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Cuadernos TAS:

Trabajo, Actividad
y Subjetividad
Escritos entre pares 2016
Javier Navarra y Federico
Barnes (Comp.)

16
Escritos entre Pares. Simposio TAS 2016

Dimensiones inter y transubjetivas en el


análisis clínico del trabajo
Juan Marcelo Balboa Gallardo

Juan Marcelo Balboa Gallardo: Psicólogo. Magíster en Psicología Clínica. Universidad de Chile. Grupo de Investigación en Salud mental
y Trabajo Tripalio. Email: marcelobalboa.psi@gmail.com
ESCRITOS ENTRE PARES. SIMPOSIO TAS 2016

Introducción Las aproximaciones más tradicionales de la psicología social


y la psicología organizacional y del trabajo intentan dar cuen-
El trabajo contemporáneo ha sido objeto de importantes
ta del comportamiento de los grupos de trabajo ciñéndose a
transformaciones en las últimas décadas, proceso asociado
sus manifestaciones racionales, conscientes e intencionadas.
fundamentalmente a la hegemonía de las tendencias tecnoe-
Es por esto que muchas de las intervenciones definidas desde
conomicistas del modelo neoliberal y de los procesos de glo-
estas perspectivas se ubican en posiciones de prescripción de
balización; lo cual ha tenido significativa incidencia en dis-
conductas dirigidas al mejoramiento organizacional, centrán-
tintos aspectos y dimensiones de la vida de los trabajadores
dose en lograr acuerdos racionales y estratégicos, sobre indi-
en el mundo, y también en nuestro subcontinente (Dejours,
cadores tangibles y mensurables. Sin embargo, los grupos de
2014; De Gaulejac, 2008; De la Garza, 2001; Stecher & Go-
trabajo se resisten (in)conscientemente a estas prescripciones
doy, 2014; Sisto, 2012; Soto, 2008; Harnecker, 1999).
a través de conductas contradictorias con las prescripciones,
Las compañías fomentan la máxima competitividad como incluso en perjuicio del propio colectivo, tanto en términos
estrategia para alcanzar la mayor productividad, aún a costo productivos como de salud y bienestar subjetivo.
de la sobreexplotación de sus equipos de trabajo (Dejours,
Desde la clínica del trabajo, desde la clínica grupal, desde
1998, 2004), desarrollando modalidades de organización del
la clínica institucional se trabaja en el análisis y resolución de
trabajo que permitan generar el “sustento subjetivo” necesa-
situaciones conflictivas, con efectos de sufrimiento en el tra-
rio para sostener un nivel de intensidad de trabajo que asegu-
bajo, que no se resuelven necesariamente desde lo explícito;
re los resultados deseados (Escobar, 2004, p.70).
sino que aluden a dinámicas soterradas, no manifiestas, no
Los efectos subjetivos de estas transformaciones son bas- dichas, no pensadas al interior del colectivo de trabajo, que
tante elocuentes (OECD, 2008). Países como Japón, China, requieren ser puestas en palabra para poder ser pensadas y ser
Francia han debido enfrentar fenómenos emergentes asocia- elaboradas; lo cual exige marcos referenciales que den cuenta
dos a los altos niveles de sufrimiento en el trabajo. Fenóme- de los niveles inconscientes, intra, inter y transubjetivos que
