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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIHUAHUA

FACULTAD DE INGENIERÍA

SECRETARÍA DE INVESTIGACIÓN Y POSGRADO

TRABAJO FINAL DE HIDROGEOLOGÍA


LA CONSTITUCIÓN GEOLÓGICA DE CUBA, SU ORIGEN Y
EVOLUICIÓN

ING. YEIRIN DE LA CARIDAD GONZALEZ DIAZ

MAYO 2023
Índice
Introducción ............................................................................................................................ 3

Localización geográfica .......................................................................................................... 4

Estratigrafía de Cuba .............................................................................................................. 5

Paleomargen Pasivo de América Central. .......................................................................... 8

Cinturón ofiolítico septentrional (Fig. 6). ........................................................................... 9

El terreno de arcos volcánicos cretácicos. ........................................................................ 10

Terrenos metamórficos meridionales (TMM). ................................................................. 11

Zócalo. Cinturón plegado y fallado Paleoceno- Eoceno Medio. ...................................... 13

Cubierta del Eoceno Medio- Cuaternario. ........................................................................ 14

Tectónica .............................................................................................................................. 15

Tectónica del cinturón ofiolítico septentrional (COS). .................................................... 16

Tectónica del terreno de arcos volcánicos cretácicos (TAVK). ....................................... 17

Tectónica de los terrenos metamórficos meridionales (TMM). ....................................... 18

Tectónica del paleomargen pasivo de la América del Norte en Cuba (PMAN). .............. 19

Tectónica del cinturón plegado y fallado del Paleoceno-Eoceno Medio ......................... 19

Tectónica de la cubierta Eoceno- Cuaternario. ................................................................. 19

Evolución geológica de Cuba ............................................................................................... 20

Conclusiones......................................................................................................................... 24

Referencias ........................................................................................................................... 24

Índice de Figuras
Figura 1: Marco geológico en el cual se encuentra situada 1. Cuba, 2. Cinturón de las
Cordilleras, 3. Plataforma de las Bahamas, 4. Plataforma de Yucatán, 5. Cinturón de las
Antillas Mayores, 6. Hoya de Sigsbee, 7. Cuenca de Yucatán, 8. Cresta de Caimán, 9. Fosa
de Barlett, 10. Meseta de Nicaragua, 11. Cuenca de Colombia, 12. Cuenca de Venezuela, 13.
Cresta de aves, 14. Cuenca de Granada, 15. Pequeñas Antillas, 16. Cresta Beata, 17. Fosa de
Puerto Rico, 18. Andes, 19. Jamaica, 20. Puesto Rico, 21. Santo Domingo. Tomado de
(Cobiella Reguera J. , 1984). .................................................................................................. 4
Figura 2: Mapa de ubicación geográfica de la isla de Cuba. De Sadalmelik - Trabajo propio,
CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2763707. .................... 5
Figura 3: Niveles estructurales en Cuba. Tomado de Conferencias de Geología de Cuba,
UPR. ....................................................................................................................................... 7
Figura 4: Correlación de los depósitos del Paleomargen de América del Norte en la Cordillera
de Guaniguanico. SC: Formación San Cayetano, AC: Formación Arroyo Cangre, J:
Formación Jagua, F: Formación Francisco, ES: Formación El Sábalo, SV: Miembro San
Vicente de la Formación Guasasa, Ar: Formación Artemisa, A-T: miembros El Americano,
Tumbadero y Tumbitas de la Formación Guasasa, Pl Formación Polier, P: Formación Pons,
L: Formación Lucas, ST: Formación Santa Teresa, C: Formación Carmita, PG: Formación
Pan de Guajaibón, Pa: Formación Pinalilla, Mr: Formación Moreno, Pñ: Formación Peñas,
M: Formación Moncada, Cc: Formación Cacarajícara, An: Formación Ancón. ................... 8
Figura 5: Correlación estratigráfica de los depósitos del Paleomargen de América del Norte
en Cuba Central. ..................................................................................................................... 9
Figura 6: Cinturón Ofiolítico Septentrional. Tomado de (Parte, INTRODUCCIÓN / 2
HISTORIA DE LA GEOLOGÍA Y MINERÍA EN CUBA / 2 GEOLOGÍA DE CUBA / 6
FORMACIÓN DEL CARIBE Y CUBA / 8 RELIEVE Y GEOLOGÍA / 14). .................... 10
Figura 7: Terreno de Arco Volcánico. Tomado de conferencias de Geología de Cuba, UPR.
.............................................................................................................................................. 12
Figura 8: Terrenos Metamórficos Meridionales. Tomado de conferencias de Geología de
Cuba, UPR. ........................................................................................................................... 13
Figura 9: Perfil paleotectónico Paleoceno- Eoceno Medio. Se pueden observar las cuencas
de la zona oriental de país. Tomado de conferencias de Geología de Cuba, UPR. .............. 14
Figura 10: Mapa tectónico donde se muestran las principales fallas existentes en el territorio
cubano. Tomado de conferencia de tectónica de Geología de Cuba, UPR. ......................... 16
Figura 11: Esquema donde se muestra la formación del ProtoCaribe. Por Iturralde-Vinent,
1998. ..................................................................................................................................... 21

