección inicial con objeto de limitar la profundidad del análisis para destinar los recursos al
análisis de los peligros más importantes. El análisis de peligros se debe integrar al de vulnerabilidad y
exposición de elementos para tener un conocimiento total del riesgo en el municipio.
El proceso del análisis de riesgo te permite revisar de manera cualitativa y cuantitativa los riesgos,
abarcando desde eventos frecuentes a eventos raros y de baja consecuencia a eventos mayores. Los
componentes o técnicas del proceso de análisis de riesgos ayudan a la identificación de los mayores
contribuyentes al riesgo y, por lo tanto, se pueden hacer recomendaciones para la aplicación de medidas
que permitan disminuir el riesgo.

El análisis de riesgo puede variar en profundidad, desde un estudio elemental hasta uno de mayor detalle,
de acuerdo al número de incidentes considerados, de manera que se obtienen las frecuencias y
probabilidades, así como los modelos empleados para la determinación de consecuencias. La complejidad
de los modelos para la determinación de consecuencias puede variar. Asimismo, el número de incidentes
considerados puede variar de acuerdo con las clases de incidentes: incidente menor (zona de afectación
limitada), mayor (zona de afectación media) o catastrófico (zona de afectación extensa).

El análisis de riesgo proporciona información sobre:

• eventos precursores y causas potenciales de accidentes


• probabilidad de que ocurra la liberación de una sustancia peligrosa y de que exista cualquier condición
ambiental inusual, o la posibilidad de incidentes simultáneos
• tipo de daño o lesión a la población y los grupos de riesgo asociados
• tipo de daño a la propiedad (temporal, reparable, permanente)
• tipo de daño al ambiente (recuperable, permanente)
• riesgos posibles, estrategias de prevención y mitigación
• magnitud del riesgo

Asimismo, el análisis de riesgos proporciona una base para comparar sitios de acuerdo con el grado de
riesgo que presentan y posteriormente establecer prioridades en la planeación de emergencias.

Para identificar los sitios y áreas en las que existe algún peligro debido al manejo, almacenamiento o
transporte de sustancias y materiales peligrosos se realiza lo siguiente:
Localiza

Localizar en un mapa las instalaciones que manejan y almacenan sustancias peligrosas y las vías de
comunicación que son utilizadas para su transporte.
Establece

Establecer los posibles escenarios de incidentes (por ejemplo, fuga o liberación de 100 litros de amoniaco)
y sus resultados (por ejemplo, radio de afectación de 250 metros debido a nube tóxica, en el cual se
alcanza una concentración igual a la inmediatamente peligrosa para la vida y la salud de acuerdo con la
IPVS (en inglés IDLH, Immediately Dangerous for Life and Health).
Indica

Indicar en el mapa las áreas de afectación debido a los incidentes con sustancias y materiales peligrosos,
de acuerdo con el resultado de cada incidente del escenario propuesto.
Señala

Señalar en el mapa los puntos o sitios de interés que pueden verse afectados (escuelas, hospitales,
fuentes de abastecimiento de agua, etc.).

A continuación se muestra un ejemplo de un mapa que indica la concentración de una sustancia a nivel
municipal, los colores son demostrativos para diferenciar las concentraciones y, por sí solos, no significan
nada en particular. El mapa se realizó con el fin de ubicar los municipios que pudieran tener algún peligro
por el almacenamiento de Gas L.P.; así como conocer las cantidades totales almacenadas por municipio y
que las unidades municipales y estatales de protección civil conozcan esta información para que estén
preparadas y puedan actuar en caso de algún accidente.

¿Quieres saber más?

Revisa la siguiente página para visualizar mapas de peligros de fenómenos químico-tecnológicos


http://www.atlasnacionalderiesgos.gob.mx/images/PHP
cenapred/index/fase1/Quimicos/

Mapas de fenómenos geológicos

Los fenómenos geológicos son aquellos que son causa directa de las acciones y movimientos de la corteza
terrestre, por ejemplo, los sismos, erupciones volcánicas, tsunamis, inestabilidad de laderas, flujos,
derrumbes, hundimientos, entre otros. A continuación te mencionamos algunos mapas geológicos.

Para conocer los niveles de peligro sísmico se requiere de un procedimiento más o menos complejo que
implica, entre otros elementos, de información de catálogos sísmicos con magnitudes y localizaciones de
los epicentros de manera confiable y un conocimiento amplio de la tectónica que caracteriza a las
diferentes regiones analizadas. Asimismo, la información geológica permitirá tener conocimientos acerca
de fallas sismogénicas y, particularmente, aportar datos sobre aspectos superficiales en el caso de valles
aluviales.

En el caso del fenómeno sísmico, las bases para llegar a una estimación del riesgo, siendo una de ellas la
evaluación del peligro, requieren de información que se genera en observatorios sismológicos a través de
periodos considerables, la operación consistente de redes instrumentales ampliamente distribuidas,
recursos humanos especializados, estudios teóricos con cierto grado de complejidad, etc.

Por lo anterior, aquí se te proporciona la información derivada de los propios mapas de peligro ya
generados y empleados por especialistas. El propósito es que dicha información se tenga ubicada en un
documento que muestre claramente el contexto de la prevención y mitigación, como el Atlas, que esté al
alcance de profesionales responsables del diseño, mantenimiento y reparación de inmuebles, así como de
autoridades encargadas de la toma de decisiones y asignación.

En los centros de investigación y observatorios sismológicos también se puede consultar información


sobre los fenómenos geológicos, como es la localización de temblores por periodo, parámetros de
aceleración del terreno, información estadística e histórica; impacto en asentamientos humanos;
preguntas frecuentes acerca del fenómeno, entre otros aspectos. Algunos de estas instituciones son:

• Servicio Sismológico Nacional (SSN)


• Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada (CICESE)
• Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima
• Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED)
• Earthquake Hazard Program. United States Geological Survey (NEIC-USGS)
• Southern California Earthquake Data Center

¿Quieres saber más?

