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Érase una vez un niño que se llamaba Miguel, él era un niño

introvertido y tímido con todas las personas, sus padres eran


muy ausentes, trabajan todo el día y cuando llegaban a casa ya
encontraban a Miguel durmiendo en su cama, y ese era el día a
día.
[Miguel sufría de maltrato en su colegio, unos chicos de grado
mayor siempre lo iban a molestar a la hora del recreo y Miguel
no contaba a nadie lo que sufría por miedo a lo que los chicos le
podían hacer.
Por esa razón Miguel solo tenía un amigo en su colegio, Pablo
su mejor y único amigo que tenía en la escuela, pero Pablo era
de una sección diferente y solo se acompañan a la hora de
llegada y a la hora de salir antes de irse cada uno a su casa
siempre se pasaban por un parque a jugar a la salida del
colegio.
Miguel sentía que su amigo fiel era lo único que tenía ya que
era con el único que pasaba tiempo y compartía su alegría.
Paso el tiempo...
Acabado el año escolar en plenas vacaciones Pablo llama a
Miguel para encontrarse en el parque donde siempre se
encontraban a jugar, lo llamo para encontrarse un sábado por
la tarde luego del almuerzo, Miguel obviamente acepta su idea
de Pablo y decide ir al parque luego de almorzar.
Miguel iba muy contento a encontrarse con su amigo, en el
camino se distrae mirando una paloma volar por el frente de él,
asombrado por los colores que tenía la paloma se queda un
rato observándola y vé como las palomas son capaces de volar
a dónde quieren, luego de distraerse un rato con la paloma
Miguel recuerda que había quedado con su amigo para
encontrarse en el parque, así que Miguel decide seguir su
camino.
Ya en el parque Miguel al encontrarse con Pablo se saludan con
su mítico saludo que habían creado de mejores amigos, luego
se van a los juegos del parque y se ponen a jugar toda la tarde.
Ya casi por caer la noche Pablo tenía que volver a su casa antes
de irse él tenía algo que contarle a Miguel, era que sus padres
de Pablo por cuestiones económicas tenían que mudarse a otro
sitio muy lejos de donde vivían y Pablo tenía que irse a
estudiar a otra escuela, está noticia puso demasiado triste a
Miguel ya que él sentía que se le iba su único mejor amigo, sin
embargo no había nada más que se pueda hacer, antes de irse
se dieron un fuerte abrazo y se despidieron prometiendo que
algún momento de sus vidas se iban a volver a encontrar.
Luego de esto Miguel un poco triste va de camino a su casa
hasta que en medio de él se encuentra a lo lejos con los chicos
que lo molestaban en el colegio, Miguel decide esconderse
detrás de un tacho de basura pero no se había percatado que
ellos también lo habían visto, los chicos se le acercan y
empiezan a golpearlo al pobre Miguel hasta dejarlo en el suelo.
Miguel se queda llorando en el suelo sin nada que hacer, al
cabo de un rato se para y decide regresar al parque donde
jugaba con Pablo, llegado al parque se sienta debajo del árbol
donde él y su amigo siempre jugaban.
Miguel se sienta bajo el árbol y sobre él se posa la paloma
colorida que vio ese día cuando estaba en camino al parque,
Miguel dice lo mucho que le gustaría ser como esa paloma
tener esos lindos colores y volar a dónde quiera sin problemas
y sin que nadie lo moleste luego se pone a recordar a su amigo
y como ya era de noche Miguel se queda dormido debajo del
árbol, en ese momento Miguel cae en un sueño donde ve como
un hada madrina le habla diciéndole que él es un buen niño y
que no se merece lo que está pasando, el hada madrina le
concede su deseo de Miguel, y él cuando se levanta se ve así
mismo y era la paloma colorida que tanto admiraba.
Sorprendido no lo podía creer, sentía que al fin podía ser como
quería y que ya no había de que preocuparse, puestas sus alas
a volar, Miguel vuela hasta la casa de Pablo y se queda a dormir
sobre el techo de la casa de su amigo, dispuesto a acompañarlo
al sitio donde él vaya Miguel cumplió con lo que dijo que en
algún momento se iban a volver a encontrar y cuando pasara
eso nunca más se iban a volver a separar.
Quería
Volar
-Jhorwan Tica Peña

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