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Iii El Misterio Del Hombre
Iii El Misterio Del Hombre
Iii El Misterio Del Hombre
Introducción
Para intentar acercarnos al misterio hombre, nuestra reflexión iniciará con los
fenómenos que actualmente le siguen revelando al hombre como problema, para
seguidamente presentar las visiones antropológicas insostenibles y finalmente centrarnos
detenidamente en aquellas cuestiones que falazmente creemos que ya están
comprendidas y que pesan de forma decisiva sobre nuestra propia existencia e identidad.
Las preguntas que nos acercarán al misterio ontológico del hombre serán: 1).- ¿Qué es
el hombre?; 2).- ¿Quién es el hombre?; 3).- ¿Cómo es el hombre?
Objetivo
Presentar unas aproximaciones y criterios filosófico-teológicos de la comprensión del
misterio del hombre como problema presente, como espíritu encarnado, como persona y
como libertad, para que los sujetos puedan tener elementos de juicio con los cuales
comprenderse a sí mismos como personas así como también valorar a sus semejantes
como tales.
Sumario
1. La actualidad del hombre como problema
2. Visiones antropológicas insostenibles
3. El hombre es unidad total: espíritu corporeizado/cuerpo espiritualizado
4. El hombre es persona
5. El hombre es libertad
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1. La actualidad del hombre como problema
Actualmente las sociedades occidentales se han pulverizado y cada cual forma un gueto
que está al acecho de la otra. Dentro de las sociedades particulares se han elevado los
índices de violencia y de violación a los derechos humanos. El ser humano actual vive
bajo la constante amenaza de la violencia y de la muerte. Hoy, la paz no existe; la paz
hay que construirla, pero ante la carrera armamentista, su construcción se ve
conflictuada.
Los Estados en sus propias estructuras ya no son funcionales; los gobiernos que se jactan
de democráticos no lo son, pues usan el poder para dominar; los partidos políticos son
los mismos de siempre y buscan representarse para representarse; los que se dicen
políticos son viejos politiqueros que han prostituido a la política volviéndola palestra y
vía para la corrupción; la democracia se ha reducido al día de las elecciones; la
participación de los ciudadanos está debilitada. La política como Ciencia del Bien
Común se ha pervertido. Existe una desesperanza en la vida democrática de los pueblos.
Los métodos a partir de los cuales los países ricos se apoderan de los recursos
bionaturales de la tierra, son la presencia de sus organismos de poder como el Fondo
Monetario Internacional (FMI), la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Banco
Mundial (BM) y la Organización de la Naciones Unidas (ONU) que también funciona
como una transnacional.
En este horizonte, a los pueblos que no cuentan con el capital y la tecnología se los
denomina de modo absurdo y discriminante no-progresistas y subdesarrollados, mientras
que los poseedores de estos recursos se dicen, también, de modo absurdo y prepotente,
progresistas y desarrollados.
Frente a dicha propuesta no puede faltar nuestra objeción, pues, por amor a la vida en
sus plurales manifestaciones no podemos permitir que ciertos Estados ricos o el imperio,
termine explotando y predando los recursos que constituyen el sustento de nuestros
pueblos.
Sin ser pesimistas, pero sí realistas, el hombre occidental moderno ha construido unas
civilizaciones en las que lo humano se ha venido a menos, actualmente hay una
deshumanización en todos los sectores de las culturas y de las sociedades. Por sobre el
ser humano y su dignidad prevalece una cultura del mercado, del dinero, de la
tecnología, del poder, del consumo, del individualismo y de la indiferencia; el hombre
ha generado una cultura insensible a la paz, a la justicia, a la solidaridad y a la ecología;
la <<cultura de la vida>> se ve desplazada por la <<cultura de la muerte>>.
Las culturas occidentales de hoy paren (de parir) seres inermes a la vida, pero vampiros
de sus hermanos más débiles; son culturas que al parir a sus hijos se los engullen antes
de que éstos puedan reconocerlas como madres, porque a costa de esa sangre fresca
pueden seguir manteniéndose con vida. Dichas culturas actuales borran todas las
diferencias y las estandarizan bajo el nombre de globalización cultural.
Frente a dicha propuesta no puede faltar nuestra objeción, pues, por respeto a las
diferencias y pluralidades de las sociedades, pueblos y etnias no podemos admitir que se
nos borre nuestras propias identidades que son nuestras formas de ser y de obrar en el
mundo.
Para cerrar esta reflexión, podemos sostener que, actualmente las raíces del hombre
como problema se han de encontrar en las <<situaciones límite>> como la guerra, el
genocidio, la violencia, el fratricidio, el ecocidio, el hambre, la exclusión y el sin-sentido
de la vida.
a).- El fraccionamiento del ser humano.- Tiene que ver con una compresión
empobrecida y parcializada del ser humano, estas comprensiones van desde el puro
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materialismo hasta el puro espiritualismo, entre dichas formas de comprensión están la
biologicista, la psicologicista y la espiritualista.
a).- Una postura crítica de-constructiva y constructiva.- Tiene que ver la actitud
de muchas sociedades, pueblos y etnias que desde la reflexión auto-crítica y la propuesta
solidaria, buscan de-construir aquellos sistemas inhumanos que a lo largo de la historia
93
y hasta hoy les han impedido vivir con dignidad, para re-construir desde abajo unas
nuevas culturas, más justas, más solidarias y más humanas.
c).- La lucha solidaria y justa por la vida.- Apunta a todas las iniciativas y
esfuerzos que desde las geografías empobrecidas y diferentes se emprende
cotidianamente, con el fin de sobreponerse a la muerte impuesta por el sistema
capitalista neo-liberal. Ante la globalización de la muerte impuesta por el imperio y sus
lacayos, los pueblos excluidos luchan en la propuesta de la globalización de la vida.
En este contrastado clima de propuestas, unas a favor del hombre, del mundo y de la
vida en sus plurales expresiones es donde actualmente estamos llamados a preguntarnos
¿qué es el hombre?
= Cuerpo
= Espíritu
* El hombre es sólo cuerpo= visión monista.
* El hombre es cuerpo y espíritu= visión dualista.
* El hombre es espíritu corporeizado o cuerpo
= Espíritu corporeizado espiritualizado= visión unitaria o integral.
La primera cuestión que queremos responder aquí es: ¿qué es el hombre? Esta cuestión
se explicita en cuestiones como: ¿qué soy yo?, ¿de qué estoy hecho?, ¿cuáles son mis
ingredientes básicos? 1 Las respuestas son: el hombre es cuerpo; el hombre es espíritu, el
hombre es cuerpo espiritualizado o espíritu corporeizado.
1
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, “Alma”, en MORENO VILLA MARIANO (Dtr.),
Diccionario de pensamiento contemporáneo, San Pablo, Madrid 1997, p. 57; Idem., Creación, gracia,
salvación, Sal Terrae, Santander 1993, p. 51.
94
2.1. Visión dualista
Existen varios dualismos 2 :
a).- El presentado por Platón quien considera que el hombre es dos realidades
distintas: cuerpo y alma, y de las cuales el alma es la realidad más importante de todas,
esta forma de ver y de comprender al hombre llegó al mundo occidental y al mundo
cristiano gracias a la traducción e interpretación de Agustín de Hipona.
b).- El presentado por Descartes que con su “cogito, ergo sum” (“pienso, luego
existo”) presenta al alma y al cuerpo, en teoría, separados y, en práctica, unidos como el
timonero (alma) a la barca (cuerpo).
De modo general, esta visión postula que el hombre es: por un lado, cuerpo, y por otro,
espíritu, es decir un ser dual, partido en dos.
Si el hombre es cuerpo por un lado y espíritu por otro y, entre contexto, lo más importante
es el espíritu y lo menos importante el cuerpo, muchos creyentes, por ejemplo, pensaban
que: “hagamos lo que más nos plazca con el cuerpo, pues, que a la final es nuestro, que del
espíritu ya se encargará Dios.”
