Microplasticos en El Medio Ambiente Del Suelo

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Microplásticos en el medio ambiente del suelo: una revisión crítica
a,b,c,e,f, Sardar Khan
a,b,c,e,f d
Muhammad Sajjad , Qing Huang , ,
Muhammad Amjad Khan a, d , Yin Liu a,b,c,e,f , Junfeng Wang a,b,c,e,f,g,
a,b,c,e,fGenmao Guo a,b,c,e,f
Faqin Lian a,b,c,e,f , QingqingWang ,
a
Laboratorio clave de procesos ambientales agroforestales y regulación ecológica de la provincia de Hainan, Haikou, 570228, China
b
Centro de ingeniería de restauración ecoambiental de la provincia de Hainan, Haikou, 570228, China
C
Facultad de Ecología y Medio Ambiente, Universidad de Hainan, Haikou, 570228, China
d
Departamento de Ciencias Ambientales, Universidad de Peshawar, Peshawar, Pakistán
Es
Laboratorio Estatal Clave de Utilización de Recursos Marinos en el Mar de China Meridional, Universidad de Hainan, Haikou, 570228, China f
Centro para la Biodiversidad Terrestre del Mar Meridional de China, Universidad de Hainan, Haikou 570228, China g Facultad de Ingeniería Civil
y de Transporte, Universidad de Shenzhen, Shenzhen, Guangdong 518061, China
información del artículo abstracto
Historial del artículo: Se sabe que la contaminación ambiental de los microplásticos (MP) es una amenaza antropogénica
Recibido el 10 de julio de 2021 para la biosfera y se está convirtiendo en una preocupación discutible a nivel mundial. Grandes
Recibido en forma revisada el 10 de octubre de 2021
cantidades de fragmentos de plástico quedan tras el cultivo. Los desechos plásticos sobrantes se
Aceptado el 6 de febrero de 2022
degradan gradualmente en fragmentos diminutos con un diámetro de menos de 5 mm, conocidos como
Disponible en línea el 12 de febrero de 2022
MP. Los PM son responsables de muchos cambios en las características fisicoquímicas del suelo,
Palabras clave: incluida la porosidad, las actividades enzimáticas, las actividades microbianas, el crecimiento de las plantas y el rendim
Plásticos de desecho Debido a su naturaleza ubicua, alta área de superficie específica y fuerte hidrofobicidad, los MP juegan
Microplásticos un papel importante en el transporte de químicos tóxicos como plastificantes, hidrocarburos aromáticos
Efectos tóxicos
policíclicos (PAH), antibióticos y elementos potencialmente tóxicos (PTEs). Los MP pueden transportarse
Actividades enzimáticas del suelo
profundamente en el suelo y pueden contaminar el agua subterránea.
La producción de cultivos
Este artículo de revisión investiga los efectos nocivos de las MP en el medio ambiente del suelo, las
actividades enzimáticas, los microbios del suelo, la flora, la fauna y la producción de cultivos, y destaca
el concepto general de contaminación por MP, así como sus posibles consecuencias ambientales. La
revisión también analiza algunas de las áreas clave para la investigación futura y para las partes
interesadas clave preocupadas por la formulación de políticas © 2022 Los autores. Publicado por Elsevier
BV Este es un artículo de acceso abierto bajo la licencia CC BYNCND (http://creativecommons.org/
licenses/byncnd/4.0/).
Contenido
1. Introducción................................................. .................................................... .................................................... .......................................... 2 2. Efectos
de los microplásticos en el medio ambiente del suelo .................................................... .................................................... ....................................... 4 4
2.1. Residuos de plástico en suelos agrícolas 2.2. .................................................... .................................................... ....................................
Muestreo de microplásticos en suelo ............................................... .................................................... ............................................. 7 2.3 . Extracción de
microplásticos del suelo 7 2.4. 7 .................................................... .................................................... .....................................
Efectos sobre las propiedades físicoquímicas del suelo ........................................... .................................................... ................................
2.5. Efectos biológicos de los microplásticos en el medio ambiente del suelo .................................. .................................................... ....... 8 Efectos
2.5.1. sobre las actividades enzimáticas del suelo 8 Efectos .................................................... .................................................... ............
sobre los microbios del
2.5.2. suelo ......................... .................................................... .................................................... ............. 8 Efectos sobre la fauna
2.5.3. residente ............................... .................................................... .................................................... ......... 9
Autor para correspondencia en: Facultad de Ecología y Medio Ambiente, Universidad de Hainan, Haikou, 570228, China.
Direcciones de correo electrónico: huangqing@hainanu.edu.cn, qh425806@163.com, huangqing@hainanu.edu.cn (Q Huang).
https://doi.org/10.1016/j.eti.2022.102408 23521864/© 2022
Los autores. Publicado por Elsevier BV Este es un artículo de acceso abierto bajo la licencia CC BYNCND (http://creativecommons.org/licenses/byncnd/4.0/ ).
M. Sajjad, Q. Huang, S. Khan et al. Tecnología e innovación ambiental 27 (2022) 102408
2.5.4. Efectos sobre el crecimiento de las plantas ............................................... .................................................... .......................................................
11 2.6. Los efectos toxicológicos combinados de los contaminantes químicos con los residuos plásticos.................................... ....................... 11
2.6.1. plastificantes.................................................. .................................................... .................................................... ..........
Interacción con antibióticos en el suelo ............................................... .................................................... .......................... 11 2.6.2.
12 2.6.3.
Interacción con elementos potencialmente tóxicos (PTEs) ........................................... .................................................... ...... 12 2.6.4.
Interacción con contaminantes orgánicos persistentes (COP) ........................................... .................................................... .. 13 3.
Interacción con el entorno que lo rodea ........................................... .................................................... ....................................... 14 3.1.
Microplásticos en el aire 14 3.2. Microplásticos en aguas subterráneas 15 15
.................................................... .................................................... .................................................... ................
Conclusiones........................................... .................................................... .................................................... ................................................. 15 16
Declaración de contribución de autoría de CRediT .................................................... .................................................... .....................................
16 Declaración de competencia de
4. Biodegradables o bioplásticos ............................................... .................................................... .................................................... .................... 5.
intereses .................................. .................................................... .................................................... .............. 16
6. Recomendaciones y futuras investigaciones .................................................... .................................................... .............................................
.................................................... .................................................... .............................................
Agradecimientos .................................. .................................................... .................................................... ............................................. 16 Referencias 16
.................................................... .................................................... .................................................... ..........................................
1. Introducción
La creciente y descontrolada producción de plástico de las últimas décadas se traduce en una considerable contaminación del medio
ambiente. Según las estadísticas de PlasticsEurope (2018), la producción anual de plástico en 2017 ahora superó los 348 millones de
toneladas, y se estima que para el año 2050, la producción anual de plástico podría aumentar hasta 33 mil millones de toneladas a nivel
mundial ( Cincinelli et al., 2019). A nivel mundial, China consume la mayor cantidad de plásticos (30 %) (NBoSo, 2017). Ramos et al. (2015)
informaron que la película plástica de polietileno (PE) en forma de residuos en el suelo agrícola se encontró en aproximadamente el 10%
de las tierras agrícolas. Klemes et al. (2020) documentaron que se recolectaron 207 kilotones de desechos médicos sobrantes en el año
2020 en China del 20 de enero al 31 de marzo. Los desechos médicos contienen jeringas de plástico, goteros de plástico, guantes de
plástico y bolsas de plástico (Tang, 2020; Klemes et al., 2020). Estudios previos han demostrado que el acolchado plástico es una técnica
productiva en la agricultura (Kader et al., 2017; Zhao et al., 2016), pero causa una alta concentración de fragmentos de plástico de desecho
en el entorno del suelo (Mbachu et al., 2021). El acolchado plástico se introdujo por primera vez en la década de 1970 y experimentó un
rápido crecimiento en todo el mundo, como se muestra en la Fig. 1 (Oficina Nacional de Estadísticas, 2015). La Tabla 1 enumera muchos
de los estudios que se han llevado a cabo sobre los efectos del acolchado en características particulares del entorno del suelo. El actual
brote pandémico de COVID19 ha provocado que se multipliquen los equipos de cuidado personal (por ejemplo, mascarillas y guantes) en
los que el caucho y los plásticos son dos de las principales materias primas, lo que aumentará la contaminación plástica en el entorno circundante (Wu
La deficiencia en el manejo adecuado de los desechos plásticos ha creado numerosos problemas ambientales y la acumulación de
fragmentos de plástico en los océanos del mundo (Klingelhöfer et al., 2020; Ateia et al., 2020) y el medio ambiente del suelo (Zhang et al.,
2021 ). ). Los residuos plásticos de desecho de las prácticas de acolchado plástico en la agricultura que sobran después de su uso se
rompen en pequeñas partículas mediante diferentes procesos en el entorno del suelo (Thompson, 2006; Ryan et al., 2009), y eventualmente
ganan un tamaño de <5 mm conocido como microplásticos (MP) (Steinmetz et al., 2016; Horton et al., 2017a; Huang et al., 2020; Yu et al.,
2021). Los materiales plásticos de desecho sobrantes de las operaciones de mulching se están convirtiendo gradualmente en residuos
cada vez más pequeños y, en última instancia, se transforman en microplásticos por la acción de procesos físicos, químicos y biológicos,
como las radiaciones ultravioleta, la erosión del agua o del aire y las lombrices de tierra (Wright y Kelly, 2017 ) . ). Además, los plásticos
residuales sufren una degradación fotooxidativa, por lo que se convierten en partículas más pequeñas (Gasperi et al., 2018). La
contaminación de MP ha desarrollado una preocupación ambiental en todo el mundo, aunque la contaminación del suelo debido al plástico
generalmente se ha ignorado. Se han informado numerosas fuentes de MP en la literatura, como la deposición aérea, las prácticas de lodos
de depuradora, el compost y el acolchado de películas plásticas y la abrasión de neumáticos (Sarker et al., 2020; Selonen et al., 2021). El
medio ambiente del suelo se ve muy afectado por la presencia de MP de diferentes fuentes (Koutnik et al., 2021). El mulching y la operación
de lodos son las principales fuentes de PM en el suelo (He et al., 2018; Petroody et al., 2021). Esto se calcula que aproximadamente
44,000–300,000 y 63,000–430,000 toneladas de MP a través de lodos de depuradora se aplican anualmente a América del Norte y Europa
y tierras agrícolas respectivamente (Gionfra, 2018). El riego con aguas residuales también se encuentra entre las fuentes que agregan MP
en el suelo y la abundancia de MP en los campos agrícolas regados con aguas residuales fue mayor (5190 piezas kg1 ) en comparación
con los campos agrícolas regados sin aguas residuales (2030 piezas1 ) (Nizzetto et al. al., 2016; Van den Berg et al., 2020). Las MP están
compuestas por polímeros sintéticos que generalmente se encuentran en forma de partículas sólidas, con un tamaño que oscila entre 1 y 5
000 µm, insolubles en agua, con características termoplásticas (Järlskog et al., 2021). Estos residuos pueden integrarse en los suelos y
descomponerse en pedazos para generar partículas a escala nanométrica o más pequeñas (Steinmetz et al., 2016). Los avances existentes
en muchos campos científicos han demostrado la presencia y los efectos nocivos de las MP en diferentes ambientes y niveles tróficos, por
lo que es necesario seguir estudiando (Sun et al., 2018; Alimba y Faggio, 2019; Koelmans et al., 2019) . Muchos investigadores entre 2018
y 2019 han destacado los efectos adversos de los PM en el sistema del suelo (Botterell et al., 2019; Prata et al., 2019; Wang et al.,
2019a,b,c; Ragoobur et al., 2021) . Inicialmente, el interés del público se concentró principalmente en las partículas de plástico grandes.
Recientemente, los desechos plásticos pequeños, en particular los PM, han llamado la atención debido a su efecto contaminante y riesgo
ecológico potencial a nivel mundial (Wright y Kelly, 2017; Jang et al., 2020). Sin embargo, incluso en áreas urbanas densamente pobladas,
la contaminación MP aún no ha sido evaluada.
2
Fig. 1. Producción anual de película plástica agrícola (Oficina Nacional de Estadísticas 2015).
Cuadro 1
Efectos del mulching en suelo agrícola.
Factores considerados Indicadores de suelo Referencia
ecología del suelo Temperatura del suelo Lamont (2005); Zhang et al. (2009); Ramakrishna et al. (2006); Tegen et al. (2015); Sinkevicien et al. (2009),

