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Reforma de 1949
Contexto histórica q se encontraba la nación
Casi a cumplirse 72 años de la sanción de la Reforma Constitucional de 1949. Junto con
la Reforma de 1994, la más intensa del desarrollo institucional de la Argentina, desde la
fundación de su Estado en 1853.
La reforma constitucional de 1949 fue dejada sin efecto en 1956, por intermedio de una
dictadura cívico-militar que, en 1955, destituyó al gobierno constitucionalmente elegido
para el período 1952-1958; fue un intento constituyente para “ablandar la República
pastora excluyente de los desposeídos de siempre, o sea de los que eran privados de
sus derechos (1853-1916)” e instituir, además, una República con (sesgos) dirección a
una “inclusión” social, cultural y económica de nuevos individuos que integraban el
pueblo
Las reglas para la reforma constitucional estaban establecidas en el artículo 30 de la Constitución
Nacional vigente que decía:
La Constitución puede reformarse en él todo o en cualquiera de sus partes, pasados diez años
desde el día en que la juren los pueblos. La necesidad de reforma debe ser declarada por el
Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará
sino por una Convención convocada al efecto.
Integración de la Convención
LAS REFORMAS:
Síntesis
La Constitución Argentina de 1949 fue una constitución incluida en la corriente
del constitucionalismo social que incorporó los derechos de los trabajadores (decálogo del
trabajador), los derechos de la familia, de la ancianidad, de la educación y cultura;la
protección estatal para la ciencia y el arte; la enseñanza primaria obligatoria y gratuita.
Además de la igualdad de hombres y mujeres en las relaciones familiares; la autonomía
universitaria; la función social de la propiedad; la elección por voto directo para diputados,
senadores y presidente; y la reelección inmediata del presidente.
Se estableció expresamente el fuero militar tanto para los militares como para los civiles
que estén asimilados a esa condición o que incurran en delitos penados por el Código de
Justicia Militar.
Agregados al preámbulo
El Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina no tiene carácter normativo, pero
siempre se lo ha considerado como un programa político por encima de los partidos. La
Constitución de 1949 incorporó al Preámbulo la siguiente frase:
...la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre
y políticamente soberana.
El agregado está relacionado con el reconocimiento de tres principios básicos sobre los
que se debe constituir la Nación:
«Socialmente justa»: se refiere al reconocimiento constitucional del valor de la justicia
social. El concepto está relacionado con el reconocimiento del movimiento
sindical como uno de los actores sociales protagónicos y de los derechos de los
trabajadores como derechos humanos.
«Económicamente libre»: hace referencia a la idea de independencia económica e
indirectamente a los mecanismos de dependencia neocolonial.20 El concepto está
relacionado con la teoría de la dependencia latinoamericana desarrollada en aquella
época.
«Políticamente soberana»: se refiere al concepto clásico de independencia
política fortalecido con la noción moderna del derecho de autodeterminación de los
pueblos.
Forma de gobierno y declaraciones políticas
La Constitución de 1949 incorporó dos normas relacionadas con la organización política
del país:
DETALLES DE LA REFORMA:
Art. 18. Condiciona la libertad de navegación de los ríos a que la misma no resulte
contraria a la seguridad y bienestar nacional.
Art. 21. Ley especial para reprimir a aquellos que pretendan suprimir la Constitución
por la violencia.
Elimina la referencia que realizaba el art. 24 de la Constitución de 1853 al
establecimiento de juicios por jurado, que nunca se ejecutó.
1. Derecho de trabajar
2. Derecho a una retribución justa
3. Derecho a la capacitación
4. Derecho a condiciones dignas de trabajo
5. Derecho a la preservación de la salud
6. Derecho al bienestar
7. Derecho a la seguridad social
8. Derecho a la protección de su familia
9. Derecho al mejoramiento económico
10. Derecho a la defensa de los intereses profesionales
II. Derechos de la familia
1. Derecho a la asistencia
2. Derecho a la vivienda
3. Derecho a la alimentación
4. Derecho al vestido
5. Derecho al cuidado de la salud física
6. Derecho al cuidado de la salud moral
7. Derecho al esparcimiento
8. Derecho al trabajo
9. Derecho a la tranquilidad
10. Derecho al respeto
IV. De la educación y la cultura
Establece la elección por voto directo para diputados, senadores y presidente (arts.
42, 47 y 82).
Disposiciones transitorias
(3ª) Jura: oligatoriedad de jurar cumplir y hacer cumplir por parte de todos los
funcionarios públicos.
(4ª) Estableció que en el período legislativo de 1950, el Poder Ejecutivo debía
solicitar nuevamente el acuerdo del Senado para todos los jueces y embajadores.
(5ª) Autorización por única vez a la legislaturas provinciales a reformar las
constituciones propias para adaptarlas a la Constitución nacional dentro del plazo
de 90 días.
(6ª) Caducidad de los mandatos de senadores y diputados y nuevas elecciones
para sincronizar sus mandatos.
DEROGACIONES Y CONSECUENCIAS HISTORICAS
Visto y considerando:...
Social"
la justicia social.
La necesidad de incorporar nuevos derechos sociales y las nuevas funciones del Estado,
siguiendo los lineamientos del constitucionalismo social, fueron los argumentos básicos
que motivaron esta reforma. Fue promovida por el gobierno de Juan Domingo Perón. La
modificación incorporó en sus artículos los derechos de segunda generación (laborales y
sociales), reconoció la igualdad jurídica del hombre y la mujer, incorporó la función social
de la propiedad, estableció la autonomía universitaria, los derechos de los niños y
la ancianidad, el habeas corpus, facultades de intervención de Estado en la economía, la
reelección presidencial indefinida y la elección de los representantes por voto directo,
entre otras normas.
Durante el gobierno de Perón y del Eduardo Lonardi, la Corte Suprema de Justicia,
máximo órgano de control de constitucionalidad, aceptó la legitimidad de esta reforma y
aplicó sus normas en diversos fallos.8 Elaboró además una jurisprudencia interpretando
orgánicamente los preceptos de la reforma de 1949.
Fue abolida mediante una proclama militar por el dictador Pedro Eugenio Aramburu, a
través de una proclama del día 27 de abril de 1956. Los argumentos invocados por la
dictadura sostuvieron que todos los actos del gobierno derrocado en 1955, habían sido
impuestos por medio de la violencia, que la reforma constitucional no fue el resultado de
una «libre discusión» y de su finalidad esencial fue establecer la reelección indefinida del
presidente Perón.
PREAMBULO ( C.N 1.994) Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en
Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en
cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los
beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo
que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y
justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.
PRIMERA PARTE
Principios fundamentales
Capítulo I
Art. 3 – Las autoridades que ejercen el Gobierno Federal residen en la ciudad que
se declare Capital de la República por una ley especial del Congreso, previa cesión
hecha por una o más Legislaturas provinciales, del territorio que haya de
federalizarse.
Art. 4 – El Gobierno Federal provee a los gastos de la Nación con los fondos del
Tesoro Nacional, formado del producto de derechos de importación y exportación,
de la propia actividad económica que realice, servicios que preste y enajenación o
locación de bienes de dominio del Estado nacional; de las demás contribuciones
que imponga el Congreso Nacional, y de los empréstitos y operaciones de crédito
que sancione el mismo Congreso para urgencias de la Nación o para empresas de
utilidad pública.
Art. 8 – Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios
e inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás. La extradición de
los criminales es de obligación recíproca entre todas las provincias.
Art. 18 – La navegación de los ríos interiores de la Nación es libre para todas las
banderas, en cuanto no contraríe las exigencias de la defensa, la seguridad común
o el bien general del Estado y con sujeción a los reglamentos que dicte la
autoridad nacional.
Una ley especial establecerá las sanciones para quienes, de cualquier manera,
preconizaron o difundieren métodos o sistemas mediante los cuales, por el empleo
de la violencia, se propongan suprimir o cambiar la Constitución o alguno de sus
principios básicos, y a quienes organizaron, constituyeron, dirigieron o formaren
parte de una asociación o entidad que tenga como objeto visible u oculto alcanzar
alguna de dichas finalidades.
Art. 22 – Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se
dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley
suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a
conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que contengan
las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los
tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de 1859.
