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El antropocentrismo
Hacia los siglos XIV y XV, en las ciudades costeras del Norte Italiano, absorbidas por el poder del dinero,
empieza a surgir una especia de nueva mentalidad sensiblemente diferente a la de la época de la Cristiandad.
Al calor de ciertas herejías y heterodoxias filosóficas como las de Guillermo de Occam y Marsilio de Padua,
se empieza a desplazar el centro de atención del universo humano.
No es casualidad que se dé en esa zona, donde ya tenemos al poder del dinero de la burguesía instalado en
el poder político a partir de la práctica (encubierta) de la usura y el comercio a gran escala. Cuando el dinero
es el que rige la vida de los hombres, el horizonte humano se decanta por el mundo temporal, y por ello el
hombre comienza a olvidarse de la Salvación y la Vida Eterna.
Así, el centro de atención se desplaza respecto a los fines del hombre desde lo sobrenatural al mundo
natural. Este proceso es muy conocido en la historia y se llama secularización o mundanismo. Se coloca en el
centro las cuestiones humanas y materiales, vinculadas con la vida terrena relegando a un segundo plano las
cuestiones relativas al fin ultraterreno del hombre. Así todo el accionar humano empieza como a teñirse de
esta mentalidad y modificar las actitudes hacia los diversos aspectos de la vida. Eso es lo que se llama
substitución de una religiosidad por otra (religio es una palabra latina que significa “volver a ligar”, es decir
el vínculo del hombre con lo que es superior a él).
No obstante, y esto es importante tenerlo en cuenta, este comienzo (por decirlo así) del reemplazo de una
religiosidad teocéntrica (centrada en Dios) por una antropocéntrica (centrada en el hombre), es muy
restringida. Se da en cierta elite adinerada de las ciudades ricas italianas o alemanas, ligadas generalmente a
los nuevos cristianos bautizados para poder dedicarse oficialmente al comercio, y esta substitución es sólo
inicial, y no altera significativamente todos los aspectos humanos, sino que empieza a mostrar síntomas en las
artes plásticas, la literatura y en algunos casos la filosofía. La cuestión a tener presente es que este sector
social que dirige esta nueva manera de entender al mundo, posee el poder del dinero, y por lo tanto su
influencia irá creciendo conforme pasen los siglos debido a los afanes que el mundo de la Cristiandad pondrá
en el enriquecimiento material.
De esta manera, las filosofías “nuevas” (en realidad consiste en errores viejos 1), no se van a preocupar por
la verdad como algo inmutable y la búsqueda de la virtud a partir de la práctica de principios sobrehumanos,
sino que van a tratar sobre temas como la Libertad, la Percepción, los Sentidos y el Placer; pero todo ello bajo
una nueva perspectiva, humana no sujeta al orden sobrenatural. El centro de todo pasará a ser el hombre.
Después lógicamente se irá desarrollando esta idea hasta sacar sus últimas consecuencias varios siglos
después.
Estos temas van a constituir lo que se llamó Humanismo (más bien en literatura y letras clásicas), y que es
más correcto llamar ANTROPOCENTRISMO.
La bandera de todos los pensadores humanistas va a ser poner como centro la “libertad” o “liberación” del
hombre, pero entendida ésta respecto a las obligaciones de la criatura respecto al orden creado por el Creador.
De allí la importancia dada a los bienes materiales. Todo lo que no se adapte al hombre y lo haga
sensiblemente feliz, debe ser dejado de lado, parece ser el grito humanista. No debe sorprender encontrar
esta mentalidad como reinante en el mundo actual, pues como se señaló anteriormente, todo el mundo
moderno y contemporáneo es el desarrollo de esta idea a lo largo de los siglos hasta sus últimas
consecuencias.
Esta especie de nueva cosmovisión originará sucesivamente las siguientes revoluciones del pensamiento
humano que se especificaron al comienzo:
1
No sólo encontramos la mentalidad antropocéntrica en el mundo pagano (algo relativamente lógico) sino también en
prácticamente todas las herejías que han desgarrado la Iglesia a lo largo de los siglos como el Gnosticismo, el
Pelagianismo, el Arrianismo, etc. En realidad esta mentalidad en cierta forma es una nueva herejía que desembocará en
el Protestantismo.
6
EL PROTESTANTISMO
SE ROMPE LA UNIDAD CRISTIANA (S. XVI)
El 31 de Octubre de 1517, aparece Martín Lutero, sacerdote agustino de Sajonia, con amplios estudios,
pero formado en el ámbito de las ideas de Guillermo de Occam, de Nicolás de Lira y otros pensadores
heterodoxos. Cuando el Papa León X otorga Indulgencias a los que colaboren con la construcción de la
Capilla Sixtina y encarga a los dominicos para hacerlo, aparece un obispo simoníaco llamado Alberto de
Maguncia. Éste encarga a los banqueros Fugger realizar los cobros. Ellos, sin ningún escrúpulo, cometieron
faltas vergonzantes que escandalizaron a muchos.
Indignado por la mala predicación de las indulgencias, y azuzado por los enemigos de la Iglesia, Lutero
convoca una controversia teológica a partir de 95 tesis en la Catedral de Wittenberg. Ya en las tesis esas hay
un rechazo a la doctrina católica de las indulgencias, y una rebeldía hacia la autoridad pontificia.
Pero Lutero tenía otros propósitos. Hombre de concepciones pesimistas de la naturaleza humana,
aterrorizado por la muerte súbita de un compañero suyo que acababa de pecar gravemente, se encierra en un
convento, sin tener vocación. En el calor de esa lucha interna elabora la idea de que el pecado no se puede
vencer con la Gracia de Dios. De allí en adelante se pone a revisar los principios sobre el pecado, la Gracia y
la Redención. Ése es el momento en que sucede lo de las indulgencias.
Por eso, no se queda en lo de sus 95 tesis, sino que empieza a crear una nueva teología, no católica sino
pesimista, que luego se manifestará en el cisma y la creación de una nueva iglesia.
Así se inició la Reforma. Difundida y propagada por obra de la Imprenta 2. Los grandes burgueses
europeos, vieron en Lutero una manera de luchar contra Roma y los principios cristianos, por eso lo apoyaron.
La consecuencia más importante que tuvo esta ruptura de Lutero con la Iglesia fue la siguiente: destruyó la
unidad de la cristiandad occidental, y preparó gran parte de los movimientos modernos como el racionalismo,
el liberalismo, y hasta el comunismo3.
La rebelión luterana se puede resumir en un solo punto, del cual se derivan los demás errores: Negación
del Magisterio de la Iglesia y atribución de ese Magisterio por parte del hombre y su razón. Los demás
puntos son derivados cuasi-necesarios del postulado principal que acabamos de exponer:
Sólo la Fe basta. Las obras no son necesarias para la Salvación. La santidad es imposible para el
hombre, por lo tanto, todo hombre debe tener confianza (ésa es la fe protestante) en que Cristo ya efectuó
la salvación actual y total de todos los hombres en el sacrificio de la Cruz. No hace falta nada más, sólo
confiar en esa salvación obrada y aceptarla racionalmente.
Libre interpretación de los textos bíblicos. Según Lutero el Espíritu Santo ilumina a todo lector de
la Biblia, y no existe por lo tanto una correcta interpretación.
Eliminación de los textos bíblicos que no coincidían con sus afirmaciones. Así, recortó de las
Sagradas Escrituras algunos libros llamados Deuterocanónicos como los Macabeos (I y II), el Eclesiastés,
Tobías, Judit, Baruc, y el Libro de la Sabiduría, y algunos la Carta del Apóstol Santiago.
Tradujo la Biblia al alemán. Algunas de sus traducciones fueron revisadas (Ver Cuadro). Así y sin
temor de rubor, muchos de los términos originales fueron cambiados (permutados) a capricho del traductor
protestante, haciendo traducciones deliberadamente erróneas, cambiando así el mensaje real y extirpando
de estas traducciones la doctrina real de Jesucristo.
No existen los intercesores entre el individuo y Dios; por eso negó el Orden Sagrado y la
Consagración Episcopal (sacerdotes y obispos). Se abolió el uso de sotana y de toda distinción para el
religioso.
Se negó la Autoridad Papal, como se deduce de lo anterior.
2
A mediados del S. XV, Gutemberg, ideó los tipos móviles para la impresión de textos, que de esa manera agilizaba la
copia de libros. El valor de la imprenta era enorme, porque su manejo garantizaba la posibilidad de hacer propaganda
masiva.
3
Nuevamente consultar la obra de Hillaire Belloc, Crisis de nuestra civilización donde ese proceso está explicado con
profundidad
7
Por lo tanto tampoco era necesario confesar las penas para alcanzar el estado de Gracia, entonces
negó la Confesión Sacramental.
El principal cambio fue que negó la Transubstanciación de Nuestro Señor en la Eucaristía,
estableciendo que era una especie de “Consubstanciación”, que dependía de la fe del público presente en la
ceremonia y que bajo sucesores como Zwinglio, terminará negándose totalmente, quedando la Eucaristía
sólo como un símbolo o memorial de la Última Cena.
EL CAMBIO DE LA MISA POR LOS LUTERANOS
Veamos algunas de sus afirmaciones, tal y como se encuentran en los escritos de Lutero:
..."Cuando hayamos aniquilado la Misa, habremos aniquilado el Papado en su totalidad. Porque es
sobre la Misa, como sobre una Roca que el Papado se apoya con sus monasterios, sus obispados, sus
colegios, sus altares, sus ministros y sus doctrinas. Todos estos caerán cuando su sacrílega y abominable
Misa haya sido reducida a polvo".
..."Sin embargo, para conseguir este fin con éxito y sin peligro, será necesario preservar algunas de las
ceremonias de la misa antigua para los de mente débil, quienes se escandalizarían con un cambio muy
rápido" (en su obra La misa privada debe ser abrogada).
Atendiendo al ruego ardiente de sus primeros discípulos, Lutero escribió su famosa "Formula Missae".
Con relación a ésta nos dice: "Debemos declarar en primer lugar que nuestra intención jamás ha sido abolir
la adoración a Dios, sino únicamente purgar la forma que se usa de todas las adiciones que la han
mancillado. Me refiero a ese abominable Cánon que es una confluencia de lagunas repugnantes; han hecho
de la Misa un Sacrificio, le han agregado ofertorios. La Misa no es un sacrificio, no es el acto de un
sacerdote supremo ofreciendo un sacrificio. Considerémosla como un sacramento, o un testamento.
Llamémosla una bendición, o eucaristía, o la Mesa del Señor, o el memorial del Señor. O démosle cualquier
título que nos guste, con la condición de que no se mancille con el término de sacrificio o representación. Al
descartar el Cánon, descartemos todo lo que implica Oblación, y nos quedamos con lo que es puro y Santo"
(WA, 8, 457). (Recordemos que estas son las palabras de un sacerdote Católico legítimamente ordenado).
Por eso quitó el sentido de la Misa como Sacrificio propiciatorio e impetratorio, y pasó a ser una
celebración de la Palabra, y conmemoración del banquete de la Última Cena con fin latréutico y eucarístico
nada más. El presidente de la asamblea (un fiel como cualquier otro), pasó a recitar la “eucaristía” (ya no
Misa, sin Ofertorio ni Consagración) en idioma vernáculo (se abandonó el Latín), los altares se transformaron
en mesas, y la ceremonia se orientaba hacia el pueblo, la comunión se hacía con las manos, y se suprimieron
todas las imágenes, especialmente las que hacían alusión al Sacrificio, como el Crucifijo.
LA MORAL LUTERANA
El problema mayor vino con posterioridad a los cambios protestantes: si sólo la fe salva, el ámbito moral
era dejado a libre conciencia, por lo tanto me era lícito hacer lo que mi conciencia me dictaba como bueno.
Muchas cosas más podríamos decir de los orígenes del protestantismo y de sus primeros fundadores, así
como de sus doctrinas iniciales que en muchos casos han sido contrarios incluso a la propia conciencia
natural. Pongamos por ejemplo las palabras de Lutero:"Cree de firme y peca más de firme" (Pecca fortiter, sed
credere fortius) (texto de una carta dirigida a Melanchthon el 1 de agosto de 1521), en esa carta dice Lutero:
"Sé pecador, y peca fuertemente y alégrate en Cristo, que es vencedor de la muerte y del mundo. Hay que
pecar mientras aquí estemos. Basta que conozcamos, por la riqueza de la gloria de Dios, al cordero que
quita los pecados del mundo, no nos separará de él el pecado, aunque en un día forniquemos y matemos mil
veces". En la lectura de esta carta que escribe Lutero, nos damos cuenta perfectamente que aquí él pretende
decir que las obras no son necesarias para salvarse. Éste y otros principios de este mismo estilo es pauta de
todos los reformadores protestantes.
Zwinglio y Calvino
Luego de Lutero llegó Zwinglio. Este líder protestante llega con su doctrina a sostener: "Dios es el primer
principio del pecado", pues sólo existe una voluntad libre en todo el universo que es Dios. Este hereje suizo
terminó por radicalizar los cambios luteranos, y junto con el francés Calvino, terminaron postulando la
llamada “Predestinación”: las almas ya están marcadas de antemano por la Salvación o la Condenación,
luego, de nada me vale ser bueno en la tierra, tanto esté salvado como no. Pero la predestinación de origen,
que también era promulgada por Lutero, llegó a suprimir el Libre Albedrío o libertad. Para estos “teólogos”,
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Dios es el que obra en lugar del hombre. Tanto el bien y el mal son obrados por Dios a través del hombre, por
lo tanto no hay culpa. Un tremendo error que ignoran la mayoría de las personas que pertenecen de buena fe a
las agrupaciones inspiradas en el Calvinismo. De este modo, Calvino afirma esto así: "Dios excita al hombre
a violar sus leyes, y que el hombre cae, porque así Dios lo ha ordenado".
Algo importante para el mundo económico: las antiguas restricciones a la usura fueron abandonadas, y la
riqueza fue considerada una señal de predestinación: aquél al que Dios lo enriquecía, quería decir que estaba
predestinado a salvarse. Como vemos, una religión volcada enteramente a despreocupar al hombre de la
salvación de su alma y orientarlo a fines mundanos. Por eso donde el calvinismo llegare a ser el movimiento
religioso de mayor fuerza, se originaría el capitalismo: Inglaterra, los Países Bajos, Escocia, Suiza y Norte
América entre otros.
EL RACIONALISMO y EL EMPIRISMO
El pensamiento filosófico tradicional afirmó siempre: Este mundo es tiene como Causa Primera un Ser
diferente al hombre, hacia el cual tienden todas las cosas como a su fin natural (y el hombre de un modo
consciente y libre). Además el hombre es una unión substancial entre un principio formal (el alma) y uno
material (el cuerpo). Por ello el hombre conoce la realidad (distinta substancialmente de él) inevitablemente a
través de los datos sensibles (“nada hay en el intelecto que no haya llegado por los sentidos”) pero a partir de
un acto propio del intelecto que es el entendimiento, el hombre “lee” (“inteligencia” significa “leer dentro”) y
abstrae lo universal (la esencia, el ser) de lo particular (datos sensibles). Hasta aquí la filosofía, creada por los
griegos y perfeccionada a lo largo de los siglos de la Cristiandad.
Estas proposiciones fundamentales van a ser negadas por el hombre moderno, que al ser antropocéntrico,
intentará crear un modo de entender la realidad centrada en el hombre como primer principio y causa.
Así es que surgirán dos movimientos que intentarán separar los dos principios substanciales del hombre:
el alma y el cuerpo.
Por lo tanto de un lado surgirá el Racionalismo que sostendrá que el hombre conoce a partir de ideas
innatas sin hacer caso de los datos sensibles engañosos (Posición de Descartes o Kant); y del otro el
Empirismo, que sostendrá que sólo existen los datos sensibles, siendo incapaz de conocer el intelecto los
universales o las esencias, que no tendrían existencia real (real entendido por ellos como “material” –
Posición de Berkeley y Hume entre otros).
¿Con qué fin (podrían preguntar) se hace esta separación artificial que además trae tantas consecuencias
absurdas? Y Segundo ¿por qué causa se desconoce lo que pacientemente se había ido estudiando desde los
Presocráticos griegos hasta el siglo XIII de nuestra era?
La respuesta es el Antropocentrismo. El hombre debería reconocer una realidad que le es ajena y no es
causa de su mente o razón, por lo tanto llegaría así racionalmente a la comprensión de una Causa Primera
distinta de él mismo. Esa es la explicación del increíble desconocimiento que los pretendidos filósofos
modernos hacen de toda la filosofía desarrollada en casi dos milenios.
El RACIONALISMO consiste entonces en una exageración de la razón separada de los sentidos que
conocería a partir de ideas primeras o innatas de las cuales deduciría el universo como un todo necesario.
Explicar esto es un poco difícil pues se trata de filosofía, la más alta de las ciencias. El racionalismo
confunde dos cosas que son distintas: esencia y existencia. Esencia es lo que la cosa es, y existencia es estar
una cosa entre los seres aquí y ahora. Ej: La esencia del hombre (ser racional, unión substancial de alma y
cuerpo) se distingue de mi existencia aquí y ahora como hombre en el período que dura mi vida. Eso nos lleva
a deducir que mi esencia no supone necesariamente mi existencia. De hecho yo en el año 1125 no existía,
pero “era” dentro de los seres posibles. Eso se llama contingencia, y es propia de todos los seres creados:
pueden o no existir actualmente. Lo contrario de contingente es necesario. Y el único ser en que la Esencia y
la Existencia son idénticas es la Primera Causa, es decir Dios, ser necesario por naturaleza. Todos los demás
seres somos contingentes.
Pues bien, el racionalismo sostiene que la contingencia no es algo real, sino un defecto del conocimiento.
Pues el universo es un mecanismo que funciona como un todo necesario y que el hombre puede llegar a
conocer mediante la deducción de primeros principios, y su clave está en las matemáticas. En un
conocimiento correcto de la naturaleza según ellos, ésta se vería tan necesaria como una proposición
matemática. Pedro Simón, marqués de Laplace (1749-1827) sostuvo esta tesis general racionalista “ si una
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inteligencia humana potenciada llegase a conocer el estado y funcionamiento de todos los átomos que
comprenden el universo, éste le aparecería con la claridad de un teorema matemático; el futuro sería para
ella predecible y el pasado deductible”.
De hecho consiste en una divinización de las cosas creadas y particularmente de la razón humana que las
abarcaría a todas gnoseológicamente, es decir por el conocimiento.
El círculo racionalista nace con René Descartes (s. XVII) y se cierra en el idealismo de Friedrich Hegel (s.
XIX).
El Empirismo aparece como contrario del racionalismo aunque son hijos ambos de la misma madre: la
separación de las dos facultades que tiene el hombre en el conocimiento de la realidad (la racional y la
sensible).
El empirismo sostiene que lo único existente es la percepción sensorial, es decir, los datos que me
proporcionan los sentidos, que únicamente perciben el mundo material. Niega por lo tanto la esencia de las
cosas, lo conceptos universales y todo aquello que no pertenezca al mundo material y de la experiencia. De tal
modo que el único universo existente posible es el que mis sentidos “conocen”. De hecho las cosas pasarían a
ser o existir en el momento en que son percibidas.
Por lo tanto nuevamente vemos el antropocentrismo: la realidad pasa a depender de la percepción sensorial
humana. Este grosero materialismo negará no sólo el ser de las cosas, sino todas las relaciones y categorías
conocidas naturalmente por la razón como la causa y la consecuencia, por no ser éstas conocibles por los
sentidos. Esta es la posición de los británicos Berkeley y Hume, referentes básicos del empirismo.
De esta manera sólo se prestó atención las ciencias experimentales, que construyen su conocimiento a
partir de la comprobación por los hechos. Todo lo que no era comprobado de esta manera, directamente no
existía. Aunque si no existiera nada más que lo experimental y lo percibido por los sentidos no habría ciencia
de ningún modo, pues ésta elabora principios universales aplicables a todos los casos particulares. Sólo habría
hechos aislados, y el unirlos en una teoría sería un capricho humano, sin vinculación con la realidad y verdad
de las cosas.
voluntad humana y no se sujeta a principios universales válidos en todo tiempo y lugar. Por ello en
lugar de hablar de principios el mundo moderno habla de valores.
El humanismo engendró estas doctrinas iluministas, las cuales dejarían el campo libre para el nacimiento
del agnosticismo y el ateísmo4.
Todas estas ideas maduraron a la luz de los filósofos modernos, que imbuidos del espíritu de la Reforma y
del Humanismo, desarrollarían sus ideas llamadas “Ilustradas” (por la luz de la razón pura). El principal de
ellos fue el alemán Immanuel Kant.
Immanuel Kant (1724-1804): Es muy difícil resumir la obra de Kant en pocas palabras. Por eso nos
referiremos a sus puntos fundamentales. Sus obras “Crítica de la Razón Pura” y “Crítica de la Razón Práctica”
intentan reconstruir la realidad a partir de la autonomía de la razón. Es imposible conocer las cosas en sí
mismas, sino que la realidad es elaborada por las categorías o juicios sintéticos a priori (equivalente a las
ideas innatas racionalistas). Para él todo comienza y termina en la razón humana, sin que nada la determine.
Eso es lo que llama “Razón Pura”.
Su Razón Práctica (la ética y la moral) es consecuencia de ello. La ley y la moral, cuyos principios no
provienen desde fuera del hombre, son resultados de la voluntad humana, que según él no tiene ningún origen
superior. Por lo tanto, no hay bien ni mal que se fundamenten fuera de lo que el hombre quiera. De allí
establece que la verdad y el bien se originan de un acuerdo entre los hombres para poder vivir en sociedad (el
“consenso”), ya que él supone que el hombre cumple sin ser obligado, una serie de preceptos que él llama
“Imperativo Categórico”5. La moral se encierra en el hombre y en el deber impuesto por su voluntad.
Como vemos, el hombre como medida de todas las cosas. Este cuerpo de principios antropocéntricos,
aplicados a la religión, la política, la economía y la sociedad, van a llevar a la Revolución y el cambio radical
del orden social tradicional.
acreedores de él, como en muchos casos sucedía. De esta manera la burguesía, a partir del poder del dinero
pasa a controlar el reino desde un solo centro político y económico, que concentraba todas las funciones que
nombramos.
Todo el Estado se sostendrá con el dinero público, que en casi todos los casos era controlado por los
financistas de cada país, que a nivel continental constituían un poder secreto mucho más eficiente que los de
las cortes. Ellos se encargarán de llevar a las naciones a la guerra o desestabilizarlas a partir de conflictos
internos.
de los gremios), y Libertad de la propiedad patrimonial, entre otras cuestiones que constituyen el Liberalismo
Económico.
Por eso no nos equivocamos al principio al afirmar que el Humanismo antropocéntrico y el calvinismo al
romper la unidad de la Fe, terminan cambiando y revolucionando todos los aspectos políticos, sociales y
económicos de la civilización cristiana occidental. Porque el fundamento de la Cristiandad era la unidad de la
Fe Católica. Sin embargo, todavía no se produciría la llegada al poder de la burguesía exclusivamente, que si
bien controla indirectamente la política a través del poder del dinero, sigue estando subordinada a los reyes y
al orden cristiano en muchas partes de Europa.
EL CAPITALISMO INDUSTRIAL
Un proceso lento de infiltración en la nobleza hizo al sector financiero inglés cada vez más poderoso y más
cercano al poder político.
En 1534, se logrará la ruptura de Enrique VIII con la Iglesia Católica, y la adopción del calvinismo,
sustancia de la iglesia anglicana. Es allí cuando las familias de banqueros y comerciantes se transforman en
terratenientes apoderándose de las tierras de la Iglesia. Luego nacería algo que se llama “la nobleza del
dinero”, es decir surgirá un sector social nuevo que no tendrá de noble nada más que el nombre, pues su
inserción en la sociedad inglesa estará dado sólo por el poder del dinero, no por la sangre, ni las costumbres y
ni siquiera la fe, pues eran “cristianos nuevos”. El boicot de los banqueros al estado inglés culminó en la
guerra civil liderada por Oliver Cromwell. La república (1649-1660) si bien terminó en un fracaso, depositó a
esa nueva “nobleza” en la cabeza del gobierno británico. El fracaso de la república fue denominado,
falazmente, la Restauración: decimos falazmente porque en realidad no se restauró nada. La situación había
cambiado por completo. Cierto que de nuevo había un rey, pero sólo de nombre. No era ya en modo alguno
un gobernante, sino sólo una figura.
.Los usureros habían ganado la batalla. El nuevo Banco tenía licencia del gobierno para descontar letras
de cambio e imprimir todo el dinero que quisiera. Para rematar la obra, se estableció la Deuda Nacional. El
Gobierno encontró en el Banco una enorme fuente de poder adquisitivo, a cambio de la promesa de pagar
interés a largo plazo. Una porción específica de los impuestos recolectados fue asignada al pago de este
interés.
En otras palabras, de ahora en adelante la población entera estaba en deuda perpetua. Los más
descabellados sueños de los prestamistas se habían hecho realidad. De ahí en adelante, las transacciones
usurarias fueron tomando un papel cada vez más importante en los asuntos económicos hasta llegar a nuestros
días, en los que han permeado de tal modo la existencia cotidiana, que la vida sin ellas casi nos parece
inconcebible.
El Capitalismo en Inglaterra
Al quebrarse la unidad de la fe en Inglaterra, el Protestantismo desató las antiguas restricciones a la
usura.
La moral protestante (calvinista) indicaba no sólo el deslinde de la culpa respecto a las acciones humanas,
sino que definió lo bueno como lo “útil”. Por lo tanto la economía se separa de la moral. Ya no se debate
sobre la justicia o no de tal acción económica, sino de su utilidad. Mientras que anteriormente todo el asunto
de la usura estaba sujeto a un cuerpo de doctrina consagrado por la tradición, ahora debía ser resuelto de
acuerdo con las circunstancias que implicaran el beneficio económico de las partes que intervenían.
Así fue que el maestro moral del anglicanismo inglés, Calvino, desechó aquellos pasajes del Antiguo
Testamento que tratan de la usura y también los precedentes judiciales del pasado, por considerarlos
inaplicables a las circunstancias de su época, y al dar su aprobación al argumento de que cobrar interés sobre
el capital es tan razonable como cobrar renta por la tierra, abrió las compuertas a una inundación que desde
entonces ha arrasado la tierra.
Se encargó personalmente de la legalización de los préstamos de dinero con interés, dando así
confirmación legal a una práctica que había sido considerada ilegal desde los tiempos más remotos. El hecho
de que permitiera sólo intereses moderados y de que matizara esta licencia suya con condiciones estrictas, no
vino a alterar nada, pues la mentalidad había cambiado.
La economía se rige por la ley del lucro, ya no por principios morales derivados de la ley natural. Lo
bueno en la economía pasa a ser lo conveniente, y todo se deja al determinismo calvinista de la
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predestinación. Así se aplica en la vida de Europa lo que se llama la libertad económica: libre juego de la
oferta y la demanda, libertad para prestar, libertad para poner mi patrimonio como garantía de un préstamo,
etc. Eso se conoce como Capitalismo.
El comerciante y el banquero tenían ahora un precedente basado en la opinión de alguien que hablaba con
autoridad religiosa.
Pero acá viene lo más importante: la rebelión anglicana no sólo implicó un cambio de mentalidad y de los
fines de la economía, sino que legalizó las prácticas capitalistas. Una de las primeras cosas que hizo la
Inglaterra anglicana fue conseguir de los comerciantes de la City de Londres un préstamo al diez por ciento
anual, índice que fue fijado como el límite del interés moderado poniendo así el sello de la aprobación real y
religiosa a la usura en Inglaterra (recordemos que para el anglicanismo el Estado es la autoridad religiosa).
No debe pensarse que la antigua prohibición fue abandonada sin que se alzaran voces de protesta. Durante
más de un siglo se sostuvo un enfurecido debate sobre esta cuestión. Se publicaron numerosos tratados y
panfletos y se pronunciaron infinidad de sermones y de discursos. Pero nada de esto pudo alterar realmente el
curso que los acontecimientos estaban tomando inexorablemente. La fuente del poder político había cambiado
y los guardianes de la moralidad no tenían ya acceso real a ella.
Oficialmente, redefinieron la usura para ajustarla a la práctica comercial en uso, de forma que ahora era
usura sólo imponer tasas de interés excesivas, pero qué constituía una tasa de interés excesiva, quedó sin
definir claramente: de esta forma, a efectos prácticos, los comerciantes tenían rienda suelta.
Mientras que antes la práctica comercial estaba sujeta a la ley moral, ahora la ley moral podía ser alterada
por la práctica comercial.
En un período de menos de dos siglos, la usura pasó de ser un delito condenado absolutamente desde los
tiempos más antiguos, castigado severamente por la ley y despreciado por todo el mundo, a ser considerada
como una forma reconocida y honorable de hacer negocios, cuyos practicantes recibían los más altos honores
que un estado puede otorgar.
protestantismo y el cambio de mentalidad que supuso. El período comienza con el reinado de Isabel I a
mediados del siglo XVI.
Se empieza a vender legalmente la tierra, proceso que continuó lo empezado por Enrique VIII, cuando se
procedió a expropiar y vender las tierras de la Iglesia al clausurarse los monasterios. Al mismo tiempo, se
alentó a los nobles para que salieran de sus haciendas y pasaran más tiempo en la Corte de Londres.
El mantenimiento de grandes palacios en Londres y en el campo, junto con la extravagancia y el gasto que
traía consigo la vida en la corte, llevaron a muchos cortesanos a experimentar serios problemas de liquidez.
Dado que ahora se había hecho más fácil, a la vista de los acontecimientos ya mencionados, conseguir
préstamos con interés, el cortesano en apuros podía acudir a ciertos financistas que por lo general estaban
encantados de complacerle, tomando como garantía de la deuda los títulos de una o dos fincas de sus
propiedades.
Otra causa fue el deseo de lucro que empezó a dar valor de capital a la tierra que ahora valía por metro
cuadrado. El sistema tradicional de campo abierto no era un sistema agrícola que favoreciera la explotación
intensiva que ahora se exigía. Había que procurar producir lo máximo que se pudiera para ingresar al mundo
de la competencia capitalista. Dado que los gastos que suponían las operaciones necesarias para el cercado de
las propiedades eran considerables: creación de setos, taludes, zanjas, drenajes; la reubicación de edificios y
caminos y muchas otras cosas; muy pocos terratenientes fueron capaces de hacerles frente con sus propios
recursos. De nuevo entra en escena el usurero, dispuesto naturalmente a prestar dinero con interés para esos
planes de mejora de la tierra. Los campos se cercan y los que no pueden sostener ese ritmo de producción
pierden la tierra y se transforman en arrendatarios.
De este modo muchas propiedades empezaron a verse cargadas de deudas y cuando se incumplía en el
pago, la finca que garantizaba la hipoteca pasaba a manos del comerciante - prestamista.
Hasta aquí, la posesión de la tierra era patrimonial y no privada. Ahora, se invertía el proceso.
Para los aparceros, el sector más pobre y también el más numeroso de la sociedad, el resultado fue
catastrófico. Hasta ese momento habían sido en gran medida auto-suficientes: cultivaban sus parcelas y
apacentaban sus animales en las tierras comunales; pero esto había sido siempre por consentimiento común,
por lo que, llegado el momento, no pudieron demostrar derecho legal alguno a la tierra que utilizaban. La
propiedad se transformó en un contrato demostrado por un papel, que se puede comprar y vender. La tierra
pasaba a ser una mercancía más.
Como consecuencia de esto, muchos pequeños propietarios fueron obligados a abandonar sus tierras por
no contar con los medios necesarios para realizar ese cercado de la tierra. Un gran número de ellos se vieron
obligados a abandonar sus pueblos para buscarse el sustento en las ciudades, convirtiéndose así en una fuerza
laboral que fue captada por competencia capitalista. Otros, quedaron ahora convertidos en arrendatarios de las
mismas tierras que antes les pertenecían.
Vemos así como los prestamistas, y la accesibilidad de los préstamos, no sólo provocaron este cambio
drástico en el uso de la tierra que alteró por completo la vida y el aspecto del campo inglés sino que siguieron
beneficiándose de sus resultados, obteniendo, sin riesgo, enormes riquezas a costa de arrebatar su medio de
vida a un sector considerable de la población.
Esto ilustra claramente lo que sucede cuando la usura se extiende legalmente en una comunidad política,
merced a un cambio en la mentalidad religiosa.
En primer lugar, se producen cambios económicos y sociales de gran alcance e irreversibles.
En segundo lugar, se produce lo que se llama proletarización: transformación del propietario o el
trabajador independiente en asalariado por la ley del contrato.
Esto se consiguió por medio de las llamadas "letras de cambio". En su forma más simple consistía en una
carta, que el comprador de las mercancías daba al vendedor, en la que autorizaba a un agente del comprador
en el país de origen del vendedor, a pagar por las mercancías que había comprado, de forma que el vendedor
pudiera cobrar el dinero que se le debía en su propio país y en su propia moneda.
Estas letras llevaban fecha diferida, para dar tiempo a que se vendieran las mercancías y a que el dinero
fuera transferido, y lo que empezó a ocurrir fue que los comerciantes, a quienes interesaba tener su dinero
rápidamente, vendían la letra de cambio a otro comerciante, que se la pagaba al contado, por un precio
inferior al nominal.
Este segundo comerciante cobraba luego la letra, una vez cumplida su fecha, y obtenía un buen beneficio
sin haber tenido que hacer nada en absoluto. A esto se llamaba "descontar".
El negocio con estas letras se volvió cada vez más sofisticado y pronto apareció una clase de
comerciantes a los que resultaba más provechoso comerciar en letras de cambio que en mercancías
reales. Su comercio era usura pura. Esta fue una de las transacciones en las que se especializó el banquero.
El tercer elemento era el depósito bancario, y de él se ocupaban principalmente los orfebres.
Dada la naturaleza de su comercio en metales preciosos y en lingotes, los orfebres contaban por lo general
con cámaras de seguridad y durante siglos la gente les había confiado sus excedentes de oro y plata y otros
objetos de valor para su custodia, recibiendo a cambio un recibo de lo que habían depositado.
Pasado un tiempo, algunas gentes empezaron a usar estos recibos en lugar de dinero, poniéndolo a nombre
de otro al amortizar una deuda grande.
Otra práctica común consistía en escribir al orfebre autorizándole a pagar al portador de la carta una cierta
cantidad de lo que tenían en depósito, anticipándose así lo que llegaría a ser el cheque moderno. El orfebre
cobraba un tanto por almacenamiento y por servicios de esa índole que realizase. De esta forma, empezaron a
circular billetes expedidos por particulares que se utilizaban como moneda de cambio, si bien estaban aún
ligados a depósitos en moneda real y su volumen era muy pequeño en comparación con las transacciones que
se realizaban al contado.Pasado un tiempo, sin embargo, los orfebres, viendo que los depósitos que
almacenaban por cuenta de otra gente se mantenían más o menos al mismo nivel, empezaron a expedir
recibos en exceso de los que ya habían dado, tanto para pagar artículos para ellos mismos y, cada vez más,
según lo permitieran las circunstancias, en forma de préstamos con interés.
Lo más importante en esto es comprender que este papel era totalmente ficticio porque no estaba
respaldado por moneda real.
Este dinero estaba siendo materializado por arte de magia. Esta transacción, que no era sólo usuraria sino
también francamente fraudulenta, entró asimismo a formar parte de la nueva banca.
De esta forma, estas tres transacciones, que en un principio estaban conectadas al comercio real, fueron
reunidas en su forma usuraria bajo el término de banca y divorciadas por entero de su contexto original. Se
creó así un tipo de negocio que trataba sólo con el dinero en sí.
La invención de esa máquina, a fines del siglo XVIII, combinada con otras dos cosas: el aumento de la
velocidad de los transportes y la facilitación de la comunicación; incrementaron el predominio del capitalismo
en Inglaterra de tal manera que esa aceleración dio la sensación de un cambio revolucionario.
Dado este marco mental, político y económico, muy pronto los grandes poseedores de dinero empezaron a
aplastar a los medianos y pequeños empresarios, y a los trabajadores; convirtiéndolos progresivamente en una
enorme masa de desposeídos. Eso se llama Proletarización.
Todas las supuestas comodidades de la sociedad industrial inglesa, se lograron a costa del
empobrecimiento de la mayoría de la población. Un reducido número de banqueros y prestamistas se hicieron
dueños de las principales industrias del siglo XIX: textil y metalúrgica, que luego impusieron en todo el
mundo, merced al imperialismo de las naciones dominadas por ellos, como Inglaterra, Holanda, Estados
Unidos y Francia.
EL LIBERALISMO
El liberalismo afirma la libertad humana por sí misma, sin sujeción alguna a ninguna verdad, ni orden
natural que provenga desde fuera de la razón humana. La libertad de la cual el liberalismo hace su principio
supremo es una cierta libertad que tiene dos características que lo distingue:
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- El hombre es bueno por naturaleza, por lo cual no necesita en general autoridades que lo limiten desde
fuera de su conciencia.
- El derecho y la ley es una creación humana, por lo tanto no puede ser inmutable, pues como es
“construido” por el hombre, puede cambiar según los tiempos. Según lo que los hombres consideren como
bueno y verdadero.
En el orden de las ideas el Liberalismo origina lo que se llaman principios liberales, con las consecuencias
lógicas que de ellos se derivan.
Principios liberales son:
1. La absoluta soberanía del individuo con entera independencia cualquier autoridad superior
2. Soberanía de la sociedad con absoluta independencia de lo que no nazca de ella misma;
3. Soberanía nacional, es decir, el derecho del pueblo para legislar y gobernar con absoluta independencia
de todo criterio que no sea el de su propia voluntad, expresada ya sea por el sufragio o por la mayoría
parlamentaria;
4. Libertad de pensamiento sin limitación alguna en política, en moral o en Religión;
5. Libertad de imprenta, absoluta o insuficientemente limitada;
Estos son los llamados principios liberales más radicales
El fondo común de ellos es el racionalismo individual.
Derívanse de ellos en las sociedades liberales:
1. La libertad de cultos más o menos restringida
2. La supremacía del Estado en sus relaciones con la Iglesia;
3. La enseñanza laica o independiente sin ningún lazo con la Religión;
4. Los hechos de la vida del hombre: nacimiento, matrimonio y defunción pasan por la intervención única
del Estado: su última palabra, la que todo lo abarca y sintetiza, es la palabra secularización, es decir, la no
intervención de la Religión en acto alguno de la vida pública, última consecuencia del Liberalismo. El liberal
entiende a la "sociedad" como una reunión de grupos e individuos libres e independientes.
Por otra parte, como advierte Pío XI, del liberalismo nacen, como hijos suyos naturales, el socialismo y el
comunismo (Divini Redemptoris 38: 1937), y otras más radicales todavía, como lo serán en el siglo XX el
nazismo o el fascismo. El principio de todos ellos es el mismo: la emancipación del hombre de toda autoridad
que esté fuera del orden humano. En todos los casos es la libertad del hombre, sin referencia a Dios y a un
orden natural, quien determina lo bueno y lo malo, como lo era en las sociedades llamadas “tradicionales” o
del “antiguo régimen”. Por eso todas las revoluciones liberales se han dirigido contra el Antiguo Régimen
religioso y contra el Antiguo Régimen político; es decir, contra la Iglesia y contra la monarquía.