En nuestros contextos, estas posturas monistas del hombre, perviven, por ejemplo, en
aquellos materialistas, biologicistas y mecanicistas que defienden que el hombre es sólo
y exclusivamente cuerpo; éstos, directa o indirectamente niegan la trascendencia del
hombre, condenándolo a la absoluta inmanencia.
Estas visiones, que han vuelto con énfasis en la modernidad y en la posmodernidad, son
la que sustentan el extremo culto a la corporalidad sin considerar que el hombre es más
que mero cuerpo.
2
Véase, GEVAERT J., El problema del hombre. Introducción a la antropología filosófica,
Sígueme, Salamanca 2005, p. 69-75.
95
2.3.2. De la visión dualista
El considerar al hombre un conjunto de dos realidades diferentes, alma por un lado y
cuerpo por otro, conlleva a verle fraccionado y, más aún, muchas veces se ha llegado a
primar una dimensión sobre la otra, así por ejemplo: creer que el alma es superior al
cuerpo y como consecuencia considerar al ser humano como un ser que puede
comprenderse desencarnado del mundo. Por extensión, esta visión aplicada al mundo,
hace comprender a éste como algo no necesario para realizarse humanamente, a tal
punto que lo mejor que puede hacer el hombre es ignorarlo, desentenderse y en el
extremo, hasta huir de él.
Como diría Ruiz de la Peña, la cuestión del espíritu, guarda tras de sí y conlleva en sí un
problema ético y político: el hombre reducido a materia queda a merced de las leyes
físicas y nada más, es un hombre sin trascendencia, un hombre cuantificable,
destructible y experimentable igual que el mundo y las cosas.
A modo de conclusión de esta crítica, tenemos que decir que las visiones del hombre,
mencionadas como insostenibles no han sido del todo superadas, hoy han vuelto a la
carga debido a dos fenómenos: a).- el capitalismo neoliberal que se ha afianzado
procesualmente en el mundo occidental y que exalta unilateralmente el materialismo y la
materialización de la vida a través de la filosofía del tener y; b).- la posmodernidad que
exalta unilateralmente el culto al cuerpo a través de la filosofía de la estética que ha
degenerado en un estetismo.
3
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, “Alma”, en MORENO VILLA MARIANO (Dtr.), o. c., p.
59.
96
La visión unitaria, al considerar al hombre una unidad total, comprende y acepta que
aquél es un ser que por sí mismo es más que todo cuanto existe en el universo. Cuanto
cuerpo espiritualizado, no puede abandonar el mundo para realizarse fuera del mundo;
cuanto espíritu corporeizado, no puede dejar de ver más allá del mundo, porque su
realización si bien empieza en el mundo no termina en el mundo de nuestra experiencia
cotidiana.
El hombre por ser lo que es, es un ser de trascendencia y su realización es un don y una
tarea; cuanto tarea su realización está en el mundo y, cuanto don su realización está más
allá del mundo pero no sin el mundo. El mundo como espacio y sus hermanos como
referentes personales, son la condición de la realización plena del ser humano, esto es, el
hombre no se salvará sin el mundo y sin sus hermanos y hermanas.
En la unidad de cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, es una síntesis
del universo material, el cual alcanza por medio del hombre su más alta cima y lanza la voz
para la libre alabanza del Creador. No debe por tanto despreciar la vida corporal, sino que,
por el contrario, debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios
4
que ha de resucitar en el último día.
Es esta visión unitaria la que subyace al modo de entender el origen y el fin del ser humano:
todo el hombre es creado por Dios; todo el hombre será salvado en su integridad corpóreo-
espiritual (resurrección), y no en la supervivencia fraccionaria de una de sus presuntas
5
<<partes>> (inmortalidad del alma sola).
El cuerpo es ese dato que hace que yo me sienta existiendo y en relación con todo cuanto
me rodea, en palabras de Gabriel Marcel (1889-1973), “<<esa especie de invasión
irresistible de mi cuerpo sobre mí mismo que es el fundamento de mi condición de
hombre y de criatura>>” 6 .
4
Const. Gaudium et spes, No. 14, véase también No. 15.
5
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Creación, gracia, salvación, o. c., p. 57.
6
SÁNCHEZ LÓPEZ A. M., “Cuerpo”, en MORENO VILLA MARIANO (Dtr.), o. c., p. 286.
97
Esa vital y única experiencia de la existencia corpórea a veces se ve traicionada por el
lenguaje que es incoherente, pero, sobre todo, explotada por los mass media y los multi
media y el marketing modernos. Analicemos la traición en el lenguaje y la explotación
de la dimensión corpórea:
- Acerca de la traición en el lenguaje: decir “mi cuerpo...”, hace pensar que entre yo y
mi cuerpo existe un paralelismo 7 , como que son dos realidades, y esto es equívoco.
Pensar y expresarse así es fraccionar a la persona, es aceptar que el yo tiene un cuerpo
diferente a él, cuando en realidad, uno mismo es cuerpo.
Mounier sostenía que <<no puedo pensar sin ser, ni ser sin mi cuerpo>>. Y afirmaba: Yo
soy persona desde mi existencia más elemental; lejos de despersonalizarme mi existencia
8
encarnada es un factor esencial de mi ser personal.
La existencia corpórea del hombre permite una relación activa en el mundo, hace posible
una existencia participativa y comprometida consigo misma, con los otros, con la
naturaleza, con el trascendente.
El hombre cuanto espíritu es: ser-en-el-mundo; ser en el tiempo, ser sexuado; expresión
comunicativa del yo.
7
Ibid., p. 287.
8
Ibid., p. 288.
98
3.1.1. El hombre como <<“Ser-en-el-
mundo”>>
La condición corpórea del ser humano, le
exige <<ser-en-el-mundo>> 9 . Su realización
no puede estar fuera del mundo, el mundo es
su primera realidad con la que se encuentra al
nacer, en él vive y en él muere.
9
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Imagen de Dios. Antropología teológica fundamental, Sal
Terrae, Santander 1988, p. 134-135; cf., también COMBLIN JOSÉ, Antropología cristiana, T. 1, Edcs.
Paulinas, Madrid 1985, p. 115-137.
99
5. El hombre y la economía.- El hombre es un ser capaz de administrar, por eso, su
postura será la búsqueda y la praxis de una economía y administración de las riquezas
donde el valor dinamizador sea la solidaridad y la equidad. Sus políticas económicas
han de estar al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía. Ha de
promocionar entre los seres humanos una relación de justicia; ha de luchar, junto con los
empobrecidos de la tierra, para cambiar las estructuras económicas que hacen de los
ricos cada vez más ricos mientras las mayorías se mueren de hambre. Frente a un
capitalismo neoliberal que devora al hombre ha de proponer el rescate y la centralidad
del ser humano.
Mas la historia, así como nosotros la comprendemos, no es “la historia una y universal”
que desconoce las particularidades y el tiempo de los diferentes y plurales sucesos del
mundo, de los pueblos y de las personas; el modo cómo comprendemos la historia es la
experiencia del tiempo abierto, relacional e interdependiente, donde éste no se
comprende sino desde las diferentes y plurales historias del mundo, de los pueblos, de
las sociedad, de los grupos humanos y de las personas individuales.
Nuestra comprensión de la historia no tiene nada que ver con el tiempo, la existencia y la
vida fraccionada y relativizada de los posmodernos, sino con el tiempo, la existencia y la
vida diferenciada, relacionada y contextualizada: la historia para nosotros es plural,
asincrónica y grávida de sentido a pesar de sus sin-sentidos.
