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Presidente Avellaneda (Gorriz, Goyeneche, Herrera, Hinojosa)

 Reforma de 1949
 Contexto histórica q se encontraba la nación
Casi a cumplirse 72 años de la sanción de la Reforma Constitucional de 1949. Junto con
la Reforma de 1994, la más intensa del desarrollo institucional de la Argentina, desde la
fundación de su Estado en 1853. 

La reforma constitucional de 1949 fue dejada sin efecto en 1956, por intermedio de una
dictadura cívico-militar que, en 1955, destituyó al gobierno constitucionalmente elegido
para el período 1952-1958; fue un intento constituyente para “ablandar la República
pastora excluyente de los desposeídos de siempre, o sea de los que eran privados de
sus derechos (1853-1916)” e instituir, además, una República con (sesgos) dirección a
una “inclusión” social, cultural y económica de nuevos individuos que integraban el
pueblo

Esta  reforma constitucional también conocida como Constitución de 1949 fue una


reforma de la Constitución argentina de 1853 considerada ilegítima por algunos
historiadores y constitucionalistas realizada durante la primera presidencia de Juan
Domingo Perón (1946-1952).
La reforma entre sus principales normas incorporó los derechos de segunda generación
(laborales y sociales), la igualdad jurídica del hombre y la mujer, los derechos de la niñez
y la ancianidad, la autonomía universitaria, la función social de la propiedad, la elección
directa del presidente y el vicepresidente y la posibilidad de su reelección.
Fue derogada el 27 de abril de 1956 por "proclama" del dictador Pedro Eugenio
Aramburu, en la segunda etapa de la dictadura cívico-militar autodenominada Revolución
Libertadora que derrocó al presidente Perón, estableciéndose un nuevo esquema
constitucional que colocó como norma suprema a "los fines de la revolución",y
subordinada a los mismos, la Constitución Argentina de 1853 con sus reformas
de 1860, 1866 y 1898.
Pedro Eugenio Aramburu (Río Cuarto, Córdoba, 21 de mayo de 1903 - Timote, Provincia
de Buenos Aires, 1 de junio de 1970) fue un militar y dictador argentino, que ejerció como
presidente de facto de su país desde noviembre de 1955 hasta el 1 de mayo de 1958,
luego del golpe de Estado autodenominado Revolución Libertadora. En 1962 fundó
la Unión del Pueblo Argentino (UDELPA), partido que sostuvo su candidatura presidencial
en las elecciones de 1963, en la que resultó ser el tercer candidato más votado. 3 En
1970 fue víctima de secuestro y homicidio por parte del grupo guerrillero Montoneros, tras
lo que la organización denominó un «juicio revolucionario».

DECLARANDO LA NECESIDAD DE LA REFORMA:


El 27 de agosto de 1948 el Congreso sancionó la Ley № 13.233 declarando la necesidad de la
reforma de la Constitución Nacional. El 20 de septiembre se sancionó la Ley 13.262 donde se
establece que elección de convencionales constituyentes se efectuaría junto a la de diputados
nacionales y electores para senadores.
En esa ocasión se generó una polémica sobre la interpretación del art. 30 de la Constitución de
1853-1860, referido a la reforma constitucional, en cuatro aspectos:
 1) si debía existir una declaración o una ley de reforma;
 2) si el Congreso debía estar reunido en asamblea o cada cámara sesionaba por separado;
 3) cuál era el cuórum requerido para aprobar la reforma: dos terceras partes del total posible
de miembros, o del total de miembros realmente existentes, o del total de miembros
presentes;
 4) si debían especificarse los puntos por reformar, aunque la modificación de la Constitución
fuera total.

Debate sobre miembros "totales" o "presentes"

Las reglas para la reforma constitucional estaban establecidas en el artículo 30 de la Constitución
Nacional vigente que decía:
La Constitución puede reformarse en él todo o en cualquiera de sus partes, pasados diez años
desde el día en que la juren los pueblos. La necesidad de reforma debe ser declarada por el
Congreso con el voto de dos terceras partes, al menos, de sus miembros; pero no se efectuará
sino por una Convención convocada al efecto.

Es decir el sistema de reforma incluía dos pasos:

1. Que el Congreso declare la necesidad de la reforma con una mayoría especial: dos


terceras partes de sus miembros
2. Que se elija una Convención Constituyente para que realice la reforma.

Integración de la Convención

La Convención Constituyente de 1949 se reunió en Buenos Aires. Comenzó las sesiones


preparatorias el 24 de enero de 1949, sancionó el nuevo texto reformado el 11 de marzo y
concluyó con el juramento el 16 de marzo de ese año.
Los convencionales constituyentes de 1949 pertenecieron al peronismo, que obtuvo la mayoría, y
al radicalismo, que obtuvo la minoría.
Los convencionales de la Unión Cívica Radical (UCR) solo asistieron a la primera sesión ordinaria
del 8 de marzo, plantearon su disconformidad con la convocatoria, y se retiraron de las sesiones.
La ausencia del radicalismo empobreció los debates. Como antecedentes en 1931 un libro de
Rafael Emiliani, titulado bases para al reforma de la constitución Argentina. En 1936 Romulo
Amadeo publicó hacia una nueva constitución nacional y en 1943, Roberto Podesta escribió
antecedentes y puntos de vista para una revisión constitucional. Se destacó Arturo Sampay, su
principal ideólogo. Arturo Sampay, es considerado un unánimemente como padre de la
constitución de 1949. Sampay era profesor de derecho constitucional de la universidad de Buenos
Aires. En sus extensas participaciones Sampay insistió en varios conceptos, derivados
principalmente de las nociones de "bien común" y "justicia distributiva", de los cuales derivaban
derechos como los de los trabajadores, la mujer, la ancianidad, la niñez, la igualdad jurídico de
hombres y mujeres, la función social de la propiedad y el rol del Estado en la economía, pero con
un sentido complementario y supletorio de la actividad privada. Reclamaba Sampay un Estado
interventor pero:
“como poder supletorio e integrador, para afirmar un orden positivo, restituyendo o
asegurando al hombre la libertad necesaria a su perfeccionamiento”.
Entre otros participaron los siguientes convencionales:
Peronistas:

 Arturo Sampay, jurista y constitucionalista formado en Universidad Nacional de La


Plata, donde fue docente, de formación socialcristiana. Políticamente integró el grupo
de radicales yrigoyenistas cercanos a FORJA que en 1946 formó parte de la Unión
Cívica Radical Junta Renovadora, uno de los partidos que fundaron el peronismo.
Seguidor del pensamiento de Jacques Maritain, luego del golpe de estado que derrocó
al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, se convirtió en uno de los principales
críticos de la Constitución de 1853. En 1949 él mismo presentó al Partido Justicialista
un anteproyecto que guarda gran similitud con la reforma final. Durante la Convención
Constituyente presidió la Comisión Revisora de la Constitución y redactó el informe
leído a la Convención el 8 de marzo de 1949. Es unánimemente considerado el
ideólogo o "padre" de la Constitución de 1949. Fue el autor de libros como La crisis del
Estado democrático liberal burgués (1942), Introducción a la Teoría del Estado (1951)
y Constitución y Pueblo (1974).

Ejemplar de la Constitución Argentina de 1949 exhibido en el Museo del Bicentenario.

 Domingo Mercante, militar e hijo de un importante


dirigente sindical ferroviario socialista y exsecretario de Trabajo, diseñó junto con
Perón, la estrategia de alianzas con el movimiento obrero en 1943.
 José Espejo, dirigente sindical, elegido secretario general de la CGT en 1947.
 Ítalo Luder, jurista, profesor de Derecho Constitucional en las universidades de
Buenos Aires, Católica, del Litoral y de la Plata, posteriormente fue presidente
provisional de la Nación en 1975. Escribió La Jurisprudencia (1951), El Sistema
Jurídico de la Ejecución Penal (1959), La Argentina y sus Claves Geopolíticas (1974).
 Pablo A. Ramella (1906-1993). Jurista y constitucionalista sanjuanino, de fuerte
formación socialcristiana. Rector de la Universidad Popular de San Juan y decano de
la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Cuyo (1960-
1969). Entre 1955 y 1957 fue juzgado y condenado por la dictadura autodenominada
Revolución Libertadora, permaneciendo dos años preso. Fue designado miembro de
la Corte Suprema de Justicia de la Nación y depuesto por la dictadura que tomó el
poder en 1976. Fue autor de uno de los anteproyectos de constitución tenidos en
cuenta por el Partido Justicialista para elaborar el proyecto partidario presentado a la
convención. Fue autor de libros como Reformas a la Constitución de San
Juan (1943), La Estructura del Estado (1946), Derecho Constitucional,
(1960), Introducción Elemental al Derecho (1967), El Desarrollo del Derecho
Constitucional Argentino (1969), Los derechos humanos (1980), Atentados a la
vida (1980), La constitución al alcance de todos (1983).
 Eduardo Colom, director del diario La Época.
 Francisco de Virgilio
Radicales:

 Moisés Lebensohn, político, fue uno de los renovadores de la Unión Cívica


Radical, integrando el grupo que realizó la Declaración de Avellaneda y fundó el
Movimiento de Intransigencia y Renovación en 1945. Desarrolló un
pensamiento nacionalista inspirado en la obra de gobierno de Yrigoyen y adaptado
a la construcción de una sociedad industrial y al proceso de sustitución de
importaciones.
 Aristóbulo Aráoz de Lamadrid;
 Alfredo D. Calcagno;
 Ramón Lascano.

LAS REFORMAS:

Síntesis
La Constitución Argentina de 1949 fue una constitución incluida en la corriente
del constitucionalismo social que incorporó los derechos de los trabajadores (decálogo del
trabajador), los derechos de la familia, de la ancianidad, de la educación y cultura;la
protección estatal para la ciencia y el arte; la enseñanza primaria obligatoria y gratuita.
Además de la igualdad de hombres y mujeres en las relaciones familiares; la autonomía
universitaria; la función social de la propiedad; la elección por voto directo para diputados,
senadores y presidente; y la reelección inmediata del presidente.
Se estableció expresamente el fuero militar tanto para los militares como para los civiles
que estén asimilados a esa condición o que incurran en delitos penados por el Código de
Justicia Militar.
Agregados al preámbulo
El Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina no tiene carácter normativo, pero
siempre se lo ha considerado como un programa político por encima de los partidos. La
Constitución de 1949 incorporó al Preámbulo la siguiente frase:
...la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre
y políticamente soberana.
El agregado está relacionado con el reconocimiento de tres principios básicos sobre los
que se debe constituir la Nación:
 «Socialmente justa»: se refiere al reconocimiento constitucional del valor de la justicia
social. El concepto está relacionado con el reconocimiento del movimiento
sindical como uno de los actores sociales protagónicos y de los derechos de los
trabajadores como derechos humanos.
 «Económicamente libre»: hace referencia a la idea de independencia económica e
indirectamente a los mecanismos de dependencia neocolonial.20 El concepto está
relacionado con la teoría de la dependencia latinoamericana desarrollada en aquella
época.
 «Políticamente soberana»: se refiere al concepto clásico de independencia
política fortalecido con la noción moderna del derecho de autodeterminación de los
pueblos.
Forma de gobierno y declaraciones políticas
La Constitución de 1949 incorporó dos normas relacionadas con la organización política
del país:

 Defensa de la democracia y la Constitución. En el artículo 15 se establecía el


principio de que no existe libertad para atentar contra la libertad, la prohibición de
formar milicias no estatales y el no reconocimiento de organizaciones que atenten
contra la democracia o las libertades de la Constitución. Complementariamente, el
artículo 21 ordenó al Congreso sancionar una ley para reprimir penalmente
preconizaron o difundieren métodos o sistemas mediante los cuales, por el empleo de
la violencia, se propongan suprimir o cambiar la Constitución o alguno de sus
principios básicos, y los artículos 34 y 83, inciso 19, que facultaron al Poder Ejecutivo
a decretar el "estado de prevención y alarma", durante el cual quedaba habilitado para
detener personas hasta por 30 días. Italo Luder fundamentaba estas normas en la
necesidad de conciliar orden y libertad, denominándola "democracia beligerante".

 Seguridad en los ríos. El artículo 18 limita la libertad de navegación de los ríos


interiores del país en aquellos casos que pueda afectar "la seguridad o el bienestar
nacional". La libre navegación de los ríos interiores establecida en la Constitución de
1853 fue un de los puntos claves de las guerras civiles y de los enfrentamientos
bélicos con Gran Bretaña y Francia, en la primera mitad del siglo XIX. La reforma tenía
como objetivo abrir camino a la represión del contrabando, que se había extendido, y
eventualmente establecer derechos de paso.
Organización de la administración de justicia
También estableció reformas en la administración de justicia:

 Juicio por jurados. La reforma constitucional eliminó el sistema de juicio


por jurados que estaba establecido por el artículo 24 de la Constitución de 1853 pero
no se había aplicado hasta el momento. El juicio por jurados no se había aplicado en
la Argentina, a pesar de la prescripción constitucional y hasta entonces existía un
amplio consenso entre especialistas y partidos políticos sobre el hecho de que no era
un sistema recomendable para el país. De hecho, cuando en 1955 se restableció la
Constitución de 1853, ninguno de los gobiernos que se sucedieron cumplió el
mandato. La reforma constitucional de 1994 confirmó la obligación de organizar el
sistema judicial argentino mediante el sistema de jurados y desde el 2004 ya fue
establecido en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Mendoza,
San Juan, Río Negro, Chubut y Neuquén.y en la ciudad de Buenos Aires.
 Fuero militar. En el artículo 29 (anterior 18) se agregó al original que “los militares y
las personas que están asimiladas estarán sometidas a la jurisdicción militar en los
casos que establezca la ley” y sujeta “ a las personas que incurran en delitos penados
por el Código de Justicia Militar y sometidos por la propia ley a los tribunales
castrenses”. El convencional Pablo Ramella reconoció el peligro que suponía la
consagración del fuero militar, que sometía a penas de muerte e involucraba una
sensible disminución de la defensa en juicio para los civiles implicados
Derechos sociales
La reforma constitucional de 1949 agregó dos capítulos a la primera parte de la
constitución. El capítulo III dedicado a los derechos sociales y el capítulo IV dedicado a
los derechos económicos.
El capítulo III, titulado «Derechos del trabajador, de Derechos de la mujer
la familia, de la ancianidad y de la educación y la
cultura», tiene un solo y extenso artículo, el artículo La declaración de la igualdad
dividido a su vez en cuatro secciones, para jurídica entre el hombre y la mujer
especificar los derechos...: en el matrimonio y la patria
potestad, que estableció el
 del trabajo. artículo 37 de la Constitución de
 de la familia. 1949, fue una de sus normas más
destacadas, ya que hasta ese
 de la ancianidad.
momento no se había establecido
 de la educación y la cultura.
legalmente. Cuando la
La primera sección del artículo 37, fue conocida Constitución de 1949 fue
como Decálogo del Trabajador, y está integrada derogada, la mujer casada en
por 10 incisos, referidos a los derechos a trabajar, a Argentina volvió a tener un
una retribución justa, a la capacitación, a condiciones estatus inferior durante varias
dignas de trabajo, a la preservación de la salud, al décadas más. Hasta 1968 se la
bienestar, a la seguridad social, a la protección de su consideró a la mujer casada como
familia, al mejoramiento económico y a la defensa de una incapaz relativa, similar a un
los intereses profesionales. menor de edad,43 y recién en
En la convención se discutió si debía incluirse 1985 se estableció su igualdad
el derecho de huelga en la Constitución. Se jurídica con el hombre frente a la
opusieron Sampay afirmando que el de huelga era patria potestad de sus hijos.44
un derecho natural que no necesitaba incorporarse al
derecho positivo y el también convencional peronista Hilario Salvo, quien alegó que su
inclusión "trae la anarquía y pone en duda de que, en adelante, nuestro país será
socialmente justo".El también convencional justicialista Pablo A. Ramella argumentó a
favor de la postura de inclusión.La mayoría decidió finalmente no incluir el derecho de
huelga en el texto constitucional y sólo posteriormente, en la reforma constitucional
de 1957, el derecho de huelga se incorporó como un derecho de los gremios (art. 14 bis).
La segunda sección del artículo 37, dedicada a los derechos de la familia, declaró la
igualdad jurídica del hombre y la mujer en el matrimonio y la patria potestad, garantizó
el bien de familia que protegía la vivienda única de los juicios por deudas, y estableció una
protección especial para la maternidad y la infancia.
La tercera sección del artículo 37, dedicada a los derechos de la ancianidad, es un
extenso decálogo de protección integral del anciano.
El artículo 40
El artículo 40 ha sido considerado
por algunos observadores como
el centro de la Reforma de 1949 y
la causa real de su derogación
La cuarta sección del artículo 37, dedicada a
en 1956.4748 El artículo 40 fue
la educación y la cultura establece entre otras
impuesto por el ala de centro-
cosas, la enseñanza primaria gratuita y obligatoria,
izquierda y sindical del
las escuelas rurales, y la autonomía universitaria.
peronismo, resistiendo las
Derechos económicos presiones de los sectores
El Capítulo IV, agregado a la Constitución por la conservadores, el lobby de las
reforma de 1949, se tituló «La función social de la grandes empresas y
propiedad, el capital y la actividad económica». probablemente del propio
Tenía tres artículos: Presidente Perón.36 Estableció en
forma operativa:
 artículo 38: establece la función social de la
propiedad;  El monopolio estatal del
comercio exterior;
 artículo 39: establece que el capital debe estar al
servicio del bienestar social;  La propiedad inalienable de la
Nación sobre las minas y
 artículo 40: establece reglas para la intervención
fuentes de energía;
del Estado en la economía.
 La obligación del Estado de
El artículo 40 generó un conflicto crucial, tanto prestar los servicios públicos
durante como después de la reforma. Redactado por en forma directa;
Sampay, Juan Sábato y Jorge del Río, quienes  Reglas para el cálculo de la
habían resultado figuras claves en la lucha contra indemnización por
el monopolio privado del servicio eléctrico y la expropiación de empresas de
corrupción de las empresas que prestaban el servicios públicos, debiendo
servicio, que desencadenó el llamado Escándalo de computarse como
la CHADE.36 amortización "los excedentes
El artículo 40 garantizaba un decisivo control de la sobre una ganancia
economía por parte del Estado, en el área de la razonable".
energía, los servicios públicos y el comercio exterior, El artículo 40, de naturaleza
así como en los sectores en los que básicamente operativa, de hecho
actuaran monopolios u oligopolios privados. estableció una economía
Establecía también un mecanismo para calcular el capitalista mixta, con una
precio de expropiación de las empresas que importante intervención del
administraban servicios públicos, computando a Estado, cuya estructura básica no
cuenta del mismo «los excedentes sobre una estaría sujeta a los vaivenes de
ganancia razonable». los cambios de gobierno.
Explicando la razón de ser de su teoría
constitucionalista sobre bienes de producción y
recursos naturales, Sampay explicaba en una conferencia pronunciada a comienzos de
los años 70 que:
Frente a la realidad de las empresas multinacionales y el imperialismo que éstas ejercen
sirviéndose del poderío de los Estados altamente desarrollados, el principio de
la soberanía promueve y condiciona el progreso esencial del derecho internacional
contemporáneo. Lejos pues de ser arcaico, el principio de la soberanía tiene una fuerza
decisiva para mantener la paz e impulsar el progreso de los pueblos.
Arturo Sampay
Varios historiadores sostienen que empresas extranjeras realizaron presiones para que el
proyectado artículo no fuera incluido en la Constitución, obteniendo incluso que el propio
Perón intentara evitar que la Convención Constituyente aprobara el artículo 40, pero que
Sampay lo impidió.En algunos casos también se atribuye a ese conflicto, al menos
parcialmente, la persecución que el gobierno peronista inició tres años después contra
Sampay y que lo llevó al exilio.
Cuando la dictadura militar que derrocó al gobierno constitucional en 1955 «proclamó» la
abolición de la Constitución de 1949, Raúl Scalabrini Ortiz en un artículo titulado «El
artículo 40 es el bastión de la República», sostuvo que la razón única de la abolición de la
llamada Constitución peronista era derogar el artículo 40.
Relata Sampay en su libro Constitución y pueblo que «los partidos políticos de raigambre
popular» intentaron reinstalar el artículo 40 durante la Convención Constituyente de 1957
convocada por la dictadura, pero que cuando «la iniciativa logró el apoyo de la mayoría de
la comisión redactora... la Convención se disolvió en un santiamén»
El artículo 40 fue tomado como antecedente por Uruguay en 1967 y por Chile en 1971
para establecer reglas sobre expropiación de empresas y nacionalización de servicios
públicos.
Otros derechos y garantías
Adicionalmente, la Convención Constituyente de 1949, estableció otras importantes
reformas constitucionales. Entre aquellas referidas a los derechos civiles y políticos,
pueden mencionarse la prohibición de discriminar por raza (art. 28), el derecho de habeas
corpus (29), y la facultad conferida al presidente de declarar el «estado de prevención y
alarma» durante el cual se podría detener ciudadanos hasta por 30 días (art. 34). Entre
las reformas referidas al sistema de gobierno, pueden mencionarse el voto directo (arts.
42, 47 y 82) y la reelección ilimitada del presidente (art. 78).
En 1956 la dictadura cívico-militar dispuso por proclama anular la Constitución y con ella
todos los derechos sociales allí establecidos. Poco después en 1958, la dictadura
convocó a una convención constituyente realizada con proscripciones políticas, bajo su
control e impugnada por varios partidos políticos, que avaló la reposición del texto de
1853, que no trataba sobre los derechos sociales y económicos, la igualdad del hombre y
la mujer, la autonomía universitaria y otros derechos allí incluidos. Cuando la convención
de 1958 estaba a punto de disolverse, un sector de la misma logró sancionar un artículo,
conocido como artículo 14 bis, incluyendo algunos derechos sociales, como el salario
mínimo vital y móvil, el seguro de salud, la obligación de proteger legalmente al trabajo, el
reconocimiento de los sindicatos, el derecho de huelga, un sistema de previsión social
público y el derecho a una vivienda digna.

DETALLES DE LA REFORMA:

A continuación se realiza una lista de las reformas realizadas por la Convención


Constituyente de 1949.
I. Preámbulo
El Preámbulo de la Constitución de la Nación Argentina no tiene carácter normativo, pero
siempre se lo ha considerado como un programa político por encima de los partidos. La
reforma incorporó al Preámbulo la siguiente frase:
...la irrevocable decisión de constituir una Nación socialmente justa, económicamente libre
y políticamente soberana.
El agregado está relacionado con el reconocimiento de tres nuevos principios básicos
para la Nación:

 «Socialmente justa»: se refiere al reconocimiento de la justicia social. El concepto está


relacionado con el reconocimiento del movimiento sindical como uno de los actores
sociales protagónicos y de los derechos de los trabajadores como derechos humanos.
 «Económicamente libre»: hace referencia a la idea de independencia económica e
indirectamente a los mecanismos de dependencia neocolonial. El concepto está
inspirado en la teoría de la dependencia latinoamericana desarrollada en aquella
época.
 «Políticamente soberana»: se refiere al concepto clásico de independencia
política fortalecido con la noción moderna del derecho de autodeterminación de los
pueblos.

I. Forma de gobierno y declaraciones políticas


Art 15. No reconocimiento de organizaciones que atenten contra la democracia o las
libertades de la Constitución. Prohibición de milicias no estatales.

 Art. 18. Condiciona la libertad de navegación de los ríos a que la misma no resulte
contraria a la seguridad y bienestar nacional.
 Art. 21. Ley especial para reprimir a aquellos que pretendan suprimir la Constitución
por la violencia.
 Elimina la referencia que realizaba el art. 24 de la Constitución de 1853 al
establecimiento de juicios por jurado, que nunca se ejecutó.

II. Derechos, deberes y garantías de la libertad personal

art. 26. Agrega el derecho de reunión.

 art. 28. Prohibición de las diferencias raciales.


 art. 29. Incluye el hábeas corpus, la ultractividad de la ley penal más benigna y el fuero
jurisdiccional militar para los militares y los civiles que estén asimiladas o que incurran
en delitos penados por el Código de Justicia Militar.
 art. 31. Regula la inmigración y el derecho a nacionalización de los extranjeros.
 art. 34. Establece la facultad del Presidente de declarar el «estado de prevención y
alarma», pudiendo detener ciudadanos hasta por 30 días.

III. Derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, de la educación y cultura


Artículo. 37
I. Derechos del Trabajador

1. Derecho de trabajar
2. Derecho a una retribución justa
3. Derecho a la capacitación
4. Derecho a condiciones dignas de trabajo
5. Derecho a la preservación de la salud
6. Derecho al bienestar
7. Derecho a la seguridad social
8. Derecho a la protección de su familia
9. Derecho al mejoramiento económico
10. Derecho a la defensa de los intereses profesionales
II. Derechos de la familia

1. Igualdad jurídica de los cónyuges y frente a la patria potestad


2. Bien de familia
3. Atención de la madre e hijo a cargo del Estado
III. Derechos de la Ancianidad

1. Derecho a la asistencia
2. Derecho a la vivienda
3. Derecho a la alimentación
4. Derecho al vestido
5. Derecho al cuidado de la salud física
6. Derecho al cuidado de la salud moral
7. Derecho al esparcimiento
8. Derecho al trabajo
9. Derecho a la tranquilidad
10. Derecho al respeto
IV. De la educación y la cultura

1. Establece a la familia como la entidad responsable. El Estado y las instituciones de


enseñanza colaboran.
2. Enseñanza primaria obligatoria y gratuita. Creación de escuelas rurales.
3. Servicio de orientación profesional
4. Autonomía universitaria. Ubicación de la universidad como centro del desarrollo de
las regiones.
5. Protección estatal para la ciencia y el arte. La investigación a cargo de las
academias.
6. Becas para todos los niveles
7. Protección estatal del patrimonio cultural de la Nación
IV. Función social de la propiedad, el capital y la actividad económica

 art. 38. Función social de la propiedad


 art. 39. El capital al servicio del bienestar social.
 art. 40. Actividad económica:

 Facultad del Estado para intervenir en la economía y monopolizar ciertas


actividades
 Comercio exterior función irrenunciable del Estado.
 Minerales y fuente de energía, propiedad inalienable de la Nación.
 Servicios públicos, función irrenunciable del Estado.
 Pautas para fijar el precio de las expropiaciones.

V. Reformas a la Segunda Parte (gobierno)

Establece la elección por voto directo para diputados, senadores y presidente (arts.
42, 47 y 82).

 Extiende el mandato del diputado de 4 a 6 años (art. 44).


 Acorta el mandato del senador de 9 a 6 años (art. 49).
 El dictado de códigos Aeronáutico, Sanitario y de Derecho Social (art. 68, inciso
11).
 Establece la reelección del presidente, con 6 años de mandato, y pueden ser
reelegidos (art. 78).
 Elimina el tope máximo de 8 ministerios que establecía la Constitución de 1853 en
el art. 87.
 Asigna facultades de casación a la Corte Suprema (art. 95).

Disposiciones transitorias

 (3ª) Jura: oligatoriedad de jurar cumplir y hacer cumplir por parte de todos los
funcionarios públicos.
 (4ª) Estableció que en el período legislativo de 1950, el Poder Ejecutivo debía
solicitar nuevamente el acuerdo del Senado para todos los jueces y embajadores.
 (5ª) Autorización por única vez a la legislaturas provinciales a reformar las
constituciones propias para adaptarlas a la Constitución nacional dentro del plazo
de 90 días.
 (6ª) Caducidad de los mandatos de senadores y diputados y nuevas elecciones
para sincronizar sus mandatos.
DEROGACIONES Y CONSECUENCIAS HISTORICAS

Proclama del 27 de abril de 1956 (parte resolutiva).


La Constitución de 1949 tuvo vigencia durante parte de la primera presidencia y la
segunda presidencia de Juan Domingo Perón, y parte de la dictadura autodenominada
Revolución Libertadora, ya que fue "excluida" por una "proclama" fechada el 27 de
abril de 1956, invocando para dictarla el "ejercicio de los poderes revolucionarios",
firmada por el dictador Pedro Eugenio Aramburu y otras personas que usurpaban
cargos de poder,que también restableció la Constitución Argentina de 1853 con sus
reformas de 1860, 1866, 1898. El texto de la parte resolutiva de la proclama militar
decía:
PROCLAMA DEL 27 DE ABRIL DE 1956

Visto y considerando:...

Por ello el Gobierno provisional de la Nación Argentina, en ejercicio de sus


poderes revolucionarios, proclama con fuerza obligatoria:

Art. 1°: Declarar vigente la Constitución nacional sancionada en 1853... y


exclusión de la de 1949.
Art.2°: El gobierno provisional de la Nación ajustará su acción a la
Constitución que se declara vigente por el art.1°, en tanto y cuanto no se
oponga a los fines de la Revolución...
Art.3°: Decláranse vigentes las Constituciones provinciales anteriores al
régimen depuesto...
Art.4°: Déjase sin efecto las Constituciones sancionadas para las provincias
de Chaco, La Pampa y Misiones...
Art.5°:...
Art.6°: La presente proclama será refrendada por el Excelentísimo señor
Vicepresidente provisional de la Nación y los señores ministros secretarios de
Estado en acuerdo general.
Art.7°:... Aramburu. Rojas. Ossorio Arana. Busso. Podestá Costa. Hartung.
Krause. Martínez. Alizón García. Llamazares. Blanco. Alsogaray. Bonnet.
Migone. Mendiondo. Mercier. Dell’Oro Maini. Ygartúa. Landaburu.
Entre los argumentos de la proclama militar se encontraba el argumento de que la
constitución era inválida, porque la decisión del Congreso de considerar necesaria la
reforma no había sido tomada por la mayoría de los miembros totales, sino de los
presentes.
Pero la "proclama militar" traía serios problemas jurídicos. En primer lugar, porque si
se dejaba establecido que para que una reforma constitucional resultara válida se
precisaban los dos tercios de los votos totales, entonces quedaban sin validez también
a las reformas constitucionales de 1860 y 1866, cuyas leyes declarando la necesidad
de las mismas, tampoco fueron sancionadas con esa mayoría.
En segundo lugar, porque no se podía aceptar políticamente que un gobierno militar
derogara por proclama una constitución e impusiera otra. Resulta obvio que aún
pudiéndose discutir los argumentos a favor y en contra de la mayoría necesaria para
que el Congreso declare la necesidad de una reforma constitucional, la ilegalidad de la
derogación por proclama y por una dictadura militar resultaba indiscutible.
Finalmente, una vez derogada la Constitución de 1949, se abrió el debate de fondo:
¿Qué sucedería entonces con los derechos sociales y económicos que estaban
incluidos en la constitución derogada?
En 1957, el gobierno militar convocó a elecciones para una nueva reforma
constitucional, prohibiendo la participación del peronismo. Una parte considerable de
las argumentaciones de radicales y socialistas era que, de ese modo podría realizarse
una legítima constitución que receptara los derechos sociales y económicos. El
peronismo, la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI), el Partido Comunista y otras
fuerzas menores argumentaron, que la ilegitimidad de la Convención Constitucional de
1957, era mucho mayor que la que se le imputaba a la de 1949.
La Convención Constituyente de 1957 convalidó la derogación de la Constitución de
1949, y restablecer la Constitución de 1853 con las reformas de 1860, 1866 y 1898.
Inmediatamente después la mayoría de los convencionales, principalmente los
pertenecientes a la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), dieron señales de
abandonar la Convención.
En ese momento, los sectores más progresistas de la UCRP, alarmados, presionaron
a los convencionales radicales para que, al menos se incluyera una norma
constitucional de protección de los trabajadores. En esa encrucijada jugó un rol
importante Crisólogo Larralde, presidente de la UCRP. y además el radical
históricamente más preocupado por los derechos de los trabajadores. Larralde se
trasladó a Santa Fe, donde se reunía la convención reformadora, para garantizar que
los radicales asistieran a votar lo que luego fue el artículo 14 bis o artículo 14
nuevo de la Constitución Nacional, que establece los derechos del trabajo.
Inmediatamente después de aprobar el artículo 14 bis, los radicales abandonaron la
Convención Constituyente, dejándola sin quorum. Ello impidió discutir las restantes
propuestas y poder cerrarla formalmente.
Sobre el final de la Convención Constituyente de 1957, y ya sin quorum, el
convencional socialista Alfredo Palacios, pronunciaba las siguientes palabras:
Los que se han ido serán responsables ante el pueblo y ante la historia. Por
hoy basta con el repudio de esta Asamblea y de sus propios compañeros;
repudio terrible, Señor Presidente.
Caracterización y valoraciones:
La Constitución Argentina de 1949 y su derogación por proclama militar han sido
valoradas de muy diversos modos. Numerosos
constitucionalistas, juristas, investigadores y políticos argentinos de distintas
ideologías han hecho valoraciones positivas y negativas de la Constitución de 1949.
Para Germán Bidart Campos "...la Constitución de 1949 instrumentó el totalitarismo, y
fue la culminación de un proceso revolucionario que, una vez producida
la desconstitucionalización por la pérdida de la vigencia de la constitución de 1853,
procuró restaurar la identidad entre la práctica y la constitución escrita, dando un
estatuto acorde con la nueva doctrina que defendía el Jefe de Estado"
Dentro de la corriente de valoración negativa de la Constitución Argentina de 1949,
Gabriel Negretto la considera como un arquetipo del populismo constitucional en
América Latina.
También con una valoración negativa se expresó Luis Oviedo del Partido Obrero, de
ideología trosquista, calificándola como "la codificación del nacionalismo burgués",
clerical e históricamente ineficaz. Y siendo su artículo 15, una forma para proscribir a
los partidos políticos de orientación marxista, que cuestionan el derecho a la
propiedad privada. Impidiéndoles participar en elecciones u ocupar cargos públicos.
Además según el artículo 32 constituiría una "regimentación ideológica de los
trabajadores del Estado". 
En sentido contrario el jurista Eugenio Zaffaroni exministro de la Corte Suprema
realizó un extenso análisis elogiando la Constitución de 1949 como parte de "un
constitucionalismo generoso como proyecto de una humanidad mejor" y critica
duramente la violencia desencadenada por la Revolución Libertadora por haberla
querido "borrar de la historia. El pecado no consistió en criticarla u objetarla, sino en
pretender borrarla. Por primera vez en la historia patria un decreto emitido en función
de pretendidos poderes revolucionarios, derogó una Constitución Nacional y
Constituciones provinciales, trascendiendo en mucho su sentido meramente fáctico
para hacerle adquirir la dimensión de una tentativa de ruptura del tiempo. Otras
aberraciones se habían cometido –y no pocas- pero esta trasciende su propio alcance
inmediato y proyecta su sombra nefasta sobre las décadas posteriores".
El rector de la Universidad Nacional de Tres de Febrero y político peronista, Eduardo
Jozami analiza detalladamente los avances sociales y económicos de la Constitución
de 1949, como la función social de la propiedad, la justicia social, la prohibición
del abuso de derecho, los derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad, de
la educación y de la cultura y cuestiona su anulación "a espaldas del pueblo... por un
decreto-ley de 1956 el gobierno de la «Revolución Libertadora» (que) anuló la
constitución (que había contado con la aprobación masiva del pueblo) restableciendo
la vigencia de la de 1853" y "legalizó la dependencia argentina de los centros
internacionales".
Confirmando el contenido progresista de la Constitución de 1949 el jurista y
convencional constituyente en 1994 por el Partido Socialista, Guillermo Estévez
Boero (1930-2000), pone el acento en la necesidad que la Constitución y el derecho
sean democráticos y expresen los intereses del pueblo y no de las minorías
representadas por "especialistas en Derecho Constitucional", llamando a los
ciudadanos a participar en las reformas constitucionales presentando "proyectos, los
sindicatos, las vecinales, que pueden tomar como base la Constitución de 1949, la
más avanzada que ha conocido nuestra Patria hasta el presente".
Raúl Scalabrini Ortiz escribió en 1956 un artículo titulado "El artículo 40 es bastión de
la República" en el que denunciaba la intención de la dictadura de derogar la
Constitución de 1949 y "dejar al país en estado de horda". En ese artículo Scalabrini
sostenía que la verdadera razón para que la dictadura derogara la Constitución era el
artículo 40, aunque ninguna de sus autoridades mencionara esa razón en sus
declaraciones: "el artículo 40 es una verdadera muralla que nos defiende de los
avances extranjeros y está entorpeciendo y retardando el planeado avasallamiento y
endeudamiento de la economía argentina... Los huevos del tero están en el artículo
40".
El constitucionalista Roberto Lopresti definió a la Constitución de 1949 como "el más
alto instituto jurídico que produjo la representación del pueblo en la Argentina"
derogada por un "coûp de force de la antipatria";
El jurista Francisco Pestanha considera que "la reforma constitucional de 1949 vino a
impulsar un cambio copernicano"
El sociólogo Aritz Recalde considera que la Constitución de 1949 "tradujo en el
ordenamiento institucional del país los anhelos de las organizaciones libres del pueblo,
que fueron silenciadas y perseguidas por décadas", poniendo también el acento en la
decisión totalitaria de la dictadura militar al derogarla por una proclama, desatando en
las décadas siguientes una grado de violencia que casi llegó a la "guerra civil" y
generó una sociedad con profundas desigualdades
El constitucionalista Daniel M. Rudi pone el acento en la justicia social al evaluar que
"el arsenal de derechos históricos del hombre y de la mujer que trabajan recogido por
el Código constitucional de 1949 es un corolario del principio general de Justicia

Social"

La Constitución argentina de 1949 se enmarca en un movimiento latinoamericano inspirado en

la justicia social. 
La necesidad de incorporar nuevos derechos sociales y las nuevas funciones del Estado,
siguiendo los lineamientos del constitucionalismo social, fueron los argumentos básicos
que motivaron esta reforma. Fue promovida por el gobierno de Juan Domingo Perón. La
modificación incorporó en sus artículos los derechos de segunda generación (laborales y
sociales), reconoció la igualdad jurídica del hombre y la mujer, incorporó la función social
de la propiedad, estableció la autonomía universitaria, los derechos de los niños y
la ancianidad, el habeas corpus, facultades de intervención de Estado en la economía, la
reelección presidencial indefinida y la elección de los representantes por voto directo,
entre otras normas.
Durante el gobierno de Perón y del Eduardo Lonardi, la Corte Suprema de Justicia,
máximo órgano de control de constitucionalidad, aceptó la legitimidad de esta reforma y
aplicó sus normas en diversos fallos.8 Elaboró además una jurisprudencia interpretando
orgánicamente los preceptos de la reforma de 1949.
Fue abolida mediante una proclama militar por el dictador Pedro Eugenio Aramburu, a
través de una proclama del día 27 de abril de 1956. Los argumentos invocados por la
dictadura sostuvieron que todos los actos del gobierno derrocado en 1955, habían sido
impuestos por medio de la violencia, que la reforma constitucional no fue el resultado de
una «libre discusión» y de su finalidad esencial fue establecer la reelección indefinida del
presidente Perón.

