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Teoría y política económica.

Las economías normativa y positiva

Cuando intervenimos en economía, debemos distinguir cuidadosamente entre


las afirmaciones normativas (o juicios de valor) y las positivas (o empíricas).
Las proposiciones que constituyen la economía positiva son objetivas, no tienen
juicios de valor, y se refieren "a lo que es, era o será".

En cambio, la economía normativa, contiene afirmaciones o proposiciones con


juicio de valor, de alto contenido subjetivo o de opinión y en general podemos
decir que se refieren a "lo que debe ser".

Así, la economía positiva describe los hechos y el comportamiento de la


economía. ¿Cuántas personas ganan más de $ 35.000.- por mes? ¿Cómo
afectará la demanda de cigarrillos un aumento de los impuestos internos?
Se formula una proposición de "economía positiva" cuando se dice por ejemplo:
"a mayor tasa de salarios mayor cantidad ofrecida de horas de trabajo". En
cambio constituye una proposición perteneciente a la "economía normativa"
cuando se afirma que "Las empresas deberían elevar los salarios para estimular
a la gente a trabajar más".

Es decir la economía normativa se refiere a la ética y a los juicios de valor.


¿Debe dar el Estado dinero a los pobres? ¿Debe ser el sector público (el Estado)
o el sector privado (las empresas) el que facilite empleo a los adolescentes que
están desempleados? ¿se debe reducir el gasto público o aumentar los
impuesto?. Como se ve, se trata de preguntas en las que entran en juego
valores o juicios morales profundamente arraigados. Se trata de cuestiones de
las cuales se puede discutir, pero nunca resolver apelando a la ciencia o a los
hechos, no existe una pregunta 100% correcta o equivocada; son cuestiones
que se resuelven mediante decisiones políticas y no mediante la ciencia
económica.
O sea que "lo verdadero" (positivo) debe distinguirse de "lo que nos gustaría
que fuera o de lo que creemos que debería serlo" (normativo).
Lo normativo está más cerca de la Política Económica que de la Teoría
Económica, sin llegar a constituir una política en sí, puesto que ésta es
fundamentalmente acción a través de instrumentos. Se suele decir que "el
cuerpo de conocimientos económicos generalmente aceptados tras varios siglos
de estudio" (teoría económica) configura la base para la acción económica
(política económica). La política económica es siempre acción, en cambio
la teoría económica es análisis.
Así, la teoría económica aborda sustancialmente el examen de los fenómenos
económicos para explicarlos. La política económica es la acción para corregir
rumbos, tendencias o generar determinados efectos. La política económica
implica necesariamente juicios de valor pues requiere aceptar que una situación
económica llamada objetivo o meta es mejor que otra que se desea cambiar.
Por eso se dice que la política económica es "normativa" y se expresa en
enunciados de "lo que debe ser".

Ahora bien, entonces, la teoría económica debe ser previa a la política


económica, porque sólo entonces se puede aplicar un instrumento idóneo con
eficacia para lograr un fin económico determinado.
La definición de la economía y los distintos espacios dentro de la disciplina

Retomando el objeto de estudio de la economía:

La escasez es un concepto relativo, en el sentido de que existe un deseo de


adquirir una cantidad de bienes y servicios mayor que la disponible.

La escasez no es un problema sólo de la naturaleza, el hombre o de sus


necesidades crecientes que vuelven escasos los bienes. La escasez no significa
pobreza, aún los países más ricos tienen los problemas planteados. La escasez
lleva a una constante elección en la asignación de los recursos y en el uso de los
bienes. La gente quiere consumir mucho más de lo que puede producir una
economía y no hay satisfacción alguna de las necesidades humanas sin creación
de objetos, sin producción y distribución de las cosas que contribuyen a
satisfacer las necesidades.
A este respecto, la sociedad, pueden enfrentarse a una serie de obstáculos que
le permitan resolver adecuadamente sus problemas económicos. Será entonces
una preocupación de los gobiernos la forma de organizarse a sí mismos para
producir la cantidad suficiente de bienes y servicios que demanda la sociedad.

Así, entonces la economía es el estudio de las actividades relacionadas con la


producción y con el intercambio de bienes; es la ciencia de la elección, la que
estudia la forma en que los individuos deciden utilizar los recursos productivos
escasos o limitados para producir diversos bienes o servicios y distribuirlos entre
los distintos miembros de la sociedad para el consumo.

Podemos definirla como:

"La ciencia que estudia la administración de los bienes escasos para


satisfacer necesidades ilimitadas del hombre"

Para resolver este problema disponemos de dos enfoques.

En el enfoque MACROECONÓMICO, se estudia el funcionamiento de la


economía en su conjunto, es decir el comportamiento que llevan a cabo los
principales agentes que intervienen en el desarrollo de la economía, cuya
conducta no se encuentra aislada, porque al relacionarse forman los grandes
agregados económico, como son el Producto Nacional, el Ingreso Nacional,
la Oferta y Demanda Agregadas, la Política Fiscal y la Política Monetaria, entre
otros.

