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Waldisa Rússio Camargo Guarnieri (Brasil)

Waldisa Rússio
Camargo Guarnieri
(Brasil)
38 Waldisa Rússio Camargo Guarnieri (Brasil) Español

Español1
Español
Este texto es un resumen de un seminario breve desarrollado durante el curso
museológico en la Fundación Escola de Sociologia e Politica en San Pablo, la
más joven de las cuatro escuelas de museología que ya existen en este país, y la
primera escuela en Brasil que organiza cursos para graduados.

La museología es una ciencia nueva, en proceso de asumir su propia forma.


Ya tiene un objeto específico, un método especial, y está intentando formular
sus leyes fundamentales. El objeto de estudio de la museología es el hecho del
museo (museum fact) o el hecho museológico (museological fact). El hecho
museológico es la profunda relación entre el hombre, el sujeto cognoscente, y
el objeto; esa parte de la realidad a la que pertenece el hombre, y sobre la cual
tiene el poder de actuar. Esta relación comprende varios niveles d consciencia,
y el hombre puede percibir un objeto con sus sentidos: vista, oído, tacto, etc.
Esta relación primero presupone, en el sentido etimológico de la palabra, que
el hombre “admira” al objeto (ad + mirare).

Si se considera que el hecho del museo es una profunda relación entre el hombre
y el objeto, se debe hacer una consideración: a) la propia relación, b) la persona
cognoscente, c) el objeto a ser conocido, d) el museo.

a. La relación en sí concierne a la percepción (emoción, razón), registrando


la percepción (sentimiento, imagen, idea), y la memoria (sistematizando
ideas e imágenes y a las conexiones entre ellas).

b. El hombre también está considerado en todos los aspectos de su ser


(los enfoques filosófico, ético y psicológico, y a nivel de la teoría de su
conocimiento). Debe también ser estudiado en sus relaciones con otros
humanos y otros grupos sociales (su comportamiento psicológico, so-
ciológico y político).

c. El propio objeto requiere una identificación, una clasificación dentro de


un sistema, como así también una integración dentro de una especie, un
género o una familia. Esto también asume la existencia de conservación,
un conocimiento de la composición del objeto (química, física, etc.) y las
condiciones ambientales necesarias para prolongar su vida. Es el testigo
del hombre, y depende de diferentes disciplinas científicas para ser cor-
rectamente identificado, estudiado, clasificado y comunicado.

d. Una vez en el área del museo, la relación entre el hombre y el objeto no


depende solamente de la comunicación de toda la evidencia material del
objeto, sino también de su lugar dentro del museo como agente de trans-
ferencia museológica. El observador es consciente del objeto como parte
del mundo natural y lo transfiere como una imagen, como un concepto;
es decir que lo incorpora a su mundo intelectual “interiorizándolo”en el

1. Publicado originalmente en Museological Working Papers (MuWoP) 2. ICOFOM, 1981.


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sentido sociológico de la palabra. Como hemos visto, este proceso com-


prende varios niveles: primero, se atrapa la conciencia, luego sigue la
interiorización, conceptualización, asimilación con otra información en
la memoria, y finalmente, un ímpetu hacia el sentido crítico que observa y
compara. Al mismo tiempo, la persona se familiariza con el objeto (parte
de una realidad en la que también participa y puede incluso intervenir)
y avanza desde un comportamiento pasivo de simple disfrute hacia una
conducta potencialmente activa y creativa. No solamente es capaz de
juzgar, sino también de transformar. Es capaz de comprender y aceptar
una innovación, la transformación de la sociedad en evolución continua,
en resumen, el proceso científico, histórico y social. Esta profunda rela-
ción entre el hombre y el objeto que se adoptó al principio con los objetos
materiales, ahora se ha ampliado hacia las creaciones abstractas, en la
medida en que pueden ser registradas materialmente.

Esta relación entre el hombre y el objeto (objeto, idea, creación) que es el hecho
del museo, o el hecho museológico, se establece dentro del área del museo. Esta
idea de una institución es útil porque no solamente cubre al museo pequeño
sino también al museo grande tradicional, incluyendo al ecomuseo, una de las
más grandes conquistas y descubrimientos de la museología contemporánea.

Lo que le da al museo su carácter específico es la intención con la que fue crea-


do y el reconocimiento público de que es efectivamente un museo, es decir,
una verdadera institución. El museo es el lugar donde se localiza el hecho de
museo, pero para que asuma toda la fuerza de su significado en la realidad, los
objetos deben ser “museomizados” (“museumized”), esto es, los objetos mate-
riales devienen objetos-conceptos. Los objetos que son solamente restos pueden
también estar sujetos a un procesamiento de museo, como la prueba material
de la existencia del hombre y de su ambiente, de su medio natural o de uno mo-
dificado por el propio hombre. Este procesamiento de museo refiere a objetos
que tienen valor como testigo, como documento, y son auténticos en relación
al hombre y la naturaleza.

También es posible tratar museológicamente a un objeto sacándolo de su contex-


to en el museo tradicional o exponiéndolo “in situ” o en su eco-contexto y sus
ecodinámicas (ecomuseo).

El hecho de que un objeto es un documento, un testigo auténtico surge en


conexión con la disciplina especializada del museo (antropología, arqueología,
química, etnología, matemáticas, etc.), es decir, la perspectiva científicamente
orientada a través de la cual el hombre y su ambiente han sido estudiados. La
“Museomización” (“Museumization”) no necesariamente involucra a la comuni-
cación museológica. La comunicación museológica involucra realzar un énfasis
sobre ciertos objetos. La incorporación en el mundo del museo, por otra parte,
está basada en investigación previa, en la selección de los propios objetos, en
la documentación, manejo, administración, conservación y eventualmente la
restauración de los objetos. Esta incorporación involucra muchas operaciones
distintas que dependen en campos científicos extremadamente variados.
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El tema y el objeto del museo siempre son el hombre y su ambiente, el hombre y


su historia, el hombre y sus ideas y sus esperanzas. De hecho, el hombre y su vida
siempre son la base del propio museo, lo que significa que los métodos usados
en la museología son esencialmente interdisciplinarios puesto que el estudio del
hombre, de la naturaleza, y de la vida, dependen de una gran variedad de campos
científicos. Cuando los museos y la museología, en el más amplio sentido del
término, estudian el ambiente, al hombre o a la vida, están obligados a reunir
disciplinas que la sobreespecialización de hoy había separado completamente
hasta ahora. La interdisciplinariedad debe ser un método de investigación y
acción en museología, y por lo tanto el método de trabajo de los museos y de
cursos de entrenamiento en museología para el personal de museo.

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