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DEMOCRACIA, CIUDADANÍA Y Econ.

Olinda Sánchez Gordillo


olinda.sanchezg@ug.edu.ec
GLOBALIZACIÓN
Unidad #3: Objetivo:
La Ciudadanía Valorar de manera adecuada los conceptos,
modelos y competencias de los ciudadanos y de la
ciudadanía con una actitud crítica, respetando los
sistemas de creencias, principios y valores de las
diferentes manifestaciones culturales, evitando la
discriminación y exclusión.
El proceso de
constitución del
término Ciudadanía
Origen y definición del concepto “ciudadano”

La palabra “ciudadano” deriva de la palabra “ciudad”, por lo cual como


primera acepción del término figura “natural o vecino de una ciudad” o
“perteneciente a la ciudad o a los ciudadanos”.
La palabra “ciudad” deriva del latín civitas, el cual se refiere a la organización
de los ciudadanos en un Estado. Y de allí derivan los términos civis
“ciudadano, cívico, civil y derecho de ciudadanía”.
Desarrollo histórico del concepto de ciudadanía

Un individuo es ciudadano sólo en referencia a la comunidad en la cual


ejerce sus derechos en relación con un Estado. Éste es el ámbito natural
donde el ciudadano desenvuelve su actividad política, y al mismo tiempo, el
Estado es fruto de ese accionar: de la política como lucha surgen las formas
estatales, la división de poderes, las instituciones.
Desarrollo histórico
del concepto de
ciudadanía
La participación de los
hombres (como
individuos o en
estamentos o grupos
sociales) en las
decisiones políticas
varía según las culturas
y las épocas.
Desarrollo histórico del concepto de ciudadanía

¿Quiénes son o quiénes pueden ser ciudadanos?, y ¿qué derechos tienen?,


son conceptos que cambian a lo largo de la historia.
Cuando hablamos de “ciudadanía” hacemos alusión al concepto nacido con
la Revolución Francesa de 1789. Hasta ese momento, sólo existieron
ciudadanías parciales; después también, pero con el conocimiento y la toma
de conciencia de algunos o muchos de que eso no debería ser así.
La Ciudadanía en las polis Griegas

En la democracia griega, la ciudadanía estaba restringida a una delgada capa


social (los propietarios de esclavos), quienes eran los que tenían tiempo libre
para dedicarse a la política y al ocio creador.

Los ciudadanos constituían una sexta parte de la población; el resto, sin


derechos políticos, eran los menores de edad, las mujeres, los extranjeros y
los esclavos.
La Ciudadanía en las polis Griegas

Para los pensadores de esa época, como Aristóteles, era perfectamente


compatible la ciudadanía de unos pocos con la exclusión de muchos, e
incluso con la existencia de esclavos.

En Atenas, sólo podían ser ciudadanos los que eran hijos de ambos padres
ciudadanos y exclusivamente ellos podían participar en la vida política; allí se
afirmaba que existía la “igualdad de derechos”, porque ni los extranjeros ni
los esclavos eran considerados como integrantes de la sociedad ateniense.
La Ciudadanía en las polis Griegas

Algunos estadistas, como Clístenes (a fines del siglo VI a.C.), favorecieron el


acceso de mayor cantidad de gente al derecho de ciudadanía.
Pericles hizo reformas para que los ciudadanos pobres pudieran participar en
la política y fijó una compensación (salario anual) que cobraran los
funcionarios mientras duraran en sus cargos y también para asistir a las
asambleas (en las cuales el pueblo votaba directamente las leyes propuestas
por el Congreso o Bulé).
La Ciudadanía en la república romana

En la Antigua Roma, la población estaba dividida en tres sectores


diferenciados:
1. La aristocracia, formada por los patricios;
2. Los trabajadores libres o plebeyos (campesinos, artesanos, mercaderes,
que no tenían participación en el gobierno);
3. Los trabajadores esclavos, que no eran considerados personas, sino
pertenencias de sus dueños. Libertos y colaboradores serviciales de los
patricios. Eran ciudadanos de una condición inferior y votaban siguiendo
las instrucciones de su patrón.
La Ciudadanía en la república romana