Pramanik et al. (2015).
La humedad del suelo Gicheru et al. (2005); Xiukang et al. (2015)
Evaporación de agua Wan et al. (2019); Le et al. (2013)
Eficiencia en el uso del agua Yin et al. (2016); Qin et al. (2015); Xu et al. (2015); Wang et al. (2015a,b,c)
respiración del suelo Yu et al. (2016)
Control de escurrimiento/ Atreya et al. (2008); Zhang et al. (2013); Findeling et al. (2003)
desbordamiento de agua
La penetración del agua Bakir et al. (2015); Adekalu et al. (2007)
Propiedades físicas del suelo Calidad y productividad del suelo Degradación Lumbanaraj et al. (2004); Li et al. (2014); Mulumba y Lal (2008)
de la tierra Textura del suelo Erosión Haque et al. (2018)
del suelo Agregación y densidad del Arora et al. (2011)
suelo Gupta y Germida (2015); Zhang Afandi et al. (2003); Zhang et al. (2013); Gyssel et al. (2005); Smets et al. (2008)
y Liu (2018); Siwek et al. (2015); Jordan et al.
(2010), Mulumba y Lal (2008); Wang et al. (2017a, b, c, d)
Materia orgánica Liu et al. (2017)
Carbón orgánico Schonbeck y Evanylo (1998); Luo et al. (2015)
Estudio microbiano del suelo Actividades de los microbios en el suelo. Huang et al. (2019, 2008)

