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TORlA DEL ṄlNß CHĠN


A continuación la historia del Wing Chun paso a paso...

Fuego en el templo Shaolin

Hace más de 250 años, durante el régimen de Yung-Cheng (1723-1736) de la dinastía Ching, se dice que hubo
un incendio en el tempo de Shaolin provocado por los soldados del gobierno Manchu. El incidente dio lugar a
dos historias que han sido pasadas de generación en generación en China. Una historia, la cual es narrada por
sociedades secretas (las triadas), dice que los soldados manchu fueron ayudados por desertores del
monasterio Shaolin, en especial uno llamado Ma Ning Yee, quien inició el fuego desde dentro como una
forma de represalia por haber sido despedido del monasterio. La historia revela que solo cinco monjes
escaparon de las ruinas. Más tarde pasaron a la clandestinidad y organizaron sociedades secretas que
trabajaron para derrocar a la dinastía Ching. Otra historia, la cual es contada por un círculo de artistas
marciales en el sur de China revela hechos distintos excepto por la parte de que un incendio destruyó el
monasterio. Ellos dicen que el número de sobrevinientes excedían los cinco y que sus nombres eran un poco
distintos de los mencionados por la gente de las triadas.

El nacimiento de un nuevo sistema de lucha

Se dice que durante el incendio del templo Shaolin muchos monjes lograron escapar, incluyendo 5 maestros
Shaolin, líderes de 5 estilos del Shaolin – Estos maestros fueron la monja Ng Mui, y los maestros Chi Shin,
Pak Mei, Fung To Tak y Miu Hin y sus discípulos entre los que destacan Hung Hay Kwun, Fong Sai Yuk y Luk
Ah Choy quienes se dispersaron y ocultaron.
Uno de los cinco maestros del Shaolin, el maestro abad Chi Shin, se enlistó como cocinero en la compañía de
teatro llamada “el junco rojo”.
La monja budista Ng Mui era la única mujer en el monasterio y también era la más vieja. Ella era la más
tolerante con respecto al régimen manchú, a diferencia de sus hermanos de kung fu y sus discípulos (aunque
en ocasiones tuvo que aplicar sus conocimientos en el kung fu en pro de la justicia). Ng Mui fue viajando a
través del país después de la destrucción del templo, determinada a no volver a estar envuelta en asuntos
mundanos otra vez. Al final se asentó en el “templo de la grulla blanca” en la montaña Tai Lung (también
llamada montaña Chai Ha), la montaña estaba escasamente poblada en el borde de las provincias de
Szechwan y Yunnan. Allí rara vez habían problemas, así ella pudo concentrarse en el budismo Zen, una secta
del budismo creada por Bodhidharma durante las dinastías del norte y del sur, y también entrenar artes
marciales como pasatiempo.
Ella sabía los problemas que vendrían más adelante, ya que los detractores del templo Shaolin y los soldados
manchú la perseguían y ella se cada día se volvía más vieja y en algún momento su fuerza y habilidad no
serían suficientes para defenderse. La única forma de defenderse era crear un nuevo estilo de kung fu que
fuera capaz de superar las técnicas de Shaolin. ¿Pero cómo?
Un día ella observó la pelea entre un zorro y una grulla salvaje. El zorro corría alrededor de la grulla en
círculo, esperando lanzar algún ataque fatal. La grulla se quedó en el centro del círculo, girando todo el
tiempo de cara al zorro. Cada vez que el zorro se acercaba la grulla atacaba con su pata, la grulla bloqueaba
los ataques del zorro con una de sus alas y al mismo tiempo atacaba con su pico. Así la grulla se defendía con
sus alas y contraatacaba con su pico, mientras el zorro intentaba rodearla y atacar con sus patas. Así la pelea
continuó por largo tiempo mientras Ng Mui observaba. Quien salió victorioso no es lo importante. Lo
realmente importante es que la pelea inspiro a Ng Mui en la iniciación de un nuevo sistema de lucha.

Técnicas contrarias al sistema existente

El nuevo sistema, el cual fue inspirado por la pelea entre el zorro y la grulla, no fue llamado “el estilo del
zorro” o “el estilo de la grulla”. Para Ng Mui, cuando consolidó este nuevo sistema, pucho mucha atención
a los movimientos de las patas del zorro y las alas de la grulla para adaptarlas a las extremidades humanas,
de esta forma creó un set de movimientos de lucha que mantenían las técnicas del zorro y la grulla pero
que se adaptaban muy bien a la situación anatómica humana.
El sistema de combate de Shaolin existente el cual se centraba en patrones fijos de movimientos
reguares, era considerado por Ng Mui como muy complicado. Mientras que, su nuevo sistema, se
centraba en la simplicidad del movimiento y la versatilidad para desviar los movimientos del sistema
Shaolin.

Yim Wing Chun

La señorita Yim Wing Chun, una nativa de la provincia de Kwangtung, luego de la muerte de su madre se
quedó con su padre Yim Yee, un discípulo del templo Shaolin. A muy temprana edad fue comprometida
con el señor Leung Bok Chau, un mercader de sal de la provincia de Fukien. Yim Yee, que había aprendido
algunas técnicas del templo Shaolin, en cierta oportunidad tuvo problemas con la ley al tener que utilizar su
habilidad en el kung fu en pro de la justicia, por esta razón fue obligado a escapar y ubicarse en la
frontera entre las provincias de Szechwan y Yunnan, a los pies de la montaña Tai Leung, en donde instalaron
una tienda donde vendían tofu.

Wing Chun creció y se convirtió en una atractiva adolescente, muy activa e inteligente. Esto la metía en
muchos problemas y a su vez la hizo muy conocida en la región.
Un matón local, de apellido Wong, era conocido por su mal comportamiento y su habilidad y fuerza en el
kung fu, ante lo cual los nativos locales nada podían hacer, ya que el poder del reino en esa alejada área era
muy débil. Siendo atraído por la belleza de Wing Chun, envió a un mensajero para pedir su mano
en matrimonio, con la amenaza de que si ella se rehusaba vendría a forzarla a cazarse con él en una fecha
fijada. El padre de Wing chun ya era viejo y débil, por lo tanto no podría defender a su hija en tal
situación.
Mientras tanto, la monja budista Ng Mui, quien en ese tiempo vivía en el templo de la grulla blanca en la
pendiente de la montaña Tai Leung y bajaba a la aldea varias veces al mes a comprar provisiones para
los momentos de necesidad. Cada vez que bajaba ella pasaba al puesto de ventas de Yim Yee para comprar
algo de tofu. Cierto día Ng Muy se enteró del problema de Wing Chun y se ofreció ayudar, pero no a
enfrentarse ella misma con el matón del pueblo ya que podría atraer a los soldados manchú hacía ella, así
que se ofreció a enseñarle su método de defensa a Wing Chun. Wing Chun Pasó tres años entrenando Kung
Fu con Ng Mui.
Un día, Ng Mui le dijo a Wing Chun que ya estaba lista y que había adquirido maestría en el sistema de kung
fu que le estaba enseñando, le indicó que volviera al pueblo con su padre para defenderlo del matón que los
asechaba. Tan pronto como Wing Chun volvió de la montaña Tai Leung, el matón local volvió a molestarla de
nuevo. Esta vez Wing Chun lo retó a un combate, en vez de huir. El matón, quedó sorprendido y aceptó este
reto al estar convencido de su superioridad física. Sin embargo las cosas no resultaron como pensó, ya
que fue noqueado fácilmente por Wing Chun y no volvió a causar problemas jamás.

Wing Chun, después de derrotar al matón local, continuó practicando su estilo de Kung fu. Por otro lado
Ng Mui, encontró su vida en la montaña de Tai Leung demasiado monótona, por lo que decidió viajar a
través del país, no sin antes aconsejar a Wing Chun sobre que tuviera cuidado en encontrar un sucesor
confiable para traspasar sus conocimientos del kung fu.
Leung Bok Chau y Leung Lan Kwai

Wing Chun eventualmente se casó con su novio Leung Bok Chau a quien le traspasó su sistema de defensa
que aprendió de Ng Mui. Leung Bok Chau era una artista marcial antes de casarse, al cual le gustaba
practicar el arte del combate en su tiempo libre. Después de su casamiento Wing Chun hablaba mucho de sus
teorías sobre las artes marciales a su maridó. Al principió él le prestaba escasa atención pensando que solo
era una mujer débil que no sabía sobre artes marciales. Pero luego Wing Chun encontró la
oportunidad para practicar con su esposo y le demostró que podía defenderse de él en cualquier
situación. Solo después de esto Leung Bok Chau se dio cuenta que su esposa no era una mujer débil, sino
que era una hábil exponente de las artes marciales. Desde entonces admiró la técnica de su esposa y
aprovechaba cada momento para entrenar con ella y aprender su estilo. También llamó al estilo de kung fu
de su esposa el “Wing Chun Kuen”, en honor a ella.
Después Leung Bok Chau le traspaso las técnicas del Wing Chun Kuen a Leung Lan Kwai, un yerbatero, que
nunca mencionó a nadie su conocimiento del kung fu. Este fue el porqué incluso sus familiares y
asociados desconocían sus habilidades en el Wing Chun Kuen. Este secreto fue revelado a la gente solo
cuando, cierta vez, tuvo que combatir contra un grupo de peleadores que atacaban a un hombro solo y
desarmado. De cualquier modo, siempre se abstuvo de jactarse de sus habilidades, teniendo en mente
el mandato de su maestro de “no hacer público sus habilidades en el Wing Chun Kuen”.
Wong Wah Bo y Leung Yee Tei

Sería necesario reescribir la historia del Wing Chu Kuen si Leung Lan Kwai nunca hubiese dado a conocer sus
habilidades a nadie. Pero felizmente por suerte, he paso sus conocimientos a Wong Wah Bo, un actor
que interpretaba el papel de héroe en una compañía de teatro. En ese tiempo los actores eran conocidos por
los chinos como “Los seguidores del junco rojo”. Wong Wah Bo era uno de esos seguidores del junco rojo
en el momento en que se encontró con Leung Lan Kwai, por el cual fue aceptado como discípulo. Leung Lan
Kwai nunca había tenido discípulos, pero el buen carácter y sentido de justicia de Wong Wah Bo lo
convenció de que él sería el mejor sucesor de la línea del Wing Chun.

Era algo común que la mayoría de los seguidores del junco rojo supieran artes marciales. En sus
espectáculos, se ponían mascaras faciales para personificar sus papeles y no ser reconocidos. Fue por esto
que muchos de los seguidores del junco rojo eran antiguos monjes Shaolin que utilizaban el espectáculo y las
mascaras para ocultarse del gobierno Manchú. Un ejemplo de esto es la historia del monje budista Chi Shin,
uno de los 5 maestros que escaparon del monasterio Shaolin después del incendio.
El maestro Chi Shin, viajó encubierto como un cocinero del junco rojo para no ser arrestado. Pero fue
difícil mantenerse en secreto. El reveló su secreto a muchos de los seguidores del junco rojo que tenían
un alto sentido de justicia, los cuales no informaron al gobierno sobre la existencia de este supuesto
criminal buscado, por el contrario, ellos lo protegieron y ayudaron en muchas ocasiones a salvar a
personas que estaban bajo la opresión del gobierno manchú. Por tal razón el maestro Chi Shin se convirtió en
un héroe. El les enseñó el sistema de combate Shaolin, para prepararlos para un eventual enfrentamiento
contra los soldados manchúes.
Entro los discípulos del maestro Chi Shin en el junco rojo, había uno de nombre Leung Yee Tei, que vale
la pena mencionar. Leung Yee Tei no era un actor de la compañía, pero era un marinero del junco rojo,
que usaba el palo largo como arma con una precisión envidiable.
De todas las técnicas demostradas por el maestro Chi Shin, la que Leung Yee Tei admiraba más era las
técnicas del palo largo. Fue una suerte para Leung Yee Tei que el maestro Chi Shin fuera un experto en
las técnicas de “los seis puntos y medio del palo largo” y pensara que Leung Yee Tei fuera digno de ser
instruido en estas técnicas. Ahora, volviendo a Wong Wah Bo, él trabajaba en la compañía de teatro del
“junco rojo” donde también trabajaba Leung Yee Tei. Wong Wah Bo admiraba la técnica de los seis
puntos y medio del palo largo de Leung Yee Tei, y Leung Yee Tei admiraba las técnicas del Wing Chun kuen
de Wong Wah Bo. Así que ambos tenían algo que aprender del otro, así como también algo que
enseñarle al otro. Por lo tanto intercambiaron sus técnicas. Como resultado, Leung Yee Tei también se
volvió un sucesor del sistema de combate Wing Chun, y el Wing Chun incorporó para sí un set de técnicas
con el palo largo. Como Leung Yee Tai y Wong Wah Bo se ayudaron mutuamente a aprender las
técnicas, realizaron una mezcla de sus conocimientos, de esta manera incorporaron conceptos del
Wing Chun en la técnica de los seis puntos y medio del palo largo. Posteriormente también añadieron
el Chi sao (manos pegajosas) como parte del entrenamiento del palo largo, creando así un nuevo
entrenamiento llamado “Ejercicios de los palos pegajosos” (Chi-Kwun).

