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LA NECESIDAD DE ORAR SIN DESMAYAR

TEXTO: LUCAS 18: 1-8


INTRODUCCION
Es bien sabido que el Señor Jesús usaba las parábolas constantemente para
enseñar su mensaje al pueblo de Israel y a sus discípulos, pues las parábolas
tenían el propósito de revelar una verdad espiritual acerca del Reino de Dios
de forma comparativa, la cual encerraba una educación moral y religiosa,
tomando ejemplos de la vida cotidiana. En este pasaje, el maestro nos
presenta a una viuda urgida por justicia para ella, de igual modo aparece en
el escenario un juez injusto.
El texto nos dice que Jesús profirió esta parábola para enseñar sobre la
necesidad de orar siempre y no desmayar. Da por sentado que el pueblo de
Dios es un pueblo orante (de oración). Orar para nosotros es un privilegio, un
honor y un deber. Además es una labor constante: hemos de orar siempre y
no desfallecer.

Desarrollo
¿Qué podemos analizar de esta hermosa parábola?
1. Cristo muestra mediante la parábola el poder de la importunidad o
impertinencia entre los seres humanos:
Importunidad: Molestia que causa una persona, una acción o una expresión
inoportunas. Sinónimos: impertinencia, molestia.

A. El mal carácter de un juez que había en una ciudad que ni temía a Dios,
ni respetaba a hombre.
B. El caso triste de una pobre viuda quien demandaba personalmente
ante el juez día tras día diciéndole: hazme justicia de mi adversario.
C. La dificultad y el desaliento consiguiente que experimentó en la
presentación de su causa ante el juez, el cual no quiso hacerle justicia
por algún tiempo. Conforme a su mala costumbre, no hizo caso alguno
de la viuda, ya que ésta no era para él persona importante ni le daba
dinero para sobornarlo.
D. El éxito que, por fin, consiguió la viuda por medio de su continua
importunidad, impertinencia y molestia, por esa razón el juez dijo para
sí mismo: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin
embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que
viniendo de continuo, me agote la paciencia. Así que esta mujer, al no
dejar en paz al juez, consiguió lo que buscaba.

2. Cristo el maestro nos entrega una hermosa aplicación para nuestras


vidas con el propósito de animar al pueblo de Dios en sus oraciones:
A. Dios nos asegura que a la larga cumplirá sus promesas ¿y acaso
no hará Dios justicia a sus escogidos?
B. Lo que Dios requiere de su pueblo es que clamen a él día y
noche, ese es nuestro deber, debemos orar para no ser vencidos
por nuestros enemigos espirituales, así como lo hacía esta pobre
viuda.
C. Los desalientos que quizás sufriremos es nuestras oraciones. A
veces Dios tarda en responder como dice un pensador: Dios
alarga nuestras preguntas cuando quiere darles una respuesta
infinita.
D. La seguridad que Dios nos da, de que al final el cumplirá su
promesas, aunque tarde un poco.

Ilustración
Si esta viuda prevaleció por su impertinencia, mucho más nosotros que
somos hijos de Dios pues:
A. Esta viuda era desconocida para el juez, pero el pueblo de Dios es
su elegido
B. La viuda era una sola, pero los hijos de Dios son muchos.
C. La viuda apelaba a un juez que se mantenía a la distancia, mientras
que nosotros acudimos a un padre que nos pide que nos
acerquemos a él confiadamente.
D. Ella acudía a un juez injusto, nosotros acudimos a un padre justo.
E. Ella no tenía ningún amigo que intercediera por ella, nosotros
tenemos un abogado para con el padre, a Jesucristo el Justo.
F. Ella no disponía de ninguna promesa de que sería escuchada,
nosotros tenemos promesas de que si somos escuchados.
G. Ella solo podía acudir al juez a ciertas horas, nosotros podemos
acudir a Dios a cualquier hora de día y noche porque nuestro padre
no duerme.
H. La importunidad de la viuda molestaba al juez, pero la nuestra le
agrada mucho a Dios de ahí nuestra esperanza segura de que
nuestra oración ferviente, eficaz, tiene mucha fuerza. Santiago
5:16

Conclusión

Por último, el maestro Jesús nos insinúa que vendrán días en que muchos
comenzaran a cansarse de esperar. Pero cuando venga el hijo del hombre
¿hallará fe en la tierra? La respuesta parece ser un rotundo ¡No! El mismo
Señor lo está advirtiendo de antemano. El Señor lo que está buscando es Fe,
también da a entender que si hubiera fe, aun cuando fuera muy poca, él la
hallaría. Se nos predice que cuando Cristo venga otra vez hallará poca fe, en
general hallará poca gente piadosa. Por eso se nos anima a seguir constantes
en la oración sin desmayar.

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