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Introducción
La geología de Cuba es fascinante y diversa, ofreciendo una rica historia geológica que
abarca millones de años. Ubicada en el mar Caribe, al sur de la península de Florida, Cuba
es la mayor de las islas del Caribe y cuenta con una geología única que la distingue de otros
lugares. Se encuentra en una zona geotectónica compleja conocida como el arco de las
Antillas, donde convergen las placas tectónicas de América del Norte, el Caribe y América
del Sur. Esta interacción de placas ha dado lugar a la formación de diversas estructuras
geológicas en la isla. En su mayor parte está compuesta por rocas sedimentarias, que se
formaron a lo largo de millones de años por la acumulación de sedimentos en el fondo del
mar. Estas rocas sedimentarias incluyen calizas, arcillas y areniscas, que son testigos de
antiguos ambientes marinos y costeros.
El relieve de Cuba está dominado por dos grandes sistemas montañosos: la Sierra Maestra,
ubicada en la región oriental, y la Sierra de los Órganos, en el occidente. Estas cadenas
montañosas son el resultado de la interacción de la placa del Caribe y la placa de América
del Norte. A lo largo de los años, han experimentado procesos de elevación y plegamiento,
dando lugar a paisajes montañosos escarpados y valles profundos.
Para lograr una mayor comprensión de la geología de Cuba se hace necesario conocer cuáles
son las regiones que rodean a la Isla (Fig., 1). Según Cobiella Reguera J., 1984 las estructuras
que bordean a Cuba pueden dividirse de la siguiente forma:
Estructuras continentales:
- Plataforma de las Bahamas
- Plataforma de Yucatán
- Cinturón orogénico de las Cordilleras
- Cinturón orogénico de los Andes
- Cinturón orogénico de las Antillas Mayores
Estructuras de corteza oceánica: Golfo de México
Estructuras de corteza heterogénea: Mar Caribe

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Figura 1: Marco geológico en el cual se encuentra situada 1. Cuba, 2. Cinturón de las Cordilleras, 3. Plataforma de las
Bahamas, 4. Plataforma de Yucatán, 5. Cinturón de las Antillas Mayores, 6. Hoya de Sigsbee, 7. Cuenca de Yucatán, 8.
Cresta de Caimán, 9. Fosa de Barlett, 10. Meseta de Nicaragua, 11. Cuenca de Colombia, 12. Cuenca de Venezuela, 13.
Cresta de aves, 14. Cuenca de Granada, 15. Pequeñas Antillas, 16. Cresta Beata, 17. Fosa de Puerto Rico, 18. Andes, 19.
Jamaica, 20. Puesto Rico, 21. Santo Domingo. Tomado de (Cobiella Reguera J. , 1984).

Estas estructuras que rodean a la Isla han contribuido a la heterogeneidad de su geología


logrando una combinación de elementos volcánicos, tectónicos y sedimentarios. El estudio
de la geología cubana es importante no solo desde un punto de vista científico, sino también
para comprender la historia geológica y la formación de la isla por lo que a continuación se
desarrollará de forma breve una aproximación al origen y evolución de la geología de Cuba.

Localización geográfica
Geográficamente, Cuba forma parte de las Grandes Antillas, está ubicada en el Mar Caribe a
la entrada del Golfo de México (Fig. 2). Desde el punto de vista geológico este archipiélago
está dividido en dos por la falla Oriente, una de las dislocaciones que separa las placas
norteamericana y caribeña. Esta falla comenzó a manifestarse como una dislocación con
movimiento por el rumbo a partir del Eoceno Medio. Por tanto, el corte geológico pre-Eoceno
Medio presente en gran parte de Cuba es muy parecido al del resto de las Grandes Antillas.
Sin embargo, parte de las rocas mesozoicas de Cuba se formaron en el paleomargen de la
América del Norte, cosa que no ocurrió en ningún otro caso.

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El corte geológico de Cuba se puede dividir en dos grandes pisos estructurales y
estratigráficos:1- el zócalo, 2- la cubierta.
El primero comprende los cortes deformados con intensidades variables, en general con rocas
de edad Eoceno Medio o más antiguas. El zócalo contiene un nivel inferior constituido casi
exclusivamente por rocas mesozoicas, parte de las cuales se encuentran actualmente
emplazadas muy lejos de su lugar de origen (terrenos tectonoestratigráficos), en tanto que las
originadas en el paleomargen norteamericano están in situ o relativamente autóctonas. La
parte superior del zócalo la componen rocas sedimentarias y magmáticas del Paleoceno-
Eoceno Medio, muy deformadas a lo largo de la mayor parte del norte del país. La cubierta
contiene sedimentos del Eoceno Medio-Cuaternario que casi siempre yacen horizontales o
poco inclinados.

Figura 2: Mapa de ubicación geográfica de la isla de Cuba. De Sadalmelik - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0,
https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2763707.

Estratigrafía de Cuba
La estratigrafía de Cuba se refiere al estudio de la secuencia y distribución de las
diferentes capas o estratos de rocas que se encuentran en la isla. Estas capas representan la
historia geológica de Cuba a lo largo del tiempo y proporcionan información crucial sobre
los eventos geológicos pasados y la evolución del paisaje. El corte estratigráfico de Cuba

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contiene gran cantidad de rocas formadas en muy disímiles condiciones. La inmensa mayoría
son de edad meso cenozoica, aunque hay pequeños afloramientos de rocas precámbricas en
el norte de Cuba central. Salvo en contados lugares, en casi todo el territorio cubano existe
una importante discordancia angular entre los sedimentos del Eoceno Inferior o Medio. En
aquellas áreas donde esta discordancia no se presenta ocurre un cambio notable en la
composición del corte estratigráfico, con la desaparición de las rocas volcánicas en las
formaciones geológicas con edades menores de unos 40 Ma. Estos rasgos permiten dividir el
corte geológico en dos grandes partes: 1- el zócalo, 2- la cubierta (Iturralde-Vinent M. ,
1998).
El zócalo está constituido por rocas con edades comprendidas entre el Jurásico y el Eoceno
Medio. Sólo en el norte de Cuba central se presentan afloramientos de rocas precámbricas.
En casi toda Cuba existe una notable discordancia que separa los sedimentos mesozoicos más
jóvenes de las capas cenozoicas sobreyacentes. Esta discordancia se relaciona con un proceso
de trascendental importancia, y permite dividir el zócalo en dos grandes partes: 1- el
basamento precenozoico,2- el cinturón plegado y fallado del Paleoceno- Eoceno Medio.
El basamento está formado por rocas de muy diversas edades y orígenes, algunas de ellas
trasladadas distancias considerables (del orden de los centenares de kilómetros) hasta
alcanzar su posición actual. El cinturón plegado y fallado contiene capas con diverso grado
de deformación y cantidades variables de material volcánico.
La cubierta contiene sedimentos poco dislocados en general, prácticamente sin
intercalaciones volcánicas.
El basamento es un gran complejo de rocas que yace bajo la discordancia infracenozoica.
Cuatro grandes tipos de corte geológico se distinguen en el basamento, separados entre sí por
grandes dislocaciones tectónicas. Con la excepción de los cortes septentrionales,
pertenecientes al paleomargen mesozoico de la América del Norte, las restantes unidades del
basamento son elementos alóctonos y pueden considerarse terrenos tectonoestratigráficos
(TTE).
Para lograr una mayor comprensión del texto se hace necesario definir el concepto de terreno
tectonoestratigráfico, que es aquella área caracterizada por una continuidad geológica interna
que está limitada por fallas, mélanges que evidencien una zona de subducción, una sutura
poco visible (críptica), más allá de las cuales los terrenos colindantes tienen un registro
6
geológico diferente, no explicable por cambios faciales (Cobiella Reguera, Gil González,
Escobar, & Díaz Díaz, 2000).

