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RAMAS DE LA SANTERÍA PARTE II

Se requiere una calificación mínima de 50% para aprobar el cuestionario de esta


lección.

Esta capitulo es la continuación del anterior

tomate tu tiempo para leer, estudiar y repasar.

Rama Los Jimaguas del Palenque

Perfecto y Gumersindo, quienes según la investigadora Doña Lydia Cabrera eran ricos y
gobernaban un ―Barrio Africano creado en 1880 en Marianao, llamado El Palenque,
que literalmente significaba comunidad de negros cimarrones y donde
sus residentes eran todos ahijados de los famosos Jimaguas. De este tronco se
desprende la Rama Malaké La Chica y en esta José ―Pata de Palo Urquiola (Echu Bi),
(Creador de la rama llamada Culos Verdes), también fungía como Ori Ate. Los
Jimaguas del Palenque pudo desprenderse del Cabildo Changó Tedun, cuando las
leyes los prohibieron en 1888 y pudieron abrirse nuevamente en la era republicana en
1900. A esta rama se le atribuye el haber mantenido el culto de sus dos principales
deidades: Baloggué Oggún y Orisha Oko

Rama Aigoró

Doña Caridad Argudín – Omó Oshosi – fundó la subrama Aigoro o Igoró, y le «coronó
santo» a Doña Belén González – Ochún Alaigbó -. En los documentos del Cabildo
Africano Lucumí podemos ver que Doña Caridad Argudín (Aigoró) era la cabeza del
Cabildo y Doña Belén González (Apoto), era la segunda al mando. Doña Belén le hizo
«santo» a Doña Luisa La China – Ochún Miwá – quien luego se convirtió en la madrina
de Don José ―Pata de Palo‖ Urquiola Eshú Bi. Don José, posteriormente, inició a Doña
Aurora Lamar – Obbá Tolá – a la que le decían «La China de Maximiliano», porque
tenía tatuado su nombre en el muslo.

Rama Los Apotó

No se sabe con certeza si Doña Belén González (Apoto) era hija de Ochún o de
Yemayá, pero la gran mayoría piensa que era hija de Ochún, ya que muchos aducen
que se llamaba Ochún Laibó u Ochún Alaigbó y se sabe que pertenecía al Cabildo
Africano Lucumí. A su vez, Doña Belén González consagró a Luisa la China – Ochún
Miwá – quien luego consagró Don José ―Pata de Palo ‖ Urquiola, cuya subrama fue
conocida como Los Culos Verdes. Don José ―Pata de Palo‖ Urquiola, consagró a Doña
Aurora Lamar, una de las Iyalochas más prolíferas y dejó varias ramas que llegaron a
extenderse hasta Santiago de Cuba.

Los Culos Verdes

Los Culos Verdes, según William Mudro, viene a sustituir lo que antes se conocía como
la rama de Don José ―Pata de Palo‖ Urquiola (Echu Bi), quien nació en Matanzas, Cuba
y emigró a La Habana a finales del siglo XVIII. A Don José ―Pata de Palo ‖ Urquiola
(Echu Bi), se le consideraba un guajiro, o simplemente un jibarito, alguien de tierra
adentro y por ello, se asociaba al campo y su verdor, y a los guajiros se les llamaba
Culo Verde, lo cual generó el nombre de la Rama. Esta es mi rama dicho sea de paso.
Como ya se dijo, Don José ―Pata de Palo‖ Urquiola (Echu Bi), consagró a Doña Aurora
Lamar Obbá Tolá consagrada en Changó con Oró Aggayú2, quien funda la subrama La
Pimienta y la Rama
Malaké La Grande fundada por Don Fernando Cantero.

Rama Malaké La Grande

Fundada por Don Fernando Cantero – Changó Larí -, era ahijado de José Urquiola Eshu
Bí y de esta rama también surge María Towá cuyos ahijados eran de temperamento
«algo picante»). Las subramas de Malaké La Grande y Malaké La Chica, se desarrollaron
en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja.

Rama de Apolinar “Polo” González Ochún Weyé

Don Polo, era ahijado de Don José ―Pata de Palo‖ Urquiola y tal como Don José,
también era originario de Matanzas y por consiguiente, también se le llamaba Culo
Verde, por lo cual se le considera como el seguidor de dicha rama.

Rama La Pimienta

Fue fundada por Doña Aurora Lamar (Obbá Tolá), o por lo menos así se ve y esta Rama
se desprende de Don José ―Pata de Palo‖ Urquiola, Culos Verdes. El nombre La
Pimienta, se debía a que Doña Aurora Lamar, natal de Sabanillas, provincia de
Matanzas, vivía en una casona en el Barrio Ataré. Ataré significa Pimienta Guinea en
Yoruba y de allí que se le quedara el nombre de La Pimienta. De esta rama surgieron
Los Trapitos y Las Pirañas, y se especula que fue a raíz del divorcio de Doña Aurora
Lamar del Babalawo Don José Ramón Gutiérrez. La Rama La Pimienta entonces queda
a cargo de Doña Mercedes Melo González y Los Trapitos a cargo de Doña Aurora
Lamar y a su muerte en manos de Doña Rosa Quesada Folcade (Omí Tonaddé).