nos como el Karoshi, muerte súbita en el trabajo por agota- permiten dar cuenta de fenómenos complejos propios de los
miento extremo; o el suicidio en el lugar de trabajo, aparecen grupos y de la situación de trabajo.
como dramáticas manifestaciones del sufrimiento y soledad
asociadas a las nuevas formas de organización en el trabajo Dimensiones inter y transubjetivas del trabajo
(Dejours, 2010).
Nuestra exposición requiere de la distinción de estas dos
La Clínica del Trabajo surge entonces como una disciplina dimensiones como organizadoras de los elementos teóricos
que intenta comprender la relación entre trabajo, subjetivi- que componen nuestro esquema referencial para el análisis
dad y salud mental, desarrollando conocimiento y metodo- clínico del trabajo.
logías de intervención frente a los efectos de sufrimiento y
Lo intersubjetivo hace alusión a la interacción manifiesta
patologizantes del trabajo.
que puede observarse en los colectivos de trabajo, pero tam-
Ubicados en el campo de investigación de la relación entre bién a su dimensión inconsciente de intersubjetividad psíqui-
trabajo y subjetividad, constatamos su complejidad en cada ca, campo al que el psicoanálisis grupal ha hecho importantes
nuevo requerimiento de intervención clínica. Esta comple- aportes. Para expresar el nivel de intersubjetividad conside-
jidad nos ha forzado a echar mano a un repertorio cada vez ramos lo expresado por R. Kaës, quien lo define como “la
más amplio de teorías y metodologías de indagación y análi- transcripción subjetiva de lo que se intercambia psíquicamente
sis, organizadas de manera tal que nos permitan intentar dar ente los sujetos”. (Bernard, M., 1997 p.127). Es decir, supone
cuenta de ella. una articulación psíquica a nivel intersubjetivo en el grupo
del trabajo, cuestión que permitiría explicar algunos fenóme-
Nuestro artículo intenta dar cuenta de este trabajo teórico.
nos observados en dicho campo.
Identificamos algunas conceptualizaciones que forman par-
te de nuestro esquema referencial, provenientes de la clínica En relación con lo “Transubjetivo”, tomamos esta idea de
grupal, en la clínica institucional y en la clínica del trabajo; René Kaës quien lo define como “…formaciones y procesos que
y las organizamos según niveles conscientes o inconscientes atraviesan los espacios y los tiempos psíquicos de cada sujeto de un
y dimensiones inter y transubjetivas de análisis. Nuestra in- conjunto, que los transitan, y que determinan en parte la organi-
tención es contribuir a la comprensión de la relación entre zación tópica, dinámica, económica y estructural de cada sujeto
trabajo y subjetividad, en la perspectiva del análisis clínico en tanto forma parte de ese conjunto” (Kaës, 1991, p. 130).
del “sujeto social complejo” del que nos habla Jacques Rheau- Corresponde a la apertura máxima de las “subjetividades”
me (1999, 2000). cuando son parcialmente abolidas como resultado de la au-
sencia de un espacio de transcripción y de diferenciación.
Dimensión (In)consciente del trabajo
Las estrategias colectivas de defensa en el trabajo. Ch.