Cantidad de microbios Song et al. (2002)
microfauna del suelo Forge et al. (2003); Lu et al. (2019)
Actividades de las enzimas en el suelo. Wang et al. (2016a,b,c); Tao et al. (2012); Subrahmaniyan y Zhou (2008); Huang et al. (2019); Liu et al. (2017)
Producción de biomasa Subrahmaniyan y Zhou (2008)
mineralización de N Cabrera et al. (2005)
rendimiento de semillas Subrahmaniyan y Zhou (2008), Zhao y otros (2016)
Población de lombrices Hodson et al. (2017); Yang et al. (2014a,b); RodriguezSeijo et al. (2017)
Biodiversidad del suelo Lin et al. (2008)
solarización del suelo Komariah et al. (2008)
La contaminación por microplásticos en la biosfera se convirtió en un tema candente de discusión y es un campo de estudio interesante
con respecto a la fuente, la toxicidad potencial, las vías y sus sumideros en el ecosistema (Van den Berg et al., 2020). Según Qi et al. (2018),
la acumulación de PM residuales en el suelo del campo puede causar impactos negativos en la producción de cultivos porque: (1) destruyen la
estructura del suelo, alteran las propiedades fisicoquímicas del suelo y afectan la movilidad de los nutrientes y la difusión de la humedad en el
suelo; (2) reducir la disponibilidad de nutrientes, alterar las actividades microbianas, afectar el desarrollo y crecimiento de los cultivos, reducir
la germinación de semillas (3) ralentizar el desarrollo de raíces durante la germinación; y (4) influir en las emisiones de gases de efecto
invernadero (Ibarra Jiménez et al., 2011; Kim et al., 2014; Gong et al., 2015). La existencia de MP residuales dificulta la siembra y el crecimiento
de las plantas en el medio ambiente del suelo. Los PM en el suelo afectan las características físicas del suelo como la agregación del suelo, la
capacidad de retención de agua (WHC), la actividad microbiana, así como la flora y fauna del suelo y los organismos terrestres (Bukes et al.,
2020; Fei et al., 2020a, b ; Cheng et al., 2021).
El objetivo general de este artículo de revisión es resumir la literatura existente sobre los efectos de la contaminación por MP en el medio
ambiente del suelo, resaltar y discutir su comportamiento de transporte, el nivel de contaminación y los efectos combinados de los MP con
otros contaminantes en la ecología del suelo.
3
Fig. 2. Microplásticos encontrados como contaminantes en el sistema del suelo.
2. Efectos de los microplásticos en el medio ambiente del suelo
La investigación se centró inicialmente en la aparición y los posibles resultados nocivos de los MP en entornos acuáticos. Sin embargo, el suelo también es un
sumidero de MP y, recientemente, varios estudios han explorado los efectos de las MP en el medio ambiente del suelo (Yang et al., 2018). Para comprender las
características toxicológicas de las MP, es fundamental evaluar sus efectos en el medio ambiente del suelo.
Según Wang et al. (2019a,b,c), suelo que contiene solo una concentración de 0.1% por peso de suelo considerado como suelo contaminado. Se han identificado MP
de numerosos tipos en diferentes países del mundo como Australia, China, Chile y Suiza (Fuller y Gautam, 2016; Liu et al., 2018; Scheurer y Bigalke, 2018; Zhang y
Liu, 2018; Corradini et al. al., 2019; Zhou et al., 2020a,b), con una cantidad elevada de 67,5 g kg−1 .
La alta concentración de MP en el suelo no puede pasarse por alto debido a
sus posibles amenazas ambientales al cambiar las características del suelo, influir en la actividad microbiana del suelo, destruir la fauna del suelo y afectar el
crecimiento de las plantas (Li et al., 2020a,b). Debido a sus efectos potencialmente tóxicos, así como a su larga vida útil y persistencia, la presencia de MP es una
amenaza para la ecología del suelo y los ecosistemas (HidalgoRuz, 2012). Las MP que se encuentran en el suelo son responsables de la destrucción de la estructura
del suelo, de la reducción de la capacidad de infiltración del suelo para lluvia y agua de riego, y tienen impactos adversos en la capacidad de retención de agua del
suelo (Liu et al., 2014a,b, c ) . Los microplásticos que se encuentran en el entorno del suelo cambian en gran medida la estructura del suelo, incluida la porosidad del
suelo. La bioturbación ocurre debido al transporte de microplásticos hacia abajo en el suelo (Hurley y Nizzetto, 2018). Si estos residuos se encuentran en grandes
masas, estos llenarán y bloquearán los poros del suelo y eventualmente la capacidad de infiltración del suelo disminuirá. Esto alterará el ciclo de nutrientes del suelo,
alterará la estructura microbiana y, en última instancia, afectará el crecimiento de los cultivos (Dong et al., 2021). Varios estudios han resaltado las importantes
funciones de los PM como portadores de otros contaminantes químicos letales en la matriz del suelo (Chua, 2014; Avio et al., 2015). Se cree que los suelos agrícolas
y urbanos son el reservorio más importante de PM (Hurley y Nizzetto, 2018). Los residuos plásticos que se encuentran en el suelo a causa de las operaciones de
mulching se convierten en PM por el paso del tiempo y las acciones ambientales. Los MP resultantes se dispersan en el suelo y se combinan con otros contaminantes
como metales pesados, pesticidas y contaminantes orgánicos persistentes (COP), causando efectos tóxicos combinados en la flora y fauna del suelo. Estos PM
pueden transferirse en última instancia a ríos, océanos y otros cuerpos de agua por la escorrentía de agua agrícola que causa la contaminación del agua en lagos
(Sighicelli et al., 2018), ríos (Anderson et al., 2017) y el mar (Yu et al. ., 2016; Zhang et al., 2017).
El papel de las MP como contaminante en el entorno del suelo se explica en la Fig. 2.
2.1. Residuos de plástico en suelo agrícola
Las fuentes más importantes de MP en el suelo agrícola son los fragmentos de plástico residual del mantillo, los biosólidos (lodos de depuradora), la deposición
atmosférica, los desechos municipales (compost) y los fertilizantes de cubierta plástica (Blasing y Amelung, 2018; RodriguezSeijo et al., 2017; Liu et al., 2018). La
fuente más grande es el plástico agrícola (Hurley y Nizzetto, 2018).
Él et al. (2018) mencionaron que, debido a la amplia aplicación de películas plásticas como acolchado en el sector agrícola, la cantidad de películas plásticas
utilizadas creció de 6000 a 1,2 millones de toneladas (19822011). El proceso de reciclaje de plásticos agrícolas es generalmente muy limitado debido a los altos
costos de mano de obra (Miles et al., 2017). Los fragmentos de plástico sobrantes en el suelo se descomponen en partículas más pequeñas mediante procesos
físicos, químicos y biológicos (Peng et al., 2017).
4
Fig. 3. Residuos de acolchado plástico en suelo agrícola. (a) La aplicación de mantillo plástico, (b) las plantas cultivadas dentro del mantillo, (c) y (d) los residuos
plásticos de desecho formados como resultado del mantillo que finalmente se convierte en microplásticos. (Para la interpretación de las referencias al color en la
leyenda de esta figura, se remite al lector a la versión web de este artículo).
La práctica a largo plazo de utilizar mantillos de película plástica en China durante los últimos 30 años ha llevado a la acumulación de
aproximadamente 50 a 260 kg/ha de fragmentos de plástico en la capa superior del suelo (0 a 20 cm), lo que puede reducir el desarrollo
de las plantas ( Liu et al., 2014a,b,c). Generalmente, la vida útil de la mayor parte del mantillo de PE dura mucho más allá de la extensión
de los ciclos de cultivo. Debido a que es complicado de remover y reciclar, el PE normalmente se deja en el campo agrícola para que se
descomponga con aplicaciones de labranza consecutivas (Fig. 3) (Moreno et al., 2014). La aplicación frecuente de coberturas plásticas
puede resultar en una contaminación ambiental significativa por la adición progresiva de plásticos residuales a los suelos agrícolas.
Plásticos de diversa composición, color y espesor se han utilizado como mantillos agrícolas, en particular el PE negro, que es económico
y mejora el rendimiento de los cultivos (Haapala et al., 2014).
Los microplásticos ingresan al suelo a través de muchas rutas, incluido el vertido en vertederos, el acolchado plástico y las operaciones
de reciclaje de lodos de aguas residuales (Rillig, 2012), además de las fuentes mencionadas anteriormente. Nizzetto et al. (2016)
informaron que en Europa y América del Norte, aproximadamente 700 000 toneladas de MP llegan a las tierras agrícolas cada año. Fuller
y Gautam (2016) informaron que aproximadamente el 7 % de la carga de MP se ha medido en suelos agrícolas densamente contaminados.
Scheurer y Bigalke (2018) mencionaron que hasta el 90 % de los suelos de la llanura aluvial suiza están contaminados por MP. Según
Daryanto et al. (2017), el principal usuario de acolchado de película plástica en el mundo es China, y la cantidad de acolchado de película
plástica utilizada para fines agrícolas aumentó drásticamente de aproximadamente 3 × 105 toneladas a 14,7 × 105 toneladas .
5
Fig. 4. Diferentes formas de microplásticos encontrados en diferentes productos.
de 1991 a 2017. Sintim et al. (2019) documentaron que en 2018, China ocupó el primer lugar en el mundo tanto en producción como en uso
de película agrícola. Debido a la contaminación cada vez más grave de fuentes difusas en el suelo causada por residuos plásticos poco
biodegradados, las películas plásticas biodegradables han surgido como una solución esencial a largo plazo para este problema. Zhang y Liu
(2018) informaron que en el área agrícola del sur de China, la cantidad de MP era de aproximadamente 4,3 × 104 partículas ∙ kg−1 , que se
originaron principalmente a partir de prácticas agrícolas y la aplicación de lodos de depuradora. Los métodos de eliminación existentes,
evaluados por Hayes et al. (2012) y Briassoulis et al. (2015), comprenden rotocultivo, incineración y relleno sanitario. Estos enfoques
generalmente involucran altas temperaturas y, a menudo, producen contaminantes adicionales después de que el calor, el viento y la lluvia
descomponen los plásticos en pedazos diminutos. Los fragmentos resultantes no desaparecen naturalmente y, cuando se mezclan con el
ecosistema del suelo (Li et al., 2015), provocan una disminución de la calidad del suelo al afectar el transporte de fertilizantes y agua entre el
suelo y las plantas. La reducción de la transferencia de nutrientes del suelo a las plantas puede causar desnutrición en las plantas, lo que
reduce el crecimiento y el rendimiento de los cultivos. Además, los organismos del suelo pueden absorber partículas de mantillo plástico
(Lwanga et al., 2018) y transferirlas a plantas y animales, lo que representa un riesgo para la salud humana (Ng et al., 2018).
Se sabe que los microplásticos son un dilema ambiental (Thompson et al., 2004; Moore, 2008), y recientemente han sido el foco de muchas
investigaciones (Verschoor, 2015; Arthur et al., 2009; GESAMP, 2015). Según el tamaño de las partículas, estos residuos se pueden clasificar
en cuatro grupos principales: MP (<0,5 cm) y (0,5–5 cm), macroplásticos (5–50 cm) y megaplásticos (>50 cm) (Lebreton et al., 2017). En
función de su fuente, los parlamentarios generalmente se agrupan en dos categorías principales: parlamentarios primarios y secundarios. Los
MP primarios se agregan al medio ambiente principalmente a partir de la descarga de productos que contienen MP, como los cosméticos
(Barnes, 2009). Los PM secundarios son restos plásticos residuales de la degradación de productos plásticos existentes (p. ej., ropa y
embalaje) (Thompson et al., 2004; Cole, 2011; Browne, 2011). Muchos investigadores, como HidalgoRuz (2012), han detallado los tipos de
MP de acuerdo con las formas de MP residuales, como nurdles, microesferas, fragmentos, espuma y fibras, como se muestra en la Fig. 4. Los
microplásticos también se han clasificado en grandes MP (1–5 mm) (Horton, 2017b; Ng et al., 2018; Zuo et al., 2019), MP pequeños (0,3–1
mm) (Claessens, 2011) y nanoplásticos (<100 nm) (Ng et al., 2018; Panel de la EFSA sobre Contaminantes en la Cadena Alimentaria, 2016).
La posibilidad de reciclar estos plásticos residuales es difícil debido a los desafíos prácticos además de los altos costos económicos (Steinmetz
et al., 2016; Kasirajan y Ngouajio, 2012).
Por tanto, el suelo se ha convertido en el último sumidero de plásticos residuales (Machado et al., 2018; Mahon et al., 2017; Liu et al., 2019).
Los residuos plásticos se agregan continuamente al suelo todos los años a partir de las operaciones de labranza convencional, lo que
provoca que una gran concentración de partículas micro, macro y megaplásticas se integren en el entorno del suelo (Steinmetz et al., 2016;
Yang et al. , 2014c ) . ). El polietileno es generalmente de naturaleza hidrófoba; puede adsorber químicos como pesticidas del entorno y, por lo
tanto, pueden ocurrir incrementos en las concentraciones de pesticidas localizados (Hayes et al., 2012). Sin embargo, se desconocen en gran
medida las consecuencias ambientales de larga data del acolchado como práctica agrícola estándar en términos de degradación de la calidad
del suelo (Steinmetz et al., 2016).
6
2.2. Muestreo de microplásticos en suelo
Para confirmar la presencia y abundancia de MP en el entorno del suelo, hasta la fecha, se han practicado numerosos enfoques con fines de muestreo, pero
no hay un método estándar disponible (Akdogan y Guven, 2019). La separación de las MP del suelo es más complicada en comparación con los ambientes
acuáticos debido a la complicación del ecosistema del suelo y las características de las MP (Alimi et al., 2018; Hurley y Nizzetto, 2018). Liu et al. (2018) realizaron
el proceso tomando 20 muestras de suelo del área objetivo (tierras de cultivo de hortalizas de Shanghái), donde se lleva a cabo una extensa operación de
acolchado con película plástica. Los sitios de muestreo se identificaron mediante un dispositivo GPS. Se recolectaron tres muestras de suelo en el área de 0,5 ×
0,5 m2 tanto de la capa poco profunda (0–3 cm) como de la capa profunda (3–6 cm) del suelo. Después de eliminar los desechos grandes, las muestras s,e
almacenaron en aluminio y luego se enviaron al laboratorio para su posterior análisis. Zhou et al. (2019) llevaron a cabo un procedimiento de muestreo de MP en
el suelo tomando veinticuatro muestras de suelo de los arbustos en la ciudad de Wuhan del área de suelo vacante, parcelas de vegetales y bosques. Las
muestras mixtas se recolectaron utilizando una pala de acero con una profundidad de 5 cm, cada muestra mixta se dividió luego en 5 submuestras. Después de
retirar los detritos de tamaño superior a 5 mm, se tomaron muestras en cajas de aluminio, mantenidas a 4 ◦C para su posterior análisis. Yu et al. (2021)
recolectaron muestras de suelos agrícolas locales de la ciudad de Shouguang como su área de estudio objetivo, de las diferentes capas de suelo de 0 a 5 cm, 5
a 10 cm y 10 a 25 cm. Las muestras se recolectaron utilizando una pala de acero y se hizo una muestra compuesta mediante la mezcla uniforme de cinco
muestras recolectadas. Cada una de las muestras compuestas (2 kg) se guardó en una caja de aluminio, se etiquetó y finalmente se llevó al laboratorio para
procesos posteriores.
2.3. Extracción de microplásticos del suelo
Los enfoques notables utilizados para la extracción de MP del entorno del suelo son: (1) flotación por aire; (2) suspensión de densidad; y (3) calefacción (35
s a 130 ◦C). Las dificultades notables con estas técnicas incluyen: (1) los procesos son lentos e ineficientes con respecto a la recuperación de MP; (ii) problemas
enfrentados para capturar la heterogeneidad tridimensional en la contaminación plástica del suelo; (iii) las metodologías existentes no pueden extraer partículas
de plástico de tamaño nano y picoplástico; (iv)
Algunos enfoques, como el enfoque de calentamiento, no son viables para un mayor número de muestras de suelo y no pueden identificar la cantidad ni el
tamaño de los MP, por lo tanto, no es adecuado el análisis de muestras de suelo en los diversos entornos; (v) el proceso de suspensión por densidad es una
técnica famosa para la extracción de MP, sin embargo, queda por confirmar su idoneidad para el suelo (Qi et al., 2019).
Para la extracción de MP, se han aplicado muchas técnicas científicas en la literatura del suelo. Liu et al. (2018) llevaron a cabo un proceso de separación
por densidad utilizando una solución de NaCl (ρ = 1,19 g cm−3 ) para la extracción de MP. El paso de separación por densidad fue seguido por la adición de
H2O2 (30%) y después de la degradación química completa (durante 72 h a 50 ◦C), se llevó a cabo el paso de filtración (usando filtros de red de nailon de 20
mm) de la solución de digestato. Las MP se separaron, se secaron a temperatura ambiente y se almacenaron para su posterior análisis. Sin embargo, se asumió
que la técnica no podía separar numerosos plásticos de mayor densidad como PET y PVC (NOAA, 2015). Zhou et al. (2019) también utilizaron la misma técnica
de separación por densidad para la extracción de MP de una muestra de suelo con pocas modificaciones. Se añadió un segundo paso de separación por
densidad utilizando ZnCl2 (ρ = 1,55 g cm−3 ), debido a que la densidad de varios polímeros sintéticos, como el tereftalato de polietileno (PBT, ρ = 1,34–1,39 g
cm−3 ), ácido poliláctico (PLA, ρ = 1,21–1,43 g cm−3 ) y cloruro de polivinilo (PVC, ρ = 1,38 g cm−3 ) registrados como más altos que la solución saturada de
NaCl. Algunos autores de investigación propusieron un proceso de extracción simple y rentable de MP del suelo utilizando agua destilada en lugar de una solución
de NaCl o ZnCl2 para plásticos de baja densidad como el polietileno (PE) y el polipropileno (PP) (Zhang y Liu, 2018). Él et al. (2018) establecieron un procedimiento