1. El tiempo como historia en singular.- Esa que el hombre llama historia universal es
una historia que los pueblos dominadores se han inventado para contar sus hazañas de
dominio. “La Historia en singular y con mayúscula, y sin indicación de complemento
determinante, ha sido y continúa siendo un concepto fascinante del experimento de los
tiempos modernos.” 11
10
Cf. Ibid., p. 135-136 y; p. 137-155, respectivamente.
11
MOLTMANN JÜRGEN, Dios en la creación, Sígueme, Salamanca 1987, p. 152.
100
En realidad no existe historia universal sino historias particulares porque cada cultura,
cada pueblo, cada etnia, han tenido y siguen teniendo su propia evolución y sus propias
características, todas contextualizadas en términos espacio-temporales. De ahí que para
comprender la historia es importante no generalizar sino adjetivar. Detrás de cada
historia adjetivada está un ser humano singular y plural, un rostro y unos rostros que
revelan ¿quién es el hombre?
Nuestro mundo tiene un origen, y por tanto, tendrá también un final; nuestro mundo no
es eterno, está condicionado por el tiempo y, por eso, nuestro mundo es histórico. El
mundo entonces no es eterno y, bajo estas circunstancias, el ser humano está llamado a
cuidarlo.
b) El tiempo de las civilizaciones y de los imperios.- Desde que el ser humano empezó a
organizarse social y políticamente aparecieron los imperios y con ellos las
civilizaciones. Se calcula que los imperios aparecieron hace unos, 6.000 años a.C.,
aproximadamente, entre ellos se cuentan los de Babilonia, Egipto, Roma, Japón, China.
En este contexto, lo que importa es comprender que junto con la desaparición de las
civilizaciones e imperios desaparece también el concepto y la comprensión del ser
humano imperante para re-articularse o re-significarse otro nuevo, en torno a las nuevas
realidades.
12
Cf. Visión científica de la evolución (Cap. I, # 4.1.).
101
d) El tiempo de la existencia individual.- La historia humana primero que nada nunca es
única, es plural, ya lo hemos dicho; segundo, no es un sin fin (continuum), y tampoco es
la suma de los sucesos, simplemente es una experiencia con eventos que hacen que la
vida misma del ser humano sea un camino imperfecto de realización, un pro-yecto.
- Hay quienes tienen la oportunidad de gozar de ciertos beneficios que hacen que la vida
sea vivida con holgura, deleite y con dignidad. De ellos se dice que viven dignamente.
- Hay quienes no tienen cómo ni de dónde sacar recursos para cubrir sus necesidades
más básicas, por que el sistema, las estructuras y sus lacayos ciertas personas les niegan
las oportunidades de vivir: son los empobrecidos, los excluidos (ancianos-as, niños-as,
jóvenes y mujeres; indios, afros y mestizos). De ellos se dice que viven indignamente
obligados.
- Hay quienes eligen vivir pobres y saben que la pobreza no es buena, pero si la eligen
en libertad, es porque quieren solidarizarse con los empobrecidos y excluidos de la
tierra, no para robustecer la cantidad de pobres, porque eso sería absurdo, sino para junto
con los excluidos y desde sus reales circunstancias buscar caminos de liberación que les
permita llevar una vida con dignidad. De ellos se dice que viven solidariamente.
- Hay quienes viven egoísticamente con todas las comodidades y exageraciones de lujo
que una sociedad economicista y consumista oferta, este estilo de vida es un insulto a la
miseria y el hambre de los demás. También hay pobres que despilfarran lo poco que
tienen como si fueran millonarios, y lo mismo atentan contra la dignidad suya y la de los
demás. Pues, todas, estas exageraciones ilimitadas y egolátricas, enajenan a la persona y
son reflejo de ciertas neurosis de la civilización actual. Y aunque a eso, sus autores, le
llamen, equivocadamente, vida, no deja de ser una vida enfermiza, pues, se trata de una
vida a costa de la vida de otros. De ellos se puede decir que viven de modo subjetivista
y relativo frente a la vida, a tal punto que su existir es una <<vida llena de cosas pero
vacía de sentido>>.
13
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Imagen de Dios, o. c., p. 136; cf. también COMBLIN JOSÉ,
o. c., p. 106-113.
102
a presentar la muerte como condición biológica, y en el apartado de el hombre es
espíritu lo abordaremos cuanto situación existencial.
La muerte como condición biológica significa el fin de la vida en esos mismos términos
(biológicos). La vida puede concluir bajo circunstancias naturales (vejez) o bajo
circunstancias no naturales que son inesperadas y sorpresivas (enfermedad, accidente,
suicidio, etc.), en todos estos casos se ve truncada la existencia.
Frente a la muerte el ser humano se siente impotente, pues, es el fin a todos sus
proyectos, sueños y deseos. Con la muerte todo queda truncado y, lo que uno no ha
hecho no lo hará nadie. La muerte es la experiencia más angustiante, limita todo, echa a
perder todos los planes. Nadie está exento de la desaparición del planeta, tarde o
temprano cada quien desaparecerá del mapa como desaparecen los otros seres vivientes.
En la práctica, nadie se libra de ser mortal. Sin embargo, cuando la muerte se le encara a
una persona anciana, la misma persona acepta con serenidad por que sabe que extender
la vida en esas circunstancias resultaría indigno y, quienes están más cercanos, en un
acto de aceptación de que la vida tiene sus límites hasta podrían resignarse diciendo: “al
fin ya vivió”; pero cuando la muerte consume la vida de alguien que acaba de nacer y
del cual se espera un futuro más prolongado, se eleva el grito rasgado: “no es justo”.
Si la sexualidad humana es una dimensión abarcante del propio ser, reducirla a sexo o
genitalidad sería fraccionar al ser humano y, en consecuencia, negarle como persona
unitaria. Lo que hace que una mujer sea mujer y que un hombre sea hombre es su
femineidad y su masculinidad, respectivamente. La masculinidad y la femineidad son el
sello personal de cada individuo y, es su riqueza que hará posible el encuentro inter-
personal y la relación inter-sujetiva.
Sin embargo, la sexualidad tiene unos significados, los mismos que dependen de las
diferentes interpretaciones que dependiendo del tiempo y del espacio de donde
proceden, empobrecen o enriquecen la comprensión de esta dimensión humana.
14
Aquí seguimos a GASTALDI ÍTALO, o. c., p. 121-141; cf. también RUIZ DE LA PEÑA
JUAN LUIS, Imagen de Dios, o. c., p. 136; cf. también COMBLIN JOSÉ, o. c., p. 93-106.
103
1. El punto de partida de comprensión del significado la sexualidad humana.- El
problema fundamental radica en cómo distinguir al varón de la mujer, pues, en el intento
de descifrar la incógnita bien se puede llegar a proporcionar o revelar una comprensión
estática y reductiva del ser humano.
Pero más allá, se sabe que el ser humano hombre y mujer no son sólo biología y
psicología, esto es, cuerpo y conducta solamente, son también parte de la cultura y, ésta
si bien no determina sí influye en el modo de ser de la persona y su personalidad, por eso
cuando se trata de un ser humano, necesariamente tenemos que comprenderle en su
universo cultural donde las interpretaciones de la sexualidad humana son plurales.
15
GASTALDI ÍTALO, o. c., p. 127.
104
a) Dimensión personalizante.- Se entiende que el ser humano es un ser para el
encuentro, un ser llamado a dialogar con los otros de su especie, con el mundo y con el
Otro (Dios). Este encuentro dialogal se ve enriquecido por la diferencia masculina y
femenina.
Pero aquí, nos referimos, sobre todo, al encuentro con el sexo contrario, donde la mujer
tiene como referente de relación dialogal al tú masculino y viceversa. Si este encuentro
se da dentro del proyecto pareja (matrimonio), la relación se cualifica y pasa de ser una
relación interpersonal para convertirse en comunión interpersonal donde él y ella llegan
al descubrimiento de los propios valores y terminan enriqueciéndose recíprocamente
con la integración de los mismos. Esta recíproca integración de los valores se realiza a
través del diálogo en sus diferentes niveles: la genitalidad, la afectividad y lo espiritual.
