Materia : ECONOMIA

PROFESORA : Rosana Di Giano

¿Que es la Economía?
¿Alguna vez te has encontrado en la encrucijada de tener que elegir entre dos cosas que
realmente quieres, pero sabes que solo puedes tener una? Ese dilema pone al
descubierto la esencia de la economía, la toma de decisiones. En un mundo donde los
recursos son limitados y no podemos satisfacer todas nuestras necesidades y deseos al
mismo tiempo.

La economía no es sólo un mar de números y gráficos. Es un sistema en el que se

entrelazan decisiones humanas que determinan qué se produce y cómo se produce y
quién consume.

Los bienes y servicios en un área, región o nación determinada. Es un campo que nos
muestra cómo nuestras decisiones individuales se unen para crear patrones colectivos.

Una de las primeras cosas que debemos de entender es el concepto de escasez. Cuando
escuchas la palabra escasez, podrías pensar en algo raro o difícil de obtener, pero para
un economista significa algo diferente.

Se trata de cómo los recursos de nuestro mundo son limitados. Por ejemplo, cada día
tiene únicamente 24 horas y existe una cantidad finita de tierra para cultivar alimentos.

A pesar de la limitación de los recursos, nuestras necesidades y deseos son

prácticamente ilimitados. Siempre hay algo más que queremos. Podría ser algo básico,
como comida y agua o algo un poco menos esencial, como el último teléfono
inteligente. Vivimos en un entorno de recursos finitos. Ante esta realidad, debemos
contestar tres interrogantes cruciales. La primera pregunta es ¿Qué se produce?
Necesitamos determinar qué bienes y servicios se crean y cuáles no En segundo lugar,
debemos preguntarnos ¿Cómo se produce? Aquí escogemos los métodos de producción,
tecnologías empleadas y donde se llevan a cabo estos procesos. Y finalmente, ¿Para
quién se produce? En esta etapa decidimos la distribución, cómo se reparten los frutos
del trabajo entre los miembros de la sociedad.
Las respuestas a estas preguntas pueden variar dependiendo del sistema económico de
una nación y son esenciales para entender cómo funciona la economía día a día. Los
sistemas económicos son la forma en que una sociedad responde a las tres preguntas
fundamentales.

Principalmente se distinguen tres tipos capitalismo, socialismo y economía mixta.

El capitalismo se destaca por su libertad económica, donde las empresas y los

individuos toma la iniciativa en la actividad comercial con baja regulación
gubernamental y tasas de impuestos relativamente bajas.

Vemos fuertes tendencias capitalistas en lugares como Hong Kong y Singapur.

Por otro lado, el socialismo es un sistema en el que la sociedad, a menudo a través de un

gobierno centralizado, controla la producción y distribución de bienes y servicios.
Países como Cuba y Vietnam son considerados primordialmente socialistas.

Sin embargo, hoy en día ninguna economía es puramente capitalista o socialista.

Son economías mixtas que combinan elementos tanto del capitalismo como del
socialismo. Vemos esto claramente en países como Alemania, Canadá y los Estados
Unidos, donde se busca un equilibrio entre la propiedad privada y la intervención estatal
en la economía. No hay un modelo perfecto.

