Está en la página 1de 7

ESCUELA DE ENFERMERÍA Y ESPECIALIDADES PARAMÉDICAS DE LA CRUZ ROJA

ARGENTINA FILIAL VILLA DOMINICO

 Carrera: Enfermería
 Tema: Antropología en las situaciones de cuidado
 Asignatura : Fundamentos del Cuidado /Ciclo Lectivo 2023
 Docente: Prof. Lic. Marcelo Tolosa

“Enfermería como imagen de “El Cuidado” es un Arquetipo en la historia de la


humanidad. Si bien la palabra “Enfermería” puso en orden jerárquico al cuidado, el
arquetipo de “El Cuidado” no sufrió modificaciones de jerarquía, el cuidado es
interpretado de la misma manera como hace miles de años. El término “Arquetipo”
se traduce como modelo original y, que es transmitido a lo largo de los tiempos, Carl
Gustav Jung tomo esta idea de la antigua Grecia y paso los conceptos a su teoría de
“Inconsciente Colectivo” el autor propone que todos nacemos con éste atributo; un
conjunto de ideas compartidas con la que todos nos identificamos. Jung presenta de
esta manera 12 modelos iniciales de arquetipos, en la actualidad se habla de
arquetipos de marcas a saber.

1. El inocente
2. El amigo
3. El héroe
4. El cuidador
5. El explorador
6. El rebelde
7. El amante
8. El creador
9. El bufón
10. El sabio
11. El mago
12. El gobernante
Sin bien son todos muy interesantes de indagar, nosotros nos acontece uno de ellos
para nuestra comprensión y, claramente es el arquetipo de “El Cuidador” y me
interesa sobre todas las cosas, porque nos explicará como vemos nosotros esa imagen
y como nos ven con esa imagen a nosotros. Los cuidados, son en definitiva, la unidad
de análisis de la profesión de enfermería.

Queremos decir que el arquetipo de “El Cuidador” no solo da identidad a una


persona, sino que da identidad a una profesión que posee esos atributos y
Enfermería es un modelo, en este sentido, que no ha sufrido modificaciones
paradigmáticas, por el contrario, esa imagen es la misma luego de miles de años.

La pregunta que nace es: ¿Como nos ven a los enfermeros y enfermeras? ¿Cuál es la
percepción marketinera por parte de la sociedad?... Es en esa respuesta que acudo a la
ayuda de Jung.
El Cuidado como Imagen Social

Hay empresas que utilizan la imagen de “el cuidador” para las ventas por ejemplo “La
Serenísima” es una de ellas, “Volvo” es otra empresa, en dónde la seguridad del
vehículo es lo más destacable, “Nestle” es otra sin dudas, “Unicef” la gran destacada, a
tal punto que fue parte integrante en la organización de la Declaración de Alma Ata y
la proposición de la “Atención Primaria a la Salud” (APS) es en donde se destaca la
importancia de garantizar adecuadas condiciones de salud para la población. Estas
empresas comunican la imagen de cuidador y, la gente traduce esa imagen como
personalidad altruista y generosa, sus ideas se fundamentan en proteger y ayudar sin
mayores intereses que no sean esos. Hay un proteccionismo digno de una madre con
sus hijos. Esa imagen también hace foco en las profesiones, que trasmiten confianza,
tranquilidad y empatía al igual que las empresas que mencioné. Pero Enfermería es la
imagen del cuidador, sin lugar a dudas, es la que se le deposita la confianza y, si la
cuidador o cuidadora no cumple con ese rol depositado por la sociedad, subyace la
culpa de esa tarea no cumplida. El arquetipo del cuidador es sin dudas alguien que no
va a defraudar.

Ante todos lo dicho con la imagen de “El cuidado” o “El cuidador” como arquetipo
hace que cualquier reclamo, sea visto de mala manera, ya que pierde la idea de
generosidad y altruismo. La sociedad nos ve así, por más que intentemos y la NANDA
profesionalice al cuidado. La imagen será la misma, porque es un arquetipo, es más
que un estereotipo social, la imagen trasciende los tiempo y las culturas. Hay que
admitir que el propio profesional está inmerso en esa imagen y, él o ella al igual que
los demás, se percibe con estos atributos, entonces, cual es la salida para el Enfermero
o la Enfermera, porque la respuesta está en él o en ella ante este peso existencial, la
salida es dejar de sentirnos culpables. La culpa que da el abandono de esa imagen es lo
que el colectivo debe de tramitar para trascender sus propios pasos y lograr una
Enfermería digna de ser.
¿Qué es Cuidar?