Art. 24 – Los jueces de los tribunales federales no podrán serlo al mismo tiempo
de los tribunales de provincia, ni el servicio federal, tanto en lo civil como en lo
militar, da residencia en la provincia que se ejerza, y que no sea la del domicilio
habitual del empleado, entendiéndose esto para los efectos de optar a empleos en
la provincia en que accidentalmente se encuentre.
Capítulo II
Art. 29 – Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo
fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales
o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Siempre
se aplicará, y aun con efecto retroactivo, la ley penal permanente más favorable al
imputado. Los militares y las personas que les están asimiladas estarán sometidos
a la jurisdicción militar en los casos que establezca la ley. El mismo fuero será
aplicable a las personas que incurran en delitos penados por el Código de Justicia
Militar y sometidos por la propia ley a los tribunales castrenses. Nadie puede ser
obligado a declarar contra sí mismo ni arrestado sino en virtud de orden escrita de
autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los
derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y
los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos
podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Los jueces no podrán ampliar por
analogía las incriminaciones legales ni interpretar extensivamente la ley en contra
del imputado. En caso de duda, deberá estarse siempre a lo más favorable al
procesado. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas,
toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles serán sanas y limpias, y
adecuadas para la reeducación social de los detenidos en ellas; y toda medida
que, a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que la
seguridad exija, hará responsable al juez o funcionario que la autorice.
Todo habitante podrá interponer por sí o por intermedio de sus parientes o amigos
recurso de hábeas corpus ante la autoridad judicial competente, para que se
investiguen la causa y el procedimiento de cualquier restricción o amenaza a la
libertad de su persona. El tribunal hará comparecer al recurrente, y comprobada
en forma sumaria la violación, hará cesar inmediatamente la restricción o la
amenaza.
Art. 30 – Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al
orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a
Dios y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación
será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohibe.
Ningún servicio personal es exigible sino en virtud de ley o de sentencia fundada
en ley.
Art. 31 – Los extranjeros que entren en el país sin violar las leyes gozan de todos
los derechos civiles de los argentinos como también de los derechos políticos
después de cinco años de haber obtenido la nacionalidad. A su pedido podrán
naturalizarse si han residido dos años continuos en el territorio de la Nación y
adquirirán automáticamente la nacionalidad transcurridos cinco años continuados
de residencia, salvo expresa manifestación en contrario.
Art. 35- Los derechos y garantías reconocidos por esta Constitución no podrán ser
alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio, pero tampoco amparan a
ningún habitante de la Nación en perjuicio, detrimento o menoscabo de otro. Los
abusos de esos derechos que perjudiquen a la comunidad o que lleven a cualquier
forma de explotación del hombre por el hombre configuran delitos que serán
castigados por leyes,
Capítulo III
II. De la familia
III. De la ancianidad
6. Los alumnos capaces y meritorios tienen el derecho de alcanzar los más altos
grados de instrucción. El Estado asegura el ejercicio de este derecho mediante
becas, asignaciones a la familia y otras providencias que se conferirán por
concurso entre los alumnos de todas las escuelas.
7. Las riquezas artísticas e históricas, así como el paisaje natural cualquiera que
sea su propietario, forman parte del patrimonio cultural de la Nación y estarán
bajo la tutela del Estado, que puede decretar las expropiaciones necesarias para
su defensa y prohibir la exportación o enajenación de los tesoros artísticos. El
Estado organizará un registro de la riqueza artística e histórica que asegure su
custodia y atienda a su conservación.
Capítulo IV
SEGUNDA PARTE
Autoridades de la Nación
Título Primero
Gobierno Federal
Sección Primera
Capítulo I
De la Cámara de Diputados
Capítulo II
Del Senado
Art. 47 – El Senado se compondrá de dos senadores por cada provincia y dos por
la Capital, elegidos directamente por el pueblo. Cada senador tendrá un voto.
Art. 48 – Son requisitos para ser elegido senador ser argentino nativo, tener la
edad de treinta años y diez años de ciudadanía en ejercicio, y ser natural de la
provincia que lo elija o con dos años de residencia inmediata en ella.
Art. 53 – Su fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aún declararle
incapaz de ocupar ningún empleo de honor, de confianza o a sueldo, en la Nación.
Pero la parte condenada quedará, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo
conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios.
Art. 55 – Cuando vacase alguna plaza de senador por muerte, renuncia u otra
causa, el Gobierno a que corresponda la vacante hace proceder inmediatamente a
la elección de un nuevo senador.
Capítulo III
Art. 56 – Ambas Cámaras se reunirán en sesiones ordinarias todos los años desde
el l° de mayo hasta el 30 de septiembre. El presidente de la Nación puede
prorrogar las sesiones ordinarias y convocar a extraordinarias. En las sesiones
extraordinarias no se tratarán sino los asuntos determinados en la convocatoria.
Art. 59 – Cada Cámara hará su reglamento, y podrá, con dos tercios de votos de
los presentes, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en
el ejercicio de sus funciones o removerlo por inhabilidad física o moral
sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirlo de su seno; pero bastará la
mayoría de uno sobre la mitad de los presentes para decidir en las renuncias que
voluntariamente hicieren de sus cargos.
Art. 61 – Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado
judicialmente ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando
su mandato de legislador.
Art. 63 – Cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias contra
cualquier senador o diputado, examinado el mérito del sumario en juicio público,
podrá cada Cámara, con dos tercios de votos de los presentes, suspender en sus
funciones al acusado y ponerlo a disposición del juez competente para su
juzgamiento.
Art. 64 – Cada una de las Cámaras puede solicitar al Poder Ejecutivo los informes
que estime conveniente respecto a las cuestiones de competencia de dichas
Cámaras. El Poder Ejecutivo podrá optar entre contestar el informe por escrito,
hacerlo personalmente su titular o enviar a uno de sus ministros para que informe
verbalmente.
Art. 65 – Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión del Poder
Ejecutivo sin previo consentimiento de la Cámara respectiva, excepto los empleos
de escala.
Capítulo IV
7. Fijar por un año, o por períodos superiores hasta un máximo de tres años, a
propuesta del Poder Ejecutivo, el presupuesto de gastos de administración de la
Nación, y aprobar o desechar anualmente la cuenta de inversión.
8. Acordar subsidios del Tesoro nacional a las provincias cuyas rentas no alcancen,
según sus presupuestos, a cubrir sus gastos ordinarios.
11. Dictar los códigos Civil, de Comercio, Penal, de Minería, Aeronáutico, Sanitario
y de Derecho Social, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales según que
las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y
especialmente leyes generales para toda la Nación sobre naturalización y
ciudadanía, con arreglo al principio de la nacionalidad natural, así como sobre
bancarrotas, falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del
Estado.
12. Reglar el comercio con las naciones extranjeras y de las provincias entre sí.
13. Ejercer una legislación exclusiva sobre los servicios públicos de propiedad de
la Nación, o explotados por los órganos industriales del Estado nacional, o que
liguen la Capital Federal o un territorio federal con una provincia, o dos provincias
entre sí, o un punto cualquiera del territorio de la Nación con un Estado
extranjero.
14. Arreglar definitivamente los límites del territorio de la Nación, fijar los de las
provincias, crear otras nuevas y determinar por una legislación especial la
organización, administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales
que queden fuera de los límites que se asignen a las provincias, y establecer el
régimen de las aguas de los ríos interprovinciales y sus afluentes.
19. Aprobar o desechar los tratados concluidos con las demás naciones, y los
concordatos con la Silla Apostólica; y arreglar el ejercicio del patronato en toda la
Nación.
20. Admitir en el territorio de la Nación otras órdenes religiosas o más de las
existentes.
la paz.
presas.
27. Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en
ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente
Constitución al gobierno de la Nación Argentina.
28. Sancionar el régimen impositivo del distrito federal y fijar por un año o por
períodos superiores, hasta un máximo de tres años, a propuesta del presidente de
la República, el presupuesto de gastos de su administración.
Capítulo V
Art. 69 – Las leyes pueden tener principio en cualquiera de las Cámaras del
Congreso, por proyectos presentados por sus miembros o por el Poder Ejecutivo.
