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Fortaleza en la enfermedad

Lección 7

FORTALEZA: virtud que permite a una persona enfrentar, soportar y vencer los obstáculos que van en contra
del bien y de su parte espiritual.
ENFERMEDAD: Alteración leve o grave del funcionamiento normal de un organismo o de alguna de sus partes,
por causas internas o externas.

Lectura Bíblica: Salmos 6:1-9


1 Jehová, no me reprendas en tu enojo, Ni me castigues con tu ira.
2 Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se
estremecen.
3 Mi alma también está muy turbada; Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? 4 Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;
Sálvame por tu misericordia.
5 Porque en la muerte no hay memoria de ti; En el Seol, ¿quién te alabará? 6 Me he consumido a fuerza de
gemir; Todas las noches inundo de llanto mi lecho, Riego mi cama con mis lágrimas.
7 Mis ojos están gastados de sufrir; Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
8 Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro. 9 Jehová ha
oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración.

 No me reprendas en tu enojo: Debido a su pecado David sentía que estaba bajo la reprensión de Dios. Por
tanto, él clamó a Dios para aligerar el castigo. Puede haber momentos en que creemos que somos
reprendidos por la mano de Dios cuando en realidad padecemos tribulación traída por nosotros mismos.
Sin embargo, existen ciertamente momentos cuando Dios reprende a sus hijos. Lamentación 3:1.
 Ni me castigues con tu ira: Sabemos que el castigo de Dios no es principalmente una seña de su ira, sino
una seña de adopción. Hebreos 12:7 pone en claro que el castigo es evidencia de adopción: Si soportáis la
disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Cuando
Dios nos corrige no se siente agradable, pero es bueno y para nuestro bien.
 Señor, sáname; es decir, su cuerpo, porque Dios es el médico del cuerpo, él hiere y sana; así sanó a
Ezequías y a otros; 2 Reyes 20:1-6; Salmo 41:4; 103:3.
 Estoy enfermo… mis huesos se estremecen: David sabía la prueba de dolor y debilidad física. En medio de
este tipo de castigo él clama hacia Dios por misericordia.
 ¿Hasta cuándo? David sentía que estaba bajo el castigo de Dios, pero aún sentía que debía de pedirle a
Dios que acortara la prueba. Existe un lugar para una humilde resignación hacia el castigo, pero Dios
quiere que añoremos un mejor lugar, y que utilicemos ese anhelo como una motivación para buscarle y
arreglar las cosas con el Señor. Salmo 13:1.
 Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma: En su agonía David suplica por liberación pero en base a la
misericordia de Dios, no por su propia justicia. David sabía que el castigo por parte del Señor era justo,
pero también sabía que Dios es rico en misericordia. Salmo 85:3
 El salmista desea poder vivir y alabar al Señor: En el estado de los muertos; en la tumba.
 Porque en la muerte no hay memoria de ti: Los que están muertos no te recuerdan ni piensan en ti. El
“fundamento” de esta apelación es que el salmista consideraba algo “deseable” recordar a Dios y alabarlo,
y que esto no podía hacerlo uno que estaba muerto. Por lo tanto, oró para que Dios le perdonara la vida y
le devolviera la salud, para poder alabarlo en la tierra de los vivientes. Salmo 30:9.
 Me he consumido a fuerza de gemir: La mano de castigo de Dios fue dura sobre David. Su vida no parecía
ser sino lágrimas y miseria. La prueba de David tiene al menos tres componentes: Él sentía que Dios
estaba airado con él, le faltaba un sentido de la presencia de Dios, y no podía dormir.
 Mis ojos están gastados: Los ojos de David estaban rojos y secos de todas las lágrimas y falta de sueño.
 A causa de todos mis angustiadores: David es humillado tanto que sus enemigos ya no le buscan para
obtener la victoria. Parece estar deprimido y desanimado.
 Jehová ha oído la voz de mi lloro: David termina el Salmo con una nota de seguridad. Él llevó su clamor
agonizante delante de Dios, y Dios le escuchó.

Verso de Memoria: “Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque
mis huesos se estremecen”. Salmos 6:2.

Los hijos de Dios también nos enfermamos y esta es una de las grandes batallas que debemos de luchar. Las
enfermedades son parte de nuestra vida porque este cuerpo corruptible es lo que Adán nos heredó.
1. ¿Porque enfermamos? “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante
el pecado.” (Romanos 5:12)
2. Todos enfermamos, es parte de nuestra naturaleza humana 2ª Reyes 13:14, Enfermó Eliseo de la
enfermedad de la cual murió, Pablo lo dijo en 2ª Corintios 11:29.
3. Enferma el rico, pero también el pobre,
4. Poniendo ante las nuestras necesidades porque él tiene cuidado de nosotros, 1ª Pedro 5:7.
5. ¿Al enfermarnos es pecado consultar un médico?, “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los
enfermos, (Mateo 9:12)

Objetivó: Aprender a confiar en Dios cuando llega la enfermedad. El estará ahí para fortalecernos.