Abolición de la Constitución y la convención constitucional de 1957


Artículo principal: Reforma constitucional argentina de 1949
Artículo principal: Reforma constitucional argentina de 1957
Tras el golpe de Estado la dictadura toma diversas medidas, entre ellas, clausurar el
Congreso y dejar cesantes, por Decreto N. º 415 del 6 de octubre de 1955, a los jueces de
la Corte Suprema. Por primera vez desde su organización, la Corte era renovada sin el
procedimiento constitucional, desaparecía el respeto por los pasos constitucionales y los
gobiernos militares o civiles que se sucederían apelarían a toda clase de violación de
tales normas para cambiar los jueces de la Corte e incluso los de instancias inferiores. De
esta manera, la independencia y la inamovilidad de los jueces desapareció. Por el decreto
citado de Eduardo Lonardi y su elenco del ministerio de Justicia fueron removidos todos
los jueces supremos. Aramburu deja sin efecto la Constitución Argentina de 1949,
mediante proclama del 27 de abril de 1956, imponiendo el texto de
la Constitución de 1853 con las reformas de 1860, 1866 y 1898, en cuanto no se oponga
a los fines de la Revolución enunciados en las Directivas Básicas del 7 de diciembre de
1955, y a las necesidades de la organización y conservación del Gobierno Provisional. En
su Artículo 4 dejaba sin efecto las Constituciones sancionadas para las provincias
de Chaco, La Pampa y Misiones.
La decisión fue cuestionada por diversos sectores, debido a la imposibilidad jurídica de
que se pudiera aceptar que un presidente de facto militar derogara una Constitución e
impusiera otra. La derogación por decisión militar de la Constitución generó una crisis en
la Corte Suprema que, si bien aceptaba una cierta legitimidad del régimen por aplicación
de la doctrina de los gobiernos de facto, tenía establecido que un régimen así debía ser
provisorio y mantener la Constitución como norma suprema. La crisis llevó a la renuncia
de uno de los cinco miembros de la Corte Suprema de Justicia, Jorge Vera Vallejo. Ni
bien había comenzado la organización de la Asamblea, Sánchez Sorondo junto a otros
intelectuales llevaron sus críticas de la “farsa democrática”, no ya sostenida solo por los
ideólogos de la “Libertadora” sino fomentada desde el gobierno mismo con el fin de
legitimar la derogación de una Constitución democrática. Así, se instauraba un sistema
fraudulento, bajo el resguardo de una legalidad ficticia:
“Se han tácitamente postergado las elecciones presidenciales y se abre un procedimiento
que manejado con el absoluto discrecionalismo que permite la cómoda teoría de los
"derechos revolucionarios‟, puede convertirse a la reforma de la Constitución en el
instrumento de un fraude por el cual una minoría determina las futuras autoridades”
La reforma tenía como único fin legitimar ilícitamente su acción de gobierno “en el papel”.
Paralelamente se dio el surgimiento de pequeños partidos estrechamente vinculados con
la reforma del Estatuto de los Partidos Políticos, donde el gobierno asumía un carácter
prescindente en los asuntos partidarios internos (Spinelli, 2005: 116).
El gobierno militar convocó a una Convención Constituyente que convalidara el acto. La
convocatoria a la reforma contradecía a la propia Constitución, cuyo artículo 30 establecía
que solo el Congreso, y con una mayoría especial de votos en ambas cámaras, tenía esa
facultad, y decidió también que en dichas elecciones no pudiera participar el Partido
Peronista. Las elecciones se realizaron el 28 de julio de 1957 y en ellas el voto en blanco,
propuesto por el peronismo, resultó en la primera minoría.

Elecciones para constituyentes de 1957

Partido Votos % Bancas

Total 8.703.322 100 205

En blanco 2.115.861 24,31

Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) 2.106.524 24,20 75

Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) l.847.603 21,23 77

Partido Socialista (PS) 525.721 6,01 12

Partido Demócrata Cristiano (PDC) 420.606 4,83 8

Demócrata (PD) 333.749 3,83 7


Partido Demócrata Progresista (PDP) 263.805 3,03 5

Partido Comunista (PC) 228.821 2,63 3

Unión Federal (UF) 159.177 1,83 1

Partido Laborista (PL) 93.172 1,07 3

Partido Cívico Independiente (PCI) 86.441 0,99 1

Partido Conservador* 76.976 0,88 1

Partido de los Trabajadores (PT) 58.312 0,67 1

Partido Liberal de Corrientes* 47.862 0,55 2

Demócrata Autonomista Conservador Popular


40.269 0,46 1
(Corrientes)

UCR-Bloquista (San Juan) 30.461 0,35 2

Partido Demócrata Conservador Popular (Chaco,


25.036 0,28 1
Jujuy y Tucumán)*

Partido Demócrata Liberal (San Luis y Tucumán)* 24.206 0,28 2

Unión Provincial (Salta)* 11.265 0,13 1

Partido Demócrata Conservador Popular/Partido


9.689 0,11 1
Demócrata (Catamarca)*

Fuentes: La Nación Melon Pirro.


* Estos partidos provinciales, identificados con el conservadurismo, formaron en la
Convención el Bloque Demócrata de Centro, totalizando 8 bancas.
La población peronista votó en blanco, siguiendo las instrucciones de Perón. Los partidos
políticos que apoyaban la reforma (UCRP, PS, PDC, PDP, PD, PDC y PCI) alcanzaron
120 bancas, mientras que los partidos que estaban en contra de la reforma (UCRI, PL,
PdelosT, UF) obtuvieron 85 bancas. Estos últimos se presentaron en la Convención para
dejar constancia de que la misma era ilegítima.
El primer día, el bloque de la UCRI, presidido por Oscar Alende, se dirigió a la Convención
impugnando su validez, debido al hecho de que no había sido convocada por el Congreso
Nacional, tal como lo establece la Constitución. El bloque del radicalismo intransigente
había discutido internamente hasta horas antes la postura a adoptar en la Convención. El
presidente del partido, Arturo Frondizi, sostenía a través de Oscar López Serrot, que
había que plantear la nulidad de la Convención pero no retirarse de la misma, para evitar
que quedara en manos de los partidos cercanos a la dictadura. Alende, por el contrario,
sostenía que los convencionales de la UCRI no debían siquiera asumir sus cargos,
retirándose inmediatamente después de sostener la postura de nulidad de la misma. El
bloque rechazó la estrategia de Frondizi y aprobó la de Alende. Las autoridades de la
Convención finalmente no le permitieron a Oscar Alende, ni a los demás miembros de la
UCRI, explicar su punto de vista, ejerciendo una censura.
Poco después, el 3 de septiembre, sucedería lo mismo con Enrique E. Ariotti de la Unión
Federal Demócrata Cristiana, a quien tampoco se le permitió explicar su impugnación a la
reforma. Tampoco se incorporaron a la asamblea los dos convencionales del partido
Demócrata Autonomista Conservador Popular de Corrientes. Finalmente, solo 125
convencionales, de los 205, se registrarían.
La UCRI, que constituía el bloque mayoritario (77 convencionales), sostuvo la ilegalidad
de la convención debido a su origen antidemocrático, generando un escándalo en el que
se produjeron agresiones y el retiro de los convencionales frondizistas y otras fuerzas
opositoras a la dictadura gobernante, e impidió la formación de un quorum. El bloque de la
UCRI impugnó la Asamblea y se retiró con sus setenta y siete constituyentes, no sin antes
declarar:
"Denunciamos ante el pueblo de la República que en el seno de la pretendida convención
reformadora de la Constitución de 1853 se consuma en este instante otra etapa de la
maniobra continuista que procura asegurar a la oligarquía nacional y a los intereses del
privilegio internacional el manejo futuro de los poderes del gobierno político de la Nación
[…]. Afirmamos que esta convención está muerta. Solamente el pueblo en mayoría da
vida y valor a la democracia. En esta oportunidad el pueblo en mayoría está ausente.
Afirmamos que es absolutamente inválida la convención reformadora de la Constitución
de 1853 reunida en esta ciudad de Santa Fe y de la misma manera inválido el mandato de
los convencionales que la integran".
Las fuerzas restantes procedieron a convalidar la derogación de la Constitución de 1949 y
establecer la de 1853, con las modificaciones de 1860, 1866 y 1898.
En tanto expusieron las impugnaciones a dicha decisión los convencionales del Partido
Laborista (Cipriano Reyes, Ricardo Ovando y Luis V. Giacosa) y del Partido de los
Trabajadores (Juan Carlos Deghi). Ambos partidos negaban la legitimidad de la
Convención y exigían respetar la vigencia de la Constitución de 1949. En tanto Juan C.
Deghi y la Unión Federal representados por Enrique Ariotti plantearon la nulidad de la
asamblea. El argumento básico que utilizaron es que un presidente de facto no tenía
facultades para derogar una Constitución, ni para declarar la necesidad de su reforma.
Señalaron el carácter antidemocrático de impedir la representación del electorado
peronista mayoritario en el país. Denunciaron que el verdadero objetivo de la Convención
era convalidar el retorno a la Constitución de 1853 y eliminar definitivamente los derechos
sociales y económicos establecidos por la Constitución de 1949. Tampoco se
incorporaron a la asamblea los bloques Demócrata Autonomista Conservador Popular de
Corrientes (2 convencionales) y de la Unión Federal (1 convencional). También los
bloques Laborista, de los Trabajadores y Laborista Federal de Salta impugnaron la
legitimidad de la derogación de la Constitución de 1949. 
Con el retiro durante la primera sesión de 77 convencionales de la UCRI, más el retiro de
partidos menores, la convención quedó sin quorum necesario para aprobar cualquier
reforma. En vista del fracaso de la convención ya en su primer día y ante la imposibilidad
de sancionar o modificar cualquier artículo, visto como un fracaso político, el gobierno de
Aramburu presionó para que se cambie el reglamento interno para que la Constituyente
pudiese funcionar sin el quorum legal establecido.
Al discutir los derechos humanos de segunda generación (sociales y laborales) y aquellos
relacionados con una orientación social de la economía, que ya habían sido incluidos por
la abolida Constitución de 1949, los sectores conservadores que incidían en el quorum de
la Convención, debido al retiro de los representantes de la UCRI, comenzaron a retirarse
para evitar las reformas. En esa circunstancia, el ala izquierda de la Unión Cívica Radical
del Pueblo, liderada por su presidente Crisólogo Larralde, presionó a los delegados del
partido para que no abandonaran las reuniones y así logró que se aprobara la inclusión
del artículo 14 bis, referido a los derechos del trabajador, de los gremios y de la seguridad
social.131Después de votado el artículo 14 bis, los convencionales conservadores y parte
de los convencionales radicales dejaron simplemente de asistir dejando sin quorum la
asamblea, que se extinguió así informalmente, circunstancia que fue duramente criticada
por todo el espectro político.
Sobre el final, ya sin quorum, el convencional socialista Alfredo Palacios, pronunciaba las
siguientes palabras:
Los que se han ido serán responsables ante el pueblo y ante la historia. Por hoy basta
con el repudio de esta Asamblea y de sus propios compañeros; repudio terrible, Señor
Presidente.
Alfredo Palacios.
Comparada con la Constitución de 1949, la reforma constitucional de 1957 realizó algunos
agregados y exclusiones de importancia:

 Agregados: derecho de huelga; la movilidad del salario; participación en las


ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la
dirección; protección contra el despido arbitrario; por la simple inscripción en un
registro especial; derecho sindical a concertar convenios colectivos; garantías para los
representantes sindicales; naturaleza estatal de la seguridad social; participación de
los trabajadores en los organismos de seguridad social. Todos los agregados se
encuentran en el art. 14 bis.
 Exclusiones: derecho de reunión (art. 26); prohibición de discriminar por raza (art.
28); habeas corpus (art. 29); ultractividad de la ley penal más benigna (art. 29);
derecho de trabajar (art. 37, I); derecho a una retribución justa (art. 37, I); derecho a la
capacitación (art. 37, II); derecho a condiciones dignas de trabajo (art. 37, I); derecho
a la preservación de la salud (art. 37, I); derecho a la atención por el Estado de la
madre y el niño; igualdad jurídica de hombre y mujer en el matrimonio (art. 37,
II); patria potestad compartida (art. 37, II); bien de familia (art. 37, II); derechos de la
ancianidad (art. 37, III); educación primaria obligatoria y gratuita (art. 37, IV); creación
de escuelas rurales (art. 37, IV); autonomía universitaria (art. 37, IV); servicio de
orientación profesional (art 37, IV); protección estatal para la ciencia y el arte (art. 37,
IV); becas para todos los niveles de la educación (art. 37, IV); protección estatal del
patrimonio cultural de la Nación (art. 37, IV); la función social de la propiedad (art. 38);
estatización del comercio exterior (art. 40); nacionalización de los recursos mineros y
energéticos (art. 40); estatización de los servicios públicos (art. 40); voto directo (arts.
42, 47 y 82).

Constitución de la Nación Argentina


(1949)

Sancionada por la Convención Nacional Constituyente el 11 de marzo de


1949

Preámbulo (C.N 1.949)


Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso
General Constituyente por voluntad y elección de las Provincias que la componen, en
cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional,
afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el
bienestar general y la cultura nacional, y asegurar los beneficios de la libertad, para
nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran
habitar el suelo argentino; ratificando la irrevocable decisión de constituir una Nación
socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana, e invocando la
protección de Dios, fuente de toda razón y justicia, ordenamos, decretamos y
establecemos esta Constitución para la Nación Argentina.

PREAMBULO ( C.N 1.994) Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en
Congreso General Constituyente por voluntad y elección de las provincias que la componen, en
cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia,
consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los
beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo
que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y
justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.
PRIMERA PARTE

Principios fundamentales

Capítulo I

Forma de gobierno y declaraciones políticas

Art. 1 – La Nación Argentina adopta para su gobierno la forma representativa


republicana federal, según lo establece la presente Constitución.

Art. 2 – El Gobierno Federal sostiene el culto católico apostólico romano.

Art. 3 – Las autoridades que ejercen el Gobierno Federal residen en la ciudad que
se declare Capital de la República por una ley especial del Congreso, previa cesión
hecha por una o más Legislaturas provinciales, del territorio que haya de
federalizarse.

Art. 4 – El Gobierno Federal provee a los gastos de la Nación con los fondos del
Tesoro Nacional, formado del producto de derechos de importación y exportación,
de la propia actividad económica que realice, servicios que preste y enajenación o
locación de bienes de dominio del Estado nacional; de las demás contribuciones
que imponga el Congreso Nacional, y de los empréstitos y operaciones de crédito
que sancione el mismo Congreso para urgencias de la Nación o para empresas de
utilidad pública.

Art. 5 – Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema


representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y
garantías de la Constitución Nacional; y que asegure su administración de justicia,
su régimen municipal, la educación primaria y la cooperación requerida por el
Gobierno Federal a fin de hacer cumplir esta Constitución y las leyes de la Nación
que en su consecuencia se dicten. Con estas condiciones, el Gobierno Federal
garantiza a cada provincia el goce y ejercicio de sus instituciones.

Art. 6 – El Gobierno Federal interviene en el territorio de las provincias para


garantir la forma republicana de gobierno o repeler invasiones exteriores, y a
requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas o restablecerlas, si
hubiesen sido depuestas por la sedición o por invasión de otra provincia.

Art. 7 – Los actos públicos y procedimientos judiciales de una provincia gozan de


entera fe en las demás; y el Congreso puede por leyes generales determinar cuál
será la forma probatoria de estos actos y procedimientos y los efectos legales que
producirán.

Art. 8 – Los ciudadanos de cada provincia gozan de todos los derechos, privilegios
e inmunidades inherentes al título de ciudadano en las demás. La extradición de
los criminales es de obligación recíproca entre todas las provincias.

Art. 9 – En todo el territorio de la Nación no habrá más aduanas que las


nacionales, en las cuales regirán las tarifas que sancione el Congreso.

Art. 10 – En el interior de la República es libre de derechos la circulación de los


efectos de producción o fabricación nacional, así como la de los géneros y
mercancías de todas clases despachadas en las aduanas exteriores.

Art. 11 – Los artículos de producción o fabricación nacional o extranjera, así como


los ganados de toda especie que pasen por territorio de una provincia a otra,
estarán libres de los derechos llamados de tránsito, estándolo también los
vehículos, ferrocarriles, aeronaves, buques o bestias en que se transporten, y
ningún otro derecho podrá imponérseles en adelante, cualquiera que sea su
denominación, por el hecho de transitar por el territorio.

Art. 12 – Los buques o aeronaves destinados de una provincia a otra no serán


obligados a entrar, anclar, descender, amarrar ni pagar derechos por causa de
tránsito.

Art. 13 – Podrán admitirse nuevas provincias en la Nación; pero no podrá erigirse


una provincia en el territorio de otra u otras, ni de varias formarse una sola, sin el
consentimiento de las Legislaturas de las provincias interesadas y del Congreso.

Art. 14 – El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y


autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de
personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticiones a nombre de éste,
comete delito de sedición.

Art. 15 – El Estado no reconoce libertad para atentar contra la libertad. Esta


norma se entiende sin perjuicio del derecho individual de emisión del pensamiento
dentro del terreno doctrinal, sometido únicamente a las prescripciones de la ley.

El Estado no reconoce organizaciones nacionales o internacionales cualesquiera


que sean sus fines, que sustenten principios opuestos a las libertades individuales
reconocidas en esta Constitución, o atentatorias al sistema democrático en que
ésta se inspira. Quienes pertenezcan a cualquiera de las organizaciones aludidas
no podrán desempeñar funciones públicas en ninguno de los poderes del Estado.

Quedan prohibidos la organización y el funcionamiento de milicias o agrupaciones


similares que no sean las del Estado, así como el uso público de uniformes,
símbolos y distintivos de organizaciones cuyos fines prohibe esta Constitución o
las leyes de la Nación.

Art. 16 – El Congreso promoverá la reforma de la actual legislación en todos sus


ramos, con el fin de adaptarla a esta Constitución.
Art. 17 – El Gobierno Federal fomentará la inmigración europea; y no podrá
restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio
argentino de extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las
industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.

Art. 18 – La navegación de los ríos interiores de la Nación es libre para todas las
banderas, en cuanto no contraríe las exigencias de la defensa, la seguridad común
o el bien general del Estado y con sujeción a los reglamentos que dicte la
autoridad nacional.

Art. 19 – El Gobierno Federal está obligado a afianzar sus relaciones de paz y


comercio con las potencias extranjeras por medio de tratados que estén en
conformidad con los principios de derecho público establecidos en esta
Constitución.

Art. 20 – El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional, ni las Legislaturas


provinciales a los gobernantes de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma
del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el
honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona
alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable y sujetarán
a los que los formulen, consientan o firmen a la responsabilidad y pena de los
infames traidores a la patria.

Art. 21 – La Constitución puede reformarse en el todo o en cualquiera de sus


partes. La necesidad de reforma debe ser declarada por el Congreso con el voto
de dos terceras partes de sus miembros presentes; pero no se efectuará sino por
una convención convocada al efecto.

Una ley especial establecerá las sanciones para quienes, de cualquier manera,
preconizaron o difundieren métodos o sistemas mediante los cuales, por el empleo
de la violencia, se propongan suprimir o cambiar la Constitución o alguno de sus
principios básicos, y a quienes organizaron, constituyeron, dirigieron o formaren
parte de una asociación o entidad que tenga como objeto visible u oculto alcanzar
alguna de dichas finalidades.
Art. 22 – Esta Constitución, las leyes de la Nación que en su consecuencia se
dicten por el Congreso y los tratados con las potencias extranjeras son la ley
suprema de la Nación; y las autoridades de cada provincia están obligadas a
conformarse a ella, no obstante cualquiera disposición en contrario que contengan
las leyes o constituciones provinciales, salvo para la provincia de Buenos Aires, los
tratados ratificados después del Pacto de 11 de noviembre de 1859.

Art. 23 – El Congreso federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de


imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal.

Art. 24 – Los jueces de los tribunales federales no podrán serlo al mismo tiempo
de los tribunales de provincia, ni el servicio federal, tanto en lo civil como en lo
militar, da residencia en la provincia que se ejerza, y que no sea la del domicilio
habitual del empleado, entendiéndose esto para los efectos de optar a empleos en
la provincia en que accidentalmente se encuentre.

Art. 25 – Las denominaciones adoptadas sucesivamente desde 1810 hasta el


presente, a saber: Provincias Unidas del Río de la Plata, República Argentina,
Confederación Argentina, serán en adelante nombres oficiales indistintamente
para la designación del Gobierno y territorio de las provincias, empleándose las
palabras «Nación Argentina» en la formación y sanción de las leyes.

Capítulo II

Derechos, deberes y garantías de la libertad personal

Art. 26 – Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos


conforme a las leyes que reglamentan su ejercicio, a saber: de trabajar y ejercer
toda industria útil y lícita; de navegar y comerciar; de peticionar ante las
autoridades; de reunirse; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio
argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y
disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su
culto; de enseñar y aprender.
Art. 27 – En la Nación Argentina no hay esclavos. Los que de cualquier modo se
introduzcan, quedan libres por el solo hecho de pisar el territorio de la República.

Art. 28 – La Nación Argentina no admite diferencias raciales, prerrogativas de


sangre ni de nacimiento; no hay en ella fueros personales ni títulos de nobleza.
Todos sus habitantes son iguales ante la ley y admisibles en los empleos sin otra
condición que la idoneidad. La equidad y la proporcionalidad son las bases de los
impuestos y de las cargas públicas.

Art. 29 – Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo
fundado en ley anterior al hecho del proceso, ni juzgado por comisiones especiales
o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Siempre
se aplicará, y aun con efecto retroactivo, la ley penal permanente más favorable al
imputado. Los militares y las personas que les están asimiladas estarán sometidos
a la jurisdicción militar en los casos que establezca la ley. El mismo fuero será
aplicable a las personas que incurran en delitos penados por el Código de Justicia
Militar y sometidos por la propia ley a los tribunales castrenses. Nadie puede ser
obligado a declarar contra sí mismo ni arrestado sino en virtud de orden escrita de
autoridad competente. Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los
derechos. El domicilio es inviolable, como también la correspondencia epistolar y
los papeles privados; y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos
podrá procederse a su allanamiento y ocupación. Los jueces no podrán ampliar por
analogía las incriminaciones legales ni interpretar extensivamente la ley en contra
del imputado. En caso de duda, deberá estarse siempre a lo más favorable al
procesado. Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas,
toda especie de tormento y los azotes. Las cárceles serán sanas y limpias, y
adecuadas para la reeducación social de los detenidos en ellas; y toda medida
que, a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que la
seguridad exija, hará responsable al juez o funcionario que la autorice.

Todo habitante podrá interponer por sí o por intermedio de sus parientes o amigos
recurso de hábeas corpus ante la autoridad judicial competente, para que se
investiguen la causa y el procedimiento de cualquier restricción o amenaza a la
libertad de su persona. El tribunal hará comparecer al recurrente, y comprobada
en forma sumaria la violación, hará cesar inmediatamente la restricción o la
amenaza.

Art. 30 – Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al
orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a
Dios y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación
será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohibe.
Ningún servicio personal es exigible sino en virtud de ley o de sentencia fundada
en ley.

Art. 31 – Los extranjeros que entren en el país sin violar las leyes gozan de todos
los derechos civiles de los argentinos como también de los derechos políticos
después de cinco años de haber obtenido la nacionalidad. A su pedido podrán
naturalizarse si han residido dos años continuos en el territorio de la Nación y
adquirirán automáticamente la nacionalidad transcurridos cinco años continuados
de residencia, salvo expresa manifestación en contrario.

La ley establecerá las causas, formalidades y condiciones para el otorgamiento de


la nacionalidad y para su privación, así como para expulsar del país a los
extranjeros.

Art. 32 – Todo ciudadano argentino está obligado a armarse en defensa de la


Patria y de esta Constitución, conforme a las leyes que al efecto dicte el Congreso
y a los decretos del Ejecutivo nacional.

Nadie puede ejercer empleos y funciones públicas, civiles o militares, si


previamente no jura ser fiel a la Patria y acatar esta Constitución.

Art. 33 – La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas


contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro. El Congreso
fijará por una ley especial la pena de este delito; pero ella no pasará de la persona
del delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier
grado.
Art. 34 – En caso de conmoción interior o de ataque exterior, que ponga en
peligro el ejercicio de esta Constitución y de las autoridades creadas por ella, se
declarará en estado de sitio la provincia o territorio en donde exista la
perturbación del orden, quedando suspensas allí las garantías constitucionales.
Pero durante esta suspensión no podrá el presidente de la República condenar por
sí ni aplicar penas. Su poder se limitará en tal caso, respecto de las personas, a
arrestarlas o trasladarlas de un punto a otro de la Nación, si ellas no prefiriesen
salir del territorio argentino. Podrá declararse asimismo el estado de prevención y
alarma en caso de alteración del orden público que amenace perturbar el normal
desenvolvimiento de la vida o las actividades primordiales de la población. Una ley
determinará los efectos jurídicos de tal medida, pera ésta no suspenderá, sino que
limitará transitoriamente las garantías constitucionales en la medida que sea
indispensable. Con referencia a las personas, los poderes del presidente se
reducirán a detenerlas o trasladarlas de un punto a otro del territorio por un
término no mayor de treinta días.

Art. 35- Los derechos y garantías reconocidos por esta Constitución no podrán ser
alterados por las leyes que reglamenten su ejercicio, pero tampoco amparan a
ningún habitante de la Nación en perjuicio, detrimento o menoscabo de otro. Los
abusos de esos derechos que perjudiquen a la comunidad o que lleven a cualquier
forma de explotación del hombre por el hombre configuran delitos que serán
castigados por leyes,

Art. 36 – Las declaraciones, derechos y garantías que enumera la Constitución no


serán entendidos como negación de otros derechos y garantías no enumerados,
pero que nacen del principio de la soberanía del pueblo y de la forma republicana
de gobierno.

Capítulo III

Derechos del trabajador, de la familia, de la ancianidad y de la educación y la


cultura

Art. 37 – Declárense los siguientes derechos especiales:


I. Del trabajador

1. Derecho de trabajar – El trabajo es el medio indispensable para satisfacer las


necesidades espirituales y materiales del individuo y de la comunidad, la causa de
todas las conquistas de la civilización y el fundamento de la prosperidad general;
de ahí que el derecho de trabajar debe ser protegido por la sociedad,
considerándolo con la dignidad que merece y proveyendo ocupación a quien lo
necesite.

2. Derecho a una retribución justa – Siendo la riqueza, la renta y el interés del


capital frutos exclusivos del trabajo humano, la comunidad deber organizar y
reactivar las fuentes de producción en forma de posibilitar y garantizar al
trabajador una retribución moral y material que satisfaga sus necesidades vitales
y sea compensatoria del rendimiento obtenido y del esfuerzo realizado.

3. Derecho a la capacitación – El mejoramiento de la condición humana y la


preeminencia de los valores del espíritu imponen la necesidad de propiciar la
elevación de la cultura y la aptitud profesional, procurando que todas las
inteligencias puedan orientarse hacia todas las direcciones del conocimiento, e
incumbe a la sociedad estimular el esfuerzo individual proporcionando los medios
para que, en igualdad de oportunidades, todo individuo pueda ejercitar el derecho
a aprender y perfeccionarse.

4. Derecho a condiciones dignas de trabajo – La consideración debida al ser


humano, la importancia que el trabajo reviste como función social y el respeto
recíproco entre los factores concurrentes de la producción, consagran el derecho
de los individuos a exigir condiciones dignas y justas para el desarrollo de su
actividad y la obligación de la sociedad de velar por la estricta observancia de los
preceptos que las instituyen y reglamentan.

5. Derecho a la preservación de la salud – El cuidad de la salud física y moral de


los individuos debe ser una preocupación primordial y constante de la sociedad, a
la que corresponde velar para que el régimen de trabajo reúna requisitos
adecuados de higiene y seguridad, no exceda las posibilidades normales del
esfuerzo y posibilite la debida oportunidad de recuperación por el reposo.
6. Derecho al bienestar – El derecho de los trabajadores al bienestar, cuya
expresión mínima se concreta en la posibilidad de disponer de vivienda,
indumentaria y alimentación adecuadas, de satisfacer sin angustias sus
necesidades y las de su familia en forma que les permita trabajar con satisfacción,
descansar libres de preocupaciones y gozar mesuradamente de expansiones
espirituales y materiales, impone la necesidad social de elevar el nivel de vida y de
trabajo con los recursos directos e indirectos que permita el desenvolvimiento
económico.

7. Derecho a la seguridad social – El derecho de los individuos a ser amparados en


los casos de disminución, suspensión o pérdida de su capacidad para el trabajo
promueve la obligación de la sociedad de tomar unilateralmente a su cargo las
prestaciones correspondientes o de promover regímenes de ayuda mutua
obligatoria destinados, unos y otros, a cubrir o complementar las insuficiencias o
inaptitudes propias de ciertos períodos de la vida o las que resulten de infortunios
provenientes de riesgos eventuales.

8. Derecho a la protección de su familia – La protección de la familia responde a


un natural designio de individuo, desde que en ella generan sus más elevados
sentimientos efectivos y todo empeño tendiente a su bienestar debe ser
estimulado y favorecido por la

comunidad como el modo más indicado de propender al mejoramiento del género


humano y a la consolidación de principios espirituales y morales que constituyen
la esencia de la convivencia social.

9. Derecho al mejoramiento económico – La capacidad productora y el empeño de


superación hallan un natural incentivo en las posibilidades de mejoramiento
económico, por lo que la sociedad debe apoyar y favorecer las iniciativas de los
individuos tendientes a ese fin, y estimular la formación y utilización de capitales,
en cuanto constituyen elementos activos de la producción y contribuyan a la
prosperidad general.

10. Derecho a la defensa de los intereses profesionales – El derecho de


agremiarse libremente y de participar en otras actividades lícitas tendientes a la
defensa de los intereses profesionales, constituyen atribuciones esenciales de los
trabajadores, que la sociedad debe respetar y proteger, asegurando su libre
ejercicio y reprimiendo todo acto que pueda dificultarle o impedirlo.

II. De la familia

La familia, como núcleo primario y fundamental de la sociedad, será objeto de


preferente protección por parte del Estado, el que reconoce sus derechos en lo
que respecta a su constitución, defensa y cumplimento de sus fines.

1. El Estado protege el matrimonio, garantiza la igualdad jurídica de los cónyuges


y la patria potestad.

2. El Estado formará la unidad económica familiar, de conformidad con lo que una


ley especial establezca.

3. El Estado garantiza el bien de la familia conforme a lo que una ley especial


determine.

4. La atención y asistencia de la madre y del niño gozarán de la especial y


privilegiada consideración del Estado.

III. De la ancianidad

1.Derecho a la asistencia – Todo anciano tiene derecho a su protección integral,


por cuenta y cargo de su familia. En caso de desamparo, corresponde al Estado
proveer a dicha protección, ya sea en forma directa o por intermedio de los
institutos y fundaciones creados, o que se crearen con ese fin, sin perjuicio de la
subrogación del Estado o de dichos institutos, para demandar a los familiares
remisos y solventes los aportes correspondientes.

2.Derecho a la vivienda – El derecho a un albergue higiénico, con un mínimo de


comodidades hogareñas es inherente a la condición humana.
3.Derecho a la alimentación – La alimentación sana, y adecuada a la edad y
estado físico de cada uno, debe ser contemplada en forma particular.

4.Derecho al vestido – El vestido decoroso y apropiado al clima complementa el


derecho anterior.

5.Derecho al cuidado de la salud física – El cuidado de la salud física de los


ancianos ha de ser preocupación especialísima y permanente.

6.Derecho al cuidado de la salud moral – Debe asegurarse el libre ejercicio de las


expansiones espirituales, concordes con la moral y el culto.

7. Derecho al esparcimiento – Ha de reconocerse a la ancianidad el derecho de


gozar mesuradamente de un mínimo de entretenimientos para que pueda
sobrellevar con satisfacción sus horas de espera.

8. Derecho al trabajo – Cuando el estado y condiciones lo permitan, la ocupación


por medio de la laborterapia productiva ha de ser facilitada. Se evitará así la
disminución de la personalidad.

9. Derecho a la tranquilidad – Gozar de tranquilidad, libre de angustias y


preocupaciones, en los años últimos de existencia, es patrimonio del anciano.

10.Derecho al respeto – La ancianidad tiene derecho al respeto y consideración de


sus semejantes.

IV. De la educación y la cultura

La educación y la instrucción corresponden a la familia y a los establecimientos


particulares y oficiales que colaboren con ella, conforme a lo que establezcan las
leyes. Para ese fin, el Estado creará escuelas de primera enseñanza, secundaria,
técnico-profesionales, universidades y academias.

1. La enseñanza tenderá al desarrollo del vigor físico de los jóvenes, al


perfeccionamiento de sus facultades intelectuales y de sus potencias sociales, a su
capacitación profesional, así como a la formación del carácter y el cultivo integral
de todas las virtudes personales, familiares y cívicas.

2. La enseñanza primaria elemental es obligatoria y será gratuita en las escuelas


del Estado. La enseñanza primaria en las escuelas rurales tenderá a inculcar en el
niño el amor a la vida del campo, a orientarlo hacia la capacitación profesional en
las faenas rurales y a formar la mujer para las tareas domésticas campesinas. El
Estado creará, con ese fin, los institutos necesarios para preparar un magisterio
especializado.

3. La orientación profesional de los jóvenes, concebida como un complemento de


la acción de instruir y educar, es una función social que el Estado ampara y
fomenta mediante instituciones que guíen a los jóvenes hacia las actividades para
las que posean naturales aptitudes y capacidad, con el fin de que la adecuada
elección profesional redunde en beneficio suyo y de la sociedad.

4. El Estado encomienda a las universidades la enseñanza en el grado superior,


que prepare a la juventud para el cultivo de las ciencias al servicio de los fines
espirituales y del engrandecimiento de la Nación y para el ejercicio de las
profesiones y de las artes técnicas en función del bien de la colectividad. Las
universidades tienen el derecho de gobernarse con autonomía, dentro de los
límites establecidos por una ley especial que reglamentará su organización y
funcionamiento.

Una ley dividirá el territorio nacional en regiones universitarias, dentro de cada


una de las cuales ejercerá sus funciones la respectiva universidad. Cada una de
las universidades, además de organizar los conocimientos universales cuya
enseñanza le incumbe, tenderá a profundizar el estudio de la literatura, historia y
folklore de su zona de influencia cultural, así como a promover las artes técnicas y
las ciencias aplicadas con vistas a la explotación de las riquezas y al incremento
de las actividades económicas regionales.

Las universidades establecerán cursos obligatorios y comunes destinados a los


estudiantes de todas las facultades para su formación política, con el propósito de
que cada alumno conozca la esencia de lo argentino, la realidad espiritual,
económica, social y política de su país, la evolución y la misión histórica de la
República Argentina, y para que adquiera conciencia de la responsabilidad que
debe asumir en la empresa de lograr y afianzar los fines reconocidos y fijados en
esta Constitución.

5. El Estado protege y fomenta el desarrollo de las ciencias y de las bellas artes,


cuyo ejercicio es libre; aunque ello no excluye los deberes sociales de los artistas
y hombres de ciencia. Corresponde a las academias la docencia de la cultura y de
las investigaciones científicas postuniversitarias, para cuya función tienen el
derecho de darse un ordenamiento autónomo dentro de los límites establecidos
por una ley especial que las reglamente.

6. Los alumnos capaces y meritorios tienen el derecho de alcanzar los más altos
grados de instrucción. El Estado asegura el ejercicio de este derecho mediante
becas, asignaciones a la familia y otras providencias que se conferirán por
concurso entre los alumnos de todas las escuelas.

7. Las riquezas artísticas e históricas, así como el paisaje natural cualquiera que
sea su propietario, forman parte del patrimonio cultural de la Nación y estarán
bajo la tutela del Estado, que puede decretar las expropiaciones necesarias para
su defensa y prohibir la exportación o enajenación de los tesoros artísticos. El
Estado organizará un registro de la riqueza artística e histórica que asegure su
custodia y atienda a su conservación.