Cuando la monarquía no tuvo en cuenta el asesoramiento de los patricios en


el Senado, estos aristócratas se rebelaron y nació la república.
Con esta nueva forma de gobierno, los patricios tenían todos los privilegios.
La situación de los plebeyos, que debían servir en el ejército y pagar
impuestos, era miserable. Es por eso que decidieron sublevarse, iniciando
una huelga y se instalaron en el Monte Sagrado, fuera de la ciudad.
La Ciudadanía en la república romana

Regresaron a sus tareas cuando obtuvieron algunos derechos; sus luchas


posteriores fueron mejorando su situación.
Lograron que se nombrara a Tribunos de la plebe, magistrados que
defendían los derechos de los plebeyos.
En el año 450 a.C. se estableció la Ley de las XII Tablas (abarcaba el derecho
civil, penal, procesal, público y religioso), el cual se grabó en doce tablas de
bronce a la vista de todos. Luego conquistaron el derecho al matrimonio
entre patricios y plebeyos y finalmente lograron la igualdad jurídica.
Feudalismo y ciudadanía

Maquiavelo (siglos XV y XVI) reflexionó sobre la libertad y la ciudadanía y las


relacionó con el ámbito en donde se podían desarrollar.
Afirmaba que las dos clases más antagónicas a la libertad y a la civilización
estaban en el campo: la aristocracia terrateniente y el campesinado.
Los aristócratas derrochaban los recursos de la sociedad, eran parásitos y
holgazanes. Y los campesinos, con su ignorancia y su atraso, no se rebelaban
ante los abusos del señor feudal. Si los señores feudales sometían a las
ciudades, en éstas era muy difícil el desarrollo de la ciudadanía.
Si los poderosos de las ciudades
–o sea, la burguesía urbana-
dominaban al campo, se
lograba más rápido el progreso
de la civilización y el avance de
las libertades.
El concepto de ciudadanía y su relación con el poder

Al igual que el concepto de democracia, el de ciudadanía presenta distintas


definiciones, según la época.
Democracia y ciudadanía son dos términos inseparables. La democracia es el
sistema que garantiza los derechos ciudadanos. En este sentido, para Arendt
(1948) la ciudadanía se define como el “derecho a tener derechos”.
El concepto de ciudadanía y su relación con el poder

La ciudadanía se construye a partir de determinadas relaciones de poder en


una sociedad. Esta construcción es conflictiva en la medida que existen
distintos grupos con intereses diversos, modos de obrar distintos e ideas
diferentes. Establece derechos y deberes para las personas y para el Estado.
Implica que éste proteja a los ciudadanos, a la vez que establezca las
condiciones para que alguien sea considerado ciudadano de un país.
Tipos de ciudadanía

El ciudadano delegativo.- Es el que se limita a cumplir con su obligación al


ser convocado para las elecciones: vota e integra la mesa electoral cuando le
llega la citación y confía a los representantes y el gobierno en general el
manejo de los intereses del Estado.
El ciudadano total.- Aquel que es plenamente consciente de sus derechos
como ciudadano, que está muy bien formado e informado sobre el devenir
de las instituciones públicas, que forma parte constantemente de partidos
políticos, organizaciones civiles e iniciativas populares.
Resumen