En la pareja los tres niveles de diálogo mencionados se han de integrar y, de esta manera
el amor se vuelve fecundo, deja de ser un diálogo de dos para convertirse en un diálogo
plural de un nosotros. En este diálogo plural y fecundo, el placer que la sexualidad
ofrece a la pareja en el ejercicio de su genitalidad no muere en el mero placer, sino que
se abre a la fecundidad, esto es, la presencia de los hijos, y con ellos, el amor de la pareja
evoluciona hacia un horizonte social.
16
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Imagen de Dios, o. c., p. 137-138.
105
fruncir el ceño; el estar de pie o el estar sentado; el estar despierto y activo o el estar
dormido y en descanso; el caminar recto o encorvado; el saltar, el bailar y el permanecer
de rodillas; el cantar y el danzar; etc.
Diciendo que el hombre es alma [espíritu] -y no sólo cuerpo-, se quiere decir: a) que el
hombre vale más que cualquier otra realidad mundana (afirmación axiológica) ; b) que es
capaz de mantener un diálogo salvífico con Dios (afirmación dialógico-soteriológica;
17
El ser humano, capaz de comunicarse por su corporeidad, tiene unas riquísimas formas de
expresión y tipos de lenguaje, entre ellos:
- Verbal: expresión oral; expresión escrita; expresión análoga (ejemplo: en códigos "HORSE”)
- No verbal: proxémica (uso del espacio físico para actuar); kinésica (correlación de movimientos como
en la danza); gestual (mediante gestos o "mímica"); objetual (utensilios, "regalos",... .); gráfica (todo lo
que corresponde al dibujo y la diagramación); icónica (a través de la imagen); acústica (mediante sonidos:
como en la música o con efectos sonoros, entre éstos cuéntese también el silencio), cf. CELAM,
Comunicación, misión y desafío, 1986, p. 35.
106
significativa a este respecto es la definición de Ratzinger: con la idea de alma se expresa
18
<<la capacidad de referencia del hombre a la verdad, al amor eterno>>.
Cuando decimos que <<el hombre es espíritu>> re-conocemos dos cosas: vale más, y es
capaz de diálogo. Ésta es una concepción axiológica (valorativa), pero no ontológica
(que fundamenta el ser). El espíritu no es sólo aquello que hace que el hombre valga
más, sino que es la constitutividad misma o el ser mismo del ser humano (concepción
ontológica), de donde se concluye que: si el hombre vale más que todo cuanto existe en
el mundo, es porque, en sí mismo el hombre es más que todo en el mundo.
Así pues, por alma [espíritu] resulta ineludible entender lo que H. Thielicke llama el
<<momento óntico>> especificativo de lo humano, el co-principio transmaterial y
transorgánico del ser del hombre, irreductible a su dimensión físico-química-biológica
(aunque ineludiblemente condicionado por ella), que avala y tutela la plusvalía del individuo
humano concreto y su carácter de interlocutor de Dios, oyente y respondente de su
19
palabra.
3.2.1. El hombre como ser mundano que mira más allá del mundo 20
La condición espiritual del ser humano le exige no sólo estar en el mundo, sino estar
frente al mundo. Por su dimensión espiritual, el hombre disfruta con mesura lo que
existe en el mundo, pero no se queda prendado de ello para siempre; comparte y vive los
acontecimientos del mundo pero sabe que éstos no tienen su fin en sí mismos sino que
su finalidad trasciende, es metafísica; participa en el mundo y lo hace porque está
llamado a dar sentido a los sin-sentidos del mundo: es co-responsable con el destino del
mundo.
18
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Creación, gracia, salvación, o. c., p. 56.
19
Ibid., p. 56-57.
20
Idem., Imagen de Dios, o. c., p. 141-142.
107
mundo sino en el mundo y con el mundo. En otras palabras: <<el hombre no se salvará
sin el mundo>>.
3.2.2. El hombre como ser temporal que mira más allá del tiempo 21
No se trata del tiempo físico fríamente calculado por el reloj, nos referimos al tiempo
experimentado humanamente: el tiempo vivido (Bergson) 22 . Ese tiempo vivido es la
misma historia personal y social del hombre, <<el hombre es tiempo.>> 23
21
Ibid., p. 142-143.
22
Citado (Ibid., p. 142).
23
Cf. HEIDEGGER MARTÍN, El concepto de tiempo, MINIMA TROTTA, Madrid 2006.
108
1. El tiempo vivido.- El hombre es un ser que ha llegado con el tiempo y pasa en el
tiempo, pero en el tiempo que pasa, experimenta y vive de manera muy singular ese
tiempo, así: con aburrimiento, con impaciencia y con esperanza.
2. El tiempo y los tiempos.- Existe un tiempo que es de todos y en el cual todo existe,
pero existen también los tiempos del ser humano y del mundo, de las culturas y de las
generaciones, y estos tiempos son: pasado, presente y futuro.
En este horizonte, los tiempos profanos y los tiempos sagrados, ambos cobran sentido a
la luz del espíritu humano que trasciende y que busca mirar desde la realidad temporal
más allá del tiempo, porque sabe que nada termina aquí sino que todo se proyecta al más
allá.
109
a) El tiempo pasado.- Es aquel tiempo que ya fue, pero que constituye el soporte y la
memoria del presente. Si se tiene un recuerdo o si se re-memora, en realidad es un
pasado-presente, es un tiempo que está vivo y cuyos recuerdos le permiten al hombre
confrontarse.
c) El tiempo futuro.- Es un tiempo inédito cuanto que nadie relativamente sabe lo que
puede pasar, pero también es el único tiempo que se espera como el mejor de los
tiempos, es el tiempo en el que se espera que se cumplan los sueños y las utopías que el
hombre ha soñado y que no se han hecho realidad en el presente, es el único tiempo
seguro.
Sin embargo hoy, la historia de los seres humanos es una, en cuanto que todos
comparten el mismo destino: la muerte. Esta inminente muerte, que hoy se aproxima,
silenciosa ya sea por la guerra nuclear o por la destrucción ecológica exige al ser
humano re-visar sus historias particulares (historias de las culturas y de las
civilizaciones, historias de los pueblos y de las naciones) y, de alguna manera, re-
significarlas y re-orientarlas, para que el destino no sea un final inhumano. Esto mismo,
aplíquese a la vida personal, familiar y social.
3.2.3. El hombre como ser mortal que mira más allá de la muerte 24
El punto de partida para la comprensión de la muerte como situación existencial está
dado por la muerte biológica, sin embargo, <<la muerte más allá de la muerte>>
significa que uno, desde su libertad, corre el riesgo de perderse o de ganarse y, uno
puede perderse en el sentido de morirse estando biológicamente vivo. No se trata de una
muerte simbólica, es una muerte real, por ejemplo: si uno es corrupto, egoísta,
mentiroso, injusto, no leal, etc., equivale a decir que uno está muerto en vida; esta
misma experiencia que acabamos de mencionar, vista desde un horizonte trascendente,
equivale a decir que uno vive para la muerte y, que en el futuro sólo espera la muerte,
claro está, en el caso de no cambiar el estilo de vida en el transcurso mismo de esta vida
presente.
Los seres humanos que viven con todos los placeres y a costa del sufrimiento de los
excluidos, aunque ellos mismos confiesen ser felices, y aunque quizá a los ojos de los
empobrecidos se vea lo mismo pero en clave de injusticia, no hacen sino construir su
propio infierno aquí y ahora. Muchos de ellos saben que está mal ser vampiros de los
débiles, y sin embargo, no quieren cambiar su actitud y estilo de vida y, el mismo hecho
de saber que está mal y no querer cambiar es ya una muerte lenta y silenciosa. Esta
24
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Imagen de Dios, o. c., p. 143-144.