Capítulo IV

La función social de la propiedad, el capital y la actividad económica

Art. 38 – La propiedad privada tiene una función social y, en consecuencia, estará


sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común.
Incumbe al Estado fiscalizar la distribución y la utilización del campo o intervenir
con el objeto de desarrollar e incrementar su rendimiento en interés de la
comunidad, y procurar a cada labriego o familia labriega la posibilidad de
convertirse en propietario de la tierra que cultiva. La expropiación por causa de
utilidad pública o interés general debe ser calificada por ley y previamente
indemnizada. Sólo el Congreso impone las contri-buciones que se expresan en el
artículo 4°. Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invención o
descubrimiento por el término que le acuerda la ley. La confiscación de bienes
queda abolida para siempre de la legislación argentina. Ningún cuerpo armado
puede hacer requisiciones ni exigir auxilios de ninguna especie en tiempo de paz.

Art. 39 – El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como


principal objeto el bienestar social. Sus diversas formas de explotación no pueden
contrariar los fines de beneficio común del pueblo argentino.

Art. 40 – La organización de la riqueza y su explotación tienen por fin el bienestar


del pueblo, dentro de un orden económico conforme a los principios de la justicia
social. El Estado, mediante una ley, podrá intervenir en la economía y monopolizar
determinada actividad, en salvaguardia de los intereses generales y dentro de los
límites fijados por los derechos fundamentales asegurados en esta Constitución.
Salvo la importación y exportación, que estarán a cargo del Estado, de acuerdo
con las limitaciones y el régimen que se determine por ley, toda actividad
económica se organizará conforme a la libre iniciativa privada, siempre que no
tenga por fin ostensible o encubierto dominar los mercados nacionales, eliminar la
competencia o aumentar usurariamente los beneficios.

Los minerales, las caídas de agua, los yacimientos de petróleo, de carbón y de


gas, y las demás fuentes naturales de energía, con excepción de los vegetales,
son propiedad imprescriptibles e inalienables de la Nación, con la correspondiente
participación en su producto que se convendrá con las provincias.

Los servicios públicos pertenecen originariamente al Estado, y bajo ningún


concepto podrán ser enajenados o concedidos para su explotación. Los que se
hallaran en poder de particulares serán transferidos al Estado, mediante compra o
expropiación con indemnización previa, cuando una ley nacional lo determine.

El precio por la expropiación de empresas concesionarios de servicios públicos


será el del costo de origen de los bienes afectados a la explotación, menos las
sumas que se hubieren amortizado durante el lapso cumplido desde el
otorgamiento de la concesión y los excedentes sobre una ganancia razonable que
serán considerados también como reintegración del capital invertido.

SEGUNDA PARTE

Autoridades de la Nación

Título Primero

Gobierno Federal

Sección Primera

Del Poder Legislativo

Art. 41 – Un Congreso compuesto de dos Cámaras, una de diputados de la Nación


y otra de senadores de las provincias y de la Capital, será investido del Poder
Legislativo de la Nación.

Capítulo I

De la Cámara de Diputados

Art. 42 – La Cámara de Diputados se compondrá de representantes elegidos


directamente por el pueblo de las provincias y de la Capital, que se consideran a
este fin como distritos electorales de un solo Estado, y a simple pluralidad de
sufragios. El número de representantes será de uno por cada cien mil habitantes,
o fracción que no baje de cincuenta mil. Después de la realización del censo
general, que se efectuará cada diez años, el Congreso fijará la representación con
arreglo a aquél, pudiendo aumentar, pero no disminuir la base expresada para
cada diputado. La representación por distrito no será inferior a dos.

Art. 43 – Para ser elegido diputado se requiere haber cumplido la edad de


veinticinco años, tener cuatro años de ciudadanía en ejercicio los argentinos
nativos y diez los naturalizados, y ser nativo de la provincia que lo elija o con dos
años de residencia inmediata en ella.

Art. 44 – Los diputados durarán en su representación seis años, y son reelegibles;


pero la sala se renovará por mitad cada tres años. Para ese efecto, los nombrados
para la primera Legislatura, luego que se reúnan, sortearán los que deban cesar
en el primer período.

Art. 45 – En caso de vacante, el Gobierno de la provincia o de la Capital hace


proceder a elección legal de un nuevo miembro.

Art. 46 – Sólo la Cámara de Diputados ejerce el derecho de acusar ante el Senado


al presidente, vicepresidente, sus ministros y a los miembros de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en las causas de responsabilidad que se intenten contra
ellos, por mal desempeño o por delito en el ejercicio de sus funciones; o por
crímenes comunes, después de haber conocido en ellos y declarado haber lugar a
la formación de causa por mayoría de dos terceras partes de sus miembros.

Capítulo II

Del Senado

Art. 47 – El Senado se compondrá de dos senadores por cada provincia y dos por
la Capital, elegidos directamente por el pueblo. Cada senador tendrá un voto.

Art. 48 – Son requisitos para ser elegido senador ser argentino nativo, tener la
edad de treinta años y diez años de ciudadanía en ejercicio, y ser natural de la
provincia que lo elija o con dos años de residencia inmediata en ella.

Art. 49 – Los senadores duran seis años en el ejercicio de su mandato y son


reelegibles; pero el Senado se renovará por mitad cada tres años, decidiéndose
por la suerte quiénes deben cesar en el primer trienio.

Art. 50 – El vicepresidente de la Nación será presidente del Senado; pero no


tendrá voto sino en el caso que haya empate en la votación.
Art. 51 – El Senado nombrará un presidente provisorio que lo presida en caso de
ausencia del vicepresidente, o cuando éste ejerce las funciones de presidente de la
Nación.

Art. 52 – Al Senado corresponde juzgar en juicio público a los acusados por la


Cámara de Diputados, debiendo sus miembros prestar juramento para este acto.
Cuando el acusado sea el presidente de la Nación, el Senado será presidido por el
presidente de la Corte Suprema. Ninguno será declarado culpable sino a mayoría
de los dos tercios de los miembros presentes.

Art. 53 – Su fallo no tendrá más efecto que destituir al acusado, y aún declararle
incapaz de ocupar ningún empleo de honor, de confianza o a sueldo, en la Nación.
Pero la parte condenada quedará, no obstante, sujeta a acusación, juicio y castigo
conforme a las leyes ante los tribunales ordinarios.

Art. 54 – Corresponde también al Senado autorizar al presidente de la Nación para


que declare en estado de sitio uno o varios puntos de la República en caso de
ataque exterior.

Art. 55 – Cuando vacase alguna plaza de senador por muerte, renuncia u otra
causa, el Gobierno a que corresponda la vacante hace proceder inmediatamente a
la elección de un nuevo senador.

Capítulo III

Disposiciones comunes a ambas Cámaras

Art. 56 – Ambas Cámaras se reunirán en sesiones ordinarias todos los años desde
el l° de mayo hasta el 30 de septiembre. El presidente de la Nación puede
prorrogar las sesiones ordinarias y convocar a extraordinarias. En las sesiones
extraordinarias no se tratarán sino los asuntos determinados en la convocatoria.

Durante el receso de las Cámaras Legislativas, el presidente de la Nación podrá


convocar a la de Senadores al solo objeto de los acuerdos necesarios para los
nombramientos que requieren tal requisito con arreglo a esta Constitución.
Art. 57 – Cada Cámara es juez de las elecciones, derechos y títulos de sus
miembros en cuanto a su validez. Ninguna de ellas entrará en sesión sin la
mayoría absoluta de sus miembros; pero un número menor podrá compeler a los
miembros ausentes a que concurran a las sesiones, en los términos y bajo las
penas que cada Cámara establecerá.

Art. 58 – Ambas Cámaras empiezan y concluyen sus sesiones simultáneamente.


Ninguna de ellas, mientras se hallen reunidas, podrá suspender sus sesiones más
de tres días sin el consentimiento de la otra.

Art. 59 – Cada Cámara hará su reglamento, y podrá, con dos tercios de votos de
los presentes, corregir a cualquiera de sus miembros por desorden de conducta en
el ejercicio de sus funciones o removerlo por inhabilidad física o moral
sobreviniente a su incorporación, y hasta excluirlo de su seno; pero bastará la
mayoría de uno sobre la mitad de los presentes para decidir en las renuncias que
voluntariamente hicieren de sus cargos.

Art. 60 – Los senadores y diputados prestarán, en el acto de su incorporación,


juramento de desempeñar debidamente el cargo y de obrar en todo en
conformidad a lo que prescribe esta Constitución.

Art. 61 – Ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado
judicialmente ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando
su mandato de legislador.

Art. 62 – Ningún senador o diputado, desde el día de su elección hasta el de su


cese, puede ser arrestado, excepto el caso de ser sorprendido in fraganti en la
ejecución de algún crimen que merezca pena de muerte, infamante u otra
aflictiva, de lo que se dará cuenta a la Cámara respectiva con la información
sumaria del hecho.

Art. 63 – Cuando se forme querella por escrito ante las justicias ordinarias contra
cualquier senador o diputado, examinado el mérito del sumario en juicio público,
podrá cada Cámara, con dos tercios de votos de los presentes, suspender en sus
funciones al acusado y ponerlo a disposición del juez competente para su
juzgamiento.

Art. 64 – Cada una de las Cámaras puede solicitar al Poder Ejecutivo los informes
que estime conveniente respecto a las cuestiones de competencia de dichas
Cámaras. El Poder Ejecutivo podrá optar entre contestar el informe por escrito,
hacerlo personalmente su titular o enviar a uno de sus ministros para que informe
verbalmente.

Art. 65 – Ningún miembro del Congreso podrá recibir empleo o comisión del Poder
Ejecutivo sin previo consentimiento de la Cámara respectiva, excepto los empleos
de escala.

Art. 66 – Los gobernadores de provincia no pueden ser miembros del Congreso.

Art. 67 – Los servicios de los senadores y diputados son remunerados por el


Tesoro de la Nación con una dotación que señalará la ley.

Capítulo IV

Atribuciones del Congreso

Art. 68 – Corresponde al Congreso:

1. Legislar sobre las aduanas exteriores y establecer los derechos de importación


y exportación.

2. Imponer contribuciones directas por tiempo determinado en todo el territorio de


la Nación, siempre que la defensa, seguridad común y bien general del Estado lo
exijan.

3. Contraer empréstitos sobre el crédito de la Nación.

4. Disponer del uso y de la enajenación de las tierras de propiedad nacional.


5. Crear y suprimir bancos oficiales y legislar sobre el régimen bancario, crédito y
emisión de billetes en todo el territorio de la Nación. En ningún caso los
organismos correspondientes podrán ser entidades mixtas o particulares.

6. Arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación.

7. Fijar por un año, o por períodos superiores hasta un máximo de tres años, a
propuesta del Poder Ejecutivo, el presupuesto de gastos de administración de la
Nación, y aprobar o desechar anualmente la cuenta de inversión.

8. Acordar subsidios del Tesoro nacional a las provincias cuyas rentas no alcancen,
según sus presupuestos, a cubrir sus gastos ordinarios.

9. Reglamentar la navegación de los ríos, habilitar los puertos que considera


convenientes y crear y suprimir aduanas.

10. Adoptar un sistema uniforme de pesas y medidas para toda la Nación.

11. Dictar los códigos Civil, de Comercio, Penal, de Minería, Aeronáutico, Sanitario
y de Derecho Social, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales,
correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales según que
las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones; y
especialmente leyes generales para toda la Nación sobre naturalización y
ciudadanía, con arreglo al principio de la nacionalidad natural, así como sobre
bancarrotas, falsificación de la moneda corriente y documentos públicos del
Estado.

12. Reglar el comercio con las naciones extranjeras y de las provincias entre sí.

13. Ejercer una legislación exclusiva sobre los servicios públicos de propiedad de
la Nación, o explotados por los órganos industriales del Estado nacional, o que
liguen la Capital Federal o un territorio federal con una provincia, o dos provincias
entre sí, o un punto cualquiera del territorio de la Nación con un Estado
extranjero.
14. Arreglar definitivamente los límites del territorio de la Nación, fijar los de las
provincias, crear otras nuevas y determinar por una legislación especial la
organización, administración y gobierno que deben tener los territorios nacionales
que queden fuera de los límites que se asignen a las provincias, y establecer el
régimen de las aguas de los ríos interprovinciales y sus afluentes.

15. Proveer a la seguridad de las fronteras.

16. Proveer lo conducente a la prosperidad del país, a la higiene, moralidad, salud


pública y asistencia social, al adelanto y bienestar de todas las provincias y al
progreso de la ciencia, organizando la instrucción general y universitaria;
promover la industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales
navegables y el establecimiento de otros medios de transporte aéreo y terrestre;
la colonización de tierras de propiedad nacional y de las provenientes de la
extinción de latifundios, procurando el desarrollo de la pequeña propiedad agrícola
en explotación y la creación de nuevos centros poblados con las tierras, aguas y
servicios públicos que sean necesarios para asegurar la salud y el bienestar social
de sus habitantes; la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la
importación de capitales extranjeros y la exploración de los ríos interiores por
leyes protectoras de estos fines y por concesiones temporales de franquicias y
recompensas de estímulo.

17. Establecer tribunales inferiores a la Suprema Corte de Justicia; crear y


suprimir empleos, fijar sus atribuciones, dar pensiones, decretar honores y
conceder amnistías generales.

18. Admitir o desechar, reunidas ambas Cámaras en Asamblea, los motivos de


dimisión del presidente o vicepresidente de la República y declarar el caso de
proceder a una nueva elección.

19. Aprobar o desechar los tratados concluidos con las demás naciones, y los
concordatos con la Silla Apostólica; y arreglar el ejercicio del patronato en toda la
Nación.
20. Admitir en el territorio de la Nación otras órdenes religiosas o más de las
existentes.

21. Autorizar al Poder Ejecutivo para declarar la guerra o hacer

la paz.

22. Autorizar represalias y establecer reglamentos para las

presas.

23. Fijar las fuerzas armadas en tiempo de paz y de guerra; establecer


reglamentos y ordenanzas para el gobierno de dichas fuerzas y dictar leyes
especiales sobre expropiaciones y requisiciones en tiempo de guerra.

24. Permitir la introducción de fuerzas extranjeras en el territo-rio de la Nación y


la salida de las fuerzas nacionales fuera de el, excepto cuando tengan como
propósito razones de cortesía internacional. En este caso bastará la autorización
del Poder Ejecutivo.

25. Declarar en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación en caso de


conmoción interior y aprobar o suspender el estado de sitio declarado durante su
receso por el Poder Ejecutivo.

26. Ejercer una legislación exclusiva sobre todo el territorio de la Capital de la


Nación y en los demás lugares adquiridos por compra o cesión, en cualquiera de
las provincias, para establecer fortalezas, arsenales, aeródromos, almacenes u
otros establecimientos de servicios públicos o de utilidad nacional.

27. Hacer todas las leyes y reglamentos que sean convenientes para poner en
ejercicio los poderes antecedentes, y todos los otros concedidos por la presente
Constitución al gobierno de la Nación Argentina.
28. Sancionar el régimen impositivo del distrito federal y fijar por un año o por
períodos superiores, hasta un máximo de tres años, a propuesta del presidente de
la República, el presupuesto de gastos de su administración.

29. Dictar la ley para la elección de presidente, vicepresidente, senadores y


diputados.

Capítulo V

De la formación y sanción de las leyes

Art. 69 – Las leyes pueden tener principio en cualquiera de las Cámaras del
Congreso, por proyectos presentados por sus miembros o por el Poder Ejecutivo.

Art. 70 – Aprobado un proyecto de ley por la Cámara de su origen, pasa para su


discusión a la otra Cámara. Aprobado por ambas, pasa al Poder Ejecutivo de la
Nación para su examen; y si también obtiene su aprobación, lo promulga como
ley.

Art. 71 – Se reputa aprobado por el Poder Ejecutivo todo proyecto no devuelto en


el término de veinte días hábiles.

Art. 72 – Ningún proyecto de ley, desechado totalmente por una de las Cámaras,
podrá repetirse en las sesiones de aquel año. Pero si sólo fuese adicionado o
corregido por la Cámara revisora, volverá a la de su origen; y si en ésta se
aprobasen las adiciones o correcciones por mayoría absoluta de los miembros
presentes, pasará al Poder Ejecutivo de la Nación. Si las adiciones o correcciones
fueren rechazadas, volverá por segunda vez el proyecto a la Cámara revisora, y si
aquí fueren nuevamente sancionadas por una mayoría de las dos terceras partes
de sus miembros presentes, pasará el proyecto a la otra Cámara, y no se
entenderá que ésta reprueba dichas adiciones o correcciones si no concurre para
ello el voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes.

Art. 73 – Desechado totalmente un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con


sus objeciones a la Cámara de origen; ésta lo discute de nuevo, y si lo confirma
por mayoría de dos tercios de votos de los presentes, pasa otra vez a la Cámara
de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es ley
y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación.

Si el proyecto es desechado sólo en parte por el Poder Ejecutivo, vuelve


únicamente la parte desechada con sus objeciones, procediéndose en igual forma
que cuando el veto es total.

Las votaciones de ambas Cámaras serán en uno y otro caso nominales, por sí o
por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, cuanto las
objeciones del Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa. Si las
Cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las
sesiones de aquel año.

Art. 74 – En la sanción de las leyes se usará de esta fórmula: el Senado y Cámara


de Diputados de la Nación Argentina, reunidos en Congreso, sancionan con fuerza
de ley.

Sección Segunda

Del Poder Ejecutivo

Capítulo I

De su naturaleza y duración

Art. 75 – El Poder Ejecutivo de la Nación será desempeñado por un ciudadano con


el título de «Presidente de la Nación Argentina».

Art. 76 – En caso de enfermedad, ausencia del país, muerte, renuncia o


destitución del presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente
de la Nación. En caso de destitución, muerte, dimisión o inhabilidad del presidente
y vicepresidente de la Nación, el Congreso determinará qué funcionario público ha
de desempeñar la Presidencia hasta que haya cesado la causa de la inhabilidad o
un nuevo presidente sea elegido.
Art. 77 – Para ser elegido presidente o vicepresidente de la Nación, se requiere
haber nacido en el territorio argentino, pertenecer a la comunión Católica
Apostólica Romana, y las demás calidades exigidas para ser senador.

Art. 78 – El presidente y el vicepresidente duran en sus cargos seis años y pueden


ser reelegidos.

Art. 79 – El presidente de la Nación cesa en el poder el día mismo en que expira


su período de seis años sin que evento alguno que lo haya interrumpido pueda ser
motivo de que se le complete más tarde.

A.rt. 80 – El presidente y el vicepresidente disfrutan de un sueldo pagado por el


Tesoro de la Nación. Durante el mismo período no podrán ejercer otro empleo, ni
percibir ningún otro emolumento de la Nación ni de provincia alguna.

Art. 81 – Al tomar posesión de su cargo, el presidente y vicepresidente prestarán


juramento en manos del presidente del Senado, estando reunido el Congreso, en
los términos siguientes: «Yo, N.N. juro por Dios Nuestro Señor y estos Santos
Evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de presidente (o
vicepresidente) de la Nación, y observar y hacer observar fielmente la
Constitución de la Nación Argentina. Si así no lo hiciere, Dios y la Nación me lo
demanden».

Capítulo II

De la forma y tiempo de la elección del presidente

y vicepresidente de la Nación

Art. 82 – El presidente y el vicepresidente de la Nación serán elegidos


directamente por el pueblo y a simple pluralidad de sufragios, formando con este
fin las provincias, Capital Federal y territorios nacionales un distrito único. La
elección deberá efectuarse tres meses antes de terminar el período en ejercicio. El
escrutinio se realizará por el o los organismos que establezca la ley.
Capítulo III

Atribuciones del Poder Ejecutivo

Art. 83 – El presidente de la Nación tiene las siguientes atribuciones:

1. Es el jefe supremo de la Nación y tiene a su cargo la administración general del


país.

2. Expide las instrucciones y reglamentos que sean necesarios para la ejecución


de las leyes de la Nación, cuidando de no alterar su espíritu con excepciones
reglamentarias y ejerce la policía de los ríos interprovinciales para asegurar lo
dispuesto en el artículo 68, inciso 14.

3. Es el jefe inmediato y local de la Capital de la Nación, pudiendo delegar estas


funciones en la forma que determinen los reglamentos administrativos.

4. Participa en la formación de las leyes con arreglo a la Constitución y las


promulga.

5. Nombra los jueces de la Corte Suprema de Justicia y de los demás tribunales


inferiores de la Nación con acuerdo del Senado.

6. Puede indultar o conmutar las penas por delitos sujetos a la jurisdicción federal,
previo informe del tribunal correspondiente, excepto en los casos de acusación por
la Cámara de Diputados.

7. Concede jubilaciones, retiros, licencias y goce de montepíos conforme a las


leyes de la Nación.

8. Ejerce los derechos del patronato nacional en la presentación de obispos para


las iglesias catedrales, a propuesta en tema del Senado.
9. Concede el pase o retiene los decretos de los concilios, las bulas, breves y
rescriptos del Sumo Pontífice de Roma con acuerdo de la Suprema Corte,
requiriéndose una ley cuando contienen disposiciones generales y permanentes.

10. Nombra y remueve los embajadores y ministros plenipotenciarios con acuerdo


del Senado y por sí solo nombra y remueve los ministros del despacho, los
oficiales de sus secretarías, los agentes consulares y demás empleados de la
administración cuyo nombramiento no está reglado de otra manera por esta
Constitución.

11. Convoca e inaugura las sesiones del Congreso,

reunidas al efecto ambas Cámaras, para el 1° de mayo de cada año; da cuenta en


esta ocasión al Congreso del estado de la Nación, de las reformas prometidas por
la Constitución y recomienda a su consideración las medidas que juzgue
necesarias y convenientes.

12. Prorroga las sesiones ordinarias del Congreso o lo convoca a sesiones


extraordinarias cuando un grave interés de orden o de progreso lo requiera, y
convoca al Senado en el caso del artículo 56.

13. Hace recaudar las rentas de la Nación y decreta su inversión con arreglo a la
ley o presupuesto de gastos nacionales; hace sellar moneda, fija su valor y el de
las extranjeras.

14. Concluye y firma tratados de paz, de comercio, de navegación, de alianza, de


límites y de neutralidad, concordatos y otras negociaciones requeridas para el
mantenimiento de buenas relaciones con las potencias extranjeras, recibe sus
representantes y admite sus cónsules.

15. Es comandante en jefe de todas las fuerzas armadas de la Nación.

16. Provee los empleos militares de la Nación, con acuerdo del Senado, en la
concesión de los empleos o grados de oficiales superiores de las fuerzas armadas,
y por sí solo, en el campo de batalla.
17. Dispone de las fuerzas armadas y corre con su organización y distribución,
según las necesidades de la Nación.

18. Declara la guerra y concede cartas de represalia, con autorización y


aprobación del Congreso.

19. Declara en estado de sitio uno o varios puntos de la Nación en caso de ataque
exterior y por un término limitado, con acuerdo del Senado. En caso de conmoción
interior, sólo tiene esta facultad cuando el Congreso está en receso, porque es
atribución que corresponde a este cuerpo. Declara también el estado de
prevención y alarma en uno o varios puntos del país en caso de alteración del
orden público que amenace perturbar el normal desenvolvimiento de la vida o las
actividades primordiales de la población por un término limitado y da cuenta al
Congreso. El presidente ejerce estas atribuciones dentro de los límites prescritos
por el artículo 34.

20. Puede pedir a los jefes de todos los ramos y departamentos de la


administración, y por su conducto, a los demás empleados los informes que crea
convenientes, y ellos están obligados a darlo.

21. No puede ausentarse del territorio de la Nación sino con permiso del
Congreso. En el receso de éste, sólo podrá hacerlo sin licencia por graves objetos
de servicio público.

22. El presidente tendrá facultad para llenar las vacantes de los empleos que
requieran el acuerdo del Senado y que ocurran durante su receso por medio de
nombramientos en comisión, que deberán ir considerados en la legislatura
inmediata.

23. Provee lo conducente al ordenamiento y régimen de los servicios públicos a


que se refiere el inciso 13 del artículo 68.

Capítulo IV

De los ministros del Poder Ejecutivo


Art. 84 – El despacho de los negocios de la Nación estará a cargo de ministros
secretarios de Estado, quienes refrendarán y legalizarán los actos del presidente
de la Nación por medio de su firma, sin la cual carecen de eficacia. Por una ley de
la Nación, y a propuesta del Poder Ejecutivo, se determinará la denominación y los
ramos de los ministerios, así como la coordinación de los respectivos despachos.

Para ser ministro se requieren las mismas condiciones que para ser diputado y ser
argentino nativo. Los ministros estarán ampardos por las inmunidades que
otorgan a los miembros del Congreso los artículos 61 y 62 de la Constitución,

Gozarán por sus servicios de un sueldo establecido por la ley.

Art. 85 – Cada ministro es responsable de los actos que legaliza y solidariamente


de los que acuerda con sus colegas.

Art 86- Los ministros no pueden por sí solos, en ningún caso, tomar resoluciones,
a excepción en lo concerniente al régimen económico y administrativo de sus
respectivos departamentos.

Anualmente presentarán al presidente de la Nación la memoria detallada del


estado de los negocios de sus respectivos departamentos.

Art. 87 – No pueden ser senadores ni diputados sin hacer dimisión de sus empleos
de ministros.

Art. 88 – El presidente de la Nación y sus ministros tienen la facultad de concurrir


a las sesiones conjuntas o separadas de las Cámaras de Senadores y de
Diputados, informar ante ellas y tomar parte en los debates, sin voto.

Sección Tercera

Del Poder judicial

Capítulo I
De la naturaleza y duración

Art. 89 – El Poder Judicial de la Nación será ejercido por una Corte Suprema de
Justicia y por los demás tribunales inferiores que el Congreso estableciese en el
territorio de la Nación.

Art. 90 – En ningún caso el presidente de la Nación puede ejercer funciones


judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las
fenecidas.

Art. 91 – Los jueces de la Corte Suprema de Justicia y de los tribunales inferiores


de la Nación son inamovibles, y conservarán sus empleos mientras dure su buena
conducta. Recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley y
que no podrá ser disminuida, en manera alguna, mientras permanezcan en sus
funciones. Los jueces de los tribunales inferiores serán juzgados y removidos en la
forma que determine una ley especial, con sujeción a enjuiciamiento por los
propios miembros del Poder judicial.

Art. 92 – Para ser miembro de la Corte Suprema de justicia se requiere ser


argentino nativo, abogado graduado en universidad nacional, con diez años de
ejercicio y treinta años de edad.

Art. 93 – Los jueces de la Corte Suprema de justicia, al tomar posesión de sus


cargos, prestarán juramento ante el presidente de ésta de desempeñar sus
obligaciones administrando justicia bien y legalmente, y de conformidad con lo
que prescribe la Constitución.

Art. 94 – La Corte Suprema de justicia dictará su reglamento interno y económico


y nombrará sus empleados. Ejercerá superintendencia sobre los jueces y
tribunales que integran la justicia de la Nación.

En la Capital de la República, todos los tribunales tienen el mismo carácter


nacional.

Capítulo II
Atribuciones del Poder judicial

Art. 95 – Corresponde a la Corte Suprema de Justicia y a los tribunales inferiores


de la Nación el conocimiento y decisión de todas las causas que versen sobre
puntos regidos por la Constitución; por las leyes de la Nación, con la reserva
hecha en el inciso 11 del artículo 68, y por los tratados con las naciones
extranjeras; de las causas concernientes a embajadores, ministros
plenipotenciarios y cónsules extranjeros; de las de almirantazgo y jurisdicción
marítima y aeronáutica; de los asuntos en que la Nación sea parte; de las causas
que se substancien en la Capital Federal y en los lugares regidos por la legislación
del Congreso; de las que se susciten entre dos o más provincias, entre una
provincia y los vecinos de otra y entre la Nación o una provincia o sus vecinos con
un Estado extranjero.

La Corte Suprema de justicia, conocerá, como Tribunal de Casación, en la


interpretación e inteligencia de los códigos a que se refiere el inciso 11 del artículo
68.

La interpretación que la Corte Suprema de Justicia haga de los artículos de la


Constitución por recurso extraordinario, y de los códigos y leyes por recurso de
casación, será aplicada, obligatoriamente por los jueces y tribunales nacionales y
provinciales.

Una ley reglamentará el procedimiento para los recursos extraordinarios y de


casación y para obtener la revisión de la jurisprudencia.

Art. 96 – La Corte Suprema de Justicia conocerá originaria y exclusivamente en


las causas que se susciten entre la Nación o una provincia o sus vecinos con un
Estado extranjero; en las causas concernientes a embajadores, ministros
plenipotenciarios o cónsules extranjeros, y asimismo originaria y exclusivamente
en las causas entre la Nación y una o más provincias o de éstas entre sí.

Título Segundo

Gobiernos de Provincias
Art. 97 – Las provincias conservan todo el poder no delegado por esta
Constitución al Gobierno Federal, y el que expresamente se hayan reservado por
pactos especiales al tiempo de su incorporación.

Art. 98 – Se dan sus propias instituciones locales y se rigen por ellas. Eligen sus
gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia sin intervención
del Gobierno Federal.

Art. 99 – Cada provincia dicta su propia constitución conforme a lo dispuesto en el


artículo 50.

Art. 100 – Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de
administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común,
con conocimiento del Congreso Federal, y promover su industria, la inmigración, la
construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de
propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la
importación de capitales extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes
protectoras de estos fines y con sus recursos propios.

Art. 101 – Las provincias no ejercen el poder delegado a la Nación. No pueden


celebrar tratados parciales de carácter político ni expedir leyes sobre comercio o
navegación interior o exterior; ni establecer aduanas provinciales; ni acuñar
moneda; ni establecer bancos con facultad de emitir billetes sin autorización del
Congreso Federal; ni dictar los códigos a que se refiere el artículo 68, inciso 11,
después que el Congreso los haya sancionado; ni dictar especialmente leyes sobre
ciudadanía y naturalización, bancarrotas, falsificación de moneda o documentos
del Estado; ni establecer derechos de tonelaje; ni armar buques de guerra o
levantar ejércitos, salvo en el caso de invasión exterior o de un peligro tan
inminente que no admita dilación, de lo que dará cuenta al Gobiemo Federal; ni
nombrar o recibir agentes extranjeros; ni admitir nuevas órdenes religiosas.

Art. 102 – Ninguna provincia puede declarar ni hacer la guerra a otra provincia.
Sus quejas deben ser sometidas a la Corte Suprema de justicia y dirimidas por
ella. Sus hostilidades de hecho son actos de guerra civil, calificados de sedición o
asonada, que el Gobierno Federal debe sofocar y reprimir conforme a la ley.
Art. 103 – Los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno
Federal para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación.

Disposiciones Transitorias

1. Hasta tanto el Congreso sancione la ley orgánica de los ministerios, el despacho


de los negocios de la Nación estará a cargo de los siguientes departamentos:
Relaciones Exteriores; Defensa Nacional; Ejército; Marina; Aeronáutica; Economía;
Hacienda; Finanzas; Obras Públicas; Agricultura; Industria y Comercio; Trabajo y
Previsión; Transportes; Interior; Justicia; Educación; Salud Pública;
Comunicaciones; Asuntos Políticos; Asuntos Técnicos.

2. Esta Constitución entrará en vigencia a partir de la fecha de su publicación en el


Diario de Sesiones.

3. El presidente de la Nación jurará ante la Convención Nacional Constituyente


cumplir y hacer cumplir esta Constitución.

Los presidentes de las cámaras legislativas jurarán esta Constitución ante los
cuerpos respectivos en la primera sesión preparatoria del período legislativo
siguiente a la sanción de aquélla, y los miembros de cada cuerpo ante su
presidente.

El juramento que prescribe el artículo 32 de la Constitución deberá ser prestado


por todo ciudadano que se halle actualmente en el ejercicio de úna función
pública.

La falta de cumplimiento del juramento a que se refiere el presente artículo hará


cesar inmediatamente a aquel que se negara a hacerlo en el desempeño de su
mandato, función o empleo.

4. Durante el primer período legislativo siguiente a la sanción de la presente


disposición, deberá solicitarse nuevamente el acuerdo del Senado a que se
refieren los incisos 5 y 10 del artículo 83 de la Constitución Nacional y las leyes
especiales que exijan igual requisito.
5. Autorízase por esta única vez a las Legislaturas provinciales para reformar
totalmente sus constituciones respectivas, con el fin de adaptarlas a los principios,
declaraciones, derechos y garantías consagrados en esta Constitución.

A tal efecto, en las provincias con poder legislativo bicameral, ambas Cámaras
reunidas constituirán la Asamblea Constituyente, la que procederá a elegir sus
autoridades propias y a tomar sus decisiones por mayoría absoluta.

La reforma de las constituciones provinciales deberá efectuarse en el plazo de


noventa días a contar de la sanción presente, con la excepción de aquellas
provincias cuyo poder legislativo no se halle constituido, caso en el cual el plazo se
computará a partir de la fecha de su constitución.

6. A los efectos de unificar los mandatos legislativos cuya duración regla esta
Constitución, dispónese que los mandatos de los senadores y diputados nacionales
en ejercicio caducarán el 30 de abril de 1952.

El mandato de los senadores cuya elección se efectúe para llenar las vacantes de
los que concluyen el 30 de abril de 1949, expirará asimismo el 30 de abril de
1952. La elección correspondiente deberá realizarse por el procedimiento de
elección por las legislaturas, que establecía el artículo 46 de la Constitución.

Dada en la Sala de Sesiones de la Honorable Convención Nacional Constituyente,


en Buenos Aires, a los once días del mes de marzo del año míl novecientos
cuarenta y nueve.