El señor Leung Jan de Fatshan

A avanzada edad Leung Yee Tei decidió pasar su arte del Wing Chun Kuen a Leung Jan, un famoso médico
de Fatshan, una de las cuatro famosas ciudades de Kwangtung provincia del Sur de China.
Fatshan, está ubicada en la unión de las rutas de viaje cerca del rio perla, es un famoso centro
comercial, densamente poblado – un lugar donde los oficiales de gobierno, comerciantes ricos, trabajadores
y personas comunes se encuentran juntas. Leung Jan, un propietario de una farmacia herbal en ese lugar,
creció en una buena familia, siendo un hombre culto, caballero y político. Además de mantener su Farmacia
“Jan Sang” en la calle Palillos en Fatshan, también ofrecía servicios médicos a los residentes de Fatshan. En
su tiempo libre disfrutaba de la literatura y sorprendentemente también de las artes marciales. Sin
embargo fue cauteloso en la elección de su mentor en las ares marciales. Por un lado, a él no le gustaba las
posturas bajas y abiertas que necesitaban fuerza y poder. Los sistemas que enfatizaban el poder físico y la
fuerza bruta no eran de su gusto. Ni tampoco aquellos sistemas que tenían movimientos que se veían bien
pero no eran prácticos al momento de aplicarlos. Lo que él quería era aprender un sistema que tuviera
habilidades prácticas, que fueran aplicables y que tuvieran una apariencia simple.
Los años pasaron mientras esperaba por un sistema e instructor ideal, eventualmente su oportunidad se
presento cuando conoció a Leung Yee Tei y pudo aprender el Wing Chun Kuen.
Pronto las habilidades de Leung Jan le hicieron valer el título de “El rey del kung fu”. Su fama le trajo muchos
desafíos. La gente ambiciosa lo forzaba a defender su título, pero rápidamente eran derrotados. Cada
vez que la gente decía su nombre, recordaban su título: “El rey del kung fu”. Hoy en día, la gente de
la vieja generación cuentan sobre sus triunfos con gran entusiasmo.

Wah el hombre de madera, Leung Tsun y Wah el cambiador de monedas

Leung Jan no consideraba la enseñanza del Wing Chun como su profesión, pero su propio interés en el arte
del combate lo instó a adoptar algunos discípulos, incluyendo sus dos hijos, Leung Tsun y Leung Bik. El
les enseñó Wing Chun cada día después de cerrar su farmacia.
Entre sus discípulos había uno cuyo apodo era Wah el hombre de madera. Él ganó su apodo porque tenía un
par de brazos fuertes los cuales eran duros como madera y rompía los brazos del muñeco de madera durante
las prácticas. Cada tarde, después de que la farmacia se cerraba entrenaba con sus co-estudiantes bajo
la guía de su mentor Leung Jan.
Al lado de la farmacia de Leung Jan había un puesto de intercambio de monedas cuyo propietario era
Chan Wah Shun. La gente lo llamaba “Wah el cambiador de monedas”. Él anhelaba aprender kung fu y
estaba determinado a convertirse en un famoso maestro del kung fu. Como su puesto estaba vecino a la
farmacia de Leung Jan, cuyo comportamiento y habilidad había admirado por mucho tiempo, él había
querido pedirle a Leung Jan que lo aceptara como discípulo. Pero debido al hecho de que Leung Jan
era un caballero respetable de una familia famosa y el mismo tiempo dueño de una tienda rica, Wah
el cambiador de monedas sentía vergüenza de realizar tal solicitud. Además, no sabía si Leun Jan aceptaría
o no. De cualquier modo, su determinación en aprender kung fu y su respeto por Leung Jan le dio mucha
esperanza.
Cada día, cuando el trabajo terminaba y la calle estaba vacía, Wah el cambiador de monedas se ponía
en punta de pies para observar sobre la puerta de la farmacia de Leung Jan, para espiar a través de la
abertura de la puerta y observar a Leung Jan enseñar kung fu. El señor Leung Jan se volvió su ídolo. Cada
movimiento de las manos o pies de Leung Jan lo estudió cuidadosamente y dejó una profunda impresión
sobre él. Día a día su deseo de aprender kung fu lo volvía más y más fuerte.
Hasta que un día, pensó que ya era tiempo de hacer su solicitud. Él reunió todo su coraje y habló con Leung
Jan, pero este rechazó su solicitud, tal como esperaba, con palabras muy caballerosas. Esto naturalmente lo
hizo sentir decepcionado, pero no perdió las esperanzas. Él pensó en otra forma de cumplir su deseo.
Un día, cuando Leung Jan estaba fuera, Wah el hombre de madera trajo a la farmacia a un hombre
fuerte, cuando solo el hijo mayor estaba allí. Resultó ser que el extraño era de hecho Wah el
cambiador de monedas, quien por largo tiempo había estado aprendiendo Wing Chun al espiar por la
hendidura de la puerta. Entonces Leung Tsun sugirió que tuvieran un combate de práctica con el intruso
para probar cuanto había aprendido a través de sus lecciones ilícitas.
Leung Tsun nunca había combatido tan fuerte con sus co-estudiantes como lo hizo con Wah el cambiador de
monedas. Al primer contacto que hubo entre sus manos Wah el cambiador de monedas sintió que
su oponente no tenía tanto poder y habilidad como esperaba. Por error Wah el cambiador de monedas
lanzó una palma a Leung Tsun tan fuerte que se quedó tirado sin poder hacer nada en el sillón más
valioso de su padre Leung Jan, y rompió una de sus patas. Esto en primer lugar sorprendió los que
estaban allí, pero después se preocuparon ya que serían castigados por Leung Jan cuando se encontrara
con su sillón favorito roto. Así que rápidamente intentaron ocultar el daño.
Wah el cambiador de monedas finalmente adoptado como discípulo de Leung Jan
Esa noche, cuando Leung Jan regresó de su farmacia, como usualmente lo hacía intentó sentarse en su sillón
favorito después de comer. Para su sorpresa el sillón colapsó de un lado y cayó al suelo. Al preguntar por
el asunto Leung Jan se enteró por su hijo mayor sobre todos los detalles de la visita del extraño y el combate
de práctica.
Leung Jan, al escuchar esto, llamó a su discípulo Wah el hombre de madera y le preguntó sobre como
su amigo el cambiador de monedas había adquirido sus habilidades en el kung fu. Él le dijo que cada vez
que Leung Jan les enseñaba kung fu su amigo Wah el cambiador de monedas los espiaba por la hendidura de
la puerta mientras mantenía cerrada su tienda de cambio de monedas. Leung Jan inmediatamente le dijo
a
Wah el hombre de madera que fuera a buscar a su amigo. Fue entonces cuando Wah recordó que estaba mal
enseñar kung fu a otros sin el permiso del instructor.
Pensando que el maestro Leung Jan castigaría a su amigo, Wah el hombre de madera le dijo al cambiador de
monedas que huyera a su ciudad nativa en vez de ver al maestro.
Cuando Wah el hombre de madera no regresó con su amigo, Leung Jan preguntó porqué. Al escucharlo, se
dio cuenta que su discípulo lo había mal entendido. Luego le dijo a su discípulo que quería ver que tanto
conocimiento había adquirido su amigo sobre el Wing Chun y que tan talentoso era. Wah el hombre de
madera, se alegró al oír esto, corrió donde su amigo y lo trajo de vuelta. Después de ver a Wah el cambiador
de monedas, Leung Jan inmediatamente lo adoptó como su discípulo.

Wah el cambiador de monedas y sus 16 estudiantes

Aunque Wah el cambiador de monedas no era un hombre educado, progresó rápidamente en el Wing Chun
bajo la tutela de Leung Jan, simplemente por su perseverancia y determinación. Él fue un hombre
del mercado que por lo tanto estaba en estrecho contacto con la gente de la clase baja, a quienes les gustaba
la pelea. Esto le dio muchas oportunidades para mejorar sus habilidades en el arte del kung fu. En poco
tiempo su fama se extendió y llegó a los oídos de los oficiales del gobierno manchú.
Los manchúes habían estado gobernando al pueblo chino desde hace más de doscientos años y
gradualmente fueron siendo asimilados por la cultura china. La barrera entre la raza manchú y los Han se fue
rompiendo, lo cual se demostró en el sentimiento nacional en contra de los manchúes; más y más personas a
favor de los Han fueron tomando altos puestos oficiales en el gobierno Ching. Por otro lado, el gobierno
Ching de la raza manchú, después de dominar a los chinos por más de dos siglos y gozar del estilo de
vida chino, se fueron volviendo corruptos. Como resultado, la invasión de países extranjeros aumentó
año con año. Concesiones de tierras, indemnizaciones de guerras, el control de industrias y comercio por
potencias extranjeras fueron debilitando el país. Una forma de restaurar la fuerza del país fue reforzar su
milicia. Fue por esta razón que Wah el cambiador de monedas fue invitado a tomar el puesto de jefe
instructor de los soldados del ejército, un puesto muy admirado y respetado.
Sin embargo, Wah, siendo el sucesor de Leung Jan, no aceptó el honor de ser el jefe instructor de
los soldados Manchús. Él, como su maestro, consideraba el enseñar kung-fu como un pasatiempo
amateur, no una profesión.
Él no tenía un lugar fijo como gimnasio, sino que rentaba uno para este propósito. Durante sus 36 años
de enseñanza de kung fu tuvo 16 estudiantes, entre los cuales uno era su propio hijo, Chan Yu Min. Su
hijo era un chico rebelde y mimado por sus padres, que siempre se involucraba en peleas con los
delincuentes locales, para el disgusto de su padre. Por esta razón, su padre dudó en enseñarle las técnicas
más avanzadas del Wing Chun, pero en su lugar, le enseñó a su nuera. Como resultado, la esposa de Chan
Yu Min era mucho más hábil que su él y tuvo que aprender de su esposa lo que no había aprendido de su
padre.
Sin embargo, él fue particularmente hábil en una de las técnicas, la de los seis puntos y medio del palo largo.
Su habilidad con esta arma le valió el título de “El rey del palo de las siete provincias”, el cual le fue
conferido después de su demostración en “El torneo de artes marciales de las siete provincias”, en el cual
también le fue otorgado un palo conmemorativo, tan grueso como un brazo, el cual tenía gravado el título de
“El rey del palo de las siete provincias”. El puso este palo en la puerta de su propio gimnasio al
inaugurarlo algunos años después para atraer estudiantes.
Entre los estudiantes de Wah el cambiador de monedas, el más notable era Ng Chung So, su segundo
discípulo, quien había aprendido de él todas sus habilidades, y quien más tarde sería su asistente ayudante
hasta su muerte.
En sus últimos años, cuando tenía más de 70 años, Wah alquiló el templo ancestral del clan de los Yip a
un comerciante rico como lugar para enseñar el Wing Chun. Fue aquí donde adoptó a su decimosexto y
último discípulo, que en ese momento tenía 13 años de edad y estaba destinado a ser el sucesor en la
cadena del sistema de combate del Wing chun y propagar sus técnicas a todas partes del mundo. Sin
embargo, Wah no estaba consciente de esto, y durante las etapas finales de su vida, le pidió a su segundo
discípulo Ng Chung So que cuidara a ese pequeño niño, su hermano de kung fu más joven.
Después de la muerte de Wah el cambiador de monedas, vino un periodo de ocaso en el desarrollo del Wing
chun, periodo que coincidió con tiempos de desorden en China, durante el cual ninguno de sus estudiantes,
que solo podían preocuparse de sus propios negocios, se preocupó de promover el Wing Chun o de pasar
sus técnicas a la siguiente generación.
Este deber parecía recaer sobre los hombros de el ultimo discípulo adoptado por Wah, llamado Yip Man,
quién fue adoptado en el templo ancestral del clan de los Yip. No fue sino hasta que Yip alcanzó la edad
de 25 años que el Wing Chun volvió a renacer. Él fomentó el desarrollo del sistema Wing Chun y lo llevó
a una era de oro.
Eventualmente se volvió un Gran Maestro indisputado del Wing Chun. Su nombre, mas grande que
cualquiera de sus predecesores, fue conocido por toda la gente en el mundo de las artes marciales. Su fama
fue ganada duramente, por su diligencia y con la ayuda de sus discípulos. Él fue Yip Man, el Gran Maestro del
Wing Chun.
ṄlNß CHĠN – ?RlNCl?lO? Y AfORl?MO?