110
muerte iniciada en vida significa imposibilidad de realización de la persona, en otras
palabras, imposibilidad de salvación.
Al contrario, si uno vive humanamente en coherencia y más allá, buscando de verdad ser
<<imagen y semejanza>> de Dios, esto es, tratando de representar y de reflejar a Dios
desde la propia vida en la tierra, lo que hace no es sino empezar a construir el Reino de
Dios aquí y ahora, ese Reino que cuando Dios venga para quedarse para siempre en el
mundo no será sino la Nueva Creación.
El ser humano es un ser para la vida, no para la muerte y, eso lo dice Jesús el Cristo con
su propia vida, cuando después de morir su Padre Dios lo resucita. El triunfo de la vida
sobre la muerte es la esperanza más cierta del ser humano como ser corpóreo.
Sería terrible tener que pensar que el hombre, ese <<utópico ser>> (Ortega y Gasset) con su
<<actitud excéntrica>> (Plessner), su <<arriesgada constitución>> (Gehlen), a pesar de su
constitucional apertura al mundo [y a la historia], al final caiga en el vacío; que no haya un
futuro con un último sentido, sino que sólo exista un absurdo hundirse en la oscura y
25
silenciosa nada.
4. El hombre es persona
- ser que dispone de sí: quiere decir que no necesita en primer término de nada para ser
lo que es y, que cuanto ser, es dueño de sí mismo, se tiene a sí mismo; en otras palabras,
subsiste –relativamente- en sí mismo.
25
SCHOLL NORBET, Jesús ¿sólo un hombre?, Sígueme, Salamanca 1979, p. 16.
26
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Creación, gracia, salvación, o. c., p. 60.
27
Ibid., p. 61-62.
111
- para hacerse disponible: que puede salir de sí y relacionarse con. Esta salida hacia el
encuentro es el modo de expresarse y de realizarse. Entendemos entonces, que el ser
humano se expresa y se realiza en una triple dimensión: respecto de los otros, respecto
del mundo y respecto del Trascendente (Dios).
El ser humano, cuanto persona, es el más profundo misterio de sí mismo, que busca
realizar-se en las plurales y diferentes relaciones in-ter-relaciones e in-ter-acciones con
los otros, con lo otro y con el Trascendente, todo ello y ciertamente, encarnado en las
geo-historias y en las culturas también plurales y diferentes.
28
Cf. MORENO VILLA MARIANO, “Persona”, en Idem. (Dtr.), o. c., p. 905-906.
29
Ibid., p. 906.
112
De ahí que, para el hombre, el <<ser-persona>>, además de comprender-se y aceptar-se
ser-don-en-sí-mismo, es también un desafío que implica, entre otras tantas, acciones
libres como:
- Saber-se que uno puede y debe esforzarse por ser mejor de lo que ya se está siendo.
- Trabajar-se por lo que uno espera llegar a ser sin perder el piso de lo que ya se está
siendo.
Ser persona es un don y una conquista, esto es: soy persona, es decir, soy lo que soy,
pero estoy en camino, me estoy realizando, soy pro-yecto inconcluso y, por eso, mis
esfuerzos, mis elecciones(carrera profesional, trabajo, familia; mi opción fundamental y
mi vocación), mis decisiones (éticas o no éticas, libres o no libres) y mis in-ter-retro-
eco-acciones, son los vectores y la plataforma dinámica, que en el proceso de mi
historia, me permitirán llegar a ser lo que puedo ser, lo que espero ser y lo que estoy
llamado a ser: persona.
Las imágenes y los conceptos de persona se han venido a menos, por que el hombre en
su ansiedad por poseer ha terminado subastándose y negándose a sí mismo. En este
horizonte, la palabra que designa al hombre con su nombre ha sido eclipsada por la
saturación de la imagen y el color de la cyber-cultura y de la cultura mediática. El
<<eclipse de la palabra y del lenguaje>> es un hecho.
El lenguaje y la palabra que de por sí mismos ya son limitados ante la mente, el deseo y
los afectos del hombre se han visto más que nunca debilitados y distorsionados y con
ello la identidad de la persona. En este contexto, expresiones como <<ese tipo, esa
tipa>>; <<ese pelado, esa pelada>>; <<ese morro, esa morra>>; <<esa geva>>; <<ese
chaval>>; <<ese muñeco, esa muñeca>> <<ese mono, esa mona>>; <<ese veterano, esa
veterana>>; <<ese viejo, esa vieja>>; <<cucho-cucha-vegetal>> y, otras por el estilo,
son modos lingüísticos que en las jergas juveniles y en las diferentes culturas, aunque se
113
refieren a las personas, en vez de revelarlas como tales las vuelven seres fugases, sin
identidad personal, sin personeidad.
Hay pues, una ambigüedad en los modos de designar a una persona; todas las formas de
cómo se la quiera identificar a una persona resultan ser insuficientes, limitadas y hasta
confusas; estas imprecisiones se registran, sobre todo, en el lenguaje, donde aunque todo
parece apuntar a la persona nada es semejante, así por ejemplo, “cuando algunos hablan
indistintamente de hombre, de individuo, de sujeto, de yo, etc., y de persona; pero de
modo alguno son conceptos exactamente sinónimos.” 30
Así, sostener que el hombre es individuo es reducirle a un elemento entre los elementos,
pero sostener que el hombre es persona es aceptar que no se parece a ninguna cosa entre
las cosas, que está frente a las cosas y que no es un número más. Decir que el hombre es
persona es “...afirmar que su singularidad es única, insustituible y no intercambiable;
precisamente esto es la unidad de la persona.” 31
El hombre sólo se re-conoce sujeto en relación con otros sujetos, pues, no existe sujeto
aislado de otros sujetos. El hombre es un ser relativo, un ser de relación, de donde se
infiere que no sólo es sujetividad sino también inter-sujetividad.
30
Cf. Ibid., p. 898-900.
31
Ibid., p. 898.
32
Ibid., p. 899.
33
Ibid.
114
La persona, incluso en su yoidad , siempre se percibe como persona, porque previamente a
su propia autoconcepción como yo, ha tenido ante sí a un tú, esto es, a otro yo; por eso la
34
palabra yo siempre se encuentra relacionada y jamás deja de aludir a un tú.
¿Qué quiere decir el ser mismo personal de la persona? Quiere decir que la persona
como tal es en su ser, radicalmente, única, irremplazable, inalienable, in-enajenable e
insustituible; cada quien como identidad personal y humana no tiene copia, es el único
original y, por eso cuando ese quien o alguien desaparece del mapa nadie puede ni podrá
tomar su posta.
Ahora bien, ¿cuáles son las características ontogénicas del ser personal del hombre que
le revelan como único, irremplazable, inalienable, in-enajenable e insustituible? La
respuesta es: la auto-conciencia, la auto-determinación y la comunicación.
34
Ibid.
35
* En M. Buber, la relación yo-tú, es una relación respetuosa de dos, no así en el encuentro yo-
ello que consiste en encuentro de dominio. Para este pensador, la relación fundante de las demás
relaciones estaría en la relación del yo con Dios, la relación con el Trascendente no es una relación más
sino la relación fontal.
* En E. Levinas, la relación yo-Otro, es una relación que apunta a la relación con el plural humano. El
Otro, son las masas humanas que no pueden ser objetivables por la conciencia sino abordados a través del
diálogo y la sensibilidad. El Otro desde su situación de miseria y de injusticia, me cuestiona y me exige
una postura ética y responsable, el otro es un valor universal e incondicional. Su postura es alterocéntrica
y busca introducir como tarea urgente la igualdad en un mundo donde el juego de las libertades es injusta.