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DIMENSIONES INTER Y TRANSUBJETIVAS EN EL ANÁLISIS CLÍNICO DEL TRABAJO
Juan Marcelo Balboa Gallardo

Dejours frente a toda situación de progreso o cambio.


Christophe Dejours (1998) incorpora la noción de “estrate- El carácter necesariamente ansióge-
gias colectivas de defensa”, las cuales corresponden a formas de no de la relación con la tarea grupal, se relacio-
asociatividad más o menos conscientes, que surgen como for- na con la concurrencia de dos ansiedades básicas2
mas de defensa frente a las exigencias de la situación de traba- en el abordaje grupal de la tarea explícita: el miedo a la
jo por medio de la construcción de una renegación colectiva. pérdida de las estructuras y aprendizajes existentes, corres-
Estas estrategias implicarían un modo de asociatividad que pondiente a la ansiedad depresiva; y el miedo al ataque en
permite al colectivo de trabajo realizar su tarea a pesar del la nueva situación, correspondiente a la ansiedad paranoide,
miedo y del agotamiento producto de la brecha entre el tra- proviniendo esta última de nuevas estructuras en las que el
bajo real y el trabajo prescrito. Para mantener esta defensa co- sujeto se siente inseguro por carencia de instrumentación
lectiva, es necesario que ningún miembro del colectivo rom- (Pichon-Rivière, 1985). Estas dos ansiedades, coexistentes y
pa este pacto tácito, lo cual implica un gran esfuerzo psíquico cooperantes, “configuran la situación básica de resistencia al
en todo el conjunto de trabajadores; sociodinámica que a la cambio, la cual debe ser superada en un acontecer grupal donde
larga se transforma en fuente de sufrimiento, potencialmente se cumplen los tres momentos dialécticos de tesis, antítesis y sín-
patologizante. tesis, por un proceso de esclarecimiento que va de lo explícito a lo
implícito” (Pichón-Rivière, E. 1985, pp. 152-153).
Las estrategias defensivas colectivas abren la pregunta por
los mecanismos psíquicos colectivos, grupales, que permi- En tanto estructura grupal, propone considerar las dimen-
tan entender su naturaleza y funcionamiento. Una teoría siones de Horizontalidad y Verticalidad como dimensiones
psíquica individual no parece suficiente para explicar este determinantes del acontecer gupal, cuya dinámica determina
fenómeno. Desde nuestra perspectiva, en la medida que las la emergencia de un nuevo existente grupal. La dimensión
estrategias tienen un objetivo común, en este caso la defensa; de “Verticalidad” considera lo referido a la historia personal
y se realizan necesariamente con la participación de todo el de cada uno de los miembros del grupo, co-determinando
colectivo; constituyen una manifestación de funcionamiento la dinámica grupal. Por su parte, la “Horizontalidad” es el
psíquico grupal, no sujeto a prescripción, que opera de modo proceso actual que se cumple en el aquí y ahora en relación
inconsciente. con la totalidad de los miembros. Esta dimensión, propia de
la perspectiva grupalista, responde al supuesto de un sujeto
Teoría del grupo operativo. Enrique Pichón-Rivière grupal, producido en la singularidad del acontecer grupal y