Los Trapitos

Fundada por Doña Aurora Lamar, quien fuera la que introdujo las primeras
consagraciones de Santo, junto con su esposo el Babalawo Don José Ramón Gutiérrez,
entre los años 1920 y 1930, en la ciudad de Santiago de Cuba, ya que Doña Aurora,
natal de Sabanillas, provincia de Matanzas, era una Iyalocha Itinerante.
La historia nos cuenta tres versiones de como Doña Aurora ―Fundó ‖ la rama Los
Trapitos, la cual además se encargó de extender. Unos dicen que se desprendió de una
innovación ritual. La historia cuenta que durante una de las Ceremonias de Ocha, una
sopera se rompió y tuvieron que improvisar usando un trapo para contener los
fundamentos del Orisha durante el proceso de coronación. Por lo tanto, en una de las
casas provenientes de la Iyalosha Lamar, fundadora de La Pimienta, se comenzó a usar
un Trapo (Paño) para contener los fundamentos del Orisha y esto se convirtió en la
norma y de allí el nombre Los Trapitos o Pañuelitos. Otra historia nos cuenta que se le
puso así, porque Doña Aurora para viajar al interior, metía los fundamentos de los
Orishas en bolsas de trapo y de esta forma viajaba con ellos y de allí el nombre ―Los
Trapitos‖. Otra versión dice que seguía las enseñanzas de los mayores, como Ogdoró
Sumí, Tawuaddé y otros más, que en sus inicios así lo hacían. Esta tradición se ha ido
olvidando en algunos de sus descendientes con el transcurso de los años. Entre una de
las particularidades de esta subrama, está el poder hacer lo que para otras es un Tabú
imperdonable: Los hijos de Changó pueden consagrar hijos de Ochún y viceversa, pero
enfatizan que eso depende de lo que la persona tenga en su ceremonia de coronación
y si se lo prohíben o no. Otra de las cosas que fueron objeto de burlas por
considerarse una profanación, era que Doña Aurora Lamar, hacía las Ceremonias de
Santo a crédito a sus ahijados y les cobraba a plazos. Esto es considerado una
profanación, ya que los dogmas religiosos establecen que el dinero completo de una
consagración debe ser entregado, para hacer ciertas obras con él. Esto le ganó el
sobrenombre de ―La China de los Ten Cents‖ o en español, La China de los Diez
Centavos. Doña Aurora, solo entregaba los fundamentos a estos ahijados, una vez que
la deuda era saldada. Otra particularidad de esta rama, es que a raíz del divorcio de
Doña Aurora y Don José Ramón, esta no quiso trabajar con Babalawo y prescindió de
los servicios de estos. Sin embargo, esto no fue a la ligera. Doña Aurora Lamar tenía
una sólida amistad con Don Lamberto Samá, hijo del controversial Olorisha Don
Octavio Samá Obadimeyi. Según los datos históricos, para la época, los únicos con
derecho al sacrificio de Animales, incluyendo los de Cuatro Patas, eran los Babalawos y
los hijos de Oggún, los cuales se conocían como Ashogun, asunto que también está
sustentado en el Corpus de Ifá. Don Lamberto Samá (Oggún Toyé), era hijo de Oggún
y por consiguiente los sacrificios animales sin contar con el Babalawo podían realizarse
en La Rama de Los Trapitos, o sea de Doña Aurora Lamar. Esto degeneró en que
cualquier Olorisha que tuviese recibido el ―Caracol de Oggún ‖ y el Cuchillo o
―Pinaldo‖, podía hacer sacrificios animales, lo cual es falso. Don Lamberto, ejecutaba
los sacrificios y ejecutaba los menesteres de los Babalawos en el Cuarto de Santo.
Como se puede observar, esta fue una de las primeras casas en crear el cisma entre
Olorishas y Santeros, tal como nos lo muestran los hechos históricos.

De la Rama Los Trapitos, quedaron sus exponentes y se derivaron otras subramas más:
Las Pirañas y los descendientes de Doña Amada Sánchez, esta última en Santiago de
Cuba. Esta genealogía, muchas veces encuentra discrepancias, pero la reconstrucción
de la misma, ha sido develada en parte, con muchos Estudios de Campo que nos
permiten trazar con bastante exactitud, donde comenzaron los cismas que han
degenerado en la gran pelea tumultuaria en la que se ha convertido nuestra religión.
Muchos de estos cismas, ocurrieron manteniendo los dogmas que eran exigidos para
la época y han llegado hasta nuestros días, pero utilizando ―argucias ‖ e
interpretaciones personalizadas de muchos que han luchado por separar la religión,
solo para poder seguir oscuros intereses comerciales o simplemente por soberbia y
creerse que en nuestra religión se puede hacer lo que a ellos les da la gana. Todavía
nos falta mucho camino por recorrer en este asunto de los Cismas, así que ni creas que
hemos terminado, ya que apenas estamos comenzando.

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