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● “No amen a este mundo ni las cosas que ofrece, porque cuando
aman al mundo no tienen el amor del Padre en ustedes”
Versión TLA
Preámbulo:
Cuando el Señor creó a Adan y Eva, él les otorgó el libre albedrío, que
es la libertad y el poder de decidir libre y voluntariamente, lo qué ellos
consideraban correcto, tal es el caso, que Adan comió del fruto
prohibido y fue esa elección, la que hizo sabiendo las consecuencias, ya
que Dios se los había advertido.
Exhortación:
Desde que Dios nos creó como hijos, hemos tenido que convivir con las
decisiones que tomamos, por eso existen personas en el mundo que no
conocen o no aman a Dios, porque él Señor quiere que le amen y que lo
busquen, pero debe ser de corazón, conscientes de la decisión que
hemos tomado y, que le amamos a él por sobre todas las cosas que hay
en el mundo.
Pero, ¿cuáles son las cosas del mundo que no debemos amar?, la
palabra de Dios nos dice “16 el mundo solo ofrece un intenso deseo
por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el
orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del
Padre, sino que viene del mundo; 17 y este mundo se acaba junto
con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a
Dios le agrada vivirá para siempre”.
Pero, ¿a qué apunto con esto?. Debemos permitir que él Señor vaya
limpiando de nuestras vidas todo lo que no edifica en ella, que Dios
elimine todo lo malo, pero primeramente debemos amarle a él, otorgarle
el primer lugar en todo y verán como él Señor nos irá purificando y
limpiando desde lo más profundo de nuestro espíritu.
● “Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora
tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y
al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a
tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el
polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra,
también tu descendencia será contada”.
Reflexión final:
Mientras que por otro lado tenemos a Sansón, bendecido por Dios
desde el vientre de su madre, que debía consagrarse como Nazareo
para liberar a los Israelitas de manos de los Filisteos, pero no pudo dejar
atrás su lujuria, no pudo gobernar su mal temperamento.