E. Pichón-Riviére, psiquiatra y psicoanalista argentino, fun- que interactúa dialécticamente con las verticalidades de los
dador de la primera Escuela Privada de Psicología Social en miembros del grupo.
Argentina, construyó un modelo grupal de análisis y coordi- Ambas dimensiones se articulan en la figura de lo que Pi-
nación del proceso grupal, conocida como la Teoría del Gru- chon-Rivière define como el emergente grupal, y el portavoz
po Operativo. grupal. Este último corresponde a aquel miembro del grupo
Para Pichon-Rivière, el grupo se constituye y se desarrolla que en determinado momento del acontecer grupal intervie-
necesariamente en torno a una tarea, y su finalidad última ne pero ya no lo hace solamente por sí mismo, sino también
consiste en la modificación de la realidad en aquello que es y al mismo tiempo habla por todos; es decir, su discurso da
pertinente y necesario para sus miembros, proceso que impli- cuenta de la articulación de la verticalidad y la horizontalidad
ca aprender a pensar en términos de resolución de las dificul- del grupo. El rol del portavoz queda determinado en la arti-
tades que emergen en la resolución de dicha tarea. culación entre su fantasías inconscientes, fantasías que siguen
un modelo primario, y el acontecer del grupo en que se in-
Identifica dos dimensiones de la tarea grupal: la tarea ex- serta. Ese encaje permite la emergencia del material que debe
plícita, el propósito manifiesto del grupo, la cual resulta an- ser interpretado, el emergente grupal. El emergente grupal
siógena para el sujeto, individuo y grupo; lo que a su vez constituye la producción psíquica grupal, corresponde a lo
determina una tarea implícita, la cual apunta a la elaboración latente, a aquello que subyace, y que se manifiesta de distin-
de dichas ansiedades. A través del esclarecimiento de este obs- tas maneras en el discurso grupal. Su producción responde a
táculo, que Pichón denomina el “obstáculo epistemofílico”1, los mecanismos psíquicos inconscientes de condensación y
se favorece la ruptura de pautas estereotipadas que el grupo desplazamiento descritos por el psicoanálisis.
desarrolla defensivamente, y que dificultan el aprendizaje y
la comunicación, significando un obstáculo y una resistencia La coordinación grupal se orienta a la elaboración de las
1 Obstáculo Epistemofílico: se refiere a las dificultades de índole motivacion-
ansiedades que obstaculizan el logro del propósito grupal.
al o afectiva (en psiquiatría, las ansiedades generadas por la locura), en contraste En esta tarea, se observó que en el abordaje de la tarea el
con el Obstáculo Epistemológico que implica una dificultad o confusión asen- grupo tiende a operar a través de la generación de situacio-
tadas en el proceso mismo de producción de un conocimiento científico (en
psiquiatría, la carencia de una teoría psicológica que sitúe el problema de la con- nes dilemáticas, en las que uno o varios miembros hacen una
ducta en una perspectiva totalizadora). Pichón-Riviere, E., 1985, pp.199-200. 2 En esto Pichon-Rivière da cuenta del arraigo kleiniano de su teoría.