Un Estado que abogue por la justicia social presentará mayores posibilidades


de garantizar la participación ciudadana plena y pareja entre sus habitantes.
Este tipo de Estado estimulará a las personas a movilizarse para participar en
los asuntos de la comunidad.
Una ciudadanía activa requiere de individuos que interactúen entre sí y
construyan lazos solidarios, que propicien una convivencia lo más armoniosa
posible.
Un ciudadano activo está en condiciones de reclamar y habilitar los
mecanismos democráticos para exigir a los dirigentes que cumplan con la
satisfacción de las necesidades básicas de todos los habitantes de un país.
Supone proponer soluciones creativas que transformen las relaciones con los
demás y con el contexto.
Si el Estado es facilitador en la generación de ciudadanos integrales
propiciará el reconocimiento de los otros en su diversidad, fomentará la
participación y distribuirá los recursos sociales, económicos y culturales de
manera equilibrada entre todos los ciudadanos.
La participación plena es posible si existen reglas democráticas claras y se
poseen intereses públicos en común. El Estado es responsable de generar
políticas para empoderar a los excluidos y ampliar sus posibilidades de
acción colectiva.
DEMOCRACIA, CIUDADANÍA Y Econ. Olinda Sánchez Gordillo
olinda.sanchezg@ug.edu.ec
GLOBALIZACIÓN
Unidad #3: Objetivo:
La Ciudadanía Valorar de manera adecuada los conceptos,
modelos y competencias de los ciudadanos y de la
ciudadanía con una actitud crítica, respetando los
sistemas de creencias, principios y valores de las
diferentes manifestaciones culturales, evitando la
discriminación y exclusión.
La Nueva
Sociedad
de la
Información
Sociedad de la Información.- Concepto

Es aquella en la cual las tecnologías que facilitan la creación, distribución y


manipulación de la información juegan un papel importante en las actividades
sociales, culturales y económicas.
Debe estar centrada en la persona, ser integradora y orientada al desarrollo, en que
todos puedan crear, consultar, utilizar y compartir la información y el conocimiento,
para que las personas, las comunidades y los pueblos puedan emplear plenamente
sus posibilidades en la promoción de su desarrollo sostenible y en la mejora de su
calidad de vida.
El concepto
tradicional de
Un ciudadano responsable conoce y
ciudadanía emana de
ejerce sus derechos individuales,
la filosofía política
especialmente en relación a la
tradicional
libertad de expresión y libertad de
Se encuentra asociación para la identificación de
íntimamente ligado problemáticas de índole público, pero
a las ideas de también reconoce que esos derechos
derechos individuales no deben pasar por
individuales y a la encima de los derechos de otros y
noción de vínculo que la actividad política debe buscar
con la comunidad el bienestar de la ciudadanía o el bien
común (Kymlicka et al., 1997)
Ciber ciudadanía, ética y
acceso al conocimiento

La ciudadanía digital, e-ciudadanía o ciber


ciudadanía, consiste en el uso y aprovechamiento
de las tecnologías de la información y
comunicación, el internet y las redes sociales de
manera ética, segura, responsable y activa.
Es la que aprovecha las tecnologías de la información
y comunicación de manera responsable, garantiza la
participación ciudadana para hacer llegar a las
autoridades y a los gobernantes aquellos asuntos de
interés público que es necesario atender, solucionar
problemáticas que requieran de la participación
directa, la organización de grupos que hagan efectiva
la democracia y el respeto de los derechos de los
ciudadanos, la transparencia y la gestión de gobierno
(Araya et al, 2004)
Los actuales modelos educativos van encaminados a la formación de
profesionales conscientes de los problemas que afectan a la sociedad en su
conjunto y con una visión integral de lo que ellos pueden hacer para mejorar las
condiciones de su entorno.

La estancia de los estudiantes en ambientes formativos debe ser aprovechada


para promover la reflexión en torno a actitudes ciudadanas en el mundo real y
virtual.
Consideraciones finales
• Las TIC´s poseen la facultad de hacer accesible la información a sus
usuarios, al mismo tiempo que les permite interactuar en línea,
formar grupos, participar de redes y difundir nueva información y
conocimiento.

• Se han convertido en un buen recurso para lograr que las actividades


de ciudadanía lleguen a un mayor número de personas e incidan de
manera más decisiva en la democratización de la política.
Consideraciones finales
• Los jóvenes están conscientes de que la ciudadanía debe enseñarse
desde la niñez; que la familia juega un papel muy importante en la
formación ciudadana; que no todos tienen acceso a las TIC´ s y que,
quienes tienen acceso a ellas, deben usarlas de una manera
responsable.
• Independientemente de que como jóvenes estén habilitados para el
uso de las TIC ´s, estén convencidos de que, así como se entrenan en
el aula otras competencias, sería muy importante enseñar el mejor
uso de estas para el aprovechamiento cívico – democrático y el
mejoramiento de la calidad de vida de nuestras comunidades, es
decir para el ejercicio de una ciber-ciudadanía responsable.

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