para la separación de MP utilizando suelo agrícola como muestras (Liu et al., 2018). El proceso se lleva a cabo utilizando varias extracciones además del
tratamiento ultrasónico, extendiendo la duración del paso de flotación, consumiendo salmuera (soluciones de NaCl) para el propósito de extracción. El proceso es
capaz de extraer del suelo unos siete tipos de residuos plásticos. Algunos artículos de investigación mencionaron que la solución de cloruro de calcio (CaCl2) se
puede utilizar con fines de extracción, con una eficacia relativamente alta en comparación con las soluciones de NaCl. El problema que limita su aplicación es el
Ca2+ divalente que puede recolectar el material orgánico y finalmente afectar el proceso experimental (Scheurer y Bigalke, 2018). Otros autores publicaron
técnicas de extracción de aceite para la extracción de MP de sedimentos, utilizando las características oleófilas de las MP. El protocolo demostró ser eficiente en
más del 90% para la recuperación de MP (Crichton et al., 2017).
2.4. Efectos sobre las propiedades físicoquímicas del suelo
Un ambiente de temperatura y humedad adecuado bajo PM puede aumentar la exudación de las raíces de las plantas, estimulando el crecimiento de las
raíces (Wang et al., 2016a,b,c). Sin embargo, los MP en el suelo a gran escala reducen la infiltración del agua de lluvia y de riego, lo que tiene efectos negativos
en la capacidad de retención de agua del suelo y posiblemente cause anoxia ( Liu et al., 2014a,b,c).
Estos contaminantes también actúan como obstáculos a la evaporación, lo que puede provocar un aumento en los niveles de humedad del suelo (Qin et al.,
2015). Según algunos autores, las MP reducen la permeabilidad (porosidad) y la aireación (entrada de aire que contiene oxígeno) del agua en el suelo (Zhang et
al., 2018a,b; Jiang et al., 2017). Siwek et al. (2015) sugieren que los PM podrían eventualmente cambiar las características físicas y la estructura del suelo al
elevar el porcentaje de agregados estables de agua.
La investigación ha revelado que los PM modifican la conservación del agua y la permeabilidad del suelo arenoso, lo que altera las propiedades de
evaporación de ese tipo de suelo (Machado et al., 2018). A diferencia del suelo arenoso, el suelo arcilloso puede verse afectado de manera diferente; se contrae
junto con el agrietamiento durante el proceso de evaporación (Kirstein et al., 2016). La ocurrencia de
7
Las grietas están directamente asociadas con el transporte de solutos y agua en el suelo (Greve et al., 2010; Wells y Hancock, 2014; Zhang et al., 2015).
Numerosos estudios previos han reportado mecanismos de agrietamiento por desecación del suelo (Lakshmikantha et al., 2009; Cordero et al., 2017).
Cuando el suelo está contaminado con PM, sus características físicas, como la densidad aparente, la estructura de los poros y la capacidad de retención
de agua, cambian (Machado et al., 2018). Wan et al. (2019) informaron que los PM afectaron la evaporación del agua del suelo, la contracción y el
agrietamiento, y que una mayor pérdida de agua de la superficie del suelo podría promover la lixiviación de contaminantes en las capas profundas del
suelo.
Los microplásticos tienden a acumularse en el medio ambiente y representan una amenaza notable para los ecosistemas de todo el mundo (Jang et
al., 2020). Investigaciones previas en esta área especificaron que los PM podrían cambiar las características físicas del suelo, como aumentar la cantidad
de poros en el suelo y alterar la estructura de los agregados, lo que luego influiría en las actividades enzimáticas del suelo (Zhang y Liu, 2018 ) . Chen et
al. (2021) observaron las consecuencias significativas de los MP de polietileno de alta densidad (HDPE) y polipropileno (PP) en la diversidad bacteriana
del suelo, y notaron que estos MP eran responsables de reducir la población bacteriana al cambiar la estructura de la comunidad bacteriana. Algunos
autores también han demostrado los impactos negativos de los PM en la transferencia de nutrientes, el ciclo del carbono orgánico (C), el nitrógeno (N) y
la actividad microbiana en el suelo (Cao et al., 2017; Liu et al. , 2017 ) . Por el contrario, los MP pueden promover la biodisponibilidad del zinc y pueden
aumentar las posibilidades de que las lombrices de tierra entren en contacto con el zinc al proporcionar un medio; sin embargo, se sabe poco sobre la
posible amenaza de las lombrices de tierra (Hodson et al., 2017).
2.5. Efectos biológicos de los microplásticos en el medio ambiente del suelo
2.5.1. Efectos sobre las actividades enzimáticas del suelo
Las enzimas del suelo son indicadores importantes de la fertilidad del suelo, los microorganismos del suelo y las plantas producen enzimas del suelo
que están significativamente asociadas al ciclo de nutrientes y al flujo de energía del suelo y reaccionan rápidamente a cualquier alteración en el ambiente
del suelo (Cui et al . ., 2018). El material plástico en el suelo afecta en gran medida las actividades enzimáticas del suelo (Wang et al., 2016a,b,c). Huang
et al. (2019) investigaron las consecuencias de los MP en las actividades enzimáticas del suelo. Descubrieron que los MP afectaron significativamente las
actividades de las enzimas seleccionadas (catalasa y ureasa). Además, concluyeron que se encontró una microbiota diferente en la superficie de las MP,
lo que puede cambiar las funciones ecológicas básicas y los procesos biogeoquímicos en el entorno del suelo. Liu et al. (2017) concluyeron que la
acumulación de MP acelera la actividad enzimática para la activación de los depósitos orgánicos de P, N y C, lo que les permite acumularse en forma
disuelta. A su vez, el aumento de las actividades de las enzimas del suelo está involucrado en el ciclo de los minerales C, N y P, al descomponer la
materia orgánica del suelo (MOS) y reciclar los nutrientes del suelo (Burns et al., 2013).
Zhang y Liu (2018) señalaron que los PM pueden modificar las características físicas del suelo, como mejorar la porosidad del suelo al alterar la
estructura de los agregados del suelo, lo que también influye en la actividad enzimática del suelo. La literatura previa mostró que en los suelos de loess,
los niveles elevados (28 %) de MP de polipropileno aumentaron considerablemente las actividades de hidrolasa de diacetato de fluoresceína (FDAsa) del
suelo (Liu et al., 2017). La existencia de MP en el efecto del suelo sobre las actividades enzimáticas extracelulares ha sido ampliamente debatida. Sin
embargo, en la literatura actual disponible, estos efectos muestran una gran variabilidad. Según algunos estudios, las MP pueden obstaculizar las
actividades enzimáticas extracelulares, mientras que los resultados de otras investigaciones mostraron que las MP pueden desencadenar actividades
enzimáticas extracelulares. Esto demostró que los diferentes tipos de MP en el suelo tienen diferentes tipos de actividades de enzimas de efectos. Wang
et al. (2016a,b,c) publicaron que la adición de desechos plásticos residuales restringe considerablemente las actividades enzimáticas del suelo y disminuye
la deshidrogenasa y la FDAsa y la actividad en un 14,9 %–59,0 % y 1,6 %–30,7 %, respectivamente.
Machado et al. (2018) informaron una relación importante entre la actividad FDAsa y la concentración de MP (0,05 %–2 %), donde se utilizaron una
variedad de MP, incluidas perlas de poliamida (PA), fragmentos de polietileno (PE) y fibras de poliéster.
De manera similar, otros autores informaron que la acumulación de MP disminuye notablemente las actividades de la βglucosidasa (GLU) y la ureasa
(URE) en el suelo (Qian et al., 2018).
Liu et al. (2017) informaron además que la catalasa actúa como un indicador de microbios aeróbicos, directamente asociado con la cantidad de
microorganismos aeróbicos. Zhang y Liu (2018) publicaron que la presencia de MP en el suelo cambia la estructura y la porosidad de los agregados del
suelo, lo que tiene efectos finales en las actividades enzimáticas del suelo. Liu et al. (2017) mencionaron que la adición de MP de propileno en alta
concentración (28 %) en suelo de loess mejora notablemente las actividades de FDAsa.
2.5.2. Efectos sobre los microbios del suelo
Consortium (2012) definió a los microorganismos o microbios como una clase de seres vivos extremadamente pequeños en tamaño, grandes en
número y área específica, y simples y fáciles de cultivar. Cualquier alteración en la estructura de la comunidad microbiana puede ser un indicador
significativo y sensible de cambios temporales y a largo plazo en la salud del suelo (Hill et al., 2000).
En la actualidad, los problemas más importantes relacionados con los MP en el ecosistema son el papel de los MP como fuente y sumidero de
contaminantes químicos nocivos y microbios patógenos; su posible entrada y bioacumulación en la cadena alimentaria (Xie et al., 2020; Bellas y Gil,
2020). La presencia de MP en el suelo tiene impactos negativos en las actividades microbianas del suelo (Wang et al., 2020a,b,c,d). Él et al. (2019)
mencionaron que los PM tienen impactos negativos en la diversidad microbiana del suelo.
La acumulación de MP en el entorno del suelo puede alterar la actividad microbiana, ya que las MP absorben en su superficie los contaminantes nocivos,
como los iones metálicos tóxicos y los contaminantes orgánicos hidrofóbicos ( Huffer et al., 2019; Wang et al., 2019a,b,c).
Recientemente se investigó la correlación entre las MP y la microbiota (Rillig y Bonkowski, 2018; Liu et al., 2021b, 2022) y se encontró el efecto significativo
de las MP en los microbios del suelo. Algunos investigadores se centraron en las implicaciones ecológicas de la distribución, la fuente y los impactos
biológicos de los MP (Auta et al., 2017; Horton et al., 2017a; Zhang et al., 2019a,b).
8
Descubrieron que los MP pueden proporcionar un hábitat ecológico para los microorganismos del suelo (Huang et al., 2019). Las comunidades de microbios
en los fragmentos de plástico se encuentran en forma de "plastisfera" (Oberbeckmann et al., 2016; Zettler et al., 2013). Colonias de microbios como Vibrio
spp. aparecen en la superficie de los MP (Kirstein et al., 2016). Como resultado, los MP pueden actuar como un vector, apoyando la transferencia geográfica
de microbios (Oberbeckmann et al., 2015) a los tejidos y órganos de plantas y animales, causando daños en los tejidos que pueden provocar una infección
(Khan et al., 2020 ). ). Los microplásticos pueden cambiar la diversidad del microbioma intestinal en organismos como Folsomia candida que se encuentra
en el suelo (Zhu et al., 2018a,b). Las propiedades físicas de las MP de tal densidad se pueden cambiar mediante la unión de una biopelícula para que se
hundan fácilmente en el suelo y sean menos hidrofóbicas (Li et al., 2018a,b,c). Sin embargo, la riqueza y diversidad de bacterias en el suelo de una tierra de
cultivo ácida no se vio afectada considerablemente por los PM (Fei et al., 2020a,b). Esto mostró que la actividad microbiana del suelo es diferente en
diferentes condiciones del suelo y diferentes tipos de MP contaminantes presentes (Liu et al., 2021). Los resultados experimentales de Judy et al. (2019) no
demostraron cambios notables en la población de bacterias con la aplicación de MP al 1 % (p/p) en comparación con el entorno controlado. Por el contrario,
el estudio realizado por Fei et al. (2020a,b) informaron que la aplicación de 1 % (p/p) de PVC aumentó el número de algunos tipos de bacterias, mientras que
la adición de PE cambió la composición de la comunidad bacteriana.
Por lo tanto, la interacción de los MP con las comunidades bacterianas depende totalmente de los tipos y concentraciones de MP y de las características del
suelo (De et al., 2019; Wang et al., 2019a,b,c; Zhang et al., 2019a,b).
Varios estudios anteriores revelaron que el contacto con MP de poliestireno podría modificar la estructura de los microorganismos intestinales, causando
irritación en el intestino del pez cebra e insuficiencia intestinal en ratones (Jin et al., 2018, 2019). Los MP pueden alterar las propiedades físicas del suelo
junto con la comunidad microbiana (Rong et al., 2021). Fey et al. (2020a,b) mencionaron que la presencia de MP en el suelo redujo la actividad de hidrolasa
de diacetato de fluoresceína, estimuló las actividades de fosfatasa ácida y ureasa, y deterioró la diversidad y abundancia de la población bacteriana. Otros
autores han indicado que los MP tienen la capacidad de obstaculizar el intestino de los microbios colémbolos y aumentar la diversidad de la población de
bacterias intestinales (Zhu et al., 2018a,b). Tender et al. (2015) también demostraron que la población bacteriana que se encuentra en la superficie de las
MP difiere de la que se encuentra en ambientes adyacentes. La información de trabajos de investigación anteriores verificó que los MP pueden convertirse
en un hábitat para microorganismos, y estos microbios se encontrarán en grandes cantidades en las superficies de MP. Sin embargo, aún se desconocen
los mecanismos exactos de los impactos perjudiciales y los daños adicionales. Los microorganismos son expertos en la degradación de MP, y algunos
estudios de investigación muestran que la principal fuente de estos MP es el intestino de las lombrices de tierra (Yang et al., 2014a,b; Lwanga et al., 2018).
Esto puede ser parte de una relación huéspedsimbionte compleja recientemente desarrollada en reacción a la contaminación por MP en el entorno del
suelo. Se descubrió que microorganismos como las bacterias grampositivas degradan los residuos plásticos porque utilizan el plástico como fuente de
carbono (Hadad et al., 2005). Además, otra fauna del suelo residente también puede ingerir estas partículas cambiando su microbiota relacionada. Como
resultado, se esperan una serie de efectos de MP sobre la evolución de los microorganismos a través de sus efectos sobre los huéspedes. Muchas
microbiotas del suelo tienen fuertes interacciones con sus huéspedes (animales del suelo). Estos animales, en respuesta, también tienen algunas
interacciones con los MP. Por ejemplo, se ha revelado que las lombrices de tierra consumen perlas de poliestireno (Huerta et al., 2016), lo que provoca
consecuencias perjudiciales para las lombrices (Huerta et al., 2016).
Wang et al. (2016a,b,c) revelaron que los agentes plastificantes, como los ftalatos que se liberan del plástico, pueden dañar los organismos que habitan
en el suelo. En numerosos materiales plásticos, estos productos químicos adicionales se incorporan libremente en la estructura de los polímeros y se pueden
lavar fácilmente. El equilibrio entre la diversidad microbiana y el suelo puede verse afectado por fragmentos de plástico rotos. Ha habido una serie de
revisiones centradas en la interacción de MP y microorganismos en el entorno del suelo (Keswani et al., 2016; Harrison et al., 2011). Sin embargo, hay una
escasez de evaluaciones sobre la interacción de MP con microorganismos y microbiota intestinal, junto con investigaciones sobre MP que se encuentran en
animales y humanos (Horton et al., 2017a). Huang et al. (2019) examinaron los impactos derivados de la aparición de MP en los microbios del suelo y las
actividades enzimáticas. Descubrieron que una gran cantidad de bacterias se encuentran en los fragmentos de MP, que luego son responsables de alterar la
composición de la comunidad de bacterias del suelo, los procesos biogeoquímicos y las funciones ecológicas. Los cambios en las comunidades microbianas
tienen un impacto potencial en la diversidad de funciones metabólicas (Kanehisa y Goto, 2000). Liu et al. (2017) mencionaron que la presencia de MP puede
cambiar las propiedades físicas del suelo, como el contenido de humedad. Wan et al. (2019) reportaron una disminución del 1% en la humedad del suelo por
la presencia de MPs en el suelo, lo que se traduce en un aumento en la población del filo Gemmatimonadetes (Huang et al., 2019), debido a que su población
se relaciona negativamente con la humedad contenido en el suelo (DelgadoBaquerizo et al., 2018). Los colémbolos son importantes microartrópodos del
suelo (D'Annibale et al., 2017; Zhu et al., 2016). Se alimentan principalmente de la basura y los detritos del suelo y desempeñan un papel importante en la
descomposición de la materia orgánica junto con el reciclaje de nutrientes en el entorno del suelo (Potapov et al., 2016). Los colémbolos pueden ingerir MP,
y otro estudio ha demostrado que los colémbolos pueden transportar MP en el ecosistema del suelo (Maaß et al., 2017). Sin embargo, se desconocen en
gran medida los efectos de los MP en los colémbolos. Los protistas, que son otro grupo importante de organismos eucariotas unicelulares que se encuentran
en el suelo (Geisen et al., 2018), también actúan como portadores de MP.
2.5.3. Efectos sobre la fauna residente
Los microplásticos del suelo pueden ser consumidos por los organismos del suelo, con diferentes efectos fisiológicos en su crecimiento, desarrollo,
reproducción, sistema inmunológico e incluso en la microbiota intestinal ( Lwanga et al., 2017; RodriguezSeijo et al., 2017) . Según Peng et al. (2017),
muchos animales no serán capaces de digerir los residuos plásticos, lo que bloqueará la absorción de los alimentos durante el paso por el intestino principal.
Rillig y Lehmann (2020) informaron que los PM tienen tendencia a acumularse en la cadena alimentaria, como resultado dañan los organismos del suelo en
diferentes niveles tróficos y
9
Cuadro 2
Efectos de MPs sobre diferentes organismos en el suelo.
parlamentarios Tamaño Especies Efectos Referencia
Micropartículas de 3,9–33,4 micras Eisenia fetida Acumulación de tóxicos y Gaylor et al.