Domingo A. Mercante, Presidente


Mario M. Goizueta, secretario
Bernardino H. Garaguso, secretario

ANECEDENTES REVOLUCION LIBERTADORA:


La autodenominada Revolución Libertadora fue uno de los seis gobiernos militares que
tomaron el poder en la Argentina entre 1930 y 1983, en lo que se conoció como el ciclo
golpe-elección, que postergó la consolidación de la democracia en Argentina hasta fines
del siglo XX. El ciclo comenzó con el golpe de Estado del 6 de septiembre de 1930 que
derrocó al presidente constitucional Hipólito Yrigoyen, líder de la Unión Cívica Radical que
había desarrollado la primera experiencia de gobierno democrático en Argentina a partir
de las elecciones de 1916, las primeras en realizarse con la Ley Sáenz Peña de 1912,
que estableció el sufragio secreto y obligatorio para todos los varones (la democracia
universal plena recién se alcanzaría en 1951, con el voto femenino). En ese período
fueron derrocados por golpes de Estado todos los gobiernos radicales (1930, 1962, 1966)
y peronistas (1955 y 1973). También fue derrocada la experiencia de
gobierno conservador-radical impuesta mediante elecciones fraudulentas, conocida
como Década infame (1930-1943). Los últimos alzamientos militares fueron las
sublevaciones carapintadas realizadas entre 1987 y 1990, durante los gobiernos
democráticos del radical Raúl Alfonsín y el peronista Carlos Menem.
El peronismo surgió entre 1943 y 1945, a partir de un amplio movimiento de base sindical,
que se caracterizó por un fuerte contenido social, conocido con el nombre
de peronismo o justicialismo, debido al énfasis puesto en la justicia social. En simultáneo,
se formó un amplio movimiento, el antiperonismo, integrado por la mayoría de los partidos
políticos existentes.
Las elecciones de 1946 fueron ganadas por el peronismo, que llevaba como candidato
a Juan Domingo Perón, en un hecho que sorprendió al Establishment.
La confrontación entre peronistas y antiperonistas caracterizó al gobierno de Juan
Domingo Perón. La designación como director de Correos y Telecomunicaciones
de Oscar Nicolini, conocido como amigo y protector de la familia de Eva Duarte provocó
en la oficialidad del Ejército un descontento que fue transmitido a Perón juntamente con el
pedido de renuncia de ese funcionario, por el jefe de la guarnición de Campo de Mayo
general Eduardo J. Ávalos, un integrante del GOU que era amigo íntimo de Perón, y
cuando Perón rechazó el pedido le invitó a reunirse con la oficialidad de Campo de Mayo,
a lo que accede Perón. El 8 de octubre se hace la reunión en la Secretaría de Guerra
asistiendo diez oficiales de Campo de mayo y una treintena -invitada por Perón- de otras
guarniciones cercanas a la Capital Federal. Perón habla en forma breve y seca, pide un
voto de confianza para su gestión diciendo que renunciará a sus cargos si no lo obtiene y
antes de retirarse para que deliberen con libertad, advierte a Ávalos que si la votación le
es favorable será él quien deberá pedir su retiro. En tanto se sucedían en Campo de
Mayo deliberaciones entre oficiales más jóvenes que continuaron al día siguiente. Ávalos
convenció a Farrell para que los escuchara en Campo de Mayo y finalmente accedió a
que un oficial partidario de Perón, el general Juan Pistarini le pidiera la renuncia a sus
cargos, la que se concretó el 9 de octubre. El 12 de octubre Perón fue detenido y llevado
a la Isla Martín García. En ese momento los líderes del movimiento opositor tuvieron el
país y el gobierno a su disposición. «Perón era un cadáver político»y el gobierno,
presidido formalmente por Farrel, estaba en realidad en manos del general Ávalos quien,
aunque miembro del GOU, sólo pretendía entregar el poder a los civiles lo antes posible.
Luego de una amplia movilización obrera el 17 de octubre de 1945 Perón fue liberado y
varios de sus partidarios ocuparon cargos en el nuevo gabinete. Pocos días antes de las
elecciones de 1946, la oposición también había preparado un golpe de Estado, que no
llegó a ponerse en march. Su gobierno enfrentó una dura oposición antiperonista que
incluyó actos terroristas a partir de abril de 1953, y connatos militares a partir de
septiembre de 1951. En general señalan su origen en las conspiraciones golpistas y los
actos terroristas antiperonistas, como el intento de golpe de Estado de 1951, el atentado
en la Plaza de Mayo del 15 de abril de 1953 que asesinó a seis manifestantes peronistas
e hirió a otros noventa, y el bombardeo de la Plaza de mayo de 1955, en el que fueron
asesinadas por sectores antiperonistas 308 personas identificadas.
En 1946 sectores ligados a la Sociedad Rural Argentina, la sección local de la UCR en
Corrientes y el Partido Liberal de Corrientes planearon un atentado contra su vida,
durante la campaña electoral que llevaría a Perón a la presidencia. El 3 de febrero de
1946, el diario ‘El Laborista‘ de Buenos Aires informaba que opositores políticos a Perón
ante la marcha por las calles de Goya se posicionaron sobre los techos con armas. Desde
un vehículo en el que viajaban los liberales Bernabé Marambio Ballesteros, Gerardo
Speroni, Juan Reynoldi y Ovidio Robar, dispararon con armas de fuego a la gente que
desde el puerto enterada de la noticia marchaba hacia el centro para repudiar el intento
de asesinato.
Uno de los primeros antecedentes del intento de golpe de Estado se produjo en la
madrugada del 28 de septiembre de 1951, cuando el capitán Alejandro Agustín Lanusse,
futuro presidente de facto, se apoderó de la puerta número 8 de Campo de Mayo y por
ella ingresaron Benjamín Andrés Menéndez y su estado mayor. A todo esto llegó el jefe
del C-8, teniente coronel Julio Cáceres, que recibió el apoyo de los suboficiales,
produciéndose un tiroteo en el cual cayó muerto el cabo Miguel Farina por las fuerzas
golpistas. De los treinta tanques solo pudieron movilizar a siete es probable que por
sabotaje de los suboficiales-, pero antes de llegar a la salida otros cinco tuvieron
desperfectos y debieron ser abandonados.
Perón fue informado por los servicios de inteligencia que el complot estaba encabezado
por el general, retirado del servicio desde 1942, Benjamín Andrés Menéndez, Julio
Alsogaray, Tomás Sánchez de Bustamante y Alejandro Agustín Lanusse. En un segundo
plano estaban los oficiales Larcher, Guglialmelli, Álzaga y el capitán de navío Vicente
Baroja. Menéndez convocó a una reunión secreta para transmitirles a referentes de la
oposición los pasos a seguir: asistieron Arturo Frondizi de la UCR, Américo
Ghioldi, Horacio Thedy, en representación de los Demócratas Progresistas, y Reynaldo
Pastor. Sin embargo, la intentona golpista fracasó pronto.
En 1953 el capitán de fragata Jorge Alfredo Bassi se embarcó en el rutinario viaje de
instrucción de la Flota de Mar, durante el cual tuvo la idea de atacar la Casa Rosada de la
misma manera en que los japoneses habían atacado Pearl Harbor. Mediante amigos
comunes solicitó a Eduardo Lonardi su ayuda pero este hizo caso omiso.
El 15 de abril de 1953 se produjo un ataque terrorista que consistió en la detonación de
dos bombas mientras se realizaba un acto sindical organizado por la Confederación
General del Trabajo (CGT) en la Plaza de Mayo (frente a la Casa de Gobierno). Como
resultado murieron seis personas y más de 90 quedaron heridas y 19 mutilados 17 en lo
que es considerado un primer ensayo del posterior bombardeo a Plaza de mayo de 1955
y del golpe de septiembre.
Luego del atentado de 1953 se reactivó la conspiración e incluso se elaboraron dentro de
la Marina planes que bajo la apariencia de ejercicios de guerra tenían como finalidad
prepararse para un futuro golpe.19 Tras el Golpe de Estado de 1955, que derrocó a Perón,
fueron amnistiados por la Revolución Libertadora.
Tan pronto se acallaron los ecos de las bombas detonadas en la Plaza de Mayo durante
abril de 1953 un grupo de capitanes de fragata y de corbeta elaboraron un plan para
capturar al Presidente en julio de 1954, en ocasión de su visita a la nave insignia de la
flota durante las ceremonias del Día de la Independencia, que terminó en fracaso.
Raúl Lamuraglia era un hombre de negocios que había financiado la campaña de la Unión
Democrática, que enfrentó en las elecciones de 1946 a la fórmula de Perón, a través de
millonarios cheques del Bank of New York que habían tenido como destino sostener el
Comité Nacional de la Unión Cívica Radical y a sus candidatos José P.
Tamborini y Enrique Mosca. En 1951, el empresario había aportado recursos para apoyar
la asonada fallida del general Benjamín Menéndez, lo que lo llevó a prisión, y tras salir en
libertad marchó al Uruguay. Gracias a su fortuna, compró un avión de combate en
Estados Unidos para bombardear la Plaza de Mayo y matar a Perón. Tripulado por un
aviador naval, Luis Baroja, el cazabombardero volaría hasta la Plaza de Mayo, en pleno
acto del peronismo, para ametrallar el balcón donde hablaría Perón. Lamuraglia se reunía
con referentes del Partido Colorado de Uruguay. Días antes, se encontró en secreto con
el presidente Batlle Berres y el empresario argentino Alberto Gainza Paz en su residencia
veraniega de Punta del Este, quienes le ofrecieron apoyos para el plan de magnicidio.
Instalado de nuevo en Buenos Aires, el empresario radical Lamuraglia ofreció su quinta
en Bella Vista para organizar la conspiración y se comprometió a financiar un futuro golpe.
En noviembre de 1954 se reunieron Bassi, Lamuraglia, Francisco Manrique, Néstor
Noriega, el excapitán del ejército Walter Viader, Carlos Bruzzone, el comandante de
tropas de la Fuerza Aérea Agustín de la Vega, y políticos opositores, entre ellos el político
radical Miguel Ángel Zavala Ortiz, el intelectual conservador Américo Ghioldi, Jaime
Mejía, Mario Amadeo y el abogado Luis María de Pablo Pardo, futuro Ministro del Interior
de Eduardo Lonardi, Adolfo Vicchi, futuro embajador ante Estados Unidos durante la
dictadura de Aramburu, y Alberto Benegas Lynch. Olivieri no solo admitió haber ordenado
disparar contra los civiles que rodeaban el alzado Ministerio de Marina (hoy edificio
Guardacostas, sede de la Prefectura Naval, en la Avenida Madero y Perón, entonces
Cangallo), sino que incluso ordenó disparar después de haber dispuesto un alto el fuego y
enarbolar la bandera blanca de parlamento. Al redactar sus memorias dos años más
tarde, Olivieri seguirá reivindicando haber ordenado disparar a los civiles.
El 16 de junio de 1955 un sector de la Aviación Naval bombardeó Buenos Aires causando
364 muertos (algunas versiones elevan esa cifra a 500) y un millar de heridos. Bajo la
cobertura de los ataques aéreos, las tropas de Argerich atacaron a los granaderos que
defendían la Casa Rosada. Los sublevados mataron a los conscriptos que los manejaban,
para que las tropas no llegaran al destino. Numerosos oficiales de la Marina a cargo de
naves se negaron a bombardear la destilería platense, incluidos dos comandantes que se
habían plegado al golpe.
En Buenos Aires, el 29 de agosto el diario La Época informaba que en el Barrio Norte,
residencial de clase alta, había sido desbaratada una organización de "pitucos" que
disponían de dinero, armas y autos en abundancia. Planeaban atentados y estaba
integrada por Emilio de Vedia y Mitre (h.), Mario Wernicke, Emilio Allende Posse, Carlos
Ocantos, Héctor López Cabanillas y Julio E. Morón.
Para principios de septiembre de 1955 la UCR había convocado a un acto en la Casa
Radical, donde repartieron armas en comités y en parroquias. Los comandos civiles
ultracatólicos (llamados “palomas”) convocaron a la acción armada. Previamente
negociaron un crédito con la Sociedad Rural Argentina para que financie actividades
desestabilizadoras, como sabotajes a la red eléctrica, a los cables de la empresa
telefónica Entel y disparos a las ruedas de camiones de bomberos y ambulancias; días
antes representantes de la UCR y comandos civiles viajaron a Uruguay, entrevistándose
con Emilio Eduardo Massera, Horacio Mayorga, Oscar Montes y Osvaldo Cacciatore.
En Córdoba se sucedieron atentados con bombas o incendios: contra seis unidades
básicas peronistas, la sede de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), de
la Confederación General Universitaria y un busto de Eva Perón en Unquillo.
Respecto a los motivos del golpe de Estado, el almirante Arturo Rial, uno de los Jefes de
la revuelta, diría semanas más tarde frente a representantes sindicales: «Sepan ustedes
que la Revolución Libertadora se hizo para que en este bendito país el hijo de barrendero
muera barrendero».

El golpe de Estado

El 16 de septiembre de 1955 se inició el golpe de Estado que derrocaría al presidente


constitucional Juan D. Perón, al Congreso de la Nación y a los gobernadores provinciales.
La sublevación se inició en Córdoba, fue liderada por el general Eduardo Lonardi y se
extendió hasta el 23 de septiembre. El 16 de septiembre de 1955, después de ingresar a
la Escuela de Artillería en Córdoba, Lonardi se dirige al dormitorio del jefe de la unidad, y
ante un amago de resistencia de este le descerrajó un balazo. La consigna era: hay que
ser brutales y proceder con la máxima energía. El golpe de Estado estaba en marcha.
Sáenz Quesada narra que en la Casa Radical entregaban armas cedidas por la Fuerza
Aérea para combatir a las fuerzas constitucionales.
Los mayores enfrentamientos se produjeron en Córdoba, donde hubo al menos 112
muertos. Allí, Lonardi atacó a la de Infantería, cuyos mandos no quisieron plegarse al
golpe y habían decidido defender el gobierno constitucional. El mismo Eduardo
Lonardi cometería el primer asesinato de la Revolución Libertadora al darle un tiro en la
cabeza al jefe de la Escuela de Artillería en Córdoba, por no sumarse a la sublevación.
Días después es el responsable de la represión el 17 de octubre de 1955 –y cuya
ejecución estuvo a cargo del general Raúl Justo Bengoa- donde tres tanques Sherman
ametrallan a una manifestación de alrededor de 5000 personas en Pavón y Centenario
Uruguayo, dejando muertos y heridos. El apoyo de la jerarquía católica fue decisivo. El
colegio católico San José de Córdoba se había convertido en un depósito de armas,
llegando a alamacenarse armas molotov en los dormitorios de los sacerdotes, y en los
sótanos del seminario mayor se hacían ejercicios de tiro con fusiles.
El 17 de septiembre de 1955, el pueblo de Río Colorado sufrió el primer bombardeo por
parte de las fuerzas militares que habían desatado el golpe. Ese día la infantería de
marina ocupó Bahía Blanca tras bombardear la ciudad, pero tropas leales al gobierno
marcharon sobre ella. También fue bombardeada por los golpistas Mar del Plata. El 18 de
septiembre, Policía de la Provincia de Buenos Aires y el regimiento 7 de Infantería
derrotaron a la sublevada Escuela Naval de Río Santiago.
El 19 de septiembre fueron acorraladas las tropas golpistas de Córdoba en el centro de la
ciudad y su comando operativo en el Cabildo de dicha ciudad estuvo a punto de ser
tomado por asalto por parte del General Miguel Iñíguez y su tropa.
Cuando el golpe parecía fracasar se dieron dos factores: una parte de la Escuadra de Mar
a cargo de Isaac Rojas llegó a la altura de Pontón Escalada y lanzó su ultimátum: si Perón
no renunciaba, bombardearían la ciudad de Buenos Aires y la destilería de petróleo de La
Plata. Para demostrar su decisión, ordenó el bombardeo de la destilería de Mar del Plata,
destruyéndola. El crucero 17 de Octubre abrió fuego desde una distancia de 9000 metros
que dio en los depósitos de combustible del puerto, que estallaron y se incendiaron,
disparando 69 proyectiles, que los destruyeron por completo. Tras esa demostración de
fuerza, la Armada golpista hizo conocer su ultimátum para que Perón renuncie. A partir de
ese momento, «comandos civiles» comienzan a actuar realizando actos de terrorismo.
Todo ello presagiaba que aun con un descontado triunfo militar por parte del Gobierno
constitucional, se abría la posibilidad del desarrollo de una guerra civil. Evitando ello
renunció Perón y transfirió el mando a una junta militar.
En ese momento, la sociedad marplatense se encontraba dividida en dos fuerzas
sociales, la peronista y la antiperonista. Dentro de la primera se encontraban la mayoría
del movimiento obrero organizado, los cuadros políticos del PP local, el círculo del puerto
del Partido Comunista local, el Partido Socialista Revolución Nacional regional Mar del
Plata, el grueso de los efectivos de la policía y algunos soldados del ejército. Por parte de
los antiperonistas en primera línea estuvieron el PS local, la Unión Cívica Radical local, el
Partido Laborista marplatense, el Centro Universitario Marplatense (CUM), la UOL, la
Casa del Pueblo, la Armada, la Federación Libertaria Argentina filial Mar del Plata, la
UCIP, el Club Español, entre otros.
En el marco del conflicto entre Perón y la Iglesia, por resolución ministerial las hermanas
Franciscanas fueron desplazadas del asilo Unzué, siendo remplazadas por personal civil.
No transcurrieron dos semanas, cuando el 13 de junio se realizó un acto de repudio
popular en la plaza Eva Perón con el intento de desagraviar la bandera nacional y la
memoria de Eva Perón, el cual tuvo amplias proporciones. En la Escuela Antiaérea se
realizó otro acto de las mismas características. Tres días más tarde, cuando estaba
siendo bombardeada la Plaza de Mayo, el gobierno municipal exhortó al pueblo a reunirse
en Plaza San Martín y permanecer hasta que Perón rectificara la decisión de renunciar a
la presidencia, mientras tanto, cerca de 500 obreros de la CGT regional Mar del Plata
viajaron a la Capital Federal con motivo de la concentración en plaza de Mayo. Desde el
campo golpista, el general Lucero, al momento de producirse el bombardeo en la Capital,
ordenó a las guarniciones de Tandil, Azul y Mar del Plata 30 que avanzaran sobre la base
naval de esta última ciudad y se apoderaran de ella. A su vez, la compañía N.º 7 de
infantería de la marina sublevada, bajo las órdenes del jefe de la base naval capitán de
navío César Poch, se dirigió hacia el aeropuerto de Camet para embarcarse en dos
aviones que los trasladarían a Buenos Aires. Al llegar a las proximidades del aeropuerto
observaron que las instalaciones estaban custodiadas por efectivos del ejército con el
objetivo de impedir que se acercasen. Ante este hecho el jefe de la compañía, el teniente
de navío José Antonio de Urquiza, intentó persuadir a los oficiales del ejército que
estaban a cargo de la defensa del lugar. Ante la negativa de éstos se dispusieron para
iniciar el combate que no llegó a desatarse debido a la noticia del fracaso del golpe en la
Capital.
En 2017, el Archivo Nacional de la Memoria concluyó una investigación sobre la cantidad
de personas muertas en el golpe, documentando al menos 156 víctimas fatales.
El primer muerto fue un suboficial de la Policía Federal asesinado en la madrugada del 16
por un grupo de civiles ligados al radicalismo en el barrio de Belgrano. Según consta en el
acta de defunción, fue asesinado por un comando civil como los que integraba Mariano
Grondona
En Córdoba, la mayor cantidad de muertos se produjo en el ataque del ejército golpista a
la Jefatura de Policía legalista. En el Río de La Plata, 6 de los muertos fueron producto del
bombardeo de la Armada al barrio Campamento de Ensenada, dos soldados del
Regimiento 7 de La Plata legalista, dos policías de la provincia de Buenos Aires que
enfrentaron junto con los vecinos a los marinos golpistas, un dirigente ferroviario que se
quedó a atender a los soldados y otro vecino que murió horas después. También hubo 28
muertos en Buenos Aires, capital y provincia; 16 en Ensenada, y 5 en Santa Fe, de los
cuales 4 eran de Rosario y uno de Reconquista. Otras fuentes indican que los golpistas se
cobraron alrededor de 2000 víctimas fatales.
El golpe contó con el apoyo activo de Comandos civiles, de un sector de la Iglesia
católica que hizo de nexo entre Lonardi y los comandos civiles, y el Reino Unido, que
mostró una fuerte hostilidad al gobierno de Juan D. Perón y financió el golpe de
septiembre, proveyendo dinero, armamento y combustible a las fuerzas golpistas.
También apoyaron el golpe algunos partidos políticos, como la Unión Cívica Radical. El
santo y seña de los conspiradores fue "Dios es justo".
“Dentro de los llamados gorilas, los comandos civiles ocuparon un espacio central”.
Después del golpe de septiembre de 1955 “en acciones paramilitares o parapoliciales (…)
ocuparon sindicatos y oficiaron de rompehuelgas”.
El 20 de septiembre, Lonardi se autoproclama desde Córdoba "Presidente provisional de
la Nación", disponiendo como sede del nuevo gobierno a la provincia de Córdoba, hasta
su traslado a la Capital Federal. El 23 de septiembre de 1955 se hizo cargo de la suma
del poder público. La banda presidencial le fue entregada por el cardenal rosarino Antonio
Caggiano, quien también firmó el acta de toma del poder. 36 Sus primeras medidas fueron
disolver el Poder Legislativo, derrocar a los miembros de la Corte Suprema de Justicia y a
todos los gobernadores y legislaturas provinciales y hacerse cargo de los poderes
legislativo y ejecutivo, atribuyéndose el título de "Presidente". En los días siguientes
nombraría por decreto a los miembros de la Corte Suprema y a los interventores de las
provincias.
Lonardi sería quien cometió el primer asesinato de la dictadura al darle un tiro en la
cabeza al jefe de la Escuela de Artillería en Córdoba, por no sumarse a la sublevación.
Días después es el responsable de la represión el 17 de octubre de 1955 –y cuya
ejecución estuvo a cargo del general Raúl Justo Bengoa- donde tres
tanques Sherman ametrallan a una manifestación de alrededor de 5000 personas en
Pavón y Centenario Uruguayo, dejando muertos y heridos.

Primeros levantamientos de resistencia


El 16 de septiembre de 1955, apenas iniciado el golpe contra el gobierno constitucional,
aparecieron focos de resistencia en Rosario, que durante 7 días soportaron el asedio de
los golpistas. El general Bengoa, con refuerzos militares, armamento y municiones
suficientes, sitia a la ciudad provocando una guerra civil en Rosario. Sitiados, sin
alimentos y sin armamento, las fuerzas leales a Perón, el Regimiento Militar II de
Infantería de Rosario junto a los trabajadores del cordón industrial, avanza sobre los
sectores golpistas. Allí la resistencia peronista fue una de las más activas. Tenía una base
social amplia. En Rosario, el golpe y la posterior represión se cobró más de 400 muertos
entre niños, mujeres y hombres de distintas edades, además de cientos de heridos. 38
Rosario, no bien se dio el golpe de Estado, fue uno de los lugares más resistentes: ese
día, obreros del puerto, de la zona sur, de los mataderos con sus caballos, del frigorífico
Swift, estibadores, las mujeres con el pecho desnudo, la ciudad es prácticamente tomada
por el pueblo peronista. Levantaron barricadas en las calles, en las esquinas y cortaron el
tránsito.
Con resistencias en Rosario, Mar del Plata, Tucumán y en el conurbano bonaerense,
Lonardi se autoproclama Presidente Provisional en Córdoba. Ante el golpe militar, el norte
de la Patagonia también intentó una resistencia. En septiembre de 1955 fuerzas de la
guarnición militar de Esquel, Neuquén y Bariloche convergieron hacia Bahía Blanca para
ayudar al regimiento V de Infantería a reconquistar la plaza. Las fuerzas que salieron de
Neuquén fueron detenidas en Río Colorado y las que provenían de Bariloche y Esquel
en Stroeder (provincia de Buenos Aires).
En tanto, en Mar del Plata en las primeras horas del golpe hubo incidentes, como la
irrupción de partidarios del golpe en el local de la CGT, donde destruyeron distintivos y
documentación, para luego sacar todos los muebles a la calle y quemarlos en una gran
hoguera en medio de la calle Catamarca (Incendio de locales peronistas de 1955).
La misma suerte corrieron el local del consejo de distrito del Partido Peronista, en la calle
Mitre, varias unidades básicas masculinas y femeninas, el Centro de Empleados de
Comercio, locales de gremios y la delegación del ministerio de Trabajo y Previsión.

Dictadura de Eduardo Lonardi

El General de División Eduardo Lonardi el día que asume el poder en 1955.

Cuando Eduardo Lonardi llegó a Buenos Aires para hacerse cargo del gobierno


provisional, los comandos armados realizaban misiones de protección en el Aeroparque,
donde tomó tierra en un DC3 que lo trajo de Córdoba y recorrió en la Costanera y la avda.
Leandro Alem, en su camino a la Casa Rosada, acompañado de Isaac Rojas. El 21 de
septiembre las fuerzas armadas recibieron desde Córdoba, la orden de eliminar ese foco
de resistencia en el corazón de la city porteña y avanzaron sobre él con cañones y dos
tanques Sherman, enviando un emisario para que se rindieran. Los cañones y los tanques
dispararon y unos cincuenta hombres, encabezados por Guillermo Patricio Kelly, se
rindieron. Los que quedaron dentro murieron bajo los escombros del edificio de tres pisos,
destruido a cañonazos. Se ignora el número de muertos que algunos elevan a más de
400.
Eduardo Lonardi gobernó 52 días manteniendo algunos algunas políticas precedentes
que se habían gestado durante el gobierno constitucional de Juan Domingo Perón.
Durante sus primeros días grupos de choque denominados Comandos Civiles habían
ocupado por la fuerza una cantidad considerable de locales sindicales. Entre ellos se
encontraban los locales de la Asociación Bancaria, la Federación Gráfica, La
Confederación de Empleados de Comercio, la Fraternidad, el SUPE, la Unión Ferroviaria,
entre otros.39
Lonardi padecía un cáncer cuyos síntomas ya eran notables al comienzo del golpe y que
finalizaría con su vida en marzo del año siguiente. 40 Representaba una fracción de las
fuerzas armadas, de orientación nacionalista católica, que tenía como objetivo derrocar a
Perón y excluirlo de la vida nacional, así como impedir que el peronismo volviera al poder.
Lonardi liberó de la cárcel a Benjamín Menéndez y también liberó y nombró como Jefe de
Granaderos a Agustín Lanusse. Lonardi fue derrocado por el sector liberal de los
golpistas.
El gobierno militar de Lonardi clausuró el Congreso de la Nación, dejó cesante por
Decreto 415 del 6 de octubre de 1955 a todos los jueces de la Corte Suprema de Justicia,
por primera vez desde su organización, la Corte era renovada sin el procedimiento
constitucional. Desaparecía el respeto por los pasos constitucionales y los gobiernos
militares o civiles que se sucederían apelarían a toda clase de violación de tales normas
para cambiar los jueces de la Corte e incluso los de instancias inferiores. De esta manera,
la independencia y la inamovilidad de los jueces desapareció. Paralelamente fue removido
el procurador vía decreto y del mismo modo fue nombrado procurador general por
Decreto N.º 415 del 6 de octubre de 1955 Sebastían Soler cuyo antiperonismo puso de
manifiesto en varios dictámenes.41El golpe de 1955 produjo la suspensión del Estado de
derecho, de las actividades políticas, partidarias y gremiales y el cese de todos los
mandatos electivos. En las provincias los gobiernos fueron intervenidos y de modo similar
se procedió con los municipios. La CGT fue intervenida y robaron de su sede el cadáver
de Eva Duarte. Se inició juicio de traición a la patria contra Perón y a todos los
legisladores peronistas.42
En materia universitaria la primera norma fue el Decreto 1339 del 30 de septiembre de
1955 a la semana de tomar el poder, en él se decreta la intervención de la Universidad de
Buenos Aires y el resto de las universidades nacionales, deroga las leyes 13031 y 14297,
y confiere al Interventor en la Universidad de Buenos Aires, y a los Delegados
Interventores, las facultades del Rector, Decano y respectivos Consejos que quedan
suprimidos. El 7 de octubre de 1955, se dicta el Decreto 47812, consecuencia del anterior,
por el cual se pone “en comisión” a todo el Claustro de Profesores de la Universidad. Con
el artículo 3 de dicho decreto se abre paso a las nuevas designaciones de forma arbitraria
eliminando los concursos docentes y se faculta a los Interventores en las universidades a
designar, a propuesta de los Delegados Interventores de cada unidad académica,
profesores titulares, adjuntos o auxiliares, con carácter interino. También se obliga que: "
Quienes fueron cómplices en esa tarea de subvertir la función de la cátedra o expresaron
públicamente, o desde la Universidad, o desde cargos públicos, su adhesión a (el
gobierno constitucional depuesto), carecen de autoridad moral necesaria para
desempeñar funciones de profesor universitario”.
Adoptó una política económica que favorecía a los sectores exportadores agropecuarios y
financieros. También prohibió el sindicalismo y asociaciones gremiales, en las fábricas se
impuso una férrea disciplina laboral que junto con la intervención militar en los sindicatos
Buscaba un fuerte disciplinamiento de la clase obrera. Los países compradores de las
exportaciones argentinas estaban aplicando prácticas restrictivas. Se registraron déficits
en el balance de pagos constantes entre 1955 y 1958, las reservas declinaron y se
acumularon las deudas comerciales, la balanza de pagos comenzó a ser deficitaria
seriamente. El deterioro de los salarios para detener el incremento de los precios, y la
alarmante situación inflacionaria provocarían tensiones sociales. 43
Su lema fue «ni vencedores ni vencidos», tomada de Justo José de Urquiza,44 una de las
frases políticas más famosas de la historia argentina. 4546A las cinco y media de la tarde del
11 de noviembre, los obispos Antonio Caggiano y Fermín Emilio Lafitte visitaron a
Lonardi. La Conferencia Episcopal agradeció la exención impositiva que decretó Lonardi
para las escuelas católicas como gentileza por el apoyo de la cúpula eclesiástica al golpe
de Estado de septiembre. Fueron clausuradas publicaciones como la revista "De Frente" y
el periódico Palabra Argentina.
Lonardi era un militar que había tenido una controvertida actuación, fue agregado Militar
en Chile en 1942 donde se vio envuelto en un caso de espionaje que lo llevó a estar
detenido en aquel país. En Chile en 1942 mantuvo vínculos con el empresario germano
August Siebrecht, presidente del Club Alemán. Siebrecht le proporcionaba un canal con
los círculos nazismo y con el capitán Gerardo Ilabaca. El 2 de abril de 1938, el capitán
llegó a las oficinas del pasaje Matte, donde esperaban Lonardi y su amante Ana María
Cormack. Ilabaca entregó los documentos y reclamó el dinero acordado. Cuando
Cormack salía a buscar el dinero a cambio de la información, la policía de Investigaciones
ingresó a la oficina, allanó el departamento y detuvo a los espías. Los diarios chilenos del
día siguiente informaban que en el lugar se había encontrado un maletín lleno de dinero.
Lonardi fue llevado a la penitenciaría de Santiago, y fue discretamente puesto en la
frontera y deportado del país por orden directa del presidente Arturo Alessandri. Cuando
se conocieron los hechos, el embajador Quintana y la cancillería prometieron que Lonardi
sería castigado. Al llegar a Buenos Aires, el oficial Lonardi fue detenido y permaneció
durante 15 días bajo arresto en el Hotel Savoy, a la espera de que se le formara un
consejo de guerra. Mercedes Villada Achával, esposa de Lonardi, miembro de una
aristocrática familia de Córdoba, vinculada con obispos y militares, movilizó todas sus
influencias para evitarle el procesamiento. Lo salvó de la destitución y de la baja
deshonrosa gracias a un generoso donativo.47 Lonardi participó en el golpe de 1943 y en
el intento de golpe contra Juan Domingo Perón de 1951, tras lo cual fue pasado a retiro.
Los interventores nombrados para reemplazar a los gobernadores provinciales electos
depuestos recibieron una ampliación de facultades que les permitió actuar sin consulta
previa en cuestiones vinculadas con los fines revolucionarios, el régimen constitucional,
municipal, impositivo y legislativo, y acumulando en sus personas los poderes legislativo,
judicial y ejecutivo.48 Este constructo entre la legalidad avasallada -la Constitución
Nacional- y la ilegalidad imperante -la proclama revolucionaria- constituye un rasgo
peculiar del gobierno de facto (Spinelli, 2005).
Por primera vez desde su organización, la Corte Suprema era renovada sin el
procedimiento constitucional, desaparecía el respeto por los pasos constitucionales y los
gobiernos militares o civiles que se sucederían apelarían a toda clase de violación de
tales normas para cambiar los jueces de la Corte e incluso los de instancias inferiores. De
esta manera, la independencia y la inamovilidad de los jueces desapareció. Por el decreto
citado de Lonardi y su elenco del ministerio de Justicia, fueron removidos todos los jueces
supremos.49
El gobierno militar formó 60 comisiones investigadoras, con amplias facultades, el grado
de discrecionalidad y poder atribuido a los comandos civiles antiperonistas y a las
comisiones investigadoras dio como resultado miles cesantías, encarcelamiento,
procesamiento de funcionarios y allegados. Hasta se llegó a sancionar a la Selección
Argentina de Básquetbol que había logrado el campeonato mundial de 1950, y que luego
pasó 30 años sin obtener títulos.50 Entre las facultades que recibieron se hallaban la
posibilidad de detener personas, allanamiento y secuestro de la documentación sin
autorización de ningún juez, bloqueo de bienes , traslado de detenidos , ocupación de
viviendas de sospechosos de simpatías con el peronismo, expropiación de bienes, etc.
Estas comisiones quedaron mayormente en manos de las agrupaciones políticas como la
UCR, impulsora de denuncias. Las comisiones instaban a la población mediante
comunicados de prensa, audiciones radiales y bajo amenaza de detención a los
ciudadanos de cada ciudad a denunciar a sus vecinos, colegas, empleados o patrones
que adherían al peronismo. La mayor parte de las consecuencias recayeron sobre los
municipios, policía, escuelas, sindicatos y centros de asistencia. Los medios de prensa
también fueron perseguidos por estas comisiones y sus brazos parapoliciales, los
comandos civiles. Se indicó a los directores de establecimientos escolares secundarios y
a los profesores universitarios que entregaran listas con estudiantes simpatizantes del
peronismo o que indicaran de cualquier discurso que pudiera ser tildado de peronista
durante la asistencia a clases.
Las autoridades militares colaboraron activamente en la represión mediante la creación de
comandos civiles, que actuaban como grupos de choque en apoyo al gobierno de facto, a
los que pusieron bajo su dependencia a las policías locales cuyo objetivo delatar y
castigar a simpatizantes del peronismo, que fueron organizados siguiendo el modelo de
las Einsatzgruppen y las Organizzazione per la Vigilanza e la Repressione
dell'Antifascismo. El radicalismo aceptó integrar las comisiones investigadoras junto con
sectores del partido Demócrata Nacional.51 Opina la historiadora Martha Ruffini que" La
fiebre de denuncias y delaciones se advierte en la documentación relevada que da cuenta
de un espíritu revanchista, temeroso del resurgimiento de la hegemonía peronista pero
complaciente con el gobierno de facto" Los soportes financieros para las actividades de
tales organizaciones también se emparentan en sectores agropecuarios y financieros. Los
soportes técnicos militares y logísticos fueron proporcionados en su mayoría por sectores
de las Fuerzas Armadas y de Seguridad.
Durante su dictadura se entonara la Marcha de la Libertad, cuya letra y musicalización
corresponde Manuel Rodríguez Ocampo y Manuel Gómez Carrillo (h)— quienes la
compusieron justo después del 16 de junio, con un tono reminiscente del himno
franquista Cara al sol.
Asesinato de Manuel Chaves y violación de su esposa
La noche del 22 de septiembre de 1955, menos de una semana después del golpe, un
comando militar integrado por marinos y un comando civiles antiperonistas de la UCR
irrumpió en la casa del secretario general de ATE y la CGT en la localidad bonaerense
de Azul, Manuel Chaves, derribando la puerta. Tras allanar el domicilio, los hombres que
integraban el comando civil, por miembros del comité de la UCR de Recoleta, violaron a la
esposa de Chaves, bajo la atenta mirada de los marinos quienes no intervinieron, excepto
para golpear a Chaves cuando intentó defender a su esposa, hasta dejarlo inconsciente.
Cometida la violación los civiles radicales procedieron a intentar violar a la pequeña hija
de Chaves, Merceditas, de 4 años de edad, pero ante los gritos de la niña que alertó a los
vecinos desistieron. Tras el allanamiento y la violación mataron de una ráfaga de
ametralladora al dirigente sindical delante de su mujer y sus cuatro hijos.
Represión
El 1 de noviembre la Marina ocupó el Ministerio de Trabajo con el fin de desencadenar la
represión de los sindicalistas peronistas. Cerruti Costa resiste la presión y logra, con
apoyo de Lonardi, un nuevo pacto con la CGT, por el cual vuelven a ser reconocidas las
autoridades de la central sindical y se decide designar de común acuerdo a los
interventores sindicales que procederían a la normalización. 56 un conjunto con los grupos
de choque denominados Comandos Civiles habían ocupado por la fuerza una cantidad
considerable de locales sindicales. Entre ellos se encontraban los locales de la Asociación
Bancaria, la Federación Gráfica, La Confederación de Empleados de Comercio, la
Fraternidad, el SUPE, la Unión Ferroviaria, entre otros, provistos con armas de la
Marina.57
Su gobierno de facto estuvo teñido por las persecuciones al peronismo, que sin ser tan
acentuado como el que le siguió con Aramburu, ponía en evidencia su debilidad para
controlar a los sectores más antiperonistas que se lanzaron a ocupar espacios en todos
los niveles, ingresando a punta de pistola en locales partidarios, sindicatos y
universidades. Además se procedió en encarcelar e interrogar a miles de dirigentes
peronistas y sindicales, mientras sus hogares eran allanados. La hija del general Lonardi
señala al coronel Carlos Eugenio Moori Koenig como el cabecilla de los comandos civiles
que actuaron como fuerza parapolicial organizada, en todos los ataques sufridos por
locales peronistas y sindicatos, además ese militar fue el que cumplió la misión de ultrajar
el cadáver de Eva Perón.58 En tanto la familia de Evita fue perseguida y los Duarte se
exiliaron en Chile y regresaron recién en 1962. 59
La Confederación General Económica (CGE) fue intervenida por Lonardi. Fue declarada
ilegal e intervenida militarmente. Para el 30 de septiembre de 1955, se había ocupado
numerosos sindicatos, como la Federación Gráfica, la Unión Ferroviaria, la UTA, la
Asociación Bancaria, el SUPA (portuarios), entre otros. Frente a la inacción del gobierno
para frenar estas ocupaciones ilegales por parte de comandos armados, la CGT pidió una
reunión de urgencia con Lonardi.60
Lonardi sería acusado por limitar la libertad de prensa, condenado la imposición de la
uniformidad de la prensa, agravado por la presencia de «veedores» en algunos de ellos,
negándose por su conducto todo principio de libertad aplicado a la prensa. También
habilitó la prohibición explícita e implícita de determinadas informaciones es una
consecuencia natural aunque vergonzosa de la intervención de las empresas, 61 el
dirigente radical Carlos Walter Perkins, colaborador civil de Lonardi declaró: «A todos los
que atacan una revolución que ha venido a restablecer la libertad de palabra, yo les
cortaría la lengua»
Después de septiembre de 1955 se procede a la expulsión de los empleados identificados
con el peronismo. La Asociación Bancaria fue intervenida y puesta bajo la dirección de
César Gonzálezg. Fue una de las tantas intervenciones de facto realizadas por los
comandos antiperonistas munidos de armas largas. El asalto tuvo lugar el 4 de octubre.
Empleados de distintas extracciones organizaron una asamblea de 1957 a la que
asistieron más de mil personas. Visto el poder de la convocatoria decidieron tomar la sede
de la Asociación Bancaria, expulsar a la intervención y designar una Mesa Coordinadora.
La dictadura militar había decretado un aumento salarial para los bancarios, pero el
proceso inflacionario de una tasa anual superior al 25% fue erosionando la capacidad de
compra.62
En tanto el peronismo intentó maniobrar aprovechando las diferencias entre ambas
corrientes militares, para obtener ventajas y ganar tiempo para reorganizarse alrededor
del movimiento sindical. Por esa razón ese momento fue conocido como la entente
cordiale.63
El 5 de octubre de 1955 la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT)
renunció asumiendo la dirección provisoria Andrés Framini y Luis Natalini de Luz y
Fuerza.64
La CGT aumentó su presión sobre el gobierno para que se abstuviera de intervenir en la
situación interna de los sindicatos, buscando imponer direcciones no peronistas y
antiperonistas. El 26 de octubre, en una reunión con el Ministro de Trabajo Luis Cerruti
Costa, La CGT le exigió dejar de apoyar a los grupos opositores, bajo amenaza de
declarar una huelga general.56 Cerruti Costa entonces rechaza la exigencia sindical y, dos
días después establece nuevas reglas para la "normalización sindical" que, en los hechos,
dejaban sin efecto el acta firmada con la CGT. Las nuevas reglas establecían la
caducidad de los mandatos de los dirigentes de la CGT y los sindicatos, y el llamado a
elecciones controladas por las Fuerzas Armadas.56 Ante ello los sectores liberales del
régimen militar se movieron para obtener mayor poder.cr
Al día siguiente de asumir la dirección de la CGT, Framini y Natalini firmaron un pacto
formal con el ministro Cerruti Costa, por el cual el gobierno reconocía a las autoridades de
la CGT y se comprometía a designar interventores imparciales en los sindicatos, donde se
deberían realizar elecciones democráticas en 120 días. 56 Por su parte, la CGT aceptó la
eliminación del preámbulo del estatuto donde se adoptaba la doctrina peronista y la
eliminación del 17 de octubre como feriado. 56Durante su gestión un los grupos de choque
denominados Comandos Civiles habían ocupado por la fuerza una cantidad considerable
de locales sindicales. Entre ellos se encontraban los locales de la Asociación Bancaria, la
Federación Gráfica, La Confederación de Empleados de Comercio, la Fraternidad, el
SUPE, la Unión Ferroviaria, entre otros, provistos con armas de la Marina. 65
A fines de septiembre se reabrió la Cárcel de Ushuaia de la Armada Argentina, que en
1947, durante el gobierno de Juan D. Perón, el penal fue clausurado por su entonces
director Roberto Pettinato (padre) por razones humanitarias. Más de 2 mil dirigentes
peronistas volvieron serían prisioneros políticos en el penal, entre ellos los sindicalistas
Andrés Framini y José Espejo (titular de la CGT en la década peronista), además de
Héctor J. Cámpora.
Sobre esta etapa se producirá una persecución muy violenta a la clase trabajadora. Eso
implica la intervención de todos los sindicatos, que lleva a que los sectores más
antiperonistas y reaccionarios a través de lo que se llamaban los comandos civiles
coparan a punta de pistola los sindicatos y trataran por todos los medios de poner gente
adicta como interventores. Eso generará una gran resistencia que poco a poco se va
conformando.66 El coronel Raimundez asumía como interventor administrativo de la CGT.
Mientras tanto, diversos gremios serán asaltados y ocupados por el sindicalismo "libre",
con el apoyo de los comandos civiles y fuerzas de la marina. A principios de octubre había
comenzado sus funciones la Comisión Nacional de Investigaciones, destinada a
esclarecer los supuestos delitos del régimen derrocado. Carente de facultades legítimas,
ese organismo disponía allanamientos de domicilios y arrestos.
Es saqueada la Escuela de Enfermeras 7 de mayo perteneciente a la Fundación Eva
Perón, que entre 1947 y 1955 formó a 858 enfermeras y 430 especialistas. Las
enfermeras fueron perseguidas con saña y crueldad. Allanaron sus casas, quemaron sus
uniformes, destruyeron sus libros y apuntes. Se destruyeron los legajos de los hospitales
con las historias clínicas de los pacientes. A los enfermos mentales los sacaron a
empujones de los hospitales, los arrastraron hasta una ruta y los fusilaron. Por lo demás,
todo lo que tuviera que ver con la Fundación fue destruido. De los hospitales, los vándalos
de los Comandos Civiles robaron lo que pudieron y lo que no, lo rompieron: vajillas,
nebulizadores, aparatos de presión, entre otros objetos. 67
Una abogada antiperonista fue nombrada interventora del Hogar Escuela de San Juan.
Decidió convertirlo en una agencia de empleo. Así las niñas internas debían trabajar como
mucamas en las casas de sus amigas. Las asistentes sociales protestaron y desde el
patio las niñas gritaron,”¡Queremos que vuelva Perón!” (Clarín, 7 de agosto de 2006,
“Hogar Escuela de San Juan”).
En 1947, bajo la presidencia de Juan Domingo Perón se ordenó la construcción del
complejo turístico en Chapadmalal, consistente en un conjunto de edificios y pabellones
los cuales fueron pensados para albergar niños, en especial hijos de obreros. Las obras
se dieron en el marco del Primer Plan Quinquenal peronista. La Fundación Eva Perón se
encargó de llevar contingentes de niños hasta cuatro mil por cada dos semanas. 68 El uso
del complejo turístico por parte de obreros fue mermando con el avenimiento de la
Revolución Libertadora.69 En lo que respecta al turismo, el cambio devino en un giro en la
forma de concebirlo y estructurarlo. Así, con el derrocamiento del peronismo, el turismo
social fue desplazado. Se observa la omisión por parte de la dictadura militar a las
políticas públicas sobre turismo social llevada a cabo por el peronismo. Los trabajadores
en su condición de “pobres” dejarían de contar con este beneficio que le había dado el
gobierno peronista y las vacaciones pasarían a ser vistas como un privilegio y no como un
derecho garantizado. Se intervinieron todos los complejos hoteleros, siendo privatizados
mediante decreto y vendidos en algunos casos a una décima parte de su valor a
empresarios cercanos a Lonardi, entre ellos a su cuñado Villada Achával. 70 El gobierno
dictatorial trata de endilgarle todo tipo de crímenes a Perón, e incluso trucaron fotos
donde se lo veía a Perón siendo violado por un campeón de box, el negro Archie Moore.71
La llamada Revolución Libertadora tejió una "leyenda negra" para desacreditar al
peronismo.72 Simultáneamente, la Secretaría de Difusión de la Presidencia convocaba al
periodismo a presenciar la proyección de una película, en la que el exvicepresidente
Alberto Tessaire denostaba a Perón y efectuaba diversas revelaciones sobre la intimidad
de su gobierno, que fue presentada como una confesión "espontánea"; confesión que
sería forzada, según el historiador Fabián Bosoer, ya que horas antes la familia de
Tessaire fue secuestrada por un comando militar perteneciente a la Marina. 73 Este
cortometraje se exhibió en las salas cinematográficas previo a las proyecciones de las
películas. No obstante, su confesión no le alcanzó para salir indemne ya que la Marina lo
mantuvo detenido en la isla Martín García desde ese momento hasta 1958.
Se le atribuyó la tenencia de "un número de automóviles que varía curiosamente: primero
siete, luego diecisiete y más tarde veintisiete". En esta época, apareció una serie de obras
sobre Evita, que en términos generales, repitían los chismes, cuentos y versiones que
corrían en los salones y camarillas opositoras contra el peronismo. No había en ellas la
mínima tentativa de cuestionar los rumores o las anécdotas que reproducían y ninguna
era el producto de una investigación medianamente rigurosa desde el punto de vista
histórico. Surge de inmediato su propósito panfletario, ya desde el título. Tanto las obras
publicadas hasta 1955 como las que aparecieron a partir de esa fecha son ensayos
imbuidos de espíritu revanchista que tienen un propósito común: atacar todo cuanto el
peronismo representó para así poder destruirlo.74Así mismo, se utilizan fondos públicos
para producir películas para desacreditar al peronismo. 75
El ministerio del Interior reparte los medios de comunicación y a cada sector ideológico le
asigna un órgano de información. Lo mismo sucede con las radios; varias emisoras van a
manos de la Marina o a sectores vinculados a ella. Los vencedores tienen así el control
total de la prensa.
Golpe palaciego
A poco de asumir Lonardi, se manifestaron las diferencias entre las dos alas del régimen
militar:

 El ala nacionalista católica, liderada por el propio Lonardi, más conciliadora. 76

 El ala liberal, liderada por el vicepresidente Isaac Rojas, sostenía


un antiperonismo radical, pretendía erradicar totalmente al peronismo de la vida
política y sindical argentina, derogar las medidas sociales y laborales establecidas
durante el gobierno peronista y establecer una política económica dirigida por los
economistas más conservadores.
En el Ministerio del Interior tuvieron influencia los demócratas progresistas, cuyo
líder, Sebastián Soler, fue designado procurador general de la Nación. En el Ministerio de
Marina estuvo Américo Ghioldi.77En su gabinete sumó además sectores nacionalcatolicos,
junto a un nazi declarado y confeso como Goyeneche, quién fue un colaborador cercano
del Ausland-Sicherheitsdienst, el servicio de inteligencia de ultramar de la Alemania nazi,
y simpatizantes fascistas como Bengoa, Uranga y Villada Achával. 78
Lonardi integró su gobierno con los siguientes ministros:

 Ministro de Aeronáutica: Comodoro Julio César Krause.


 Ministro de Agricultura y Ganadería: Alberto Mercier.
 Ministro de Asistencia Social: Ernesto Rottger.
 Ministro de Comercio: César Augusto Bunge.
 Ministro de Comunicaciones: Luis María Ygartúa.
 Ministro de Educación: Atilio Dell'Oro Maini.
 Ministro de Ejército: Justo León Bengoa (reemplazado por Arturo Osorio Arana).
 Ministro de Finanzas: Julio Alizón García
 Ministro de Hacienda: Eugenio Folcini
 Ministro de Industria: Horacio Morixe
 Ministro del Interior y Justicia: Eduardo Busso
 Ministro de Marina: Contraalmirante Teodoro Hartung
 Ministro de Obras Públicas: José Blas Paladino
 Ministro de Relaciones Exteriores y Culto: Mario Amadeo
 Ministro de Trabajo: Luis B. Cerruti Costa
 Ministro de Transporte: Juan José Uranga
En noviembre, Eduardo Lonardi dividió el Ministerio del Interior y Justicia, renunciando
entonces Busso; el 12 de noviembre asumió de facto Luis María de Pablo Pardo como
Ministro del Interior y Julio Velar de Irigoyen como Ministro de Justicia.79
Para fines del mes de octubre, las tensiones en pugna se acentuaron. El peronismo
comenzó a reorganizarse y a recuperar su capacidad de acción, y llegó a realizar una
silbatina al vicepresidente de facto, Almirante Isaac Rojas, en ocasión de una visita de
este al Hipódromo de San Isidro, que se frustró a los pocos minutos cuando aviones de
la Marina de Guerra comenzaron a realizar vuelos rasantes sobre las tribunas.
A las 2.35 de la madrugada del 12 de noviembre, la casi totalidad de los miembros de la
Junta Consultiva presentó su renuncia ante Rojas. Permanecieron en sus puestos los
«lonardistas» Ariotti y Storni. El hijo de Lonardi, Luis Eduardo, en su libro "Dios es justo",
detalló las últimas horas de su padre en el poder: "Ossorio Arana se adelantó y […] le dijo:
Señor general, debo manifestarle, en nombre de las Fuerzas Armadas, que ha perdido su
confianza y exigen su renuncia. Otorgan solo cinco minutos para presentarla. Vencido
este plazo se adoptarán medidas de fuerza y habrá derramamiento de sangre. Alguien
confirmó: "Cuando salí ya estaban calentando los motores los Glosters". Entre otras
amenazas estaba bombardear la Quinta de Olivos, y amenazaron con repetir en pequeña
escala los bombardeos del 16 de junio. Entre ellos estuvieron Ossorio Arana, el almirante
Hartung, los generales D’Andrea, Huergo, Videla Balaguer y Dalton, los contraalmirantes
Toranzo Calderón y Rial, y el secretario general de la Presidencia coronel Boncarrere. 80
Los dos miembros de la Junta Consultiva que no habían renunciado la noche anterior
fueron muy pronto separados de la misma. En medio de fuertes presiones cívico-militares
debió huir acompañado por su mujer, Mercedes Villada Achával, a Nueva York. A las
17.45 del 29 de noviembre de 1955, partieron a bordo del Río Tunuyán, un moderno
vapor de pasaje y carga hecho construir por el gobierno peronista en Italia. En la escala
de Caracas, Lonardi se enteró de que su casa había sido allanada. 81
Un foco sedicioso para el derrocamiento de Lonardi estuvo ubicado en la Casa Militar,
organismo que debía ocuparse de la seguridad del presidente, las audiencias y el
protocolo, cuyo jefe era el coronel Bernardo Labayrú. El jefe del despacho de la Casa de
Gobierno era el coronel Emilio Bonnecarrere y el jefe del regimiento de granaderos a
Caballo era Alejandro Lanusse, todos los cuales tenían la obligación de defender al
presidente; sin embargo fueron miembros activos y determinantes de la conspiración.
Poniendo en evidencia el desplazamiento inminente del sector nacionalista católico, ese
mismo día Luis Pandra, del Partido Socialista, escribió en el diario La Época:
Vamos a hacer la Revolución Libertadora desde el gobierno, con el gobierno, sin el
gobierno o contra el gobierno.
Luis Pandra, La Época, 11 de noviembre de 1955. 82
Los sectores más duros, encabezados por Aramburu y Rojas, acusaban al Lonardi de
cierta complacencia para con el peronismo depuesto. Las presiones llegaron al límite y
ante la negativa de Lonardi a renunciar, sus enemigos amenazaron con bombardear la
residencia presidencial.83En los últimos días de septiembre, fuerzas militares ocupaban
las barriadas populares de Rosario y las localidades de Berisso, Ensenada y Avellaneda.
Las manifestaciones opositoras al régimen eran violentamente reprimidas. Muchos
empresarios comenzaban a despedir arbitrariamente a los delegados sindicales y a
suprimir beneficios sociales establecidos legalmente, al punto de que el 27 de septiembre,
el ministerio de Trabajo debió efectuar un llamado de atención a las patronales que
producían esos hechos.
El 13 de noviembre un golpe palaciego desalojó del poder al general Lonardi, instalando
como nuevo presidente de facto a un liberal, el general Pedro Eugenio Aramburu.56Al día
siguiente el gobierno militar dio a conocer tres comunicados con la firma de Aramburu
informando de los motivos del desplazamiento de Lonardi: el primero se limitó a informar
del cese de Lonardi; el segundo sostiene que Lonardi había sido depuesto debido a la
"presencia de grupos que orientaron su política hacia un extremismo totalitario
incompatible con las convicciones democráticas de la Revolución Libertadora"; y el tercero
amplía las razones acusando al grupo de Lonardi de "escudarse tras el estandarte de la
religión católica".84
Esto desairó gravemente a todos los militantes nacionalistas que habían participado en el
golpe de Estado[cita requerida]. La manera en que se produjeron los arrestos a oficiales de alto
cargo al interior de las fuerzas fue considerada escandalosa. El general Uranga fue
detenido en su domicilio, de manera violenta, mientras que Bengoa, junto con numerosos
civiles y militares que habían detentado altos cargos durante el régimen de Lonardi,
fueron arrestados inmediatamente de forma arbitraria y, como en el caso de tantos otros,
sin seguir las vías procesales necesarias.85
Meses después, ya durante la dictadura de Aramburu, los personajes cercanos a Lonardi
sufrieron el encarcelamiento y largos meses en prisión (alrededor de un año en la mayoría
de los casos). De esta manera se explicitó una particularidad de la Revolución
Libertadora: quienes habían hecho la “revolución” contra Perón el 16 de septiembre de
1955 estaban, tan solo un año más tarde, encarcelados por sus propios compañeros
golpistas.86
Junta Consultiva Nacional

Primera reunión de la Junta Consultiva Nacional, el 11 de noviembre de 1955.

El 11 de noviembre se constituye la Junta Consultiva Nacional del gobierno militar (creada


por decreto del 28 de octubre), de carácter meramente simbólico y deliberativo, cuya
misión sería la de cumplir funciones de asesoramiento del gobierno pero sin capacidad de
legislar, reuniéndose en el edificio del Congreso Nacional. El presidente provisional de la
Nación Argentina en ejercicio del Poder Legislativo decreta con fuerza de ley la
prohibición de todo símbolo peronista, con prisión de treinta días a seis años y multa de
m$n: 500 a m$n. 1.000.000; además, con inhabilitación absoluta por doble tiempo del de
la condena para desempeñarse como funcionario público o dirigente político o gremial;
con clausura por quince días, y en caso de reincidencia, clausura definitiva cuando se
trate de empresas comerciales. Se impuso el decreto-ley 4.161 que prohibió el uso de los
símbolos peronistas: desde cantar la marcha y utilizar su escudo hasta nombrar a Perón y
Evita podía significar la cárcel.
(…) Se considerará especialmente violatoria de esta disposición la utilización de la
fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el nombre
propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones “peronismo”,
“peronista”, “justicialismo”, “justicialista”, “tercera posición”, la abreviatura “PP”, las fechas
exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales o fragmentos de las
mismas denominadas: “Marcha de los muchachos peronistas”, “Evita Capitana”.
El gobierno militar decidió que, haciendo una interpretación extensiva de la Constitución
Nacional (art. 50),87consideró que debía ser presidida por el almirante Rojas, en su
condición de vicepresidente de facto. La junta estaba integrada por políticos de partidos
antiperonistas: cuatro miembros de la Unión Cívica Radical (Oscar Alende, Juan Gauna,
Oscar López Serrot y Miguel Ángel Zavala Ortiz), cuatro del Partido Socialista (Alicia
Moreau de Justo, Américo Ghioldi, Ramón Muñiz y Nicolás Repeto), cuatro por el Partido
Demócrata Nacional (José Aguirre Cámara, Rodolfo Coromina Segura, Adolfo Mugica y
Reinaldo Pastor), cuatro por el Partido Demócrata Progresista (Juan José Díaz Arana,
Julio Argentino Noble, Horacio Thedy y Luciano Molinas), dos por el Partido Demócrata
Cristiano (Manuel Ordóñez y Rodolfo Martínez) y dos por la nacionalista Unión Federal
(Enrique Arrioti y Horacio Storni). Predominará en el gobierno militar el sector liberal de
línea antiperonista radical.

Dictadura de Pedro Eugenio Aramburu


El vicepresidente almirante Isaac Rojas y el presidente teniente general Pedro Eugenio Aramburu,
al momento de la asunción de este último el 13 de noviembre de 1955.

El general Pedro Eugenio Aramburu asumió la presidencia de facto el día 13 de


noviembre de 1955, en tanto que el almirante Rojas, líder del ala liberal, permaneció como
vicepresidente. El dúo asumió a las 16.40 del domingo en vísperas de un paro decretado
por la CGT que duraría hasta el 17. Pedro Eugenio Aramburu había tenido escasa
relevancia en el golpe de septiembre, al haber sido impotente para sublevar las fuerzas
militares de Curuzú Cuatiá. No tenía más apoyo que el de un reducido sector de oficiales
que respondían al general Justo León Bengoa y el de un grupo de doctrinarios
nacionalistas como Juan Carlos Goyeneche, Mario Amadeo, Clemente Villada Achával y
de Pablo Pardo.88Aramburu ilegalizó partidos políticos y asociaciones profesionales de
trabajadores y pasó a docenas de opositores por las armas. 89
Asumió mediante una violación a la Constitución Nacional que establece en su artículo 88:
«En caso de enfermedad, ausencia de la Capital, muerte, renuncia o destitución del
presidente, el Poder Ejecutivo será ejercido por el vicepresidente de la Nación». 90
Marcelo Sánchez Sorondo mantuvo una postura crítica respecto del gobierno a medida
que la dictadura profundizaba su antiperonismo, su autoritarismo y daba signos de
pretender perpetuarse en el poder. 91 Aramburu utilizó como argumento las "connotaciones
providenciales" que él poseía para justificar el usurpamiento del poder a través de un
golpe de Estado.92
Se inició así una segunda etapa de la dictadura militar, caracterizada esencialmente por
adoptar una línea más dura aun frente al peronismo. El nuevo régimen encaró una purga
en las Fuerzas Armadas y en la Marina y fueron forzosamente pasados a retiro 114
oficiales, entre los que figuraban todos los almirantes con la excepción de Isaac Rojas y
45 capitanes de navío. En el Ejército, fueron pasados a retiro 63 de los 86 generales en
actividad y unos mil oficiales fueron obligados a pasar a retiro. 93
La dictadura de Aramburu propició una legislación de persecución y prevención del
comunismo, así como dio un rango estratégico al espionaje ideológico. El resultado fue la
militarización de las agencias de seguridad e inteligencia, que tomaron como tarea
monitorear la conflictividad interna y hacer espionaje sobre el comunismo y las acciones
de la “resistencia peronista”. En 1956 fue creada la Secretaría de Informaciones del
Estado (SIDE). Tenía potestad para realizar operaciones encubiertas y manejarse a
discreción con fondos reservados. El mismo año se “refundó” la Dirección de Inteligencia
de la Policía de Buenos Aires (DIPBA); una agencia dedicada a la vigilancia ideológica
que reunió una voluminosa base informativa, organizada con criterios macartistas.94Se
dictaron decenas de edictos contravencionales que criminalizaba la homosexualidad el
travestismo y otras conductas consideradas "vicios depravados e inmorales" se habilitaba
detención por homosexualidad, por vestirse con ropas del sexo opuesto, por posesión de
pornografía. Las policías provinciales desarrollaron Brigadas de Investigaciones
responsables de perseguir las conductas sociales consideradas perniciosas
También se establecieron contactos con Francia para iniciar cursos de guerra
contrarrevolucionaria, una especialidad creada a partir de la experiencia colonialista en el
sudeste asiático y en Argelia y que formarían los "escuadrones de la muerte" en
Argentina.95
Inmediatamente la CGT declaró una huelga general para los días 15, 16 y 17 de
noviembre. Ese mismo día el régimen militar encarceló a más de 9000 dirigentes
sindicales, incluidos Framini y Natalini. El paro tuvo adhesión en algunas poblaciones
mayoritariamente obreras, como Avellaneda, Berisso y Rosario, y debió ser levantado al
día siguiente de iniciarse. La CGT y la mayor parte de los sindicatos fueron intervenidos
por los militares.56La dictadura tenía dificultades para nombrar en su gabinete a hombres
que no pertenecieran a asesores de grandes grupos financieros o corporaciones, como
por ejemplo Ygartúa, Morixe, Laurencena, Cueto Rúa y Krieguer Vasena, para poder
asociarlos a los grandes grupos y corporaciones foráneas. En ese entonces el Gabinete
estaba integrado por agentes del Grupo Bunge y Born, Bemberg, Chade, Bovril, Texas
Oil, Standar Oil, etcétera. Estos administradores del gobierno defendían los intereses de
las empresas por encima de los estatales. 96El objetivo prioritario del gobierno y las
patronales fue su desarticulación y la de los cuerpos de delegados. Mediante un decreto
de febrero de 1956 se autorizaba a la patronal a eliminar lo que definía como “obstáculos
a la productividad”: autorizaba la movilidad laboral dentro de una fábrica y permitía a los
empleadores a concluir acuerdos especiales con sus trabajadores en lo relativo a nuevos
sistemas de producción, al margen de las condiciones estipuladas en los contratos
existentes, dejando en claro que los futuros acuerdos sobre salarios quedarían sujetos a
la productividad.97
Política interna
En el nuevo gabinete se produjeron cambios sustanciales respecto al anterior. En el
Ministerio del Interior, asumieron dos radicales: Laureano Landaburu y Carlos Alconada
Aramburú. También eran radicales el Ministro de Educación (Acdel Salas) y el Ministro de
Trabajo (Horacio Aguirre Legarreta, frondizista). Se reorganizó la Junta Consultiva
Nacional, de la que se habían visto excluidos los sectores nacionalistas luego de la salida
del golpe palaciego. Se firma el decreto-ley 5315/56 de Pedro Eugenio Aramburu y
ampliado a través de la ley 18.302 por la dictadura de Juan Carlos Onganía, que
permitieron el “uso irrestricto de fondos reservados”. 98 También otorgó un indulto al mayor
Guillermo Mac Hannaford, quien había sido condenado y degradado en 1936 por una
corte militar por espionaje contra Argentina a favor de Paraguay. Aramburu amplió la
competencia de la justicia militar en asuntos civiles.
Se intervinieron todos los sindicatos y la Confederación General del Trabajo (CGT), y se
dispuso el encarcelamiento de más de 9000 dirigentes sindicales, luego de la huelga
general declarada el 14 de noviembre de 1955.99
El gobierno militar dictó el Decreto 3855/55 disolviendo el Partido Peronista y luego el 5
de marzo de 1956 el Decreto 4161, de "prohibición de elementos de afirmación ideológica
o de propaganda peronista", por el que incluso se prohibía mencionar el nombre de Juan
Domingo Perón, castigando a los infractores con penas de hasta seis años de prisión. 100
De este modo se inició un largo período de proscripción del peronismo de la vida militar,
pública y docente que se extendería hasta 1973, y que dio lugar a un movimiento opositor,
muchas veces clandestino, conocido como la Resistencia Peronista. Se intervino la CGT y
todos los sindicatos de base, se inhabilitaron más de 150.000 delegados de fábricas y se
encarcelaron cientos de dirigentes justicialistas. A mediados de octubre de 1956
Comandos Civiles atacaron los locales sindicales y los tomaron a punta de pistola. Los
gremios llamaron a la primera huelga para el 2 de noviembre y el gobierno detuvo a sus
dirigentes.101 El gobierno de Aramburu encarceló a millares de trabajadores, reprimió cada
huelga, arrasó la organización sindical. La tortura se masificó y extendió a todo el país en
una implacable persecución de clase. 102Sin embargo estas medidas aumentaron la
conflictividad social y gremial; según las estadísticas del Ministerio de Trabajo los jornales
perdidos por huelgas pasaron de 144.120 en 1955 a 5.167.294 en 1956. Uno de los
conflictos más importantes del período fue el de los metalúrgicos, entre los meses de
noviembre y diciembre de 1956, con una huelga que se extendió por cincuenta días a
pesar de haber sido declarada ilegal por el interventor de la CGT, quien ordenó el
allanamiento de la sede de la UOM y el ataque contra los delegados de fábricas.

Estampilla del primer aniversario de la Revolución Libertadora.

El 25 de mayo de 1957, agentes de la dictadura de Aramburu, instalados en la embajada


argentina en Venezuela, intentaron asesinar a Perón haciendo estallar su automóvil. El
atentado fracasó. En respuesta, el presidente venezolano Marcos Pérez Jiménez, que
había dado asilo al derrocado Perón, ordenó la expulsión del embajador argentino en ese
país, general de brigada Carlos Severo Toranzo Montero, hecho que llevó a la ruptura de
relaciones diplomáticas entre ambos países.103 Fue designado jefe de la Policía de la
Provincia de Buenos Aires Desiderio Fernández Suárez, sindicado por la muerte de cinco
personas, a las que fuerzas policiales dispararon por la espalda en un descampado de
José León Suárez en la madrugada del 10 de junio de 1956. 104 Estando al frente de la
policía hubo fusilamientos y torturas, siendo un caso especial es el de Livraga, quien
recibió el tiro de gracia que le destrozó la cara pero no lo mató, luego fue llevado a la
comisaría de Moreno, arrojándolo desnudo y sin atención médica, y luego lo trasladaron a
Olmos. El periodista Rodolfo Walsh investigó y escribió una serie de artículos que tuvieron
como protagonistas a efectivos de la policía de la provincia de Buenos Aires, a la que
denomina ‘la secta del gatillo alegre’, que describía el accionar de las fuerzas públicas de
seguridad, las torturas, los fusilamientos encubiertos, los falsos enfrentamientos y los
allanamientos ilegales durante la época. 105La dictadura perseguiría al coronel Hernán
Pujato, quien había realizado las expediciones al sur durante el gobierno peronistah y lo
obligaría a renunciar a la dirección del Instituto Antártico, que él mismo había creado y a
ser condenado a un olvido de por vida. Gran parte de las políticas antárticas del gobierno
anterior fueron desmanteladas, incluidas varias bases antárticas. 106 En 1957, Aramburu
firmó con la British Antartic Survey un memorándum renunciando a los reclamos
soberanistas sobre el continente blanco. Algunos historiadores especializados en la
cuestión antártica, como Susana Rigoz, interpretarían esta renuncia a la soberanía
antártica como una devolución de favores por el apoyo de Gran Bretaña al golpe de 1955.
El memorando sería derogado a fines de 1959 tras la asunción de Frondizi. 107
Aramburu hizo circular información falsa para desprestigiar al presidente constitucional
depuesto, como que tenía un harén de jóvenes militantes de la UES o que científicos
alemanes le habían fabricado unas lentes para poder ver desnuda a la actriz Gina
Lollobrigida. Además de las fotos de la italiana, lanzaron comentarios infamantes
atribuyendo al general una relación homosexual con el boxeador negro Archie Moore, a
quien había recibido antes del golpe cuando la estrella deportiva visitara la Argentina. 108
Con el golpe contra Perón, se produjo la intervención de todas las agencias estatales,
incluyendo la policía bonaerense. Las autoridades dictatoriales llevaron a cabo una purga
del personal, procurando la 'desperonización' de la fuerza. Así, la cantidad de policías se
redujo a 17.405 (frente a la de 19.092 de 1952), lo que representó un descenso de casi el
10%. Se disolvió la Dirección de Orden Público, que estaba sometida al Congreso, y se la
reemplazó por un nuevo Servicio de Informaciones de la policía, que se nutrió de los
legajos informativos sobre actividades políticas y sociales. También se incrementó el
dictado de Edictos Policiales en materia de orden público y restricciones a la libertad de
movimiento y de expresión de las personas.109
Mediante un Decreto de Intervención Militar a la Provincia de Buenos Aires número 9329
del 13 de junio de 1956, publicado en la Orden del Día Número 19402 del 19 de junio de
1956, se decretaron ascensos extraordinarios de los policías participantes en la represión
y fusilamiento del General Valle, que fueron publicados en la Orden del Día Número
19414 del 6 de julio de 1956.
Emilio Llambrias, de 19 años, fue llevado con los ojos vendados al Destacamento San
Martín, otra jurisdicción policial del mismo partido. Acusado de distribuir panfletos
"peronistas", fue torturado y golpeado a puntapiés por todo el cuerpo. Diego Soler,
dirigente estudiantil, fue interceptado en junio de 1956 por un grupo de policías de civil al
mando del comisario Polo de Dock Sud, y conducido con venda en sus ojos a un sitio
donde se lo torturó con picana eléctrica, golpes y se le introdujeron elementos cortantes
en el recto, produciéndole hemorragias internas por las que fallecería tres días después
abandonado en un descampado.110
Aramburu se enfrentó con su "vice" Isaac Rojas por una medida propuesta por el
presidente y el Ministro del Interior, el balbinista Carlos Alconada Aramburú. Aramburu
evaluó continuar sin el apoyo de la Marina, aunque resultó imposible en la práctica, pues
la Marina era el grupo más homogéneo y aguerrido de los que habían participado en el
golpe. También se desplegó un intenso aparato de propaganda produciendo
cortometrajes como Unidos por la libertad, que muestra el encuentro entre Aramburu y el
presidente uruguayo Arturo Lezama, quienes participaron de los festejos del 9 de julio en
Buenos Aires, glorificando el golpe de 1955 y a sus partícipes. 111
El miércoles 16 de noviembre decretó la intervención de la CGT y de todas las
organizaciones afiliadas, siendo declarado interventor el capitán de navío Alberto Patrón
Laplacette, quien dio rienda suelta a los Comandos Civiles para ocupar todas las sedes
gremiales que pudieran. El historiador argentino Felipe Pigna describió al respecto: "Las
corruptas intervenciones militares a los gremios fue para desfinanciar a las organizaciones
sindicales. Llegaron al extremo insólito de convertirlas en prestamistas a costo cero de las
empresas del ramo". Para debilitar al movimiento obrero, resulta óptimo privarlo de
fondos. En la Unión Obrera Metalúrgica se registra por primera vez el caso de un
sindicato prestando dinero a la patronal. Dispuso la extraordinaria medida el ex
interventor, general Gallo. Su sucesor, el señor Barlova, estimó que por vía de tan extraño
empréstito habían salido de la entidad 1.800.000 pesos. Prometió ofrecer datos más
concretos pero fue relevado de su cargo antes de hacerlo. La intervención de la Unión
Obrera de la Construcción recibió el sindicato con tres millones de pesos en caja, dejando
dos millones de déficit. 112
Meses después sobrevino una catarata de decretos contra la organización sindical; entre
otros, el 9270 del 23 de mayo de 1956, que echaba por tierra la legislación gremial
vigente. Los decretos habilitaban numerosas discrecionalidades. 113
Respecto a las libertades individuales el gobierno de ‘facto’ hizo tabla rasa de las leyes
para imponer el principio de la fuerza. "El capricho del poder ha puesto a la Nación al
margen de su ordenamiento jurídico haciendo valer las normas impuestas por el criterio
de quienes mandan pero no gobiernan". Es así que las reformas constitucionales fueron
derogadas por los mismos que juraron mantenerlas; la libertad privada de los ciudadanos
estuvo sometida al arbitrio policial del Estado y no a la garantía de los jueces; las
organizaciones sindicales fueron avasalladas en el claro designio de servir intereses
ajenos a la masa trabajadora; se sustituyó la voluntad del pueblo en la digitación de
palaciegos candidatos.114
En agosto de 1956, el director de Institutos Penales repone en sus cargos a varios
torturadores dados de baja, y mientras tienen lugar las denuncias de «apremios ilegales»,
secuestran en la ciudad de Buenos Aires todas las copias del film nacional Los
torturados.115115El uso sistemático de la tortura ya había comenzado los primeros días tras
el Golpe de Estado, reportándose numerosos testimonios y entre otros de La Nación (20
de junio de 1956) y La Prensa (21 de junio de 1956). En agosto, insiste en el tema La
Gaceta de Tucumán, que informa de torturas en dependencias del Congreso Nacional y
en el interior del país.
En Buenos Aires, el escritor Ernesto Sabato denuncia desde las páginas de Mundo
Argentino, publicación periódica cuya dirección ejerce, la puesta en vigencia de la
tortura.116 También fue aplicada sistemáticamente la tortura psicológica. La Comisión
Nacional de Investigaciones, dependiente de la vicepresidencia de la Nación –cargo
ocupado por Isaac Rojas- tenía entre sus componentes al subjefe de la Policía Federal,
capitán de fragata Aldo Molinari. La sección a cargo de las torturas quedó a cargo de
Germán Fernández Alvariño, conocido como Capitán Gandhi, formando un grupo
parapolicial que cometía apremios ilegales. Entre otras cosas ordenó cortarle la cabeza al
cadáver de Juan Duarte, y durante uno de los interrogatorios a que fue sometida la novia
de Duarte, la actriz Fanny Navarro, mandó traer la cabeza tapada y la descubrió
súbitamente ante ella causándole un colapso nervioso.(La Nación, 30.11.1997)
Se desata la epidemia de poliomielitis, en 1956, cuando la llamada Revolución Libertadora
había empezado a desmantelar la infraestructura sanitaria. Conocida como parálisis
infantil, la enfermedad dejó una secuela de muertes y discapacidades. 117 Se dio el mayor
brote epidémico de poliomielitis en todo el territorio nacional. Según cifras oficiales, en
1956 se registraron y notificaron 6490 casos mortales, con una tasa de mortalidad del
33,7 % en todo el país.118
Respecto al turismo, el hotel Puente del Inca fue intervenido y su director reemplazado
por un capitán de navío, quien ordenó destruir toda la vajilla del hotel, llevándola a la
plaza, y gran parte de sus muebles, rompiendo cada plato y cubierto por asociárselos con
el peronismo; incluso paró un tren ferroviario con maples de huevo que ordenó destruir
por tener las letras P.P., creyendo que eran las siglas de Partido Peronista, siendo en
realidad las siglas Pascual Palmada, dueño del embarque de huevos. 119 En 1956
Aramburu sancionó el decreto 17.800 por el que se transfirieron a la Dirección General
Inmobiliaria las Unidades Turísticas Chapadmalal, Embalse Río Tercero y de Alta
Montaña, privatizando dichas unidades turísticas, quedando en muchos casos en manos
privadas de los interventores designados por Aramburu. 120 La Ciudad Infantil, conocida y
admirada en el mundo como un ejemplo de contención y educación de la infancia
desvalida, fue asaltada por las tropas. Sus casitas que reproducían los edificios clásicos
de una ciudad y un enorme comedor que alimentaba a centenares de niños por día,
fueron aplastadas por los tanques y sus piscinas fueron cegadas con cemento. 121
El 13 de junio de 1957 apareció muerto en su estudio de la calle San Martín 536 el doctor
Marcos Satanowsky. El asesinato fue cometido por sicarios del general Quaranta, que
había participado por órdenes directas de Aramburu en los fusilamientos de José León
Suárez y del asalto a la embajada de Haití con el objetivo de matar a Perón. El crimen
estaba vinculado con la tenencia de las acciones del diario La Razón, intervenido por
Aramburu. Peralta Ramos había recibido presiones y extorsiones para que entregara el
diario a Aramburu.122
Tras la caída del régimen de Aramburu se formó una Comisión Investigadora acerca del
asesinato de Satanowsky. Esta comisión entrevistó a Cuaranta, mano derecha del
presidente, quien reconoció haber mandado a Pérez Griz a investigar la muerte de
Satanowsky, y mencionó al pasar a Carlos Delgado. Rodolfo Walsh descubrió que esa
persona era venezolana, que había ingresado a la Argentina con el nombre de Joaquín de
la Torre, con recomendación del embajador argentino en ese país, general Toranzo
Montero, encargado de los atentados contra Perón en Caracas. El venezolano entró en la
SIDE, tuvo numerosas identidades y pudo haber sido el autor del asesinato del abogado
de La Razón. Dice Roberto Ferro, al analizar el final de la investigación, que en el Caso
Satanowsky las conclusiones son alarmantes. Se revela una verdad inquietante: el Estado
ampara y oculta a los culpables. "El criminal es el Estado”. 123
Aramburu dispone además la desactivación absoluta de todos los programas de turismo
social, por ser “un peligroso ejemplo de demagogia populista y antidemocrática”, en las
Colonias de Vacaciones de Córdoba, Mar del Plata y Buenos Aires. Decide el cierre
definitivo de las casi 200 proveedurías de alimentos de primera necesidad, la clausura del
Plan Agrario, el Plan de Trabajo Rural y los Talleres Rodantes. Resuelve la intervención
de los Hogares de Ancianos y el cierre de los Hogares de Tránsito. A pedido del
Coronel Ernesto Alfredo Rottger son expulsados a la calle todos los estudiantes de la
Ciudad Estudiantil “Presidente Juan Perón” para convertirlo en un centro de detención. 124
La Dirección de Asistencia Integral fue encargada de intervenir, desmantelar y disolver
toda la obra de la Fundación Eva Perón. Marta Ezcurra, fundadora de la juventud de la
Acción Católica en 1931, ordenó el 23 de ese mes de ese mismo año la ocupación militar
de cada una de las Escuelas Hogar. Se retiraron o se destruyeron todos los símbolos
peronistas. Los niños alojados en ellas fueron testigos de la quema de frazadas, sábanas,
colchones, pelotas y juguetes con el logo de la fundación. Cada Hogar fue intervenido por
Comandos Civiles que, en el caso de la Clínica de Recuperación Infantil Termas de
Reyes, de Jujuy, llegaron al extremo de expulsar a los niños para dejar inaugurado allí,
muy poco después, un casino de lujo. En Mendoza los golpistas tiraron al río toda la vajilla
y cristalería, que había sido importada de Finlandia y Checoslovaquia, y con la que habían
comido los niños internados. En todo el país, además de la destrucción de los pulmotores
se ordenó romper todos los frascos de sangre de los hospitales de la Fundación. 124
Decenas de pulmotores fueron destruidos por la misma razón. Pocos meses después, ya
durante la dictadura de Aramburu, una gravísima epidemia de poliomielitis se abatió sobre
el país. Muchos chicos argentinos murieron por falta de aquellos aparatos y, ante la
tragedia, tuvieron que importar veintiún pulmotores desde los Estados Unidos. Se produjo
el asalto militar sobre la Escuela de Enfermeras fundada por Ramón Carrillo, y con ello su
cierre definitivo.124 Es designado Ministro de Asistencia Social y Salud Pública Ernesto
Alfredo Rottger, un coronel sin experiencia en temas sanitarios, quien como primer acto
ordena el saqueo de la casa del Dr. Carrillo y la paralización de la construcción de
hospitales.125
Mediante el decreto-ley 4161 se convirtieron en delito: el uso del escudo peronista,
pronunciar el nombre del anterior líder o su esposa, y cantar la Marcha peronista.126 El
decreto fue dictado en marzo de 1956 con el objetivo de prohibir al peronismo en todas
sus formas y expresiones. El decreto fue objetado por la Cámara Criminal y Correccional
de la Capital, que entendió que contrariaba el derecho de expresarse a través de la
prensa, pero la Corte Suprema, adicta al régimen, y compuesta por Alfredo Orgaz, Manuel
J. Argañarás, Enrique V. Galli, Carlos Herrera y Benjamín Villegas Basavilbaso,
argumentó que el decreto era constitucional y fue aún más lejos, al dictaminar que lo que
llamó «el poder revolucionario» podía restringir los derechos individuales dadas las
particulares circunstancias que tocaba vivir.127
Como "vicepresidente de facto" ocupó el puesto Isaac Rojas, ferviente antiperonista, un
militar que siendo Agregado Naval ante el Gobierno de Brasil, se le inicia por intermedio
del Tribunal de Guerra un juicio por la venta a dicho país de cartas marítimas con
posiciones y bases secretas de Argentina, habiendo sido trasladado a ésta y quedando
dicho juicio archivado. Antes, como aspirante a la Marina de guerra, en febrero de 1923,
había sido detenido y procesado por el Juez Dr. Malbrán por un robo cometido en el
domicilio de la calle Peña, propiedad del Dr. Julio Agote, procedimiento en el cual se le
secuestraron $ 1200 y varias alhajas. El 9 de abril de 1931, al recibirse de teniente de
navío, fue detenido en la calle Lavalle y Maipú a la salida del cabaret Imperio por hallarse
en completo estado de ebriedad vistiendo el uniforme. 128
Denuncia de fraude electoral[editar]
Pasada la elección, el exdiputado John William Cooke desde el exilió en Chile afirmó en un informe
remitido a Perón:
“Oficialmente el padrón se compone de 9.728.839 ciudadanos. Ya en oportunidad de su confección,
varias publicaciones opositoras al gobierno denunciaron la prolija exclusión de electores peronistas. En
aquella oportunidad las cifras de exclusiones arbitrarias fluctuaban entre los 250.000 y los 700.000. En
tanto Frondizi confiesa que “por lo menos 480.000 excluidos eran peronistas”. Mayoría y otras
publicaciones hacen ascender el total de los excluidos a 700.000. De este total, una inmensa mayoría
es computable al peronismo puesto que las exclusiones fueron cuidadosamente estudiadas sobre
zonas electorales reconocidamente como peronistas...“las cifras oficiales han sido tan fluctuantes y
contradictorias, que la existencia de un ´fraude novedoso´ es innegable. No ha habido una publicación
antigubernista que no denunciase el manoseo del porcentaje, aunque cada una lo interpretas de
acuerdo a sus conveniencias. El mismo día de la elección, por la noche, el Ministro del Interior
adelantaba que los votantes ascendían al 75%. Los resultados publicados en los días subsiguientes
marcaban un elevadísimo porcentaje de abstenciones en el interior, principalmente en: Corrientes,
Santa Cruz, Chaco, Formosa, Río Negro, La Pampa, etc. Estos porcentajes de abstención llegaban
hasta el 70%. Súbitamente los porcentajes se invierten y el escrutinio definitivo indica que no hay
provincia (salvo Misiones) que baje del 70% de concurrencia. El porcentaje medio oficial se elevó al
82,05%, y de golpe sobrepasan el 87%”....ellos mismos (en el diario Democracia del 30 de julio)
cometieron el ´lapsus´ de deslizar la cifra de más de 2.300.000 a favor del voto en blanco. El secretario
de redacción fue automáticamente separado de su cargo como consecuencia de esta filtración. El
apoderado del Partido Comunista, Aráoz Alfaro, en la Junta Electoral fundamentó su opinión de que los
votos anulados fueron computados como votos en blanco, respetando la voluntad de los electores.
Pero su hipótesis no encontró eco, y arbitrariamente los votos anulados desaparecieron de los
cómputos”.142