Art. 72 – Ningún proyecto de ley, desechado totalmente por una de las Cámaras,
podrá repetirse en las sesiones de aquel año. Pero si sólo fuese adicionado o
corregido por la Cámara revisora, volverá a la de su origen; y si en ésta se
aprobasen las adiciones o correcciones por mayoría absoluta de los miembros
presentes, pasará al Poder Ejecutivo de la Nación. Si las adiciones o correcciones
fueren rechazadas, volverá por segunda vez el proyecto a la Cámara revisora, y si
aquí fueren nuevamente sancionadas por una mayoría de las dos terceras partes
de sus miembros presentes, pasará el proyecto a la otra Cámara, y no se
entenderá que ésta reprueba dichas adiciones o correcciones si no concurre para
ello el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes.
Las votaciones de ambas Cámaras serán en uno y otro caso nominales, por sí o
por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, cuanto las
objeciones del Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las
Cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las
sesiones de aquel año.
Sección Segunda
Capítulo I
De su naturaleza y duración
Capítulo II
y vicepresidente de la Nación
6. Puede indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal,
previo informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por
la Cámara de Diputados.
13. Hace recaudar las rentas de la Nación y decreta su inversión con arreglo a la
ley o presupuesto de gastos nacionales; hace sellar moneda, fija su valor y el de
las extranjeras.
16. Provee los empleos militares de la Nación, con acuerdo del Senado, en la
concesión de los empleos o grados de oficiales superiores de las fuerzas armadas,
y por sí solo, en el campo de batalla.
17. Dispone de las fuerzas armadas y corre con su organización y distribución,
según las necesidades de la Nación.
19. Declara en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación en caso de ataque
exterior y por un término limitado, con acuerdo del Senado. En caso de conmoción
interior, sólo tiene esta facultad cuando el Congreso está en receso, porque es
atribución que corresponde a este cuerpo. Declara también el estado de
prevención y alarma en uno o varios puntos del país en caso de alteración del
orden público que amenace perturbar el normal desenvolvimiento de la vida o las
actividades primordiales de la población por un término limitado y da cuenta al
Congreso. El presidente ejerce estas atribuciones dentro de los límites prescritos
por el artículo 34.
21. No puede ausentarse del territorio de la Nación sino con permiso del
Congreso. En el receso de éste, sólo podrá hacerlo sin licencia por graves objetos
de servicio público.
22. El presidente tendrá facultad para llenar las vacantes de los empleos que
requieran el acuerdo del Senado y que ocurran durante su receso por medio de
nombramientos en comisión, que deberán ir considerados en la legislatura
inmediata.
Capítulo IV
Para ser ministro se requieren las mismas condiciones que para ser diputado y ser
argentino nativo. Los ministros estarán ampardos por las inmunidades que
otorgan a los miembros del Congreso los artículos 61 y 62 de la Constitución,
Art 86- Los ministros no pueden por sí solos, en ningún caso, tomar resoluciones,
a excepción en lo concerniente al régimen económico y administrativo de sus
respectivos departamentos.
Art. 87 – No pueden ser senadores ni diputados sin hacer dimisión de sus empleos
de ministros.
Sección Tercera
Capítulo I
De la naturaleza y duración
Art. 89 – El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de
Justicia y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciese en el
territorio de la Nación.
Capítulo II
Atribuciones del Poder judicial
Título Segundo
Gobiernos de Provincias
Art. 97 – Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta
Constitución al Gobierno Federal, y el que expresamente se hayan reservado por
pactos especiales al tiempo de su incorporación.
Art. 98 – Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus
gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia sin intervención
del Gobierno Federal.
Art. 100 – Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de
administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común,
con conocimiento del Congreso Federal, y promover su industria, la inmigración, la
construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de
propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la
importación de capitales extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes
protectoras de estos fines y con sus recursos propios.
Art. 102 – Ninguna provincia puede declarar ni hacer la guerra a otra provincia.
Sus quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de justicia y dirimidas por
ella. Sus hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de sedición o
asonada, que el Gobierno Federal debe sofocar y reprimir conforme a la ley.
Art. 103 – Los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno
Federal para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación.
Disposiciones Transitorias
Los presidentes de las cámaras legislativas jurarán esta Constitución ante los
cuerpos respectivos en la primera sesión preparatoria del período legislativo
siguiente a la sanción de aquélla, y los miembros de cada cuerpo ante su
presidente.
A tal efecto, en las provincias con poder legislativo bicameral, ambas Cámaras
reunidas constituirán la Asamblea Constituyente, la que procederá a elegir sus
autoridades propias y a tomar sus decisiones por mayoría absoluta.
6. A los efectos de unificar los mandatos legislativos cuya duración regla esta
Constitución, dispónese que los mandatos de los senadores y diputados nacionales
en ejercicio caducarán el 30 de abril de 1952.
El mandato de los senadores cuya elección se efectúe para llenar las vacantes de
los que concluyen el 30 de abril de 1949, expirará asimismo el 30 de abril de
1952. La elección correspondiente deberá realizarse por el procedimiento de
elección por las legislaturas, que establecía el artículo 46 de la Constitución.
El golpe de Estado
Portada del libro Operación Masacre (1957), de Rodolfo Walsh, utilizando como imagen el cuadro El tres de mayo
de 1808, de Francisco Goya.
Los fusilamientos han sido fuertemente cuestionados por actores políticos, observadores e
historiadores,146147 tanto por su falta de legalidad como por el grado de violencia innecesaria que los
mismos implicaron, así como por sus consecuencias negativas, desatando desde el Estado un ciclo
vicioso de violencia y terror que desembocó en el Terrorismo de Estado en Argentina en las décadas
de 1970 y 1980. Más allá de las irregularidades concretas que presentan los fusilamientos en cada
caso, quienes cuestionan los mismos destacan que la Constitución Nacional de la Argentina prohíbe
la pena de muerte por causas políticas desde 1853.
En menos de 48 horas, civiles y militares son fusilados en Lanús, La Plata, José León Suárez, Campo
de Mayo, la Escuela de Mecánica del Ejército y la Penitenciaría Nacional. Para la noche del 11 de junio
de 1956, la lista de ejecutados asciende a 16 militares y 13 civiles. 148
El abogado radical Carlos Alconada Aramburú, quien al momento del levantamiento se desempeñaba
como Fiscal de Estado de la provincia de Buenos Aires y, al año siguiente, fue designado Ministro de
Educación y Justicia del gobierno militar, afirmó que los fusilamientos fueron penas de muerte
aplicadas por el delito de insubordinación militar, aplicando las leyes 13.234 de 1948 y 14.062 de 1951.