Figura 3: Niveles estructurales en Cuba. Tomado de Conferencias de Geología de Cuba, UPR.

Las unidades del basamento son:


1. El paleomargen pasivo mesozoico de la América del Norte (PMAN).
2. El cinturón ofiolítico septentrional.
3. El terreno de arcos volcánicos cretácicos.
4. Los terrenos metamórficos meridionales.

7
Paleomargen Pasivo de América Central.
El paleomargen lo constituyen rocas depositadas en el antiguo margen continental pasivo
norteamericano durante el Jurásico y Cretácico. Son mayormente sedimentos carbonatados,
acumulados en aguas tropicales a profundidades variables, aunque también hay sedimentos
siliciclásticos y evaporitas y en los cortes de aguas más profundas durante el Cretácico
abundan los pedernales.
Las rocas mesozoicas yacen sobre un basamento que sólo aflora pobremente en el norte de
Cuba central, donde está compuesto por mármoles con flogopita y vesubiana de edades
radiométricas del orden de los 900 Ma (Proterozoico). En el SE del Golfo de México, los
datos de perforación en aguas profundas muestran un basamento de edades radiométricas
paleozoicas bajo los sedimentos mesozoicos.
Se presentan 3 grandes áreas de afloramientos del PMAN: 1- Cordilleras de Guaniguanico
(Fig. 4), 2- Norte de Cuba central (Fig. 5), 3- Maisí.

Figura 4: Correlación de los depósitos del Paleomargen de América del Norte en la Cordillera de Guaniguanico.
SC: Formación San Cayetano, AC: Formación Arroyo Cangre, J: Formación Jagua, F: Formación Francisco, ES:
Formación El Sábalo, SV: Miembro San Vicente de la Formación Guasasa, Ar: Formación Artemisa, A-T:
miembros El Americano, Tumbadero y Tumbitas de la Formación Guasasa, Pl Formación Polier, P: Formación
Pons, L: Formación Lucas, ST: Formación Santa Teresa, C: Formación Carmita, PG: Formación Pan de
Guajaibón, Pa: Formación Pinalilla, Mr: Formación Moreno, Pñ: Formación Peñas, M: Formación Moncada, Cc:
Formación Cacarajícara, An: Formación Ancón.

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Figura 5: Correlación estratigráfica de los depósitos del Paleomargen de América del Norte en Cuba Central.

Cinturón ofiolítico septentrional (Fig. 6).


A pesar de su importancia en la geología de Cuba, las rocas de la asociación ofiolítica no
fueron reconocidas unánimemente como una paragénesis ígnea en Cuba hasta inicios de los
años 80 del pasado siglo, bajo las demoledoras evidencias aportadas por la tectónica de placas
y el estudio de la corteza de los océanos. A partir de entonces se han realizado diferentes
estudios que han ampliado considerablemente el conocimiento geológico sobre las ofiolitas
cubanas y compararlas con otras de distintas regiones del planeta.
En las p.94-98 de Curso de Geología de Cuba hay una discusión sobre las ofiolitas cubanas.
Aunque hay algunos conceptos hoy abandonados (p.ej., intrusión de los magmas ofiolíticos
en los cortes volcánicos) y términos en desuso (p.ej., “eugeosinclinal”), los datos presentados

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dan una buena idea de algunos de los más importantes rasgos de las ofiolitas cubanas en lo
referente a su composición petrográfica y relaciones entre litologías. Sin embargo, en los
últimos 20 años se han logrado avances en la geología de las ofiolitas cubanas que no
aparecen en el citado texto y que brevemente se relacionan a continuación.

Figura 6: Cinturón Ofiolítico Septentrional. Tomado de (Parte, INTRODUCCIÓN / 2 HISTORIA DE LA GEOLOGÍA Y


MINERÍA EN CUBA / 2 GEOLOGÍA DE CUBA / 6 FORMACIÓN DEL CARIBE Y CUBA / 8 RELIEVE Y GEOLOGÍA /
14).

El terreno de arcos volcánicos cretácicos.


