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Una tarde como cualquier otra, la pequeña Luna se encontraba en el sofá reposando
su patita sobre su voluminosa mejilla, mirando fijamente la ventana en un solo punto
fijo. En el exterior, una pareja se encontraba descansando en una banca, la joven
recargaba su cabeza sobre el chico mientras este, sostenía y entrelazaba los dedos de
aquella pequeña y delicada mano.
Con una expresión de indiferencia, Luna observaba a la parejita, hasta que de pronto le
dio un sobresalto repentino, recordó algo importante que le había contado su amo.
—¡A-ay! ¿Q-que es este sentimiento? ¿Acaso estoy olvidando algo? ¡Uhm! ¡No me
acuerdo —Refunfuño
—¡Ah, eso es! Debu me conto que cada 14 de febrero se celebra algo especial... Algo
que, yo no entiendo muy bien, pero me ha dicho que para las personas que se quieren
es un día muy importante y hay que tener muy en cuenta mmm...
—¿He sido una mala amiga todo este tiempo? Ahora que lo he pensado, nunca hice
nada por ella, y me cae muy bien, no quisiera que me terminara odiando para toda la
eternidad... —Gimoteo irremediablemente.
Una vez concluido su monologo, ella sostuvo con determinación un lápiz rojo para
escribir el titulo y luego, empezó a redactar:
Señorita Andrisu, hoy tuve un dilema existencial luego de pensar en ti, me di cuenta que
nunca te di las gracias ni te devolví los buenos gestos que tuviste conmigo desde el
día que te conocí. Hoy quiero hacer algo al respecto como compensación, Debu me dijo
que, si quiero hacer las cosas bien, tengo que ser completamente sincera, expresar mis
sentimientos y como me siento con las personas que quiero y hacérselo saber, y que a
veces no hay mejor regalo que ese, así que es la primera vez y única que hare algo así,
¡Así que no te rías de mi porfa >-<!
¿Recuerdas el día que dibuje una reluciente estrellita en tu mano? ese día fue muy
divertido ¿verdad?, o al menos lo fue hasta que comenzaste a sangrar
descontroladamente, me miraste con una cara de espanto, y me dijiste que tenías que
marcharte para luego irte muy rápido y.... Um bueno, puede que tal vez no lo hayas
pasado tan bien en ese momento, hoy día sé que estuvo mal, así que ¡Por favor
perdóname >o<!, pero nunca olvidare que me hayas prestado tu mano y me dejaras
dibujar por primera vez una estrella; si me lo preguntas, creo que fue un buen intento,
desde entonces ya soy experta dibujando estrellas, planetas y lunas, mira ^w^
Aunque tuve que dejar de dibujarlas allí porque señorita Andrisu llevaba muchas curitas
en las manos ¡esas no se veían para nada a la moda! y también porque sé que no te
gustaba tenerlas ahí, aunque no me lo dijeras tu cara de enojo siempre me decía otra
cosa.
Y también por que Debu me regaño cuando se lo conté ;(, me dio un sermón y me dijo al
final que, aunque sea bajo tu consentimiento no hay que aprovecharse de la amabilidad
de las personas, y desde entonces no me ha dejado de preguntar sobre cómo estaba tu
mano, parece que también lo he preocupado entonces le dije que no volvería a hacerlo. Y
desde entonces me ha comprado estos lápices y crayones tan bonitos con los que puedo
dibujar sin usar mis uñas y, sobre todo, sin ocupar tu mano^^.
Así que se me ocurrió dibujar lo primero que he aprendido ¡una estrella! Y darte el dibujo
personalmente como un pequeño regalo de mi parte que no se le ocurrió a Debu, ¡fue
idea mía!
Pero nunca imagine que lo pondrías en la punta del arbolito para navidad ;0, ya sé que
soy una super experta dibujante de estrellitas, pero ¡sin duda me encanto como se
veía en lo más alto del arbolito!
Con todo sus conocimientos y habilidades previas respecto al dibujo, se puso manos a
la obra y empezó a dibujar haciendo alusión a su párrafo anterior.
Una vez finalizado, una pequeña Andris se encontraba alado de un arbolito de navidad
cargando en sus hombros una diminuta Luna, que, con esmero, intentaba poner en lo
más alto lo que parecía ser una efímera estrellita dibujada sobre un papel, en
consecuencia, una felicidad eterna se marcaba en los rostros de ambos personajes.
Al terminar, ella miro con orgullo su pequeña obra de arte.
Me gustaría poder escribir todas las veces que me hiciste feliz, pero no acabaría nunca y
además mi patita ya se cansó de seguir escribiendo así que lo dejare por aquí, ¡espero te
haya gustado mucho! Lunita se despide ¡pero no sin antes dejar mi marca!
Sostuvo un marcador negro y empezó a borronearse la pata de tinta para seguido acto
apoyarla con firmeza al final de la hoja, formando así, un despampanante sello de su
pata gatuna.
—¡Wow! No pensé que escribir fuera tan divertido, creo que ahora también soy experta
escribiendo, debería dedicarme a esto. —Ella sostuvo su carta contemplándola por
unos segundos.