EL LIBERALISMO POLÍTICO
Esta idea tuvo su realización en la Política: en el mundo moderno la política y la ley emanan de la voluntad
humana. Da lo mismo que esa voluntad sea de un solo hombre (Absolutismo) o de las mayorías populares
(Republicanismo).
No obstante el liberalismo político edifica como modelo el Sistema Republicano, que sujeta en teoría los
poderes del estado al número por la Democracia de partidos. Coloca al Número (la mayoría de individuos)
como criterio de acceso al poder y como criterio de verdad. Esta fascinación por la cantidad, tiene como
consecuencia que todo lo que la mayoría diga o acuerde pasa a ser bueno en materia política. En todos los
países, merced siempre a revoluciones políticas más o menos violentas; más tarde o más temprano, va a
aparecer la forma de gobierno republicana y democrática.
Cuando Aristóteles en su Ética a Nicómaco describe las formas diferentes de gobierno, hace una
advertencia: ya que puede darse el gobierno de uno (monarquía), el de pocos (aristocracia) o el de muchos
(democracia), recuerda que el menos virtuoso de todos ellos es el último, ya que por ley natural la virtud no
está en muchos.
Sin embargo el liberalismo republicano no va a instaurar ni siquiera teóricamente el gobierno de muchos.
La multitud no gobierna sino a través del sistema de representantes. Personas que (citamos nuevamente a
Calvino) asumen la voluntad de los representados. Así que tenemos: soberanía entendida como poder
derivado de la voluntad humana. El gobierno como el gobierno de las mayorías pero las mayorías no
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gobiernan sino por representantes. El representante asume la voluntad de la multitud. Luego el sistema
democrático liberal consiste en el gobierno de la voluntad de los representantes.
Así que pasamos del concepto del gobernante como servidor del orden natural y divino a la del gobernante
sujeto a su propia voluntad sin más límite que él mismo.
Esto va a generar que el poder del dinero rápidamente cope el sistema. Pues pronto se va a establecer como
criterio de acceso al poder la competencia entre partidos políticos. Pero en todo régimen de competencia, el
que tiene más recursos es el más poderoso. El dinero tiene la característica de poder convertirse en
propaganda masiva para persuadir a las mayorías de diversa manera. Por ello el sistema republicano de
gobierno es el más conveniente para el poder del dinero. Baste la realidad actual del siglo XXI para
demostrarlo.
El Estado pasa a ser ahora un absoluto. El intérprete de la voluntad humana. Por lo tanto crece
enormemente en sus atribuciones respecto a la familia y el individuo. Ya no tiene que regir solamente el
ámbito público sino que interfiere en la esfera privada también (esto se ve claramente en la Revolución
Francesa).
La palabra "política" cambió su significación: si antes describía los medios para alcanzar el bien común,
ahora pasa a ser el esfuerzo competitivo de los partidos para ocupar posiciones en el gobierno. Política vino a
significar competencia de partidos.
Entre los precursores del liberalismo político deberíamos nombrar al humanismo y al calvinismo. Sin
embargo, hay filósofos y escritores que terminan dando forma a los principios que se aplicarán en Francia en
la Revolución de 1789. Entre ellos citaremos a Maquiavelo, Voltaire, Montesquieu, D’Alembert, etc. Pero
analizaremos a dos importantes el más célebre es Jean Jacques Rousseau. Él establece los fundamentos
teóricos del sistema representativo. La multitud de individuos delegan en los representantes su “Voluntad
General”, a través de lo que él llama contrato social. El contrato social es el acto por el cual el conjunto de
individuos asume entregar su voluntad al representante.
No hay que sorprenderse que con esta concepción del estado y el poder surja en el siglo XX lo que se
llama el Estado Totalitario. De hecho, y como bien apunta Leonardo Castellani, todo Estado ajustado a las
definiciones que hemos dado es totalitario, pues consiste en la tiranía absoluta de los representantes, que hasta
que cesen de sus funciones sólo están sujetos a su propia voluntad. El perfecto gobierno democrático (y así lo
han sostenido siempre) es el Estado Comunista, donde éste asume perfectamente la voluntad de los
representados.
LA REVOLUCIÓN FRANCESA
La Revolución Francesa fue la última del siglo XVIII: pero de seguro se trató de la más importante y
radical de las revoluciones liberales, ya que no sólo acabó con la monarquía francesa, sino que inauguró el
estado laico y anticlerical. Fue una revolución que abarcó todos los aspectos, no sólo el político o económico:
trató de inaugurar una nueva etapa humana, sin referencia más que a la razón constituida en nueva divinidad.
Artículo 3º - El principio de toda soberanía reside esencialmente en la nación. Ningún organismo ni individuo puede ejercer una
autoridad que no emane expresamente de ella.
Artículo 4º - La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a los demás. Así pues, el ejercicio de los
derechos naturales de cada hombre no tiene otra limitación que aquella que garantice el ejercicio de iguales derechos al resto de los
miembros de la sociedad. Sólo la ley puede establecer estas limitaciones.
Artículo 5º - La ley sólo puede prohibir las acciones perjudiciales para la sociedad. Todo lo que no esté prohibido por la ley no
puede ser impedido y nadie está obligado a hacer lo que la ley no ordena.
Artículo 6º - La ley es la expresión de la voluntad general. Todos los ciudadanos tienen derecho a participar en su elaboración,
personalmente o por medio de sus representantes. La ley debe ser igual para todos, tanto para proteger como para castigar. Puesto
que todos los ciudadanos son iguales ante la ley, cada cual puede aspirar a todas las dignidades, puestos y cargos públicos, según
su capacidad y sin más distinción que la de sus virtudes y talentos.
Artículo 7º - Nadie puede ser acusado, detenido ni encarcelado fuera de los casos determinados por la ley y de acuerdo a las
formas por ella prescritas. Serán castigados quienes soliciten, ejecuten o hagan ejecutar órdenes arbitrarias. Todo ciudadano
convocado o requerido en virtud de la ley debe obedecer al instante; de no hacerlo, sería culpable de resistir a la ley.
Artículo 8º - La ley no debe establecer más penas que las estricta y evidentemente necesarias, y nadie puede ser castigado si no
es en virtud de una ley establecida y promulgada con anterioridad al delito, y aplicada legalmente.
Artículo 9º - Todo hombre será considerado inocente hasta que haya sido declarado culpable. Si se juzga indispensable
detenerlo, la ley reprimirá severamente todo rigor que no resultare necesario para asegurar su arresto.
Artículo 10º - Nadie debe ser perseguido por sus opiniones, incluso religiosas, en la medida en que sus manifestaciones no
alteren el orden público establecido por la ley.
Artículo 11º - La libre comunicación de pensamientos y opiniones es uno de los derechos más valiosos del hombre. Por
consiguiente, todo ciudadano puede hablar, escribir e imprimir libremente, haciéndose responsable de los abusos de esa libertad en
los casos previstos por la ley.
Artículo 12º - Para garantizar los derechos del hombre y del ciudadano es necesaria la fuerza pública. Por consiguiente, se ha
instituido esta fuerza en beneficio de todos y no para la utilidad particular de aquellos a quienes se la confía.
Artículo 13º - Para mantener esta fuerza pública y para los gastos de administración, es indispensable establecer una
contribución común que debe distribuirse equitativamente entre los ciudadanos, de acuerdo a sus posibilidades.
Artículo 14º - Los ciudadanos tienen derecho a verificar por sí mismos o a través de sus representantes la necesidad de la
contribución pública, de consentirla libremente, de controlar su empleo y determinar las cuotas, la base tributaria, la recaudación y la
duración de dicha contribución.
Artículo 15º - La sociedad tiene derecho a exigir a todo agente público que le rinda cuentas de su administración.
Artículo 16º - La sociedad en donde no estén garantizados los derechos ni esté establecida la separación de los poderes, carece
de una constitución.
Artículo 17º - La propiedad es un derecho inviolable y sagrado del que nadie puede ser privado, excepto si la necesidad pública,
legalmente establecida, lo exige claramente y con la condición de una justa y previa indemnización.
El estamento burgués, auténtico promotor de dicho proceso, estaba integrado por dos grandes grupos,
GIRONDINOS y JACOBINOS. Los primeros se ubicaban a la derecha de la asamblea. Los otros a la
izquierda. Las ideas de ambos grupos coincidían en sus principios, aunque variaban en la manera de
aplicarlos. De entonces arranca la conocida división entre izquierdas y derechas de la que tanto se habla hoy.
Sobra decir que la mentalidad de las dos facciones que se disputaron el poder (jacobinos y girondinos) era
esencialmente la misma, aunque sus intereses inmediatos resultaran contrapuestos.
Los Girondinos representaban a la gran burguesía comercial, cuyos intereses no estaban en romper
totalmente con las estructuras sociales tradicionales. Su deseo del primer momento fue una solución a la
inglesa, es decir, un régimen monárquico parlamentario comandado y compartido por los notables de la
nobleza y la burguesía. Eso no implicaba que no fueran revolucionarios. Eran liberales “conservadores”.
Los Jacobinos pensaban hacer todo de la manera más radical. Eran los que más invocaban el papel de las
masas y se presentaban como defensores del pueblo como intérpretes de su voluntad. Fue de esta forma como
el bando jacobino consiguió hacerse con las riendas de la Revolución. A través de ello pudo aplastar cualquier
oposición disidente y aprovechar las pretensiones y los excesos de las masas pobres (llamados sans-coulottes
por su vestimenta sencilla) cuando era preciso. Ese papel fue hábilmente interpretado por personajes de la
talla de Danton o Robespierre.
LA LIBERTAD
Cuarta Quod Aliquantum, 10 de marzo de 1791, de SS Pío VI al cardenal de la Rochefoucauld y a
los obispos de la Asamblea Nacional.
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A pesar de los principios generalmente reconocidos por la Iglesia, la Asamblea Nacional se ha atribuido el poder espiritual,
habiendo hecho tantos nuevos reglamentos contrarios al dogma y a la disciplina. Es desde este punto de vista que se establece,
como un derecho del hombre en la sociedad, esa libertad absoluta que asegura no solamente el derecho de no ser molestado por
sus opiniones religiosas. sino también la licencia de pensar, decir, escribir, y aun hacer imprimir impunemente en materia de religión
todo lo que pueda sugerir la imaginación más inmoral; derecho monstruoso que parece a pesar de todo agradar a la asamblea de la
igualdad y la libertad natural para todos los hombres. Pero, ¿es que podría haber algo más insensato que establecer entre los
hombres esa igualdad y esa libertad desenfrenadas que parecen ahogar la razón, que es el don más precioso que la naturaleza haya
dado al hombre, y el único que lo distingue de los animales?
¿No amenazó Dios de muerte al hombre si comía del árbol de la ciencia del bien y del mal después de haberlo creado en un
lugar de delicias? y con esta primera prohibición, ¿no puso fronteras a su libertad? Cuando su desobediencia lo convirtió en culpable,
¿no le impuso nuevas obligaciones con las tablas de la ley dadas a Moisés? y aunque haya dejado a su libre arbitrio el poder de
decidirse por el bien o el mal, ¿no lo rodeó de preceptos y leyes que podrían salvarlo si los cumplía?
¿Dónde está entonces esa libertad de pensar y hacer que la Asamblea Nacional otorga al hombre social como un derecho
imprescindible de la naturaleza? Ese derecho quimérico, ¿no es contrario a los derechos de la Creación suprema a la que debemos
nuestra existencia y todo lo que poseemos? ¿Se puede además ignorar, que el hombre no ha sido creado únicamente para sí mismo
sino para ser útil a sus semejantes? Pues tal es la debilidad de la naturaleza humana, que para conservarse, los hombres necesitan
socorrerse mutuamente; y por eso es que han recibido de Dios la razón y el uso de la palabra, para poder pedir ayuda al prójimo y
socorrer a su vez a quienes implorasen su apoyo. Es entonces la naturaleza misma quien ha aproximado a los hombres y los ha
reunido en sociedad: además, como el uso que el hombre debe hacer de su razón consiste esencialmente en reconocer a su
soberano autor, honrarlo, admirarlo, entregarle su persona y su ser; como desde su infancia debe ser sumiso a sus mayores, dejarse
gobernar e instruir por sus lecciones y aprender de ellos a regir su vida por las leyes de la razón, la sociedad y la religión, esa
igualdad, esa libertad tan vanagloriadas, no son para él desde que nace más que palabras vacías de sentido.
"Sed sumisos por necesidad", dice el apóstol San Pablo (Rom. 13, 5). Así, los hombres no han podido reunirse y formar una
asociación civil sin sujetarla a las leyes y la autoridad de sus jefes. "Que cada individuo sea sumiso a los poderes", dice San Pablo,
todo poder viene de Dios; los que existen han sido reglamentados por Dios mismo: resistirlos es alterar el orden que Dios ha
establecido y quienes sean culpables de esa resistencia se condenan a sí mismos al castigo eterno.
masiva de los habitantes de Pasto, rebeldes a su causa: «Los pastusos deben ser liquidados -escribe el 21-10-
1825-, y sus mujeres e hijos transportados a otra parte, dando aquel país a una colonia militar».6 Bolívar es
un hombre que piensa entregar a Inglaterra «las provincias de Panamá y Nicaragua, para que forme en estos
países el centro del comercio de universo, por medio de la apertura de canales»; o proyecta colocar a
Colombia, o incluso a Hispanoamérica en su conjunto, «bajo los auspicios de una nación liberal que nos
preste su protección», Inglaterra, concretamente.
Las guerras civiles muchas veces entre facciones de revolucionarios, desangrarían a las Américas, y
siempre terminarán en el dominio del liberalismo en estos países.
Pasaremos a comparar lo que proponía el liberalismo revolucionario y lo que era la organización social
hispánica del Reino de Indias para que veamos la importancia del contraste entre lo que se quería imponer y
lo que ya existía desde siglos:
De más está decir que de acuerdo a la tendencia histórica general, triunfó el liberalismo, pero siempre a
través de revoluciones7 (Brasil, Bolivia, Colombia), alianzas con el extranjero (Argentina, Paraguay, México)
6
Manuel Lucena Salmoral, Historia de América Latina, p. 82-83
7
De esta manera se puede entender que desde 1840 a 1870 se promulgan constituciones en todos los países americanos,
de contenido eminentemente liberal, pero manteniendo la forma de gobierno “federal”. Eso no quiere decir que los
sectores tradicionales hayan tenido participación en las constituciones, sino que eran los liberales quienes prefirieron los
22
o asesinatos de presidentes como Ecuador. Las leyes liberales nunca fueron impuestas con el consentimiento
de las mayorías (como postulaban ellos mismos el origen del poder), sino a través del poder unilateral de los
estados modernos instalados en el poder por obra de la masonería y el poder financiero internacional.
México (1810-1870)
Fue muy distinta la forma en que los sucesos se dieron en lo que hoy es México, con respecto a lo
sucedido en otros lugares de América. En los demás casos, los revolucionarios recurrieron a los criollos, que
eran aquéllos en los cuales las ideas liberales habían hecho más efecto. Sin embargo, como el criollo de
Nueva España estaba formado en los valores tradicionales, se recurrió en primera instancia, a los indios y los
mestizos.
Otra novedad está en el hecho de que dos de los líderes de la Revolución son sacerdotes, que no por ello
dejaban de ser afiliados a las logias, como finalmente se comprobó.
El gobierno de Nueva España no había aceptado las juntas españolas de Sevilla ni Cádiz, por lo tanto el
bando revolucionario no pudo hacer una revolución desde el gobierno por no contar con el apoyo debido. Así
es que la revolución optó por la insurrección armada.
Miguel Hidalgo, cura de Dolores, se alza en armas en septiembre de 1810, coincidiendo con el año de las
demás subversiones. Esa fecha es la que se recuerda como el “Grito de Dolores”, en la historia mexicana. Sin
embargo, el grito se produce, según Hidalgo, “por la independencia, por el Rey, por la Virgen de Guadalupe,
y contra los peninsulares (españoles)”. Una gran horda de peones, indios y toda clase de rufianes, comenzaron
una ola de asesinatos, robos, ultrajes y vandalismos en la zona de Guanajuato. Todo esto sería mirado con
muy malos ojos por parte de aquellos que incluso estaban a favor de la independencia. El avance indígena se
llevó por delante las ciudades de Querétaro, San Luis, Potosí y Guadalajara. Miguel Abad y Queipo, obispo
electo de Michoacán, lanzó la excomunión a Hidalgo y a cuantos lo secundaran. Abad y Queipo y otros
obispos como Juan Ruiz de Cabañas en Guadalajara y Francisco Xavier de Lizana, Arzobispo de México y
Virrey provisional en 1810, formaron milicias para combatir la rebelión. A las puertas de México, los 80.000
soldados de Hidalgo fueron derrotados por los 7.000 hombres del General Trujillo, que contaba con todo el
apoyo de la gente, deseosa de verse libre de tales vándalos. Hidalgo fue capturado en Chihuahua y
posteriormente ejecutado.
Luego, otro cura, José María Morelos, seguiría los pasos de Hidalgo, pero en el sur de Nueva España. En
1812 controlaba ya todo el sur del país, ya que sus tropas eran algo más disciplinadas que las de Hidalgo. Su
programa contenía reformas liberales, como la abolición de los estatutos (la famosa sociedad de contrato), y la
puesta en venta de las tierras, sometidas a regímenes del tipo feudal. Luego convocó un congreso en la ciudad
de Chilpancingo, donde se manifestaron tendencias opuestas a las de Morelos. Luego de que se hubo
negociado, se entregó a Morelos, justamente a causa de esa acción, por lo cual fue fusilado en 1815. Después
de esto, tanto los criollos como los españoles unieron filas contra la acción de los liberales revolucionarios a
los cuales veían con desconfianza. El Clero católico también se agregó a la alianza, lo cual dificultó la llegada
a los objetivos soñados por los revolucionarios.
Al acceder a trono Fernando VII, abolió la Constitución liberal española de 1814, y restituyó los poderes
del clero hasta que una revolución en España lo obligó a jurarla nuevamente en 1820.
En México varios obispos y nobles, decepcionados del rey lucharon para abolir esta ley favoreciendo la
separación definitiva. El virrey Juan Ruiz de Apodaca envió a Agustín de Iturbide para combatir a los
últimos insurgentes encabezados por Vicente Guerrero. Iturbide logró allegarse a Guerrero y proclamó la
independencia mediante el Plan de Iguala y sus tres garantías: Libertad de México, Unión entre americanos y
españoles y Conservación de la Religión Católica. La revolución era nuevamente derrotada. Se establece la
monarquía siendo Iturbide (Agustín I) el monarca.
Esta Independencia no conformaba a los liberales pues no se habían alterado las leyes tradicionales de
México. El Parlamento pone trabas a Iturbide, que debe suprimirlo. De esta época data la actividad de las
logias en forma desenvuelta: el Rito Escocés, y el Rito de York, traído a México por el estadounidense Joel
Pointsett, fue seguido por políticos de origen insurgente quienes veían en el país del norte un aliado, costara
lo que costara. Pointsett fue el iniciador de la lucha entre partidos, pues aprovechó el desprecio a los
españoles para promover la división política. Dominaba las fuerzas parlamentarias.
Iturbide fue expulsado por la revolución parlamentaria ganada a los liberales con el apoyo extranjero. El
Congreso decretó contra él la pena de muerte y lo declaró “traidor a la Patria”. Luego de su exilio volvió,
ignorando la sentencia en su contra. Pero se lo dejó entrar sin comunicárselo hasta que lo habían apresado.
Fue fusilado sin juicio el 19 de julio de 1824.
Después de la caída de Iturbide en 1823 comienza la influencia norteamericana a través de Poinsett. La
primera Constitución de 1824 establecía el liberalismo por primera vez en las leyes mexicanas. Así el
Congreso de la república quedó dividido en dos partidos liberales: el de los centralistas, constituido por
masones del rito escocés a los que se unieron los monarquistas, españoles, hacendados y algunos miembros
del clero; y el de los federalistas, en donde estaban casi todos los adherentes al rito de York (con la enorme
cantidad de 120 logias en funcionamiento sólo en México D.F.), mucho más radicales que los del rito escocés.
El liberalismo político, se convirtió en descarado liberalismo anticatólico. La persecución de españoles que
habían simpatizado con la Independencia se puso a la orden del día, siendo desterrados incluso, los
misioneros hispanos de Texas, Nuevo México y California, dejando que los indígenas de esas zonas recayeran
en la barbarie.
En 1829 asume el poder Anastasio Bustamante. Las conspiraciones brotaban por todos lados y, en 1832,
Antonio López de Santa Anna encabezó una insurrección. Este hombre gobernaría desde marzo de 1833. Se
había fundado nuevas Logias, llamadas Anfictiónicas (federales), de las que era miembro, entre otros,
Lorenzo de Zavala, gobernador del Estado de México.
Este mismo Zavala confiscó los bienes raíces que constituían el patrimonio que sostenía las misiones de
Filipinas. Cuando la Iglesia y el pueblo protestaron, Zavala, por decreto del 27 de febrero de ese año, ordenó
la expulsión de todos los religiosos y religiosas de México.
El anticlericalismo, la intolerancia religiosa y las persecuciones que habría de sufrir la Iglesia Católica a
partir de entonces y hasta bien entrado el siglo XX; se convirtieron en verdaderas convulsiones humanas, en
las que existieron terribles abusos y una continua tragedia para los practicantes del catolicismo.
Santa Anna estableció prácticamente una dictadura. Conocido por inventar impuestos de lo más
irracionales, intentó dictar una nueva constitución, pero lo sacaron del gobierno. Por esa época empezaría la
guerra con los Estados Unidos.
Antes de 1840, México tenía el doble de la extensión actual: Texas, Nuevo México, Arizona, California,
Utah, Nevada y parte de Colorado, pertenecían al Virreinato de Nueva España, y por lo tanto a la nueva
nación mexicana.
En 1836 Texas se sublevó contra el gobierno mexicano, para pasar en unos años a incorporarse a la Unión
Norteamericana. Las sospechas de una maniobra norteamericana hacen estallar la guerra en 1845. Pero se
pone al frente del ejército al Gral. Santa Anna, que se había ya entendido con el enemigo para lograr una
salida “aceptable” para ese gobierno. Como era de preverse, el triunfo fue fácil para los norteamericanos. Con
un tratado de “cesión” (camuflado por venta), del presidente José Joaquín Herrera, se cedieron a los Estados
Unidos todos los territorios señalados más arriba. (Tratados de “Guadalupe Hidalgo” de 1848).
México se entregaría a la anarquía, y además de ello soporta la llegada de los “ilustrados de Nueva
Orleans” que formados en las logias de esa localidad, traían un nuevo plan (Plan de Ayutla).
Juan Álvarez llega al poder con ese equipo de liberales de primer nivel: Melchor Ocampo, Benito
Juárez, Ignacio Comonfort y Santos Degollado. De más está decir que para llegar a tener un puesto en el
gobierno mexicano por entonces, había que pertenecer a las logias de York o del rito Escocés.
Inmediatamente empiezan las leyes anticlericales y las confiscaciones de propiedades eclesiásticas.
El 5 de febrero de 1857 se dicta una constitución de neto carácter liberal, con las mismas palabras que
conocemos: “igualdad, libertad, seguridad jurídica, y propiedad”.
El 1° de diciembre de aquel mismo año, Ignacio Comonfort tomó la presidencia, y decidió desconocer la
Constitución y se adhirió a los sectores tradicionales al mando de Félix Zuloaga y Miguel Miramón
mediante el Plan de Tacubaya. Se inicia una nueva guerra civil en 1858: la llamada “guerra de los tres años”.
Las fuerzas de Miramón, ya presidente (desconocido por EEUU y Argentina), se oponen a las liberales de
Benito Juárez.
Cuando la contrarrevolución estaba al borde del triunfo, la flota norteamericana apostada en Veracruz
salvó la revolución liberal que volvió a controlar partes neurálgicas del país. Allí es cuando EEUU y
Argentina sostienen al liberal Juárez que defendía la Constitución de 1857.
24
8
Hay que recordar que Portugal era por entonces un país sumamente dependiente de Inglaterra.
9
Ver la obra de Gustavo Barroso Brasil Colônia de Banqueiros (História dos empréstimos de 1824 a 1934), Rio de
Janeiro - 1936
25
En julio de 1840, el Parlamento brasileño proclamó la mayoría de edad de Pedro II quien pudo entonces
tomar la cabeza del estado. Bajo su reinado, que duró casi medio siglo, y que tuvo el apoyo internacional de la
finanza europea (más adelante va a nacer el famoso Banco Mauá, de capitales ingleses), el enriquecimiento y
aumento demográfico del país fue excepcional. Brasil comenzó a dotarse de una red ferroviaria. La política
exterior del gobierno imperial era abiertamente hostil al gobierno de Juan Manuel de Rosas, en el Río de la
Plata. De 1851 a 1852, Brasil se alió a los liberales argentinos, encabezados por Justo José de Urquiza,
quienes traicionaron a Rosas en la batalla de Caseros.
La Guerra del Paraguay: De 1865 a 1870, aliado a la Argentina y a Uruguay (los gobiernos liberales de
Mitre y Fructuoso Rivera habían olvidado los problemas de la guerra brasileña de 1825-1828), y con todo el
apoyo económico británico; batió en desigual combate al por ese entonces fuerte Paraguay, gobernado por el
famoso Francisco Solano López, que resistió valientemente el múltiple ataque. El objetivo de la guerra era
acabar con la idea de un Paraguay que cerraba sus los ríos a la comercio internacional manejado por capitales
ingleses.
En 1853, Pedro II prohibió el desembarco de esclavos negros. Algunos años más tarde, una campaña en
favor de la emancipación fue lanzada por todo el país. En esta época, Brasil contaba con 2,5 millones de
esclavos. Los abolicionistas (de los cuales a algunos interesaba no tanto la libertad de los negros, sino su
abaratamiento como mano de obra libre), tuvieron su primera victoria en 1871, cuando el Parlamento aprobó
una ley dando la libertad a los niños nacidos de una madre esclava.
En la misma época, las ideas y el dinero liberal europeo llegaban a un Brasil golpeado económica y
moralmente por la guerra paraguaya, para que se instaurara la República, en el año 1889.
- En Argentina, a partir de la alianza con Brasil, Inglaterra et. al. para derrocar el gobierno de Juan
Manuel de Rosas y proceder a la eliminación del sector más tradicional del federalismo luego de la
batalla de Pavón (1861). A través del fraude electoral se impusieron gobiernos que se dedicaron a
elaborar leyes partiendo del liberalismo y consagrando el sistema del gobierno de los representantes
del número, llamado “Democracia de Partidos”.
- En Ecuador, en 1875 luego del asesinato de Gabriel García Moreno, los liberales no tienen rivales y
hacen lo mismo que en todos los países: volver atrás con las reformas tradicionales e instaurar el
liberalismo
- En México a través de la imposición de Benito Juárez en 1855 por la flota norteamericana en
Veracruz y la derrota del bando católico del presidente Miguel Miramón. Aunque la modernización se
hará bajo la tiranía liberal de Porfirio Díaz (1877-1911) manejada desde las logias de Nueva Orleans.
- En Brasil luego del derrocamiento de Pedro II (1889). No obstante en las leyes el liberalismo reinaba
desde principios del siglo XIX.
- En Paraguay luego de la Guerra de la Triple Alianza (Brasil, Argentina, Uruguay y las ayudas no
oficiales británica, francesa y norteamericana) quedó destruida territorial y biológicamente. La salida
del poder del fallecido Francisco Solano López dio rienda suelta al mismo liberalismo de los demás
países.
En todos los países del ex Reino de Indias, sucede lo mismo y con el exacto mismo resultado: la derrota de
los sectores que pudieran llegar a restaurar las tradiciones hispano-católicas y la asunción de gobiernos
liberales (la mayoría de ellos a través de prácticas como el fraude, o gobiernos tiránicos apoyados desde
Inglaterra o EEUU, etc.). Pero todos ellos se lanzan a aprobar rápidamente el mismo sistema legal, con leyes
que podrían ponerse en paralelo en un cuadro, pues son las mismas, con la única diferencia del año de
aprobación y que determinaron características generales que son propias de todos los países del mundo donde
se impuso el modo revolucionario norteamericano al calor de las logias masónicas en fluida comunicación en
todo el globo:
-Sistema presidencial a través del sufragio y la entronización del número ejercido por los representantes
-Apropiación por parte del estado de la educación y la salud
-Desarticulación de todos los estamentos (principalmente la Iglesia) que pasan a ser controlados por el
Estado
-Aprobación de leyes que entregan al estado lo que la Iglesia tiene por derecho natural bajo su dominio, e
influyen directamente en la organización social y familiar como las de Registro Civil, “Matrimonio” civil,
Divorcio vincular, Educación Laica, etc.
-Instauración del régimen liberal-capitalista en la economía, principalmente sometiendo a los países a los
intereses del mercado mundial manejado por la Gran Finanza Internacional
-Proletarización de todos los oficios que guardaran aún el sistema estamental (como el artesanal-industrial
o el educativo)
-Creación de códigos de derecho acordes al pensamiento liberal, etc.
Se hizo cuanto fue posible por eliminar todos los núcleos naturales y todas las formas tradicionales,
indígenas o hispanas, de asociación (estatutos), para transformar así al pueblo en una masa numérica de
individuos, cuya única participación civil se manifestaría a través del sufragio para elegir el partido que
gobernaría a voluntad en su nombre.
El estado decidió liberar los poblados de indios, sustituyendo la tutoría de los misioneros por funcionarios
civiles, con los resultados que ya conocemos. Por esos años, pues, los gobiernos liberales hispanoamericanos
resolvieron imitar a los anglosajones protestantes en la solución del tema de los indios no asimilados, con
ejemplos como éste: A mediados del XIX el gobierno mexicano, copiando una idea del colonialismo inglés en
el Norte, compraba cabelleras de indígenas, pagando cien dólares por la de un guerrero, cincuenta por la de
una mujer y veinticinco por la de un niño... En Guatemala, para someter a los quichés, se incendiaban aldeas
o se obligaba coercitivamente a consumir alcohol... Poco más tarde, se cazaron lacandones que fueron
conducidos, encadenados, a la ciudad de Guatemala y enjaulados en el zoológico. En el Brasil, a finales del
siglo XIX, se inició el exterminio sistemático de los aborígenes amazónicos; eran todavía unos dos millones y
han quedado reducidos a unos doscientos mil10.
Se consiguió, pues, que unos pequeños grupos oligárquicos, con Bancos y prensa, logias y partidos,
usurpasen para mucho tiempo un poder político enorme: el poder que dio lugar al Estado liberal moderno.
También propugnaban transformar la población, intentando la atracción de inmigrantes.
10
IRABURU, R.P. J. M., Op. Cit., Cap. 32
27
Es muy significativo que durante más de medio siglo desde el último tercio del siglo XIX, la mayoría de
los gobiernos de América latina sean dictaduras que se califican a sí mismas de «Orden y Progreso»; el lema,
por ejemplo, de la bandera del Brasil.
(LA EDUCACIÓN) El aspecto cultural de la modernización consistió en la imposición de una nueva
cultura a través del monopolio de la educación pública. La escuela se transformó en el agente revolucionario
por excelencia encargado de formar a las nuevas generaciones en el liberalismo, el laicismo y el
indiferentismo religioso a través de la consagración obligatoria de la escuela, y la introducción en ella de los
patrones ideológicos de moda, que a fines del siglo XIX eran el positivismo y el evolucionismo. Más que la
lucha contra la ignorancia y el analfabetismo este proceso de escolarización compulsiva tenía el fin de
introducir a los niños en un mundo utilitario, donde la educación es entendida como instrucción para el
mundo laboral, y no como recinto de la elevación del intelecto al saber. Y nadie escapará a su influencia.
Incluso las universidades se colocarán bajo la tutela estatal. De este modo se asimilará tradición con
ignorancia y religiosidad con superstición, por eso los sectores bajos de la población se verán a sí mismos
como carentes de saber y, por consiguiente, adquierirán un complejo de inferioridad ante la “ciencia
moderna” que todo lo explica positivamente.
La modernización económica la veremos aparte, pues fue la adaptación de las economías americanas al
sistema llamado por algunos historiadores División Internacional del Trabajo.
11
En 1914 los gobiernos hispanoamericanos tenían deudas en los mercados internacionales por un valor superior a los
2.000 millones de dólares.
28
convirtieron prácticamente en los banqueros oficiales de Brasil y Chile y los Baring Brothers en los de Argentina y
Uruguay.
Llegada de Empresas extranjeras a los que se favoreció de cualquier manera (incluso exceptuándoles el
pago de impuestos) para que dirigieran los Ferrocarriles, puertos y caminos, y todo lo que facilitara la exportación.
El establecimiento de Bancos “Nacionales” (de capital extranjero), que inundaron de créditos a los
productores. Británicos primero (London Bank of South America, Mexican Bank, Anglo-Argentine Bank, etc.),
alemanes después, y en seguida franceses e italianos, belgas y norteamericanos.
Quien controlaba todo este sistema a través de la instauración del sistema electoral moderno era el Poder Financiero,
que mediante el manejo del Oro (que se convirtió en el respaldo de todas las monedas del mundo), controlaba a los
estados a través de los créditos y la emisión del dinero con los Bancos Nacionales o Centrales. Éstos eran los que
controlaban y manejaban el comercio y la industria a partir de la emisión descontrolada de dinero y las crisis
económicas12.
A este sistema se lo presentó como la salida a la pobreza y desigualdad mundial, y por eso lo llevaron a cabo los
gobiernos liberales de todos los países del mundo. Esta fue la época que los teóricos de la sociedad y la historia liberales
creyeron inacabable, de un progreso sin fin.
12
Hubo varias crisis económicas en Europa y América durante el período 1850-1914: Una en 1848, otra en 1873 y otra
en 1890. Se inician procesos de Prosperidad- crisis, prosperidad- crisis, que arruinan a los sectores productivos.
29
El Positivismo se extenderá rápidamente por el mundo. Una de las formas más cabales de explicar la
naturaleza con los principios del racionalismo materialista a través del conocimiento científico, fue
transformar en ciencias empíricas a las disciplinas que pertenecen al campo especulativo o descriptivo:
Filosofía, Psicología, Historia, e incluso la Teología. De esta forma, todas las cosas relativas al hombre debían
ahora ser comprobados experimentalmente (a través de sus manifestaciones sensibles: los hechos
cuantificables), para que se los considerara verdaderos. Con esto comenzó la decadencia del pensamiento
filosófico y humano occidental
El pensamiento y el conocimiento se transformaron a partir del modelo metodológico de las matemáticas
o de la física. Estas ideas fueron rápidamente extendidas en las asociaciones científicas y universitarias, que
comenzaron a despreciar todos los principios clásicos y tradicionales del conocimiento. Estas entidades se
encargaban de premiar al investigador que coincidía con esos principios; y a quien se oponía a lo que la
“comunidad científica” opinaba, era tildado de “atrasado” o “retrógrado”. A lo largo del siglo XX esta manera
de entender y explicar el universo se extendió enormemente, con la ayuda de los medios de difusión.
Todo aquello que no sea demostrable con hechos cuantificables, o pertenezca a lo sobrenatural o
religioso, será considerado como una superstición o un mito. De ahora en más, quien quería ser conocido
mundialmente por las “academias científicas”, debía estar “al día” con estos principios y las teorías nuevas
que se ponen de moda para entender la realidad. Puesto que todo puede cambiar, incluso la verdad científica,
según los científicos modernos.
Todo este conjunto de ideas fue conocido también con el nombre de “Naturalismo”, es decir, la exaltación de la
naturaleza por sí misma, sin referencia a un creador sobrenatural
La religión y la teología fueron tomadas también como disciplinas científicas que debían ser analizadas
a partir del análisis empírico y fáctico. En esta época renacen los intentos de explicar los evangelios a través
de la ciencia, dándole a los misterios y a los milagros de Nuestro Señor Jesucristo una explicación humana.
Por entonces se originó un movimiento liberal dentro del catolicismo, liderado por el sacerdote Felicité de
Lamennais, y posteriormente por Teilhard de Chardin, y Marc Sangnier. Ese conjunto de ideas que
centraban la religión en el hombre y no en Dios, fue llamado “Modernismo”, y fue condenado por la Iglesia
en 190713.
13
·Encíclica Pascendi Dominici Egregis del papa San Pío X (1907)
30
se entregó atado de pies y manos a los ministros de los Borbones que le daban miedo, a los
incrédulos que celebraban la tolerancia, y Ganganelli se convirtió en un muy gran Papa (a los ojos de
los filósofos). Es casi en esas condiciones que necesitaríamos uno, si todavía es posible. Con eso
marcharemos más seguramente al asalto de la Iglesia que con los panfletos de nuestros hermanos de
Francia y el mismo oro de Inglaterra ¿Quieren saber la razón? Es que con eso, para romper la roca
sobre la cual DIOS ha construido su Iglesia, no necesitamos más de vinagre anibalense, ni de
pólvora de cañón, ni de nuestros mismos brazos. Tenemos el meñique del sucesor de Pedro
comprometido en el complot y ese meñique vale para esta cruzada todos los Urbanos II y todos los
San Bernardo de la cristiandad”.
Después de haber trazado así el retrato de ese Papa quimérico, y haber dicho lo que la secta podría
esperar de aquel que lo realizaría, las Instrucciones agregan:
“No dudamos llegar a ese término supremo de nuestros esfuerzos. Nada debe desviarnos del plan
trazado; al contrario, todo debe tender a él. La obra está apenas esbozada; pero desde hoy debemos
trabajar en ella con el mismo ardor que si el éxito debiera coronarla mañana”.
Las Instrucciones indican entonces el gran medio a tomar para que esas esperanzas se hagan
realidad, el género de trabajo al que la Alta-Venta se debe aplicar para que sus esfuerzos sean un día
coronados por el éxito: “En consecuencia, para asegurarnos un Papa de las proporciones exigidas, se
trata de fabricarle, a este Papa, una generación digna del reino que soñamos”. Siguen las
instrucciones que les hemos indicado para la corrupción de las costumbres y las ideas en la juventud
laica y sobre todo en la juventud clerical. “En algunos años, ese joven clero habrá, por la fuerza de
las cosas, invadido todas las funciones, gobernará, administrará, juzgará, formará el consejo del
soberano, será llamado a elegir al Pontífice que debe reinar, y ese Pontífice, como la mayoría de sus
contemporáneos, estará necesariamente más o menos imbuido de los principios italianos y
humanitarios que vamos a empezar a poner en circulación”.
“En el camino que trazamos a nuestros hermanos, concluyen las Instrucciones, se encuentran
grandes obstáculos a vencer, dificultades de toda clase a superar. Se triunfará de ellos por la
experiencia y por la perspicacia; pero el objetivo es tan excelente que importa poner todas las velas
al viento para alcanzarlo. Busquen al Papa del cual acabamos de hacer el retrato. Tiendan sus redes
en el fondo de las sacristías, los seminarios y los conventos. El pescador de peces se hace pescador
de hombres; ustedes, llevarán amigos (nuestros) alrededor de la cátedra apostólica. Habrán predicado
una revolución con tiara y capa pluvial, marchando con la cruz y la bandera, una revolución que no
tendrá necesidad más que de ser un poco aguijoneada para poner fuego a los cuatro rincones del
mundo. Que cada acto de vuestra vida tienda pues la descubrimiento de esta piedra filosofal”.
