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¿Qué es la retroactividad de la ley y en qué momento se

aplica?

A grandes rasgos, cuando hablamos de retroactividad de ley, hace mención a que,


es en una sucesión temporal de leyes, la aplicación de la norma jurídica nueva a
supuestos de hecho, actos, relaciones y/o situaciones jurídicas nacidas o
constituidas con anterioridad a su entrada en vigor y que, por tanto, tuvieron su
origen bajo el imperio de la norma derogada.

Incluso, Tal y como señala Legaz y Lacambra, la retroactividad sería aquella


cualidad de las leyes en cuya virtud estas someten a nuevo examen las condiciones
de validez de un acto regulado por la legislación anterior, modificando o suprimiendo
sus consecuencias jurídicas: “se trataría pues, de una verdadera vuelta atrás de la
ley, y como tal de un atentado a la seguridad jurídica”, en la medida en que ésta
exige que las situaciones creadas al amparo de un ordenamiento jurídico cualquiera
no se vean alteradas libremente por una norma surgida con posterioridad.1

Ahora bien, al saber qué es la retroactividad, podemos saber en qué casos se puede
aplicar o dónde está permitido.

Entonces, una ley puede ser retroactiva y regular hechos anteriores a su sanción,
cuando así lo disponga expresamente. Cuando una ley es retroactiva quiere decir
que independientemente de cuándo se cometió el acto a juzgar, si hay una ley
posterior en contra de ese acto, se le sancionará o aplicará la misma. Los sistemas
jurídicos modernos suelen establecer que la aplicación retroactiva de las leyes no
puede afectar derechos adquiridos o amparados por garantías constitucionales.

En otras palabras, según la teoría de los derechos adquiridos, se considera que una
ley es retroactiva cuando destruye o restringe derechos adquiridos al amparo de

1
Luis Legaz y Lacambra, ìFilosofÌa del Derechoî, 5™ edic., Casa Editorial Bosch S.A., Barcelona 1979, pp. 623-
624; Juan de Hinojosa y Ferrer, ìConcepto de los derechos adquiridos y de los intereses creadosî, Madrid 1920,
pp. 15 y ss
otra ley anterior. En cambio, la ley no obra retroactivamente cuando destruye una
facultad legal o las simples esperanzas o expectativas de derechos.2

Cabe mencionar que, en México la aplicación de la retroactividad procesal penal en


beneficio de la persona privada de su libertad, dentro de cada proceso penal, se ha
sometido a la interpretación de cada órgano judicial encargado de su aplicación,
optando como regla general por su inaplicabilidad.

Eso explica el que no exista un criterio estándar en dicha aplicación, sino solamente
un principio positivista que se ve reflejado en algunas de las tesis jurisprudenciales
que se analizan en este texto. Se presenta el resultado de un análisis lógico-jurídico,
jurispru-dencial y doctrinal, que nos permita ir más allá de los argumentos
positivistas, con base en las reformas constitucionales en Amparo y Derechos
Humanos en México del 6 y 10 de junio del 2011 y, sobre todo, con base en la
interpretación del principio pro homine, así como también en algunas sentencias
emitidas por los tribunales internacionales de derechos humanos.

Fuente de consulta:
1. Luis Legaz y Lacambra, ìFilosofÌa del Derechoî, 5™ edic., Casa Editorial
Bosch S.A., Barcelona 1979, pp. 623-624; Juan de Hinojosa y Ferrer,
ìConcepto de los derechos adquiridos y de los intereses creadosî, Madrid
1920.
2. José David García Saavedra, Aplicación retroactiva de la Ley penal, UNAM,
México, s.f.

2
José David García Saavedra, Aplicación retroactiva de la Ley penal, UNAM, México, s.f. pp. 306

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