El TAVK (Fig.7) es el segundo TTE presente en el basamento precenozoico. Contacta
tectónicamente sobre las ofiolitas (excepto en Cuba oriental) en el norte, y con los TMM en
el sur. Este terreno está constituido esencialmente por varios miles de metros de vulcanitas y
sedimentos cretácicos, que yacen sobre un basamento metamorfizado. Se distinguen tres
grandes pisos estructurales y estratigráficos: 1- El basamento anfibolítico, constituido por
metamorfitas (anfibolitas+ algunas serpentinitas) de una corteza oceánica metamorfizada en
condiciones de elevadas temperaturas / bajas presiones. Los cortes volcánicos cretácicos.
Estos, a su vez se dividen en tres partes: a- secuencia volcánica tholeiítica, formada
mayormente varios miles de metros de basaltos y algunas andesitas, estas últimas
calcoalcalinas. En su parte inferior está ente (Cuba central) una secuencia bimodal de basaltos
y felsitas. La edad de las rocas parece ser Aptiano-Albiano. b- secuencia sedimentaria
Albiano- Cenomaniana, de varios centenares de metros, con sedimentos carbonatados. y
algunos terrígenos que yace discordante sobre a. Más arriba yace c- secuencia de varios miles
de metros de vulcanitas calco alcalinas (andesitas, basaltos, dacitas, etc.), con abundantes
intercalaciones de sedimentos marinos (ocasionalmente continentales en la parte alta del
corte). La edad de este corte es Cenomaniano (o Turoniano)- Campaniano inferior.3- La
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cubierta sedimentaria, que comprende los sedimentos del Campaniano superior –
Maastrichtiano que yacen sobre los cortes volcánicos. En Cuba occidental se distinguen dos
secuencias, una inferior, formada por sedimentos terrígenos vulcanomícticos, mayormente
turbiditas, de edad Campaniano Superior-Maastrichtiano (Fm. Vía Blanca), y otra superior,
constituida por una gran megaturbidita carbonatada, que es un depósito K/T, muy parecido
en su composición clástica y espesor a la megaturbidita del PMAN. En Cuba central se
presenta la misma división del corte; sin embargo, aunque la secuencia carbonatada superior
es mayormente detrítica, no se han distinguido rasgos de una gran turbidita en ella. En Cuba
oriental todo el corte de la cubierta es siliciclástico, y no se reportan sedimentos de
indiscutible edad Campaniano, aunque estos pudieran estar presentes. En su porción baja los
sedimentos maastrichtianos son vulcanomícticos, sin clastos serpentiníticos, pero las capas
del Maastrichtiano alto contienen depósitos caóticos (olistostromas), que están sobrecorridos
por los grandes macizos ofiolíticos de Cuba oriental.
Terrenos metamórficos meridionales (TMM).
Los TMM constituyen el TTE más meridional. Yace, en contacto tectónico, bajo los TAVK.
Afloran en la Isla de la Juventud y en las montañas del Escambray (Fig. 8). Las secuencias
presentes son el testimonio de un paleomargen pasivo, metamorfizado durante los eventos
cretácicos. En ambas regiones las secuencias jurásicas son bastante similares. La parte
inferior está compuesta por rocas metaterrígenas grafíticas, con algunas metamafitas
concordantes (especialmente en el Escambray). Más arriba en la Isla de la Juventud yace un
corte metaterrígeno-carbonatado transicional a la secuencia sobreyacente formada por rocas
metacarbonatadas en las cuales ha sido hallada una escasa fauna fósil, indicadora de la edad
Jurásico Superior del protolito (Escambray).
En la Isla de la Juventud no se ha encontrado rocas atribuibles al Cretácico, pero en el
Escambray, por encima de los mármoles oscuros del Jurásico Superior, yacen mármoles
claros y metapedernales que han sido condicionalmente atribuidos al Cretácico.
Adicionalmente, en el Escambray hay varios cuerpos de metamorfitas, derivadas de una
corteza oceánica, en contacto tectónico con los metasedimentos.

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Figura 7: Terreno de Arco Volcánico. Tomado de conferencias de Geología de Cuba, UPR.

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Figura 8: Terrenos Metamórficos Meridionales. Tomado de conferencias de Geología de Cuba, UPR.

Zócalo. Cinturón plegado y fallado Paleoceno- Eoceno Medio.


Una discordancia, casi omnipresente en Cuba, separa las capas del basamento precenozoico
de las rocas del Paleógeno inferior suprayacentes. La distribución y composición de los
estratos del Paleoceno-Eoceno Medio está determinada por dos fenómenos capitales:
1- Las deformaciones tectónicas a lo largo de las regiones central y occidental del territorio.
2- El arco volcánico y estructuras vinculadas en el sur de Cuba oriental
Estos hechos determinan una disposición en fajas o cinturones de secuencias rocosas con
diferentes rasgos litológicos y estructurales que, como en el caso del paleomargen mesozoico,
pueden denominarse zonas (Fig. 9). A partir de esto se pueden distinguir, de sur a norte, las
siguientes zonas:
Turquino
Cauto
Camagüey
Cabaiguán
Sagua
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Figura 9: Perfil paleotectónico Paleoceno- Eoceno Medio. Se pueden observar las cuencas de la zona oriental de país.
Tomado de conferencias de Geología de Cuba, UPR.

El rasgo más distintivo de esta zonalidad es la disminución en el contenido de material


volcánico de sur a norte (y, menos marcadamente, de este a oeste). Adicionalmente, hay una
tendencia, no siempre manifiesta, al incremento en la magnitud de las deformaciones
tectónicas del Terciario temprano en dirección al norte.
Cubierta del Eoceno Medio- Cuaternario.
Una gran discordancia estructural separa en casi toda Cuba los sedimentos de la cubierta
sedimentaria poco dislocada de las rocas del zócalo. Las capas de la cubierta se caracterizan
también por estar casi totalmente desprovistas de materiales volcánicos (escasas capas de
piroclastitas de poco espesor en el Eoceno Superior de Cuba suroriental). La discordancia
que separa la cubierta del zócalo se conoce en la literatura como discordancia cubana, término
que, aunque caído en desuso en los últimos años conviene rescatar, por ser adecuado para
describir el fenómeno, aunque debe tenerse en cuenta que la edad de la discordancia no es la
misma en toda su extensión.
En el corte de la cubierta se destacan dos grandes secuencias. La primera, Eoceno Medio-
Mioceno Medio, está ampliamente extendida por toda Cuba. Está compuesta por sedimentos