Mientras que los Mazzinistas trabajaban en el derrocamiento de los tronos, los Cuarenta no se
ocupaban más que de la obra que les había sido encomendada. El 5 de enero de 1846, Pequeño-Tigre
escribía a Nubius: “El viaje que acabo de terminar en Europa ha sido tan feliz y tan productivo como
lo podíamos esperar. De ahora en adelante no nos resta más que poner manos a la obra para llegar al
desenlace de la comedia. Su creo en las noticias que me comunican aquí, alcanzamos la época tan
deseada. La caída de los tronos no ofrece ya dudas para mí, que vengo de observar en Francia, Suiza,
Alemania y hasta en Rusia, el trabajo de nuestras sociedades. Pero esta victoria no es sino aquella
que han provocado todos los sacrificios que hemos hecho. Este es uno más precioso, más duradero y
que ansiamos desde hace mucho tiempo. Sus cartas y las de los amigos de los Estado Romanos, nos
permiten esperarlo; es el fin al que tendemos, es el término a donde queremos llegar. Para matar
seguramente al viejo mundo (la civilización cristiana), hemos creído que era necesario ahogar el
germen católico, y ustedes, con la audacia del genio, ustedes se han ofrecido para golpear la cabeza
con la honda de un nuevo David, al Goliat pontificio. Está muy bien, pero ¿cuándo golpearán?
Tengo prisa de ver a las sociedades secretas luchando con los cardenales del Espíritu Santo”.
Piccolo-Tigre decía además: “No conspiramos sino contra Roma. Para esto, sirvámonos de todos los
incidentes, saquemos provecho de todas las circunstancias. La Revolución en la Iglesia es la
Revolución permanente, es el derribamiento obligado de los tronos y de las dinastías”.
31
La Revolución de 1830 estalló, no tuvo el éxito que la secta esperaba de ella. Los Cuarenta se
pusieron de nuevo inmediatamente a la obra que el viento de los motines había forzado a suspender:
es decir, a esparcir en el clero “las doctrinas de libertad”, con el deseo de ver al Papa ponerse a la
cabeza de aquellos que lo reivindicarían.
Tomado de la obra de monseñor Delassus “El problema de la hora presente”.
El Evolucionismo
Si hay un tema que siempre ha traído problemas a los investigadores científicos es el del origen de la
civilización humana. Ahora bien, es necesario aclarar algunas cuestiones.
Partimos del principio que el origen de la naturaleza y el hombre como queramos entenderlo, no puede
demostrarse experimentalmente, sólo pertenece al ámbito de las ciencias especulativas. No corresponde al
campo de la biología, ni al de la física, ni la química ni las matemáticas.
El Evolucionismo no es una teoría única, y hay que distinguir diferencias entre ellas. Las principales son
las siguientes:
Hay quienes creen que todas las especies animales y vegetales tienen un origen común, y se han ido
formando a partir de especies inferiores con el paso del tiempo. Incluido el hombre, animal que sería más
evolucionado. Algunos sostienen que el hombre evolucionó directamente del mono, y otros (la más
común) que el hombre y el mono evolucionaron de un animal antepasado común. EVOLUCIÓN DE
LAS ESPECIES
Hay quienes extienden la evolución aún a las formas inorgánicas (reino mineral), por generación
espontánea y de allí habrían evolucionado todas las especies. MONISMO
Algunos sostienen que el MODO de evolución fue lenta, otros que fue debido a “saltos evolutivos”
rápidos.
Algunos atribuyen la CAUSA de la evolución a factores internos (teoría de Lamarck), como la
necesidad; y otros a factores externos (teoría de Darwin), como el clima, relaciones con otras especies
(selección natural). Otros unen los dos factores, externos e internos (Wasmann, Gemelli), lo cual
complica más la teoría.
Las teorías evolucionistas han ido agregando nuevos datos, sin que hayan modificado los principios, es
decir, la negación de un principio inteligente como causa del orden natural.
Hoy ha sobrevivido una especie de mezcla de todas las teorías evolucionistas y monistas que se da en
llamar “sintética” y puede resumirse así: las especies animales evolucionaron las unas de las otras a partir de
cambios y adaptaciones casuales o por azar. Se estableció incluso una cadena evolutiva según la cual habían
existido primero formas simples de vida, luego algas, luego vegetales y animales pequeños, luego peces,
luego reptiles, luego aves, luego mamíferos, y por fin el hombre. TODAS LAS ESPECIES DEL PLANETA
HABRÍAN EVOLUCIONADO, DURANTE MILLONES DE AÑOS, DE UNA SOLA CÉLULA, QUE SE
FORMÓ DE POR UNIÓN AZAROSA DE ELEMENTOS INORGÁNICOS. Aunque parezca una broma,
esos son los fundamentos finales de la teoría, que aún es sostenida por una enorme cantidad de científicos por
el solo hecho de que pretende “demostrar” que no hay una Causa Primera.
Para sostener semejante cosa, hay que pasar por alto o negar al menos tres principios del orden
constitutivo de los seres que estudia la filosofía en una rama llamada Metafísica. Principios lógicos y básicos
sin los cuales no podría ni siquiera razonarse por ser evidentes e indemostrables, es decir, carentes de todo
elemento de orden superior que pueda “probarlos”. Se presentan con claridad a la inteligencia, como ya los
griegos (particularmente Aristóteles) sabían y nos enseñaron. Por ejemplo el principio de identidad “todo ser
es idéntico a sí mismo” o “el ser es”. Bien, suponer que todo el orden natural es formado solo por obra del
azar partiendo de lo menos complejo a lo más complejo, rompe al menos estos tres axiomas o principios
constitutivos de la realidad de los seres:
El orden no puede ser consecuencia del azar. Supone necesariamente una inteligencia que ordena.
Suponer que todo el orden existente en los seres vivos sea obra de la casualidad, es un absurdo tan grande,
que no resiste al menor razonamiento. No es del orden de lo posible que el azar produzca el orden.
- Distínguense dos tipos de cambio o “Motus”: el cambio en orden cuantitativo (en orden a la cantidad
o los accidentes) y el cambio en orden cualitativo (en orden a la cualidad o sustancial). El primero de
por sí no puede originar al otro. Es decir, no se puede explicar el paso de un ser a otro por cambios
32
en los accidentes materiales (cambios en los órganos no pueden explicar el paso de una especie a
otra)
- La consecuencia está contenida en la causa: no puede un ser engendrar a otro superior a sí mismo,
pues nadie da lo que no tiene.
Con lo dicho ya bastaría. No obstante vamos a señalar los principales problemas que nunca podrán
superar las teorías evolucionistas, y que son consecuencia de los errores en los principios o argumentaciones
fuera de toda lógica:
Miles de moléculas de proteínas complejas componen la célula. Las proteínas son moléculas gigantes
consistentes de unidades más pequeñas llamadas "aminoácidos", los cuales están dispuestos en una
secuencia particular La molécula más simple se compone de 50 aminoácidos, pero hay algunas que se
componen de miles de aminoácidos. El punto crucial es: la ausencia, la adición o el reemplazo de un solo
aminoácido en la estructura de la proteína provoca que se convierta en un amontonamiento molecular
inservible. Cada aminoácido tiene que estar en el lugar correcto y en el orden correcto. La teoría de la
evolución, que supone que la vida emergió como resultado de una casualidad, se desespera frente a este
orden, dado que es demasiado elevado para ser explicado por medio de la casualidad. Una molécula de
proteína promedio está compuesta de 288 aminoácidos, de los cuales 12 son de tipos distintos. Esto se
puede disponer u ordenar en 10300 modos distintos (Se trata de un número consistente de un "uno"
seguido de 300 ceros). De todas esas secuencias u órdenes, sólo una forma la molécula de proteína
deseada. El resto constituyen cadenas de aminoácidos que, o son inservibles o son potencialmente
dañinas para la vida. ¿Puede una sola célula formarse de casualidad?
¿Cómo hizo esa célula para sobrevivir y alimentarse en medios tan hostiles como se supone que era la
tierra en ese entonces?
¿Por qué las plantas siguen siendo plantas y no se han transformado en otra cosa, puesto que los
vegetales habrían dado origen a los animales?
Nunca se vio la transformación de una especie en otra desde que el hombre vive en la tierra. Incluso
todas las especies animales y vegetales han cambiado casi nada desde hace 10.000 años a esta parte. ¿La
evolución ya se terminó?
Ningún animal ni vegetal sería lo que es, sino un intermedio entre una especie que vendría luego, ya
que seguiría evolucionando.
Si los peces se transformaron en reptiles y los reptiles en aves ¿Por qué siguen existiendo peces y
reptiles y no se transformaron en otra cosa?
Todas las mutaciones genéticas, son perjudiciales o neutras, nunca beneficiosas. Los experimentos
muestran que las mutaciones por azar son en general deformantes.
Si, por ejemplo, las aves evolucionaron de los reptiles en forma lenta (es decir, cada generación nacería
un reptil más parecido a un ave, con patas que se hacen alas y escamas que se hacen plumas, entre otros
miles de diferencias que hay entre los reptiles y las aves): ¿dónde están todos los animales intermedios,
medio reptil, medio ave, con patas no totalmente transformadas en alas y escamas no totalmente
transformadas en plumas? Nunca se encontró un fósil de esas características. Tendría que haber infinita
cantidad de especies intermedias, varias para cada una de las especies que existen.
Si la evolución fue rápida como dicen otros científicos (una o dos generaciones hubieran transformado
una especie en otra. Ej. Abuelo reptil, nieto ave) ¿cómo se formaron justo dos animales para que la
especie sobreviva (macho y hembra), y en el mismo lugar, así podían procrear? ¿por casualidad?
¿Y el caso de las especies que se necesitan una a la otra? Por ejemplo: la abeja no sobrevive sin el
polen, y ciertas plantas no se reproducen si la abeja no traslada el polen de una flor a la otra.
¿Cómo se formaron los órganos muy complejos? Por ejemplo, el ojo, que consta de infinita cantidad de
partes, que sólo sirven cuando el ojo está completo. O se formaron todas juntas, o el ojo debería haber
“esperado” a que se formaran las otras partes, para así poder ver. Eso repugna al azar y a la casualidad.
Necesariamente hubo una inteligencia que creó los órganos y todos los seres vivientes.
[Argumentos tomados mayormente de las obras de Raúl Leguizamón citadas en la bibliografía].
Por ello el evolucionismo no pertenece al orden de los conocimientos ciertos y ni siquiera al de los
probables o posibles, pues primero escapa al estudio de las ciencias experimentales con las que se pretende
probar; y luego, niega principios esenciales del orden constitutivo de los seres, que le impide ser
especulativamente posible.
El hombre y la “prehistoria”
33
Descartado como punto de partida ideológico el evolucionismo o las teorías evolucionistas, todo lo que
está ligado a ellas queda también cuestionado.
La primera de las consideraciones es aquélla según la cual necesariamente en la historia del hombre
tenemos que partir de lo más “primitivo” o rudimentario hacia lo más complejo o desarrollado. Ese prejuicio
ha creado la noción de “Hombre Primitivo” y de “Prehistoria”. Lejos de ser una cosa demostrada con las
ciencias experimentales (ya dijimos que no se puede), ha pasado a ser una especulación a partir de la
suposición inicial de la animalidad del hombre y su necesario avance hacia el “Homo Sapiens” u Hombre
Inteligente.
De allí las consideraciones arbitrarias como llamar “Historia” al período que va desde la “aparición” de
la escritura. No se sabe ni se puede saber cuándo el hombre comenzó a escribir, si es que ese momento
existió. Es una pura especulación. Los restos de material escrito más antiguos que tenemos hoy no explican ni
suponen de ningún modo que ése haya sido el comienzo de la escritura. Además aún se supiera con fecha
cierta eso no indica que el hombre haya escalado un paso cualitativo suficiente como para marcar un antes y
un después. Los poemas homéricos (la Ilíada y la Odisea) son de tradición oral y no se pasó ninguna barrera
de lo infrahumano a lo humano por haberlos puesto por escrito.
Por eso cuestionado el evolucionismo se cuestiona también el concepto de “Prehistoria” como período
infrahumano del hombre.
Uno podría preguntarse ¿y los restos de los llamados “Homínidos” (supuestas formas prehumanas y
animales del hombre)? Eso es otro tema que tiene su explicación.
Los evolucionistas del pasado suponían una transformación de ciertas especies de mono hacia el hombre.
Más recientemente dicen que el mono y el hombre descenderían de un animal antecesor común.
Poco de científico y de experimental tiene el tema de los hallazgos de restos, asunto muy controvertido
que incluso tiene dos o tres historias de fraudes probados. Se sostiene que por similitud genéticas, y por el
parecido de los cuerpos entre el hombre y el mono, se deduciría que uno evolucionó del otro. No obstante, un
evolucionista llamado Sir Solly Zuckerman sostuvo lo siguiente:
“Los parentescos en base a la anatomía comparada, no necesariamente corresponden a verdaderos
parentescos genéticos... las inferencias evolucionistas (o sea parentescos) que basamos en comparación
estructurales son, en última instancia, sólo especulaciones”. (Zuckerman, Solly. “Beyond the Ivory Tower”.
(Taplinger, N. York, 1971) p. 64 y 74). De hecho, remitimos al libro “Fosiles Polémicos” del Dr. Raúl
Leguizamón citado en la bibliografía para ampliar este tema.
Los supuestos fósiles de “homínidos”14, se han ido cayendo con el pasar del tiempo, y todas las
evidencias contrarias a la teoría son desechadas por los científicos que no quieren abandonar la teoría 15:
Contrariamente a lo que la simpleza intelectual del mundo actual suele suponer, la filosofía
moderna no es ni una continuación, ni mucho menos una superación de la filosofía tradicional que
nació en el mundo helénico y se perfeccionó en el medioevo.
El ataque moderno empirista-racionalista (para simplificar, pues los antecedentes son mucho
más profundos), no fue sino un intento de antropocentrar la filosofía, de acuerdo al espíritu de la
modernidad.
La filosofía nos enseña que el hombre conoce a través de sus sentidos e intelige con la razón,
la cual CONTEMPLA la realidad, no la crea. La inteligencia “lee” (de allí su sentido etimológico de
“leer dentro”) los datos sensibles y abstrae lo universal inteligible de lo particular sensible. Hasta allí
muy sintéticamente la gnoseología aristotélica.
La filosofía moderna va a crear un enfrentamiento dialéctico entre las dos facultades.
Para eso el ataque comienza dividiendo las facultades humanas en dos: las sensibles por un
lado y las inteligibles por otro. De allí nacen las dos escuelas supuestamente opuestas
(dialécticamente opuestas, es decir, parte del mismo proceso, no contrarias verdaderamente):
14
Remitimos al libro “El Hombre Fósil” de Frank Cousins, Ed. Evolution Protest Movement, 1981
15
Consulte la obra de Raúl Leguizamón en general y Silvano Borruso, o los estudios de. P. Baliña.
34
-El EMPIRISMO, que va a sostener que sólo existe lo que puede ser captado por los sentidos:
Locke, Berkeley, Hume, etc. No hay por tanto universales inteligibles, y de haberlos no son reales
sino flati voci, puras palabras creadas por el “intelecto” (o lo que dejan de él).
-El RACIONALISMO, que sostiene la prescindencia de los sentidos para el conocimiento,
pues la razón procedería para conocer las cosas como las matemáticas, a partir de principios
inteligibles no sujetos a la realidad. Es la escuela cartesiana, que se continúa en Leibnitz, Kant y
Hegel.
Como vemos tenemos separadas las dos facultades que van juntas en el hombre, dado que
éste es unión substancial de cuerpo y alma. Por un lado la escuela materialista, y por el otro la
escuela racionalista. Existe un adagio latino Solve et coagula, que se invoca cuando hay que dominar
algo en un ataque de dos fases, primero dividiéndolo y luego uniéndolo de otro modo. Pues bien,
esto hizo el hombre moderno con la filosofía guiado por su apetito antropocéntrico.
Lo interesante de todo esto es que hay en todo el desarrollo de la “filosofía” (para llamarla de
algún modo) moderna, un proceso dialéctico completo, al estilo de Hegel.
La dialéctica hegeliana sostiene que el desarrollo del Absoluto, se hace a partir del
enfrentamiento permanente y progresivo de los contradictorios, en un esquema triádico que según el
modo teórico se llama AFIRMACIÓN-NEGACIÓN-NEGACIÓN DE LA NEGACIÓN, y según el
orden práctico (tomado por Marx) se invoca TESIS-ANTITESIS-SÍNTESIS. La lucha de los
contradictorios produciría una superación sintética, que a su vez se volvería a negar para continuar
permanente y progesivamente el ciclo, siempre de lo inferior a lo superior, necesariamente. Y
convirtiendo (acá insultando los principios del ser), los cambios cuantitativos en cambios
cualitativos (absurdo que repetirá la ridícula pseudoteoría evolucionista). No abundaremos mucho
más en Hegel, pues hay buenos manuales filosóficos que lo hacen.
La filosofía, o mejor dicho las facultades por las que el hombre conoce la realidad (o crea
según el disparate moderno), aparecen divididas en un esquema de afirmación-negación. Cada
escuela niega la facultad que la otra erige como principio de la realidad. Así pasaron dos siglos y
medios, progresando el empirismo en POSITIVISMO y el racionalismo en la DIALÉCTICA DE
HEGEL.
Acá entra el marxismo.
Carlitos Marx (según su apodo pues se llamaba Kissel Mordechai), va a sintetizar ambas
corrientes en su sistema de praxis revolucionaria al cual sugestivamente va a llamar
MATERIALISMO DIALÉCTICO. Ya en el nombre se contiene la síntesis aludida. Algún
despistado podrá suponer que sintetizando ambas corrientes volvemos a Aristóteles y la sana
filosofía. Pues no, chamaco. Esto es un proceso de ataque de la ciudad del hombre antropoteísta,
como dice San Agustín que “se ama a sí misma hasta el desprecio de Dios”. La síntesis se va a hacer
por vía de la doble negación. Y esta negación de la negación es el marxismo o praxis dialéctica
materialista. Por eso es el sistema más revolucionario de todos luego de lo cual no hay más que nada.
Se sostiene un sistema de contradicción permanente donde la praxis (la acción) determina al ser,
pero esta praxis enfrenta principios materiales. Una praxis de aplicación real. Ya sean las clases
sociales o los elementos de una familia (tema del otro artículo sobre el marxismo que se escribirá).
La cuestión es que esa praxis es la dialéctica hegeliana, pero aplicada a los elementos materiales, ya
sean sociales, políticos o de cualquier tipo.
Es la acción que se revuelve contra el ser, esclavizándolo, sometiéndolo subversivamente en
el orden de las cosas, pues primero es el ser y luego la acción. De allí que no puede tener más efecto
que el disolvente. El marxismo no puede construir nada porque intrísecamente lleva el principio
destructivo de todo a lo que se aplica. Es la acción permanente concebida como praxis de lucha y
conflicto contra el ser. No hay que extrañarse que las aplicaciones del marxismo nunca den el
resultado que los ingenuos creen que buscan aplicando los principios marxistas, y se vaya
aparentemente de fracaso en fracaso. Pues bien. Eso no es sino el éxito del sistema marxista: produjo
una situación que requiere nuevamente el cambio y la acción revolucionaria, y así sucesivamente
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hasta la NADA. Ay, Hegel… maestro de Marx… del cambio permanente al Absoulto, al todo (Das
Ganze); cuando en realidad se va a la nada. Y se puede probar históricamente.
De más está decir que esta praxis es el marxismo y no la simple manifestación del
comunismo o socialismo, que no son más que epifenómenos de la praxis revolucionaria. Como decía
el profesor Carlos Sacheri “no es una filosofía como las demás, es decir, una teoría o esquema
conceptual que explica la realidad del mundo y del hombre a partir de ciertos principios universales.
Su doctrina es una mera gúia para la acción, o sea, un esquema conceptual que permita justificar
todos los virajes tácticos que la praxis revolucionaria está obligada a efectuar”. Esos epifenómenos
se mueven a partir de motores que llevan al planteamiento del conflicto. En ellos están los engaños
de prometer una solución aparentemente permanente que justifique la lucha que se va a plantear. El
incauto o no comprehensor de la “filosofía” de la praxis del materialismo dialéctico entra en el juego
del conflicto permanente, pues para lograr cierto fin aparente acepta el planteamiento de la
contradicción, que va a dar lugar no a una situación estable (fin del marxista ingenuo o idiota útil),
sino a otro conflicto futuro, y así sucesivamente.
Los ejemplos son muchos, pero podemos tomar el más célebre. La lucha de clases o
enfrentamiento entre obreros y patrones. Supuestamente engendrado para solucionar los problemas
del obrero, hace que los mismos vayan a huelgas y otros medios de romper la concordia social, con
el ingeuo fin de que así logran un aumento o mejora. Éstos no sólo no se solucionan, sino que se deja
planteada una situación de pelea crónica, es decir, el problema es permanente y no la solución, lo
cual lleva a nuevas huelgas, que van generando bandos que lesionan gravemente la cohesión social.
La zanahoria que el conejo ve no la va a alcanzar nunca, aunque el marxista convencido va a hacer
creer al conejo que sí, para que la rueda siga marchando.
Citemos al señor Ulianovich aa. Lenin (subrayado mío) “Nuestros "economistas", entre ello
Rabócheie Dielo, tenían éxito porque se adaptaban a la mentalidad de los obreros atrasados. Pero
el obrero socialdemócrata, el obrero revolucionario (y el número de estos obreros aumenta día en
día) rechazará con indignación todos esos razonamientos sobre la lucha por reivindicaciones que
"prometan resultados palpables", etc., pues comprenderá que no son sino variantes de la vieja
cantilena del aumento de un kopek por rublo […] Porque no es nada inteligente decir, como lo
hacen ustedes, que la tarea de los socialdemócratas consiste en dar a la lucha económica msima un
carácter político; eso es sólo el comienzo, y no radica en ello la tarea principal de los
socialdemócratas, pues en el mundo entero, sin exceptuar a Rusia, es la policía misma la que
comienza muchas veces a dar a la lucha económica un carácter político, y los propios obreros
aprenden a darse cuenta de con quién está el gobierno. En efecto, esa "lucha económica de los
obreros contra los patronos y el gobierno", con que ustedes presumen como si hubieran descubierto
América, la sostienen en numerosos lugares perdidos de Rusia los propios obreros, que han oído
hablar de huelgas, pero que quizá nada sepan de socialismo. Esa "actividad" nuestra, de los
obreros, que todos ustedes quieren apoyar presentando reivindicaciones concretas que prometen
resultados palpables, existe ya entre nosotros; y en nuestra minúscula labor cotidiana, sindical,
nosotros mismos presentamos esas reivindicaciones concretas, a menudo sin ayuda alguna de los
intelectuales. Pero esa actividad no nos basta; no somos niños a los que se pueda alimentar sólo con
la papilla de la política "económica"; queremos saber todo lo que saben los demás, queremos
conocer detalladamente todos los aspectos de la vida política y tomar parte activa en todos y cada
uno de los acontecimientos políticos.” (Lenín, “¿Qué Hacer?”, 1902, Cap. III).
Por supuesto que hay que saber leer, pero está explicada claramente la idea de que las
reivindicaciones palpables no son el objetivo del marxismo, sino la desestructuración de toda la
sociedad.
Así se han ido planteando numerosos conflictos que han ido progresivamente rompiendo los
lazos humanos, desde los más débiles como la fraternidad ciudadana, hasta los más fuertes como los
familiares. Pero eso es tema de otro artículo.
En fin. El marxismo es la culminación de la filosofía moderna que se metió un día a desafiar
a la Primera Causa y a sustituirla por el hombre. El planteo se hizo a través de una vieja idea, la
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separación y lucha de los contrarios, cumpliendo un proceso dialéctico completo cuya síntesis o
negación de la negación fue el marxismo, la praxis del conflicto permanente hacia la nada.
Ahora veremos cómo actuó esa dialéctica marxista en la historia, al menos en el último siglo y medio.
La ignorancia o falta de entendimiento respecto al fondo filosófico del marxismo lleva a incomprender
los fines que busca la dialéctica, la praxis revolucionaria, en su aplicación real. Hay todavía muchos
intelectuales (para llamarlos de algún modo), que sólo ven la superficie de las doctrinas derivadas del
marxismo y creen que el mismo se propone la destrucción de la sociedad capitalista o del capitalismo en sí.
Grave error.
En primer lugar, en cuanto al planteo filosófico, la praxis revolucionaria que supone la dialéctica se
dirige contra el ser y sus trascendentales: bien, vedad y belleza. En cuanto a su planteo histórico, se dirige
contra todo lo permanente que existe en la sociedad humana.
Ahora bien, toda acción revolucionaria debe hacerse buscando una apariencia de bien. Todo el obrar
humano persigue consciente o inconscientemente un bien como fin, aunque sea erróneo. Dado que todo el
mundo aborrece las consecuencias que el capitalismo ha traído al mundo al menos en sus aspectos visibles, el
marxismo dirige todo su combate nominalmente contra ese ídolo aborrecido, del cual disfraza a todo lo que
pretende destruir. Si busca destruir la familia, dirá que la familia es una construcción capitalista. Organizará
leyendas acerca de la acumulación primitiva, la propiedad y el dominio para explicarnos que la familia es una
construcción social a partir de la idea de poder sobre las cosas. Por supuesto que todo ese palabrerío
insubstancial no puede demostrarse, sólo afirmarse. Por eso el marxismo al inventar la prehistoria o recrearla,
necesita de la fe del oyente, que tendrá que creer en algo que no puede demostrarse. De ese modo alineará
todo lo que busca destruir (la naturaleza humana en su conjunto) detrás de la bandera del capitalismo.
Familia, religión, propiedad, patria… y hasta los sentimientos naturales del hombre como las diversas formas
de amor, etc. Todo es una perversa construcción social que el mesiánico marxismo viene a redimir.
El lector atento se dará cuenta que en los casi dos siglos que lleva la praxis marxista en acción todas las
cosas nombradas anteriormente se han resentido, desordenado o simplemente destruido salvo el capitalismo,
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que sigue cada vez más fuerte y lozano. Por eso la praxis marxista NO SE DIRIGE CONTRA EL
CAPITALISMO. Por el contrario. Si uno lee atentamente los escritos de los ideólogos marxistas más
conspicuos como Ulianovich (Lenín) o Bronstein (Trotsky), se dará cuenta que el capitalismo es la fase previa
necesaria para la instauración de la sociedad comunista. Ni hablar de quiénes han financiado y sostenido
todos los movimientos marxistas a lo largo del tiempo y del mundo. Siempre ha sido la más alta finanza
internacional, el centro de la usura mundial, curiosamente los causantes de las peores pestes del capitalismo, y
los que nunca han pagado en las revueltas marxistas que siempre han dirigido a sus esclavos contra los
empresarios o productores.
La acción psicológica necesaria para poner en movimiento esa vorágine destructiva supone hacer creer al
actor que lleva a cabo la obra destructiva que en realidad está contribuyendo a hacer un mundo mejor y más
justo.
Luego de ver cómo se preparó la justificación para la puesta en marcha de la praxis revolucionaria,
veamos entonces sus consecuencias.
Éstos son los ejemplos más decisivos con sus consecuencias visibles:
La lucha entonces es contra la naturaleza humana, todo lo que hay de SER, de TRASCENDENTE (dado
por la Causa Primera, Dios) en ella, el marxismo lo buscará destruir planteando una supuesta búsqueda de
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justicia. Hará creer a la víctima (sin probarlo, por supuesto), que todo es una construcción social de la
sociedad capitalista que el hombre debe reconstruir destruyendo el orden anterior.
lucha. Haz huelga, véngate, causa daño a quien te daña. Y la reconstrucción de los gremios se hizo con esa
consigna. De nuevo tenemos el esquema dialéctico que vimos en el primer artículo:
1- Unión primera (gremios medievales)
2- Separación en dos grupos antagónicos (explotación moderna)
3- Síntesis no volviendo a la Unión primera sino a través de la doble negación, la lucha (reorganización
de los gremios bajo el signo del combate de las clases)
Siglo y medio de luchas sociales… ¿los resultados? De ningún modo se logró volver a la situación que
tuvo el trabajador en la Edad Media (ni se buscó tampoco). No hay jornada de ocho horas (mentira difundida
en los actos del 1 de mayo), no hay limitación para el trabajo nocturno y de los días feriados, la situación del
trabajo sigue siendo la de una mercancía a la cual se la compra a un precio de mercado, y ni hablar de
costumbres más o menos legales como la de contratar monotributistas como empleados para evitar pagar
vacaciones, obra social y otros… Esos fueron los frutos “positivos” de la lucha social que además es
permanente… para cada aumento, el proletario actual debe cumplir con su parte en el conflicto.
Los verdaderos frutos (y se sostiene que fueron los frutos buscados deliberadamente por el marxismo)
fueron los que no se atribuyen a la lucha social:
- La promoción de la separación social contractual: los seres humanos en sociedad viven en
permanente división y conflicto, con contratos tácitos que separan los intereses individuales. El
malestar entre los ciudadanos es patente y la convivencia social está resentida, sino muerta
- La generación de partidos de “clase”: se extendió la división a otros ámbitos como el de la política,
que ya no va a ser el arte que tiene como fin la búsqueda del bien común, sino la competencia para el
bien de MI grupo
El quiebre del acto de educar, que naturalmente supone la existencia de un maestro que sabe (acto) y un
alumno que quiere y puede aprender (potencia), ha sido también viciado por la acción de la dialéctica
materialista.
Primero se demonizó la figura del maestro, como ser represor que impone perversamente sus pareceres y
ataca con la disciplina al pobre alumno: ser reprimido y víctima social al cual no se le reconoce su
conocimiento. Nuevamente un planteo donde la desigualdad es presentada como injusticia, y la redención de
la misma supone la rebelión de lo bajo contra lo alto.
Partiendo de la ficción propuesta arriba se generó el famoso “constructivismo” pedagógico, que plantea
que el conocimiento no existe directamente como verdad contemplada, sino que es un resultado de la praxis
constructiva entre docentes y alumnos (¿se ve ahora dónde está la dialéctica marxista?). Ambos son actores,
constructores. Con eso se rompe la naturaleza del acto educativo. Ya no hay transmisión de conocimientos ni
autoridad. Sin duda que la sola autoridad y la sola transmisión no generan el saber, pero sin duda son
necesarias. Nadie da lo que no tiene, así que para enseñar es necesario tener los conocimientos que en el
alumno están en potencia (ser dotado de razón) y en el docente en acto. Nadie pasa de la potencia al acto sino
es por un ser en acto, reza el axioma filosófico.
Partiendo el acto educativo se logran varias consecuencias coherentes a las ya estudiadas más arriba:
- Se impide o se bloquea la transmisión normal de los conocimientos de generación en generación
(Traditio)
- Se generan seres informes intelectualmente con una estúpida satisfacción de conocer lo que no
conocen
- Se declaran como educadores activos y eficientes a los medios de comunicación, ellos sí enseñando
sin construcción, adoctrinando unilateralmente a las masas (incluso dentro del propio hogar), ya
indefensas intelectualmente por la ausencia de profesores que formen la inteligencia de las personas
- Se origina un sentido de culpa en las causas eficientes de la enseñanza (los docentes) que ahora
deben superar un condicionamiento psicológico de pertenecer a los malvados de la serie, cada vez
que ponen disciplina o enseñan algo
- Se dirige la educación desde afuera del aula, a través del Estado o de las modas académicas, las
cuales el docente no se sentirá capaz de discutir por las mismas razones enunciadas arriba, y para no
tener problemas en un ámbito donde la sumisión a las políticas dominantes es premiada con ascensos
y seguridad laboral
Es muy significativo que esta subversión educativa se hace en un medio bastante represivo: el estado lo
obliga unilateralmente desde la escuela o la universidad, los autores lo imponen de acuerdo a los viejos
paradigmas educativos (ya sea con los textos que nos obligan a leer en donde somos aprendices pasivos, o a
través de conferencias y clases magistrales donde nos enseñan no dar clases magistrales).
El obstáculo que quedaría a superar en el marco educativo del ser humano es el ámbito familiar, pero
como sabemos, el estado moderno imitando a los comunistas introducen cada vez más temprano a las
personas a este sistema subvertido: desde los 3 ó 4 años compulsivamente se lo introduce a un ámbito nocivo
para el desarrollo intelectual, y que, como veremos consiguientemente, inoculará los factores disolventes de la
misma familia en la mente del joven con las dos dialécticas que nos faltan ver.
Un primer ataque es separando a los hijos de los padres (se verá en el siguiente punto), pero el más
eficiente es el separar a los integrantes de la misma, poniendo división nuevamente entre las partes del cuerpo
que quiero destruir.
Los esbozos de este ataque ya se vislumbraban en el siglo XIX cuando el estado moderno atacó la
sacralidad familiar con el matrimonio civil y la integridad familiar con el divorcio legal. Pero el combate más
terrible se originó en el siglo siguiente.
Nuevamente el mismo proceso, en el que infaliblemente el hombre constituido en masa cae porque se
promueven sus egoísmos y pasiones más bajas.
La relación hombre-mujer es natural, primera cosa negada sin pruebas por el marxismo materialista. Le
hablarán de construcción social, de patriarcado hijo de la burguesía, etc. Pero no lo pueden probar
históricamente, porque sencillamente no hay (ni va a haber) registros históricos de ser humano que no esté
organizado en familia. Por eso recurrirán a las fábulas y las invenciones disfrazadas de hipótesis científicas.
Le dibujarán al hombre de Neanderthal con cara de idiota, y le escribirán, como hizo Engels, libros sobre el
origen de la propiedad y la desigualdad constructora de la familia, SIN NINGUNA PRUEBA, apelando
apodícticamente a la pseudohipótesis evolucionista, y a los blasones que han obtenido del poder del dinero,
siempre dispuesto a distribuir y financiar sus obras.
Entonces meterán en la cabeza de los jóvenes que se construyó una situación injusta cuando el hombre
creó (¿?) la familia, explotando y sometiendo a la mujer productiva, social y religiosamente. Y que la solución
de esa injusticia es promover el feminismo: la sublevación de la parte considerada por ellos inferior en la
relación familiar.
Toda unión como esa es complementaria: cada parte está naturalmente constituida en pro del todo, de la
unión, y claro que no son iguales porque entre iguales no hay complemento. A cada característica natural del
varón y la mujer le corresponde una capacidad y un atributo particular. Así la naturaleza más fuerte del varón
lo dispone a la guerra, y la naturaleza psicológica más sensible y comprensiva de la mujer la dispone a la
maternidad.
Otra vez el marxismo engañará elevando algunas funciones naturales y denostando otras: el gobierno
ejecutivo de la familia (para decirlo de algún modo, ya que la mujer tiene gobierno en la misma pero en otro
aspecto), el trabajo manual, etc. serán considerados como gloriosos privilegios usurpados por la tiranía
machista. Y la crianza de los hijos, y lo relacionado con la maternidad en el hogar, como maldiciones
impuestas a la feminidad sometida.
Es curioso que el marxista maldecirá al obrero proletario, explotado por el sistema capitalista, cuando
hable de lucha de clases; pero al mismo tiempo promoverá ese mismo trabajo en la mujer para alejarla del
hogar cuando agite la bandera del feminismo. No pretendan encontrar lógica en el marxismo: es una
dialéctica (praxis) destructiva que sólo busca eso, no persigue la coherencia metafísica de la identidad del ser.
Entonces se produce lo de siempre: cada parte busca lo del otro, desnaturalizando la estructura familiar,
con el agravante de destinar, por la inversión de roles, al hombre y a la mujer a actividades para las cuales su
naturaleza es inepta. Así vemos cada vez más que las mujeres pelean a trompadas y los hombres se dedican a
los detalles de decoración y vestuario. Invertir es una manera eficiente de destruir lo que es de un modo.
El corolario de esta lucha es la desunión de las familias, sometidas con la protección legal del estado, al
estímulo del individualismo y a la denuncia mutua. Se ha destruido el amor conyugal para reemplazarlo por
un egoísmo sensual disfrazado. Sin amor conyugal (que en su propio nombre implica un amor ligado al
sacrificio por las vicisitudes de la vida) no hay más que un contrato de partes individuales generado para
garantizar la satisfacción pasajera propia. Y el motor de ello es el mismo que en los otros: la tendencia a la
soberbia y egoísmo del hombre caído.
Además ha generado en el varón lo mismo que en el docente: sentimiento de inferioridad en las cosas
donde no debe serlo. La consistencia psicológica de la mujer, que es más fuerte por causa de su maternidad,
reemplaza y llena el vacío, y así tenemos uniones (ya no familias) donde pasa lo mismo que en un curso
donde los alumnos revolotean y pisotean al profesor.
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Lo grave de las consecuencias de la aplicación sistemática del materialismo dialéctico es que acaba con
todos los vínculos humanos, despoja al hombre de todos los caparazones que lo protegen socialmente: el
patrón o la cofradía, el maestro, el padre, el esposo o la esposa, etc. Actúa como un disolvente social que
prepara a la humanidad para la gran esclavización del famoso NOM (Novus Ordo Mundi). Queda la persona
como un individuo en la masa más apta que nunca para ser esclavizada en todos los órdenes humanos. Es la
contra-caridad. Por eso su lucha se dirigió principalísimamente contra la civilización cristiana. Es el enemigo
más poderoso de la Civitas Dei (Ciudad de Dios). El marxismo toma la “civilización cristiana”, le cambia el
nombre por “sociedad capitalista” y en vez de decir al mundo que lucha contra la Cruz y contra Cristo (su
enemigo real), le dice que lucha contra el odiado capitalismo.
Se les decía en el Apocalipsis a los miembros de la iglesia medieval (Tiatira): “no han conocido lo que
ellos llaman las profundidades de Satanás” (Apoc. 2-24). Nosotros no podemos decir lo mismo.
La Escuela de Frankfurt
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Interaccionando en lo principal, categorías idealistas, materialistas y existencialistas e inserto en el proceso de renovación del
marxismo occidental, en 1924 se creó, adherido a la Universidad de Frankfurt, el “Instituto para el Nuevo Marxismo”, el cual por
razones estratégicas luego es denominado “Instituto para la Investigación Social”. Se adopta ante el marxismo una postura crítica
para depurarlo, perfeccionarlo y adaptarlo a las nuevas condiciones objetivas y subjetivas existentes en Occidente, condición
necesaria para asegurar el triunfo de la revolución comunista en este campo histórico – cultural. El proceso de reinterpretación del
marxismo, realizado a partir de una nueva lectura de Hegel, más la incorporación de las aportaciones de Max Weber y Sigmund
Freud entre otros, sin más origina el estructuralismo marxista o neomarxismo, el cual es formalizado bajo el nombre de “Escuela de
Frankfurt”. De esta forma, siguiendo al leninista Georg Lukács (1885 – 1971) y su visión trágica de la vida fundada en que la
alienación y el extrañamiento como un destino inevitable del hombre, de modo decisivo intervienen en el proceso de renovación y
proyección del marxismo en el siglo XX, Max Horkheimer (1895-1973), Theodor Adorno (1903-1969), Herbert Marcuse (1898-1980),
Erich Fromm (1900-1980), Wilhelm Reich (1897 - 1957), Louis Althusser (1918 - 1990) y Jürgen Habermas (1929).
