Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En la actualidad se están publicando numerosos estudios que confirman que hay un vínculo
entre los abusos sexuales, físicos o psicológicos vividos en la infancia y la probabilidad de
manifestar obesidad en la etapa adulta.
Para realizar el estudio, los investigadores examinaron los datos de más de 190,000 personas
que participaron en 41 estudios a lo largo del mundo.
Los investigadores se mostraron seguros de que con sus hallazgos se confirmaba una vez
más que los acontecimientos que ocurren en la infancia tienen consecuencias a largo
palazo en la salud de las personas.
En este post voy a abordar el tema de la obesidad y los traumas en la infancia desde la
narración que hace el psiquiatra Bessel Van Der Kolk en su libro «El cuerpo lleva la
cuenta: cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma» Editorial Eleftheria
Felitti también dirigía una clínica de obesidad en la que usaba una técnica llamada «ayuno
absoluto suplementado» para producir una pérdida de peso drástica sin cirugía. Un día, una
auxiliar de enfermería de 28 años se presentó en su despacho. Felitti aceptó su queja de que
la obesidad era su mayor problema y la apuntó al programa.
En las siguientes 51 semanas, su peso pasó de 185 kg a 59 kg. Sin embargo, cuando Felitti la
vio al cabo de unos meses, había ganado más peso del que pensaba que era biológicamente
posible en tan poco tiempo.
Resultó que su nuevo cuerpo esbelto había atraído a un compañero de trabajo, que empezó a
flirtear con ella y luego le sugirió mantener relaciones sexuales. Ella se fue a casa y empezó
a comer. Estuvo atiborrándose durante el día, y de noche comía sonámbula.
Cuando Felitti exploró esta reacción extrema, descubrió un largo historial de incesto con
su abuelo.
Era solo el segundo caso de incesto que Felitti había encontrado en su práctica médica de
veintitrés años y, sin embargo, diez días después escuchó una historia similar.
En 1990, Felitti fue a Atlanta a presentar datos de las primeras 286 entrevistas a pacientes
del equipo a una reunión de la Asociación Norteamericana para el Estudio de la Obesidad.
Se quedó sorprendido de la dura respuesta de algunos expertos: ¿por qué creía a esos
pacientes? ¿No se daba cuenta de que inventarían cualquier explicación para justificar sus
vidas fracasadas?
Los encuestados eran principalmente personas de raza blanca, de clase media, de mediana
edad, con buena formación y con la suficiente seguridad económica para tener buenos
seguros médicos y, sin embargo, solo un tercio de ellos afirmó no haber tenido
experiencias infantiles adversas.»
¿Qué es un trauma?
Es interesante dejar claro qué es un trauma. Para el psiquiatra Van der Kolk «el trauma, por
definición, es insoportable e intolerable. Es una experiencia que sobrepasa tu capacidad de
lidiar con ella. Te sientes superado, desamparado y confuso.
A las preguntas: «¿Algún adulto o alguna persona como mínimo 5 años mayor que usted
le tocó el cuerpo de manera sexual? y «¿Algún adulto o persona como mínimo 5 años
mayor que usted intentó mantener relaciones orales, anales o vaginales con usted?», el 28 %
de las mujeres y el 16 % de los hombres respondieron afirmativamente.
La lista de comportamientos de alto riesgo pronosticados a las personas que habían vivido
diferentes experiencias infantiles adversas incluía el tabaquismo, la obesidad, los
embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
Le contó que posteriormente se había sometido a una operación bariátrica, pero que después
de perder cuarenta y cuatro kilos empezó a tener ideaciones suicidas. Necesitó cinco
hospitalizaciones psiquiátricas y tres ciclos de electroshock para controlar sus ideas suicidas.
Felitti destaca que la obesidad, que se considera un importante problema de salud pública, en
realidad puede ser una solución personal para muchas personas. Piense en sus
implicaciones: si malinterpretamos lo que para una persona es una solución como un
problema que hay que eliminar, no solo es probable que fracasen en el tratamiento, como
sucede en los programas contra las adicciones, sino que pueden aparecer otros problemas.
Una mujer que había sido violada y tenía sobrepeso contó a Felitti: «El sobrepeso se ignora,
y esto es lo que yo necesito»
El peso puede proteger a los hombres, también. Felitti recuerda a dos guardias de la prisión
estatal que participaron en su programa para personas obesas. Recuperaron rápidamente el
peso que habían perdido, porque se sentían mucho más seguros siendo los tipos más
grandes del módulo.
Otro paciente se volvió obeso después de que sus padres se divorciaran y se fuera a vivir con
su abuelo alcohólico. Explicaba: «No comía porque tuviera hambre y todo eso. Simplemente
era un lugar en el que estar seguro. Desde la guardería, siempre me pegaban. Cuando
engordé, dejaron de pegarme».
Lo que vemos, el problema con el que se presenta el paciente [la obesidad], suele ser solo el
marcador del problema de verdad [trauma infantil], que permanece enterrado en el
tiempo, oculto por la culpabilidad del paciente, el secretismo y en ocasiones la amnesia,
y con frecuencia las molestias clínicas».
Prosigue Van der Kolk en su libro diciendo «la vida de muchos supervivientes de traumas
acaba girando en torno a la lucha y a la neutralización de unas experiencias sensoriales
indeseadas, y muchas de las personas que veo en mi consulta se han vuelto expertas en esta
insensibilización. Pueden convertirse en obesas o anoréxicas o adictas al ejercicio o al
trabajo. Al menos la mitad de todas las personas traumatizadas intenta atenuar su
mundo interior intolerable con drogas o alcohol.»
Abandono
Explica J. Casla: «cuando somos o nos sentimos abandonados (padre o madre ausente, niño
abandonado por los padres, o un padre o madre que no cumplen con su función), estamos
indefensos, frágiles. Nuestro inconsciente biológico detecta que podemos ser atacados y
devorados por lo que el hecho de ser más grandes nos mantendría protegidos. Siendo
más voluminoso será más fácil que el clan, mi madre, me encuentre. En cambio, si no se
puede ser o aparentar gran tamaño, la solución biológica es hacerse pequeño, pasar
desapercibido para poder escapar del predador.»
Esto significa sentirnos libres de saber lo que sabemos y de sentir lo que sentimos sin
acabar abrumados, enfadados, avergonzados o colapsados. Para la mayoría de las
personas, ello implica:
(4) no tener que guardar secretos sobre nosotros mismos, incluyendo secretos sobre las
cosas que nos han permitido sobrevivir.
Descodificar la obesidad
Cuando hay que relacionar el sobrepeso y la obesidad con unas vivencias estresantes, la
Biodescodificación es una herramienta que sirve para reducir el estrés emocional que puede
tener su origen incluso en experiencias abusivas del transgeneracional.
No te recomiendo en este caso que trates de hacerte «autoterapia». Ponte en buenas manos y
haz el camino, desde el amor, para volver a adueñarte de tu cuerpo, de tus emociones y de tu
mente.
Este fascinante libro de Bessel Van Der Kolk lo puedes encontrar aquí
Y si necesitas sesiones individualizadas de Biodescodificación aquí te cuento más detales