Las ventajas y desventajas de cada uno dependen del contexto, por lo que cada sociedad
elige el sistema o combinación de sistemas que mejor se ajusta a sus circunstancias y
valores. El estudio de la economía se divide en dos principales ramas la micro economía
y la macroeconomía. Comenzando con la microeconomía, esta rama se concentra en las
determinaciones económicas de individuos y empresas. Analiza cómo los cambios en
incentivos, precios, recursos y métodos de producción influyen en las decisiones. Podría
ser tan simple como una empresa decida si produce más o menos de un producto en
función de los costos y el precio de mercado. Al cambiar de escala nos topamos con la
macroeconomía. Este enfoque mira la economía desde una perspectiva más amplia,
centrándose en fenómenos a gran escala como el crecimiento económico, el desempleo,
la inflación y las políticas fiscales y monetarias. Es aquí donde nos preocupa cómo
interactúan estas variables y cómo pueden ser influenciadas por las políticas
gubernamentales. De forma simplificada, la microeconomía es como examinar los
árboles uno por uno, mientras que la macroeconomía es como apreciar el bosque entero.
Ambos enfoques son imprescindibles para obtener una comprensión completa de cómo
operan las economías. En pocas palabras, la economía, a pesar de su fachada
complicada, es básicamente una historia sobre nosotros. Nuestras elecciones, grandes o
pequeñas, dan forma a nuestro mundo. No es sólo sobre mercados y dinero. Es sobre
cómo utilizamos lo que tenemos para conseguir lo que queremos o necesitamos. Cada
decisión que tomamos es un hilo que cuando se cruzan con los demás se teje el intrigo
tapiz de nuestra vida económica. Cada uno de nosotros es un actor en este escenario
económico, aportando nuestras propias decisiones a la historia en constante evolución
que es nuestra economía.

Economía Normativa y Positiva

La economía se puede dividir en dos ramas positiva y normativa. Mucha gente confunde
las dos. Así que aprendamos más sobre lo que son y sus diferencias. La economía
positiva se define como el estudio de los fenómenos y eventos económicos a medida
que ocurren. Es objetiva y se centra en los hechos. La economía positiva no hace juicios
de valor. Simplemente describe lo que está sucediendo. Ejemplo Imagine que un
economista está tratando de predecir cómo afectará la inflación a la tasa de desempleo.
Para ello, mirarán datos sobre la inflación pasada y cómo se ha comportado el
desempleo durante ese tiempo. La economía positiva se basa en datos reales.No se
preocupa por lo que debería hacer sólo por lo que es. Los economistas la utilizan para
hacer pronósticos sobre el futuro y comprender el comportamiento económico. La
economía normativa es una perspectiva económica que se basa en valores y opiniones.
Se ocupa de emitir juicios sobre cómo debería ser la economía.A menudo hace
recomendaciones de política social. Un economista normativo podría decir que el
gobierno debería aumentar los impuestos a los ricos para reducir la desigualdad. Este es
un juicio de valor. El economista no se limita a afirmar lo que es, sino lo que debería
ser. Ahora veamos las diferencias claves.Economía normativa se basa en la opinión y el
deseo. Su mentalidad es emocional y subjetiva. Quiere saber a dónde vamos Economía
positiva se basa en hechos y datos. Su mentalidad es científica y objetiva. Quiere saber
dónde estamos. Ejemplos de declaraciones normativas pueden ser deberíamos aumentar
los impuestos sobre los cigarrillos para limitar el consumo.Estados Unidos debería
aumentar el salario mínimo. Declaraciones positivas, por otro lado, podrían ser Los
impuestos sobre los cigarrillos son de un dólar y un centavo por paquete. El salario
mínimo de los Estados Unidos es de $7.25 por hora. La economía normativa no está tan
preocupada por los datos y hechos como lo está la economía positiva.Es importante
porque en una economía existen diferentes grupos sociales con intereses económicos
divergentes. Teniendo en cuenta las diferentes opiniones, al menos trata de encontrar
soluciones a los problemas que sean tolerables para la sociedad en su conjunto. Tanto la
economía positiva como la normativa son esenciales.Ambas ramas a menudo trabajan
juntas. Los formula dores de políticas utilizan la economía normativa para establecer
objetivos sociales. También utilizan la economía positiva para comprender lo que está
sucediendo en la economía y tener una idea de cuál es la mejor manera de alcanzar el
resultado deseado. La economía positiva y la normativa son dos ramas importantes de la
economía.La economía positiva se basa en hechos y datos, mientras que la economía
normativa se basa en opiniones y valores. Esto hace que la economía positiva sea más
objetiva que la economía normativa. Sin embargo, es importante recordar que ambas
ramas son necesarias para tener una economía saludable.