Siendo su objetivo la investigación social para la intervención ideológica y transformación político revolucionaria de la sociedad, la
“Escuela de Frankfurt” formalmente se centra en problemas teóricos y en la metodología de las ciencias sociales. Así, imputando a la
teoría tradicional la condición de racionalidad que corresponde a una mera contemplación desinteresada, separada de cualquier tipo
de praxis, que opera por derivación a partir de principios generales y últimos, y que presupone tanto la relación de sujeto y objeto, de
lo racional con lo real, como la adecuación entre concepto y cosa, los frankfurtianos criticaron las principales formas de la “teoría
clásica” y configuran una “teoría crítica”.
Entonces, si bien la “Escuela de Frankfurt”, es decir, el marxismo estructuralista o neomarxismo, reconoció la presencia de la
irracionalidad en la historia, de hecho rechazó tanto el idealismo de la razón de Hegel como el “irracionalismo” al estilo de
Kierkegaard, Nietzsche o Bergson. Se mantuvo firme en el recurso a los procedimientos racionales de acceso a la realidad pero
concibió una “racionalidad crítica” como saber racional que denuncia lo que hay de irracionalidad en la historia y en la sociedad.
Rechazó asimismo las pretensiones del positivismo (neopositivismo, empirismo o fenomenismo) de identificar el conocimiento con la
ciencia (cientifismo), y considerar a ésta como un conocimiento objetivo (objetivismo). Se trata de un rechazo a todo intento de
reducir cualquier forma de conocimiento a conocimiento sólo de hechos, absteniéndose de cualquier tipo de valoración –positiva o
negativa– de los mismos. Esto por cuanto, el identificar lo real con lo racional y el absolutizar los hechos, conducen a una misma
conclusión: la aceptación y no la crítica de la realidad, actitud tenida por común entre todas las formas de la teoría clásica y cuestión
que la causa revolucionaria no admite por ningún motivo. De esta forma, siguiendo la idea del “comunismo crítico” de Karl Marx, la
“teoría crítica” o neomarxismo afirmó los principios de negatividad, mediación y praxis.
Theodor Adorno. Sin más, Theodor Adorno negó que fuera posible una total conceptualización de la realidad. Sostuvo Adorno:
“Quien elija hoy por oficio el trabajo filosófico ha de renunciar desde el comienzo mismo a la ilusión... de que sería posible aferrar la
totalidad de lo real por la fuerza del pensamiento. Ninguna razón legitimadora sabría volver a dar consigo misma en una realidad
cuyo orden y configuración derrote cualquier pretensión de la razón... La filosofía que a tal fin se expende hoy no sirve más que para
velar la realidad y eternizar su situación actual... La crisis del idealismo equivale a una crisis de la pretensión filosófica de totalidad.
La ratio autónoma –tal fue la tesis de todo sistema idealista– debía ser capaz de desplegar a partir de sí misma el concepto de la
realidad y toda la realidad... (pero) el texto que la filosofía ha de leer es incompleto, contra dictorio y fragmentario, y buena parte de él
pudiera estar a merced de ciegos demonios; sí, quizá nuestra tarea es precisamente le lectura, para que leyendo aprendamos a
conocer mejor y a desterrar esos poderes demoníacos”.
Hegel incorporó en su dialéctica el elemento negativo (la contradicción), pero sólo para superarlo en la síntesis final, de tal manera
que la identidad se recupera, y la realidad queda justificada en cuanto que es racional. Pues bien, frente a la dialéctica hegeliana –
que se entiende “positiva”–, Adorno propone una “dialéctica negativa” que afirma que “lo real no es (totalmente) racional”: “El nombre
de dialéctica comienza diciendo sólo que los objetos son más que su concepto, que contradicen la norma tradicional de la adaequatio
(conformidad o identidad entre la mente y su objeto). La contradicción... es índice de lo que hay de falso en la identidad... Dialéctica
es la conciencia consecuente de la diferencia”.
La dialéctica positiva, dice Adorno, “no ha hecho más que interpretar el mundo y mutilarse a sí misma de pura resignación ante la
realidad”, con lo que se ha convertido en ideología. En efecto, ya que el sujeto se adecua a la realidad (por el conocimiento), se
afirma que también debe someterse a ella en la práctica. Y así, la dialéctica positiva eterniza el estado presente y bloquea cualquier
acción transformadora o revolucionaria. En cambio, para la dialéctica negativa la realidad (social, histórica) no es algo en absoluto
racional, sino que requiere una profunda transformación racionalizadora. Es también “negativa” por decir “no” a la realidad. En este
mismo sentido, Marcuse prefiere hablar de un “pensamiento negativo”, definido “como poder subversivo, poder de lo negativo”.
La misma carga de negatividad posee la concepción de la utopía. Los frankfurtianos o neomarxistas rechazan la posibilidad de
construir una “utopía positiva”. No es posible determinar cómo debería ser el futuro, únicamente es posible determinar cómo no debe
ser, lo cual ya es suficiente para poder criticar el presente. Se afirma así: “La teoría crítica de la sociedad no posee conceptos que
pueden tender un puente sobre el abismo entre el presente y el futuro; sin sostener ninguna promesa, sin tener ningún éxito, sigue
siendo negativa. Así, quiere permanecer leal a aquellos que, sin esperanza, han dado y dan su vida por el Gran Rechazo”.
Además, contra la pretendida relación entre sujeto–objeto, o bien observador–hechos, presupuesta por la teoría clásica, la teoría
crítica afirma que todo conocimiento está determinado por “mediaciones”. La actividad teórica no es independiente de los procesos
sociales, históricos y económicos en medio de los cuales ha aparecido, sino que éstos determinan el objeto y finalidad de la
investigación. Además, ninguna teoría es “imparcial”, sino que está sustentada por intereses, y con frecuencia su aparente
objetividad no hace sino ocultar su carácter “ideológico”. Igualmente, la dicotomía sujeto–objeto no se puede mantener radicalmente;
el investigador es siempre parte del objeto social investigado. De ahí la insistencia en el concepto de “totalidad” (tomado de Lukács).
La investigación social es la “teoría de la sociedad como un todo” (Horkheimer), en la que hay que poner en interrelación los ámbitos
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económico, histórico, psicológico, etc. La especialización de la ciencia convierte a su objeto en algo “abstracto” y conduce a ocultar,
de hecho, la realidad. Sólo desde esta visión totalizadora la teoría puede convertirse en “crítica”, y desvelar los aspectos ideológicos
y represivos de la sociedad y la cultura. Marcuse señala: “La totalidad parece tener el aspecto mismo de la razón. Y, sin embargo,
esta sociedad es irracional como totalidad”.
Con todo, Weber defendió el principio de la “no–valoración” como criterio de objetividad teórica. Esta pretensión es rechazada por la
teoría crítica. Indica Marcuse: “El problema de la objetividad histórica implica juicios de valor", es decir, estar al servicio de la
emancipación del hombre, y derivar en una praxis liberadora. De este modo, los dos polos de la teoría crítica son razón y praxis.
Pero la praxis no se reduce al ámbito individual: en el siglo XX la política se había convertido en el ámbito propio de la acción moral,
recuperándose así la gran tradición del pensamiento griego, que nunca desvinculó la moral de la política.
En conclusión, la “teoría crítica” se niega a justificar la realidad socio–histórica presente por considerarla irracional, es decir, injusta y
opresora. Y, por ello mismo, se propone hacerla más racional y humana.
Max Horkheimer y Theodor Adorno. La “teoría crítica” establece un fundamento filosófico, esbozado por Max Horkheimer y Theodor
Adorno en la obra conjunta, “Dialéctica de la Ilustración” (1947). Se investiga aquí “por qué la humanidad, en lugar de entrar en un
estado verdaderamente humano, desembocó en un nuevo género de barbarie”. La respuesta se encuentra en el triunfo de una forma
de racionalidad –ya estudiada por Max Weber– que recibe diversas denominaciones: razón subjetiva o instrumental (Horkheimer),
subjetiva o identificadora (Adorno), unidimensional (Marcuse), instrumental o estratégica (Habermas). Todo el proceso recibe el
nombre de “Ilustración”, término que engloba, en realidad, toda la historia de Occidente, y no sólo el siglo XVIII: “La Ilustración, en el
sentido más amplio de pensamiento en continuo progreso, ha perseguido siempre el objetivo de quitar el miedo a los hombres y
convertirlos en amos”.
La historia de la Ilustración ha estado marcada, pues, por el esfuerzo del hombre por dominar la naturaleza (incluida su propia
naturaleza). Por ello los frankfurtianos piensan que el motor de la historia no ha sido la lucha de clases (Marx), sino el conflicto
hombre – naturaleza, enfrentados como sujeto–objeto. En ese esfuerzo, la Humanidad ha otorgado la primacía absoluta a la “razón
subjetiva o instrumental”, es decir, a una forma de racionalidad que sólo se refiere a “la adecuación de los medios a los intereses
subjetivos de la autoconservación”, reduciéndose a ser “una capacidad de calcular probabilidades”. La razón “subjetiva” atiende
exclusivamente a los medios, no a los fines. Estos últimos se consideran como indiferentes en sí mismos, y su elección no es
racional, sino producto de predilecciones irracionales. Por eso, la razón subjetiva no es sino una razón “instrumental”. Se afirma que
ésta es “un instrumento para todas las empresas de la sociedad, y ha renunciado a su tarea de juzgar los actos y el modo de vivir del
hombre”. De aquí partió la tragedia de la civilización. La razón, en lugar de liberar, ha conducido a la barbarie de la dominación
universal de la naturaleza y del hombre. La naturaleza (también la humana) ha sido “cosificada”, es decir, degradada a pura materia;
“hay que dominarla sin otro propósito que no sea, precisamente, el de dominarla”. Dominar se convierte en un fin por sí mismo.
Frente a la razón instrumental estaría la “razón objetiva”, es decir, un logos o racionalidad inherente a la realidad misma, que permite
la determinación de ideales y fines “de por sí deseables”. Pero ésta es, justamente, la razón olvidada y reprimida por la Ilustración.
“Eclipse de la razón” (1947) es el título de la obra de Horkheimer que más tarde (1967) aparecerá ampliada bajo el título de “Crítica
de la razón instrumental”. Sin embargo, Horkheimer opina que no se trata de tomar partido por ninguna de las dos formas de
racionalidad, ya que ambas conducen a excesos. La razón objetiva lleva a “afirmar valores ilusorios y a crear ideologías
reaccionarias”; pero la razón subjetiva conduce al “materialismo vulgar” o a la barbarie de la dominación. La autocrítica de la razón
tiene que reconocer y salvar la limitación de ambos conceptos, y buscar su síntesis dialéctica.
Herbert Marcuse y Erich Fromm. Con todo, Herbert Marcase y Erich Fromm trasladan la dialéctica de la razón a una dialéctica de
pulsiones o tendencias. El interés por Freud era común a todos los miembros de la Escuela de Frankfurt, pero fue Fromm quien inició
el intento de conciliar a Freud y Marx, en contra de la consideración muy generalizada entonces de que eran pensadores
antagónicos. La idea básica de Fromm era que el marxismo necesitaba un enfoque psicológico adicional; y que, en particular, el
psicoanálisis podía proporcionar el “eslabón perdido” entre la superestructura ideológica y la base socioeconómica. Se trataba de
interpretar las conductas sociales a partir de los efectos de la estructura económica sobre los impulsos psíquicos básicos.
E. Fromm adoptó pronto una postura revisionista frente a Freud, rechazando la teoría de la libido y el complejo de Edipo. Ello se
debió, en parte, a su aceptación de la teoría matrística de Johan Jakob Bachofen (1815 – 1887), que con su base evolucionista y
materialista se había vuelto a poner entonces de moda y que, también había sido aceptada por W. Reich. Fromm interpreta, así, la
historia de la humanidad como un paso de una sociedad matriarcal primordial (caracterizada por la solidaridad, los lazos de amor y la
ausencia de propiedad privada) a una sociedad patriarcal en la que se imponen las relaciones de autoridad y obediencia. La
sociedad burguesa capitalista encarna, una sociedad patriarcal en la que se afirma el poder del padre y la primacía de la
productividad sobre la felicidad. El mismo Freud, dice Fromm, representa el tipo patriarcal clásico.
Posteriormente, Fromm presenta una nueva interpretación del mismo tema. El proceso de humanización es un proceso de liberación
frente a la naturaleza y los otros. Pero la consecuencia es que cuanto más libre se siente el ser humano, también se siente más solo,
con lo cual no le queda más que una alternativa: o unirse con los otros mediante una relación de amor (que respeta la libertad y la
integridad personal), o hacerlo mediante una relación de sometimiento (someter al otro: sadismo; o someterse al otro: masoquismo).
De hecho, piensa Fromm, en la sociedad moderna predominan las relaciones de dominación; pero cambiarlas por relaciones de
amor es una posibilidad que queda siempre abierta.
No obstante, el optimismo de Fromm y su posición revisionista frente a Freud no fueron bien vistos por el resto de los miembros de la
Escuela de Frankfurt. Justamente por eso, H. Marcuse realiza en “Eros y civilización” (1953) una crítica del revisionismo
neofreudiano a partir de aquello mismo que lo había motivado. Para los revisionistas, la creencia de Freud en “la inalterabilidad
básica de la naturaleza humana se reveló como “reaccionaria”: las teorías freudianas parecían implicar que los ideales humanitarios
del socialismo eran sumamente inalcanzables”.
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En efecto, según Freud el mantenimiento de la sociedad y la cultura requiere la represión del “principio de placer” (que busca la
satisfacción inmediata) en favor del “principio de realidad” (satisfacción retardada, productividad, seguridad). Es decir, exige “la
subyugación permanente de los instintos humanos”. El resultado es la conquista de la naturaleza y el progreso tecnológico, lo cual
causa falta de libertad y felicidad. La pregunta que se hace Marcuse es si esta situación es inevitable, y si, por tanto, la sociedad y la
civilización son necesariamente represivas. La respuesta es negativa. Una “reinterpretación de la concepción teórica de Freud en
términos de su propio contenido socio–histórico” muestra que la hipótesis de una sociedad no–represiva no contradice el
pensamiento de Freud. Se afirma: “Freud sostiene que un conflicto esencial entre los dos principios es inevitable; sin embargo, en la
elaboración de su teoría esta inevitabilidad parece estar abierta a la duda... La lucha por la existencia necesita la modificación
represiva de los instintos principalmente por la falta de medios y recursos suficientes para una gratificación integral, sin dolor y sin
esfuerzo, de las necesidades instintivas. Si esto es verdad, la organización represiva de los instintos se debe a factores exógenos –
exógenos en el sentido de que no son inherentes a la “naturaleza” de los instintos–, sino que son producto de las específicas
condiciones históricas bajo las que se desarrollan los instintos”. En conclusión, si la represión del principio de placer sólo se debe a
condicionamientos socio–históricos, el pensamiento de Freud no debe ser interpretado como un análisis desesperanzado del
“malestar de la cultura” ya que deja abierta la puerta a la utopía de una sociedad no–represiva y feliz.
Jürgen Habermas. Luego, con Jürgen Habermas, la “teoría crítica” experimenta una transformación. Con Habermas -quien reconoce
que su propuesta es un intento de “reconstrucción del materialismo histórico”- el neomarxismo o “teoría crítica” se hace menos
pesimista y asume una tarea “constructiva” mediante la elaboración de una “teoría de la acción comunicativa” (1981). No obstante, el
tema central sigue siendo –como para los fundadores de la “Escuela de Frankfurt”– la racionalidad, término que significa para
Habermas no la razón, el conocimiento o la forma de adquisición del conocimiento, sino “la forma en que los sujetos capaces de
lenguaje y de acción hacen uso del conocimiento”. De esta forma, en el marco de la racionalización de la sociedad moderna,
Habermas, reconstruyendo el pensamiento de Max Weber “según el espíritu del marxismo occidental”, formula la “teoría de la acción
comunicativa” con la finalidad de “dar razón de los fundamentos normativos de una teoría crítica de la sociedad”.
Concibe la “racionalidad comunicativa” como alternativa a la racionalidad instrumental, reconstruye la clasificación weberiana de la
“acción social” y asumiendo los dos “niveles de la sociedad” que corresponden a las dos dimensiones fun damentales de la teoría de
la sociedad de Marx: trabajo e interacción, Habermas articula la sociedad en dos niveles: “sistema” y “mundo de la vida”. El concepto
de “sistema” es elaborado mediante una re–construcción de las teorías sociológicas funcionalistas de T. Parsons y N. Luhmann; el
segundo, mediante una re–construcción del concepto correspondiente en Husserl, Wittgenstein, Durkheim (concepto de conciencia
colectiva) , Schutz y Luckmann, en líneas generales, el “sistema” se refiere a la organización del mundo de la economía y el poder, a
mecanismos de autorregulación de la sociedad dirigidos a resolver los problemas de su autoconservación. En cambio, el “mundo de
la vida” se refiere a las estructuras de la cultura, las normas y los valores, y a problemas de reproducción cultural, socialización,
instituciones y metas sociales. Existe, pues, una clara correspondencia entre sistema - trabajo - acción/racionalidad instrumental, y
mundo de la vida - interacción - acción/racionalidad comunicativa.
Habermas piensa que los fundamentos de una “teoría crítica” de la sociedad no pueden encontrase en una filosofía de la historia
como la propuesta por Horkheimer y Adorno. Por dos razones; hoy día resulta “insostenible” elaborar una filosofía de la historia y, por
otro lado, la “Dialéctica de la Ilustración” es sólo una filosofía negativa de la historia, y no aporta ninguna fundamentación normativa a
la teoría social. Por esta razón, Habermas substituye la filosofía de la historia por una “teoría de la evolución social” que intenta dar
cuenta del proceso histórico por el que los dos niveles de la sociedad –sistema y mundo de la vida– se van diferenciando interna -
mente y “desacoplando”. A partir de aquí es posible reelaborar el concepto de “reificación” (o “cosificación”) de la sociedad moderna,
que Weber y los primeros frankfurtianos habían interpretado como triunfo de la razón instrumental. En realidad, se trata de un
proceso de “colonización” del mundo de la vida por parte del sistema: “Lo que conduce a una racionalización unilateral o a una
cosificación de la práctica comunicativa cotidiana no es la diferenciación de los subsistemas regidos por medios y de sus formas de
organización respecto al mundo de la vida, sino sólo la penetración de las formas de racionalidad económica y administrativa en
ámbitos de acción que, por ser ámbitos de acción especializados en la tradición cultural, en la integración social y en la educación, y
necesitar incondicionalmente del entendimiento como mecanismo de coordinación de acciones, se resisten a quedar asentados
sobre los medios dinero y poder. Si partimos además de que los fenómenos de la pérdida de sentido y de la pérdida de la libertad no
se presentan casualmente, sino que son de origen estructural, tenemos que intentar explicar por qué los subsistemas regidos por
medios desarrollan esa dinámica incontenible que tiene como efecto la colonización del mundo de la vida y a su vez su separación
respecto de la ciencia, la moral y el arte”.
Así, la “teoría de la acción comunicativa” permite hacer un diagnóstico de las “patologías sociales”, interpretándolas como una
colonización de los ámbitos del mundo de la vida por parte de los subsistemas del poder y del dinero. Pero también permite extraer
consecuencias normativas, es decir, determinar lo que racionalmente debe o no debe suceder. Y también elaborar una cierta utopía
positiva, en la que se recupera el ideal integral de la Ilustración del siglo XVIII: una auténtica racionalización de la sociedad en la que
sistema y mundo de la vida, racionalidad instrumental y racionalidad comunicativa se encuentren armonizados.
En esta perspectiva, esta aplicación de la “teoría crítica” o “teoría de la acción comunicativa” del neomarxismo, está destinada a
producir un cambio de paradigma. La teoría de los “intereses cognoscitivos” implica una reconstrucción de la teoría del conocimiento
como “teoría de la sociedad”. Entonces, con la introducción de una nueva forma de racionalidad –la racionalidad comunicativa– se va
más lejos: se propone un radical cambio de paradigma (o modelo) en la concepción del conocimiento. Habermas indica que la
filosofía occidental –especialmente a partir de Descartes– ha utilizado de un modo más o menos explícito el paradigma de la
conciencia, o del pensador solitario, basado sobre la contraposición sujeto–objeto. Habermas adopta un nuevo modelo: el paradigma
del lenguaje. Es el paradigma que subyace en el modo de entender la racionalidad comunicativa: la relación sujeto–objeto es
substituida por la relación sujeto–sujeto que dialogan en un intercambio discursivo. Este cambio de paradigma supone que el
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lenguaje es considerado preferentemente en su dimensión “pragmática”, es decir, no como sistema sintáctico–semántico, sino como
“habla”, como lenguaje en “uso”. Se comprende, pues, que la “teoría de la acción comunicativa” del neomarxismo suponga la
construcción de una “pragmática universal”.
Es a partir de esta concepción neomarxista que, por medio de la “teoría de la acción comunicativa”, se afirma una “teoría consensual
de la verdad” plasmada en la “ética del discurso”. La “teoría consensual de la verdad” ya había sido formulada por Peirce: “La opinión
que está llamada a que se pongan de acuerdo en ella todos los que investigan, es lo que entendemos por verdad”. Pero Habermas
ofrece una versión revisada en términos de que “puedo atribuir un predicado a un sujeto si y sólo si cualquier otro que pudiera entrar
en un diálogo conmigo atribuyera el mismo predicado al mismo sujeto”. Ello quiere decir que se sitúa la “verdad” en el contexto
pragmático del lenguaje, y que la teoría consensual indica bajo qué condiciones está justificada nuestra pretensión de que nuestros
enunciados son “verdaderos”. Por extensión, el modelo de la “ética del discurso” propuesto por Habermas corresponde a una
reelaboración de la ética formal de Kant. El imperativo categórico es reformulado de la siguiente manera: “En lugar de proponer a
todos los demás como válida una máxima que quiero que opere como ley universal, tengo que presentarla a la consideración de los
otros a fin de comprobar discursivamente su aspiración de universalidad. El peso se traslada desde aquello que cada uno puede
querer sin contradicción alguna como ley general, a lo que todos de común acuerdo quieren reconocer como norma universal”.
Se concede, pues, a Kant que sólo una máxima universalizable puede convertirse en deber moral. Pero –ahora contra Kant– se
afirma que la universalizabilidad de una máxima sólo puede decidirse en un diálogo entendido como “discurso” –en el sentido
definido más arriba– y no en el interior de la conciencia individual y solitaria. Además, la finalidad del diálogo es llegar a un consenso
acerca de qué intereses son generalizables. Lo cual supone una nueva modificación del punto de vista kantiano. Es evidente que el
individuo debe renunciar a la defensa de sus intereses particulares si quiere que su máxima (individual) de conducta sea
universalizable. En cambio, en el diálogo los intereses individuales no quedan excluidos, sino al contrario: de lo que se trata,
precisamente, es de llegar a un acuerdo acerca de ellos. Por fin, está claro que la “ética del discurso” no es individualista, sino
“política”. Tiene como presupuesto la existencia de una comunidad de diálogo en la que –sin coacción alguna y en total igualdad de
oportunidades para opinar– se busca un consenso racional acerca de qué intereses se pueden considerar como comunes. Desde
luego, la existencia de una comunidad de este tipo entra prácticamente en el campo de la utopía, y por eso Habermas emplea la
expresión “comunidad ideal de diálogo”. En cualquier caso, la “ética del discurso” es, al mismo tiempo, un modelo de democracia
participativa, ideal que propagará el neomarxismo, es decir, el nuevo marxismo, siempre fundado en la idea de Karl Marx: “La
existencia social de los individuos determina sus conciencias”.
Zapata, marxista que sublevaba las masas campesinas y militares sediciosos como Félix Díaz y Victoriano
Huerta, quienes junto con el embajador estadounidense, Henry Lane Wilson, tramaron un golpe de Estado
por el que Madero y Pino Suárez fueron apresados y asesinados en 1913.
“Pancho” Villa y Venustiano Carranza se levantaron también en armas.
Se han registrado luego innumerables conspiraciones y sublevaciones, movimientos indígenas, y guerras
marcadas por crueldades atroces. La revolución liberal, iba devorando también uno tras otro a sus propios
hijos. Siguiendo a Madero, se cuentan Emiliano Zapata (+1919, asesinado), presidente Carranza (+1920,
asesinado), Pancho Villa (+1923, asesinado), etc....
Los Obispos mexicanos, en una enérgica Carta pastoral (25-7-1926), protestan unánimes, manifestando su
decisión de trabajar para que «ese Decreto y los Artículos antirreligiosos de la Constitución sean reformados.
Y no cejaremos hasta verlo conseguido».
A los pocos días, el 31 de julio, y previa consulta a la Santa Sede, el Episcopado ordena la suspensión del
culto público en toda la República. Inmediatamente, una docena de Obispos, entre ellos el Arzobispo de
México, son sacados bruscamente de sus sedes, y sin juicio previo, son expulsados del país.
No se esperaban, como tampoco la mayoría de los Obispos, la reacción del pueblo cristiano al quedar
privado de la Eucaristía y de los sacramentos, al ver los altares sin manteles y los sagrarios vacíos, con la
puertecita abierta...
Y, para completar todo esto, prohibió el gobierno la reunión en la calle como suele suceder que se para una
persona con otra, pues esto era un delito grave».
Balance de la guerra
Después de tres años de guerra, se calcula que en ella murieron 25.000 o 30.000 cristeros, por 60.000
soldados federales.
Puede afirmarse que los dos Obispos de los Arreglos con Portes Gil no cumplieron las Normas escritas que
el Papa Pío XI les había dado, pues no tuvieron en cuenta el juicio de los Obispos, ni el de los cristeros o la
Liga Nacional; tampoco consiguieron, ni de lejos, la derogación de las leyes persecutorias de la Iglesia; y
menos aún obtuvieron garantías escritas que protegieran la suerte de los cristeros una vez depuestas las armas.
Solamente consiguieron del Presidente unas palabras de conciliación y buena voluntad, y unas
Declaraciones escritas en las que, sin derogar ley alguna, se afirmaba el propósito de aplicarlas «sin tendencia
sectaria y sin perjuicio alguno». Así las cosas, los dos Obispos, en forma indigna de su cargo aceptaron este
documento redactado personalmente en inglés por el mismo Morrow:
«El Obispo Díaz y yo hemos tenido varias conferencias con el C. Presidente de la República... Me
satisface manifestar que todas las conversaciones se han significado por un espíritu de mutua buena voluntad
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y respeto. Como consecuencia de dichas Declaraciones hechas por el C. Presidente, el clero mexicano
reanudará los servicios religiosos de acuerdo con las leyes vigentes. Yo abrigo la esperanza de que la
reanudación de los servicios religiosos [expresión protestante, propia de Morrow, su redactor] pueda conducir
al Pueblo Mexicano, animado por un espíritu de buena voluntad, a cooperar en todos los esfuerzos morales
que se hagan para beneficio de todos los de la tierra de nuestros mayores. México, D.F. Junio 21 de 1929.-
Leopoldo Ruiz, Arzobispo de Morelia y Delegado Apostólico» (Lpz. Beltrán 527).
Las leyes vigentes, por supuesto, eran aquéllas que habían desencadenado el alzamiento cristero.
LA REPÚBLICA DE BRASIL
En noviembre de 1889, une revuelta militar dirigida por el general Manuel Deodoro da Fonseca obligó a
Pedro II a abdicar. La República fue proclamada entonces bajo la autoridad de un gobierno provisorio
dirigido por Fonseca. En seguida, un cierto número de reformas de inspiración liberal fueron decretadas entre
ellas, la separación de la Iglesia y el Estado. La redacción de una constitución fue acabada en junio de 1890.
Prácticamente copiada de la Constitución de los Estados Unidos, como la de la mayoría de los países
americanos, fue adoptada en febrero de 1891, haciendo de Brasil una República Federal, bajo el título oficial
de Estados Unidos del Brasil. Fonseca fue el primer presidente electo.
Desde 1891, la política y los métodos de Fonseca levantaron una fuerte oposición en el Congreso. A
comienzos de noviembre de 1891, Fonseca eligió disolver la Asamblea e imponer un poder dictatorial. Pero,
obligado a renunciar por una revuelta de la Marina, cedió el poder a su vicepresidente, Floriano Peixoto. Este
estableció un gobierno no muy distinto al de su predecesor.
El orden no regresó progresivamente al país sino bajo el gobierno del primer presidente de la República
civil, Prudente José de Moraes Barros.
Las producciones de café y de caucho se transformaron en las únicas vías de salida de una economía que
estaba al servicio de los mercados internacionales. La especulación con los precios del café en el mercado
internacional entre 1906 y 1910 creó graves desequilibrios en la economía brasileña, afectando, como siempre
a los que trabajan. La situación se degradó aún más con la baja de los precios del caucho.
En 1922, el inicio de una nueva crisis económica obligó al gobierno a hacer cortes drásticos en el
presupuesto del Estado. Esto le dio pie al surgimiento del comunismo, lo cual desembocó en julio de 1924 en
una gran revuelta, cuyo epicentro estaba en São Paulo. La revuelta fue dominada después de seis meses de
enfrentamientos por el ejército que permanecía leal al presidente Artur da Silva Bernardes, elegido en 1922.
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Para evitar nuevos problemas, Bernardes decretó la ley marcial que quedó en vigor hasta el fin de su mandato.
En agosto de 1927, el gobierno decidió la prohibición de las huelgas.
“Del exterior llega al país una avalancha de estupefacientes, importados por un grupo de
contrabandistas eficaces y bien organizados. La quinta parte de la población se torna drogadicta,
epidemia que supera a cualquiera que se conozca desde la época de las grandes plagas. Las
instituciones del orden están en ruinas”.
Esto fue lo acontecido a China en 1838, cuando los narcotraficantes venidos de Gran Bretaña introdujeron el
opio. Para los británicos, el tráfico de opio no era un sórdido negocio, sino un digno instrumento de la
política de Estado. Grandes sectores del Lejano Oriente se dedicaron al cultivo de la adormidera, a expensas
de la producción de alimentos, al grado que decenas de millones de individuos dependían totalmente del
cultivo, la distribución y el consumo de opio.
En 1840, el Emperador chino, frente a la aguda drogadicción que destruía por igual a los mandarines y a la
nación, intentó restringir las actividades de las compañías comerciales británicas. La respuesta de Gran
Bretaña fue la guerra. Las fuerzas militares chinas debilitadas por la droga no pudieron contener a los
británicos. Finalmente se rindieron y firmaron el Tratado de Nanquín, en 1842, que le dio a la Corona británica
la increíble suma de 21 millones de libras de plata, así como el gobierno del “puerto libre” extraterritorial de
Hong-Kong, que aún hoy sigue siendo la capital mundial del narcotráfico británico.
Doce años después del Tratado de Nanquín, la Corona Británica comenzó la Segunda Guerra del Opio
contra China, otra vez con consecuencias desastrosas para los chinos y otra vez con rendimientos
monumentales para los narcotraficantes ingleses. En Octubre de 1860, una fuerza expedicionaria franco-
británica sitió Pekín, que cayó prácticamente sin resistencia. Este hecho produjo la firma del Tratado de
Tiensín que garantizaba a la Gran Bretaña siete octavos del comercio total chino y un aumento de la
compra de opio que pasó de 58.681 cajas en 1860 a 105.508 en 1880.
Gran Bretaña construyó una cabeza de playa en los Estados Unidos con las siembras de algodón por esclavos
negros y financiamiento británico. Este algodón era llevado a Liverpool. Ahí era hilado y transformado en ropa
en los talleres del norte de Inglaterra en donde se utilizaban niños y mujeres con salarios extremadamente
bajos. Los artículos de algodón se exportaban a la India, lo que arruinó su industria textil. India pagaba
sus importaciones de ropa con las divisas que le producía la exportación de opio. Sin la “demanda”
china de opio, se hubiera derrumbado todo el armazon comercial inglés.
Por su parte, la familia Rothschild, así como los Lehman, de Lehman Brothers, sus primos banqueros que
luego formarían parte de “Nuestra Gente” de Nueva York, todos entraron a los Estados Unidos mediante la
trata de algodón y esclavos de antes de la Guerra Civil.
El opio comenzó también a penetrar los Estados Unidos y para 1875 se censaron 120.000
estadounidenses adictos.
En 1919 y 1920 ocurrieron dos acontecimientos de importancia estratégica decisiva para la guerra del opio de
Gran Bretaña en contra de los estados Unidos. Primero se fundó el Real Instituto de Asuntos
Internacionales, el cual tenía el objetivo de restaurar a la Gran Bretaña como máxima potencia mundial
incluyendo la recuperación de los Estados Unidos. El segundo acontecimiento fue la declaración de la guerra del
opio por parte de Gran Bretaña a los Estados Unidos. Los norteamericanos conocieron ese episodio como
la “Prohibición del Alcohol” o “Ley Seca”.
La Prohibición trajo a los Estados Unidos el narcotráfico, los narcotraficantes y el hampa en gran
escala. Las bebidas alcohólicas ilegales y las drogas ilegales eran las dos líneas de producción diferentes de la
misma multinacional. Los abastecedores eran los británicos, con sus destilerías de Escocia y Canadá, y sus
refinerías de opio de Shanghai y Hong-Kong. Los del dinero eran británicos, con sus bancos en Canadá y el
caribe. Los británicos, merced a sus nexos políticos en los Estados Unidos, crearon las condiciones políticas
esenciales para reconquistar a los Estados Unidos.
Juntas, las entradas que produjo el tráfico ilegal de whisky y drogas durante la Prohibición constituyeron un
botín multimillonario del mercado negro. Aunque familias como los Kennedy y los Bronfman medraron
como bandidos a principios de los treintas con la transición al comercio “legítimo” de bebidas
alcohólicas, todo el andamiaje financiero que hacía falta para mantener la infraestructura del hampa
exigió diversificar el mercado negro y ampliarlo en áreas que anteriormente casi no se había
aprovechado. El mercado de las drogas ilícitas en los Estado Unidos, por más que creció significativamente
51
como resultado de la experiencia de la Prohibición, sólo vino a representar un negocio multimillonario pasadas
varias décadas.
En los treintas y cuarentas, al invertir fenomenales dividendos de la Prohibición en garitos, en estadios
deportivos e hipódromos, el hampa echó los cimientos del narcotráfico que se iniciaría a mediados de los
cincuentas, una vez que se creó el ambiente cultural propicio a la drogadicción.
Curioso es comprobar la existencia de una correspondencia que dicen se conservó durante algún tiempo en la biblioteca del
museo Británico en Londres, y que fue copiada por William Guy Carr, antiguo Oficial de Inteligencia en la Royal Canadian Navy
(Armada Real Canadiense) en sus obras Prince of this World y Pawns in the Game. También figura en el conocido libro del Cardenal
José María Caro Rodríguez, Develando el Misterio de la masonería , de 1925: se trata de las cartas cruzadas en el siglo antepasado
entre Albert Pike y Giuseppe Mazzini, dos calificados miembros de los Iluminados o Illuminatis (de la que ya hablamos). En ellas se
diseñaron tres guerras mundiales.
Así, en carta dirigida a Mazzini con fecha del 15 de agosto de 1871, Pike le comunica que el primer gran conflicto se debía
generar para permitir a los Iluminados derrocar el poder de los zares en Rusia, y transformar este país en la fortaleza del comunismo
ateo. Las divergencias provocadas por los agentes de los Iluminados entre los imperios británicos y alemán - y también la lucha entre
el pangermanismo y el paneslavismo- se debían aprovechar para fomentar esta guerra. Una vez concluida, se debía edificar el
comunismo y utilizarlo para destruir otros gobiernos y debilitar a las religiones.
El segundo conflicto debía fomentarse aprovechando las diferencias entre fascistas y sionistas políticos . La lucha debía iniciarse
para destruir el fascismo (nazismo) e incrementar el sionismo político, con tal de permitir el establecimiento del Estado soberano de
Israel en Palestina (lo cual se logra entre 1947/48).
El tercer conflicto se debe de fomentar aprovechando las diferencias promovidas por los agentes Iluminados entre el sionismo
político y los dirigentes del mundo musulmán. La guerra debe de orientarse de forma tal que el Islam y el sionismo político se
destruyan mutuamente, mientras que otras naciones se verán obligadas a entrar en la lucha, hasta el punto de agotarse física,
mental, espiritual y económicamente.
Luego se desencadenaría "el mayor cataclismo social jamás conocido en el mundo", lanzando una oleada revolucionaria sin
precedentes. "Los ciudadanos serán forzados a defenderse contra una minoría de nihilistas ateos", que organizarán "las mayores
bestialidades y los alborotos más sangrientos". Las masas, decepcionadas ante la nula respuesta de las autoridades serían llevadas
a tal nivel de desesperación que "destruirán al mismo tiempo al cristianismo y los ateísmos" y "vagarán sin dirección en busca de un
ideal". Sólo entonces, según Pike, se revelaría "la luz verdadera con la manifestación universal de un líder que saldrá a la luz.
Es al menos curiosa la lectura de esta carta.
Los antecedentes que explican la detonación de una guerra como la humanidad no conocía, son:
La privatización de la Reserva Federal de los Estados Unidos de América (entidad que emite los
dólares), que era perteneciente al estado; el 23 de diciembre de 1913, poco tiempo antes de la
Guerra. Se da en propiedad a un consorcio de banqueros, entre los que se encontraban el nombre
de: Bernard Mannes Baruch, que participó del tratado de Versalles, que culminó la Guerra. El
dinero del clan Rockefeller abasteció ambos bandos en la Guerra.
Alemania, había logrado su unificación e manera exitosa gracias a la obra de Otto Von Bismarck,
que con mano de hierro hizo de Alemania una potencia militar bajo el mando del Káiser
(Emperador) Guillermo II. Sus industrias de armamentos, de hierro y de acero, y su marina.
Alemania comienza una política de armamento, que será seguida por Austria-Hungría, Francia,
Inglaterra y Rusia.
La curiosa política de alianzas. Entre 1873 y 1914 se consolidan una serie de Alianzas entre países
que antes estaban enfrentados entre sí. Alemania y Austria-Hungría, Rusia y Francia, Inglaterra y
Francia, Austria-Hungría y Turquía, etc.. Los gabinetes y la prensa se movieron de tal manera que
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lograron enfrentar a dos bandos claramente definidos, a los cuales cualquier altercado podía llevar
a la guerra por los tratados firmados.
Inglaterra, Francia y Rusia formaron la Triple Entente o “Entente Cordiale”. Alemania, Austria-
Hungría e Italia (luego el Imperio Turco) conformaron la “Triple Alianza”.
El único beneficiario en caso de guerra era el sistema financiero, que se encargaba de prestar dinero a
ambas coaliciones y luego de la guerra cosechará las ganancias. El objetivo de estos conspiradores era llevar a
Europa al agotamiento financiero y moral, para la edificación de la Rusia soviética comunista.
El detonante de la guerra fue el asesinato del Archiduque Francisco Fernando, sobrino del Emperador
austriaco Francisco José16, a manos de Gavrilo Princip, que pertenecía a una sociedad secreta llamada “la
Mano Negra”. Austria le declara la guerra a Serbia, Alemania apoya a Austria, Inglaterra y la Entente apoyan
a Serbia. La “política de alianzas” llevaron a los países a una guerra que no querían.
Después de tres años de guerra, los rusos se retirarían de la guerra concediendo a Alemania el control del
este europeo a través del pacto Brest-Litovsk.