La historiadora María Spinelli afirma que las leyes invocadas por Alconada Aramburú habían sido
derogadas por el propio gobierno militar el año anterior de los levantamientos, mediante los decretos-
leyes 140 y 8.313.147 También, en sus respectivas Memorias, defendieron los fusilamientos el almirante
Isaac Rojas (1993), quien los justifica en la necesidad de "salvaguardar los logros de la Revolución
Libertadora",149 y el contralmirante Jorge Perrén (1997), quien sostiene que era necesario dar un
"escarmiento ejemplar al peronismo".150
Perón fijó su posición en una carta enviada a Cooke sobre la cual cuenta Miguel Bonasso:
«El fracaso de la asonada del 10 de junio ha sido la consecuencia del criterio militar del cuartelazo. Los dirigentes
de ese movimiento han procedido hasta con ingenuidad. Lástima grande es que hayan comprometido inútilmente
la vida de muchos de nuestros hombres, en una acción que de antemano podía predecirse como un fracaso. Yo
vengo repitiendo, a los mismos peronistas precipitados, que no haremos camino detrás de los militares que nos
prometen revoluciones cada fin de semana. Hace cinco meses impartí las instrucciones sobre la forma en que
debíamos encarar el problema: mediante la resistencia civil. Durante estos cinco meses no he hecho sino repetir
que los golpes militares no interesaban al peronismo porque no era solución salir de las manos de una dictadura
para caer en otra. Que la única solución aceptable para nosotros era la voluntad del pueblo y que para ello
debíamos recurrir a las fuerzas del pueblo y no a las fuerzas militares. Que la acción de las fuerzas del pueblo
eran operaciones de resistencia y no golpes de Estado. […] todo ello lo he repetido miles de veces a todos los
apresurados que confiaban más en un golpe de la fortuna que en la preparación sistemática y racional de un
trabajo adecuado. Desgraciadamente, el golpe fallado del 10 de junio me ha dado la razón, pero el precio ha sido
demasiado grande. Hubiera preferido equivocarme.»151
Legislación laboral[editar]
Luego del golpe de 1955, se produjo por una parte la ocupación de todos los locales sindicales
combinado con represión y encarcelamiento para numerosos delegados fabriles y activistas
sindicales.153 Luego del desplazamiento de Lonardi y al asumir a mediados de noviembre, Pedro
Eugenio Aramburu impulsa una política antiobrera que incluyó: proscripción de dirigentes sindicales
peronistas; intervención de la CGT; se declararon nulas y disueltas las comisiones internas por parte
del Ministerio de Trabajo; nombramiento de Interventores Militares en numerosos sindicatos; y
derogación de la Ley de Asociaciones Profesionales, quedando restringido el derecho de huelga. 153 Al
momento de su designación como Ministro por Aramburu, se encontraba retirado. Durante su gestión
se dio una extensa huelga de trabajadores de astilleros en 1956. La llamada “Huelga de los Locos”
hace referencia al paro protagonizado por los miembros de la Federación de Obreros en
Construcciones Navales-Autónoma (FOCN) entre octubre de 1956 y noviembre de 1957, siendo la
huelga más extensa de la clase obrera argentina en el siglo XX.154
En materia laboral creó el régimen de asignaciones familiares para empleados de comercio y de la
industria155156y el aumento de las indemnizaciones. El golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955
impedirá que el proyecto de regulación laboral específica para trabajadores domésticos, presentado
por la diputada Dellia Parodia antes del golpe, siga su curso institucional. Mediante un decreto de
1956, se les reconoce relación de dependencia a quienes trabajaban por lo menos cuatro horas
diarias, cuatro días a la semana, y se les reconoce también a partir de entonces una indemnización por
despido de medio mes por año de servicio.157158 El Estatuto excluye a las trabajadoras domésticas de la
ley de asignaciones familiares y de riesgos de trabajo. No contempla la remuneración por horas extras,
el acceso a un seguro de desempleo ni a licencias por maternidad y les fija la semana laboral en 72
horas.159El Decreto-Ley N.° 326/56 no establecía una cantidad de horas laborales por día, siendo la
misma variable.
El dirigente peronista Antonio Cafiero afirma que las cajas de jubilaciones de asalariados tuvieron entre
1950 y 1954 un superávit que rondaba el 4 por ciento del PBI. El resultado se revirtió rápidamente tras
el golpe de Estado y las cajas pasaron a exhibir un elevado déficit; a partir de 1955 la jubilación media
se redujo en un tercio en moneda constante, a una tasa de descenso aún mayor que la de los
salarios.160 El decreto/ley 9270/56 eliminó la personería gremial que otorgaba determinados derechos a
los sindicatos más representativos, que así pasaban a ser entidades simplemente inscriptas,
igualándolos a los sindicatos menos representativos.
Conflictos laborales[editar]
Al asumir el nuevo gobierno luego del golpe palaciego contra Lonardi, el gral. Aramburu se encontró
con una huelga general. En algunos lugares, la huelga había comenzado el día 13 de noviembre de
1955 y las manifestaciones obreras habían producido enfrentamientos con las fuerzas de seguridad;
en Rosario se produjeron víctimas fatales entre los huelguistas. El 15 de noviembre el propio gobierno
admitió un 75% de ausentismo en el Gran Buenos Aires, llegando al 95 % en las principales industrias,
y tan solo en el primer día hubo unas mil detenciones. El día 16, Aramburu intervino la C.G.T. y los
sindicatos. Mientras se sucedían los encarcelamientos, no se limitó a castigar a la cúpula sindical,
continuó con los estratos más bajos de la organización de los trabajadores y declaró disueltas las
Comisiones Internas.
En CATITA, planta metalúrgica de la provincia de Buenos Aires, se efectuó en diciembre de 1955 una
huelga exitosa contra el despido de varios delegados. En el Frigorífico Lisandro de la Torre de la
Capital Federal, se realizaron en abril de 1956 una movilización y una huelga en contra del arresto de
tres delegados por el interventor militar.
En 1957, amparándose en el decreto 2739/56, la Federación de Industrias Metalúrgicas pretendía
modificar el convenio colectivo de trabajo para brindarles mayores poderes a los supervisores y
empleados de vigilancia para que actúen sin necesidad de que interfiera el sindicato; establecer
normas para terminar con el ausentismo y quitarles los fueros a los delegados. Sin embargo los
trabajadores rechazaron inmediatamente el proyecto patronal, convocando a un paro de 24 horas
contra el decreto 2739. El régimen no quería bajo ninguna circunstancia ceder ante las demandas
porque se transformaría en un “caso testigo” para futuros conflictos en otros gremios que se sumarían
a los que ya estaban en lucha: la construcción, el calzado, gráficos, textiles, obreros de la carne y de la
construcción naval. Esta intransigencia del régimen llevó a que los metalúrgicos se embarquen en una
histórica huelga que duraría seis semanas. La medida duró 40 días generando gran impacto social. El
ejército y la policía reprimieron ferozmente. Las demandas de los trabajadores se centraron cada vez
más en la libertad de los presos políticos- que en diciembre eran más de 400- y la reincorporación de
los despedidos.161 Cuenta el historiador Daniel James en Resistencia e integración, que la policía
amenazó a los comerciantes para que no abran crédito a los huelguistas, pero aun así los apoyaron
demostrando la relación solidaria. La ofensiva de la patronal amparada por Aramburu fue durísima: la
huelga metalúrgica dejó un saldo de 12 mil despedidos y perseguidos políticos.
A lo largo de 1957 los ferroviarios, empleados municipales, bancarios, alimentación, textiles, navales y
telefónicos tomaron como ejemplo el caso metalúrgico y se lanzaron a la huelga erosionando a
estabilidad del régimen. A partir de la aplicación del Plan Prebisch, la carestía aumentaba mes a mes.
Desde enero, 3000 obreros y obreras de la empresa Philips durante varias jornadas reclamaron el
reconocimiento de los delegados y la comisión interna. Se sumaron al conflicto los obreros de Siam,
Piazza y Siambreta. Las luchas se extendieron a los obreros de la construcción de Mar del Plata, al
frigorífico La Negra, del caucho, textiles, bancarios que reclamaban el reconocimiento de sus
representantes, levantamiento de las intervenciones y aumentos salariales. Posteriormente se desató
una violenta represión con allanamientos de domicilios, persecuciones, detenciones y despidos en las
grandes empresas.
Durante los últimos tres meses del año volvieron con intensidad los conflictos. A fines de octubre, el
gremio textil realizó un paro de 24 horas, que obligó al Ministerio de Trabajo a convocar al Comité de
Huelga, y posteriormente se desató una violenta represión con allanamientos de domicilios,
persecuciones, detenciones y despidos en las grandes empresas. En noviembre se sumaron los
bancarios y los telefónicos por salarios, siendo intervenido el sindicato. Finalmente lo hicieron los
trabajadores ferroviarios, construcción, transporte automotor, del tabaco, de la carne, gráficos y
metalúrgicos. Todas esas luchas dejaron una gran experiencia en el movimiento obrero.
Luego del golpe de 1955, se produjo por una parte la ocupación de los locales sindicales por los
comandos civiles y, por otra, represión y cárcel para numerosos delegados fabriles y activistas
sindicales. Luego del desplazamiento de Lonardi y al asumir a mediados de noviembre, Pedro Eugenio
Aramburu lo hizo impulsando una política antiobrera que incluyó proscripción de dirigentes sindicales
peronistas; intervención de la CGT; se declararon nulas y disueltas las comisiones internas por parte
del Ministerio de Trabajo; nombramiento de Interventores Militares en numerosos sindicatos;
derogación de la Ley de Asociaciones Profesionales, quedando restringido el derecho de huelga;
represión e intimidación del sindicalismo, con el arresto de cientos de dirigentes sindicales; y sanción
del decreto 7107 de abril de 1956 que excluía de cualquier actividad a todos los que se hubieran
desempeñado en la conducción de la CGT o sus sindicatos.