La palabra de Dios nos enseña cómo debemos de actuar.


1. LLAMAR A LOS MINISTROS. El enfermo debe de tener fe en Dios y eso lo demuestra cuando pide la
oración y la unción. La oración debe ser solicitada, el enfermo no debe esperar que le ofrezcan la
oración o la unción. A veces se critica al pastor o al ministro porque llega a visitar al enfermo y se va sin
orar por él, pero nadie se lo pidió. Si el enfermo está bien grave que se le imposibilita hablar, deberán
ser los familiares quienes piden la oración. Santiago 5:14-15
2. RESIGNACIÓN. Pablo a través de su mal experimentó el poder de Dios y entendió que más valiosa que
la salud corporal es gozar de la gracia de Dios que nos acepta como sus hijos. 2ª Corintios 12:7-9 De
qué sirve la salud sino tenemos la gracia de Dios, lo importante es que ya somos salvos en Cristo Jesús.
Romanos 8:28 Todo nos ayuda a bien, aun las enfermedades. Bástate mi gracia.
3. OPTIMISMO. Dependiendo de nuestro estado de ánimo, así será también la enfermedad. Como hijos
de Dios debemos ser positivos ante las enfermedades y eso solo se logra llevando una vida entregada a
Dios. Cuando estamos sanos debemos de ser creyentes fervorosos, activos, serviciales en la obra del
Señor. Proverbios 18:14.
4. Debemos ser GENTE DE ORACIÓN, de ayuno, de fe, creyentes que asistimos regularmente a los cultos.
5. El hijo de Dios de fe procurará hacer fácil el trabajo a quien lo cuida y será agradecido. Hay enfermo
grave que hace bromas de su enfermedad, que se esfuerza por no ser enfermo insoportable, Quien
soportará el ánimo del angustiado (Proverbios 18:14)…. Cuando el enfermo es amargado, caprichoso y
pesimista, nadie quiere cuidarlo.
6. Hay enfermos que con una gripe sienten morirse y se ponen tan exigentes que desesperan a quien les
cuida. ¡!!De todo se quejan!!!: Que Dios no me oye / Que nadie me quiere / Que nadie me viene a ver
/ Que mejor quiero morirme., etc.
7. Un espíritu positivo se logra solamente confiando plenamente en Dios y llevando una vida fervorosa y
llena de gratitud, Isaías 53:4-5.
Comentario:
Nuestra lectura bíblica es un Salmo de David, el hombre conforme al corazón de Dios.
No sabemos lo que estaba pasando en su vida cuando lo escribió, pero es obvio que este gran rey, guerrero, y
varón de Dios estaba muy enfermo y atribulado.

 Las enfermedades nunca vienen solas, acarrean otro tipo de preocupación tales como: no tengo para los
medicamentos, no podré trabajar, ¿quién me cuidará?, y si muero ¿quién velará por mis hijos?, etc.
 David no solo estaba enfermo, también tenía otros problemas que lo debilitaban.

1. David sabía que su sanidad vendría de Dios en quien tenía depositada su fe.
2. Y aun cuando esperaba que Dios lo curara milagrosamente, tenía claro que lo sustentaría, es decir, que
lo fortalecería y le daría todo su apoyo durante la enfermedad.
Eso no significa que todo necesariamente saldrá como a él le gustaría, pero hay mucho aliento que viene al
saber que Dios le ha escuchado y ha aceptado su oración como legítima.

 A veces la enfermedad nos desanima tanto que ni siquiera oramos ni pensamos que Dios oiría un grito
por misericordia, Dios tiene poderosas promesas de sanidad para sus hijos, tales como:
“Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y de
misericordia (Salmos 103:3-4); Sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas (Salmos 146:3).

Dios es nuestro médico por excelencia, y los cristianos necesitamos poner la confianza en los recursos divinos
para fortalecernos en sus promesas y sanar de nuestras enfermedades.

Preguntas:
1. ¿Quién es nuestro sanador? Salmos 103:3. R// Nuestro Dios.
2. ¿Para qué le pedía David la salud a Dios? Salmos 6:5. Comente. R// En la enfermedad nuestros cuerpos
pueden morir, y él quería seguir alabando a nuestro Dios en la vida.
3. ¿Cuál debe de ser nuestra actitud en la enfermedad según Proverbios 18:14 y por qué? R// El ánimo del
hombre soportará su enfermedad; (animo positivo) Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado? (animo
angustiado es insoportable)

Conclusión: Cuando estamos en el hoyo más profundo, en la angustia, en lo más profundo de la enfermedad,
cuando nuestra fuerza se ha desvanecido, solo nos queda un recurso, y es acudir a Dios nuestro sanador.

MN.

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