La guerra duró cinco años, y el bando Austríaco-Alemán, con el apoyo del Imperio Otomano (Turquía);
fue derrotado. Además, grandes grupos financieros estadounidenses liderados por B. Baruch, lograron la
intervención de EE.UU. en una guerra que no les redituaba beneficios inmediatos. Los “vencedores” Francia e
Inglaterra, sólo obtuvieron pérdidas enormes, y deudas.
El problema es que esta derrota se da en un momento en el cual la guerra estaba detenida y en una especie
de empate. Sin embargo, los representantes de Alemania firmaron la Paz de Versalles. Lo llamativo es
considerar que estos representantes eran los mismos involucrados en el derrocamiento del Kaiser o
Emperador alemán. Las condiciones del tratado eran no sólo humillantes sino imposibles de cumplir.
¿Quiénes los firmaron? Allí encontramos personajes como Lord Alfred Millner, representante de la casa
Rothschild, y dos hermanos de la familia Warburg de la misma banca. Los hermanos Paul y Félix, casados
con descendientes de las casas Loeb y Schiff respectivamente, vivían en EE.UU. mientras que el otro
hermano Max se quedó en Alemania. Ahora bien, Paul firma en nombre de Francia el tratado, mientras Max
lo hace para Alemania.
En consecuencia, los alemanes empezaron a sospechar de una especie de traición. Cuando los efectos del
tratado se sintieron en el país germano, se dio mucha prensa a la teoría de la “puñalada por la espalda”, de la
cual haría mención el partido Nacionalsocialista que surgiría al año siguiente. Se estaba preparando una nueva
guerra.
¿Qué decía el Tratado de Versalles? Se impusieron a Alemania indemnizaciones humillantes, además de
obligarle a aceptar la culpabilidad de la guerra, reducir su ejército hasta la miseria, quitarle todo el oro, y
todas las colonias, y pagar una fuerte suma anual en concepto de indemnización. Ese tratado injusto llevaría al
surgimiento de sentimientos nacionalistas exaltados que originarían el partido Nacionalsocialista alemán de
Adolf Hitler.
Quizás si la guerra se hubiera prolongado, sin la intervención de EE.UU., no hubiera sido posible el
desarrollo de la Rusia comunista. Es más, quienes entregaban a Alemania en Versalles eran los mismos que
habían conspirado para derrocar al Kaiser o Emperador alemán y apoyaban a un grupo llamado “Espartaco”,
que buscaba la implantación del comunismo en Alemania. El grupo estaba integrado entre otros por Karl
Liebenech, Clara Sepkin y Rosa Luxemburgo. Pero 1918 les fue adverso, y el movimiento fue conjurado. Sí
se descubrieron los vínculos que tenían con las casas financieras de Wall Street 17, junto con toda la llamada
Segunda Internacional Comunista.
16
Algunos piensan que el asesinato del Archiduque fue una venganza contra el Emperador Francisco José, por su
intervención en el Cónclave de 1903 contra el Cardenal Rampolla.
17
La operación de propaganda bolchevique en Alemania fue financiada y organizada por William Boyce Thompson y Raymond
Robins, fue implementada sobre el terreno por ciudadanos norteamericanos bajo la supervisión del Comisariado de Asuntos Externos
de Trotsky. Robert Minor era el responsable de la difusión del comunismo en Europa. Cf. A. Sutton, Wall Street y los Bolcheviques
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“Los bancos estaban interesados en crear una guerra mundial porque esto les proporcionaba una excelente
oportunidad de obtener un gran beneficio.”
Para ello se utilizaron dos técnicas: la propaganda antialemana, que debía mostrar al Kaiser y a toda
Alemania como un monstruo que quería dominar el mundo, y el autoatentado.
El 7 de mayo de 1915, zarpa el crucero transoceánico “Lusitania”. Esa embarcación, antiguo crucero auxiliar
de la marina británica, llevaba una carga de 6 millones de libras de municiones junto con los pasajeros que no
estaban al tanto de ello. La embajada imperial alemana había pagado a cincuenta periódicos de la Costa Este ,
incluyendo los de de Nueva York, para que publicasen una advertencia para que la gente no subiera a bordo de
Lusitania. Este anuncio de advertencia solo apareció en el Des Moines Register.
Como era de esperar los alemanes torpedearon el Lusitania. Los registros alemanes indicaban que hubo una
gigantesca explosión secundaria después de que el barco fuera alcanzado por los torpedos alemanes. El
Lusitania llevaba 6 millones de libras de explosivos a bordo. De los 1.959 pasajeros que estaban a bordo
murieron 1.198, acto seguido USA entraba en la guerra.
La propaganda se impuso a la realidad. Luego de la guerra Lord Ponsomby se dirigió a los alemanes desde la
Cámara de los Lores diciendo que la propaganda los había obligado a atribuir a los alemanes horrores de guerra
y crímenes que jamás habían cometido. Lo mismo hizo el Secretario de Estado norteamericano.
Otras consecuencias:
Se acabó con el Imperio Turco Otomano. Todos los territorios de Medio Oriente (Desde Palestina,
Siria, Mesopotamia, y Persia; hasta el Cáucaso) quedaron bajo el “control de Francia e Inglaterra”.
Dividieron el Imperio Austro-Húngaro, creando países minúsculos como Checoslovaquia, Austria,
Liechtenstein y Hungría.
El predominio financiero pasó de Londres a Wall Street, manejado por los clanes financieros
Baruch, Schiff, Rockefeller y Morgan
La consecuencia más importante, fue la Revolución en Rusia que llevó al Marxismo en 1917 al
poder (la “Revolución Bolchevique” que desarrollaremos luego).
El establecimiento del Sistema de Reserva Federal dio a la “conspiración" un instrumento por medio del cual
los banqueros internacionales podían llevar la deuda nacional hasta el cielo, recogiendo enormes sumas de
interés y también ganando control sobre el prestatario. Durante la Administración Wilson, solamente, la
deuda nacional se expandió en un 800 por ciento.
Dos meses antes del envío de la Acta de la Reserva Federal, los conspiradores habían creado el mecanismo
para recaudar los fondos para pagar el interés de la deuda nacional. El mecanismo era el impuesto progresivo
a la renta, el segundo renglón del Manifiesto Comunista, de Karl Marx, que contiene diez renglones para
SOCIALIZAR un país.
Uno naturalmente supone que el impuesto graduado a la renta recibiría la oposición de los acaudalados. El
hecho es que muchos de los americanos más ricos lo apoyaron. Algunos, sin duda, por altruismo y porque, al
principio, los impuestos eran muy bajos. Pero otros apoyaban el proyecto porque ya tenían un plan para
evadir en forma permanente el impuesto a la renta y el subsiguiente impuesto de herencia.
Lo que pasó fue esto: A la vuelta del siglo, los Populistas, un grupo de socialistas rurales, estaban ganando
fuerzas y desafiando el poder de los banqueros de Nueva York y el de los industriales monopolistas. Mientras
los Populistas tenían las respuestas equivocadas, hacían muchas de las preguntas correctas.
Desafortunadamente, los indujeron a creer que el control banquero-monopolista sobre el gobierno, a lo cual
ellos se oponían, era el producto de la libre empresa.
Como la amenaza de los Populistas a los cartelistas era desde la Izquierda (no habiendo movimiento político
organizado alguno para el laissez. faire), los Privilegiados se movilizaron para conquistar a la Izquierda. El
Profesor Quigley muestra que más de 50 años atrás, la firma Morgan decidió infiltrar el ala izquierda del
movimiento político en los Estados Unidos.
18
Tomado de “None Dare Call It Conspiracy” de Gary Allan and Larry Abraham
54
Esto no fue difícil de hacer, ya que los grupos de Izquierda necesitaban fondos y estaban ansiosos de ayuda
para trasmitir su mensaje al público. Wall Street daba ambas cosas. No había nada nuevo acerca de esta
decisión, dice Quigley, ya que otros financistas habían hablado de ello y aun lo intentaron anteriormente.
Quigley continúa:
"Lo que, lo hizo decisivamente importante en este momento fue la combinación para su adopción por el
influyente financista de Wall Street, en instantes en que la política de impuestos llevaba a todos los financistas
a buscar refugio para que sus fortunas estuvieran exentas de tributos...".
(p. 938)
Los movimientos radicales nunca son exitosos, a no ser que atraigan mucho dinero y/o apoyo externo. El
gran historiador del siglo XX, Oswald Spengler, era uno de esos que vieron aquello que los Liberales
americanos rehúsan ver, que la Izquierda está controlada por su enemigo declarado, los agentes de la gran
fortuna.
Escribió en su monumental Decadencia de Occidente (Biblioteca Moderna, Nueva York, 1945):
"No hay ningún movimiento proletario, ni siquiera uno comunista, que no haya operado en intereses de
dinero, en la dirección indicada por el dinero y, durante un tiempo, autorizado por el dinero, y todo esto sin
que los idealistas, entre sus lideres, tengan la menor sospecha del hecho."
Mientras el movimiento Populista era básicamente no-conspirativo, su ideología y plataforma izquierdista
fueron hechas para mandar a los Privilegiados de la élite, porque aspiraba a concentrar el poder en el
gobierno. Los Privilegiados sabían que podían controlar el poder y usarlo para sus propias intenciones. Ellos
no estaban interesados, por supuesto, en promover la competencia, sino en restringirla.
El profesor Gabriel Kolko ha preparado un largo volumen presentando la innegable prueba que los gigantes
manipuladores de las corporaciones promovieron mucho de la llamada "legislación progresiva" de las eras de
Roosevelt y Wilson, legislación que ostensiblemente aspiraba al control de sus abusos, pero que estaba escrita
de tal manera que sólo servía a sus intereses.
En The Triumph of Conservatism (por lo que Kolko erróneamente quiere decir gran negocio), anota:
" ... la razón significativa por la cual muchos hombres de negocios dieron la bienvenida y trabajaron para
aumentar la intervención en sus asuntos, ha sido virtualmente ignorada por historiadores y economistas. Esto
se debía a la pretensión de que la industria americana estaba centralizada y monopolizada a tal punto, que
podría racionalizar la actividad (regular la producción y precios) en sus diversas ramas, voluntariamente. La
verdad era algo muy opuesto.
A pesar del gran número de combinaciones y el crecimiento de su tamaño absoluto en muchas
corporaciones, la tendencia dominante en la economía americana, a principios de este siglo, llevaba a la
creciente competencia. La competencia era inaceptable para muchos negocios claves e intereses
financieros..."
La mejor manera para los Privilegiados de eliminar esta creciente competencia era imponer un impuesto
progresivo a la renta a sus competidores, mientras redactaban las leyes adecuadas para incluir puertas de-
escape para ellos.
En realidad, muy pocos de los que propusieron el impuesto graduado a la renta se dieron cuenta que estaban
jugando con las manos de aquellos a quienes pretendían controlar.
Como Ferdinand Lundberg anota en The Rich and the Super-Rich:
"Por último, llegó a ser (el impuesto a la renta) un sifón encajado gradualmente en las billeteras del público
en general. Impuesto al son de los hurras populares, el impuesto a la renta fue como un impuesto de clase, que
paso a paso, en un abrir y cerrar de ojos, se transformó en un tributo de masas"
El principal portavoz de los Privilegiados en el Senado durante este período era Nelson Aldrich, uno de los
conspiradores involucrados en el manejo de la creación de la Reserva Federal y el abuelo materno de Nelson
Aldrich Rockefeller.
55
Se debe recordar que fue para quebrar esos monopolios de la Standard Oil
(Rockefeller) y de la U. S. Steel (Carnegie) que varios proyectos anti-trusts
fueron presentados. Estos monopolistas, ahora, podían disponer de su riqueza
libre de impuestos, mientras que sus competidores debían enfrentar un
impuesto a la renta que hacía difícil acumular capital.
Como hemos dicho, el socialismo no es un programa de participación-de-
riquezas como a los socialistas les gustaría hacernos creer, Sino un programa
consolidador-y-controlador-de-riqueza para los Privilegiados.
El Comité Reece, que investigó las fundaciones para el Congreso, en 1953,
probó, con sorprendente evidencia, que las numerosas fundaciones
Rockefeller y Carnegie han estado promoviendo el socialismo desde su
comienzo (Ver: Foundations: Their Power and Influence, de René Worniser, Devin Adair, Nueva York,
1958).
Los conspiradores habían creado el mecanismo para aumentar la deuda, para cobrarla y para evadir ellos los
impuestos destinados a pagar el interés anual de la deuda. Pero nada aumenta más la deuda nacional como
una guerra. Y la Primera Guerra Mundial se estaba fraguando en Europa.
En 1916, Woodrow Wilson fue reelegido por escasa mayoría.
Basó su campaña en el slogan:
"¡Él nos mantuvo fuera de la Guerra!"
El pueblo americano estaba en extrema oposición al hecho de que América se viera involucrada en la guerra
europea. Quedarse al margen de las permanentes discusiones externas había sido una tradición americana
desde George Washington.
Pero a medida que Wilson recorría el país, dando su palabra de honor que los soldados americanos no serían
enviados a una guerra externa, él se preparaba para hacer justo lo contrario. Su "otro yo", como llamaba al
'Coronel" House, estaba llegando a acuerdos secretos con Inglaterra, que acorralaban a América para que
entrara a la guerra. Sólo seis meses más tarde estábamos en ella. El mismo grupo que manipulaba el proyecto
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J.P. Morgan, John D. Rockefeller, el "Coronel" House, Jacob Schiff, Paul Warburg y el resto de los
conspiradores de la Isla Jekyll, estaban todos profundamente confabulados en comprometernos a nosotros.
Muchos de estos financieros habían prestado a Inglaterra grandes sumas de dinero. De hecho, J.P. Morgan y
Cía. sirvieron como agentes financieros británicos en este país durante la Primera Guerra Mundial.
Muchas eran las razones de peso que se daban para explicar el estallido de la Primera Guerra Mundial, pero
había algunas que involucraban a los conspiradores. Estos habían estado planeando la guerra por más de dos
décadas. El asesinato de un Archiduque austriaco fue meramente un incidente que sirvió como excusa para
empezar una reacción en cadena.
Después de años de lucha, la conflagración europea devino en un punto muerto, pudiendo haberse llegado a la
paz si los Estados Unidos no hubieran declarado la guerra a Alemania.
Tan pronto como la reelección de Wilson hubo sido orientada con el slogan "un cambio de línea radical en la
propaganda fue instituido."
En aquellos días, anteriores a la radio y televisión, la opinión pública estaba controlada casi exclusivamente
por la prensa. Muchos de los diarios principales estaban dominados por el grupo de la Reserva Federal.
Después empezaron con el cuento de la “inevitabilidad de la guerra”.
Arthur Ponsoby, un miembro del Parlamento británico, admitió, en su libro Falsehood in War Time (E. P.
Dutton y Cía., Inc. Nueva York, 1928):
"Debe haber habido más mentira deliberada en el mundo desde 1914 a 1918, como nunca la hubo en otro
período de la historia mundial".
La propaganda referente a la guerra era extremadamente unilateral. Aunque después del conflicto muchos
historiadores admitieron que un lado era tan culpable como el otro al iniciar una guerra, Alemania era pintada
como un monstruo militar que deseaba gobernar el mundo.
Recuerden que este cuadro fue pintado por Gran Bretaña, que tenía
más soldados distribuidos alrededor del mundo que todas las demás
naciones juntas. El llamado "militarismo Prusiano", de hecho, existía,
pero no era una amenaza de conquista mundial.
¡Mientras tanto, el sol nunca se ponía en el Imperio británico!
En realidad, los alemanes estaban demostrando ser serios competidores
en los negocios de los mercados mundiales y los británicos no lo
aprobaban.
superpolíticos, los verdaderos gobernantes no siempre son los que el público ve.
Mientras el banquero Privilegiado Paul Warburg controlaba la Reserva Federal y el banquero internacional
Bernard Baruch colocaba contratos del gobierno, el banquero internacional Eugene Meyer, ex socio, de
Baruch e hijo de un miembro de la casa internacional de la banca de los Rothschild, en Lazard Fréres, por
elección de Wilson, fue nombrado jefe de la Corporación de Finanzas de Guerra, donde también pudo hacer
un poco de dinero.*
* Meyer después ganó el control del altamente influyente Washington Post, que más tarde se hizo conocido
como el Washington Dally Worker.
Hay que hacer notar que Sir William Wiseinan, el hombre enviado por la Inteligencia británica para que
ayudara a llevar a los Estados Unidos a la guerra, fue ampliamente recompensado por sus servicios. Se quedó
en este país después de la I Guerra Mundial, como un nuevo socio en el banco de Jacob Schiff, Paul, Kuhn,
Loeb y controlado por Warburg.
La I Guerra Mundial fue una operación lucrativa para los banqueros internacionales. Pero fue una catástrofe
de tal magnitud para los Estados Unidos, que aun hoy pocos se dan cuenta de su importancia. La guerra alteró
nuestra tradicional política externa de no intervención y hemos estado casi constantemente atrapados, desde
entonces, en perpetuas guerras para lograr una paz permanente.
Winston Churchill observó, en una oportunidad, que todas las naciones hubieran salido mejor si los Estados
Unidos se hubiesen preocupado solamente de lo suyo.
"Si hubiéramos hecho eso", dijo, "la paz, se habría logrado con Alemania; no hubiera habido colapso alguno
en que Rusia optara por el comunismo; ni caída del gobierno en Italia, seguida por el fascismo, y el nazismo
nunca hubiera ganado ascendencia en Alemania".
(Social Justice Magazine, 3 de julio de 1939, p. 4).
La Revolución Bolchevique en Rusia fue, obviamente, uno de los acontecimientos decisivos, en la historia
del mundo.
Es un hecho histórico sobre el cual hay mucha falta de información. Los formadores-de-mitos y re-
escritores de la historia han hecho su labor de pintores de paisajes muy bien. El establecimiento del
comunismo en Rusia es el clásico ejemplo de la segunda "gran mentira" del comunismo, esto es, que el
movimiento es de las masas oprimidas que se levantan en contra de los patrones explotadores. Esta astuta
decepción ha sido fomentada desde antes de la primera Revolución Francesa, en 1789.
La mayor parte de la gente cree hoy que los comunistas tuvieron éxito en Rusia, porque fueron capaces de
reunir detrás de ellos la simpatía y frustración del pueblo ruso, que estaba ya hastiado de la tiranía de los
Zares. Esto es ignorar la historia de lo que realmente sucedió. Mientras que a todo el mundo se le recuerda
que la Revolución Bolchevique tuvo lugar en noviembre de 1917, pocos saben que el Zar había abdicado siete
meses antes, en marzo.
Cuando el Zar Nicolás II abdicó, un gobierno Provisional fue establecido por el Príncipe Lvov, quien quería
imitar al gobierno nuestro. Pero, desafortunadamente, el gobierno de Lvov permitió el régimen de Kerensky.
59
Kerensky, un llamado socialista democrático, pudo haber estado dirigiendo un gobierno de vigilancia frente
a los comunistas.
Permitió que la guerra contra Alemania y los otros Poderes Centrales siguiera, pero él dictó una amnistía
general para los comunistas y otros revolucionarios, muchos de los cuales habían estado exiliados después de
la infructuosa Revolución Roja de 1905. De vuelta a la madre Rusia, llegaron 250 mil decididos
revolucionarios y la condena del gobierno del propio Kerensky fue sellada.
En la Unión Soviética, como en todo país comunista (o como se llaman a sí mismos - países socialistas), el
poder no ha venido a las manos, de los comunistas por el deseo de las masas oprimidas. El poder ha venido
desde el tope hacia abajo, en cada circunstancia. Reconstruyamos brevemente la secuencia de la toma de
posesión de los comunistas.
El año es 1917. Los Aliados luchan con los Poderes Centrales. Los Aliados incluyen a Rusia, el
Commonwealth Británico, Francia y, por abril de 1917, los Estados Unidos. En marzo de 1917 se pusieron en
movimiento fuerzas planificadas para obligar al Zar Nicolás II a abdicar. El lo hizo bajo la presión de los
Aliados, después de severos desórdenes en el capitolio Zarista de Petrogrado, desórdenes causados por los
trastornos en el sistema de transportes, que aisló a la ciudad de provisiones alimenticias y llevó al cierre de las
fábricas.
Pero ¿dónde estaban Lenin y Trotsky mientras todo esto sucedía?
Lenin se hallaba en Suiza y había estado en Europa Occidental desde 1905, cuando fue exiliado por tratar de
derribar al Zar en la infructuosa revolución comunista de ese año. Trotsky
también estaba en exilio, de reportero de un diario comunista en el barrio bajo
de Nueva York. Los Bolcheviques no eran una fuerza política decisiva en el
momento en que el Zar abdicó.
Llegaron al poder no porque las masas oprimidas de Rusia los llamaran de
vuelta, sino porque hombres muy influyentes de Europa y los Estados Unidos
los enviaron para allá.
Lenin fue enviado a través de la Europa-en-guerra, en el famoso "tren
sellado". Lenin llevaba consigo algo así como US$ 5 a US$ 6 millones en oro.
Todo estaba arreglado por el alto mando alemán y Warburg, a través de otro
socialista de toda una vida, un hombre muy rico llamado Alexander Helphand,
alias "Parvus".
Cuando Trotsky dejó Nueva York, a bordo del “S. S. Christiania” el 27 de
marzo de 1917, lo hizo rodeado de 275 revolucionarios; la primera escala fue
en Halifax, Nueva Escocia. Allí los canadienses agarraron a Trotsky y su
dinero y los acorralaron a ambos.
Para el gobierno canadiense ésta fue una actitud muy lógica, ya que Trotsky
había dicho muchas veces que sí él tenía éxito en llegar al poder en Rusia, él
pararía inmediatamente lo que llamaba la "guerra imperialista" y pediría una
paz separada con Alemania. Esto dejaría libres a millones de tropas alemanas para cambiarlas desde el frente
oriental al occidental, donde podrían matar canadienses.
Trotsky fue a prisión por cinco días. Después, de improviso, los británicos (a través del futuro socio de
Kuhn, Loeb - Sir William Wiseman) y los Estados Unidos (a través del ubicuo "Coronel" House) presionaron
al gobierno canadiense, para que dejara en libertad a Trotsky. Por lo tanto, con un pasaporte americano,
Trotsky volvió a encontrarse con Lenin.
Se juntaron y, en noviembre, a través de soborno, astucia y brutalidad, pudieron, con la punta de las
bayonetas, obligar a las masas a aceptar el traspaso de "todo el poder a los soviéticos".
Los comunistas llegaron al poder capturando un mero puñado de ciudadanos claves. De hecho,
prácticamente toda la Revolución Bolchevique tuvo lugar en una ciudad - Petrogrado. Fue como si todos los
Estados Unidos se volvieran comunistas, porque una chusma dirigida por los comunistas se tomara
Washington D. C. Pasaron años antes que los soviéticos consolidaran el poder a través de Rusia.
Los alemanes, con el problema encima, tuvieron una excusa plausible para financiar a Lenin y Trotsky. Los
dos alemanes más responsables del financiamiento de Lenin eran Max Warburg y un ruso desplazado llamado
Alexander Helphand. Ellos podían argumentar que estaban sirviendo a la causa de su país al ayudar y
financiar a Lenin.
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Sin embargo, estos dos “patriotas” alemanes no se preocuparon de informar al Kaiser de su plan para
fomentar una revolución comunista en Rusia.
El cuadro toma otra dimensión cuando se considera que el hermano de Max Warburg era Paul Warburg, el
más interesado en establecer el Sistema de Reserva Federal y quien, desde su posición en el Consejo de
Directores de la Reserva Federal, jugó un papel clave en el financiamiento del esfuerzo de guerra americano
(cuando las noticias goteaban en diarios americanos acerca del hermano Max manejando las finanzas
alemanas, Paul renunció a su puesto en la Reserva Federal, sin pena ni gloria).
De aquí en adelante la trama es repugnante.
El suegro del hermano de Max Warburg, Félix, era Jacob Schiff, el socio principal de Kuhn, Loeb y Cía.
(Paul y Félix Warburg, ustedes recordarán, también eran socios en Kuhn, Loeb y Cía, mientras Max operaba
el banco de la familia Rothschíld en Francfort).
Jacob Schiff también ayudó a financiar a León Trotsky.
De acuerdo al N.Y. Journal-American, del 3 de febrero de 1949:
"Hoy el nieto de Jacob, John Schiff, estima que el viejo botó 20 millones de dólares por el triunfo final del
Bolchevismo en Rusia".
(Ver Cuadro 6)
Una de las mejores fuentes de información sobre el financiamiento de la revolución Bolchevique es Czarism
and the Revolution, escrito por un importante General ruso blanco, llamado Arséne de Goulevitch, quien fue
el fundador de la Unión de los Ciudadanos Oprimidos en Francia.
"En abril de 1917, Jacob Schiff declaró públicamente que era gracias a su aporte financiero que la
revolución en Rusia había tenido éxito."
"En la primavera de ese mismo año, Schiff comenzó a subvencionar a Trotsky..."
"Simultáneamente, Trotsky y Cia. también estaban siendo subvencionados por Max Warburg y Olaf
Aschberg, del Nye Banken de Estocolmo..., el Rhine Westphalian Syndicate y Jivotovsky..., cuya hija casó
después con Trotsky."
Schiff gastó millones por derrocar al Zar y más millones para derrocar a Kerensky.
Mandaba dinero a Rusia hasta mucho después que las verdaderas intenciones de los bolcheviques fueran
conocidas en el mundo. Schiff juntó US$ 10 millones, supuestamente para ayuda de guerra a los judíos en
Rusia, pero eventos posteriores revelaron ser un buen negocio de inversión (Forbes, B. C. Men Who Are
Making America, pp. 334-5).
De acuerdo a De Goulevitch:
"El señor Bakhmetiev, el último Embajador imperial ruso en los Estados Unidos, nos cuenta que los
bolcheviques, después de la victoria, transfirieron 600 millones de rublos en oro, entre los años 1918 y 1922,
a Kuhn, Loeb y Compañía" (firma de Schiff).
La participación de Schiff en la revolución bolchevique, aunque ahora naturalmente negada, fue bien
conocida entre los Servicios de Inteligencia de los Aliados de la época.
Esto llevó a que se hablara mucho que el bolchevismo era un plan judío. El resultado es que el tema del
financiamiento de la toma de posesión comunista sobre Rusia se hizo tabú. Evidencia posterior indica que el
financiamiento de los bolcheviques estaba en manos de un sindicato de banqueros internacionales que,
además del grupo Schiff-Warburg, incluía los intereses de Morgan y Rockefeller.
Los documentos dan testimonio que la Organización Morgan puso por lo menos US$ 1 millón en el equipo
revolucionario rojo.( Hagedorn, Herman, The Magnate, John Day. N. Y. También ver Washington Post, 2 de
febrero de 1918, p.195)
Había aun otro financista de la revolución bolchevique muy importante: era un inglés extremadamente rico
llamado Lord Alfred Milner, el organizador y jefe de una sociedad secreta llamada el "Grupo de la Mesa
Redonda", que era respaldada por Lord Rothschild (discutido en el próximo capítulo).
De Goulevitch nos hace notar más adelante:
"El 7 de abril de 1917, el General Janin hizo la siguiente introducción en su diario ('Au G. C. C. Russé'. Le
Monde Slave, Vol. 2, 1927, pp. 296-297): Larga entrevista con R., quien ,confirmó que yo había sido
descubierto por M. Después de referirse al odio alemán suyo y de su familia, se va al tema de la revolución
que, según dice, estuvo manejada por los ingleses, más precisamente por Sir George Buchanan y Lord
(Alfred) Milner.
Petrogrado, en ese momento, estaba lleno de ingleses... El podría, aseguró, nombrar las calles y los números
de las casas en que los agentes británicos estaban alojados. Ellos fueron informados, durante el levantamiento,
de haberse distribuido dinero a los soldados y haberlos incitado a amotinarse".
De Goulevitch continúa revelando:
"En entrevista privada, he sido informado que más de 21 millones de rublos fueron usados por Lord Milner
en el financiamiento de la revolución rusa".
Debería ser anotado, entre paréntesis, que Lord Milner, Félix y Max Warburg, representaban a "sus"
respectivos países en la Conferencia de Paz en París, al concluir la I Guerra Mundial.
Si de alguna manera podemos atribuir el financiamiento de Lenin al "patriotismo" alemán, ciertamente no
podemos pensar que fue "patriotismo" el que inspiró a Schiff, Morgan, Rockefeller y Milner a financiar a los
bolcheviques. Gran Bretaña y América estaban en guerra con Alemania y eran aliados de la Rusia Zarista.
Librar a docenas de divisiones alemanas para cambiarlas del frente oriental a Francia y matar cientos de miles
de soldados británicos y americanos, fue algo más que traición.
En la revolución bolchevique vemos muchas de las antiguas caras que fueron responsables de crear el
Sistema de Reserva Federal, iniciar el impuesto graduado a la renta, establecer fundaciones libres-de-
impuesto y empujarnos a la I Guerra Mundial. De cualquier modo, si usted concluye que esto es nada más que
coincidencia, su nombre será inmediatamente borrado del registro socialista.
Ninguna revolución puede tener éxito sin organización y dinero.
"Las masas oprimidas", generalmente, dan poco de lo primero y nada de lo último. Pero los Privilegiados de
la cima se las pueden arreglar con ambas.
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¿Cuál era la posible ganancia de estas gentes en el financiamiento de la revolución rusa? ¿Qué ganaban
manteniéndola viva y a flote, o, durante los años de 1920, invirtiendo millones de dólares en lo que Lenin
llamaba su Nuevo Programa Económico, salvando a los soviéticos de la ruina?
Mundial.
Los miembros del CRE han tenido el control de las
últimas seis administraciones, Richard Nixon ha sido nómina de la Kuhn, Loeb.
miembro y ha designado al menos a 100 miembros del
CRE en altas Posiciones en su gobierno. Los descendientes de Schiff son hoy
Sólo podemos tener teorías sobre el modo en que Moscú es controlado desde Nueva York, Londres y París.
Mucho de este control es económico, sin duda, pero es seguro que los banqueros internacionales tienen a
alguien dentro de Rusia que les exige a los líderes soviéticos mantenerse en línea.
La entidad puede ser SMERSH, la organización de asesinato comunista internacional, descrita en
testimonios ante los comités del Congreso y por Ian Fleming en sus libros de James Bond. Porque aunque las
novelas de Bond eran salvajemente imaginativas, Fleming había estado en la Inteligencia de la marina
británica, mantuvo excelentes contactos secretos alrededor del mundo y tenía reputación de ser un agudo
estudiante de la conspiración internacional.
Sin embargo, sabemos que un grupo de financistas americanos no sólo ayudó a establecer el comunismo en
Rusia, sino que se esforzó poderosamente para mantenerlo vivo.
Desde 1918 este grupo ha estado comprometido en transferir dinero y, probablemente, lo que es más
importante, en transferir información técnica a la Unión Soviética. Esto lo demuestra claramente el
letrado Anthony Sutton, del Instituto Hoover sobre Guerra, Revolución y Paz, de la Universidad de
Stanford, en su historia en tres tomos llamada Western Technology and Soviet Economy Development.
En su mayoría usando documentos del Departamento de Estado, Sutton muestra terminantemente que todo
lo que los soviéticos poseen ha sido virtualmente adquirido del Occidente.
No es una exageración decir que la URSS fue hecha en USA. Los pintores de paisajes, incapaces de refutar
el monumental saber de Sutton, sencillamente lo pintan fuera del cuadro. En Versalles, este mismo grupo se
dedicó a esculpir Europa y a preparar el escenario para la I Guerra Mundial.
Como Lord Curzon comentó:
"No es un tratado de paz, es un simple quiebre de hostilidades".
En 1933, los mismos Privilegiados empujaron a FDR a reconocer a la Unión Soviética, salvándola de la
ruina financiera, mientras que al mismo tiempo firmaban, bajo la mesa, enormes préstamos en ambos lados
del Atlántico para el nuevo régimen de Adolfo Hitler.
Haciendo esto, ellos ayudaban en gran parte a la preparación del escenario de la II Guerra Mundial y a los
eventos que siguieron. En 1941, los mismos Privilegiados corrieron a ayudar a nuestro "noble aliado" Stalin,
después de su ruptura con Hitler. En 1943, estos mismos Privilegiados partieron a la Conferencia de Teherán
y procedieron al inicio del despedazamiento de Europa, después de la segunda gran "guerra para terminar con
la guerra".
De nuevo en Yalta y Potsdam, en 1945, establecieron la política de China..., después resumida por Owen
Lattimore:
"El problema estaba en cómo hacerla (a China) caer sin que se notara que los Estados Unidos la habían
empujado".
Los hechos son ineludibles. El comunismo ha sido impuesto en un país detrás del otro, en la población local
de arriba hacia abajo.
Las fuerzas más sobresalientes en la imposición de esa tiranía vinieron de los Estados Unidos y Gran
Bretaña. Este es un cargo que ningún americano formula gratuitamente, pero los hechos no llevan a otra
conclusión posible. La idea que el Comunismo es un movimiento de las masas oprimidas es un fraude.
Nada de lo anterior tiene sentido si el comunismo es realmente lo que los comunistas y el Establishment nos
dicen que es. Pero si el comunismo es un brazo de una conspiración mayor, que aspira a controlar el mundo a
través de billonarios con poder desquiciado (y brillantes, pero despiadados académicos que les han mostrado
cómo usar su poder), todo se vuelve perfectamente lógico.
Es en este punto cuando deberíamos nuevamente dejar en claro que esta conspiración no está compuesta sólo
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de banqueros y capitalistas internacionales, sino que incluye a inteligencias representativas de los más
diversos estratos de la sociedad.
Empezando con Voltaire y Adam Weishaupt y pasando por John Ruskin, Sidney Webb, Nicholas Murray
Butter, y siguiendo al presente con Henry Kissinger y John Kenneth Galbraith, siempre ha sido el erudito
buscador de caminos de poder el que ha mostrado a los "hijos de los muy poderosos" el modo en que la
riqueza puede ser usada para gobernar el mundo.
No podemos someter al lector a un esfuerzo demasiado grande, ya que es de importancia que recuerde que
este libro sólo está discutiendo un segmento de la conspiración, la labor de ciertos banqueros internacionales.
Fue un pensador y político italiano, uno de los fundadores del Partido Comunista italiano.
Nació en Cerdeña el año 1891 de familia muy humilde. Estudiante universitario en Turín de 1911 a 1914. Abandonó por
problemas de salud. En 1919, junto con Palmiro Togliatti , fundó el diario ORDINE NUOVO, que luego fue órgano del
partido comunista italiano fundado por él en 1921.
1921-1924 : trabajó en Moscú y Viena para la II Internacional Socialista
1925: Regresado a Roma enfrenta a la dictadura de Benito Mussolini. Fue arrestado en 1926 y encarcelado en 1928.
1928-1937: Desde la cárcel difundió sus ideas revolucionarias a través de cuadernos manuscritos que solo después de su
muerte se dieron a conocer con el nombre de Cuadernos de la Prisión (1948 y 1951)
El 27 de abril de 1937 murió en el hospital de la cárcel en Roma arrepentido y convertido al catolicismo, según contaron
los testigos.
Gramsci sostenía que ninguna ideología podía imponerse por la fuerza. Toda revolución violenta genera, como
inmediata respuesta, una contrarrevolución que debilita y hasta puede superar la fuerza de la primera. Todo cambio exige
una mentalización previa que abone la tierra donde el cambio debe florecer. El ideario marxista no escapaba a esa regla.
Por ello diseñó su estrategia del siguiente modo:
Para imponer un cambio ideológico era necesario comenzar por lograr la modificación del modo de pensar de la sociedad
civil (“pueblo o habitantes de un determinado país) a través de pequeños cambios realizados en el tiempo en el campo de
la cultura. Había que construir un NUEVO PENSAMIENTO. Crear lo que él llamaba el SENTIDO COMÚN de la gente,
entendido como el modo común de pensar de la gente que históricamente prevalece entre los miembros de la sociedad.
Había que lograr que la sociedad civil alcanzara un nuevo modo de “ver la vida y sus valores”. Para Gramsci, esto era
más importante, y prioritario, que alcanzar el dominio de la sociedad política. (conjunto de organismos que ejercen el
poder desde los campos jurídico, político y militar).
Para lograr que la sociedad civil (el pueblo soberano, la opinión pública) llegara a tener un modo común de sentir y
pensar (sentido común), era necesario ADUEÑARSE de los ORGANISMOS E INSTITUCIONES en donde se desarrollan
los valores y parámetros culturales: MEDIOS DE COMUNICACIÓN, UNIVERSIDAD, ESCUELA Y LAS ARTES. Hacia
allí había que apuntar. Con paciencia, con el paso del tiempo, educando a las nuevas generaciones desde su niñez. (Ej: La
CHINA de Mao; la CUBA de Fidel Castro).
Después de cumplido este proceso a lo largo de los años, la consecución del PODER POLÍTICO caería por su propio peso,
sin revoluciones armadas, sin resistencias ni contrarrevoluciones, sin necesidad de imponer el NUEVO ORDEN por la
fuerza, ya que el mismo tendría consenso general.
El mismo Gramsci señaló que, para que el proceso fuera exitoso, habría que sortear 2 obstáculos:
LA IGLESIA CATÓLICA Y LA FAMILIA.
3.1. ¿POR QUÉ LA IGLESIA CATÓLICA? Porque Gramsci pensaba que la razón de la permanencia de la Iglesia a través
de los siglos se apoyaba en los tres puntales siguientes:
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a) La profesión de una fe firme e inquebrantable, sin concesiones, y la constante repetición de los mismos contenidos
doctrinales. De este modo pudo lograr un fuerte sentido común (modo de pensar) en el pueblo a través de los siglos.
b) Haber logrado amalgamar en su seno tanto al pueblo analfabeto, a la clase media y a la elite intelectual propia. En
efecto, ninguna filosofía inmanentista, incluyendo el marxismo, había acertado a unir en un mismo sentido común o
creencia, a los intelectuales y al pueblo, a los doctrinarios y los practicantes, a los expertos y los neófitos (o “iniciados”).
Gramsci ,en eso, envidiaba a la Iglesia.
c) Por último, mientras el marxismo exigía al hombre luchar para el logro de una sociedad sin clases en el aquí y ahora,
porque con la muerte terminaba todo, la Iglesia había logrado convencer al hombre hacia la trascendencia, al más allá, y
con ello no solamente había dado un respuesta al sentido de la vida sino también al sentido de la muerte.
3.2. ¿POR QUÉ LA FAMILIA? Está claro que si la estrategia consistía en la formación de un modo de pensar a través de la
educación en los nuevos valores revolucionarios, la familia, primera educadora del hombre desde su nacimiento y
durantes los primeros y cruciales 5 años de vida, era un estorbo intolerable.
4.1. DESPRESTIGIAR A LA RELIGIÓN, en lo posible con la descalificación de su doctrina (“la religión es el opio de los
pueblos”) y de sus miembros jerárquicos (clero y vida consagrada).
4.2.DESTRUIR A LA FAMILIA, presentándola como una institución del pasado, ya superada, incapaz de educar.
Retirando a los niños desde su más temprana edad de la influencia de sus padres, mediante la educación masiva en la
“nueva cultura”. (Experiencia de las granjas colectivas o educación a distancia.). O interviniendo en la educación de los
aspectos fundamentales de su vida, desde la escuela y sin la participación de los padres. Procurando que, por ausencias
de los padres ante compromisos laborales ineludibles, los niños queden bajo la influencia de la educación de los
contravalores a través de la televisión.
opuesta, que es la seguida con los intelectuales y profesores que no se doblegan ante estas formas de cooptación; para
ellos están la presión, el chantaje, la amenaza y el boicot cuando no de plano, el desprestigio, la calumnia y la difamación.