A continuación revisa la siguiente página del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima en


donde puedes encontrar galería de imágenes, un mapa de peligros; así como información sobre el Volcán
de Fuego de Colima.

http://www.ucol.mx/volcan/mapa.php

Peligros volcánicos

La elaboración de mapas de peligro volcánico son de naturaleza compleja y de un alto contenido técnico
especializado. En general su confección queda restringida a profesionales en materia de vulcanología.
Los resultados de la evaluación inicial de los peligros volcánicos conducen a identificar si un volcán en el
área de estudio representa una amenaza a corto o largo plazo. La evaluación de los peligros volcánicos
debe realizarse tomando en cuenta la siguiente información:

a) Registros completos de las erupciones históricas


b) Actividad eruptiva deducida a partir del registro geológico
c) Datos geológicos (especialmente estratigráficos), petrológicos y geoquímicos sobre la naturaleza,
distribución y volumen de los productos eruptivos
d) Fechación de los productos volcánicos y de los eventos interpretados a partir de los mismos

En conjunto, todos estos datos permiten reconstruir el comportamiento eruptivo que ha tenido un volcán
para evaluar los peligros potenciales de futuras erupciones.
Para la evaluación de la peligrosidad de un volcán se debe considerar los siguientes aspectos:

• Ubicación geográfica
• Observar si existen montañas o cerros en las cercanías (<100 km) de la zona de interés
• Determinar si alguno de ellos es un volcán
• Reconstrucción del comportamiento eruptivo pasado
• Registros de erupciones históricas
• Periodicidad y tipo de erupciones
• Datos geológicos de naturaleza, distribución y volumen de los productos eruptivos
• Tipo y características del volcán
• Determinar si es activo o peligroso
• Investigar si ya existe algún mapa de peligros para ese volcán
• Identificar las amenazas volcánicas de la zona de estudio y los sitios donde se han manifestado (con
base en la reconstrucción del pasado eruptivo)
• Determinar si las erupciones volcánicas son una preocupación en el área de interés
• Determinar cuán inminente es una erupción

El peligro o amenaza volcánica alrededor de un volcán puede representarse de varias formas. La más
utilizada se basa en el principio de que un volcán activo es capaz de repetir o exceder lo que ha hecho en
el pasado. Un volcán es activo si ha mostrado algún tipo de actividad eruptiva relativamente reciente.
Esto significa que un volcán que haya presentado actividad durante los últimos diez mil años puede ser
considerado “activo”. Sin embargo, este número es relativo, ya que un volcán con once mil años de
inactividad no necesariamente está muerto, ni un volcán que haya tenido su última erupción hace 8 o 9
mil años, no significa necesariamente que volverá a hacer erupción.

Los volcanes activos no se encuentran dispersos arbitrariamente sobre la superficie de la Tierra, sino que
se distribuyen por diferentes regiones definidas por los procesos tectónicos de escala global, como las
interacciones de las placas tectónicas que conforman la corteza y las corrientes convectivas del manto
terrestre que las mueven.

Los mapas de peligros volcánicos representan cartográficamente la extensión o área probable que puede
ser afectada por todos los productos que un volcán es capaz de generar durante una erupción, y que son
capaces de producir daños en su entorno.

Los estudios primordiales para la elaboración de mapas de peligros volcánicos son:

• levantamiento geológico del volcán y área volcánica


• caracterización geoquímica de los productos (lavas, tefras, etc.)
• cronoestratigrafía detallada de los depósitos, características y distribución
• características y distribución de lava y depósitos laháricos
• establecer la evolución y comportamiento eruptivo
• conocer las características de las erupciones históricas, en caso de ser documentadas
Un mapa de peligros volcánicos que muestre la zona que se puede afectarse por una erupción volcánica.
(Universidad de Colima) (2003). Mapa de peligros, flujos de lava (hasta 8km) [imagen] Tomada del
Sistema del Atlas Nacional de Riesgos.
Los mapas de peligro son dinámicos y tienen vigencia, generalmente, hasta que se presenta una nueva
erupción, pues debido a las transformaciones que el relieve sufre durante y después de una erupción es
necesario modificar el mapa. Cuando las erupciones son pequeñas, los cambios son pequeños, y en
consecuencia el mapa mantendrá su vigencia.

Un mapa de peligros representa las áreas que pueden ser afectadas por diferentes procesos volcánicos
mediante una zonificación basada en datos geológicos, cronológicos y morfoestructurales. De esta forma,
las áreas de mayor peligro de ser afectadas por lahares, flujos piroclásticos, etc., serán nuevamente
afectadas por estos procesos en una futura erupción. Sin embargo, no puede descartarse la posibilidad de
que ocurran erupciones de gran magnitud que superen la zonificación del mapa. No obstante, se
considera poco probable esta situación en un plazo corto a mediano

Con la información de los mapas de peligro volcánico, la base de datos topográficos a una escala
adecuada y los datos de la distribución de la población es posible elaborar una zonificación del riesgo
representada en mapas detallados a nivel de municipios o de poblaciones individuales en los que puedan
identificarse los sitios vulnerables a peligros específicos.

En la siguiente figura te mostramos un ejemplo de un mapa de peligro volcánico en donde se muestran


las áreas de peligro por flujos de lodo e inundaciones para el volcán Popocatépetl, los cuales se
concentran esencialmente en las barrancas y en los arroyos, y les toma de 10 a 30 minutos descender del
volcán.

Este mapa fue diseñado para ser usado en foros académicos por las autoridades de protección civil y por
la población en general como un medio de información en la eventualidad de una erupción del volcán
Popocatépetl. Fue elaborado basándose en la información geológica disponible hasta enero de 1995,
considerando la extensión máxima de los depósitos originados por erupciones volcánicas pasadas que se
clasificaron en tres diferentes magnitudes.

Deslizamiento de laderas

El deslizamiento de laderas es uno de los fenómenos geológicos que ocurre con mayor frecuencia en
varias partes del mundo. Cada año estos fenómenos ocasionan un número considerable de víctimas,
heridos y damnificados. El impacto que estos fenómenos pueden ocasionar se acentúa en los países con
escasos recursos debido a su alto grado de vulnerabilidad. Por ello es importante que la población se
mantenga informada sobre este tipo de fenómenos, así como los factores que los provocan.

En la tarea de estimar el riesgo por deslizamiento y tomar medidas para reducirlo participan dos grupos
de personas: los analistas o consultores geotécnicos o geológicos, quienes definen la amenaza y el
peligro; y los tomadores de decisiones (protección civil, dueños, administradores y políticos) quienes
implementan las acciones relativas a la administración del riesgo. Con frecuencia existen problemas de
comunicación entre ambos grupos debido a la formación profesional y a los conocimientos con los que
cuentan para abordar y percibir las responsabilidades dentro de un estudio de riesgos. La estimación del
peligro y del riesgo por deslizamientos es una práctica que tradicionalmente recae en el grupo de
profesionales de ciencias de la Tierra, quienes en ocasiones también se involucran en la toma de
decisiones.

De acuerdo con Hungr (1997) el procedimiento para estimar el peligro y el riesgo por deslizamiento de
laderas, usando el concepto de intensidad del peligro es el siguiente:

Etapa 1. Estimación del peligro

Reconocimiento del fenómeno o amenaza (por ejemplo, hay posibilidad de deslizamiento de ciertos tipos)
Estimación de magnitudes (volúmenes)
Estimación de las probabilidades de ocurrencia correspondientes
Estimación de la distribución de la intensidad del peligro
Estimación de las probabilidades relacionadas con la intensidad
Reporte de la estimación del peligro
Etapa 2. Estimación del riesgo

Determinación de los elementos en riesgo


Estimación de vulnerabilidades
Cálculo de riesgos específicos
Cálculo del riesgo total
Estimación de la aceptabilidad del riesgo
Mitigación del riesgo (si es necesario)

Determinación del riesgo

Las características relevantes que necesitas tomar en cuenta para determinar el riesgo son la ubicación
del elemento en relación con el peligro y su tamaño; por ejemplo, si se localiza en la ladera, en su cima o
a cierta distancia del pie. También, si ese elemento tiene una posición fija, por ejemplo, una casa; o si es
móvil, como podrían ser personas o un tren. Además, es importante conocer si existen algunas medidas
de mitigación que pudieran afectar la probabilidad temporal. Lo anterior se ejecuta con base en
cuestionarios o levantamientos de campo, tratándose de desarrollos o comunidades existentes; o bien, a
partir de los planes de uso de la tierra para desarrollos futuros.