En cambio, desde el enfoque MICROECONOMICO, se estudia la conducta


individual, ya sea de los consumidores de bienes y servicios (que la unidad
considerada es la familia) o la de los productores (empresas) de los mismos. El
estudio del comportamiento se realiza en un lugar específico llamado mercado.
Nótese entonces que las diferencias entre los dos enfoques son muy extremas,
por el hecho que la Microeconomía proporciona una visión individual de los
fenómenos, no así la Macroeconomía que analiza los fenómenos
económicos desde una perspectiva general.

El estudio de las decisiones de los individuos y el estudio del comportamiento


colectivo en cada mercado pertenecen ambos al ámbito de la microeconomía.
La macroeconomía, por el contrario, es el estudio de conjuntos más amplios de
mercados. Por ejemplo, trata de explicar la tasa nacional de desempleo, el nivel
general de precios o el valor de la producción nacional.

Los economistas predicen y explican mucho mejor lo que ocurre en mercados


específicos que lo que ocurre en el conjunto de la economía. Cuando
destacados economistas polemizan por televisión o en la prensa, es mucho más
probable que lo hagan sobre cuestiones macroeconómicas que sobre cuestiones
micro-económicas, sin embargo eso no significa que tengan menor relevancia;
pues las mismas perturban la vida de millones de personas, por ejemplo: la
inflación, la recesión económica, el desempleo, etc.

La microeconomía se concentra primordialmente en el equilibrio de mercados


particulares, considerando a este equilibrio como un todo. Pero, parece que el
equilibrio de mercado no siempre es sólido (como veremos). El flujo circular de
la actividad económica se puede interrumpir, y tal vez conduzca a la inflación o
al desempleo en gran escala. La macroeconomía investiga las causas por las que
puede ocurrir esa interrupción.

Los economistas modernos se muestran cada vez más convencidos de que la


clave del progreso de la macroeconomía se encuentra en un análisis más
minucioso de cada uno de los mercados que constituyen los agregados más
amplios. Por consiguiente, es necesario estudiar la microeconomía para una
comprensión adecuada de la macroeconomía.
La necesidad de elegir y el costo de oportunidad

Como observamos en la introducción, el objetivo económico es poder encontrar


la fórmula para satisfacer las necesidades de la sociedad, a partir de la
combinación de los factores productivos de que dispone.

Supongamos una versión simplificada de una sociedad. En esta sociedad


primitiva, los individuos tienen sólo dos necesidades a satisfacer, el hambre y el
abrigo. Para colmar estas necesidades, la sociedad a combinado sus factores
productivos (tierra, trabajo, capital) de modo tal de que ha logrado utilizarlos al
máximo. Esto quiere decir, que no existe m2 de tierra disponible, ni desempleo,
ni maquinarias no utilizadas.

Esta sociedad hace alimentos y vestimentas, y obtiene todos los que puede con
la combinación de factores logradas. Es decir, como se ha organizado la
economía, no se puede fabricar ni una remera más ni cosechar un kilo de papas
adicional.

El alumno a estas alturas ya ha visualizado cual es el inconveniente. Si la


economía, plenamente ocupada, necesita producir más abrigo para soportar el
invierno, tendrá que reasignar factores productivos destinados a alimentos para
lograrlo. Ello se reduce a: más abrigo implica menos alimentos.

Así, definimos el costo de oportunidad. Para obtener más abrigo tenemos que
renunciar a cierta cantidad de alimentos, y viceversa.

Avanzando en éste razonamiento, y habiendo entendido que más abrigo implica


menos alimento, surge una pregunta ¿Ahora bien, a cuántos kilos de alimentos
tengo que renunciar para un pullover?.

Gráficamente, tenemos una curva de transformación o frontera de


posibilidades de producción, que indica el máximo posible de producción de
alimentos y vestimenta (combinados) que puede producir la sociedad con los
recursos y tecnología con que dispone. La línea delimita dos regiones: una (por
debajo) en la que se despilfarra recursos (punto C) -asignaciones de recursos
ineficientes- y otra (por encima) que no es alcanzable con los recursos y
tecnologías disponibles (punto B). Asimismo los puntos que conforman la curva
representan asignaciones eficientes (punto A), en el sentido que la economía no
puede producir una mayor cantidad de un bien sin producir una menor de otro.
Existe eficiencia productiva cuando la sociedad no puede aumentar la
producción de un bien sin reducir la de otro. Una economía eficiente se
encuentra en su frontera de posibilidades de producción.

Vemos que si todos los recursos están siendo plena y eficientemente utilizados
la sociedad se enfrenta a la disyuntiva: producir más cantidad de un bien exige
necesariamente reducir la producción de otro. En economía decimos que:

El costo de oportunidad de un bien o servicio es la cantidad de otros bienes o


servicios a la que se debe renunciar para obtenerlo.