La batalla ha de librarse en la política. Cf. GASTALDI ÍTALO, o. c., p. 97-99.
115
cuenta de lo que pasa en su derredor o exterioridad y; por otra parte, de saber-que-sabe,
esto es, de conocer lo que piensa y lo que lucubra en su interioridad.
El hombre “no solamente sabe (conoce) sino que ‘sabe que sabe’ (advierte que
conoce)” 36 es una expresión que revela no sólo una capacidad sino también una cualidad
única que se ha desarrollado en el hombre a través del proceso de evolución bio-cerebral
y, que a la vez ha sido cultivada por él a través de la cultura en el tiempo y el espacio.
La Opción Fundamental es como la mega-auto-pista que el hombre elige para correr con
su vida. Ella es la que orientará y pesará en las decisiones y elecciones grandes y
pequeñas que el sujeto realice, incluyendo su propia vocación.
Desde este horizonte sólo queda decir que del hombre depende en gran parte hacer el
bien o hacer el mal, trabajar por la vida o trabajar por la muerte, en otras palabras, en sus
manos está Ser o No-Ser,
36
Ibid., p. 89.
116
4.4.3. El ser humano como ser de comunicación
El hecho de que el hombre haya desarrollado en su proceso evolutivo la capacidad de
articular lenguaje y, más allá todavía haya despertado a su capacidad de comunicar-se
con sus semejantes lo revelan como un ser-dialogal y ser-para-el-encuentro, fenómeno
que no se les puede atribuir a los otros seres vivos que conocemos y que no son
humanos. Veamos a continuación el significado y el alcance del ser-dialogal y del ser-
para-el-encuentro del hombre.
La palabra, por una parte, como revelación del hombre al hombre y como movimiento y
búsqueda del hombre al Trascendente y; por otra parte, como revelación del
Trascendente al hombre y a la creación; esto es, la palabra como mediación del
encuentro entre el hombre con el hombre y, de Dios con el hombre así como del hombre
con Dios.
El amor cuanto despojo de sí mismo para salir y donar-se al otro y que no solamente
es el otro humano sino, también, el mundo y el Trascendente, re-conociendo que quien
primero ha salido/sale al encuentro del hombre y del mundo con su Palabra y por Amor
ha sido/es Dios en Jesús el Cristo.
Salir, como la actitud de romper los propios esquemas individualistas del querer
permanecer enconchado en el propio ego.
Por todo esto, y mucho más, la persona es lo que es ella misma: misterio insondable, es
persona y, allí radica su valor absoluto.
Cada hombre, todo hombre es algo único e irrepetible, posee el valor de lo insustituible.
Como señala un pensador de nuestros días, <<no hay del yo más que un único ejemplar
117
posible>>. El hecho de que Dios lo ha creado porque lo quiere por sí mismo, como fin y no
como medio, hace del hombre concreto singular un valor absoluto o, en expresión de Zubiri,
un <<absoluto relativo>> que no puede ser puesto en función de nada, ni de la producción,
ni de la clase o Estado, ni de la religión (<<no es el hombre para el sábado, sino el sábado
para el hombre>>) o la sociedad. <<El hombre es el ser supremo para el hombre>>, decía
Feuerbach (y repetirá luego Marx). La fe cristiana añade: <<... y para Dios>>. Tomás de
Aquino advertía que la ordenación del hombre a Dios no es la de un medio a un fin, sino la
37
de un fin a otro fin superior (Contra Gent. 3,112).”
A estas alturas, nos adentramos ya en un camino mucho más sutil y final de sentido y,
nos preguntamos: ¿de dónde el ser humano obtiene para sí como suyo el ser
ontológicamente interioridad y alteridad? La respuesta lo desbrozamos en el siguiente
tema, a continuación.
Puedo pensar que todo se debe a la simple materia que ha evolucionado, sí, pero no es
suficiente porque la materia en sí no se crea a sí misma y por eso nunca llegará a ser más
que yo; ella sólo se transforma y, yo no soy producto de la sola transformación de la
materia, yo soy más que simple materia, yo soy un ser pensante y libre, yo me auto-
poseo, yo tengo auto-conciencia, yo me auto-determino, yo soy capaz de comunicación,
en definitiva: soy más que la compleja autoorganización de átomos.
37
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Imagen de Dios, o. c., p. 178.
118
vulgarmente, un <<don nadie>>, ¿cómo podría entonces reclamar justicia?, ¿cómo
podría gritar <<yo soy>>?
Ante un sistema perverso que niega la identidad humana y personal del ser humano,
saberse persona, vivir como persona y cultivar la propia persona es un reto que hay que
emprenderlo y no en soledad, sino en comunidad, porque si yo me juego mi dignidad ha
de ser en la dignidad de los otros y con los otros así como también en el mundo y con el
mundo, sin perder el horizonte de la trascendencia, pues, el ser humano está llamado no
para la muerte sino para la vida.
Aunque hemos sostenido que <<la posibilidad de decir yo soy, nace de mi ser, se refiere
a mi ser>>, tenemos que decir también que dicha posibilidad en ultimidad <<no se
sustenta en mi ser>>, por que, ¿qué sería de los hombres y mujeres si cada quien se cree
amo y señor absoluto de sí mismo, de los demás y de todo, pretexto de que su yoidad y
con ello su dignidad se sustentan y radican en su persona misma? Cada quien y entre
ellos se darían la razón de sus propios actos y la anarquía devendría en la norma para
vivir a costa de la vida del otro, sin tener que sentir-se culpable de la muerte del
hermano, y eso no puede ser sino deshumanizante y la negación del hombre mismo.
Así, si el hombre es lo que es, persona de valía absoluta-relativa, es por que el Absoluto-
Absoluto, Dios, es quien le ha dignificado creándole como es, y le ha creado no por
necesidad ni por que lo merezca sino por un absoluto amor desinteresado.
Cuando Dios mira a esa criatura suya, se encuentra reflejado en ella. Cuando crea a Adán,
no crea una naturaleza entre otras, ni una cosa entre otras, sino a un <<tú>>. Y lo crea
llamándole por su nombre, poniéndolo ante sí como ser responsable (= dador de respuesta),
sujeto e interlocutor de un diálogo interpersonal. Crea en suma, no un mero objeto de su
voluntad, sino un ser co-respondiente, capaz de responder al <<tú>> divino, porque es capaz
38
de responder del propio yo; crea una persona.
Sólo el Absoluto absoluto de Dios puede hacer de la criatura contingente que el hombre es
un absoluto relativo. El hombre es valor absoluto, por que Dios se toma al hombre
absolutamente en serio. En su ser-para-Dios, se ubica la raíz de la personalidad del hombre
39
y, consiguientemente, el secreto de su inviolable dignidad y valor.
5. El hombre es libertad
38
Idem., Creación, gracia, salvación, o. c., p. 66.
39
Idem., Imagen de Dios, o. c., p. 179.
119
Libertad en general significa ‘ausencia de constricción’, estar exento de coacción. Pero la
coacción puede depender de diversas causas; por eso se pueden distinguir varios tipos
(análogos) de libertad, que se pueden reducir a dos formas principales: la libertad exterior y
40
la libertad interior.
El tener que elegir no es una cuestión experiencial fácil, pues implica crisis; decidir
sobre algo siempre pone en conflicto al ser humano, porque su elección no está
determinada o escrita y, eso revela que el hombre en sí mismo no está determinado, no
es un robot, el hombre es libertad. La libertad humana tiene múltiples rostros y, se
presenta bajo facetas inéditas donde el hombre tiene que resolver y, es en estas
resoluciones es donde el hombre se sabe y evoluciona como hombre.