A continuación te presentamos un ejemplo de un mapa de las regiones potenciales de deslizamiento de


laderas, en este caso sólo se identifican por colores, que en realidad no es una simbología estándar, sólo
se usan con la finalidad de identificar las regiones que presentan este fenómeno geológico.

Sesión 3 / Tema 2. Identificación de amenazas y diagnóstico de riesgos


Mapas de fenómenos hidrometereológicos

Los fenómenos hidrometeorológicos son aquellos que se generan por la acción de agentes atmosféricos,
por ejemplo, los ciclones tropicales, lluvias extremas, inundaciones, tormentas de nieve, granizo, heladas,
entre otros.
Inundaciones

La elaboración de los mapas de riesgo por inundación en el medio rural, por ejemplo, se hará con ayuda
de los mapas de peligro y de vulnerabilidad, dado que a partir de la combinación de esas dos variables se
determina el riesgo, por lo que debes tener:

1. El escenario de inundación con la delimitación de la zona, su intensidad y su periodo de retorno.


2. El mapa de vulnerabilidad física de la vivienda en la zona de estudio.

Para que identifiques cuáles son las casas que presentan problemas de inundación en una zona específica
es necesario superponer ambos mapas (el de peligro y el de vulnerabilidad). Cuando se realiza esto se
obtiene una imagen como la siguiente.

En la siguiente imagen se muestra la profundidad de la inundación en cada vivienda. De acuerdo con la


simbología utilizada en este mapa, por medio de una gama de colores, las viviendas que se marcan
sombreadas con el color oscuro, son las que se verán afectadas con el mayor tirante de agua dentro de la
casa. Para ello se toman en cuenta factores como el número de niveles y el tipo de vivienda, que
involucra los materiales con los que está hecha la construcción. Este tipo de información la genera el
Inegi, también se puede obtener con una visita a campo, o incluso con imágenes de satélite.
Las casas que te mostramos en el ejemplo son tipo I, II o III, por lo que las funciones de vulnerabilidad
empleadas corresponderán a esos tipos.
Una vez que se conoce el nivel que alcanzó el agua en cada vivienda, y dada la vulnerabilidad de éstas
según su tipo (I, II, III, IV o V), se procede a estimar las pérdidas por los daños del menaje de la casa.
Una vez cuantificados los daños, se está en posibilidad de elaborar el mapa de riesgo por inundaciones,
para lo cual existen varias maneras de hacerlo.
Una de ellas es un mapa que muestre la pérdida calculada en cada vivienda, por lo que, al analizarlo, es
posible identificar los sitios con mayores pérdidas, teniendo conocimiento de los montos económicos
involucrados. Se puede elegir rangos del riesgo para elaborar el mapa.

La siguiente figura es una imagen de un mapa de riesgo por inundación para un periodo de retorno de 5
años y en los rangos que se pueden apreciar identificados por colores se representan las pérdidas
calculadas.

¿Quieres saber más?


Revisa la siguiente página para visualizar mapas de peligros de fenómenos hidrometereológicos
http://www.atlasnacionalderiesgo.gob.mx
/images/PHPcenapred/index/fase1/Hidros/

Mapas de fenómenos socio-organizativos

Los fenómenos socio-organizativos, al igual que los de tipo natural, interrumpen la cotidianidad de la
población así como la economía de las regiones afectadas. Como recordarás, este fenómeno se refiere a
un “agente perturbador que se genera con motivo de errores humanos o por acciones premeditadas, que
se dan en el marco de grandes concentraciones o movimientos masivos de población” (LGPC, 2012). Las
unidades de Protección Civil, en todos los niveles, atienden las consecuencias de eventos como accidentes
de tránsito, suspensión de servicios vitales y las concentraciones o movimientos masivos de la población.

Evaluación del peligro por fenómenos socio-organizativos

Hasta el momento no existe ninguna forma para evaluar el peligro por fenómenos socio-organizativos. Sin
embargo, existen algunos indicadores y datos históricos que pueden ayudar a obtener un panorama
general acerca de la presencia e incidencia de estos fenómenos a nivel estatal, municipal e incluso local,
que pueden ser analizados sobre la base de la construcción de estadísticas que permitan medir la
magnitud de la presencia de estos fenómenos

Elementos que intervienen en la evaluación del peligro por fenómenos socio-organizativos

Los componentes que intervienen en la evolución de los fenómenos socio-organizativos son variados y
complejos, derivado a que se trata de elementos antropológicos y procesos sociales que dificultan su
estudio, cuantificación y medición. Cabe recordar que los procesos sociales que dan origen a los
fenómenos socio-organizativos no se pueden evaluar de la misma manera que los fenómenos naturales
(geológicos, hidrometereológicos). Por ello, el registro estadístico de los sucesos ligados a estos
fenómenos es un elemento fundamental y casi único (en esta etapa) para observar la evolución del
fenómeno. A continuación te mostramos cómo se puede llevar a cabo este registro estadístico.

Catálogos de eventos

El catálogo de eventos es el registro de los tipos de peligro socio-organizativo que se presentan de


manera más recurrente. Para realizar este catálogo habrá que tomar en cuenta lo siguiente:

a) Identificar las fechas y los lugares en los que se realizan festejos que conlleven a grandes
concentraciones de población por localidad y que pueden ser:

1. Religiosos
2. Deportivos
3. Culturales
4. Tradicionales
5. Oficiales
6. Turísticas

b) Identificar problemáticas sociales como las siguientes:

1. Interrupción de servicios vitales por diversos fenómenos (sociales o inducidos)


2. Accidentes producto de malos sistemas implantados, ya sea por objetivos equivocados, negligencia o
instrumentaciones limitadas, falta de conocimientos y ausencia de información (accidentes de trabajo,
derrumbes, falla de estructuras, etc.)
3. Personas desplazadas (por conflictos bélicos, civiles y desastres de origen natural o antrópico)

c) Identificar los accidentes de transporte con mayor incidencia (aéreos, fluviales y carreteros):

1. Tipo de transporte con mayor incidencia de accidentes


2. Tramos o lugares más accidentados
3. Accidentes carreteros en época de vacaciones
4. Motivo del accidente carretero (cansancio, consumo de alcohol, exceso de velocidad)

Antecedentes de eventos

Una vez que se identifica los peligros de los fenómenos socio-organizativos se establece un listado de
aquellos que anteriormente impactaron, ya sea porque se presentaron decesos a causa de la multitud,
porque se reportaron disturbios debido a la interrupción de servicios, o por sus efectos en las economías
locales (como pueden ser los bloqueos carreteros, accidentes, etc.).