Ahora bien, la vida está llena de elecciones. Como los recursos son escasos,
permanentemente estamos decidiendo. Una decisión tiene siempre entonces
un costo de oportunidad, porque elegir una cosa en un mundo de escasez
significa renunciar a alguna otra. El costo de oportunidad es el valor del bien o
servicio al que se renuncia.

El concepto de costo de oportunidad es un útil recordatorio de que los gastos


monetario reales no constituyen siempre un índice preciso de los verdaderos
costos.

Veamos algunos ejemplos:

¿debo estudiar o trabajar primero?

Los costos de ir a la universidad no son meramente los gastos de matrícula,


alojamiento, movilidad, libros, material, etc. También comprende el costo de
oportunidad de los ingresos que perdemos mientras estamos estudiando. La
cantidad que ganamos aumenta conforme es mayor nuestra experiencia.
Cuanto mayor es ésta, más elevados son los ingresos a los que debemos
renunciar para ir a la universidad, por lo tanto, cuando menor es este costo es ni
bien terminamos el secundario. Por otro lado, cuanto antes vayamos a la
universidad, durante más tiempo luego podremos obtener los beneficios
futuros de un mayor nivel educativo.

¿porqué pagan intereses los bancos?

Supongamos que somos dueños de un banco y que una persona deposita $


100.000.- el 01 de enero sin que tengamos que pagarle interés.

Luego nosotros con ese dinero adquirimos una hectárea de campo con árboles
(inversión). Supongamos que éstos crecen a una tasa anual del 10% y que el
precio de un árbol es proporcional a la cantidad de madera que tiene. A fin de
año, podríamos vender los árboles por $ 110.000.- y tener así $ 10.000.- más
que antes.

Ahora bien, esa misma opción la tenía el sujeto que decidió depositar en el
banco. ¿Porqué el renunciaría a ganar $ 10.000.-?.

Sólo está dispuesto a dejarnos utilizar el dinero si le compensamos el costo de


oportunidad de no emplearlo él.

Entonces así por ejemplo nosotros probablemente le paguemos un 6% de


interés, o sea $ 6.000.- al año que tal vez acepte porque considera razonable ya
que no tendrá que cuidar el mismo árboles y nos quedamos así con un beneficio
de $ 4.000.- por cuidarlos.

El concepto de costo de oportunidad es uno de los más importantes en


microeconomía. El arte de aplicarlo correctamente reside en ser capaz de
reconocer la alternativa más valiosa que se sacrifica cuando se realiza una
actividad dada.
Ley de rendimientos decrecientes

Se descubre cuando se incrementa uno de los factores productivos y


permanecen constantes los demás que no obtenemos un incremento
proporcional de productos, lo que empíricamente significa: si yo duplico el
terreno para obtener alimentos, pues dejo de utilizar dicho terreno para criar
ovejas que me proveen de lana para fabricar abrigo, no voy a obtener la misma
proporcionalidad de alimentos a las de abrigo que renuncio. Y ello se debe a que
los factores productivos no se adaptan totalmente a este cambio.
Sencillamente, un terreno para criar ovejas difícilmente sea lo productivo que es
un terreno para cultivar soja. Y si lo utilizo para cultivar soja, el rinde de ese
campo va a ser menor al promedio.

Esta situación la podemos observar en la Frontera de Posibilidades de


Producción (FPP) .

A medida que nos desplazamos o asignamos recursos de un tipo de producción


a otro se van originando rendimientos decrecientes en la producción, en virtud
de lo que se denomina imperfecta adaptabilidad de los factores de la
producción.
Esto significa que al principio del proceso de transformación se asignan los
factores de la producción más adaptables a todos los usos, pero luego éstos se
agotan y comienzan a desplazarse los más especializados en un tipo de bien, con
resultados obviamente menores si se los dedica a otras cosas.
O sea hay rendimientos decrecientes en la producción, que vistos desde otro
enfoque constituyen costos de oportunidad crecientes, pues cada vez hay que
sacrificar más volúmenes de producción de un bien para obtener unidades
adicionales de otro.

Esta situación se visualiza en la forma cóncava que asume la curva de


posibilidades de producción.

La ley de los rendimientos decrecientes establece que cuando añadimos


cantidades sucesivas de un factor y mantenemos fijas las de los demás,
obtenemos una cantidad adicional de producto cada vez más pequeña.
Retomaremos este concepto en la clase cinco (5) donde analizaremos la
aplicabilidad de la ley de los rendimientos decrecientes en los costos de
producción.
Una buena manera de analizar y comprender mejor los conceptos vertidos en
esta clase es mediante la participación en el foro, donde cada uno de nosotros
podemos opinar respecto al tema. Sugerimos entonces como actividad para
esta clase la participación en el foro de discusión.

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