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ESCRITOS ENTRE PARES. SIMPOSIO TAS 2016

propuesta en relación con la tarea, mientras otro miembro o las tensiones grupales, por lo amenazante de los contenidos
miembros del grupo se oponen; reconociendo así “líderes de depositados.
progreso” y “de retroceso”, roles funcionales que favorecen la
Este proceso de depositación, estereotipación y segregación
posibilidad de una resolución dialéctica, permitiendo el me-
grupal puede llegar a generar un proceso grupal que se deno-
jor abordaje de la tarea, con un mayor nivel de adaptación
mina “chivo emisario”. Esto se vincula al hecho que la con-
activa a la realidad. Este funcionamiento, no-consciente, su-
ducta desadaptativa o patológica de un miembro del grupo,
pone un funcionamiento interpsíquico, que permite al gru-
por ejemplo el manifestar miedo o sufrimiento en el trabajo,
po la resolución de su tarea, constituyendo un concepto de
opera como denunciante de una situación conflictiva sub-
cooperación inconsciente, de carácter no solo defensivo, sino
yacente que un dispositivo patológico de seguridad intenta
una concepción operativa de la cooperación.
controlar. El sujeto “chivatizado” se adjudica ser el deposita-
Un concepto que nos parece también de importancia en la rio de las tensiones y conflictos grupales, haciéndose cargo de
comprensión de la dinámica grupal, se refiere al concepto los aspectos patológicos del grupo. En la situación de trabajo,
de ECRO grupal, el esquema conceptual, referencial y ope- el conflicto es silenciado, se convierte en lo no-dicho de la
rativo (ECRO)3, articulación de los esquemas referenciales situación de trabajo, lo cual genera a su vez nuevos montos
individuales, instancia instrumental que permite al sujeto la de ansiedad. De este modo, se quiebra la comunicación y la
apropiación y la operatividad en la realidad del campo social cooperación grupal; el grupo vive el enfrentamiento del con-
al cual pertenece. el ECRO común del grupo, en este caso del flicto como una catástrofe y se resiste a su esclarecimiento,
colectivo de trabajadores, se construye en la paulatina arti- rigidizando cada vez más sus defensas.
culación de los ECROs individuales, que van constituyendo
una referencia para cada miembro del grupo, única, singular Formaciones psíquicas intermedias en la institución:
del grupo, por la cual se lee la realidad, y en torno a la cual Alianzas Inconscientes. René Kaës
los miembros del grupo construyen los códigos de comunica- R. Kaës, psicoanalista y grupalista francés, en su análisis de
ción y la producción de sentido frente al trabajo real. la realidad psíquica institucional, propone pensar el espacio
De este modo, en el proceso grupal del colectivo frente a institucional como el trasfondo implícito y necesario de la
la organización del trabajo, confluyen inicialmente esquemas vida psíquica singular subjetiva. Para este autor las institu-
referenciales individuales, y en un segundo momento estos se ciones cumplen la función de asegurar la continuidad sobre
integrarán en un esquema referencial, ahora grupal y com- la cual se sostiene el espacio y la vida psíquica, determinando
partirán un código común, lo que facilita la comunicación, la sus formas y posibilidades.
pertenencia, la cooperación intragrupal, que permite un me- Kaës desarrolla un conjunto de instrumentos teóricos per-
jor operar en frente a la situación de trabajo y sus exigencias. tinentes para el análisis de la situación de trabajo4, del cual
En relación con los procesos patológicos, resulta interesan- revisaremos su idea de “alianzas inconscientes”.
te considerar la noción pichoniana de “Depositación”. Esta Este autor propone la idea formaciones psíquicas interme-
noción corresponde al “proceso por el cual un grupo proyecta dias entre el espacio psíquico del sujeto y el espacio psíqui-
sobre uno de sus integrantes las tensiones y conflictos grupales, co constituido por su agrupamiento en la institución (Kaës,
haciéndose cargo de los aspectos patológicos de la situación” (Pi- 2002, 33). Estas formaciones pertenecen a la relación entre
chon-Rivière, 1985b, 187). En el proceso de depositación esos ambos espacios.
intervienen tres elementos: los depositantes, el depositario y
lo depositado. En la situación de trabajo, lo depositado se Entre ellas identifica el funcionamiento de las “alianzas in-
refiere al monto de ansiedad básica que la situación de trabajo conscientes”. Según esta idea, la alianza inconsciente corres-
genera en el colectivo; el depositante vendría siendo el mismo ponde a una “formación psíquica intersubjetiva construida por
colectivo de trabajo, y el depositario sería aquel miembro que los sujetos de un vínculo para reforzar en cada uno de ellos ciertos
en un momento enferma o es segregado en la institución, procesos, ciertas funciones o ciertas estructuras de donde extraen
fijando y forzando su rol en el grupo. un beneficio tal que el vínculo que los reúne adquiere para su
vida psíquica un valor decisivo”(Kaës, 1995, 334).
El estereotipo y la segregación grupal se configuran cuan-
do la proyección de aspectos patológicos sobre un sujeto es Se entiende entonces que en la situación de trabajo la repre-
masiva y sostenida en el tiempo. El sujeto queda paralizado, sión, sus productos y contenidos, se constituyen por medio
fracasando en su intento de elaboración de la ansiedad. A de estas alianzas inconscientes, las cuales aseguran funciones
partir de ese momento, se configura un mecanismo de segu- específicas en el espacio intrapsíquico y al mismo tiempo
ridad grupal, producto de un incremento patologizante de sostienen la formación y los procesos de los vínculos inter-
3 El ECRO grupal corresponde al “conjunto organizado de nociones y conceptos
generales teóricos, referidos a un sector de lo real (situación grupal), a un universo 4 Ver Kaës, René. (2002) “Realidad psíquica y sufrimiento en las instituciones”.
del discurso (discurso grupal), que permite una aproximación instrumental al objeto En “La institución y las instituciones: estudios psicoanalíticos”. Ed. Paidós. Buenos
particular concreto, cual es la tarea del grupo (Pichon, 1985). Aires.