Identificación de fuentes del fenómeno socio-organizativo

Una vez que se ubican los efectos que provocaron a nivel social los fenómenos socio-organizativos, para
cada caso se debe realizar un diagnóstico de su origen. Por ejemplo, si hubo disturbios en un concierto o
heridos, identificar si fue por sobrecupo o por algún otro factor; si existen altos índices delictivos y de
violencia, identificar si se trata por cuestiones de la situación del desempleo.

Impacto en la sociedad

En este caso se hará un análisis sobre el impacto a nivel localidad de los efectos de los fenómenos socio-
organizativos. Si es un suceso que es recordado por todos, significa que impactó a nivel social. Si afectó
en la economía o en la dinámica de la población (debido a que la migración cambió la economía de la
región, o al turismo, o a la introducción de maquiladoras).

Estudios necesarios para la determinación de peligro por fenómenos socio-organizativos

Para llevar a cabo los estudios para la determinación de peligros por fenómenos socio-organizativos se
requiere de los siguientes elementos.

a) Identificar y recolectar información para la construcción de las estadísticas e indicadores


b) Capturar las cifras y estadísticas en hoja de cálculo o base de datos, que faciliten su incorporación en
un sistema de información geográfico
c) Calcular indicadores y tasas de ocurrencia. Por ejemplo, número de eventos anuales por cada mil
personas en cada municipio o localidad, dependiendo de la disponibilidad de información
d) Considerar que las escalas de los mapas empleados pueden ser variables, ya que la información puede
generarse y documentarse a nivel localidad, municipio, por Área Geoestadística Básica (AGEB), etc.
e) Elaborar mapas temáticos en plataforma de Sistemas de Información Geográfica, donde se presente la
información en cinco categorías mediante una escala de colores que permita la identificación de los
municipios y localidades con diferentes tasas de eventos

Cálculo del peligro por fenómenos socio-organizativos

Es importante la construcción de indicadores que puedan dar una idea de la situación con respecto a la
probable ocurrencia de un fenómeno socio-organizativo conforme a incidencias, tasas de ocurrencia y
datos históricos; así como la clasificación de dichos indicadores para establecer rangos y puntuaciones a
cada indicador con el fin de elaborar cinco categorías utilizadas en los mapas de riesgo (muy alto, alto,
medio, bajo y muy bajo) para ser comparable con otros índices, por ejemplo, el de marginación. Con
estos indicadores se podría crear un índice de peligro asociado a fenómenos socio-organizativos mediante
un tratamiento exclusivamente cuantitativo.

Elaboración de mapas de peligro por fenómenos socio-organizativos

Como se mencionó, los mapas temáticos serán elaborados mediante la información estadística generada,
la cual será dividida en cinco estratos iguales (muy alto, alto, medio, bajo y muy bajo). Por ejemplo,
aquel municipio que tenga el mayor número de concentraciones masivas de población por fiestas
religiosas al año que derivaron en disturbios o provocaron muertes o heridos será identificado a partir del
color rojo (el uso de este color es una recomendación, pero no existe algo fijo al respecto), lo que
significa que ese municipio presenta peligro por sucesos de diversa índole (asfixiados y heridos) por el
fenómeno en cuestión.

Mapas de fenómenos sanitario-ecológicos

Los fenómenos sanitario-ecológicos, como recordarás, son aquellos que se generan por la acción
patógena de agentes biológicos que afectan a la población, animales y cosechas, causando su muerte o
alteración en su salud. Las epidemias o plagas constituyen un desastre sanitario y dentro de esta
clasificación también se encuentran la contaminación del aire, agua, suelo y alimentos. La agrupación
parece algo arbitraria, pero obedece a la dificultad de reunir todos los desastres que pueden ocurrir en un
número pequeño de categorías.

Contaminación ambiental

Se caracteriza por la presencia de sustancias en el medio ambiente que causan un daño a la salud y al
bienestar del hombre o que ocasionan desequilibrio ecológico. Esto sucede cuando las sustancias
contaminantes exceden ciertos límites considerados tolerables; se trata en general de fenómenos que
evolucionan lentamente en el tiempo y su efecto nocivo se manifiesta por un deterioro progresivo de las
condiciones ambientales. La contaminación puede darse en aire, agua y suelo, y en cada caso presenta
características propias que requieren medidas de prevención y combates peculiares, que son prerrogativa
del sector de protección al ambiente, y normalmente quedan fuera del ámbito de la protección civil. La
información estadística sobre este tema se reúne a nivel nacional a través del INEGI y diversas
instituciones.

Desertificación

Consiste en un proceso mediante el cual la tierra pierde progresivamente su capacidad para sostener y
reproducir vegetación. Las causas pueden ser una evolución natural del clima o, más frecuentemente, un
manejo inadecuado de la explotación de recursos hídricos o de suelo, como el sobre-pastoreo, los
desmontes, o los asentamientos humanos mal planeados. Las zonas de clima árido o semiárido son las
más propensas a sufrir este fenómeno que, por sus características de generación lenta y por sus
consecuencias principalmente agrícolas, no es atendido generalmente dentro del ámbito de la protección
civil. El fenómeno está muy ligado al de erosión, sobre la cual se trata en el capítulo de riesgos de origen
hidrometeorológico.

Epidemias

Este hecho se da cuando una enfermedad adquiere durante cierto lapso una incidencia claramente
superior a sus valores normales; esto se relaciona esencialmente con las enfermedades de tipo infeccioso
y con la aparición de condiciones particularmente favorables a la transmisión de las mismas, sean de tipo
ambiental o social. La atención de estos sucesos corresponde al sector salud y se remite a las estadísticas
que publica regularmente la Subsecretaría de Epidemiología de la Secretaría de Salud.

A continuación se muestra un ejemplo de un mapa de un fenómeno sanitario-ecológico.

Otro ejemplo de un mapa de fenómenos sanitarios por plagas es el siguiente:


Sesión 4 / Tema 3. Atlas de riesgos
¿Qué es un atlas de riesgos?

Cuando se habla de un atlas, generalmente, puedes tener la idea de un voluminoso libro o un compendio
de mapas. Esta visión tiene al menos dos desventajas:

• Provocado por el rápido crecimiento urbano en varias zonas del país, la vigencia de los estudios de
riesgo caducan rápidamente.

• Si bien un mapa es un producto útil y fácil de entender para los integrantes de protección civil, en lo
que se refiere a la toma de decisiones, es necesario recurrir a otros insumos. Un mapa es, en el mejor de
los casos, la representación gráfica del resultado de análisis complejos en el tiempo y espacio de las
variables que determinan el riesgo de desastres. Así, una vez que se imprime un mapa en un atlas
tradicional, no es posible modificar el análisis o estudiar un escenario diferente.

• Un mapa impreso no te permite ver a la vez varias características de cada elemento.