Ahora bien las decisiones que el hombre toma tienen un doble rostro: hacia dentro y
hacia fuera. Existe entonces una liberta exterior y una libertad interior, veamos en qué
consiste cada una de aquellas libertades:
40
GASTALDI ÍTALO, o. c., p. 147.
41
Ibid., p. 150.
120
plurales, así: libertad física, libertad moral, libertad civil, libertad social, ley ascética o
“liberación”. 42
El sólo contacto y la sola relación que el hombre tiene con todo cuanto le rodea y está
referido hacia él sin que sea aún una postura discrecional es lo que comprendemos como
libertad fundamental.
Esta capacidad de horizonte y de apertura que el hombre tiene hacia lo otro esto es, las
cosas, la naturaleza, los animales y lo infrahumano es una tensión connatural al hombre
42
Exponemos las diferentes formas cómo la libertad humana se expresa desde la interioridad
personal hacia la exterioridad relacional:
- la libertad física, que consiste en no tener ataduras, barreras o impedimentos materiales.
- la libertad moral, que consiste en poder hacer y decir lo que uno decida sin tener que verse prohibido o
enjuiciado por la propia conciencia o la conciencia colectiva.
- la libertad civil, política, religiosa, etc., que consiste en poder hacer y decir lo que uno decida sin tener
que verse prohibido o enjuiciado por la ley positiva.
- la libertad social, que consiste en poder hacer y decir lo que uno decida sin tener que verse obligado a
hacer y decir lo que los otros, el grupo y la cultura interfieran u obliguen.
- la ley ascética o “liberación”, que consiste en el dominio que uno tiene de sus instintos y de sus
pasiones. (Ibid., p. 147).
121
y sobre ésta se fundamenta la libertad psicológica que es una libertad de discreción o
elección.
Es cierto que las decisiones humanas se realizan ante los objetos, frente a los cuales el
hombre se asume como un yo y, diferenciándose y diferenciándolos ontológicamente
toma distancia para terminar eligiendo una cosa u otra, según su conveniencia, como un
ejercicio de su propia auto-realización, pero también es cierto que la libertad de elección
de la cual el hombre dispone es riesgosa, por
eso, a su libertad le acompaña siempre la * Libertad fundamental es la
inteligencia reflexiva. relación connatural a la que
estoy expuesto frente a todo lo
En este nivel de decisiones y elecciones que me rodea.
humanas convergen la libertad, la voluntad y la
inteligencia reflexiva, sin embargo, el riesgo * Libertad psicológica es la
contundente que el hombre corre -desde su capacidad de distinguir y
libertad- al elegir de entre muchas diferenciar las cosas entre sí y,
posibilidades una o varias, es el de equivocarse habiéndolas diferenciado tomar
o de errar en el momento mismo de la elección una actitud de querer o no
y, de lo cual él y nadie más que él es co- querer relacionarme con ellas.
responsable. En este horizonte, las
equivocaciones revelan la natural finitud del ser * Libertad moral es la elección
humano mientras que la co-responsabilidad buena o mala que hago sobre lo
revela su eticidad y que corresponde a la que quiero o no quiero.
dignidad y la felicidad mismas del ser humano.
De aquí se infiere que no basta con que el hombre tenga la capacidad de elegir, sino que
esa elección pueda ser o no ser correcta. He aquí, entonces, el paso de la libertad
psicológica a la libertad moral.
122
Nosotros hemos tenido la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra
generación. ¿Qué es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre decide lo que es. Es el
ser que ha inventado las cámaras de gas, pero asimismo es el ser que ha entrado en ellas con
paso firme musitando una oración. 43
Esa libertad personal que es de proyección social y política, desinstala al hombre de sus
intereses egoicos para salir al encuentro del otro. La libertad es entonces un darse a los
demás y, es en ese darse, donde la libertad se plenifica y se vuelve libertad humana.
Pero también
a).- El mundo material, natural y biológico.- Que con sus leyes y sus procesos de
evolución, constituye una barrera infranqueable para que el hombre pueda sobreponerse
a sus fuerzas.
b).- La condición corpórea.- Que traza barreras para la libertad humana: uno
nace con su patrimonio genético personal, único e irrepetible; se nace varón o mujer,
“(transexual)”; se es gordo o flaco, alto o bajo; etc. Esta herencia genética puede
modificarse por la educación, por el ambiente, por la ciencia y por las técnicas de
“rehabilitación corporal”.
43
FRANKL VÍKTOR, El hombre en busca de sentido, Herder, Barcelona 199920, p. 126.
44
GORDILLO L., “Libertad”, en MORENO VILLA MARIANO (Dtr.), o. c., p. 732.
45
Aquí seguimos a GASTALDI ÍTALO, o. c., p. 152-154.
123
son connaturales al ser humano y, no siempre son ejercidos con conciencia y por ello se
les considera involuntarios (“hambre, sed, impulsos sexuales, necesidad de un espacio
vital y de movimiento libre, de distensión y de reposo, miedo, agresividad, etc.” 46 )
e).- La historia personal.- Situación que no se repite nunca para cada individuo,
constituye una forma de ser de la persona. No es lo mismo haber vivido y tomado
opciones libres en los años de la II Guerra Mundial en los campos de concentración de
Auschwitz, que haber vivido en Latinoamérica, precisamente en Colombia y haber
tenido que tomar más de una decisión frente a la violencia de las FARC y los
paramilitares. Por eso, razón tuvo J. Ortega y Gasset para expresar: “yo soy yo, y mis
circunstancias.”
Creemos que nuestra civilización que ha visto relevar al ser humano por la máquina,
considera, contradictoriamente, que el hombre no puede ser libre de su libertad de
ponerse a sí mismo la cuerda al cuello: la libertad mal entendida y mal usada termina
asfixiando a quien busca libertad.
Hoy más todavía, se considera que la libertad es otro de los tantos discursos subjetivos
que le niegan la libertad y la capacidad de ser y hacerse al ser humano. Es casi
generalizado que cuando se les pregunta a las generaciones jóvenes ¿como
conceptualizas la libertad?, las mayorías terminen respondiendo: “libertad es hacer lo
que uno quiere, con tal de no hacer daño a terceros”, postura totalmente errónea por
46
Ibid., p. 152.
47
RUIZ DE LA PEÑA JUAN LUIS, Creación, gracia, salvación, o. c., p. 68; Idem: Imagen de
Dios, o. c., p. 194-200.
124
cierto, por que el hecho de que uno se haga daño a sí mismo en sí ya no es libertad sino
negación de la misma.
Así, cualquiera que fuera la cualidad de nuestras decisiones, éstas siempre tendrán una
consecuencia personal y social, ética y política. Las consecuencias no se pueden hacer
esperar nunca por que como lo afirmara Foucault la libertad es la condición de lo ético o
no-ético de nuestros actos.
a).- La negativa frente a la libertad.- Que supone que la libertad es una utopía
absurdamente inventada; se trata de una postura que niega de la libertad como la
expresión misma del ser humano y de su humanidad. A quienes sostienen que no existe
libertad, les preguntamos ¿con qué libertad sostienen que no existe libertad? Véase el
cuestionamiento que acabamos de hacer a Skinner, Wilson y De Copegui.
Argumento 1
125
Argumento 2
Todas estas situaciones que niegan, que relegan o aniquilan la libertad humana son una
evidente forma de negación del propio ser humano. Es tan verdad que muchas de las
veces el hombre, en vez de evolucionar hacia una libertad más plena, termina siendo
48
¿Qué libertad tenía el poder de Estados Unidos de Norte América, puntualmente W. Bush y sus
aliados para matar, perseguir y torturar, en nombre de la paz y de la libertad en medio oriente a los
hombres, mujeres y niños de Afganistán e Irak, pasando por sobre el grito de quienes gritaron y clamaron
paz, así como por sobre la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que, supuestamente, tiene como
primordial objetivo velar por la paz del mundo y la libertad de los pueblos? ¿Qué derecho le ampara al
Imperio Yanqui, hoy, para violentar las libertades de los estados y pueblos de Irán y de Corea del Norte?
