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Los vientos tienen la capacidad de movilizar pequeñas partículas, erosionando diversos

materiales y depositándolos en distintos ambientes, incluso a grandes distancias de su lugar de


origen.

Importancia histórica y reconocimiento del viento como agente geomorfológico:

En el pasado, el viento era considerado un agente de transporte de poca relevancia en


comparación con el agua. Sin embargo, a finales del siglo XIX y principios del XX, investigadores
alemanes como Pasarge y Walther señalaron que, en los desiertos, la erosión eólica era el
proceso más significativo, dando origen a formaciones como los inselbergs y sus llanuras
circundantes. A partir de entonces, se comenzó a explorar territorios y describir sus
modelados, aunque inicialmente había poca preocupación por relacionar las formas con los
procesos.

El hito de Bagnold y el avance tecnológico:

En 1941, Bagnold marcó un hito al cuantificar las características del viento y los procesos de
transporte. A partir de este momento, la fotografía aérea se convirtió en un apoyo importante,
pero fue con la investigación de imágenes de satélite cuando se demostró fehacientemente la
acción modeladora del viento. Con estos avances tecnológicos, fue posible analizar sistemas de
Yardangs en diversos desiertos, que ocupan vastas extensiones de terreno.

Impacto en otros planetas:

No solo en la Tierra encontramos procesos eólicos significativos, sino que las investigaciones
de imágenes orbitales de Marte y Venus, realizadas en la década de 1980, pusieron de
manifiesto la importancia de los procesos eólicos en estos planetas.

Contribuciones en la industria y geología:

Los estudios e investigaciones sobre procesos eólicos han sido fundamentales en el


descubrimiento de hidrocarburos en areniscas eólicas mesozoicas en Europa y Estados Unidos.
Estos conocimientos se han incrementado gracias a las numerosas dataciones absolutas
realizadas desde 1980, utilizando técnicas como el C-14 y la luminiscencia.

Avances en la investigación y métodos:

Las décadas de 1980 y 1990 estuvieron marcadas por los estudios de campo del flujo del viento
y la arena en dunas individuales. A mediados de la década de 1990, se comenzaron a analizar
las estructuras turbulentas en el flujo, lo cual resulta importante para explicar el flujo arenoso.
Se han utilizado modelos numéricos complejos basados en la dinámica de fluidos con
computadoras (CFD) y se ha empleado la metodología de radares para conocer la estructura
interna de las dunas.

El viento en climas fríos:

Además de su influencia en climas desérticos, el viento también actúa como agente


geomorfológico en climas fríos. En este contexto, se reconoce la importancia de la abrasión y
la deflación como procesos erosivos, así como la formación de campos de dunas y valles
asimétricos.
Características de las partículas transportadas por el viento:

Composición diversa: Los materiales transportados por el viento son variados y pueden incluir
fragmentos de rocas, minerales y partículas orgánicas como restos de mochas.

Tamaño de los materiales: Los tamaños predominantes de las partículas movilizadas son arena
y limo, aunque ocasionalmente también pueden transportarse agregados de arcilla en
presencia de sal.

Abundancia de cuarzo: El cuarzo es el material más frecuente debido a su abundancia en la


superficie terrestre y su resistencia a la meteorización química.

Otros minerales presentes: También se encuentran feldespatos y minerales pesados, aunque


en menor proporción, y estos pueden alterarse con el tiempo.

Peso específico, tamaño y forma: Estas son las principales características físicas que influyen en
la credibilidad y capacidad de transporte por el viento. Los pesos específicos pueden variar
debido a las diferencias mineralógicas. La forma de los granos también afecta su movilidad,
siendo los granos redondeados más propensos a ser transportados que los aplanados.

Distribución de tamaños bimodales o polimodales: Las agrupaciones de granos eólicos suelen


presentar una distribución de tamaños bimodal o polimodal, lo que indica la influencia de la
mineralogía en su movilidad.

Variabilidad en las acumulaciones arenosas: Las acumulaciones de arena eólica están


generalmente bien clasificadas, pero pueden presentar variaciones significativas en tamaño y
clasificación entre diferentes desiertos y dentro del mismo erg.

Grado de redondez: La abrasión durante el transporte influye en el grado de redondez de las


partículas. En general, las partículas de medios eólicos presentan un mayor grado de redondez
y clasificación en comparación con ambientes glaciares, fluviales y litorales.

Procedencia de las partículas transportadas por el viento:

Origen de los materiales: Las partículas de las acumulaciones eólicas de los desiertos pueden
tener diferentes orígenes. Algunas pueden derivar del arranque de los granos superficiales
alterados de una roca, mientras que la mayoría proviene de materiales sueltos.

Ubicación de los materiales sueltos: Estos materiales se encuentran en áreas continentales,


como fondos de ríos desérticos y sus terrazas, superficies de glacis de acumulación y abanicos
aluviales, terrazas lacustres y fondos de Sebkha o Playas.

Playas marinas: Las playas marinas son una importante fuente de partículas eólicas, y pueden
dar lugar a la formación de cordones eólicos litorales. Durante épocas de descenso paulatino
del nivel del mar, vastas superficies submarinas se transforman en regiones subáreas,
afectadas por la acción eólica.

Movilización de limos: Además del transporte de partículas de tamaño arena, los limos
también pueden ser movilizados por el viento, generando tormentas de polvo capaces de
alcanzar distancias de miles de kilómetros.

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