Los jóvenes en las nuevas tendencias urbanas están experimentando una evolución en sus criterios

religiosos, tanto en términos de creencias cristianas como no cristianas. En un mundo cada vez
más globalizado y diverso, los jóvenes se ven expuestos a una variedad de influencias culturales y
religiosas que moldean su forma de ver y entender la espiritualidad.

En el contexto cristiano, algunos jóvenes adoptan un enfoque tradicional y conservador de su fe,

basado en las enseñanzas bíblicas y la participación activa en la comunidad de la iglesia. Otros, sin
embargo, están desafiando las normas establecidas y adoptando una perspectiva más progresista,
reinterpretando las escrituras y centrándose en la inclusión, la justicia social y la igualdad de
género.

Por otro lado, muchos jóvenes están alejándose de las tradiciones religiosas cristianas y explorando
otras creencias o filosofías espirituales. Algunos se sienten atraídos por el esoterismo, el ocultismo
o el paganismo, mientras que otros buscan prácticas orientales como el budismo o el hinduismo.

Además, se observa un aumento en la adopción de sistemas de creencias no religiosos entre los

jóvenes urbanos. El ateísmo y el agnosticismo están ganando popularidad, ya que los jóvenes
cuestionan las enseñanzas religiosas tradicionales y buscan respuestas más racionales y científicas
para comprender el mundo.

Es importante destacar que estos criterios religiosos varían ampliamente entre los jóvenes y no se
pueden generalizar. Cada individuo tiene su propia experiencia y perspectiva única en relación con
la religión y la espiritualidad. Los jóvenes en las nuevas tendencias urbanas están desafiando las
normas establecidas, explorando nuevas ideas y buscando una conexión personal con lo divino que
se adapte a su identidad y valores individuales.