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que rellenan las depresiones marinas surgidas al finalizar las deformaciones vinculadas a la
orogénesis cubana. En la mayor parte del territorio la arte más baja del corte (Eoceno Medio-
Oligoceno o Mioceno Inferior) está formada mayormente por rocas siliciclásticas,
provenientes de la erosión de islas cercanas, en muchos casos limitadas por fallas.
Frecuentemente se observa una somerización de los cortes hacia arriba. La parte más alta de
estas secuencias es siempre de naturaleza carbonatada, observándose en ocasiones una
progradación de los sedimentos carbonatados someros hacia el interior de la cuenca
(especialmente evidente en la cuenca de Guantánamo). En el territorio de las provincias de
habaneras y Matanzas, la secuencia terrígena inferior no está prácticamente presente y los
sedimentos del Eoceno Medio al Mioceno Medio son casi exclusivamente margas y calizas
de aguas profundas que hacia el Mioceno Medio transicionan a un banco carbonatado (Fig.).
Salvo en aisladas localidades, los sedimentos del Mioceno Superior o más jóvenes están
separados de los más antiguos por una discordancia, que indica un proceso de emersión casi
total del territorio cubano, posiblemente vinculado con un marcado descenso del nivel del
mar registrado hace poco más de 6 Ma, en el límite entre el Mioceno Medio y el Tardío. Los
sedimentos del Mioceno Superior–Cuaternario se localizan en zonas con una tendencia
secular a la subsidencia, mantenida desde el Eoceno Medio, o incluso antes. Ejemplos de
estas cuencas son el gran valle del río Cauto, la cuenca occidental (parte sur de las provincias
de Pinar del Río, La Habana y Matanzas), y la cuenca central, en las provincias de Sancti
Espíritus y Ciego de Ávila. Los sedimentos cuaternarios en dichas cuencas pueden alcanzar
espesores superiores al centenar de metros. Son notables los sedimentos costeros acumulados
en algunas regiones ascendentes y que hoy pueden estudiarse en terrazas marinas, a veces
ubicados a varios cientos de metros de altura, y los sedimentos palustres del Holoceno,
especialmente los de la Ciénaga de Zapata (Cobiella Reguera J. , 1984).

Tectónica
La división del corte geológico de Cuba en zócalo y cubierta es también válida para el estudio
de las deformaciones tectónicas, en la figura 10 se muestran las principales fallas de Cuba.
El zócalo contiene dos grandes y sustancialmente diferentes niveles estructurales. El inferior,
basamento precenozoico, contiene las estructuras más complejas y diferenciadas, en tanto
que el cinturón plegado del Terciario inferior es menos complicado, excepto en su borde

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norte, donde está presente una tectónica de tipo alpino. La cubierta comprende capas de edad
Eoceno Medio-Cuaternario que, en general, no presentan deformaciones de consideración,
salvo casos locales.

Figura 10: Mapa tectónico donde se muestran las principales fallas existentes en el territorio cubano. Tomado de
conferencia de tectónica de Geología de Cuba, UPR.

Tectónica del cinturón ofiolítico septentrional (COS).


Las ofiolitas constituyen el más septentrional de los TTE del basamento. El COS está
constituido por macizos rocosos casi siempre fuertemente dislocados, en los que las
serpentinitas juegan casi siempre el papel principal, tanto por su volumen, como por su activo
papel durante las deformaciones, debido a su densidad relativamente baja y su capacidad de
fluir al ser sometidas a esfuerzos tectónicos bajo los cuales la mayoría de las rocas se
comportan rígidamente. Las dimensiones de los afloramientos de los macizos ofiolíticos
cubanos puede alcanzar más de 100 km de longitud, por varias decenas de km de ancho, pero
hay gran cantidad de pequeños cuerpos lenticulares alargados a lo largo de muchos contactos
tectónicos, cuya longitud es de solo decenas o centenares de metros. Como norma, los
contactos entre los diferentes miembros de la asociación ofiolítica son tectónicos,
excepcionalmente pueden observarse las relaciones magmáticas originales. La causa de este
fenómeno se explica en la p.95 y la figura 5.3 del libro Curso de Geología de Cuba.
Las rocas del COS yacen tectónicamente sobre el TAVK. (excepto en el norte y este de Cuba
oriental). La zona de contacto entre ambos terrenos presenta siempre deformaciones muy
complicadas, presentándose con frecuencia mélanges. En general, existe una estrecha
relación entre las dimensiones de los cuerpos ofiolíticos y su grado de dislocación: a mayores