espuma de poliuretano transformación a depredadores (2013)
Microplásticos <150 micras lumbricus terrestris Efecto tóxico en el organismo indicado por el Lwanga et al.

de polietileno de baja crecimiento y la mortalidad. (2017)
densidad (LDPE)
Microplásticos de polietileno 250–1000 micras eisenia andrei Sistema inmunológico dañado del RodriguezSeijo et

organismo al. (2017)
Microplásticos de poliestireno 1–5 micras nematodos colinérgicos y GABAérgicos dañados Ley et al. (2018a)

neuronas
PVC microplástico 80–250 micras colémbolo Movimiento restringido de Collembolan Kim y An (2019)
Microplásticos 183–93 micras isópodos Ningún efecto obvio Kokalj et al.

de polietileno (2018)
LDPE Partículas <400 µm Lombriz, Mortalidad Huerta et al.
lumbricus terrestris (2016)
MASCOTA
fibra de 1257,8 Caracoles, Achatina Estrés oxidativo afectado Song et al. (2017)
µm fulica
PD Residuos de 0,1–500 µm Caenorhabditis Daño oxidativo Ley et al. (2018a,b)
elegans
LDPE ≤300 µm) partículas Lombriz, El microplástico aumentó la adición de PAH Wang et al.
(PS (≤300 µm) Eisenia fetida además de PCB en E. fetida. (2019b)
partículas
a veces los ecosistemas enteros. Las lombrices de tierra son invertebrados predominantes en el entorno del suelo y son responsables de
numerosas funciones vitales, como el reciclaje de nutrientes, la descomposición de la materia orgánica y la remodelación de la estructura del
suelo (Cheng et al., 2021). Debido a su naturaleza sensible a una variedad de contaminantes del suelo, como metales tóxicos, bifenilo policlorado
y pesticidas, las lombrices de tierra se reportan como invertebrados modelo vitales en las pruebas de toxicología ( Duan et al., 2017; Zhou et al.,
2020a,b). La salud del huésped, la resistencia contra los patógenos, el metabolismo y la inmunidad, dependen totalmente de los microbios intestinales.
Normalmente, el intestino de la lombriz tiene una comunidad microbiana estable, pero cuando estos organismos están en contacto con
contaminantes o con cualquier otra alteración del ambiente intestinal, la estabilidad de la comunidad microbiana puede verse interrumpida (Ma
et al., 2017; Pass et al ., 2015 ). ). Las concentraciones bajas de MP (0–0,5 %) no tienen efecto sobre el crecimiento de las lombrices de tierra,
pero las concentraciones altas (1 %–2 %) controlan el crecimiento de las lombrices y se registra la mortalidad subsiguiente (Cao et al., 2017), lo
que indica el efecto tóxico Efectos de MPs en la fauna del suelo. Los animales residentes en la matriz del suelo, particularmente las lombrices
de tierra, son capaces de digerir MP al descomponer los restos de plástico quebradizo (Rillig, 2012). Sin embargo, RodríguezSeijo et al. (2017)
estudiaron MP en el suelo con una concentración
de tierra. Ley
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2018a,b)
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las lombrices
lesiones
intestinales, incluida la división de enterocitos y el agrietamiento de las vellosidades. Las MP también son responsables del estrés oxidativo y la
inflamación (Jeong et al., 2017; Moos et al., 2012), y se ha demostrado que las MP pueden aumentar el nivel de especies reactivas de oxígeno
(ROS) intracelulares. Los problemas metabólicos y la disbiosis de la microbiota intestinal podrían surgir debido a la inflamación prolongada en el
intestino de los organismos (Furukawa et al., 2004; Goyette et al., 2007).
Rillig y Bonkowski (2018) indicaron que la ingestión de MP podría ser perjudicial para los filtradores residentes, como flagelados y ciliados
(Jens y Hartmut, 2002). Ley et al. (2018a,b) demostraron que los MP de poliestireno pueden dañar las neuronas colinérgicas y GABAérgicas.
Se ha revelado que los animales pueden ingerir pequeños residuos de plástico fácilmente. Recientemente, varios estudios de investigación han
demostrado que los MP pueden tener efectos nocivos en la fauna terrestre, como lombrices de tierra (RodríguezSeijo et al., 2017), colémbolos
(Kim y An, 2019), ratones (Yang et al., 2019a ,b) así como nematodos (Kokalj et al., 2018). Las lombrices de tierra pueden ingerir MP (Rodríguez
Seijo et al., 2017), pueden transportarlos y tienen la capacidad de arrastrar estos contaminantes al entorno del suelo (Zhang y Liu, 2018).
La ingesta de microplásticos por parte de los organismos provoca inflamación, lesiones físicas y también presenta una posible ruta para la
introducción de una variedad de contaminantes ambientales en la cadena alimentaria, como PTE, aditivos plásticos o plastificantes,
contaminantes orgánicos persistentes (COP), bifenilos policlorados (PCB) , hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), diclorodifenil tricloroetano
(DDT) y microbios causantes de enfermedades (Worm et al., 2017; Hahladakis et al., 2018; O'Donovan et al., 2018).
La literatura ha identificado una serie de efectos toxicológicos de los MP, a saber, la alteración del microbioma, la interrupción de los procesos
biológicos, la irritación gastrointestinal y el metabolismo de los lípidos (Germanov et al., 2018). Se ha descubierto que tanto las lombrices de
tierra como los residuos de mantillo cambian las características del suelo y se espera que interactúen a través de una variedad de mecanismos
(Cao et al., 2017; Bertrand et al., 2015). Algunos investigadores han descubierto que las lombrices de tierra (Lumbricus terrestris) pueden
consumir MP de polietileno en el suelo, lo que afecta gravemente la tasa de crecimiento de estos animales además de causar daños
histopatológicos (Cao et al., 2017; Lwanga et al., 2017 ). ). Los efectos de MP de diferentes tamaños que se encuentran en el suelo sobre los
organismos del suelo se muestran en la Tabla 2.
10
2.5.4. Efectos sobre el crecimiento de las plantas
Esto es evidente a partir de la literatura que la película de mantillo residual puede degradar la calidad del suelo además de reducir la producción de
cultivos (Jiang et al., 2017; Liu et al., 2022). La literatura publicada anteriormente fue testigo de los efectos nocivos de los MP en el crecimiento y el
desarrollo (De et al., 2019; Zhou et al., 2021). Liu et al. (2014a,b,c) reportaron que la presencia de estos residuos (MPs) en el suelo provoca una
disminución en la disponibilidad de nutrientes y especies, así como la actividad microbiana, lo que finalmente afecta el crecimiento, desarrollo y
producción de los cultivos (Ibarra Jiménez et al., 2011). Las raíces de las plantas notaron que absorbían MP por una forma precisa de entrada de grietas
y se llevaron a los brotes, lo que efectuó diferentes funciones de la planta y su producción (Li et al., 2020a,b). sol et al. (2020) demostraron el papel
potencial de los PM para impedir el crecimiento de los cultivos, lo que resulta en la reducción de la producción de alimentos. Se testificó que la biomasa
total, las características de las hojas y las raíces de Allium fistulosum se vieron muy afectadas por tres tipos de MP, a saber, microesferas, microfragmentos
y microfibras (De et al., 2019). Las investigaciones de Jassby et al. (2019) revelaron que el trigo, como las plantas agrícolas, puede absorber los PM a
través de las raíces y, en última instancia, pasar a la cadena alimentaria. De la misma manera, los resultados experimentales de Qi et al. (2018)
confirmaron que la aparición de MP tuvo efectos indeseables en el desarrollo y la composición del trigo durante la etapa vegetativa y reproductiva.
Los efectos letales de los MP dependen del tamaño de los MP, los MP de menor tamaño son más tóxicos que los MP de mayor tamaño (Li et al.,
2020a,b). Por ejemplo, las partículas de nanoplástico pueden adherirse a la superficie de la semilla y evitar por completo la absorción de nutrientes y
agua al bloquear los poros (Bosker et al., 2019). Li et al. (2019) informaron que las MP (<0,2 µm) se pueden recolectar en lechuga por transpiración
debido a su poderosa adhesión. Del mismo modo, Li et al. (2020a,b) observaron MP (2 µm) en las raíces transversales además del xilema del trigo.
Estudios de investigación anteriores han demostrado que los MP pueden impedir el desarrollo y el crecimiento del maíz (Wang et al., 2020a,b,c,d) y
son letales para los tomates y los berros (Bosker et al., 2019). Estudio de investigación de Dong et al. (2020) revelaron los impactos de los PM junto con
la contaminación por arsénico (As) en los microbios y nutrientes de la rizosfera del arroz, y explicaron la forma en que estos contaminantes ralentizan el
crecimiento de los cultivos. La calidad de la siembra también puede disminuir debido a la presencia de MP que se encuentran en el suelo agrícola. La
presencia de MP conduce al deterioro de la estructura del suelo, altera las propiedades físicas del suelo e influye en el movimiento de nutrientes y la
difusión de la humedad en el suelo (Kim et al., 2014; Gong et al., 2015). Además, los MP ralentizan la velocidad de desarrollo de las raíces y alteran la
producción de fuentes de carbono, lo que influye en las emisiones de gases de efecto invernadero. De manera similar, las MP en el tamaño de
micrómetros y submicrómetros son absorbidos por las raíces y transportados a los brotes de las plantas a través de un modo típico de entrada de grietas
(Li et al., 2020a,b). En muchos casos, sin embargo, se notó que la película plástica biodegradable costaba lo mismo que la no biodegradable y no había
una diferencia notable en los niveles de temperatura y humedad entre estos tipos de película plástica (Moreno et al., 2016; Li et al . , 2016). Sin embargo,
la información sobre la correlación entre el número de MP y sus efectos finales en la producción de cultivos es mayormente desconocida. Se necesita
más investigación en esta área. En los últimos años se han llevado a cabo numerosos estudios para encontrar alternativas (acolchado biodegradable y
de paja) al acolchado plástico. Estos reducirán los residuos de mantillo en los campos agrícolas y son más ecológicos en comparación con las películas
de mantillo de PE convencionales (Moreno et al., 2017; Yang et al., 2014a,b,c). Los MP cautivados por las raíces de las plantas pueden llegar a los
niveles tropicales de la cadena alimentaria superior, lo que finalmente puede convertirse en una amenaza para la salud humana (Kaposi et al., 2014;
Welden y Cowie, 2016). Los PM pueden almacenarse en las partes comestibles de las verduras, como el sistema de raíces de la zanahoria que tiene
capacidad de almacenamiento (Que et al., 2019). Los MP cautivados por las raíces de las plantas pueden llegar a los niveles tropicales de la cadena
alimentaria superior, lo que finalmente puede convertirse en una amenaza para la salud humana (Kaposi et al., 2014; Welden y Cowie, 2016). Los MP
atrapados por las raíces de las plantas pueden convertirse en parte del cuerpo de la planta y, en última instancia, unirse a los niveles tropicales de la
cadena alimentaria alta. Los organismos heterótrofos como los humanos pueden ingerir microplásticos a través de la ingesta de alimentos, lo que puede
causar diferentes enfermedades. Por lo tanto, la presencia de microplásticos en el suelo también es una amenaza para la salud humana.
2.6. Los efectos toxicológicos combinados de los contaminantes químicos con los residuos plásticos
2.6.1. plastificantes
Los plastificantes o dispersantes son aditivos que mejoran la calidad del plástico, modifican la plasticidad y disminuyen la viscosidad (Machado et al.,
2018). Los plastificantes son materiales que se agregan químicamente en forma líquida o sólida al plástico con el fin de cambiar las características
físicas. Los ésteres de ftalato (PAE) consisten en un gran grupo de ésteres de ácido ftálico (PA), que integran butil bencil ftalato (BBP), dibutil ftalato
(DBP) y dietil hexil ftalato (DEHP)
(Xu et al., 2008). Se ha descubierto que estos aditivos químicos utilizados en la fabricación de MP son letales para los organismos del suelo (Prata et al.,
2020). La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (USEPA, 2013) declaró seis PAE como contaminantes ambientales, incluidos BBP,
ftalato de dimetilo (DMP), DBP, ftalato de dietilo (DEP), DEHP y ftalato de dinoctilo (DOP).
Los ésteres de ftalato se consideran compuestos disruptores endocrinos y el contacto con ellos provoca trastornos relacionados con el sistema endocrino.
Afectan las poblaciones de microorganismos y las actividades enzimáticas en el suelo (Chen et al., 2013). Los ésteres de ftalato son de naturaleza
fuertemente hidrofóbica, fácilmente adsorbidos por la SOM y sus residuos pueden permanecer en el entorno del suelo de forma permanente (Chen et
al., 2013). Durante la degradación del plástico en el suelo, se liberan PAE, lo que contamina el medio ambiente del suelo y amenaza la seguridad
alimentaria (Luo et al., 2016). Tanto la USEPA como la Administración Estatal de Protección Ambiental de China (SEPA) documentaron el DBP y el
DEHP como contaminantes ambientales debido a sus capacidades mutagénicas, teratogénicas y cancerígenas ( Net et al., 2015; Wang et al., 2015a,b,c).
Por lo tanto, son reconocidos como contaminantes perjudiciales del suelo (Wang et al., 2013).
La Comunidad Europea incluyó el químico tóxico DEHP entre 33 sustancias químicas peligrosas que se encuentran en ambientes acuáticos (Decisión
no. 2455/2001/CE del 20 de noviembre de 2001). Estos contaminantes químicos pueden ser liberados de
11
plástico desechable en el suelo, absorbido por las plantas (Sun et al., 2015), y finalmente ingresa y viaja a través de la cadena alimentaria
(Hauser y Calafat, 2005). Los ésteres de ftalato se detectan ampliamente en muestras de suelo, frutas y verduras y granos (Lü et al., 2018; Fu
y Du, 2011; Cai et al., 2015; Schecter et al., 2013). Los plastificantes pueden causar diferentes enfermedades en animales y humanos. Se ha
demostrado que durante el ciclo de vida de los materiales plásticos, los aditivos como los plastificantes, los monómeros y los retardantes de
llama pueden filtrarse al medio ambiente del suelo. Además, los plásticos pueden absorber otros tóxicos como metales, HAP, PCB y pesticidas
organoclorados (por ejemplo, DDT y HCH) debido a sus superficies hidrofóbicas (Horton, 2017b). El trabajo de investigación fundamental
requerido para explicar el papel de los PAE tanto en los macroplásticos como en los microplásticos encontró en el área agrícola una amplia
gama de condiciones ambientales. También existe una gran necesidad de evaluar los efectos de los PAE en la red alimentaria del suelo que, en
última instancia, afectará la cadena alimentaria.
2.6.2. Interacción con antibióticos en el suelo.
Los antibióticos se utilizan ampliamente en la cría de animales para evitar infecciones en los animales. Sin embargo, tras el uso excesivo de
antibióticos, estos químicos pasan a formar parte del suelo a través del estiércol animal excretado (Xu et al., 2008; Muhammad et al., 2020).
Trabajos de investigación anteriores han mencionado que la adición de MP tiene impactos tanto en la adsorción como en la degradación de los
antibióticos (Sun et al., 2018). sol et al. (2018) revelaron que los fertilizantes orgánicos se aplican a las plantas para promover el crecimiento y la
productividad de las plantas, pero la aplicación de fertilizantes junto con el suelo del invernadero genera contaminación por una forma combinada
de antibióticos y MP. Se sabe que los MP actúan como vectores que transportan contaminantes orgánicos e inorgánicos de un punto a otro en
el entorno del suelo. En la literatura, varios estudios han especulado sobre los diversos factores relacionados con el nivel de adsorción de los
antibióticos. Estos incluyen estados de caucho (Teuten et al., 2007), cristalinidad (Guo et al., 2012) e interacción polarpolaridad (Wang et al.,
2015a,b,c). Li et al. (2018a,b,c) consideraron cinco antibióticos (amoxicilina, ciprofloxacina, sulfadiazina, trimetoprima y tetraciclina) y su
adsorción por cinco tipos diferentes de MP (PE, PA, PP, PS y PVC). Descubrieron que PA tenía la capacidad máxima para la absorción de
antibióticos utilizando el coeficiente de distribución de las isotermas de adsorción. Shen et al. (2018) concluyeron que el pH, la temperatura y la
fuerza iónica, como el envejecimiento, tienen efectos menores sobre el potencial de adsorción de las MP para antibióticos como la tetraciclina
(TC).
sol et al. (2018) informaron que la presencia de MP dificulta la dispersión de los genes de resistencia y CT del suelo. Algunos de los resultados
evidencian que los MP restringen la adsorción de antibióticos como la oxitetraciclina (OTC) y mejoran su movilidad y alteran la estructura del
suelo (Li et al., 2020a,b). Varios autores también han demostrado que los pesticidas pueden transferirse a los organismos (Savorelli et al., 2017;
Avio et al., 2015). Según algunos autores, las MP absorben los fungicidas triazoles debido a las interacciones electrostáticas y su naturaleza
hidrofóbica (Fang et al., 2019). Wang et al. (2020a,b,c,d) encontraron experimentalmente que los MP pueden absorber cinco pesticidas debido
a la interacción hidrofóbica, básicamente como resultado de películas plásticas agrícolas en áreas agrícolas.
Dos mecanismos principales, la formación de puentes de hidrógeno y la acumulación de la estructura porosa de PA, son responsables de la
absorción de antibióticos (Li et al., 2018a,b,c). La concurrencia de contaminantes tales como antibióticos y PM puede tener efectos adversos
combinados en el suelo. Es evidente que la presencia de MPs impide la degradación de los antibióticos en condiciones ordinarias. Otros autores
han informado que la descomposición de TC disminuyó con la proporción de microesferas de poliestireno (PS) (27,7% con 51,9%); además, la
bioaccesibilidad de TC cambió debido a la adsorción de MP (Sun et al., 2018). Además, los antibióticos presentes en la matriz del suelo también
son responsables de alterar el proceso de degradación de las MP. Las interacciones de los MP acompañados de otros contaminantes se
enumeran en la Tabla 3. Se necesita una investigación más profunda para determinar los efectos combinados de los MP y otras toxinas en los
entornos del suelo (Beiras y Tato, 2019).
Zettler et al. (2013) encontraron que la comunidad microbiana puede verse muy afectada por la presencia de antibióticos y MP en varios
entornos a nivel mundial. Como portador único tanto de microorganismos como de otros contaminantes, los MP acumulan una comunidad
microbiana distintiva en la plastisfera. Los antibióticos pueden cambiar la estructura y la biomasa de la comunidad microbiana al alterar las
actividades enzimáticas y las capacidades metabólicas de los microbios (Girardi et al., 2011; Näslund et al., 2008). Girardi et al. (2011)
documentaron que la ciprofloxacina (CIP) impide intensamente las actividades microbianas en los ecosistemas de agua y suelo. Los resultados
de estas investigaciones anteriores han expuesto los MP notables y los impactos de los antibióticos en las comunidades microbianas. Sin
embargo, la mayoría de ellos simplemente reflejaron los efectos de un solo tipo de contaminantes, y aún existe la falta de estadísticas sobre sus
efectos en las ecologías del suelo (Caruso, 2019; Guo y Wang, 2019). Wang et al. (2020a,b,c,d) trabajaron sobre los efectos de la contaminación
por MP de polietileno (PE) en la forma de degradación de CIP en un entorno de suelo y evaluaron las variaciones asociadas en las características
fisicoquímicas y las comunidades microbianas. El estudio de investigación encontró que la degradación CIP estaba considerablemente restringida
en presencia de MP y que la contaminación combinada de MP y CIP reducía notablemente la diversidad microbiana del suelo en comparación
con los efectos de contaminación individuales de estos dos contaminantes.
2.6.3. Interacción con elementos potencialmente tóxicos (PTEs)
Los elementos potencialmente tóxicos (PTEs) son los contaminantes letales que se encuentran en el medio ambiente (Sajjad et al., 2017).
Los MP son propensos a absorber estos contaminantes ambientales, ya que tienen propiedades persistentes y de bioacumulación (Nawab et
al., 2021). La investigación ha demostrado que los MP tienen una gran superficie junto con una fuerte hidrofobicidad y, por lo tanto, tienen el
potencial de adsorber PTE en sus superficies exteriores (Rochman et al., 2014; Holmes et al., 2012; Li et al., 2020a,b) . Varios estudios han
confirmado que los procesos geoquímicos generalmente ocurren entre MP y PTE, seguidos de su liberación en la matriz del suelo. Los MP del
suelo pueden proporcionar alojamiento para diferentes PTE (Zhang y Liu, 2018; Dobaradaran et al., 2018; Wang et al., 2017a, b, c, d). Además,
los PM pueden transportar estos contaminantes a los organismos (Koelmans et al., 2016; Holmes et al., 2012). Otros investigadores han
identificado la capacidad de los MP para actuar como transportadores para amplificar la concentración.
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Tabla 3
Los efectos combinados de MP en el suelo junto con otros contaminantes.
contaminante Categoría formulario de parlamentarios Tamaño Consecuencias de la concentración Referencias
glifosato COP LDPE <150 micras 0%, 1%, 3%, 7% Pérdida de peso de las lombrices encontradas Yang et al.