¿Qué libertad ética tiene el mismo W.Bush para pedir la horca a Hussein o la ONU para presentar un
informe sobre los Derechos Humanos en el que acusa que en los Estados de Venezuela y Cuba se han
violado a gran escala los Derechos Humanos sin que se señale que Bush y el Imperio Yanqui son los
únicos terroristas del mundo que han dado muerte a miles de inocentes y han sembrado Europa de campos
de concentración como el de Guantánamo?
126
esclavo de sus inventos, abdicando con ello su libertad; en otras palabras, olvida que
<<la libertad no se la da, no se la impone; la libertad nace del ser humano y se la
construye>>.
Y, para concluir sobre la libertad humana, sépase que una cosa nos queda muy clara:
“...al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades
humanas -la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias- para
decidir su propio camino.” 49
49
FRANKL VÍKTOR, o. c., p. 99.
127
CUADRO DE SÍNTESIS DE LOS CONTENIDOS
Hasta aquí hemos visto lo siguiente:
1.- Que el hombre en la actualidad sigue siendo un problema que hay que
comprenderlo dentro de la <<situaciones límite>> enmarcadas en el contexto de la
globalización. La pregunta ¿qué es el hombre? sigue estando presente.
4.- Que el hombre es persona que se realiza en la plural relación. Que actualmente
existe una <<crisis del carácter personal del hombre>>. Qué el hombre es capaz de
auto-conciencia, auto-determinación y de lenguaje comunicativo y, en ello radica el
valor absoluto-relativo de su persona y; finalmente, que el fundamento último de su
personeidad y dignidad es Dios.
5.- Que el hombre es libertad, pero que ésta la experiencia de forma limitada como
libertad fundamental, libertad psicológica y libertad moral y; que hoy, existen
situaciones emergentes que conflictúan pero no niegan la experiencia de la libertad.
GUIÓN DE AUTO-EVALUACIÓN
1.- ¿Cuáles son las <<situaciones límite>> en las cuales se ha de comprender actualmente al
hombre como problema?
2.- ¿Cuáles son las visiones antropológicas insostenibles y, qué postula cada una de ellas?
3.- ¿Qué postula la visión antropológica integradora de la comprensión del hombre?
4.- ¿Cuáles son las realidades con las que el hombre tiene que vérselas para sí mismo cuando
se sostiene que es cuerpo y, en qué consiste cada una de dichas realidades?
5.- ¿Cuáles son las realidades con las que el hombre tiene que vérselas para sí mismo cuando
se sostiene que es espíritu y, en qué consiste cada una de dichas realidades?
6.- ¿Cuál es el concepto de persona que se maneja en el texto?
7.- ¿Cuáles son y en qué consisten cada uno de los momentos de realización de la persona?
8.- ¿Cuáles son las razones para hablar de una crisis del carácter personal del hombre?
9.- ¿Cuáles son las características que hacen posible comprender el valor absoluto-relativo de la
persona y en qué consiste cada una de ellas?
10.- ¿Cuál es el fundamento último de la personeidad y de la dignidad de la persona? ¿Por qué?
11.- ¿Cuál es el concepto de libertad que se maneja en el texto?
12.- ¿Qué tipos de libertad experiencia el ser humano y en qué consiste cada uno de ellos?
13.- ¿Cuáles son los condicionamientos de la libertad?
14.- ¿Cuáles son las situaciones emergentes que conflictúan pero no niegan la experiencia de la
libertad humana?
128
PISTAS DE REFLEXIÓN
1.- Texto de lectura:
a).- ¿Cuáles de las características fundamentales del ser humano, que aparecen en el
texto, carecen de sentido para la gente de hoy? ¿Por qué? Argumenta tu respuesta.
b).- Si tuvieras que sugerir, el recuperar o el potenciar alguna de las características del
ser humano que el texto presenta, ¿cuál o cuáles sugerirías? ¿Por qué? Argumenta tu
propuesta y la finalidad de la misma.
b).- ¿Qué significado le das al dictamen de Saturno sobre la relación de Inquietud con
su creación? Argumenta tu respuesta.
129
3.- Del misterio del hombre se ha sostenido tres cosas: que es cuerpo espiritualizado o
espíritu corporeizado, que es persona y que es libertad.
Yo no tengo mujer, ni hijos, vivo solo. Si un buen día me viene la “noble y digna” gana de
destaparme los sesos, ¡bien venido ese feliz día! Espero a que me paguen el último sueldo y
con ello voy al mercado de armas, adquiero una pistola calibre 38 con sus respectivas balas,
voy a una cafetería, pido un café y lo disfruto al ritmo de una de mis canciones preferidas,
pago la cuenta, salgo a la calle y con la última sonrisa de placer del deber cumplido en el
rostro, jalo el gatillo y nos vimos... ¡era mi gusto! ¿Le pedí favor a alguien? ¿Hay alguien
quien me llore? ¡Es una decisión sin daños a segundos ni a terceros, verdad! ¿Se puede
entonces levantar un telón de éxito que diga: ¡Viva la libertad!?
No, la escena que acabo de pintar no es ni justa ni libre. ¿Por qué esta escena-acción no es
ni justa ni libre? Por que la vida no me pertenece, ella me ha sido dada como don-regalo y,
en ese horizonte, yo mismo soy ese don, yo soy la vida y, mi vida a pesar de las broncas que
se me presenten vale la pena vivirla y tengo que vivirla con calidad. ¿Qué sería de la
historia, de la cultura y del mundo sin mi? Y así como el mundo reclamará por mi
existencia, lo van a reclamar mi familia, mis amigos, mis <<fans>> y hasta mis adversarios.
¿Por qué entonces negarme a estar presente con los otros y con el mundo? Soy yo el que da
sentido y embellece también a la comunidad humana y al mundo. Mi existencia
corresponde a una misión inteligente en este mundo y si yo me marcho i-responsablemente,
¿quién asumirá mi misión? Nadie.
130
¿Por qué este discurso? Por que he escuchado a algunos-as jóvenes que dicen que la
libertad es hacer lo que uno quiere con tal de no afectar a segundos o a terceros, igualmente
han sostenido que el suicidarse es un acto de valentía y de libertad. Diré una palabra sobre
el suicidio: quien se suicida nunca es libre ni valiente; no es libre por que se trata de un
momento extremo de ofuscación y desesperación no asumido, no dialogado ni vencido, que
lleva a ejecutar acciones contra la vida no queridas por ningún ser humano que haya
asumido y dialogado sus problemas y situaciones semejantes. No es valiente pero tampoco
es cobarde, por que es un trance en el cual la conciencia se ve obnubilada y la libertad y la
voluntad extremadamente debilitadas. En el extremo, nadie sabe cuáles son las reales
razones que le han negado todas las fuerzas para vivir al suicida, pero sí sabemos con
certeza todas las razones por las cuales ningún ser humano que esté vivo y con algo de
cordura quiera irse de este mundo que es tan bello. Sépase que a este mundo nos
pertenecemos y somos co-responsables de su destino en el cual se realiza el nuestro.
(Vicente Plasencia)
6.- Sobre las objeciones a la libertad humana se ha presentado los siguientes argumentos
(Cf. Supra. # 5.4.a.).
Argumento 1
Argumento 2
Respuesta: quien cree en la libertad humana sin condicionamientos se auto-engaña, por que
una libertad así no existe y, si existiera una libertad así -sin condicionamientos- aquél que
quiere probarla tendría que no existir y, sin la existencia no podría revelárnosla. Por tanto
su postura de negación de la libertad es absurda e ilógica.
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