Y es que en la estrategia gramscista el quebrantar de un modo u otro al intelectual opositor es fundamental: oigamos de
nuevo al Padre Sáenz: "Gramsci considera que se ha ganado una gran batalla cuando se logra la defección de un
intelectual, cuando se conquista a un teólogo traidor, un militar traidor, un profesor traidor, traidor a su cosmovisión . . .
No será necesario que estos "convertidos" se declaren marxistas; lo importante es que ya no son enemigos, son potables"
para la nueva cosmovisión. De ahí la importancia de ganarse a los intelectuales tradicionales, a los que, aparentemente
colocados por encima de la política, influyen decisivamente en la propagación de las ideas, ya que cada intelectual
(profesor, periodista o sacerdote) arrastra tras de sí a un número considerable de prosélitos".
El que en la mentalidad predominante de nuestros días prevalezca a nivel popular el "da igual cualquier religión", "todo
es según como tú lo veas", "haz lo que quieras con tal de que seas auténtico", "ahora ya todo está permitido", y a nivel
filosófico el "no hay naturaleza (humana) sino historia", "yo me doy mi propia esencia", "no hay ser, sino tan sólo devenir,
o incluso, devenires", "no hay verdad, todo se reduce a multiplicidad(es)", "no hay escritor, sólo texto", "no hay sujeto,
sino estructuras epistémicas", y otras sandeces y disparates por el estilo (el catálogo es inagotable), quiere decir que un
gramscismo camuflado, en invisible alianza (deliberada o no) con el movimiento New Age y otras inefables adherencias,
se sigue imponiendo en toda la línea, más allá de las cada vez más escasas menciones públicas de este autor, tanto por
parte de quienes lo apoyan como por parte de sus detractores.
Como hemos visto, el gramscismo representa el más agresivo, cáustico y disolvente ataque contra toda forma de religión
trascendente, y en particular contra el catolicismo. Mucha de la descristianización actual obedece en buena parte a la
acción destructiva y semioculta de los "intelectuales orgánicos" a la Gramsci, estratégicamente situados, cuya acción toda
se encuentra encaminada a la "mutación del sentido común" teísta y cristiano a fin de que devenga su opuesto.
Ello implica su proyecto de "descomposición interna del catolicismo", de "hacer saltar la Iglesia desde dentro" y de
liquidar totalmente el "antiguo concepto del mundo" insito en la cultura cristiano-católica.
Finalmente, hay que señalar que pocas cosas contribuyen tanto al avance del secularismo como la defección de teólogos,
profesores, pensadores, periodistas o escritores. Por lo cual habrá que pensar en congruencia con los principios que se
dice profesar pero, no menos importante, también habrá que llevar una vida coherente que no desvincule e incomunique
las distintas dimensiones de la vida humana. "Quien no vive como piensa, acabará pensando como vive".
obreros fueron despedidos. Los Bancos tomaron posesión, al embargarlos, de miles de granjas y fábricas que
habían servido De garantías a préstamos que, al ser súbitamente demandados, no pudieron ser devueltos.
¿Cuál fue el modus operandi del golpe dado por la Banca el infausto "Black Friday"? He aquí como
describe la operación la muy ortodoxa "Révue d'Economie":
"El mecanismo de la inflación fiduciaria -pues no hubo, en verdad, ninguna inflación monetaria- ha
servido para provocar el alza de los títulos en la Bolsa de Nueva York... El índice de cotización de acciones
de las 450 principales empresas, que era de 100 como media en el año 1926, había llegado, en Septiembre de
1929, hasta un 225'2... La causa del alza no puede encontrarse sino en la prosperidad generada en la
abundancia y baratura del crédito en los años 1927 y 1928... Simultáneamente, la "Federal Reserve Board",
que había bajado la tasa de descuento en 1927 al 3'5 por ciento, provoca el alza vertiginosa, unido todo ello a
los abundantes créditos abiertos a los "brokers" (agentes de cambio y bolsa) y a los especuladores. Esa tasa de
descuento será mantenida hasta Febrero de 1928, en que se eleva sólo un 0'5 por ciento. En Julio del mismo
año pasa al 5 por ciento. Correlativamente, el alza del "call money" (es decir, el dinero que los banqueros
retiran bruscamente sin colocarlo de nuevo en el mercado) pasa de un 3'6 por ciento a un 9'5 por ciento en
Septiembre de 1929, en vísperas de la catástrofe..."
Es decir, el Federal Reserve Board, prácticamente el único emisor de dinero en América -y del que nos
ocuparemos más adelante— abre créditos baratísimos a la industria, y más baratos aún a los especuladores en
Bolsa, lo que provoca un alza espectacular en las cotizaciones, mientras el dinero afluye a raudales a los
centros de producción de la confiada nación americana. Cuando todos están trabajando a pleno rendimiento,
se sube paulatinamente el "valor" del dinero, es decir, la tasa de descuento del mismo y, simultáneamente, se
empiezan a retirar préstamos a empresas que están funcionando al máximo. Pero no es esto, con serlo mucho,
lo más grave. Porque, según la aludida y nada sospechosa fuente...
"Lo más grave para la estabilidad del mercado era que el aumento de adelantos a los 'brokers' había
llegado a ser casi únicamente en préstamos a la vista; de suerte que, en Octubre de 1929, sobre un total de
7.480.000.000 de dólares, 7.082.000.000 eran en préstamos a la vista, es decir, en préstamos que podían ser
retirados ipso facto y sin previo aviso por la entidad prestataria" (2).
En virtud de ello, el maldito Viernes Negro pudo el "Federal Reserve Board" contraer súbitamente, y sin
previo aviso, cuando todo iba funcionando a las mil maravillas, esos prestamos a la vista y desencadenar,
deliberadamente y a sabiendas, la catástrofe. Al no poder reembolsar los créditos, los prestatarios debieron
malvender sus stocks y arruinarse: las acciones de la Bolsa de Nueva York -y, en cadena, todas las demás de
América y del mundo— bajaron en barrena. Todos querían vender sus títulos para hacer dinero "fresco" es
decir, billetes— y nadie quería comprar unos títulos que bajaban constantemente. Si acaso, sólo compraban, a
precio vil, los que habían provocado el crack y sabían lo que valdrían, a determinado tiempo vista, los títulos
en cuestión.
Esta crisis financiera de la Bolsa neoyorquina provocó automáticamente la de lu industria, la agricultura y
el comercio americanos, al arruinarse los propietarios y ver embargados sus bienes. La causa de la crisis
financiera es la subsiguiente crisis monetaria: luego, la crisis de la Producción y, finalmente, el corolario
lógico e inevitable: el Paro.
La técnica empleada para provocar el estallido es muy antigua. Es típica en Bolsa. En realidad, ya se había
utilizado la misma técnica en las anteriores crisis americanas: los cracks de 1887, 1893 y 1911. La operación
se divide en dos fases. Primera fase: Concesión de créditos a los corredores de Bolsa y a los jugadores.
Consecuencia: Alza. El Alza durará tanto tiempo como se concedan créditos. Segunda fase: Elevación del
interés y restricción progresiva de los créditos. Consecuencia: Baja. Sí. Baja, aunque el jugador o el corredor,
apelando a su propio capital, siga comprando para sostener los cambios. A la corla o a la larga -generalmente
a la corta- el resultado es el buscado: Baja. Una baja tanto más drástica cuanto mayor sea el valor ficticio
atribuido y reconocido al dinero "escriptural". es decir, al dinero-crédito.
En resumen, nada nuevo. Es la maniobra que se repite en los parkets de todas las bolsas del mundo, en
tiempos normales. Lo singular de lo acaecido en la Bolsa de Nueva York radica en su enorme dimensión. Por
otra parte, que la catástrofe financiera ocasionase automáticamente una retirada de moneda física -es decir, de
moneda legal "ténder"- : que tal carestía monetaria restringiera las posibilidades de compra; que al poderse
comprar menos los productos no se consumieran; que al disminuir el consumo sobrara producción; que al
sobrar producción aumentara en progresión geométrica el número de parados... todo esto está en una relación
lógica de causa a efecto... Pero deducir de la sencilla maniobra expuesta que la causa de la catástrofe fue la
existencia de una sobreproducción norteamericana y occidental equivale a la majadería de afirmar que alguien
murió de hambre por exceso de pan. El supersticioso respeto al "ídolo" de la Alta Finanza les impide ver a la
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mayoría de eminentes economistas la feroz, la sarcástica ironía de-aquella situación sin par. Un mundo con
stocks desbordantes que se pudren; con cosechas ubérrimas que se queman, mientras millones de hombres en
Europa y América se mueren de hambre, sometidos a un paro absurdo. Absurdo, porque hay trabajo por
hacer, cerebros para planificarlo y brazos y máquinas para llevarlo a la práctica. Y ese paro absurdo se
produce debido a que el Trabajo, la Producción y el Consumo de prácticamente todo el mundo civilizado se
hallaban sometidos, subordinados, a la conveniencia e interés del llamado "Dinero Financiero", del Crédito, y
porque la emisión del Dinero, en Estados Unidos, se hallaba en las manos de un grupo privado, cual era el
Federal Reserve Board. Trabajo, Producción y Consumo subordinados a los intereses privados del Crédito, y
no al revés, es decir el Crédito al Trabajo, a la Producción y al Consumo. El hombre y el Estado subordinados
al Crédito, y no a la inversa como es lo normal, lo racional, lo ético y, en definitiva, lo económico,
conveniente y necesario.
Los redactores de la Constitución de los Estados Unidos insistieron en colocar el poder de emitir dinero y
el poder de controlar su volumen en las manos del Congreso, y sólo en ellas. Y escribieron en la Constitución:
"Sólo el Congreso tendrá el poder de emitir moneda y regular su valor".
Pero, en lugar del método constitucional de creación del dinero y de su puesta en circulación, desde 1913
América goza de un sistema enteramente anticonstitucional que, aparte de traer al país numerosos desastres
financieros -rebautizados económicos por las necesidades de la Causa—, lo ha puesto prácticamente en las
manos de unas trescientas familias que controlan el país.
En Diciembre de 1913, el Congreso, con muchos de sus miembros ausentes debido a las vacaciones de
Navidad, de una manera ilegal, por no existir el correspondiente "quorum", casi subrepticiamente, votó una
ley llamada "Acta de la Reserva Federal". Omitamos los detalles onerosos y mencionemos simplemente que
esa ley autorizaba la creación de una "Federal Reserve Corporation" con un Consejo (Board) de directores: e]
llamado "Federal Reserve Board", y el territorio de los Estados Unidos fue dividido en doce "distritos" de la
Reserva Federal. Esta ley, simple pero de efectos terribles, no ya en el terreno puramente económico, sino de
efectos totales, es decir, políticos, le arrebató por completo al Congreso el derecho a "crear" dinero y a tener
control alguno sobre su "creación", y cedió esa función al "Federal Reserve Board". Esto se presentó, con
gran fanfarria y propaganda, como un beneficio para el pueblo, para sustraer el dinero de la Política. Aunque,
en realidad, de lo que se le sustraía era del control del Pueblo, o de sus representantes legales, lisos
sacrosantos representantes del Pueblo, que se dejan quitar el mayor poder que está en las manos 8 del Estado.
El pasar el control del Dinero a las manos del Federal Reserve Board, decía el apólogo de la reforma, Félix
Warburg, implicaba que así se impedirían los períodos cíclicos de Deflación-Inflación, Crisis-Prosperidad,
"Boom"-"Slump", o como quiera llamársele. Eso era, lisa y llanamente, falso. Porque precisamente, las tres
anteriores y ya aludidas crisis de 1887, 1893 y 1911, habían sido rápidamente corregidas, precisamente, por el
Estado, que, al retirar bruscamente dinero los bancos prestamistas, había emitido dinero nuevo poniéndolo en
circulación a través de las obras de interés público. Mientras que, a partir de la subrepticia ley de Diciembre
de 1913, el Estado se ponía en manos de la Finanza. Porque lo que no se dijo al Pueblo entonces, y muy pocas
personas saben hoy, es que el "Federal Reserve Board", a pesar del empaque oficial de su denominación, no
es nada más que una entidad privada. Una entidad privada, controlada por banqueros y que, por consiguiente,
funciona con el objeto de proporcionar beneficios a sus propietarios. La palabra "Federal" fue usada
únicamente para mistificar al Pueblo.
Desde ese día de Diciembre de 1913, el pequeño grupo de banqueros que prestan a los norteamericanos
"su" dinero, ha adquirido un poderío económico y, a partir de ahí, político -Dinero es Poder- sin par en la
Historia. Desde 1913 han "creado" billones de dólares en dinero y crédito y luego lo han prestado al Gobierno
y a los ciudadanos de los Estados Unidos, a interés.
Creemos que, aquí y ahora, se impone un ejemplo sobre cómo se desarrolla el proceso de creación del
Dinero, en los Estados Unidos, y su conversión en una Deuda del Pueblo. He aquí un ejemplo clásico: El
Gobierno americano, habiendo gastado más de lo que obtiene de sus ciudadanos en impuestos, necesita,
supongamos, mil millones de dólares. Como no tiene ese dinero y el Congreso abandonó en 1913 su poder de
emitirlo, el gobierno debe dirigirse a los "creadores patentados" del mismo y pedirles esos mil millones. Pero
el "Federal Reserve", una institución privada, recordémoslo, no puede regalar el dinero, ni siquiera prestarlo
graciosamente. Ya está -además- estatuido por ley cómo se procede en tales casos. El "Federal Reserve"
entrega al gobierno los mil millones solicitados, a cambio de la promesa del gobierno de devolverlo... ¡con
intereses! De manera que entonces el Congreso autoriza al Departamento del Tesoro a que imprima mil
millones de dólares en Bonos de los Estados Unidos, los cuales son entregados a los banqueros del Federal
Reserve. El Federal Reserve paga los costos de imprenta de mil millones de dólares en billetes de banco;
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costos que, a lo máximo, deben llegar a unos 500 dólares, y se los entrega al Gobierno, que promete
devolverlos en un plazo fijo, pagando además unos intereses, y entrega como tía al "Federal Reserve" los
Bonos del Estado que ha emitido el Departamento del Tesoro. Y el Gobierno utiliza el dinero que ha
"obtenido" para pagar sus deudas.
Invitamos al lector amigo a que vuelva a leer el párrafo anterior. No. No comprendió mal. Así se procede.
Y es legal. Bien. ¿Cuáles son los resultados de esa fantástica transacción? Para empezar, las facturas que tenía
el gobierno pendientes de pago, son pagadas, pero el gobierno ha endeudado al pueblo de los Estados Unidos
con los banqueros privados del F. R. B. por mil millones de dólares, más intereses. Intereses que, por el
sistema del interés compuesto, se irán acumulando, hasta que se paguen por entero. Y como transacciones
como la descrita, y similares a la misma, se han venido desarrollando desde 1913, ahora, menos de setenta
años después de que fuera votada con fórceps aquella ley inicua, el Gobierno de los Estados Unidos está
endeudado con el F. R. B. —que, no nos cansaremos de repetirlo, es una institución privada, con fines
privados- por casi un billón de dólares. Un billón de dólares. Un millón de millones. Sobre los cuales el
pueblo soberano de los Estados Unidos debe pagar, cada mes, siete mil quinientos millones de dólares, en
intereses solamente, sin ninguna esperanza de poder pagar nunca el principal de la deuda, la cual, con sus
correspondientes intereses acumulados, asciende incesantemente cada mes.
Pero no es esto todo. Hay más. Bastante más. Con este sórdido sistema, según el cual lodo dinero nuevo
que aparece en los Estados Unidos lo hace preñado con una deuda inicial de intereses, aquellos Bonos del
Estado a que nos referimos, y que el Gobierno de los Estados Unidos entregó a título de garantía a los
banqueros del F. R. B., se convierten, de momento, en "assets" (bienes del activo) de éstos, contra los cuales
pueden abrir créditos a individuos o a empresas comerciales. Como las leyes bancarias de los Estados Unidos
requieren tan sólo una reserva activa del 10 por ciento, eso quiere decir que los banqueros pueden prestar diez
veces más dinero que el representado por los Bonos recibidos. Es decir, en el ejemplo que nos ocupa, pueden
prestar hasta diez mil millones, naturalmente a interés, en pocas palabras, a un interés del 10 por ciento
(actualmente bastante más, pero vamos a dejarlo, para mayor claridad, en un número redondo) al cabo de un
año, cuando el F. R. B. devuelve los Bonos al gobierno por haber éste cancelado su deuda de mil millones,
más los intereses, los banqueros han obtenido otros mil millones por los intereses de los Bonos, más el interés
del préstamo al gobierno, a la tasa que se fijara.
Y como el Congreso, en 1929 -como ahora-, no podía crear constitucionalmente el dinero que se
necesitaba para distribuir la riqueza generada realmente por el pueblo de los Estados Unidos, la única manera
que tenían -y tienen- los ciudadanos del que se supone país más poderoso de la tierra para obtener dinero
consistía en tomarlo prestado de los banqueros, y así lo hicieron. Y cuando los banqueros, bruscamente, sin
otra justificación lógica que su afán de lucro, retiraron de la circulación ocho mil millones de dólares, y se
negaron a abrir nuevos créditos, incluso al Estado, la Industria, la Agricultura, en una palabra, la Producción,
se hundió. Y con ella, el Consumo. Puede decirse que el ciclo fue el inverso: primero se hundió el Consumo,
y luego la Producción. Es un pez que se muerde la cola. Es igual. La Producción y el Consumo estaban
infeudados a la Finanza, en razón a una ley inicua. Y si inicua fue la ley, inicuos fueron, también, los
resultados por ella generados, como es perfectamente lógico.
"El pueblo americano se empobreció en treinta mil millones de dólares-oro con el crack de Wall Street".
Eso dijo un economista de renombre en su época. Se nos ocurre preguntar: ¿Cómo se perdieron? Eran miles
de millones de acciones las que poseían los perdedores; acciones que representaban bienes reales: cosechas,
fábricas, tierras, buques, minas, etc. ¿Qué había ocurrido para que esas cosechas, esas fábricas, esas tierras,
esos buques, esas minas, se perdieran...? ¿Es que, acaso, había ocurrido una catástrofe descomunal en
Norteamérica? Pues no. No había ocurrido catástrofe alguna. Las cosechas seguían recogiéndose, aunque se
quemaran o se pudrieran por falta de compradores; las fábricas seguían elaborando sus productos; las tierras
continuaban emergiendo sobre el nivel del mar; los buques continuaban flotando y las minas seguían
brindando sus minerales a quien deseara extraerlos... Pues, ¿entonces...? Muy sencillamente: no se había
perdido nada. Cosechas, fábricas, tierras, buques y minas continuaban existiendo... simplemente, habían
cambiado de manos.
Una riqueza representada por treinta mil millones de dólares oro, es decir, casi diez veces más en valor
papel, había pasado de unas manos a otras... Y había pasado de unas manos a otras porque, como decía la
nada heterodoxa "Révue d'Economie", y como acotaba Lewinssohn, "en dos meses, los anteriores al crack, los
créditos de Bolsa se habían reducido en casi ocho mil millones de dólares". Es decir, es la Finanza, es el
"Federal Reserve Board", el autor del crack, y es a las manos, directa o indirectamente, del "Federal Reserve
Board", a donde van a parar los bienes reales, repetimos, los bienes reales, que "se perdieron", aunque no para
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todo el mundo. A ellos han ido a parar los bienes reales, que están intactos, sólo a costa de la desaparición de
la moneda-crédito, moneda-fe; moneda que ni siquiera es guarismo, moneda cotización, moneda palabra,
moneda viento. La moneda falsa de curso legal. La que creó, en 1929, el mayor crack financiero conocido
hasta entonces.
La llamada "depresión" del 1929 continuó hasta 1941, cuando el gobierno de los Estados Unidos obtuvo
de la Alta Finanza el permiso de quitarse el corsé del F. R. B. Permiso condicionado y temporal. Y concedido
porque e: país debía a toda costa entrar en la guerra de Europa, para "salvar la Democracia". Entonces se
permitió que el gobierno norteamericano gastara grandes sumas de dinero para preparativos militares y para
ayuda de los aliados en Europa. Tan pronto como reapareció el dinero "fresco", dinero real, dinero-moneda, la
gente pudo volver a trabajar y la "depresión" desapareció como por encanto. Algunos políticos (las derechas
de Hoover) fueron declarados responsables de la misma, y otros fueron aplaudidos por haber terminado con
ella (Roosevelt y su Brains Trust). Pero la verdad, la única verdad, es que el crack fue promovido por una
escasez artificial de dinero. Aunque eso no se le dijera, jamás, oficialmente, al pueblo americano.
El Nacionalismo tiene raíces protestantes pues alude al esfuerzo de los países protestantes y de la Francia de Richelieu de
destruir la noción medieval de Cristiandad que agrupaba a los países europeos como pertenecientes al mismo universo religioso-
cultural.
A fines del siglo XIX el nacionalismo está unido al romanticismo y se vincula en Alemania con la Kulturkrieg (combate cultural
para descristianizar Alemania) y el Risorggimento italiano (Independencia de Italia) de corte masónico.
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Las ideas nacionalistas sólo a principios del XX comenzaron a tener una estructura más sólida en hispanoamérica. Lo que
caracterizó al nacionalismo hispanoamericano fue el ser un movimiento uniforme respecto a lo que rechazaba (ael marxismo y el
liberalismo) pero muy heterogéneo en las propuestas a aplicar.
Lo que unía a los dos nacionalismos era su rechazo a la doctrina liberal y contra los movimientos marxistas de izquierda,
intensificada después del estallido de la Revolución Rusa de 1917. Este fue el caso de la Liga Patriótica Argentina. Algunos imitaron
a los nacionalismos europeos, como el fascismo y nazismo, pero sin llegar a sus posturas más radicales.
Los movimientos o partidos nacionalistas más importantes, surgieron en los años 30.
Ibáñez en Chile, fue un caso de “Nacionalismo Liberal”, que tomó medidas populistas, pero financiadas a través del
endeudamiento externo, especialmente norteamericano.
Lo mismo sucedió con la “década infame” en la Argentina de los ’30, bajo los gobiernos de Agustín P. Justo, Roberto Ortiz y
Ramón Castillo.
Pocos fueron los nacionalismos que se mantuvieron en el poder mucho tiempo, salvo el caso del Peronismo en Argentina, y de
Getulio Vargas en Brasil, que poseyeron características diferentes.
La gran heterogeneidad de las propuestas esbozadas por los distintos grupos nacionalitas llevó a su falta de principios y fines
claros, que sí tenían los revolucionarios. Eso llevó a que no pudieran sostenerse en el poder sin caer en el liberalismo o el marxismo
como veremos en los casos de Vargas en Brasil, Perón en Argentina o Ibáñez en Chile
Etapas de la República
16 de Junio de 1931: El gobierno destierra al cardenal primado Pedro Segura por no reconocer al
nuevo régimen y por sus críticas al sistema dirigidas a los fieles.
18 de Junio de 1931: El gobierno destierra a Monseñor Mateo Múgica, Obispo de Vitoria.
21 de Octubre de 1931: La ley de Defensa de la República instaura la censura de prensa en España.
Aprobación por las Cortes de la Constitución de la República Española de 1931 (9 de diciembre de
1931).
9 de Diciembre de 1931: La Constitución republicana prohíbe los colegios de iniciativa social y los
cementerios religiosos. También se prohíbe a las órdenes religiosas dedicarse a la enseñanza y se abre
la puerta a la nacionalización de todos sus bienes, además ordena disolver y confiscar los bienes de
las órdenes religiosas que manifiesten su obediencia a la Santa Sede.
Gobierno de coalición republicano-socialista, presidido por Azaña (16 de diciembre de 1931).
La posición de la jerarquía católica y de la mayor parte de los creyentes era bastante opuesta al
régimen republicano, tras el asalto y generalizada quema de conventos, iglesias, colegios, bibliotecas
y edificios religiosos de los días 10 de mayo y 11 de mayo, ante la cómplice pasividad oficial. Esta
oposición aumenta cuando mediante el artículo 26 de la Constitución, entre otras medidas, se anulan
las ayudas públicas hacia instituciones religiosas, se prohíbe a éstas ejercer la industria o la
educación, se confiscan los bienes de determinadas órdenes religiosas, se ordena la disolución de
la Compañía de Jesús y la sumisión a las leyes tributarias.
En el mes de julio de 1931 tienen lugar la huelga de la Telefónica y la huelga general convocada por
el sindicato anarquista Confederación Nacional del Trabajo (CNT). Este sindicato y el
socialista Unión General de Trabajadores (UGT) eran los únicos con presencia significativa entre los
obreros españoles. Los anarquistas eran mayoritarios en la Telefónica; con su huelga persiguieron
varios objetivos: uno, demostrar su fuerza; dos, poner contra las cuerdas al gobierno (la CNT se había
decantado durante la dictadura por la destrucción de todo poder, frente a posturas pactistas); y tres,
manifestar su oposición a la existencia de monopolios extranjeros en España. Al hacerlo, desoían a
los ministros que les presentaban la contabilidad de las compañías, exponiéndoles que era imposible
un mayor esfuerzo por su parte en términos de subidas salariales.
Oposición crítica de oficiales de mayoría conservadora y monárquica a la reforma de racionalización
del ejército del ministro de la Guerra Azaña, motivada por el cierre injustificado de varias academias
militares, entre las que destacó la de Zaragoza.
En septiembre de 1931 el proyecto de Estatuto Vasco, apoyado por carlistas y nacionalistas vascos, es
rechazado en las Cortes Constituyentes.
24 de Enero de 1932: El gobierno da orden de disolver la Compañía de Jesús y confisca todos sus
bienes en España.
Aprobación controvertida del Estatuto Catalán (9 de septiembre de 1932).
18 de Mayo de 1933: La ley de Congregaciones convierte en propiedades públicas todos los bienes de
la Iglesia, no solo los templos, sino también los ornamentos de los sacerdotes, las imágenes y los
cálices.
Ley de Reforma Agraria, que no alcanza los objetivos propuestos.
Disolución de las Cortes y convocatoria de nuevas elecciones (9 de octubre de 1933).
Fundación de Falange Española por José Antonio Primo de Rivera (29 de octubre de 1933).
Elecciones generales ganadas por los conservadores de la CEDA, liderada por José María Gil-
Robles y los radicales de Alejandro Lerroux (19 de noviembre de 1933).
9 de Noviembre de 1933, discurso a favor de la revolución comunista y de una guerra civil por parte
de Largo Caballero, Ministro de Trabajo y posteriormente Presidente del Gobierno por el PSOE
(Partido Socialista Español), durante la campaña electoral y publicado en el periódico "El Socialista":
"Se dirá: ¡Ah, ésa es la dictadura del proletariado! Pero ¿es que vivimos en una democracia? Pues ¿qué
hay hoy, más que una dictadura de burgueses? Se nos ataca porque vamos contra la propiedad.
Efectivamente. Vamos a echar abajo el régimen de propiedad privada. No ocultamos que vamos a la
revolución social. ¿Cómo? (Una voz en el público: ‘Como en Rusia´). No nos asusta eso. Vamos, repito,
hacía la revolución social… mucho dudo que se pueda conseguir el triunfo dentro de la legalidad. Y en tal
caso, camaradas, habrá que obtenerlo por la violencia… nosotros respondemos: vamos legalmente hacia la
revolución de la sociedad. Pero si no queréis, haremos la revolución violentamente (gran ovación). Eso dirán
los enemigos, es excitar a la guerra civil… Pongámonos en la realidad. Hay una guerra civil… No nos
ceguemos camaradas. Lo que pasa es que esta guerra no ha tomado aun los caracteres cruentos que, por
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fortuna o desgracia, tendrá inexorablemente que tomar. El 19 vamos a las urnas… Mas no olvidéis que los
hechos nos llevarán a actos en que hemos de necesitar más energía y más decisión que para ir a las urnas.
¿Excitación al motín? No, simplemente decirle a la clase obrera que debe preparase… Tenemos que luchar,
como sea, hasta que en la torres y en los edificios oficiales ondee, no la bandera tricolor de una República
burguesa, sino la bandera roja de la Revolución Socialista".
El fallo de las expectativas puestas en la Reforma Agraria provocó reacciones obreras, principalmente
por parte de anarquistas, integrados en la Federación Anarquista Ibérica (FAI) y la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT), dando lugar a disturbios fuertemente reprimidos en Benalup-Casas
Viejas, Castilblanco (Badajoz) y otros en las llamadas revoluciones de enero y diciembre de 1933.
Para cumplir el artículo 26 de la Constitución republicana, se decretó la disolución de la Compañía de
Jesús. El decreto no afectó a la propiedad de la misma, pero sí supuso la exclaustración de los jesuitas
que regentaban instituciones docentes; centros como la Universidad de Comillas lograron mantener
su actividad, pero otros tuvieron que cesar su actividad. 3.900 escuelas religiosas con 350.000 niños
escolarizados cerraron sus puertas, en contrapartida sólo se construyeron 3.600 de las 7.000
proyectadas. Entre los afectados estuvieron centros de estudios superiores tan renombrados como la
Universidad Pontificia de Comillas, el Instituto Químico y el Laboratorio Biológico de Sarriá, el
Instituto Católico de Artes e Industria de Madrid, el Centro Escolar y
Mercantil de Valencia, los observatorios de Tortosa y Granada, las
Facultades de Letras y la Universidad Comercial de Deusto, por entonces
única Facultad de Ciencias Económicas de España, que no volvería a abrir
sus aulas hasta pleno franquismo.
habían producido durante los meses de marzo, abril y junio, no secundaron la huelga. Los principales
focos de la rebelión se produjeron en Cataluña y en Asturias, aunque los sucesos más graves tuvieron
lugar en esta última región.
En Asturias la rebelión socialista duró desde el día 5 de octubre al 19 de octubre de 1934 siendo
brutalmente sofocada por las tropas del Gobierno, por las fuerzas del ejército republicano, formadas por
legionarios y regulares, venidas desde el protectorado español en Marruecos (6 de octubre de 1934). De ese
modo el gobierno de la Republica recuperó la soberanía en una amplia zona de Asturias, dando inicio a una
dura represión que posteriormente será explotada electoralmente por el Frente Popular. Muy notorio sin
embargo, fue el caso del periodista Luis Sirval, que fue asesinado por un oficial de la Legión, por atreverse a
denunciar las atrocidades que se estaban cometiendo una vez acabada la lucha. Asimismo, el propio Lerroux
se vio obligado, ante la denuncia de Gordón Ordás, diputado de su partido, a ordenar el traslado del
comandante Doval, de la Guardia Civil, ante los innumerables actos de tortura protagonizados por este jefe y
corroborados por una delegación parlamentaria española a la que se unió un grupo de parlamentarios
británicos.
El estatuto catalán es suspendido y su presidente Lluís Companys es detenido y juzgado.
Deflación monetaria.
Debilitamiento del centro político por casos de corrupción de algunos dirigentes del Partido Radical
de Lerroux. El caso más famoso es el escándalo del Stra-perlo.
Unión de socialistas, comunistas y republicanos de izquierdas en un bloque, el denominado "Frente
Popular", ante el temor generalizado de la izquierda europea a la fuerte expansión de las
potencias fascistas, una idea labrada en el seno de la URSS tras el VII Congreso de la Internacional
Comunista, en el que se abandona la línea de la ultraizquierda para aliarse con la pequeña burguesía y
aumentar su apoyo popular.
Alzamiento Nacional en la tarde del 17 de julio de 1936 del ejército del norte de Marruecos y diversas
guarniciones peninsulares.
Numerosos historiadores coinciden: la persecución religiosa en España en los años 30 fue insólita por su
crudeza, intensidad y extensión. "La mayor en Europa Occidental, incluso en los momentos más duros de la
Revolución Francesa", escribe el hispanista americano Stanley G. Payne. "En ninguna época de la historia de
Europa y probablemente del mundo se ha manifestado un odio tan apasionado contra la religión", afirma el
historiador inglés Hugh Thomas. Antes de empezar la guerra, de 1931 al 18 de julio de 1936, ya habían
asesinado a unos 50 clérigos, entre ellos 33 religiosos en la Revolución de Asturias del año 34.
El ministro anarquista Joan Peiró, en su libro "Perill a la retaguardia", es de los pocos que lamentan la
matanza y reparte culpas: "Todos los partidos, desde Estat Català al POUM, pasando por Esquerra
Republicana y el Partido Socialista Obrero catalán, han dado un contingente de ladrones y asesinos por lo
menos igual al de la CNT y la FAI". Ninguno de ellos ha pedido aún perdón.
La historia de las mártires de Astorga, Pilar Gullón, Octavia Iglesias y Olga Pérez, enfermeras católicas
asesinadas en Somiedo, Asturias, el 28 de octubre del 36 causó impacto fuera de España. Nunca antes en
Europa se había asesinado a enfermeras de la Cruz Roja, mucho menos después de ultrajarlas, mucho menos
encargando su fusilamiento a mujeres milicianas. Tampoco el uniforme de la Cruz Roja salvó a Juana Pérez y
Ramona Cao cuando los milicianos descubrieron sus rosarios ocultos. Las fusilaron en el Pozo del Tío
Raimundo.
Los perseguidores mataron a casi 300 monjas y a muchas laicas: sólo valencianas de Acción Católica ya
suman 93. A la profesora de Universidad de Valencia Luisa María Frías la violaron, le sacaron los ojos y le
cortaron la lengua porque gritaba «viva Cristo Rey». Por el mismo motivo se la cortaron a Francisca
Cualladó. En Canillejas fusilaron a Rita Dolores, monja ciega y diabética de 83 años.
Al cura Daniel Guillermo le amputaron las manos y le ofrecieron fruta, le cortaron los pies y le invitaban a
andar. Al cura de Parcent, José Llompart, le pinchaban los ojos con el rosario para sacárselos. Se mutilaron
cadáveres y obras de arte como actos de blasfemia.
Los últimos recuentos hablan de 7.000 eclesiásticos y 3.000 laicos asesinados por su fe. Para asombro de
historiadores, no se registró ni un sólo caso de apostasía, ni un sólo cristiano renunció a su fe por salvar su
vida o propiedades.
Los marxistas han venido realizando crecientes esfuerzos para hacer prevalecer sobre la verdad, su versión
simplista y dialéctica del 18 de Julio, que para ellos no fue más que un levantamiento ilegítimo contra el
gobierno constitucional. Pero la realidad es muy otra. Este era según Gil Robles el balance de 4 meses de ese
teórico «Estado de derecho»: «Desde el 16 de febrero hasta el 15 de junio, un resumen numérico arroja los
siguientes datos: Iglesias totalmente destruídas son 160. Asaltos de templos, incendios sofocados, destrozos:
251. Muertos, 269. Heridos, 1287. Agresiones personales: 215. Atracos: 138. Tentativas de atraco: 23.
Centros particulares y políticos destruídos: 69. Centros asaltados: 312. Huelgas generales: 113. Huelgas
parciales: 228. Periódicos totalmente destruídos: 10. Asaltos a los periódicos, 33. Bombas y artefactos
explotados: 146. Recogidos sin explotar: 78...».
En 1936 la victoria del Frente Popular significó la preponderancia de sus fuerzas más organizadas, que
eran el prosoviético y stalinista Partido Comunista español y el entonces extremista y no menos prosoviético
PSOE. Tanto es así que Ricardo de la Cierva dice en La Historia se confiesa, tomo II, pág. 133: «La división
y la radicalización del partido socialista, es, probablemente, la causa política más clara para la preparación y
el advenimiento de la guerra civil». Recordemos la conclusión de Madariaga: «La circunstancia que hizo
inevitable la guerra civil, fue la guerra civil dentro del partido socialista». Lo que constituye una clara alusión
a la prepotencia del ala exaltada y pro-soviética del «Lenin español» Largo Caballero, sobre la otra rama del
PSOE, la de Prieto, relativamente moderada y españolista.
José María García Escudero, que ha analizado con especial agudeza este período, completa el diagnóstico:
«El verdadero señor de España, quien manda en la calle es Largo Caballero, entregado a una frenética
escalada de violencia y que tiene a sus órdenes a un socialismo cuyas fronteras con el comunismo empieza a
ser muy difícil de trazar». Corrobora Madariaga que «Largo Caballero no ocultó jamás su intención sobre este
punto. Siempre fue su propósito llevar a España a una dictadura del proletariado». «Nada hay que nos
diferencie de los comunistas», proclama, con toda razón, Largo Caballero.
Sólo con una inmensa dosis de cinismo, pueden los herederos directos de aquellos vendepatria que
pretendían encadenar España a la Unión Soviética, instaurando la opresión comunista, atreverse a presentar
el Alzamiento Nacional como un levantamiento ilegítimo. Como si la rebelión contra la injusticia que fue
el 18 de julio, no fuera más que un derecho, un alto deber moral. Hipocresía y cinismo no menos ostensible
cuando presentan al régimen del Frente Popular como «democrático». ¿Era democrático un régimen en el que
guardias de asalto dependientes del Ministerio de la Gobernación sacaron de su casa a uno de los dos líderes
77
más importantes de la oposición parlamentaria, D. José Calvo Sotelo, y lo asesinaron bárbaramente? ¿Era
democrático un estado en el que quienes detentaban el poder manifestaban sin tapujos su intención de
implantar una dictadura comunista? ¿Puede reprocharse a los patriotas que se anticiparan a las maniobras
izquierdistas, que procuraban la rusificación de España?.
Gil Robles y Calvo Sotelo
negligencia de los gobernadores de monterilla. Los más graves delitos se cometen en las ciudades y en los
campos, mientras las fuerzas de orden público permanecen acuarteladas, corroídas por la desesperación que
provoca una obediencia ciega a gobernantes que intentan deshonrarles. El Ejército, la Marina y demás
institutos armados son blanco de los más soeces y calumniosos ataques, precisamente por parte de aquellos
que debían velar por su prestigio, y entre tanto los estados de excepción de alarma sólo sirven para
amordazar al pueblo y que España ignore lo que sucede fuera de las puertas de sus villas y ciudades, así
como también para encarcelar a los pretendidos adversarios políticos.
La Constitución, por todos suspendida y vulnerada, sufre un eclipse total: ni igualdad ante la ley; ni
libertad, aherrojada por la tiranía; ni fraternidad, cuando el odio y el crimen han sustituido el mutuo
respeto; ni unidad de la Patria, amenazada por el desgarramiento territorial, más que por regionalismos que
los Poderes fomentan; ni integridad ni defensa de nuestra frontera, cuando en el corazón de España se
escuchan las emisoras extranjeras anunciar la destrucción y reparto de nuestro suelo. La Magistratura, cuya
independencia garantiza la Constitución, sufre igualmente persecuciones y los más duros ataques a su
independencia. Pactos electorales, hechos a, costa de la integridad de la propia Patria, unidos a los asaltos a
Gobiernos civiles y cajas fuertes para falsear las actas formaron la máscara de legalidad que nos presidía.
Nada contuvo las apariencias del Gobierno, destitución ilegal del moderador, glorificación de las
revoluciones de Asturias y Cataluña, una y otra quebrantadoras de la Constitución, que en nombre del
pueblo era el Código fundamental, de nuestras instituciones.