Uno de los sorprendentes motivos que centran la atracción de la gente hacia el Wing Chun es un método de
enseñanza, así como sus teorías y principios. A diferencia de otros estilos de kung fu chino, el Win Chun
como ya se ha explicado anteriormente no dispone de un curriculum amplio de formas, tanto de mano vacía
como de armas, esto nos da a entender que estamos ante un sistema de lucha simplificado y pulido,
donde cada movimiento o técnica juega un papel importante.
Antiguamente el Wing Chun era pasado de generación en generación de una manera verbal, esto hacía que
los practicantes tuviesen que prestar una estricta atención a las teorías y conceptos del sistema.
Para facilitar la comprensión y el aprendizaje, y siendo una antigua y popular costumbre en China,
formularon una serie de aforismos llamados Kuen Kuit. Estos simples pero directos dichos desvelaban con un
carácter popular las teorías más avanzadas del estilo, además de permitir que los practicantes pudiesen
recordarlos y asociarlos con gran facilidad. Por supuesto no todos ellos se formaron en una misma época, ni
por un mismo maestro, al igual que ha ocurrido con todo el sistema. Por este y otros motivos algunos
Kuen Kuit se han divulgado con diferentes interpretaciones, esto es algo muy común y lógico, pudiéndose
afirmar que al igual que el Wing Chun, otros estilos han sufrido una situación idéntica.
Debe añadirse aquí que muchos de ellos, concretamente los que se refieren a las teorías más comunes,
gozan de gran similitud a nivel de interpretación en las diferentes familias del Wing Chun. Por este motivo se
ha hecho una pequeña síntesis y explicación de algunos de estos principios y aforismos populares en el Wing
Chun.

Línea central (Joan Sien)


Este principio se refiere a la línea central, que está dividida en dos partes, una vertical desde nuestra cabeza
hasta el suelo, que divide el cuerpo en dos mitades simétricas, y la otra que es proyectada desde el
centro del pecho hacia adelante, horizontalmente.
Estas líneas juegan un papel muy importante en lo que concierne a la fuerza del golpe, así como con el
correcto posicionamiento del cuerpo con referencia al oponente.
La línea cambia constantemente con los movimientos del oponente, por este motivo el practicante se ve
obligado a corregir y reajustar su línea como si de una mira telescópica se tratase.
Diseccionando el principio de la línea central podemos encontrarnos con diferentes aplicaciones de este
principio:
· Joan Sien Frontal
· Controlar la línea central
· Cambiar la línea central
· Volver a la línea central
· Romper la línea central

Economía de movimiento
Esta teoría o principio es uno de los más importantes y destacados en el Wing Chun, motivo por el cual
debemos prestarle un trabajo y una atención verdaderamente especial.
Cuando hablamos de economía de movimientos nos referimos al uso de técnicas defensivas u ofensivas
ejecutadas con un ahorro energético elevado, así como una trayectoria y tiempo de ejecución mínimos.
La mayoría de nuestros golpes deben partir desde una trayectoria rectilínea y sin ningún mov imiento previo y
superfluo, como resultado de esto el tiempo de ejecución se verá reducido, proporcionándonos una
ventaja respecto a nuestro oponente. Pero para conseguir aplicar este principio deberemos realizar
un entrenamiento específico destinado a desarrollar esta habilidad, y es que en ocasiones nuestra
técnica carecerá de un amplio espacio para generar suficiente potencia, obligándonos a entrenar
muy concienzudamente los movimientos de rotación del tronco en combinación con diferentes golpes así
como largas sesiones e puños y palmas en el saco de pared.

Bik Gink
Este concepto, traducido como “acumular potencia”, se debe aplicar sobre todo durante la práctica del
Chi sao. Deberemos controlar la presión penetrante sobre los brazos del oponente. Este concepto nos
permite disparar nuestras técnicas con un efecto de resorte al tiempo que evita la retracción de nuestros
codos.
Para realizar una correcta ejecución de este principio deberemos efectuar un trabajo prolongado de Luk-sao,
con una presión constante pero no exagerada, pues nos haría perder nuestra energía al tiempo que
forzaríamos nuestras técnicas cayendo en un error que aprovecharía fácilmente nuestro adversario.
Uno de los puntos importantes es mantener los codos dentro de la línea central y no retraerlos hacia atrás.

“Cuando la mano esté libre golpea recto”. Esta es una de las teorías o conceptos más difíciles de emplear o
poner en práctica, pero al mismo tiempo uno de los más prácticos para la lucha.
El principio es no seguir a la mano que se despega de nuestro brazo, sino seguir una trayectoria
rectilínea hasta alcanzar el blanco.
Para la práctica simple pero eficaz de este concepto debemos entrenar el Luk Sao con un compañero y
cuando alguna de sus manos o brazos se despeguen de los nuestros no intentaremos seguirlos, en vez de ello
debemos lanzar nuestro puño contra su pecho.

“Golpear y defender simultáneamente”. El estudio táctico defensivo del Wing Chun permite aplicar este
concepto en el cual el golpe y el bloqueo se ejecutan únicamente realizando una sola acción o
movimiento, con la posibilidad de realizarlo con el mismo brazo o pierna defensiva o una
combinación de ambos miembros. Por ejemplo, podemos coger una patada circular hacia nuestra cara
que defendemos con un movimiento de Kwan Sao, al tiempo que lanzamos una patada lateral baja a la
pierna de apoyo del oponente.

“No forzar tu golpe”. Debemos conservar y utilizar la energía justa para cada golpe o acción que realicemos
aprovechando cada una de las oportunidades que nos presente el oponente.
El objetivo es no desperdiciar la energía en movimientos ineficaces y superfluos que nos harían perder
tiempo y energías útiles que pueden ser de vital importancia para posteriores acciones.
A continuación se hace una pequeña exposición de algunos de los Wing Chun Kuen Kuit más conocidos:
· : las técnicas de cuchillos nunca se repiten.
· : combina lo suave y lo duro.
· : el palo no repite dos sonidos.
· : el puño sale del corazón.
· : golpear y defender al mismo tiempo.
· : no te resistas, no te fijes.
· : las manos permanecen en la línea central.
· : Biu jee no debe salir fuera de tu puerta.
· : continuar golpeando sin parar.
· : no fuerces tu golpe.
· : no desperdicies tus golpes.
· : el codo lleva a la mano.
· : no hagas movimientos innecesarios en la práctica del Chi sao.
LEYENDAS DE YIP MAN
En el estilo Wing chun, el difunto Gran Maestro Yip Man fue un gran hombre conocido por todo el mundo
del kung fu. Tenía un temperamento inusual y auto respeto, al Gran maestro Yip Man le importaba
escasamente las vanidades mundanas de la vida, como la fama y la fortuna, no era mal educado ni
peyorativo como algunos maestros de kung fu. Tenía el don de la tranquilidad. Su sinceridad, afecto
y hospitalidad eran evidentes en muchas formas. Un verdadero caballero y erudito, representaba la
serenidad y el refinamiento. Sus conversaciones, en el acento del dialecto de Fatshan, revelaban su carácter
cuidadoso y amable.

Un gentil aficionado al Kung-fu

Nacido de una respetable familia, ricos propietarios de una gran granja y casas a lo largo de toda una
calle, debería haber sido un joven aristócrata llevando una vida protegida y cómoda. Sin embargo, para
sorpresa de todos, él mostró un especial interés por las artes marciales. Así que, a la edad de 13 años,
recibió su enseñanza en el kung-fu de Wah el cambiador de monedas, un gran maestro del Wing Chun.
Como Wah debía rentar locales privados para enseñarle a sus seguidores nunca tuvo un sitio fijo como
gimnasio, el padre del Gran Maestro Yip Man estuvo de acuerdo en dejarlo usar el templo ancestral del
clan de los Yip. Sin embargo, la gran cantidad de dinero que costaba la matrícula impuesta a sus
discípulos, usualmente a lo mucho tres taeles de plata al mes, dio como resultado que hubiera un
pequeño número de estudiantes en su gimnasio. Yip Man, siendo el hijo del dueño de la propiedad, se
convirtió en una persona muy cercana a Wah. Atraído por el kung fu de Wah, Yip Man, en la
búsqueda de artes marciales, eventualmente decidió seguirlo. Así que un día, para sorpresa de Wah, Yip
Man, trayendo consigo tres taeles de plata, le pidió a Wah que lo admitiera como discípulo. Esto despertó la
sospecha de Wah sobre cómo Yip Man había obtenido el dinero. Al indagar sobre esto con el padre de
Yip, Wah se enteró que Yip Man había obtenido el dinero al reunir todos sus ahorros. Impresionado por
el afán y la firme decisión por aprender
Kung fu de Yip Man, Wah finalmente lo aceptó como su estudiante, pero no le enseño con mucho
entusiasmo, ya que veía a Yip Man como un joven caballero, demasiado delicado para las artes marciales. Sin
embargo Yip Man se esforzó por aprender, usando su inteligencia y ayudado por sus propios hermanos
de kung fu hasta que finalmente Wah camió su percepción sobre él y adoptó una actitud más seria
en la enseñanza de Yip Man.
Durante los 36 años que Wah pasó enseñando kung fu tuvo solo 16 discípulos, incluyendo su hijo Chan
Yu Min. Entre estos discípulos, Yip Man fue el más joven en seguirlo y lo hizo hasta su muerte. Yip Man tenía
16 cuando su maestro murió. En el mismo año dejó Fatshan y fue a Hong Kong para continuar su educación
en el colegio St. Stephen.

Bendición o maldición

Durante los años en que Yip Man estuvo asistiendo a la escuela, hubo un incidente que nunca olvidó – la
experiencia de un fracaso que resultó ser una bendición disfrazada. Fue una derrota en un combate que
resultó ser la más grande realización de su carrera en el Kung fu.
Siendo un adolescente activo, estuvo involucrado con un grupo de jóvenes de la escuela, quienes tenían más
o menos la misma edad y que acostumbraban discutir con sus compañeros europeos. Habiendo recibido
instrucción en el arte del combate, Yip Man muy a menudo derrotaba a sus oponentes europeos en
el combate, a pesar de que era más pequeño que el resto. Él admite que en esos tiempos era
orgulloso y egocéntrico.