Por estas razones el Atlas Nacional de Riesgos se ha planteado como un sistema integral de información
del riesgo de desastres, donde se pueden clasificar a partir de su nivel de detalle en municipal, estatal o
nacional; o por fenómenos (natural o antropogénico).

Los atlas de riesgos deben ser integrales, contener información de peligros, de sistemas expuestos, de
vulnerabilidad y de riesgos de desastres, esto es importante y necesario por las siguientes razones:

• Integral, porque en éste deberá incluirse información actualizada, inclusive en tiempo real, con un nivel
de detalle suficiente, según se requiera, para cubrir diferentes escalas convenientes; implica un manejo
compartido de datos de muy diferentes características y ubicaciones mediante un diseño dinámico y
modular.

• De información, pues se espera que la información contenida en el Atlas sea de fácil análisis e
interpretación. De acuerdo con el destinatario, se deberá lograr varios niveles de información.
• Riesgo de desastres, el objetivo final del Atlas es poder evaluar el riesgo mediante el análisis temporal y
espacial de los diferentes componentes del riesgo, así como la estimación de pérdidas, entre otros para
poder plantear medidas de mitigación y prevención de desastres.

Puntos clave El Atlas de Riesgo es un sistema integral de información del riesgo de desastres.

Sesión 4 / Tema 3. Atlas de riesgos


Los atlas de riesgos son una herramienta útil para las siguientes tareas:

Elaborar políticas públicas para la reducción del riesgo y, por lo tanto, reducir los desastres.

Observar claramente dónde se puede construir o no un desarrollo habitacional tomando en cuenta la exposición
a un riesgo inminente, o incluso si existen edificaciones se puede saber por medio de los atlas del riesgo si se
requiere de medidas estructurales de mitigación para disminuir el riesgo.

Calcular ante la presencia de un fenómeno natural o antropogénico el impacto esperado de éste, analizando el
sistema expuesto.

Consultar información de distinta índole de una zona, como los eventos históricos que hayan impactado y
observar si guardan un patrón en su comportamiento a través del tiempo, lo cual permitirá a los tomadores de
decisiones anticipar y preparar a la población para disminuir el riesgo.

Tener varios escenarios generados virtualmente de lo que puede suceder si se implementan medidas de
mitigación y reducción de riesgos, y de retroalimentar con esta información al ordenamiento del territorio para
la generación de los programas y planes de desarrollo; teniendo siempre como objetivo que la mejor planeación
y decisión será aquella que a partir de su implementación disminuya el riesgo de futuros desastres.

Orientar en las inversiones públicas y privadas de manera segura, responsable y eficiente, evitando futuras
pérdidas o daños y buscando que brinden el mejor servicio a una población determinada.

Importancia de un atlas de riesgos

Es importante que seas consciente de que te encuentras situado en un país que se encuentra en una zona de
alta actividad sísmica y volcánica provocada por el movimiento de 5 placas tectónicas y 14 volcanes activos. La
ubicación y las características geográficas del país también favorecen la presencia de fenómenos
hidrometeorológicos; donde, por un lado, pueden provocar inundaciones y deslaves y, por otro, la ausencia de
agua durante un tiempo prolongado da como resultado sequías.

Adicionalmente existen fenómenos como los incendios forestales, marea roja, y las actividades humanas
relacionadas con la industria y el manejo de materiales peligrosos que igualmente afectan año con año a la
población. Por ello es necesario contar con un sistema actualizado que brinde información necesaria acerca de
todos estos fenómenos para tener un panorama muy amplio de éstos que permita apoyar en la toma de
decisiones.

Primeros pasos para la generación de un atlas estatal o municipal

Cuando se elabora un atlas estatal o municipal es importante que tomes en cuenta que la información que
contiene es dinámica y la modificación y actualización de la información obedece a las siguientes circunstancias:
Personas observando un atlas.

(Cenapred) (2007).Mosaico de los principales Peligros en México. [Imagen]Tomada de Avances y retos del Atlas
Nacional de Riesgos.ppt

1. El rápido crecimiento urbano en varias zonas del país, por lo que los elementos que se visualizan en un atlas
pueden desaparecer, crearse o modificarse.

2. Existen fenómenos que cambian rápidamente con el tiempo y es importante contar con pronósticos en tiempo
real. Las fuentes de información que nos permiten acceder a este tipo de información son las instituciones que
se encargan de monitorear los fenómenos y publicar servicios que están a disposición de la población. Incluso
algunos incluyen alertas y qué hacer en caso de que los fenómenos impacten en una zona dada.

Monitoreo y visualización de un mapa.

Inicialmente, los trabajos de un atlas de riesgo deberán contemplar la adquisición o actualización de la


cartografía base, ya que sobre ésta se agregará la información referente al riesgo. La elaboración de un atlas es
una tarea compleja, ya que llevar el estudio de riesgos a un nivel muy detallado implica varios procesos, entre
los que se encuentran integrar múltiples y complejas fuentes de información, contar con gran capacidad de
almacenamiento y procesamiento de datos, generar mecanismos que garanticen la seguridad de los mismos,
difundir los resultados al público en general y tomar decisiones de manera oportuna. Cada uno de estos
procesos requiere del uso de tecnologías muy específicas. En los últimos años, el acceso a estas tecnologías ha
ido en incremento, lo que ha permitido consolidar su uso en los trabajos realizados por autoridades y personal
de protección civil, como revisaste en la asignatura de herramientas cartográficas e informáticas.

Es importante que te mencionemos, como ya revisaste en la asignatura de herramientas cartográficas, que el uso
de las herramientas tecnológicas no genera, por sí mismo, un atlas de riesgo, ya que éstas sólo facilitan la
integración y generación de información. Un atlas de riesgos es como un gran laboratorio donde puedes tomar
varios ingredientes y a través de diversos procesos de análisis obtener información, la cual apoya en la toma de
decisiones para la gestión de los recursos y la construcción de obras de mitigación de riesgos.

A continuación te mencionamos de manera general las tareas que se contemplan para la elaboración de un atlas
de riesgos:
Con apoyos institucionales, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) ha elaborado una Guía
de requerimientos mínimos para la elaboración de Atlas municipales y estatales para que puedan integrarse al
Atlas Nacional de Riesgos.

¿Quieres saber más?

Realza la lectura del documento Guía de contenido mínimo para la elaboración de Atlas estatales y municipales
de peligros y riesgos.

Descarga el archivo

Sesión 5 / Tema 4. Atlas Nacional de Riesgos


4. Atlas Nacional de Riesgos (ANR)

¿Qué es el Atlas Nacional de Riesgos?

Es un sistema integral de información geoestadística sobre los fenómenos perturbadores,


los sistemas expuestos y monitoreo de fenómenos en tiempo real que cuenta con
herramientas de análisis espacial que permiten la interacción entre los peligros, la
vulnerabilidad y el grado de exposición de los sistemas afectables, brindando un
instrumento dinámico para la generación de escenarios, la estimación de pérdidas
esperadas y sobre todo para la toma de decisiones en el marco de la gestión del riesgo
y del territorio.