Al espíritu revolucionario e inconsciente de las masas, engañadas y explotadas por los agentes soviéticos,
se ocultan las sangrientas realidades de aquel régimen que sacrificó para su existencia 25 millones de
personas, se unen la molicie y negligencia de autoridades de todas clases que, amparadas en un Poder
claudicante, carecen de autoridad y prestigio para imponer el orden en el imperio de la libertad y de la
justicia.
¿Es que se puede consentir un día más el vergonzoso espectáculo que estamos dando al mundo? ¿Es que
podemos abandonar a España a los enemigos de la Patria, con proceder cobarde y traidor, entregándola sin
lucha y sin resistencia?
¡Eso, no! Que lo hagan los traidores, pero no lo haremos quienes juramos defenderla.
Justicia, igualdad ante las leyes, ofrecemos.
Paz y amor entre los españoles; libertad y fraternidad, exenta de libertinajes y tiranías.
Trabajo para todos, justicia social, llevada a cabo sin encono ni violencia y una equitativa y progresiva
distribución de riqueza, sin destruir ni poner en peligro la economía española.
Pero, frente a esto, una guerra sin cuartel a los explotadores de la política, a los engaños del obrero
honrado, a los extranjeros y a los extranjerizantes, que directa y solapadamente intentan destruir a España.
En estos momentos es España entera la que se levanta pidiendo paz, fraternidad y justicia; en todas las
regiones el Ejército, la Marina y fuerzas del orden público se lanza a defender la Patria.
La energía en el sostenimiento del orden estará en proporción a la magnitud de la resistencia que se
ofrezca.
Nuestro impulso no se determina por la defensa de unos intereses bastardos ni por el deseo de retroceder
en el camino de la Historia, porque las instituciones, sea cuales fuesen, deben garantizar un mínimo de
convivencia entre los ciudadanos, que, no obstante las ilusiones puestas por tantos españoles, se han visto
defraudadas pese a toda la transigencia y comprensión de todos los organismos nacionales, con una
respuesta anárquica, cuya realidad es imponderable.
Como la pureza de nuestras intenciones nos impide el yugular aquellas conquistas que representan un
avance en el mejoramiento político social, el espíritu de odio y venganza no tiene albergue en nuestro pecho;
del forzoso naufragio que sufrirán algunos ensayos legislativos, sabremos salvar cuanto sea compatible con
la paz interior de España y su anhelada grandeza, haciendo reales en nuestra Patria, por primera vez y en
este orden, la trilogía, fraternidad, libertad, e igualdad.
Españoles: ¡Viva España! ¡Viva el honrado pueblo español!
Tetuán, 17 de julio de 1936.
1936
El 17 de julio comienza la sublevación militar en Melilla, siguiendo el resto del Protectorado español
de Marruecos y la Península.
79
Como una propuesta diferente para encarar con documentos el estudio del ascenso del nazismo al poder,
proponemos analizar, a continuación, algunos ejemplos de la propaganda política y el discurso electoral que el Partido
Nacional Socialista difundía con motivo de las elecciones parlamentarias de finales de la década del ´20 y comienzos de
la década del ’30.
Con mucha fuerza, los principales dirigentes del partido publicaban en la prensa partidaria su desprecio por la
democracia parlamentaria. No obstante, reconocían que participaban en las elecciones para destruir al sistema desde
adentro, para utilizar las armas de la democracia contra la propia democracia. No obstante, se utilizaban los
mismos mecanismos de legitimación que el sistema liberal, a saber, la búsqueda de la representación popular. Afirmaba
J.Goebbels, en un artículo publicado el 30 de abril de 1928, en Der Angriff, órgano de prensa del Nacional Socialismo:
Por ello, pronto el nazismo comenzó a participar en las elecciones, con una propaganda política que hacía
fundamental hincapié en la crisis socioeconómica y en el desempleo. No obstante, los aspectos más graves de la
ideología nacional-socialista, como el racismo, el estatolatrismo, etc. se pueden percibir con claridad, velados detrás de
las consignas publicitarias propias de cualquier campaña electoral. Aunque el nacionalsocialismo no proponía en sus
carteles, panfletos y discursos el cierre del Parlamento, la prohibición de los partidos políticos opositores, o la anexión de
los estados vecinos, es posible reconstruir, a partir de dichos textos, los elementos fundamentales de la ideología
nacional-socialista. Al mismo tiempo, es posible captar las técnicas y estrategias publicitarias propiciadas por los
seguidores de Hitler. Veremos que éstas son similares a las hechas por el marxismo y hoy por los sistemas liberales,
aunque éstas en menor grado. En cualquier caso, la concepción del marketing electoral que caracterizaba al líder dejaba
escaso espacio para las sutilezas. En un párrafo de su manifiesto autobiográfico, Mein Kampf, redactado luego del
fracaso del Putsch de 1923, afirmaba Adolf Hitler:
A continuación, reproducimos algunos ejemplos de la propaganda electoral del partido. En ellos es posible detectar las
técnicas que el propio Führer proponía utilizar en el párrafo de Mein Kampf que acabamos de comentar:
1. Cartel electoral del Partido Nacional Socialista para las elecciones del Landtag de Prusia, 24 de abril de
1932:
Tenemos todo lo necesario: la tierra que produce el pan, las manos que trabajan, las máquinas
que podrían fabricar en abundancia todo lo que nos hace falta.
¿Por qué, entonces, estar hambrientos? (...)
¿Te parece que todo esto es normal?
Entonces ve y vota por aquellos cuya política no ha cambiado en nada nuestra miseria y por el
contrario la acreciente año a año.
Pero si te queda aunque sea un vislumbre de esperanza, ¡ entonces vota por los nacional-
socialistas !, puesto que piensan que se puede cambiar todo esto.
¿Qué dice Hitler de esta situación? ¡Nada dice! ¡Adolfo Hitler haría algo! No se quedaría mudo
esperando que el extranjero tenga ganas de succionarnos todavía más dinero!
Lo que haría Adolfo Hitler está todo preparado y a punto. Hitler sólo espera el día en que tú te
decidas por él para poder ayudarte.
(...) Puedes haber sido todo lo que quieras hasta ahora. En nuestras filas, serás un hermano y un
compañero.
¡Mañana todo será grande otra vez!
¡Los nacional-socialistas pueden ayudarte!
¡Los nacional-socialistas quieren ayudarte!
¡Pero es preciso que tú les des el poder para ello!
¡Vota por los nacional socialistas (Movimiento hitleriano)!
Lista 8
La persistencia de la crisis de la economía alemana, que a mediados de la década del ´20 había pasado por un período
hiper-inflacionario, provocado intencionalmente por los centros financieros internacionales, fue utilizada con habilidad
por la propaganda nacionalsocialista, para filtrar a partir de dicha realidad el resto de los componentes de su ideología
totalitaria. La siguiente tabla revela la importancia del fenómeno de la desocupación en los años previos a la ascensión
del nazismo:
fecha Nº de desocupados
Abril 1930 2.786.912
Julio 1930 2.765.258
Octubre 1930 3.252.082
Diciembre 1930 4.383.843
Enero 1931 4.886.925
Abril 1931 4.358.153
Julio 1931 3.989.686
Octubre 1931 4.623.480
Diciembre 1931 5.668.197
Enero 1932 6.041.910
Abril 1932 5.739.670
Julio 1932 5.392.438
Diciembre 1932 5.772.984
Enero 1933 6.013.612
Leipzig 14,7 %
Lubeck 15,3 %
Berlín 15,4 %
Chemnitz 17,1 %
Plauen 17,6 %
2. Proclama para las elecciones presidenciales del 13 de marzo de 1932 (Munich, 1º de marzo de 1932, Proclama
al Reich del Partido Nacional Socialista, en Völkischer Beobachter, edición bávara, num.63).
Más allá de la influencia que la propaganda electoral y las técnicas de manipulación (usadas corrientemente hoy en
día) pueden haber tenido en el resultado de las elecciones, el nacionalsocialismo fue obteniendo cada vez mayores votos.
El resto de la historia es de sobra conocido.
Los Estados Unidos emergieron de la Segunda Guerra Mundial como un poder dominante militar y económicamente. Su
crecimiento fue el resultado del comercio de armas y de prestar apoyo financiero a ambos bandos de la guerra. En 1945, los
Estados Unidos producían la mitad de todo el carbón mundial, dos terceras partes de petróleo y más de la mitad de
electricidad. La industria americana tenía capacidad para fabricar grandes cantidades de maquinaria, incluyendo barcos,
aviones, vehículos, armamento, herramientas y productos químicos. Adicionalmente, USA poseía el 65% de las reservas
mundiales de oro y eran los únicos que tenían la bomba atómica.
Los representantes de 44 naciones aliadas se reunieron en el Hotel Mount Washington en Bretton Woods en New Hampshire
para la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas durante las primeras tres semanas de julio de 1944. El
propósito de esta conferencia fue establecer las líneas de colaboración comercial y financiera entre las grandes potencias
mundiales. El acuerdo firmado en esta conferencia se conoce como el Acuerdo de Bretton Woods sobre el Sistema Monetario.
El sistema monetario de Bretton Woods básicamente ligaba todas las divisas al tipo de interés del dólar que pasaba a ser la
divida de referencia mundial. Todos los países debían ligar sus divisas al dólar americano, teniendo que comprar o vender
dólares para mantener el tipo de cambio dentro del límite establecido más o menos un 1%. El dólar americano sería
convertible en oro a un precio de 35 dólares por onza. En efecto, el dólar se convirtió en la moneda en la que se
comercializaba el oro.
Los Estados Unidos gozaban de una enorme ventaja de este sistema porque eran los únicos que tenían la capacidad de crear
una divisa de referencia que era el dólar americano. Las demás naciones estaban obligadas a comprar grandes cantidades de
dólares americanos para mantener sus divisas dentro de un rango de fluctuación establecido.
El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración
Universal de Derechos Humanos, cuyo texto completo figura en las páginas siguientes. Tras este acto histórico, la
Asamblea pidió a todos los Países Miembros que publicaran el texto de la Declaración y dispusieran que fuera
"distribuido, expuesto, leído y comentado en las escuelas y otros establecimientos de enseñanza, sin distinción fundada
en la condición política de los países o de los territorios".
Preámbulo
Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad
intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie
ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el
advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de
palabra y de la libertad de creencias;
Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el
hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;
Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;
Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos
fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y
mujeres, y se han declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto
más amplio de la libertad;
Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de
las Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y
Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno
cumplimiento de dicho compromiso;
La Asamblea General
proclama la presente
Declaración Universal de Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben
esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones, inspirándose constantemente en ella, promuevan,
mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y libertades, y aseguren, por medidas progresivas de
carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los
Estados Miembros como entre los de los territorios colocados bajo su jurisdicción.
Artículo 1
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 2
1. Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición
económica, nacimiento o cualquier otra condición.
2. Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio
de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente, como de un territorio bajo
administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Artículo 3
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.
Artículo 4
Nadie estará sometido a esclavitud ni a servidumbre, la esclavitud y la trata de esclavos están prohibidas en todas
sus formas.
Artículo 5
Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.
Artículo 6
Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica.
Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a
igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Artículo 8
Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra
actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley.
85
Artículo 9
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Artículo 10
Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal
independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal.
Artículo 11
1. Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su
culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su
defensa.
2. Nadie será condenado por actos u omisiones que en el momento de cometerse no fueron delictivos según el
Derecho nacional o internacional. Tampoco se impondrá pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión
del delito.
Artículo 12
Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de
ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o
ataques.
Artículo 13
1. Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado.
2. Toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y a regresar a su país.
Artículo 14
1. En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.
2. Este derecho no podrá ser invocado contra una acción judicial realmente originada por delitos comunes o por actos
opuestos a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
Artículo 15
1. Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.
2. A nadie se privará arbitrariamente de su nacionalidad ni del derecho a cambiar de nacionalidad.
Artículo 16
1. Los hombres y las mujeres, a partir de la edad núbil, tienen derecho, sin restricción alguna por motivos de raza,
nacionalidad o religión, a casarse y fundar una familia, y disfrutarán de iguales derechos en cuanto al matrimonio,
durante el matrimonio y en caso de disolución del matrimonio.
2. Sólo mediante libre y pleno consentimiento de los futuros esposos podrá contraerse el matrimonio.
3. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del
Estado.
Artículo 17
1. Toda persona tiene derecho a la propiedad, individual y colectivamente.
2. Nadie será privado arbitrariamente de su propiedad.
Artículo 18
Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad
de cambiar de religión o de creencia, así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y
colectivamente, tanto en público como en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia.
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a
causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras,
por cualquier medio de expresión.
Artículo 20
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas.
2. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.
Artículo 21
1. Toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes
libremente escogidos.
2. Toda persona tiene el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante
elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro
procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.
86
Artículo 22
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo
nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción
de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.
Artículo 23
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias
de trabajo y a la protección contra el desempleo.
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a
su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera
otros medios de protección social.
4. Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses.
Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del
trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Artículo 25
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el
bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;
tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de
pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de
matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Artículo 26
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser gratuita, al menos en lo concerniente a la
instrucción elemental y fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción técnica y profesional habrá
de ser generalizada; el acceso a los estudios superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los
derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las
naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas
para el mantenimiento de la paz.
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos.
Artículo 27
1. Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad, a gozar de las artes y a
participar en el progreso científico y en los beneficios que de él resulten.
2. Toda persona tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que le correspondan por razón
de las producciones científicas, literarias o artísticas de que sea autora.
Artículo 28
Toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en el que los derechos y libertades
proclamados en esta Declaración se hagan plenamente efectivos.
Artículo 29
1. Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que sólo en ella puede desarrollar libre y plenamente
su personalidad.
2. En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las
limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y
libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en
una sociedad democrática.
3. Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejercidos en oposición a los propósitos y principios de
las Naciones Unidas.
Artículo 30
Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a
una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los
derechos y libertades proclamados en esta Declaración.
En México, Lázaro Cárdenas, continuó con los gobiernos liberales, aunque su posición era más cercana
al socialismo. Las persecuciones a la Iglesia se acentuaron, el comunismo invadió las universidades, y los
sindicatos. Cárdenas declaró que no perseguiría a la Iglesia, ya que la forma más eficaz de alejar al pueblo de
ella era la educación. Se dedicó entonces a fomentar la educación laica y a difundir entre los estudiantes la
instrucción científica y tecnológica así como las ideas progresistas y liberales de tendencia socialista, por lo
que la Iglesia Católica se declaró contraria a las ideas cardenistas; sin embargo, estaba complacida pues el
Presidente le otorgaba amplias facilidades para ejercer su fe con el pueblo.
La paz iniciada por Cárdenas no pudo ser consolidada en su periodo a causa de los problemas que aún
generaban los enfrentamientos entre los sectores conservadores y la política educativa y agraria. En las
ciudades eran también frecuentes los conflictos entre las asociaciones de trabajadores y obreros abanderadas
en el comunismo y los grupos de derecha que comenzaban a conformarse políticamente.
Bajo la presidencia de este triste personaje, se organiza el primer congreso indigenista interamericano, que
comienza a institucionalizarse la mentira según la cual los españoles vinieron a matar a los indios, a llevarse
todo el oro y a romper con la “bella armonía del indígena”, que pasaba a ser una especie de sujeto angelical,
“brutalmente despojado por el español”. La leyenda negra anticatólica seguía extendiéndose en los ámbitos
universitarios.
Manuel Avila Camacho (1940-1946), Reanuda relaciones diplomáticas con Gran Bretaña e increíblemente
con la Union Soviética. Adolfo Ruiz Cortinez le da el voto a la mujer, y comienza a favorecer el feminismo y
la ruptura de la familia tradicional. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), gestor de la “Revolución”
masónica y anticlerical de 1911, se transformaba en una maquinaria del nuevo orden mundial, y encapsulaba
a México en el liberalismo y el comunismo.
situación convenció a los militares y a la mayor parte de los brasileños, que no querían el comunismo. Los
militares dieron un golpe en 1964, que derrocó al gobierno y condujo a Goulart al exilio.
19
Sinarquía: gobierno mancomunado de unos pocos que actúan coordinadamente.
20
Jordán Bruno Genta, Conferencia dada en Buenos Aires, en abril de 1974
21
Año en que cae la URSS, para dividirse en 15 naciones
89
Cuba era un estado centroamericano que como todos los demás eran seguidores de las políticas
capitalistas de los EEUU, que tenían jurisdicción sobre la isla desde la invasión de 1898.
Sin embargo, el marxismo internacional, con la ayuda de grandes financistas necesitaba un país
comunista, que fuera centro de abastecimiento para todos los movimientos guerrilleros que debían actuar en
Hispanoamérica. Cuba sería el país “modelo” para las izquierdas de todo el continente.
De otra manera no se puede entender que un país de diminuta extensión (110 mil Km2), a poca distancia
de los EEUU, fácilmente atacable por cualquier flota de guerra, sobreviviera tanto tiempo oponiéndose de la
manera que lo hizo Cuba a EEUU. Tengamos en cuenta que las intervenciones de los EEUU en la política de
los países Hispanoamericanos se cuentan por decenas sólo en el siglo XX. ¿Por qué EEUU no intervino
seriamente en Cuba?.
Hacia 1959, los comunistas en Cuba, a lo sumo constituían un número de 20.000 personas, contando
simpatizantes. Fidel Castro y su guerrilla preparada en México, no afrontaron prácticamente ningún obstáculo
para instalarse en la Sierra cubana, y desde allí preparar el golpe contra Fulgencio Batista, el presidente
cubano (aliado de EEUU).
Los medios gráficos como el New York Times, presentaban al líder cubano como un salvador, y le daban
publicidad. Pero lo más curioso de todo es que Estados Unidos no ayudó militarmente a Batista, aunque el
dictador cubano lo había solicitado repetidas veces. El presidente Dwight Einsenhower prohibió toda venta de
armas a Cuba, lo cual facilitó el accionar guerrillero ante la primera señal. Por el contrario, Castro recibía
ayudas desde New York (como sucedió con la Unión Soviética en 1917), de México y de Venezuela 22.
La Revolución
22
SMITH, Earl, El Cuarto Piso, citado en BORREGO, Salvador, ¿Qué pasa con EEUU?, Ed. Nuevo Orden, Bs. As.
1987.
23
En la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 11 de diciembre de 1964, el Che reconoce públicamente los
fusilamientos en Cuba. “Fusilamientos, sí, hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario.
Nuestra lucha es una lucha a muerte”
90
El gobierno estadounidense, a cargo del presidente Dwight Eisenhower, bloqueó oficialmente a Cuba,
pero eso no quiere decir que Cuba no se abasteciera de otros países, puesto que la producción se limitó al
azúcar. La revista The Economist del 17 de abril de 1982 señalaba cómo “sin hacer alharaca, Cuba ha
promulgado una ley de inversiones extranjeras que permite a los capitalistas occidentales tomar un 49% del
capital en joint venture con las compañías estatales, y la repatriación total, después de pagar los impuestos,
de los beneficios y dividendos. El gobierno afirma que no interferirá en los precios o la producción. La ley
también da a las compañías el derecho de contratar y despedir a los obreros, y elegir sus propios ejecutivos y
directores...”. El comunismo cubano se hizo cada día más parecido al capitalismo liberal. Eso demuestra la
cercanía entre ambas ideologías
En 1957, a dos días de haber matado a un hombre por primera vez, el Che le expresa en una carta a Hilda Gadea -su entonces esposa, quien
posteriormente la publicara en su libro “Ernesto, la memoria del Che Guevara”- lo siguiente: “Querida Vieja: Estoy en la manigua cubana, vivo y
sediento de sangre”.
“Una vez escogió un guajiro que según los datos era un ‘chivato’ del ejército. Pero no había una seguridad concreta" –comenta Jaime Costa,
asaltante del cuartel Moncada, expedicionario del yate Granma y comandante del ejército rebelde. Fue enviado por Castro a reagrupar a los
miembros del Movimiento 26 de julio exiliados en Centroamérica. “Se formó un tribunal –continúa Costa- que determinó que no había seguridad de
que era un delator y por lo tanto no se le podía quitar la vida. El Che dijo ‘si no se la quitan ustedes se la quito yo’, y sacó la pistola y lo mató. El
Che decía ‘la duda no hace más nada, hay que fusilar’".
De esta forma, Guevara asesina personalmente a Eutimio Guerra, un campesino que se había unido al ejército rebelde. Posteriormente, el Che
dirige más ejecuciones en la Sierra Maestra que llegaron incluso a indignar a las tropas rebeldes por la injusticia en que las realizaba. Además
varias fuentes le atribuyen el asesinato de al menos una docena de hombres en la Sierra Maestra, en la gran mayoría de los casos sin pruebas
incriminatorias, resaltando su personalidad cruel y despótica de alquilen que consideraba amigos sólo a quienes pensaban como él.
Mientras los fusilamientos se multiplicaban, los testimonios de “Guevara, Anatomía de un mito” revelan que el Che, pese a haber sido designado
por el mismo Fidel como jefe de una de las más importantes columnas guerrilleras, era en realidad un militar inexperto e inoperante a nivel táctico.
Sus ex compañeros aseguran que no estaba capacitado militarmente y que esto había sido confesado por el mismo Che, quien reconocía que de
acciones militares sabía poco y nada, que no tenía la menor idea de cómo desplegar una estrategia de posicionamiento táctico de tropas, cómo
armar una trinchera y túneles, ni mucho menos determinar por dónde debían desplazarse los tanques. Esta incapacidad para dirigir un plan de
acción quedó probada en su paso por el Congo y Bolivia donde perdió todas las batallas y se entregó sin luchar.
Otro de los pasajes de esta biografía es el enfrentamiento con el Segundo Frente Nacional del Escambray que combatía en la zona central
montañosa de Cuba. Roberto Bismarck, capitán del ejército rebelde, comenta que en una reunión con Guevara, y tras hablar casi cinco horas, se
dio cuenta que no era ningún idealista. Incluso recuerda una operación militar en la cual se apresaron personas supuestamente colaboradoras del
régimen de Batista en forma arbitraria, en la que el Che dijo que había que matarlos sin juicio previo.
Guevara subestimó a los miembros del Segundo Frente y no aceptó la autoridad de sus comandantes. Varios miembros de ese frente recuerdan
fuertes discusiones con el Che, quienes además resaltan su carácter traicionero y vengativo. En realidad, el Che habría sido enviado por Fidel para
evitar la división de la revolución en dos frentes y unificar las acciones militares. Pero en realidad, el Che tenía vía libre para fusilar por la espalda a
quien quisiera como lo hizo con Jesús Carreras, uno de los comandantes del Segundo Frente.
Entre las hazañas injustamente atribuidas a Ernesto Guevara figura el asalto de un supuesto tren blindado (cargado con armas) en la ciudad de
Santa Clara. Varios de los que fueron protagonistas de ese hecho contradicen la versión oficial del régimen castrista; en lugar de una proeza militar
se trató de una traición del Che a una negociación ya acordada por el Segundo Frente.
Con la entrada de la columna capitaneada por el Che a la ciudad de Santa Clara comienzan las ejecuciones indiscriminadas tal como había
ocurrido en la Sierra Maestra. Allí realiza varios fusilamientos de soldados del régimen de Batista.
“Firmaba las órdenes de fusilamiento antes del juicio”
Con el triunfo de la revolución, Guevara es nombrado jefe de la fortaleza militar de la Cabaña. Al frente de la Comisión Depuradora lanza allí un
feroz operativo contra todos los militares del régimen depuesto. Este organismo fue creado por Castro con el
pretexto de depurar las fuerzas armadas cubanas. Pero en realidad, el fin era implantar el terror revolucionario
en la isla mediante fusilamientos arbitrarios precedidos por juicios sumarísimos. Según los testimonios, el
mismo Che fusilaba personalmente a los sospechosos en su propia oficina. Y para colmo, el mismo Guevara
firmaba la orden de fusilamiento antes de juzgar a las futuras víctimas.
Las condiciones de juzgamiento desconocían absolutamente las garantías mínimas de defensa en juicio y
principio de inocencia. De esta manera, en los primeros cuatro meses que el Che estuvo al frente de la
fortaleza de la Cabaña fue responsable del fusilamiento de varios centenares de hombres en su mayoría
miembros del antiguo régimen.
En enero de 1959, Jose Vilasuso, abogado, comenzó a trabajar en la Comisión Depuradora bajo las órdenes de Guevara, como instructor de
expedientes. “Me llamó la atención la forma en que él me dijo cómo tenía que ser mi trabajo”, dice Vilasuso, quien describe el paredón de
fusilamiento manchado de sangre de personas sin pruebas incriminatorias y sin la posibilidad del ejercicio de una defensa justa. Cientos de
hombres fueron así condenados a la pena de muerte por fusilamiento mediante sentencias preestablecidas en los denominados juicios
sumarísimos. Estas ejecuciones pronto se extendieron a lo largo y ancho de la isla.
Luego de su gestión al frente de la fortaleza de la Cabaña, Guevara fue presidente del Banco Nacional de Cuba y posteriormente ministro de
Industrias. La biografía es lapidaria: “En todos ellos primó su incapacidad profesional y una constante: sembrar el terror como base o medio para el
sometimiento”.
Pero su arrogancia, despotismo y desprecio, tenía un punto débil. El Che temía a Castro a quien siempre evitó enfrentar. La sumisión, señalan los
testigos de la época, era total: “Podían discutir mucho, pero finalmente el Che siempre agachaba la cabeza”, rememora uno de los testimonios.
Tras cuatro años de la llegada al poder, Guevara se convierte en la principal bandera propagandista de la revolución cubana. En la Asamblea
General de las Naciones Unidas, el 11 de diciembre de 1964, el Che reconoce públicamente los fusilamientos en Cuba . “Fusilamientos, sí, hemos
fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario. Nuestra lucha es una lucha a muerte”, dijo el Che.
El empleo de la pena de muerte como método para la implantación del terror fue una constante en Guevara. Para él, “el odio era un factor de lucha,
el odio intransigente al enemigo que impulsa más allá de las limitaciones naturales del ser humano y lo convierte en un efectiva, selectiva, violenta y
fría máquina de matar… Un pueblo sin odio no puede triunfar frente a un enemigo brutal”, afirmó el Che.
El Congo fue su próximo destino, allí perdió todas sus batallas y pronto debió abandonar el país. A su regreso a Cuba empieza a preparar la
aventura boliviana junto a un reducido grupos de hombres de confianza. Mario Monje Molina, Secretario General del Partido Comunista Boliviano,
recuerda el encuentro con el Che a quien le aclaró de entrada que no iba a permitir jamás que un extranjero dirija la lucha armada de su país y le
propone hacerse él cargo de las operaciones y designarlo asesor militar. Pero Guevara no aceptó. Sin poder reclutar al campesinado boliviano, ni
apoyo del PC boliviano, el Che fue detenido junto a la mayor parte de los guerrilleros. El resto es historia conocida: Ernesto Guevara de la Serna
murió el 8 de octubre de 1967 en la Higuera, Bolivia.
Este es otro intento por descubrir algunos aspectos desconocidos de la vida del Che, un personaje histórico que aún hoy sigue despertando tanto
admiración como rechazo. “A casi cuatro décadas para algunos queda el mito; para otros, sólo el recuerdo de una pesadilla” , dice la frase que
cierra este interesante y rico trabajo de recopilación de testimonios de uno de los personajes más controvertidos de la historia contemporánea.
92
La Guerrilla en Hispanoamérica
Cuando se habla de los movimientos guerrilleros de los ’60 y ’70, se suelen confundir algunos términos.
Algunos parten de prejuicios que no siempre se ajustan a la realidad. No todos los que integraron los
movimientos guerrilleros hispanoamericanos buscaban “una sociedad más justa”. Muchos de ellos
(principalmente los sectores dirigentes), eran agentes marxistas con propósitos muy lejanos a los de la mejora
social.
Los grupos guerrilleros eran verdaderas organizaciones clandestinas, que funcionaban de manera
superorganizadas. Su organización era más o menos la misma que en todo el mundo: células de cuatro
personas dirigidas por un secretario, único contacto con la célula inmediatamente superior. El resto no sabía
nada. A las cuatro horas de pérdida de contacto, la célula se desarmaba, para que no se encontrara a nadie.
Los vínculos internacionales de la guerrilla eran bastante importantes. La Unión Soviética no participó
tanto de las insurrecciones latinoamericanas, pero sí Cuba, con dinero proveniente de los centros financieros
internacionales. Eso no quiere decir que los movimientos de la guerrilla no contaran con jóvenes sinceros y de
buena fe, que tenían objetivos más nobles. Pero ellos no dirigían las agrupaciones.
Los líderes comunistas tenían muy en claro sus objetivos: instaurar gobiernos socialistas o comunistas al
estilo de la URSS, China o Cuba. Y la aplicación de la doctrina marxista-comunista tal como hemos visto.
Los grupos recurrían generalmente a los atentados contra funcionarios de gobierno, empresarios,
militares, policías, y fuerzas de seguridad. Otras veces tenían planes más grandes: tomar una parte de un país
para declararlo “zona liberada” (como pasó en Tucumán, Argentina; o en la selva boliviana y colombiana).
En la década de los ’50 comienza la preparación de las guerrillas, que dan sus golpes más claros durante
los ’60 y los ’70, para ser desarticulados entre fines de esa década y principios de los ’80. Los casos más
conocidos son los de Montoneros en Argentina, los Sandinistas en Nicaragua, los Zapatistas en México, el
Sendero Luminoso en Perú, los Tupamaros en Uruguay, y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias
Colombianas). Algunas de ellas continúan vigentes, y tienen vinculación con el Narcotráfico internacional,
como se ha podido comprobar en el caso de las FARC.
La Teología
de la Liberación
Padre Brian Moore.
Origen y fuentes
Cuando los marxistas comprendieron que era mejor servirse de la Religión que combatirla, comenzaron a
eliminar el clero ortodoxo y a reemplazarlo por sus agentes. Esta obra se debió principalmente a Stalin.
Al ver que tenía cierto éxito, el marxismo buscó servirse de la Iglesia también en Occidente. Pero no era tan
fácil infiltrarse en el clero católico; por esta razón se comenzó trabajando con el protestantismo. El camino
estaba ya preparado porque algunos pastores protestantes eran simpatizantes del marxismo, y en Alemania,
Suiza y Austria estaban vinculados a movimientos socialistas.
Entre ellos hemos de citar especialmente a uno: Karl Barth, suizo, que es el más importante entre los
teólogos protestantes marxistas y tal vez haya sido el primero que impuso la idea de que Cristo y Marx
coinciden en la construcción de la “sociedad del futuro”.
Siendo vicario en Ginebra, ya evidencia un gran interés por la doctrina y la práctica marxistas. En 1915 se
afilió al partido social-demócráta suizo. En realidad, era “más papista que el Papa”, esto es, más radical que
Lenín. Veamos su pensamiento sobre el Estado: “Nosotros combatimos el Estado de una manera radical y
fundamental. El Estado actual no puede ser mejorado. La violencia de la injusticia desde arriba debería ser
reemplazada por la violencia de la irrupción de la justicia desde abajo. El Estado concreto, es decir, la
sociedad burguesa, es la quintaesencia del mal; en vano se espera su desaparición, es menester destruirlo
pues es una organización sistemática del uso de la violencia por una clase contra otra, por una parte de la
población contra otra” (Georges Casalis, Théologie et socialisme: l’exemple de Karl Barth, en la revista
Etudes théologiques et religieuses, nº2, 1974, págs. 162-163).
Es decir, que en esto Barth sigue el mesianismo talmúdico de Marx: los judíos, pueblo perseguido, buscan
liberarse de sus opresores; el proletariado, al liberarse no sólo se libera a sí mismo, sino también a la
burguesía que deja por lo mismo de ser opresora.
93
Barth era ingenuo idealista que amaba realmente a las clases bajas, pero que no se daba cuenta cabal de
que para Lenín la revolución, “la dictadura del proletariado”, era solamente un método para imponer su propia
dictadura por el terror.
Barth llega a identificar la futura sociedad socialista con la comunidad escatológica cristiana. Y en este
sentido utiliza un hermoso pasaje de San Pablo: “La creación está aguardando con ardiente anhelo esa
manifestación de los hijos de Dios; pues si la creación está sometida a la vanidad, no es de grado, sino por
voluntad de aquel que la sometió; pero con esperanza, porque también la creación misma será liberada de la
servidumbre de la corrupción para participar de la libertad de la gloria de los hijos de Dios. Sabemos que
ahora la creación entera gime aún, y a una está en dolores de parto. Y no tan sólo ella, sino que asimismo,
los que poseemos las primicias del Espíritu, también gemimos en nuestro interior, aguardando la filiación, la
redención de nuestro cuerpo. Porque en la esperanza hemos sido salvados; mas la esperanza que se ve, ya no
es esperanza; porque lo que uno ve, ¿cómo lo puede esperar? Si, pues, esperamos lo que no vemos,
esperamos en paciencia” (Rm. 8: 19-25).
Por todo ello, “un verdadero cristiano, tiene que ser socialista, y un verdadero socialista, cristiano”.
¿Quién es Dios para este teólogo? Dios es el contenido de la revolución; su fuerza explosiva, libertadora.
Esta fuerza otorga a la vida humana el sentido y dignidad.
Una tal postura es realmente grotesca, pero se entiende a la luz de la filosofía kantiana y hegeliana, que se
basan en la praxis (acción) y no en el ser, como lo hace la filosofía escolástica.
Nacimiento en el catolicismo
“El momento favorable para la infiltración marxista en la teología católica llegó durante el Concilio
Vaticano II cuando esta teología empezó a tolerar en su seno la así llamada “nueva teología”, que concentra
su atención en el hombre y no en Dios. Además, el proceso de infiltración del marxismo en la teología
católica resulta, al mismo tiempo, facilitado por la influencia en el ambiente católico del neoprotestantismo y
del neomodernismo, reforzados también por el progresismo. Una ayuda muy efectiva en favor del marxismo
vino de parte del ecumenismo, pues éste facilitó los contactos entre la teología católica y la teología
protestante ya marxistizada” (Miguel Poradowski, La Teología de la Liberación, Ed. Quijote, Buenos Aires,
1985, pág. 40).
Para el padre Poradowski, la “Teología de la Liberación” es hija legítima de las nuevas tendencias
teológicas, su ecumenismo, su antropocentrismo.
Lo que da pie, según algunos, a esta “teología” es el fracaso del Plan de Desarrollo lanzado por Kennedy.
Y la ocasión en que toma cuerpo esta ideología (este es el nombre que le corresponde) es la Segunda
94
Conferencia Episcopal Latinoamericana, celebrada en Medellín en 1968. El primer libro que sirve como
“biblia” de esta gente es el del peruano Gustavo Gutiérrez: Teología de la Liberación, publicado en 1971.
Principales representantes
Muchas son las obras que se han escrito al respecto; citaremos sólo algunas, entre los principales autores:
la ya mencionada de Gutiérrez; Opresión-Liberación, de Hugo Assman, Montevideo, 1971; Libera a mi
pueblo, de Alex Morelli, México-Buenos-Aires, 1971; Jesús Cristo Libertador, de Leonardo Boff, Petrópolis,
1972; Elementos para una evangelización libertadora, de Rafael Avila, Salamanca, 1971; Nueva conciencia
de la Iglesia en América Latina, de Rolando Muñoz, Santiago, 1973; varios ensayos y artículos de Juan Luis
Segundo.
Podemos decir que casi cada país de Latinoamérica tiene un propagandista de la Teología de la
Liberación.
También hubo -hay- diversos grupos de sacerdotes que participan de las ideas marxistas de la ideología de
la liberación. Así, por ejemplo, Sacerdotes para América Latina, en Colombia, Movimiento de sacerdotes
para el Tercer Mundo, en Argentina; Cristianos por el socialismo, en Chile; Organización Nacional
Independiente de sacerdotes, en Perú; Movimiento de reflexión sacerdotal, en Ecuador; Sacerdotes para el
pueblo, en Méjico, etc.
Su doctrina
Partiendo de una mala filosofía y peor teología, sacan pésimas consecuencias.
A) Primacía de la ortopraxis sobre la ortodoxia. Según la doctrina perenne de la Iglesia, la Teología es la
ciencia de Dios. La función del teólogo es la de contemplar la Verdad; utilizando como instrumento la
filosofía escolástica, especialmente a Santo Tomás, escudriñar la Revelación para, siempre bajo la guía del
Magisterio y el sentir de la Tradición, enseñarla luego a los cristianos.
Para los teólogos de la liberación, en cambio, no se trata de deducir consecuencias de los principios de la
Verdad revelada, sino que el teólogo debe analizar la realidad histórica y, a partir de ella, forjar su teología.
De esta manera, la insondable sabiduría divina queda atada a la estrechez del intelecto humano y a los
avatares de la historia. Evidentemente, aquí los guías no son ya los filósofos realistas y el Magisterio de la
Iglesia, sino los idealistas Kant, Hegel, etc., maestros de los ideólogos marxistas.
B) La Iglesia. Según estos ideólogos, no hay necesidad de pertenecer a Ella para salvarse; o, si se quiere,
todos los hombres forman parte de Ella, aun sin saberlo...
Consideran a los obispos y a los sacerdotes que quieren mantenerse fieles al Magisterio de la Iglesia como
parte del Régimen. Así dice Gutiérrez: “El hombre latinoamericano en la lucha revolucionaria se libera de
una manera u otra del tutelaje de una religión alienante, que tiende a la conservación del orden”.
C) Evangelizar. Para ellos es el hacer tomar conciencia a los oprimidos de su condición de tales.
D) Manipulación de las Sagradas Escrituras y de la Santa Liturgia. Es decir, de las cosas más sagradas
que tiene la Iglesia. Así, por ejemplo, en cuanto a las Sagradas Escrituras, el Éxodo pinta para ellos la
liberación de un pueblo oprimido, símbolo de la liberación de los pobres de las garras de la burguesía. De
manera similar, Nuestro Señor Jesucristo, es un libertador político de la opresión romana, el Magnificat es un
himno a la liberación:“derribó a los poderosos de sus tronos”.
Respecto a la liturgia, la Eucaristía es el banquete fraterno del cual pueden participar sólo aquellos que
viven en situación de opresión y que luchan por la misma causa.
E) Las virtudes teologales. Fe en el hombre, que es quien constituye su futuro. Esperanza terrena;
finalmente el pueblo oprimido triunfará sobre sus opresores y tendrá lugar el paraíso en la tierra. Caridad a su
manera; Gutiérrez dice sobre el amor a los enemigos:“Hoy en el contexto de la lucha de clases, amar a los
enemigos supone reconocer y aceptar que se tiene enemigos de clase y que hay que combatirlos. No se trata
de no tener enemigos, sino de no excluirlos de nuestro amor. Pero el amor no suprime la calidad de enemigos
que poseen los opresores ni la radicalización del combate contra ellos. El amor a los enemigos, lejos de
suavizar las tensiones, resulta así cuestionando el sistema y se convierte en una fórmula subversiva”.
Para él, “amar a todos los hombres no quiere decir evitar enfrentamientos, no es mantener una armonía
ficticia. Amor universal es aquel que, en solidaridad con los oprimidos, busca liberar también a los opresores
de su propio poder, de su ambición, de su egoísmo (...) Pero a esto no se llega sino optando resueltamente
por los oprimidos, es decir, combatiendo contra la clase opresora. Combatir real y eficazmente, no
odiar” (José Luis Illanes, Progresismo y liberación, De. Universidad de Navarra S.A., 1975, pág. 358).