El cuidado es cautela, asistencia, conservar, vigilar, guardar. Realmente definir que es


cuidar sería repasar la historia de la propia humanidad, pero la idea siempre parte de
una misma razón: “Que el otro recobre un estado de bienestar, un estado de
tranquilidad”. Para lograr el cuidado de un otro, debemos de partir de la inquietud de
querer lograr salvarlo del peligro, es decir, el cuidado nace de la percepción de un
peligro, de una amenaza. El cuidado es un proceso de pensamiento, una preocupación
por el otro, es estar atentos (atención) es “la vigilancia, la atención y la preocupación”,
todas palabras, que denotan el acto de cuidar. La preocupación es un pronóstico, pero
el pronóstico solo tiene sentido con un propósito y, ese propósito habita en la espera,
es decir, en el tiempo, entonces para saber cuidar hay que saber esperar. El cuidar es
preparar para el después, por esa razón, el miedo es un ingrediente de todo cuidado
porque lo que pasará es también una interrogante.

La pre-paración es precisamente uno de los elementos ontológicos que se generan a


partir de la pre-ocupación, el ser humano se pre-para para lo no acontecido, pero la
preocupación por ese otro, hace que uno es huya de sí mismo, quizás por esta razón, el
ser Enfermero o Enfermera es un hecho que requiere empatía sobre todas las cosas.

Vigilar es otro término que viene en auxilio para entender el cuidado, la vigilancia en
tanto es el poder que tiene el ser humano de estar atento de sí mismo y de los otros
en coherencia con las circunstancias. La atención, esa mirada atenta del profesional, es
en definitiva, lo que da lugar al progreso en el universo de los cuidados. Mediante la
atención los cuidados evolucionan y, la calidad emerge según pasa el tiempo. El
cuidado posee su impulso en la subjetividad por eso vive en el tiempo y, se
experimenta en el cuerpo, que es el que marca el paso de ese tiempo. El cuidado es la
herramienta para reconocer la existencia, por eso el cuidado es la existencia misma. El
cuidado trasciende al sujeto mismo en un acto y, esa escena fue construida, a lo largo
mismo de la existencia humana, el cuidado es el sentido del ser humano en la tierra,
no por nada a las enfermeras y enfermeros se los llama ángeles…y es cierto.
El cuidado es una búsqueda con un otro y, la antropología en las situaciones de
cuidado, hace de esa búsqueda un carácter inédito, cada acto antropológico está
cargado de novedad y frescura.

Qué se entiende por “Situación de Cuidados Antropológicos”

La antropología la podemos entender como la ciencia que estudia la realidad del ser
humano y sus comportamientos, analiza al sujeto en un plano cultural, social, como
especie y sus cambios según pasa el tiempo, es así que las primeras miradas
antropológicas tomaron contacto con las características físicas del ser humano y los
comportamientos de los distintos pueblos. Surge la antropología social, cultural,
biológica, física, la antropología lingüística, y la arqueología. Pero nosotros queremos
abordar una nueva antropología situada claramente en el análisis del cuidado mismo,
un espacio de encuentro que es construido a lo largo del tiempo, justamente en
sintonía con todas las antropologías y sus ramas. Desde la visión antropológica
“Persona” es hacerse próximo a la gente, dejando llegar a uno lo que se puede captar,
lo que se puede aprender de ellos (los pacientes) es así que, la razón de esa situación
antropológica deja al descubierto que hay una sola verdad, y es la que nos dice el
paciente, lo que él o ella siente, de si mimo, de sí misma de su propia persona en
situación de cuidados.

Antropología Filosófica.