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DIMENSIONES INTER Y TRANSUBJETIVAS EN EL ANÁLISIS CLÍNICO DEL TRABAJO
Juan Marcelo Balboa Gallardo

subjetivos que a su vez refuerzan formaciones y procesos in- Los sistemas sociales como sistema de defensa. Eliot
trapsíquicos. La producción de síntomas compartidos tiene Jaques
también esta función y esta finalidad: sujetar a cada sujeto a
Eliot Jaques, investigador, psicoanalista y psicólogo organi-
su síntoma en relación con la función que cumple en y para
zacional canadiense, asociado a la escuela de Tavistock, obser-
el vínculo, “las alianzas inconscientes intersubjetivas cumplen
vó cierta correspondencia entre algunos fenómenos sociales y
en efecto, en el grado más alto, la función de desconocimiento,
ciertos procesos psicóticos. En su texto dirá “las instituciones
que se liga al síntoma” (Kaës; 1995:336)
son utilizadas por sus miembros individuales para reforzar sus
personales mecanismos de defensa contra la ansiedad y en parti-
Dimensión transubjetiva del análisis de la situación de
cular contra la recurrencia de las tempranas ansiedades paranoi-
trabajo
de y depresivas” (Jaques, 1972). A partir de esta idea estudió
El grupo de supuesto básico. W. Bion ciertas funciones defensivas en el grupo institucionalizado,
intentando mostrar cómo los mecanismos de identificación
Bion, psiquiatra y psicoanalista inglés, observó ciertas pau- proyectiva e introyectiva operan al vincular la conducta social
tas del comportamiento grupal a partir de las cuales infirió e individual. Su premisa básica es que “uno de los elementos
modalidades de funcionamiento psíquico de carácter defen- cohesivos primarios que reúnen individuos en asociaciones hu-
sivo para enfrentar la ansiedad del agrupamiento. manas institucionalizadas es el de la defensa contra la ansiedad
Desarrolló la noción de “Supuestos Básicos”, los que corres- psicótica” (Jaques, 1972). Según esto, se entiende que los in-
ponden a mecanismos grupales inconscientes derivados de dividuos tenderán a externalizar aquellos impulsos y objetos
intensas emociones producto de la vivencia de pérdida de la internos que de otra manera darían lugar a la ansiedad psicó-
identidad en el grupo psicológico, ante la cual los individuos tica, ligándolos en la vida de las instituciones sociales en que
se defienden asumiendo inconscientemente distintos tipos de se asocian.
actividad mental grupal. Esto permitiría dar cuenta de manifestaciones que se ob-
La denominación de supuesto básico, parte de la idea de servan en las organizaciones a nivel de relaciones humanas
que el grupo aparece actuando “como en acuerdo” de un su- laborales, como la disociación, la hostilidad y otras mani-
puesto grupal básico común, que determina ciertos objetivos festaciones de malestar o sufrimiento en la organización, las
y defensas frente a determinadas ansiedades y emociones que cuales “serían la contraparte social de lo que aparecería como
amenazan al grupo (Bion, 1994, 119). Identificó tres supues- síntomas psicóticos en individuos que no han desarrollado la ca-
tos básicos: de dependencia, de ataque y fuga y de empareja- pacidad de usar los mecanismos de asociación en grupos sociales
miento, los cuales se subordinan entre sí en el acontecer gru- para evitar la ansiedad psicótica” (Jaques, 1972). El funcio-
pal. Intentar dar cuenta del destino de los supuestos básicos namiento psíquico defensivo descrito por este autor alude a
relegados transitoriamente, llevó a Bion a proponer la exis- que, al compartir objetos externos con otros con propósitos
tencia de un sistema primario de la mentalidad grupal, que de proyección, se producen relaciones sociales fantaseadas a
correspondería a un “Sistema Protomental”, sistema arcaico, través de la identificación proyectiva con el objeto común.
donde lo físico y lo psicológico se hallan indiferenciados; una Estas relaciones fantasiosas son elaboradas luego por la intro-
matriz de la que surgen modos de comportamiento grupal yección; y el carácter bidireccional de las relaciones sociales es
que en un principio parecen ser sentimientos discontinuos, mediado en virtud del juego bidireccional de identificación
sólo ligeramente ligados entre sí. (Bion, 1994, 126). Sólo en introyectiva y proyectiva.
un nivel distinto donde los acontecimientos emergen como Esta propuesta inserta la idea de un funcionamiento tran-
fenómenos psicológicos, parece posible una diferenciación subjetivo, en que las instituciones conforman un sustrato so-
de los componentes de cada supuesto básico, y en dicho ni- bre el cual el grupo de trabajo se sostiene, de modo que su
vel podemos hablar de sentimientos de temor o seguridad u funcionamiento está instalado en un espacio psíquico institu-
otros semejantes (Bion, 1994). cional, transversal a las subjetividades grupales e individuales
La conceptualización bioniana lleva el análisis de la situa- que forman parte de dicha instancia psíquica institucional.
ción del trabajo en su dimensión manifiesta, como el resul-
tado de un proceso muy anterior y complejo, resultado del Sociabilidad sincrética y el grupo como institución. José
funcionamiento de organizadores psíquicos inconscientes Bleger
que determinan en última instancia la posibilidad del grupo José Bleger, psiquiatra y psicoanalista argentino, se espe-
de trabajo. Además, introduce la dimensión que reconoce- cializó en el estudio de la psicosis y de los estados límite, y
mos como de la “Grupalidad”, es decir, del supuesto de un desarrolló importantes conceptualizaciones en el campo de la
estado primario de indiferenciación que está a la base de la psicología grupal e institucional.
subjetividad individual y grupal.
La noción de “sociabilidad sincrética”. Bleger define al grupo