95
Respuestas
Antes que Roma, fueron los Episcopados latinoamericanos los que dieron la voz de alarma contra
la Teología de la Liberación. Vamos a citar tres ejemplos:
1º) Declaración del Episcopado Argentino, del 12 de agosto de 1970, donde se condena las actividades
del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
2º) Documento de la Conferencia Episcopal Chilena, titulado Evangelio, Política y Socialismos, donde se
advierte sobre los peligros de la convergencia marxista-cristiana.
3º) El documento de la XXXII Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano Identidad cristiana en la
acción por la justicia, del 21 de noviembre de 1976.
En este documento se denuncia el intento de “potenciar el Evangelio con la dialéctica marxista”,
“convertir la fe en praxis revolucionaria” y “reducir la Iglesia a una simple asociación de personas que
luchan por la justicia”.
El Vaticano publicó dos documentos: uno que sería la condena de la pseudo-teología de la liberación, y otro
que buscaría trazar los lineamentos principales para una teología de la liberación ortodoxa.
Bolivia: J. J. Torres en el año 1970, contra la guerrilla comunista, que tenía un nivel de organización
sorprendente en la selva, y además se financiaba con el naciente mercado del narcotráfico.
Uruguay: Los avances de la violencia guerrillera de los “Tupamaros” (movimiento marxista indigenista y
guerrillero) impulsaron a partir de 1973 la implantación de un gobierno conservador con respaldo militar,
encabezada por el ya presidente Juan María Bordaberry, que disolvió el parlamento. En 1976 los sectores
liberales dentro del ejército derrocaron a Bordaberry, iniciando un gobierno de apertura liberal.
Artículo de :
Esteban Cabal / in www.alertadigital.com .-
David Rockefeller en una cena con embajadores de la ONU: "Estamos al borde de una transformación
global. Todo lo que necesitamos es una gran crisis y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial".
El magno objetivo de estas sagas de banqueros internacionales lo enunció perfectamente uno de sus
máximos exponentes, David Rockefeller: "De lo que se trata es de sustituir la autodeterminación nacional,
que se ha practicado durante siglos en el pasado, por la soberanía de una elite de técnicos y de financieros
mundiales".
David Rockefeller fue el conspirador mundial por excelencia, el Rey de los cenáculos ocultos. A sus
órdenes trabajaron los agentes secretos de la CIA, el MI6, el MOSSAD y especialmente la INTERPOL, que
es obra suya.
Ningún medio de comunicación masivo se atrevería jamás a desvelar los planes secretos de Rockefeller y
sus amigos. Siempre guardaron un sospechoso silencio en torno a las secretas actividades de las dinastías de
banqueros norteamericanos: los Morgan, los Davison, los Harriman, los Khun Loeb, los Lazard, los Schiff o
los Warburg y, por supuesto, los Rockefeller.
En 1991, en referencia al informe del Centro para el Desarrollo Mundial, David Rockefeller
confesó: "estamos agradecidos con el Washington Post, el New York Times, la revista Time, y otras grandes
publicaciones cuyos directores han acudido a nuestras reuniones y han respetado sus promesas de discresión
(silencio) durante casi 40 años. Hubiera sido imposible para nosotros haber desarrollado nuestro plan para
el mundo si hubieramos sido objeto de publicidad durante todos estos años".
El excéntrico y supuestamente filantrópico David Rockefeller, que tiene ya casi un siglo de vida, es sin
duda el personaje más trepidante y controvertido de esta casta de usureros a la que nos referimos. Muy pronto,
cuando los diarios anuncien su fallecimiento, tendremos ocasión de conocer su insólita biografía.
Descubriremos datos que nos apabullarán.
El fundador de la dinastía Rockefeller fue el abuelo de
David, de nombre John Davison Rockefeller, descendiente
de judíos alemanes llegados a EEUU en 1733. Junto con la
saga de los Morgan y el grupo bancario Warburg-Lehman-
Kuhn&Loeb, constituyó el triunvirato plutocrático del
llamado Eastern Establishment. Su imperio económico se
gestó durante los años de la Guerra de Secesión (1861-
1865) que enfrentó a los terratenientes esclavistas del sur
con los comerciantes e industriales del norte y que se saldó
con 600.000 muertos.
Los grandes triunfadores de aquella guerra fueron cuatro
familias oligárquicas, los Vanderbilt, los Carnegie, los
Morgan y los Rockefeller, que se beneficiaron del conflicto
como proveedores de bienes y servicios y acrecentaron su
imperio económico después con la concentración
monopolista que sucedió a la contienda, llegando a
controlar en 1880 el 95% de la producción petrolera
norteamericana. La fortuna de los Vanderbilt se diluyó con
el tiempo, la de los Carnegie fue en parte succionada por los
Morgan, y la de los Rockefeller se dispersó entre los
muchos y mal avenidos descendientes del viejo John
Davison, petrolero y banquero, fundador de la Standard Oil
y del Chase National Bank, luego denominado Chase
Manhattan Bank, cuya emblemática sede en Nueva York
fue el primer edificio construido en Wall Street. El Chase se
convirtió en un pilar central en el sistema financiero mundial,
siendo el Banco principal de las Naciones Unidas, y llegó a tener
50.000 sucursales repartidas por todo el mundo. Los presidentes
del Banco Mundial John J. McCloy, Eugene Black y George
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Woods trabajaron en el Chase anteriormente. Otro presidente, James D. Wolfensohn, también fue director de
la Fundación Rockefeller.
David Rockefeller, el más famoso de la saga, es nieto del mítico John Davison Rockefeller e hijo de John
D. Rockefeller junior, que se casó con la hija de Nelson Aldrich, líder de la mayoría republicana en el Senado
y al que se le conoció como "gerente de la nación". La madre de David era una enamorada de la pintura y por
iniciativa suya se construyó el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, ubicado en la mansión en
la que nació David y sus hermanos.
David, el menor de seis hermanos, todos ya fallecidos, tuvo también seis hijos y diez nietos que, junto a
los hijos y nietos de sus hermanos, forman el actual clan Rockefeller.
David Rockefeller, banquero y petrolero como su padre y su abuelo, trabajó en los servicios secretos
durante la II Guerra Mundial y abrió el camino para la creación de la ONU en 1945, cuya sede principal se
encuentra en un terreno donado por él en Nueva York. Se codeó con los principales mandatarios del siglo XX.
Dirigió los lobbys más poderosos del mundo, como el CFR, el Club de Bilderberg y la Comisión Trilateral.
Como buenos banqueros sin escrúpulos, los Rockefeller apoyaron y financiaron a los nazis alemanes.
Incluso se permitieron reescribir la historia. La Fundación Rockefeller invirtió 139.000 dólares en 1946 para
ofrecer una versión oficial de la II Guerra Mundial que ocultaba la realidad acerca del patrocinio de los
banqueros internacionales con el régimen nazi, que también obtuvo los favores de su empresa más
emblemática: la Standard Oil. Las iniciativas de esta Fundación, que también ha financiado grupos como los
Hare Krishna o los rosacruces de AMORC, son a veces sorprendentes.
David es hermano del que fuera Senador, Gobernador de Nueva York y vicepresidente de EEUU (con
Gerald Ford, tras la dimisión de Nixon) Nelson
Rockefeller, que heredó de su abuelo materno la vocación
política.
En 1962 Nelson declaró: "los temas de actualidad
exigen a gritos un Nuevo Orden Mundial, porque el
antiguo se derrumba, y un nuevo orden libre lucha por
emerger a la luz… Antes de que podamos darnos cuenta,
se habrán establecido las bases de la estructura federal
para un mundo libre".
David Rockefeller, al que el presidente Carter le
ofreció dirigir la Reserva Federal (declinó a favor de su
amigo Volcker), se rodeó de lugartenientes tan poderosos
como Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, Lord Carrington y Etienne Davignon, que también merecen ser
citados aquí.
Abraham ben Elazar, más conocido como Henry Kissinger, es considerado como uno de los cerebros del
Nuevo Orden Mundial. De origen judío-alemán, empezó como asesor de Nelson Rockefeller en los años 50,
ostentó altas responsabilidades en la Administración en los años 60 y 70, con Kennedy, Johnson, Nixon y
Ford. Llegó a ser Vicepresidente de los Estados Unidos con Ford, secretario personal de Nixon, Jefe del
Consejo Nacional de Seguridad y del Departamento de Estado, y Ministro de Asuntos Exteriores en repetidas
ocasiones.
Colaboró estrechamente con David Rockefeller en el elitista Consejo de Relaciones Exteriores, del que fue
presidente. Del CFR han salido desde entonces todos los presidentes de los Estados Unidos excepto Ronald
Regan, cuyo equipo estuvo formado mayoritariamente por miembros del CFR. También pertenece a la
Comisión Trilateral, el Club de Bilderberg y otras organizaciones de la órbita Rockefeller. Su compañía de
consulting Kissinger Associates, tiene como clientes a Estados deudores y a multinacionales acreedoras.
El polaco Zbigniew Brzezinski, casado con una sobrina del que fuera
Presidente de la República Checoslovaca Eduard Benes, fue reclutado
por Rockefeller en 1971. Llegó a ser Consejero de Seguridad Nacional
del gobierno de los Estados Unidos durante la Administración Carter,
pero ya con anterioridad había sido nombrado director de la Comisión
Trilateral, a la que él mismo definió como "el conjunto de potencias
financieras e intelectuales mayor que el mundo haya conocido nunca".
Afirma que: "la sociedad será dominada por una elite de personas
libres de valores tradicionales que no dudarán en realizar sus objetivos
99
mediante técnicas depuradas con las que influirán en el comportamiento del pueblo y controlarán con todo
detalle a la sociedad, hasta el punto que llegará a ser posible ejercer una vigilancia casi permanente sobre
cada uno de los ciudadanos del planeta". En otro momento dijo: "esta elite buscará todos los medios para
lograr sus fines políticos tales como las nuevas técnicas para influenciar el comportamiento de las masas, así
como para lograr el control y la sumisión de la sociedad". Ni siquiera George Orwell, autor de la terrorífica
novela "1984", lo hubiera expresado mejor.
En una entrevista publicada por el New York Times el 1 de agosto de 1976, Brzezinski afirmaba que "en
nuestros días, el Estado-nación ha dejado de jugar su papel". En cierta ocasión pronosticó "el ocaso de las
ideologías y de las creencias religiosas tradicionales".
Brzezinski es especialista en métodos de control social, sus ensayos publicados dibujan un horizonte
orwelliano en el que el Gran Hermano vigila y controla permanentemente a cada individuo. Predijo la
existencia de gigantes bases de datos donde se almacenan ingentes cantidades de información sobre cada
ciudadano (como la que tienen los servicios de inteligencia españoles en El Escorial, Madrid), la instalación
masiva de cámaras de vigilancia en las calles y edificios (que ya es un hecho en todas las ciudades del
mundo), la generalización de satélites espía de increíble precisión (como los que usan las tropas de EEUU
desde la Guerra del Golfo) y la puesta en funcionamiento de documentos de identidad electrónicos (como lo
son los modernos pasaportes y carnés de identidad, que contienen un microchip con abundante información
del propietario).
La fascinación de Brzezinski por la tecnología aplicada al control social encaja perfectamente con los
planes de la elite plutocrática, que ya ha desarrollado nuevos y espeluznantes artilugios, como el microchip
subcutáneo con localizador que pretenden hacer obligatorio para toda la población mundial y que sustituiría,
unificándolos, a los actuales carnés de identidad, pasaportes, tarjetas de crédito, carnés de conducir, tarjetas de
la Seguridad Social, etc., posibilitando la desaparición del dinero físico.
Otro invento terrible que ya nos tiene preparado la elite ha sido diseñado por la compañía estadounidense
Nielsen Media Research en colaboración con el Centro de Investigación David Sarnoff (organismo controlado
por el CFR y la Sociedad Pilgrims). Se trata de un dispositivo que, una vez instalado en el televisor, permite
observar e identificar desde una estación de seguimiento a los espectadores sentados frente a la pequeña
pantalla. Este dispositivo evoca "el ojo que todo lo ve", el Horus egipcio que aparece en los billetes de dólar.
El "ojo que todo lo ve" no es sólo un recurso literario en la novela de Orwell 1984. Ya existen millones de
cámaras instaladas en carreteras, calles, empresas y locales públicos, y millones de webcam en hogares de
todo el mundo. Sin contar con los modernos sistemas operativos del monopolio Microsoft, como el Windows
Media, que rastrea sin cesar todos nuestros movimientos a través de la red y permite leer nuestros correos
privados de Outlook, el estado de nuestras cuentas corrientes cuando accedemos a la web de nuestro Banco,
las palabras clave que utilizamos en los buscadores como Google y el contenido de las páginas que visitamos
en Internet.
Lord Carrington, cuyo verdadero nombre es Peter
Rupert, fue ministro británico en sucesivos
gobiernos, miembro destacado del RIIA (el
equivalente al CFR en Gran Bretaña) y de la
Sociedad Fabiana, Secretario general de la
OTAN, directivo del Barclays Bank y del
Hambros Bank y, a partir de 1989, presidente del
siniestro Club de Bilderberg.
El cuarto lugarteniente Rockefeller y Secretario
General del Club de Bilderberg es el vizconde
Etienne Davignon. Su currículum lo dice todo:
presidente y fundador de la European Round
Table (Mesa Redonda de Industriales, lobby de
las multinacionales europeas), ex vicepresidente
de la Comisión Europea, miembro de la Trilateral
y del Center for European Policy Studies, ministro belga de Exteriores, presidente de la Asociación para la
Unión Monetaria en Europa, primer presidente de la Agencia Internacional de Energía, presidente de la
Société Générale de Belgique, presidente de Airholding, vicepresidente de Suez-Tractebel, administrador de
Kissinger Associates, Fortis, Accor, Fiat, BASF, Solvay, Gilead, Anglo-american Mining, entre otras
corporaciones.
100
Yihad y Yihadismo
Algunas aclaraciones sobre un tema muy hablado y no tan conocido como el del “Yihad”
I- EL YIHAD
En primer lugar, el nombre. Yihad no sólo es una palabra de género masculino, sino que su significado no
es “guerra santa”, sino “esfuerzo”. Vendría a ser algo así como el esfuerzo exigido por la “sumisión” (Islam).
Por más falsa que nos pueda parecer la religión islámica, externa o surgida como una herejía cristiana por
influencia del judaísmo; la palabra no significa más ni menos que eso. El término “guerra santa” está más
bien tomado del Cristianismo, pues se usa en varias fuentes medievales para significar, no la expansión de la
Fe por la fuerza, sino la defensa de la misma ante el ataque enemigo.
Ahora bien, dos cosas hacen pensar al Yihad como guerra santa:
En primer lugar la rápida expansión del Islam en los siglos VII-X. Pero eso tiene dos explicaciones:
a- La prédica de Mahoma sobre una población naturalmente levantisca como son las tribus semitas (ni
hablar de los mongoles turcos), pues no sólo el contenido del Corán (como veremos en el segundo
punto) es el problema sino que todo mensaje es aplicado diferentemente según la capacidad del
receptor. No es lo mismo el catolicismo en España que en Argentina o México.
b- La debilidad y las divisiones existentes en el seno de los países cristianos que cayeron rápidamente y
sin mucha resistencia en manos de los “sumisos a Allah”. Ésta sin duda es la causa más importante del
éxito de una religión sin mucha teología ni espiritualidad. El próximo oriente asiático y el norte
africano estaban devastados religiosa y doctrinalmente por las herejías “Cristológicas”. El daño
provocado por el Arrianismo, Nestorianismo y Monofisismo con sus innumerables posiciones
intermedias y más o menos moderadas, habían generado sin duda un hastío en la mentalidad religiosa
oriental y africana. Una religión simple y externa (recordemos que el fariseísmo, que es la esclerosis
del catolicismo produce el efecto de exterioridad), solucionaba el problema de la Santísima Trinidad
con una frase herética pero simple: unicidad de Dios. Hay que entender que estos cambios profundos
son de carácter religioso (como todo el fondo de los asuntos humanos, pues somos seres contingentes,
que no podemos extirpar de nuestra consciencia el peso de ser criaturas, por tanto siempre nos
sujetamos a algo, sea el verdadero Dios o sea cualquier cosa que lo intente reemplazar). Por eso (y
separándome de la explicación un poco terrenal de Hillaire Belloc 24) la prédica del islamismo fue
avasalladora y no hubo grandes episodios de resistencia. Si la fe de Cristo hubiera estado fuerte, no
sólo Dios no los hubiera nunca entregado al enemigo, sino que la resistencia hubiera sido heroica…
pero no lo fue. Sólo en España (lo cual como ven obedece a lo dicho anteriormente).
En segundo lugar, lo que dice el Corán y sus implicancias. Veamos algunas citas del Corán sobre el tema:
Corán 8:12: Voy a sembrar el terror en los corazones de los infieles:Cortadles el cuello, pegadles en todos
los dedos!"
Corán 2:191-193: Matadles donde deis con ellos, y expulsadles de donde os hayan expulsado. Tentar es
más grave que matar. No combatáis contra ellos junto a la Mezquita Sagrada, a no ser que os ataquen allí.
Así que, si combaten contra vosotros, matadles: ésa es la retribución de los infieles. Pero, si cesan, Alá es
indulgente, misericordioso. Combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda culto a
Alá. Si cesan, no haya más hostilidades que contra los impíos.
Corán 2:216: Se os ha prescrito que combatáis, aunque os disguste. Puede que os disguste algo que os
conviene y améis algo que no os conviene. Alá sabe, mientras que vosotros no sabéis.
Corán 2:244: ¡Combatid por Alá y sabed que Alá todo lo oye, todo lo sabe!
Corán 3:151: Infundiremos el terror en los corazones de los que no crean, por haber asociado a Alá algo
a lo que Él no ha conferido autoridad. Su morada será el Fuego. ¡Qué mala es la mansión de los impíos!
Corán 4:74: Que quienes cambian la vida de acá por la otra combatan por Alá! A quien. combatiendo por
Alá, sea muerto o salga victorioso, le daremos una magnífica recompensa.
Corán 4:89: Querrían que, como ellos, no creyerais, para ser iguales que ellos. No hagáis, pues, amigos
entre ellos hasta que hayan emigrado por Alá. Si cambian de propósito, apoderaos de ellos y matadles donde
les encontréis. No aceptéis su amistad ni auxilio,
Corán 4:95: Los creyentes que se quedan en casa, sin estar impedidos, no son iguales que los que
combaten por Alá con su hacienda y sus personas. Alá ha puesto a los que combaten con su hacienda y sus
24
Cf. Hillaire Belloc, “Las Grandes Herejías”, y también del mismo autor “Sobrevivientes y Recién llegados”
101
personas un grado por encima de los que se quedan en casa. A todos, sin embargo, ha prometido Alá lo
mejor, pero Alá ha distinguido a los combatientes por encima de quienes se quedan en casa con una
magnífica recompensa,
Corán 4:104: No dejéis de perseguir a esa gente. Si os cuesta, también a ellos, como a vosotros, les cuesta,
pero vosotros esperáis de Alá lo que ellos no esperan. Alá es omnisciente, sabio.
Corán 5:33: Retribución de quienes hacen la guerra a Alá y a Su Enviado y se dan a corromper en la
tierra: serán muertos sin piedad, o crucificados, o amputados de manos y pies opuestos, o desterrados del
país. Sufrirán ignominia en la vida de acá y terrible castigo en la otra.
Corán 5:51-52: Creyentes! No toméis como amigos a los judíos y a los cristianos! Son amigos unos de
otros. Quien de vosotros trabe amistad con ellos, se hace uno de ellos. Alá no guía al pueblo impío. Ves a los
enfermos de corazón precipitarse a ellos, diciendo: "Tenemos miedo de un revés de fortuna". Pero puede que
Alá traiga el éxito u otra cosa de Él y, entonces, se dolerán de lo que habían pensado en secreto.
Corán 8:12: Cuando vuestro Señor inspiró a los ángeles: "Yo estoy con vosotros. Confirmad, pues, a los
que creen! Infundiré el terror en los corazones de quienes no crean. Cortadles el cuello, pegadles en todos
los dedos!"
Corán 8:15-17: ¡Creyentes! ¡Cuando os encontréis con los infieles marchando, no les volváis la espalda!
Quien ese día les vuelva la espalda -a menos que sea que se destaque para acudir a otro combate o para
incorporarse a otra tropa- incurrirá en la ira de Alá y tendrá la gehena por morada. Qué mal fin... ! No erais
vosotros quienes les mataban, era Alá Quien les mataba !. Cuando tirabas, no eras tú quien tiraba, era Alá
Quien tiraba, para hacer experimentar a los creyentes un favor venido de Él. Alá todo lo oye, todo lo sabe.
Corán 8:57: Si, pues, das con ellos en la guerra, que sirva de escarmiento a los que les siguen. Quizás, así,
se dejen amonestar.
Corán 9:5: Cuando hayan transcurrido los meses sagrados, matad a los asociadores [los cristianos por
asociar a Jesús con Dios] dondequiera que les encontréis. Capturadles! Sitiadles! Tendedles emboscadas por
todas partes! Pero si se arrepienten, hacen la azalá y dan el azaque, entonces dejadles en paz! Alá es
indulgente, misericordioso.
Corán 9:14: Combatid contra ellos! Alá le castigará a manos vuestras y les llenará de vergüenza, mientras
que a vosotros os auxiliará contra ellos, curando así los pechos de gente creyente
Corán 9:20: Quienes crean, emigren y luchen por Alá con su hacienda y sus personas tendrán una
categoría más elevada junto a Alá. Ésos serán los que triunfen.
Corán 9:29-31: Los judíos dicen: "Uzayr es el hijo de Alá". Y los cristianos dicen: "El Ungido es el hijo de
Alá". Eso es lo que dicen de palabra. Remedan lo que ya antes habían dicho los infieles. Que Alá les
maldiga! Cómo pueden ser tan desviados! Han tomado a sus doctores y a sus monjes, así como al Ungido,
hijo de María, como señores, en lugar de tomar a Alá cuando las órdenes que habían recibido no eran sino
de servir a un Dios Uno. No hay más dios que Él! Gloria a Él! Está por encima de lo que Le asocian!
Corán 38-39: ¡Creyentes! ¿Qué os pasa?¿ Por qué, cuando se os dice: "Id a la guerra por la causa de
Alá!" permanecéis clavados en tierra? Preferís la vida de acá a la otra? Y qué es el breve disfrute de la vida
de acá comparado con la otra, sino bien poco...? Si no vais a la guerra, os infligirá un doloroso castigo.
Hará que otro pueblo os sustituya, sin que podáis causarle ningún daño. Alá es omnipotente.
Corán 9:41-42: Id a la guerra, tanto si os es fácil como si os es difícil! Luchad por Alá con vuestra
hacienda y vuestras personas! Es mejor para vosotros. Si supierais... Si se hubiera tratado de una ventaja
inmediata o de un viaje corto, te habrían seguido, pero el objetivo les ha parecido distante. Jurarán por Alá:
"Si hubiéramos podido, os habríamos acompañado a la guerra". Se pierden a sí mismos. Alá sabe que
mienten.
102
Corán 9:73: ¡ Profeta! Combate contra los infieles y los hipócritas, sé duro con ellos! Su refugio será la
gehena. Qué mal fin...!
Corán 9:88: Pero el Enviado y los que con él creen combaten con su hacienda y sus personas. Suyas serán
las cosas buenas. Ésos son los que prosperarán.
Corán 9:111: Alá ha comprado a los creyentes sus personas y su hacienda, ofreciédoles, a cambio, el
Jardín. Combaten por Alá: matan o les matan. Es una promesa que Le obliga, verdad, contenida en la Tora.
en el Evangelio y en el Corán. Y quién respeta mejor su alianza que Alá? Regocijaos por el trato que habéis
cerrado con É1! Ése es el éxito grandioso!
Corán 9:123: Creyentes! Combatid contra los infieles que tengáis cerca! Que os encuentren duros! Sabed
que Alá está con los que Le temen!
Corán 25:52: No obedezcas, pues, a los infieles y lucha esforzadamente contra ellos, por medio de él.
Corán 33:60-62: Si los hipócritas, los enfermos de corazón y los agitadores de la ciudad no cesan, hemos
de incitarte contra ellos y pronto dejarán tu vecindad. Malditos, serán capturados y muertos sin piedad
donde quiera que se dé con ellos, conforme a la práctica de Alá con los que vivieron antes. Y encontrarás la
práctica de Alá irreemplazable.
Corán 47:3-4: Y esto es así porque los infieles siguen lo falso, mientras que los creyentes siguen la Verdad
venida de su Señor. Así es como Alá los pone como ejemplo a los hombres. Cuando sostengáis, pues, un
encuentro con los infieles, descargad los golpes en el cuello hasta someterlos. Entonces, atadlos fuertemente.
Luego, devolvedles la libertad, de gracia o mediante rescate, para que cese la guerra. Es así como debéis
hacer. Si Alá quisiera, se defendería de ellos, pero quiere probaros a unos por medio de otros. No dejará que
se pierdan las obras de los que hayan caído por Alá.
Esto es lo que dice el libro del “profeta” Mahoma, salvando defectos de traducción que invito a cualquiera
me corrija, pues no conozco el árabe. Ahora bien. El Islam no tiene cabeza (es importante la cabeza en una
religión). No tiene Magisterio, no tiene por tanto ortodoxia. De allí las “escuelas” de interpretación que son
tan variadas (Sunnitas-Chiitas-Sufíes, etc.).
Es relativamente fácil sacar tantas cosas como se nos ocurra del Islam. Pues si cinco siglos de
protestantismo le hicieron decir cualquier cosa a las Sagradas Escrituras inspiradas por Dios y explicadas con
coherencia por la Santa Madre Iglesia, imaginémonos con el Corán, sin una autoridad magisterial, no
hablemos infalible, sino siquiera respetada universalmente.
Así que sin asumir el papel exclusivo de víctimas en todo esto y pintar siempre con todos los colores de la
maldad al enemigo, reconozcamos que las mordidas del mismo obedecen más a las caídas de quienes
deberíamos haber estado con el estandarte en alto que a la ferocidad de una religión para simples, que
solamente exige cumplir actos externos. Valga para esto la historia del Israel de Dios y lo sucedido con la
Gran Apostasía de los últimos casi 60 años.
II- YIHADISMO
El hoy llamado con esa palabra fea “Yihadismo” es una cosa de una naturaleza causal diferente al simple
Yihad.
Esto tiene ya que ver con el movimiento dialéctico de la Revolución internacional de los últimos dos siglos
y medio.
Empezaremos por citar la famosa carta de Pike a Mazzini del 15 de agosto de 1871 25. Esta controvertida
carta (se duda de su autenticidad cuando no sólo el Cardenal José María Caro la cita en 1925 en su libro “El
Misterio de la Masonería”, sino que atestigua en el sexto capítulo que es conocida desde 1895, en coherencia
con toda la documentación masónica que cayó en manos de la Iglesia y que motivó las obras del historiador
francés Jacques Crétineau-Joly “L'Eglise Romaine en face de la Révolution”, George Dillon en 1885 “La
guerra del anticristo con la Iglesia y la civilización cristiana” y Henri Delassus en “Le problème de l'heure
présente”; y la encíclica Humanum Genus de León XIII en 1884).
Se puede consultar entera en la obra de William Guy Carr “Pawns in the Game” http://www.jesus-is-savior.com/Evils
25
%20in%20Government/Communism/pawnsinthegame.pdf
103
En ella se habla de un triple proceso dialéctico a la manera hegeliana marxista 26, según la cual serían
necesarios tres conflictos para lograr que la “Doctrina pura de Lucifer salga a la luz finalmente”.
-El primero enfrentando el paneslavismo con el pangermanismo y a los Imperios Británicos y Alemán para
lograr la anulación de Alemania en vistas del surgimiento del Comunismo en Rusia usado para “debilitar a las
religiones”. Recordemos que es el comunismo el que logra infiltrar y quebrar con sus agentes a la Iglesia
Católica27, y una vez cumplida su misión se absorbe en otra síntesis luego de 1989.
-El segundo enfrentando al fascismo y al sionismo para la liquidación del primero y la edificación del
segundo en la creación del Estado de Israel.
-El tercero para enfrentar al sionismo con los líderes del mundo musulmán, en vista a su destrucción mutua
y paso a la conflagración decisiva ya vaciados todos los espíritus de mentalidad religiosa.
Como se puede ver, cada conflicto prepara al que viene, en un juego de Tesis-Antitesis-Síntesis
(Afirmación-Negación-Negación de la Negación).
El conflicto de la guerra fría se resuelve por tanto en los años ’80, que le dan al mundo la preparación para
la guerra que viene:
a- Con la “Revolución Islámica” (desde París) de Irán en 1979 que inicia una guerra contra Iraq de 10
años y prepara la del Golfo
b- Lo mismo sucede con la invasión soviética a Afganistán en 1980, por la cual se logra que EEUU
prepare soldados musulmanes en una guerra teñida de “fundamentalismo islámico” 28
De modo que lo que explota en 2001 fue inducido por los poderes secretos del mundo a partir de la
dialéctica de la guerra fría junto con la creación de Israel en 1947.
El modo de actuar de la revolución parte de algo real, como todo no-ser necesita al ser, y en el escenario
estaba la naturaleza de los pueblos dirigentes del islamismo, sumado a la situación vivida en Israel-Palestina
desde fines de los ’40. A eso se lo induce con estas guerras 29, y se lo detona con los falsos atentados de 11-S.
Pero aún hay más ¿por qué la antitesis del mundo globalizado de hoy es el Islam? Nos guste o no esta
respuesta, los países oficialmente islámicos son los únicos con mentalidad y organización legal religiosa que
existen en el mundo, por lo tanto el último bloque para purgar y transformar en culto al hombre. Será una
religión falsa, simple, sin teología, externa y todo lo que se quiera; pero es el último recinto “medieval” del
mundo actual aplastado por la religión antropoteísta de la Masonería.
Así que como conclusión podemos decir que el movimiento actual llamado “Yihadismo” no es lo mismo
que el tradicional Yihad islámico, sino el último episodio de la nueva y última guerra.
MAURO A. BELANDE
26
Según la dialéctica hegeliana, el “Conflicto provoca el cambio, y el conflicto planificado provocará el cambio
planificado”. La resolución de un conflicto plantea otro y así sucesivamente hasta llegar al Absoluto
27
Testimonio de Bella Dodd en “School of Darkness” https://www.youtube.com/watch?v=37HgRWTsGs0
28
Basta buscar en Google “Zbigniew Brzezinski guerra afganistan” para ver lo que ya se ha reconocido mundialmente
(Ver también “Tragedy and Hope: A History of the World in Our Time” de Carroll Quigley)
29
Hay un diálogo muy interesante entre Robert de Niro y William Macy en la película “Wag the Dog” de Barry
Levinson de 1997 donde se habla de la “guerra del futuro” y de crear un enemigo, pues “una guerra sin enemigo sería
muy aburrida” (En inglés https://www.youtube.com/watch?v=Rh-Samvut-E)
104
b- La imposibilidad de la
velocidad de los aviones
La investigación concluyó que
la velocidad del avión 175 fue
de 933km/h al momento de la
colisión. A una altitud de unos
200 metros, es imposible que un
avión Boeing 767 pueda llegar
a una velocidad de 804km/h.
Unicamente un cohete podría
hacerlo. Cuando un avión vuela
a unos 10.000m de altitud su
aire es tres veces más liviano
que a nível del suelo. Por eso es
que los aviones comerciales
vuelan a esa altura. Porque la baja resistencia del aire
le permite alcanzar una velocidad más alta y usar
menos combustible. Así cuando un avión va a
aterrizar pierde altitud la velocidad del aire ofrece
más y más resistencia a medida que baja. Así que la
105
velocidad máxima a baja altitud es mucho más lenta que a 10.000 metros. Por debajo de esta altura, dado que
el aire es 3 veces más pesado, se necesitaría 6 veces más de empuje, lo cual sería imposible aún en el aire
liviano. Logicamente los motores no pueden dar 6 veces su máxima potencia.
d- El acero derretido
Durante el incendio de las torres gemelas, puede observarse
como por momentos el acero estructural se derrite y cae.
Después de colapsar y aún por más de 6 semanas después, se
encontraron, durante la limpieza de los escombros, acero
derretido deslizandose. Literalmente charcos de metal derretido
como la lava. Fueron documentados zonas calientes a 1100C en
los escombros. Eso es 260C más caliente que lo que el
militar, y que se mantiene en secreto, está avanzado unos 50 a 100 años a lo que vemos en la actualidad y se
comercializa.
2)- La Torre 7
A las 17:25 cae la Torre 7, rascacielo de hierro y
hormigón, de 47 pisos. El edificio no había sido impactado
por ningún avión, solo tenía incendio en uno o dos pisos.
Primero vuelan una de las columnas centrales para que el
edificio caiga por si mismo. Tuvo la clásica falla para que
sus columnas centrales fueran voladas primero, de modo
que no sufrieran daños estructurales los edificios que se
encuentran a algunos metros de él.
Insolitamente, el acero de la estructura de la Torre 7 fue
vendida como chatarra (se dice que a China) sin que se
hagan peritajes.
Nunca antes y después del colapso de la torre 7, existe un
registro de un edificio de acero y hormigón que caiga
debido al fuego de un incendio. La explicación oficial de la
caida de la Torre 7, asi como las Twin Towers, es el fuego.
En el siguiente video puede verse claramente las sucesivas explosiones del edificio segundos antes de
terminar desplomado en el suelo en unas clásicas explosiones de tipo controlada:
link: https://www.youtube.com/watch?
v=KL44FbS4TQs
3)- El Pentagono
A las 10 a.m., el anuncio llegó desde Washington:
un Boeing habría caído sobre el Pentágono, una hora
después de los atentados contra las Torres Gemelas de
Nueva York. Las primeras cifras hablaron de 800
muertos. La cantidad real sería de 125.
Los hechos parecían indiscutibles: era otro ataque
terrorista. Pero las versiones fueron contradictorias
entonces y lo siguieron siendo en los siguientes días. El
periodista francés Thierry Meyssan, alentado por la
duda, decidió revisar explicaciones oficiales y
declaraciones de testigos. Encontró que varias cosas no
encajaban.
Por ejemplo, el Boeing 757-200 del vuelo 77 de American Airlines había descendido a 29 mil pies a las
8:55 a.m. y no contestaba las órdenes de los controladores aéreos de la aviación civil. Luego, se desvió hacia
Washington.
Los controladores notificaron el hecho a la sede de la aviación. Confundidos por lo que pasaba en Nueva
York, no entendieron que se trataba de un nuevo avión. Rectificaron 29 minutos después.
El Comando Norteamericano de Defensa del Aeroespacio explicó que a las 9:24 fue informado del desvío
y que de inmediato dos cazas F-16 partieron de la base de Langley, en Virginia. Sin embargo, no vieron el
avión. Meyssan plantea la duda: cómo no ver un Boeing en el potente sistema de radar militar de E.U.?.
Y va más allá. Si se sabía desde las 9:24 que el Boeing iba hacia Washington, por qué el sistema de defensa
del Pentágono, con cinco baterías de misiles y dos escuadrones de combate estacionados en la base de Saint
Andrews, no hizo nada?.
107
Meyssen plantea entonces el argumento más sólido. Un Boeing 757-200 es capaz de transportar a 239
pasajeros. Mide 47,32 metros de largo, tiene 38,05 metros de envergadura, 13,6 metros de alto y pesa 115
toneladas.
Semejante mole
solo destruyó el
primer anillo del
Pentágono.
La fachada del
edificio, de 24
metros de altura,
fue afectada en el
primer piso. Eso
significa que el
avión tendría que
haber descendido a
nivel del suelo en
el momento del
choque. Lo curioso
es que no dañó el
césped, ni el muro, ni los
postes, ni el parqueadero.
Meyssen sospecha más
en este punto: el avión
chocó justo contra una
zona en reparación.
Aunque murieron muchos,
la casi totalidad de los 23
mil trabajadores del ente
se salvaron. A las 10:10,
las cuatro plantas se
desmoronaron. Y quedó
en evidencia algo: no
había restos del fuselaje
del avión. El espacio de 19
metros que se abrió es
inferior a los 38 metros
del Boeing. Y las alas? Si
solo penetró la nariz, por
qué no se ven restos del
aeroplano después del
accidente?.
Los testigos no oficiales aseguran haber visto un avión pequeño a gran velocidad. Las cámaras de
seguridad no lo vieron. El primer informe de prensa del Pentágono no hablaba de aviones. La teoría apareció
media hora más tarde. La controladora aérea del aeropuerto Dulles vio moverse en el radar a un objeto a 800
km/h. Por su trayectoria, dedujo que era un avión militar.
Meyssen concluye que lo que verdad penetró el Pentágono fue un misil de última generación del tipo
AGM, provisto de una carga hueca y una punta de uranio. El aparato parece un pequeño avión civil y emite
un silbido similar al de un caza. Y cree que fue disparado para ocultar el derribamiento del avión de
pasajeros.
Esta conversación, según reveló el diario The Washington Post el pasado 27 de enero, se produjo poco
minutos después de los hechos trágicos del 11 de septiembre.
La versión de Cheney sobre la suerte del vuelo 93 de United Airlines que se estrelló Shanksville
(Pennsylvania) con 45 personas a bordo y que volaba rumbo a San Francisco procedente de Newark (Nueva
Jersey)convirtió, desde entonces, en la oficial.
Pero ciertas dudas nacieron cuando los medios de comunicación informaron al instante que el avión había
sido derribado por las Fuerzas Aéreas, acatando la orden del presidente Bush de aterrizar toda aquella
aeronave que surcara el cielo de Estados Unidos. El Departamento de Defensa inmediatamente desmintió esa
información.
El jueves 13 de septiembre, las diferentes agencias de prensa dejaron perplejos a muchos al tomar las
declaraciones del agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Bill Crowley: No descartamos que el
avión haya sido derribado por un caza estadounidense. Lo sabremos cuando aparezca la caja negra .
El 22 de septiembre The New
York Times publicó que la grabadora
de la cabina del avión encontrada el
mismo día de las declaraciones de
Crowley registraba una disputa entre
los secuestradores y los pasajeros que,
aparentemente y a través de
comunicación telefónica con sus
familiares, ya sabían lo de los otros
aviones.
Y lucharon para evitar que esta
nave fuera estrellada en alguna ciudad
y sí en un bosque. Acto heroico del
que ya tenía certeza Dick Cheney,
desde muy temprano, el 11 de
septiembre.
Expertos en siniestros, consultados
por el diario El País de España, han
dicho que no quieren empañar la hazaña, pero no entienden por qué hubo una amplia dispersión de los restos
del avión. La única razón, según ellos, es que el avión haya explotado antes de caer bien por el efecto de una
bomba o un misil.
El caso es que entre los escombros no se encontraron restos del avión. Fue como si se hubiera
desintegrado.
El misterio continúa.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
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109
BORREGO, Salvador, ¿Qué pasa con EEUU?, Ed. Nuevo Orden, Bs. As. 1987
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Ed. Difusión, Buenos Aires, 1954
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HÖPCKER ASCHOFF, Hermann, El dinero y el Oro, Revista de Occidente, Madrid, 1974.
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