Necesariamente para hablar de Antropología en las Situaciones de Cuidado hay que


definir antropología filosófica, porque desde ella se desprende el razonamiento
humanístico en el acercamiento de un padeciente y, de un efector de la salud sea éste
enfermero, médico, acompañante terapéutico, en todos los casos, son dos personas
con toda la impronta de su propia historia y cultura, dos seres, que se involucran uno
con el otro en una situación de cuidados.
En la antropología filosófica la unidad de análisis es el ser humano y, en la
antropología de las situaciones de cuidados es el encuentro entre ambos en un
momento histórico en la que uno de ellos está transitando un proceso patológico, es
una relación complementaria, en dónde, las características humanas de de uno y
otro, se mezclan para hallar en conjunto las posibilidades para la recuperación del
individuo que está enfermo.

Enfermería es la máxima exponente en éste sentido, ya que de por sí es antropológica


en su fibra más íntima. Jamás hubiera nacido Enfermería sin ese brote inicial
antropológico, es su fuerza, su energía por tal motivo, al alejarse de esta idea, se aleja
de la enfermería también y, eso es lo que debe de entender el iniciado desde el primer
día de clases, estoy acostumbrado a observar alumnos con más apuro de insertar una
vía, que de conocer el nombre de su paciente, ya se comienza muy mal. El problema
se acentúa cuando el instructor-docente posee las mismas ansias que el estudiante.

El acercamiento óptimo que atañe la antropología en las situaciones de cuidado, está


inmersa en la antropología filosófica, porque se ponen en juego el conocimiento
científico, los juicios de valor, la libertad, la comunicación interpersonal, la cultura, las
creencias y diferentes simbologías que hacen al hombre lo que es. El iniciado que
evade estas incumbencias innatas de la profesión, todavía no comprende que es
Enfermería

La antropología filosófica y la antropología en las situaciones de cuidado comparten la


fuerte crítica al dualismo cartesiano y al idealismo en sí mismo, por otro lado,
entendemos que no hay diferencias culturales, sino que las diferencias son “Las
creencias sobre los mismos objetos que compartimos”, esas creencias en un principio
fueron comunicadas y enlazadas a las futuras generaciones de manera distinta y, la
creencia sostenida en el tiempo se trasformo en cultura. Hay que realizar una trabajo
arqueológico para encontrar la similitud del origen y, encontrar una situación de
cuidados en ese punto histórico, es decir, habrá que buscar el enlace en dónde el
sujeto de atención y enfermero/a, medico/a, o técnico/a deben de encontrar para
recapitular una situación de cuidados. Claramente la “intuición” es lo que se debe de
pulir y, solo se conseguirá, con la intensión de abrir la mente ante la solución de los
problemas. La paridad de pensamiento ante un objeto, será el dilema para abordar en
una situación de cuidados antropológicos, el problema radica que solemos pensar en
las diferencias y no en las similitudes. Toda experiencia humana a lo largo de la
existencia del hombre, posee similitudes, simplemente porque la esencia es la misma,
el hombre posee la misma esencia, independientemente de la cultura que se analice.
Por eso el trabajo intuitivo, (que algunos poseen más que otros), debe de trabajarse en
las actividades sanitarias, lamentablemente, la tecnología ha hecho mella en este
atributo implícito del ser humano, “La Intuición” y, a raíz de esto, somos dependientes
de la tecnología que piensa por nosotros.

Tratamientos vs Cuidados Antropológicos

De ninguna manera los tratamientos médicos podrán sustituir a los cuidados


enfermeros, por el contrario, la carencia o insuficiencia de cuidados conlleva la
multiplicación de tratamientos médicos, cabe destacar, que la visión antropológica
sitúa al sujeto de atención como fuente de todo saber y, no al personal médico
sanitario o enfermería, que son los que aconsejan, forman o educan. Ante todo lo
dicho, la antropología en las situaciones de cuidado ofrece la oportunidad de que el
profesional de la salud, reflexione sobre su propio accionar y, no encierre su tarea
hospitalaria, tan solo en los aspectos sanitarios, sino que describa el hecho, en un
contexto sociocultural para comprender los significados en su contexto y dar
respuestas a las demandas de manera integral.

Del libro. Cuidados de enfermería y la temporalidad como necesidad insatisfecha. Autor Lic.
Marcelo A Tolosa / 2023 / Editorial El Zócalo

También podría gustarte