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dimensiones del macizo, menos deformaciones. Las deformaciones de las ofiolitas se marcan
especialmente en las serpentinitas.
Tectónica del terreno de arcos volcánicos cretácicos (TAVK).
El TAVK yace tectónicamente sobre las ofiolitas, al sur de estas. Al igual que con el corte
estratigráfico, aquí se distinguen tres niveles tectónicos. El inferior es el basamento
metamórfico, compuesto mayormente por anfibolitas, pero donde también están presentes
serpentinitas, esquistos verdes, etc. El más importante afloramiento del basamento del TAVK
es el complejo Mabujina, en Cuba central, que yace tectónicamente sobre el los TMM
(Escambray). Algunos rasgos estructurales del complejo están descritos brevemente en
(Cobiella Reguera J. , 1984) (anfibolitas de Cuba central).
Las secuencias volcánicas y vulcanógeno-sedimentarias cretácicas yacen sobre el basamento
anfibolítico, constituyendo el segundo piso estructural y la mayor parte del TAVK.
Estructuralmente este corte no es homogéneo y su grado de complicación está determinado
esencialmente por la posición de las capas respecto al contacto con las ofiolitas. Aquellos
cortes situados lejos de las ofiolitas se caracterizan por un estilo tectónico “moderado”, con
pliegues abiertos, cortados por fallas abruptas, como sucede entre Santa Clara y Cienfuegos.,
o al sur de Camagüey. Por otra parte, en el borde norte del TAVK se presentan algunas de
las estructuras geológicas más complejas de Cuba. Un caso muy interesante es el del TAVK
en la Sierra del Purial (extremo oriental de Cuba), que es donde único estas rocas han sido
sometidas a un proceso de metamorfismo regional ( (Cobiella Reguera J. , 1984) p.70-71 lo
referente a la Fm. Sierra del Purial).
Una discordancia estructural (muy poco estudiada hasta el presente) separa a la cubierta
sedimentaria Campaniano-maastrichtiana de los cortes volcánicos infrayacentes. Esta
discordancia se manifiesta con bastante nitidez en el área entre las ciudades de La Habana y
Matanzas. El grado de dislocación de la cubierta depende como en el caso anterior de la
cercanía a los cortes del COB. Entre las ciudades de Holguín y Gibara la cubierta participa,
junto con las ofiolitas y las secuencias volcánicas del TAVK, en un enorme mélange
(conocido a veces como Fm. Iberia), pero en el sur de Camagüey y de Cuba central, lejos del
COS, sus capas están relativamente poco dislocadas.
En el norte de Cuba oriental, la cubierta sedimentaria maastrichtiana está sobrecorrida por
los grandes macizos ofiolíticos de Cuba oriental. Es esta la única región en Cuba donde este
17
fenómeno ha sido detectado ( (Cobiella Reguera J. , 1984) p.75-77: Tectónica del noreste de
Cuba oriental).
Tectónica de los terrenos metamórficos meridionales (TMM).
Yacen estructuralmente por debajo del TAVK, del cual lo separan siempre fallas. Puesto que
las condiciones de origen de las metamorfitas favorecen el desarrollo de múltiples
deformaciones en las rocas afectadas según transcurre el tiempo y se modifican las
condiciones físico-químicas ambientales, las rocas de los TMM presentan una complicada
superposición de estructuras. Los TMM afloran en dos regiones, la Isla de la Juventud y las
montañas del Escambray. Algunos de los rasgos estructurales fundamentales de los TMM
están explicados en el libro Curso de Geología de Cuba (p.67-70). Adicionalmente a lo
expuesto en dicho libro, recientemente se han obtenido algunos datos sobre el tema que pasan
a exponerse brevemente.
Millán Trujillo (1997) considera que el macizo del Escambray se divide en 4 grandes
unidades tectónicas superpuestas. Cada una de ellas presenta un corte estratigráfico diferente
y diferente metamorfismo y está dividida en numerosos mantos tectónicos. En la unidad
tectónica inferior las rocas presentan un metamorfismo de facies de esquistos verdes, y son
frecuentes los lentes tectónicos de serpentinitas y otras litologías características de las
ofiolitas, metamorfizado en igual facies. El metamorfismo de la segunda unidad es más
elevado que en el caso anterior, apareciendo rocas con lawsonita, glaucofana y clinopiroxeno
tipo jadeita. El corte estratigráfico jurásico es diferente al de la primera unidad, pero el
cretácico es sustancialmente el mismo. La tercera unidad contiene rocas sedimentarias
jurásicas, metamorfizadas en condiciones de alta presión. Aparecen con cierta frecuencia
inclusiones tectónicas de rocas de una litosfera oceánica metamorfizadas en similares
condiciones de P y T., incluyendo la Fm. Yayabo y mélanges metamorfizados. La cuarta es
la unidad superior del corte y aflora sólo en su borde norte, compuesta sólo por rocas
jurásicas. Su metamorfismo es de menor grado que en la unidad infrayacente y las inclusiones
tectónicas de metaofiolitas menos frecuentes. En opinión del citado autor, el metamorfismo
de alta presión del Escambray se generó en una zona de subducción vinculada con la génesis
del vulcanismo de arco cretácico.

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Tectónica del paleomargen pasivo de la América del Norte en Cuba (PMAN).
A diferencia de los TTE situados al sur, el PMAN no está separado del corte cenozoico
sobreyacente por una discordancia estructural, sino por una discordancia estratigráfica, de
aquí que no exista una marcada diferencia estructural con las rocas paleogénicas
sobreyacentes de la depresión de antepaís. Por esta causa, la tectónica del PMAN se estudiará
juntamente con la de cuenca de antepaís al tratar el cinturón plegado y fallado. La excepción
lo constituye la región de Maisí, donde las deformaciones que dieron lugar a su compleja
estructura actual debieron ocurrir a fines del Cretácico. Esta región presenta rasgos no
visibles en otras partes de Cuba, puesto que en ella las rocas del PMAN (formaciones Sierra
Verde y La Asunción) presentan un metamorfismo de alta presión/baja temperatura de edad
premaastrichtiano, formando delgados nappes, que contactan tectónicamente con las
metamorfitas del TAVK (Fm. Sierra del Purial, Fm. Güira de Jauco.
Tectónica del cinturón plegado y fallado del Paleoceno-Eoceno Medio
Tal como ocurre con el corte estratigráfico, las estructuras muestran una marcada zonalidad
en el cinturón plegado del Terciario inferior. Esto viene dado por las diferencias en el régimen
tectónico en las distintas partes de la faja deformada, así como por las diferentes propiedades
físico-mecánicas de los cortes sobre los que actuaron las fuerzas tectónicas. Cada una de las
zonas previamente distinguida se caracteriza por su particular estilo deformacional. Las
estructuras de las zonas septentrionales (Sagua, Cabaiguán y, en parte, Camagüey, se
originaron durante la orogénesis cubana (Paleoceno Superior-Eoceno Medio), en tanto que
las deformaciones principales visibles en las zonas meridionales (Turquino, Cauto y parte de
Camagüey) son posteriores.
Tectónica de la cubierta Eoceno- Cuaternario.
Estudios de cierto detalle en la falla Pinar muestran que esta estructura, al igual que la falla
Oriente tiene una larga vida, que se inicia en el Eoceno, y se extiende hasta hoy, con cambios
en la naturaleza de los movimientos según ella. Es posible que igual situación ocurra respecto
a la falla La Trocha, dislocación que ya existía a inicios del Paleógeno, como lo indica el
hecho de constituir el límite occidental de la zona Cabaiguán, y que en el presente continúa
activa, como lo atestigua la débil sismicidad según ella (Cobiella Reguera J. , 1984).