ESCANEAME

Recesión

Las recesiones son fuerzas destructivas que sacude las economías, afectando a toda la
sociedad, provocando desempleo, disminución en la inversión y en ocasiones, cambios
profundos en la estructura económica y social. Estas tormentas financieras nos afectan a
todos y han sido parte integral de la historia humana. Es esencial comprender sus causas
e impactos para estar preparados ante futuras crisis económicas. Una recesión se
presenta como una disminución significativa en la actividad económica. Esta reducción
se mide por un PIB Producto Interno Bruto en contracción durante dos trimestres
consecutivos. Son de diferentes tamaños, algunas apenas imperceptibles, conocidas
como recesiones leves, mientras que otras denominadas recesiones severas dejan
cicatrices profundas. Para entender estas fluctuaciones económicas nos apoyamos en
indicadores claves como el crecimiento del PIB, los niveles de empleo, el gasto del
consumidor y la producción industrial. Visualizar una recesión resulta más
comprensible. Con gráficas que representan indicadores económicos. Con una
ilustración del crecimiento del PIB. Podemos apreciar su principal característica una
disminución en la actividad económica. Las recesiones pueden variar considerablemente
en cuanto a su gravedad. Entre 1985 y el 2022 se presentaron cuatro en los Estados
Unidos. Al comparar las tres últimas previas a la desaceleración relacionada con el
COVID en el 2020.Sus diferencias resultan evidentes. Las recesiones leves de 1990 y
2001 experimentaron disminuciones moderadas en la actividad económica con efectos
relativamente limitados en el empleo. Por el contrario, la recesión severa en el 2008
presentó una pronunciada caída en el PIB y una amplia pérdida de empleos. La
economía es a menudo caen en efecto dominó en el que un suceso interactúa con otro y
antes de que nos demos cuenta se enfrentan dificultades. Existen diversas causas
interconectadas de una recesión. Algunas de estas son la inflación acelerada y tasas de
intereses altas pueden disminuir el poder adquisitivo de los consumidores, lo que
conduce a una reducción del gasto y por consiguiente, la actividad económica
disminución en la confianza del consumidor y empresarial. También puede influir
cuando las personas y las empresas se sienten inseguras acerca de su futuro, tienden a
ajustar sus gastos e inversiones, lo que puede obstaculizar significativamente el
crecimiento económico. Las crisis financieras, la deuda excesiva y las burbujas de
activos también desempeñan un papel importante. Estos factores pueden generar
inestabilidad y pérdidas económicas, lo que puede propiciar una recesión. En ocasiones,
eventos geopolíticos pueden ser responsables como la crisis del petróleo en la década de
1970 como respuesta a la insatisfacción con el apoyo de Estados Unidos hacia Israel
durante la guerra de Yom Kipur, los miembros de la OPEP impusieron un embargo
petrolero a los Estados Unidos y otros países occidentales. Esto provocó un fuerte
aumento en los precios del petróleo, lo que generó escasez de combustible e
interrupciones económicas. Los desastres naturales, las pandemias y los cambios
tecnológicos también pueden afectar las economías. Provocando desacelera acciones a
corto y mediano plazo. Estados Unidos ha experimentado numerosas recesiones. El
pánico de 1819 se considera la primera crisis económica significativa. Esta recesión
estuvo marcada por una fuerte caída en los valores de las propiedades. La crisis se
originó debido a una combinación de factores como el fin de la guerra de 1812. La
especulación excesiva en tierras y la formación de un nuevo Banco nacional que
limitaba el acceso al crédito. En la historia moderna. La Gran Depresión de la década de
1930 es la desaceleración más severa registrada, comenzando con el desplome del
mercado de valores de 1929 y la inadecuada respuesta de la reserva Federal y la
administración Hoover, que agravó la situación económica. La depresión condujo a un
desempleo generalizado y cambió la relación entre el gobierno y el público. Muchos
programas y políticas de bienestar social vigentes hoy en día tienen su origen en la Gran