Para un país como México, donde el objetivo más importante es alcanzar un desarrollo
humano integral, equitativo y sustentable; las cifras anuales de pérdidas provocadas
por las afectaciones de los fenómenos naturales y antropogénicos constituyen una
condición que no se puede aceptar. Los avances hasta el día de hoy han sido
significativos, sin embargo, aún falta mucho por hacer para pasar de un esquema
reactivo (después) a uno preventivo (antes) ante los efectos de los fenómenos
naturales y antropogénicos. Para lograr lo anterior es necesario establecer estrategias,
políticas y programas de largo alcance que se concentren en prevenir y reducir el efecto
de los fenómenos naturales y antropogénicos con la participación y responsabilidad
conjunta de los diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil. La meta es lograr una
sociedad más informada y preparada para actuar ante los fenómenos que pudieran
impactarle.
El punto de partida para la puesta en marcha de las acciones de protección civil y políticas de prevención, así
como las acciones de mitigación del impacto de los desastres es conocer las características de los eventos que
pueden traer consecuencias desastrosas y determinar la forma en que éstos afectan a los asentamientos
humanos, la infraestructura y el entorno. Una manera adecuada de reunir esta información y ponerla a
disposición de una amplia cantidad de personas es a través de un atlas de riesgos público.

En el caso de nuestro país y de acuerdo con la Ley General de Protección Civil (LGPC, 2012) en su artículo 19,
fracción XXII, establece que la Coordinación Nacional de Protección Civil a través del Centro Nacional de
Prevención de Desastres (CENAPRED) supervisará que se realice y mantenga actualizado el Atlas Nacional de
Riesgos.

En la siguiente figura se muestra una línea de tiempo con el avance de las tecnologías y la ubicación de los
inicios del ANR.
Los antecedentes del Atlas Nacional de Riesgos se remontan a 1991, cuando la Secretaría de Gobernación
publicó una primera versión general del Atlas Nacional de Riesgos y, más recientemente, en el 2001 el
CENAPRED elaboró el Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en la República
Mexicana. En los últimos años, varias entidades federativas han elaborado sus respectivos atlas y otras más se
encuentran desarrollándolos.

1991. Primera edición

Atlas Nacional de Riesgos. Integrado por la Dirección General de Protección Civil. En este material se presentaba
una panorámica general de los peligros a los que estaba expuesto el país

2001. Segunda generación

Diagnóstico de Peligros e Identificación de Riesgos de Desastres en México.

Integrado por el Centro Nacional de Prevención de Desastres. En este material se difunden aspectos
conceptuales, así como la información de la investigación sobre los peligros

Evaluar pérdidas humanas y materiales tanto para eventos simulados como inmediatamente después de ocurrido
un fenómeno natural o antropogénico.
tender las necesidades de una emergencia derivadas de la ocurrencia de un fenómeno natural o antropogénico,
es decir, estimar los recursos que deberían ser destinados a la zona afectada.

Las herramientas actuales para el manejo de información, así como los avances logrados en la identificación del
peligro y el desarrollo de modelos para su representación, han permitido cambiar el enfoque común de un atlas
de riesgos, de ser una colección de mapas a un sistema integral de información que permita evaluar el riesgo
de desastres a diferentes niveles y escalas para la realización de simulaciones y escenarios; así como identificar
los componentes del riesgo (vulnerabilidad, peligro, exposición). Un punto importante del atlas es que se
mantenga actualizado y vigente. Esta actualización depende de las fuentes que generen la información
(instituciones, organizaciones y universidades, etcétera) que apoya en la construcción de atlas, por lo que es
importante la comunicación y coordinación permanente entre ellas.

Función del Atlas Nacional de Riesgos

La función principal del Atlas Nacional de Riesgos es apoyar en la toma de decisiones de las autoridades y
dependencias de los niveles de gobierno; autoridades de protección civil; diversas instituciones relacionadas con
la planeación territorial, urbana, desarrollo social y ambiental; instituciones académicas y de investigación, así
como de la población en general; a todos estos actores está dirigido el Atlas Nacional de Riesgos. Con la
implementación del Atlas Nacional se prevé fortalecer el Sistema Nacional de Protección Civil a través de un
esquema homogéneo de valoración del riesgo como una política preventiva y de desarrollo. En suma, el Atlas
Nacional de Riesgos es una herramienta útil para la realización de las siguientes acciones:

Establecer políticas y estrategias de prevención.

Mejorar la toma de decisiones en relación con los planes de desarrollo urbano.


Evaluar pérdidas humanas y materiales tanto para eventos simulados como inmediatamente después de
ocurrido un fenómeno natural o antropogénico.

Atender las necesidades de una emergencia derivadas de la ocurrencia de un fenómeno natural o antropogénico,
es decir, estimar los recursos que deberían ser destinados a la zona afectada.

Contribuir a la cultura de la autoprotección a través de la orientación y concientización de la población sobre


riesgo.

Mejorar la calidad en la contratación de seguros de la infraestructura pública, como escuelas, hospitales, vías de
comunicación, etc., ante la acción de fenómenos naturales o antropogénicos.

Una de las consideraciones importantes para la integración de información al Atlas Nacional de Riesgos es que se
alimenta información de diversas fuentes con niveles de elaboración y detalle de la información heterogénea;
por lo que resulta necesario definir un esquema de clasificación para organizar la información por temas y
niveles, dando sentido a la información mostrada. Cada nivel de detalle está orientado para satisfacer ciertos
criterios y propósitos para la toma de decisiones.
En la imagen anterior puedes observar un ejemplo de los niveles de detalle del Atlas Nacional de Riesgos. La
elaboración del Atlas Nacional de Riesgos debe atender a los diferentes usuarios que hagan uso de él, los
cuales, de manera general, se agrupan en tres niveles: comunidad, autoridades civiles, universidades e
instituciones de investigación. De acuerdo con el tipo de usuario se define el nivel de detalle, ya que mientras
se tenga mayor acceso a conocimientos técnicos y científicos se puede obtener información más detallada.
Asimismo, si los atlas no pueden tener un nivel de detalle esperado, el uso que se le brinde será limitado.

Niveles para la elaboración del Atlas Nacional de Riesgos

Para el diseño de un atlas de riesgos, es necesario tener presente la forma de entender los mapas y la
información contenida en el mismo (percepción), la cual variará en función del tipo de usuario:

Funcionarios de gobierno

Funcionarios del gobierno federal, estatal y municipal. Éstos deberán incorporar los resultados finales del análisis
de riesgo a las políticas institucionales, de desarrollo urbano y reordenamiento territorial. Para este tipo de
usuarios se deberán diseñar y elaborar mapas donde se presenten los niveles de riesgo en términos de un
semáforo (verde, amarillo y rojo). Adicionalmente, los funcionarios de protección civil deberán comprender
aspectos técnicos relacionados con el riesgo, como intensidades, periodos de retorno y vulnerabilidad; con esto
se facilita el diseño de planes de prevención, mitigación y atención de emergencias basados en escenarios de
riesgo.

