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El suelo puede definirse como un sistema disperso constituido por tres partes: Fase

liquida, fase sólida, fase gaseosa. El porcentaje que ocupa cada fase es determinante en
la disponibilidad de agua y aire, para las raíces. Las reacciones de solubilidad de la fase
de este sistema disperso, influye en la determinación de la disponibilidad de nutrientes.
Las partículas minerales se empaquetan formando agregados; en el caso de los sólidos
en la formación de agregados, se forman espacios vacíos, los que determinan la
porosidad del suelo (fase liquida-gaseosa). La fracción mineral del suelo comprende
diversos minerales y la composición es variada de un suelo a otro, por lo que es necesario
su clasificación química (solubilidad). Minerales de alta solubilidad; que en solución
impiden el crecimiento vegetal por efecto osmótico. Estos minerales se encuentran en
cantidades pequeñas en suelos alcalinos y de contenido de humedad muy bajos.
Compuestos medianamente solubles (carbonato y sulfato de Ca), no impiden el
crecimiento vegetal, en algunos casos puede ser apreciable en fase sólida, tal es el caso
de suelos calcáreos y yesosos. Compuestos de muy baja solubilidad, los óxidos son
considerados el producto final de la alteración de los minerales que forman el suelo. Los
óxidos de silicio constituyen el esqueleto del suelo. Pero en caso contrario que se
presente como pequeños cristales en la superficie de otras partículas se ven involucradas
en los sistemas coloidales del suelo. Los silicatos, sulfuros y fosfatos son de muy baja
solubilidad cuando están presentes como partículas gruesas, forma parte del esqueleto
del suelo y por medio de reacciones de solubilidad, hidrolisis y oxidación, liberan
nutrientes a la fase liquida. Las reacciones de adsorción y otras propiedades coloidales se
dan por la interacción de las fases solida-liquida. Las partículas que presentan gran
superficie especifica por lo regular son de solubilidad muy baja, del contrario se
disolverían muy rápido en la solución del suelo. La fracción orgánica se encuentra
constituida por materia orgánica, materia orgánica fresca y humus que este a su vez se
clasifica como sustancias húmicas y no húmicas. La encargada de la formación de humus
es la biomasa, esta también aporta un equilibrio entre las fases solido-líquido y determina
la concentración de CO2 y O2 de la fase gaseosa. Las sustancias húmicas tienen
superficie especifica muy alta y tienen comportamiento coloidal. Fase liquida (agua del
suelo) es una solución diluida de las sales de iones. Fase gaseosa (atmosfera del suelo)
encargada de la regulación de CO2 y O2, aunque no se da de forma equitativa ya que
tiene más CO2 que O2; es una fase no estática, esto se debe a que cambia la
concentración de CO2 para aumentar la solubilidad de CaCO3. Un sistema coloidal
consiste en dos fases fase continua (dispersante) y la fase dispersa, los coloides de
interés son los que existen en el suelo (soles y suspensiones). La fase dispersante es
líquida y la fase dispersa es sólida. Características de las suspensiones, se reconocen
dos estados, uno cuando las partículas se distribuyen homogéneamente en todo el líquido
dispersante (estable) y cuando las partículas forman grumos(flóculos). La velocidad de
sedimentación depende del tamaño y forma de las partículas, los flóculos se sedimentan
con mayor facilidad. Algunas propiedades físicas del suelo depende del estado en que se
encuentre la fracción coloidal. Las partículas coloidales poseen carga eléctrica,
generalmente negativa las cuales le otorgan la característica de formar suspensiones; un
coloide se presenta cuando la partícula de un solido tiene elevad superficie especifica, por
ejemplo hidróxidos de Fe y Al y las arcillas. En los suelos los óxidos, hidróxidos y oxido-
hidróxidos mas importantes Al y Fe, según la condición del suelo los empaquetamientos
pueden ser amorfos, cristalinos y polimorfos. Arcillas silicatadas o bien llamadas silicatos,
son de forma laminar cristalinos. Los cristales se forman por 2 o 3 capas, ya sean estas
capas de forma tetraédricas (ion silicio) o octaédricas (óxidos de silicio).

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