19
Evolución geológica de Cuba
La evolución geológica de Cuba ha sido influenciada por una serie de eventos geológicos a
los largo de millones de años. Al comenzar la fragmentación de Pangea se creó un estado
distensional en toda la litosfera de la región mesoamericana. A partir del Jurásico pre
Oxfordiano hay evidencias de la acumulación de sedimentos en el margen continental
distensional en Cuba occidental. Vinculado a este estado se produce la penetración del
magma máfico durante el Oxfordiano (Fm. El Sábalo y mafitas coetáneas). Ya para el
Jurásico Tardío, posiblemente antes del Tithoniano, comenzó la formación de una cuenca
oceánica al sur de la Isla, el ProtoCaribe, formado al separarse Norte y Suramérica. Esta
cuenca continuó creciendo durante varias decenas de millones de años, hasta el Aptiano. En
el margen continental norteamericano, continuó la acumulación de sedimentos carbonatados
y terrígenos hasta el Cenomaniano. En el Aptiano, hace unos 115 Ma, el proceso de
separación de los continentes americanos se interrumpió y comenzó un proceso de
subducción que generó un arco volcánico. El proceso de subducción generador del arco pudo
ser provocado por el acercamiento de los continentes, con la consiguiente ruptura de la fina,
caliente y joven litosfera del ProtoCaribe (Fig. 11).
Esta zona de subducción posiblemente buzaba en general hacia el norte y comenzó a “tragar”
la litosfera oceánica ubicada al sur. De esta forma la joven cuenca oceánica quedó dividida
en dos por un arco volcánico submarino, al norte del cual se ubicaba la cuenca de retroarco
en la que continuaba la formación de corteza oceánica, pero en un nuevo ambiente tectónico.
La vida de este arco se extendió hasta el Albiano, cuando ocurrió su colisión con el macizo
continental meridional, al arribar este último a la zona de subducción y no poder ser tragado
debido a su baja densidad. De esta forma cesó casi totalmente la actividad volcánica

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D NORTH
ATLANTIC

Gulf of
Mexico
Florida
-Bahamas

ProtoCaribbean

PACIFIC
OCEAN
Late Jurassic
Tithonian (141-136 m.y.)

Shallow ma rine
Land environmen ts Ca rbonate shelf De ep o cean
siliciclastics
Figura 11: Esquema donde se muestra la formación del ProtoCaribe. Por Iturralde-Vinent, 1998.

. Este fenómeno tiene su reflejo en la presencia de un paquete sedimentario de edad Albiano-


Cenomaniano sobre los cortes volcánicos del Cretácico Inferior en Cuba y otras Grandes
Antillas. Como consecuencia de la colisión, el antiguo arco volcánico y el macizo continental
meridional quedaron soldados. Durante el infracorrimiento del macizo continental, sus rocas
se metamorfizaron. Al parecer, el proceso de cierre del ProtoCaribe continuó. Posiblemente
en el Cenomaniano se originó un segundo arco volcánico, al menos parcialmente localizado
sobre el primero, pero con una zona de subducción con buzamiento general al sur, que
comenzó a devorar la corteza oceánica jurásico-cretácica situada al norte. Este segundo arco
se desarrolló sobre una corteza más gruesa que la del anterior, y no sólo oceánica, de aquí su
carácter calcoalcalino. Algunos de los conos volcánicos del segundo arco debieron elevarse
sobre las aguas, formando islas que contribuían con sedimentos al relleno de la cuenca
marina. Entre el Cenomaniano y el Campaniano, los restos del ProtoCaribe se fueron
estrechando progresivamente, a causa del acercamiento del segundo arco al paleomargen de