Un reto de lucha

Un día un compañero de clases de Yip Man, llamado Lai, le dijo: “hay un practicante de kung fu en
nuestra compañía comercial, un amigo de mi padre, que tiene alrededor de 50 años. ¿Te atreverías a pelear
con él?”. Yip Man, siendo un joven arrogante sin experiencia en la derrota, que no le temía a nadie,
por lo que prometió enfrentarse con este adulto mayor.
En el día señalado, Yip Man, guiado por su compañero de clases, fue a conocer al hombre mayor en una
fábrica de seda en la calle Jervois de Hong Kong. Después de saludarlo, Yip Man le dijo al anciano
sus intenciones.
El hombre, se presento ante Yip Man como el señor Leung, y le respondió con una sonrisa: “Así que tú eres él
discípulo del reverenciado maestro Chan Wah Shun de Fatshan. Eres joven. ¿Qué has aprendido de tu Si- fu?
¿Has aprendido Chum-kiu?”.
Yip Man estaba tan ansioso por tener un combate con él que no lo escuchó y solo respondió unas cuantas
palabras irrelevantes mientras se acomodaba sus ropas y se quitaba su chaqueta para la lucha.

La primera derrota

En ese momento el hombre mayor sonriendo le dijo a Yip Man que le permitía atacar cualquier parte de su
cuerpo con cualquier medio y que él solo se preocuparía de desviar los ataques y que no contraatacaría, ni
heriría a Yip Man de ninguna forma.
Esto solo avivaba más la furia de Yip Man. Sin embargo Yip Man manejó el combate con cuidado y calma.
Lanzó feroces ataques al hombre mayor, quien solo los desviaba con facilidad y libertad, hasta que
finalmente lo derribó, no solo una, sino que muchísimas veces. Cada vez Yip Man caía al suelo, se levantaba y
volvía a atacar con los mismos resultados.
Más tarde descubrió que este hombre mayor era el señor Leung Bik, el segundo hijo del Gran Maestro Leung
Jan de Fatshan, Si fu de Chan Wah Shun quien le enseñó a Yip Man. En otras palabras Leung Bik era el
hermano de kung-fu (Si-dei) el maestro de Yip Man (Si fu), por lo tanto era de una generación más alta que
Yip Man, su tío (si-sok) de acuerdo a la tradición del kung fu. Yip Man debería haber notado esto cuando fue
interrogado por Leung Bik al inicio, antes de empezar el combate, pero estaba demasiado cegado por el
orgullo como para notarlo.
Una vez que supo la verdad, un súbito pensamiento atravesó la mente de Yip Man – que él podría seguir al
maestro Leung Bik para continuar sus estudios en las artes marciales, ya que se dio cuenta de lo débil que se
había vuelto su kung-fu. Esta era una oportunidad que nunca dejaría pasar. Por otro lado, Leung Bik
comenzaba a darse cuenta del potencial de este joven, quien solo carecía de experiencia y adecuada
instrucción. Así que Leung Bik aceptó a Yip Man como su discípulo.
A partir de entonces, Yip Man siguió a Leung Bik por años y aprendió todos los secretos del Wing Chun Kuen.
A la edad de 24 años Yip Man regresó a su ciudad natal de Fatshan, habiendo adquirido maestría en su arte.

De vuelta en Fatshan

Yip Man regresó a Fatshan para pasar una vida relajada, libre de las cargas de la vida gracias a su familia que
era rica. Durante esos días Yip Man pasó mucho tiempo practicando Kung Fu con su segundo hermano del
kung fu (shi-hing) Ng Chung So y el discípulo de Ng, Yuen Kay Shan, manteniendo sus habilidades en
constante progreso. Yuen Kay Shan cuyo apodo era “Yuen el quinto” ya que era el quinto hijo de su
familia. Todos en Fatshan lo llamaban por su apodo por lo que su nombre real gradualmente se fue
olvidando. Aunque Yuen el quinto era un poco más viejo que Yip Man, se consideraba que era su sobrino, de
acuerdo a la terminología china sobre el kung fu, ya que Yip Man era una generación más antiguo en el
aprendizaje de Wing Chun. Yip Man había estado aprendiendo kung fu por largo tiempo, pero se hicieron
muy cercanos olvidando la brecha de las generaciones y volviéndose buenos amigos.
Durante los días en que Yip Man estuvo de vuelta en Fatshan, comenzó a notar algo muy interesante y a la
vez inquietante. Se dio cuenta que sus habilidades eran más avanzadas que las de sus hermanos de kung fu.
Esto provocó quejas por parte de sus hermanos quienes le reprochaban por haber aprendido algo que no
enseñaba el maestro Chan Wah Shun. Por esta razón fue acusado, en especial por aquellos a quienes había
derrotado, de ser un desertor del sistema Wing Chun. Esto resultó en muchas discusiones entre Yip Man
y sus hermanos. Afortunadamente Ng Chung So explicó exitosamente la situación, reveló que su maestro
Chan Wah Shun, aunque era altamente hábil en el arte del Wing Chun, no era un hombre erudito, por lo
tanto no tenía experiencia en el arte de expresar su visión a sus estudiantes. Esto, por supuesto,
significaba que mucha de la teoría del Wing Chun no podía ser explicada apropiadamente. Mientras que
Leung Bik, el hijo de su Gran Maestro, quien tenía educación y además era muy hábil en la práctica del
Kung Fu. Por lo tanto él pudo explicar de una mejor manera la teoría del Wing Chun a Yip Man. Esta era la
diferencia entre Yip Man y sus hermanos de Kung fu. Por consiguiente, Yip Man Tenía un profundo
conocimiento de sus habilidades y de la teoría del Wing Chun antes de regresar a Fatshan.

Los dedos que tiraron la cámara de una pistola

Yip Man no prestaba atención a la fama y fortuna, nunca se jactaba de sí mismo ni mencionaba sus proezas
de juventud. Sin embargo, hubo uno o dos incidentes que valen la pena mencionar. Estos fueron vistos
por algunos testigos, los cuales exageraron un poco los detalles.
Era costumbre de la gente de Fatshan celebrar la procesión de carrozas una vez al año, en la cual todos
los comerciantes ricos, industriales y gente eminente de la ciudad tomaban parte. Ellos organizaban
carrozas temáticas a manera de publicidad. El festival usualmente atraía no solo a gente local, sino también a
turistas de muchos pueblos cercanos. En un día de festival, los espectadores estaban en las calles mientras
pasaba la procesión. Se volvía muy difícil encontrar un espacio desde donde tener una buena visión del
espectáculo.
Fue durante una de estas ocasiones en Fatshan que Yip Man y muchas familiares jóvenes fueron a ver el
show. Se ubicaron no muy lejos de donde estaba un soldado. La belleza y gracia de las mujeres
que acompañaban a Yip Man atrajeron la atención de este soldado. El soldado se les aproximó e insultó
a las señoritas, hablándoles de manera despectiva. Yip Man le acuso de tener mañas maneras, lo cual
resultó en una pelea entre los dos hombres. Para sorpresa del soldado, Yip Man no era un erudito
delicado como esperaba. Esto enfureció al soldado, quien sacó una pistola y apuntó a Yip Man. En este
momento crítico Yip Man no perdió tiempo. Él rápidamente le arrebató la pistola y tiró el cargador con el
poder de sus dedos, dejando al soldado estupefacto. Antes que el soldado se recobrara del shock, Yip Man y
sus acompañantes se habían ido.
Este incidente después fue contado por muchos testigos, pero con mucha exageración, hasta el punto de
decir que Yip Man rompió el cargador de la pistola en dos mitades.

El pugilista Kam derrotado en un minuto

En otro incidente, Yip Man destacó por su habilidad, en un duelo con un pugilista que se llamaba Kam
Shan Mao de la provincia de Kianghsi en el norte de China. Kam llegó a Fatshan y preguntó por el
puesto de instructor en la Asociación atlética Ching Wu de Fatshan. Él se jactó de sus habilidades y degradó
el modelo de artista marcial de Fatshan. Los directores de la asociación fueron renuentes a aceptarlo. Sin
embargo, fue invitado a tomar parte en un torneo, a realizarse en el teatro de Fatshan, en el cual él
combatiría con el famoso Yip Man. En un inicio Yip Man rehusó tomar parte en un combate público con
un extraño, pero, pero
ante la insistencia de Lee Kwong Hoi, un famoso médico herbolario de Fatshan, eventualmente terminó
accediendo a luchar.
En el día del torneo, los espectadores se reunieron en el teatro donde se llevaría a cabo la lucha. Para la
decepción de todos, Kam fue derrotado por Yip Man en solo un minuto después de iniciar la lucha. Kam
fue declarado por el juez, Tam Sheung Chi, como el perdedor. La decepción de los espectadores se
transformó en furia y descontento, haciendo inevitable los disturbios en el teatro. El público fue calmado
después, solo por el organizador de la pelea que les ofreció demostraciones y combates entre otros
pugilistas en el teatro.

Un puñetazo que nockeó al comediante de una compañía de teatro

La segunda vez que Yip Man luchó por la gloria del kung fu de Fatshan, fue en un duelo entre él y
un comediante de la compañía de teatro el Junco Rojo, que por ese momento estaban visitando
Fatshan. Cuando el show terminaba, el comediante de la compañía solía frecuentar un salón de fumadores –
un lugar donde la gente de Fatshan podía fumar opio de forma legal. Los no fumadores también los
utilizaban como lugar de encuentro. Cada vez que el comediante asistía al salón de fumadores solía
jactarse de sus habilidades en el kung fu. Una vez incluso demostró su “golpe del ojo del Fénix” en frente
de los fumadores, haciendo un agujero en la muralla con su puño. Fue en este salón donde Yip Man
se encontró con este hombre. El actor, estando oruglloso de sus habilidades, insistía en pelear con Yip
Man quien se negaba a aceptar el encuentro. La pelea nunca habría ocurrido si no hubiera sido por la
insistencia de los entrometidos espectadores. Para su sorpresa, Yip Man puso a su oponente contra el
suelo con un solo golpe, dejándolo con la nariz sangrando.
Los espectadores vitorearon a Yip Man y le preguntaron cómo pudo ganar la pelea tan fácilmente. Yip
Man les dijo que, aunque el “golpe del ojo del Fénix” era muy poderoso, el hombre que lo utilizaba tenía
muy poco conocimiento de cómo aplicarlo en combate. Esto fue el porqué el hombre perdió la pelea.
Esta fue la última vez que la gente de Fatshan vió al comediante del Junco Rojo.

Un favor para Charlie Wan

Hubo en Fatshan, un asociado de Yip Man, cuyo nombre era Charlie Wan y estaba pasando por una
mala situación económica. Charlie Wan era un pugilista especialista en el estilo Choy Lee Fut que se
caracteriza por sus habilidades prácticas de combate, muy diferentes a las del Wing Chun Kuen. Aunque
ellos eran amigos nunca discutían sobre técnicas de artes marciales, ni tampoco combatieron juntos.
Por esta razón, los ciudadanos entrometidos del pueblo de Fatshan no lo sabían, pero estaban ansiosos
por saber quién de los dos ere el mejor peleador. Uno de ellos había pensado una manera de ponerlos a
prueba – consistía en celebrar un concurso entre ambos para propósitos de recaudación de fondos.
Esto, en primer lugar, podría atraer y satisfacer a las multitudes fanáticas del kung fu, y,
secundariamente, serviría para resolver las necesidades económicas de Charlie Wan.
Charlie, al principio, rehusó esta sugerencia, pensando que esto podría perjudicar la amistad entre él y
Yip Man. Sin embargo, debido a su situación económica, finalmente terminó aceptando el concurso, con
la condición de que hubiera un árbitro adecuado en el encuentro. Este problema fue resuelto por Lee
Kwong Hoy, quien aceptó arbitrar el combate y servir de juez. Por otro lado, Yip Man no tuvo objeción
con todo esto, pensando que podría no solo ayudar a resolver el problema de su amigo, sino que también
ayudaría a
promover las artes marciales en Fatshan. Para aumentar la publicidad, Yip Man incluso sugirió que él estaría
con los ojos vendados durante la pelea. Esto realmente despertó mucho interés en el torneo, y la gente
de Fatshan estaba muy ansiosa de ver como este hombre, que había nockeado a Kam Sham Mao en un
minuto, podría pelear con los ojos vendados. Algunos temían que las oportunidades de ganar de Yip Man
se verían muy reducidas.
En el día de la pelea, los espectadores llegaron al lugar. Yip Man se vendó los ojos ante la vista de todo
el auditorio y a la orden de Lee Kwong Hoi, el juez, los dos pugilistas comenzaron el combate. Charlie
Wan tomó la ofensiva al inicio, mientras Yip Man, bien entrenado en detectar las intenciones de su
oponente por la presión que ejercían sus antebrazos, se mantuvo en contacto con su él. Aunque los
ataques de Charlie Wan fueron poderosos, Yip Man pudo disolverlos uno por uno, y muy a menudo pudo
contraatacar y hacer retroceder a su oponente. De esta forma intercambiaron puños y patadas, para la gran
satisfacción de todos los espectadores. Al final el juicioso Lee Kwong Hoi, por temor a que alguno de los dos
saliera herido, declaró el fin de la pelea. Así que la pelea terminó en un empate, en medio de una lluvia de
aplausos de parte de los espectadores.