Levantamiento del general Juan José Valle y fusilamientos[editar]

Portada del libro Operación Masacre (1957), de Rodolfo Walsh, utilizando como imagen el cuadro El tres de mayo
de 1808, de Francisco Goya.

Artículos principales: Levantamiento de Valle y Fusilamientos de José León Suárez.

El 9 de junio de 1956 se produjo un levantamiento cívico-militar contra el gobierno de facto de


Aramburu, liderado por el general Juan José Valle, quien a su vez estuvo secundado en el mando por
el general Raúl Tanco y los dirigentes sindicales Andrés Framini y Armando Cabo.143144Las primeras
manifestaciones de resistencia se produjeron a los pocos días del golpe en los bastiones peronistas de
Rosario y Berisso. El 17 de 1956 los gremios de base, desconociendo a la CGT oficial, convocaron a
un paro general que tuvo una importante repercusión en Rosario, el Gran La Plata, barrios del Gran
Buenos Aires y Tucumán.145En su proclama, Valle y Tanco denunciaban que:
La Nación ha caído en manos de hombres y de fuerzas que aceleradamente retrotraen a la Patria a épocas de
sometimiento, de humillación y vergüenza, han violado y desconocido el imperio de la Constitución y de las leyes,
sustituyéndolo por un llamado “derecho de la Revolución” que no es otra cosa que el entronizamiento de la
arbitrariedad, sin más normas ni vallas que la omnímoda voluntad de los que detentan el poder. Procediendo al
avasallamiento de las garantías y derechos individuales, la persecución, encarcelamiento y confinamiento en
verdaderos campos de concentración de miles de argentinos no sometidos a proceso y privados del derecho de
defensa, la exclusión de cargos públicos y despido de sus empleos a miles de argentinos por razones políticas, la
proscripción de la fuerza política mayoritaria, y sumergido a la patria en un clima de delación y espionaje
fomentado y organizado desde el poder y la negación de la libertad de prensa, uniformada al servicio del
gobierno...
El levantamiento fue rápidamente abortado, debido a que el movimiento había sido infiltrado y el
gobierno militar estaba esperando a los insurrectos. El único lugar donde llegó a tener algún éxito fue
la ciudad de Santa Rosa (La Pampa), donde tropas y civiles al mando del coronel Adolfo
Philippeaux lograron publicar un manifiesto por una radio, aunque posteriormente huyeron. Los
sublevados mataron a tres personas -Blas Closs, Rafael Fernández y Bernardino Rodríguez- y tuvieron
a su vez dos muertos -Carlos Yrigoyen y Rolando Zanera-, sin contar a los que fueron luego fusilados.
En La Plata, las tropas sublevadas, encabezadas por el teniente coronel Oscar Cogorno, el mayor
Juan José Pratt y el capitán Jorge Morganti, lograron tomar el Regimiento 7 de Infantería y la Jefatura
de Policía de Infantería. Resistieron varias horas los ataques rasantes de los aviones navales.
Consciente de la derrota, Cogorno no quiso arriesgar una sola vida más. Antes de entregarse, intentó
acercarse a su casa de City Bell para despedirse de su mujer y sus hijos, pero fue delatado y fusilado
en la madrugada del 11 de junio en el paredón del Regimiento 7. En tanto en Santa Rosa, capital de La
Pampa, los rebeldes, encabezados por el coronel Adolfo César Phillipeaux, lograron tomar el cuartel, la
jefatura de policía, las comisarías y la cárcel, donde liberaron a los presos políticos y una radio. Al día
siguiente la emisora fue bombardeada a la mañana por aviones navales provenientes de la base
Almirante Espora.
Como consecuencia, fueron fusilados 32 civiles y militares, un acto represivo que no tiene
antecedentes en la historia argentina.
Los fusilamientos estuvieron signados por irregularidades, como la aplicación retroactiva de la ley
marcial, decretos pre-redactados, falta de registros sobre la existencia de juicios sumarios y de las
órdenes de ejecución, etcétera. Los mismos incluyeron también fusilamientos clandestinos de civiles
en un basural de José León Suárez, que fueron mantenidos ocultos por el gobierno hasta que el
periodista Rodolfo Walsh revelara los hechos en un libro clásico titulado Operación Masacre, publicado
en 1957. Otro acto abiertamente ilegal fue el asalto a la embajada de Haití por parte de un grupo
comando, que violando las reglas sobre asilo diplomático secuestró a los insurrectos allí refugiados,
entre ellos el general Raúl Tanco, los cuales fueron devueltos a su asilo cuando el embajador presentó
su reclamo.
Los 18 militares fusilados fueron: el general de división Juan José Valle, coronel Ricardo Santiago
Ibazeta, coronel Alcibíades Eduardo Cortines, coronel José Albino Irigoyen, teniente coronel Oscar
Lorenzo Cogorno, capitán Eloy Luis Caro, capitán Dardo Néstor Cano, capitán Jorge Miguel Costales,
teniente primero Jorge Leopoldo Noriega, teniente primero Néstor Marcel Ovidela, subteniente Alberto
Juan Abadie, suboficial principal Miguel Ángel Paolini, suboficial principal Ernesto Garecca, sargento
ayudante Luis Pugnetti, sargento Hugo Eladio Quiroga, sargento Luis Bagnetti, cabo Miguel José
Rodríguez, cabo músico Luciano Isaías Rojas. Los 14 civiles fusilados fueron: Clemente Braulio Ross,
Norberto Ross, Osvaldo Alberto Albedro, Dante Hipólito Lugo, Aldo Emir Jofré, Miguel Ángel Mauriño,
Rolando Zanetta, Ramón Raulvidela, Carlos Irigoyen, Carlos Alberto Lizaso, Nicolás Carranza,
Francisco Garibotti, Mario Brion y Vicente Rodríguez.
En Campo de Mayo, en la madruga del 11 de junio de 1956, también fueron fusilados los coroneles
Alcibíades Cortínez y Ricardo Ibazeta, los capitanes Néstor Cano y Eloy Caro, el teniente primero
Jorge Noriega y el teniente de banda Néstor Videla. La decisión de fusilar al general Valle respondió a
una orden directa del almirante Rojas. Los familiares de las víctimas no fueron notificados ni de la
condena a muerte ni del fusilamiento, y ni siquiera del entierro.
Momentos antes de ser fusilado, el general Valle le escribió una histórica carta al general Aramburu en
la que le reclama duramente la decisión de fusilar a los insurrectos y justifica el levantamiento en la
necesidad de defender al pueblo de un gobierno que le estaba «imponiendo el libertinaje de una
minoría oligárquica». En uno de sus párrafos la carta dice:
Con fusilarme a mí bastaba. Pero no, han querido ustedes escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad
confesada por el mismo Rojas, vengarse de los sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones, desvirtuadas al
día siguiente en solicitadas de los diarios y desahogar una vez más su odio al pueblo. De aquí esta inconcebible y
monstruosa ola de asesinatos.
Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija, a través de sus lágrimas verán en mí
un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas, verán asomárseles por los
ojos sus almas de asesinos. Y si les sonríen y los besan será para disimular el terror que les causan. Aunque
vivan cien años sus víctimas les seguirán a cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán
ustedes, sus mujeres y sus hijos, bajo el terror constante de ser asesinados. Porque ningún derecho, ni natural ni
divino, justificará jamás tantas ejecuciones.

Los fusilamientos han sido fuertemente cuestionados por actores políticos, observadores e
historiadores,146147 tanto por su falta de legalidad como por el grado de violencia innecesaria que los
mismos implicaron, así como por sus consecuencias negativas, desatando desde el Estado un ciclo
vicioso de violencia y terror que desembocó en el Terrorismo de Estado en Argentina en las décadas
de 1970 y 1980. Más allá de las irregularidades concretas que presentan los fusilamientos en cada
caso, quienes cuestionan los mismos destacan que la Constitución Nacional de la Argentina prohíbe
la pena de muerte por causas políticas desde 1853.
En menos de 48 horas, civiles y militares son fusilados en Lanús, La Plata, José León Suárez, Campo
de Mayo, la Escuela de Mecánica del Ejército y la Penitenciaría Nacional. Para la noche del 11 de junio
de 1956, la lista de ejecutados asciende a 16 militares y 13 civiles. 148
El abogado radical Carlos Alconada Aramburú, quien al momento del levantamiento se desempeñaba
como Fiscal de Estado de la provincia de Buenos Aires y, al año siguiente, fue designado Ministro de
Educación y Justicia del gobierno militar, afirmó que los fusilamientos fueron penas de muerte
aplicadas por el delito de insubordinación militar, aplicando las leyes 13.234 de 1948 y 14.062 de 1951.
La historiadora María Spinelli afirma que las leyes invocadas por Alconada Aramburú habían sido
derogadas por el propio gobierno militar el año anterior de los levantamientos, mediante los decretos-
leyes 140 y 8.313.147 También, en sus respectivas Memorias, defendieron los fusilamientos el almirante
Isaac Rojas (1993), quien los justifica en la necesidad de "salvaguardar los logros de la Revolución
Libertadora",149 y el contralmirante Jorge Perrén (1997), quien sostiene que era necesario dar un
"escarmiento ejemplar al peronismo".150
Perón fijó su posición en una carta enviada a Cooke sobre la cual cuenta Miguel Bonasso:
«El fracaso de la asonada del 10 de junio ha sido la consecuencia del criterio militar del cuartelazo. Los dirigentes
de ese movimiento han procedido hasta con ingenuidad. Lástima grande es que hayan comprometido inútilmente
la vida de muchos de nuestros hombres, en una acción que de antemano podía predecirse como un fracaso. Yo
vengo repitiendo, a los mismos peronistas precipitados, que no haremos camino detrás de los militares que nos
prometen revoluciones cada fin de semana. Hace cinco meses impartí las instrucciones sobre la forma en que
debíamos encarar el problema: mediante la resistencia civil. Durante estos cinco meses no he hecho sino repetir
que los golpes militares no interesaban al peronismo porque no era solución salir de las manos de una dictadura
para caer en otra. Que la única solución aceptable para nosotros era la voluntad del pueblo y que para ello
debíamos recurrir a las fuerzas del pueblo y no a las fuerzas militares. Que la acción de las fuerzas del pueblo
eran operaciones de resistencia y no golpes de Estado. […] todo ello lo he repetido miles de veces a todos los
apresurados que confiaban más en un golpe de la fortuna que en la preparación sistemática y racional de un
trabajo adecuado. Desgraciadamente, el golpe fallado del 10 de junio me ha dado la razón, pero el precio ha sido
demasiado grande. Hubiera preferido equivocarme.»151

La dictadura trató de fraguar la documentación sobre el asesinato de Valle y asentó su ingreso


torpemente casi un año después de su muerte, mientras comenzaban a ser publicadas las
investigaciones de Rodolfo Walsh y la Corte Suprema de Justicia dictaba un fallo en el caso Livraga
por el cual pasaba todas las actuaciones al fuero militar, cerrando la vía de la justicia civil. La única
causa judicial sobre los fusilamientos fue iniciada por el sobreviviente Juan Carlos Livraga, contra el
jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires Desiderio Fernández Suárez. El doctor Belisario
Hueyo, juez de la causa, citó a declarar al acusado, pero Suárez recurrió a sus superiores y el 21 de
enero de 1957 lo recibieron Aramburu y Quaranta, quienes lo tranquilizaron y le dijeron que la causa
iba a pasar a la justicia militar. Días después los jueces militares le reclamaron al doctor Hueyo su
jurisdicción en el tema, quién rechazó el pedido y se declaró competente. Se inventó un artificial
conflicto de poderes que se resolvió en la Corte Suprema adicta, compuesta por Alfredo Orgaz, Manuel
J. Argañarás, Enrique V. Galli, Carlos Herrera y Benjamín Villegas Basavilbaso, que falló a favor de la
competencia de los jueces militares. El fallo obediente repetía casi textualmente lo que había
dictaminado el procurador general, el aramburista Sebastián Soler; la causa pasó al tribunal militar y
fue cerrada en tiempo récord.152

Legislación laboral[editar]
Luego del golpe de 1955, se produjo por una parte la ocupación de todos los locales sindicales
combinado con represión y encarcelamiento para numerosos delegados fabriles y activistas
sindicales.153 Luego del desplazamiento de Lonardi y al asumir a mediados de noviembre, Pedro
Eugenio Aramburu impulsa una política antiobrera que incluyó: proscripción de dirigentes sindicales
peronistas; intervención de la CGT; se declararon nulas y disueltas las comisiones internas por parte
del Ministerio de Trabajo; nombramiento de Interventores Militares en numerosos sindicatos; y
derogación de la Ley de Asociaciones Profesionales, quedando restringido el derecho de huelga. 153 Al
momento de su designación como Ministro por Aramburu, se encontraba retirado. Durante su gestión
se dio una extensa huelga de trabajadores de astilleros en 1956. La llamada “Huelga de los Locos”
hace referencia al paro protagonizado por los miembros de la Federación de Obreros en
Construcciones Navales-Autónoma (FOCN) entre octubre de 1956 y noviembre de 1957, siendo la
huelga más extensa de la clase obrera argentina en el siglo XX.154
En materia laboral creó el régimen de asignaciones familiares para empleados de comercio y de la
industria155156y el aumento de las indemnizaciones. El golpe de Estado del 16 de septiembre de 1955
impedirá que el proyecto de regulación laboral específica para trabajadores domésticos, presentado
por la diputada Dellia Parodia antes del golpe, siga su curso institucional. Mediante un decreto de
1956, se les reconoce relación de dependencia a quienes trabajaban por lo menos cuatro horas
diarias, cuatro días a la semana, y se les reconoce también a partir de entonces una indemnización por
despido de medio mes por año de servicio.157158 El Estatuto excluye a las trabajadoras domésticas de la
ley de asignaciones familiares y de riesgos de trabajo. No contempla la remuneración por horas extras,
el acceso a un seguro de desempleo ni a licencias por maternidad y les fija la semana laboral en 72
horas.159El Decreto-Ley N.° 326/56 no establecía una cantidad de horas laborales por día, siendo la
misma variable.
El dirigente peronista Antonio Cafiero afirma que las cajas de jubilaciones de asalariados tuvieron entre
1950 y 1954 un superávit que rondaba el 4 por ciento del PBI. El resultado se revirtió rápidamente tras
el golpe de Estado y las cajas pasaron a exhibir un elevado déficit; a partir de 1955 la jubilación media
se redujo en un tercio en moneda constante, a una tasa de descenso aún mayor que la de los
salarios.160 El decreto/ley 9270/56 eliminó la personería gremial que otorgaba determinados derechos a
los sindicatos más representativos, que así pasaban a ser entidades simplemente inscriptas,
igualándolos a los sindicatos menos representativos.

Conflictos laborales[editar]
Al asumir el nuevo gobierno luego del golpe palaciego contra Lonardi, el gral. Aramburu se encontró
con una huelga general. En algunos lugares, la huelga había comenzado el día 13 de noviembre de
1955 y las manifestaciones obreras habían producido enfrentamientos con las fuerzas de seguridad;
en Rosario se produjeron víctimas fatales entre los huelguistas. El 15 de noviembre el propio gobierno
admitió un 75% de ausentismo en el Gran Buenos Aires, llegando al 95 % en las principales industrias,
y tan solo en el primer día hubo unas mil detenciones. El día 16, Aramburu intervino la C.G.T. y los
sindicatos. Mientras se sucedían los encarcelamientos, no se limitó a castigar a la cúpula sindical,
continuó con los estratos más bajos de la organización de los trabajadores y declaró disueltas las
Comisiones Internas.
En CATITA, planta metalúrgica de la provincia de Buenos Aires, se efectuó en diciembre de 1955 una
huelga exitosa contra el despido de varios delegados. En el Frigorífico Lisandro de la Torre de la
Capital Federal, se realizaron en abril de 1956 una movilización y una huelga en contra del arresto de
tres delegados por el interventor militar.
En 1957, amparándose en el decreto 2739/56, la Federación de Industrias Metalúrgicas pretendía
modificar el convenio colectivo de trabajo para brindarles mayores poderes a los supervisores y
empleados de vigilancia para que actúen sin necesidad de que interfiera el sindicato; establecer
normas para terminar con el ausentismo y quitarles los fueros a los delegados. Sin embargo los
trabajadores rechazaron inmediatamente el proyecto patronal, convocando a un paro de 24 horas
contra el decreto 2739. El régimen no quería bajo ninguna circunstancia ceder ante las demandas
porque se transformaría en un “caso testigo” para futuros conflictos en otros gremios que se sumarían
a los que ya estaban en lucha: la construcción, el calzado, gráficos, textiles, obreros de la carne y de la
construcción naval. Esta intransigencia del régimen llevó a que los metalúrgicos se embarquen en una
histórica huelga que duraría seis semanas. La medida duró 40 días generando gran impacto social. El
ejército y la policía reprimieron ferozmente. Las demandas de los trabajadores se centraron cada vez
más en la libertad de los presos políticos- que en diciembre eran más de 400- y la reincorporación de
los despedidos.161 Cuenta el historiador Daniel James en Resistencia e integración, que la policía
amenazó a los comerciantes para que no abran crédito a los huelguistas, pero aun así los apoyaron
demostrando la relación solidaria. La ofensiva de la patronal amparada por Aramburu fue durísima: la
huelga metalúrgica dejó un saldo de 12 mil despedidos y perseguidos políticos.
A lo largo de 1957 los ferroviarios, empleados municipales, bancarios, alimentación, textiles, navales y
telefónicos tomaron como ejemplo el caso metalúrgico y se lanzaron a la huelga erosionando a
estabilidad del régimen. A partir de la aplicación del Plan Prebisch, la carestía aumentaba mes a mes.
Desde enero, 3000 obreros y obreras de la empresa Philips durante varias jornadas reclamaron el
reconocimiento de los delegados y la comisión interna. Se sumaron al conflicto los obreros de Siam,
Piazza y Siambreta. Las luchas se extendieron a los obreros de la construcción de Mar del Plata, al
frigorífico La Negra, del caucho, textiles, bancarios que reclamaban el reconocimiento de sus
representantes, levantamiento de las intervenciones y aumentos salariales. Posteriormente se desató
una violenta represión con allanamientos de domicilios, persecuciones, detenciones y despidos en las
grandes empresas.
Durante los últimos tres meses del año volvieron con intensidad los conflictos. A fines de octubre, el
gremio textil realizó un paro de 24 horas, que obligó al Ministerio de Trabajo a convocar al Comité de
Huelga, y posteriormente se desató una violenta represión con allanamientos de domicilios,
persecuciones, detenciones y despidos en las grandes empresas. En noviembre se sumaron los
bancarios y los telefónicos por salarios, siendo intervenido el sindicato. Finalmente lo hicieron los
trabajadores ferroviarios, construcción, transporte automotor, del tabaco, de la carne, gráficos y
metalúrgicos. Todas esas luchas dejaron una gran experiencia en el movimiento obrero.
Luego del golpe de 1955, se produjo por una parte la ocupación de los locales sindicales por los
comandos civiles y, por otra, represión y cárcel para numerosos delegados fabriles y activistas
sindicales. Luego del desplazamiento de Lonardi y al asumir a mediados de noviembre, Pedro Eugenio
Aramburu lo hizo impulsando una política antiobrera que incluyó proscripción de dirigentes sindicales
peronistas; intervención de la CGT; se declararon nulas y disueltas las comisiones internas por parte
del Ministerio de Trabajo; nombramiento de Interventores Militares en numerosos sindicatos;
derogación de la Ley de Asociaciones Profesionales, quedando restringido el derecho de huelga;
represión e intimidación del sindicalismo, con el arresto de cientos de dirigentes sindicales; y sanción
del decreto 7107 de abril de 1956 que excluía de cualquier actividad a todos los que se hubieran
desempeñado en la conducción de la CGT o sus sindicatos.
Las luchas salariales de fines de 1956 ayudaron a consolidar el movimiento de oposición. A partir de la
aplicación del Plan Prebisch, la carestía aumentaba mes a mes y comienza a darse en los
supermercado faltantes de productos básicos en las góndolas, junto a un aumento dramático de la
inflación. Se fueron dando paros de los trabajadores de los gremios metalúrgicos, construcción,
calzados, gráficos, textiles y carne. Justificándose en un paro de telefónicos y telegrafistas, el gobierno
decretó el estado de sitio por 30 días en Capital Federal y Buenos Aires. En la reunión en la cual se
definió la medida participaron el Ministro Alconada Aramburú, el subsecretario García Puente y el jefe
de la Casa Militar, Capitán de Fragata Francisco Manrique. Según la cifras oficiales los detenidos por
el estado de sitio ascendieron a 150 personas que fueron alojadas en los buques París y Washington.
En 1957 las entonces flamantes 62 organizaciones y otros sindicatos obreros argentinos disponen una
huelga general que paralizó al comercio, industria y transportes. El ausentismo fue casi total en las
líneas Sarmiento y Mitre, y en algunos ramales del Urquiza y el San Martín. El paro también fue
importante en los barrios industriales del Gran Buenos Aires y en el interior, como en el Chaco, y en
Bahía Blanca y Corrientes, donde las CGT locales pararon el día anterior, la adhesión fue total. 162
Después de septiembre de 1955 se procede a la expulsión de los empleados identificados con el
peronismo. La Asociación Bancaria fue intervenida y puesta bajo la dirección de César González, un
acérrimo antiperonista. Frente a la escalada inflacionaria de 1957/1958 comenzó una huelga bancaria.
Entonces el régimen declaró la movilización militar de los empleados bancarios, a partir de las 0.00
horas del 10 de marzo de 1958. Se tomaron disposiciones de ocupación militar de todo el sistema
bancario. Unidades de la infantería de marina y de la policía se ubicaron en las instituciones
financieras. Según el decreto, el personal afectado tenía la obligación de noticiarse en las 48 horas
siguientes y presentarse en el puesto de trabajo. Los infractores serían incorporados a las fuerzas
armadas y sometidos a la justicia militar.163 El sindicato del Seguro emitió un comunicado contra la
medida totalitaria adoptada por el gobierno de facto. El dirigente de ese gremio, Walter Iscaro, fue
nuevamente detenido. La lucha por la democratización de la Asociación Bancaria da lugar a la huelga
de enero, febrero y marzo de 1958, momento en que el gremio es intervenido y se concretan
numerosas detenciones y apremios, movilizándolos militarmente. 164
El miércoles 12 de marzo de 1958, ante una huelga de brazos caídos en el Banco de la Provincia de
Córdoba, 70 empleados en protesta fueron subidos a un ómnibus y conducidos a una unidad militar.
También fue desalojada la Casa Central del Banco Nación. Los empleados fueron conducidos a la
Escuela de Mecánica de la Armada, sufriendo torturas. El 14 de marzo alrededor de 350 bancarios
fueron detenidos por la Fuerzas Armadas. Fueron declarados individuos “en cumplimiento de misión
efectiva” y trasladados al Quinto Regimiento de Infantería. Para fines de marzo aproximadamente 8 mil
empleados bancarios se encontraban alojados en unidades militares en todo el país. En la Capital
Federal superarían los tres mil, distribuidos entre la Escuela de Mecánica de la Armada y la del
Ejército, el regimiento primero de Infantería de Marina y el regimiento primero de Patricios. La medida
hizo que la huelga se extendiera. En Rosario continuó el paro. Se hizo evidente que las medidas
represivas no estaban dando resultados positivos para el régimen de Aramburu. Días antes de asumir
Frondizi, esté se reunió con los dirigentes bancarios, quienes luego de 52 días de huelga, junto con los
gremios bancario y del seguro, retornaron a sus puestos de trabajo. 165
Ante la dureza de la medida de movilización militar, hubo muestras de apoyo de otras organizaciones
sindicales que declararon su solidaridad con el gremio bancario: Sindicato del Seguro, Sindicato
Argentino de Prensa, Asociación del Personal Aeronáutico, Federación Argentina de Trabajadores de
Luz y Fuerza, Sindicato de Luz y Fuerza, Federación de Obreros y Empleados de la Argentina,
Sindicato de Agua y Energía, Federación de Empleados de Comercio de Buenos Aires, Unión Obrera
de la Industria Maderera, Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles, Delegaciones
Regionales de la CGT (Concordia y Mendoza), Sindicatos Unidos de Petroleros del Estado, Asociación
Argentina de Telegrafistas, Radiotelegrafistas y Afines, Sindicato Obrero de la Industria Aceitera,
Sindicato de la Industria del Papel, Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación, Unión
Obrera de la Construcción, Sindicato Argentino de Músicos, Sindicato Obrero de la Industria del Vidrio
y Afines, Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines, La Fraternidad, Unión Ferroviaria,
Federación Argentina de Trabajadores de Industrias Químicas y Afines, Sindicato Único de Relojeros y
Joyeros de la Argentina, Sindicato Único de Portuarios y Federación de Obreros de Construcciones
Navales.
En la segunda mitad de 1958, las 62 organizaciones lanzaron varias proclamas de índole más política
que gremial, en las cuales no se nombraba a Perón o al peronismo, aunque sí se utilizaba un lenguaje
inequívocamente peronista. Los sindicatos peronistas anunciaron un paro general los días 22 y 23 de
octubre de ese año, que terminó con la movilización militar de los trabajadores y el arresto de decenas
de dirigentes gremiales y una enérgica represión. 166
En ese clima de huelgas, represión y ataques a las conquistas obreras, la “Federación de Obreros en
Construcciones Navales-Autónoma” (FOCN) lanzó en octubre de 1956 una huelga que duró 14 meses,
entre octubre de 1956 y noviembre de 1957, siendo la huelga más extensa de la clase obrera argentina
en el siglo XX. El 11 de octubre de 1956, la huelga se agravó cuando en Rosario, elementos
parapoliciales del régimen apuñalaron de muerte al obrero naval Ramiro García Fernández. El
gobierno de Aramburu construyó un sindicato paralelo, el SAON (Sindicato Argentino de Obreros
Navales), reconociéndolo formalmente en agosto de 1957, comenzando a afiliar compulsivamente
nuevos trabajadores a este sindicato. 167
Desde mediados de 1956 hasta fines del mismo año, donde se efectuaron una serie de paros de gran
significación, y se evidenciaba un incremento de la resistencia de los trabajadores recurriendo a todos
los métodos a su alcance. En cada barrio, ciudad o pueblo surgieron dirigentes que por su decisión
eran elegidos por sus compañeros para ocupar los primeros planos, no existiendo otra selección que la
predisposición para la lucha.
Pueblada de Cutral Có[editar]
EL 19 de febrero de 1958 se desata en la localidad de Cutral Có (Neuquén) una pueblada en apoyo de
la huelga petrolera que descalabra la represión. Ese día, miles de manifestantes salen a las calles para
apoyar la huelga que llevaban a cabo los petroleros y enfrentar el plan represivo que había desplegado
el gobierno militar. La masiva concurrencia partió del centro de la comarca petrolera y marchó hasta
Plaza Huincul, encabezada por los párrocos locales Zantos y Urrutia. Las movilizaciones se fueron
sucediendo desde el primer día de la huelga general por tiempo indeterminado, reclamando, entre
otros puntos, “un aumento salarial de $800, reincorporación del personal cesanteado por cuestiones
políticas y restauración del servicio asistencial”. Para evitar la acefalía ante el eventual
encarcelamiento de la conducción, el 13 de febrero se aprobó la huelga general. El Regimiento 10 de
Infantería irrumpió en la localidad, ocupando la sede sindical del SUPE y encarcelando a unos
trescientos obreros.168

Huelga estudiantil de 1956[editar]


Aramburu sanciona el 23 de diciembre de 1955 el decreto-ley 6.432, en cuyo artículo 28 afirmaba: «La
iniciativa privada puede crear universidades libres que estarán capacitadas para expedir diplomas y
títulos habilitantes siempre que se sometan a las condiciones expuestas por una reglamentación que
se dictará oportunamente».
Las protestas relativas a la derogación del artículo no se harían esperar y se convertirían en
particularmente álgidas durante los primeros días de mayo de 1956, cuando detractores y defensores
del ministro de Educación se crucen violentamente en un proceso que implicó tomas de dependencias
secundarias y universitarias en todo el país.169
En la UBA los comunistas serían los principales impulsores de las ocupaciones en la Facultad de
Medicina. La caída de José Luis Romero del rectorado, quien había llevado adelante un proceso de
cesantías masivas de docentes y renuncias de profesores acusados de colaborar con el peronismo a
mediados de mayo de 1956, al igual que la renuncia del militante ultracatólico Atilio Dell’Oro Maini de la
cartera educativa nacional, colocaría al médico conservador Alejandro Ceballos al frente de la UBA.
Ceballos se convertiría en un adversario de los sectores «modernizantes», afincados en las Facultades
de Ciencias Exactas y Naturales y Filosofía y Letras, que pretendían una renovación. En junio
comienza la toma de diferentes universidades. El reclamo iría de una posición adversa respecto de los
concursos docentes, criticándose el estado edilicio de las casas de estudio superior, y rechazándose la
derogación de los exámenes mensuales (mediante los que se permitía al alumnado rendir finales a
cada mes) y el espíritu limitacionista que ello implicaba. 170Desde febrero de 1956, la FUA y la FUBA
manifestaron su preocupación por la posibilidad de que el Artículo 28 se reglamentara. Comenzado el
ciclo lectivo de 1956, los estudiantes reformistas llevaron adelante una batería de acciones tendientes
a impedir la reglamentación del Artículo 28, acciones que incluyeron demostraciones públicas, huelgas
y ocupaciones de facultades en la UBA. Un clima de violencia y agitación se había desatado. Ya en los
primeros días de mayo se presentaron por un lado los estudiantes universitarios y secundarios, y
enfrentados a ellos las fuerzas represivas y las autoridades universitarias adictas al régimen, 171llevando
a un paro de estudiantes de acatamiento unánime. 172
A partir de 1957 es fácil advertir a través de diversas publicaciones comunistas, aunque también en
otras reformistas, un aumento de la radicalización estudiantil. En febrero de ese año los comunistas
propiciaron las protestas contra el examen de ingreso. En este marco, retomando una metodología que
los estudiantes habían utilizado el año anterior en repudio al artículo 28, y previamente en los días
posteriores en rechazo al golpe de Estado. Se ocuparon las facultades de Medicina e Ingeniería
porteñas. El hecho se inició el 12 de febrero en Medicina y luego se trasladó a Ingeniería bajo la
consigna: «Menos presupuesto militar, queremos estudiar». El acontecimiento trajo aparejado fuertes
cruces con las autoridades universitarias, cuya política limitacionista se juzgaba cómplice del ahogo
presupuestario al que sometía el gobierno nacional a las casas de altos estudios. 173