Las luchas salariales de fines de 1956 ayudaron a consolidar el movimiento de oposición. A partir de la
aplicación del Plan Prebisch, la carestía aumentaba mes a mes y comienza a darse en los
supermercado faltantes de productos básicos en las góndolas, junto a un aumento dramático de la
inflación. Se fueron dando paros de los trabajadores de los gremios metalúrgicos, construcción,
calzados, gráficos, textiles y carne. Justificándose en un paro de telefónicos y telegrafistas, el gobierno
decretó el estado de sitio por 30 días en Capital Federal y Buenos Aires. En la reunión en la cual se
definió la medida participaron el Ministro Alconada Aramburú, el subsecretario García Puente y el jefe
de la Casa Militar, Capitán de Fragata Francisco Manrique. Según la cifras oficiales los detenidos por
el estado de sitio ascendieron a 150 personas que fueron alojadas en los buques París y Washington.
En 1957 las entonces flamantes 62 organizaciones y otros sindicatos obreros argentinos disponen una
huelga general que paralizó al comercio, industria y transportes. El ausentismo fue casi total en las
líneas Sarmiento y Mitre, y en algunos ramales del Urquiza y el San Martín. El paro también fue
importante en los barrios industriales del Gran Buenos Aires y en el interior, como en el Chaco, y en
Bahía Blanca y Corrientes, donde las CGT locales pararon el día anterior, la adhesión fue total. 162
Después de septiembre de 1955 se procede a la expulsión de los empleados identificados con el
peronismo. La Asociación Bancaria fue intervenida y puesta bajo la dirección de César González, un
acérrimo antiperonista. Frente a la escalada inflacionaria de 1957/1958 comenzó una huelga bancaria.
Entonces el régimen declaró la movilización militar de los empleados bancarios, a partir de las 0.00
horas del 10 de marzo de 1958. Se tomaron disposiciones de ocupación militar de todo el sistema
bancario. Unidades de la infantería de marina y de la policía se ubicaron en las instituciones
financieras. Según el decreto, el personal afectado tenía la obligación de noticiarse en las 48 horas
siguientes y presentarse en el puesto de trabajo. Los infractores serían incorporados a las fuerzas
armadas y sometidos a la justicia militar.163 El sindicato del Seguro emitió un comunicado contra la
medida totalitaria adoptada por el gobierno de facto. El dirigente de ese gremio, Walter Iscaro, fue
nuevamente detenido. La lucha por la democratización de la Asociación Bancaria da lugar a la huelga
de enero, febrero y marzo de 1958, momento en que el gremio es intervenido y se concretan
numerosas detenciones y apremios, movilizándolos militarmente. 164
El miércoles 12 de marzo de 1958, ante una huelga de brazos caídos en el Banco de la Provincia de
Córdoba, 70 empleados en protesta fueron subidos a un ómnibus y conducidos a una unidad militar.
También fue desalojada la Casa Central del Banco Nación. Los empleados fueron conducidos a la
Escuela de Mecánica de la Armada, sufriendo torturas. El 14 de marzo alrededor de 350 bancarios
fueron detenidos por la Fuerzas Armadas. Fueron declarados individuos “en cumplimiento de misión
efectiva” y trasladados al Quinto Regimiento de Infantería. Para fines de marzo aproximadamente 8 mil
empleados bancarios se encontraban alojados en unidades militares en todo el país. En la Capital
Federal superarían los tres mil, distribuidos entre la Escuela de Mecánica de la Armada y la del
Ejército, el regimiento primero de Infantería de Marina y el regimiento primero de Patricios. La medida
hizo que la huelga se extendiera. En Rosario continuó el paro. Se hizo evidente que las medidas
represivas no estaban dando resultados positivos para el régimen de Aramburu. Días antes de asumir
Frondizi, esté se reunió con los dirigentes bancarios, quienes luego de 52 días de huelga, junto con los
gremios bancario y del seguro, retornaron a sus puestos de trabajo. 165
Ante la dureza de la medida de movilización militar, hubo muestras de apoyo de otras organizaciones
sindicales que declararon su solidaridad con el gremio bancario: Sindicato del Seguro, Sindicato
Argentino de Prensa, Asociación del Personal Aeronáutico, Federación Argentina de Trabajadores de
Luz y Fuerza, Sindicato de Luz y Fuerza, Federación de Obreros y Empleados de la Argentina,
Sindicato de Agua y Energía, Federación de Empleados de Comercio de Buenos Aires, Unión Obrera
de la Industria Maderera, Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles, Delegaciones
Regionales de la CGT (Concordia y Mendoza), Sindicatos Unidos de Petroleros del Estado, Asociación
Argentina de Telegrafistas, Radiotelegrafistas y Afines, Sindicato Obrero de la Industria Aceitera,
Sindicato de la Industria del Papel, Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Unión
Obrera de la Construcción, Sindicato Argentino de Músicos, Sindicato Obrero de la Industria del Vidrio
y Afines, Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines, La Fraternidad, Unión Ferroviaria,
Federación Argentina de Trabajadores de Industrias Químicas y Afines, Sindicato Único de Relojeros y
Joyeros de la Argentina, Sindicato Único de Portuarios y Federación de Obreros de Construcciones
Navales.
En la segunda mitad de 1958, las 62 organizaciones lanzaron varias proclamas de índole más política
que gremial, en las cuales no se nombraba a Perón o al peronismo, aunque sí se utilizaba un lenguaje
inequívocamente peronista. Los sindicatos peronistas anunciaron un paro general los días 22 y 23 de
octubre de ese año, que terminó con la movilización militar de los trabajadores y el arresto de decenas
de dirigentes gremiales y una enérgica represión. 166
En ese clima de huelgas, represión y ataques a las conquistas obreras, la “Federación de Obreros en
Construcciones Navales-Autónoma” (FOCN) lanzó en octubre de 1956 una huelga que duró 14 meses,
entre octubre de 1956 y noviembre de 1957, siendo la huelga más extensa de la clase obrera argentina
en el siglo XX. El 11 de octubre de 1956, la huelga se agravó cuando en Rosario, elementos
parapoliciales del régimen apuñalaron de muerte al obrero naval Ramiro García Fernández. El
gobierno de Aramburu construyó un sindicato paralelo, el SAON (Sindicato Argentino de Obreros
Navales), reconociéndolo formalmente en agosto de 1957, comenzando a afiliar compulsivamente
nuevos trabajadores a este sindicato. 167
Desde mediados de 1956 hasta fines del mismo año, donde se efectuaron una serie de paros de gran
significación, y se evidenciaba un incremento de la resistencia de los trabajadores recurriendo a todos
los métodos a su alcance. En cada barrio, ciudad o pueblo surgieron dirigentes que por su decisión
eran elegidos por sus compañeros para ocupar los primeros planos, no existiendo otra selección que la
predisposición para la lucha.
Pueblada de Cutral Có[editar]
EL 19 de febrero de 1958 se desata en la localidad de Cutral Có (Neuquén) una pueblada en apoyo de
la huelga petrolera que descalabra la represión. Ese día, miles de manifestantes salen a las calles para
apoyar la huelga que llevaban a cabo los petroleros y enfrentar el plan represivo que había desplegado
el gobierno militar. La masiva concurrencia partió del centro de la comarca petrolera y marchó hasta
Plaza Huincul, encabezada por los párrocos locales Zantos y Urrutia. Las movilizaciones se fueron
sucediendo desde el primer día de la huelga general por tiempo indeterminado, reclamando, entre
otros puntos, “un aumento salarial de $800, reincorporación del personal cesanteado por cuestiones
políticas y restauración del servicio asistencial”. Para evitar la acefalía ante el eventual
encarcelamiento de la conducción, el 13 de febrero se aprobó la huelga general. El Regimiento 10 de
Infantería irrumpió en la localidad, ocupando la sede sindical del SUPE y encarcelando a unos
trescientos obreros.168
Política económica[editar]
En el ámbito económico, Argentina ingresó al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial. Se
decretó la intervención de la CGT, la derogación de la ley de Asociaciones Profesionales y la
restricción del derecho de huelga, el desmantelamiento de IAPI y la privatización de los depósitos
bancarios. De los 371 millones de dólares que se encontraban en el Banco Central, para el último día
de la dictadura solo quedaban 125 y una deuda externa que comprometía mucho más que la totalidad
de las reservas, mientras que el déficit de la balanza de pagos llegaba a los 339 millones de la misma
moneda. El déficit fiscal se había elevado a 38.000 millones. Se habían liquidado en solo dos años tres
millones de cabezas de ganado, había bajado sensiblemente la actividad industrial y aumentado
exponencialmente la inflación, al tiempo que los salarios estaban contenidos y crecía la desocupación.