La posición de aducción que no pudo ser desarmada por cuatro personas

Mientras Yip Man estaba viviendo en Fatshan, por un tiempo fue capitán del escuadrón de detectives. Él
encontró que sus habilidades eran útiles y convenientes en este trabajo y en más de una ocasión le salvaron
la vida.
Hubo un incidente concerniente a Yip Man se sigue contando hasta el día de hoy. En cierta ocasión Yip Man
estaba teniendo una charla sobre kung fu con algunos de sus subordinados. En su entusiasmo se
posicionó en la “postura de aducción número dos”, una postura importante en el Wing Chun, y les dijo a
cuatro de sus subordinados que intentaran separar sus piernas. Se ubicaron dos a cada lado y tiraron con
todas sus fuerzas, para su sorpresa, sin importar que tan fuerte tiraran no pudieron mover ni un milímetro
la postura de Yip Man.

Una patada que rompió cuatro troncos

Esta historia fue contada por uno de los detectives retirados del escuadrón de Yip Man. Contó que cierta vez
fue testigo de la increíble fuerza de Yip Man. Muchos años después, en Hong Kong, su sobrino, un abogado
local, fue discípulo de Yip Man.
La historia cuenta que Yip Man se encontraba, junto con su escuadrón, persiguiendo a un grupo de ladrones.
Ellos llegaron a una enorme granja, donde los ladrones supuestamente estaban escondidos. En la
entrada principal de la casa ubicada en la granja había una puerta hecha de troncos de abeto del grosor de un
brazo. Esta puerta, era conocida por la gente como la puerta deslizante, que servía para detener la
intrusión de los ladrones. Así que esta era extraordinariamente fuerte y compacta. Yip Man, vió que la puerta
estaba cerrada bajo llave y con cadenas, para detener a los detectives, quienes no llevaban consigo
herramientas para poder abrirla, así que Yip Man le dio una patada a la puerta, la cual fue tan poderosa
que instantáneamente se rompieron cuatro de los troncos que formaban la puerta. De esta forma
pudieron irrumpir en la casa y arrestar a los ladrones.
Una posición que le salvó la vida a Yip Man

Una vez, Yip Man, como capitán del escuadrón de detectives, perseguía a un ladrón, el cuál subió hasta
el techo de una casa por medio de una escalera interna. Cuando Yip Man subió hasta donde se
encontraba el ladrón, este acababa de saltar hacía el parapeto del techo de la casa vecina que estaba muy
cerca, y comenzó a bajar por las escaleras de la casa. Yip Man arriesgando su vida para evitar que el ladrón
escapara, lo siguió dando un salto sobre el espacio entre los dos techos. El ladrón viendo que Yip
Man estaba tras él, repentinamente cerró la puerta de las escaleras que daban al techo en las narices de Yip
Man quien acababa de caer frente a ella. Esto asustó a todos quienes estaban mirando, ya que vieron como
esto obligó a que Yip Man retrocediera su tronco al borde del techo y que estuviera a punto de caer. Pero
estaban equivocados ya que el tronco de Yip Man solo estaba ligeramente hacía atrás para tener mejor
equilibrio y conservar su balance ante tal situación. Después de esto, los habitantes de Fatshan estaban más
convencidos que nunca de la habilidad de Yip Man en el Wing Chun.
Sin intención de enseñar

Durante las últimas décadas, Yip Man fue altamente valorado en las artes marciales, por la gente de Fatshan,
pero nunca tuvo ni la más mínima intención de enseñar sus habilidades a nadie, siempre manteniendo el
mandamiento del Wing Chun de ser recatado en cuanto a pasar las habilidades al resto. Él nunca intentó
pasar sus conocimientos nadie, ni siquiera a su propio hijo ya que siempre pensó que el Wing Chun era un
arte marcial mortal que si caía en manos equivocadas podía causar un gran daño. Por esto jamás imaginó
volverse un instructor de este arte.
Durante la segunda guerra mundial, cuando gran parte de China estaba bajo el control militar de los
japoneses, la casa de Yip Man estaba en ruinas y tuvo dificultades para sobrevivir. Pronto los japoneses
llegaron a la ciudad de Fatshan, y la fama de Yip Man llegó a oídos de los soldados japoneses, quienes lo
invitaron para ser su instructor. Un sentimiento nacionalista y odio contra los invasores llevó a Yip Man a
rechazar la invitación de los japoneses.
Después de la guerra, Yip Man se mudó a Hong Kong con su familia. Su orgullo propio e inusual
temperamento se unieron con el hecho de que venía de una familia rica para hacer que le fuera difícil
encontrar un trabajo adecuado. Por lo tanto tuvo que conformarse con vivir en pobreza.

El primer desarrollo del Wing Chun

En 1949, gracias a la ayuda de Lee Man, un amigo muy cercano de Yip Man, quien era el secretario de la
“Asociación de trabajadores de restaurantes de Hong Kong”, a Yip Man se le ofreció el puesto de
instructor de Kung fu de la asociación. Después de mucha persuasión, Yip Man aceptó el puesto.
Al principio, los miembros de la asociación no prestaban mucha atención a Yip Man, ni al estilo que les
estaba enseñando, debido a que el Wing Chun no tenía las posiciones bajas y golpes ostentosos de otros
estilos, lo cual a primera vista lo hacía poco atractivo. Por otro lado, Yip Man, como su maestro, no deseaba
jactarse de sus habilidades, ni mencionar tomar parte en demostraciones públicas. Esta era la razón de
porque el Wing Chun no era bien conocido en ese t iempo.
Después de dos años sirviendo como instructor para la “Asociación de trabajadores de restaurantes de Hong
Kong”, donde solo tenía unos pocos estudiantes, decidió fundar su propio gimnasio en el distrito de
Yaumatei en Kowloon y comenzar a admitir otros estudiantes a parte de los de la asociación. Muchos de sus
primeros estudiantes, quienes lo habían seguido en los últimos dos años le ayudaron a iniciar su gimnasio.
Fue así como el Wing Chun comenzó a ganar adeptos.
Más tarde, cuando más y más estudiantes venían a él, debió mudarse de su gimnasio a un sitio más grande.
La fama de Yip Man corrió rápido y el valor práctico del Wing Chun, fue especialmente admirado por los
miembros de la fuerza policial, por lo cual muchas más personas llegaron a su gimnasio.

Retirado de la enseñanza

Como último esfuerzo para la promoción del Wing Chun, antes de retirarse de la enseñanza, fundó en 1967,
con la ayuda de sus estudiantes, la “Asociación atlética de Wing Chun de Hong Kong”. Dos años después,
en 1969, la asociación envió un equipo para participar en “El primer torneo de kung fu del sudeste
asiático”, celebrado en Singapur. El resultado de este equipo no fue satisfactorio, por lo que abrió más clases
y bajó el
valor de la matrícula. Por lo tanto al convertir las clases para gente privilegiada en clases para la
gente común, llevó el Wing Chun más cercano al interés público.
En mayo de 1970, cuando las clases en su asociación estaban firmemente establecidas, decidió retirarse de la
enseñanza y disfrutar de una vida apacible, habiendo pasado primero todos los asuntos de la enseñanza en
su gimnasio a su mejor discípulo, Leung Ting.

Después de esto se le podía hallar usualmente tomando té, solo, en una casa de té, en la mañana y en
la tarde o compartiendo risas y bromas con sus discípulos, siempre olvidando que él era el maestro. “Eres una
persona importante si la gente te respeta”, esa era su filosofía.
Entre 1970 y 1971, Bruce Lee, uno de los discípulos de Yip Man, se volvió una famosa súper estrella de
las películas de Kung fu. Aunque este actor de las artes marciales fue admirado por su estilo, el Jeet
Kune Do, por mucho tiempo y por muchas personas fue conocido como un alumno más de Yip Man. Yip Man,
por otro lado, nunca sintió orgullo o se jactó de tener una súper estrella como discípulo. Siempre la gente lo
elogiaban por haberle enseñado a Bruce Lee, pero él solo respondía con una sonrisa.
Un Gran maestro de esta época

En 1972, el destino alcanzó a este anciano despreocupado. Un chequeo médico reveló que sufría de un
cáncer en la garganta el cual lo despojó de su forma física y su fuerza. Estuvo peleando contra su enfermedad
con todas sus fuerzas, esperando que algún día pudiera recuperarse de su enfermedad. Él seguía yendo a la
casa de té o saliendo a comer en las tardes con sus discípulos. Nunca pronunció ni un gemido en frente
de sus discípulos y sus estudiantes sabían que a su maestro no le gustaba que los confortaran con
suaves palabras, teniendo en mente que el viejo maestro siempre se consideró como un hombre
decidido. Solo en una instancia en que estaba en el hospital, ante el doctor y uno de sus discípulos
admitió que no le quedaba mucho de vida. Sin embargo Yip Man desafió al destino y una semana después
estaba de vuelta en casa otra vez. Pero para todos sus respetuosos discípulos, su maestro estaba perdido. El
dos de diciembre de 1972, Yip Man, el gran maestro falleció dejando tras de sí un gran estilo de Kung Fu y
una gran historia para recordar.
CODIGO DE CONDĠCTA DEL GRAN MAESTRO YIP MAN
El gran maestro Yip Man desarrollo un codigo de conducta que transmitió a todos sus estudiantes
y les enseñó que se esperaba que ellos se comportaran de esta forma:

1. Permanece disciplinado -- Comportate eticamente como artista marcial.


2. Ejerce la cortesía y la honradez -- Sirve a la comunidad y honra a tu familia.
3. Quiere a tus compañeros de clase -- Permaneced unidos y evitad conflictos.
4. Limita tus deseos y afan por los placeres materiales -- Conserva el espiritu correcto.
5. Entrena con diligencia y conviertelo en un hábito -- Mantén tus habilidades.
6. Aprende a desarrollar la tranquilidad de espíritu -- Abstente de discusiones y peleas.
7. Participa en la sociedad -- Se moderado, culto y educado en tus maneras.
8. Ayuda el débil y al muy joven -- Usa tu habilidad marcial para el bien de la humanidad.
9. Transmite la tradición -- Preserva este arte chino y sus normas de conducta.
La forma Siu-Nim-Tao (el camino de la pequeña idea) también es llamada Saam-Pai-Fut (Rezando a Buda tres
veces) y de hecho es más comúnmente conocida con este nombre.
El término usado para nombrar esta forma está lleno de significado para los principiantes del Wing Chun,
quienes toman Siu-Nim-Tao como un entrenamiento fundamental. De hecho el primer comentario que hace
un instructor de Wing Chun al respecto es que “Cuando la pequeña idea es incorrecta, un pugilista fracasará
en su desarrollo dentro de las artes marciales y pudiendo incluso perder su propósito moral y de vida”.
Explicado de otra forma, si un principiante en el Wing Chun, no puede desarrollar una buena base en la
forma Siu-Nim-Tao, nunca podrá dominar las técnicas más avanzadas que aprenderá en el futuro.
Moralmente, si alguien desarrolla la “pequeña idea” de forma ambigua, decadente, con malas intenciones
o incluso con mala gana ni siquiera su vida tendrá mucho valor a futuro, ya que estas mismas características
lo perseguirán en todos los aspectos de su vida.
Una de las características de esta forma es que se enfoca en el entrenamiento de la parte baja del cuerpo.
Cuando realiza estos ejercicios, el estudiante nunca mueve la parte baja del cuerpo, ni sus pies.
La primera sección de técnicas de mano está compuesta de:
· Tan-sao (palma hacia arriba).
· Luego se realizan tres Fook-sao (mano sobre el puente, con puente se refiere al antebrazo).
· Cada Fook-sao, se transforma en Wu-sao (mano protectora). En esta técnica la palma está recta, con la
punta de los dedos mirando arriba, como la mano de alguien que reza. Es por esto que Siu-Nim-Tao también
es llamada “Rezando a buda tres veces”.
La práctica de estos pocos movimientos es la esencia del entrenamiento de la parte superior del cuerpo. Un
correcto método de entrenamiento permite al practicante ganar mayor experticia en el kung fu, y como
resultado también podrá resistir el cruento frío del invierno, mientras su cuerpo transpira profusamente
hasta eliminar vapor, sus palmas se pondrán de color rojo, su respiración será suave y su circulación
sanguínea se mantendrá constantemente fluyendo. Esto es similar a lo que muchas personas llaman Chi
kung o “Kung fu interno”, pero en el Wing Chun Kuen no se busca exagerar, por lo que no terminamos
con estos pocos movimientos, Siu Nim Tao también incluye técnicas fundamentales como Jum-sao (la mano
que hunde), el Gaun-sao (mano que divide), el Bong-sao (mano en ala) y otras técnicas de puño y palma.

Los ciento ocho puntos


Se dice que anterior a la era del Gran Maestro Yip Man, la forma Siu-Nim-Tao consistía de 108 puntos. El
secreto está en el hecho de que en la forma, cada movimiento por separado es contado como un solo punto.
Por lo tanto, aquellos movimientos dobles realizados con ambas manos juntas (como el Gaun-sao cruzado, el
doble Jum-sao, el doble Tan-sao, etc.) son contados como dos puntos.
Sin embargo, cada acción no es contada como un solo punto desde donde parte hasta que termina. Cada
acción secuencial de la mano durante el proceso de ejecución de un movimiento completo es contada como
un punto separado. Por ejemplo, en la ejecución del “puño en el línea recta” se cuentan tres puntos:
─ Puñetazo recto ─ desde la palma hacia arriba hacer circular la mano ─ Volver el puño a la posición inicial.
Pasado y presente
Al haber pasado por una serie de adiciones y correcciones, la forma de Siu-Nim-Tao enseñada por el Gran
Maestro Yip Man después de que se mudó a Hong Kong era algo diferente de la forma que aprendió en sus
primeros días como estudiante. Incluso la forma practicada en nuestros tiempos por los practicantes de
Wing Chun en Hong Kong también es diferente de cómo la enseñó él. No se puede decir con certeza si la
primera forma aprendida por el Gran maestro Yip Man fue también modificada por sus distintos maestros,
pero es bastante evidente que la forma de Siu-Nim-Tao que practicó cuando fue admitido por primera vez en
la escuela de Wing Chun era diferente a la que usualmente practicaba cuando estuvo entrenando con su
Maestro Leung Bik. Podemos decir que hay datos confiables que nos dicen que la forma de Siu-Nim-Tao
imperante en estos días es, hasta cierto punto, diferente de la que se practicaba en los tiempos del Gran
Maestro Yip. En los viejos tiempos, la forma de Siu-Nim-Tao, consistía exactamente de 108 puntos. Este
número, sin embargo, ha sido superado en su forma actual después de un sin número de cambios y
correcciones que se han hecho.

Estructura de los puntos de énfasis


El set de movimientos compuestos de “Un Tan-sao y tres Fook-sao” es la base de toda la forma de Siu-
Nim- Tao. La lentitud es la clave para la práctica de los movimientos de esta forma y los más altos logros se
pueden obtener cuando uno puede llevar a cabo la forma de tal manera que pareciera que “La
fuerza parece detenida, pero aún así sigue siendo ejercida; el cuerpo parece inmóvil pero aún se mueve”.
Cuando se logra este grado de realización de la forma el practicante sentirá que su respiración se vuelve
lenta y profunda, la circulación sanguínea más rápida y el cuerpo se torna confortablemente cálido como si
los vasos sanguíneos se hubieran dilatado. Si el ejercicio se realiza en un ambiente con temperatura calurosa,
el practicante rápidamente comenzará a sudar profusamente, y si el ejercicio es realizado en una época fría,
el cuerpo comenzará a echar humo como si hirviera por dentro. En los siguientes niveles avanzados de
realización de la forma, incluso las manos usadas por el practicante para realizar un movimiento producirán
un fenómeno visible indicativo de mejoramiento físico de la circulación sanguínea. Durante la ejecución del
movimiento “Mano con palma hacia arriba”, la palma naturalmente se volverá de un color violeta
oscuro cuando es llevada hacia el exterior (en este momento si uno pone su mano sobre la palma de quien
realiza el movimiento sentirá que está mucho más caliente que el resto del cuerpo) y súbitamente se volverá
pálida de nuevo cuando la retrocedamos (y el calor también desaparecerá). Esto puede ser físicamente
fatigante para el principiante que practica la forma Siu-Nim-Tao pero cuando el practicante continúa con la
práctica se vuelve más enérgico y animado. Los extraños beneficios de esta forma son revelados solo
después de un largo tiempo de incesante práctica.
A excepción de estos movimientos todos los demás son ejecutados a una velocidad normal, no muy rápido ni
muy lento.

La clave del entrenamiento


Una de las características de la forma Siu-Nim-Tao es que el practicante no se mueve ni un solo paso durante
su práctica. Por lo tanto, la realización de la forma proporciona un buen entrenamiento para la parte baja del
cuerpo al mismo tiempo. Esta es una de las razones de porque el practicante de Wing Chun puede comenzar
de inmediato con la práctica de Siu-Nim-Tao sin haber aprendido el entrenamiento de mantener la
posición como lo hacen los estudiantes de otros estilos de kung fu.
Las siguientes etapas deben ir siendo pasadas una por una en el transcurso de la práctica: Primero “renuncia
al uso de la fuerza” y luego practica “desviar” una fuerza entrante; Después de ser experto en
desviar, preocúpate de aprender a “Tomar y usar la fuerza entrante para hacer rebotar el ataque”. Si se pone
é nfasis solo en la fuerza bruta, el estudiante naturalmente podrá imponerse ante un oponente más
débil, pero también podría ser derrotado por un oponente más fuerte. El propósito “renunciar al uso de la
fuerza” es para adaptar al practicante a dominar a su oponente a través de técnicas y no a través de la fuerza
bruta. Por lo tanto la fuerza física del oponente no es una preocupación muy importante. Cuando el alumno
domina las técnicas de desvío será capaz de soportar ileso cualquier contraataque, sin importar que tan
duro o fuerte sea su oponente. A este nivel el practicante de Wing Chun podrá usar la fuerza del
oponente para lanzar contraataques.
Por lo tanto el aprendiz de Wing Chun pondrá mucho énfasis en relajar todo el cuerpo y mantener la ligereza
y suavidad en la ejecución de cada movimiento. Si se utiliza la fuerza bruta en la ejecución de un
puñetazo, los músculos del cuerpo se contraerán fuertemente e impedirán que el puño se realice con toda
la potencial velocidad y fuerza que pudiera alcanzar (esto es lo que llamamos fuerza conservada, el cual es un
error que siempre debe ser evitado por el practicante de kung fu). La fuerza de un puño depende
enteramente de una correcta aplicación de la fuerza. Un puño puede parecer extremadamente poderoso a
simple vista de quien no conoce nada sobre aplicación de la fuerza, pero su efecto puede reducirse
mucho o incluso volverse infructuoso cuando finalmente se lanza al oponente. Si un practicante sabe
cómo hacer uso de su fuerza de una forma adecuada, su golpe sería fatal y poderoso incluso si se realiza
de una forma fácil y relajada. Hay que recordar que la forma de Siu-Nim-Tao nunca debe ser practicada
de una forma enérgica o violenta. La forma correcta es realizar los ejercicios como si fueran
calistenia. El entrenamiento y la persistencia producirán los resultados deseados.
El sistema Wing Chun está hecho sobre la “claridad de todos los puntos”, lo que significa que no debería
haber ni ambigüedad ni confusión en ningún movimiento. Entre cada serie de movimientos continuos
debe haber una pequeña pausa. El movimiento debe ser rápido cuando tenga que serlo y viceversa. Se
debe mantener el sentido del “ritmo” a través de todo el ejercicio. La práctica superficial de los ejercicios
no es útil.
Además, el ejercicio de la forma Siu-Nim-Tao siempre debe ser realizada con atención
ininterrumpida. Debemos prestar atención a cada movimiento. Se debe seguir el movimiento de las
manos con la vista. La respiración debe ser natural y suave. No debe haber tensión muscular al realizar el
ejercicio.
La forma Chum-kiu (buscando el puente[1]), como su nombre implica, significa que las técnicas
realizadas aquí tienen por objeto ir en busca del antebrazo del oponente. Algunas personas
consideran que la traducción de esta forma es “hundiendo el puente*2+” lo cual es un error.
La forma Chum-kiu es una forma de combate intermedia practicada por aquellos quienes han dominado
las técnicas fundamentales del sistema Wing-Chun. Es muy importante que el combatiente aprenda
primero como defenderse a sí mismo. Saber cómo atacar sin conocer primero como defenderse es
contrario al espíritu de las artes marciales. Un pugilista así no es más que una persona común que no conoce
el kung fu, si no sabe como defenderse a sí mismo cuando es atacado. Por otro lado, si solo se está
capacitado para contra-atacar, se van a sufrir lesiones incluso si se puede herir al oponente. Este no es el
objetivo del kung fu. Por lo tanto, un practicante de Wing Chun debe primero volverse hábil en el arte de
la defensa personal, antes de aprender el arte de atacar.

El arte de la defensa se basa en conocer el objetivo de ataque del oponente, para luego poder realizar
una técnica de defensa para disolver el ataque del oponente. En la defensa, requerimos más variaciones
de técnicas de mano que de piernas. Si podemos descubrir la dirección de los movimientos de
mano del oponente podremos saber el objetivo del ataque.
La forma Chum-kiu es principalmente para defensa, por esto sus movimientos son estrechos y
firmes. Incluye técnicas de cuerpo, pasos, posiciones, codazos y patadas, y lo que es más importante, las
técnicas de bong-sao, las cuales comprenden el 70-80% de todo el set de movimientos incluidos en
Chum-kiu. Esto muestra la importancia de las técnicas de Bong-sao en el sistema Wing chun, el cual es
el movimiento más efectivo para disolver los ataques del oponente.