Política económica[editar]
En el ámbito económico, Argentina ingresó al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial. Se
decretó la intervención de la CGT, la derogación de la ley de Asociaciones Profesionales y la
restricción del derecho de huelga, el desmantelamiento de IAPI y la privatización de los depósitos
bancarios. De los 371 millones de dólares que se encontraban en el Banco Central, para el último día
de la dictadura solo quedaban 125 y una deuda externa que comprometía mucho más que la totalidad
de las reservas, mientras que el déficit de la balanza de pagos llegaba a los 339 millones de la misma
moneda. El déficit fiscal se había elevado a 38.000 millones. Se habían liquidado en solo dos años tres
millones de cabezas de ganado, había bajado sensiblemente la actividad industrial y aumentado
exponencialmente la inflación, al tiempo que los salarios estaban contenidos y crecía la desocupación.
Las importaciones sumaban en 1957 1.310 millones de dólares, superior a los 957 millones de
exportaciones.174
Se dispuso la intervención de 40 firmas nacionales y extranjeras, entre ellas industrias como Kaiser
Argentina, Mercedes Benz, Fiat, Deuz, etc. En 1956 el gobierno militar firmó un acuerdo con empresas
fabricantes de tractores, lo que llevó a un fuerte conflicto con la Cámara Argentina de Fabricación de
Tractores y Maquinaria Agrícola por los contratos que otorgaban el total control del sector a cuatro
empresas extranjeras. La cámara sostenía que el oligopolio permitía a dichas firmas incrementar los
precios abruptamente y cometer prácticas desleales, violentando los principios de competencia. 175Al
finalizar el régimen de Aramburu, Argentina se encontraba en default, y la deuda externa había crecido
hasta alcanzar los 1.800 millones de dólares.176 El déficit fiscal que en 1957 era de 27 000 millones
de pesos moneda nacional, en 1958 se elevó a 38 000 millones.176 Durante su gestión sumó nuevas
obligaciones externas por 700 millones de dólares estadounidenses, que no pudo pagar, dejando al
país al borde del default.177178
En 1955, Argentina era un país acreedor y el Banco Central tenía 371 millones de dólares en
reservas.177179Al finalizar la dictadura Argentina se encontraba en default, y la deuda externa había
crecido. Cuando la dictadura tomó el poder Argentina era un país acreedor y el Banco Central tenía
371 millones de dólares en reservas. Al retirarse en 1958, la deuda externa era de 1.800 millones de
dólares. El déficit fiscal que en 1957 era de 27 000 millones de pesos, en 1958 se elevó a 38.000
millones.180
Se desarticuló todo el sistema económico montado por el peronismo, pasando la economía del país a
depender enteramente de sus exportaciones de granos y carnes, que además estaban controladas por
grandes empresas extranjeras. También el Banco Central dejó de ser un promotor del desarrollo para
ser un simple estabilizador de precios.181 Se intentó expandir la economía vía del aumento salarial y de
los impuestos.182 Instauró un régimen de control de cambio, no se podían transferir divisas al exterior,
la compra de dólares se limitó a 50 dólares por persona por mes, y para hacerlo había que firmar una
declaración jurada.183En ese momento, se registraban vencimientos con Estados Unidos a lo que el
gobierno de facto de Eugenio Aramburu sumó nuevas obligaciones por u$s 700 millones, que no pudo
pagar.184 Durante este período los términos de intercambio cayeron notablemente: en 1957 los precios
eran un 13 % menores que los de 1953. A pesar de la política devaluatoria aplicada, las reservas
declinaron y se acumularon las deudas comerciales. Se llevó a cabo una devaluación, con lo se
produjo un alza interna en los precios de los productos primarios: se incrementó un 40 % la carne y
más de 200 % en el caso de los cereales.185 Para cubrir el déficit comercial el gobierno debió recurrir a
préstamos externos. Para ello entró en tratativas con el Exim-Bank de Estados Unidos y diversos
bancos británicos; sin embargo a fines de 1956 la situación económica argentina se agravó, acusando
la balanza comercial un déficit de 210 millones de dólares, cifra casi equivalente a la de las reservas
existentes.186
El régimen llegó al punto de realizar incesantes emisiones de dinero, mientras que en el año 1956 la
dictadura de Aramburu había emitido 3.165 millones de pesos, en el año que terminaba, 1957, la cifra
había ascendido a casi al doble: 5.904 millones.
El gobierno militar fundó el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) el 4 de diciembre
de 1956 mediante el Decreto Ley 21.680/56, y se inauguró la Usina de San Nicolás en 1957.
Durante el régimen se formó una fuerza parapolicial, que bajo la mirada «vigilante» de los agentes del
orden, grupos de antiperonistas, llamados «Comandos Civiles Revolucionarios», destruyeron locales
partidarios, asaltaron sedes gremiales, atacaron locales de la Fundación Eva Perón y casas
particulares de reconocidos funcionarios o militantes peronistas, quemando miles de documentos. 187
Se dio una fuerte animosidad contra la FUBA, que se debía principalmente a su protagonismo e
importante poder decisivo en la política universitaria desperonizadora de la “Libertadora”.
Inmediatamente después del golpe, la Universidad de Buenos Aires (UBA) fue dominada por
organizaciones estudiantiles antiperonistas y fue intervenida pocas semanas más tarde. La política
universitaria de Aramburu estuvo marcada por la impronta de la desperonización, que se había
generalizado en todas las esferas de la vida social y política del país. A partir de ese momento, al igual
que en las Fuerzas Armadas, se llevó a cabo una purga que implicó la incorporación y la separación de
docentes en todas las universidades nacionales en base al signo respecto del gobierno derrocado.
Durante su régimen dictatorial se disolvió en parte el IAPI. Se suspendió el contrato firmado en 1954
con la Standard Oil para autoabastecer al país de petróleo, lo que provocó una declinación de la
producción hidrocarburífera nacional y un aumento de las importaciones de petróleo que revirtieron la
balanza comercial supervitaria, acumulando un creciente déficit comercial y atraso en el sector
hidrocarburifero que entraría en crisis en la siguiente década a causa de ello. 188

Política cultural y educativa[editar]


Siguiendo la política general de proscripción del peronismo, la dictadura militar reprimió
sistemáticamente la expresión de las ideas de esa corriente política. Las posturas en contra del
peronismo se profundizaron, decidiéndose la disolución del Partido Justicialista y la inhabilitación
política para sus dirigentes más destacados. De ese modo, fueron clausuradas publicaciones como la
revista De Frente y el periódico Palabra Argentina, este último clausurado el 9 de junio de 1957,
simultáneamente con el encarcelamiento de su director, Alejandro Olmos.103Se dispuso que fueran
intervenidos los más importantes periódicos, colocando en ellos personas favorables al régimen.
Carlos Alberto Erro fue el interventor de ALEA y ATLAS y se asignó a José Barreiro director de El
Mundo; también fueron intervenidos o expropiados el diario Mundo Argentino; Hogar Democracia La
Época; y Crítica. El 13 de junio de 1957 apareció muerto en su estudio de la calle San Martín 536 el
doctor Marcos Satanowsky. El crimen estaba vinculado con la tenencia de las acciones del diario La
Razón, intervenido por Aramburu. Peralta Ramos había recibido presiones y extorsiones para que
entregara el diario al gobierno de Aramburu. 189Durante este período se generalizaron las torturas,
expropiación de bienes y exilio de sindicalistas, partidarios y colaboradores peronistas, científicos,
intelectuales y artistas. Hugo del Carril fue el primer detenido entre las personalidades del campo
cinematográfico. Luego fue el turno de Ángel Luis y Atilio Mentasti, y luego de César Amadori. Los
sectores católicos conservadores que le permitieron llegar al poder pedían una censura cada vez más
estricta. Los tres años del régimen están marcados por una numerosa cantidad de episodios de
persecución.
Atilio dell’Oro Maini fue designado ministro de educación, un personaje que ya en 1928 había
alcanzado cierta notoriedad en los círculos de la derecha en su carácter de primer director de Criterio,
revista semanal oficiosa de la Iglesia de marcada tendencia fascista. En 1931 el gobierno golpista del
general José Félix Uriburu lo designó interventor federal en la provincia de Corrientes; Maini mantuvo
un claro apoyo a las "potencias nacionales" del Eje. Dell’Oro Maini firma un decreto destinado a
favorecer los designios de la Iglesia en materia de educación, siendo uno de los tantos simpatizantes
del nazismo que acompañaron a Lonardi. Juan Carlos Goyeneche fue designado por el nuevo
gobierno como secretario de Prensa. Anteriormente, en noviembre de 1942, en nombre del presidente
argentino Ramón S. Castillo , logró en Berlín algo impensable en aquellos años para cualquier político
latinoamericano de segunda línea: ser recibido por los más altos jerarcas nazis, como el jefe de las
temidas SS Heinrich Himmler y el ministro de Relaciones Exteriores Joachim von Ribentrop. Además,
tuvo oportunidad de intercambiar cartas con el propio "Führer", entrevistando también a Benito
Mussolini en Roma; a Francisco Franco en Madrid; al dictador portugués Antonio de Oliveira Salazar; y
a Pierre Laval, el más acendrado colaboracionista de los alemanes en la Francia ocupada. 190 Durante
el mandato de Aramburu y Rojas se acusa a Perón de 121 delitos, se le inicia un juicio por traición a la
patria y se le prohíbe el uso del grado militar y el uniforme. 191
La Marcha de la Libertad, teniendo como objetivo la desperonización y combinando un gran despliegue
de su aparato de propaganda, fue impuesta obligatoriamente dentro de las escuelas. 192Se impuso una
fuerte censura en el teatro y el cine: obras como La gata sobre el tejado de zinc y su película
homónima fueron censuradas en Argentina durante el régimen militar autodenominado Revolución
Libertadora.193 Se encarceló al productor cinematográfico Hugo del Carril, y a los propietarios de la
productora Argentina Sono Film.194El rol protagónico lo tomó la Acción Católica Argentina desde la
Dirección Central de Cine y Teatro de la A.C.A., encargada de “calificar moralmente” películas y obras
de teatro. Aramburu impone mediante el Decreto 11.847 del año 1956 la formación de Comisiones de
Censura Provinciales y Municipales.195La inscripción misma a los concursos para cargos docentes tras
1955 sería parte de una violencia política inusitada, ya que se establecería que para la presentación a
una cátedra el postulante tenía que firmar un documento en el cual declaraba no haber tenido ningún
compromiso con el “antiguo régimen”. Las autoridades universitarias de la dictadura de Aramburu, más
allá de la idoneidad de los docentes, se reservaban el derecho de impugnar las candidaturas con base
en un análisis “de la conducta moral” del aspirante. Por ejemplo, por citar algunos casos, eran motivo
de impugnación aquellos postulantes que habían participado en el Congreso de Filosofía de Mendoza
del año 1949 o en el Latinoamericano de Sociología durante el peronismo o cualquiera que tuviera
publicaciones ligadas al gobierno anterior. 196Se cometerían numerosas irregularidades en las
universidades. A modo de ejemplo de los autoritarismos cometidos en la UBA luego del año 1955,
Oscar Balestieri, en una entrevista, recuerda: (...) La universidad después del año 1955 y por citar el
caso de Arquitectura que yo conozco, se caracterizó por sostener muchas arbitrariedades. Por
ejemplo, yo entro en 1958, en el período donde habían ingresado los profesores a las cátedras por la
fuerza, ya que se había expulsado a los docentes peronistas y los cargos serían cubiertos sin
concurso. Habían echado a todos los profesores que venían del peronismo y había un nivel de
persecución infernal. Echan a todos y luego asaltan la academia docentes recién recibidos o en varios
casos, había algunos profesores que ni siquiera estaban recibidos. Eran, en gran parte de los casos,
muy jóvenes e ingresaban sin concursos en el marco de las expulsiones sistemáticas y las
arbitrariedades cometidas a la institución.197
La etapa inaugurada en 1955 llevaría a cabo persecuciones, proscripciones y violaciones constantes al
derecho y a las instituciones educativas de gobierno, retomando un esquema político restringido similar
al modelo de la década infame.198
La Marcha de la Libertad fue impuesta obligatoriamente dentro de las escuelas, teniendo como objetivo
la desperonización y combinando un gran despliegue de su aparato de propaganda. 199Se encomendó a
la Dirección General de Educación bajo la órbita de la Marina la reforma del plan de estudios y
programas de las escuelas primarias, censurándose gran cantidad de autores e imponiendo
obligatoriamente una visión historiográfica de línea mitrista-liberal. Se suprimió la libertad de cátedra y
los concursos docentes, designándose profesores según su grado de apego al régimen de la
"Revolución Libertadora".200Al mismo tiempo fueron obligatorios el aprendizaje de textos y panfletos
diseñados por el ministerio de educación de tono propagandista que exaltaban los logros de la
"revolución", a la figura de Aramburu, comparándola con Sarmiento, y la de su esposa Sara Lucía
Herrera, fomentando un culto hacia sus personas.201
Ya durante el régimen de Aramburu se cerraría el cerco contra la autonomía universitaria, se prohibiría
la participación estudiantil en los consejos, se reduciría el presupuesto educativo y se promovería la
introducción de exámenes de ingreso en diversas facultades. A partir de la toma del poder de
Aramburu se iniciaría la sistemática eliminación en las universidades ya no solo de peronistas, sino
además, de los sectores católicos, nacionalistas y de la izquierda comunista. 202
Se dictaron desde un primer momento una serie de disposiciones tendientes a eliminar todas aquellas
referencias que de forma gráfica, escrita u oral hicieran mención al gobierno peronista. Como parte de
la campaña de "desperonización de la sociedad" se encargó de aplicar el decreto 4161 que prohibía
los nombres de Juan Domingo Perón y Eva Duarte de Perón, así como cualquier mención referida a la
ideología peronista. Se establecía una pena de prisión de treinta días a seis años para los infractores.
Adicionalmente las personas culpables debían pagar una multa y quedaban inhabilitadas para
desempeñar cargos públicos, sindicales o en partidos políticos. Si se trataba de una empresa
comercial, en la primera ocasión era clausurada quince días y si infringía el decreto por segunda vez
era clausurada permanentemente, por lo que se dejaron sin efecto los nombres alusivos al peronismo
o a fechas relacionadas con ese movimiento.
Aramburu le ordenaría al coronel Héctor Cabanillas, jefe del servicio de inteligencia militar, el robo del
cuerpo de Evita y su traslado al extranjero. Se entregó a la Armada una colonia de vacaciones para
niños de la Fundación Eva Perón, abandonándose la construcción de hoteles de turismo social, todo
ello en Villa del Dique (Córdoba), como el que se planificara como gran hospital pediátrico. Se
clausuraron las 208 proveedurías que dependían de la Fundación –concebidas para combatir el agio y
la especulación- permitiendo que se pudrieran los alimentos perecederos. Fueron destruidos libros,
documentos oficiales, pulmotores y medicamentos por tener escrito el nombre de la Fundación; el
Hospital Obrero de Nueva Pompeya fue entregado a la Aeronáutica. 203
Se llegó al extremo de castigar a deportistas: cualquier figura del deporte relacionada o sospechada de
haber brindado su apoyo a Perón, o de haber recibido favores de este, pagaba con la exclusión social.
Tal situación afectó a un centenar de atletas, como el remero olímpico Eduardo Guerrero,
los campeones mundiales de básquet de 1950, el campeón sudamericano de bochas Roque Juárez, el
maratonista Delfo Cabrera, la tenista Mary Terán de Weiss y hasta los corredores Walter Lemos y
Osvaldo Suárez, que por consecuencia de la suspensión no pudo competir en la Maratón de
Melbourne 1956.204
En materia universitaria se expulsaron a profesores simpatizantes del peronismo de las escuelas y
universidades. La persecución motivó a muchos profesores a exiliarse. En los meses siguientes
cientos de profesores fueron despedidos, renunciaron a sus cátedras o abandonaron el país. 205206
En 1955 se intervienen todas las universidades, se proyecta retornar a la autonomía
universitaria respecto del gobierno con cogobierno estudiantil e independencia en la administración de
los recursos.207 Es demolido el Palacio Unzué, casona que había pertenecido a la familia Unzué y
había sido la residencia presidencial desde 1949. En cuanto a las comisiones investigadoras, María
Estela Spinelli (2005) las considera parte del proyecto pedagógico de la desperonización, buscando la
estigmatización del peronismo y de su gobierno.
Fueron intervenidos la mayoría de los municipios territoriales, comisarías y subcomisarías. Los jueces
de paz fueron reemplazados en todo el país y una minoría fue reconfirmada en el cargo. Se
intervinieron varios organismos, mayoritariamente establecimientos escolares, hospitales y
delegaciones del ministerio de Trabajo y Salud, o bien fueron disueltos.
Se dictó una proclama militar que causaría la cesantía de cientos de docentes: "Declárase
absolutamente incompatible, bajo pena de exoneración, el desempeño de cualquier función o empleo
público, inclusive el docente, o las tareas de cualquier clase originadas en nombramiento de
Comisiones Investigadoras o Intervenciones decretadas por el Gobierno Revolucionario, con la
intervención o participación, por sí o por interpósita persona, en el asesoramiento, defensa, patrocinio
o representación de personas y/o sociedades o asociaciones interdictas o sometidas a responsabilidad
penal, civil y/o administrativa por delitos o irregularidades investigadas durante el gobierno de la
Revolución Libertadora".
En octubre de 1955 se interviene el Instituto Tecnológico del Sur, que al año siguiente será
renombrado Universidad Nacional del Sur (UNS) en la sureña ciudad bonaerense de Bahía Blanca,
produciendo decena de cesantías de profesores y académicos, entre ellos Santiago Bergé
Vila y Antonio Tridenti, pertenecientes al grupo de profesionales fundadores del Instituto. 208 Benito
Franchini y el doctor Solana, que se desempeñaba como vicerrector del ITS en 1954, también
figuraron en esta nómina de cesanteados, junto con el ingeniero Antonio Siri, los doctores Romero
Krause y Graziani, el doctor Remus Tetu, los profesores Dr. Marcelo Galar, los ingenieros Alejandro
Clara, David Craig, N. Cardona, Eloy Varela, Jorge Reyes, Manuel Muradás -docente de origen
rumano que se desempeñaba en la Escuela de Ciencias Económicas-. Algunos de las decenas de
profesores e investigadores cesanteados, como Antonio Tridenti, Remus Tetu y Arnaldo Cañueto, se
incorporarían al comité Acción Pro Revisionismo Universitario de Bahía Blanca, con el fin de luchar por
la derogación de la legislación universitaria sancionada por la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu. 209
Se desencadenó una protesta estudiantil contra el decreto 6403/55, que imponía controles ideológicos
a los profesores y un control represivo sobre la actividad estudiantil. 210
La Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que gozaba de autarquía, fue intervenida, designándose al
coronel Arturo Bullrich como interventor por el nuevo gobierno de facto. 211 También fue intervenida
la Asociación Argentina de Tenis por el presidente de facto Pedro Eugenio Aramburu, que exigió que
se excluyera a varios tenistas, entre ellos a María Terán de Weiss, del circuito internacional, con la
firma de Enrique Morea, exigencia que fue rechazada por la Asociación Internacional de Tenis, debido
a "su evidente intencionalidad de persecución política contra Weiss". El Comité Olímpico Argentino, a
pesar de ser una entidad civil, autárquica, desvinculada por normas estatutarias de todo tipo de
influencia económica, política, religiosa y racial, también fue intervenido. El plano social se caracterizó
por un fuerte conservadurismo, censura y represión. El libro Los desnudos y los muertos, novela
de Norman Mailer, editada en los años previos a 1955 por editorial Sur, con una temática que alude al
sexo, había sido secuestrada por la policía, e incluso la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires
secuestra con sus camiones los cuatro mil ejemplares de la edición. El orden dogmático se impone,
prohíben la circulación del libro en el ámbito de la capital. Desde el ángulo social, otros hechos se
suman a lo ya expuesto. En octubre de 1956, comisarios de distintas seccionales de la ciudad de
Buenos Aires y de los partidos provinciales aledaños emprenden razzias en sitios de reunión y en la
vía pública y detienen a los "petiteros" (palabra que alude a cierta modalidad en el vestir), y en general
a todos aquellos que usan el pelo largo. 212
Respecto al tango y al folklore, la autoproclamada "Revolución Libertadora", como más tarde haría el
autodenominado "Proceso", va a establecer una política sistemática de opresión, manipulación,
apropiación y aniquilación de las expresiones populares. 213
Se dicta una Ley de Radiodifusión en 1957, que sería luego reglamentada en 1965, y que establecía
“abstenerse de los programas que exalten la disolución de la familia, el desvío sexual o el erotismo,
como también la inclusión de alusiones o disquisiciones que exalten formas de vida reñidas con las
normas sociales, políticas y éticas de nuestro país”. 214
El gobierno militar implementó una política de desfinanciamiento y postergación de la Universidad
Obrera Nacional (UON), creada durante el gobierno de Perón, con la evidente intención de organizarla
como instituto de formación no universitario. Los estudiantes de la UON se organizaron para reclamar
la misma organización y reconocimiento que las demás universidades, y comenzaron a
denominarla Universidad Tecnológica Nacional, denominación que finalmente fue adoptada de manera
oficial, cuando la misma fue reconocida y organizada como universidad en 1959, durante el gobierno
de Arturo Frondizi.215El decreto incluyó también la cesantía de profesores universitarios, médicos y la
elaboración de listas negras de artistas peronistas, a los cuales se les negó créditos y censuró a través
de diversos organismos y se los inscribió en listas negras, negandoles cualquier tipo de ayuda
económica y prohibiéndoles participar de muestras artísticas. 216
Producido el Golpe de Estado de 1955, Eduardo Lonardi emitió un bando donde Isidro Odena fue
nombrado Director Nacional de Radiodifusión. Pocos días después del derrocamiento del gobierno
peronista varias escuelas fueron intervenidas, los estudiantes comenzaron a movilizarse y ocuparon
establecimientos. Tanto en las escuelas dependientes del nivel nacional como en aquellas que estaban
a cargo de la provincia de Buenos Aires, los ministros de Educación establecieron que las clases
terminarían antes de tiempo, el 11 de noviembre. En un contexto igualmente conflictivo, se inició el
período lectivo siguiente, con el agravante de que la epidemia de poliomielitis lo retrasó en las
instituciones de educación primaria hasta mediados de mayo. 217 Se procedió a una masiva censura de
los libros de lectura y enseñanza. Cada una de las recién creadas Inspecciones de Enseñanza de los
distritos de la provincia se abocaron a elegir los textos de lectura y depurar los textos vigentes. 218 Estas
medidas fueron acompañadas, en este contexto, de otras orientadas al desplazamiento de docentes
que pudieran ser identificados con el peronismo o el comunismo a través del decreto 2035 serie A del
28 de diciembre, a partir del cual la Subsecretaría de Educación reglamentaba criterios de despido de
docentes.
Se cortaron los créditos y el cine argentino enfrentó su peor época: se suspende por completo la
producción y durante dos años no se estrenará ningún film argentino. El cine estuvo signado por una
paralización de la producción cinematográfica, la suspensión de los créditos y la persecución de los
hombres y mujeres de la industria cinematográfica que padecían la inclusión en listas negras,
especialmente los ligados al peronismo o la izquierda. 219Se elaboraron películas panfletarias220 y se
creó el Instituto Nacional de Cinematografía (INC).221En 1955 Lucas y Atilio Mentasti, propietarios
de Argentina Sono Film, fueron arrestados.222 Se elaboraron además películas propagandísticas
como Después del Silencio223o El mito, con el objetivo de intentar desacreditar al peronismo. 224El
nacionalista Juan Carlos Goyeneche, de claras simpatías por el nazismo, fue el primer secretario de
Difusión, y este anuncia que en la residencia presidencial se hallaron “20 millones de dólares dejados
por Perón”. El hecho nunca se prueba y luego es olvidado. Se prohíbe la circulación de medios
impresos simpatizantes de “la segunda tiranía”. Lo único que se logra es que prolifere una gran
cantidad de panfletos clandestinos.
Paralelamente los funcionarios del gobierno democrático derrocado fueron perseguidos, teniendo una
encono especial contra aquellos funcionarios de origen judío como Abraham Krislavin, que fue
subsecretario del Ministerio del Interior, Liberto Rabovich, que fue juez, Israel Zeitlin, director del
suplemento de la Prensa de la CGT, el rabino Amram Blum, asesor presidencial en asuntos religiosos,
David Diskin, diputado, Pablo Manguel, primer embajador argentino en Israel, Enrique Dickman,
dirigente socialista que apoyó al peronismo, y el cronista deportivo Elías Sojit. 225
Se adoptaron medidas económicas a favor del catolicismo en las escuelas, que comenzaron con el
restablecimiento de subsidios a colegios religiosos el 19 de febrero de 1956. El 22 de mayo de 1957 se
firma el decreto por el cual se otorgaba a la educación privada subsidios. El Estado y la iglesia católica
atendían también a la construcción de fundamentos políticos y pedagógicos sobre las modificaciones
realizadas y para realizar un curriculum oficial, especialmente en lo vinculado a la inclusión de la
religión en la escuela pública. El 9 de junio el Consejo de Educación obliga a incluir en el horario de
clases la enseñanza de la religión católica. Esta materia hacia finales de 1956 sería incorporada al
curriculum oficial en carácter de materia de promoción obligatoria para los alumnos. 226
227

A partir de 1957, con la nueva reglamentación de la radiodifusión, el medio entró en un terreno


complejo. La censura y el cuidado de los contenidos en los programas se convirtieron en una práctica
frecuente.228Durante la dictadura, figuras identificadas con el depuesto gobierno de Perón fueron
prohibidas, encarceladas o perseguidas: Hugo del Carril y su esposa,229230 Alberto Castillo, Tita
Merello,230 Elina Colomer,230 Fanny Navarro,230 Nelly Omar,231 Luis Elías Sojit,232 Antonio
Tormo,233 Sabina Olmos,234 Cátulo Castillo,235 Chola Luna,235 Héctor Mauré,235 Paco Jamandreu,236 entre
otras.
Ante la censura oficial del régimen fueron creados periódicos clandestinos de breve duración, ya que
muchos fueron censurados y sus editores y periodistas encarcelados, entre ellos El Descamisado,
dirigido por Malfredo Sawady; La Argentina, dirigido por Nora Lagos; Doctrina, dirigido por José Rubén
García Martín; y El Federalista, dirigido por José Antonio Güemes. Luego se incorporarían durante los
siguientes años Tres Banderas y Compañeros, ambos dirigidos por J. Bernado Iturraspe; Bandera
Popular; Palabra Argentina, dirigido por Alejandro Olmos; Palabra Prohibida, dirigido por Luis A.
Sobrino Aranda; Rebeldía, dirigido por Manuel E. Bustos Nuñez; Línea Dura, dirigido por María
Granata; entre otros.237
Durante la dictadura de Pedro Eugenio Aramburu, combinando un gran despliegue de su aparato de
propaganda, la Marcha de la Libertad, himno de las fuerzas golpistas de septiembre de 1955, fue
impuesta obligatoriamente dentro de las escuelas.238
El gobierno militar desmanteló el CONITYC239 que había congregado a importantes científicos, como el
físico José Balseiro, Enrique Gaviola y el ingeniero nuclear Otto Gamba, los cuales debieron exiliarse o
trabajar de forma privada, y se lo renombró como Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Técnicas (CONICET), designando a su frente al Premio Nobel Bernardo Houssay,240
La Iglesia Católica, frente a la caída de su principal defensor, el general Lonardi, recibió finalmente
como prebenda el decreto 6403, que en su artículo 28 permitía la creación de universidades privadas.
El estudiantado protestaba en las escuelas secundarias y en las universidades extendiendo sus
huelgas y movilizaciones a todo el país, lo que llevó a la renuncia del ministro Dell’Oro Maini, que
estaba en Perú. También renunciaron el subsecretario de Educación, Belisario Moreno Hueyo, y varios
interventores en las universidades. El gobierno aceptó las renuncias y le dejó al próximo gobierno la
reglamentación y aplicación del polémico decreto.241
También se incluyó la degradación de oficiales y suboficiales de las tres armas que habían actuado en
defensa del gobierno constitucional derrocado, fueran o no peronistas, la puesta en disponibilidad del
personal docente y administrativo de los distintos niveles educativos y cláusulas discriminatorias para
acceder a cargos o concursos, además de cesantías en reparticiones de salud pública, en la justicia y
en otras dependencias estatales.242
El 9 de noviembre de 1956 se crea la "Junta de Defensa de la Democracia", un organismo destinado a
perseguir a los comunistas, cuyo director fue Luis María Bullrich. El ente gubernamental tendría como
tarea calificar las publicaciones culturales, económicas, sociales o políticas en la misma forma que se
hará con las organizaciones. Durante ese mes continuó el traslado de presos políticos comunistas
desde la Penitenciaría Nacional y la cárcel de Olmos al buque París. Entre otros fue arrestado el
famoso Osvaldo Pugliese, quién compartió celda con Rodolfo y Orestes Ghioldi, dirigentes de larga
data del Partido Comunista, y curiosamente hermanos de Américo Ghioldi, uno de los civiles que
apoyaban la dictadura.243También fue detenido por el régimen militar el reconocido poeta chileno Pablo
Neruda, que se encontraba de paso en Buenos Aires y que fue trasladado al penal de Las Heras,
donde sufrió vejaciones.244
Se creó el Fondo Nacional de las Artes, dirigido por Victoria Ocampo, y Jorge Luis Borges fue
nombrado director de la Biblioteca Nacional.
Aspectos sociales[editar]
Las cárceles fueron utilizadas para neutralizar la militancia disidente y silenciar las críticas al gobierno
cívico-militar que tomó el poder. Hombres y mujeres declarados (o señalados como) peronistas, fueron
encarcelados y mantenidos en reclusión por diversos periodos de tiempo y sometidos a todo tipo de
vejaciones y torturas.245
El régimen mostró una apreciable dosis de antisemitismo, produciendo manifestaciones de
antisemitismo de algunos integrantes del gabinete. El régimen presentaba, en general, un discurso
antisemita, católico, anticomunista, y antiperonista. Respecto a los derechos de las mujeres se derogó
la posibilidad del divorcio y la patria potestad compartida, que había sido establecida mediante la
reforma constitucional de 1949.
Se sancionó la Ley de Radiodifusión de 1957, de fuerte contenido conservador, la cual pedía:
“Abstenerse de los programas que exalten la disolución de la familia, el desvío sexual o el erotismo,
como también de la inclusión de alusiones o disquisiciones que exalten formas de vida reñidas con las
normas sociales, políticas y éticas de nuestro país”. 246
La ley ómnibus 14.394 que contenía diversas disposiciones sobre derecho de familia fue modificada
por el decreto 4070/56 únicamente "suspendiendo" su artículo 31 en cuanto habilita para contraer
nuevo matrimonio a las personas divorciadas a que el texto se refiere.
En 1958 comienza, gracias a un decreto de la dictadura llamada "Revolución Libertadora", a permitirse
el 'arresto para identificar'. Era la policía la que dictaba sentencia (el jefe podía imponer hasta 30 días
de arresto) y en los hechos no había defensa alguna. Por año, en Capital iban presos por edictos entre
110.000 y 170.000 personas.247

Relaciones exteriores[editar]
Respecto a las relaciones exteriores, se produjeron varias controversias: en 1957, agentes del régimen
militar presidido por Pedro Eugenio Aramburu, colocan un artefacto explosivo en el automóvil asignado
a Juan Domingo Perón, quien se hallaba exiliado en Caracas.248 Al estallar un vehículo de su propiedad
en la esquina de Venus, en Caracas, murieron tres ciudadanos venezolanos. El gobierno venezolano
procedió a llamar al Embajador de Venezuela en Argentina y el Ministerio de Relaciones Exteriores de
Venezuela declaró persona no grata al embajador argentino Toranzo Montero, responsable del
atentado. El comunicado emitido por el Ministerio explicaba que lo efectuaba por “existir fundados
indicios de que en la sede de la Representación Diplomática de la República Argentina se han venido
fraguando sucesivos atentados contra la vida de refugiados políticos que en nuestro país se acogen al
derecho de asilo territorial”. A los pocos días agentes argentinos perpetran un nuevo atentado en
Caracas que terminó con la muerte de cinco venezolanos en las inmediaciones de la Facultad de
Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela. Pérez Jiménez acusó la
injerencia extranjera y rompió relaciones con Argentina. 103
En Panamá un comando argentino fue enviado al Hotel Washington con el objetivo de matar a Perón.
La guardia nacional panameña pone hombres para custodiar a Perón. La guardia nacional panameña
descubre intentos para asesinar a Perón, pero fueron frustrados y deportados los mercenarios, lo que
originó una grave crisis diplomática con Argentina. 249
Durante su gestión también se produce el asalto argentino a la embajada de Haití. En 1956, en la
madrugada del jueves 14, una veintena de hombres fuertemente armados, comandados por el general
Domingo Quaranta, jefe del Servicio de Informaciones del Estado (SIDE), entra violentamente en la
sede diplomática haitiana, sacando por la fuerza a siete asilados políticos. Estos son obligados a
ubicarse a lo largo de la verja exterior de la embajada. El grupo asaltante se posiciona frente a ellos,
preparando sus armas con la intención es fusilarlos allí mismo, pero se presenta Therese Brierre,
esposa del embajador. El general Quaranta, mano derecha de Pedro Eugenio Aramburu, la aparta
bruscamente, diciéndole “-callate negra hija de puta”. Ante el escándalo, un grupo de vecinos se
acerca. La señora Brierre, por vía telefónica, denuncia inmediatamente el hecho a las agencias
internacionales de noticias y se comunica con el ministerio de asuntos exteriores haitiano solicitando
su intervención, logrando salvar a los asilados que iban a ser fusilados. 250Lejos de ser sancionado, el
general Quaranta fue premiado meses después por los jefes de la ahora «revolución fusiladora» con la
jefatura de la Secretaría de Informaciones del Estado, la SIDE.
En 1958 el régimen de Aramburu financió, entrenó y apoyó la invasión al Paraguay desde territorio
argentino de un comando militar que atacó el 1 de abril la localidad de Coronel Bogado, causando la
muerte de un número nunca determinado de ciudadanos paraguayos, con el fin de anular la influencia
brasileña en la dictadura del general Alfredo Stroessner. Paraguay denunció la agresión argentina ante
la Organización de Estados Americanos y la crisis llevó a que Argentina y Brasil quedaran al borde de
la guerra.251252
En 1956 llegó a Venezuela un individuo llamado Lluvisa Nicodevieth, procedente del Estado Libre de
Tánger, contratado por el Secretario de la Embajada Argentina en Venezuela, Rottjer, quién lo había
contratado por intermedio de una organización delictiva, para ejecutar a Perón en Venezuela.
Durante la noche del 22 de noviembre de 1955, por órdenes directas de Pedro Eugenio Aramburu, un
comando de marinos al mando del teniente coronel Carlos de Moori Koenig entró por la fuerza en el
edificio de la CGT, derribó el busto de Evita que se encontraba en el primer piso y con armas forzaron
la puerta de la capilla del segundo piso. Allí quemaron las banderas argentinas dispuestas sobre el
cadáver de Eva Duarte y orinaron sobre el mismo. 253El relato del exmayor Jorge Dansey
Gazcón difiere, ya que asegura que fue él quién lo trasladó. 254Desde ese momento se estableció un
itinerario macabro y perverso.255Aramburu destituyó a Moori Koenig y le encomendó al coronel Héctor
Cabanillas sepultarlo clandestinamente. 256El 23 de abril de 1957 el cadáver fue trasladado en secreto
en el barco Conte Biancamano a Génova (Italia) en un ataúd que se explicaba pertenecía a una mujer
llamada María Maggi de Magistris y fue enterrado bajo ese nombre en Milán.255
El gobierno del general Lonardi tuvo una vida efímera y su gestión con respecto a la URSS no alcanzó
a delinearse. Con el arribo, en noviembre de 1955, Pedro Eugenio Aramburu comenzó a precisarse la
política hacia Moscú, con una base ideológica netamente anticomunista. Durante el lapso de la
dictadura las relaciones comerciales y diplomáticas argentino-soviéticas volvieron a entrar en un
impasse, con una caída de los montos del intercambio a pesar de no anularse el convenio vigente con
la URSS, siendo el año 1956 el de mayor deterioro, que comenzó a manifestarse en el comercio pero
se extendió a los vínculos diplomáticos y políticos. 257También fueron deterioradas las relaciones con
todos los países del bloque oriental.258
Con Paraguay la relación se hizo tensa por la permanencia de Perón en ese país. Con Bolivia la
situación amenazaba con repetirse. En Chile se denunciaron los contactos entre el gobierno de Ibáñez
y el de Perón. El empeoramiento de las relaciones con todos los países vecinos menos Uruguay quedó
demostrado por la publicación en 1957 de un nuevo libro del chileno Alejandro Magnet –Nuestros
vecinos argentinos- en el que denunciaba nuevamente el expansionismo argentino.
Paralelamente, el régimen de Aramburu indultó a nazis que se hallaban prófugos en Argentina,
mediante los decretos 10.213/1956 y 13.689/1956, que indultaba a los criminales de guerra nazis Hans
Harmeyer y Wolf Franczok.259

Etapa final[editar]
El 30 de noviembre de 1956, el ministro de Aeronáutica, comodoro Julio César Krause, le envió a
Aramburu el siguiente informe confidencial que describía la situación económica del país, producto de
un trabajo intenso de sus asesores, del Servicio de Informaciones de la Aeronáutica y de la consulta a
técnicos de diferentes tendencias. En este informe ponía en conocimiento de Aramburu sus
comprobaciones acerca de cómo se estaban cumpliendo los objetivos del movimiento revolucionario
que los había puesto en el poder: En lo referente a los hechos económicos afirmaba:

 Aumento del costo de la vida


 Disminución de nuestras exportaciones
 Disminución del precio internacional de nuestros productos
 Disminución de nuestras reservas de oro
 Disminución de las ventas del comercio minorista
 Disminución del área sembrada de nuestros cereales
 Baja de los valores de la Bolsa
 Continuación de la evasión de divisas;
 Reducción de nuestro comercio exterior con los países limítrofes
 Carencia de apoyo y obstáculos al desarrollo industrial
 Desplazamiento de renta nacional a otros sectores en perjuicio de la industria
 Aumento general de todos los productos importados; y el aumento de fletes y pasajes al exterior.
Al mismo tiempo el informe confidencial argumentaba que la causa de ello eran:

 Que la política económica se ha orientado decididamente para beneficio de un sector en perjuicio


del interés general de la familia argentina;
 Que por la misma causa se han beneficiado mercados extranjeros;
 Que tal orientación económica se asegura mediante la designación de funcionarios vinculados a
los intereses del sector mencionado;
 Que la ponderación de conceptos doctrinarios tales como: libertad de empresa, supresión del
dirigismo, etc, podrían tener como objeto afirmar esta política económica provechosa para el
mismo sector;
 Que los propiciadores del Gobierno Provisional son movidos por el mismo interés de aumentar el
tiempo en beneficio propio o de asegurar esta orientación de la economía;
 Que la política económica apreciada conducirá a la lucha de clases y por ende a la violencia, y a
una nueva intervención de las Fuerzas Armadas en la vida cívica de la Nación. 260
El 13 de junio de 1957 se destapa uno de los casos más sonados de corrupción del régimen
aramburista, cuando apareció muerto en su estudio de la calle San Martín 536, el doctor Marcos
Satanowsky. El asesinato fue cometido por un grupo de tareas dirigido por el general Quaranta, que
había participado por órdenes directas de Aramburu en los fusilamientos de José León Suárez y del
asalto a la embajada de Haití. El crimen estaba vinculado con la tenencia de las acciones del
diario La Razón, que estaba intervenido por la «Revolución Libertadora». Peralta Ramos había recibido
presiones y extorsiones para que entregara el diario a la dictadura de Aramburu. 261Según el
escritor Rodolfo Walsh, el caso Satanowsky reveló la profunda corrupción de un régimen que intentaba
resolver mediante un grupo parapolicial ―armado por la SIDE― la propiedad del diario La Razón.
En 1958 estalla el caso Busso, relacionado con una denuncia contra Eduardo Busso, mano derecha de
Aramburu y Ministro del Interior. El caso se vinculaba al juicio de divorcio de los esposos Alejandro
Vlasov y Emilia Cavure, en el cual el estudio jurídico que tenían el ministro y el subsecretario de justicia
López Olaciregui defendía al marido en tanto Acuña patrocinaba a la esposa. Acuña afirmaba que los
dos funcionarios, quienes además eran directores y accionistas de la firma Vlasov, habían influido para
que se nombrara a Luis María Bunge Campos como nuevo juez a cargo de ese juicio, en el cual había
importantes intereses económicos en juego. Busso renunció al cargo el 28 de abril de 1956.
A comienzos de 1957 se produce el asesinato de Miguel Modesto Figueredo, de 14 años, debido a una
violenta represión policial contra los huelguistas ferroviarios de Tafí Viejo (Tucumán).
En enero de 1957 se declara una huelga de recolectores y barrenderos que tapó de basura la Capital
Federal. El 23 de mayo de 1956 se desató en la capital argentina un paro de transporte que provocó
inconvenientes variados. Aramburu dispuso una medida que se convertiría en una modalidad usual,
que era la movilización militar del personal del transporte que quedaba sometido al Código de Justicia
Militar. El 23 de enero de 1957 los trabajadores de los talleres de la Línea General Roca iniciaron un
trabajo a desgano que en los días posteriores se extendió a otros sectores del mismo ramal. En las
primeras horas del 6 de febrero de 1957 fuerzas de la Marina ocuparon la Estación de Retiro con
tanques. Un dispositivo similar se desarrolló en la Estación de Constitución. En abril de ese año estalló
un conflicto en los talleres de Tafí Viejo, en Tucumán, a raíz de lo cual tropas del Ejército fueron
enviadas a la ciudad. Los trabajadores fueron sometidos al Código de Justicia Militar que establecía 4
años de prisión a quienes no se presentaran a trabajar. Se anunció que aquellos detenidos por el paro
serían trasladados a unidades militares donde recibirían disciplinamiento militar, y se les limitaría las
visitas sin posibilidad de recibir abogados o defensores, resultando en decenas de detenidos
torturados.
Entretanto, los radicales estaban inmersos en feroces luchas internas por acceder, después de casi
treinta años, a los cargos ejecutivos del país. El candidato tempranamente designado era Frondizi,
visto con muy malos ojos por Aramburu, que decidió apostar a la división del radicalismo y apoyar
decididamente al sector de Balbín: entregó así a los balbinistas todas las intendencias de la provincia
de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país. El Interventor de facto de la Provincia de
Buenos Aires, Coronel Bonecarrere, pidió la renuncia a todos sus Interventores Municipales, para darle
el control de las mismas a los radicales balbinistas. Las maniobras encaminadas por la mano derecha
de Aramburu, el capitán de fragata y jefe de la Casa Militar, Francisco Manrique, dieron sus frutos y
para marzo ya existían la balbinista y oficialista UCR del Pueblo, y la frondicista UCR Intransigente. En
ese contexto se anunció que el 23 de febrero de 1958 se producirían elecciones generales. Pocos días
después creaba la Junta de Defensa de la Democracia, un organismo destinado a perseguir a los
comunistas. Se designó para presidirlo al militante católico Luis María Bullrich, quien estaría
acompañado por Andrés Bacigalupo Rosende, Juan Carlos Cruz, Reynaldo Pastor y Adolfo Sánchez
Zinny como vocales. Los perseguidos fueron los partidos y organizaciones izquierdistas, incluso
cancelándose la personería de los partidos Comunista, Obrero Revolucionario, Cívico, Obrero
Revolucionario Trotskista y Unión Cívica Radical Junta Renovadora. De estos, solo el Partido
Comunista pudo presentarse a elecciones. 262
Ante el aumento de protestas y movilizaciones, finalmente se ve obligado Aramburu a convocar a
elecciones, con algunos partidos proscriptos, realizadas el 23 de febrero de 1958 y siendo electo
presidente Arturo Frondizi con los votos del peronismo, a quien se vio obligado a entregarle el poder el
1 de mayo del mismo año.
El fin del régimen dejaba un país fracturado políticamente, con graves problemas económicos y una
miseria que se agudizaba cada día y que para 1958 arrojaba la cifra de cinco lactantes muertos cada
hora por desnutrición o por enfermedades vinculadas a la pobreza. 263

La Revolución Libertadora y la oposición peronismo-


antiperonismo[editar]
Esta etapa ha sido materia de encendidos debates, en el marco de la oposición
entre peronismo y antiperonismo.264
Algunos no peronistas y los antiperonistas calificaron como autoritario el proceder de la dictadura,
algunas medidas sobre los medios de comunicación y algunas acciones represivas. 265
La dictadura fue criticada por implantar el terrorismo de Estado y el fusilamiento de civiles y militares,
entre otras acciones anticonstitucionales.266La dictadura también fue criticada por su autoritarismo y por
pretender perpetuarse en el poder, 267
Durante años funcionó en el Círculo Naval la Comisión de Afirmación de la Revolución Libertadora,
integrada por Alfredo Astiz, Jorge Acosta y Adolfo Miguel Donda. En Marcos Paz estuvieron presos,
entre otros, Edgardo Campiantico y los capitanes de navío Gustavo Ottogalli y Ricardo Horacio
Aumann, Vicente Massot268 el historiador Isidoro Ruiz Moreno; Horacio García Belsunce, Rafael
Sarmiento, Alberto Rodríguez Varela; Arturo Ossorio Arana y Guillermo de la Plaza. 269También la
dictadura ha sido reivindicada por Félix Luna, quién entre 1956 y 1958, durante el gobierno militar de
Pedro Aramburu, dirigió la obra social del Ministerio de Trabajo. A la ruta nacional 9 se le había
impuesto el nombre de Pedro Eugenio Aramburu en 1979, durante la dictadura
autodenominada Proceso de Reorganización Nacional.270
A partir del golpe de 1955 se popularizó el término "gorila" para denominar a los civiles y militares
antiperonistas. El término fue tomado de un sketch cómico del humorista Aldo Cammarota que no tenía
connotaciones políticas. Inicialmente tuvo un sentido elogioso de los militares y civiles que conspiraban
para derrocar a Perón. Con el paso del tiempo, el término adoptó un sentido peyorativo. Desde
entonces, la población comenzó a utilizar esa misma expresión para referirse a los movimientos de las
tropas.271272En 2005 el Jefe del Ejército argentino expresó que la sentencia fatal contra el General Valle
fue parte de un dispositivo desesperado por silenciar el disenso y la historia, que se expresó también
en la proscripción del peronismo, el acoso al movimiento obrero, el robo del cadáver de Eva Perón y la
censura.273
A fines de 2017, el gobierno de Mauricio Macri causó controversia por la inclusión de homenajes a
dictadores argentinos; entre otros fueron incorporados objetos de Pedro Eugenio Aramburu, que fue
calificado como "Presidente" y se incluyó una vitrina especial con objetos suyos, sin que se mencione
en ningún lugar de qué manera llegó al poder y calificando el golpe de Estado de 1955 contra el
gobierno constitucional de Juan Domingo Perón como "exitoso". 274

Homenajes y resarcimiento a víctimas de la dictadura [editar]


Desde la instalación definitiva de la democracia el 10 de diciembre de 1983, los gobiernos
democráticos han tendido a no reconocer legitimidad histórica a ninguno de los gobiernos militares,
incluida la "Revolución Libertadora", y se han abstenido de utilizar los nombres de sus gobernantes de
facto para designar calles, edificios, plazas y otros espacios públicos, así como realizar actos de
conmemoración de los golpes, a la vez que se han aprobado iniciativas para cambiar de denominación
a espacios públicos que llevaban sus nombres.275 En sentido contrario, los nombres de funcionarios del
gobierno peronista derrocado en 1955, incluido el del presidente Juan D. Perón, han sido aplicados a
diversos ámbitos públicos.276
En marzo de 1999 el presidente Carlos Menem firmó el proyecto de indemnización para resarcir
económicamente a los descendientes de las 31 personas fusiladas el 9 de junio de 1956. 277En 2012 se
promulgó ley que equipara los derechos a percibir resarcimientos por parte del Estado a las víctimas
de la última dictadura con las que padecieron los bombardeos a Plaza de Mayo y el golpe de Estado
de 1955, que derrocó a Juan Domingo Perón de su segunda presidencia. 278
En 2005 el ejército argentino recordó a los caídos en junio de 1956 por oponerse a la Revolución
Libertadora, expresando: "Ratificamos nuestra firme decisión de que nunca más las armas de la patria
serán empuñadas en luchas fratricidas, ni se convertirán en instrumentos al servicio de la intolerancia y
de la opresión".279En 2005, el Concejo Deliberante de la Ciudad de Rosario aprobó una resolución
declarando que la autopista de la Ruta Nacional N.º 9 que une las ciudades de Rosario y San
Nicolás debía ser renombrada como Juan José Valle, en memoria del militar peronista fusilado por la
Revolución Libertadora.280 Poco después, ese mismo año, hicieron lo mismo los concejos deliberantes
de las ciudades de San Nicolás y Villa Constitución.281
En 2006, el senador justicialista y exgobernador de Santa Fe Carlos Reutemann y la senadora Roxana
Latorre presentaron un proyecto de ley para dar a la Ruta 9 el nombre de Juan José Valle en toda su
extensión, obteniendo la media sanción de la cámara el 11 de abril de 2007; pasado a la Cámara de
Diputados, fue aprobado por unanimidad en comisión el 10 de junio de 2008. 282
En 2008 se inauguró también, frente a la Casa Rosada, un monumento en memoria de las víctimas del
Bombardeo de Plaza de mayo de 1955. 283

Los fusilamientos y secuestro de Aramburu[editar]


Artículo principal: Asesinato de Pedro Eugenio Aramburu

En 1970, el general Pedro Eugenio Aramburu fue secuestrado por Montoneros y sometido a un «juicio


revolucionario», imponiéndoselo por «108 cargos de traidor a la patria y de asesino de 27 argentinos»,
refiriéndose a los fusilamientos de José León Suaréz, siendo ejecutado el 1 de junio. 284 Algunos
historiadores han afirmado que las causas fueron más complejas, y estaban relacionadas al gobierno
militar de Juan Carlos Onganía, frente al cual el general Aramburu estaba organizando una oposición
que llevara a una salida electora

Esta reforma, como todas las demás reformas constitucionales argentina, con excepción
de la de 1898, fue considerada ilegítima por algunos historiadores y constitucionalistas, 12
El debate sobre la legitimidad de la reforma constitucional se refirió a si la exigencia de los
dos tercios de votos, establecida por el artículo 30 de la Constitución argentina,45 debían
computarse sobre los miembros presentes o sobre los miembros totales. El sector que
sostenía la legitimidad, sostenía que debía computarse sobre los miembros presentes,
como se había hecho en la reforma constitucional de reforma constitucional argentina de
1866,6 y el sector que sostenía la ilegitimidad, consideraba que debían tenerse en cuenta
a la totalidad de los diputados. La necesidad de la reforma fue votada a favor por 96
diputados que superaban las dos terceras partes de los miembros presentes, pero que no
alcanzaban las dos terceras partes de los miembros totales de la cámara baja, para lo que
requería al menos 102 votos, habiendo por aquel entonces 152 miembros de la cámara
de diputados. La Ley № 13.233 de 1948, que declaraba la necesidad de la reforma,
quedó firme luego de no permitirse la impugnación judicial. 1
En 1947, luego de que el Congreso Nacional destituyera por juicio político a los cuatro
miembros de la Corte Suprema de Justicia que habían legitimado las dictaduras con
la doctrina de los gobiernos de facto, siguiendo el procedimiento constitucional, y la
posterior designación de sus reemplazantes, también siguiendo el procedimiento
constitucional,7 ésta aceptó la legitimidad la Constitución de 1853 y desde 1949, también
la legitimidad de la reforma de 1949 y aplicó sus normas en diversos fallos, 8 hasta que
esta Corte resultó depuesta por la dictadura que usurpó el poder en 1955. preservando la
Constitución de 1949. Al año siguiente, un nuevo dictador, Pedro Eugenio Aramburu,
abolió la Constitución de 1949, sin seguir el procedimiento constitucional. Nunca más,
ninguna Corte Suprema, ni Convención Constituyente, reestablecería la vigencia de la
reforma de 1949, algo que no estyvieron tampoco facultadas a hacer, porque sólo la
Constitución Nacional establece que esa facultad solo compete a una asamblea
constituyente, dentro de los límites impuestos por la ley declarando la necesidad de la
reforma. Al momento de sancionarse la Constitución de 1949, el principal partido opositor,
la Unión Cívica Radical, debatió si sus representantes en el Congreso debían jurar sobre
la Constitución de 1949, o negarse a hacerlo; el sector unionista, encabezado por Miguel
Ángel Zavala Ortiz, con una postura golpista, sostuvo que la UCR debía desconocer la
legitimidad de la Constitución de 1949; en contra se pronunció el jefe de la bancada
radical, Ricardo Balbín, quien sostuvo que la UCR debía jurar por la Constitución de 1949;
la postura de Balbín fue mayoritaria y la bancada radical juró por la Constitución de 1949. 9
La abolición de la reforma de 1949, realizada por el dictador Aramburu, fue realizada por
un gobierno no constitucional y sin cumplir ninguna de las exigencias del artículo 30. 10 A
veces, los cambios realizados durante las dictaduras, son luego aprobados o revertidos
en democracia, situación que no sucedió con la reforma constitucional de 1949. En la
Convención Constituyente de 1957 (elegida en elecciones no libres), el Partido Laborista y
el Partido de los Trabajadores exigieron respetar la vigencia de la Constitución de 1949. 11
12
En años posteriores, diversas normas de la Constitución de 1949, abolidas por la
dictadura de Aramburu, fueron incluidas en el orden constitucional y legal argentino, como
los derechos laborales, la igualdad jurídica entre la mujer y el hombre, los derechos de la
niñez, el voto directo, la reelección presidencial y la autonomía universitaria.

La reforma de 1949:

1. Dejó intacta la física del poder, al permitir la reelección presidencial, la acumulación


de atribuciones y el dominio del príncipe republicano. 
2. Aumentó, exponencialmente, la cotización de la interpretación de la Corte Suprema
de Justicia.

3. Intentó, suavemente, reducir el latifundio y fijó la función social de la propiedad. 

 ¿Qué es latifundismo y sus características?


Los latifundios se caracterizan por lo siguiente: Son grandes extensiones de tierra
que son propiedad privada de un único dueño o de un pequeño grupo de
propietarios. Unos cientos de hectáreas en Europa bastan para hablar de latifundio,
mientras que en América se manejan cifras más elevadas

4. Estatizó el ahorro, el comercio exterior y la banca. 

5. Introdujo un novedoso elenco de derechos sociales, pero olvidó la huelga. 

6. Por primera vez, el término “cultura” ingresó al vocabulario constituyente. Alentó la


investigación científica. 

7. Aunque intentó proteger el “sistema democrático”, incluyó reglas de dudosísima


razonabilidad para dar cuerpo al estatuto de la oposición, circunstancia difícil para
el mantenimiento y desarrollo del diálogo.

8. Reguló el capital; estatizó los recursos naturales y dispuso una política tributaria
equitativa. 

9. Reglamentó el abuso del Derecho. 

10. Todo ello mediante una arquitectura jurídica, robusta y solvente, que no insumió
más de 15 páginas. Suprimió (contrajo el texto) 11 artículos; incluyó (expandió el
texto) en 4 artículos y revisó (modificación, al eliminar normas y dar una redacción
distinta) 52 artículos. La Constitución federal pasó a disponer de poco más de 10
mil palabras, mientras que la de 1853-60-66-98 tenía más de 7 mil.
Innegablemente, fruto de la obra de A. Sampay, la Constitución pasó a tener 103
artículos, mientras que antes del cambio poseía 110. 

La narrativa sobre doctrina debe incluir a todos y todas. Dar una constitución es el
acto político de mayor trascendencia en cualquier comunidad Una Constitución no
es ni más ni menos que un tratado en el que los ciudadanos/as adquieren
determinados compromisos para respetarse y no dañarse, en un marco de paz; y,
acaso, eventualmente, ayudarse y ser solidario entre ellos siempre que la
naturaleza de las circunstancias lo auguren. Cualquier promesa por encima de
eso será celestial y por debajo una declinación obtusa y recalcitrante de la
inherente soberanía individual de las personas, cuya unión debe mostrar la
soberanía política y autodeterminación de un pueblo libre. 

Así, se escribió en su Preámbulo la irrevocable decisión de constituir un Estado


socialmente justo, económicamente libre y políticamente soberano.
Presidencia de Avellaneda Editar

El 14 de abril de 1874, en medio de una gran tensión política, se realizaron


elecciones presidenciales. Nicolás Avellaneda se impuso sobre Bartolomé Mitre,
quien sólo triunfó en Buenos Aires, Santiago del Estero y San Juan.

Avellaneda fue el tercer y último mandatario del período de las presidencias


históricas argentinas. Como presidente compartió con sus antecesores un mismo
proyecto de país que resultó fundacional para el estado argentino y que se basó
en tres metas: “nación, constitución y libertad”. La nación entendida como la
entidad superior que unificó a todas y cada una de las provincias en un estado
común. La constitución como un catálogo de derechos que regulan las relaciones
de las personas y limita a los tres poderes de estado. La libertad como principio
básico del liberalismo.

Fue el primer presidente civil, no pertenecía a ninguna de las fuerzas armadas.


Como le dice Sarmiento al entregarle la banda presidencial: "Es usted el primer
presidente que no sabe usar una pistola".

Políticamente opuesto a las aspiraciones autonomistas de la provincia de Buenos


Aires, asumió la presidencia el 12 de octubre de 1874, a la edad de 37 años.

El 14 de febrero de 1879 fuerzas chilenas ocuparon la provincia de Antofagasta


—hasta ese momento perteneciente al territorio de la República de Bolivia— y
daban inicio a la denominada Guerra del Pacífico, del Guano o del Salitre. Aun
cuando la Argentina mantenía fuertes disputas territoriales con Chile, la Argentina
no intervino en ese conflicto, lo que permitió el aplastante triunfo chileno en la
misma. De hecho, durante la presidencia de Julio Argentino Roca, sucesor de
Avellaneda, y en pleno conflicto bélico, la Argentina y Chile suscribirían el tratado
de Límites de 1881.

[9:38 p. m., 1/4/2022] Sam♥️: La economía y la crisis Editar


El permanente déficit presupuestario y la urgencia de afrontar el pago de las
deudas públicas fue la causa de la sanción durante la presidencia de Avellaneda,
a principios de 1875, de una Ley de Aduanas que aumentaba un 40 % los
derechos de importación de productos industriales. A fines de 1875 se hizo
evidente la crisis financiera del gobierno, causada por los desmanejos financieros
del gobierno y por la baja de los precios de las materias primas en el mercado
mundial. El Banco Nacional fue utilizado para solventar parte de las necesidades
de fondos del gobierno nacional, pero para ello debió acudir, a su vez, a un
crédito tomado al Banco de la Provincia de Buenos Aires.[3]

Finalmente, tras buscar infructuosamente otras salidas, el presidente se decidió a


una reducción masiva del gasto público, despidiendo 6000 empleados públicos y
bajando los sueldos en un 15 %. En un discurso muy conocido, afirmó que[4]

Hay dos millones de argentinos que economizarán hasta sobre su hambre y su


sed, para responder en una situación suprema a los compromisos de nuestra fe
pública en los mercados extranjeros.

No todos estaban de acuerdo con esa solución; existía una fracción del
autonomismo –en que sobresalían Dardo Rocha, Miguel Cané, Carlos Pellegrini y
Vicente Fidel López– que durante sucesivas discusiones parlamentarias a lo largo
del año 1875 propusieron alguna forma de proteccionismo para promover la
industrialización, para que el país dejara de depender de las exportaciones de
productos primarios y las importaciones de productos industriales. Tras un
período durante el cual tuvieron alguna acogida en la prensa, sus propuestas
terminarían por ser dejadas de lado ante la progresiva solución de la crisis.
Solución que sólo en parte se debió a la austeridad gubernamental: fue el
aumento del precio de la lana el que revirtió el déficit comercial.

Apenas tuvo en claro que se estaba saliendo de la crisis, el presidente propuso


una Ley de Inmigración y Colonización –la Ley Avellaneda– que promovía
activamente un ingreso de personas que hasta entonces era un proceso caótico.
Por la misma, se garantizaba a los inmigrantes el alojamiento en el puerto de
llegada y en el punto del interior en que decidieran radicarse, y se les facilitaba
conseguir su primer trabajo. Se produjo un nuevo aumento del número de
inmigrantes, que se instalaron en las colonias agrícolas de Santa Fe, Entre Ríos y
Córdoba –e incluso unas pocas en Buenos Aires– en mayor proporción que hasta
entonces.

En 1875 se inauguró la primera Exposición Rural de Buenos Aires, organizada por la


Sociedad Rural Argentina, que ha sido continuada anualmente hasta la actualidad.
Avellaneda fue el más claro realizador de las ideas del fomento de la inmigración, en
especial la europea, que la Constitución de 1853, definió en su famosa "cláusula del
progreso". Compartía ese mismo ideario con el politólogo Juan Bautista Alberdi,
sostenedor de la frase En América gobernar es poblar y también con su antecesor en el
cargo del Poder Ejecutivo Nacional, el expresidente Sarmiento.

En diciembre de 1876 llegó al país el primer barco frigorífico, Le Frigorifique, equipado


con dos cámaras que mantenían una temperatura de 0 grados centígrados. Esto
modificaba notablemente el panorama de las exportaciones argentinas e incrementaba el
valor del ganado y permitió llevar a cabo el primer embarque de carne congelada hacia
Europa, y al año siguiente las primeras exportaciones de cereales.Estas actividades irían
creciendo gradualmente hasta convertirse en los dos renglones más importantes de las
exportaciones argentinas a partir de la década de 1890.

Como consecuencia –y también como condición necesaria– de esa expansión agrícola, la


extensión de la red ferroviaria tuvo un gran impulso durante el gobierno de Avellaneda,
llegándose a los 2516 kilómetros al final de su mandato, lo que equivale a un aumento del
89 % en seis años. El propio presidente inauguró el ramal hasta San Miguel de Tucumán
–iniciado durante la presidencia de Sarmiento– y se extendieron los dos ferrocarriles de la
provincia de Buenos Aires: el Oeste y el Sur. También se extendió el ramal que debía ir
hacia Chile, llegando hasta Villa Mercedes, en San Luis.
Nicolás Avellaneda.

Al asumir la presidencia de la Argentina, Avellaneda había nombrado un gabinete


ministerial formado por cuatro provincianos y un porteño, Adolfo Alsina, que ejercía como
Ministro de Guerra.

En 1875, una turba de anticlericales y masones saqueó e incendió la Iglesia del Salvador,
de los padres jesuitas. Era una manifestación violenta del crecimiento del anticlericalismo
en las clases sociales más altas, en parte provocada por el conocido catolicismo del
presidente.

También a principio de ese año se produjeron las elecciones de gobernador en Buenos


Aires, en las que el mitrismo se negó a participar; en cambio se enfrentaron dos sectores
del autonomismo: uno, sostenido por el presidente, llevó como candidato a Carlos
Casares, un estanciero propenso a acercar posiciones con el mitrismo que derrotó al
sector más radicalizado, en que figuraban Dardo Rocha, Aristóbulo del Valle y Leandro N.
Alem.
Ante la perspectiva de un enfrentamiento permanente con el mitrismo, Avellaneda prefirió
pactar con él. Amnistió a los jefes militares de la revolución del 74, incluyó nombres de
ese partido en las listas autonomistas para las elecciones de diputados, y en los
sucesivos recambios de ministros prefirió nombrar a los amigos de Mitre. Uno de éstos,
Saturnino Laspiur, fue nombrado ministro del Interior. En las elecciones porteñas de 1878,
la lista de la Conciliación llevó a la gobernación a un autonomista muy cercano al
mitrismo, Carlos Tejedor.

Sin embargo, la muerte del ministro Alsina en enero de 1878 inició el distanciamiento de
ambos partidos. La intervención del presidente a favor del gobernador riojano —a
mediados de ese año— causó la renuncia de Laspiur, junto al cual se retiraron los demás
mitristas. Buscando ampliar sus apoyos, el presidente acudió a Sarmiento, quien fue
sucesivamente ministro del Interior y de Relaciones Exteriores, pero finalmente se decidió
a apoyarse exclusivamente en su partido y en la Liga de Gobernadores; esta pasó a
llamarse oficialmente Partido Autonomista Nacional. Por su parte, Mitre anunció la
creación oficial del Partido Nacionalista. El general Gainza y el gobernador Tejedor se
incorporaron al Partido Nacionalista.

En 1867 se había promulgado la Ley 215, que ordenaba al gobierno nacional llevar las
fronteras al Río Negro; no pudo tener aplicación debido a la Guerra del Paraguay.

La ofensiva contra los indígenas debió esperar hasta el año 1872; ante las señales de que
se planeaban ataques contra sus tolderías, el cacique mayor Calfucurá ordenó el malón
más grande de la historia, que –en marzo de ese año– atacó y saqueó gran parte del
centro de la provincia de Buenos Aires. Una rápida reacción del general Rivas con apoyo
de indios ranqueles le permitió una completa victoria en la batalla de San Carlos.

A partir de entonces, favorecido el gobierno nacional por la muerte de Calfucurá, se inició


una serie de avances en la frontera, especialmente en el oeste de Buenos Aires. A
principio de 1876, los caciques Juan José Catriel y Manuel Namuncurá –hijo y sucesor de
Calfucurá— lanzaron otro gran malón sobre el sur de la Provincia de Buenos Aires.

El ministro Alsina lanzó entonces una agresiva campaña para ocupar el oeste de la
provincia: a lo largo de 1876 avanzó con cinco columnas paralelas sobre los principales
asentamientos de avanzada de los indígenas, ocupándolos. Para evitar nuevas
incursiones, ordenó la construcción de la llamada Zanja de Alsina: una línea de fortines
unidos por una zanja de 3,50 metros de ancho por 2,60 metros de profundidad, que sirvió
como límite para los territorios sin conquistar de 374 km entre Italó –en el sur de
Córdoba– y Nueva Roma, a corta distancia de Bahía Blanca.
Sin darse cuenta, al tomar las lagunas del oeste, Alsina destruyó las bases de la
prosperidad de los indígenas, ya que las lagunas ocupadas eran utilizadas para mantener
alimentados a sus caballos y para engordar los animales arreados por los malones; por
otro lado, en esos años la población indígena fue atacada por una epidemia de viruela
que costó la vida a miles de ellos.

Tras la muerte de Alsina, Avellaneda nombró en su reemplazo al general Julio Argentino


Roca,que había criticado la supuesta actitud defensiva de Alsina. En contraste con su
antecesor, que había intentado incorporar a los indígenas a la civilización occidental,
Roca creía que la única solución contra la amenaza de los indígenas era su sometimiento,
su expulsión o su eliminación. Sobre la base de esa premisa propuso un proyecto de ley
para ocupar todo el territorio indígena hasta los ríos Negro y Neuquén en dos años. La ley
fue sancionada el 4 de octubre de 1878, acordando 1 700 000 pesos al proyecto, cuando
el plan ya estaba en marcha.

A lo largo del año 1878 se lanzaron sucesivas ofensivas sobre las posiciones indígenas,
causando centenares de bajas a las fuerzas de Namuncurá y la captura de los temidos
caciques ranqueles Pincén, Catriel y Epumer. Unos 4000 indígenas –en su mayoría
mujeres y niños– fueron capturados en estas campañas.

El 11 de octubre de 1878, mediante la Ley 954, se creó la Gobernación de la Patagonia,


con sede en Mercedes de Patagones, actual Viedma, cuyo primer gobernador fue el
coronel Álvaro Barros; su jurisdicción alcanzaba hasta el cabo de Hornos.

En abril de 1879 se lanzó el ataque final: cinco divisiones que sumaban 6000 hombres –
incluyendo 820 indígenas aliados – avanzaron en abanico hacia el río Negro; el ministro
Roca festejó el 25 de mayo en la isla Choele Choel. De acuerdo a la Memoria presentada
por el ministro de Guerra, 1313 indios de lanza resultaron muertos y 1271 tomados
prisioneros; cinco caciques principales fueron tomados prisioneros y uno fue muerto; 10
513 indios de chusma –mujeres y niños– fueron tomados prisioneros, y otros 1049 fueron
reducidos.

Así la presidencia de Avellaneda iniciaba la integración geopolítica de aproximadamente


un tercio de la actual superficie continental de Argentina.
Luego de la culminación de las exitosas expediciones, la Argentina logró incorporar
definitivamente a su soberanía territorial toda la pampa y la Patagonia. Asimismo millones
de hectáreas pudieron comenzar a ser utilizadas por la población de raza blanca,
formándose pueblos, puertos, estancias, al fomentarse el progreso a través del
establecimiento del avance de las comunicaciones, los caminos, las postas y los
telégrafos.

Tras el fracaso de la Conciliación, los nacionalistas promovieron la candidatura


presidencial de Tejedor, que contaba con el respaldo de Buenos Aires y algunos apoyos
provinciales. Tras la muerte de Alsina –candidato natural de los autonomistas– el único
personaje suficientemente prestigioso en ese partido era el general Roca, que fue
propuesto como candidato por su cuñado, el gobernador cordobés Miguel Juárez Celman,
y en Buenos Aires por el médico Eduardo Wilde; pronto tuvo el apoyo de la mayor parte
de los gobernadores.

Poco antes, Avellaneda había propuesto la federalización de la ciudad de Buenos Aires


como solución definitiva a la "cuestión capital".

Gran cantidad de porteños compraron armas y formaron una fuerza militar de voluntarios
en el Tiro Federal, mientras Tejedor ordenó la formación de milicias
provinciales.Avellaneda respondió prohibiendo por decreto la creación de cuerpos
armados voluntarios provinciales.

Tras una agresiva manifestación porteña que estuvo a punto de atacar la Casa Rosada, el
17 de febrero Tejedor se reunió con Avellaneda, que se comprometió a no ocupar la
capital con el Ejército.

El 11 de abril se realizaron las elecciones para presidente, de las que surgió una amplia
victoria para los electores de Roca, excepto en Buenos Aires y Corrientes.Tejedor ofreció
a Roca que ambos renunciaran a sus respectivas candidaturas, lo que fue declinado por
Roca. El desembarco de 3500 fusiles y miles de municiones en el Riachuelo causó un
tiroteo entre fuerzas porteñas y nacionales.

El 13 de junio, Avellaneda decretó el traslado del gobierno federal al pueblo de Belgrano


como capital provisional, y el Senado y parte de la Cámara de Diputados se trasladaron
allí. Ese mismo día se reunió el Colegio Electoral, que eligió presidente al general Roca.
Cuatro días más tarde comenzaron los combates; tras dos batallas sobre el Riachuelo, las
fuerzas porteñas lograron detener por tercera vez a las nacionales en los Corrales, pero
terminaron por retirarse ante la amenaza de un nuevo ataque.

Se habían producido unos 3000 muertos, y la situación de Buenos Aires era desesperada:
apenas contaba con 4000 hombres y las fuerzas nacionales seguían avanzando,[40] de
modo que Tejedor encargó a Mitre negociar con el presidente. El día 25 de junio se firmó
un acuerdo que incluía una amplia amnistía, la renuncia de Tejedor, el reconocimiento de
la elección presidencial de Roca y la federalización de Buenos Aires si el Congreso así lo
decidía. Las milicias fueron desarmadas, y Tejedor renunció el día 30.

Monumento a Nicolás Avellaneda en el Parque 3 de Febrero.

El 24 de agosto el presidente Avellaneda envió el proyecto de ley para federalizar la


ciudad de Buenos Aires, que fue sancionada el 21 de septiembre.

El 12 de octubre de 1880, el general Julio Argentino Roca asumió la presidencia de la


Nación, iniciando el período de la República Conservadora.Todavía faltaba de acuerdo
con lo establecido por la reforma constitucional de 1860– la aprobación de la
federalización por parte de la legislatura porteña. Esta inició el debate el 12 de noviembre,
destacándose en su defensa el diputado, periodista y poeta José Hernández, mientras
que el principal opositor fue Leandro N. Alem, ambos autonomistas. El 25 de noviembre la
ley fue aprobada por mayoría.

La desvinculación política de la capital con la provincia en la que se asentaba había sido


una aspiración constante de las provincias argentinas con excepción de la de Buenos
Aires, que reaccionó enérgicamente ante la medida durante todo el proceso de formación
del estado argentino.

Libro publicado en 1883

Nicolás Avellaneda, siempre ligado al ámbito educativo, en 1881 fue designado rector de
la Universidad de Buenos Aires.

En 1883 fue designado senador nacional por la Provincia de Tucumán, donde había
nacido, cargo que ejerció hasta su muerte.

Otra importante ley que llevó su nombre fue la Ley de Universidades, de 1885, que otorgó
a los centros educativos de enseñanza superior autonomía universitaria a nivel
académico, respetando la libertad de enseñanza y de pensamiento y que constituyó uno
de los antecedentes de la Reforma Universitaria de 1918. Solamente dejó al estado la
responsabilidad financiera universitaria. Uno de los principales cambios de esta Ley era el
nombramiento de los profesores, que dejaba de ser por afinidad y pasaba a ser por
concurso.

Todavía mantenía intacto su espíritu de educador, tanto es así que cuando algunos de los
profesores de ausentaba, el mismo tomaba la suplencia de la clase, no importaba la
materia que fuera, el doctor Avellaneda estaba preparado para dar lección.

Su gestión fue muy buena y reconocida por alumnos y profesores. Es por eso mismo que
en 1885 le renuevan su cargo como rector por tres años más, pero que no llegará a
cumplir.

Avellaneda también manifestó una natural inclinación hacia la literatura. Su producción


literaria, en la que se encuentran reunidos —entre otros trabajos— sus discursos
presidenciales, está agrupada con el título Escritos literarios.
Desde los días de su presidencia se lo notaba avejentado, frágil y endeble físicamente.
Pero en sus últimos años su salud empezó a empeorar, fue diagnosticado con la
enfermedad de Bright, mal que lo acarrearía hasta su muerte.

Con la esperanza de poder tratar para la nefritis que lo afectaba, Avellaneda viajó a
Francia a consultar a un grupo de médicos especialistas.

Sin embargo, el diagnóstico no era bueno, no había nada que pudieran hacer. Luego de
tres meses, Avellaneda decidió volver para morir en su patria. Pero su último deseo no
pudo ser cumplido, murió en alta mar, a los 48 años, el 25 de noviembre de 1885 en los
brazos de su compañera de toda la vida.

Fue bajado de la embarcación en un ataúd cubierto con la bandera argentina. El


presidente Julio Argentino Roca decretó ocho días de duelo nacional, y sus restos fueron
despedidos con todos los honores. Sus restos descansan en el Cementerio de la Recoleta
de Buenos Aires.

Tumba de Nicolás Avellaneda en el Cementerio de la Recoleta.

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