por efectos combinados (2019a,b,c)
Deltametrina COP LDPE 25 metros, 10% La película de mantillo acumuló Ramos et al. (2015)
100 metros excedentes de pesticidas en sus
exteriores
PBDE COP Espuma de <75 micras 1:1200 Gusanos acumulados 3740 mg/kg Gaylor et al. (2013)

poliuretano Cargas de PBDE 2000 mg/kg
–
Como Metal pesado CLORURO DE POLIVINILO
Toxicidad menor en el cuerpo de Wang et al.
lombrices de tierra (2019a,b,c)
ácido 4 COP EN 250 micras 10% Reducción de la capacidad de Huffer et al. (2019)

(2,4diclorofenoxi) sorción del suelo.
butírico,
atrazina
zinc Metal pesado HDPE <5mm 0.2g Mayor biodisponibilidad de Zn Hodson et al. (2017)

Antibiótico – <1 mm 0,10%
tetraciclina Disipación de tetraciclina sol et al. (2018)
inhibida
glifosato COP Polipropileno <250 µm 7%, 28% Los MP apenas influyen en la Yang et al. (2018)

descomposición del glifosato
HAP, PCB COP PE, PS 250 metros, 0%, 1%, 5%, Las cantidades de HAP y Wang et al.

300 metros 10%, 20% Los PCB en los tejidos disminuyeron después (2019a,b,c)
contribución de los parlamentarios
clorpirifos COP LDPE 5 mm, – PM de tamaño diminuto capaces de RodriguezSeijo et

0,25–1 mm transmitir más clorpirifos a la matriz del al. (2017)
suelo
de PTE en el entorno terrestre (Hodson et al., 2017; Tang et al., 2020). Dong et al. (2021) estudiaron el efecto combinado de MP y arsénico
(As) en el suelo de la rizosfera y concluyeron que los MP pueden reducir la contaminación por As en el entorno del suelo de la rizosfera. Como
cada material tiene características físicas y químicas específicas, como la polaridad molecular y el área de superficie específica, la tasa de
adsorción de PTE en MP puede diferir en gran medida (Brennecke et al., 2016). Yu et al. (2020) verificaron experimentalmente que las MP
afectan la especiación de las PTE por sorción y modificación del microambiente.
Así se reporta que los residuos plásticos obtenidos de las playas contienen PTE como cadmio (Cd) y plomo (Pb) en sus superficies (Ashton
et al., 2010). La literatura previa demostró que la tasa de adsorción de Pb versus Cd fue 7.5% y 6.9%, respectivamente, lo que representa tasas
de adsorción diferentes en la superficie MP (Massos y Turner, 2017). La adsorción de PTE en el exterior de MP puede cambiar debido al
proceso de degradación causado por la radiación de luz ultravioleta (UV). Bandow et al. (2017) mencionaron que la adsorción de metales como
zinc (Zn) y cobre (Cu) puede acelerarse después de 2000 h de irradiación UV en la superficie MP. Zhou et al. (2019) observaron diferentes PTE
en la superficie de MP durante la investigación sobre la caracterización de MP y PTE asociados en suelo suburbano en China central.
Descubrieron que Ag, Cd, Cu, Cr, Pb, Hg, Fe, Mn y Sb estaban presentes en la superficie MP. Además, informaron que los MP eran los
responsables de la transformación de estas diferentes PTE en el medio ambiente.
Por un lado, los MP juegan un papel positivo en la limitación del movimiento de las PTE en el entorno del suelo pero, por otro lado, tienen
el potencial de adsorber y concentrar las PTE. Por lo tanto, los PM son una seria amenaza para el ecosistema del suelo (Alloway, 2013; Li et
al., 2020a,b). Algunos autores han destacado las consecuencias nocivas de los PM en el suelo de zonas remotas (Zhang y Liu, 2018; Scheurer
y Bigalke, 2018; Rillig, 2018). Otros investigadores han definido a los MP como estresores antropogénicos que causan impactos desfavorables
en la fauna y los microbios del suelo directamente, así como a través del desarrollo de contaminación sinérgica con otros contaminantes, como
los PTE ( Rillig, 2018). Algunos de los primeros estudios fueron testigos de que, tras una serie de cambios en el sistema del suelo; Los PTE
podrían ser adsorbidos por los MP junto con otros contaminantes orgánicos debido a su tamaño más pequeño, mayor relación área superficial/
volumen y fuerte tendencia a la hidrofobicidad (Vedolin et al., 2018; Holmes et al., 2012; Li et al., 2020a ). ,b).
2.6.4. Interacción con contaminantes orgánicos persistentes (COP)
Hartman et al. (2017) demostraron que las MP desempeñan un papel como vectores de contaminantes químicos que se encuentran en el
medio ambiente (Hodson et al., 2017; Hartmann et al., 2017; Maaß et al., 2017). Dichos plásticos residuales funcionan como transportadores
de contaminantes químicos y son consumidos por organismos (Thompson et al., 2004; Gregory, 1996; Thompson et al., 2005). De esta manera,
los contaminantes adsorbidos por MP (Bowmer y Kershaw, 2010; Rios et al., 2007) están biodisponibles para los animales (Koelmans et al.,
2014; Rochman et al., 2013), y por lo tanto podrían ser llevados en la cadena alimentaria (Engler, 2012; Teuten et al., 2007). Debido a la
naturaleza hidrofóbica y al tamaño pequeño, los contaminantes orgánicos se han reportado ampliamente en la superficie de MP en el medio
ambiente (Barletta et al., 2019). A medida que los MP se descargan en el medio ambiente, entran en contacto con contaminantes orgánicos de
una variedad de fuentes antropogénicas, como aguas residuales de diferentes fuentes, lixiviados de vertederos y escorrentías urbanas. Porque
13
de la gran superficie específica (SSA) de MP, se encuentran en su superficie varios contaminantes orgánicos, como PAH, PCB y otros pesticidas y
herbicidas, que pueden afectar significativamente la salud de los ecosistemas del suelo (Velzeboer et al., 2014 ) . ; Engler, 2012; Ashton et al., 2010).
Los MP pueden modificar la capacidad de sorción, la movilidad, la lixiviación y el comportamiento de distribución de los contaminantes orgánicos y,
por lo tanto, pueden contaminar el ecosistema del suelo (Xu et al., 2020). Liu et al. (2021) demostraron el efecto combinado de MP y fenathreno en
plántulas de trigo y encontraron que los efectos colectivos de estos dos afectan en gran medida el proceso de fotosíntesis, disminuyen las actividades
antioxidantes en las raíces e inhiben la altura de la planta de trigo. Debido a que los MP pueden adsorberse y transportar COP, el suelo que contiene
MP es una seria amenaza para los ambientes terrestres porque los contaminantes pueden moverse de un punto a otro ( Velzeboer et al., 2014;
Rochman et al., 2013).
Los compuestos orgánicos persistentes en el suelo generalmente se encuentran en forma de mezclas complejas. Sin embargo, la ingesta de
COPs a través de MPs por parte del organismo es menor en comparación con la ingesta de COPs por parte del organismo directamente a través del
consumo de agua y alimentos (Bakir et al., 2016). Varios COP muestran una mayor afinidad por un tipo de MP. Por lo tanto, estos MP tienen una
capacidad limitada para adsorber otros compuestos. La investigación sobre las características de adsorción de siete compuestos químicos alifáticos
en la superficie de cuatro tipos diferentes de MP con diferentes características fisicoquímicas sugirió que el coeficiente de adsorción de MP estaba
fuertemente relacionado con la hidrofobicidad del adsorbente (Huffer y Hofmann, 2016 ) . Los PM en el suelo interactúan vigorosamente con los
contaminantes hidrofóbicos y, por lo tanto, podrían ser el principal intermediario para el movimiento de dichos contaminantes (Alimi et al., 2018;
Ceccarini et al., 2018). Koelmans et al. (2013, 2016) artículos publicados destacaron MP como portadores y liberadores de contaminantes en el medio
ambiente, la degradación, bioacumulación, toxicidad y transporte de estos contaminantes orgánicos depende en gran medida de la cinética de sorción
o desorción y el equilibrio de estos contaminantes en /de los parlamentarios y sobre la transferencia a lo largo de la cadena alimentaria (Qu et al.,
2020) . Además, verificaron que los MP adsorbieron considerablemente más COP en comparación con los sedimentos del suelo que se producen de
forma natural, lo que destaca el riesgo del efecto combinado de plástico y COP para el medio ambiente del suelo. Otros experimentos de laboratorio y
conclusiones discutieron el ''efecto liberador'' de los contaminantes. La desorción de los contaminantes químicos ya absorbidos de las MP ingeridas
también debe tenerse en cuenta en la evaluación de la bioacumulación de sustancias químicas tóxicas. Al respecto, Bakir et al. (2014) y Lee et al.
(2019) informaron que los tensioactivos intestinales desempeñan un papel vital en la descarga de contaminantes orgánicos hidrofóbicos de los MP.
Por el contrario, la existencia de MP también podría reducir la concentración de contaminantes orgánicos disueltos en el medio ambiente, especialmente
en los sistemas acuáticos. Wang et al. (2020a,b,c,d) informaron que el tipo de grupo funcional y la estructura de la molécula también son responsables
de la interacción entre la superficie de las MP y los contaminantes orgánicos. Li et al. (2018a,b,c) explicaron además que los contaminantes que tienen
grupos funcionales de tipo N/O/S pueden influir en la adsorción del contaminante en la superficie de los MP, a través de la hidrofobicidad o al establecer
una interacción entre los MP y los contaminantes orgánicos. Otros autores examinaron experimentalmente los efectos del grupo funcional y
demostraron que la adsorción de sulfonamidas y perfluorosulfonatos era superior a la de los ácidos carboxílicos en la superficie de las MP (Llorca et
al., 2018). Como se mencionó anteriormente, la fuerte interacción entre los PM y los contaminantes orgánicos, el efecto letal combinado y sinérgico de
estos, ambos informados por muchos autores. Según Ma et al. (2016) y Syberg et al. (2017) las MP ingeridas son responsables del deterioro físico
además de la modificación de las actividades metabólicas. Se ha documentado un deterioro histopatológico notable en el pez cebra y el mejillón en la
exposición a contaminantes como los PCB y los PAH, por la combinación de MP y estos contaminantes (Rainieri et al., 2018). El efecto adverso
combinado de MP y pireno también dañó gravemente al mejillón marino Mytilus galloprovincialis (Avio et al., 2015).
3. Interacción con el entorno circundante
3.1. Microplásticos en el aire
Aunque se han realizado muchos estudios sobre los impactos de las MP en el suelo y los ambientes acuáticos, se ha prestado poca atención a
las MP que se encuentran en otros ambientes terrestres. El polvo urbano, los textiles simulados, la erosión de los neumáticos de caucho son algunas
de las fuentes notables de MP en el aire (Chen et al., 2020). Dris et al. (2016) revelaron que existen lagunas en los datos de investigación para áreas
urbanas, industriales y domésticas, donde la mayoría de los PM son producidos por operaciones industriales. Los microplásticos se pueden encontrar
en el suelo y el polvo; sin embargo, debido a su peso ligero, las MP también están presentes en la atmósfera en estas áreas (Wang et al. 20121). Los
microplásticos se descargan al aire desde muchas fuentes, como la abrasión de materiales, los textiles sintéticos y la resuspensión de MP de las
superficies (Dris et al., 2016). Debido a su peso ligero, los MP se pueden transportar fácilmente de un lugar a otro por vía aérea. Bourzac (2020)
mencionó que los parlamentarios viajan a áreas remotas a través de la atmósfera.
Sin embargo, la literatura disponible sobre presenciar la concentración de MP en el aire es limitada (Chen et al., 2020; Zhang et al., 2020a,b), debido
a la incapacidad de detección científica de MP en el aire (Prata, 2018).
Se ha descubierto que los microplásticos son fácilmente inhalados por los seres humanos, según lo informado por muchos autores. Prata et al.
(2019) indicaron que las personas inhalaban aproximadamente de 26 a 130 MP en el aire por día. Con base en el muestreo, Vianello et al. (2019)
encontraron que los hombres inhalaban alrededor de 272 MP por día. Pauly et al. (1998) informaron que se desconocían en gran medida las
consecuencias perjudiciales de los MP para la salud humana; sin embargo, se encontraron plásticos de tamaño muy pequeño, de solo unos cientos