Las importaciones sumaban en 1957 1.310 millones de dólares, superior a los 957 millones de
exportaciones.174
Se dispuso la intervención de 40 firmas nacionales y extranjeras, entre ellas industrias como Kaiser
Argentina, Mercedes Benz, Fiat, Deuz, etc. En 1956 el gobierno militar firmó un acuerdo con empresas
fabricantes de tractores, lo que llevó a un fuerte conflicto con la Cámara Argentina de Fabricación de
Tractores y Maquinaria Agrícola por los contratos que otorgaban el total control del sector a cuatro
empresas extranjeras. La cámara sostenía que el oligopolio permitía a dichas firmas incrementar los
precios abruptamente y cometer prácticas desleales, violentando los principios de competencia. 175Al
finalizar el régimen de Aramburu, Argentina se encontraba en default, y la deuda externa había crecido
hasta alcanzar los 1.800 millones de dólares.176 El déficit fiscal que en 1957 era de 27 000 millones
de pesos moneda nacional, en 1958 se elevó a 38 000 millones.176 Durante su gestión sumó nuevas
obligaciones externas por 700 millones de dólares estadounidenses, que no pudo pagar, dejando al
país al borde del default.177178
En 1955, Argentina era un país acreedor y el Banco Central tenía 371 millones de dólares en
reservas.177179Al finalizar la dictadura Argentina se encontraba en default, y la deuda externa había
crecido. Cuando la dictadura tomó el poder Argentina era un país acreedor y el Banco Central tenía
371 millones de dólares en reservas. Al retirarse en 1958, la deuda externa era de 1.800 millones de
dólares. El déficit fiscal que en 1957 era de 27 000 millones de pesos, en 1958 se elevó a 38.000
millones.180
Se desarticuló todo el sistema económico montado por el peronismo, pasando la economía del país a
depender enteramente de sus exportaciones de granos y carnes, que además estaban controladas por
grandes empresas extranjeras. También el Banco Central dejó de ser un promotor del desarrollo para
ser un simple estabilizador de precios.181 Se intentó expandir la economía vía del aumento salarial y de
los impuestos.182 Instauró un régimen de control de cambio, no se podían transferir divisas al exterior,
la compra de dólares se limitó a 50 dólares por persona por mes, y para hacerlo había que firmar una
declaración jurada.183En ese momento, se registraban vencimientos con Estados Unidos a lo que el
gobierno de facto de Eugenio Aramburu sumó nuevas obligaciones por u$s 700 millones, que no pudo
pagar.184 Durante este período los términos de intercambio cayeron notablemente: en 1957 los precios
eran un 13 % menores que los de 1953. A pesar de la política devaluatoria aplicada, las reservas
declinaron y se acumularon las deudas comerciales. Se llevó a cabo una devaluación, con lo se
produjo un alza interna en los precios de los productos primarios: se incrementó un 40 % la carne y
más de 200 % en el caso de los cereales.185 Para cubrir el déficit comercial el gobierno debió recurrir a
préstamos externos. Para ello entró en tratativas con el Exim-Bank de Estados Unidos y diversos
bancos británicos; sin embargo a fines de 1956 la situación económica argentina se agravó, acusando
la balanza comercial un déficit de 210 millones de dólares, cifra casi equivalente a la de las reservas
existentes.186
El régimen llegó al punto de realizar incesantes emisiones de dinero, mientras que en el año 1956 la
dictadura de Aramburu había emitido 3.165 millones de pesos, en el año que terminaba, 1957, la cifra
había ascendido a casi al doble: 5.904 millones.
El gobierno militar fundó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) el 4 de diciembre
de 1956 mediante el Decreto Ley 21.680/56, y se inauguró la Usina de San Nicolás en 1957.
Durante el régimen se formó una fuerza parapolicial, que bajo la mirada «vigilante» de los agentes del
orden, grupos de antiperonistas, llamados «Comandos Civiles Revolucionarios», destruyeron locales
partidarios, asaltaron sedes gremiales, atacaron locales de la Fundación Eva Perón y casas
particulares de reconocidos funcionarios o militantes peronistas, quemando miles de documentos. 187
Se dio una fuerte animosidad contra la FUBA, que se debía principalmente a su protagonismo e
importante poder decisivo en la política universitaria desperonizadora de la “Libertadora”.
Inmediatamente después del golpe, la Universidad de Buenos Aires (UBA) fue dominada por
organizaciones estudiantiles antiperonistas y fue intervenida pocas semanas más tarde. La política
universitaria de Aramburu estuvo marcada por la impronta de la desperonización, que se había
generalizado en todas las esferas de la vida social y política del país. A partir de ese momento, al igual
que en las Fuerzas Armadas, se llevó a cabo una purga que implicó la incorporación y la separación de
docentes en todas las universidades nacionales en base al signo respecto del gobierno derrocado.
Durante su régimen dictatorial se disolvió en parte el IAPI. Se suspendió el contrato firmado en 1954
con la Standard Oil para autoabastecer al país de petróleo, lo que provocó una declinación de la
producción hidrocarburífera nacional y un aumento de las importaciones de petróleo que revirtieron la
balanza comercial supervitaria, acumulando un creciente déficit comercial y atraso en el sector
hidrocarburifero que entraría en crisis en la siguiente década a causa de ello. 188
Relaciones exteriores[editar]
Respecto a las relaciones exteriores, se produjeron varias controversias: en 1957, agentes del régimen
militar presidido por Pedro Eugenio Aramburu, colocan un artefacto explosivo en el automóvil asignado
a Juan Domingo Perón, quien se hallaba exiliado en Caracas.248 Al estallar un vehículo de su propiedad
en la esquina de Venus, en Caracas, murieron tres ciudadanos venezolanos. El gobierno venezolano
procedió a llamar al Embajador de Venezuela en Argentina y el Ministerio de Relaciones Exteriores de
Venezuela declaró persona no grata al embajador argentino Toranzo Montero, responsable del
atentado. El comunicado emitido por el Ministerio explicaba que lo efectuaba por “existir fundados
indicios de que en la sede de la Representación Diplomática de la República Argentina se han venido
fraguando sucesivos atentados contra la vida de refugiados políticos que en nuestro país se acogen al
derecho de asilo territorial”. A los pocos días agentes argentinos perpetran un nuevo atentado en
Caracas que terminó con la muerte de cinco venezolanos en las inmediaciones de la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela. Pérez Jiménez acusó la
injerencia extranjera y rompió relaciones con Argentina. 103
En Panamá un comando argentino fue enviado al Hotel Washington con el objetivo de matar a Perón.
La guardia nacional panameña pone hombres para custodiar a Perón. La guardia nacional panameña
descubre intentos para asesinar a Perón, pero fueron frustrados y deportados los mercenarios, lo que
originó una grave crisis diplomática con Argentina. 249
Durante su gestión también se produce el asalto argentino a la embajada de Haití. En 1956, en la
madrugada del jueves 14, una veintena de hombres fuertemente armados, comandados por el general
Domingo Quaranta, jefe del Servicio de Informaciones del Estado (SIDE), entra violentamente en la
sede diplomática haitiana, sacando por la fuerza a siete asilados políticos. Estos son obligados a
ubicarse a lo largo de la verja exterior de la embajada. El grupo asaltante se posiciona frente a ellos,
preparando sus armas con la intención es fusilarlos allí mismo, pero se presenta Therese Brierre,
esposa del embajador. El general Quaranta, mano derecha de Pedro Eugenio Aramburu, la aparta
bruscamente, diciéndole “-callate negra hija de puta”. Ante el escándalo, un grupo de vecinos se
acerca. La señora Brierre, por vía telefónica, denuncia inmediatamente el hecho a las agencias
internacionales de noticias y se comunica con el ministerio de asuntos exteriores haitiano solicitando
su intervención, logrando salvar a los asilados que iban a ser fusilados. 250Lejos de ser sancionado, el
general Quaranta fue premiado meses después por los jefes de la ahora «revolución fusiladora» con la
jefatura de la Secretaría de Informaciones del Estado, la SIDE.