*1+ “Puente” es un término especial empleado en el kung fu chino. Cuando dos oponentes están en combate,
sus antebrazos están en contacto unos con otros en frente, formando una especie de puente. Esto es el
porqué el antebrazo de un luchador es llamado puente.
*2+ Esto se debe a que el sonido “Chum” puede significar “buscar” o “hundir”.
o dedos voladores

La forma Biu-Tze es una forma avanzada del sistema Wing Chun. En el pasado, había un dicho que rezaba:
“Biu-Tze no debe traspasar las puertas de tu casa”. Es decir, la forma no debía ser enseñada a personas que
no fueran de confianza o que no fueran discípulos escogidos especialmente. Hoy en día, sin embargo,
esta forma es enseñada a todos quienes aprenden Wing Chun.
Es necesario decir que el entrenamiento de esta forma debe estar limitado para quienes ya han
adquirido cierta destreza en el entrenamiento de las técnicas previas de las otras dos formas. Los
novatos que han recibido solo unos pocos meses de entrenamiento no pueden ser introducidos en esta
forma.
La forma Biu-Tze, que se compone en su mayoría de técnicas de palma y dedos, es usada
principalmente para ataque. En esta forma, los cuatro dedos de la mano son enderezados antes de que
se proyecten hacia adelante con una fuerza flexible.
Un practicante de Wing Chun, quien ha obtenido excelencia en la habilidad práctica de la forma,
podrá conducir su fuerza a través de las puntas de sus dedos, con lo cual podrá derrotar
exitosamente a su oponente. Es por esto que se dice, en la terminología del Wing Chun, que con esta forma
“Se dibuja la fuerza con los dedos”. La correcta realización de esta forma permite al practicante romper
objetos solo dando un toque firme con la punta de los dedos cuando su brazo está totalmente estirado. Esta
forma incluye técnicas de pasos, agarres, liberaciones de manos y movimientos de codo y cadera.
Un hábil practicante de la forma Biu-Tze realiza las técnicas de una forma digna y elegante con una
flexible pero mortal fuerza, una fuerza justo como la realizada en la caligrafía china, en la cual la fuerza
se puede sentir, pero no puede ser explicada verbalmente.
Principios

generales (1)

Acción refleja

La parte más importante del entrenamiento en el sistema de Wing Chun es el ejercicio del Chi-sao (manos
pegajosas). Estas técnicas son practicadas entre dos personas y tiene como primer objetivo el desarrollo de
reflejos rápidos.

Las acciones reflejas son de hecho una reacción subconsciente del cuerpo, en respuesta a un estimulo
externo súbito e inesperado. Por ejemplo, si alguien inesperadamente es pinchado con un objeto filoso,
probablemente hará un movimiento rápido para apartarse del estimulo doloroso o por ejemplo si alguien
es atacado repentinamente con un golpe de puño levantará los brazos para cubrirse o se alejará de
la trayectoria de este. Estas reacciones son típico ejemplos de una acción refleja. Estas no son
planeadas de antemano, no son realizadas como resultado de un pensamiento consiente. Las acciones
reflejas existen, no solo en los seres humanos, sino también en los animales.

Debido a las diferencias entre individuos, los reflejos de algunas personas pueden ser más rápidos que los de
otras. De hecho, algunos pueden tener reacciones muy rápidas mientras que otros son extremadamente
lentos.

El propósito del entrenamiento en el Chi-sao, es desarrollar reacciones rápidas en los estudiantes,


una reacción que es mucho más rápida que en el común de la gente, y aplicarla en las técnicas de kung fu,
de esta manera los estudiantes pueden reaccionar inconscientemente y sin pensar de antemano ante el
ataque de un oponente.

Muchas personas tendrán la experiencia en una pelea real, en la cual sus movimientos de ataque y
defensa no serán premeditados. De hecho, cuando un oponente lanza un ataque, no nos da tiempo de
pensar que contraataque es el más adecuado. Esto es el porqué muchos practicantes de kung-fu, quienes
han practicado técnicas de ataque y contraataque durante años, encuentran muchas dificultades al momento
de aplicar sus técnicas en una pelea real; esto es debido a que no tienen conciencia ni experiencia
del factor tiempo involucrado.

(2) Movimientos y el factor tiempo

Es un hecho que el factor tiempo es la clave que determina el valor práctico de cualquier movimiento de
kung-fu. Es decir, se nosotros estamos determinando el valor práctico en las aplicaciones de las
técnicas, primero debemos tener en consideración el tiempo que nos toma realizar dicho
movimiento. Algunos movimientos del Kung fu están compuestos por una serie de acciones continuas,
que se supone tienen un efecto ofensivo. Por el contrario, otros sistemas están compuestos por
movimientos simples, los cuales puede ser usados para defensa y ataque al mismo tiempo. Los dos
sistemas mencionados anteriormente pueden ser denominados como de “movimiento complicado” y
“movimiento simple” respectivamente. Muchos artistas marciales piensan que, si adquieren cierto
grado de maestría en realizar aquellos
movimientos complicados, estarán adiestrados en formas de combate avanzado. De hecho están
terriblemente equivocados, porque las técnicas de combate no pueden ser consideradas como más
superiores o inferiores que otras.

Los movimientos más complicados son los que tiene menor valor en términos de aplicación práctica. Por otro
lado, los movimientos más simples, tienen un gran valor práctico. La razón de esto es que los
movimientos complicados están compuestos de un gran número de acciones separadas y toman
comparativamente más tiempo en realizarlos que un movimiento simple. En cambio, un movimiento
simple, toma mucho menos tiempo en realizarlo. Es por esto que se dice que los mejores movimientos de
kung fu son aquellos simples, que pueden ser realizados en el menor tiempo posible y que tienen tanto la
capacidad de defender como de atacar. Este es el razonamiento empleado en el desarrollo del Wing
Chun, y se puede ver que los movimientos del Win Chun son mucho más simples que los de otros
sistemas.

(3) La cuestión de la aplicación práctica

Muchos artistas marciales, basados en su experiencia personal, tienen la creencia de que en una pelea real
muchas de las técnicas, que practican diariamente, no pueden ser aplicadas. Dicha creencia no se aplica en
la mayoría de los seguidores del Wing Chun, sin demérito de las técnicas de otros estilos.

El puño en línea recta del Wing Chun, es una de las técnicas más fundamentales y prácticas de este
estilo, además de ser la más conocida y practicada por los seguidores del Wing Chun. De hecho todos
los que aprenden Wing Chun tienen muy bien adquirida esta técnica, sin embargo, durante una pelea
real, algunos practicantes no pueden hacer uso de esta técnica. Esto es porque caen en el error de
no coordinar sus técnicas de kung-fu con sus reacciones subconscientes.

Si nuestro enemigo lanza un ataque sorpresa desde uno de nuestros lados, nuestro sistema
nervioso funcionará en esa dirección proveyendo una reacción refleja para evitar el ataque. Esta reacción es
natural y nace en la espina dorsal, que representa nuestro sistema nervioso primitivo, que reacciona sin
notificar previamente al cerebro para esperar instrucciones. Esta es una reacción automática que
eventualmente puede anular cualquier movimiento de ataque en contra nuestra.

Si esperamos a que nuestro cerebro juzgue que debemos hacer durante una pelea real, será demasiado
tarde para llevar a cabo cualquier acción. Por esta razón, ¿Por qué no entrenar nuestro sistema nervioso para
que nos dé una reacción refleja defensiva en vez de esperar a que nuestro cerebro nos diga que hacer? Para
este fin es que se desarrollo el Chi-sao.

Piensen en un hombre que no ha aprendido ninguna habilidad marcial, que en determinado


momento durante una pelea se encuentra con sus brazos atrapados o en mala posición para golpear a su
oponente con sus dos puños. Debido a su ignorancia en las artes marciales este tipo de pelea sería
desgastante e inefectiva, pero las acciones que se realizaran serán de hecho subconscientes.

Cuando un pugilista a aprendido una forma de pelear con movimientos de ataque y defensa
determinados, usualmente (y de manera errónea) intentará aplicar sus técnicas con métodos regulados
por su conciencia. Por ejemplo, si una persona (A) usa un movimiento de ataque, la persona (B)
contraatacará con otro
movimiento y viceversa, así estos movimientos se irán dando uno a uno formando un conjunto de
muchos movimientos de defensa y ataque en cadena. Estos conjuntos de movimientos, son llamados, en otros
estilos de kung fu, “Las formas” de combate, que desafortunadamente dan ciertas desventajas
llamadas “Formalidad” y “Regularidad”.

A. Formalidad:

La formalidad es cuando un pugilista comienza a pensar (después de que haya aprendido las “Formas”
de ataque y defensa) que debe usar su mano izquierda de determinada manera y su derecha de otra si
quiere descargar un ataque predeterminado contra su oponente.

Tal movimiento ofensivo, pudo haber sido imaginado por un fundador o maestro de determinado estilo y
es un error pensar que dicho movimiento tendrá exactamente el mismo resultado durante una pelea real
entre dos oponentes, ya que las circunstancias cambian de una pelea a otra.

Desafortunadamente, hay muchos maestros de kung fu que enfatizan (o mejor dicho fuerzan a sus discípulos
a creer) la disciplina de los alumnos para adoptar estos “Patrones de movimientos preformados” que han
sido imaginados, como protocolos en respuesta a otros “Patrones de movimientos preformados”. Es muy
poco probable que alguno de estos movimientos puedan ser usados para atacar en una pelea real, pero una
vez que los instructores adquieren gusto por estos movimientos insisten en hacer otros contraataques contra
estos movimientos. Y como resultado este llamado contra-movimiento es similarmente inútil y no puede
aplicarse en una pelea real.

Hay ocasiones en las que se necesita de una sola mano para realizar un ataque, pero en pro de la apariencia
del movimiento (en general para impresionar al espectador) o por otras razones, los instructores usualmente
insisten en que sus alumnos pongan la otra mano libre en determinada posición e insisten en que la
mantengan ahí. En una pelea real las formalidades de este tipo obstaculizan la aplicación de las técnicas
empleadas y eventualmente conducen a la derrota ya que el oponente no realiza movimientos ofensivos
siguiendo una secuencia de patrones pre-determinados.

B. Regularidad:

Otro error común cometido por muchos instructores, es el énfasis exagerado que le otorgan a la regularidad
de los movimientos. Insisten en que los movimientos, durante los ejercicios en pareja de ataque y
defensa, deben ser aplicados en una secuencia coordinada pre-establecida. Los ejercicios practicados de
esta manera no son diferentes a un baile social. De hecho si uno de los practicantes realiza un movimiento
que no estaba establecido se considera que rompió la secuencia y que no colabora en el ejercicio.

Por otro lado, que una persona esté adecuadamente entrenada en las “formas” de ataque y defensa en
parejas, no necesariamente significa que estén bien entrenados para el combate, ya que en una pelea
real los movimientos pueden ser realizados de muchas y variadas maneras, hasta el punto de
diferenciarse de cualquier movimiento regular. Esto es como el dicho que reza: “Mata al hábil
maestro con golpes desordenados”.
(4) Separación de la conciencia

Por todas las razones descritas es que el entrenamiento del Chi sao constituye un tipo de sistema de ataque y
defensa, el cual ayuda a entrenar el sistema nervioso para que automáticamente produzca una reacción
correcta para protegernos de un ataque.

Si durante una pelea real, un oponente lanza un golpe de puño tan rápido como un rayo de luz, no podemos
lanzar un contra-ataque pasando por todo el proceso de procesar lo que los ojos ven y enviarlo al cerebro
para que este tome la decisión y luego enviar una orden a las extremidades para que reaccionen. Pero si
podemos hacer buen uso de nuestras reacciones reflejas las cosas serán muy diferentes.

Una reacción refleja permite que las extremidades realicen un movimiento de defensa o ataque, sin tener
que planearlo previamente, y esto toma mucho menos tiempo que esperar por una decisión proveniente
de la mente antes de realizar un contra-ataque. Las verdaderas técnicas de combate nunca están unidas
por patrones fijos y no son controlados por ningún tipo de regla. La formalidad y regularidad de los
métodos de combate no son prácticos en una pelea real. Esto es el porqué durante el entrenamiento
del Chi sao se enfatiza la libertad de movimiento. Se realizan movimientos de ataque y defensa simplemente
por intuición y no usando la memoria o la parte consiente del cerebro.