de micrómetros, en muestras de pulmón maligno. Además, cuando estos MP de tamaño pequeño son ingeridos por animales, pueden ingresar a
todos los órganos del cuerpo, incluido el sistema circulatorio (Wright y Kelly, 2017). Como las MP tienen un tamaño pequeño y una gran superficie,
después de ingresar al sistema respiratorio, pueden fomentar factores quimiotácticos que detienen la migración de macrófagos y mejoran la
permeabilidad, lo que da como resultado una inflamación crónica, lo que se conoce como carga de polvo. Se han informado muchos trastornos
respiratorios en el personal que trabaja en industrias textiles y de policloruro de vinilo (PVC) (Atis et al., 2005).
14
3.2. Microplásticos en aguas subterráneas
Los fragmentos de plástico agrícola o de otras fuentes presentes en la superficie del suelo pueden filtrarse profundamente en el suelo debido a
las actividades de las lombrices. Los MP resultantes de estos fragmentos en las capas superficiales del suelo pueden migrar a capas de suelo aún
más profundas a través de las actividades de los organismos que se encuentran en el suelo (plantas, insectos y colémbolos) (Zhu et al., 2018a,b;
Maaß et al . , 2017). Rillig et al. (2017) mencionaron que las MP pueden viajar a través de diferentes capas del suelo y finalmente terminar en el
agua subterránea. Los microplásticos del entorno del suelo también pueden migrar a las aguas subterráneas de varias maneras, incluida la
escorrentía superficial, la perturbación de los animales y la infiltración de agua (Hurley y Nizzetto, 2018; Blasing y Amelung, 2018), lo que finalmente
afectará el sistema de agua subterránea. Algunos investigadores también predicen que los MP podrían atravesar macroporos en el perfil del suelo
(Blasing y Amelung, 2018). Otros autores concluyen que los PM tienen más posibilidades de ser transportados a las aguas subterráneas en áreas
con un nivel freático alto (Scheurer y Bigalke, 2018).
El efecto de los MP en el agua subterránea no está claro y se requiere más investigación en el campo (Chae y An, 2018).
4. Biodegradables o bioplásticos
Recientemente, los acolchados biodegradables o bioplásticos (BP), que se sintetizaron por primera vez en la década de 1970, se han
considerado como una alternativa ecológica más adecuada al acolchado de polietileno plástico (Briassoulis y Dejean, 2010). La Sociedad
Estadounidense de Pruebas y Materiales (ASTM, 2012) definió el plástico biodegradable como un material natural que los microorganismos pueden
descomponer y convertir en dióxido de carbono (CO2), agua (H2O) y biomasa en condiciones aeróbicas (Li et al. ., 2014). Los bioplásticos se
desarrollaron para disminuir la cantidad de fragmentos de plástico que se encuentran en las granjas agrícolas y son películas plásticas
complementarias que no dañan el medio ambiente (Moreno et al., 2017; Yang et al., 2014c).
Existe una creciente demanda de BP para ser utilizados con fines de envasado y agricultura. Los bioplásticos (p. ej., butirato de polihidroxi (PHB),
succinato de polibutileno, policaprolactona (PCL), alcanoato de polihidroxi (PHA), adipato de polibutilenoco tereftalato (PBAT), ácido poliláctico
(PLA), poliglicólido y mezclas a base de almidón) componen alrededor 1% de los 359 millones de toneladas de materiales plásticos fabricados cada
año (Bioplastics Market Data, 2018; Plastics Europe, 2019). Se prevé que para 2023, la producción de BP se pueda expandir a aproximadamente
2,62 millones de toneladas a nivel mundial (Comisión Europea, 2017).
Generalmente se considera que los bioplásticos pueden pudrirse y descomponerse por completo; sin embargo, la descomposición del 100 %
solo es posible en el entorno de compostaje requerido. La descomposición de los BP suele ser incompleta, lo que da como resultado la producción
de una cantidad considerable de MP en el medio natural (Kubowicz y Booth, 2017). Se ha estudiado el efecto de las películas de BP sobre las
propiedades del suelo y los cultivos durante la temporada de crecimiento (Briassoulis y Dejean, 2010). Luo et al. (2016), sin embargo, encontraron
que durante el período de aplicación y degradación, los PAE se liberaban constantemente como contaminantes, lo que amenazaba el medio
ambiente del suelo y la seguridad alimentaria. Los ésteres de ftalato se utilizan ampliamente como plastificantes en la producción de plástico para
suavizar el PVC y productos hechos de celulosa, estireno y caucho (Steinmetz et al., 2016). Otros autores informaron que los PAE se lixiviaban
fácilmente como contaminantes nocivos en el suelo (Chen et al., 2013).
Además, el desarrollo de la tecnología de películas agrícolas de BP aún tiene algunos inconvenientes, como el uso de materiales biodegradables
que reducen la resistencia a la tracción de las películas (Suderman et al., 2018). Algunos estudios encontraron que el proceso de degradación de
las películas biodegradables es demasiado rápido para desempeñar un papel al final de la temporada de crecimiento (Chen et al., 2020; Wang et
al., 2019d). Recientemente, estudios de toxicología han demostrado que tanto los BP como los MP convencionales tienen efectos tóxicos similares
en los organismos (Green et al., 2017). Hartman et al. (2017) mencionaron que los MP tienen la capacidad de absorber compuestos orgánicos
hidrofóbicos (HOC) como los difenéteres polibromados, PAH, PCB y nonilfenol etoxilado, debido a su alta estabilidad, menor tamaño de partícula y
movilidad, además de una fuerte hidrofobicidad (Mato et al., 2001 ) . ; Ogata et al., 2009; Van et al., 2012). Se sabe que los MP biodegradables
tienen las características de alta estabilidad, fuerte hidrofobicidad y alta movilidad; por lo tanto, son capaces de unirse con productos químicos
orgánicos como PCB, PAH, éteres de difenilo polibromados y etoxilato de nonilfenol (Hartmann et al., 2017). Shruti et al. (2019) encontraron que las
capacidades de sorción y desorción de PBAT eran más altas que las de otros tipos de MP. Los autores descubrieron además que los MP
biodegradables actuaban como vector de la sustancia química fenantreno en comparación con los MP convencionales no biodegradables.
5. Conclusiones
La aparición y las consecuencias de los MP en los entornos del suelo son temas centrales en un campo de investigación emergente. Se han
llevado a cabo estudios de investigación considerando las consecuencias de las MP sobre la flora y la fauna presentes en el medio ambiente del suelo.
La literatura disponible sugiere que la contaminación del suelo con MP es motivo de gran preocupación, ya que no solo afecta las características
fisicoquímicas del suelo, sino también la flora y la fauna. Los MP generados a partir de diferentes fuentes interactúan con COP, PAH, antibióticos y
otros químicos para aumentar sus efectos tóxicos y actúan como vector de transferencia de contaminantes en el ecosistema del suelo. La co
contaminación por MP y PTE puede causar riesgos ecológicos y puede resultar en posibles impactos adversos en la biota del suelo. Los PM en el
suelo afectan negativamente las actividades enzimáticas del suelo, los microbios del suelo y otra fauna, cambiando así las funciones ecológicas y
los procesos biogeoquímicos del suelo. Los PM en el suelo también afectan el crecimiento de las plantas y la producción de cultivos.
Se encontraron lagunas de datos considerables en nuestro conocimiento existente sobre la contribución de los MP a la transformación de
contaminantes en el medio ambiente del suelo. Es esencial realizar más estudios para comprender completamente la amenaza de la exposición
compuesta del suelo, la flora y la fauna que se encuentra en el entorno del suelo a MP con otros contaminantes.
15
6. Recomendaciones y futuras investigaciones
6.1 Los microbios que se encuentran en el suelo tienen la capacidad de degradar MP en el suelo, lo que se conoce como biorremediación. Algunas raíces de plantas,
como las raíces de cultivos agronómicos, también tienen tipos especiales de microbios que pueden degradar el plástico (fitoremediación).
Estos tipos de remediación deben fomentarse para descomponer MP en el suelo.
6.2 Se necesita más investigación avanzada para comprender completamente los procesos de adsorción y desorción, y la relación entre los contaminantes y MP en el
ecosistema del suelo.
6.3 Se sabe que los animales residentes en el suelo, como las lombrices de tierra, ingieren MP que podrían tener efectos considerables en estos animales, pero también
podrían actuar como vectores de contaminantes ambientales en la cadena alimentaria. Para comprender claramente los efectos de los MP mencionados anteriormente,
se necesita más investigación en esta área.
6.4 Hay una necesidad urgente de más investigación en este campo para estudiar y comparar alternativas de mantillo ambientalmente amigables (mantillos de paja y
mantillos de plástico biodegradable) con el mantillo de plástico convencional con el fin de proporcionar un entorno de suelo libre de contaminación.
6.5 Casi todos los experimentos de laboratorio que estudian el comportamiento de los MP solo duran semanas o meses. Se requiere un estudio completo para estudiar
los impactos a largo plazo de los PM en el medio ambiente del suelo desde todos los ángulos.
6.6 El consenso entre los hacedores de políticas gubernamentales y los edafólogos es vital en cuanto a la solución de las consecuencias derivadas de las PM en el medio
ambiente.
6.7 La solución más prometedora para el problema es la aplicación y el reciclaje razonables de materiales plásticos para fines agrícolas.
Los microplásticos son uno de los materiales más ubicuos en el entorno del suelo y su volumen y abundancia aumentan continuamente con el tiempo. Los efectos
tóxicos de los PM en el medio ambiente del suelo y el ecosistema no pueden pasarse por alto. Debido a su larga vida útil, es probable que estén presentes en el suelo
para las generaciones futuras. Por esta razón, existe una necesidad vital de desarrollar mantillos biodegradables y respetuosos con el medio ambiente para reemplazar
los mantillos de película plástica convencionales en suelos agrícolas. Las conclusiones, los hallazgos y las soluciones de investigaciones anteriores con respecto a este
problema deben utilizarse para eliminar la contaminación por MP, especialmente en entornos de suelo.
Declaración de contribución de autoría CRediT
Muhammad Sajjad: colaborador principal, escritor y diseñador del manuscrito. Qing Huang: Diseñador colaborador del manuscrito, Supervisión, Revisión y corrección
en el manuscrito. Sardar Khan: Contribuyó en la revisión del artículo de revisión. Muhammad Amjad Khan: cooperó en la revisión y revisión del manuscrito. Yin Liu:
Contribuyó en la formación de figuras para el manuscrito. Junfeng Wang: Contribuyó en la revisión del manuscrito. Faqin Lian: Contribuyó en la revisión del manuscrito.
Qingqing Wang: cooperó en la revisión del manuscrito. Genmao Guo: Contribuyó en la revisión del manuscrito.
Declaración de competencia de intereses
Los autores declaran que no tienen intereses financieros en competencia conocidos o relaciones personales que puedan haber
pareció influir en el trabajo informado en este documento.
Agradecimientos
Este estudio fue financiado por la Fundación Provincial de Ciencias Naturales de China de Hainan (319MS008), la Fundación Nacional de Ciencias de la Naturaleza
de China (41571288), el Fondo de Iniciación a la Investigación de la Universidad de Hainan (KYQD(ZR) 20032), el Programa Nacional de Apoyo a la Ciencia y la
Tecnología de China (2014BAD14B04 ) y Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China (41867047), Fundación Provincial de Ciencias Naturales de Fujian de China
(2015Y0084).
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ecología del suelo Temperatura del suelo Lamont (2005); Zhang et al. (2009); Ramakrishna et al. (2006); Tegen et al. (2015); Sinkevicien et al. (2009),