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ESCRITOS ENTRE PARES. SIMPOSIO TAS 2016

como aquel conjunto de personas que entran en interrelación que se teme; sino lo desconocido que hay dentro de lo conocido”
entre sí, pero además, y fundamentalmente, “el grupo es una (Bleger, J. 2002:75).
sociabilidad establecida sobre un trasfondo de indiferenciación
El grupo, dirá Bleger, es siempre una institución compleja,
o de sincretismo en el cual los individuos no tienen existencia
en el sentido de ser un conjunto de instituciones, que tien-
como tales y entre quienes existe un transitivismo permanente”
de a estabilizarse como una organización, con pautas fijas y
(Bleger, J. 2002:70). De este modo, toda interacción grupal e
propias. Mientras más el grupo tiende a estabilizarse como
institucional necesita de un trasfondo común de sociabilidad,
organización, tanto más el grupo tiende al objetivo de existir
lo cual implica que en la comprensión del comportamiento
por sí mismo, marginando o supeditando a este último obje-
grupal se debe considerar la existencia de un modo de rela-
tivo, su objetivo fundacional o primordial. Esto ocurriría por
cionamiento desde la no-individuación, modo que se impo-
la necesidad de estabilizar la interacción, pero fundamental-
ne como matriz grupal, persistiendo durante su existencia.
mente por la necesidad de controlar y resguardar el clivaje
Esta forma de relación corresponde a lo que denomina so-
entre ambos niveles de interacción, de manera de resguardar
ciabilidad sincrética, que se diferencia de la sociabilidad por
la inmovilización de la sociabilidad sincrética. Esto último
interacción, forma manifiesta de relación social, tanto en los
constituye para Bleger el fenómeno de la burocratización del
grupos como en las instituciones.
grupo, al punto de adquirir la misma estructura que el pro-
En relación directa con lo anterior, Bleger identifica dos ni- blema que tiene que enfrentar y para el cual ha sido creada
veles de identidad grupal. Uno corresponde a la identidad (2002).
producida por la tarea en común, que llega a establecer pautas
Bleger sostiene que el ser humano antes que ser persona es
de interacción y de comportamiento que están institucionali-
siempre un grupo, es decir que su personalidad es el grupo
zadas en el grupo; esta identidad se define por la tendencia a
(2002). Esto quiere decir, que la autopercepción de unicidad,
la integración e interacción entre los individuos. Esta corres-
lo que cada persona vivencia como si mismo, está sostenido
ponde a la identidad grupal por sociabilidad. Otro nivel de
por un sustrato indiferenciado, contenido en la institución,
identidad corresponde a la identidad grupal sincrética, la cual
y por tanto, ligado de manera fundamental en el no-víncu-
está determinada por una socialización donde no existen lí-
lo con la institución, de manera totalmente inconsciente.
mites claros entre las personas, y donde la identidad reside en
Esto llevado al plano social, nos puede ayudar en la com-
la pertenencia grupal. La identidad grupal manifiesta o por
prensión de fenómenos observados en el trabajo, en la cual,
sociabilidad se asienta sobre la inmovilización de los estra-
por ejemplo, la disolución, o la sola amenaza de disolución
tos sincréticos de la personalidad individual o grupal; y entre
de la organización, puede significar directamente una disgre-
estos dos estratos, se establece un fuerte clivaje, impidiendo
gación de la personalidad en el conjunto y en cada uno de
que entren en relación, permitiendo, en la inmovilización de
sus miembros; generando montos significativos de angustia
los aspectos sincréticos; la organización, movilización de la
y sufrimiento.
dinámica y el trabajo sobre los aspectos más integrados de la
personalidad. Al momento de recurrir a técnicas grupales de intervención
en el trabajo organizacional, debemos pensar que el esfuerzo
Así, las crisis más profundas de un grupo, estarían vincu-
diagnóstico que realicemos “permita entender cuál es el grado
ladas a la ruptura total o parcial de este clivaje, con la con-
de burocratización o el grado en que se ha producido una fisura
secuente aparición de los niveles sincréticos en el terreno de
por la cual el clivaje entre los niveles de integración y los niveles
la interacción. Cuando un grupo recién se constituye, o el
de sociabilidad sincrética ya no puede ser mantenido” (Bleger,
trasfondo común de sociabilidad sufre una amenaza, se mo-
J. 2002:82), para de este modo poder comprender mejor el
vilizarían ansiedades de tipo persecutorio, que corresponden
origen y la naturaleza del sufrimiento institucional.
al miedo de no poder seguir reaccionando con las pautas es-
tabilizadas como grupo institucionalizado; y al miedo al “en- Estas ideas nos parecen del todo relevante en una Clínica
cuentro con una sociabilidad que los destituya como personas y del Trabajo. La inestabilidad institucional, la amenaza a la
los convierta en un solo medio homogéneo, indiferenciado, en exclusión, amenazan la estabilidad psíquica, no solo a nivel
el cual cada uno no sobresalga en tanto figura (como personas) de identidad, sino como amenaza de la irrupción de lo indife-
del trasfondo, lo que implica una disolución de la identidad es- renciado, ansiedad básica, que va a movilizar los mecanismos
tructurada por los niveles más integrados del yo, de la perso- defensivos más arcaicos en todo el conjunto de trabajadores.
nalidad” (Bleger, J. 2002:75). En definitiva, el grupo teme En este sentido el aporte de esta conceptualización entrega al
una regresión a los niveles sincréticos, situación que exige y clínico del trabajo una perspectiva de mayor profundidad en
determina una disolución de la individualidad y la aparición el análisis de las situaciones de sufrimiento y patología en el
de los niveles de la sociabilidad “incontinente”, la cual precede trabajo.
al agrupamiento; y predomina en sus primeros momentos de
existencia. En este sentido, “no es lo nuevo o lo desconocido lo Conclusión

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DIMENSIONES INTER Y TRANSUBJETIVAS EN EL ANÁLISIS CLÍNICO DEL TRABAJO
Juan Marcelo Balboa Gallardo