En 1958 el régimen de Aramburu financió, entrenó y apoyó la invasión al Paraguay desde territorio
argentino de un comando militar que atacó el 1 de abril la localidad de Coronel Bogado, causando la
muerte de un número nunca determinado de ciudadanos paraguayos, con el fin de anular la influencia
brasileña en la dictadura del general Alfredo Stroessner. Paraguay denunció la agresión argentina ante
la Organización de Estados Americanos y la crisis llevó a que Argentina y Brasil quedaran al borde de
la guerra.251252
En 1956 llegó a Venezuela un individuo llamado Lluvisa Nicodevieth, procedente del Estado Libre de
Tánger, contratado por el Secretario de la Embajada Argentina en Venezuela, Rottjer, quién lo había
contratado por intermedio de una organización delictiva, para ejecutar a Perón en Venezuela.
Durante la noche del 22 de noviembre de 1955, por órdenes directas de Pedro Eugenio Aramburu, un
comando de marinos al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig entró por la fuerza en el
edificio de la CGT, derribó el busto de Evita que se encontraba en el primer piso y con armas forzaron
la puerta de la capilla del segundo piso. Allí quemaron las banderas argentinas dispuestas sobre el
cadáver de Eva Duarte y orinaron sobre el mismo. 253El relato del exmayor Jorge Dansey
Gazcón difiere, ya que asegura que fue él quién lo trasladó. 254Desde ese momento se estableció un
itinerario macabro y perverso.255Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor
Cabanillas sepultarlo clandestinamente. 256El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto
en el barco Conte Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer
llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en Milán.255
El gobierno del general Lonardi tuvo una vida efímera y su gestión con respecto a la URSS no alcanzó
a delinearse. Con el arribo, en noviembre de 1955, Pedro Eugenio Aramburu comenzó a precisarse la
política hacia Moscú, con una base ideológica netamente anticomunista. Durante el lapso de la
dictadura las relaciones comerciales y diplomáticas argentino-soviéticas volvieron a entrar en un
impasse, con una caída de los montos del intercambio a pesar de no anularse el convenio vigente con
la URSS, siendo el año 1956 el de mayor deterioro, que comenzó a manifestarse en el comercio pero
se extendió a los vínculos diplomáticos y políticos. 257También fueron deterioradas las relaciones con
todos los países del bloque oriental.258
Con Paraguay la relación se hizo tensa por la permanencia de Perón en ese país. Con Bolivia la
situación amenazaba con repetirse. En Chile se denunciaron los contactos entre el gobierno de Ibáñez
y el de Perón. El empeoramiento de las relaciones con todos los países vecinos menos Uruguay quedó
demostrado por la publicación en 1957 de un nuevo libro del chileno Alejandro Magnet –Nuestros
vecinos argentinos- en el que denunciaba nuevamente el expansionismo argentino.
Paralelamente, el régimen de Aramburu indultó a nazis que se hallaban prófugos en Argentina,
mediante los decretos 10.213/1956 y 13.689/1956, que indultaba a los criminales de guerra nazis Hans
Harmeyer y Wolf Franczok.259
Etapa final[editar]
El 30 de noviembre de 1956, el ministro de Aeronáutica, comodoro Julio César Krause, le envió a
Aramburu el siguiente informe confidencial que describía la situación económica del país, producto de
un trabajo intenso de sus asesores, del Servicio de Informaciones de la Aeronáutica y de la consulta a
técnicos de diferentes tendencias. En este informe ponía en conocimiento de Aramburu sus
comprobaciones acerca de cómo se estaban cumpliendo los objetivos del movimiento revolucionario
que los había puesto en el poder: En lo referente a los hechos económicos afirmaba:
Esta reforma, como todas las demás reformas constitucionales argentina, con excepción
de la de 1898, fue considerada ilegítima por algunos historiadores y constitucionalistas, 12
El debate sobre la legitimidad de la reforma constitucional se refirió a si la exigencia de los
dos tercios de votos, establecida por el artículo 30 de la Constitución argentina,45 debían
computarse sobre los miembros presentes o sobre los miembros totales. El sector que
sostenía la legitimidad, sostenía que debía computarse sobre los miembros presentes,
como se había hecho en la reforma constitucional de reforma constitucional argentina de
1866,6 y el sector que sostenía la ilegitimidad, consideraba que debían tenerse en cuenta
a la totalidad de los diputados. La necesidad de la reforma fue votada a favor por 96
diputados que superaban las dos terceras partes de los miembros presentes, pero que no
alcanzaban las dos terceras partes de los miembros totales de la cámara baja, para lo que
requería al menos 102 votos, habiendo por aquel entonces 152 miembros de la cámara
de diputados. La Ley № 13.233 de 1948, que declaraba la necesidad de la reforma,
quedó firme luego de no permitirse la impugnación judicial. 1
En 1947, luego de que el Congreso Nacional destituyera por juicio político a los cuatro
miembros de la Corte Suprema de Justicia que habían legitimado las dictaduras con
la doctrina de los gobiernos de facto, siguiendo el procedimiento constitucional, y la
posterior designación de sus reemplazantes, también siguiendo el procedimiento
constitucional,7 ésta aceptó la legitimidad la Constitución de 1853 y desde 1949, también
la legitimidad de la reforma de 1949 y aplicó sus normas en diversos fallos, 8 hasta que
esta Corte resultó depuesta por la dictadura que usurpó el poder en 1955. preservando la
Constitución de 1949. Al año siguiente, un nuevo dictador, Pedro Eugenio Aramburu,
abolió la Constitución de 1949, sin seguir el procedimiento constitucional. Nunca más,
ninguna Corte Suprema, ni Convención Constituyente, reestablecería la vigencia de la
reforma de 1949, algo que no estyvieron tampoco facultadas a hacer, porque sólo la
Constitución Nacional establece que esa facultad solo compete a una asamblea
constituyente, dentro de los límites impuestos por la ley declarando la necesidad de la
reforma. Al momento de sancionarse la Constitución de 1949, el principal partido opositor,
la Unión Cívica Radical, debatió si sus representantes en el Congreso debían jurar sobre
la Constitución de 1949, o negarse a hacerlo; el sector unionista, encabezado por Miguel
Ángel Zavala Ortiz, con una postura golpista, sostuvo que la UCR debía desconocer la
legitimidad de la Constitución de 1949; en contra se pronunció el jefe de la bancada
radical, Ricardo Balbín, quien sostuvo que la UCR debía jurar por la Constitución de 1949;
la postura de Balbín fue mayoritaria y la bancada radical juró por la Constitución de 1949. 9
La abolición de la reforma de 1949, realizada por el dictador Aramburu, fue realizada por
un gobierno no constitucional y sin cumplir ninguna de las exigencias del artículo 30. 10 A
veces, los cambios realizados durante las dictaduras, son luego aprobados o revertidos
en democracia, situación que no sucedió con la reforma constitucional de 1949. En la
Convención Constituyente de 1957 (elegida en elecciones no libres), el Partido Laborista y
el Partido de los Trabajadores exigieron respetar la vigencia de la Constitución de 1949. 11
12
En años posteriores, diversas normas de la Constitución de 1949, abolidas por la
dictadura de Aramburu, fueron incluidas en el orden constitucional y legal argentino, como
los derechos laborales, la igualdad jurídica entre la mujer y el hombre, los derechos de la
niñez, el voto directo, la reelección presidencial y la autonomía universitaria.
.
La reforma de 1949:
8. Reguló el capital; estatizó los recursos naturales y dispuso una política tributaria
equitativa.
10. Todo ello mediante una arquitectura jurídica, robusta y solvente, que no insumió
más de 15 páginas. Suprimió (contrajo el texto) 11 artículos; incluyó (expandió el
texto) en 4 artículos y revisó (modificación, al eliminar normas y dar una redacción
distinta) 52 artículos. La Constitución federal pasó a disponer de poco más de 10
mil palabras, mientras que la de 1853-60-66-98 tenía más de 7 mil.