Estudio microbiano del suelo Actividades de los microbios en el suelo. Huang et al. (2019, 2008)

Micropartículas de 3,9–33,4 micras Eisenia fetida Acumulación de tóxicos y Gaylor et al.

Microplásticos <150 micras lumbricus terrestris Efecto tóxico en el organismo indicado por el Lwanga et al.

Microplásticos de polietileno 250–1000 micras eisenia andrei Sistema inmunológico dañado del RodriguezSeijo et

Microplásticos de poliestireno 1–5 micras nematodos colinérgicos y GABAérgicos dañados Ley et al. (2018a)

PVC microplástico 80–250 micras colémbolo Movimiento restringido de Collembolan Kim y An (2019)

Microplásticos 183–93 micras isópodos Ningún efecto obvio Kokalj et al.

glifosato COP LDPE <150 micras 0%, 1%, 3%, 7% Pérdida de peso de las lombrices encontradas Yang et al.

PBDE COP Espuma de <75 micras 1:1200 Gusanos acumulados 3740 mg/kg Gaylor et al. (2013)

ácido 4 COP EN 250 micras 10% Reducción de la capacidad de Huffer et al. (2019)

zinc Metal pesado HDPE <5mm 0.2g Mayor biodisponibilidad de Zn Hodson et al. (2017)

glifosato COP Polipropileno <250 µm 7%, 28% Los MP apenas influyen en la Yang et al. (2018)

HAP, PCB COP PE, PS 250 metros, 0%, 1%, 5%, Las cantidades de HAP y Wang et al.

clorpirifos COP LDPE 5 mm, – PM de tamaño diminuto capaces de RodriguezSeijo et

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Estudio microbiano del suelo Actividades de los microbios en el suelo. Huang et al. (2019, 2008)

Micropartículas de 3,9–33,4 micras Eisenia fetida Acumulación de tóxicos y Gaylor et al.

Microplásticos <150 micras lumbricus terrestris Efecto tóxico en el organismo indicado por el Lwanga et al.

Microplásticos de polietileno 250–1000 micras eisenia andrei Sistema inmunológico dañado del Rodriguez­Seijo et

Microplásticos de poliestireno 1–5 micras nematodos colinérgicos y GABAérgicos dañados Ley et al. (2018a)

PVC microplástico 80–250 micras colémbolo Movimiento restringido de Collembolan Kim y An (2019)

Microplásticos 183–93 micras isópodos Ningún efecto obvio Kokalj et al.

glifosato COP LDPE <150 micras 0%, 1%, 3%, 7% Pérdida de peso de las lombrices encontradas Yang et al.

PBDE COP Espuma de <75 micras 1:1200 Gusanos acumulados 3740 mg/kg Gaylor et al. (2013)

ácido 4­ COP EN 250 micras 10% Reducción de la capacidad de Huffer et al. (2019)

zinc Metal pesado HDPE <5mm 0.2g Mayor biodisponibilidad de Zn Hodson et al. (2017)

glifosato COP Polipropileno <250 µm 7%, 28% Los MP apenas influyen en la Yang et al. (2018)

HAP, PCB COP PE, PS 250 metros, 0%, 1%, 5%, Las cantidades de HAP y Wang et al.

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clorpirifos COP LDPE 5 mm, – PM de tamaño diminuto capaces de RodriguezSeijo et