Depresión. El nuevo trato del presidente Franklin D. Roosevelt estableció regulaciones
financieras, proyectos de obras públicas y programas como el Seguro Social para aliviar
el sufrimiento económico de millones de estadounidenses. Avanzando hacia tiempos
más recientes, en el 2008, llegamos a la Gran Recesión desencadenada por el colapso
del mercado de viviendas de Estados Unidos. Esta recesión se convirtió rápidamente en
una crisis global que generó consecuencias negativas en instituciones financieras a
través de todo el mundo. La crisis reveló los riesgos de la desregulación financiera. La
Reserva Federal y el Departamento del Tesoro intervinieron con paquetes de estímulo
masivos inyectando miles de millones de dólares en la economía, rescatando a
instituciones financieras que hicieron apuestas imprudentes en el mercado de la
vivienda. Como resultado de la crisis se implementaron reformas regulatorias como la
Ley del Frac. Los efectos se sintieron durante años, el desempleo aumentó, la
desigualdad de ingresos se agravó y los movimientos populistas cobraron fuerza. La
crisis también provocó un mayor escrutinio de la globalización y su impacto en el
sistema económico. Los bancos centrales son instituciones clave que supervisan el
suministro monetario de una nación con el objetivo de garantizar estabilidad económica
mediante sus acciones y políticas .Intentan suavizar las fluctuaciones económicas y
prevenir que las recesiones deriven en depresiones. Estos bancos cuentan con diversas
herramientas para enfrentar las recesiones. Algunas de las más comunes son tasas de
interés por medio de operaciones de mercado abierto, compra y venta de bonos
gubernamentales a corto plazo. Los bancos centrales pueden influir en las tasas de
intereses al reducir las tasas, abaratan el precio de hacer préstamos, incentivando el
endeudamiento de empresas y consumidores. Esto tiende a impulsar el gasto de estos
grupos y por lo tanto incrementa la actividad económica. Flexibilización cuantitativa. Si
ocurre una recesión con tasas de interés ya bajas, los bancos centrales pueden adoptar
medidas más agresivas, como expandir enérgicamente la oferta monetaria mediante la
compra de otros activos financieros como bonos gubernamentales a largo plazo y bonos
corporativos. Prestamista de última instancia. Durante la crisis, los bancos centrales
pueden otorgar préstamos de emergencia a bancos y otras instituciones financieras con
serios problemas de liquidez, evitando así el colapso del sistema financiero. La
efectividad de las intervenciones de los bancos centrales depende de factores como la
severidad de la recesión, el entorno económico general y el momento en que se aplican
las medidas. En ciertos casos han logrado mitigar el impacto de las recesiones. Por
ejemplo, durante la crisis financiera del 2008.La Reserva Federal implementó medidas
como flexibilización cuantitativa que llevaron a tasas de interés cercanas a cero. Estas
políticas contribuyeron a estabilizar los mercados financieros, restaurar la confianza y
respaldar la recuperación económica. En otras situaciones, las respuestas pueden ser
menos efectivas, especialmente cuando la economía enfrenta problemas estructurales
como altos niveles de endeudamiento o falta de inversión en sectores productivos. En
estos casos, la política monetaria por sí sola podría ser insuficiente. Se necesitan
políticas fiscales o reformas estructurales para impulsar el crecimiento económico.
Examinar el panorama general. Nos percatamos de que entender las recesiones puede
resultar complicado. No obstante. Al estudiar sus orígenes caracteriza las causas historia
y las principales instituciones encargadas de enfrentar estas desaceleración. Adquirimos
un conocimiento sobre las fluctuaciones financieras que influyen en nuestras vidas. Esta
comprensión nos da un poco de claridad sobre eventos en la economía y nos ayuda a
entender las políticas económicas nacionales. Con esta perspectiva podemos participar
de manera más activa y crítica en el debate público sobre políticas sociales sostenibles y
equitativas para todos.

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