Innegablemente, fruto de la obra de A. Sampay, la Constitución pasó a tener 103
artículos, mientras que antes del cambio poseía 110.
La narrativa sobre doctrina debe incluir a todos y todas. Dar una constitución es el
acto político de mayor trascendencia en cualquier comunidad Una Constitución no
es ni más ni menos que un tratado en el que los ciudadanos/as adquieren
determinados compromisos para respetarse y no dañarse, en un marco de paz; y,
acaso, eventualmente, ayudarse y ser solidario entre ellos siempre que la
naturaleza de las circunstancias lo auguren. Cualquier promesa por encima de
eso será celestial y por debajo una declinación obtusa y recalcitrante de la
inherente soberanía individual de las personas, cuya unión debe mostrar la
soberanía política y autodeterminación de un pueblo libre.
No todos estaban de acuerdo con esa solución; existía una fracción del
autonomismo –en que sobresalían Dardo Rocha, Miguel Cané, Carlos Pellegrini y
Vicente Fidel López– que durante sucesivas discusiones parlamentarias a lo largo
del año 1875 propusieron alguna forma de proteccionismo para promover la
industrialización, para que el país dejara de depender de las exportaciones de
productos primarios y las importaciones de productos industriales. Tras un
período durante el cual tuvieron alguna acogida en la prensa, sus propuestas
terminarían por ser dejadas de lado ante la progresiva solución de la crisis.
Solución que sólo en parte se debió a la austeridad gubernamental: fue el
aumento del precio de la lana el que revirtió el déficit comercial.
En 1875, una turba de anticlericales y masones saqueó e incendió la Iglesia del Salvador,
de los padres jesuitas. Era una manifestación violenta del crecimiento del anticlericalismo
en las clases sociales más altas, en parte provocada por el conocido catolicismo del
presidente.
Sin embargo, la muerte del ministro Alsina en enero de 1878 inició el distanciamiento de
ambos partidos. La intervención del presidente a favor del gobernador riojano —a
mediados de ese año— causó la renuncia de Laspiur, junto al cual se retiraron los demás
mitristas. Buscando ampliar sus apoyos, el presidente acudió a Sarmiento, quien fue
sucesivamente ministro del Interior y de Relaciones Exteriores, pero finalmente se decidió
a apoyarse exclusivamente en su partido y en la Liga de Gobernadores; esta pasó a
llamarse oficialmente Partido Autonomista Nacional. Por su parte, Mitre anunció la
creación oficial del Partido Nacionalista. El general Gainza y el gobernador Tejedor se
incorporaron al Partido Nacionalista.
En 1867 se había promulgado la Ley 215, que ordenaba al gobierno nacional llevar las
fronteras al Río Negro; no pudo tener aplicación debido a la Guerra del Paraguay.
La ofensiva contra los indígenas debió esperar hasta el año 1872; ante las señales de que
se planeaban ataques contra sus tolderías, el cacique mayor Calfucurá ordenó el malón
más grande de la historia, que –en marzo de ese año– atacó y saqueó gran parte del
centro de la provincia de Buenos Aires. Una rápida reacción del general Rivas con apoyo
de indios ranqueles le permitió una completa victoria en la batalla de San Carlos.
El ministro Alsina lanzó entonces una agresiva campaña para ocupar el oeste de la
provincia: a lo largo de 1876 avanzó con cinco columnas paralelas sobre los principales
asentamientos de avanzada de los indígenas, ocupándolos. Para evitar nuevas
incursiones, ordenó la construcción de la llamada Zanja de Alsina: una línea de fortines
unidos por una zanja de 3,50 metros de ancho por 2,60 metros de profundidad, que sirvió
como límite para los territorios sin conquistar de 374 km entre Italó –en el sur de
Córdoba– y Nueva Roma, a corta distancia de Bahía Blanca.
Sin darse cuenta, al tomar las lagunas del oeste, Alsina destruyó las bases de la
prosperidad de los indígenas, ya que las lagunas ocupadas eran utilizadas para mantener
alimentados a sus caballos y para engordar los animales arreados por los malones; por
otro lado, en esos años la población indígena fue atacada por una epidemia de viruela
que costó la vida a miles de ellos.
A lo largo del año 1878 se lanzaron sucesivas ofensivas sobre las posiciones indígenas,
causando centenares de bajas a las fuerzas de Namuncurá y la captura de los temidos
caciques ranqueles Pincén, Catriel y Epumer. Unos 4000 indígenas –en su mayoría
mujeres y niños– fueron capturados en estas campañas.
En abril de 1879 se lanzó el ataque final: cinco divisiones que sumaban 6000 hombres –
incluyendo 820 indígenas aliados – avanzaron en abanico hacia el río Negro; el ministro
Roca festejó el 25 de mayo en la isla Choele Choel. De acuerdo a la Memoria presentada
por el ministro de Guerra, 1313 indios de lanza resultaron muertos y 1271 tomados
prisioneros; cinco caciques principales fueron tomados prisioneros y uno fue muerto; 10
513 indios de chusma –mujeres y niños– fueron tomados prisioneros, y otros 1049 fueron
reducidos.
Gran cantidad de porteños compraron armas y formaron una fuerza militar de voluntarios
en el Tiro Federal, mientras Tejedor ordenó la formación de milicias
provinciales.Avellaneda respondió prohibiendo por decreto la creación de cuerpos
armados voluntarios provinciales.
Tras una agresiva manifestación porteña que estuvo a punto de atacar la Casa Rosada, el
17 de febrero Tejedor se reunió con Avellaneda, que se comprometió a no ocupar la
capital con el Ejército.
El 11 de abril se realizaron las elecciones para presidente, de las que surgió una amplia
victoria para los electores de Roca, excepto en Buenos Aires y Corrientes.Tejedor ofreció
a Roca que ambos renunciaran a sus respectivas candidaturas, lo que fue declinado por
Roca. El desembarco de 3500 fusiles y miles de municiones en el Riachuelo causó un
tiroteo entre fuerzas porteñas y nacionales.
Se habían producido unos 3000 muertos, y la situación de Buenos Aires era desesperada:
apenas contaba con 4000 hombres y las fuerzas nacionales seguían avanzando,[40] de
modo que Tejedor encargó a Mitre negociar con el presidente. El día 25 de junio se firmó
un acuerdo que incluía una amplia amnistía, la renuncia de Tejedor, el reconocimiento de
la elección presidencial de Roca y la federalización de Buenos Aires si el Congreso así lo
decidía. Las milicias fueron desarmadas, y Tejedor renunció el día 30.
Nicolás Avellaneda, siempre ligado al ámbito educativo, en 1881 fue designado rector de
la Universidad de Buenos Aires.
En 1883 fue designado senador nacional por la Provincia de Tucumán, donde había
nacido, cargo que ejerció hasta su muerte.
Otra importante ley que llevó su nombre fue la Ley de Universidades, de 1885, que otorgó
a los centros educativos de enseñanza superior autonomía universitaria a nivel
académico, respetando la libertad de enseñanza y de pensamiento y que constituyó uno
de los antecedentes de la Reforma Universitaria de 1918. Solamente dejó al estado la
responsabilidad financiera universitaria. Uno de los principales cambios de esta Ley era el
nombramiento de los profesores, que dejaba de ser por afinidad y pasaba a ser por
concurso.
Todavía mantenía intacto su espíritu de educador, tanto es así que cuando algunos de los
profesores de ausentaba, el mismo tomaba la suplencia de la clase, no importaba la
materia que fuera, el doctor Avellaneda estaba preparado para dar lección.
Su gestión fue muy buena y reconocida por alumnos y profesores. Es por eso mismo que
en 1885 le renuevan su cargo como rector por tres años más, pero que no llegará a
cumplir.
Con la esperanza de poder tratar para la nefritis que lo afectaba, Avellaneda viajó a
Francia a consultar a un grupo de médicos especialistas.
Sin embargo, el diagnóstico no era bueno, no había nada que pudieran hacer. Luego de
tres meses, Avellaneda decidió volver para morir en su patria. Pero su último deseo no
pudo ser cumplido, murió en alta mar, a los 48 años, el 25 de noviembre de 1885 en los
brazos de su compañera de toda la vida.