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Cátedra: Halperín
Docente: A. M.
Alumnos:
C. P. A.
C. A. A
G. D. C
G. A. E
INTRODUCCIÓN
En base a lo anteriormente expuesto se elaborará una reseña de la sentencia que dictaminaron los
jueces Sempronio, Cayo y Ticio. Además se discutirá y se tomará nota sobre la posición asumida.
Posteriormente se justificará tal decisión examinando legislación, asimismo se analizarán diferentes
principios de las corrientes del pensamiento iusnaturalista y positivista, de los derechos naturales,
morales, religiosos, étnicos, etcétera.
En primer lugar se manifiesta el juez Sempronio quien se opone a la defensa de que los individuos
han cometido actos legítimos de acuerdo con el orden jurídico del tiempo y lugar y que fueron
realizados por ser funcionarios estatales.
Él argumenta que hay un conjunto de principios morales universalmente válidos e inmutables que
establecen criterios de justicia y derechos fundamentales que incluyen el derecho a la vida, a la
integridad física, a expresar opiniones políticas, a ejercer cultos religiosos, a no ser discriminados por
razones de raza, etc.
Posteriormente se expresa el juez Cayo quien se opone al voto del juez Sempronio alegando el
principio fundamental de nullum crimen nulla poena sine lege praevia, que se traduce del latín en
"ningún delito, ninguna pena, sin ley previa", que los obliga a juzgar los actos de acuerdo con las
normas que regían en el tiempo y lugar en el que fueron cometidos. También se apoya en que el
sistema normativo vigente en la Alemania nazi fue reconocido internacionalmente por diversos países
de Europa.
Finalmente se expresa el juez Ticio quien presenta conflicto con ambas posiciones. Con la
argumentación del juez Sempronio ya que objeta que no se demuestra la existencia de tales
principios de derecho natural. Con respecto al juez Cayo plantea que un conjunto de regulaciones
que contradice principios morales y de justicia considerados válidos, no constituye un sistema
jurídico. Asimismo critica que ambos jueces introduzcan sus convicciones morales, siendo que lo
que prevalece en el tribunal es la ratificación del valor a la vida, de la integridad física, de la igualdad
de todos los seres humanos.
Por lo tanto argumenta que no se puede dejar impune a los personeros de un régimen que se
burló brutalmente de esos valores como nunca antes había ocurrido y que una resolución como la del
juez Sempronio no reconoce abiertamente que se está violando un principio valioso, dejando poco
claro en qué circunstancias extremas tal violación es permisible, abriendo la puerta a otras
violaciones encubiertas menos justificables.
Según lo leído en el texto de Carlos Santiago Nino, Introducción al análisis del derecho, y
analizando las tesis, nos pareció particularmente interesante la resolución correspondiente al juez
Ticio; ya que realiza una crítica constructiva a sus dos colegas, aclarando los distintos puntos en los
que comparte y discrepa con ellos. Concluyendo a nuestro parecer con el argumento más
completo.Si bien el positivismo ideológico pretende que los jueces asuman una posición una posición
moralmente neutra y que se limiten a decidir según el derecho vigente; esta pretensión es ilusoria.
Nosotros consideramos que existe una conexión intrínseca entre el derecho y la moral ya que las
normas de un sistema jurídico deben ajustarse a ciertos principios morales y de justicia que son
universalmente válidos; tal como sostiene el iusnaturalismo.
También opinamos que los jueces deben recurrir a normas y principios morales para resolver
cuestiones que no están claramente resueltas por las normas jurídicas, ya que es realmente que
imposible que estos puedan ser completamente separados de su juicio.
Si bien comprendemos que no se puede juzgar y penar un hecho que no esté constituido como
delito en los códigos penales, el nivel de las atrocidades realizadas requiere una excepción a esta
regla, y dar un castigo punitivo ejemplar, en parte para resarcir a las víctimas y su memoria, como
para establecer que no se tolerarán nuevamente que se cometan esos delitos.
También al buscar información sobre la temática planteada recordamos que en nuestro país
se intentó dar una solución de tinte positivista al aprobar la "Ley de obediencia debida" ley 23.521,
Buenos aires, 4 de Junio de 1987, publicada en el Boletín Oficial, 9 de Junio de 1987.
Que establecía:
ARTICULO 1.- Se presume sin admitir prueba en contrario que quienes a la fecha de
comisión del hecho revistaban como oficiales jefes, oficiales subalternos, suboficiales y
personal de tropa de las fuerzas armadas, de seguridad, policiales y penitenciarias, no
son punibles por los delitos a que se refiere el artículo 10 punto 1 de la ley N. 23.049
por haber obrado en virtud de obediencia debida.
ARTICULO 3.- La presente ley se aplicará de oficio. Dentro de los cinco (5) días de su
entrada en vigencia, en todas las causas pendientes, cualquiera sea su estado
procesal, el tribunal ante el que se encontraren radicadas sin más trámite dictará
respecto del personal comprendido en el artículo 1, primer párrafo, la providencia que
se refiere el artículo 252 bis del Código de Justicia Militar o dejará sin efecto la citación
a prestar declaración indagatoria, según correspondiere.
(http://www.saij.gob.ar/23521-nacional-ley-obediencia-debida-lns0003399-1987-06-
04/123456789-0abc-defg-g99-33000scanyel?)
También se aprobó la "Ley de punto final", ley 23.492, Buenos Aires, 23 de Diciembre de
1986, publicada en el Boletín Oficial, 29 de Diciembre de 1986.
Esta establecía:
ARTICULO 1.- Se extinguirá la acción penal respecto de toda persona, por su presunta
participación en cualquier grado, en losdelitos del artículo 10 de la Ley N. 23.049, que
no estuviere prófugo, o declarado en rebeldía, o que no haya sido ordenada su citación
a prestar declaración indagatoria, por tribunal competente, antes de los sesenta días
corridos a partir de la fecha de promulgación de la presente ley.
En las mismas condiciones se extinguirá la acción penal contra toda persona que
hubiere cometido delitos vinculados a la instauración de formas violentas de acción
política hasta el 10 de diciembre de 1983.
(http://www.saij.gob.ar/23492-nacional-ley-punto-final-lns0003318-1986-12-23/123456789-0abc-defg-
g81-33000scanyel?)
(http://www.saij.gob.ar/25779-nacional-declaracion-nulidad-leyes-obediencia-debida-punto-
final-lns0004787-2003-08-21/123456789-0abc-defg-g78-74000scanyel)
Previo a que se declare la nulidad de ambas leyes se adopta el 17 de julio de 1998 el Estatuto de
Roma de la Corte Penal Internacional, Ley 25390, sancionado en noviembre 30 de 2000, promulgado
en Enero 8 de 2001.
En su artículo 33 establece:
Órdenes superiores y disposiciones legales
1. Quien hubiere cometido un crimen de la competencia de la Corte en cumplimiento
de una orden emitida por un gobierno o un superior, sea militar o civil, no será
eximido de responsabilidad penal a menos que:
a) Estuviere obligado por ley a obedecer órdenes emitidas por el gobierno o el superior
de que se trate;
b) No supiera que la orden era ilícita; y
c) La orden no fuera manifiestamente ilícita.
2. A los efectos del presente artículo, se entenderá que las órdenes de cometer
genocidio o crímenes de lesa humanidad son manifiestamente ilícitas.
(http://www.un.org/spanish/law/icc/statute/spanish/rome_statute(s).pdf)
Por todo lo anterior es que en tal caso, votaríamos que se condene a los procesados.