Creemos haber logrado reunir un conjunto de fundamen- Bleger, J. (2002). El grupo como institución y el grupo en las
tos suficiente para sostener el análisis clínico del trabajo en instituciones. En Kaës, R. (Ed.) La institución y las institucio-
las dimensiones de inter y transubjetividad, que sirvan para nes. (pp.68-83) Buenos Aires: Editorial Paidos
arrojar luces en la comprensión de los procesos y dinámicas
Dejours, C. (1998). De la Psicopatología a la Psicodinámica
propias del trabajo.
del Trabajo. En Dessors, D. y Guiho-Bailly (Ed.), Organiza-
Pensamos que la clínica del trabajo es una disciplina que ción del trabajo y salud. (pp 23-78). Buenos Aires: Editorial
surge de una problemática concreta y urgente, que requie- Lumen.
re de un instrumental teórico que le permita dar cuenta de
Dejours, C. (2006). La banalización de la injusticia social.
fenómenos sobre determinados tanto por lo real de la or-
Buenos Aires: Editorial Topia.
ganización del trabajo, como por aquello que constituye el
mundo interno del colectivo de trabajo, con su carga de fan- Dejours, C. (2010). Trabajo y suicidio. Madrid: Editorial
tasía, de imaginario, de insatisfacción y no-completitud pro- Modus Laborandi
pia del psiquismo individual, pero también grupal. En este Escobar, A. (2004). La subjetividad de los trabajadores en
sentido nos animamos a sostener que se requiere incorporar la era del toyotismo. En Revista de la Academia pp 67-76.
al análisis de los efectos subjetivos del trabajo, perspectivas Santiago.
que vayan más allá de lo manifiesto y lo prescrito; se requiere
poder incorporar elementos que permitan dar cuenta de los Harnecker, Marta. (1999). Haciendo posible lo imposible.
niveles inconscientes de la subjetividad, la intersubjetividad México DF: Editorial Siglo XXI.
y la transubjetividad, para potenciar las hipótesis de trabajo. Jaques, E. (1972). Los sistemas sociales como defensa contra las
Esto requiere romper el esquema hegemónico de asociar lo ansiedades persecutoria y represiva. En Nuevas direcciones en
intrapsíquico con lo individual, se requiere de incorporar la el Psicoanálisis M. Klein, P. Heiman y otros. Buenos Aires:
idea de lo interpsíquico, pensando en un psiquismo grupal, Editorial Paidos.
en un cuerpo y un aparato psíquico grupal, para pasar de la Kaës, R. (1995) El grupo y el sujeto del grupo. Elementos para
descripción de los fenómenos colectivos. una teoría psicoanalítica del grupo. Buenos Aires: Amorrortu
Pensamos que los autores revisados enfrentaron este dilema editores.
en su esfuerzo por dar cuenta de la clínica de los grupos fa- Kaës, R. (2002). Realidad psíquica y sufrimiento en las insti-
miliares e institucionales, y que resulta un aporte relevante de tuciones. En Kaës, R. (Ed.) La institución y las instituciones:
considerar en la clínica del trabajo, constituyendo las bases estudios psicoanalíticos. Buenos Aires: Editorial Paidos.
para la investigación en el campo de la clínica del trabajo.
OCDE (2008). Mental Health in OECD Countries. Policy
Resta el trabajo de modelos que permitan sostener su con- Brief
sistencia epistemológica y que sirvan como fundamentos
para el diseño de dispositivos de intervención en clínica del Pichón,- Rivière, E. (1985). El proceso grupal. Buenos Aires:
trabajo. Editorial Nueva Visión.
Rheaume, J. (1999). La aproximación clínica a las ciencias
Referencias bibliográficas humanas. En Rev. Proposiciones 29. http://www.sitiosur.
Bernard, M. (1995). Desarrollos sobre Grupalidad. Una pers- cl/publicaciones/Revista_Proposiciones/PROP-29/25R-
pectiva psicoanalítica. Buenos Aires: Lugar Editorial. HEAUM.DOC.
Bernard, M. (Ed.) (1997). Introducción a la lectura de la Rheaume, J. (2000). El relato de vida y el sujeto social com-
obra de René Kaës. Buenos Aires: Asociación Argentina de Psi- plejo. Temas Sociales N° 30 Boletín del Programa de Pobreza
cología y Psicoterapia de Grupo. y Políticas Sociales del SUR.
Bion, W. (1994). Experiencias en grupos. Buenos Aires: Edi- Stecher, A. & Godoy, L. (2014)Transformaciones del Tra-
torial Paidos. bajo, subjetividades e identidades. Lecturas psicosociales desde
Chile y América Latina. Santiago. Ril editores.

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ESCRITOS ENTRE PARES. SIMPOSIO TAS 2016

Figura 1: Esquema del Modelo de organización psíquica


grupal inter y transubjetiva del análisis del trabajo

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