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la América del Norte. El cierre ocurrió en el Campaniano, cesando la actividad volcánica
ante la imposibilidad de subducir la corteza continental. El cierre del ProtoCaribe llevó a la
obducción de las ofiolitas durante el Campaniano tardío y el Maastrichtiano y al
levantamiento y erosión del TAVK (Terreno de Arco Volcánico), originándose un relieve
complicado, cuyas depresiones se rellenaron con los productos de la erosión de las partes
elevadas (Iturralde-Vinent M. , 1998).
Hace unos 65 Ma, en el límite entre el Cretácico y el Paleógeno, ocurrió el impacto de un
gran meteorito en nuestro planeta, causando una gran catástrofe ecológica. Uno de los sitios
más probables que registran el choque es el cráter de Chicxulub, en Yucatán, México, no
muy lejos de Cuba. Los sedimentos de las megaturbiditas parecen estar vinculados a los
extraordinarios tsunamis generados por el impacto.
A principios de la era Cenozoica una nueva situación geodinámica se hizo presente, con la
formación de un nuevo arco volcánico, después de más de 10 Ma de receso magmático, unida
al desarrollo de deformaciones compresivas a lo largo de gran parte del norte de. El arco es
el arco Turquino, formado por estratovolcanes submarinos, que arrojaban mayormente
piroclastos, aunque no eran raras las efusiones de lava, simultáneamente con la actividad
volcánica, en profundidad se encajaban cuerpos intrusivos. En la cuenca marginal ubicada al
norte del arco (zona Cauto) se depositaba gran parte de los piroclastos arrojados en las
erupciones, así como sedimentos tobáceos, provenientes de la erosión submarina (corrientes
turbias) de los conos volcánicos. Simultáneamente, desde el flanco norte penetraban
corrientes turbias, que depositaban sedimentos mayormente calcáreos, provenientes de aguas
someras. A lo largo de algunas fisuras se inyectaban magmas basálticos. Asociados a la
migración de soluciones hidrotermales a través de los sedimentos recién acumulados se
originaron yacimientos de óxidos de Mn, en tanto que la reacción de las tefras vítreas con el
agua de mar convirtió el vidrio volcánico de estas en zeolitas o minerales arcillosos
(smectitas). Al norte de la cuenca marginal, la región elevada (zona Camagüey) se mantenía
como un área emergida o cubierta por aguas someras, con un relieve poco diseccionado al
este de la falla La Trocha, donde los sedimentos del Terciario bajo son mayormente
carbonatos de aguas poco profundas y reducido espesor. Al oeste de la citada falla, el relieve
de la zona Camagüey debió ser mayor, pues las cuencas a cuestas (“piggy back”) de la zona
Cabaiguán se rellenaban con depósitos de corrientes turbias procedentes del sur. Estas
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pequeñas cuencas se desarrollaban sobre el dorso de enormes mantos de corrimiento (nappes)
que se movían sobre la cuenca de antepaís (zona Sagua) originada sobre el antiguo margen
pasivo norteamericano. En el frente de dichos nappes, formado por rocas ofiolitas muy
agrietadas, rocas del TAVK, junto con los nappes originados por el cizallamiento de las
secuencias mesozoicas del paleomargen, era lugar de frecuentes traslaciones de sedimentos
en forma de avalanchas, flujos detríticos, corrientes turbias, etc., que depositaban en la
cuenca de antepaís sedimentos caóticos (olistostromas) y turbiditas. En las estructuras
originadas por estas deformaciones (orogénesis cubana) se localizan los principales
yacimientos de hidrocarburos de Cuba.
El fin de la actividad magmática en el arco y su cuenca marginal (retroarco), así como de la
actividad orogénica parece estar relacionado con el surgimiento de un nuevo límite de placas
entre la América del Norte y el Caribe según la falla Oriente y dislocaciones asociadas, que
terminó con la subducción desde el sur bajo el arco Turquino, ya entrado el Eoceno Medio.
A partir de ese momento, todo el territorio de lo que es actualmente Cuba pasó a pertenecer
a la placa norteamericana, separándose del resto de las Grandes Antillas, que forman parte
de la placa del Caribe (Cobiella Reguera J. , 1984).
La historia geológica de Cuba entre mediados del Eoceno Medio y el Mioceno Medio no ha
sido muy estudiada. Como consecuencia de la orogénesis cubana se originó un relieve
bastante desmembrado, generándose cuencas que se rellenaron inicialmente con los
productos de la erosión de los terrenos elevados. En algunos casos, los límites entre las
cuencas y las áreas elevadas eran fallas. Las mayores cuencas se localizaron en el sur de Cuba
oriental (cuencas Guantánamo y Cauto-Guacanayabo) y en sur de Pinar del Río (cuenca Los
Palacios). Otra importante depresión es la cuenca Central. Todas ellas están vinculadas a
fallas que actúan o actuaban como fallas de deslizamiento por el rumbo. Con el de cursar del
tiempo, el relieve de las fuentes de aporte disminuyó y, hacia fines del Oligoceno o principios
del Mioceno, en casi todas las cuencas se depositaban sólo carbonatos.
Un notable descenso del nivel del mar se registra en la frontera entre el Mioceno Medio y el
Tardío lo cual, junto con el predominio de los movimientos ascendentes determina la retirada
del mar en casi todo el territorio cubano a partir del Mioceno Tardío. La acumulación de
sedimentos en condiciones marinas o transicionales sólo se mantiene en algunas cuencas con
fuerte tendencia a la subsidencia, así como en, así como en algunas áreas costeras, inundadas
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durante los períodos de altos niveles del mar. La complejidad de las interacciones entre las
fluctuaciones eustáticas y los movimientos tectónicos está reflejada en las terrazas marinas
de algunos tramos costeros (Cobiella Reguera J. , 1984).
En resumen, la evolución geológica de Cuba es el resultado de una combinación de procesos
tectónicos, sedimentarios y volcánicos a lo largo del tiempo. El estudio de la evolución
geológica de Cuba no solo proporciona información sobre la historia geológica de la isla,
sino que también es relevante para la comprensión de la geodinámica regional y la
exploración de recursos naturales.

Conclusiones
La geología de Cuba es diversa y presenta una historia geológica compleja que abarca desde
el Precámbrico hasta el Cenozoico. Algunas conclusiones clave sobre la geología de Cuba
son las siguientes:
1. La isla de Cuba se encuentra en una ubicación tectónicamente compleja, donde
convergen varias placas tectónicas, lo que ha influido en su configuración geológica
actual.
2. Cuba presenta una variedad de formaciones geológicas, incluyendo rocas
metamórficas, sedimentarias y volcánicas. Destacan el Complejo de Esquistos y
Gneises del Precámbrico, las formaciones Camagüey y La Habana.
3. La actividad tectónica, incluyendo la colisión de la placa del Caribe con la placa
norteamericana, ha tenido un papel importante en la configuración del relieve cubano
y en la formación de fallas geológicas, como la Falla de Oriente.
4. La isla de Cuba presenta características geológicas únicas, como los mogotes de
Viñales, que son formaciones cársticas emblemáticas y atractivas desde el punto de
vista turístico y científico.
El estudio de la geología de Cuba es fundamental para comprender la evolución geológica
de la región, la historia de sus ambientes sedimentarios y la exploración y explotación de sus
recursos naturales. Además, la diversidad geológica de Cuba contribuye a la belleza y
singularidad de su paisaje.

Referencias
Cobiella Reguera, J. (1984). Curso de Geología de Cuba (Vol. I).
24
Cobiella Reguera, J., Gil González, S., Escobar, A., & Díaz Díaz, N. (2000). Estratigrafía y
tectónica de la Sierra del Rosario, Cordillera de Guaniguanico, Cuba occidental
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Parte, P. (s.f.). INTRODUCCIÓN / 2 HISTORIA DE LA GEOLOGÍA Y MINERÍA EN CUBA
/ 2 GEOLOGÍA DE CUBA / 6 FORMACIÓN DEL CARIBE Y CUBA / 8 RELIEVE Y
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Parte, P. (s.f.). INTRODUCCIÓN / 2 HISTORIA DE LA GEOLOGÍA Y MINERÍA EN CUBA
/ 2 GEOLOGÍA DE CUBA / 6 FORMACIÓN DEL CARIBE Y CUBA / 8 RELIEVE Y
GEOLOGÍA / 14 RIESGOS NATURALES DE ORIGEN GEOLÓGICO.

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