(5) Ejercicios para el sentido del tacto

Los ejercicios para el desarrollo de un agudo sentido del tacto son de primordial importancia en el
entrenamiento de Chi sao. Al decir agudo sentido del tacto en manos y brazos no significa que deban
tener aumentada la sensibilidad hacia los objetos externos con los que entramos en contacto. Algunas
personas pueden pensar, si nuestras manos y brazos son demasiado sensitivos cualquier roce de algún objeto
externo provocará dolor. De hecho, lo que significa desarrollar el sentido del tacto en nuestras manos y
brazos, es que aumentamos nuestra habilidad para detectar cualquier fuerza aplicada externamente y la
dirección que esta tiene. La fuerza de un movimiento es algo que no puede ser detectado solo con la vista. Es
un gran error cuando alguien dice: “Solo con mirar, puedo saber si un golpe es poderoso o no”. Nadie
puede determinar, solo con sus ojos, si un golpe es real o falseado, ni tampoco estimar la fuerza o la
dirección de aquel golpe. Es mucho más adecuado detectar estas cosas usando el sentido del tacto en
nuestras manos y brazos. Una vez que nuestros antebrazos están en contacto con los de nuestro
oponente, fácilmente podemos saber si un golpe es fuerte o suave, también podemos saber desde que
posición sale o si el brazo de nuestro oponente avanza o retrocede. De esta manera podemos cambiar
nuestros movimientos para hacerlos coincidir con los de él y de esta manera tener una ventaja sobre nuestro
rival, rompiendo su defensa, identificando sus áreas desprotegidas y pendiéndolo bajo control para
finalmente derrotarlo.

El último objetivo del Chi sao es integrar el sentido del tacto en las manos y brazos con las técnicas
de combate que han sido dominadas, transformándolas en reacciones reflejas que pueden ser
aplicadas automáticamente y de manera inconsciente.
Ejercicios básicos de Chi-sao
Chi sao de una mano

Hay dos formas de Chi sao llamadas: chi sao de una mano y chi sao de dos

manos. El Chi sao de una mano consiste en ejercicios preliminares.

El termino implica que el Chi sao de una mano significa que los ejercicios con realizados en parejas, parados
uno frente al otro, estando un brazo de uno en contacto con el del otro. A través de todo el proceso
de ejercicios de Chi sao de una mano ambos practicantes mantienen la posición de aducción número
dos, durante la cual no se debe intentar realizar ningún movimiento de pies. Esto permite a los
estudiantes concentrarse en sus antebrazos.

Los objetivos del Chi sao de una mano son principalmente ganar experticia en el uso del Bong-sao, Tan-sao y
Fook-sao, movimientos que cuando se unen entre sí, forman un ciclo de movimientos que son parte integral
del Wing Chun.

El ciclo completo del Chi sao de una mano consta de seis etapas, realizándose una tras otra, sin importar cual
es primera y cuál es la última. Durante la práctica, cada estudiante realiza un ataque y una defensa
alternadamente, de la etapa uno a la seis, una y otra vez en un ciclo continuo.

Durante la realización del Chi sao de una mano, un observador podría pensar que los brazos de ambos
practicantes están pegados entre si durante todo el ciclo de movimientos. Por esta razón es que a
este ejercicio muchos lo llaman “el ejercicio de las manos pegajosas”.

Como los antebrazos de ambos practicantes están aferrados entre sí, o, para ser precisos, están en contacto
uno con el otro, cualquier ligero movimiento del brazo de uno de los dos practicantes será percibido por
el del otro. La percepción de los ataques súbitos del oponente necesita un movimiento defensivo directo
y efectivo o un contraataque, y esta premisa es sobre la cual descansa el principio del Chi sao de una mano
del Wing Chun.

Hoy en día, muchos de los seguidores del Wing Chun caen en la trampa de proclamarse a ellos mismos como
competentes en este arte, después de haber practicado durante mucho tiempo los ejercicios del Chi sao
de una mano.

En efecto, la importancia de aprender el Chi sao de una mano se encuentra en el conocimiento del arte
del ataque y la defensa, siempre teniendo en mente quien está atacando y quien defendiendo en
cualquier etapa y también tener claro la secuencia de las etapas.
Chi sao de dos manos

Los movimientos del Chi sao de dos manos son realizados por dos compañeros que se ubican uno enfrente
del otro, ambos en posición frontal.

El compañero “A” coloca su antebrazo derecho sobre el izquierdo de su compañero “B”, mientras que
“B” coloca su antebrazo derecho sobre el antebrazo izquierdo de “A”.

El chi sao de dos manos incluye los movimientos de Bong-sao, Tan-sao y Fook-sao siendo aplicados
uno después de otro en un ciclo.

Los objetivos de los ejercicios del Chi sao de dos manos son tres:

1. Primero, desarrollan un sentido del tacto más agudo en ambos brazos.

2. Segundo, fortalece el poder de los codos.

3. Tercero, sirve como una fase de transición entre los ejercicios de combate y el combate real.

El objetivo final del Chi sao de dos manos es capacitar al practicante para controlar sus dos manos
simultáneamente, cuando una de ellas realiza un ataque, la otra realiza un movimiento defensivo al
mismo tiempo.

Si podemos entrenar nuestras manos para realizar dos trabajos diferentes independientes una de la otra
al mismo tiempo, podremos también usarlas para realizar movimientos de ataque y defensa simultánea e
independientemente, lo cual nos dará una clara ventaja frente a nuestro oponente en una lucha real.

Ya que es difícil controlar el hecho de que ambas manos realicen tareas diferentes al mismo tiempo, es
que se vuelve necesario para el entrenamiento que antes de dominar los ejercicios del Chi sao de dos
manos debemos dominar los de Chi sao de una mano, los cuales solo consisten en muchos movimientos
simples.

Los ejercicios del Chi sao de dos manos están divididos en dos distintos procesos:

A. Poon-sao (los brazos rodantes):

La primera etapa del ejercicio consiste en el Poon-sao. El cual también puede ser llamado Lok-sao, ya
que ambos términos tienen el mismo significado en chino, y se refiere a que los brazos están pegados
entre sí mientras realizan un movimiento rotatorio.
Como se puede imaginar, durante el entrenamiento del Chi sao de dos manos, los brazos de un
practicante están pegados sobre los del otro (ej.: el brazo derecho de uno está en contacto con el izquierdo
del otro). En este momento sus brazos giran hacia arriba y hacia abajo en un círculo imaginario, mientras al
mismo tiempo se mantienen en contacto una con la otra, como si estuvieran unidos por un anillo por
fuera, el cual no permite que sus manos puedan salir.

Es una lástima que muchos seguidores del Wing Chun presten tan poca atención al entrenamiento del Poon-
sao, creyendo que en un combate real será muy poco probable tener sus manos pegadas a las de
su oponente o realizar los movimientos circulares con las manos antes de atacar.
Por supuesto, nuestro oponente, en un combate real, no hará ninguna acción de girar los brazos antes
de iniciar la pelea. De hecho, en Wing Chun no se practica Poon-sao para aplicarlo en una pelea real, este es
un proceso de entrenamiento tal como los ejercicios de calentamiento antes de una lección de natación.
En realidad, los ejercicios de calentamiento tampoco son aplicados durante el nado.

El entrenamiento del Poon-sao es un puente que lleva al estudiante a una etapa en la que desarrolla un
agudo sentido del tacto en sus brazos y potente fuerza en los codos. En el Wing Chun Kuen se le da
mucho énfasis a la fuerza de los codos. El desarrollo de un agudo sentido del tacto en los brazos
puede estar coordinado con las acciones reflejas para enfrentarse con un oponente en un combate real.

En general se dice que hay dos tipos de ejercicios de Poon-sao:

i. Los dos practicantes, al inicio, están posicionados de tal manera que “A” tiene su
brazo derecho formando Bong-sao y su brazo izquierdo Fook-sao, mientras que
“B” tiene su brazo izquierdo en forma de Fook-sao y su brazo derecho en
Tan- sao. Luego “A” cambia su Bong-sao en un Tan-sao y “B”
simultáneamente su Tan-sao en Bong-sao. De esta forma el ciclo está completo
y puede ser repetido. En este ciclo, los movimientos del brazo izquierdo y
derecho son intercambiables.
ii. En el segundo ejercicio, “A” tiene, en un inicio, un Tan -sao derecho y un
Bong- sao izquierdo, mientras que “B” tiene ambos brazos en Fook -sao.
Luego “A” cambia su Bong-sao izquierdo en un Tan-sao y al mismo tiempo
cambia su Tan- sao derecho en un Bong-sao. Mientras que “B” sigue a su
compañero todo el tiempo con ambos brazos en forma de Fook-sao. Estos
movimientos se realizan en un ciclo continuo.

El Poon-sao parece un ejercicio simple, pero de hecho no es fácil realizarlo de una manera correcta, con una
postura precisa y con una cantidad adecuada de fuerza.

Después de adquirir habilidad con las técnicas de Poon-sao, es decir, después de lograr obtener la capacidad
de que ambos brazos realicen tareas diferentes, el estudiante puede ahora comenzar a realizar algunos
ejercicios simples de entrenamiento de sensibilidad para las manos y brazos.

En esta etapa movimientos de ataque simples con la palma o el puño son introducidos esporádicamente
durante el Poon-sao, para lograr que el estudiante perciba cualquier movimiento irregular de su
compañero y realice inconscientemente una reacción defensiva para hacer frente al ataque de su
compañero.
Es en este momento en que un practicante puede realizar ataques súbitos con una mano, mientras que
al mismo tiempo, debe estar alerta a los movimientos de la otra mano, de esta manera está capacitado
para utilizar la otra mano con movimientos independientes para evitar cualquier ataque sorpresa de la otra
mano de su compañero.

Al principio se realizan estos ataques simples, con un solo puño o una sola palma, porque, cuando se
está empezando en estos ejercicios es muy difícil hacer un movimiento defensivo u ofensivo y estar
pendiente del siguiente paso de tu oponente.

Por lo tanto los movimientos más avanzados del Chi-sao se comenzarán a practicar solo después de dominar
las técnicas básicas de movimientos simples de ataque y defensa.

B. Kuo-sao (practica de combate):

Los ejercicios de técnicas de mano más complejas se realizan sobre la base del dominio de técnicas de
combate simples.
Podemos dar una buena explicación de lo que queremos decir con “técnicas complejas”. No significa que
sean un montón de técnicas de mano unidas entre sí en un movimiento continuo, como se mencionó
antes. De hecho, lo que se quiere decir es que son movimientos con un mayor grado de dificultad en su
realización. Muchos de los movimientos de mano del Wing Chun son simples, y rara vez van unidos formando
una forma compleja.
En esta etapa las técnicas de mano que aprende el estudiante son de “ataque y defensa en dos tiempos”. La
razón para esto es que cuando un practicante comienza a practicar las técnicas de mano, sus
movimientos son controlados por la mente, no por sus reacciones reflejas.
A medida que cada una de las técnicas de mano fundamentales hayan sido hábilmente dominadas,
el practicante puede ir aumentando la velocidad de los movimientos durante los ejercicios de Chi sao.
El factor clave en el aumento de la velocidad de los movimientos está en la correcta guía de un
instructor. Por lo tanto podemos decir que la perspectiva del futuro de un estudiante depende en gran
medida de lo que aprenda en este nivel, y el rendimiento del practicante en este nivel decide si puede
llegar a cambiar el control de sus movimientos desde haber sido controlados por la mente hasta llegar a ser
reacciones reflejas. Por lo tanto podemos decir que un practicante, si es apropiadamente guiado por
un instructor, puede liberarse a sí mismo del proceso de tres pasos que consiste en “percibir, pensar y
actuar” y comenzar a utilizar el proceso de dos pasos de “percibir y actuar”.
Pero, por otro lado, si un instructor, siendo inexperto, falla al dar una guía apropiada en este nivel,
el practicante estará obligado a realizar ejercicios estereotipados en las artes marciales toda su vida, sin
éxito. Él puede, sin embargo, demostrar un funcionamiento ordenado en su práctica diaria, pero
nunca podrá aplicar sus técnicas básicas en una pelea real. Solo se mostrará a sí mismo como un
hombre rudo sin conocimiento en el arte del kung-fu.
La apropiada guía de un instructor, junto con la perseverancia personal de estudiar, capacitará al practicante,
aunque sea inadecuado en su conocimiento del kung fu, para tener la capacidad de aplicar lo que
aprenda. Será mucho más fuerte que uno que aprenda mil movimientos de kung fu sin saber aplicar
correctamente su conocimiento en una pelea real.

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