Población en general

La población en general son aquellos grupos que no tienen un conocimiento especializado sobre los fenómenos y
su representación gráfica, por lo tanto, los productos deberán ser de fácil comprensión, con leyendas que
expliquen el fenómeno y el nivel de riesgo. Es importante que estos mapas representen de manera muy clara el
entorno (ríos, costas, montañas, vías de comunicación, etc.), de tal forma que la población pueda localizar con
precisión la ubicación de su vivienda y, en consecuencia, generar conciencia del nivel de riesgo en el que se
encuentran su familia y bienes.

Académicos
Para este sector se deberán contar con información digital y bases de datos que puedan ser manejados en
sistemas de información. Además, deberán permitir conocer los periodos de retorno e intensidades de los
fenómenos, así como presentar los sistemas vulnerables y los niveles de riesgo en términos económicos o
probabilísticos.

A continuación se presenta una descripción de tres niveles de detalle en la elaboración de cartografía de peligro y
riesgo, sus objetivos y alcances.

Elaboración y percepción comunitaria de los atlas de riesgos

Cuando los habitantes de una localidad colaboran en la elaboración de su atlas se logra una buena percepción
del riesgo por medio de la zonificación de fenómenos que pueden producir daños. Por ejemplo, conocer en
dónde se inunda con cierta frecuencia y qué casas resultan ser las más afectadas, el lugar donde habitualmente
se presentan accidentes carreteros, entre otros. Con esta información es posible generar mapas a través de
elementos gráficos, ubicando a nivel local los peligros circunscritos en su entorno (vivienda, lugar de trabajo,
escuela), acotando el análisis a colonias o barrios. En el caso de no contar con información sobre peligros, este
análisis puede considerarse como un esfuerzo inicial que posteriormente sea complementado con estudios de
carácter más formal.

Es importante destacar que la elaboración de este tipo de atlas está impulsado por la necesidad de la población
de contar con información sobre áreas de peligro y tiene como fin prevenir muertes y daños debido a
fenómenos perturbadores que se puedan presentar en un futuro.

Elaboración de atlas de riesgos por parte de autoridades de protección civil

Es importante señalar que la elaboración de un atlas de riesgos tiene un sustento jurídico en las leyes federales y
estatales de protección civil, las cuales definen la atribución y competencia de las instancias que deben
desarrollarlos y mantenerlos actualizados. Sin embargo, no en todos los municipios del país existe una
normatividad correspondiente.

En este sentido, resulta indispensable que las autoridades locales participen en las tareas de ubicación de zonas
de peligro, por ejemplo, ubicar geográficamente áreas de atención emergencias o donde se han realizado
acciones de reconstrucción que conlleven a la localización de los lugares con mayor frecuencia de eventos e
incidencia de daños. La Secretaría de Gobernación ha llevado a cabo esfuerzos por integrar documentos
diversos para la elaboración de atlas de riesgos, tales como la Guía técnica para la preparación de mapas de
ubicación geográfica de riesgos (1994) y la Guía cartográfica para el levantamiento de riesgos a nivel municipal
(1998). Aunque estas guías no tienen como objetivo definir cómo realizar estudios sobre peligro ni mencionar
criterios para determinar el riesgo, sí abordan extensamente aspectos como la simbolización de infraestructura
y la zonificación con base en la experiencia de las autoridades de protección civil.

Análisis de riesgo por parte de instituciones académicas y científicas

El análisis de riesgo tiene como objetivo determinar la causa-efecto de los fenómenos naturales y antropogénicos
a través de la investigación analítica y experimental de los procesos que ocurren en la Tierra y en la atmósfera,
elaborando o calibrando modelos físicos y matemáticos. Algunas de sus aplicaciones prácticas derivan en el
ámbito de la protección civil a través del estudio de los peligros, vulnerabilidad y riesgo.
Como parte de estas investigaciones, en diversos ámbitos, se realizan estudios para determinar las intensidades
y probabilidades de ocurrencia de diversos fenómenos. Muchas veces los resultados tienen un alto nivel técnico
y están dirigidos a un grupo de especialistas que trabajan sobre las mismas líneas de investigación, mientras
que algunos otros han servido como apoyo para la toma de decisiones, por ejemplo, determinar las zonas que
deberán ser evacuadas o la reubicación de vivienda. Parte importante de este trabajo es la modelación, la cual
en la mayoría de los casos, requiere de software especializado, así como de equipo de cómputo con una gran
capacidad de procesamiento, con el cual se realizan procesos matemáticos complicados.

La aplicación de estos modelos requiere especialización en su uso y pruebas que permitan acercarse a resultados
que representen la realidad. Sin embargo, productos de este tipo, montados sobre una base cartográfica
adecuada, pueden generar mapas muy útiles para fines de protección civil, por ejemplo, el mapa de peligros del
volcán Popocatépetl. Sin embargo, como consecuencia de que los desarrollos están orientados principalmente a
estudios específicos sobre el peligro o riesgo, muchas veces no pueden ser integrados en sistemas de
información geográfica, sin embargo, con un proceso de georeferenciación (ubicación espacial) fácilmente
pueden relacionarse con otro tipo de información, por ejemplo, vías de comunicación, localidades, etc.

Integración del Atlas Nacional de Riesgos

De manera ideal, un Atlas de Riesgos se concibe como un ente dinámico que se está actualizando
constantemente y mejorando el nivel de detalle de los estudios de riesgo. Asimismo, para su elaboración
requiere de tres elementos fundamentales:

Instrucciones: Haz clic en el botón Siguiente para ver la información correspondiente.

Metodologías para la identificación y una representación abstracta del comportamiento de los fenómenos que
afectan una zona dada, así como para la determinación de la vulnerabilidad hasta llegar al riesgo.

Estas metodologías son creadas por especialistas, las cuales son publicadas y continuamente revisadas para su
actualización y adecuación. Existen actualmente metodologías publicadas por el CENAPRED, las cuales deben
seguirse para la elaboración adecuada del atlas a nivel estatal y municipal, algunas de éstas te las enunciamos
a continuación:

Guía Básica para la Elaboración de Atlas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos (fenómenos químicos)

Guía Básica para la Elaboración de Atlas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos (fenómenos geológicos)

Guía Básica para la Elaboración de Atlas Estatales y Municipales de Peligros y Riesgos (fenómenos
hidrometeorológicos)

Criterios para la selección de la información cartográfica y estadística adecuada que permitan representar lo
mejor posible las características del terreno y los elementos del sistema expuesto, para realizar modelaciones
del comportamiento de los fenómenos perturbadores con mayor certidumbre. Estos criterios también dependen
del nivel de detalle y los debe definir un especialistas en cada uno de los fenómenos a estudiar.

Criterios para la selección de un sistema en el que se integre, procese y visualice la información anterior. Se debe
contar con infraestructura de cómputo y personal capacitado para el manejo de la información, herramientas
tecnológicas para su consulta y análisis.
Sesión 7 / Tema 5. Sistema del Atlas Nacional de Riesgos
¿Qué es el Sistema Nacional del Atlas Nacional de Riesgos?

El Sistema del Atlas Nacional de Riesgos permite, a través de un Sistema de Información Geográfica, llevar a
cabo análisis espaciales, sobreposición de capas, diseño de escenarios, visualización de eventos y avisos, los
cuales de manera global contribuyen en la toma de decisiones en el ámbito de la protección civil.

El sistema del Atlas Nacional de Riesgos surge como una necesidad para mostrar el contenido del Atlas Nacional
de Riesgos y conjuntarlo con diversas herramientas para ayudar en la toma de decisiones. El sistema ha ido
cambiando conforme a las necesidades y avances tecnológicos que se han presentado durante el tiempo de su
desarrollo. En la siguiente figura se muestra los diversos procesos que ha implicado la construcción del sistema
del Atlas Nacional de Riesgos.

El Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) es el responsable del diseño, desarrollo y


mantenimiento de este sistema para su correcto funcionamiento, como está estipulado en la Ley General de
Protección Civil en su artículo 19, fracción XXII:

Supervisar, a través del CENAPRED, que se realice y se mantenga actualizado el atlas nacional de riesgos, así
como los correspondientes a las entidades federativas, municipios y delegaciones.

El Atlas se integra con la información a nivel nacional, estatal, del Distrito Federal, municipal y delegacional.
Consta de bases de datos, sistemas de información geográfica y herramientas para el análisis y la simulación de
escenarios, así como la estimación de pérdidas por desastres. Por la naturaleza dinámica del riesgo, deberá
mantenerse como un instrumento de actualización permanente.

Los atlas de riesgo constituyen el marco de referencia para la elaboración de políticas y programas en todas las
etapas de la Gestión Integral del Riesgo (LGPC, 2012).

A partir del 2006 se han hecho esfuerzos para mejorar el sistema con ayuda de los avances de software y de
herramientas tecnológicas que permiten una mejor visualización y facilidad de manejo en la información que se
presenta en el sistema del Atlas Nacional de Riesgos. En el 2013 se llegó a una versión ya muy estable y
funcional del sistema del Atlas Nacional, cuya dirección electrónica es www.anr.gob.mx.

Preventivo

El sistema del Atlas Nacional de Riesgos es preventivo, pues permite crear escenarios y obtener de manera
anticipada los sistemas expuestos que podrían afectarse y así planear las acciones que deberán tomarse en
caso de una emergencia. Permite monitorear algunos fenómenos y saber si podrá afectarse alguna comunidad.

Reactivo

El sistema del Atlas Nacional de Riesgos es reactivo, ya que ante una emergencia es posible tener información
rápida y confiable de la población y la infraestructura expuesta, así como de la capacidad de respuesta para
tomar decisiones y atenderl

Planeación territorial

Uno de los objetivos que se busca con el sistema es que permita, a través de la información del Atlas Nacional de
Riesgos, delimitar las zonas de mayor peligro en la planeación del desarrollo urbano.

El ingreso al sistema nacional de riesgos cuenta con dos tipos de acceso: uno público y otro restringido. La
creación de estos dos tipos de acceso responde al tipo de información que se presenta. El acceso restringido del
sistema está dirigido para el uso de instituciones federales y de protección civil a nivel estatal y municipal.

El CENAPRED ha diseñado el sistema del Atlas Nacional de Riesgos. Hasta el día de hoy este sistema se compone
de las siguientes secciones:

• Mapas base. Son considerados como cartografía base, los cuales ayudan a ubicar de manera espacial y brindan
información diversa sobre los ríos principales, carreteras, montañas, mares del país, entre otros.

• Capas. Información a nivel nacional, una parte ha sido generada por el propio CENAPRED y otra ha sido
recopilada por diversas instituciones e integrada de acuerdo con lo estipulado para este propósito en la Ley
General de Protección Civil (2012), la cual clasifica a los fenómenos perturbadores en fenómeno antropogénico
y natural, que a su vez se clasifican en geológico, hidrometeorológico, químico-tecnológico, sanitario-ecológico,
socio-organizativo

• Terreno. Herramientas que permiten tener una aproximación del terreno en una zona de interés

• Búsqueda e identificación. Búsqueda de lugares de interés, así como identificación de elementos en los diversos
mapas

• Monitoreo y avisos. Monitoreo de diversos fenómenos a través de los servicios que las instituciones encargadas
publican, por ejemplo, información sobre el monitoreo de trayectorias de huracanes, nubosidades, precipitación,
sequía, puntos de calor, frentes fríos, entre otros temas

• Herramientas generales. Búsquedas en redes sociales, dibujo, gestión de funciones de vulnerabilidad, canal de
noticias, chat.

• Análisis. Creación de escenarios de peligro, obtención de estadísticas de sistema expuesto, bases de datos de
declaratorias y de impacto socioeconómico
• Estados. Muestra las diversas capas de los atlas estatales

• Ayuda. Manuales del sistema

El acceso público no cuenta con las secciones de Estados, Creación de escenarios, Terreno y Sistema expuesto
en la parte de Capas.

La creación de escenarios del riesgo permite realizar y guardar un análisis de un área en específico para obtener
una serie de datos de manera rápida y confiable para la toma de decisiones. Esta tarea se realiza por medio del
sistema del atlas del riesgo y la llevan a cabo autoridades y personal de protección civil.

Situación actual del Atlas Nacional de Riesgos

El Atlas Nacional de Riesgos sigue y seguirá teniendo la necesidad de mantenerse actualizado por medio de la
concentración de información en diversos niveles, así como la actualización y creación de metodologías para la
integración de información.

El CENAPRED, como organismo responsable en la actualización del Atlas, tiene la responsabilidad de apoyar y
brindar asesoría a los diferentes estados para la realización de sus atlas de riesgos, así como en las políticas
públicas y buscar mecanismos de comunicación necesarias para que el ANR siga creciendo y manteniéndose
actualizado. Es una labor no sólo del interior de las áreas del propio CENAPRED, sino de otras instituciones que
participan en integrar la información, como INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), CONAGUA
(Comisión Nacional del Agua), CONABIO (Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad),
SEDATU (Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano), CFE (Comisión Federal de Electricidad), IMSS
(Instituto Mexicano del Seguro Social), ISSSTE (Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores
del Estado), SSA (Secretaría de Salud), CRE (Comisión Reguladora de Energía), SHCP (Secretaría de Hacienda y
Crédito Público), SCT (Secretaría de Comunicaciones y transportes), UNAM (Universidad Nacional Autónoma de
México), entre muchas otras.

El Atlas Nacional de Riesgos debe irse posicionando como una herramienta indispensable para la toma de
decisiones nacionales, estatales y municipales, sobre todo en lo que a gestión de riesgos se refiere, por lo que
mantenerlo actualizado y disponible es una tarea en la que todos debemos contribuir.

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